La forma en que un pintor latinoamericano entiende las imágenes artísticas es en suma diferente a la que un artista europeo o por ejemplo un árabe pudieran tener. Para un artista latinoamericano, la vieja discusión que aborda la imagen en sus dos significados más amplios, ya sea el que la define como signo o el que la define como símbolo, está rebasada. O más bien no le preocupa, la pintura hecha por un latinoamericano tendrá siempre ambas cualidades, es decir significará, señalará algo, pero también evocará otra cosa, esa otra cosa es su verdadera definición.
Con el hábito imaginativo que se consigue al mirar las imágenes nos soló como una representación sino como una posibilidad profunda de comunicación, el pintor que crece en Latinoamérica, es decir la única América, apuesta por trasladar la conmoción de mirar todo como si se mirara por primera vez, ya sea una cordillera de fondo azul, un pedazo cicatrizado de tierra, un icono religioso arrinconado en una vieja capilla colonial, un árbol que ya es preludio del desierto, la nieve de un volcán que se confunde con el tránsito de las nubes, o las ruinas precolombinas que, imperecederas, aún desafían el horizonte del tiempo. Añadamos las imágenes que se generan en tierras más ambiguas como las que nos deja un sueño o en un recuerdo.
Sin embargo, Latinoamérica es uno de esos lugares del mundo donde se percibe la dolorosa descompensación que hay entre una tierra rica en la que todo crece y los pueblos que la habitan que poseen apenas nada. Entonces el latinoamericano que se vuelve artista, apuesta por una resistencia contra todo tipo de oposiciones. En primer lugar, están aquellas que se heredan al crecer en un pueblo oprimido que no hacen más que multiplicar las adversidades, tales contingencias es muy común que en éste continente vayan de la mano con alguna tiranía política. También están aquellas que derivadas de un occidentalismo* impositivo miran a la obra artística creada en Latinoamérica todavía sólo como fruto de un exotismo colorido. Y finalmente, están las contingencias propias del oficio, aquellas que son de índole más íntimo y que crecen conforme el pintor crece: dudas, transiciones, inexperiencias, maduraciones, etc. Toda ésta lista de azares hace del nacido en Latinoamérica que se decide por la creación artística una especie de Prometeo, un rebelde incansable que la mayor parte del tiempo va a contra corriente.
¿Qué le queda al nacido en una tierra castigada pero que, incansable, florece? Sólo una cosa, volverse cronista de tal resistencia, mirar la tierra como un espejo que le devuelve su reflejo. Reflejo de cordilleras, de contemplaciones, de feliz o amargo autoconocimiento, reflejo de nubes que son la imagen del pintor mismo. Ahora bien, nube es una imagen del tiempo y el tiempo para un artista latinoamericano, va más allá de una entelequia filosófica, el tiempo en los quipus de Perú es un tejido que anuda el hilo de nuestras vidas y en los relieves aztecas es la imagen de los ciclos. Éste reflejo otorga identidad y la identidad para el artista que también se reconoce en el cóndor o en el jaguar, no es más que el alma de esta tierra.
*Entendamos aquí occidental como aquel valor histórico que pretende, todavía, ubicar el centro de la identidad humana en lo europeo o en lo estadounidense, ignorando las culturas que componen todo el horizonte universal.
Esa alma está siempre revestida de color, luz festiva con el que la naturaleza reviste las cordilleras inacabables de este continente y genera los tonos con los que los pueblos decoran sus casas, brote perenne en forma de estrellitas de papel o de animales de madera. En ningún otro continente el color es ese festival centelleante y alegre que anima las retinas o el pigmento milenario que también es una raíz profunda como lo es en Latinoamérica. Desde las trágicas aguas del río Bravo hasta los confines de la Patagonia, la América latina es una tierra en constante resistencia, de montañas estoicas y pueblos fieles a ellas.
