Actualidad
HORA ZERO, LA ÚLTIMA VANGUARDIA


Antes del Recital en la Casa de la Literatura: Enrique Verástegui, Edwin Sarmiento, Alberto Escalante, Eloy Jáuregui, Bernardo Álvarez, Jorge Pimentel, Fernando Obregón. Lima 24 de junio del 2016.
El Movimiento poético peruano Hora Zero cumple 46 años y sigue más vigente que nunca. Acaba de editar una nueva antología Hora Zero / Infrarrealismo La última vanguardia del poeta Tulio Mora y los actos de presentación han congregado a cientos de seguidores lo que habla de su vigencia y vigor. Hora Zero es ese canto coral del Perú del 2016 y como colectivo de ruptura, consolida aquel espíritu subversivo y que se plasma en una escritura pensada como un recomienzo capaz de transformar “la realidad” a través de una práctica poética comprometida con la complejidad social y étnica peruana.
1.
El disco de vinilo solo decía “Santana” (Columbia 1969) y mostraba en blanco y negro una imagen de un león y la silueta de una muchacha. El último tema del Lado B tenía una canción: “Soul Sacrifice”. Al poeta Jorge Pimentel le gusta el sonido latino de Carlos Santana luego de lo de Woodstock. Allá en su casa de Jesús María, todos lo oíamos como en un ofertorio místico. Pimentel junto a Juan Ramírez Ruiz, Enrique Verástegui y José Carlos Rodríguez habían fundado en aquellos días Hora Zero y su poética tenía de proclama estética, de soporte musical y de sentencia contra los desusados lastres de la literatura peruana. Entonces oír a Santana era parte de esa intensificación insurgente.
Otro, como Enrique Verástegui, era fanático del cantante andrógino Adamo y se inspiraba con Allegro barbaro, una sinfonía con solo de piano de Bela Bartok y que él lo hacía necesario en ayinas. Para el maestro y poeta Manuel Morales, que llegaba desde la Amazonía, podía faltarle buenas maneras pero jamás, en la rockola, una guaracha de la Sonora Matancera. Juan Ramírez Ruiz atesoraba sus vinilos de John Coltrane y Miles Davis. Yulino Dávila no escondía su casete de Los Belkins y su himno manual: “Tema para jóvenes enamorados”. Elias Durand, desde su palomar de la Av. Arequipa era un convencido que solo el jazz y más jazz eran lo propio para cambiar el mundo. Bueno, lo mío era la salsa, la dura, la de Ray Barretto desde la madrugada, más fuerte que un latigazo de ron.
Tulio Mora era más democrático Llevaba la herencia por el tango. Su madre adoraba a Carlitos Gardel y cuando el poeta apenas tenía doce años, compró un cancionero y se ponían a cantar a dúo todos los tangos de “El zorzal criollo”. También lo complementaba con boleros de Los Panchos, algunos huayno que le gustaban a su padre pese a ser criollo y uno que otra valse de la Guardia vieja. Jorge Pimentel ha declarado que eran fan de Los Ángeles Negros y su tema “Y volveré” en la voz del andrógino Germaín de la Fuente y que gracias a ese himno de amor falaz, se inspiró para componer su celebrado poema “Balada para un caballo”. En realidad, en Hora Zero se escuchaba de todo. Desde Atahualpa Yupanqui o Los Chalchaleros hasta Los Beatles, la parte dark los Rolling Stones, Bob Dylan, Credence Clearwater Revival, Peter Gabriel y Yes.
Hoy, han corrido los días y Hora Zero acaba de publicar una nueva antología Hora Zero Infrarrealismo, La última vanguardia (Ediciones Lancom, Lima, 2016) [1], con introducción y selección de Tulio Mora. El libro muestra los trabajos de 36 poetas del Perú, México y Chile, los epicentros donde se han gestado poéticas rebeldes de los jóvenes que siempre fuimos. Decía Tulio Mora que como toda vanguardia que se respeta, HZ propuso una poética: el “Poema Integral”. Formalmente en ella cabía de todo como en un cajón de sastre: la prosa, el verso, el ensayo, el lenguaje de la mass-media. Pero “integral” tenía un antecedente en la discusión programática del Perú de los años 20. Se hablaba entonces de un “Perú integral”, conjunción salomónica del todo que debía reconocerse proporcionalmente en sus partes contrariadas.
Mora escribe: “¿Y qué ha dejado esta tribu o banda rockera de inacabable alegato a la poesía canónica de Hispanoamérica? Sobre todo la lúcida voluntad de derribar los fáciles reconocimientos bastionados en plataformas valladas de aduanas y policías literarios -de los centros académicos, de las editoriales, de revistas especializadas y los medios de prensa-, sobre todo la intransigencia, no del francotirador, sino del tirador franco que desde los extramuros ha ido ganando el consenso de la revolución de la palabra amparado en la complicidad con los lectores, aun cuando este espacio sea todavía insignificante, pero acaso precisamente por eso decidido a masificar lo que se ha atrincherado en la abstracción universitaria. Sobre todo la utopía de ocupar, con la fractura de la factura poética, un destino colectivo de sobra y de sombra, en un mundo al que nos arroja un sistema ya deslegitimado por voraz, saqueador y excluyente”.
2.
Siempre nos inflamó a palabra. Desde aquel tiempo nos jodía la palabra. Palabra derretida, palabra licuada, palabra ahumada, palabra disecada, palabra marchita, palabra cadavérica, palabra escabechada, palabra amariconada, palabra amancebada, palabra anémica, palabra ahuecada. La palabra, en 1975, estaba ahí, dramática y equidistante entre la imagen y la escritura. Decidí entonces perpetuar el instante. Detener el devenir del sema oscilante. Fijar el grama del soplo cual relámpago, digo: aquel registro, como razón pétrea de la eternidad.
Una eternidad solo legible en su movimiento. Ergo: Un jean colgado en una azotea mantenía el calor embutido de las piernas de una bella muchacha. Así, el proceso literario me enfrentaba // Dicotomía 1: la realidad versus “lo real”. / Dicotomía 2: El signo autónomo contra la tautología del caudal rutinario y sígnico del hecho literario / /.
Aquel abordaje en el lampo creativo del soplo único, con todas sus singularidades, fue en gran medida responsable de esa práctica inédita. El poema acaso como enema, hubiese dicho Dylan Thomas. La invención provocaba la conmoción estructural del texto. El método que apliqué me obligaba: a] Dar cuenta del hecho literario [Su lenguaje, la estructura, la ejecución escribal] b] Activar un mecanismo en la plataforma precisa de la realidad / “lo real” en que [por la que] se escribe y, c] Desarrollar un “tempo” en el que se revela [se versa] la operación que da cuenta de los momentos y las razones por las que aquél texto resulta ser la manifestación sígnica de éste.
El sistema aplicado por Juan Ramírez Ruiz en el poema integral [1-a] nos obligaba al ejercicio de alternancias multidimensionales y a la ejecución del verso multiplanos. Así, derive en que mi arte poética recogiese polifonías secuestradas por el canon y la tradición operática de viejo cuño. Los distintos signos con preeminencia en las condiciones históricas, políticas, económicas, sociales, culturales, operando en una mundialización –aún sin la digitalización y/o ciber-electricifidad de hogaño—que nos llevaba indefectiblemente al abismo Vallejo [Sólo con él, el adverbio se licua].
Inclasificable vanguardista a su manera. Cuenta pendiente. Vallejo obra abierta. Pero que había construido un tinglado entre el nativismo /futurista y ultraísta, más con el primer Alejandro Peralta que con Gamaliel Churata y los “Orkopata”, y absolutamente todas las disgregaciones expresiva. Añádase a Oquendo de Amat, y “los otros”. Insisto. Al ser Vallejo montaña u océano, acaso la escritura Vallejo es la diáspora más rotunda de toda la literatura hecha en el Perú [‘lo peruano’ no existe, menos en la escritura, ya lo patenticé ciento de veces], amén de aquella prosa sui géneris de Martín Adán y ese dialogo profano-vallejiano con el mismo Dios. Entonces debo admitir, que el gimnasio poético de Hora Zero, nos había fabricado una estratagema disolvente del asunto Vallejo. Leerlo en silencio y sin estridencia. Al menos eso entendía en aquellos años de educación más semental que sentimental.

