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“La noche del campeón”, un cuento de Gabriel Rimachi Sialer

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A todos los campeones del mundo.

I

Las luces de los postes aparecían y desaparecían en el parabrisas mientras Mario buscaba pasajeros en la avenida. El letrero de “TAXI” se iluminaba por una luz roja que parpadeaba de rato en rato. Estaba cansado y no había mucha gente, raro para un fin de semana que coincidía con la quincena. Ya aparecerían. Bostezó. Mientras tanto su estómago sonaba de hambre y el trasero le quemaba de tanto estar sentado manejando. Vio en una esquina descampada una carpa que ofrecía comida caliente. Se detuvo, contó el poco dinero que había ganado y bajó a comer algo. Antes de salir se miró en el espejo: su rostro estaba cansancio pero aun así se arregló el peinado de mecha larga y ensayó un par de sonrisas. Matador. Sabía que sus ojos siempre habían sido el gancho con las chicas, el color verde claro de su mirada las atraía y él no desperdiciaba ninguna oportunidad. Era un campeón.

            Hacía un frío húmedo a esa hora, como siempre. Una señora algo gruesa y buenamoza se le acercó con una sonrisa de ventas que le hizo mucha gracia y le ofreció el menú:

            —¿Qué le sirvo, joven? Tenemos caldo de gallina, con presa y sin presa.

            —¿Cuánto cuesta el caldo sin presa?

            —Tres soles sin presa y cinco con presa; el tallarín y el chaufa de pollo están a tres soles.

            Mario la miró a los ojos:

            —¿Y no tiene un menú? Algo para parar el estómago, pero barato nomás que recién estoy comenzando y no está buena la plaza.

            —¿Mala noche? Preguntó ella, coqueta.

            —Mala. Pero ya cambiará… —suspiró— los fines de semana siempre cae algo más que otros días, pero recién salgo así que deme una oferta. —La miró directo a los ojos, entrecerrándolos un poco, se sentía muy sensual cuando miraba así, matador.

            —Bueno, joven —dijo la señora, impactada por su mirada— sólo por ser usté le puedo hacer un menú: caldo sin presa más su combinado chifa y un té por cinco soles… como para que aguante toda la noche.

            Mario contó sus monedas, separó el dinero para el petróleo y cigarrillos y sonrió.

            —Ya, sale, deme un menú, pero bien despachao, como pa´ campesino.

            —Bueno— dijo ella sonriéndole con cierta coquetería— ¿quiere que prenda la tele?

            —No, señito, no se preocupe, mejor musiquita, ¿no? Póngase unos valsecitos, como para calentar la noche, ¿no?

            —Estás con frío… —lo tuteó, mirándolo a los ojos— te voy a dar algo caliente…

            —Podría ser… ¿un besito?… digo… con todo respeto.

            Ella lo miró a los ojos, luego vio sus brazos fuertes, de trabajo, ―no tendrá más de treinta años— pensó; vio el peinado de mecha larga y sintió ganas de apretarle los cabellos, su camisa abierta en dos botones dejaban ver un cuello que a ella le pareció perfecto para besar; le sonrió más coqueta que antes y se alejó rumbo a la radio, puso un CD del Zambo Cavero, miró a Mario que empezó a mover la cabeza al ritmo de la canción y le sonrió; ella suspiró disimuladamente y fue a servirle la comida. Mario miró la carpa, estaba un poco sucia; la luz de los fluorescentes iluminaba el interior verde fosforescente con rayas naranjas de la lona. La cocina industrial sonaba como una turbina de avión cuando el kerosene se encendía. Un televisor de catorce pulgadas, en blanco y negro, entretenía a un grupo de comensales —también taxistas— y a una pareja de universitarios que, con la mirada perdida, tragaban la presa de gallina sin saborearla. Estaban ebrios. Observó su carro, ya estaba viejo pero qué diablos, todavía arrancaba; además le había costado mucho trabajo conseguirlo, más aún mantenerlo y era su única herramienta de trabajo con la que llevaba dinero a casa para mantener a su mujer y a su hija de tres meses. Suspiró. La señora se acercó con el plato del caldo humeante, movía las caderas bien formadas en un vaivén cadencioso que buscaba atraer la atención de Mario. Cuando le puso el plato delante, dijo:

            —Espero que te guste mi sazón— y le guiñó un ojo; él le respondió:

            —De tus manos, veneno, preciosa— y sonrió devolviendo el guiño, frotándole disimuladamente la mano— qué bonitas manos, las cosas que harán.

            Por toda respuesta ella rio bajito, pero no retiró su mano, luego se fue. Mientras la señora se alejaba moviendo las caderas con más ganas que antes, Mario le miró el trasero, redondo, bien formado, que dejaba traslucir las marcas del calzón tipo bikini bajo el pantalón de lycra fucsia. Vio su espalda cubierta por un polo bien pegado que hacía notar el sostén y unos rollos a media espalda y sobre la cintura. Se llevó la cuchara a la boca, el caldo ya estaba tibio. Mientras comía, ella le hacía gestos coquetos desde el lugar donde estaban las ollas, y él le correspondía.

            Esta noche campeono, pensó, termino de comer y me la llevo a la playa en el carro, o por aquí nomás. Analizó todas las posibilidades que no incluyeran desembolso alguno de dinero porque estaba con las justas, salvo para los ponchos, pero la guantera guardaba una tira. En eso estaba cuando la señora volvió para llevarse el plato vacío.

            —¿Y usted cómo se llama, preciosa? Preguntó tocándole nuevamente la mano.

            —Rosa— Respondió, jugando con sus cabellos ondulados por el frizado.

            —Nombre de flor— le susurró.

            —¿Y tú? — Dijo ella sonriendo y mirando hacia todos lados.

            —Sol —respondió él.

            Rosa rio entonces y Mario vio sus labios carnosos extenderse como una tentación irremediable que tendría que saciar. Rio con ella y aprovechó para cogerla de las manos; ella le preguntó:

            —¿De verdad te llamas Sol?

            —No, preciosa, me llamo Mario — y tuteándola, continuó— anda ven, siéntate un rato, sólo un minuto y nada más, no es muy agradable comer solo.

            —No puedo, estoy atendiendo…

            —Anda, sólo un minutito—. Mario empujó una silla y ella se sentó.

            —Sólo un minuto porque estoy atendiendo… ¿Y por qué me dijiste que te llamabas Sol?

            —Es que la rosa se abre cuando sale el sol… —y sonriéndole coquetamente le apretó más las manos, ella sonrió y lo miró a los ojos con un brillo malicioso—. Termino de comer y nos vamos a dar una vuelta en mi carro, luego te traigo de regreso… ¿Qué dices? Así nos conocemos un poco más y, quien sabe…

            —¿Sí? —Respondió ella— no sé, no tengo costumbre de salir con desconocidos… por más que tengan los ojos tan bonitos como los tuyos.

            —¿Te gustan mis ojos, ah?, pueden mirarte toda la noche si quieres, sólo dime que sí.

