Connect with us

Opinión

Tras las huellas de Delia

Lee la columna de Luis Fernando Cueto

Avatar photo

Published

on

Origen y destino. Entre esos dos abismos discurre Delia, la última novela de Mauricio Málaga. El relato va y viene en el tiempo, pasado y futuro se entrecruzan en una notable esfuerzo del autor por alcanzar la llamada licuefacción temporal. En esa alteración premeditada del orden cronológico, se va a interponer el presente, que funciona como ancla, ordenador y reconductor de la historia. De ello se advierte que la narración está organizada en tres niveles. El primero, que comprende el regreso de Julián Balta al pasado para averiguar quiénes son, en realidad, sus padres; el segundo, en el que el protagonista cuenta su encuentro y amistad con Homero Machado, su maestro en la vida y en el arte de narrar; y el tercero, proyectado al futuro, en el cual Balta intenta encontrar a Delia, su primer amor.

   Hemos hablado de historia (lo que se cuenta), relato (la relación u organización más o menos lógica de lo que se cuenta) y narración (el desarrollo de lo que se cuenta), los tres elementos más importantes de la composición novelística; elementos que Málaga ha manejado de manera sobresaliente, con una cuidadosa administración de la tensión y la intensidad para captar la atención del lector y, a la vez, procurarle goce estético. La historia es sencilla: después de varios años en el extranjero, Julián Balta regresa al Perú decidido a convertirse en escritor, encontrar a Delia y resolver el misterio de su origen. Pero en una novela, más que lo que se cuenta, interesa el cómo se cuenta. Y el cómo se cuenta tiene que ver con la narración y el relato. Y el manejo que el autor hace de estos dos elementos, hacen de la historia, de Delia, una muy buena novela.

   Julián Balta ha traído una novela, la cual presenta a diversas editoriales de Lima y va a merecer un unánime rechazo. Pero en una de esas conoce a Homero Machado (alter ego de Oswaldo Reynoso), quien en adelante será su guía, su Virgilio en el infierno del mundillo editorial y literario limeño. En bares como El Sapo de Oro y El Queirolo, le va a contar a su pupilo anécdotas sobre escritores y libros, pero también le transmite máximas para que se convierta en un escritor de verdad. La más importante de todas ellas va a ser: leer, escribir y, sobre todo, vivir. Porque, si no vives, de qué vas a escribir. Y cuando Julián le confiesa que le falta teoría, pues no ha estudiado Literatura, el maestro le aconseja que lea poesía. Y esto porque, según él, la Literatura es un arte y, como tal, procura la consecución de la belleza.

   El maestro, no obstante, se muestra reacio al acopio de datos y la excesiva planificación de una novela. El prefiere, como dice, la creación, entendiéndola como el ejercicio libérrimo del arte de escribir, sin ataduras. Que fluya como el agua de un río o como el perfume de las flores. Esta también era una de las máximas de Reynoso. Por eso sus obras, como Los inocentes o En octubre no hay milagros, carecen de trama, y él prefería llamarlas, más que cuentos o novelas, simplemente relatos. Y por eso mismo, en sus historias se preocupaba más de la intensidad que de la tensión. Pero Mauricio Málaga se preocupa, y mucho, de ambas.

   La tensión tiene que ver con los hechos; por tanto, con la trama y el desenlace. El escritor debe saber manejarla para crear una buena trama y para soltar el dato escondido en el momento oportuno, en el desenlace. Málaga así lo entiende, y por ello entrega de a pocos los hechos, meticulosamente; de ese modo mantiene interesado al lector por saber qué viene en la siguiente página, cómo se van a resolver los conflictos. La intensidad tiene que ver con el arte de narrar. No necesariamente con las técnicas, sino con los vuelos, las imágenes, las voces que el escritor emplea en su escritura. Y no siempre es la misma; un escritor dúctil sabe desplegar la intensidad de acuerdo a la naturaleza de la historia. En Delia, por ejemplo, cuando el autor reconstruye el pasado, se vale de voces (de Dominga, de Elsa, de Clotilde) y de imágenes que transportan al lector a una dimensión extraterrena, onírica. Son notables, en este sentido, los pasajes sobre las curaciones de la Santa, en los desiertos y caseríos de Piura.

