Cultura
Ximena Heraud, la artista peruana que expone en Grecia
Conoce a la artista peruana Ximena Heraud, que estará exponiendo sus cuadros en Grecia desde el 21 de junio al 5 de julio como parte del Festival de Poesía LEA.

Su pasión es la pintura y los viajes, y gracias a su trabajo la artista Ximena Heraud estará exponiendo su muestra «Recorriendo Perú», en Atenas, Grecia. La exposición es auspiciada por la Embajada de Perú en Grecia. En la emblemática ciudad cultural, cuna de grandes artistas y filósofos, Heraud presentará 16 cuadros de paisajes peruanos que narra sus vivencias viajando por el Perú, acompañados de videoarte y sonidos que logran una inmersión del espectador en la experiencia de viajar.
Esta muestra está dentro del marco del Festival de Poesía LEA en donde además se están incluyendo una serie de poemas inéditos que estará presentando por primera vez, acompañados también de los poemas de su tío Javier Heraud. Esta poesía seleccionada describe su conexión con la naturaleza y narra una experiencia íntima y personal que siente al viajar sola.
Lima Gris conversó con Ximena Heraud antes de su viaje al país de los dioses griegos. Habló sobre sus influencias, su tío Javier Heraud, la Bienal de Venecia, el Ministerio de Cultura, y sobre su pasión por el arte y su exposición en Grecia.
Cómo llegas a Atenas, porque si bien ganar espacios dentro del país es difícil, afuera lo es mucho más, entonces cuéntanos ¿cuál es tu secreto para terminar exponiendo en países como Grecia?
Toqué puertas en todos los sitios que pude y lo sigo haciendo, desde galerías, Embajadas, Bienales, concursos, ministerios, etc. Cada día que puedo escribo a distintos espacios artísticos de todas partes del mundo. Tengo bastante claras mis metas. Algunos artistas piensan que solamente por pintar y poner una que otra foto en sus redes sociales o exponer en un centro cultural limeño van a lloverle clientes y la realidad es que para tener éxito llegando al extranjero también está involucrado un trabajo post producción artística de investigación, seguimiento a otros artistas, relaciones personales, marketing, manejo de redes sociales. Es un conjunto de cosas que muchos no se toman el esfuerzo de aprender o les da vergüenza preguntar o presentar su proyecto sabiendo que van a tener muchos rechazos en el camino. De 500 puertas que toqué, por allí se me abrió una y así sucesivamente. Lo importante es no desanimarse en el camino y seguir adelante a pesar de las críticas o los desánimos de quienes no aceptaron nuestro trabajo porque siempre que sepamos nuestro verdadero valor nada ni nadie puede derrumbarnos.

Es invertir bastante tiempo, porque primero está el tiempo de inspiración, de creación, y el proceso de gestión para llegar a esos tipos de espacios.
Primero viajé dos años por el Perú, y durante esos dos años estuve pintando todas mis experiencias, porque no solamente es una muestra de pintura, sino que también tiene una parte de audiovisual que es un video de los viajes que hice, las experiencias que tuve con las pinturas, así que también hay audios; en cada lugar que llegué grabé los sonidos de los espacios, por ejemplo hay un cuadro que se llama “La cueva de las lechuzas”, en donde te puedes poner los audífonos y puedes escuchar a las lechuzas gritando en el mismo lugar, entonces es una muestra que abarca el sonido, audiovisual y va a tener poesía junto con los cuadros, es como bastante amplio. Todo eso lo hice más o menos en dos años en donde a veces me quedaba pintando hasta las tres de la mañana, de verdad me esforcé un montón, y cuando empecé a tener mucha fe de lo que hice empecé a tocar puertas, galerías, ir a distintas partes en donde pensé que podrían aceptarlo y así fue recorriendo distintos países.
Esta muestra que vas a tener hay pintura, poesía, audio y video, entonces será una obra multidisciplinaria. Me llama la atención la poesía porque eres familiar del poeta Javier Heraud. ¿Es algo natural que fluye entonces?
Tengo ese vínculo artístico, definitivamente. Esta poesía que estoy presentando la escribí entre los 15 y los 17 años, por ahí uno que otro a los 19, pero ha sido cuando estaba en una etapa bastante joven; en los últimos años de colegio empecé a escribir un montón de poemas, escribía todo el día poemas, entonces un día edité todos esos poemas que tenía y los puse en mi libro.
Lo que pasa es que esta muestra está dentro de un festival de poesía que se llama el Festival LEA, de Grecia, y va a estar dentro de un centro cultural que se llama Melina Mercury Cultural Center, y es una muestra individual de 16 cuadros míos y tiene poemas de mi autoría y también de Javier Heraud.
¿Ha sido difícil hacer esa selección de poemas?
Justo los poemas que he seleccionado son los que están relacionados con viajes; yo cuando viajo improviso muchísimo y recojo cosas del lugar, me conecto con la tierra, entonces todos los poemas están seleccionados en base al contacto con la naturaleza, con los ríos, las plantas, el aire, la libertad. He seleccionado esos poemas que combinan perfecto con la libertad de viajar.
Estudiaste Arte y Comunicaciones, pero al final te inclinaste por lo primero.
Yo empecé a pintar cuando era bien chiquita, a los 6 años; después he estado en varios talleres de arte y siempre me ha encantando el arte en general. En las clases de matemática yo iba dibujando en mi cuaderno, igual me pasó en la universidad durante las clases aburridas, entonces siempre fue algo que ha estado muy pegado a mí. El arte y las comunicaciones son muy compatibles.

