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Periodismo

La otra pandemia: la desinformación

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Desde que el 6 de marzo último se conoció el primer caso de covid-19 en nuestro país, el interés de los peruanos por saber de esta enfermedad creció exponencialmente. Pasó de 6 búsquedas web ese día a 100 el 15 de abril.

A medida que la covid-19 avanzaba por Perú, una circulación masiva de información falsa empezó a extenderse como el propio virus. El 17 de marzo se difundió por wasap que todo un piso del principal hospital peruano estaba infectado con covid-19; un día después, el 18, un exalcalde de Bogotá informó que el Perú acababa de nacionalizar hospitales y clínicas.

El 22 de marzo, también por wasap, corrió la noticia de que EsSalud estaba ofreciendo ayuda monetaria a algunas personas incluidas en la lista para soportar la cuarentena.

El 6 de abril, un químico farmacéutico peruano Juan Panay se presentó en YouTube afirmando que la sal de gárgaras mata al coronavirus al alterar el pH de la garganta. La noticia, que fue recogida por el portal Maldita.es y rebotó en varios medios peruanos, llevó al Ministerio de Salud a tener que publicar una nota para aclarar que la sal no cura la covid-19.

Un mes después, el 6 de mayo, 4 fotos se volvieron virales en las redes sociales, principalmente en Facebook, con el mensaje: “Asesinado por covid-19 arrojado al agua en Ecuador estaría causando la muerte de peces en Perú”. La información elaborada por el portal colombiacheck.com tuvo que ser rectificada por el medio al comprobar que los cuerpos en una playa no son muertos por covid-19.

Según la Red Internacional de Verificación de Hechos del Instituto Poynter, desde el 17 de marzo hasta el sábado 9 de mayo, 8 noticias falsas y 2 engañosas sobre la covi-19 han circulado por la web en Perú.

Si bien el número de informaciones falsas y engañosas en nuestro país es poco, en un contexto de la covid-19, los efectos de estas dos modalidades pueden ser de igual manera mortales.

La desinfodemia

En el marco del Día Mundial de Libertad de Prensa, celebrado el 3 de mayo último, la Unesco en Quito, Ecuador, realizó el Foro Virtual “Desinfodemia en América Latina: hechos-19”

Saadia Sánchez Vega, directora de la oficina de la Unesco en Quito, mencionó que durante la crisis de la covid-19, la información se ha colocado en el centro del escenario: “Lo que ha denominado la Unesco como desinfodemia no es solo el volumen y la velocidad con que circula la información falsa sino también su combinación con contenido emocional y el hecho de que esta información sea transmitida por actores influyentes”.

Las estadísticas que permitan identificar las tendencias sobre el alcance y la difusión de la “desinfodemia” son escasas. Sin embargo, las cifras que la Unesco ha encontrado actualmente apuntan a un alcance y difusión en escala masiva.

a.- Sobre la base de un análisis de aprendizaje automático de 112 millones de posteos públicos realizados en 64 idiomas en distintas redes sociales, todos relacionados con la covid-19, los investigadores de la Fundación Bruno Kessler detectaron que un 40 % de los mensajes provenían de fuentes poco confiables.

b.- Por su parte, la Fundación Observatorio de Infodemia Covid-19, que utilizó técnicas de aprendizaje automático, encontró que casi el 42 % de los más de 178 millones de tweets relacionados con la covid-19 fueron producidos por bots (robots).

c.- Unos 19 millones de los casi 50 millones de tweets relacionados con covid-19 y analizados mediante inteligencia artificial (38 % del total) por Blackbird.Al fueron considerados como “información o contenido manipulado”.

d.- Otro estudio, esta vez del Instituto Reuters realizado en seis países, detectó que un tercio de los usuarios de redes sociales han informado haber leído información falsa o engañosa sobre la covid-19.

¿Qué hacer ante este escenario?

Liliana Elósegui, de Verificado México, dijo que ante la creciente ola de desinformación de la covid-19 en los países de América Latina, los quipos periodísticos en el mundo deben reforzar la disponibilidad de herramientas relevantes y educar a las audiencias a cerca de la verificación de contenidos, para fortalecer las defensas ciudadanas ante la desinfodemia.

César Ricaurte, director ejecutivo de Fundamedios, apunta que los periodistas, trabajadoras y trabajadores de los medios de comunicación son cruciales como guías de la ciudadanía para tomar decisiones informadas. “Ahora más que nunca necesitamos que los medios de comunicación documenten lo que está sucediendo”, dice.

En los libros “Manual de Verificación” y “Manual de Verificación para informes de investigación”, el editor Craig Silverman recomienda a los periodistas para no caer en los engaños de la desinformación pensar como el adversario; es decir, observar los contenidos y los mensajes digitales para considerar las motivaciones que impulsan su creación y propagación. También sugiere analizar los objetivos de los actores, como contenido, comportamiento y documentos que podrían estar trabajando al unísono como una red.

“Al comparar y contrastar estas cuatro variantes entre sí, puede comenzar a comprender lo que está viendo”, sostiene.

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Periodismo

Edad de Oro del diario La República

Lee el artículo de Edwin Sarmiento

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Escribe Edwin Sarmiento

El diario La República sigue siendo, para muchos periodistas de los años iniciales de dicho medio, un estado de ánimo, un color, un logotipo, casi casi como una bicolor nacional. Algunos, quienes trabajamos por esas épocas aún sobrevivimos; otros, entre ellos, muchos de sus fundadores, ya no están con nosotros, han partido a la eternidad, desde donde nos acompañan, al lado de las estrellas. La vida es así, pasajera, fugaz, con sus altas y bajas, sus luces y sus sombras.

Quienes pasamos por el diario que fundaran los periodistas Guillermo Thorndike y José Olaya, con el entusiasta apoyo de empresarios convocados como Gustavo Mohme Llona, Azí Wolfenson, Jorge Lazarte, Aurelio Loret de Mola, Eduardo Morán Bacigalupo, Javier Silva Ruete, a quienes se unió después, Carlos Maraví Gutarra, no dejamos de sentirnos republicanos, y aprovechamos las ocasiones que volvemos a reencontrarnos para recordar viejas anécdotas de esos años de máquinas de escribir, cuadros de comisiones colgados en la pared, desde las siete de la mañana, carillas milimetradas, las reglas y el  tipógrafo en la mesa de edición, los lápices a color para diagramar las páginas que habrían de salir impresas al día siguiente y, cómo no, las intensas noches de bohemia antes, durante y después de cada cierre de edición. Y su caja de cerveza, debajo de la mesa de edición, no faltaba más. Y, en los tiempos actuales, La República nos sirve para llenarnos de recuerdos y tomarnos unas fotos como éstas, en cualquier lugar y circunstancia.