Entonces, además de ser la tierra de los demagogos y líderes tíranos, Latinoamérica es también tierra de poetas y pintores, ellos y el gran legado cultural de éste continente vivifican el halito del alma de ésta parte del mundo. Sin embargo, el color con el que las cosas se pintan en éste continente deriva de un núcleo profundo, es aquella raíz indígena que determina nuestro lugar en el horizonte, que nos obliga rememorar de dónde venimos, experiencia traumática y amarga, pero, para el ejercicio artístico, también germinal. Engendrado en esta raíz, el artista latinoamericano posee una ventaja sobre el occidental, la visión, el comentario sobre el mundo que un artista latinoamericano pudiera hacer no es parcial, no está fracturada por aquella historia siempre incompleta y engañosa quiso ubicar el centro del universo en tierras europeas o desde hace más de un siglo estadounidenses. Tal visión, persiste, así nos los demuestran las tiranías políticas económicas que rigen y someten allende las fronteras.
Entonces, el pintor latinoamericano, posee ambas experiencias, la de los colores de sus raíces y la visión que la cultura occidental le propone en los rígidos libros de historia, es decir, el artista latinoamericano sabe mirar las ruinas del Partenón, no las niega, pero le son más próximas las de Machu Picchu, sabe convivir entre ambas, pero reconoce cuales le son más próximas. Así el pintor latinoamericano se sumerge en un proceso inacabe de revelaciones y redenciones, se halla en constante labor de recuperación ¿qué recupera éste pintor? Aquello que llamamos magia, mito y belleza, tres elementos que definen mejor que cualquier otro epíteto la herencia cultural que comparten las Américas y cuyos frutos han resistido la tiranía histórica occidental a la que debemos el peyorativo término de lo prehispánico. Qué es lo prehispánico sino lo que siempre ha estado aquí, latiendo, pulsando, a veces en forma subterránea como los dioses del cuento de José Emilio Pacheco: La fiesta Brava, otras, como los dioses originarios de barro escondidos bajos las vírgenes españolas de porcelana en los altares de las iglesias, continuamente en forma de poema cíclico como Piedra de Sol de Octavio Paz, y otras, a la vista de todos, como pirámides en perenne contacto con las estrellas. Señalar algo como prehispánico reitera el esfuerzo por esconder y socavar el valor de la cultura original de las Américas, en la pronunciación de lo prehispánico se aboga por un occidentalismo histórico que niega y desconoce la presencia física de los habitantes originarios de éstas tierras.
Una de las caras, la más reciente, de la versión occidental del mundo que está en franca oposición al crecimiento de nuestras raíces, es la marea tecnológica y mediática que actualmente nos somete en una ilusión comunicativa. De tal manera que identidad, es hoy más que nunca una palabra peligrosa porque rescata visiones olvidadas para restituirlas, porque nos recuerda que un yo personal está ineludiblemente ligado a un yo colectivo por lo que establece el saludable vínculo entre la tradición y el presente. Nada más peligroso para las redes sociales, que nada tienen de social, que aquel que en pos de una identidad se desconecta.
Ahora bien, como cualquier labor artística, pintar es un hábito que requiere soledades, por lo que nada más natural que el pintor se desconecte. Pintar, entre muchas otras cosas es buscar la materia secreta de la que está hecha el mundo. Empecinado en sus pinceles, el pintor rastrea el símbolo secreto que se oculta en un árbol, en la sonrisa de un anciano o en el relieve de un dios olvidado. El pintor es ese gambusino que sacude su charola para encontrar la beta de oro escondida entre los miles de guijarros del río de la vida.
La pintura de Ricardo Terrones, tiene la cualidad de ésta búsqueda, de un camino de flores caprichosas, cuyos colores también varían según el lado del río en el que crecieron. Las formas de sus protagonistas, son evocaciones de una flora y una fauna exuberantes; figuras que se extienden a lo largo de la superficie pintada como se extiende una cordillera vista a vuelo de pájaro. Son entonces mapas fantásticos de una tierra prometida, aquella tierra que buscaban los aventureros que a veces llamaban el paraíso del Preste Juan y otras El Dorado. Hablar de color es siempre una ambición, de color se ocuparon mentes como la de Goethe y la de Newton, también aquellos pintores de los frescos de Bonampak cuyas composiciones rivalizan sin duda con las de Uccello. Entonces hablemos de tono, éste término es más modesto y maleable, además nos permite analogías de otro tipo, por ejemplo, tono hay tanto en la pintura como la música. Volviendo al tema que nos ocupa, el tono que cubre las figuras en la pintura de Ricardo Terrones son también una búsqueda, quieren que el color sea por sí mismo un símbolo y no sólo una capa que cubre el interior de los contornos, es una pintura que propone una interacción entre ambas entidades, que la figura genere color y que el color germine figuras. Los tonos de esta pintura buscan el pigmento originario, aquel tono universal que recubría las cosas y que trasciende las fronteras, quieren encontrar el azul que hay bajo todos los azules, el ocre que se esconde bajo todos los ocres, el rojo de todos los rojos.
