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Cultura

JORGE PIMENTEL Y SU GRAN TROMBA POÉTICA

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Fotografía: Sandra Enciso.

Toda urbe es una gran bestia que nunca cierra los ojos. Suele moverse violentamente para espantar, especialmente a los que recién la conocen. Todos los que la habitan están propensos a sus cambios y catástrofes, ya sean políticos, económicos, culturales, etc. Pero no todos la temen, hay algunos valientes que la retan, le hacen una gran radiografía, y la poetizan. Es el caso del poemario “Tromba de agosto”. Es el caso de Jorge Pimentel, uno de los poetas más bacanes, controvertidos, poco valorados y bravo de bravos de la poesía peruana.

¿De dónde aparece este gran poeta limeño que con su “Tromba de agosto” remece la poesía peruana de la segunda mitad del siglo XX al hacer uso de una violencia inconmensurable, romper la sintaxis tradicional del poema, y saber adentrarse en la piel y psicología de sus personajes heridos y marginados por el sistema dominante?

Del caos, de los escombros, de la pobreza, del desempleo, de las zonas marginadas, de las habitaciones donde hay niños muriéndose de hambre, de los centros laborales que explotan a sus trabajadores, de las calles plagadas de hombres neuróticos, de los migrantes, de una Lima que se cae a pedazos, del desempleo nuevamente y de una Lima que en 1940 albergaba 645,172 habitantes y que en 1981 alcanzó los 4,492,560, de una Lima que ya no es más una ciudad silenciosa y cucufata, sino que ahora es una ciudad llena de extraños y de multitudes provincianas que desbordan el espacio urbano y configuran insondables cambios en la concepción de vida, una ciudad polifónica donde todos gritan y se confrontan.

En 1992, con un ensayo introductorio del poeta Pablo Guevara, sale a la luz Tromba de agosto, un libro rabioso, más dramático y experimental que los anteriores (“Kenacort y Valium”, Ave soul” y “Palomino”), en medio de un contexto totalmente violento.

“Tromba lo hice en la calle, agarré un mapa y empecé a recorrer Lima mientras lo escribía. Creo que cada libro es un lenguaje nuevo y lo tienes que plantear de forma diferente. Yo iba por la calle con mi lapicero y mi papel, me subía a los ómnibus, llegaba a Lince o Jesús María, me refugiaba en un bar. Escuchaba lo que hablaban. Tromba es un libro enloquecido. Tenía que encontrar un nuevo lenguaje para enfrentar la vida. Me sentía solo. Indefenso”.

En este poemario se pulveriza la sintaxis tradicional del poema, perdiendo lirismo (maten al cisne de Darío), pero qué más da, se puede perder belleza, cadencia y armonía (Ave Soul), pero nunca la rabia, fuerza e intensidad que debe tener todo poeta que busca reflejar las vicisitudes de un país subdesarrollado y pobre como el nuestro.

Hora Zero: Tulio Mora, Eloy Jáuregui y Jorge Pimentel.

Entre las muchas cualidades del poemario, además de las ya mencionadas, es que cumple uno de los requisitos del estructuralismo literario, al plantear la unión indisoluble entre obra y sociedad. Murakovsky consideraba que el contenido de una obra y el estilo que posee, se ve demarcada por los cambios sociales que aquejan a una determinada sociedad.

Cabe resaltar que toda obra artística está provista de distintas funciones, la más reconocida es la del goce estético (aburguesada); sin embargo, hay otras de igual importancia, la literaria y la verbal. El crítico García Bedoya afirma que:

La primera hace referencia al rol que cumple una obra en una serie literaria (inaugurar, desarrollar, renovar o cuestionar un sistema de normas); la segunda se vincula al papel que desempeña en relación con la vida social.

De esta manera se establece un vínculo innato entre el artefacto literario y la sociedad, manifestando que la literatura se halla en constante relación con la vida cultural y social. Esta propuesta iniciada por Tinianov, y que García Bedoya toma como como referencia para elaborar una periodización de la literatura peruana, tiene como objetivo descartar cualquier visión sesgada de la autarquía literaria.

En nuestra tradición son pocos los poetas que han trascendido cumpliendo gratamente estas dos funciones, entre ellos encontramos a César Vallejo y Jorge Pimentel. Este último sigue el mismo camino que enrumbó el poeta santiaguino en la primera mitad del Siglo XX. Ambos violentan la sintaxis tradicional y comparten la postura marxista, uno más consecuente que el otro, claro está, no hay que olvidar que Vallejo se nutre de una España en pie de lucha y de una Rusia vencedora, a diferencia de Pimentel y de Hora Zero, que lo hacen desde la revolución cubana, con sus aciertos y desaciertos, y desde las reformas militares, con Velasco a la cabeza.

Los dos poetas demuestran el compromiso que debe tener el artista con su época.

César Vallejo:

“En el actual periodo social de la historia, por la agudeza, la violencia y la profundidad que ofrece la lucha de clases, el espíritu revolucionario congénito del artista no puede eludir, como esencia temática de sus creaciones, los problemas sociales, políticos y económicos”.

Jorge Pimentel:

“Mi poesía son los restos de todos los peruanos que están hablando. Y los mismos textos han brotado ya desechos. Y las palabras están diseminados y solo el espíritu del lector las absorberá. Hay un llanto muy antiguo y hay otro muy actual en el país. Mi discurso es este despedazamiento, esta Tromba de agosto”.

Se podría decir que el gran referente de “Tromba de agosto” es “Trilce”, aunque con algunas diferencias. Vallejo pulveriza la sintaxis, crea neologismos y deforma las palabras, pero aun así, nunca pierde belleza. En el poemario de Pimentel solo encuentras horror, insensatez y desesperación.  