Hace unos días nos encontramos con el ingeniero Jorge Lazarte, uno de los accionistas iniciales, en el café Haití de Miraflores. Lo vi conservado, jovial, locuaz como era antes. Por varios años fue Gerente general de la empresa periodística. Nos bastó unos pocos minutos para recordar aquella República que recorrió las calles de Lima y del país durante su primera fase considerada como la edad de oro del medio, en manos de Thorndike, hasta la conducción de Gustavo Mohme LLona, a quien los trabajadores del diario lo recordamos como “papá Mohme”.

Edwin Sarmiento con Jorge Lazarte.

La República apareció voceada, por primera vez, por canillitas, minutos después del medio día, el 16 de noviembre de 1981. Sus fundadores deseaban posesionar al medio como un vespertino, pero la idea no cuajó. Se lee en “Memorias de una pasión” del periodista historiador, Domingo Tamariz, (tomo III, p.p. 85-92) que Thorndike soñaba fundar un periódico que fuera algo así como “El País” de Madrid, con una línea de izquierda moderada, seria, analítica y democrática, para nada estridente, y respetuosa con las ideas discrepantes, que publicara artículos de los mejores escritores, políticos, literatos, sociólogos y periodistas de la época; es decir, un diario para ser leído en cualquier momento.

El público no respondió a las expectativas de sus auspiciadores. Fue un hermoso proyecto, con una diagramación moderna, bien distribuida, buenas fotografías de buen tamaño, con mucho contenido para leer, pero que no encontró a ese público que gustaba leer, acostumbrado, como estaba, a la liviandad en todo, a lo superficial. Fueron semanas de mucho esfuerzo, sueños que se diluían en tirajes cada vez más bajos, que ponían en riesgo la existencia del medio. Fue en estas circunstancias que Thorndike se vio obligado a realizar un giro de timón, que le dio excelentes resultados. Convirtió al diario en un medio de primera plana policial, con casos emblemáticos del hampa limeño que fueron entregados por capítulos bien escritos, casi novelescos que atrajeron a cada vez más lectores, y que levantaron su tiraje a cifras que llegaron a 170 mil ejemplares, según informes de Datum, convirtiéndolo, en poco tiempo, en el diario de mayor circulación y, con los años, de enorme credibilidad.

Tamariz lo recuerda así: “el nuevo diario –en un comienzo vespertino– era un producto interesante, muy bien concebido, pero demasiado intelectual para el grueso de la gente, poco a nada acostumbrada a leer notas y artículos exquisitamente redactadas (…) Ante esa circunstancia, tan peliaguda y desesperante, se vio la necesidad de cambiar radicalmente de estilo. Por suerte, se presentó el caso de Juan Asunción Vicharra Sánchez, más conocido como El loco Vicharra, en esa hora uno de los más avezados delincuentes limeños. Vicharra salvó a Thorndike del abismo del fracaso. Guillerno, con su reconocida imaginación de novelista, hizo del caso una historia por entregas. Durante días, la portada de La República se nutrió con las “hazañas” de Vicharra. Y sucedió el milagro. La tirada del diario, que estaba por los suelos, levantó como la espuma. El arrebato del Gringo de querer hacer un diario exquisito para Lima quedó en las tinieblas del olvido”. Después vendrían las historias del locho Perochena, los asaltos a bancos de Django y su pareja, cuya vida fue llevada, incluso, al cine. De estos años recuerdo a mis amigos J.L Díaz y Ernesto Chávez, tremendos reporteros de estilo agradable y transparente, encargados de dar forma a las historias que habrían de catapultar al diario que había nacido para ser grande.

Los republicanos.

Posesionado, con el tiempo, La República retomó sus portadas con casos de investigación política, hasta convertirse, en la era de “Papá Mohme”, en el diario más serio de alta credibilidad, que no debemos olvidar. Allí trabajé por espacio de diez años como cronista parlamentario, reportando las incidencias desde el Congreso de la República, durante la década del ochenta, cuando ese poder del Estado era bicameral; y los congresistas, políticos formados y, la mayoría de ellos, intelectuales de verbo cultivado, a quienes daba gusto escucharlos por horas y apreciar esa oratoria parlamentaria que, con los años, se fue perdiendo, hasta convertirse en intervenciones muy pobres, estilo WhatsApp, como es hoy día, mientras que nosotros teníamos que escribir crónicas parlamentarias de una o dos páginas y, a veces, tres, según los casos, con estilo que nos obligaba a documentarnos bien, buscar los datos en archivos y bucear por los vericuetos de las comisiones, sin tener que estar parados en los Pasos Perdidos del parlamento a la espera de oscuros personajes que apenas administran su pobre lenguaje, como es hoy. Todo fue diferente.

Recuerdo a colegas y amigos, grandes periodistas, de esos años: Alejandro Sakuda (quien llegó a ser director del diario), el escritor Alfonso La Torre (jefe de Editorial), Víctor Caycho, Miguel Mantilla (jefe de Información), Ismael León, Luis Montero, Dimas Torrejón, Oscar Cuya, Samuel Adianzén, el crítico literario Abelardo Oquendo, Mirko Lauer, Raúl Vargas (también director del diario, por un tiempo); el legendario reportero Humberto Castillo (más conocido y querido como Chivo Castillo), Mario Campos (que incursionó, con  éxito, en el canto como Diego Mariscal), Armando Campos, Ernesto Chávez, José Luis Díaz, Damián Retamozo,  Jorge Sandoval, Pedro Franco, Pedro Parra, Maritza Espinoza, Christian Vallejo, enigmático y cultísimo periodista de quien hablaré en una crónica especial después. También a los gráficos el legendario Chino Domínguez, Manuel Vilca, César Aquije, Hugo Valdez, Julio Pérez y muchos que se me pierden en el tiempo.