Entre la literatura y la pintura ¿Qué diferencia encuentras?
En la parte similar es que en todos estoy bastante aislada, quizás en la parte de literatura y poesía es que ahí me siento completamente sola, es como que saco a la luz cosas muy internas mías, y en cuanto a la pintura es como si descargara información. Ahorita estoy usando bastantes patrones geométricos, y estoy usando como señales, visiones que tengo, y experiencias que he recopilado como símbolos de huacas.
En ese sentido, dentro de la pintura, ¿cuáles son tus referentes?
Tengo bastantes influencias de artistas extranjeros. Desde hace muchos años sigo el trabajo de una artista japonesa que se llama Yayoi Kusama que su vida misma es una obra de arte, desde su forma de vestir hasta sus instalaciones. También me gusta mucho la libertad con la que se expresa el pintor alemán Gunther Forg que me inspiró a reconectarme nuevamente con mi niñez y ese trazo libre que solía tener. El trabajo de la pintora suiza Heikedine Guenther es muy similar al que vengo explorando, ya que trabaja con patrones circulares y geométricos. El trabajo de la ceramista española Anne-Laure Cano me recuerda mucho a unas piedras con las que me conecté en un viaje de exploración que hice llamadas Piedras Brujas y que es muy similar a mi forma de ver la vida. Y desde que viví en Australia seguí de cerca el trabajo del ceramista australiano Peter Rushforth que me maravilla con su color y formas de la tierra. Finalmente, en performance me parece súper interesante el trabajo de la artista serbia Marina Abramovic porque rompe patrones y se arriesga a expresar su lado más íntimo en un teatralismo real. Sin embargo, mi mayor influencia son el arte aborígen australiano, simbología ancestral de huacas y patrones preincas de cerámica o telares, geometría sagrada y misticismo de culturas ancestrales en combinación con las cosas que voy encontrando en medio de la naturaleza en viajes solitarios.
En los propios tejidos, por ejemplo.
Me encanta toda esa parte de los textiles, me parece fascinante. En la parte Inca y Pre Inca me encanta toda la cerámica porque ahí están representando su mundo interno, ahí te puedes dar cuenta de muchas cosas. Hay símbolos de tipo panteras, animales de poder, cabezas clavas. Creo que esa era su forma de comunicarse.
Regresando a Grecia, sin duda es interesante en el tema de filosofía, historia y cultura. ¿Con qué más piensas que te vas a encontrar ahí?
En el 2019 fui a Grecia, fui a Atenas, estuve ahí en un par de islas; estuve bastante tiempo en la parte del sur de Atenas, Calamata me parece que se llama. Yo tengo antepasados griegos de parte de mi abuela por parte de mi papá. Entonces tengo un poquito de Grecia en mi sangre.