   Finalmente, Málaga suelta el dato escondido en el penúltimo capítulo; Julián Balta llega a saber la verdad sobre su origen. Se entera que no es hijo de Elsa sino de Alejandra, la madre de Delia. Su búsqueda ha terminado. Delia, el motor de sus acciones, su apuesta al futuro, es su hermana, un amor imposible. Origen y destino, pasado y futuro se han fundido en una verdad terrible. Y la angustia y desolación que ahora embargan al protagonista son mayores que las que sentía antes, cuando se mantenía en la ignorancia. Por si esto fuera poco, Homero Machado muere en el último capítulo. Este nuevo golpe, sin embargo, lejos de abatir a Balta, lo hace recapacitar y reencauzar su vida. Se acuerda de las enseñanzas de su maestro. Ya ha vivido, ya tiene el material para escribir. Y también se ha hecho escritor, ya conoce los secretos de la narración, está en capacidad de escribir una novela.

   La historia, en ese sentido, resulta ser un aprendizaje para la vida y la escritura, un Bildungsroman. Siendo así, se despeja el panorama para advertir, en los tramos finales, que el texto que Julián Balta llevaba a las editoriales para publicar, no es otro que aquel que nosotros estábamos leyendo. Hemos estado dentro de la novela; de alguna manera, hemos ayudado a construirla. De eso se trata el arte de narrar: sumergir al lector en una estratagema, llevarlo de un sitio a otro, de un tiempo a otro, a través de páginas y páginas, sin que él se dé cuenta de que está atrapado en ella. Y eso ha conseguido Mauricio Málaga con Delia. Una novela bien construida, ambiciosa, con pretensiones de descollar en la medianía de la producción literaria peruana; sin duda, la mejor obra que el autor ha publicado hasta el momento.

Comentarios

Luis Fernando Cueto, (Chimbote 1964), Estudió Derecho y Literatura e ingresó a la extinta Policía de Investigaciones del Perú, siendo destacado a prestar servicios en Zona de Emergencia –Ayacucho-, en la época de la convulsión interna, circunstancia que más adelante se verá reflejada en algunos de sus libros. Como abogado, ha sido decano del Colegio de Abogados del Santa-Perú, y miembro de la Junta Nacional de Abogados del Perú. En su carrera como literato, iniciada a los veinticinco años, Cueto ha transitado por la mayoría de géneros literarios, como la poesía, el cuento, la novela y el ensayo. En el año 2009 ganó el Premio de Novela Política, por su obra Días de fuego. En el 2011, su novela Ese camino existe, considerada por muchos críticos como el más importante sobre el conflicto interno que sufrió el Perú en la década de los 80´del siglo pasado, ganó el Premio Copé de Oro, el más trascendente de las letras peruanas. Asimismo, su relato La venganza de John Lennon quedó finalista en el Premio Copé de Cuento del año 2018. Actualmente radica entre Alemania y España, donde ha culminado, en la Universidad de Barcelona, la maestría en Estudios Avanzados de Literatura Española e Hispanoamericana, y prepara una nueva novela, realiza investigaciones sobre la obra de José María Arguedas y de Oswaldo Reynoso, dirige el grupo de difusión cultural Harawi y colabora constantemente con revistas y diarios con artículos sobre temas jurídicos y literarios.

Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Opinión

Planeta tierra en sobregiro ecológico

Lee la columna de Edwin A. Vegas Gallo

Avatar photo

Published

on

Por Edwin A. Vegas Gallo

Mientras el planeta Tierra sigue girando anualmente alrededor del Sol, los terrícolas seguimos esquilmando y consumiendo vorazmente sus recursos naturales, ya sea por falta de concienciación, por carencia de políticas gubernamentales favoreciendo la sobreexplotación, por la avaricia empresarial e incluso por dejar de lado a la ciencia y tecnología, en esta sociedad de consumo despilfarradora.

El día del sobregiro ecológico es una metodología de Global Footprint Network. El primero se cumplió el 25 de diciembre de 1971 y 33 años después, en 2024, el sobregiro se dio el 01 de agosto.

Esto significa que la demanda de la humanidad a partir del 2 de agosto pasado está consumiendo recursos del presupuesto biológico 2025, o sea, la demanda sobrepasa a lo que los ecosistemas planetarios terrestres y marinos pueden regenerarse en un ciclo anual.