Todas las diversas poéticas que aparecieron durante las últimas décadas del siglo XX deben valorarse y ser estudiadas, pues cada uno aporta, desde su estética, a la formación de nuestra tradición.  En 1970, Jorge Pimentel y Juan Ramírez Ruiz, otro gran poeta injustamente olvidado, fundan el Movimiento Hora Zero, al escribir a cuatro manos un manifiesto parricida titulado “Palabras urgentes”, haciendo un balance muy polémico sobre la poesía peruana y dejándose llevar por los arrebatos tan característicos e injustos de la juventud.   Resaltan que a los poetas de su generación les ha tocado una realidad catastrófica, y ellos deben poetizarla siendo valientes y participando activa y políticamente en la reconstrucción de una nueva sociedad, añadiendo también que sus obras deben reflejar con fidelidad los cambios sociales de su época. Ellos son el punto crucial para el inicio de una nueva etapa confrontacional ante el sistema dominante.

No hay que olvidar que la postura radical horazeriana influyó en algunos grupos que se gestaron después. Es el caso de “Kloaka” y la radicalización de sus postulados estéticos e ideológicos, que tienen como escenario principal la marginalidad. También es el caso de los infrarrealistas, con Roberto Bolaño y Mario Papasquiaro a la cabeza. Ambos admiraban la poesía que se estaba gestando en los años setenta, y consideraban a la poesía peruana como la mejor poesía latinoamericana de esos tiempos.

Nuestro país ha sentido la efervescencia cultural en las distintas épocas de nuestra historia. El provincianismo es determinante en la gestación de las distintas poéticas. Ya lo vaticinaba José María Arguedas, exaltando y valorando las grandes migraciones que sufría el país, además resalta el proceso de urbanización social y cultural, dando a los poemas un aliento épico, pues la poética provinciana se gestará en las urbes, a pesar de la marginalidad y de la indiferencia de crítica oficial.

¿Cuál es el primero paso para reconstruir una nación que se cae a pedazos? Ser conscientes de todo lo que está sucediendo y no tener reparos en ver hasta los rincones más oscuros y nauseabundos que nos rodea. Tromba de agosto representa todo eso.

Jorge Pimentel. Foto: Sandra Enciso.

Jorge Pimentel utiliza como técnica la simultaneidad de voces (lúcidas, explotadores, neuróticas, rabiosas y sufridas) para lograr una confrontación ideológica.  Los hablantes o enunciadores que van apareciendo en todo el poemario pertenecen a dos clases determinadas: el proletariado y el capitalista. La voz poética principal se identifica con la primera, pues mediante quejas, protestas y diálogos manifiestan la corrosión física y psicológica que sufren a manos de la ambición capitalista. La voz de una señora, abandonada por su marido y explotada por su jefe es una voz que traspasa las fronteras de nuestro país, identificándose con todas las mujeres del mundo que son presas del abandono y del poder capitalista. Los diálogos entre marido y mujer, entrecruzadas con los lamentos de los niños que se están muriendo de hambre, no solo representan a la sociedad limeña o peruana, sino que simbolizan la decadencia del sistema económico que rige en el mundo. El poeta que sufre las consecuencias de la explotación, pero que aun así se resiste a dejar de escribir: hambriento ensangrentado registra todo lo que ve y siente simboliza la lucha de los artistas ante la opresión.

Un accidente laboral es un talco, una brillantina.

Despidos es una enagua bordada.

35 maestros del SUTEP no hacen un jugo de papaya.

Apaleamiento y masacre de campesinos en La Oroya

y Cerro de Pasco, por lo exuberante y ostentoso, 30 tamales,

20 dirigentes de San Marcos caminando por la Plaza de Armas

A las 9 de la noche es un seco de cabrito.

Estoy escribiendo.

Mi oficio es escribir.

         Ya lo estoy haciendo.

Pimentel es una cámara que lo registra y escribe todo, identificándose con maestros despedidos, universitarios dirigentes, trabajadores accidentados y campesinos masacrados por empresas mineras. Cree que la labor del escritor es identificarse con este grupo y escribir sobre ellos para concientizar y denunciar los abusos. Así las voces poéticas no solo hablan por ellos mismos, no buscan la individualización, sino la colectividad de los que sufren lo mismo en cualquier país.

En los últimos años se ha buscado minimizar y hasta ridiculizar el aporte del Movimiento Hora Zero, basándose en el parricidio poético del primer manifiesto, en el gran número de integrantes que formaron ¿forman? parte del grupo, y en el hecho de que no todos han estado a la altura de los poetas más representativos, lo cual es totalmente cierto. Sin embargo, esto no desmerece para nada el gran aporte que tuvieron al democratizar la poesía peruana, utilizando en sus discursos las voces de nuevos enunciadores que iban apareciendo, productos de los fenómenos sociales que nos aquejaban como nación.   En el caso de “Tromba”, la de los desempleados y los migrantes.

Se han ido marchando de a pocos, el primero fue Juan Ramírez Ruiz (“Las armas molidas” no ha tenido la atención que debería tener, a diferencia de “Un par de vueltas por la realidad” y de las leyendas que giran sobre la personalidad del poeta chiclayano),  luego siguieron Enrique Verástegui ( el más valorado, quizás, de todos los que integraron el movimiento) y Tulio Mora (“Cementerio General” es uno de los grandes poemarios de la segunda mitad del siglo XX de la poesía latinoamericana). Pero aún nos queda Jorge Pimentel, con su facha de gánster neoyorkino y la voz enérgica con que lee sus poemas.  Ojalá no sea tan tarde cuando coloquemos su poesía en el lugar que se merece.  