Tulio Mora, Eloy Jáuregui, Jorge Pimentel y Sebastián Pimentel (1 año) Lima 1977.
3.
Es verdad, desde que me incorporé al Movimiento Hora Zero, tres años antes, en 1972, junto a los poetas José Cerna, Rubén Urbizagástegui, Julinho Dávila, Elías Durand y Ricardo Oré, dedicamos gran parte de nuestras competencias de trabajo a la hora Vallejo. Pero las escuelas estructuralistas ya se habían instalado en el debate. La lingüística a partir de los estudios, más de Barthes que de Jakobson [2] , las relecturas de Alberto Hidalgo y César Moro, y la tradición Latinoamérica que venía de Vicente Huidobro de “Altazor”: [“La poesía se propaga por todas partes, iluminando sus consumaciones con estremecimientos de placer o de agonía”] y en Pablo de Rocka de “Los gemidos”: [“…Yo me saqué del cuerpo me saqué las palabras de estos poemas, como quien se sacase piojos o montañas, enfermedades, gestos…”] nos amotinaba contra el coro escondido del ojo oficial.
Sin duda, fuimos un segundo torrente en Hora Zero que tradujo aquella sintaxis del asfalto que, por ejemplo, ante el siguiente rol de imágenes, tenía que poetizar en contingencias caóticas por no decir a/escribales: “múltiples voces al voltear la esquina. Follaje de estruendos en silencios. Caligrafías atiborradas de ciudad brumosa. Talud de miradas cerradas y ágrafas. Putas conversadoras con sus huesos silenciosos. Ron expandiéndose por las rendijas del catastro. Huelga de rubores y asalto a comisarías”.
Bien, nos decíamos, allá en el bar Palermo: hagamos un poema. Tiempo: 45 minutos. Cada quien producía un poema tan diferente como diferentes éramos -una genética erótica más que lírica citadina—y en mi caso, debo admitirlo, la poesía de Alejandro Romualdo, que me aleccionaba de manera natural por la cercanía que tuve por ser el poeta amigo de mi padre, que me remitía al caudal imperceptible de: “La poesía en el Perú después de Vallejo sólo ha sido un hábil remedo, trasplante de otras literaturas. Sin embargo es necesario decir que en muchos casos los viejos poetas acompañaron la danza de los monigotes ocasionales, escribiendo literatura de toda laya para el consumo de una espantosa clientela de cretinos.” [Palabras urgentes. Hora Zero. Jorge Pimentel y Juan Ramírez Ruiz. Lima 1970].
No fue fácil, lo confieso en mi caso, romper aquel eslabón que me ahorcaba a una poesía que había interiorizado desde mis años de escolar [Chocano habitaba mas en mi sopa que en mi ropa con su poema “Blasón”. “… La sangre es española e incaico es el latido; / y de no ser Poeta, quizá yo hubiera sido / un blanco aventurero o un indio emperador”. ¡Fuera mierda!, digo ahora.] y de la influencia de los amigos de mi padre, quien en su pequeña librería del Centro de Lima, reunía a poetas viejos, desde don Alejandro Peralta hasta el mismo Romualdo.
Una tarde del verano de 1972, en el chifa Wony del jirón Belén, Jorge Pimentel nos reunió con Tulio Mora, Óscar Málaga, José Ruiz Rosas y su hermano Patrick Rosas. Hablaban a los gritos de fusiones y disfunciones [3]. De aquella tarde borrascosa rescato el orificio producto del estilete de Mora cuando habló del “Projective verse” de Charles Olson ya propuesto en 1950: Olson proponía que el aliento escribal como respiración, es decir el ‘breath’, es la única medida del verso. –¡La cagada!, me dije– La lectura de un verso es sólo atribuible al lapso entre los procesos de inhalación y exhalación. ¿Quién carajo en esos páramo sabía de Olson o de Jack Kerouac y la Generación Beat de Allen Ginsberg, William Burroughs, Gregory Corso, Gary Snyder y Lawrence Ferlinghetti? Pocos, casi nadie. Por eso repito, militar activamente en Hora Zero fue para mí una segunda creación. Otra vida y principio. Vivir de la palabra, para la palabra y morir por la palabra.

Poetas de Hora Zero con poetas Infrarrealista, José Peguero y Rubén Medina. Lima 2015.
4.
Cuando descubrí que la interpretación del “Tibiri Tábara” por la voz prerrogativa de Daniel Santos tenía más de acto mágico que de rumba prostibularia, engarcé a ese aullido, la gamuza vanguardista de los “Cinco metros de poemas” de Carlos Oquendo de Amat [“Campo”. “El paisaje salía de tu voz / y las nubes dormían en la yema de tus dedos / De tus ojos, cintas de alegría colgaron la mañana /Tus vestidos encendieron las hojas de los árboles/ En el tren lejano iba sentada la nostalgia/ Y el campo volteaba la cara a la ciudad”]. Súmese a esas herramientas las paradojas de un cine de raudal caótico por su sistema alternativo de nuestra rutina por el cine-club, de escasísimas películas europeas, de algunas cintas del brasileño Glauber Rocha o del mexicano Gabriel Retes, entonces yo estaba violentamente detenido en el tráfago de una cultura en trance. Así, en mi poema de 1977, “Arquitectura del amor [Pampas de San Juan y Atocongo, 1955]”, describo este fragmento:
a/ Ahí desollados moran los restos insaciables
ahí guijarros, crustáceos y arena de huesos
Las piedras blancas sangran en inmejorable lugar
La luna encadenada a una estrella de palabras
Erige el eco del barro más tierno a la izquierda.
[…]
¡Señor profano, aplaca el odio de la esteras!
El animal absoluto conocido en los manuales
Como el tigre, desenvuélvese cauto en las sístoles
Observando con paciencia propia el arenal paisaje
El precoz ataúd piando cual víbora de conciencia
Y el último amanecer con su colmillo a epitafio.
En él no estoy más que aplicando la trenza musical de una textualización lírica. El huso del ramalazo de las vanguardias sobre el soporte de un nido del modernismo de Darío. Erotismo/historia/metalenguaje. El procedimiento me remite a un recuerdo de la migración que se produjo en Lima de manera desbordante a partir de 1950 [4]. Mi familia había participado posteriormente en la invasión de terrenos en lo que hoy es la Ciudad de Dios, al sur de Lima. Llegados desde el Departamento de Arequipa, se ubicaron en las pampas desérticas donde la cementera Atocongo había diseñado una carretera como una cinta serpenteante en medio de los arenales. La policía los había desalojado una madrugada pero ellos insistieron. Un saldo de un centenar de muertos, obligó al gobierno de Manuel Prado a construir una ciudadela y a titular los terrenos. Esa fue el origen de los que ahora se conoce como los distritos San Juan de Miraflores y Villa María del Triunfo.
No obstante, en esas mismas pampas casi un siglo antes, el 13 de enero de 1981, el remanente del diezmado ejército de la Legión peruana había resistido la incursión de la infantería chilena de la línea Lynch en los limeños, en su mayoría civiles, habían pagado con sus vidas el tratar de evitar la toma de Lima. Fue un enfrentamiento desigual y después de 48 horas, aquellos mismos arenales estaban regados con los cadáveres de los heroicos peruanos mal dirigidos por Nicolás de Piérola y el general Iglesias, según la descripción de González Prada, en lo que sería el principio del fin de la guerra con Chile. Así que el área tenía una significación especial. Existía en el sitio una bruma histórica ensangrentada que me permitió disentir dos épocas y contrastar dos escrituras que a decir de Octavio Paz en “Los hijos del limo”, la vanguardia es la gran ruptura y con ella misma, se cierra la tradición de la ruptura que intenté deconstruir con el magma de ese poema.
5.
A partir de una entrevista que realizó en el invierno del 2007 el poeta chileno Juan Harrington a varios de nosotros, yo explicaba que una de los grandes aportes que demostró Hora Zero era la pericia de nuestra exposición poética de verso libre tanto como de una prosa conspicua. Todo ello gracia al apego del género epistolar. Recuerdo el viaje de Jorge Pimentel a Europa. El viaje en barco, su matrimonio en España con Pilar Prieto y a partir de ahí, un riguroso ejercicio de escribirnos cartas por quíteme estas pajas.
Aquella fue parte también de la gimnasia escribal. Demostrar nuestra militancia por el ‘poema integral’ tanto por la salud de nuestras existencias amicales nos hizo pertenecer a una hermandad que como jamás había ocurrido en la historia de grupo o comunidad en la literatura hecha en el Perú. Ser de Hora Zero era pertenecernos unos a otros como escritores holistas. Así, cada quien fue más creativo en la arquitectura de sus cartas que a la postre resultaban una suerte de ensayo o estudio sobre algún aspecto de la literatura o de la política.
De pronto, un júbilo explosivo me embargaba cuando debajo de mi puerta el cartero deslizaba un sobre. De pronto, también, he sido un coleccionista de cartas y documentos fortalecidos. Así, confieso, me hice ducho en la escritura de una carta que debía tener la misma carga emocional que un poema. No puedo pasar por alto la correspondencia del mismo Jorge Pimentel con el escritor chileno Roberto Bolaño, cartas que hoy se han hecho públicas con la reedición de “Ave Soul”, libro capital para entender la multiplicidad de discursos que impuso el fundador de Hora Zero desde el origen.
Tampoco puedo soslayar la torrentosa comunicación epistolar que tuve con Tulio Mora cuando éste viajo a Europa y luego a Buenos Aires para después radicarse por un buen tiempo en la Ciudad de México donde consolidó los nexos y las plataformas poéticas sistémicas entre la poesía de Hora Zero y las del colectivo mexicano Infrarrealista. Igual sucedió con la formación de Hora Zero Internacional. No recuerdo haber recurrido al teléfono o como ahora uno puede hablar con el culo del mundo a través de Internet. No, esa gran internacional poética le debe tanto y más a las cartas. Gracias a estas llegamos a acuerdos, a tomar decisiones, a apostar por la plasticidad militante de una poesía que tire abajo el andamiaje [¿el gusto?] pequeño burgués que había dominado la poesía latinoamericana hasta ese tiempo.
Hay otro aspecto poco conocido en nuestra organización. El ser horazeriano involucraba a nuestras esposas, padres y madres y hasta a nuestros hijos. Este detalle no puede estar ajeno a este testimonio. La labor de muchas de nuestras hermanas. Cada vez que había un recital o cualquier marcha de protesta, ellas mismas elaboraban las banderolas y eran el soporte de infraestructura que necesitábamos. Al menos eso ocurrió con mi familia y la familia de Enrique Verástegui y del propio Pimentel.