            —Qué coqueto… pero recién te conozco, qué vas a pensar de mí… que soy…

            —Pero ya nos presentamos —interrumpió Mario— así que ya no somos desconocidos ¿no?

     —Déjame pensarlo un rato —se zafó de él, y acarició sus manos—…tienes manos grandes…

            —Y no sólo las manos… —dijo Mario.

            —¿Qué?— dijo ella con una sonrisa coqueta, moviendo ligeramente la cabeza, como sorprendida.

            —Que termino de comer y te espero para salir un rato ¿Qué dices?

            —Termina de comer y te respondo.

            Mario vio el polo de Rosa, le quedaba pegado al cuerpo, los grandes pezones endurecidos se levantaban sobre la tela, sintió una leve corriente de electricidad por la espalda y un endurecimiento entre sus piernas, se acomodó en la silla y al notar esto, ella fue a traerle el plato de tallarines con arroz; se lo sirvió y la llamaron de otra mesa para pedir la cuenta, le guiñó un ojo y le dijo con una sonrisa que iluminaba su rostro trigueño y sus ojos grandes: ya regreso.

            Mario comió deprisa, ni siquiera saboreó la comida, sólo pensaba en esos pechos y esas caderas que esa noche serían suyas ―qué rica, cómo será en la cama, termino de comer y la llevo a la playa, allí no pago peaje y por un par de soles me cuidan el carro y nadie molesta… esta noche campeono, carajo. Terminó el plato y bebió el té tibio de un trago. Pidió la cuenta. Mientras Rosa cambiaba el billete por sencillo para el vuelto, él no dejaba de observarla, ya con la mirada encendida en deseo. Estaba sobreexcitado; cuando se puso de pie, un bulto que entre sus piernas se dejaba notar, atrajo la mirada de Rosa.

            —Oye… qué es eso… ¿ah? —Preguntó acercándose lo suficiente para rozarle el pantalón con su mano— acomódalo… qué va a pensar la gente, que nos estamos calentando delante de todos.

            Él se acomodó el pantalón y la tomó de la mano. En un descuido de los demás comensales y de la cocinera, la jaló hacia la parte trasera de la carpa.

            —¿A dónde vamos? Tengo que terminar de atender a la gente —dijo ella mientras caminaban.

            —Aquí nomás, un ratito —y tomándola por la cintura la abrazó y le estampó un beso largo y cálido que la dejó sin aliento.

            —…Qué bien besas… —dijo ella—… pero alguien nos puede ver… un besito más y regreso ¿ya?

            Se volvieron a besar. Esta vez, Mario deslizó sus manos por debajo del pantalón de lycra fucsia y apretó sus nalgas, atrayéndola hacia su sexo endurecido. Al sentir el calor y la dureza del miembro, Rosa suspiró y lo abrazó con más fuerza, mientras empezaba a frotarse contra él, acelerando su respiración y su excitación. Él sacó las manos del pantalón de ella y las llevó hacia sus pechos, levantó el polo y le bajó el sostén, cuando vio sus senos, se lanzó sobre esos pezones que había imaginado mientras comía. Los succionaba una y otra vez, ella gemía bajito y continuaba frotándose contra su cuerpo, con los ojos cerrados y los labios entreabiertos. Estuvieron así casi diez minutos, mordiéndose los labios, jugando con sus cabellos, apretándose, tocándose los sexos, hasta que una llamada de la cocinera los despertó.

            ―¡Señora Rosa! ¡Señora Rosa!

            Rosa lo empujó suavemente y fue corriendo a atender la carpa, Mario le dijo jadeante ―te espero en el carro… ―. Ella volteó a mirarlo y respondió ―en cinco minutos estoy allí, y desapareció bajo el toldo, mientras se acomodaba el cabello. Mario fue a su carro, se sentó con la puerta abierta, encendió un cigarrillo y fumó a largas bocanadas, estaba contento. Esa noche, una vez más, campeonaría. Acomodó el asiento del copiloto, lo reclinó un poco para no perder tiempo a la hora del ataque, sacó los preservativos de la guantera y separó uno en la división para el sencillo que estaba bajo el radio. ― ¡El radio! Claro, música para completar el ambiente…—. Buscó en las estaciones y al inicio del dial oyó una melodía que le pareció apropiada, puso el volumen adecuado, se sacó la correa del pantalón y la guardó bajo su asiento, para no perder tiempo.

            Abrió los primeros botones de su camisa y se sintió como los dandys de las películas sobre Vietnam que siempre veía los domingos por la tarde. Cuando acomodó el espejo retrovisor para ensayar unas miradas, sus ojos tropezaron con el zapatito de Azucena, su hija, que colgaba como amuleto de suerte y recuerdo permanente de su condición de padre de familia. Sintió que un remordimiento empezaba a despertar, recordó a su esposa y pensó en qué estaría haciendo a esas horas, seguro dormía y soñaba con él, quizá lo esperaría con la comida caliente, de repente ella… ―lo siento bebé, pero esta noche papi campeona—, y diciendo esto desató el zapatito y lo guardó en la guantera.

            Cuando se acomodó en el asiento, vio que Rosa ya estaba cerca. Le abrió la puerta, ella subió y se sentó, él encendió el motor y cuando quiso avanzar hacia la avenida, ella le dijo:

            —Estaciónate por aquí nomás, cerca de la carpa, le he dicho a la muchacha que voy a traer unas cosas de la tienda; no tenemos mucho tiempo… si le digo que me demoro, de repente coge toda la plata y me roba el negocio, así son todas las serranas.

            —Bueno, como quieras, pero dime dónde puedo estacionar el carro, y que sea seguro… tú eres la que conoce el barrio…

            —Allí —dijo ella señalando un terral que funcionaba como losa de fulbito en las mañanas.

            No había postes de luz y no pasaba gente a esas horas, además, estaba a unos metros de la carpa. Mario estacionó el carro, apagó el motor, bajó un poco el volumen de la radio y abrazó a Rosa que quiso hacerse la difícil, pero no podía. Mario le atraía demasiado y no tenía mucho tiempo para gozarlo. Sólo se dejó llevar. Sólo se entregó. Mario la besó. Empezó el ataque del campeón. Le subió el polo y le bajó el sostén, sus pechos grandes y duros mostraban unos enormes pezones marrones que se erguían como dados, él los besaba mientras se quitaba los pantalones y la ropa interior. Rosa jadeaba con cada beso y apretón que recibía de Mario, sintiendo que se le iba la vida en cada caricia; se sacó las sandalias frotando sus pies entre sí, Mario se dio cuenta de esto y supo que ésa era la señal, ya bastaba de besos y abrazos, era la hora del campeón. Le quitó el pantalón de lycra y lo dejó en el asiento de atrás, luego siguió la trusa bikini. Semidesnuda, la sentó encima de él y empezó a besarla, Rosa se movía en círculos frotándose contra el miembro de Mario, que quería desesperadamente poseerla, pero ella continuaba con el juego de la tentación. No tuvo que esperar mucho. Él perdió el control de la situación y le rogó que le dejara entrar; ella, que jugueteaba con sus pechos haciéndolos saltar sobre los labios de Mario, se detuvo un instante en seco y le dijo al oído:

