Las imágenes dramáticas y angustiantes de modestas familias que pierden sus casas o padecen la inundación de las viviendas que construyeron con enorme esfuerzo, eran posibles de evitar al igual que la destrucción de carreteras, puentes, calles y plazas.
Lo que estamos viendo tiene varios autores. No es solamente la furia de la naturaleza. Es la clase política que, además de ejercer la corrupción, tiene en común el infame rasgo de despreciar a los que más necesitan.
Recordemos una escena ocurrida en el verano de 2017. El fenómeno del Niño Costero abatía a las regiones de Tumbes, Piura y Lambayeque. El 13 de marzo los despachos periodísticos informaban que las lluvias no se detenían. Ya habían 75 muertos y más de 700 mil damnificados. En la mañana de ese 13 de marzo de 2017, mientras las inundaciones destruían el norte del país, el entonces presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, se refrescaba, ajeno al drama, en la piscina del Lima Golf Club. Una escena de desprecio hacia el país que él mismo había pedido gobernar.
PPK luego de un chapuzón en el Lima Golf Club. 13 de marzo de 2017 a las 11 am.
A PPK y su gobierno de lujo —así se autodenominaron— no les interesó el drama de las poblaciones norteñas. El Niño Costero había empezado en enero y la mañana del piscinazo presidencial ya era marzo. En los dos meses perdidos, el ministro de Transportes y Comunicaciones tuvo a su cargo “liderar” las acciones. ¿Quién era? Martín Vizcarra. El 22 de marzo, el primer ministro Fernando Zavala, lo anunció como el posible “Zar de la reconstrucción”. Así eran los del gobierno de lujo: ostentaban con frases huecas su ineptitud.
El último día de aquel marzo, Defensa Civil informó cifras mayores. 101 fallecidos, 353 heridos, 19 desaparecidos y casi un millón de afectados. Padres, hijos, nietos y abuelos refugiados en carpas y en improvisadas viviendas de esteras y triplay, con necesidades de agua, alimentos, vestimenta y bajo un agobiante calor por encima de los 30 grados centígrados.
¿Qué hicieron PPK y su gobierno de lujo? Nada. Recién el 4 de mayo de 2017 —cuatro meses después de iniciado el fenómeno climático— se les ocurrió nombrar como Director Ejecutivo de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios, eso sí, con rango de ministro de Estado, a Pablo de la Flor. ¿Era un experto en materia de desastres y reconstrucción de poblaciones devastadas? No. Venía de ser gerente de la División de Asuntos Corporativos del Banco de Crédito del Perú. Apenas cinco meses después, De la Flor —que nunca se instaló en el Norte— renunció.
La tragedia que hoy los peruanos vuelven a padecer, se originó en el gobierno de PPK y su desprecio por los más necesitados.
Luego vino Martín Vizcarra. Este sujeto nombró como jefe de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios a un miembro de su corrupta camarilla de gobernadores, Nelson Chui Mejía. Venía de ser Gobernador de Lima y al asumir el cargo declaró, como anuncio de su impunidad: “Todo fue una sorpresa para mí; no conozco los detalles de cada región”. Tenía una denuncia penal por el presunto delito de peculado en agravio del Estado y Vizcarra le entregó 7 mil millones de soles “para invertir en obras”. Fue el año 2019.
En diciembre del 2020, Francisco Sagasti, el poeta, fue a Piura y declaró: “Vamos a dejar al país, a Piura y otras regiones enrumbadas hacia el Bicentenario. Lo importante de estos proyectos es que sean una infraestructura para los próximos decenios y hasta centurias”. Apenas tres años después, Piura está inundada. Sobre Castillo solo cabe decir que tuvo informes a la mano pero el pro-senderista deseaba la destrucción del país.
Las escenas que estamos viendo con los desbordes de ríos y activación de quebradas, tienen un manto de infamia que abarca a Kuczynski, Vizcarra, Sagasti y Castillo. Con ellos, la llamada Autoridad para la Reconstrucción con Cambios se convirtió en un ente burocrático con millones de millones de soles a disposición. Si se levanta la alfombra de podredumbre que la cubre se podrá hallar lo anunciado por el portal Infobae en una reciente entrevista al Contralor de la Republica: “Contraloría halló más de 840 funcionarios con responsabilidades penales y civiles en la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios. Según el contralor Nelson Shack, la entidad creada tras el Niño Costero del 2017 ha tenido un gasto de 25 mil millones de soles”.
