Cultura
Literatura en Perú: de la hegemonía de la PUCP al ascenso de la Universidad de Lima

“Para mí este es el momento cultural: estos jóvenes caníbales que empiezan a surgir del fondo de la jungla o de los edificios. Jóvenes lobos.”
Roberto Bolaño
En 2024 se cumplirán 30 años de Salón de belleza, del mexicano Mario Bellatin, un autor formado en la ULima, y cuya irrupción simbolizó también la irrupción de toda una nueva camada de escritores en el ecosistema literario peruano, hasta ahora dominado por autores de la PUCP. A diferencia de los escritores de la Católica, estos autores son un fenómeno reciente, pero persistente, que no se puede suscribir a una generación o a una corriente literaria, como grupo son inclasificables y raros. Más que individualistas son personalistas. Nada los une, salvo una cosa, el origen: la Universidad de Lima.
Y tú, escritor, ¿de qué universidad eres?
Agremiar a escritores por su origen universitario parece más práctico que cualquier otra catalogación como puede ser la clase, afiliación política, raza, sexo o incluso procedencia regional. La universidad era, y aún lo es, pero en muy pocas universidades, un formador de personas. Y he ahí que favorece el desarrollo del arte, pero también una conciencia sobre la condición humana.
La universidad como tal, y por encima de otras circunstancias o contextos, propició un espacio de debate, encuentro y motivación en el desarrollo de la vocación de muchos escritores. Luego, entonces en una gran medida la universidad marcó el derrotero por el que transita la literatura. Ningún otro espacio organizado ha brindado lo que brindó la universidad en el panorama literario peruano. En un país desorganizado cómo es Perú, y además alérgico a la literatura, la universidad fue esa madre comprensiva que estimuló la vida de miles de escritores. Sin la universidad, os digo hermanos, seríamos más pobres de lo que ya somos.
Es a lo que queda de ese espíritu de universidad, y a lo que fue, al que dedico este artículo.
En el pasado fue San Marcos
Universidad de cholos, comunistas y ateos. Así la llamaron los bien pensantes de la primera mitad del siglo XX. Entre revolucionarios y académicos fue el primer nicho de escritores peruanos.
Cabe recordar que la Decana de América fue durante siglos la que monopolizó el origen de la gran mayoría de autores peruanos. Hasta mediados del siglo XX muchos de los nombres escritos en bronce de la literatura en lengua española en Perú vinieron de San Marcos: Vallejo (primero en la de Trujillo y luego en San Marcos), Arguedas, Scorza, Ricardo Palma, Valdelomar, Bryce, Blanca Varela, María Emilia Cornejo, la aprista Magda Portal, Eielson, Martín Adán, Verástegui, Ollé. No obstante hubieron notables excepciones provenientes de universidades de provincia, como Reynoso de la San Agustín, y algunos otros más con no menor talento que los sanmarquinos, pero con menor alcance y difusión.
El autor por antonomasia de San Marcos es Mario Vargas Llosa, el último dinosaurio sanmarquino, del Perú para el mundo. Cómo él, la mayoría de futuras vocaciones literarias se formaron en la facultad de Derecho, madriguera de poetas y novelistas, que para lo único que resultaban útiles para la miopía de sus familias, que veían con sospecha su fascinación por la lectura, era la redención de ser abogados.
Sin embargo, esta égida sanmarquina empezó a entrar en declive desde 1960, cuando otra universidad empezó a relevarla como nicho de futuras vocaciones de escritores.
A partir de 1970 comenzaban a ser menos los nombres de autores nativos de la San Marcos, destacaban Verástegui y Ollé, en los ochentas Cromwell Jara y después de los 90s poco menos. Pero sin lugar a duda el mejor novelista que a revitalizado el panorama narrativo peruano de los últimos diez años, sea sin lugar a dudas, Francisco Ángeles, el último sanmarquino joven que aún campea en la arena de la literatura. Salvo está excepción podemos hablar de San Marcos como un geriátrico que va camino a ser cementerio de grandes nombres, porque en San Marcos ya no hay escritores, hay críticos, y nada más.
PUCP, como los masones pero más evidentes
Si crees que el Opus Dei solo se contratan y promocionan entre ellos, es porque no has conocido todavía la PUCP. Quien no conoce a Dios le reza a cualquier santo.
Ribeyro, Fernando Ampuero del Bosque, Alonso Cueto, Iván Thays (durante varios años conductor del programa de tv Vano oficio), Rossella Di Paolo Ferrarini, Isabel Sabogal (la única traductora peruana de literatura polaca al español), Eduardo Chirinos, Santiago Roncagliolo Lohmann, Fernando Iwasaki, Gabriela Wienner, Enrique Prochazka, Luis Palomino, o el matrimonio Montalbetti-Chirif son solo algunos de los nombres que llenan la literatura en Perú de la actualidad. No solo son buenos escritores, sino que son los autores hegemónicos que el lector peruano verá en todas partes. No solo aparecen en página completa de Luces, están sobre todo en tu librero mirándote a la cara con una sonrisa y la pose de un café de París.
Cuando en los años 60, el padre McGregor era rector de la PUCP, él nunca soñó que tan lejos llegaría su sueño, y que tan hegemónico sería la presencia de sus estudiantes en el ámbito cultural peruano.
La hegemonía de la PUCP es aplastante. No hay otra casa de estudio o agremiación con una presencia tan fuerte en todos los aspectos de la vida literaria. La omnipresencia de la PUCP en el ecosistema literario y cultural peruano es arrolladora, están en las principales editoriales y en las que emergen, son miembros de los jurados de premios, gran parte del ministerio de cultura tiene una evidente presencia de ellos, y su red de contactos en el exterior ayuda a posicionar nombres, por lo general siempre de la PUCP. A esto súmese el fino aparato crítico que promueve y difunde escritores y editores, una telaraña de prensa que va de El Comercio, el diario de la derecha, a La República, el diario de la izquierda, pasando por revistas, gerencias de tv, blogs, portales web, etc. Por ejemplo Gonzalo Villamonte, egresado de la Especialidad de Historia de la PUCP, formó parte del equipo organizador de Wayka cuando buscaban financiamiento, y el portal de la PUCP les dio apoyo en difusión para lograr concretar el proyecto; o Rolando Toledo, el fundador de La Mula, quien estudió antropología en la PUCP. Entonces, lo que tenemos es algo muy interesante, algo muy a lo House of cards, de la cultura: puertas giratorias. De las aulas a redactores de prensa, de editores a directivos de medios, de docentes en la universidad a figuras de opinión, y en medio ser escritores. Todo atado y bien atado.
Otro indicador de su hegemonía son los puestos de honor en instituciones aparentemente irrelevantes pero de peso institucional internacional como lo es la Academia Peruana de la Lengua, la cual está asociada con las academias de la lengua de casi una veintena de países y bajo la égida de la toda poderosa Real Academia de la Lengua.