A pesar de que entre estos tonos y la luz hay una relación genética, los cuadros de Ricardo Terrones también dan cabida a aquellos cuyas cualidades cromáticas son más bajas, aparecen entonces violetas oscuros, sienas tostados o azules que colindan con los negros. Estas tonalidades están intrínsecamente relacionadas con los cielos nocturnos y las estrellas, cuya presencia son ya símbolo de reflexión y melancolía, de aquel que al ver un astro se pregunta por su propio devenir. No pocas veces así lo hacen las figuras de estos cuadros, miran hacia arriba para ver los astros contemplativamente, otras ocasiones para rendirles tributo en forma de danza, pero también hay otras en las que aúllan por su ausencia. En su serie hecha sólo con blanco y negro está intensión se radicaliza, los dos tonos primigenios interactúan para permitir una nueva espacialidad en sus composiciones, aparecen entonces amplias zonas carentes de figuras que no son un vacío, son el espacio propicio para la aparición de músicos, mujeres, grandes peces que recorren el blanco de ese espacio como un nado petrificado en un relieve. Estas figuras comparten cierta cualidad, de alguna manera son astrales, como los rituales de cuerpos pintados de los Onas, habitantes originarios de la Tierra del Fuego. Sin embrago en la misma serie, inesperadamente, irrumpe el perfil de un Volkswagen, símbolo innegable de nuestra era post industrial y que reitera nuestra frágil postura como entes que han perdido el rumbo.
La búsqueda de la pintura de Ricardo Terrones, como cualquier ejercicio artístico genuino, es ardua por sus propósitos; encontrar ni más menos aquella cualidad que compartían las imágenes pictóricas con las mitológicas y darles un presente, la temporalidad del hombre actual. Temporalidad de cielos nublados, borrascosos que impiden ver el horizonte, pero también de días claros como aquellos que conmovieron al poeta Nezahualcóyotl y le hicieron preguntarse por el destino de un colibrí.
Tras años de ausencia, Alejandra regresa al Perú con un único propósito: recuperar a su hijo Santi, a quien dejó al cuidado de sus abuelos cuando apenas tenía 7 años. Lo que parecía una sencilla reunión familiar se convierte en un escenario cargado de emociones, secretos y revelaciones inesperadas. En una cena familiar donde los recuerdos y las emociones están a flor de piel, una dolorosa verdad saldrá a la luz, ¿será capaz Alejandra de reconstruir lo que perdió?
“La princesa Gominola” es una tragicomedia escrita por Helen Hesse y forma parte de una serie de tres obras breves que forman parte de un innovador ciclo de microteatro inmersivo. Presentada por Paso de Gato Teatro, cada obra está diseñada para sumergir al espectador en una experiencia única, donde no solo serás testigo, sino también protagonista de las historias que se desenvuelven ante tus ojos.
Disfruta de una propuesta teatral en la que los límites entre el público y los personajes se desdibujan, creando una conexión emocional profunda y momentos inolvidables.
El dato
Estreno: Miércoles 09 de abril a las 8:00 pm
Dirección: Milagros López Arias
Dramaturgia: Helen Hesse
Actrices: Pilar Delgado, Milagros López Arias y Sergio Velasco.
Las obras estarán todos los miércoles y jueves de abril hasta 01 de mayo a las 8:00 pm.
Lugar: La Residencia (Sáenz Peña 107 Barranco)
Entradas: Joinnus o al 959528540.
No te pierdas esta oportunidad de vivir el teatro como nunca antes lo habías hecho.
El inicio de su travesía en la abstracción surgió de manera intuitiva. Un día en la playa, conversando con su madre, recordó la pared vacía de su departamento y decidió pintarla. A partir de esa carencia física nació un proceso que convirtió el vacío en superficie, la nada en estructura. Fue un encuentro con el orden y la proporción, donde líneas y formas geométricas empezaron a definir un lenguaje propio.