Poetas de HZ en el SALÓN HORA ZERO del legendario Bar Queirolo del Centro de Lima.
6.
Al colectivo de cine en el Perú, “Liberación sin rodeos”, aquella experiencia inédita de fuste al repensar y creer en un cine multidisciplinario, de arte, documentalista, militante con las vanguardias latinoamericanas y sobre manera, nacional –baste ver las cintas sobre cimarrones, niños desamparados o el registro sobre el poeta Javier Heraud–, que liderara Carlos Ferrand junto a Raúl Gallegos, Pedro Neyra, Marcela Robles, Neneé Herrera, Francis Lay y Margarita Benavides, le cupo arrendar una casona en la quinta cuadra de la calle Torres Paz, en Santa Beatriz. Barrio de una clase media aferrada a la historia desde inicios de siglo cuando el presidente Leguía decidió modernizar la capital con el anclaje huachafo de un pasado sin lustre. Así, las pequeñas mansiones y las estancias tenían sus tres pisos, sus techos altísimos, sus patios de azulejo garabateados y sus puertas biseladas que albergaban las fragancias de otros años con mayor esplendor.
Los jóvenes cineastas habían involucrado a todo el vecindario el hecho de hacer cine y no había tarde en que la exhibición de películas de toda calaña convirtiese aquella casa en una suerte de cine de barrio. A mediados de los 70’ la casa ya era conocida solo como “Torres Paz” a secas. No había intelectual peruano que de regreso al país que no desfilara por los espacios de la casa a contar sus experiencias de extramares o tramontanas. Se bebía pero se aprendía. No dudo que para los más jóvenes fue una experiencia y un manual práctico de educación en los azahares de la vida. Yo estudiaba en la Escuela de periodismo a unas cuadras más allá y después de clases no dejaba de visitar a los amigos que habían apostado hasta sus calzoncillos por hacer cine en el Perú.
Los trabajos antropológicos complementarios del poeta Tulio Mora con los del cineasta Carlos Ferrand permitió que la casa de Torres Paz se convirtiese en una suerte de laboratorio. Una lectura era obligatoria: “Tristes Trópicos” de Claude Lévi-Strauss, antes que su “Antropología estructural”. De ahí, ese culto en la casa por la abstracción y la conversa bien documentada. Desde 1976 ya casi era punto obligado para el debate artístico o político. Luego, la mansión era una gran estación para viajar a Europa, como lo hizo la mayoría, o para irse al carajo. Tulio Mora había traído a Jorge Pimentel y el poeta de “Ave Soul” a Enrique Verástegui. Yulinho Dávila y Elías Durand aterrizaron por inercia lingüística. Mario Luna y Ricardo Paredes, aparecieron después alegando que se las habían extraviado unos adverbios. Miguel Burga llegó solo con su Dodge azul tipo carroza para camuflarse en las noches más sórdida de Lima después de Tatán. A Carmen Ollé la arrastró una borrasca de adrenalina. Róger Santibáñez, Ángel Garrido, Dalmacia Ruiz Rosas, la argentina Ana María Chagra, Elisa Che, Abel Herrera, aparecieron por cuestiones del amor y otros cuyo nombre no quiero recordar, vinieron, se fueron y perdieron.
7.
Para Hora Zero, que a inicios de 1976, tomamos las riendas de la casa, el espacio colectivo –vivíamos cada quien con su dama—sirvió para consolidar los postulados de esta segunda etapa del movimiento. No era un núcleo tribal anárquico pero sí una suerte de cuartel de licencias poéticas donde existíamos para la creación, la lectura, el buen cine y la música ad hoc. Que la había, desde el jazz hasta la salsa pasando por las danzas selváticas de “Juaneco y su Combo” y el “Cuarteto Juventud”:
Que pasado el tiempo se convirtió en un campamento creativo de diversos géneros, es probable. Desde que llegué por primera vez, se me aleccionó a respetar el cuarto de socorros. Quedaba detrás del baño principal y frente a las habitaciones de Rocío. Era una habitación que podía ser tranquilamente un quirófano con todos los aparejos para operar a un cojo o un dispensario con sopas en sobre de astronautas para los tiempos de vacas flacas o también una suerte de arsenal o armaría con banderas blancas para salir por las noches en tiempo de Toque de Queda o banderas rojas para las marchas de protestas y a favor del Paro nacional. Histórica es nuestro enfrentamiento con la primera escuela armada de los intelectuales maoístas quienes una madrugada recibieron de su propia medicina y terminamos en una lucha cuerpo a cuerpo en la calle aquella vez que se suspendió la gresca porque al lanzar una patada voladora, especialidad marcial de Formosa del poeta Pimentel, terminó con su zapato en el techo de la casa vecina y ahí acabó el pleito para luego continuar con las c. “chinas” en un cachascán a pellejo limpio en las camas de nuestra residencia.
No había noche o madrugada o tiempo sin tiempo donde no se aparecieran el cronopio Alfredo Portal –siempre portando un ron Cartavio blanco transfugado de su WV blanco humo–, reclamando que le pongan en la vieja radiola un disco de Vinicius de Moraes o de Ellis Regina. El recordado abogado y en esos días, recién llegado de París, José Antonio “Pocho” Ríos Delgado, apenas exigía compañía bien conversada. Mirko Lauer llegaba a tomar desayuno con su tabla hawaiana. Gregorio Martínez portaba unas botellas de vino cuando silente subía las escalaras para enfrentar en décimas de pie forzado a “Pachato”, un zambo pescador recogido por Raúl Gallegos y la Neneé en la resaca de alguna mona en los mares del sur. Eduardo Coronado disertaba de Zavatinni, De Sica o Rossellini y su influencia en el neo barroco barranquino. Hugo Castillo, Lolo Reyes y El Pony, mientras, cantaba y encantaban serpientes en la habitación más hermética de la casa, dejaban el eco de los himnos de “Cuestarriba” casi boca abajo entre los pasajes de la mansión. El poeta Oscar Málaga tenía su habitación peculiar. Las visitas de Juanito Barea y Walter Curonizzi le otorgaban rango de sede diplomática y los primero trazos andróginos del pintor Cuco Morales dibujaban el símbolo libertad con un toque a rouge miraflorino. Alberto “Cholín” Escalante, pretendiente de cualquier cosa con tetas que se moviera, y su hermano Víctor Escalante, traían los últimos giros del design en el diseño socialista que practicaban en su sello Arte Reda que luego bautizaríamos como “arte enreda”. Finalmente, desde Celendín y pasando por Saint Germain de Pres, Alfredo Pita hablaba del materialismo dialéctico mientras enamoraba a Rocío, la trabajadora de la casa que sabía tanto de poesía clásica como del arte del despeje con agua herviente en el arte de la guerra.