Muchos de nuestros compañeros de los 80 nos tomaron la delantera. Ya no están con nosotros. Quienes sobrevivimos nos reunimos periódicamente para cada aniversario del diario. Tenemos esa familiar costumbre que es alimentada gracias al entusiasmo de Ana Cecilia Del Castillo quien nos volvió a reunir, esta vez, en casa de otra querida colega: Isabel Domínguez. En esta ocasión estuvimos Reynaldo Muñoz, Elizabeth Pinto, Dante Alfaro, Myriam Núñez, Luis Alberto Chávez. Doris Hinojosa, Judith Milla, Gretta Mercado, Liliana Beraún, Georgina Pareja, César Ascuez, Oscar Melgar, Víctor Calderón. Aprovechamos para recordar, con afecto a los últimos que nos tomaron la delantera, como José Chirito, el poeta Juan Carlos Lázaro, Inés Flores, Maruja Muñoz, entre otros. Y también para comentar, a veces con dolor, el modo cómo La República fue ganado por el activismo informativo en perjuicio de esa objetividad que era norma y guía para quienes trabajamos, hace décadas, en el diario del Jr. Camaná, cercado de Lima.

Somos de la época de los coches bomba. Registramos las noticias escribiendo como podíamos en las noches de apagón. Nacimos un año después que Sendero Luminoso ya avanzaba por los campos temerosos de Ayacucho, expandiendo su prédica de muerte y dolor por las comunidades cercanas de Apurímac y Huancavelica. Lima de los 80 era una ciudad sitiada no sólo por los huecos en sus pistas, sino por la pobreza en sus conos y el terrorismo que se hacía presente con pintas en los cerros San Cristóbal y San Cosme. Gobernaba entonces el Arq. Fernando Belaúnde Terry, en su segundo gobierno. Dimos cuenta, en julio de 1982, de la mayor ofensiva senderista en las comunidades pobres de Ayacucho, con 34 acciones terroristas y el asesinato de algunos alcaldes distritales en Víctor Fajardo.

En enero de 1983 era asesinado un reportero de La República entre los mártires de Uchuraccay. Las páginas de La República dieron amplia cobertura, en noviembre del 83, a la masacre ocurrida de la comunidad de Socos, donde fueron asesinados 32 comuneros, entre hombres, mujeres y niños, a manos de un grupo de Sinchis de la policía nacional. La República estuvo presente para señalar los actos criminales del terrorismo sin límites de SL y de los vejámenes de los derechos ciudadanos por parte de las fuerzas del Estado en el contexto de una guerra desigual desatada por el terrorismo. Redactores y reporteros de esos años de La República registraron para la historia la crueldad de esas largas noches de terror y de agonía. No podemos olvidar…y menos ignorar.

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Periodismo

¡FAKENEWS! ¿Qué sabes sobre la desinformación?

Lee la columna de Elvis Herrada.

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Sabías mi hermano que el 80% de peruanos no puede reconocer una noticia falsa, y no lo digo yo sino la revista Panamericana de Salud en su informe del 2021. Y lo peor, es que de ese total de peruanos el 78% se ubica en Lima según UNICEF. Sí, la ciudad capital, donde según los estudios del Instituto Nacional de Estadísticas e Información (INEI 2022) existe un incremento acelerado del uso del internet en niños y adolescentes, definitivamente la población más vulnerable para los timos y bulos.

¿Y qué fv*k es eso? Es la desinformación mi broder, la prensa amarilla, el sensacionalismo, la mentira al mismo estilo de los diarios chicha del japonés al que decían chino Alberto Fujimori y que rebautizó como fake news Donald Trump en su campaña política que lo ubicó en la Presidencia gringa y que ahora pretende repetir.

Pero regresando a Perú, las estadísticas del INEI son abrumadoras primo, pues justamente es este grupo juvenil quien batutea el récord de proliferación de noticias falsas en las redes sociales. Alucina las cifras si le sumas la desinformación que difunden los medios de comunicación masivo -como lo evidencian día a día- que tienen llegada a públicos de todos los rincones del país. La audiencia es apoteósica, algo así como la fama de Bad Bunny.

Pero mi hermano la verdad de la tortilla es que la desinformación, fake news, noticias falsas, mentiras, noticia tendenciosa o como quieras llamarlo, no es un juego de confundición (como diría el Chavo del ocho) sino la estrategia de manipulación social masiva más efectiva que se ha conocido en la historia de la humanidad.

Para desgracia de la sociedad esta gran ola de desinformación es producida por empresarios que usan al periodismo como herramienta de amedrentamiento contar sus adversarios.

Y así no es, mi causita, porque esta tendencia desinformativa es ahora un arma para robar el dinero a los más pobres. Hemos sido testigos de cómo familias de extrema pobreza fueron víctimas de suplantación de identidad para el cobro de bonos económicos del Estado. Sátrapas.

Pero no solo eso my friend, alucina que la desinformación asesina, como lo sucedido hace un año en la provincia de Tacna cuando una madre recibió un mensaje de texto donde le explicaban cómo curarse del Covid-19 haciendo inhalaciones con medicamentos en su baño. Lamentablemente ella y su hija murieron siguiendo las indicaciones. Y eso puede pasar en el círculo más cercano de tu familia si no están advertidos.

Es aquí donde el periodismo se independiza de los medios de comunicación para cumplir con su función de informar con la verdad en plataformas alternativas, verificando fuentes antes de publicar, certificando testimonios, corroborando datos, desterrando de sus redacciones las órdenes de los directores que nunca pisaron una escuela de comunicaciones.

Y de aquí parte la necesidad de que la comunidad entre en acción mi hermano. ¿Cómo? te preguntarás y yo te respondo: lo primordial es evitar difundir noticias tendenciosas, falsas, esas que aplican directamente a tu bobo, a tu corazón, a tu sentimiento y te indignan tanto que compartes solo leyendo el titular. Eso elimínalo de tus acciones y antes de compartir por lo menos abre el link para leer la noticia.

Lo segundo es advirtiendo a tu comunidad más cercana de que una noticia puede hacerle daño. Imagina que a tí, a tu viejita y a tu hermana les llegue un whatsapp que les pida su identidad y claves de acceso para cobrar un dinero. Tú sabes que es una estafa y tu hermana tal vez, pero tu madre puede ser vulnerable y lo efectivo es advertirle sobre este tipo de robos sistemáticos.