De hecho, a esta altura del mes de febrero de 2025, ya tres países han consumido y agotado sus recursos y servicios de los ecosistemas que la madre naturaleza les ha brindado para vivir bien durante el año 2025. Estos países son Qatar (06 febrero), Luxemburgo (17 febrero) y Singapur (26 próximo).

Ello significa que aquellos países tienen que echar mano de los recursos de otros, como el nuestro, en un círculo degradante de los sistemas biológicos.

En Sudamérica, Chile alcanzará su sobregiro el 17 de mayo, Argentina el 3 de julio, Bolivia el 12 de julio, Paraguay lo hará el 20 de julio, Brasil el 1 de agosto, Perú el 16 de agosto y Uruguay llegaría al sobregiro el próximo 17 de diciembre, en verdadero ejemplo de manejar correctamente con acertada democracia y políticas gubernamentales positivas que beneficien el bien común.

El caso de Perú, con riqueza biológica inimaginable y envidiable, es digno de la “maldición de la naturaleza”, no por ella en sí misma, sino por la casi nula planificación gubernamental para el desarrollo con sostenibilidad, muy alejado de “guardar pan para mayo”, traducido en “pan para ahora y hambre para mañana” (léase las generaciones futuras).

En ese “pan para ahora”, más se hace pensando y actuando en el beneficio personal y político, importando poco el concepto de ciudadanía con democracia y desarrollo, como dos caras de la misma moneda.

En ese círculo devastador de los sistemas biológicos peruanos que reducen su biocapacidad, hay dos hechos preocupantes, que tienen que ver directamente con los bosques amazónicos. Uno tiene que ver con el modelo agrícola que favorece los agronegocios de la palma aceitera, que les permite mayor control en el territorio amazónico, aumentando la deforestación (773 mil hectáreas deforestadas, entre 2015 a 2022), los conflictos por la tierra y los consabidos riesgos de muerte para los defensores ambientales, amén de exacerbar las desigualdades sociales y las emisiones de gases de efecto invernadero (45 % del total país).

Por cierto, solo el 34% de las tierras agrícolas del Perú poseen título de propiedad y en las regiones de Amazonas y Madre de Dios, apenas llegan al 5%.

Otro problema de la huella ecológica devastadora en la Amazonía es el avance de la deforestación, producida por las colonias religiosas de los menonitas, ya expulsados antes de Paraguay y Bolivia, y que aquí en la región Loreto han encontrado su edén ante la pasividad gubernamental.

Solo ellos, entre 2013 y 2017, han deforestado cerca de 5,000 hectáreas de bosque primario para impulsar cultivos de soja, maíz, arroz y granjas de cerdos y ganado. (Mongabay, 2025).

En esta tierra de nadie, ni el Congreso con su Comisión de Ecología, ni el ministro Castro, responsable de la política ambiental nacional, ni los GORE de Loreto y Ucayali, poco o nada hacen para detener la huella devastadora de la deforestación y, al paso acelerado que vamos, cada vez más rápido ocurrirá el sobregiro ecológico en Perú, con más hambre y desnutrición, a todo lo largo y ancho del territorio nacional.

Comentarios
Continue Reading

Cine

Window water baby moving, de Stan Brakhage (1959)

Lee la columna de Mario Castro Cobos

Avatar photo

Published

on

Por Dios, no es tan difícil. Si uno se concentra (cosa que pareciera ir en contra del espíritu de esta época), comprende de inmediato (algo básico, y con claridad total): ¿quién quiere sonido ante estas imágenes? (O ante cualquier imagen, pero eso implica unos presupuestos teóricos que nos llevarían más lejos de lo que quiero ir en este artículo.) Yo no, por lo menos, a mí me basta, tal como lo quiso el autor, con la imagen, y no debo ser, por simple estadística, un caso absolutamente único o aislado. ‘Escucho cuando veo’. Todos somos sinestésicos, lo sepamos o no… De veras (espectadores, por favor, dejen de jugar tan tristemente a hacerse los tontos -entre otras cosas porque tarde o temprano pueden volverse tontos de verdad-; no sean tan obedientes a los mandatos destructivos de la época que azarosa o misteriosamente les ha tocado), entren en razón y dense cuenta que no cuesta tanto trabajo gozar de la plenitud mostrada… ¡Y son fragmentos, hijos del video clip y del scroll! El montaje es intenso. Es tan intenso, en cierto modo, como lo es aquello que presenta, placer, dolor, carne y sangre, emoción: un nacimiento.