Ineptitud y corrupción criminal si vemos las dolorosas imágenes de miles de familias afectadas por el ciclón Yaku. Seis años después el mismo drama de 2017.
Escucho decir: “No estamos preparados para los desastres”. No es verdad. Los desastres pueden ser evitados o mitigados porque existe dinero. Pero se desvía, se malgasta y se roba. ¿Qué se pudo hacer? Defensas ribereñas, sistemas de drenaje, descolmatación de ríos. Nada se hizo.
Los que arriban al poder, sean de derecha o de izquierda, no se conmueven con el dolor de los que padecen y, además, los une la miserable ambición del dinero mal habido. Lástima que frente a ellos están los ciudadanos empeñados en dividirse y odiarse en lugar de controlar y exigir lo que necesita el país. Las marchas para exigir obras no existen. Las marchas para el odio y la violencia sí.
Diversos personajes del “gobierno de lujo” de PPK y varios de sus allegados que obtuvieron ventajas, ya tenían la mancha imborrable de ser responsables del surgimiento de Martín Vizcarra y la avalancha de informalidad y corrupción. Ahora, con la destrucción causada por el ciclón Yaku, se les añade otro sello de deshonra. Desde la comodidad de sus casas ¿sentirán algo al ver a las poblaciones desesperadas, ellos, que nada hicieron el 2017? ¿Seguirán creyendo que eran profesionales de lujo?
En cuanto a sus sucesores, Vizcarra, Sagasti, Castillo, a ellos también los alcanza un huayco que enloda sus nombres en la historia nacional de la infamia.
Qué gran poeta Enrique Lihn. Un poeta urgente, más que digamos Montalbetti o Parra, por citar dos polos aparentemente opuestos. Centrándonos más en Chile: saquemos a Neruda del panorama y nos quedamos con Gonzalo Rojas, Jorge Teillier, Huidobro, Rosamel del Valle, Mistral y Pablo de Rokha. En ese nivel de furia, Lihn brilla a la cabeza. Abajo del rey Neruda, el príncipe Lihn. Entre los excesos del creacionismo, las peroratas de la antipoesía, el misticismo tercermundista, la poesía de los cimarrones y de la vorágine verbal, nada mejor que un buen trago de lucidez lihniana.
Por ejemplo, en La musiquilla de las pobres esferas.
Este es un tratado de lo mejor del autor: un poco de apatía, otra tajadita de triste realidad embadurnando la lírica y mucho de diálogo con otros autores: “(…) sin proponérmelo —afirma— he terminado por hacer poesía contra la poesía; una poesía como dijera Huidobro, “escéptica de sí misma”. Esa duda total, hace del poemario un surtido manifiesto musical del desasosiego, la herida, las falsedades de la retórica de la poesía plenamente “social” (lean el poema dedicado a Roque Daltón). Por encima de todas las cantatas, la escritura como un motor vital: Porque escribí no estuve en casa del verdugo / ni me dejé de llevar por el amor a Dios/ ni acepté que los hombres fueran dioses/ ni me hice desear como escribiente/ (…) Pero escribí y me muero por mi cuenta,/ porque escribí porque escribí estoy vivo”.
Si para los antiguos la música de las esferas era aquella dimensión metafísica donde se podía sentir lo místico, es decir, el movimiento de los astros, la música órfica del universo, Lihn entiende su poesía como una sonata menor: una musiquilla, es decir, una música de barro, de humano hastío. Sin embargo, este desarraigo de lo divino, no conduce al poeta a la poesía exteriorista, sino que permite una deconstrucción desde los interiores de la voz poética: el autor poetiza fuera de los registros arquetípicos, grandilocuentes, retóricos del verso: “en la profundidad de la ignorancia/suena una musiquilla verdadera” Y es verdad, ahí está Lihn, solo, oyendo el abismo.
El enfrentamiento entre el legislador José Luna Gálvez y el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, ha trascendido una simple disputa política para convertirse en un revelador ajuste de cuentas que expone la hipocresía y las falsedades de un discurso público cuidadosamente construido. La denuncia de Pepe Luna, lejos de ser una simple acusación, se presenta como una fiscalización exhaustiva y estratégicamente ejecutada que desmonta la fachada de lucha anticorrupción que López Aliaga ha intentado proyectar.