De los 23 académicos de número de la Academia Peruana de la Lengua, que se incorporaron desde 1971, 11 son egresados de la PUCP, y otros dos más trabajan para esta universidad. Tenemos a Ferdinand Carlos Léopold de Trazegnies Granda, José Antonio León Herrera, Ricardo González Vigil, Ricardo Silva-Santisteban, Salomón Lerner Febres, Alberto Varillas, Harry Belevan-McBride, Alonso Cueto, Víctor Oswaldo Holguín Callo, al decano de Estudios Generales Letras de la PUCP Carlos Garatea Grau, y hasta el mismísimo ex rector Marcial Rubio. Otros dos miembros de número son el experto en lenguas indígenas, Rodolfo Marcial Cerrón-Palomino de San Marcos, pero desde 1998 trabaja a tiempo completo como docente en la PUCP, y Eduardo Francisco Hopkins Rodríguez, también empleado de la PUCP.
Cabe mencionar que el último miembro de número de la Academia nombrado fue hace poco Eliana González Cruz, docente de la Universidad de Piura, quien es la segunda mujer en formar parte de la academia desde el ingreso de Martha Hildebrandt 46 años antes. No viene al caso, pero lo menciono porque en su momento muy pocos medios rescataron su nombre.
Otro indicador es la Casa de la Literatura Peruana, que es un órgano de línea del Viceministerio de Gestión Pedagógica del Ministerio de Educación del Perú, el cual entrega, desde 2010, un premio a destacados escritores e investigadores de las letras peruanas como reconocimiento a su contribución a la reflexión y la creación en torno a la literatura nacional, es decir institucionalización de la cultura a través del poder. Este premio es de carácter gerontocrático, y por ende es el que mejor expresa el paso del poder y la presencia de la literatura de San Marcos a la Católica. Sus ganadores, personas de la tercera edad, son sanmarquinos cómo Vargas Llosa, Ollé, etc. Pero Recientemente también empiezan a ganarlo los escritores de la PUCP cómo José Miguel Oviedo, Rossella Di Paolo. A medida que literalmente muere la literatura de San Marcos, también aquí la PUCP la viene reemplazando.
Fuera de evidentes obvias envidias, la PUCP ha hecho muy bien su trabajo, en un país desorganizado la Universidad Católica ha creado su propio orden y ha hecho de las humanidades su principal músculo. De ahí el peso de sus autores en la literatura, de ahí la colocación en el extranjero de sus autores, que ya no son de la PUCP sino los rostros de la literatura del Perú actual. Si, cuesta creer que el rostro de Perú en Madrid o en México DF sea Mariana de Althaus, pero ni modo. Lo que ves es lo que hay.
Finalmente la PUCP llena no solo los estantes de las librerías sino la lista también el canon. Sea esto inocente o no, la literatura en Perú ahora es de la PUCP.
Bueno, hasta ahora…
Universidad de Lima, una extraña suerte
Si, más caras blancas, pero menos masonería.
Lo de la Universidad de Lima en los últimos 20 años no hay quien lo explique. A diferencia de ese orden existente en la PUCP, en la ULima parece que esto de los escritores surgió sin ningún orden o meta. Como Lima misma: de repente y sin ningún planeamiento. De ahí su sabor a originalidad.
Mario Bellatin, Sergio Galarza, Diego Trelles, Jeremías Gamboa y el Best seller peruano, Renato Cisneros son algunos de los nombres que han emergido con fuerza desde mediados de los 90 y todo el 2000 en adelante.
A diferencia de lo que pasa entre autores de la Cato, dónde encuentras vasos comunicantes en cuanto temática o estilo, aquí ocurre algo distinto, ninguno de estos autores se parece a ninguno. Y la razón podría estar en su propio origen, escriben porque quieren, y surgieron por generación espontánea.
Si me pongo a explicar diría que la respuesta está en una pregunta maliciosa ¿Un escritor de la ULima tiene conciencia social? La sola pregunta es una broma que se hacen los mismos estudiantes y egresados, los estereotipos que provienen de afuera tienen cierto asidero de verdad. No la tienen, no por frívolos , que también pueden serlo, sino por una mejor y más rara excusa. Los de la de Lima cuando escriben, escriben no para ganar un premio y obtener una buena reseña. No es un tema político el que les preocupa, o la justicia social o de género lo que buscan expresar. Lo suyo no es propio de un bienpensante. Sus prioridades narrativas son ellos mismos. .
Los de la de Lima va más por una Literatura personalista. En parte todavía contaminada por la lepra de la autoficción, pero con marcadas diferencias. Un autor de la de Lima se parece a otro de la de Lima precisamente en que no se parecen en nada, es ahí su acierto. No hay una mirada ideológica o sesgada de la realidad, no hay una corrección política sumida en un comando de pensamiento progresista o conservador, es más bien lo que la literatura tiene que ser: un ejercicio limpio y honesto de libertad.
Entonces un cuento o una novela de la de Lima por lo general es una película en cámara man, sin juicios ni adoctrinamientos. Es una observación minuciosa y a veces exagerada en egoísmo de sus propios sentimientos, emociones y observaciones de un mundo que solo podemos ver y sentir a través de su autor. Esa es la ley de Lima: Ven y mira.
La mayoría de los autores de esta universidad provienen de la facultad de comunicaciones, pero también de Derecho, psicología y varios más de ingeniería. Las causas de su vocación se desconocen pero se sospechan. Tal vez la ausencia de estudios de género o de literatura etnográfica impulsa a que ellos mismos se busquen sus referentes. Eso ya es especular. Lo que si es un hecho es el aumento en el número de publicados y la mayor relevancia que con los años van ganando en el ecosistema literario peruano e internacional, y todo de manera espontánea. En promedio un escritor de la Lima es alguien joven, de 27 a 47 años. En la flor de su vida, parecen ellos estar determinados a lanzarse a escribir. La respuesta de por qué, es una respuesta personal.
Entre más nuevas voces que emergen están Juma Paredes, Oscar Rengifo (apareció en la antología Hastío en 2020), también hay promesas que se empecinan a no cumplirse como el poeta Rodrigo Ahumada, editores y periodistas culturales cómo Diego Arévalo, o Eugenio Vidal, estos últimos tres tercamente inéditos, hasta ahora.
Leer a uno de estos autores es tener esperanza, y refresca saber que no todo es la literatura canónica de una sola universidad.
Pero, y las escritoras de la ULima ¿Existen?
Bonus track: Los sniper
Pero no todo son un par de universidades. Hay autores aparapetados en los techos empolvados de Lima, esperando su momento para disparar. Son los snipers, huérfanos de instituciones o contactos. Son los apátridas. Escriben en la soledad de dos. Escriben de noche hasta amanecer, con hambre, con frío, con cansancio y el sueño salvaje de solo escribir. Escritores cómo estos fueron en otros tiempos y latitudes: Roberto Bolaño, el desertor del colegio, Juan Manuel de Prada, ese estudiante de Derecho que a los 25 años se propuso ser escritor y nunca abogado. En Perú solo conozco una, se llama Kareen Spano.
Cultura
ICOMOS Perú: Recorte del perímetro de las Líneas de Nasca es ilegal, anticientífico y viola los tratados internacionales
Comunicado del organismo asesor de la UNESCO cuestiona al Ministerio de Cultura por poner en riesgo las Líneas de Nasca. Además exigen la derogatoria de la Resolución Viceministerial N°0128-2025.