¿Cómo ves el arte en el Perú?
El arte en Perú ha sido impresionante desde la época preincaica. Tenemos una influencia artística de una de las mejores y más valoradas cerámicas a nivel mundial, así como telares antiguos, arte shipibo, influencias chamánicas de ayahuasca, variedad de colores en la comida y espacios diversos naturales que crean un modo de ver las cosas único. Sin embargo, actualmente debido al problema de educación hay una falta de interés en un gran área de la población por nuestro propio arte. El nivel de movimiento artístico es bastante escaso a comparación de otros países más avanzados. La mayoría de colegios fomentan de manera muy ligera el desarrollo artístico a temprana edad. También noto una excesiva preocupación por un sector que está enfocado en la apariencia ante la sociedad limeña que inhibe a muchos artistas a arriesgarse un poco más. Lo que también veo es que acá hay muchas exposiciones en centros culturales pero que son como exposiciones que no se venden, siento que hay un círculo de artistas que están siempre moviéndose en las mismas galerías.
¿Podríamos hablar de una argolla estructurada?
Claro, como un grupo de amigos o personas que siempre andan dando vueltas, que no está mal, la verdad, me parece válido, pero para los nuevos artistas siento que deben de esforzarse bastante para entrar a esos espacios.
Y también que el porcentaje de coleccionistas es reducido.
Es poco, cierto. Sí hay personas con poder económico que compran ciertas obras, pero la verdad es un porcentaje muy reducido.
¿Te parece exagerado lo que han pagado por la pintura de Tilsa Tsuchiya, recientemente? Cerca de 900 mil dólares.
No sabía de esa venta, sinceramente; pero si la persona está contenta con esa compra no le veo ningún problema. Yo pienso que debe de existir la libertad de que cada persona cobre lo que quiera por su obra. Si la persona siente que su obra lo vale y que se ha esforzado, o que quiere dar un mensaje importante pienso que puede cobrar lo que quiera.
¿Qué te ha parecido lo que Perú presentó en la Bienal de Venecia?
No es de mi agrado personal y veo que se está enseñando ante el público extranjero una «cultura chicha» que puede ser poco comprendida si no has sido peruano y has crecido bajo ese contexto. Sin embargo, no dejo de destacar una admiración ante este tipo de situaciones de crítica en la que un artista se vuelva polémico debido a que rompe patrones estéticos aceptados por la sociedad. Yo no sabía quién era el artista, pero luego de que fuera odiado y criticado lo empecé a seguir por simple curiosidad y veo que tiene una obra previa dentro de una temática similar. Sigue sin ser de mi agrado personal, pero creo en la libertad del artista para expresarse.
Cambiando de tema, ¿qué opinas del feminismo dentro del mundo del arte?
No me he sentido discriminada en ningún momento por ser mujer, o que tenga menos oportunidades que un hombre, al contrario, todos me han tratado muy bien. Por ejemplo, yo soy una mujer que viaja sola y eso es muy raro; este viaje a Grecia que voy a hacer será por dos meses y lo estoy haciendo sola. El anterior me fui a Egipto sola, y es un país musulmán, en donde hay mucha crítica a la mujer. De hecho, muchas veces me gritaban en la calle o me miraban raro.

Me comentaron que incluso les han tirado piedras a algunos artistas en algunos países musulmanes.
Sí, he tenido experiencias parecidas, sobre todo en Egipto donde tuve que viajar una vez en un bus repleto de hombres y yo era la única mujer dentro. Yo viajo más que nada para abrir oportunidades a mi arte, y lo que busco en esos viajes, aparte de buscar un lugar en dónde exponer y a dónde llevar mi arte, es culturas extrañas que tengan simbolismo ancestral y recoger cosas de la naturaleza para hacer mi nueva serie de cuadros.
Por ejemplo, he recogido arena del Cairo para hacer mi cuadro, o me he paseado en camello por el desierto, y esas cosas sí son un poquito más difíciles para una mujer, y más si viaja sola, por todas las cosas que le pueden pasar. En ese sentido, sí es un poco más complicado eso de ser mujer.
Y yendo al ámbito político ¿cómo ves la situación en el Perú?
Me enfoco más en el arte que la política para serte sincera. No me gusta mucho estresarme por temas políticos porque todos los gobernantes que hemos tenido en nuestro país han terminado con problemas, entonces trato de enfocarme siempre en las partes bonitas que tiene el Perú.
Mi familia tenía unas tierras en Cusco, que era una hacienda grande que incluso abarcaba las ruinas de Ollantaytambo, y el gobierno de Velasco le expropió todas esas tierras. Así que, me da mucha pena que existan este tipo de gobernantes como los que están ahora en el poder, que no pueden ayudar sobre todo en la educación.
¿Qué te parece el Ministerio de Cultura como institución?
Yo sí siento apoyo del Ministerio de Cultura, me han cubierto un par de notas, quizá sí podrían ampliar un poco más esa visión para darle oportunidad a otros artistas, a otro tipo de actividades en el Perú. Siento que le falta atender muchas más actividades en el país, no solamente en Lima. Veo muy poco arte en general en otros lugares, y eso falta implementar más el tema desde los colegios, que los niños puedan recibir enseñanza artística.
Regresando a tu muestra, ¿qué fecha tiene?
La muestra va del 21 de junio al 5 de julio, pero la noche de inauguración empieza el 22 en Atenas.
Estos son los enlaces para seguir el trabajo de la artista Ximena Heraud y adquirir alguna de sus obras: www.ximenaheraud.com e Instagram: heraud.art