¿Y cómo puedes hacer eso? Pues https://www.sutitarimay.xyz ha creado una machine learning que evalúa noticias en solo segundos. Ésta inteligencia artificial aplica criterios basados en objetivos periodísticos, fuentes de fact-checking, verificación de imágenes, deepfake, big data analytics.

El evaluador escanea el url y arroja una valoración al 100% de la noticia en cuestión. El resultado puede ser compartido en las redes sociales advirtiendo sobre la peligrosidad de la desinformación. Con esta herramienta se genera un movimiento ciudadano, un grupo humano que lucha contra la desinformación advirtiendo su amenaza para los familiares, amigos y ciudadanos. Una corriente que ya empezó a actuar.

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Internacional

“Fue el Estado”: riesgos y retos del periodismo de investigación

Lee la columna de Raúl Allain.

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El reportaje radial “Fue el Estado”, producido por el periodista peruano Daniel Alarcón y emitido en su emblemático portal web “Radio Ambulante” (http://radioambulante.org/audio/fue-el-estado) aborda el problema de los riesgos que tienen los periodistas que investigan sobre los nexos de corrupción entre el narcotráfico y el Estado, que incluso los hace víctimas de asesinatos a manos de sicarios contratados por las organizaciones criminales.

Se aborda concretamente el caso de México, un país latinoamericano muy golpeado por el narcotráfico, y la labor de la valiente periodista Anabel Hernández García (1971), quien es una de las mujeres de prensa que más ha publicado reportajes de investigación y libros que revelan las oscuras relaciones entre autoridades estatales corruptas y narcotraficantes, lo que se conoce como el “narco estado”.

Ella actualmente está amenazada de muerte por las mafias de la droga, y para cuidar su vida tiene que vivir permanentemente escoltada por guardias de seguridad. En el año 2001 ganó el Premio Nacional de Periodismo de México y en 2003 recibió un reconocimiento de galardón de UNICEF por investigar sobre niñas esclavizadas en la frontera de México con Estados Unidos.

Además de reportajes en los diarios Milenio, El Universal y su suplemento de investigación La Revista (hoy Emeequis), el portal digital Reporte Índigo, Reforma y la revista Proceso, ha publicado los libros, Los cómplices del presidente (2008), Los señores del narco (2010), México en Llamas: El legado de Calderón (2012), y La verdadera noche de Iguala: La historia que el gobierno trató de ocultar (2016).

Su caso revela que cuando el periodismo investiga la corrupción estatal y denuncia con pruebas los mecanismos del poder, la vida de un periodista corre riesgo. Como lo señalan las estadísticas, México es uno de los países más golpeados por la violencia del narcotráfico: en el 2016 ocurrieron 20 mil asesinatos a causa de “ajustes de cuentas” entre narcos.

Y el periodismo también ha sido atacado. Desde el año 2000 hasta la fecha han sido asesinados más de 100 periodistas en México. Y específicamente el año 2017 fueron asesinados 12 periodistas. Uno de los casos más sonados es el reciente asesinato a balazos de periodista Javier Valdez, autor del libro “Narcoperiodismo: La prensa en medio del crimen y la denuncia”.

El reportaje de “Radio Ambulante” inicia con preguntas a Anabel Hernández sobre su biografía y sobre cómo se inició en el periodismo de investigación, incluso sabiendo los riesgos. Allí podemos ver que el periodismo de investigación requiere sobre todo “vocación a toda prueba”, incluso cuando la muerte es una amenaza constante. Es sobrecogedor cuando la periodista revela que su propio padre fue secuestrado y asesinado, lo cual dejó en ella una profunda huella, y la motivó a seguir con sus investigaciones y preocuparse por el tema.

En el reportaje se aprecia que la investigación periodística siempre nace de situaciones problemáticas donde urge encontrar respuestas a las interrogantes sobre la corrupción estatal y el por qué el crimen organizado y el narcotráfico van ganando terreno en la sociedad, incluso cuando los delincuentes empiezan a “trabajar” en las ciudades y zonas rurales con “total normalidad” como si tuvieran la autorización o complicidad con el gobierno.

Develar esos hilos secretos, esas conexiones entre funcionarios corruptos y los llamados “capos del narcotráfico” es un trabajo riesgoso, porque el periodista que revela esos entretelones se convierte en un personaje incómodo, porque está informando públicamente sobre esa corrupción.

Las consecuencias son conocidas. El “narcoestado” funciona como una extensión de las organizaciones criminales. Y llama mucho la atención cuando se involucran las más altas autoridades del gobierno, el despacho presidencial, la policía, el poder judicial, el poder legislativo y el poder administrativo. Algunos funcionarios corruptos operan como “guardianes” de la delincuencia, lo cual genera un problema nefasto para la sociedad.

El caso de México debe servir como ejemplo para evitar que eso suceda en el Perú, donde también hay un serio problema de narcotráfico. Se sabe que el Perú es uno de los mayores productores de clorhidrato de cocaína y de pasta básica de cocaína, la cual se exporta desde la zona de la selva y la sierra, hasta la costa y luego es embarcada ilegalmente a Norteamérica y Europa. Y en las grandes ciudades existe el problema de la microcomercialización de drogas, con la consecuencia del grave problema social del consumo de sustancias tóxicas.

Actualmente ese problema de la producción se concentra en el VRAEM (valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro), y que dos décadas atrás estuvo en el valle del Huallaga. Ahora además existe el agravante de que en esa zona hay problema de “narcoterrorismo”, donde los remanentes de grupos terroristas como Sendero Luminoso dan protección a los traficantes de droga, y ponen en riesgo a las poblaciones. Incluso han asesinado a policías y efectivos del Ejército.

¿Existe riesgo de que el caso de México se dé en el Perú? Por supuesto que sí. Muchos reportajes de investigación dan cuenta de las relaciones que existen entre el narcotráfico y el poder corrupto, se menciona que existen “narco congresistas”, “narco alcaldes”, “narco jueces” y “narco policías”.

Otro tema preocupante es el aumento del grave problema del sicariato y “asesinatos por encargo” entre narcotraficantes y miembros de organizaciones criminales, como viene ocurriendo en El Callao, Trujillo, Tumbes, entre otras ciudades, que tienen algunas zonas consideradas de alta peligrosidad. Los crímenes se cometen a diario, y la policía investiga, pero no se ha logrado disminuir la violencia.