El Comité Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS Perú), organismo asesor de la UNESCO en temas de patrimonio cultural, ha lanzado un enérgico pronunciamiento en defensa de las Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa, declaradas Patrimonio Mundial en 1995. El contundente pronunciamiento complica la permanencia del ministro Fabricio Valencia Gibaja y la viceministra Moira Novoa Silva en sus cargos, tras firmar y publicar la resolución del Ministerio de Cultura que reduce drásticamente el área protegida de este patrimonio universal, pasando de 5,633.47 km² a solo 3,235.97 km².
Un recorte sin estudios transparentes
Mediante la Resolución Viceministerial N°0128-2025-VMPCIC/MC, el gobierno ha oficializado la modificación del polígono de protección sin sustento técnico riguroso ni diálogo con la comunidad científica y cultural. ICOMOS Perú denuncia que no se han realizado estudios arqueológicos suficientes para justificar la exclusión de más de 2,000 km², lo que vulnera tanto la Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación (Ley N.º 28296) como principios internacionales de conservación.
Además, la entidad recalca que esta medida incumple tratados internacionales suscritos por el Perú en el marco de la UNESCO, y contraviene la Declaración de Xi’an (2005), que establece la necesidad de conservar no solo los sitios arqueológicos, sino también su entorno cultural, histórico y paisajístico.

Implicancias jurídicas internacionales
Este pronunciamiento plantea una alerta mayor: el Perú estaría violando compromisos internacionales adquiridos al momento de inscribir las Líneas de Nasca como Patrimonio Mundial. Según las reglas de la UNESCO, cualquier modificación al área protegida debe ser sustentada y aprobada por el Centro de Patrimonio Mundial, no puede ser producto de una decisión unilateral de un Estado parte.
Al actuar sin consulta previa y sin aprobación del organismo internacional, el Perú podría exponerse a sanciones, observaciones o incluso a que el sitio sea incluido en la lista de Patrimonio Mundial en Peligro, una categoría que afecta gravemente la imagen y gestión cultural del país.
ICOMOS recuerda que el área protegida no solo contiene geoglifos mundialmente conocidos, sino también zonas donde aún se descubren nuevas evidencias arqueológicas. De hecho, varios estudios recientes han revelado nuevos trazos en zonas ahora excluidas por el Ministerio, lo cual desmiente la supuesta «inexistencia de evidencia» esgrimida por funcionarios del sector.
El pronunciamiento de ICOMOS señala: “El Área de Reserva Arqueológica de las Líneas y Geoglifos de Nasca y Palpa constituye el paisaje cultural más grande de la humanidad […] de suma importancia estimular su investigación, protección, conservación y puesta en valor”.