La contundencia de la acusación de Luna reside en la presentación del Acta N.º 026 de 2009, una prueba irrefutable del apoyo de López Aliaga a la concesión de peajes a la empresa brasileña OAS. Esta evidencia contradice frontalmente el discurso actual del alcalde, quien se presenta como un férreo opositor a estos contratos, calificándolos de corruptos. La admisión de López Aliaga, aunque sorprendente en su franqueza, no hace sino confirmar la gravedad de la situación: no solo apoyó la concesión de peajes a OAS, sino que lo hizo consciente de las implicaciones y, según sus propias palabras, considerando la propuesta «interesante» Esta declaración, lejos de ser una justificación, se convierte en una confesión de su participación en un sistema que él mismo ahora critica.
La estrategia de Luna no se limita a la simple presentación de evidencia. Se trata de una operación de fiscalización que revela un patrón de mentiras y contradicciones en el discurso de López Aliaga, demostrando su falta de compromiso con la lucha contra la corrupción que tanto pregona. Luna, actuando como un astuto estratega político, ha logrado desentrañar la farsa, exponiendo la hipocresía de un político que se aprovecha de la indignación ciudadana para impulsar su propia agenda, mientras su pasado demuestra una complicidad activa con las prácticas corruptas que denuncia. La denuncia no solo expone la participación de López Aliaga en la concesión de peajes a OAS, sino que cuestiona la legitimidad de su discurso público y su compromiso con la transparencia en la gestión pública. Su papel como fiscalizador se refuerza al destapar las mentiras de un político que se ha beneficiado del sistema que ahora pretende combatir. Este enfrentamiento no es solo una batalla política, sino una lucha por la verdad y la transparencia en la gestión pública peruana.
Repercusiones
Las repercusiones políticas de la controversia entre José Luna Gálvez y Rafael López Aliaga podrían ser significativas, especialmente considerando la cercanía de futuras elecciones y el impacto de la opinión pública. La admisión de López Aliaga sobre su apoyo a la concesión de peajes a OAS en 2009 podría afectar su imagen y credibilidad, erosionando la confianza de sus electores. Para Luna, esta confrontación podría representar un impulso a su carrera política, posicionándolo como un fiscalizador activo de la corrupción. Sin embargo, también existe el riesgo de que la controversia se polarice aún más, beneficiando a otros actores políticos. El caso podría reabrir el debate sobre la gestión de los peajes en Lima y las concesiones a empresas internacionales, generando un clima de incertidumbre y cuestionamiento hacia las autoridades.
Un ejemplo concreto de repercusión política podría ser la disminución en los niveles de aprobación de López Aliaga en las encuestas de opinión pública. Si la controversia genera una percepción generalizada de falta de transparencia o inconsistencia en su gestión, podría traducirse en una pérdida de apoyo electoral, afectando sus posibilidades en futuras contiendas electorales. Esta disminución en la popularidad podría abrir espacio para que otros candidatos o partidos políticos aprovechen la situación y ganen terreno en el electorado. Lo cierto es que Pepe Luna dio en el blanco, esto tiene para rato.
No sería incorrecto decir que Luis Ortega goza de manía por lo raro. Y qué significa eso. Si reviso mi frase, sé que se podría inferir que uso las palabras manía y raro como defectos o limitaciones, más bien que como cualidades o características. O peor, y para centrarme en las presencias y efectos de lo raro; que son trucos, meros trucos, trucos baratos, trucos bajos, sucios, efectismo, demagogia. Tics, que no llegan a ser una propuesta, un verdadero estilo.
Pensé, al ver El jockey, en algún momento en Jodorowski (más que en Herzog) con respecto a los poderes y limitaciones de su estilo, de su cine, y a la sucesión de personajes y situaciones frikis… No hay que menospreciar lo circense del cine: el circo (‘donde todo puede pasar’) puede llegar (y de eso se trata) a lo poético y a lo metafísico. Otra manera de entrar en el tema: preguntarse si la rareza (o locura) es valiente, valiosa, si está justificada, si es necesaria: si es esencial.