Cultura
Frenesí: Cuando el teatro rompe los barrotes
Puesta en escena escrita y dirigida por Herbert Corimanya plantea situaciones que retratan la realidad de los internos de un penal de máxima seguridad.

El 1 de agosto, en la Sala Tovar de Miraflores, se alzará el telón para una obra que no solo narra una historia, sino que la encarna: Frenesí, escrita y dirigida por Herbert Corimanya, llega con una carga emocional que desborda el escenario. El elenco está compuesto por hombres que no aprendieron a actuar en escuelas de arte, sino en los patios grises de penales donde el tiempo pesa más que los muros. Son ex reclusos, y cada línea que pronuncian, cada gesto que ensayan, es una reconstrucción del pasado, una forma de redención.
La trama parte de un hecho aparentemente simple: un grupo de internos recibe permiso para montar La vida es sueño fuera de la cárcel. Pero en medio de la función, uno de ellos decide fugarse. Entonces, la ficción se agrieta, el público deja de ser espectador y el teatro se convierte en espejo. Lo que sigue es un viaje a las entrañas del sistema penitenciario, donde la realidad es más absurda y brutal que cualquier libreto.

«Lo que van a presenciar es único», dice Juan Pablo Mejía, ex interno y actor. “Pocas personas conocen lo que se vive en una celda. Estar cara a cara con esa experiencia genera una angustia que solo el teatro puede traducir”.
Giancarlo Almonte, que conoció la soledad de un penal de máxima seguridad, hoy sube al escenario no como rehén de su pasado, sino como testigo de que es posible cambiar. “Este montaje es una esperanza multiplicada. Quiero que otros vean que quienes hemos cometido errores también podemos volver a empezar. Somos sobrevivientes de un sistema que muchas veces olvida que todavía somos humanos”, confiesa.
El elenco lo completan Mario Velásquez, Yaremís Rebaza, Walter Ramírez, Lía Camilo, Martín Velásquez (Marvelat), Santiago Espinoza y Christian Gonzáles. Todos, desde sus propias trincheras, hacen que el teatro se convierta en acto de resistencia y catarsis.

Frenesí no solo ha conmovido a públicos fuera del encierro. Gracias a los Estímulos Económicos para las Artes Escénicas del Ministerio de Cultura, la obra se presentó en los penales de Lurigancho y Castro Castro, frente a más de 500 internos. Ahí, bajo la vigilancia de barrotes y custodios, el teatro logró lo impensable: por unos minutos, el alma de los presos fue libre.
Cultura
Viceministra cuestionada asumirá temporalmente dirección de la DDC de Cusco
La designación de Moira Novoa Silva despierta dudas: ¿por qué recurrir a una funcionaria del entorno del ministro y no a un profesional del propio Cusco? ¿Qué se busca concretar en solo cinco días?

El ministro de Cultura, Fabricio Valencia, ha designado de manera temporal —del 9 al 13 de julio de 2025— a Moira Novoa Silva, actual viceministra de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, como encargada de la Unidad Ejecutora 002: Ministerio de Cultura Cusco. En la práctica, Novoa Silva asumirá la conducción de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco (DDC), en reemplazo del también temporal Jorge Luis Moya Cohaguila, cuya designación fue dada por concluida.

Resolución Ministerial N° 000168-2025-MC que designa a Moira Novoa Silva.
Lo que llama la atención es la brevedad del encargo: apenas cinco días. ¿A qué responde una medida tan puntual? ¿Qué se pretende concretar durante ese corto lapso con una funcionaria de confianza del ministro, y no con un profesional del Cusco?