            ―… y qué esperas… que te dé permiso…

            Esto lo enloqueció, atrajo el cuerpo de ella hacia el suyo y, cuando se acomodaba encontrando la postura perfecta, sintió que le golpeaban la ventana de la puerta, fuertemente. Rosa seguía frotándose sin parar y no oyó nada, sólo gemía. Mario vio que quien tocaba la ventana era la cocinera de la carpa, que le hacía señas desesperadas con las manos e intentaba decirle algo. Se tiró hacia atrás, hizo el ademán de abrir la ventana, pero Rosa estaba descontrolada, había tomado entre sus manos el sexo de Mario y lo llevaba hacia la entrada del placer donde él —aún a pesar de la interrupción— hubiera querido estar, por lo menos un minuto. Rosa sintió una corriente de aire frío que corría por su espalda, volteó para cerrar la ventana y se encontró con que Mario la había bajado toda, y que la cocinera los miraba con curiosidad.

            —¡Magaly! ¡Qué haces acá! ¡Con quién has dejado el negocio! —Preguntó bajando el polo, que tenía recogido sobre las enormes tetas, acomodándose el sostén.

            —¡Señora! ¡Señora! —decía Magaly, muy nerviosa, agitando las manos.

            —¡Qué—pá—sa! —Gritó Mario, muy molesto, mientras conseguía poner su miembro en la entrada del sexo de Rosa — por fin… sólo un empujoncito y…

            —¡Señora! ¡Señora! — Seguía diciendo la cocinera.

            —¡Qué Magaly! ¡Qué! — Gritó Rosa sin dejar de moverse en círculos sobre Mario.

            —¡El Señor Carlos! ¡El Señor Carlos! Acaba de venir en la moto, ¡está preguntando por usté!

            Rosa dio un salto felino sobre Mario, se puso el pantalón de lycra fucsia, la trusa bikini y las sandalias, en menos de un minuto. En ese orden. Le dio un beso en los labios a Mario, que estaba mudo y calato, y le dijo: ―mañana te espero a la misma hora, disculpa, mi marido nunca viene al negocio… te veo mañana… chau. Cuando bajó del carro, Mario le gritó por la ventana: ―¡por lo menos ponte bien el calzón! Y echó a reír.

            Rosa se dio cuenta de que el calzón estaba sobre el pantalón y, junto con Magaly, rieron. La cocinera la tapó con su mandil y ella se cambió a pocos metros del carro. Mario miraba ese culo que se le iba de las manos, si su marido se hubiera demorado quince minutos más… Se vistió entonces y se fue de ese lugar pensando en volver al día siguiente.

            Cuadras más adelante detuvo el carro en un kiosco y compró cigarrillos, aún continuaba caliente. Hizo tres viajes al centro con dos mujeres mayores y gordas, y un viaje con un borracho; finalmente llevó a una pareja de jóvenes a un restaurante fino. Durante todo el camino, la pareja no dejaba de besarse y tocarse, hasta el extremo de viajar casi echados sobre el asiento, lo cual no mejoraba en nada el estado de Mario, que se movía a cada rato en su asiento. Cuando los dejó, pensó en ir a casa y estar con su mujer. Seguro que estaría dispuesta, sí, seguro, eso haría: llegaría, la haría feliz, él se quitaría toda esa tensión de encima y dormiría tranquilo, total, con los viajes hechos había ganado más dinero que en las noches anteriores y hacía mucho que no estaba con su mujer, aunque ella le había insinuado algo varias veces pero para él ya no era lo mismo. Ya no era su amante, su mujer, su hembra. Era la madre de su hija y eso era un freno para sus pasiones, una piedra en el calzoncillo, una trampa de ratón en el calzón. Por eso no la tocaba desde que nació su hija, hacía tres meses. Ella le había dicho que era normal, pero que no abusara. También era una persona, con sentimientos, con deseos y que lo amaba, que si él ponía de su parte irían donde un psicólogo para que los ayudara, ―no a ti, mi amor, yo sé que no estás loquito, es por nosotros, por nuestra familia, porque te amo… —Pero Mario nada, sin darse cuenta iba matando la magia que lo llevó a casarse cuando se sintió más enamorado que nunca y, mientras tanto, las luces de las calles avanzaban sobre el parabrisas del taxi. Faltando un kilómetro para llegar a casa vio la hora: cuatro y media de la mañana. En una esquina una silueta estiró el brazo. Mario aceleró y en esos segundos pensó “mejor me voy a casa, estoy con sueño, cansado y más caliente que burro en primavera”, sonrió, “bueno, si está en la ruta, que sea la última carrera…”. Y detuvo el auto junto a la silueta de una muchacha joven que, sin preguntar, abrió la puerta delantera y se sentó.

            Mario se percató de que la joven lloraba, era bonita y traía un vestido muy corto, mostrando un poco más que el muslo. Una casaca de cuero negro la abrigaba. El auto avanzó.

            —¿Adónde la llevo señorita? Usted dirá.

            —A cualquier lugar… no importa.

            —¿Cómo que a cualquier lugar?

            —No me importa, nada me importa. Respondió la joven entre suspiros.

            Mario llevó el carro hacia un lado de la pista, encendió las luces intermitentes y apagó el motor. Se volvió hacia la joven y tomándola del mentón le preguntó mientras le acercaba su pañuelo:

            —Ya no llores, amiga, sea lo que sea que te pase, no vale la pena llorar, no remedia nada.

            —Gracias por el pañuelo —dijo ella apartándose de Mario, olía fuerte a licor— lo que pasa es que mi enamorado acaba de terminar conmigo.

            —¡Y por eso lloras!, ese chico es un idiota, mira que dejar a una chica tan linda como tú.

            —Me llamo Jessica. —Dijo la chica sollozando.

            Mario  pensó  inmediatamente en la situación: la chica en tragos, él caliente, ni hablar, de esta no sales invicta, mamacita…

            —Porque hay que ser idiota para dejarte —continuó él, ya más motivado por las circunstancias— pero bueno… aún quedan muchos hombres sobre la tierra ¿no? Claro que… algunos más guapos que otros —y probó con la mejor de sus sonrisas.

            En medio de la turbidez, ella reparó en esos ojos verdes y esa sonrisa matadora, hizo un ademán de puchero y lo abrazó. Me doblé, pensó Mario, seguro que a esta flaca la han dejado como a mí: a medio vivir, y le respondió con otro abrazo. Ella preguntó, luego de un hipo: ¿Crees que soy fea?

            Listo, esa era la señal. Mario encendió la radio, la música era suave. A través del cristal del auto se veía a una pareja que hablaba y hablaba y de rato en rato reía, luego se hacían cosquillas. Luego se besaban. Luego se inclinaban sobre el asiento. Luego ya no se les vio.