Camila Rodrigo (Lima, 1983) concibe el lienzo como un espacio de transformación. Su proceso creativo está marcado por una metódica construcción de capas, donde el color y la textura emergen en un rito de serenidad y concentración. La tela, en su estado inicial, yace en el suelo, expectante. El negro, un tono fundamental en su obra, se convierte en un eje transcendente y el pigmento, diluido en agentes fluidos, se asienta sobre la superficie como una piel que se va formando en un orden temporal que la artista organiza y supervisa con exigente minuciosidad.
Geometría líquida
La artista recuerda con nitidez los diseños limpios de su abuelo y su padre, arquitectos. Su conexión con la materialidad se remonta a su infancia, cuando paseaba por La Punta y recogía piedritas en la orilla del mar. Hoy, esos recuerdos se transforman en una serie de obras que exploran la textura y la composición, como se evidencia en La forma resignificada, muestra que inaugura el 9 de abril en La Galería de San Isidro. Sus pinturas, de una estética minimalista, sugieren paisajes internos y una rigurosa investigación sobre la materia.
No en vano su obra transita entre el diseño y la pintura, el instinto y la precisión geométrica. Formada en Diseño Gráfico en la Universidad San Ignacio de Loyola (2010), complementó su aprendizaje con estudios de fotografía en el Centro de la Imagen de Lima (2006) y en el Rhode Island School of Design (2009). Su carrera ha estado marcada por una evolución que la llevó del arte figurativo y la ilustración infantil hacia una exploración profundamente abstracta, donde la forma y el equilibrio son el núcleo de su lenguaje visual.
Lenguaje que madura y desarrolla en su estudio en Las Condes, Santiago de Chile, donde trabaja de 8:30 a.m. a 3 p.m., cuando sus hijos están en el colegio. Allí se entrega por completo al proceso creativo, sin interrupciones. En ese silencio ha descubierto que su pintura es una traducción de su percepción de la vida. «Después de pasar tiempo en el taller, mirando los cuadros en soledad, empiezas a pensar lo que hay detrás de lo que pintas», reflexiona.
Así, las piedras, recurrentes en su imaginario, se convierten en una metáfora del lastre vital, de esas formas que, convertidas en peso, se resisten al cambio. En su pintura, Rodrigo busca liberarse de esas imposiciones, recuperar la espontaneidad y la ligereza de la infancia. Su taller, más que un espacio de trabajo, es un refugio donde la libertad toma forma y color, como alguna vez imaginó de niña. Este 2025 su obra ha sido seleccionada para ser presentada en el Stand de La Galería en la feria Pinta PArc, un reconocimiento a su creciente impacto en la escena artística contemporánea.
El Centro Cultural de la Universidad de Piura los invita a participar de este seminario en el que se abordará las raíces de la civilización occidental en su poesía, la naturaleza del poeta desde un sentido antropológico/esotérico (los poetas arcaicos como mediums de la divinidad), la configuración del relato político, y la aparición del teatro como síntesis religioso y político.
Especial énfasis se dará en los vínculos del teatro trágico griego y su influencia en el drama moderno «Historia de una escalera» de Antonio Buero Vallejo. Así como también una comparativa de dos obras de tragedia clásica: La Electra de Sófocles frente a la Electra de Eurípides.
Dirigido a actores, dramaturgos y público en general.
SOBRE EL DOCENTE:
Alejandro Herrera. Bachiller de Derecho de la Universidad Hispanoamericana de Costa Rica. Periodista cultural especializado en poesía y narrativa. Es corresponsal del medio Contrapunto El Salvador Centroamérica, es también asesor literario, ghostwriter y editor. Cronista parlamentario en Perú para la revista Lima Gris.
SESIONES:
Narrando el Mito Griego: poetas épicos, líricos y autores trágicos
Roma, tuyo es el poder y la gloria: La política como teatro. De poetas bucólicos a oradores políticos.
La Espada, la Dama y la fe: de los cantares de gesta a los juglares y el ideal caballeresco medieval y la reaparición del teatro como evento sagrado.