Son pocos los libros que están escritos para no gustar. “Tromba de agosto” es uno de ellos. Están advertidos.   

BONUS TRACK

Hace cuatro años, a la salida de un recital en el que participó, me acerqué tímidamente para que me firmara una primera edición de su “Primera muchacha”, a lo cual accedió amablemente, minutos después ya estaba tomándose fotos conmigo, emocionándose al contarle de que había empezado a escribir una tesis universitaria sobre su poesía,  y por último, como si no hubiese bastado con todo lo anterior, dándome su número telefónico para que me pueda ayudar con algunos documentos de “Hora Zero”.  Lo llamé un par de veces y siempre me contestó amablemente, pero eso es ya otra historia.

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Joe Guzmán Rodríguez. (Trujillo, 1991) Docente. Estudió la carrera de Educación Secundaria, en la mención de Lengua y Literatura, en la Universidad Nacional de Trujillo. Autor de El devenir de lo incierto (Paloma Ajena Editores, 2014). Segundo (2010) y primer (2012) puesto en los Juegos Florales Interuniversitarios de la Universidad Nacional de Trujillo; segundo puesto en el Concurso Nacional de Relato Corto “A toda página” de El Cultural (2012); y menciones honrosas en el Concurso Nacional de Poesía (2016) organizado por la Feria Internacional del Libro de Trujillo, el II Concurso Nacional de Poesía Huauco de Oro (2017) y el XVII Concurso Nacional Juvenil de Cuento “Germán Patrón Candela” (2017)

Cultura

Un almuerzo con sabor a bolero

Una crónica de Edwin Sarmiento

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Por Edwin Sarmiento

–El maestro Tamariz dice que el almuerzo será este jueves y no miércoles—

El aviso de Justo Linares en la Tertulia del Chivo Castillo es un “no te olvides” cada vez que lo hace en nombre de Domingo Tamariz, el mayor de los contertulios, con sus 96 años a cuestas y macizo como tronco de algarrobo. Hay que ir, entonces. Será un encuentro ameno, divertido, de muchos recuerdos, como de costumbre. La historia viva de la segunda mitad del siglo XX hasta la actual del siglo XXI en una mesa para seis periodistas. Esta vez no estuvieron César de los Heros, Jorge Sandoval, Luis Padilla, Hugo Chauca. Se les extraña. Y allí están Domingo Tamariz, Justo Linares, Francisco Ugarteche, Bernardino Rodríguez, Henry Aragón y Edwin Sarmiento, enfundados en casacas y abrigos que fueron arrancados de sus armarios de caoba con aroma a tiempo. Y el maestro Tamariz protegido, además, por una gorrita de tela que ya hubiera querido tener Luchino Visconti, legendario director de ópera y de cine italiano, de cuya hazaña cinematográfica me habló camino a casa, como vamos a ver, porque al maestro Tamariz, nada se le escapa, nada de lo ocurrido en el largo período de su vida le ha sido ajeno, nada de nada.

Él prefiere el pescado sudado, a la humeante parihuela de pescado y harto marisco que sí fueron devorados por Justo y Henry, en contraste con el tradicional lomo saltado de Francisco, a quien llamamos Panchito de cariño y mi modesto pescado a la parrilla sin yuca ni ensalada por recomendación de quienes saben cómo combatir una gastritis incipiente. Luego pasaríamos al tradicional point Berisso, donde los muchachos de la Tertulia del Chivo mataríamos esa soledad que nos persigue, hablando de la vida en todos sus tiempos; es decir, pasado, presente y futuro, por tres horas más, entre capuchinos calientes, acompañados de unos dulces llamados tiramisú, pero con receta italiana, que yo recién descubrí, valgan verdades. “Estos son los placeres a los que no debemos de renunciar”, exclamó Justo, en estilo hedonista de viejos filósofos griegos, cuando solían regodearse, semi sentados, con las manos sobre el vientre durante horas y sin levantarlas.

–¿Te vas a tu casa? ¿Me llevas?– me dijo, al despedirnos, el maestro Tamariz.

Y partimos, como de costumbre, primero a su casa y después a la mía. Sabía que el trayecto sería rico en recuerdos, viajes de una ciudad a otra, de un país a otro, de una época a otra, según le vengan los recuerdos a Domingo y le dé la gana, por supuesto, de conversar. Con él no hay pierde. Es divertido viajar y es ameno. Uno no deja de escuchar ni él deja de hablar. Su memoria es prodigiosa. ¿Cómo puede ser que este venerable anciano, que no parece anciano, siga tan animado en contarme que el tomo IV de su obra “Memorias de una pasión” ya haya entrado a imprenta?, me pregunto en silencio. Y me cuenta que el tomo V de esta publicación ya se encuentra en la fase de diagramación y que él mismo lo está diagramando. Qué tal fortaleza, Si los tres primeros tomos tienen, en conjunto, más de mil 300 páginas, con los dos nuevos tomos llegará a dos mil páginas, que son historia del periodismo peruano, amenamente presentada y contada, sigo asombrado. Me dice, además, que este año debe publicar el segundo tomo de su obra sobre personajes de la historia, que se sumarán a la media docena de otras publicaciones ya agotadas.