La viceministra Novoa Silva no es ajena a la polémica. Como se recuerda, a finales del mes de mayo firmó una resolución viceministerial que redujo en más del 40% el área protegida de las Líneas de Nasca y Palpa, consideradas patrimonio arqueológico intangible. Esa decisión aún genera críticas desde sectores académicos y ciudadanos.
En medio de tensiones por el aforo en Machu Picchu, la venta de entradas y cuestionamientos por el manejo centralista del sector Cultura, esta designación temporal plantea dudas legítimas. ¿Se avecinan resoluciones clave? ¿Habrá sorpresas desde el escritorio de la viceministra?
Cultura
Mincul acepta la renuncia de la directora de la DDC de Pasco tras cuestionamientos
La arqueóloga Cinthya Gloria Cuadrao Mallqui renunció a la dirección de la DDC de Pasco, en medio de cuestionamientos del personal por su escaso impulso a las industrias culturales, la falta de apoyo a artistas locales y la ausencia de diálogo con las comunidades nativas de la región.

El Ministerio de Cultura (Mincul) aceptó la renuncia de Cinthya Gloria Cuadrao Mallqui al cargo de directora del Órgano Desconcentrado de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de Pasco, función que asumió desde el 25 de junio de 2024, durante la gestión de la entonces cuestionada ministra Leslie Urteaga Peña.
La aceptación de su renuncia fue oficializada mediante la Resolución Ministerial N° 000157-2025-MC, firmada el 30 de junio por el actual ministro de Cultura, Fabricio Valencia Gibaja.

Cuadrao Mallqui es arqueóloga por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y trabajó previamente en el Proyecto Qhapaq Ñan del Ministerio de Cultura, donde estuvo a cargo de la gestión del tramo La Raya–Desaguadero, en Puno. Además, figura como accionista de la empresa Cika Construcciones Generales S.A.C. y fue socia de Imaina Consultores SAC.

Sin embargo, su gestión durante un año en la DDC de Pasco generó críticas internas. Fuentes consultadas en el Ministerio de Cultura señalan que Cuadrao Mallqui mantenía una relación conflictiva y de discordia con parte del personal, y que existieron tensiones relacionadas con contrataciones de locadores (politólogos, antropólogos y comunicadoras) cuyos resultados habrían sido insatisfactorios. También se le atribuye haber maltratado a subordinados, incluidos colegas arqueólogos.
Asimismo, indican que solicitó licencia del 16 de junio al 15 de agosto para dedicarse a su proyecto de investigación. Según información a la que tuvimos acceso, los proyectos que se desarrollaban en Oxapampa quedaron bajo la supervisión del arqueólogo Alex Guevara Liau, sin mayor participación de otros colegas especialistas como se hacía anteriormente. ¿Por qué solo se enviaba a Guevara Liau?

Otro punto crítico fue la aparente falta de coordinación con comunidades nativas, con quienes, según norma administrativa, se deben realizar mesas de trabajo para garantizar el enfoque intercultural. Además, no se habría promovido suficientemente a artistas, danzantes u otros gestores culturales de la región, lo que generó descontento en el sector.
La salida de Cuadrao Mallqui deja a la DDC de Pasco nuevamente sin una dirección estable, en un contexto donde se reclama mayor cercanía con las comunidades y el impulso real a las expresiones culturales locales.
Cultura
Entrevista: Luis Castellanos nos habla sobre su infancia, su paso por Bellas Artes y su exposición por sus 30 años de trayectoria [VIDEO]
En el nuevo episodio del podcast de Lima Gris, tuvimos como invitado al talentoso artista plástico Luis Castellanos, quien viene presentando una exposición individual en el ICPNA del centro de Lima.

Hay artistas que pintan por oficio, otros por catarsis, y unos pocos —los más raros, los más necesarios— que lo hacen como quien respira o sueña. Luis Castellanos pertenece a esa casta secreta. En el nuevo episodio del podcast de Lima Gris, conversamos con él, en medio de la melancolía y la lucidez, sobre su infancia, su paso por Bellas Artes y la manera en que la vida —esa vieja maestra caprichosa— lo fue modelando con la paciencia de un escultor.
Su más reciente exposición, La intuición de la extrañeza, presentada en el ICPNA del centro de Lima, no es solo una muestra, sino una retrospectiva íntima, donde confluyen los fantasmas y las revelaciones de treinta años de creación. En cada trazo hay una interrogante suspendida, una sospecha del mundo. Castellanos no busca retratar lo visible, sino ese temblor invisible que habita en las formas y se escapa de las palabras. Su obra es una meditación estética, un lenguaje de lo incierto, una poética de la duda.
Escuchar a Castellanos es como mirar uno de sus cuadros: uno sale distinto, con una inquietud nueva, con la impresión de haber asomado a un espejo que devuelve algo más que el reflejo.
El dato: la presentación del libro de la muestra de Luis Castellanos será el 11 de julio a las 7 pm en el ICPNA del Centro de Lima.
Aquí la entrevista completa.
Cultura
Trabajadores del Ministerio de Cultura de Cusco anuncian la toma de Machu Picchu [VIDEO]
La ciudadela inca se encuentra en una lista negra y a punto de ser tomada por los propios trabajadores del Ministerio de Cultura del Cusco ante la inoperancia del ministro Fabricio Valencia.