II

            Cuando el sol se deslizó por entre las cortinas del hostal, detuvo sus primeros rayos sobre el rostro de Mario, que abrió los ojos lentamente y, estirando un brazo, buscó en la cama a Jessica. No la encontró. Lo primero que se le vino a la mente fue ¡la billetera!, saltó desnudo de la cama y corrió hacia la silla donde descansaban sus pantalones. Buscó en sus bolsillos, encontró su billetera y contó el dinero. Estaba completo. Buscó sus documentos, sus recibos, la foto de su matrimonio, el retrato de su hija, todo estaba en orden. Soy un campeón, susurró. Y se metió a la ducha.

            Cuando salió estaba más fresco, se vistió y peinó frente al espejo.

            ―Ahora, a casa, a descansar como debe ser. Qué suerte, no podía haberme quedado así después de lo de Rosa, ni hablar. Menos mal que tengo carro porque si no… ¡el carro! Metió las manos a los bolsillos buscando las llaves y no las encontró. Los vació hasta dejar el fundillo expuesto, buscó entre las sábanas, sobre la mesa de noche, en el cajón del velador… ahí estaban las llaves. Salió corriendo al pasadizo y sacó la cabeza por la ventana, miró hacia abajo y vio su carro estacionado, completo. Suspiró aliviado y volvió a la habitación. ¡Qué buena noche! Ojalá todas fueran así, ¿cómo haré para levantar a esta flaquita otra vez?— decía mientras se amarraba las zapatillas sentado en la cama— ¡Buéh! Mejor así, son cosas que pasan, ahora ¡a casa! ― Se puso de pie y acomodó su camisa, revisó la habitación para no olvidarse de nada y cuando estuvo seguro de eso, salió. En la recepción, el cuartelero le entregó sus documentos, el recibo y un sobre cerrado que decía: “Para Mario, de Jessica”.  Lo recibió doblándolo en dos, lo guardó en el bolsillo de su pantalón, entró a su auto y se marchó. Llegó a casa a las diez de la mañana, su mujer estaba con una bata puesta, esperándolo con el desayuno servido en la mesa. Cuando lo vio entrar, respiró fuerte y hondo, y salió a saludarlo. Sonriendo, le preguntó en un tono fingidamente cariñoso mientras él cargaba a su hija y le hacía gracias tontas:

            —¿Por qué llegas a esta hora?

            —¿Me estás interrogando? —Preguntó Mario, indignado.

            —No. Lo que pasa es que siempre llegas más temprano.

            —Sí… tienes razón, el carro se malogró y tuve que empujarlo hasta un grifo.

            —¿Ah sí? —Preguntó ella mientras le servía el café.

            —Sí. Menos mal que la noche no estuvo tan mal, si no, no hubiera podido repararlo.

            —¿Te fue muy bien entonces?

            —Más o menos, sabes que los fines de semana siempre se gana un poco más que otros días, no es mucho, pero es un poco más. Eso es lo que importa.

            —Si pues, eso es lo que importa— Susurró ella.

            —Sí, estoy muy cansado.

            Terminado el desayuno, Mario se fue a descansar, su hija se quedó dormida en la cuna y Alejandra lavó los platos. Estaba celosa, sabía que algo había pasado, o al menos que algo estaba pasando. Fue a su habitación y vio a Mario echado en la cama, en ropa interior. Tenían poco tiempo de casados y ella lo deseaba. Se acercó al borde de la cama, se acomodó a su lado, él sintió su presencia cercana y la abrazó, vio su rostro y descubrió algo que no veía hace mucho tiempo, o que no quiso ver: que Alejandra estaba enamorada de él.

            —¿Qué pasa, mi amor? — Preguntó Mario, somnoliento.

            —Nada —dijo ella mientras lo abrazaba y besaba— es que te amo tanto, que no quiero perderte.

            —No me vas a perder…

            —¿Seguro?

            —Seguro.

            —Te amo, mi amor, te amo… —dijo ella jugando con su cabello de mecha larga.

            —Y yo a ti.— Suspiró.

            —Entonces… ámame.

            Ella se quitó la bata y Mario vio que ese hermoso cuerpo desnudo le pertenecía. Sintió un remordimiento por su constante rechazo, por todas las veces que la había dejado de lado a causa de sus prejuicios. La besó con amor, como hacía tanto tiempo no lo hacía. Luego la cubrió con el edredón y empezaron a juguetear como antes de casarse, cuando visitaban hostales y playas y no desperdiciaban ninguna oportunidad de viaje o campamento para estar juntos. Como cuando eran completamente libres y felices.

III

            Una semana después, Mario llevaba la ropa a la lavandería en el auto. Su relación había cambiado mucho desde aquel día, era como si las cosas hubieran vuelto a ocupar su lugar, como si ese día se hubiera ordenado todo lo que andaba mal. En la lavandería, el señor que atendía revisó los bolsillos de los sacos, camisas, pantalones, y encontró un sobre con el nombre de Mario. Antes de que éste saliera del local, lo llamó y se lo entregó.

            Mario lo recibió indeciso, no recordaba el sobre aquél hasta que leyó el nombre: Jessica.

            ―Es mi prima―, le dijo al que atendía, que se alejó sin mayor ceremonia. Debe ser su teléfono o su dirección, justo, sabía que tenía que ser completo —pensaba— pero no puedo leerlo aquí.

            Fue a su auto, avanzó unas cuadras y se detuvo en un parque muy tranquilo, apagó el motor, recostó su asiento y, una vez cómodo, encendió un cigarrillo. Abrió el sobre y sacó una nota doblada en dos. Cuando terminó de leerla, se sentó de golpe y acomodó el asiento a su lugar original. Estaba pálido. El rostro se le avejentó cincuenta años en cincuenta segundos. Sólo cuando la voluta del cigarrillo quemó sus labios, salió del trance. Volvió a leer la nota, ese “lo siento mucho” al final de la carta, sellado con lápiz labial. Trató de calmarse y sonrió. Era una broma, habitual chiste de bar, un mito urbano. Arrugó el papel y lo arrojó a la calle lo más lejos que pudo. Cuando encendió el auto para irse, vio que el viento le devolvía aquella pequeña pelota de papel arrugado hasta la llanta delantera. Entonces apagó el motor y permaneció mudo, sentado en su taxi, durante muchas horas.

            Un año después, con el insoportable peso de la culpa en sus espaldas, Mario enterraba a Alejandra en el Cementerio Municipal; aquél hermoso cuerpo entregado al amor se había llenado de manchas lilas que la hacían gritar, y que luego la llevaron inevitablemente ante la muerte. Siete meses más tarde la pequeña Azucena moría también en la cama de un hospital infantil: la leche que recibió de su madre a través de los pezones heridos por sus inocentes encías traviesas, la mató. Mario había ido perdiendo todo en el camino: el carro, la casa, su esposa, su hija, su familia, el sueño, sus muebles, su dinero, la esperanza, su vida… no, su vida no la perdió, él pudo salvarse. Logró esquivar a la muerte aquella noche de fin de semana.