Hora Zero. Recital Mayor. Canchón Moquegua, Lima 1981.
8.
Los troskos de la universidad Católica, Carlos Delgado, Nicolás Lúcar, Norita de Izcue. Otro espacio fue tomado por un clan de antropólogas norteamericanas. Las gringas llegaban para estudiar las fracturas que emanaban del concepto prototípico del ‘buen salvaje’ ajustado a las diversas etnias de la selva peruana y acabaron atrapadas en la jungla de lianas poéticas de nuestras piernas. Enamoradas de la poesía urbana de Hora Zero regresaban a su país también enamoradas de nosotros y sus vidas, según contaban en cartas anegadas de sumo vaginal o lágrimas de abajo, que es lo mismo, ya nunca fueron las mismas. Nuestra locura multidisciplinaria las arrechaba. Una vez enfermé de un virus extraño que producía la mezcla del ron barato con avena “3 ositos”. Anne, una de ellas, me cuidó con el mismo esmero que lucían aquellas enfermeras que velaban los desvaríos de Hemingway en la primera Gran Guerra.
Por las noches me preparaba mi dieta de pollo y luego del tilo tibio y amoroso en jarro, se metía en jarras a mi cama a contarme como eran los crepúsculos en Carolina del Sur. Cierto que me curé en menos de una semana y continúe besé sus cabellos rubios todas las noches hasta que regresó a su país, ya no atacado por ese virus pestífero sino por las bacterias del deseo que nos prodigamos leyendo a los gritos los poemas de E.E. Cummings que yo le susurraba en su pequeño oído eran de Martín Adán.
A tiro de piedra de Torres Paz se hallaba “Los lifes”. Un restaurante bar norteño a la vera de la Vía Expresa y a tiro de piedra de nuestra casa en Torres Paz. Tony Laredo, “Mayu” Mujica, Paquito Segura, Miguelito Barraza, José Escajadillo, David Odría y otros tantos galifardos. El sitio estaba sitiado por “los sudados”. Una camarilla de viejos chiclayanos pichicateros que terminaron recitando nuestros poemas. A tiro de balazo, también, eran esas noches del gobierno de Morales Bermúdez cuando con “Toque de Queda” salíamos en busca de provisiones. Cervezas, rones o aguardientes. Las aventuras terminaron con varios de nosotros en las celdas de la comisaria de junto a Radio Nacional. Los vecinos sospechaban de nuestra vocación y tenían razón. Para ser felices había que ser bochincheros, ardorosos y pendejos. Por eso hemos vivido hasta hoy.
9.
Nos esperaban desde el mediodía. Allá, en una de las barriadas de Villa María del Triunfo el estrado estaba tatuado de banderolas y rústicos afiches chillones como para una fiesta chicha: “El pueblo unido jamás será vencido”. “Izquierda Unida. Hasta la muerte”. “Abajo la dictadura. Gobierno Popular”. Las marchas y cánticos se alzaban hasta los cerros desde enormes cajas de parlantes. Era un domingo de invierno izquierdoso y el mitin prometía. No era la primera vez. Una institución de DD.HH, nos había escogidos como teloneros de cuanto dirigente de aquel marxismo leninismo de baja estofa de ese vibrante julio de 1978 se lanzaba a decirle vela verde a la desmoralizada gavilla de militares que nos gobernaban.
Ese domingo, los diez poetas del movimiento Hora Zero enrumbamos a los valles trasmontanos del sur de Lima. Existía en aquel tiempo una emoción de revanchas. Una década de la dictadura militar había empachado el paisaje político y los paros y las huelgas obligaron al gobierno del general Morales Bermúdez a convocar a elecciones para una asamblea constituyente para el siguiente año. Esa vez, partimos desde nuestra casa en la Calle Torres Paz de Santa Beatriz. Un caserón en lo que fue alguna vez un barrio pequeño burgués de esa Lima de Leguía que mantenía un rubor a covacha y castillo para nuestra pureza. Nuestro almuerzo fue una fuente de cebiche y cervezas heladas. Una chata de de ron por cabeza antes del viaje, unos ‘guiros’ para bajar la grasa y cada quien con su fajo de poemas bajo el brazo. Era nuestro recital comprometido. Íbamos radiantes cada quien con su mujer. Cada quien con su universo a cuestas [5].
Si se lee la primera parte del libro “Hora Zero: Los broches mayores del sonido”, rotundo y primer estudio escrito por el poeta Tulio Mora, se encontrará con una antología y rencuentro con los genes de Hora Zero –el movimiento poético más importante de Latinoamérica del S.XX–, como uno de los textos imprescindibles para entender ese instante eterno que nos alumbró a los poetas que surgimos desde 1970 en el Perú y en varias megalópolis de la región. Lima. Ciudad de México, París, son los enclaves donde se gestó ese espíritu donde se conjugó nuestra juventud, la historia y la textualidad de años convulsos y rebeliones acojonantes que nos tejió en un lienzo tangible que le entregó a los fastos de la literatura un nuevo aliento y que denostado o aplaudido, nos hizo crecer como testigos artísticos de nuestro época, agobiante, crispada, pero singularmente maravillosa.
Cierto. Hace casi cuarenta años que nos conocemos. Los de Hora Zero somos un colectivo como un Chevrolet Corvette Roadster de 1958. Espacioso, noble, duradero. Cierto, somos calmados hoy, y maduros con un encanto a faites licenciados. Pero cada quien es un tentáculo de un pulpo brioso y siempre iluminado. Afilados y sesudos ahora más. Nunca fuimos un partido político o un grupo de adolescentes tras una sola canción en guitarra desafinada por irreverente. Al contrario, nos unió las sagradas escrituras de nuestras artes poéticas. La textualidad abierta como arquitectura de los estruendos mayores de la literatura latinoamericana. Ese alimento a poesía en estado salvaje que nos hizo despedazar desde 1970 el canon de lo poetisable y, crear un nuevo soporte creativo para usar frases, gramáticas, alfabetos y cuanto soporte expresivo habitaba en el imaginario del hacendoso y crudo vivir, para convertirlo en un Poema Integral (sí, con mayúsculas, según el postulado de Juan Ramírez Ruiz y/o Jorge Pimentel) y hacer explotar el mundo a punta de “anfo poético”.
En Hora Zero, que tomo precauciones en la militancia crítica de ser el ojo vigilante de un universo abierto para que el poema sea un arte hecho por todos, el ser no limeño fue un hallazgo. De ahí que nuestros recitales en Huancayo, por ejemplo, permitió que en esa ciudad de los andes del Perú, el hacer poesía era un acto de una rebeldía bellísima para los jóvenes postergados por la máquina burocrática literaria. Nuestra predica del poema integral e interminable como el hombre –debimos utilizar con propiedad “El arco y la lira” [1967] de Octavio Paz—era como los seres más que inacabados. Por ello –decíamos—escribimos poemas–: “El uso de imágenes en las que se realiza y se acaba sin acabarse del todo nunca: Él mismo es un poema: es el ser siempre en perpetua posibilidad de ser completamente y cumpliéndose así en su no-acabamiento” [pp. 268-269].

Recital en el C.C. de España, Lima 16 de junio del 2016.
10.
Fue a principios de los setenta cuando mi padre regentaba su pequeña librería de en el Parque Universitario. Exactamente miraba el frontis de la vieja casona de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. En las tardes del verano, el sol caía directamente sobre los libros recién editados otorgándoles un brillo especial a títulos y autores. Mi padre era un hombre de un rictus tieso pero que en el fondo era amable y querendón. Los que lo conocían, jóvenes y viejos escritores a quien él fomentaba su pasión por los libros, le confesaban más que sueños sus penurias estando yo presente si apenas llegaba a los 10 años. Mi padre, sin proponérselo, me contagió el apego por la creación libresca. Él mismo decía que a los libros había que quererlos como a las mujeres había que amarlas. Yo casi apenas entendía esa diferencia. Un día sí y el otro tal vez, mi padre me dejaba a cargo de la librería y se iba con poetas y narradores a conversar sobre utopías y entuertos en los bares de por medio, el Palermo, el Chino-Chino, la Comisaría o La Llegada. Luego, embellecido por la alquimia de las cervezas, regresaba por la noche recitando a Mallarme o Pavese y, a paso de milongas silentes, regresábamos a casa en el tranvía Lima-Chorrillos y yo tomado de su mano.
Así conocí a José María Arguedas y Julio Ramón Ribeyro, a Alejandro Peralta y Alejandro Romualdo. Mi padre los domingos organizaba unos almuerzos descomunales y hasta Surquillo, allá donde vivíamos, llegaban los escritores a apagar la sed existencial y saborear los sancochados que mi madre preparaba con punta de pecho, coliflores multicolores y salsas de huacatay escuchando solemnemente los boleros de Bienvenido Granda y los valses de Los Embajadores Criollos. Se tomaba piscos y vinos y se hablaba del destino de la humanidad, de los goles de Toto Terry y por qué el maestro Rodolfo Pastor siempre ganaba de atropellada y por fuera en el hipódromo de San Felipe. Y unos eran fanáticos de Manolete y otros de Luis Miguel Dominguín. Pero luego de contradichos y mentadas de madre todos convenían que la Revolución Cubana era un pacto poético que justificaba leer El Capital aunque no se entendiese un carajo y que Fidel era Vallejo por cuestiones hormonales. Eran los días que gracias a la descomunal venta de la primera edición de Cien años de soledad en la librería, mi padre le pudo obsequiar una licuadora de 6 velocidades a mi madre. García Márquez, cierto, había cambiado el nervio alimenticio de la tripa familiar y yo pude estudiar inglés en el ICPNA.
En aquel tiempo, esos años que el cronopio Alfredo Portal decía que las ideologías pasaban por los chimpunes de Tito Drago así como el Dr. Pocho Ríos explicaba que era más bien gracias al duende de Huaranga Daga que existía el materialismo dialéctico, me vi solo ante el flagelo de Dios. Católico confeso y acólito confuso y mientras miraba el cerdo y la nada, conocí a los jóvenes del movimiento Hora Zero. Cierto, ya había estado solo como esa vez frente a mis primeros poemas que olvidé por aseo y una mañana llegó a la librería Jorge Pimentel, simpático, elegante y rotundo. Con él venía Juan Ramírez Ruiz, risueño debajo de sus bigotes a lo Javier Solís y Enrique Verástegui como un Jimmy Hendrix buscando su guitarra. Yo tenía 16 años y muchos pecados aun no públicos, cuando ellos me contaron que existía otra forma de vivir. Los entendí desde el principio.
Hora Zero había publicado a mimeógrafo su primera revista con parte del manifiesto Palabras Urgentes y una selección de extraños poemas con una tapa horrorosa fruto de una amanecida vencida casi perdida para el diseño. Aquello era lo de menos. En sus voces yo encontré el estruendo huracanado de una verdad. Que ser jóvenes no era pretexto para ser ilusos y que el universo quedaba ahí, en la yema de los dedos. Que la poesía era una fuerza descomunal para fundar nuevos mundos y que solo en el trance de juntar palabras, estaba derrotado el designo de Dios. Desde esa vez ya no puede ser otra cosa más que poeta. Y así está escrito en un poema que terminé antes que él termine conmigo: “Ojo de calígrafo” publicado en Haraui del gran Paco Carrillo. Cuando se marcharon aquellos muchachos encabalgados en poesía a beberse unas cervezas juré seguirlos y así lo hice. En El Palermo les pedí estar con ellos y ellos me pidieron que nos lo dejase nunca. De eso escribo hoy aun más ilusionado que esa noche que regresé a casa ya converso y hablando un lenguaje extraño.