En esta hermosa e inteligente película de tan solo 12 minutos está no sé si todo (no creo) pero sí mucho de lo que puedes desear al imaginar la existencia de una película así: Brakhage tuvo que luchar contra la censura, contra la estupidez de la cultura de su época (ser creativo es hacer notar la radiante estupidez que ensombrece a tu época) ¡para hacer algo aparentemente tan sencillo como mostrar a una mujer pariendo, y mostrar la cosa como sucede de verdad! Que nos engañen tan miserablemente sobre nuestro propio origen, la verdad concreta y material (a más no poder) de nuestro propio nacimiento es el verdadero escándalo de Occidente (o uno de varios). ¿Y en cuántas cosas más nos han mentido? Es la preguntaría que rondaría incluso la mente del más tonto…

Tanta hermosura, tanta fidelidad a una experiencia tan rica y transformadora. Mezcla de tiempos, el antes, durante y después del nacimiento. Imágenes tiernas, amorosas, delicadas, poéticas, y también las hay crudas, pero que no mienten. Necesitamos la verdad. La verdad está ahí. Solo hay que atreverse a registrarla.

Ojo, quita el sonido porque la película no lo tiene en realidad:

Película relacionada

Comentarios
Continue Reading

Opinión

El nuevo orden imperialista

Lee la columna de Tino Santander

Avatar photo

Published

on

Por Tino Santander Joo

El imperialismo es un fenómeno económico estudiado primero por el inglés John Hobson en Imperialism: A Study, publicado en 1902. Hobson señalaba que el imperialismo era el resultado del excedente de capital acumulado en pocas manos, lo que generaba una crisis de subconsumo. Esta crisis interna obligaba a los capitalistas a buscar nuevos mercados, donde dominaban las economías más débiles e imponían sus productos. Posteriormente, Lenin, en El imperialismo, fase superior del capitalismo (1917), sostuvo que el imperialismo era la fase monopolista del capitalismo y que creaba el capital financiero. Es decir, los bancos ya no solo prestaban dinero, sino que también controlaban la industria y la economía nacional.

Para lograr sus objetivos políticos a nivel global, el imperialismo recurre al garrote militar, como hemos señalado en artículos anteriores, y somete a la clase política a través de organismos como la USAID, que compra voluntades tanto de izquierda como de derecha. La guerra y el uso del dólar son sus principales instrumentos de dominación.

La estrategia de reducir a Europa a un viejo y bello museo es evidente. La OTAN les resulta irrelevante, pues Europa carece de importancia militar. A Estados Unidos le interesa, por encima de todo, mantener su hegemonía mundial. Analistas económicos de todo el mundo señalan que la estrategia de Trump no solo busca crear una nueva tríada imperial (Estados Unidos, China y Rusia) bajo la hegemonía militar norteamericana, sino también consolidar su dominio económico. Para ello, se pretende debilitar el dólar con el fin de crear un ambiente propicio para la inversión masiva en Norteamérica, fortalecer su industria manufacturera y reducir el valor de su inmensa deuda.

El debate sobre los valores de esta nueva era imperial es irrelevante. La dominación cultural e ideológica se ejerce a través del control de los contenidos que producen las redes sociales y la revolución digital. Nada ha cambiado y nada cambiará: tenemos imperio para rato. Los chinos, sin embargo, tienen otra concepción del imperialismo: no invaden, sino que “invierten” en infraestructura (puertos, carreteras, hospitales, aeropuertos, trenes, etc.), creando, en muchos casos, enclaves económicos y dominando el comercio mundial. Europa, por su parte, ha quedado reducida a un actor geopolítico intrascendente y pronto será solo un destino turístico global.

¿Significa esta realidad el renacer del antimperialismo militante de la izquierda mundial? No. Lamentablemente, la respuesta de la socialdemocracia europea ha sido de subordinación total a los intereses norteamericanos. Su crítica es meramente política, sin cuestionar los objetivos económicos de Estados Unidos. Hispanoamérica, por su parte, carece de rumbo y se ha convertido en una cacofonía infantil, enredada en viejas consignas y subordinada a los intereses del imperio a través de organismos como la USAID.