            Era un campeón.

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Gabriel Rimachi Sialer. Escritor y periodista. Autor de los libros de cuento "Canto en el infierno", "El color del camaleón", "El cazador de dinosaurios", "Historias extraordinarias", "La increíble historia del capitán Ostra" y de la novela "La casa de los vientos". Responsable de antologías de narrativa fantástica, cuentos suyos han sido incluidos en importantes antologías. Dirige el podcast "Libros que arden" en Spotify y el Círculo de Lectores Perú www.circulodelectores.pe

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Ministro Juan José Santiváñez: “La desactivación del equipo que apoyaba a la Eficcop es un tema cerrado”

El nuevo titular del Mininter se mostró optimista y también mencionó que los principales ejes en su gestión son la lucha frontal contra la corrupción, “empezando por casa” y la lucha frontal contra la delincuencia y la criminalidad organizada.

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El exviceministro de Orden Interno y flamante ministro del Interior, Juan José Santiváñez, anunció a los medios que está de acuerdo con la desactivación del equipo especial de policías que apoyaba al Eficcop y enfatizó que el “tema está cerrado” y que está en manos de una investigación fiscal.

“Este tema está cerrado. Nosotros hemos formulado los fundamentos jurídicos que han sustentado la emisión de la resolución del cierre de ese equipo especial y en este momento ya todo está en una investigación fiscal”, respondió.

“Procederemos a defender y sostener cuáles fueron las razones por las cuales la resolución fue dictada. No ha habido ningún desbalance o falta de operatividad de resultados con respecto a la existencia de este grupo especial. Por ejemplo, al día siguiente que se dictó esta resolución no se detuvo al señor Boluarte y otras personas”, refirió el ministro.  

El ministro se mostró optimista y anunció Ejes en el Mininter

El ministro del Interior Santiváñez anunció que los principales ejes en su gestión son la lucha frontal contra la corrupción, “empezando por casa” y la lucha frontal contra la delincuencia y la criminalidad organizada. 

“Primer eje de mi gestión, vamos a limpiar la casa y vamos a defender la institucionalidad de la Policía Nacional del Perú”, manifestó y agregó: “Saliendo a las calles, saliendo a buscar a los delincuentes. No nos vamos a quedar detrás del escritorio”.   

Finalmente, el ministro del Interior, Juan José Santiváñez, evitó responder y dar un juicio de valor sobre la anterior gestión en el Interior; y más bien subrayó que si lo quieren juzgar o cuestionar a él, que lo hagan por su trabajo: “Si quieren cuestionar, cuestionen mi gestión que empezó ayer”.

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Patricia Morales tras su viaje a Iquitos fue designada como directora en el Viceministerio de la Producción

La asesora de la Gerencia General del Senamhi, renunció a su cargo el 16 de mayo, para asumir el cargo de Directora de la Dirección General del Despacho Viceministerial del Ministerio de la Producción. ¿Un premio tras su viaje a Iquitos?

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El ministro de la Producción, Sergio Gonzales Guerrero designó hoy a Patricia Lacey Morales Franco en el cargo de Directora de la Dirección de Sanciones de la Dirección General de Supervisión, Fiscalización y Sanción del Despacho Viceministerial de Pesca y Acuicultura del Ministerio de la Producción.

Resolución Ministerial N° 000204-2024-Produce.

Entre tanto, la señora Morales Franco se encontraba laborando hasta ayer como Asesora de Alta Dirección para la Gerencia General del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (SENAMHI). Dicho cargo lo desempeñaba desde el 10 de mayo del 2023 y tras presentar su renuncia, conforme a la Resolución de Presidencia Ejecutiva N° 047-2024-Senamhi/Prej, desde el 16 de mayo, asume su nuevo cargo como directora en Produce.

La designación de la abogada Morales Franco, se da tras la publicación de Lima Gris del día 15 de mayo titulada: “Gerente General de Senamhi viajó a Iquitos acompañado de su asesora para participar por cinco minutos en inauguración de un taller”.

En el informe periodístico se detalla que en dicho viaje a la selva se desembolsó dinero para pasajes de avión y viáticos del gerente general Luis Carranza Micalay y su asesora Patricia Morales Franco. El viaje duró del 24 al 26 de abril pasado, pero la participación en el evento del Gerente General solo fue de 300 segundos.

Publicación: “Gerente General de Senamhi viajó a Iquitos acompañado de su asesora para participar por cinco minutos en inauguración de un taller”.

Del Senamhi al Ministerio de Producción

Según nuestras fuentes, la señora Morales Franco habría sido recomendada para asumir el nuevo cargo en la cartera de Producción, por Juan Carlos Requejo Alemán, quien hasta este año trabajó con ella en Senamhi.  

Curiosamente, Requejo Alemán renunció a su cargo de Gerente General del Senamhi hace más de dos meses; es decir el 4 de marzo, y se trasladó al Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego para desempeñarse como Asesor de la Alta Dirección del despacho ministerial, apenas por 35 días; porque desde el 9 de abril, el ministro de la Producción Sergio Gonzales lo designó como Jefe del Gabinete de Asesores del despacho ministerial de Produce.

Así se ejercen los cargos en el aparato estatal, más allá de cumplir con los Términos de Referencia (TdR) que establecen los diversos Reglamentos de Organización y Funciones (ROF) de cada entidad pública, algunos servidores pasan de entidad a entidad, gracias a la típica recomendación de un colega de turno, a pesar de tener cuestionamientos.

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Gobierno de Dina Boluarte nombró a hijo de Jorge Montoya como ‘Agregado Naval’ en Estados Unidos

El congresista Jorge Montoya se ha mostrado en contra de una vacancia presidencial y aseveró que se ha armado todo un show mediático en la Fiscalía para involucrar a la mandataria. Entonces surge la pregunta ¿A un capitán de fragata de la Marina le correspondería ser destacado como Agregado Naval en el exterior?

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Es de conocimiento público que el congresista de Renovación Popular y almirante en retiro, Jorge Montoya es uno de los más férreos defensores del actual gobierno de la presidenta Dina Boluarte; e incluso, ante la prensa asevera tajantemente que se ha armado todo un show mediático en la Fiscalía para involucrarla. Asimismo, ha manifestado que de ninguna manera está a favor de una eventual vacancia presidencial contra la mandataria apurimeña.

Así las cosas, resulta que, desde el 30 de agosto del 2023, el hijo del congresista Jorge Montoya, el capitán de fragata José Carlo Montoya Ruibal, fue nombrado en una Misión Diplomática por el Gobierno de la presidenta Dina Boluarte para que preste servicios en representación de su institución como Agregado Naval en Estados Unidos hasta el 31 de diciembre de 2025.