Hora Zero en Feria del Libro de Huancayo. 2008
11.
Aún en el colegio de secundaria, conocí a Ángel Garrido. Era un muchacho delgado que de frente siempre parecía como una sombra de costado. Miraba raro y no hablaba lisuras. Hijo de maestros de escuela en las minas de Cerro de Pasco, a sus 15 años ya había publicado su primer libro de poesía: “Visión del pájaro dialéctico”. Cursábamos el cuarto de media y una noche lo llevé a presentarles a los poetas de Hora Zero. Garrido tenía un dilema. La poesía cambiaba al hombre o el hambre lo cambiaba a uno. Así lo pronunció con su dejo que ya dejó. Y no dijo más y fue aceptado por categórico. Debo admitirlo. No era fácil ser de Hora Zero. Cada encuentro era un desafío al límite para los actos contundentes. Había que arriesgarlo todo. Cada frase que se pronunciaba era un ramalazo en lEllos estaban por cambiarlo todo y nosotros, los más jóvenes por ser como ellos. A mis 16 años ya escribía poesía por desesperación pero frente a esos jóvenes embellecidos por la ira y el ajuste de cuentas, lo convertí en un acto de fe.
Guardo un texto de ese tiempo: “Supongo que es gente complicada y turbia. Dicen que esos seres que escriben poesía están signados con la marca de la tragedia. Con Jorge Pimentel, sin embargo, se archivan esas palabras porque el poeta es un ser común y corriente, limeño de clase media, amante del ceviche y la cerveza helada, padre titulado, con esposa y esperando dos hijos y que desde su adolescencia de peruano de carne y hueso, le ha impregnado a la poesía un aliento distinto, fresco y renovador. Pimentel es fundador de Hora Zero, movimiento literario que desde 1970 no sólo conmocionó a la crítica académica, sino que sentó un hito en la poesía peruana”. No era tan cierto aquello de que el poeta es un ser trémulo y arrebatado. Lo entendía con nitidez sinfónica cuando hablábamos de música con Isaac Rupay –un joven como yo que ayudaba también en el negocio de las diarios y revistas en un kiosko de junto a la Plaza San Martín—o de pintura con Alberto Colán y el “zambo” Mateo Morales, jazzista y psicotropicalista.
La rutina de ser poeta a los 18 años era tan difícil como leer a Breton en bretonés. Con el poeta José Cerna y Rubén Urbizagástegui, ya el discurso pasaba a los niveles semiológicos. No obstante, cuando llegaba desde Cañete Enrique Verástegui, nadie dejaba de alzar la última copa de pisco y avanzar al Teatro Municipal. Los conciertos de la Orquesta Sinfónica Nacional era una obligación estética como los jueves, junto al maestro José Mario Illescas, había que ser ducho en el materialismo dialéctico antes de la medianoche. Entonces cuando por las tardes me aparecía por las mesas de El Palermo, aquello significaba venir premunido de al menos, una exigente lectura de Mayakovsky amén de dos teorías irreverentes sobre Marcel Duchamp. A nadie se le perdonaba llegar a ese antro y balbucear un par de huevadas. Mínimo, había que leer un par de poemas inéditos, malos por trasnochados. Además, estaba el asunto del compromiso. O se militaba o no se militaba. Las izquierdas resultaba al fin de cuentas esa navaja que con un filo servía para matar la historia y con el otro para tasajear el orden. No obstante, aquella manera de vivir tan intensamente con la poesía me enseñó a mirar el mundo como un desafío donde los romances dependen de uno y no de los rigores del amor.

Universidad de San Marcos: Fernando Obregón, Jorge Pimentel, Maynor Freyre y Eloy Jáuregui. Lima 2014.
12.
La casa añosa que Jorge Pimentel había conquistado como el primer campamento de Hora Zero estaba ubicada en el primer barrio que tuvo Lima: El Cuartel Primero o también llamado Pachacamilla, Jirón Huancavelica, cuadra cuatro. Ya he contado en otros textos cómo se llegaba hasta allí con aquella fe musulmana por la pasión más intensa que pueda sentir ser humano alguno: la poesía. Un domingo se realizaba un Censo Nacional y cuando los registradores encontraron en el segundo piso de esa casa vieja a un buen grupo de poetas para censarlos, a la pregunta: “¿Cuál es su profesión?”. La repuesta fue a coro: “Somos poetas”. A parte del espanto que produjo la respuesta, no existía en el rubro “profesiones” esa: “poeta”. Para las estadísticas nacionales el poeta era sinónimo de huevero borroso.
Desde esa vez, en la casa vieja descubrimos aquel universo. La tribu habitó ese espacio y fue ese acto rotundo aquel que abrió sus fauces y en un par de patadas, encendió la pradera. La poesía, desde hacía buen tiempo, había perdido agallas, sexo y fibra. Afeminada se hallaba laxa, colocada en urna de cristal para adoración de tías y señorones. La poesía, digo, ignoraba cómplice el descalabro y el descoyuntamiento, la desestructuración y descerebramiento del hombre peruano del Perú. Hora Zero inauguro aquel estruendo que ni los Colónidas –hacía casi un siglo antes– lo consiguieron con una nueva gramática donde hasta el juego de papaya tenía lugar para estar en el lampo del verso: «Tengo un pie metido dentro de un seno, con esa dulce sensación del enterrado en vida», decía Pimentel y era cierto.
Una enorme mesa, un paredón de cervezas, dos muchachas como una bandada de golondrinas jóvenes. Hora Zero exige cambiar el mundo, cambiar la sociedad y cambiar la belleza. Pimentel, Ramírez Ruiz, Verástegui citan textual a Levi Strauss. Se habla de la poesía integral. Tulio Mora explica la sintaxis callejera. Ricardo Paredes incide en la función del intelectual revolucionario. Pimentel resiste, ahora dice de la pasión, de humanizar el lenguaje, de que el cebiche se instale en los versos. Broncano, el mozo emblemático del bar Palermo trae más cervezas.
Un viejo solar en el jirón Huancavelica. Y en los altos, Hora Zero ha convocado a más de 70 artistas. Es el primer congreso del movimiento y la gente ha llegado de todo el país. Manuel Morales –aquel mítico y entrañable hermano de “Poemas de entrecasa”, barrigón y timbero– dirige el debate sólo con los ojos. La justa se prolonga por dos días. De ahí salen los manifiestos, el ciclo de recitales, los afiches, la ópera popular, la toma de locales, las giras, los libros antológicos, los discursos en radio, las marchas, los actos rotundos.
La amariconada crítica literaria se horrorizó. Porque sabían de Vallejo pero no lo habían leído. Eran expertos en Oquendo de Amat pero apenas lo hojearon. Hablaban de Eguren como si fuera poeta de colegio. Y Hora Zero les pareció un desatino y se paralizaron con el asombro. Entonces, los académicos dijeron Hora Zero es ilegible, ora sus poemas no son elegantes, ora sus versos no obedecen al Kremlim, por tanto no son puros ni son sociales. Hora Zero, entonces, con sus «Palabras urgentes», con su única verdad inconforme, propulsando un canto general, una poesía hecha por todos, rasgó la historia y donde el sentido termina, ahí clavó su escritura.