La ciudad de Chiclayo inició una fiesta cultural en el mes del aniversario y de las letras. El miércoles pasado al mediodía se inauguró el I FESTI CIX 2025 FERIA DEL LIBRO “LETRAS SIN LÍMITES”, un evento cultural que reunirá a escritores, editoriales, librerías y amantes de la literatura en un espacio de encuentro y aprendizaje.
La ceremonia de inauguración se llevó a cabo en el recinto ferial ubicado en la cuadra 1 de la Avenida Elías Aguirre, con la presencia de la alcaldesa de la Municipalidad Provincial de Chiclayo Janet Cubas, autoridades locales y representantes del sector cultural. Durante el evento, se anunciarán las actividades programadas, que incluyen presentaciones de libros, conferencias, talleres, shows artísticos, entre otros.
EL FESTI CIX 2025 FERIA DEL LIBRO “LETRAS SIN LÍMITES” busca promover la lectura y el acceso a la cultura, ofreciendo una variada oferta a precios de promoción desde los 10 soles. Además, de publicaciones para todas las edades y gustos. Asimismo, contará con espacios dedicados a la literatura infantil, presentaciones de libros, recitales de poesía y las publicaciones académicas.
La organización invita a toda la comunidad chiclayana a participar de esta celebración cultural y disfrutar de una experiencia única en torno a los libros y el conocimiento.
La construcción ilegal del hotel Sol Ollantaytambo Boutique, no solo revela graves irregularidades administrativas y un daño irreparable al patrimonio, sino que expone una red tráfico de influencias, posibles actos de corrupción, un preocupante abuso de autoridad por parte de funcionarios municipales, un serio riesgo ambiental y una activa defensa del alcalde por parte del principal implicado.
Entre los implicados aparecen el actual alcalde de Ollantaytambo Paul Palma, funcionarios municipales, la dueña del hotel Lucinda Miranda Farfán y su administrador Derik Miranda Farfán. Según fuentes cusqueñas, nuestra anterior publicación generó un temblor en las oficinas de la Dirección Desconcentra de Cultura de Cusco y en las instalaciones del municipalidad de la ciudad inca.
Se colapsó muro correspondiente a la canalización del Rio Calicanto provocado por la construcción de fierro y cemento realizada gracias a la autorización irregular de Restitución Volumétrica otorgada por la Municipalidad Distrital de Ollantaytambo.
Escandalosas irregularidades
El permiso de restitución volumétrica, base de la construcción ilegal, presenta fallas cruciales: se la documentación a la cual hemos tenido acceso, se otorgó sin pasar por las comisiones técnicas correspondientes, se anuló tardíamente y hasta la fecha no existe una orden de demolición. Estas omisiones representan una grave falla en el proceso administrativo y una flagrante vulneración de las leyes de protección del Patrimonio Cultural de la Nación. La tardanza en la anulación y la ausencia de una orden de demolición sugieren complicidad o negligencia por parte de las autoridades, permitiendo que el daño al patrimonio continúe.
Esta situación se agrava por la evidencia de que la Gerencia de Desarrollo Urbano, bajo la dirección del Arq. José Carlos Cárdenas Chamorro, ha venido otorgando autorizaciones de obra de manera irregular, sin pasar por las comisiones técnicas correspondientes, como lo exige la norma. Estas autorizaciones se han emitido en el centro histórico de Ollantaytambo y en sectores protegidos por la Ley N° 28296, Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación.
Entre las autorizaciones otorgadas de forma irregular se encuentran las siguientes: autorización N° 001-2023-GDUR – MDO, autorización N° 016-2024-GDUR – MDO, y la autorización N° 020-2024-GDUR – MDO. Además, la ejecución de obras no cumple con la normativa vigente, donde los propietarios deberían presentar el expediente respectivo al procedimiento administrativo, en concordancia al Reglamento de Intervenciones Arqueológicas vigente aprobado mediante Decreto Supremo Nº 011-2022-MC, de fecha 23 de Noviembre del 2022.
La omisión de la calificación de los expedientes por los delegados AD HOC del Ministerio de Cultura agrava la situación. Lo curioso es que desde la sede central del Mincul hay un silencio sepulcral.
Derik Miranda Farfán dirigiendo personalmente la construcción que atenta contra el Patrimonio Cultural de la Nación.
¿Colusión, Enriquecimiento Ilícito y Tráfico de Influencias?