¿Y lo raro (o lo loco) nos ilumina? O solo nos perturba y confunde. Lo que llamamos raro podría ser lo que concentra verdades, reprimidas y escondidas. Lo que queremos y no queremos ver, y que necesitamos ver. Un ver lo nunca visto, un ver de nuevo como si fuera por primera vez. A lo raro se podría agregar lo siniestro, lo ominoso… variaciones de lo mismo. En ese sentido también experimento aquí un surrealismo lyncheano… acompañado de un humor absurdo (que celebro). No olvido, además, que uno de los directores favoritos de Ortega es Leonardo Favio… (con su cuota de extrañeza más bien emocional). Y lo obvio, en no poco de las imágenes: se trata del fotógrafo de Kaurismäki. Junto con eso está el estatismo de los cuerpos, el -casi- grado cero, el aspecto Buster Keaton, especialmente del protagonista, en tanto actuación. Pensaba, aparte del cine de Kaurismäki, en Bresson, pero aún más en personajes de Fassbinder, estáticos, agrupados así en tantas escenas de sus películas.
Cuando hablo de lo raro, o de la extrañeza, también pienso, o sobre todo pienso, en la percepción original, ¿o son solo clichés de lo raro lo que me producen tal fascinación? ¿Es Ortega uno de los cineastas vivos más dotados en Latinoamérica o un encantador dudoso para supuestos refinados?
Debemos cuestionar el subdesarrollo mental de algunos, sean ciudadanos o políticos, que por estos días mencionan ser o se bautizan como el Trump o Bukele peruanos.
Esa clase de frases o clisés de campaña deben ser descartadas de plano por respeto al Perú milenario y cuna de una de las civilizaciones más portentosas del mundo, con peso específico e identidad cultural.
Por fortuna para los patriotas, connacionales y hermanos del Perú eso no ocurre en los predios del glorioso y místico Partido Cívico Obras porque el periodista y analista geopolítico Ricardo Belmont Cassinelli (RBC) no necesita de padrinos, tiene peso propio para ser presidente de la República y no necesita colgarse del saco de nadie.
Es un error de algunos, y peor si son candidatos, como en su momento ocurrió con Milei en Argentina, a quien el marketin y los grupos de poder lo convirtieron en un híbrido o un “star rock”, siendo evidente que al final de cuentas es un producto vacío que solo obedece a una coyuntura gaucha que no se puede exportar.
Por tanto, el elector peruano debe dejar el tutelaje mental foráneo, los padrinazgos postizos y cualquier imitación del marketing electoral.
Hoy, de 42 candidatos en Perú, es RBC el que tiene más trayectoria y mejor ejecutoria de vida, rebasando con su intelecto y personalidad a otros de los cinco continentes, hecho inmarcesible que debería llamar a un sano orgullo para cualquier compatriota de estas tierras plurinacionales, pluridiversas, pero que juntas hacen la identidad peruana tan valorada de cara al mundo.
De manera que, decimos que son hechos pétreos las fortalezas de Ricardo Belmont, porque nadie puede borrar de la historia que ha sido broadcaster; también es periodista desde inicios de los 70 del siglo pasado, registrado en el gremio de la prensa; promotor del deporte, especialmente del boxeo; gestor para Perú de más de 20 versiones de la Teletón, y de muchas iniciativas de ayuda humanitaria y social.
Encima ha sido dos veces alcalde de Lima, con obras ejecutadas que se mantienen funcionales, fuertes y vigorosas hasta el día de hoy; como también fue candidato a la presidencia en 1995, y ha sido a quien el fujimontesinismo le arrebató esa elección, y también fue congresista de la República.
Pero a esto se suma su filosofía, su método y su pedagogía, desarrollada sobre todo en los últimos tres lustros con maestría y doctrina, por lo que de llegar a Palacio de Gobierno el 2026, su gestión y administración gubernamental serán sin duda paradigma e inspiración en otras latitudes, por encima de los Milei, Trump o Bukele, pese a que toda comparación puede ser odiosa.
En suma, si a Ricardo si se le deja entrar a la cancha, tendrá tanto o más impacto como los presidentes mediáticos del mundo, pero marcará la diferencia en el sentido de que por el peso de su filosofía no se dejará mangonear por los intereses corporativos que abusan del débil.
Eso no ocurrirá en el caso de Belmont porque tiene un análisis claro del Perú y de los “hegemones” que crean injusticia y colonias a merced de sus intereses.
En consecuencia, para orgullo del Perú, RBC con su carisma y sello nacional no solo deberá gobernar con los mejores ciudadanos sino también tendrá que elevar la autoestima, la voluntad y el liderazgo de todos los peruanos, porque él no es calco ni copia, porque no necesita padrinos ni subirse al saco de otros políticos.
El Perú será grande por el esfuerzo y por el voto consciente de los propios peruanos, estén residiendo dentro del país o en el exterior.