La respuesta más lúcida proviene del liberalismo antimperialista, representado por Carlos Adrianzén, un destacado economista liberal que ha señalado en un artículo que la mejor manera de combatir el proteccionismo norteamericano es con más libre comercio. Los neoliberales peruanos, sin embargo, aman y odian a Trump a la vez. No les preocupa la jerarquización racial impuesta por el imperialismo norteamericano ni la crueldad con la que se trata a la inmensa mayoría de migrantes. Ninguno de los neoliberales sudamericanos condena la intención de los Estados Unidos de tomar Gaza, expulsar a los palestinos de sus tierras y construir una ribera con sus socios. Se trata de una limpieza étnica al mejor estilo del nazismo, paradójicamente practicada por norteamericanos y judíos.

La unidad de Hispanoamérica, la construcción de bloques económicos y políticos alternativos sigue siendo una utopía. Pero eso no significa que debamos dejar de luchar contra el nuevo orden imperial.

Comentarios
Continue Reading

Opinión

Presidente del INDECOPI, ¿blindará ilegal proceso concursal contra Ricardo Belmont?

Lee la columna de Rafael Romero

Avatar photo

Published

on

Por Rafael Romero

Desde las más altas esferas del poder –abril del 2016 a la fecha- continúa el tinglado siniestro para mantener a Ricardo Belmont Cassinelli sin su Canal 11 (Red Bicolor de Comunicaciones) ni Radio Tigre (actualmente con el nombre PBO). Para perpetrar el despojo contra el líder del Partido Cívico Obras se usaron malas artes junto a ese poder oculto que por años persigue mediática y judicialmente a un ciudadano humanista que realizó la Teletón en el Perú por más de veinte años.

No obstante, en medio de una batalla legal y administrativa por la recuperación de su televisora, donde el espartano Ricardo Belmont ganó en el Poder Judicial, la Superintendencia del Mercado de Valores (ex CONASEV) y ante los agentes de la Bolsa de Valores de Lima, resulta lamentable que, en solo una entidad, de nombre INDECOPI, se sigue manejando este caso en medio de marchas y contramarchas que impiden que el verdadero propietario del canal retorne a su medio de comunicación.

Es decir, mañosamente desde el seno de su familia dos de sus hijos llevaron a RBC Televisión al INDECOPI, dizque por problemas de liquidez, mostrando una cara distinta a cuando el ex alcalde Lima, Ricardo Belmont, tenía en sus manos el canal y era felicitado por la SUNAT por ser un buen contribuyente.

Por fortuna, esta redacción tomó noticia de una reunión de colaboradores leales a Ricardo Belmont, realizada en la víspera, a quienes se les conoce también como los “trabajadores fundadores de RBC Televisión”, en la cual detallaron que prácticamente se encuentran listas las acciones penales contra diversos personajes que han jugado en pared delante y detrás del mostrador de la administración pública para mantener el despojo del emblemático “canal positivo” del Hermanón.

Prácticamente, el impedimento para el retorno de RBC y los trabajadores al canal pasa solo por el INDECOPI, entidad cuyos funcionarios tendrán que responder ante el Ministerio Público por sus acciones u omisiones en ese proceso, al conducir con malas artes el canal hacia un cuestionado e irregular proceso concursal, donde incluso ya no se puede tapar el sol con una mano y cuando dicha entidad no tuvo más remedio que multar a Martín Belmont Vallarino, que hace las veces de presidente de la junta de acreedores, por desviar fondos del canal a sus cuentas en otras empresas y solo con el objetivo perverso de burlarse de las resoluciones del Poder Judicial.

Sin embargo, trascendió de la reunión, que Martín Belmont Villarino no solo ha sido multado, sino que tiene todavía abiertos cuatro procesos sancionadores, lo que lo descalificaría para estar al frente de la junta de acreedores, a no ser que desde la presidencia ejecutiva del INDECOPI haya un blindaje, pues, según los trabajadores, en esa entidad se le viene tratando con manos de seda.

Precisamente, Martín Belmont Vallarino es quien ha sido sancionado con multa por el INDECOPI, conforme a la Resolución Nº 5132-2024/CCO-INDECOPI porque ocultó de manera intencional, a los acreedores y a la autoridad concursal, la existencia de bienes de Red Bicolor de Comunicaciones S.A.A. y por desviar fondos a otras cuentas bancarias diferentes a las del canal con montos que bien pudieron servir para honrar el pago de las acreencias laborales.