Mi copiloto mira los semáforos y suspira. Lima ha crecido mucho, musita. Y recuerda que cuando él se inició en el periodismo y salía a buscar la noticia, Lima bordeaba el millón y medio de habitantes, gobernaba el Perú el general Manuel A. Odría y los distritos más antiguos de la capital eran Surco, Miraflores, Magdalena, que la gente se movilizaba en tranvía, y que la revolución de Arequipa en 1955 ayudó a recuperar la democracia en el Perú. Y Lima empezaría a ser invadida por artistas de renombre, bailarinas que eran verdaderas vedettes de espectáculos para sacarse el sombrero, o mejor, la sarita de la época. “Yo tengo mil discos de larga duración de puro boleros”, me dijo. “Cuando me visites te los haré escuchar”, precisó. Y lo le dije claro que sí, maestro, te agradezco, Domingo, que yo también crecí, en Puquio, con los boleros de Los Panchos. Ah, tienes que escuchar a Lucho Gatica, a la Sonora Matancera, a Benny Moré, a Celia Cruz, le escuché susurrar, por segunda vez. Cuando vino al Perú, Pérez Prado –recuerda el maestro Tamariz—tenía chivita y usaba tacones de 12 centímetros. Él trajo el dengue (el baile, no la enfermedad). Me permitió ingresar a uno de sus ensayos. Levanta la batuta, y ¡tacatá, tacatá, tacatacátacatacá! Repiquetea el bongó y al unísono suenan los clarines, mientras que Daisy Guzmán, una guapa mulata de bien torneadas piernas, aparece como un vendabal en las pistas, dice Domingo. Fue suficiente para convencerme de que el dengue iba a poner de vuelta y media a la ciudad, acota. Y así brotan a borbotones sus recuerdos de los lejanos años 50. Ya hemos recorrido una hora del Berisso a su casa, en San Miguel. Y cuando le iba a entrar a la historia de Luchino Visconti, dijo que ya habíamos llegado y que esa historia la dejaremos para la próxima oportunidad. Así será, maestro Tamariz, mi buen amigo.

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Cultura

El inolvidable talento de Chalo Guillén

Un reportaje de Hélard Fuentes Pastor

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Por: Hélard Fuentes Pastor

«Tuvo muchos amigos», dijo Omar, hijo del gran caricaturista arequipeño, durante el homenaje póstumo que se realizó en mayo a Chalo Guillén, en una de las salas de exhibición del Centro Cultural de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa.

— Todos siempre tenían palabras de cariño hacia mi papá —destacó su hijo ante un centenar de asistentes durante la inauguración de dicha exposición, con reproducciones de su obra artística y de varios dibujantes que han representado al personaje—. Era un apasionado del deporte, además fue parte de la Selección de Básquet de Arequipa —continuó Omar disertando sobre su padre, recordando su niñez, cuando veían juntos los partidos de fútbol.

¡Qué no se ha dicho de él! ¡Del gran Chalo! —como lo conocían muchos de sus amigos. El maestro Chalo, en su juventud, llegó a conocer al gran Che Guevara en Cuba, según cuentan, cuando tuvo que huir de Brasil por sus ideas políticas en un barco pesquero ruso, aunque lo político no fue su prioridad. Allí coincidió con la esposa del Che, la economista peruana Hilda Gadea Acosta, con quien tenía un amigo arquitecto en común.

— Charlamos largamente y comenzó a hablarnos de que la revolución es la única salida, la transformación de la sociedad, y de que los jóvenes éramos los indicados porque no teníamos pecados; entonces, éramos claros y transparentes para poder enarbolar una transformación de esa índole. Él creía en el hombre nuevo (…). Nos conversaba de esto (…). En ese momento, creímos que es posible una transformación (…). Al final te das cuenta que, las balas son balas y solo causan muerte (…) —recordó en una entrevista Chalo Guillén al famoso Che.

También destacó porque compartió con personajes como Vinicius de Moraes, Luis de la Puente Uceda, Luis Bedoya Reyes y Enrique Chirinos Soto, pues en vida disfrutó de los debates e intercambios de carácter político.

— Yo lo conocí a Vinicius de Moraes —llegó a declarar Chalo—. Más que todo, él frecuentaba Copacabana, en un local donde iba la gente que le agradaba la música, a veces iban o no iban, era muy informal. Él era un poeta extraordinario, un compositor… Tuvo siete esposas.

Chalo —que tenía una personalidad singular, siquiera comparable con su amigo, el pintor Luis Palao Berastain— no ostentó ni esperaba reconocimientos, homenajes y premios a pesar de su talento. En ese aspecto, se parecía a Palao, pero no era tan silencioso como él; por el contrario, dejaba notar su entusiasmo y verbosidad en cada conversación, al estilo de otro amigo suyo, el historiador Eusebio Quiroz Paz Soldán. Chalo fue un poco reacio a las ovaciones y los aplausos. ¡Eso sí! Por supuesto, su arte lo merecía.

Sus padres los bautizaron con el nombre: Rodolfo Gonzalo Guillén Peralta, aunque se hizo más conocido como Gonzalo, de allí que lo llamen “Chalo”. El arte corría por sus venas, pues sus tíos cercanos, Alejandro y Arturo Peralta Miranda, se dedicaron a la literatura, fundando el recordado grupo Orkopata. Uno de ellos —Gamaliel— se volvió célebre en las letras peruanas.

Antes de la cultura, las letras, el dibujo, incluso, la arquitectura, era solo un escolar soñador que hubo de cerrar aquella etapa en el colegio San Francisco de Asís en 1956, precisamente en dichas aulas conoció a Eusebio y desde pequeños se hicieron buenos amigos. Gonzalito, seguía la disciplina de su padre, Isaac Guillén Gómez, agricultor radicado en Paucarpata, quien a sus 41 años, un 8 de septiembre de 1932, desposó a su madre, Carmen Peralta Miranda, que tenía 28 y era natural de Puno.