Poetas de Hora Zero, boda de Tulio Mora y Tatiana Berger. Lima 2012.
Coda 1
Hora Zero nació en a finales de los sesentas del S.XX. El primer hombre pisaba la luna. “Cachito” Ramírez le hacía dos goles a Argentina en “La Bombonera” y el fútbol peruano iba por primera vez a un Mundial. El general Velasco imponía la reforma agraria y asesinaba a uno de los dueños del Perú, Luis Banchero Rossi. Era el tiempo del concierto maratónico de Woodstock. La época del rock psicodélico de Jimmy Hendrix y el soul latino de Carlos Santana. Hora Zero apareció con sus “Palabras urgentes” justo cuando el sello Fania en Nueva York grababa los volúmenes 1 y 2 de “Fania All-Stars Live at the Cheetah”, el primer disco emblemático de la salsa dura. En aquel tiempo Sendero Luminoso establecía su primera base en laUniversidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga, y Abimael Guzmán, el profesor de filosofía, ordenaba el control de la Universidad Nacional del Centro, La Cantuta, la Universidad Nacional de Ingeniería y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Hora Zero fue un rotundo y contundente golpe contra la costra reaccionaria de la literatura en el Perú de vieja data. Aquello nos hizo escritores lúcidos y comprometidos con nuestra historia. De esa época somos. Yo lo viví. Y eso es todo lo que tengo que contar, por ahora.
Coda 2
Este texto está escrito con el recuerdo doloroso de nuestros poeta que se marcharon un poco antes: Presentes, Isaac Rupay, Mario Luna, Manuel Morales, Juan Ramírez Ruiz, Julio Polar, José Antonio Ríos, Alfredo Portal, Miguel Burga, Lucía Ocampo, Flor de Maria Ayala, Pietro Luna.

Hora Zero. Lima 1998.
Notas:
[1] HORA ZERO / INFRARREALISMO, La última vanguardia. Ediciones Lancom, Lima, 2016.Alberto Escalante, Carlos Ostolaza, Carlos Chino Domínguez, Jorge Verástegui, Ana María Chagra.
[1-a] La tesis desarrolla por JRR en su ‘poética y sus poemas: «El poder de la poesía y el arte como forma y factor de conciencia social, es energía suficientemente capaz de hacer avanzar o hacer retroceder una sociedad en su proceso de evolución ». Poema integral. En “Un par de vueltas por la realidad”. Ediciones del Movimiento Hora Zero. Lima 1971.
[2] Un texto vale por todos los textos de la literatura, no porque los represente, los abstraiga y los equipare, sino porque la literatura no es nunca sino un solo texto. Así, Barthes permiten el estudio de la intertextualidad como elemento sustanciador de la concepción poética de nuestros textos manifiestos en su producción infinita.
[3] Fuera del fundador de Hora Zero, Jorge Pimentel, los otros poetas habían publicado en la revista “Estación Reunida” y la reunión era en el fondo un careo para integrar una sola collera. No hubo consenso. Cada quién siguió su existencia con una algarabía que ni la espina de una cojinova clavada en el pescuezo disimulaba la euforia de ser poeta en esos días.
[4] José Matos Mar, “Desborde popular y crisis del Estado. Veinte años después”. Lima, Fondo Editorial del Congreso del Perú. 2004. Ocurrió que en 1986, ya de periodistas, acompañé a Tulio Mora a entrevistar a Matos Mar que residía en ciudad de México. Nuestro trabajo se publicó en la revista “Visión Peruana”. Nro. 65. Pepe Matos nos decía que la insuficiencia del aparato de gobierno creaba una merma del poder y un aparato de Estado que iba a girar en el vacío.
[5] Debo advertir que parte de este fragmento será publicado por la revista “4 Gatos” en su segundo número. Cierto, con algunas variantes propias de la publicación de ese testimonio.

La tecnología que nos reemplazará a todos, la IA, da otro enorme paso a través de Google Veo 3. Primero vinieron por los ilustradores con Midjourney, después con los articulistas cuando entró en escena ChatGPT, y ahora toca a los actores y, en general, a todo el ecosistema de producción audiovisual, quienes literalmente podrían tener los días contados. La aparición de Veo 3, más que una promesa, resulta ser el futuro aquí y ahora de la destrucción de empleo a gran escala.
Veo 3, la IA de Google que genera los “videos más realistas” de Internet, es la nueva tecnología que permite transformar texto en clips audiovisuales con movimiento, detalles visuales complejos y sonido sincronizado. La imagen está generada por una inteligencia artificial a partir de una descripción.
Su nivel de detalle podría llegar a confundirse con filmaciones reales. Desde paisajes naturales hasta escenas urbanas complejas, esta nueva IA permite crear videos desde cero con un realismo sin precedentes.
Por otra parte, su capacidad para integrar imagen, movimiento y sonido en un solo proceso de generación automática resulta asombrosa.
Veo 3 es un modelo de inteligencia artificial generativa multimodal desarrollado por Google DeepMind. Su principal innovación radica en su capacidad para crear videos a partir de texto, integrando además sonido sincronizado, efectos ambientales, música y voces.
Lo bueno
A diferencia de modelos anteriores como Imagen Video o Phenaki, Veo 3 alcanza un nivel de fluidez visual y realismo acústico que lo acerca a la calidad de una producción cinematográfica. Los clips generados pueden alcanzar una resolución de hasta 1080p y una duración de hasta un minuto, algo inusual en el campo de las IA generativas. Las posibles aplicaciones de Veo 3 son vastas: cine, publicidad, videojuegos, educación, contenidos para redes sociales. Al poder generar imágenes que parecen tomadas con una cámara real, esta tecnología promete revolucionar los modos de producción audiovisual, especialmente para creadores independientes con presupuestos limitados, o simplemente compañías avaras.
Lo malo
Aplicable para extorsión, chantaje, difamación, propaganda de desinformación, manipulación, estafa, pero sobre todo desempleo.
Veo 3 ya está disponible mediante la introducción de prompts en Flow, aunque exclusivamente para suscriptores del plan Google AI Ultra en Estados Unidos, un servicio premium con un costo de 250 dólares al mes, que ofrece acceso anticipado a las últimas herramientas de inteligencia artificial desarrolladas por la compañía. Bajo ese aliciente de costo de solo 250 dólares frente a una producción real, queda claro quiénes perderán su empleo.
No obstante, Google señaló que trabaja con expertos para establecer controles de uso y trazabilidad, y planea incorporar marcas de agua invisibles para distinguir los videos generados por IA. Sin embargo, el daño ya está hecho y esto solo es el comienzo.