La problemática del Ministerio de Cultura se intensifica. No solo hay cuestionamientos contra el ministro de Cultura Fabricio Valencia Gibaja. Además, los empleados de la Dirección Desconcentrada de Cultura del Cusco, exhaustos y humillados, claman a la presidenta Dina Boluarte que lo reemplace. Y como si el drama fuera aún poco, lo último que se sabe es que estos trabajadores planean tomar Machu Picchu. No por vandalismo, sino por desesperación. Porque el Estado los ha dejado solos, igual que al Santuario.
A esto se suma que Machu Picchu ha sido incluida en la lista negra por el portal Travel and Tour World, que recomienda no visitar la ciudadela inca.
Mediante una comunicación telefónica, Andy Ancasi, representante del Sitracas, nos da todos los detalles de lo que viene sucediendo en Cusco.
Aquí el video del programa.
Cultura
Julio Barco Premio Juegos Florales de la UNI
El poeta peruano recibe reconocimiento en los Juegos Florales Túpac Amaru de la UNI.

En una ceremonia cargada de símbolos y solemnidad, el poeta Julio Barco fue galardonado con el segundo puesto en los Juegos Florales La Familia Túpac Amaru, organizados por la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), una de las instituciones académicas más prestigiosas del Perú. El reconocimiento fue acompañado por un premio de S/. 4,000 y una ovación cálida por parte del jurado, autoridades y asistentes.
La distinción no solo celebra el talento literario de Barco, sino también la creciente necesidad de reconciliar la ciencia con la sensibilidad, la técnica con la poesía. Que una universidad dedicada históricamente a la formación de ingenieros rinda homenaje a la palabra escrita es, sin duda, un signo de que el arte aún pulsa en los espacios más racionales del país.
Con más de treinta libros publicados, Julio Barco ha construido una obra intensa, vital, crítica. Su participación en este certamen reafirma su compromiso por llevar la poesía al centro del debate cultural peruano. «Este premio me impulsa —dijo al recibir el reconocimiento—. Tengo tantos proyectos para revolucionar el arte en nuestro país. La poesía no ha muerto, solo está esperando que le hablemos desde otro ángulo».
El evento se realizó el 27 de junio de 2025 en el campus principal de la UNI. La entrega de premios fue precedida por palabras de homenaje a la familia Túpac Amaru, símbolo de lucha, dignidad y resistencia cultural —valores que resuenan también en la poesía de Barco—.
Con esta distinción, el autor de Me da pena que la gente crezca y Cantar de Chancay suma un nuevo capítulo en su incansable travesía por devolverle a la poesía peruana su fuerza originaria.
Cultura
MINCUL: La cuestionada designación del CAS de Karla Alarcón
¿Cómo ganó el concurso? la arqueóloga Alarcón no cumple con el requisito clave: haber dirigido intervenciones arqueológicas. Su experiencia se limita al trabajo técnico de oficina dentro del Ministerio de Cultura, sin evidencia de liderazgo en campo ni dirección de PMA, evaluaciones o gestiones de CIRA.

La convocatoria CAS N.° 216-2025-MC, lanzada en abril de 2025 por el Ministerio de Cultura (Mincul), tenía como objetivo contratar a un(a) Coordinador(a) para la Dirección de Certificaciones. Se trataba de un puesto clave, pues esta dirección es responsable de coordinar, planificar y ejecutar acciones orientadas a preservar, proteger y conservar el patrimonio arqueológico inmueble del país.

Fuente: Mincul.
Entre sus principales funciones, figura la revisión, aprobación y seguimiento de Certificados de Inexistencia de Restos Arqueológicos (CIRA) y de los Planes de Monitoreo Arqueológico (PMA), documentos indispensables para el desarrollo de proyectos de inversión pública y privada.
Concluido el proceso en mayo, la arqueóloga Karla María Alarcón García fue anunciada como la ganadora del concurso. Hasta ahí, nada fuera de lo común. Sin embargo, una revisión detallada de los requisitos y de la trayectoria de la ganadora revela una serie de inconsistencias que comprometen la transparencia del proceso y siembran dudas sobre su legitimidad.