Su trabajo artístico se extendió propiamente en los años 80 y 90. ¡Quién no hablaba de las caricaturas de Chalo! Pero en realidad, este talento para el dibujo comenzó a cuajar desde jovencito, allá por la década del 60, veinteañero o treintañero, pues había adquirido la nacionalidad arequipeña naciendo un 30 de abril de 1939, y estuvo a punto de lograr la brasileña, ya que durante su etapa universitaria, cuando viajó a Río de Janeiro. Su primera vez —según el registro consultado— fue en 1958, precisamente en una entrevista recordó entre los años 1957/58. Entonces, registró que vivía en Lima, en el jirón Miller No. 1541, tal y como se desprende del documento. Esa decisión de mudarse al extranjero, nos habla de un chiquillo avezado, con ganas de conocer y enfrentar el mundo. Allí, en la ciudad de Niterói (Brasil), hubo de conversar con el arquitecto Oscar Niemeyer, una genialidad de su tiempo.

No dudó un minuto, tomó las valijas y se mudó temporalmente al país del Carnaval. Omar Zevallos (2010), en su libro sobre la caricatura arequipeña, comenta que a los 17 años decidió estudiar arquitectura en la Universidad de Minas Gerais. También dice que Chalo participaba de muchas tertulias culturales, académicas, tenía una inclinación de «izquierda»  y aquellas situaciones lo condujeron a Cuba; pero, naturalmente, tal cual percibimos, esos intereses políticos o ideológicos, después no fueron prioridad como militante. Más pesaba su profesión, su arte, por lo que de regreso a Brasil, pensó viajar a Europa; sin embargo, Benjamín Doig, un arquitecto amigo, lo convenció de retornar a Perú.

— Siempre me agradó la tertulia, la conversa, el filosofar, y la noche es muy propicia para eso, paralelamente a mis estudios, yo hacía ese tipo de actividades. En ese tiempo se hablaba, se discutía, las dos posibilidades que habían: el socialismo y el capitalismo —declaró sobre esa etapa de su vida.

Chalo, en la década del 60, comenzó a dibujar para diferentes medios. Tenía de qué hablar y bromear. Pintaba y dibujaba muy bien, a tal punto que está considerado en importantes compendios biográficos de artistas nacionales, por ejemplo, el Diccionario de Gabriela Lavarello Vargas (2009). Estuvo en Oiga, una prestigiosa revista donde hizo caricaturas con severas críticas a personajes como Enrique Chirinos, con quien no coincidía políticamente, según declaró hace algunos años.

No siempre hubo discrepancias ni tensiones, aquí conoció a un buen amigo, el poeta Francisco Bendezú. También colaboró con Caretas y La Olla. Para él, la caricatura lo era todo, un medio de protesta, de satirizar a los malos políticos, y una forma de homenajear, de expresar su admiración, por ejemplo, a Marco Aurelio Denegri, Jorge Luis Borges o Mario Vargas Llosa. Además, fue tan completo que trabajaba con distintos materiales: lápiz, lápiz de color, pincel, tinta china, collage, acuarela, cuero con gurbia, anilinas al alcohol y acrílicos.

En noviembre de 1967, fundó la revista Mona Lisa, donde alternó con caricaturistas como Guillermo Osorio; luego ganó un premio en el Salón Internacional de la Caricatura de Montreal de Canadá representando caricaturescamente a Ho Chi Minh en el año 1969; y en los años 70, realizó una exposición —una de las pocas— en las Galerías de Arte del Banco Popular. También tuvo experiencia como docente de dibujo en universidades de Lima.

Dos de sus referentes artísticos fueron los destacados, Teodoro Núñez Ureta y Julio Málaga Grenet, dando continuidad a dicha tradición artística en la ciudad de Arequipa, cuna de importantes pintores a nivel nacional. Su ingenio lo llevó a fundar y editar la revista de humor político Caracoles —aunque también he leído que se llamó El Caracol— hacia los años 90.

Aquel periodo fue prolífico para el autor, no solo se multiplicaron los trabajos que realizó, además alcanzó una difusión nacional; de este modo, en el cambio de siglo, ya era un personaje que concurría a exposiciones y algunas presentaciones de libros, con un atuendo típico de él, la camisa, su saco a cuadros y su sombrero. El buen Chalo, nunca esperó algo, pero felizmente, en vida, recibió un reconocimiento del Gobierno Regional de Arequipa en el año 2009, cuando ocupó su presidencia Juan Manuel Guillén Benavides.

Por esos años, ya consolidado como uno de los «mejores exponentes en esta disciplina», comenzó a difundir su talento en redes sociales, recordándonos, hasta sus últimos días, la genialidad de su pincel. El 15 de noviembre del 2023, lamentablemente falleció, dejando un gran vacío en la caricatura arequipeña.

— La caricatura creo que nace desde siempre —ofreció una reflexión sobre su arte—. Podría ser que Dios inicie un poco ese tipo de trayectoria caricaturesca, al hacer del barro al hombre o transformar, diríamos, al ángel en diablo, como fue Lucifer, que pone alas de murciélago, patas de cabra, cola de león, en fin, hay unas facetas que definitivamente son especulaciones filosóficas.

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Cultura

Rinden homenaje a Eva Ayllón en el muro de Berlín

El muralista chileno Newen Vilu retrató en Alemania a la ‘Leyenda Viva’ de la música peruana, poco antes de que ella inicie una gira europea, en el marco de las celebraciones por nuestras Fiestas Patrias

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La imagen de la célebre cantante peruana Eva Ayllón fue plasmada en el Muro de Berlín, gracias a un grafiti realizado por el artista plástico chileno Newn Vilu. Esta obra, que resalta la figura de una de las artistas más icónicas de Latinoamérica, está ubicada en Mauerpark (Parque del Muro), lugar que -desde la caída de la que fuera la frontera interalemana- se ha convertido en uno de los espacios favoritos de descanso y esparcimiento de los berlineses.