La denuncia pública y ante la Policía Anticorrupción de Cusco realizada por el Presidente del Frente de Defensa de los Intereses del Distrito de Ollantaytambo, Andrés Fabián Bravo Pinedo, revela una red de influencias que conecta al alcalde Paul Palma, funcionarios municipales, y la dueña del hotel en construcción Lucinda Miranda Farfán y su administrador Derik Miranda Farfán, este último ha recibido pagos de la Municipalidad Distrital de Ollantaytambo por un total de S/. 67,265, según información del portal de transparencia.
Este monto se desglosa de la siguiente manera:
Adquisición de KIT de incentivos: S/. 38,625.00
Refrigerios y almuerzos: S/. 8,160.00
Contratación de jueces: S/. 1,760.00
Contratación de personal para mesa de partes: S/. 720.00
Refrigerios S/. 18,000.00
Fuente: OSCE.
Estos pagos, especialmente habrían sido destinados a “Jueces”, “refrigerios” y “kits de incentivos”, generan serias dudas sobre su legitimidad y transparencia, apuntando a una posible sobrefacturación o pagos ficticios. La denuncia de Bravo Pinedo destaca la estrecha relación entre Miranda y el alcalde Palma, así como lo evidencia una foto donde esta Miranda con las hermanas del alcalde, sugiriendo una red de influencias que ha facilitado la obtención de contratos municipales de manera irregular. Esta relación de amistad y/o parentesco, combinada con los pagos sospechosos, refuerza la hipótesis de un presunto contubernio para beneficiar a Miranda a expensas del patrimonio arqueológico y el erario público. La denuncia pública de Bravo Pinedo proporciona un testimonio crucial que debe ser considerado en la investigación.
Derik Miranda Farfán, proveedor estrella de la Municipalidad de Ollantaytambo junto a las hermanas del Alcalde de Ollantaytambo.
Activa Defensa del Alcalde por parte de Carlos Miranda
Más allá de los indicios de corrupción y enriquecimiento ilícito, se evidencia una activa defensa a favor del alcalde Paul Palma por parte de Carlos Miranda. Publicaciones en redes sociales del 12 de abril de 2024, mostradas por Andrés Fabián Bravo Pinedo, Presidente del Frente de Defensa de los Intereses del Distrito de Ollantaytambo, demuestran que Miranda defiende públicamente al alcalde de Palpa contra las críticas a la gestión municipal ante el bloqueo de calles en Ollantaytambo por ciudadanos que organizados comenzaron a tapar los huecos de las avenidas de esta ciudad inca viviente ante la inoperancia municipal.
Esta defensa pública, realizada por un proveedor municipal con contratos cuestionados, evidenciaría una estrecha relación y complicidad entre Miranda y el alcalde, socavando la transparencia y la imparcialidad en la gestión municipal.
Llamado a la Acción y Exigencias
La situación en Ollantaytambo exige una respuesta inmediata y contundente. Se debe emitir de inmediato una orden de demolición para detener el daño al patrimonio arqueológico. La Contraloría General, la Fiscalía y la Policía Anticorrupción deben investigar a fondo las irregularidades en el proceso de concesión del permiso, la anulación tardía y la falta de orden de demolición, así como los pagos sospechosos a Carlos Miranda y la gestión irregular de las autorizaciones de obra por parte del Arq. José Carlos Cárdenas Chamorro.
La investigación debe incluir el análisis de todos los contratos otorgados por la municipalidad a Miranda para determinar la existencia de otros posibles casos de corrupción. Las organizaciones vivas del Pueblo de Ollantaytambo deben exigir la rendición de cuentas por parte del alcalde Paul Palma y el gerente municipal José Carlos Cárdenas Chamorro, y se debe garantizar que los responsables sean sancionados con el peso de la ley.
Publicación en redes sociales realizada por Derik Miranda Farfána a favor del alcalde de Ollantaytambo.
La protección del patrimonio cultural de Ollantaytambo y la lucha contra la corrupción son responsabilidades ineludibles para las autoridades. La denuncia de Andrés Fabián Bravo Pinedo debe ser considerada como evidencia clave en la investigación, y su testimonio debe ser protegido. La pregunta realizada por Bravo al refereise a los comentarios vertidos en las redes sociales por Carlos Miranda de ¿por qué se defiende tanto a esta gestión, si por amistad, desarrollo del pueblo o enriquecimiento personal?, queda abierta a la investigación, pero las pruebas presentadas apuntan fuertemente hacia un presunto enriquecimiento ilícito y abuso de poder.