Exigen derogatoria
ICOMOS Perú exige la inmediata derogatoria de la Resolución Viceministerial N°0128-2025 y propone la creación de una Mesa Técnica de Trabajo que articule esfuerzos entre el Estado, la comunidad científica y los organismos internacionales. Solo así se podrá garantizar una gestión responsable, participativa y acorde al compromiso global que representa conservar este legado milenario.
Este pronunciamiento es más que una crítica técnica: es un llamado de atención al Estado peruano para que no debilite sus estándares de protección patrimonial. Las Líneas de Nasca no son solo un símbolo nacional, son parte de la memoria cultural de la humanidad. Protegerlas es un deber ético, jurídico e histórico.
Cultura
La rebelión de Sacsayhuamán contra el Ministerio de Cultura
Contundente paro de los trabajadores del sector cultural en la ciudad imperial.

Foto: Néstor Larico
Apenas despuntaba el día cuando un grupo de trabajadores de la Dirección Desconcentrada de Cultura del Cusco rompió la quietud de Sacsayhuamán, ese inmenso escenario pétreo donde cada junio se celebra la ficción ritual del Inti Raymi. Esta vez no había incas ni coreografías: había descontento, hartazgo y una demanda urgente. Los trabajadores, en huelga de 24 horas, irrumpieron en la explanada con pancartas y consignas, exigiendo lo que, según ellos, el poder político les ha negado sistemáticamente: dignidad.
Bajo una vigilancia policial notable —que parecía más interesada en contener el simbolismo del acto que en prevenir algún daño real— los manifestantes cumplieron lo prometido: una protesta pacífica. Aclararon, con la cautela de quien ya ha sido acusado antes, que ni el turismo ni el patrimonio sufrieron alteración alguna. Pero el mensaje era claro: están dispuestos a escalar el conflicto si su voz sigue siendo ignorada.
“El ministro está completamente cuestionado, no solo en Cusco, sino a nivel nacional. No responde, no dialoga, no escucha”, declaró con severidad Daniel Estombelo, secretario general del sindicato, ante las cámaras de Nueva TV Nacional. No se trataba, según él, de una simple huelga más, sino de un llamado de auxilio de una institución que se desangra lentamente.

Los reclamos no son nuevos, pero han adquirido un tono más urgente. Denuncian la precarización del trabajo, el incumplimiento sistemático de pactos colectivos y, sobre todo, una estructura salarial que raya en el absurdo: mientras la mayoría de trabajadores percibe entre 1.200 y 1.700 soles mensuales, algunos funcionarios designados por afinidad política —nunca por mérito— reciben sueldos de hasta 11.000 soles. “Queremos un proceso de homologación justo y real”, exigió Estambelo, en lo que ya suena a clamor colectivo.
El pliego de demandas incluye también la reestructuración interna de la Dirección, de acuerdo con lo estipulado en la Resolución 520-2023, y la construcción de una sede institucional en el terreno de Huáscar, que desde hace más de una década duerme el sueño de los elefantes blancos: abandonado, polvoriento, símbolo de la desidia estatal.

Pero el momento más revelador de la jornada llegó al final, cuando el dirigente sindical advirtió, sin titubeos, que esta era solo una advertencia. “Si no hay respuesta, marcharemos hacia Machu Picchu y cerraremos el acceso. Estamos hartos de ser ignorados”. No era una amenaza gratuita, sino la consecuencia lógica de años de sordera burocrática.
Que esta protesta se haya realizado en Sacsayhuamán, a pocos días del Inti Raymi —esa teatralización oficial del poder ancestral—, no es casualidad. Los trabajadores parecen haber querido recordarle al país que mientras se ensaya la pompa, se ignora la miseria cotidiana de quienes sostienen, día a día, la cultura viva del Perú.
Cultura
Cristóbal toma El Ateneo
Una constelación de escritores presenta la vibrante novela de Gabriel Núñez del Prado en la catedral de las letras de Madrid.

El Ateneo de Madrid, templo histórico de las letras hispánicas, albergó el pasado martes 27 de mayo la presentación de Cristóbal (2024), el enigmático libro del joven escritor peruano Gabriel Núñez del Prado (Lima, 1988). Un acto que, más que una mera presentación, fue un ritual de resurrección: el autor convocó en ese santuario bibliográfico —custodio de primeras ediciones decimonónicas— las voces enterradas por el canon, desde Vallejo hasta los márgenes que hoy reclaman su lugar en el centro.
La icónica biblioteca, con sus estanterías atestadas de clásicos, fue testigo de cómo un libro artesanal —impreso en Londres con un tiraje de solo 201 ejemplares— desafiaba las lógicas del mercado editorial. Marta Sanz, vicepresidenta del Ateneo, abrió el acto destacando la «rareza y potencia» de una obra que desde ya merece su lugar entre «las joyas de la Corona”. Le siguió el poeta Alonso Ruiz Rosas, quien exaltó el sobrio lirismo de la obra y evocó una anécdota personal: de niño conoció al abuelo de Núñez del Prado, tejiendo así un hilo generacional que conecta Lima con Madrid.
Adriana Jaramillo, presentadora del Premio Formentor, citó dos de las reseñas peruanas más enjundiosas sobre la novela —de Mirko Lauer y Czar Gutiérrez— antes de ceder la palabra al consagrado Jorge Eduardo Benavides, quien definió Cristóbal como «un collage de lenguas y ruinas: No es una novela, es un conjuro. Un libro que exige ser leído en voz alta para que respiren sus muertos».