El Perú, donde el narcotráfico opera con impunidad, es una de las rutas de comercialización y producción de droga, y donde los carteles de narcotraficantes también realizan pactos o alianzas con funcionarios corruptos para poder operar libremente, sin temor a represalias.

Otro problema preocupante son los delitos financieros, en la modalidad de “lavado de activos”, mediante el cual los narcotraficantes “invierten” sus ilegales ganancias para crear empresas cuya única función es usar ese dinero obtenido por la venta de la droga.

El periodismo de investigación en el Perú también es una labor de riesgo. Sin embargo, pese a los riesgos, los periodistas siguen adelante, heroicamente.

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Periodismo

Programa de Beto Ortiz fue sacado de la señal abierta y de todos los operadores de cable a nivel nacional

Beto Ortiz habla sobre la caída de su programa de la señal abierta y de todos los operadores de cable a nivel nacional.

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Esta noche sorpresivamente el programa Beto A Saber, conducido por Beto Ortiz salió de la señal abierta y de todos los operadores de cable a nivel nacional. El periodista comentó que esto sucedió luego del primer bloque del programa alrededor de las 10:30, cuando se denunciaba el abandono en el que se encuentran los heridos de las protestas en Junín y de Ica. Además del abandono en que se encuentran los deudos de la víctimas, que no han recibido ningún tipo de ayuda por parte del gobierno de Pedro Castillo.

Sobre lo sucedido Beto Ortiz comentó: «Simplemente nos levantaron del aire. Quién, todavía no sabemos, pero es muy extraño que hayamos desaparecido de la señal abierta del cable de DirecTV, Movistar, de internet de Youtube, de la página de Willax. Demasiadas coincidencias en el momento en el cual hemos sido víctima de una sentencia condenatoria por supuesta difamación, en un momento en que el presidente de la República le manda cartas notariales a la directora de Panorama para que se rectifique de una información que a todas luces es cierta».

Además, desde México agregó: «La verdad es que esto es sumamente extraño, y apenas sepa exactamente qué ha pasado se los contaré».

Como se sabe, el programa Beto A Saber tiene una línea crítica contra el gobierno de Pedro Castillo y no se descarta que en medio de esto exista alguna presunta vinculación con el actual gobierno.

Aquí lo que se dijo al final del programa de hoy.

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Periodismo

Otra falsa embestida de Claudia Toro

Una nueva patinada de la reportera Claudia Toro, pone en evidencia la falta de rigurosidad periodística en sus reportajes. Mostró una fotografía donde confunde a la madre de un estudiante asesinado en La Cantuta con la conocida «camarada Bertha».

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Nuevamente la falta de rigurosidad periodística es lo que más brilla en la reportera Claudia Toro. Ayer por la noche en Beto A saber, mediante su «reportaje» titulado Festival de Pobres Diablos, difundió una fotografía donde confundió a Iris Quiñones Colchado (conocida como la camarada Bertha) con la señora Raida Cóndor, madre de Armando Amaro Cóndor, estudiante de La Cantuta asesinado por el Grupo Colina en 1992, quien aparece abrazada con la nueva ministra de la Mujer Diana Miloslavich.

Una confusión que demuestra la falta de rigurosidad en sus reportajes e informes de Claudia Toro, donde claramente se evidencia que no realiza un trabajo de investigación, sino, una especie de copy & page de lo que recibe de sus «fuentes», a quienes les cree todo con los ojos cerrados. Un grave error que no debería cometer ni un principiante. Lamentablemente la ligereza de su trabajo se repite otra vez manchando la honra de las personas.

En su informe Claudia Toro, señaló: «La socialista y falsa defensora de la paridad, la lucha contra la corrupción, al descubierto. Diana Miloslavich Tupac, la feminista incoherente, la que aparece abrazando a la terrorista Bertha, la que exigía el cuerpo del terrorista Abimael Guzman». Es importante aclarar que cada palabra mencionada por la reportera es totalmente falso.

Ante la grave difamación, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, publicó: «Es FALSO que la ministra Diana Miloslavich se haya fotografiado con la «camarada Bertha». En la foto difundida maliciosamente por un canal de televisión la vemos junto a Raida Cóndor, madre de Armando Amaro, estudiante de La Cantuta asesinado por el Grupo Colina en 1992″.

De la misma forma, la Asociación Nacional de Periodistas del Perú, marcó su posición mediante un comunicado, donde se lee: «La Asociación Nacional de Periodista del Perú ve con estupor que el programa Beto a Saber, de Willax TV, haya propalado una fotografía de la señora Raida Cóndor, madre de unos de los estudiantes de La Cantuta, señalando que la imagen correspondería a la denominada «camarada Bertha».

Hay periodistas que lanzan en sus redes informaciones sin contrastar, rumores o ataques personales a políticos, insultos incluidos. Pero también están las reporteras que han preferido realizar el más vil de los oficios.

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Periodismo

Periodistas / Sobre tu tumba, una rumba

Una crónica de Eloy Jáuregui.

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1. Cuando asistí a mi primera clase de Redacción I en la Escuela de Periodismo en el barrio de Santa Beatriz, un desusado profesor, aquel que sentenciaba: “el periodismo es un océano de conocimientos con un centímetro de profundidad”, afirmaba también -con sus tizas de colores y su mota- que para llegar a ser profesionales medianamente competentes había que saberse de memoria las ranciedades de los textos de Vivaldi -el ya fosilizado catedrático español, no el músico de “Las 4 estaciones”- y de José Luis Martínez Albertos, aquel del la antigualla teórica en la Complutense de Madrid.

En aquel tiempo yo era lector afiebrado de González Prada, de sus “Horas de lucha”, de “Pájinas Libres” [Sic] [1] y de su poesía y baladas en las que aniquilaba a la mediocridad vigorosa de esas horas [2]. Pero fue con su memorable “Discurso del Politeama”, en tiempos de las ruinas de la guerra con Chile, donde admiré el filo del maestro: “los troncos añosos y carcomidos produjeron ya sus flores de aroma deletéreo y sus frutas de sabor amargo. ¡Que vengan árboles nuevos a dar flores nuevas y frutas nuevas! ¡Los viejos a la tumba, los jóvenes a la obra!”