Con las políticas emanadas desde el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, MIDAGRI, liderado por Ángel Manero, poco o nada se puede esperar de DESARROLLO y RIEGO.
Más aún con aquél, que en su momento señaló que “en todos los rincones del Perú se come con contundencia y que no se pasaba hambre”.
Si esa premisa del “ángel” maligno de la agricultura peruana fuera cierta, entonces Perú cumplió con creces y 5 años antes el segundo Objetivo de Desarrollo Sostenible al 2030 y habría que felicitar al gobierno de Boluarte por este alcance de política agraria internacional.
Sin embargo, lamentablemente ello no es así y, al contrario, el hambre y la pobreza campean a lo largo y ancho del territorio nacional, sin que la presidenta haga algo por prescindir de los servicios de Manero, con escaso tino político y profesional, para liderar las riendas del MIDAGRI.
Por cierto, este ministro es el que, muy suelto de huesos, señaló que, ante la producción de mangos, los agricultores dejemos de sembrar y producir por 4 años el cultivo de mango, desconociendo de medio a medio que esa propuesta es inválida técnicamente, ya que no se preocupa por darle valor agregado a la fruta mango u otras frutas, que solo se usan, como siempre, como materia prima exportadora y mucho menos se preocupa por un seguro agrario para los pequeños productores, en sentido contrario al apoyo abierto brindado al empresariado agroexportador, que aprovechan muy bien la ley Chlimper, con sus exoneraciones tributarias.
En Piura, mientras la Autoridad Nacional del Agua, ANA (Decreto Legislativo 997), siga dependiente del MIDAGRI, manejada con sesgo agroexportador y con visos de corrupción, el problema hídrico para la economía familiar del pequeño y mediano agricultor subsistirá.
Ello requiere una ANA, no contaminada, con visión monodisciplinaria, sino que tenga una visión con enfoque ecosistémico multidisciplinario.
No hay que olvidar que la crisis hídrica pasada se va a agravar año a año por el cambio climático, La Niña, El Niño y, según la FAO, el 40% de la población mundial ya sufre de la escasez de este recurso vital. Hay 2,200 millones de personas que no tienen acceso a agua potable manejada de forma segura. En Perú hay 10 millones de personas que sufren por este líquido y los piuranos en particular lo hemos vivido el pasado año.
Que no quepa duda de que la agricultura a nivel mundial agroexportadora, sin control, representa en la ecuación “el 72% de todas las extracciones de aguas”, con fines de riego (FAO 2022).
Mientras que en el otro lado de la ecuación necesitamos del sector de la agricultura, crucial para garantizar la seguridad alimentaria de los peruanos y dar trabajo a las comunidades costeras, andinas y amazónicas, más allá de la burbuja agroexportadora vitícola en Piura, La Libertad e Ica, se transforme en verdadero desarrollo, que con Manero es difícil de transitar.
El recurso hídrico en la región Piura se debe usar sin demonizar los cultivos por su uso de agua. Empero, hay que señalar que de los 5 cultivos a nivel mundial que requieren más agua para su producción, con el consiguiente impacto en las comunidades y el medio ambiente, 4 se cultivan en Piura. Entre ellos están el cultivo de arroz, de caña de azúcar, algodón (hoy menos) y palta con cultivo incipiente.
Si bien es cierto que la ecuación es compleja y multifactorial, todos los actores políticos, académicos, gremiales y consumidores inclusive, debemos hacer esfuerzos para viabilizar soluciones en infraestructura en la agricultura y riego que la hacen ineficiente y sobre todo requieren de mayores niveles de gobernanza.
Finalmente, recordar que el agua es finita y que solo el 0,05% del agua está disponible y utilizable. Advertidos estamos que es un recurso increíblemente valioso y tenemos que protegerlo entre todos, para las generaciones presentes y futuras.
En medio de la pandemia de la COVID-19, los peruanos estábamos confinados. Millones perdieron sus empleos y negocios, y más de doscientos cincuenta mil peruanos murieron, no solo por la desastrosa gestión sanitaria del expresidente Vizcarra —quien vilmente se vacunó a espaldas de una población sin acceso a vacunas—, sino también por la precariedad del sistema de salud y la codicia de las clínicas, que llegaron a cobrar hasta cien mil dólares por una hospitalización.