La acción artística coincide con la pronta visita de Eva Ayllón a Alemania, país donde, en el marco de las celebraciones de nuestras Fiestas Patrias del Perú, la aclamada intérprete ofrecerá tres shows: Múnich (1 de agosto, en Technikum), Berlín (3 de agosto, en Passionskirche) y Frankfurt (4 de agosto, en Zoom).  

Estas presentaciones son parte de una gira de conciertos que Eva Ayllón ofrecerá por el Viejo Continente. El punto de partida será  Madrid (23 de julio). Ciudades como Ginebra (26 de julio), Barcelona (27 de julio), Milán (28 de julio), Roma (29 de julio), Bruselas (2 de agosto) y Estocolmo (7 de agosto) también son parte de este tour musical.         

Con más de 50 años de impecable trayectoria, Eva Ayllón es una de las artistas peruanas de mayor trascendencia internacional. Su potente y virtuosa voz, junto a su desbordante energía y versatilidad sobre el escenario le permiten interpretar diversos géneros musicales. Clásicos del cancionero peruano como “Mal paso”, “Le dije a papá”, “Saca la mano”, “Ingá”, “Ritmo, color y sabor” y “Que somos amantes”, entre otros, serán parte del repertorio de esta nueva y esperada gira europea.  

Eva Ayllón cuenta con más de 30 producciones discográficas, muchas de las cuales han sido relanzadas en versiones digitales, a través de su propio sello discográfico Aylloncito Producciones. La artista, 12 veces nominada a los premios Grammy Latino, entidad que le otorgó el Premio a la Excelencia Musical en 2019, acaba de ser distinguida como Personalidad Meritoria de la Cultura por su invaluable trabajo  de difusión y preservación de la música peruana.   

Cabe destacar que Eva Ayllón ha compartido escenario y grabaciones con grandes figuras de la talla mundial como de David Bisbal, Gilberto Santa Rosa, Armando Manzanero, Mercedes Sosa, Diego El Cigala, Pedro Aznar, Albita, Luis Enrique, Kalimba, Marc Anthony, Olga Tañón, Tania Libertad, Juan Diego Flórez, Alex Lora, Los Kjarkas y muchos más.

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Cultura

Exploding Sun presenta “NMZK”: un nuevo horizonte para la música pop

El proyecto solista de Fernando Casanova introduce un nuevo estilo musical: el neomuzakoid.

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Exploding Sun, el proyecto solista del músico peruano Fernando Casanova, conocido por su participación en diferentes bandas independientes como Millones de Colores, The Muertos o Los Zapping, regresa a la escena musical con el lanzamiento de su innovador álbum “NMZK”.

Este trabajo marca un hito en la carrera de Exploding Sun, al introducir un nuevo estilo musical denominado neomuzakoid. Se trata de una reinterpretación del género muzak (comúnmente conocido como música de ascensor), enriquecido con influencias del pop, jazz, easy listening y adulto contemporáneo.

“Este disco es el primero de este género, en el que ningún artista ha incursionado. Hace más de tres años empecé a escuchar muzak y desde entonces comencé a trabajar en este proyecto”, explica Fernando.

El álbum consta de 7 temas que destacan por sus melodías pegajosas, arreglos inesperados y polirritmia. Casanova lo describe como un disco pop fácil de digerir, pero con una profundidad y complejidad sin igual. Promete ser una obra corta para disfrutar repetidamente.

“Las canciones no siguen un patrón específico. Es un disco interesante de escuchar, para reproducirlo una y otra vez. Es como probar un postre que siempre te deja con ganas de un poco más. Puedes disfrutarlo como música de fondo o sumergirte en él para analizar cada uno de sus arreglos y armonías”, afirma Casanova.

Además de su propuesta musical, “NMZK” también destaca en otros aspectos artísticos. Su portada, creada por la artista experimental Fill Jord, presenta una diversidad de formas y texturas inusuales que reflejan la experimentación y reinterpretación características tanto de su enfoque artístico, como del propio álbum.

Para ello, Fill Jord combinó técnicas tradicionales de pintura fotorrealista con métodos innovadores como el modelado 3D, el escaneo LiDAR y la realidad aumentada. “Creó esta portada con la intención de complementar la renovación del género, que a menudo se considera poco notable en parte debido a su relegación al segundo plano”, explica Casanova.

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Cultura

¡El anime y la literatura se unen!: un ensayo de J. J. Maldonado sobre las nuevas formas de leer

La presentación del libro será el próximo viernes 19 de julio en la Feria Internacional del Libro de Lima.

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En la edición 28° de la Feria Internacional del Libro de Lima (FIL), el Fondo Editorial de la Universidad César Vallejo (UCV) lanzará su última novedad editorial: Narrativa mesiánica: animes al rescate de la ficción, un fascinante ensayo literario del periodista y escritor J. J. Maldonado. Este libro promete revolucionar la manera en que percibimos el anime y su impacto en la cultura contemporánea.

A través de un recorrido exhaustivo por la historia del manga japonés, Maldonado analiza la influencia de obras icónicas como Dragon Ball Z, Neon Genesis Evangelion, Akira, Naruto, One Piece, Death Note, Bleach, Hunter X Hunter y muchas más. El autor nos invita a conectar, a través de este nuevo libro, con el imaginario y las referencias de la juventud del siglo XXI.