De aquel tiempo viene el dilema como sistema de este tema. En el Perú y en América Latina, la puja se ubica en el mismo ombligo de lo que se entiende por ‘pasadista’ versus aquello que comprende por moderno y de vanguardias. No me refiero a lo posmoderno o al concepto “hipermoderno” a la manera de Gilles Lipovetsky. No, ya advertía en esos días dos tipos de periodismo excluyentes: el buen y el mal periodismo. Pongo punto. Luego, mis lecturas de Reed, Capote, Wolfe, Talese, Thompson, Mailer, amén de mi Hemingway de cabecera y mis Dos Passos de borrachera, inyectaron la luz que existía una arquitectura del texto integral, de una poética y de una erótica, que se escapaba del canon del viejo estilo español.

2. Advierto ahora que la cancamusa, aquella de la escuela en que nos embutieron como horma la factura de los maestros hispanos, es anémica más que anómica: Ejemplo: “Las frases cortas separadas por puntos, lo que algunos dicen el periodo “azoriano”, es útil y hasta recomendable en el periodismo informativo. Pero quien aspire a la belleza literaria (e incluso periodística), no puede conformarse con este estilo entrecortado: debe procurar -cuando el tema o asunto lo requiera- el periodo amplio cervantino. Y para conseguirlo -para su estudio y aprendizaje- nada mejor que la lectura asidua del “Quijote”. [El subrayado es mío]. ¿Quién lo escribe? Nada menos que Gonzalo Martín Vivaldi, en su texto de culto, “Curso de Redacción. Teoría y práctica de la composición y del estilo”. [3] ¿Lectura asidua del “Quijote”? Más que demencia senil, una estulticia en pleno S.XXI, la del nonagenario. Mi experiencia como profesor universitario del curso de Expresión Escrita me demuestra que la obra de Cervantes, leída tal como quiere GMV, llega a provocar el ‘vómito verde’ en mis alumnos.

Don José Luis Martínez Albertos, en su libro ancestral “Curso General de Redacción Periodística” es propietario de otra candonga. Advierte el versado perverso que, en el caso de los géneros periodísticos, estos son exactamente 18 ¿Cómo que 18? Entre los géneros explicativos hasta los de “vista original” pasando por aquellos que denomina de “reportaje objetivo”. Harta monserga y mucha filatería. Cito la cita: “Los géneros periodísticos, tal como aparecen hoy a nuestros ojos [sic] son el resultado de una lenta elaboración histórica que se encuentra íntimamente ligada a la evolución del mismo concepto de lo que se entiende por periodismo” [4]. ¿Entendieron? Puro chamullo y potente parrafeo del feo. Acaso no está hablándonos de la burocracia lingüística de los hermeneutas antigüistas. Cierto. Hoy, que habitamos en los fastos de la nanotecnología, de la brevedad, del imperio de la imagen, del vídeo clip y del los “tips y los test” [que así proclaman las chicas “Cosmo”], el diarreico estilo de JLMA resulta rimbombante contra los dos únicos géneros periodísticos anglosajones del periodismo escrito: el news y el stories.

He leído con atención a los dos viejos doctos. Reconozco su adiposa inferencia. Al respecto, me ha costado reducirlos. Hoy existen solo cuatro géneros: el informativo, el opinativo, el investigativo y el interpretativo [que éste es lo mío]. Digo que un periodista textualiza, es decir, obra en los constructos de la escritura con las herramientas propias que sustrae, y con toda la concha, de los adminículos de la literatura. Vallejo fue un notable periodista. Igual, Mariátegui fue el mejor cronista hípico. –Léase: En busca de “Juan Croniquer” de Hugo Neira–. ¡Piñas, carcamales!, ellos jamás leyeron a Vivaldi, ni al tal Martínez. Acaso debo citar a Neruda, a Borges o Paz. Todos periodistas anti-vejetes para quienes lo escribal era sinónimo de noticia. Noticia, sinónimo de primicia. Primicia sinónimo de buen periodismo. Entonces, ser imaginativo, creativo y original, es naturalmente articular una estética inédita al texto y contexto.

3. Asistimos a las taras del llamado “Ciberismo”. Es decir, la extracción y manipulación de información de manera desordenada. Ello ocasiona la irresponsabilidad de verificación de la verdad en el uso de información. De la misma manera que genera estrés informativo y “lentitud” en la toma de decisiones. Si existe un imperialismo lingüístico, existe también un imperialismo cultural americano. Así, hoy vivimos en lo que se denomina el “Hollyweb”, que es una de las tantas formas de dominación cultural. Hollywood y la web operan como conglomerado de industrias culturales que imponen patrones de conductas. Hay un peligro hoy de confiscación en los bienes culturales de países y usuarios. Por ello es necesario generar una estética propia y defender aquello que es nuestro.

En los últimos encuentro de Felafacs de La Habana y de Lima [5], el tema central fue: La Comunicación en la sociedad del conocimiento: desafíos para la universidad y La comunicación y la industria digital. Tendencias, escenarios y oportunidades. Existe pues una preocupación por el uso de nuevas tecnologías y recursos audiovisuales en un escenario como la universidad en el tema de la investigación en comunicación y pensamiento contemporáneo. De eso se trata, de actualizar y capacitar a los “renombrados” comunicólogos en las vanguardias de la llamada Sociedad Red, en lo que se ha denominado Cultura_RAM y en las NTIC. Sería inconsecuente por no decir como el valse: “absurdo fuera” y por no decir otra cosa, encontrar en el temario un ítems, digamos, que trate de: “vigencia y proyectivas textuales en las enseñanzas de Martín Vivaldi”. Cierto, aquello sería arqueología del periodismo escrito y yo diría entonces: “A La Habana no voy más y en Lima me quedo”.

Hay deficiencias en la enseñanza del periodismo escrito en todas las universidades del Perú. Yo he sangrado en varias de ellas. Más que enseñar la tradición del periodismo del siglo pasado se olvida de instruir en aquel que imperará en tiempos de los ‘prosummer’, de la ya utilizada Web 2.0, de las redes P2P, del Second Life, del avatar. Este proceso, hoy demuestra que un periodista no sabe más que un microbusero. Conoce, en todo caso, algunos trucos que cualquiera puede aprender. Repetir: quién, cuándo y dónde, edificar una pirámide invertida, preguntar obviedades, atragantar con un micrófono a un funcionario o a una de sus víctimas. Hay algunos estudiosos que sostienen que hasta un orangután podría aprender a hacerlo. Que no alcanza con repetir palabras que parecen determinantes y que uno lee en el diario renombrado del Perú o en el noticiero América Noticias o en RPP. Ahí lucen frases como “siniestrado”, “apalancamiento”, “dólar a la baja” o “la sumatoria”, solo por nombrar cuatro tópicos o gazapos del barbarismo periodístico.