-Un medium entre lenguas–
Núñez del Prado, filólogo y políglota, comenzó su intervención con una reflexión sobre las bibliotecas como «templos donde los muertos susurran». Ante un público atento, recitó de memoria El Redoble Fúnebre de César Vallejo —poema XIII de España, aparta de mí este Cáliz— y la sala enmudeció. «Leer aquí —dijo— es como abrir una tumba y dejar que la voz de los olvidados hable por nosotros».
Ese gesto no fue casual: Cristóbal es un laberinto de lenguas (quechua, latín, inglés) y una arqueología de saberes silenciados. El autor explicó que su libro «no busca ser entendido, sino ser habitado», citando a Glissant y su «derecho a la opacidad». «El quechua no es adorno, es un cuchillo —afirmó—. El latín no es prestigio, es un jeroglífico. Y el inglés, aquí, es un prisionero de guerra».

¿Y el libro? Es un rizoma contra el canon. Se estructura en 53 fragmentos que evocan bestiarios medievales y códices alquímicos. No hay linealidad, sino un «caos ordenado» que huye del realismo criollo para abrazar una Lima espectral: la de los mestizos que hablan en quechua entre paredes virreinales, la de los fantasmas de Arguedas y Moro paseando por Londres. Benavides lo resumió así: «Es como si Borges hubiera reescrito Los ríos profundos en clave gnóstica».
Publicado por una microeditorial londinense, Cristóbal encarna la resistencia epistémica de la que hablan Mignolo y bell hooks: «Escribo desde la herida —confesó Núñez del Prado—. Pero la herida ya no duele: es un portal». ¿Y el mensaje? Descentrar el sur para reinventar el centro. Al final, el autor dejó una pregunta en el aire: «¿Qué es el canon hoy? ¿Un museo o un campo de batalla?». Mientras los asistentes hojeaban los ejemplares —numerados como piezas de arte—, el eco de Vallejo parecía mezclarse con el rumor del quechua.

En ese instante, el Ateneo ya no era el centro: era un cruce de caminos donde lo marginal, por fin, tomaba la palabra. Porque, en efecto, Cristóbal es un acto de insubordinación literaria. Y esta noche, en Madrid, su rebelión comenzó a escribirse. Para que, al final, el evento cerrara con un brindis en un salón aledaño donde los asistentes discutían si lo que habían escuchado era una presentación o un «exorcismo en clave poética».
Alguien también preguntó en voz baja: ‘¿Esto es literatura o contrahistoria?’. La respuesta quizá esté en los 201 ejemplares numerados que, como municiones de guerrilla cultural, empiezan su viaje subterráneo en la grata compañía de las ilustraciones de Manuel Barahona. Porque en la era del algoritmo, la verdadera insurrección puede ser un libro que se niega a ser digitalizado.
Cultura
Cusco se levanta: confirman paro el 5 de junio contra la indiferencia de un ministro cusqueño [VIDEO]
Las protestas se realizan mañana tras la crisis que vive el Ministerio de Cultura durante la gestión de Fabricio Valencia Gibaja.

Patearon el tablero. Trabajadores del Ministerio de Cultura de la ciudad imperial, confirmaron que mañana de inicia un paro general donde participarán los distintos sindicatos del sector cultura del Cusco.
Según el pronunciamiento oficial emitido por el sindicato, los motivos centrales del paro incluyen la homologación salarial, el cumplimiento de pactos colectivos firmados con anterioridad, la reorganización interna de la DDC Cusco, la construcción de un local institucional propio y la designación de un titular para la Dirección, cargo que, según los trabajadores, permanece sin liderazgo efectivo.
Este 5 de junio, Cusco no solo paraliza actividades: se alza con dignidad. El sindicato SITRACAS, que agrupa a trabajadores de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC), ha convocado a un paro preventivo de 24 horas. La razón: la creciente indignación ante la desastrosa gestión del ministro de Cultura, Fabricio Valencia Gibaja, un cusqueño que, para muchos de sus paisanos, ha dado la espalda a su tierra.
Andy Ancasi, dirigente del sindicato SITRACAS, no se anda con rodeos: “Esperábamos más de un cusqueño. Valencia conoce la realidad de la DDC Cusco, trabajó aquí, y sin embargo, su gestión ha sido una decepción. Pensamos que sería diferente a la anterior ministra, pero es más de lo mismo”. Sus palabras resumen el sentir de cientos de trabajadores y profesionales que cuidan día a día el patrimonio de la capital histórica del Perú.
Los reclamos son múltiples y urgentes. Desde la falta de uniformes para el personal que vigila y mantiene los parques arqueológicos, pasando por la ausencia de seguros de riesgo, hasta una injustificable brecha salarial entre los locadores del Ministerio y los trabajadores que, con título en mano, se parten el lomo en Machu Picchu por sueldos indignos.
Cusco es la joya turística del país, la gallina de los huevos de oro, como bien dice Ancasi. Y sin embargo, el 70% del presupuesto del sector cultura que se genera allí parece esfumarse en Lima, sin revertirse en mejoras concretas para quienes hacen posible esa riqueza. “¿A dónde va el dinero?”, pregunta Ancasi con frustración. A medio año, apenas se ha ejecutado el 24% del presupuesto de más de 138 millones asignado a la DDC Cusco. Mientras tanto, los guardaparques apenas sobreviven con 1,500 soles mensuales.
Pero la indignación no se detiene ahí. La presunta mafia de la venta de boletos a Machu Picchu sigue siendo un tumor sin extirpar. Tras múltiples escándalos y cambios forzados, la venta virtual fue trasladada a Lima bajo el argumento de que el sistema cusqueño era “vulnerable”. Hoy, sin embargo, las falencias continúan, y hay un presunto desfalco de más de 250 mil soles que no ha sido esclarecido. “Nos tildaron de corruptos sin pruebas. Y ahora los problemas son peores porque no saben manejar el sistema que nuestros profesionales crearon”, denuncia Ancasi.
Lo más doloroso para los trabajadores del sector es sentir que sus propias autoridades regionales los han traicionado. No solo Fabricio Valencia, sino también su antecesor Roger Valencia, quien cuando fue ministro exoneró a una empresa de una multa millonaria por construir en una zona arqueológica intangible. “Nos gobiernan cusqueños que actúan como enemigos del Cusco”, sentencia Ancasi.
El paro de mañana 5 de junio es más que una medida gremial. Es un grito colectivo de hartazgo. Una llamada de atención a un gobierno que ve al Cusco como caja registradora, pero no como corazón cultural del país. ¿Cuántas veces más tendrá que paralizarse esta ciudad para que la escuchen?
Aquí el video de la entrevista con Andy Ancasi.
Cultura
Pieter Van Dalen sobre el escándalo de las Líneas de Nasca: «En esta área que se está retirando existen evidencias arqueológicas»
El Decano del Colegio de Arqueólogos del Perú exige la renuncia del ministro Fabricio Valencia, debido a que su gestión viene empujando a nuestro patrimonio cultural al borde del abismo.