Solo es IA, cálmate
En redes, miles de usuarios manifestaron su preocupación frente a lo que el avance de la IA viene significando.
@Karen Crystal: «¿Por qué estás llorando? «Ni siquiera somos reales» suena como algo que diría mi ex narcisista.
@FeRdTwo: Hay partes en que se nota y otras en las que es imposible identificar que es IA, impresionante.
@hectorhuerta: Pasamos de Will comiendo spaghetti raro a esto en 2 años.
@𝕭𝖑𝖆𝖈𝖐 𝕸𝖆𝖓𝖙𝖎𝖘:si fuéramos lo suficientemente inteligentes, detendríamos esto ahora que se puede …
@WARRIOR: Esto me llevó a pensar. Si la IA llega a un punto donde sea imposible de diferenciar de la realidad, esto podría afectar a muchas personas.
¿como?
por el «chantaje»
imaginen
@C M G.g: Cuando salieron los radios y grabaciones de música, alguien pudo haber pensado «se acabaron los conciertos en vivo, podés oír la misma canción mil veces en tu casa”, pero no se acabaron.
@andres: No, solo los actores, productores, directores, diseñadores de vestuario, de música… mejor dicho, en un año todo el mundo estará haciendo sus propias películas y yo sin plata.
@WorldOfTiggi:Ok Escúchame: AI se perfeccionó hace años y la calidad es como este video de hoy, pero las élites lo están haciendo como «oh, está en camino de ser increíblemente bueno». No es que esté avanzando rápido, es porque lentamente nos dejan pensar que está mejorando, preparándonos para esto, para algo mucho más grande. Supuestamente
@Martin Content: Más bien los actores van a vender su imagen para que lo usen en películas usando su rostro.
@🧿: S,i pero eso son los que ya sonfamosos;, ahora los que desean ser actores ya no podránporqueq la IA creara caras nuevas.
@Oscar Martinez: Es el inicio del fin de muchas cosas 💀 editores, actores de doblaje , directores, programas de TV , películas 🍿 etc etc
@Thalissa Lusana: No es IA, solo miren la pared, mantiene su textura igual en cada movimiento eso aún no se logra con la IA.
Mucho más que especulación de internet, el fenómeno IA es una realidad que ahora golpea al gremio de actores. Porque cuando las empresas de marketing decidan entre un actor o instalarse una app de 250 dólares al mes, sabemos muy bien por cuál se decidirán en su afán de rentabilizar las utilidades a través del ahorro en costos.
Es cierto que será fácil el contratar a alguien que sepa dar indicaciones de creación de IA. Desde anuncios, telenovelas, cine, es decir, todo lo audiovisual. Las nuevas versiones de IA descubrieron cómo hacer voz de IA con acentosy dotarlos de emoción. El CGI se puede notar que es falso, pero la IA actual ya no.
También se abrió la ventana a conspiranoicos de la IA que creen ver en estas creaciones otras cosas.
@Jack Barretto: ¿Y si nosotros somos IA negando que somos IA y nos burlamos de Matrix porque creemos que no existe, pero sí existe? 🤯🤯
@adamgr Solo date cuenta de que esto es lo peor que se verá. La mierda es salvaje. En un año ya no sabrás lo que es real.
@loui A esa velocidad, ¿qué es posible en 2028?
@Pampampam: No, todo eso es este año.
@cheesewithpee ☭: Las posibilidades en 2028 son la muerte del arte, la actuación de voz, los actores, los artistas, la creatividad.
@Shorty P: Te refieres a la muerte de los pocos que tienen control sobre los trabajos creativos. La gente normal no se lamenta de poder hacer un dibujo sin pagar cientos, o del empleo de los estudios de vigilancia y estrangulamiento de la creatividad hasta la muerte.
@Dash2much: No sé, los últimos 20 años acaban de ser remakes.
@cheesewithpee ☭⚛️: Remakes que todavía tenían actores reales, artistas reales para la música y efectos especiales, personas reales.
@goose🪿:Hermano,o mira cómo se veía la IA el año pasado. A finales de este año probablemente tendremos inventos locos con IA o incluso solo los prototipos de ellos.
@Ruby Carrots: Ah, sí, el talento y la belleza de escribir un mensaje de alguien cometiendo un delito grave para incriminarlos con…
@G_Money: Es demasiado poderoso y, por desgracia, demasiado útil para que se detenga el desarrollo. Ya es un curso que se puede seguir en la escuela y se convertirá en un conjunto de habilidades muy real para poder identificar el contenido de IA a partir de contenido real. Pero definitivamente es necesario establecer limitaciones legales en su uso.
@Ruby Carrots: Ahora se usa para chantajear a los trabajadores. La IA por sí sola no es mala ni dañina, pero se vuelve peligrosa y explotadora cuando se usa para reemplazar a la humanidad.
@Ruby Carrots: Es una amenaza para la realidad objetiva; las personas podrían ser incriminadas por delitos que no cometieron. Las guerras y la violencia podrían incitarse a partir de fabricaciones. Y los criminales peligrosos podrían escapar con los crímenes a pesar de las pruebas de video.
@Emiliano Moretta: No es IA. son visores a otras realidades. estamos creando realidades paralelas sin quererlo y traerá consecuencias.
@Héctor: Entonces Star Wars, Alien. Transformers, ¿es todo real? son simples película como esos vídeos. cálmate
@Emiliano Moretta: esas son películas filmadas por actores reales. la ia es una creación humana que crea líneas dimensionales nuevas
@Ramiro Berardi: Ahora sabemos que vivimos en una simulación de seres superiores que inventaron su propia IA
@Alabaster: Hemos estado en ella durante años, esta tecnología es mucho más capaz de lo que el público sabe, han estado probando versiones más avanzadas con nosotros durante un tiempo.
¿Una amenaza para el empleo en Perú?
Conversamos con el experto en cultura digital, macrodatos e IA multimodal, Ibrahim G.G., quien aterriza la cuestión respecto a los posibles efectos en el Perú.
«Esto ya existía hace mucho. Simplemente por que lo hace google, el mundo se entera lol». Sobre el futuro del empleo a raíz de la irrupción de la IA su respuesta es tajante en lo referente al futuro, «Despidos». De todos los trabajadores en la cadena envuelta para hacer el video en sí. No hay alternativa. Personalmente, prefiero luchar con un prompt de IA para crear el video que quiero que con las divas y divos de los artistas».
Respecto a su impacto en Perú, fue bastante optimista:
«Sí, pero aún le falta y vivimos en Perú; estoy usando IA para casi todo. Lamentablemente y por suerte, el nuestro es un país retrasado. ¿En el primer mundo? Sí, están jodidos. Ayer vi que había “ACTORES DE VOZ” que han sido despedidos de una empresa china. Los chinos prefieren usar una IA para traducir y hacer la voz que pagarles a los gringos. Los traductores de anime profesionales están siendo reemplazados por subtítulos con IA, porque son malísimos esos traductores, así que es razonable».
Actualidad
Sindicatos de Cultura anuncian paro regional en Cusco: trabajadores CAS exigen reformas estructurales
Paro regional para este jueves 5 de junio de 2025

El Sindicato de Trabajadores de Contratos Administrativos de Servicios de la Dirección Desconcentrada de Cultura (SITRACAS – DDC Cusco) anunció la convocatoria de un paro regional para el próximo jueves 5 de junio. La medida de lucha, respaldada por más de 850 afiliados en toda la región, busca visibilizar una serie de demandas históricas vinculadas a la mejora de condiciones laborales y la reestructuración de la entidad encargada de velar por el patrimonio cultural en Cusco.
Según el pronunciamiento oficial emitido por el sindicato, los motivos centrales del paro incluyen la homologación salarial, el cumplimiento de pactos colectivos firmados con anterioridad, la reorganización interna de la DDC Cusco, la construcción de un local institucional propio y la designación de un titular para la Dirección, cargo que, según los trabajadores, permanece sin liderazgo efectivo.

“Esta lucha no solo se trata de reivindicar derechos laborales básicos, sino de exigir una gestión cultural eficiente y comprometida con el país”, sostuvo el secretario general del SITRACAS, Daniel Estonbelo Taco, quien acusó al Ministerio de Cultura de desinterés crónico en resolver los problemas estructurales de la Unidad Ejecutora N.° 002 Cusco.
Estonbelo criticó la “ineficiente gestión de los recursos públicos” en la DDC y aseguró que el deterioro de las condiciones laborales impacta directamente en la calidad del servicio que se brinda a la ciudadanía. «Es inconcebible que el personal encargado de proteger y poner en valor nuestro patrimonio cultural trabaje bajo condiciones tan precarias», subrayó.

El sindicato hizo un llamado a la ciudadanía, al sector turístico y a las autoridades del Ministerio de Cultura a tomar las precauciones necesarias ante la paralización programada, asegurando que la medida se desarrollará dentro del marco legal y constitucional, “por la dignidad de nuestros trabajadores”.
Este paro se suma a una creciente ola de descontento en sectores clave de la administración pública en la región, en un contexto donde el abandono institucional parece profundizar la brecha entre los discursos oficiales sobre la cultura y la realidad cotidiana de quienes la resguardan.
Actualidad
Continúa el maltrato contra los animales, la barbarie viene de los que supuestamente tienen “uso de razón”
En el país aún muchas personas ven como objetos a seres que no tienen una voz para reclamar, atacándolas salvajemente hasta su muerte.

Por: Raúl Villavicencio H.
En las disposiciones complementarias de la Ley n.° 30407, “Ley de Protección y Bienestar Animal”, se lee la incorporación del artículo 206 – A al Código Penal: “El que comete actos de crueldad contra un animal doméstico o un animal silvestre, o los abandona, es reprimido con pena privativa de libertad no mayor de tres años, con cien a ciento ochenta días-multa y con inhabilitación de conformidad con el numeral 13 del artículo 36. Si como consecuencia de estos actos de crueldad o del abandono el animal doméstico o silvestre muere, la pena es privativa de libertad no menor de tres ni mayor de cinco años, con ciento cincuenta a trescientos sesenta días-multa y con inhabilitación de conformidad con el numeral 13 del artículo 36”.

En agosto del 2023, en el distrito de La Victoria, en Lima, Alonso Santa Cruz Túpac Yupanqui, acuchilló salvajemente a ‘Dachi’, una perrita de raza pug, al animalito de su expareja que la acusaba de haberla sido presuntamente infiel. La perrita quedó cuadripléjica debido a los constantes cortes y por ello el confeso agresor fue condenado a un año y seis meses de cárcel, además del pago de 5 mil soles por concepto de reparación civil.
El 9 de mayo, en Trujillo, un sujeto azotó contra el asfalto a una perrita hasta matarla. El pequeño animalito solo se encontraba caminando frente al alterado hombre cuando este lo sujetó con fiereza, tirándolo hasta en tres ocasiones contra el suelo. El sujeto, identificado presuntamente como Luis Esteban Lozano Daza, se encuentra como no habido por la Policía Nacional del Perú (PNP).
Más recientemente, en el Cusco, cámaras de vigilancia captaron a un hombre y una mujer propinándoles patadas y puñetes a un indefenso can que solo venía siguiendo a la pareja. Desde el segundo piso de su vivienda, un joven les increpó por su indebido actuar, pero solo recibió insultos y dos piedrazos que fueron a impactar contra una de sus ventanas.
“Fui testigo de cómo agredían al perro indefenso. Le dio dos patadas, luego un puñete en la cabeza. Y cuando el perrito estaba retirándose, hay una patada más que le proporciona la chica. Se ve claramente en el video cómo el perrito, después de la agresión, sigue estando con ellos”, relató el testigo, quien prefirió mantenerse en el anonimato.