Pero vale la pregunta: ¿quién dicta estos yerros y por qué? Así, descubriremos que son periodistas de vieja data que jamás se actualizaron o capacitaron. Que no solo se trata de comprar (leer) libros para engordar la decoración del ‘depa’, sino de entenderlos. Y para hacer todo esto, es necesario algo que hoy poseen solo aquellos que se atreven a desafiar el orden establecido de la tradición traicionada. Hace falta lucidez y harta dosis de desahuevina. Es crudo pero es. Y eso es todo lo que tengo que escribir por el momento.

Notas: [1] Algunas ediciones, como la segunda, llevan la ortografía de la Real Academia. En la primera edición: Paul Dupont, de 1894, se lee: “Pájina”.

[2] Font, Eduardo. “Ritmo sonado.” En Antología comentada del modernismo. Francisco E. Porrata & Jorge Santana. Sacramento: Dept. of Sp. & Port., California State University, 1974. [3] Página 180. Martín Vivaldi. XXXIII edición actualizada por Arsenio Sánchez Pérez. Editorial Thomson. Paraninfo. Madrid. 2003.

[4] Página 264. Martínez Albertos. Curso General de Redacción Periodística. Edición Revisada. Editorial Paraninfo. Madrid. 1993.

[5] XIII Encuentro de 19 y 22 de octubre del 2009 en el Palacio de Convenciones de La Habana, Cuba. Lima 15 al 18 de octubre de 2012 en la Universidad de Lima, Perú.

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Periodismo

Gabino Vargas Flores: patriarca del periodismo puneño

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Don Gabino Vargas Flores, nació en Moho el 19 de febrero de 1923.

El “Jardín del Altiplano” es la hermosa ciudad de la primavera eterna y don Gabino Vargas Flores, nacido en Moho el 19 de febrero de 1923, es el patriarca del periodismo puneño. A la sazón, se relacionaría con personas amantes de las letras peruanas las cuales alimentarían su ingenio, es allí donde funda la Revista Cultural Moho en 1955, de edición mensual, por lo que es posible ahora conocer mejor todo cuanto sucedió en su amada tierra y al mismo tiempo, funda el Trío Musical de Moho, dando muestra de su filantropía y llevando consigo el arte de su tierra.

Gabino Vargas Flores y Samuel Frisancho Pineda, además colaboró en el diario Los Andes de Puno.

Posteriormente nace el acucioso periodista consolidando su sueño desbordante. El 19 de septiembre de 1961, en plenas celebraciones de la Creación Política de la Provincia de Huancané, funda el periódico “Antorcha”, que en sus inicios se publicaría en el mural de la Plaza de Armas de Huancané, más adelante solventó el papel, el tipeo y mandó a mimeografear cada número que editaba y los gastos fueron asumidos por don Gabino Vargas Flores, quien a su vez, asume la labor de expendedor, es donde da a conocer los actos repudiables de violencia hacia el pueblo, luego frente a la adversidad de los gobernantes, incluso se informaba todo lo que sucedía en el pueblo huancaneño y en la región puneña.

Foto tomada en 1960. Donde aparece Gabino Vargas Flores flanqueado de Andrés Espinoza Cordero, entre otros.

“Antorcha” fiel a sus postulados democráticos, cuya prédica es la unidad huancaneña y su lucha tenaz por una libertad irrestricta, es y será un vocero huancaneño al servicio del pueblo, que se convirtió en el primer periódico publicado en la revolucionaria ciudad de Huancané, difusor de verdades y defensor del pueblo. Dejó de arder para dar comienzo a otro capítulo en su existencia. Gabino Vargas Flores replica de esta manera. “Antorcha” fue mi gran sueño, me trajo alegrías y también ingratitudes”.

Más tarde junto a selectos hombres de prensa, entre ellos, Heriberto Luza Bretel, Moisés Augusto Martínez Aparicio, Manuel Ortiz Coaquira, Miguel Pino Chávez, fundan en 1963 el periódico “Wala-Wala”, voz huancaneña al servicio de la provincia, convirtiéndose en la expresión pura del sentimiento y letras de la cultura puneña.

Gabino Vargas Flores fundó el periódico «Antorcha», que fue creado el 19 de setiembre de 1961.

Gabino Vargas Flores, al llegar a la ciudad lacustre de Puno, forma parte del Instituto Americano de Arte de Puno, del que más tarde fuera presidente. Además, colaboró en el diario Los Andes de Puno junto a Samuel Frisancho Pineda. Actualmente radica en la ciudad blanca de Arequipa.
Su hijo Tirso Vargas Vargas dijo: “Si podría describir en pocas palabras a mi padre diría, es un hombre enamorado de las letras. El recuerdo que tengo de él es verlo diseñando a pluma y tinta sus primeras ediciones de su periódico “Antorcha”, sin duda, el periodismo era su pasión. Gabino Vargas Flores, a la fecha tiene cientos de hermosos poemas inéditos no publicados, destaca ese bello poema “A ti te canto Huancané”, muchos de ellos eran declamados por sus hijos, en diferentes escenarios. Es un orgullo que, a sus 98 años, muchos los recuerden como un hombre amante y defensor de la cultura de su pueblo. Gabino Vargas Flores, ya forma parte de la historia de su tierra natal Moho y de su querido Huancané”.

Gabino Vargas Flores, colaboró en el periódico Wala-Wala, voz huancaneña al servicio de la provincia.