Nos comunicamos con el alcalde de Ollantaytambo Paul Palma y con el gerente Carlos Cárdenas para recoger sus descargos, pero hasta el cierre de este informe no hemos recibido sus respuestas.
Imaginamos que el ministro de Cultura Fabricio Valencia Gibaja ya tomó conocimiento de este nuevo escándalo, y su preocupación debería ser mayor ya que su familia también tiene un hotel en Ollantaytambo. Nos preguntamos ¿el ministro actuará ante lo sucedido o se quedará de brazos cruzados?
Vargas Llosa cumple 89 años y en su honor habrá lecturas dramatizadas de sus obras
Amado por muchos y odiado por algunos, el premio Nobel de Literatura Llosa ha vuelto a visitar los Barrios Altos y el resto de escenarios que inspiraron sus novelas y hoy disfruta su cumpleaños junto a su familia.
Jorge Mario Pedro Vargas Llosa (Arequipa, 28 de marzo de 1936), conocido como Mario Vargas Llosa, sin duda es uno de los personajes más connotados en la historia peruana, por su calidad literaria y por haber alcanzado la cumbre en las letras, al cosechar a lo largo de su carrera diversos premios y en especial por ser designado como Premio Nobel de Literatura 2010.
Por ello, es considerado como uno de los novelistas contemporáneos más importantes y es uno de los autores supervivientes del boom latinoamericano. Y en honor a las celebraciones por su cumpleaños número 89, su editorial, Penguin Random House, organizó para este viernes 28 de marzo una serie de lecturas dramatizadas de algunas de sus principales obras, en cuatro distritos de Lima capital.
Las lecturas dramatizadas de “La ciudad y los perros”, “La casa verde”, “Los cachorros”, “Conversación en La Catedral”, “La tía Julia y el escribidor” y “Travesuras de la niña mala” se realizarán en los siguientes puntos:
En Plaza Norte, en San Martín de Porres, la lectura será a las 11:00 y 11:30 am.
En la Plaza San Martín, en el centro de Lima, la lectura será a las 12:45 y 1:15 pm.
En el Parque Kennedy, en Miraflores, la lectura será a las 4:00 y 4:30 pm.
En el Parque Federico Villarreal, en Barranco, la lectura será a las 5:30 y 6 pm.
Las lecturas de las obras de MVLL será hoy en cuatro puntos de Lima.
El autor de Los Cachorros, tras reconciliarse con la tierra que lo vio nacer y tras vivir en Europa, siempre se afinca en Arequipa y en Lima, donde goza del cariño de los amigos, e incluso de los que no lo son, porque finalmente, siempre tendrán algo qué decir de él.
Tapa de la edición número 17 de la revista impresa Lima Gris publicada en 2019.
En el nuevo episodio del podcast de Lima Gris, tuvimos como invitado a Mario Castro Cobos, director y crítico de cine. Con él conversamos sobre la importancia de la piratería, la ausencia de una cinemateca nacional y sobre el polémico proyecto de ley que busca regular el financiamiento al cine peruano.
Castro Cobos mencionó: «Lo que les reprocho a esas películas de izquierda, es no ser lo suficientemente de izquierda».
Sobre el financiamiento que algunas productoras recibieron para realizar una película y al final la película nunca fue entregada, el crítico de cine señaló: «En algunos casos parece que no salieron bien las películas y más bien las esconden».
La construcción de un hotel en el corazón de Ollantaytambo, un sitio arqueológico de inmenso valor histórico y cultural, ha desatado la alarma entre los especialistas y la comunidad. La obra, que comenzó el año pasado, avanza a pasos agigantados bajo el amparo de un permiso de restitución volumétrica, sin embargo, las irregularidades en su ejecución han encendido las alarmas, ya que ponen en grave riesgo la monumentalidad del casco histórico de Ollantaytambo.
En los documentos para el permiso de construcción aparece como solicitante la señora Lucinda Miranda Farfán, y en la documentación de la empresa hotelera uno de los socios sería Derik Miranda Farfán. Una clara inversión familiar que debe ser investigada por las autoridades competentes.