En medio de una creciente polémica por la reciente decisión del Ministerio de Cultura de reducir el área protegida de las emblemáticas Líneas de Nasca, el Colegio de Arqueólogos del Perú ha adoptado una posición firme y crítica. Su decano, Pieter Van Dalen, alza la voz en defensa del patrimonio arqueológico nacional y exige la renuncia del ministro de Cultura, Fabricio Valencia, a quien acusa de promover una medida arbitraria y sin sustento técnico, que expone al sitio declarado Patrimonio Mundial a riesgos irreparables, como la expansión de la minería informal.
En esta entrevista, Van Dalen denuncia una serie de omisiones y retrocesos en la gestión del ministerio, señala la falta de diálogo con el Colegio de Arqueólogos, y advierte sobre una institucionalidad cultural en crisis. Con preocupación, sostiene que la reducción del perímetro no solo es técnicamente insostenible, sino que responde a intereses ajenos a la protección del patrimonio. La situación —dice— sienta un peligroso precedente: hoy son las Líneas de Nasca, mañana podrían ser Caral o Machu Picchu.

En un comunicado, la posición del colegio de arqueólogos ha sido firme, y están pidiendo incluso la renuncia del Ministro de Cultura Fabricio Valencia.
Así es. El sustento que tiene el Ministro de Cultura para reducir el área de reserva del patrimonio cultural, líneas y geoglifos de Nasca, es su extensión, que es casi del tamaño del Departamento de Tumbes, pero esta no es una razón convincente; eso tiene que hacerse en base a estudios previos, trabajos de investigación, proyectos de evaluación arqueológica y otros que permitan corroborar que efectivamente en esa área no existen evidencias arqueológicas.
Ahora, nosotros hemos revisado el SIGDA y hemos revisado la bibliografía existente y estamos verificando que efectivamente en esta área que se está retirando existen evidencias arqueológicas, no solamente relacionadas con los geoglifos de Nasca, sino sitios de diferentes períodos culturales.
Entonces, lo que se está cometiendo es un atentado contra nuestro propio patrimonio. Y este atentado que viene desde la institución que debería defenderlo.
Así es. Es una situación muy lamentable que nos llena de consternación a todos los que estamos involucrados con los temas culturales, con el patrimonio arqueológico y su protección. Y en realidad, pues, esta situación hace que miremos hacia atrás y digamos: «¿Qué hemos hecho en estos casi 25 años de existencia del Ministerio de Cultura?»
Yo creo que antes, cuando era Instituto Nacional de Cultura, se tomaban medidas y acciones más efectivas para proteger el patrimonio. El Mincul ahora es una institución que se está llenando de burocracia y es más lo que pone trabas. El Ministerio de Cultura se está convirtiendo en el perro del hortelano, porque no defiende el patrimonio, no toma acciones ni deja que otras entidades las tomen. Porque solamente pone trabas administrativas a todos los procesos.

Ministro de Cultura Fabricio Valencia Gibaja.
Esta reducción del perímetro de la línea de Nasca al final favorece a los mineros informales. Se habla de una presunta negociación política, ya que el alcalde de Nasca hace tres meses solicitó terreno de las Líneas de Nasca a la Superintendencia de Bienes del Estado.
Sí, pues esta es una situación sorprendente. No tenemos nosotros esa información del alcalde, pero sí, sabemos que en la zona, y el mismo Ministro de Cultura lo ha manifestado, operan mineros informales.
Hace unos meses él mismo hizo la denuncia señalando que las líneas de Nasca corrían peligro justamente por la presencia de la minería ilegal. Y hoy, tres meses después, saca esta normativa que a muchos nos crea suspicacia y llama mucho la atención.
La exigencia de la renuncia del ministro, ¿crees que será abordada por la presidenta Dina Boluarte?
Mira, nosotros venimos pidiendo la renuncia del ministro desde hace mucho tiempo. Desde enero y febrero son casi cuatro meses que nosotros venimos pidiendo y con un pronunciamiento solicitamos esto.