Gloria Mendoza Borda escribió: “Los días discurrían entre el entusiasmo y la pasividad del pueblo allá por 1965. Don Gabino Vargas Flores siempre atento, delgado, con un terno gris, presuroso repartía su “Antorcha” por instituciones, colegios, oficinas, calles. En esas páginas leí un poema de José Luis Ayala. Cuando seguramente estaría empezando sus estudios superiores. En Puno se formó la Promoción Intelectual Carlos Oquendo de Amat integrada por seis jóvenes poetas. Dos de los integrantes éramos huancaneños. Dábamos lecturas de poesía en diferentes pueblos. El grupo publicaba Sur Intenso. Un buen día dimos un recital en Huancané con el apoyo del doctor Julio Mendoza Díaz. Fue en un teatro que quedaba en una esquina de la Plaza de Armas de Huancané. Cuando apenas comenzábamos se paralizó la planta eléctrica del pueblo. Percy Zaga Bustinza consiguió velas. Horas antes Gerardo García Rosales había ilustrado nuestros nombres en cartulinas y José Luis Ayala Olazával coordinaba el recital. Empezamos el acto, cada joven poeta con una vela en la mano, encabezados por el mayor de nuestro grupo José Luis Ayala, con solo 18 años de edad. Desde el público era inconfundible los perfiles de Gabino Vargas Flores, Hilda Perea, Betzabé Gironzini (…). Esa lejana noche fuimos presentados por el maestro Heriberto Luza Bretel (…). Hace años atrás, en un homenaje a Huancané, realizado en el Instituto Regional de Cultura de Arequipa, volví a ver el perfil de don Gabino Vargas Flores. Luego de casi un cuarto de siglo saludo públicamente a su antigua colaboradora. No pudimos conversar por la prisa de las horas. Solo dijo que publicaría su libro con el prólogo de Luis Alberto Sánchez. Nos queda en el recuerdo la imagen de don Gabino Vargas Flores surcando las calles de Huancané con su Antorcha en la mano”.

En 1955 Gabino Vargas Flores fundó la Revista Cultural Moho y el Trío Musical de Moho.

Es menester hacer alusión que el periódico “Antorcha” circuló desde 1961 hasta 1972 y el periódico “Wala-Wala” tuvo dos años de publicación. No obstante ello, la Municipalidad Provincial de Moho y la Municipalidad Provincial de Huancané, son las entidades llamadas para reeditar los periódicos “Antorcha” y “Wala-Wala”, ese sería, sin duda alguna, el mejor homenaje en vida al legado periodístico de don Gabino Vargas Flores.

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Periodismo

¿Hasta cuándo con los medios fake?

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¿Quién regula los contenidos de los medios de comunicación en el Perú? Es el momento que la tecnología ayude a los organismos del Estado y a la comunidad, a revisar los contenidos que emite el periodismo peruano a través de todas sus plataformas.

Se trata de utilizar #machinelearning, #inteligenciaartificial, para crear una plataforma que pueda identificar, a través de algoritmos de retroalimentación de información, si una noticia es verdadera o falsa.

Éste es un robot que utilizando criterios periodísticos qué evalúan la noticia en base a: registros, data, estructura, forma, imagen, video y lenguaje, ítems utilizados en el periodismo convencional, puede determinar si una noticia es potencialmente verdadera o potencialmente falsa.

Ésta #artificialintelligence no sólo tendrá que usar los criterios periodísticos basados en los ítems antes mencionados, sino que en alianzas con centros de #Fact-checking (verificadores de información), que realizan grupos de periodistas en el mundo, se puede corroborar, a través de un algoritmo feedback si la noticia tiene algún antecedente.

Sin embargo, siempre la veracidad o falsedad de alguna información dudosa, dependerá del juicio e investigación propia que realiza cada usuario.

Esta plataforma contra la desinformación, no sólo hace el escaneo de la noticia en cuestión, pues cuando ésta es confirmada como falsa, a través de un click el usuario puede emitir un formulario de queja que se enviará al Ministerio de Transporte y Comunicaciones, donde se consigne los datos, sucesos y pruebas de la difusión de desinformación.

Como antecedente de este modelo de acuse a un medio de comunicación, que infringe la ley de Prensa, Radio y Televisión en el Perú, existe la queja realizada por el presidente de la república Pedro Castillo que pide abrir investigación al canal de Televisión Willax TV por infringir el derecho a “la libertad de información veraz e imparcial, el respeto al código de normas éticas, el respeto al honor, a la buena reputación, y respeto al derecho de rectificación”.

El otro antecedente es la sanción a Radio Turbo Mix de Cajamarca en 2009 por incumplir con las normas relativas al horario de protección familiar, y las disposiciones de su código de ética.

Como lo establece el conducto regular será el Ministerio de Transportes y Comunicaciones quien deberá analizar y recibir estas cartas ciudadanas quejándose respecto al actuar de los medios de comunicación. La única sanción emitida hasta el momento fue a Radio Turbo Mix con dos UIT (Unidad Impositiva Tributaria) que en ese año fue de 7,100 soles. Amonestación que ayudaría a que los propios medios se autorregulen.

Hemos vivido más de 30 años con gobiernos que han utilizado al periodismo como herramienta para lograr sus objetivos personales dejando al país siempre marginado de manera social, cultural, salud, entre otros, utilizando a los medios de comunicación qué en vez de difundir información difunde noticias falsas con el beneplácito del estado y de la inversión privada.

¿El cambio de gobierno será la gran oportunidad para ayudar a que los medios de comunicación se autorregulen en base a la ley ya establecida?

Al respecto el Consejo de la Prensa Peruana (CPP) y el Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS) han mostrado su rechazo a la carta enviada por Pedro Castillo —como ciudadano— al MTC, advirtiendo una amenaza contra la libertad de expresión, al parecer éstas instituciones presididas por los periodistas que trabajan en los medios de comunicación que más infringen la ley, no saben cuál es la ruta para presentar una queja contra una empresa dedicada a este rubro.

A pesar de su opinión, esto no disminuye el poder que tienen los medios de comunicación haciendo buen periodismo para cuestionar a gobiernos, empresas y actos de corrupción que se teje en un estado nación.

______________________________________

*Estudió Ciencias de la Comunicación y se especializó en periodismo de investigación, digital y científico en el Knight Center for Journalism in the Americas (2006-2018). Trabajó como periodista de investigación en los medios Panamericana Televisión, Caretas, Gente, La Primera, Exitosa, Unidos contra el Crimen, Poder. Es ganador de la 1ra Hackaton Mediathon contra la Desinformación en América Latina realizado por la Unión Europea y Media Hack (2019). También fundador de la primera plataforma peruana que utiliza machine learning contra la desinformación.

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