Fuente: Municipalidad de Ollantaytambo.
Grosera construcción
La Autorización de restitución volumétrica, N°001-2025. GDUR-MDO. Firmada por José Carlos Cárdenas Chamorro. Gerente de Desarrollo Urbano y Rural de la Municipalidad Distrital de Ollantaytambo, autoriza la reconstrucción de una vivienda tradicional de adobe y techos de teja. Sin embargo, la realidad es otra. En su lugar, se levanta una construcción moderna de fierro y cemento, con techos de estructura metálica y cobertura de vidrio. La altura de la edificación ha duplicado la altura original del inmueble, creando un desequilibrio visual que atenta contra la armonía del paisaje arqueológico.
Sin supervisión arqueológica
A esto se suma la preocupante falta de supervisión arqueológica durante el movimiento de tierras. La Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco, responsable de velar por la protección del patrimonio, no solicitó la implementación de un plan de monitoreo arqueológico, dejando a la deriva el valioso legado cultural del sitio, en vista que dicha construcción se está desarrollando en espacio de una terraza inca donde no se tenia pre existencias de construcciones contemporáneas excepto la pequeña vivienda de adobe. En esta situación también debió obligar el Ministerio de Cultura un Plan de Monitoreo Arqueológico.
Construcción del hotel en Ollantaytambo.
¿Oscuro negociado entre funcionarios y dueños del hotel?
La situación se vuelve aún más grave si se considera que el mismo documento de autorización de restitución volumétrica, firmado por el Gerente de Desarrollo Urbano y Rural de la Municipalidad Distrital de Ollantaytambo, José Carlos Cárdenas Chamorro, indica: “Mantenimiento del volumen original, El inmueble objeto de intervención consta de 2 niveles, Cubiertos con tejas artesanales, inclinadas se debe respetar el color de las fachadas según los estipulado en la ordenanza municipal N| 008 2013-A-MDO. Se debe preservar otras características esenciales del inmueble, como. Su diseño arquitectónico, materiales originales y estilo. Los balcones deberán ser instalados alineados verticalmente. Con el muro de las fachadas y sus dimensiones deberán corresponder fielmente a las del inmueble original a restituir. Se expide la presente autorización a la solicitud del administrado. Cumplirse. Los trámites formales de dicha solicitud. En caso de no cumplir con la indicado, se anula la presente autorización de restitución volumétrica por daño estructural”.
Sin embargo, las irregularidades en la construcción siguen adelante, lo que hace sospechar de una posible colusión entre los funcionarios y los propietarios de dicha construcción.
Un llamado a la acción
La construcción del hotel en Ollantaytambo es un claro ejemplo de cómo la ambición económica puede poner en peligro el patrimonio cultural de un país. La comunidad, los especialistas y las autoridades deben unirse para detener esta obra ilegal y exigir la protección del sitio arqueológico. La Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco tiene la obligación de actuar con prontitud y firmeza para frenar la construcción y asegurar la preservación de Ollantaytambo.
¿Qué debería hacer el Ministerio de Cultura?
Paralización de la construcción: La obra debe ser suspendida inmediatamente para evitar daños irreversibles al patrimonio.
Investigación exhaustiva: Se debe realizar una investigación a fondo para determinar la responsabilidad de los funcionarios involucrados en la autorización y supervisión de la construcción.
Anulación del permiso de restitución volumétrica: El permiso debe ser anulado para evitar que la construcción continúe y consiguientemente el daño al patrimonio.
Implementación de un plan de monitoreo arqueológico estricto: Es fundamental contar con una supervisión arqueológica constante durante las obras para garantizar la protección del patrimonio arqueológico.
Finalmente, Ollantaytambo es un lugar que refleja la historia del Imperio Inca, no puede convertirse en víctima de la voracidad económica. Es hora de que las autoridades tomen medidas contundentes para proteger este valioso legado y asegurar que las futuras generaciones puedan disfrutar de su belleza e historia.
El ministro de Cultura Fabricio Valencia debe dejar de perseguir a pequeñas librerías y ocuparse en defender Ollantaytambo, ciudad inca donde el ministro también tiene su hotel.