¿Por qué?
Porque el ministro de Cultura, más allá de velar por el patrimonio cultural, se estaba interfiriendo en los asuntos internos de nuestro colegio profesional. Entonces, después de ello hemos pedido una serie de reuniones conjuntas para plasmar nuevamente en las mesas de trabajo, que ya las habíamos planificado desde la anterior gestión, cuando estaba de director el arqueólogo Martín Córdoba, para ver diversos temas como la modificatoria del reglamento de intervenciones arqueológicas, ver la modificatoria a la ley de patrimonio y otros aspectos que competen también al colegio. Pero, lamentablemente, el señor ministro no nos ha querido dar ninguna reunión.
Mucho peor la viceministra Moira Novoa. Ella, pese a que es arqueóloga y miembro del colegio, que asumió la Dirección General de Patrimonio Arqueológico, no nos ha querido dar la cara. No ha querido tener una reunión con nosotros.
Cuando subió de viceministra, peor, la última reunión que aceptó fue para el jueves de la semana pasada, pero lamentablemente dos días antes nuevamente y por quinta vez nos canceló la reunión. Entonces, ese tipo de acciones, pues, sin transparencia, sin capacidad de diálogo, hacen ver que esta gestión está yéndose para abajo. Y el resultado es esto que estamos viendo con esta resolución viceministerial que tanto y tanto defiende el ministro.
Las líneas de Nasca son un sitio tan representativo, tan importante de la arqueología peruana, que, pues, hoy estamos frente al atropello y a la vulnerabilidad de este sitio patrimonio mundial. Imagínate, mañana será Caral, pasado mañana será Machu Picchu y así.

La crisis de esta gestión se ve a nivel nacional…
¿Cuántos sitios se vienen destruyendo cada día por la inacción del Ministerio de Cultura? La ciudad de Huari, por ejemplo, que se encuentra abandonada, se encuentra a su suerte. Ha tenido una serie de afectaciones. Durante las lluvias y diversos problemas. Y el Ministerio de Cultura no hace nada, a pesar de que hace tres años ha sido declarado en emergencia por Defensa Civil. Miren lo que pasó con el sitio de Vilcashuamán. ¿Qué es lo que ha pasado con el puente de Qeswachaka, en Cusco? O sea, estamos frente a diversas situaciones y la inacción del Ministerio de Cultura es total. Por eso el Colegio de Arqueólogos pidió, pide y se ratifica en pedir el cambio del ministro y el cambio de la viceministra a la presidenta Boluarte.
Has mencionado que la viceministra Moira Novoa Silva es parte del Colegio de Arqueólogos, ¿desde el colegio habrá alguna sanción disciplinaria? ¿Están viendo ese tema?
Mira, nosotros estamos prestos a cualquier denuncia. El otro día, en redes sociales, se han pronunciado varios sectores de nuestro colegio pidiendo una investigación y no podría yo adelantar opinión, pero, sin embargo, estamos prestos a recibir cualquier tipo de denuncia y será sometido al Tribunal de Ética y Disciplina como corresponde y ellos, con la autonomía que tienen, verán si es factible o no aplicar una sanción.

Minería ilegal en Nasca.
Explica al público la importancia de las Líneas de Nasca y el daño que se le hace con esta reducción del perímetro.
Las Líneas de Nasca son un sitio emblemático de la arqueología peruana; como dije, es un sitio de patrimonio mundial. Es un complejo arqueológico que es la evidencia tecnológica, cultural y religiosa de los antiguos Nasca, una de las sociedades que se desarrollaron en la costa entre el año 200 y el año 700 d.C. Y las líneas de Nasca guardan todavía información de la idiosincrasia de estas antiguas poblaciones que supieron dominar el desierto y sacar adelante una civilización de tanta complejidad cultural. Entonces, sabemos que, en los últimos años, salvo los estudios realizados por los japoneses de la Universidad Yamagata y algunos estudios realizados por algunos arqueólogos peruanos, no se han realizado investigaciones. Pero nos llama la atención que el Ministro de Cultura tome y cite los estudios de los japoneses de Yamagata, de los arqueólogos de Japón, como base a partir de la cual han hecho ellos este recorte.
Puesto que estos estudios son precisos y han abordado algunos polígonos dentro de la gran poligonal de Nasca. Pero ellos lo han dado a conocer hace un año, el descubrimiento de geoglifos muy importantes. Y que salen justamente del área considerada como el área nuclear, el área tradicional, con una gran cantidad de motivos diseminados por diversas secciones de la Pampa de Nasca. Entonces, ¿por qué el ministro Valencia Gibaja toma este tipo de actitudes?
¿Qué ha hecho el Ministerio de Cultura en los últimos años por las Líneas de Nasca?
No ha hecho nada. Tiene una dependencia encargada de velar por la protección, pero no ha hecho ningún tipo de trabajo de investigación. No tiene ninguna publicación, no tiene ninguna excavación, no ha hecho nada. Y esto está a cargo del arqueólogo Jhony Isla. Entonces, si el Estado peruano no ha invertido para conocer cuál es el significado, cuál es la extensión real de la línea de Nazca, ¿cómo puede sacar una resolución así de manera tan arbitraria?
Y esto también hay que investigar, qué es lo que está pasando en la Dirección Desconcentrada de Cultura de Ica. Existen múltiples denuncias y quejas sobre el accionar de esta DDC. Pero, lamentablemente, se hace caso omiso. Es necesaria una intervención urgente en esta DDC y verificar, pues, qué es lo que está pasando acá. Yo creo que ya es momento de que la Contraloría entre a tallar, cumpla sus funciones, intervenga esta dependencia para identificar posibles irregularidades que se estén dando.
Cultura
Ministerio de Cultura mutila la protección de las Líneas de Nasca
Fabricio Valencia y Moira Novoa deben responder ante la historia y un país que no tolera el canje político del patrimonio cultural material.