Empero, su situación se agrava cada día más, salvo que exista una consigna en INDECOPI para blindarlo, y eso tendrá que deslindarlo el doctor Alberto Villanueva Eslava, presidente ejecutivo de la referida entidad, donde existe el proceso concursal y cuatro procesos sancionadores, quedando un quinto proceso pendiente de abrir sobre todo de oficio por parte de la Secretaría Técnica de Fiscalización de la Comisión de Procesos Concursales.

Es decir, en el día, la autoridad concursal de fiscalización, deberá investigar los contratos y cuentas bancarias de uno de los clientes del canal, el conductor y productor Ernesto Jara del Águila, pues ocurrió la misma figura de desviar los pagos por alquiler de espacios u horas de transmisión a cuentas distintas a las del medio “errebecista”, al que Martín Belmont Villarino le denomina comercialmente “Viva TV”, más aún cuando de por medio no solo está el prestigio yla  transparencia de Alberto Villanueva, sino también de los integrantes de las Comisiones y las Salas de Procedimientos Concursales.

Comentarios
Continue Reading

Opinión

Don Mario Florián

Lee la columna de Rodolfo Ybarra

Avatar photo

Published

on

Conocimos a Mario Florián en la ANEA del centro de Lima donde compartía con los poetas y narradores jóvenes. Todavía eran los ochenta y su voz terrígena era vital para quiénes intentaban solidificar una voz propia made in Perú. Y aunque, en esos años, ya era una persona mayor y egregia, este vate siempre se mostraba humilde y amable y se detenía a escucharnos y recibir nuestros papelitos con nuestros primeros garabatos que leía y después (des)aconsejaba o nos jalaba las orejas. Su sonrisa y su solemne calvicie aún brilla en nuestros recuerdos.

Había nacido en Contumazá-Cajamarca y sus padres habían sido agricultores, de ahí el olor a tierra de sus poemas. El terremoto del setenta lo catapultó a la costa. Obtuvo los Juegos Florales de la UNMSM, también los Magisteriales; ganó el Premio Nacional de Poesía y el de Novela, y el Premio Nacional de Cultura y muchos otros galardones más. Publicó más de una veintena de Libros, editó la revista Cultura y Pueblo junto a Francisco Izquierdo Ríos.

Algunos de sus poemas se convirtieron en canciones como “Arenga al peruano” interpretado por Íber Maraví. Su hermoso Pastorala dice: “Pastorala,/más hermosa que la luz de la nieve,/más que la luz del agua enamorada,/más que la luz bailando en los arcoiris./Pastorala./Pastorala./Qué labio de cuculí es más dulce/que la lágrima de quena más mielada/que tu canto que cae como la lluvia/pequeña —pequeñita— entre las flores?/Pastorala./Pastorala”.

Arguedas, escribiría sobre él: “Mario Florián es el mejor representante de la poesía indigenista. Casi el único poeta que ha realizado una especie de milagro de crear poesía en la que se siente el tono de la canción popular india, sin que se advierta el amaneramiento, la espectacularidad, el sentimiento demasiado geográfico, que han aniquilado este tipo de poesía en el Perú”. Sin embargo, José Jiménez Borja lo consideraba un poeta neo-indigenista.

Muchos lo recuerdan como el sutepista de la poesía, como profesor del colegio “Melitón Carvajal” arengando a los maestros en la canchita de san Fernando y luchando por los derechos de los más desposeídos. Nunca tuvo gran riqueza. Sobrevivió los últimos años con una mísera pensión de jubilado, aunque con una enorme aureola de haber hecho lo que se tenía que hacer: “¡No te humilles! ¡Despierta! ¡Elévate, peruano!/¡Erígete! ¡Ya es hora…!/¡Revive tu ejercicio milenario/de Amansador de Mundos, de Continentes Bravos,/de forjador de Imperios sobre precipicios!/¡Levántate peruano! ¡Pisa, otra vez, tu tierra…!”

Comentarios
Continue Reading

Opinión

Cine amazónico

Lee la columna de Edwin Cavello

Avatar photo

Published

on

La cinematografía en la región amazónica tiene sus raíces en los primeros años del cine, con proyecciones realizadas en Lima en 1899, cuando se presentó un «Programa de vistas tomadas al natural». Esta serie incluyó cortometrajes como Catedral de Lima, Camino a la Oroya y Chanchamayo, que representaban la diversidad de los territorios peruanos. Mientras tanto, en 1900 en Iquitos, se realizó la primera proyección de cine en el primer piso de la Casa de Fierro, diseñada por Eiffel.