¿Se cumplían los requisitos?
El perfil exigido para el cargo incluía, como mínimo, título universitario en arqueología con colegiatura vigente, formación complementaria en gestión o patrimonio cultural, así como experiencia general de al menos siete años en el sector público o privado. Más aún, se pedía una experiencia específica de al menos cuatro años en funciones vinculadas al cargo, o tres años en el sector público en áreas similares. Pero lo más importante: el postulante debía acreditar dos años de experiencia en la dirección de Planes de Monitoreo Arqueológico y/o Proyectos de Evaluación Arqueológica y/o gestión de CIRAs.

Karla Alarcón no cumple con requisitos de 2 años como directora de PMA y CIRA.
Este último punto no es un detalle menor. Se trata de un filtro clave, pues quien asume la coordinación de la ‘Dirección de Certificaciones’ debe tener conocimiento de campo y experiencia comprobada en dirigir intervenciones arqueológicas. No basta con conocer los documentos, hay que haber estado en terreno. De otro modo, resulta inviable liderar técnicamente la instancia más estratégica del sector.
¿Y cómo pasó Karla Alarcón la evaluación?
Según los documentos revisados, la arqueóloga Karla Alarcón no cumple con el requisito específico de haber dirigido intervenciones arqueológicas. Su experiencia laboral no evidencia dirección alguna de PMA, proyectos de evaluación ni gestiones de CIRA en campo. Es más, su trabajo ha sido siempre de oficina, como técnica dentro del propio Ministerio. Sin embargo, en su ficha de postulación, consignó haber ejercido la “gestión de CIRAs”, una frase y/o formulación ambigua que se asemeja a una leguleyada y parece haber sido suficiente para que pasara la evaluación curricular, etapa que por norma es eliminatoria.

Karla Alarcón se amparó en una palabra, para validar su postulación.
Aquí surge la primera gran interrogante: ¿cómo validó el comité evaluador esa experiencia? ¿Desde cuándo dar conformidad a documentos administrativos desde un escritorio equivale a dirigir una intervención arqueológica en el campo?
La respuesta no es técnica, es política. Lo que aquí se ha validado es una interpretación forzada del término “gestión”, que abre peligrosamente la puerta para que personas sin experiencia real en campo postulen y ganen puestos clave, mientras otros profesionales con trayectoria probada quedan fuera.

Una plaza con nombre propio
El contexto del concurso no ayuda a disipar las dudas. Según fuentes cercanas al proceso, la convocatoria habría estado originalmente dirigida a Ruth Quispe Calderón, amiga cercana de la viceministra de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, Moira Novoa Silva. Sin embargo, ante la filtración de esta información, se habría descartado ese nombramiento para evitar un escándalo mayor. Como alternativa, se habría optado por Karla Alarcón, quien ya se desempeñaba como directora encargada de la Dirección de Certificaciones y, por tanto, era una figura “de confianza” dentro del sector.

Viceministra Moira Novoa, la misma que firmó la Resolución Viceministerial para el recorte de las Líneas de Nasca y Palpa.
En este punto, el proceso se vuelve aún más cuestionable. La convocatoria fue ganada por Luis Felipe Mejía Huamán, pero mediante una fe de erratas se corrigió el resultado, otorgándole el puesto a Alarcón García en calidad de accesitaria. Mejía no habría llegado a firmar el contrato, y en un giro curioso pero conveniente, Alarcón asumió el cargo de forma oficial, pasando de ganar S/4,500 a más de S/11,264 mensuales.

El CAS fue ganado por Luis Felipe Mejía Huamán, pero luego corrigieron el resultado.
¿Quién dio la orden?
La pregunta es inevitable: ¿quién intervino para asegurar que Karla Alarcón se quedara con el puesto? Todo apunta a decisiones tomadas desde las más altas esferas del Mincul. Tanto la Oficina General de Recursos Humanos como la Alta Dirección —es decir, el ministro Fabricio Valencia y la viceministra Moira Novoa— estarían al tanto del proceso. Con el nombre de Ruth Quispe ya comprometido, y para no arriesgar la llegada de un profesional externo, se habría optado por consolidar a una figura que ya venía ejerciendo el cargo sin concurso y que, además, respondería fielmente a los intereses de quienes manejan el sector.