Una de las joyas del patrimonio mundial, las Líneas de Nasca, ha sido objeto de una mutilación disfrazada de “ajuste técnico”. La resolución firmada por la viceministra Moira Novoa Silva, y avalada políticamente por el ministro de Cultura Fabricio Valencia, ha reducido el perímetro de protección de esta zona sagrada sin justificación científica creíble. Pasamos de 297 km a 249 km de área resguardada, con una simple firma. ¿Coincidencia? Improbable.
Lo que a primera vista se presenta como una medida administrativa, en realidad abre peligrosos “accesos” para intereses privados. El trazo milenario de Nasca no fue alterado por el tiempo, sino por la mano interesada de quienes hoy habitan el poder. Y detrás de esta maniobra, asomarían los tentáculos de Alianza para el Progreso (APP), partido liderado por César Acuña, quien no esconde —más bien blanquea— su afinidad con los mineros informales.
No es menor el detalle de que el alcalde de Nasca, Wilman Bravo Quispe (de APP), pidió gratuitamente a la Superintendencia Nacional de Bienes Nacionales (SBN) un terreno de 600 mil m² en plena zona arqueológica de Poroma. ¿El objetivo? No fue declarado, pero la ubicación revela el interés: liberar tierras estratégicas en zonas ricas en minerales. El pedido fue archivado, pero semanas después se inició el proceso para modificar la delimitación patrimonial. ¿Casualidad? Cuesta creerlo.
La resolución viceministerial de Moria Novoa se basa en informes contradictorios y desoye las recomendaciones de la propia Dirección de Sitios del Patrimonio Mundial. No se respetó la sugerencia de incluir toda la zona de amortiguamiento. Además, dentro del nuevo polígono aún existen bienes sin sanear, es decir, legalmente desprotegidos. Prácticamente, se ha abierto la puerta al saqueo moderno.
No cabe ninguna duda de que esto no es torpeza; es cálculo. Porque lo técnico ha sido subordinado a lo político, y lo político al interés económico. Desde el Ministerio de Cultura Fabricio Valencia y Moira Novoa tienen mucho qué responder y deberán rendir cuentas no solo ante la historia, sino ante un país que no puede seguir permitiendo que su patrimonio cultural material sea moneda de cambio partidario.
Cultura
FIL de Lima, en la cola de las ferias del libro de la región [VIDEO]
Una comparación de la Feria del Libro de Lima con otras ferias de la región. Aquí el resultado.

Las ferias del libro son eventos culturales temporales dedicados a la exposición, venta y promoción de libros. Se realizan en lugares públicos como centros de convenciones, plazas o escuelas, y reúnen a editoriales, librerías, escritores, lectores y profesionales del mundo del libro.
Hay muchas ferias del libro importantes en todo el mundo. Entre ellas destacan: la Feria del Libro de Frankfurt en Alemania; la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en México; la Feria del Libro de Londres, en Reino Unido; la Feria del Libro de Bolonia en Italia; la BookExpo América en Estados Unidos; el Salon du Livre de París (Salun di libro de parrís) en Francia; y la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires en Argentina.
En Latinoamérica, la FIL de Guadalajara es la feria del libro más importante en el mundo de habla hispana y una de las más grandes del mundo. Se realiza cada año en México, usualmente entre noviembre y diciembre y reúne a más de 800 mil visitantes, con autores y editoriales de todo el mundo y cada año tiene un país o región invitada de honor.
La FIL Lima también reúne a escritores, nacionales e internacionales; sin embargo, no suele invitar a literatos de la talla de un Nobel. Por otro lado, hay que reconocer que viene posicionándose cada vez mejor en la región y en 2024 registró un récord de más de 530,000 asistentes, superando la cifra del año anterior en un 23%. Y para la edición de este año 2025 se prepara un Homenaje que será dedicado al escritor peruano Mario Vargas Llosa, en reconocimiento a su legado literario.
En resumen, las ferias del libro son más que simples eventos comerciales: son celebraciones de la lectura, la cultura y el pensamiento. En esencia, nos recuerdan que leer es una forma de libertad y que los libros siguen siendo herramientas poderosas para entender el mundo y transformarlo.
Aquí el podcast de Lima Gris con todos los detalles de la FIL de Lima.
Cultura
San Juan de Lurigancho se convierte en un “Museo al Aire Libre” con más de 20 artistas urbanos
Arte en las calles del distrito más poblado del Perú.

En conmemoración del Día Internacional de los Museos, el distrito de San Juan de Lurigancho se prepara para acoger un evento que promete transformar su paisaje urbano en una explosión de color y creatividad. Los días 24 y 25 de mayo, la estación Bayóvar de la Línea 1 del Metro de Lima será el escenario de “Museo al Aire Libre”, una intervención artística sin precedentes organizada por POPULART, colectivo reconocido como Punto de Cultura por el Ministerio de Cultura.
Más de 20 artistas y colectivos del arte urbano peruano —entre muralistas, ilustradores, diseñadores y gestores visuales— se reunirán para convertir muros grises en lienzos vibrantes. La propuesta va más allá del arte: busca reivindicar el espacio público como un lugar de encuentro, memoria e identidad, acercando el arte a la comunidad como herramienta de inclusión y transformación social.
Entre los nombres confirmados destacan reconocidos referentes de la escena urbana como Ilustronauta, Jimbo, Jhoel Mamani, Roberto Peremese, Huansi, Majez, Robin Vela, Kaer y Blue Stef. Junto a ellos, propuestas innovadoras como Módulo.Lab, Gatonegro, y artistas emergentes como Crocketa, Sukey y Murgamdh, conforman un mosaico de estilos y generaciones que dialogan en un mismo espacio.

El evento cuenta con el respaldo de aliados como Línea 1, Barrroco, Colombia Tools y Canal Museal, y forma parte de una apuesta por la descentralización cultural, que busca llevar el arte a todos los rincones de Lima Metropolitana, más allá del circuito tradicional.
“Museo al Aire Libre” es de ingreso libre y abierto a todo público. La ciudadanía está invitada a ser parte de esta experiencia que hará de San Juan de Lurigancho una galería viviente y una referencia cultural en la ciudad.
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