Durante la gestión del cuestionado “vizcarrista” exministro de Defensa Jorge Chávez Cresta se emitió la Resolución Ministerial 00870-2023-DE, que nombró, entre otros, al hijo del parlamentario Montoya, el oficial Montoya Ruibal como Agregado Naval Adjunto a la Embajada del Perú en los Estados Unidos de América y como Oficial de Enlace en el Componente Naval del Comando Sur de la Marina del país norteamericano.

Resolución Ministerial 00870-2023-DE, que nombró a hijo de legislador Montoya como Agregado Naval en USA.

Entonces surge la pregunta ¿A un capitán de fragata de la Marina le correspondería ser destacado como agregado naval en el exterior? tomando en cuenta que, entre la lista de Agregados Navales nombrados, todos son capitanes de navío y un contralmirante; a excepción del hijo del legislador de Renovación Popular. 

Congresista Jorge Montoya se enfurece y se pronuncia

Tras esta noticia del presunto favorecimiento a su hijo por parte del gobierno de Dina Boluarte, el congresista Jorge Montoya denunció una supuesta difamación y adelantó que presentará proyectos de ley para que la difamación sea castigada con prisión efectiva.

“La falta de escrúpulos llega al extremo de implicar a mi propia familia para servir a intereses que, tanto el presentador como yo, sabemos están manipulados. Esta situación no me debilita, al contrario, me impulsa a promover leyes más estrictas que castiguen con prisión la difamación, no solo para los perpetradores, sino también para los responsables de estos medios que permiten y promueven esta práctica”, manifestó Montoya en su cuenta X.

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Ministro del Interior Walter Ortiz renunció al cargo

El ministro Walter Ortiz, despachó en el portafolio del Interior solo 45 días y ha presentado su renuncia al cargo, en medio de constantes cuestionamientos hacia el gobierno de Dina Boluarte. Además, asumió responsabilidad por la desactivación del equipo policial que apoyaba al Eficcop.

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Walter Ortiz asumió el cargo de titular de la cartera de Interior el 1 de abril, tras la salida del fallido ministro Víctor Torres Falcón, y tras prometer que implementaría una estrategia contra la criminalidad y tras no observar resultados favorables, renunció. La noche de ayer se confirmó su dimisión.

Ortiz apareció públicamente por última vez el martes pasado, cuando salió del Congreso de la República asumiendo la responsabilidad completa por la desactivación del equipo especial contra la corrupción.

Walter Ortiz defendió decisión de desactivar el equipo policial que apoyaba al Eficcop

Walter Ortiz, defendió la decisión de quitar el apoyo policial al Equipo Especial de Fiscales Contra la Corrupción en el Poder (Eficcop), e insistió en que la conformación de ese equipo policial fue “ilegal e irregular”.

Walter Ortiz agregó que la resolución no contaba con fundamento jurídico. Además, asumió responsabilidad por la desactivación y mencionó que se han solicitado informes tanto al Ministerio del Interior, como a la PNP.  

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Gerente General de Senamhi viajó a Iquitos acompañado de su asesora para participar por cinco minutos en inauguración de un taller

Para el viaje a la selva se desembolsó dinero para pasajes de avión y viáticos de Luis Carranza Micalay y su asesora Patricia Morales Franco. El viaje duró del 24 al 26 de abril pasado pero su participación en el evento del Gerente General solo fue de 300 segundos. Buscamos el descargo de Luis Carranza pero prefirió el silencio.

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El jueves 25 de abril de 2024, en la ciudad de Iquitos se desarrolló el taller titulado “Bajas temperaturas en la región Loreto, 2024. El Rol del Senamhi ante el cambio climático y la gestión del riesgo de desastres”. El evento se realizó en el auditorio del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Senarp-Loreto) y fue organizado por el propio Senamhi.

Dicho taller estuvo programado únicamente por un día, entre la mañana y la tarde del 25 de abril pasado. El evento inició desde las 9.05 a.m. hasta las 6 p.m. donde se abordaron siete temas, a cargo de profesionales entendidos en las respectivas materias climáticas e hidrológicas.

A este taller del 25 de abril asistió el gerente general del Senamhi, Luis Alberto Carranza Micalay, acompañado de su asesora Patricia Lacey Morales Franco y lo curioso es que el funcionario de Senamhi, solo participó cinco minutos en un evento . Es decir, Carranza Micalay —que actualmente gana un salario de S/15 mil soles mensuales— viajó acompañado de su asesora con todos los gastos pagados de fondos públicos hasta Iquitos, para dar solo las palabras de inauguración. Su participación fue de 09:00 a 09:05 horas. Es decir, solo 300 segundos.

Luis Alberto Carranza Micalay, gerente general del Senamhi.

Gracias a Transparencia tuvimos acceso a la documentación donde se constata la programación del evento, pasajes de avión, viáticos y todo lo gastado en este viaje a Iquitos. Supuestamente el gobierno viene aplicando una política de austeridad, pero nos damos cuenta que en Senamhi (entidad adscrita al Ministerio del Ambiente,) al Gerente General Luis Alberto Carranza no le preocupa el despilfarro de dinero mientras ese dinero no salga de su bolsillo.

Programa de actividades donde se evidencia que Carranza solo participó cinco minutos.

Tras las actividades del taller, en el programa también se lee que el viernes 26 de abril se realizó una visita a la Estación de Mazán en la provincia de Maynas y luego al distrito de Yarinacocha. Es decir, un recorrido por los ríos de la isla bonita.

¿Por qué llevó a su asesora a Iquitos?

Al evento de Iquitos el Gerente General de Senamhi Luis Alberto Carranza Micalay, fácilmente pudo ir solo, ya que se trataba de una participación de solo cinco minutos en un evento institucional. Es decir, no era necesario el viaje de su asesora para una estadía tan corta de dos noches. La pregunta es ¿Por qué la llevó?

Asesora Patricia Lacey Morales Franco.

Aquí hay que señalar que fue el propio Carranza Micalay quien envió a la directora de la Oficina de Administración, un memorando de fecha 17 de abril pasado, para pedirle por la compra de dos pasajes a Iquitos y la asignación de viáticos, tanto para él y para su asesora Patricia Morales Franco. Tal como se puede verificar en el documento que lleva su rúbrica.

Memorando D000035-2024-Senamhi-GG enviado por Luis Alberto Carranza Micalay.

Asimismo, la asesora de la gerencia general, Patricia Lacey Morales Franco le envió un correo a Edith Lima Martínez, de la Oficina de Administración, para pedir con carácter de MUY URGENTE, la adquisición de dos pasajes a Iquitos para ella y Luis Carranza Micalay.  En el mail se lee: “Estimada, Edith. En atención a lo mencionado se solicita que se realice la adquisición de los pasajes para el gerente general y para mi persona en los siguientes horarios: Latam ida: 13:30 a 15:20. Latam retorno: 15:50 a 17:40”.

Fuente: Transparencia.

¿Cuánto desembolsó el Senamhi por el viaje del gerente general y su asesora?