La presentación del libro se realizará el viernes 19 de julio a las 8:00 p.m. en el auditorio Francisco Izquierdo Ríos.

Una carta abierta a todas las generaciones

Este ensayo sirve también como invitación para personas de generaciones anteriores que todavía mantienen cierto prejuicio o desdén por este fenómeno japonés. “Quiero pensar en este libro como una carta abierta para todas las generaciones que sientan amor por la ficción y sus evoluciones”, señala J. J. Maldonado.

En Narrativa mesiánica: animes al rescate de la ficción, el escritor propone nuevas formas de lectura y profundiza en cómo la cultura pop influye en las ideologías contemporáneas. Plantea interrogantes provocadoras: ¿Por qué Evangelion genera una nueva mitología posmoderna? ¿Cuál es la épica del “yo” en Dragon Ball? ¿Qué hay detrás de la ideología mesiánica de Naruto? ¿Por qué One Piece tiene una intensa carga política? ¿Se lee también audiovisualmente? ¿El anime podrá salvar a la ficción contemporánea?

Reflexiona y escribe sobre lo que consumes

El periodista J. J. Maldonado, ganador del Premio Narrador Joven del Perú 2015, comenta que siempre le ha interesado la figura del escritor que reflexiona, analiza y escribe sobre lo que consume, teniendo como referentes a autores como Milan Kundera, Susan Sontag, Lorrie Moore, Miguel Gutiérrez y Mario Vargas Llosa.

“Estos escritores y escritoras no se quedaron solo en el plano de la ficción, sino que también hicieron ensayos para responderse sobre las preguntas que les hacían los libros que leían. A mi manera, intento hacer lo mismo y responderme o abrir preguntas sobre cómo, por qué y qué estamos consumiendo en el siglo XXI a través del streaming o el internet”, señala el autor de El amor es un perro que ruge desde los abismos.

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Cultura

La historia no contada de Helena de Troya

A partir de distintos episodios poco divulgados de la vida de Helena, desde la Ilíada hasta nuestros días, y de recientes hallazgos arqueológicos, los libros de esta trilogía escrita por Gabriela A. Arciniegas (Bogotá, 1975), reconstruyen los sueños y ambiciones de otra Helena posible.

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Se sabe que en Troya hubo diez ciudades, una sobre otra, pero hasta ahora solo se ha podido excavar un diez por ciento de todo ese terreno. El objetivo de la escritora Gabriela A. Arciniegas (Bogotá, 1975) fue viajar hasta esa época remota del siglo XIII antes de nuestra era, y mostrar cómo vivía esa gente, cómo vivían las mujeres y qué hacían mientras los hombres estaban peleando en las batallas. Pero sobre todo responder a las siguientes preguntas: ¿quién era en verdad Helena de Troya? ¿Fue una mujer de belleza incalculable, culpable, de alguna manera, de desatar una guerra, como proponen todos los narradores y cineastas? ¿Cuánto se ha ‘excavado’ realmente para dar con su mente y su corazón? Estas son algunas de las preguntas que la autora responde en la trilogía Helena. La reina condenada, publicada por el Fondo de Cultura Económica (FCE).

“Mi resolución fue sondear el alma de una mujer que, como muchas en esa época, no tuvo la oportunidad de tomar decisiones sobre su vida, porque en ese momento histórico las mujeres no podían elegir su camino: otros (los hombres) lo elegían por ellas. No es la historia de los hombres y la guerra. Es la historia de cómo las mujeres, desde la magia, la medicina y la hechicería, interactuaban con los sucesos históricos en el siglo XIII a.C.”, dice Gabriela A. Arciniegas.

En abril último, la escritora presentó el tercer libro de la trilogía Helena. La reina condenada, primero en la feria del libro de Bogotá, y luego en la de Quito, donde estuvo acompañada de Alejandro Moreano, una eminencia en literatura e historia grecorromana, autor de decenas de libros sobre el tema. “Nadie se ha preguntado si en verdad fue ella quien desató la guerra de Troya. Nadie se ha preguntado quién era ella antes de la guerra”, dice Gabriela.

UNA ANTIBIOGRAFÍA

A partir de distintos episodios poco divulgados de la vida de Helena, desde la Ilíada hasta nuestros días, y de recientes hallazgos arqueológicos, los libros de esta trilogía reconstruyen los sueños y ambiciones de otra Helena posible: la infancia, los viajes, el interés por el sacerdocio, el conocimiento de la medicina egipcia, la pasión por la música y las primeras maneras de experimentar el amor, y no desde el privilegio de ser hija de Zeus, sino desde la vulnerabilidad de lo humano; estamos ante su antibiografía, su historia no contada.

“Es lo que yo trato de inferir a partir de su contexto sociopolítico e histórico. Al indagar en estudios arqueológicos y paleolingüísticos recientes, me he encontrado con aproximaciones nuevas, con descubrimientos y decodificaciones de documentos, como los anales hititas, los papiros egipcios, los sitios arqueológicos de las ciudades en donde, en la mayoría de los casos, aún falta mucho por descubrir. El historiador debe ser un traductor, un puente entre culturas y tiempos. No debe aburrir como lo hacen algunos profesores de colegio (o de universidad incluso), debe llamar a saber más. Esta es una trilogía de ficción histórica y biográfica sobre Helena, la reina micénica, pensada para ser amena, divertida, llena de aventuras y donde los personajes aparecen muy humanizados y muy cotidianos”, dice Gabriela.

Gabriela A. Arciniegas llega a Perú para presentar el segundo tomo de Amos del fuego, una novela de ciencia ficción publicada por Pandemonium Editorial, en la FIL Lima 2024.