En medio de esa tragedia, los peruanos sufrimos el acoso de los bancos, que llamaban para amenazar con quitarnos nuestras propiedades, maquinarias y herramientas de trabajo. No tuvieron piedad. Miles de familias fueron demandadas y hoy corren el riesgo de perder sus casas. Los bancos cuentan con la complicidad del gobierno, el Congreso, la SBS, el Poder Judicial y la prensa. Además, emplean estudios de abogados para intimidar a millones de familias.
Nacimiento de COFABS
Ante esta situación, miles de ciudadanos decidimos organizarnos y formamos la Coordinadora de Familias por una Banca Solidaria (COFABS), un colectivo social que surge como respuesta al abuso financiero y la usura bancaria en el Perú.
Nuestro objetivo principal es democratizar el crédito a través de la libre competencia, acabando con el oligopolio bancario que domina la economía nacional. Buscamos que el sistema financiero garantice:
Transparencia y reducción de las tasas de interés impuestas por la banca privada.
Regulación del sistema financiero en favor de los ciudadanos.
Promoción de una banca solidaria basada en principios de equidad y justicia.
Defensa de los derechos de los deudores frente a prácticas abusivas.
Nuestras iniciativas y acciones
Hemos impulsado diversas iniciativas en defensa de los deudores:
Ley de Compra de Deudas por el BCRP: Se propuso una normativa para que el Banco Central de Reserva adquiera las deudas de los ciudadanos con la banca privada y las reestructure a tasas solidarias.
Pronunciamientos y movilizaciones: Hemos denunciado el acoso bancario a través de pronunciamientos y movilizaciones masivas a nivel nacional. También enviamos cartas y peticiones a la Presidencia de la República, el Congreso y otras entidades gubernamentales exigiendo medidas para proteger a millones de familias. Sin embargo, jamás recibimos respuesta, a pesar de que más de catorce ciudadanos se suicidaron debido a la presión de los bancos.
Congelamiento de obligaciones crediticias: Con el apoyo de cientos de personas, impulsamos el congelamiento de deudas durante emergencias nacionales. Sin embargo, el Estado ignora el sufrimiento de millones de familias.
Acciones legales: Hemos presentado acciones de amparo para proteger a las familias de los abusos bancarios, pero el Poder Judicial está al servicio del oligopolio financiero.
Proyectos de ley presentados al Congreso:
Proyecto de Ley Contra la Usura Bancaria: Busca limitar las tasas de interés abusivas impuestas por las entidades financieras y establecer un sistema más equitativo para los deudores.
Ley de Reactiva para la Gente: Propone un programa de rescate financiero similar a Reactiva Perú, pero dirigido a MYPES y personas naturales, con el fin de evitar el remate de propiedades y aliviar la carga financiera.
Proyecto de Ley de Ampliación de Plazos Procesales en Juicios de Ejecución de Garantías: Busca extender los plazos de contradicción y apelación en estos procesos, brindando una mayor oportunidad de defensa a los afectados por embargos y desalojos.
Lamentablemente, hemos comprobado que la clase política está al servicio de la banca.
La Banca Solidaria: una alternativa real
Uno de los proyectos más innovadores de COFABS es la Banca Solidaria, un sistema de ahorro y préstamos comunitarios basado en la confianza y el respeto. A través del programa Ahorrar para Crecer, los miembros de COFABS pueden:
Ahorrar en un fondo colectivo administrado de manera transparente.
Acceder a préstamos a tasas de interés justas y solidarias.
Fomentar la educación financiera y la autonomía económica.
Hoy somos más de cien mil familias que son dueñas de su propio banco, y seguimos creciendo.
Nuestra lucha continúa
Nada nos detiene. El oligopolio financiero, que infunde terror y amenaza a los peruanos, no es más que un tigre de papel. La inmensa mayoría de las familias lo va a desechar; estamos trabajando para crear nuestro propio sistema digital.
Ahora, los ciudadanos tienen en sus manos una alternativa seria y responsable: organizar su propio banco y contar con una herramienta para progresar y vivir en paz.
Nuestra organización asiste a todas las familias peruanas que, debido al abandono social y el abuso del sistema financiero, se ven imposibilitadas de pagar sus créditos. Brindamos respaldo legal, social y psicológico, y las invitamos a luchar contra la banca usurera.
Nuestra lucha continúa, y estamos seguros de que venceremos.