En total, el Senamhi gastó por ambos acompañantes la suma de S/2584 soles, para asistir a Iquitos por tres días. El Senamhi transfirió a Latam Airlines US$ 148.16 dólares (aproximadamente S/552 soles), por el ticket aéreo de Luis Carranza Micalay, cuya salida de Lima-Iquitos fue el 24 de abril de este año y el retorno el 26 de abril. El mismo desembolso se hizo para el ticket aéreo de su asesora Patricia Lacey Morales Franco.

Ticket aéreo para Iquitos de Luis Carranza Micalay.

Asimismo, para Carranza Micalay y su asesora Morales Franco, el Senamhi les asignó S/740 soles para cada uno, para sus gastos de viáticos por comisión de servicios, que incluyeron hospedaje, alimentación y movilidad.

Entre los gastos figuran hospedaje en el Hotel El Dorado, ubicado en jirón Napo 362, Iquitos. El hotel factura con la razón social de Turismo Santa Isabel S.R.LTDA. También se observa facturas de gastos en alimentación en Iquitos Produce E.I.R.L, Delfín Amazon Cruces S.A.C y Restaurante Peña Turística el Sombrero de Paja.

Fuente: Transparencia.

La asesora Patricia Morales Franco para sustentar sus gastos que no tienen factura, presentó un cuadro con precios inflados. Como se sabe, en la ciudad de Iquitos el costo de transporte en moto (ya que no se usa autos) es máximo de 5 a 6 soles. Sin duda, estos precios de movilidad sacarán más de una sonrisa a nuestros lectores de Loreto. Y esta declaración jurada quedará como un grosero hecho anecdótico. En la siguiente imagen pueden ver los costos detallados de la movilidad.

Fuente: Transparencia.

Cabe mencionar, que el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) es un organismo adscrito al Ministerio del Ambiente, y su misión es generar y proveer información meteorológica, hidrológica y climática para la sociedad peruana. Es decir, como es una entidad del Estado, sus fondos también proveen de él y por lo tanto son públicos.

Luis Carranza Micalay ya tiene experiencia laboral en el aparato estatal y trabajó en el Indeci a cargo de Jorge Chávez Cresta. Y de ser secretario general, en plena pandemia en agosto de 2020, pasó a ser jefe y asumió la encargatura del Instituto, luego que Chávez Cresta asumiera la titularidad del ministerio de Defensa. La norma la firmó el expresidente investigado Martín Vizcarra.

Así las cosas, tras haber autorizado el viaje a Iquitos del gerente general del Senamhi, Luis Carranza Micalay para su participación de solo 5 minutos en un taller, ¿por qué gastar los fondos del Senamhi para el traslado de su asesora? ¿Cuáles fueron las razones para incluirla? ¿Realmente hubo necesidad de llevarla? varias respuestas que contestar, porque esto parece más un viaje turístico con compañía.

Asesora Patricia Lacey Morales.

Antes del cierre de este informe, Lima Gris se comunicó con el señor Carranza Micalay y la señora Morales Franco para obtener sus descargos pero no tuvimos respuesta. Luego nos contactamos con Soledad Arévalo Leveau, ejecutiva de Comunicación e Información del Senamhi, quien nos propuso que la entrevista para el descargo del señor Luis Carranza sea recién el lunes por la tarde de la próxima semana. Le respondimos que estuvimos el día de ayer esperando el descargo que nunca llegó, y que el informe de todas maneras iba a ser publicado hoy.

Esperemos que al menos el ministro de Ambiente Juan Carlos Castro Vargas, tenga una respuesta sobre el manejo de los recursos públicos de su sector. Además, que la presidenta Dina Boluarte nos expliqué ¿qué pasó con la política de austeridad en su gobierno? ¿Así es como se gasta el dinero en un país con casi 10 millones de pobres?

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Candidato a contralor, Pedro Cartolín falló a favor de anular sentencia por demanda de alimentos contra César Acuña

Pedro Cartolín, cuando fue miembro de la Corte Suprema, en su calidad de ponente resolvió a favor de una demanda de amparo presentada por César Acuña, para anular la sentencia del Juzgado de Familia, que fijó en S/90 mil soles la pensión alimenticia para su último hijo.

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Gracias a la reciente decisión de la Subcomisión del Congreso, Pedro Cartolín se encuentra en carrera como candidato para ser el nuevo contralor general de la República, y para ello deberá pasar a la siguiente etapa del proceso en la Comisión Permanente. Y tras ser evaluado en dicho grupo de trabajo, su selección pasaría al Pleno para decidir si es que reemplazará a Nelson Shack.

Sin embargo, tras registrar investigaciones fiscales por la comisión del presunto delito de usurpación de la función pública o de la autoridad militar y policial por resistencia a la autoridad y por habérsele impuesto 5 papeletas por cometer diferentes faltas de tránsito; otro dato que llama la atención sobre Pedro Cartolín, es su participación como miembro de la Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente de la Corte Suprema de Lima, y que en su calidad de ponente resolvió a favor de una demanda de amparo presentada por el actual gobernador regional de La Libertad, César Acuña.

Expediente N° 37577-2023 de proceso de amparo que resolvió a favor de César Acuña.

En dicho proceso de amparo, Cartolín Pastor resolvió a favor de anular la sentencia decretada por el Juzgado de Familia de Lima, que fijó en S/90 mil soles la pensión alimenticia a favor del último hijo del dueño del partido político Alianza para el Progreso (APP).

En el documento del amparo, Cartolin recomendó que se revoque la sentencia emitida por la Segunda Sala Especializada Civil de Trujillo, que declaró infundado el recurso de apelación de Acuña Peralta.

Decisión que revoca la sentencia que declaró infundado el amparo presentado por César Acuña.

«En consecuencia, habiendo establecido que los argumentos expresados en los agravios del recurso de apelación referidos a las falencias en la motivación tienen sustento, se verifica que la apelada no ha sido emitida conforme a derecho y de acuerdo a los antecedentes, consideraciones por las que la venida en grado debe revocarse y declararse fundada; en consecuencia corresponde declarar la nulidad de la sentencia signada con resolución número seis, de fecha diez de julio del año dos mil veintitrés, Expediente N° 02974-2023-0-1801-JR-FC-17, debiendo el juez de la causa expedir nueva sentencia con arreglo a ley», se trascribe en el fallo.

Cabe remarcar, que hoy por la mañana, la Subcomisión del Congreso aprobó la candidatura de Pedro Cartolín para postular como contralor general, gracias a los votos de María Acuña Peralta (APP) y de José Luna Gálvez (Podemos Perú), quien en el mes de abril de 2023 lo presentó como candidato a Defensor del Pueblo. 

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Pese a que Machu Picchu se hunde, ministra de Cultura aprueba protocolo que aumenta aforo a 5,600 personas por día [VIDEO]

A pesar que el hundimiento de Machu Picchu se acelera a 15 centímetros cada año, la ministra de Cultura Leslie Urteaga a través de una Resolución Ministerial, ha dispuesto los circuitos habilitados y a partir del 1 de junio la ciudadela inca recibirá 5,600 personas por día. Esto es un claro atentado cultural que ha encendido las alarmas a nivel internacional.