El 11 de junio convocaron como ganadora a Karla Alarcón García.
El cargo más codiciado
No se debe olvidar que la Dirección de Certificaciones es la joya de la corona del Ministerio de Cultura. Por esa oficina pasan todos los proyectos de inversión del país que requieren una evaluación arqueológica previa: minería, infraestructura, hidrocarburos, construcción, telecomunicaciones. Cualquier obra pública o privada necesita un CIRA o un PMA. Es decir, quien dirige esa oficina no solo tiene poder técnico, sino capacidad de incidencia en decisiones multimillonarias.
Por eso resulta tan preocupante que el proceso de selección no haya sido riguroso, ni transparente. En lugar de optar por la meritocracia, se ha preferido perpetuar prácticas que favorecen el amiguismo y el control político de una dirección técnica. Y si se valida como experiencia el trabajo administrativo desde una oficina, pronto veremos a otros funcionarios, sin experiencia real, disputando cargos estratégicos bajo el mismo criterio.
¿Y ahora qué?
Lo ocurrido en la convocatoria CAS N.° 216-2025-MC debe ser revisado con seriedad por los órganos de control del Estado. No se trata solo de un concurso más, sino de un proceso que compromete la legitimidad del sistema de contrataciones públicas, la credibilidad del Ministerio de Cultura y, sobre todo, la adecuada protección del patrimonio arqueológico del país.
Porque si quienes deben garantizar la conservación del patrimonio no saben ni siquiera cómo se ejecuta una intervención en campo, ¿Qué nos queda como ciudadanos? Solo mirar desde lejos cómo el poder se distribuye a puertas cerradas, mientras las formas legales se ajustan, como siempre, al tamaño de los intereses.
Cultura
Machu Picchu en la lista negra: el precio de la desidia
Machu Picchu, orgullo milenario del Perú, se tambalea bajo el peso de su propio éxito: hoy, más que una joya cultural, es una advertencia global sobre el turismo desbordado.

El esplendor de Machu Picchu, esa ciudadela suspendida entre la niebla y el abismo, ha dejado de ser solo un símbolo de orgullo nacional para convertirse, lamentablemente, en ejemplo de lo que ocurre cuando el patrimonio se subordina al lucro. La reciente inclusión del santuario inca en la lista de destinos que “ya no valen la pena visitar”, elaborada por la publicación internacional Travel and Tour World, es mucho más que una advertencia: es un grito de auxilio.
Junto a destinos igualmente emblemáticos como Venecia o Bali, Machu Picchu aparece ahora en un índice vergonzoso: el de los sitios donde el turismo masivo ha comenzado a erosionar lo que una vez se admiró. Las razones son contundentes: sobresaturación de visitantes, tarifas desproporcionadas y un impacto ambiental alarmante. A ello se suma la advertencia de la Unesco, que evalúa declararla Patrimonio en Peligro si el Estado peruano no actúa con urgencia y decisión.
No es una exageración. Según informes recientes, rutas diseñadas para no recibir más de 450 personas al día han llegado a registrar hasta 700 ingresos. El resultado es predecible: senderos desbordados, piedras milenarias al borde del colapso y una experiencia cada vez más parecida a la de una feria caótica que a la contemplación sagrada de un legado ancestral.
La Contraloría General de la República, por su parte, ha emitido un informe demoledor: aforos incumplidos, ausencia de fiscalización y una Aguas Calientes convertida en una máquina de exprimir turistas, donde los precios suben, pero la calidad se desploma.
El problema, claro está, no es el turismo, sino su pésima gestión. Especialistas en conservación han exigido una reestructuración del sistema de ingreso, la implementación de límites reales y no simbólicos, y un nuevo modelo de turismo sostenible que reconcilie el desarrollo con la protección. No se trata de clausurar el acceso a la maravilla, sino de salvarla de su propia fama.
La inclusión de Machu Picchu en esta lista negra debe interpelarnos como país. ¿Vamos a permitir que uno de nuestros mayores legados se pierda en manos de la improvisación y la codicia? ¿O tendremos, al fin, el coraje de actuar antes de que la historia nos pase la factura?
Mientras tanto, el ministro Fabricio Valencia continúa en su búnker solucionando sus problemas y haciendo seguimiento a la investigación de la fiscalía por el caso Shirley Hopkins.
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