Como toda institución educativa, el histórico nido jardín de Huacho, creado hace más medio siglo (04-06-1974), a cuya primera promoción pertenecí, hoy está en medio del fragor propio del proceso de matrícula. Sin embargo, hay una noticia que genera una combinación de nostalgia y expectativa entre las maestras, padres de familia y la comunidad huachana en general.
Esto se debe a que, a partir de la resolución ejecutiva del Gobierno Regional de Lima, en marzo se iniciará la demolición del emblemático y amplio local de la I.E. N° 324 “Santísima Niña María”, ubicado en la Av. Mercedes Indacochea s/n del distrito de Huacho, provincia de Huaura (región Lima).
De esta manera en este 2025 se ejecutará el Proyecto de Mejoramiento de los Servicios Educativos de este querido colegio que tiene el nivel y modalidad de “Inicial – Cuna Jardín”, perteneciente a la UGEL N° 09 de Huaura (DRE Lima Provincias), y que acoge actualmente a un promedio de 350 infantes de I y II ciclo (1 a 6 años de edad).
La citada institución por más de medio siglo ha prestado servicios en su amplio y antiguo local y por sus aulas han pasado tantas promociones, docentes jardineras, auxiliares y padres de familia, pero se debe dar un paso a la mejora de su infraestructura y la modernidad.
Mientras se ejecutan los trabajos de demolición y reconstrucción de la IE. 324 “Santísima Niña María”, dada su cercanía al campus de la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión, momentáneamente se levantarán allí carpas y aulas prefabricadas para que se desarrollen las actividades educativas.
Desde la Revista Lima Gris, esperamos que se cumpla el plan diseñado por el Gobierno Regional de Lima y sobre todo los plazos para que más temprano que tarde la institución “Santísima Niña María” luzca vigorosa, funcional y educando con calidad a los futuros ciudadanos de la provincia de Huaura, escuela actualmente bajo el concurso profesional de su directora Dalila Remigio Salazar, la subdirectora Karina García Durán y docentes con mística como Maribel Navarro Serpa, entre otras colegas de la especialidad de Educación Inicial, auxiliares y personal administrativo.
La Tumba de las luciérnagas (LTDLL) es un clásico de la animación japonesa producida por Studio Ghibli y dirigida por Isao Takahata a fines de los ochenta y que luego de 36 años ha sido reestrenada en los cines limensis. Hecho que destaca su permanencia en el tiempo porque de lo que se habla aquí no es solo una historia real, sino los daños colaterales de las guerras y el sufrimiento de los “civiles” en la lucha por sobrevivir y alcanzar la normalidad.
LTDLL nos cuenta la historia de Seita y de su hermanita Setsuko que al empezar el conflicto Japón/USA/2GM, ven morir a su madre y tienen que trasladarse donde una tía quien poco a poco les irá negando los alimentos a pesar de que los hermanos entregaron todo lo que tenían y compraron más despensas. Entonces deciden refugiarse en un búnker antiaéreo y sobrevivir como puedan, mientras observan cómo los aviones lanzan antorchas-luciérnagas e incendian su ciudad.
No hay salida, no hay futuro, solo sufrimiento: el de la guerra y el de los que no pueden sobrevivir. Setsuko se enferma de desnutrición y su hermano hace todo lo posible por conseguir alimentos, frutos, verduras, incluso los roba y es apresado y golpeado duramente. Seita al ver que su hermanita agoniza la lleva donde un médico quien la revisa y sin ningún tipo de empatía le dice que solo necesita comer.
Las luciérnagas son las pequeñas lámparas que alumbran sus noches. Y una caja de caramelos, sus únicos alimentos. Setsuko muere en los brazos de Seita. Japón se rinde y muchos que perdieron a sus familiares son condenados a vagar y morir en la indigencia. Setsuko fallece abrazando la cajita de caramelos y unos barrenderos la lanzan a la basura y al caer se libera el espíritu de Setsuko quien repasa los últimos días con Seita. Y esa metáfora cruda/salvaje/brutal es justamente la película.
Cabe anotar que LTDLL es una historia real, escrita por Akiyuki Nosaka. Es una forma de haberle pedido perdón a su hermana por haberla dejado morir ante la escasez de alimentos. Y es considerada una de las películas entibelicistas más importantes junto a La lista de Schindler y El pianista.
Finalmente, es difícil ver esta película desde la comodidad-confort de los que viven de espaldas a lo que sucede en nuestro mundo y ahí es donde la película nos agujerea el alma.