El miércoles 24 de julio, a las 7:30 pm, en Vallejo Librería, ubicada en Av. Camino Real 1119, San Isidro, habrá un conversatorio sobre la trilogía, en el marco de la presentación del último y tercer tomo: El libro de las heridas. Participan Gabriel Gargurevich Pazos, Raúl Quiroz y la autora.

Los libros de la trilogía Helena. La reina condenada se encuentran a la venta en Perú, en la librería del Fondo de Cultura Económica, en Buscalibre y MercadoLibre Perú.

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Cultura

Eva Ayllón y Jean Pierre Magnet llevan su romance musical al Teatro Peruano Japonés

La ‘Dupla de Oro del Perú’ vuelve a reunirse para ofrecer dos únicas presentaciones, jueves 3 y viernes 4 de octubre, con el marco musical de La Gran Banda y los experimentados músicos de la banda de la ‘Diva del Criollismo’

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Para el beneplácito de sus seguidores, Eva Ayllón, ‘Primera Voz del Perú’ y el destacado músico y saxofonista Jean Pierre Magnet volverán a reunirse sobre las tablas para ofrecer “Celebrando”, un espectáculo único e irrepetible que se llevará a cabo por dos únicas fechas: jueves 3 y viernes 4 de octubre, en el cálido Teatro Peruano Japonés . Este encuentro musical contará con la sólida compañía de La Gran Banda, orquesta dirigida por Magnet y con los experimentados músicos que acompañan a la maestra del criollismo.

Eva y Jean Pierre, ambos artistas recientemente designados ‘Personalidades Meritorias de la Cultura Peruana’, tienen un romance musical de más de dos décadas, tiempo en el que se han afianzado como una de las duplas musicales que más ha calado en el gusto popular. Con un concepto creado por Magnet, en este concierto veremos a una Eva completamente versátil, interpretando géneros –más allá de sus clásicos criollos- que van desde el blues, hasta el bolero y el rock.

“Queridos amigos, tengo el placer de anunciar este doble concierto con mi amiga del alma Eva Ayllón y con La Gran Banda en el Teatro Peruano Japonés. Estoy renovando los sonidos, los arreglos y la orquestación, prometo que los vamos a sorprender. Contaremos con la excepcional compañía de Gigio Parodi en la percusión, Mariano Liy en el bajo, Carlos Ayllón (hijo de Eva) en la batería; y, en los coros, las talentosas July Pumarada y Sofía con Z. Las entradas ya están a la venta en Joinnus”, invita al público Jean Pierre, quien está de visita en el sur de Francia, la tierra de su padre.

La aplaudida dupla reaparecerá en vivo, luego del concierto virtual sin audiencia que realizaron en el 2021, a causa de la pandemia, show que fue grabado, solo en streaming, en el Gran Teatro Nacional. “La última vez que nos presentamos con público fue en el Teatro Peruano Japonés, en el 2019. De allí que, cinco años después, Eva y yo estemos tan ilusionados con nuestro reencuentro musical y, cuánto mejor, con la presencia de nuestro público”, acota Jean Pierre.

El título “Celebrando” hace alusión al próximo cumpleaños de Magnet, quien en septiembre cumplirá 75 años de vida, 65 de los cuales los ha pasado tocando el saxo. “Este concierto es mi forma de agradecer todo lo bueno que me ha dado la vida por contar con la cercanía de la música. Los invito a acompañarme en esta celebración”, refiere el artista de Marca Perú, quien recientemente fue invitado por la Embajada de Perú en Italia para ofrecer un concierto conmemorativo por los 150 años de las relaciones diplomáticas entre ambos países.

Jean Pierre Magnet y Eva Ayllón tienen un idilio musical de más de 20 años. “Me impresiona siempre la versatilidad de Eva. Ella me hace vibrar en el escenario y me ha enseñado mucho, musicalmente hablando. La considero la mejor cantante del Perú”, reafirma Jean Pierre. Temas emblemáticos como “Europa”, “Caruso”, “Voy a apagar la luz”, “Esta tarde vi llover”, “Somos novios”, “Guaranguito” y “José Antonio”, entre otros, serán parte infaltable del repertorio de “Celebrando”.

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Cultura

Savia Andina celebra sus 49 años con William Luna

Durante su casi medio siglo, se ha constituido en uno de los mejores referentes del más auténtico folclore boliviano

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Uno de los grupos más importantes e influyentes de Bolivia: Savia Andina, llegará a nuestro país para ofrecer un extraordinario concierto, cumpliendo su 49 aniversario, junto al cantautor peruano William Luna como invitado especial.

El espectáculo se llevará a cabo el domingo 4 de agosto del 2024 desde las 6 p. m. en el Gran Teatro Nacional, de San Borja, que se vestirá de gala para recibir a esos dos grandes exponentes de la música folclórica.

Durante estas casi 5 décadas, Savia Andina se ha constituido no sólo en uno de los mejores referentes del más auténtico folclore boliviano, sino también del más refinado estilo recurriendo únicamente a instrumentos acústicos.

Savia Andina ostenta cerca de medio centenar de producciones musicales y numerosos reconocimientos, como el de la Organización de Estados Americanos (OEA). Ha compartido escenario con artistas de la talla de Ángela Carrasco, Chayanne, Julio Iglesias y Miguel Bosé, entre otros.

Por su lado, el intérprete de “Niñachay” y “Linda wawita”, presentará una selección de sus mejores temas, entre baladas, huaynos y sayas, siempre con su característico sello andino contemporáneo.

Las entradas están a la venta en Teleticket.

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