A partir de allí, el cine amazónico comenzó a desarrollar su propia identidad. La fiebre del caucho en la región permitió la creación de más espacios de proyección, y el empresario Arnaldo Reátegui fue clave en la compra de maquinaria para montar un cine en Iquitos en 1905. En paralelo, las películas sobre la guerra entre Colombia y Perú, así como los avances en infraestructura como el ferrocarril central, fueron temas recurrentes de los primeros documentales amazónicos.

Uno de los aspectos más interesantes del cine amazónico fueron los trabajos realizados por las órdenes religiosas. Misioneros dominicos y franciscanos utilizaron el cine para documentar su labor en la selva, creando rollos catequésicos que se hicieron populares en la primera mitad del siglo XX. También los nazis, mediante el proyecto Guyana, filmaron la Amazonía para luego presentarla en documentales.

Figuras como Julio César Arana jugaron un papel crucial. Arana, conocido por su explotación del caucho, contrató al cineasta Silvino Santos para documentar la Amazonía en 1913. Este trabajo culminó con la película Los indios witoto del río Putumayo, que se estrenó en 1916. A pesar de los desafíos, como la pérdida de material cinematográfico en un naufragio, Arana y Santos continuaron su trabajo, produciendo importantes documentales de la región.

A lo largo de los años, muchos cineastas contribuyeron al desarrollo del cine amazónico. Antonio Wong Rengifo, considerado el padre del cine en la Amazonía peruana, produjo documentales como Revista Loretana y Bajo el sol de Loreto en la década de 1930. Sus trabajos no solo documentaron la vida en la región, sino que también introdujeron innovaciones técnicas como el uso de acuarelas sobre metraje de película, dándole color a las imágenes.

El cine amazónico sigue siendo un reflejo de la región. Desde los primeros días hasta la actualidad, las producciones cinematográficas han sido testigos de una evolución que no solo captura la belleza de la Amazonía, sino también sus complejidades.

(Columna publicada en Diario UNO)

Comentarios
Continue Reading

Opinión

Musiquilla Lihn

Lee la columna de Julio Barco

Avatar photo

Published

on

Qué gran poeta Enrique Lihn. Un poeta urgente, más que digamos Montalbetti o Parra, por citar dos polos aparentemente opuestos. Centrándonos más en Chile: saquemos a Neruda del panorama y nos quedamos con Gonzalo Rojas, Jorge Teillier, Huidobro, Rosamel del Valle, Mistral y Pablo de Rokha. En ese nivel de furia, Lihn brilla a la cabeza. Abajo del rey Neruda, el príncipe Lihn. Entre los excesos del creacionismo, las peroratas de la antipoesía, el misticismo tercermundista, la poesía de los cimarrones y de la vorágine verbal, nada mejor que un buen trago de lucidez lihniana.

Por ejemplo, en La musiquilla de las pobres esferas.


Este es un tratado de lo mejor del autor: un poco de apatía, otra tajadita de triste realidad embadurnando la lírica y mucho de diálogo con otros autores: “(…) sin proponérmelo —afirma— he terminado por hacer poesía contra la poesía; una poesía como dijera Huidobro, “escéptica de sí misma”. Esa duda total, hace del poemario un surtido manifiesto musical del desasosiego, la herida, las falsedades de la retórica de la poesía plenamente “social” (lean el poema dedicado a Roque Daltón). Por encima de todas las cantatas, la escritura como un motor vital: Porque escribí no estuve en casa del verdugo / ni me dejé de llevar por el amor a Dios/ ni acepté que los hombres fueran dioses/ ni me hice desear como escribiente/ (…) Pero escribí y me muero por mi cuenta,/ porque escribí porque escribí estoy vivo”.

Si para los antiguos la música de las esferas era aquella dimensión metafísica donde se podía sentir lo místico, es decir, el movimiento de los astros, la música órfica del universo, Lihn entiende su poesía como una sonata menor: una musiquilla, es decir, una música de barro, de humano hastío. Sin embargo, este desarraigo de lo divino, no conduce al poeta a la poesía exteriorista, sino que permite una deconstrucción desde los interiores de la voz poética: el autor poetiza fuera de los registros arquetípicos, grandilocuentes, retóricos del verso: “en la profundidad de la ignorancia/suena una musiquilla verdadera” Y es verdad, ahí está Lihn, solo, oyendo el abismo.