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El Ministerio de Cultura a cargo de Leslie Urteaga, aprobó hoy el protocolo para la gestión de visitas a la Llaqta (ciudadela inca) de Machu Picchu, ubicada en la provincia de Urubamba, región Cusco.

La Resolución Ministerial N° 000207-2024-MC, publicada por el diario oficial El Peruano y firmada por la cuestionada ministra de Cultura, Leslie Urteaga, establece los tipos de circuitos habilitados y el aforo máximo de 5,600 personas por día para el periodo, del 1 de junio al 15 de octubre de 2024; y del 30 al 31 de diciembre de 2024.

Asimismo, indican que el inicio de la venta de boletos adicionales se informará a través de la página web del Ministerio de Cultura.

Resolución Ministerial N° 000207-2024-MC, firmada por la ministra Leslie Urteaga.

Nuevos circuitos de visita turística  

El Ministerio de Cultura también indica que a partir del 1 de junio de 2024 entran en vigor los nuevos circuitos de visita turística para la llaqta o ciudadela inca de Machu Picchu. En esa línea, los turistas que hayan adquirido los boletos de ingreso con anterioridad al 1 de junio de 2024, deben adecuarse a los nuevos circuitos, según las siguientes equivalencias:

Circuito 1 o 2: Llaqta de Machu Picchu

Circuito 1 o 2: Llaqta de Machu Picchu y Puente Inca.

Se puede elegir, de acuerdo con el aforo disponible, entre los siguientes dos circuitos:

Circuito 2 o Circuito de la Llaqta / Machu Picchu Clásico:

Se puede elegir cualquiera de las siguientes rutas, según el aforo disponible:

Ruta 2-A: Ruta diseñada

Ruta 2-B: Ruta terraza inferior

Circuito 3 o Circuito de la Realeza

Ruta 3-B: Ruta diseñada.

Circuito 3: Llaqta de Machu Picchu y Montaña Machu Picchu.

Se puede elegir, de acuerdo con el aforo disponible, entre los siguientes dos circuitos:

Circuito 1 o Circuito Panorámico

Ruta 1-A: Ruta hacia Montaña Machu Picchu

Circuito 3 o Circuito de la Realeza

Ruta 3-B: Ruta diseñada

Circuito 4: Llaqta de Machu Picchu y Wayna Picchu

Circuito 3 o Circuito de la Realeza

Ruta 3-A: Ruta Montaña Wayna Picchu

Circuito 4: Llaqta de Machu Picchu y Huchuy Picchu

Circuito 3 o Circuito de la Realeza

Se puede elegir cualquiera de las siguientes rutas, según el aforo disponible:

Ruta 3-B: Ruta Diseñada

Ruta 3-D: Ruta Huchuypicchu.

Los circuitos vigentes hasta el 31 de mayo de 2024 tienen equivalencia solo en determinados circuitos vigentes desde el 1 de junio de 2024.

La norma indica, además, que los visitantes que vienen del Camino Inca a la Llaqta o ciudadela inca de Machu Picchu mantienen el recorrido previsto en sus boletos de ingreso durante el año 2024.

Tabla de equivalencias de circuitos de vistita turística.

Horario de ingreso

La resolución establece que el horario de ingreso a cada circuito es el consignado en su boleto de ingreso. Se cuenta con una tolerancia de treinta (30) minutos para el ingreso a la Llaqta de Machu Picchu en temporada baja y de cuarenta y cinco (45) minutos en temporada alta.

Luego de este plazo, el visitante no puede ingresar a la Llaqta de Machu Picchu, salvo por motivos de fuerza mayor o caso fortuito debidamente demostrados.

Machu Picchu se hunde 15 centímetros cada año y ministra de Cultura aumenta el aforo

Machu Picchu cada año se hunde 15 centímetros, y la ministra de Cultura contra todo pronóstico y mediante una resolución firmada por ella, aprobó el aumento del aforo al santuario inca de 4,044, a 5600 personas por día desde el 1 de junio.

El hundimiento de Machu Picchu es una noticia que ha impactado a todo el mundo, y una de las causas de su hundimiento y deterioro se debe al número de turistas que lo visitan anualmente.

En vez de reducir el aforo para contrarrestar el hundimiento, desde el Ministerio de Cultura lo que hacen es acelerar el deterioro y hundimiento, aumentando el aforo brutalmente. A pesar que su suelo se hunde a un ritmo asombroso, esto no parece importar a la propia ministra de Cultura y a los empresarios turísticos, quienes se han convertido en una especie de vampiros de la arqueología.

Ministra de Cultura Leslie Urteaga, aprueba cuestionada resolución que atenta contra patrimonio en Machu Picchu.

Una vez más, nos damos cuenta que Leslie Urteaga es una ministra sin cultura, atenta contra nuestro patrimonio cultural con la finalidad de beneficiar a un puñado de empresarios.

Aquí, las declaraciones de la ministra de Cultura Leslie Urteaga que desde hace unos meses ya tenía planeado incrementar el aforo de la llacta de Machu Picchu; y los comentarios de nuestros panelistas en el programa de Lima Gris.

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Fiscal de la Nación exige al gobierno que reponga al equipo especial de la PNP que apoya a Eficcop [VIDEO]

El interino Juan Carlos Villena se pronunció para apoyar a los fiscales que combaten la corrupción y exhortó al Poder Ejecutivo reponer al grupo policial que apoyaba al equipo que lidera Marita Barreto.

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El Fiscal de la Nación interino Juan Carlos Villena, exige al gobierno, específicamente al Ministerio del Interior la inmediata reposición del equipo especial de la Policía Nacional que apoyaba al Equipo de Fiscales contra la Corrupción en el Poder (Eficcop), tras ser recientemente desarticulado por orden del gobierno de Dina Boluarte.

«La ciudadanía no debe tener duda que los fiscales del Ministerio Público defenderemos la legalidad en todas las instancias y especialidades», refirió Villena en la ceremonia del 43° aniversario del Ministerio Público.

El titular del Ministerio Público remarcó la importancia de mantener la legalidad y la integridad de las instituciones judiciales y resaltó la necesidad de apoyar a los fiscales que se dedican a combatir la corrupción. 

Según la tesis de la Fiscalía, la presidenta de la República, Dina Boluarte, habría ordenado a la presunta organización delictiva “Inteligencia criminal en la sombra” que realice acciones para “desacreditar, quebrantar y desmembrar” el Equipo Especial de Fiscales contra la corrupción del Poder (Eficcop) y al equipo especial de policías que, solo hace 24 horas fue desactivado.

Según acta del Ministerio Público, se hallaron elementos de convicción respecto a que altos mandos de la Policía Nacional del Perú (PNP) habrían coordinado con la presidenta Dina Boluarte la destitución del coronel Harvey Colchado de la jefatura de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac).

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