Comentarios
Continue Reading

Opinión

Chancho al palo: Bastó una declaración de Pepe Luna para rostizar a Porky

La audaz fiscalización de José Luna y las mentiras destapadas de López Aliaga «el mitómano», calientan el ambiente preelectoral.

Avatar photo

Published

on

Por : Jorge Paredes Terry

El enfrentamiento entre el legislador José Luna Gálvez y el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, ha trascendido una simple disputa política para convertirse en un revelador ajuste de cuentas que expone la hipocresía y las falsedades de un discurso público cuidadosamente construido. La denuncia de Pepe Luna, lejos de ser una simple acusación, se presenta como una fiscalización exhaustiva y estratégicamente ejecutada que desmonta la fachada de lucha anticorrupción que López Aliaga ha intentado proyectar.

La contundencia de la acusación de Luna reside en la presentación del Acta N.º 026 de 2009, una prueba irrefutable del apoyo de López Aliaga a la concesión de peajes a la empresa brasileña OAS. Esta evidencia contradice frontalmente el discurso actual del alcalde, quien se presenta como un férreo opositor a estos contratos, calificándolos de corruptos. La admisión de López Aliaga, aunque sorprendente en su franqueza, no hace sino confirmar la gravedad de la situación: no solo apoyó la concesión de peajes a OAS, sino que lo hizo consciente de las implicaciones y, según sus propias palabras, considerando la propuesta «interesante»
Esta declaración, lejos de ser una justificación, se convierte en una confesión de su participación en un sistema que él mismo ahora critica.

La estrategia de Luna no se limita a la simple presentación de evidencia. Se trata de una operación de fiscalización que revela un patrón de mentiras y contradicciones en el discurso de López Aliaga, demostrando su falta de compromiso con la lucha contra la corrupción que tanto pregona. Luna, actuando como un astuto estratega político, ha logrado desentrañar la farsa, exponiendo la hipocresía de un político que se aprovecha de la indignación ciudadana para impulsar su propia agenda, mientras su pasado demuestra una complicidad activa con las prácticas corruptas que denuncia. La denuncia no solo expone la participación de López Aliaga en la concesión de peajes a OAS, sino que cuestiona la legitimidad de su discurso público y su compromiso con la transparencia en la gestión pública. Su papel como fiscalizador se refuerza al destapar las mentiras de un político que se ha beneficiado del sistema que ahora pretende combatir. Este enfrentamiento no es solo una batalla política, sino una lucha por la verdad y la transparencia en la gestión pública peruana.

Repercusiones

Las repercusiones políticas de la controversia entre José Luna Gálvez y Rafael López Aliaga podrían ser significativas, especialmente considerando la cercanía de futuras elecciones y el impacto de la opinión pública. La admisión de López Aliaga sobre su apoyo a la concesión de peajes a OAS en 2009 podría afectar su imagen y credibilidad, erosionando la confianza de sus electores. Para Luna, esta confrontación podría representar un impulso a su carrera política, posicionándolo como un fiscalizador activo de la corrupción. Sin embargo, también existe el riesgo de que la controversia se polarice aún más, beneficiando a otros actores políticos. El caso podría reabrir el debate sobre la gestión de los peajes en Lima y las concesiones a empresas internacionales, generando un clima de incertidumbre y cuestionamiento hacia las autoridades.

Un ejemplo concreto de repercusión política podría ser la disminución en los niveles de aprobación de López Aliaga en las encuestas de opinión pública. Si la controversia genera una percepción generalizada de falta de transparencia o inconsistencia en su gestión, podría traducirse en una pérdida de apoyo electoral, afectando sus posibilidades en futuras contiendas electorales. Esta disminución en la popularidad podría abrir espacio para que otros candidatos o partidos políticos aprovechen la situación y ganen terreno en el electorado.
Lo cierto es que Pepe Luna dio en el blanco, esto tiene para rato.

Comentarios
Continue Reading
Advertisement

LIMA GRIS TV

PUBLICIDAD

PRNEWS

PARTNER

 

CONTACTO

Síguenos en Twitter


LIMA GRIS RADIO

Trending