Ante ello, según información de RPP, se supo que el joven procederá a denunciar a la pareja que agredió al perrito.
Animales de compañía y no objetos o juguetes
Todos esos casos, realizados en distintas partes del Perú, se intenta demostrar que aún existen personas que consideran a los animales domésticos o de compañía como seres que no cuentan con derechos protegidos por el Estado, agrediéndolos salvajemente hasta quitarles la vida sin ningún tipo de remordimiento o culpa.
La Ley 30407 no se restringe solo en los animales de compañía, sino que también velar por los animales silvestres o aquellos que se encuentran en cautiverio o los que vienen siendo forzados a reproducirse solo por intereses comerciales. Al respecto, en su artículo 30 se mencionan las sanciones administrativas de corroborarse algún tipo de maltrato, sin descartarse que a la par se inicie una sanción penal (artículo 33).
Falta mucho para concientizar a las personas en no considerar a los animalitos como meros objetos de valor económico. Para muestra, en jirón Ayacucho aún se siguen vendiendo a vista de todos perros, gatos, conejos, etc., a pesar de que en reiteradas ocasiones personal de fiscalización los cierra, pero en cuestión de días o semanas vuelven a estar abiertos.
Y por último, una mascota en condición de abandono también es delito. Cientos de personas los colocan en sus techos a la intemperie, con un poco de agua y lo que sobre de su almuerzo. Perros o gatos desnutridos, cubiertos de pulgas y garrapatas o caracha también es una forma de maltrato animal.

Actualidad
Directora de ‘Bellas Artes’ firmó resolución para otorgarse a sí misma el grado de bachiller
La actual Directora General de la Universidad Nacional Autónoma de Bellas Artes (antes ENSABAP) oficializó su propio grado de bachiller mediante la Resolución Directoral n.º 056-2021, como egresada de la institución académica que hoy dirige, generando dudas éticas.

La Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú (ENSABAP), actualmente Universidad Nacional de Bellas Artes (UNABAP), vive un momento de controversia. Su actual directora, Eva Dalila López Miranda, aparece en el centro de una situación que ha despertado dudas éticas.
¿Un conflicto de Interés?
La polémica nace cuando se descubre que la directora firmó la Resolución Directoral n.º 056-2021-ENSABAP, con la cual ella misma se otorgó el grado académico de bachiller, junto a un grupo de docentes beneficiados, entre ellos su esposo, Mauro Yrigoyen.

Aunque este beneficio tiene respaldo legal, el hecho de que López Miranda firmara su propia resolución ha generado críticas, pues podría haber incurrido en un claro conflicto de interés, al beneficiarse directamente de una decisión que ella misma autorizó.

Otro aspecto llamativo —y cuestionable— es que la elección de Eva Dalila López Miranda y su nombramiento como Directora General de la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú (hoy UNABAP) fue aprobado mediante la Resolución de Consejo Directivo n.º 001-2021-ENSABAP, firmada por ella misma en su calidad de Presidenta del Consejo Ejecutivo. La norma se ampara en el estatuto modificado en agosto de 2020, que otorga al Consejo Ejecutivo —presidido por el director general— la facultad de dirigir y gestionar la institución. Pero surge una pregunta inevitable: ¿se puede ser juez y parte al mismo tiempo? ¿No constituye esto un claro conflicto de interés?

Anteriormente había título sin equivalencia universitaria
Durante décadas, la ENSABAP entregó el título de “Artista Profesional a nombre de la Nación”, pero este no era reconocido como un grado académico universitario. Por ello, muchos egresados no pudieron acceder a estudios de posgrado ni postular a ciertos puestos docentes. En el año 2008, la Ley n.º 29292 reconoció que esos títulos debían ser considerados equivalentes a los universitarios, y ordenó su inscripción en la Asamblea Nacional de Rectores (ANR). Sin embargo, la ENSABAP no aplicó esta ley correctamente, dejando a cientos de egresados en el limbo académico.
Cuestionamientos éticos
Pero en 2020, tras años de lucha, 18 egresados ganaron un proceso judicial. La Primera Sala Constitucional de la Corte Superior de Lima ordenó que se les otorgue el grado académico de bachiller por regularización, sin requisitos adicionales. Entre los beneficiados por esta sentencia están la directora general de la UNABAP, Eva Dalila López Miranda, su esposo y varios docentes de la institución. El caso ha generado preocupación porque, pese a existir una sentencia favorable, más de 500 egresados entre 1960 y 2010 aún no reciben el mismo trato y continúan sin acceso al grado de bachiller. Según nuestra fuente, ellos también cumplen con las condiciones, pero no han sido incluidos en el proceso de regularización.

La falta de transparencia y el trato desigual alimentan la desconfianza hacia las autoridades de la UNABAP, y generan dudas sobre su compromiso con toda la comunidad académica, quienes desde sus instancias estudiantiles exhortan mayor transparencia Institucional con la publicación de información clara sobre cómo se realiza la regularización de grados académicos, para garantizar que todos los egresados tengan las mismas oportunidades.
Asimismo, que se ejerza una revisión de los procedimientos, con auditorías externas para investigar si hubo favoritismos o conflictos de interés en el otorgamiento de los grados. Y permitir que los egresados que aún no han sido beneficiados pueden presentar acciones legales o quejas ante la SUNEDU, para exigir el reconocimiento de sus derechos. Bajo esa línea, es importante que los exalumnos se organicen, participen activamente y exijan una gestión ética, justa y transparente.
Lima Gris intentó comunicarse con la señora López Miranda, para que brinde su descargo respectivo, incluso se le dejó un mensaje en el chat del WhatsApp; sin embargo, hasta el cierre de esta nota no se obtuvo respuesta.
Actualidad
Fiscalía interviene el Ministerio de Cultura por escándalo de contrataciones a favor de Shirley Hopkins
Ministerio Público llegó hasta la sede central del Mincul tras denuncia por presuntas irregularidades en la contratación de locadora allegada al ministro Fabricio Valencia Gibaja.

La sombra de la presunta corrupción vuelve a proyectarse sobre el Ministerio de Cultura. Este mediodía, la Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lima Centro, en coordinación con la Dirección de la Policía contra la Corrupción, intervino las oficinas administrativas de la sede central del Ministerio con el objetivo de recabar documentación relacionada a las órdenes de servicio otorgadas a Shirley Hopkins Cerna.
La diligencia responde a sospechas sobre presuntas irregularidades en la contratación de Hopkins Cerna, quien no cuenta con título universitario y a pesar de eso recibió múltiples servicios por encargo desde mayo de 2024 hasta la fecha sumando un monto total de 127,500 soles. Según fuentes del Ministerio Público, se busca esclarecer el marco legal y administrativo que permitió estas contrataciones, así como el monto y la naturaleza de los servicios prestados.
Este nuevo escándalo ha revivido el recuerdo del caso Richard Swing, otro episodio bochornoso de favoritismo político y uso indebido de recursos públicos ocurrido durante el gobierno de Martín Vizcarra. En aquella ocasión, el Ministerio de Cultura fue duramente cuestionado por otorgar contratos irregulares a un personaje sin mayor trayectoria técnica en el sector, lo que derivó en investigaciones fiscales y la renuncia de altas autoridades.
El caso Hopkins Cerna podría seguir un derrotero similar. La ciudadanía exige transparencia y sanción ejemplar si se confirma un nuevo patrón de corrupción dentro de una institución llamada a proteger el patrimonio cultural del país, y no a repartir favores bajo la mesa.
Hace unos minutos, el Ministerio de Cultura no ha emitido un pronunciamiento oficial mencionando que han brindado todas las facilidades al personal del Ministerio Público en la diligencias preliminares que se realizan. La fiscalía ha recabado copias de todas las órdenes de servicio de Shirley Hopkins con sus respectivas notas de pago.
Aquí el comunicado del Ministerio de Cultura.

Actualidad
Espada de Honor de la FAP lleva 4 días desaparecida en las aguas del mar de Pisco
Esta mañana, facinerosos quisieron engañar a los familiares de Ashley Vargas asegurando conocer su paradero y para ello les exigían dinero.

La joven y destacada piloto de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), Ashley Vargas Mendoza, desapareció el pasado martes 20 de mayo cuando realizaba una misión de instrucción en su aeronave KT-1P cerca de la isla Zárate, en Pisco.
A sus 24 años de edad, la joven natural de Amazonas, es el orgullo de toda su familia y amigos, pues todos los años obtenía el primer lugar de su promoción, convirtiéndose en la tercera mujer en la historia de la FAP en alcanzar el cargo de Brigadier General. Ashley es, en todo el sentido de la palabra, una mujer hecha para volar muy alto.
Como producto de su ejemplar disciplina y excelente rendimiento académico recibió de manos de la presidenta Dina Boluarte la Espada de Honor, un reconocimiento que poquísimas personas pueden presumir.

Desde el día de su desaparición tanto la FAP como la Marina de Guerra vienen ejecutando operativos de rescate, empleando para ello personal especializado. Paralelo a ello, su padre, Edgar Vargas, también viene realizando por su cuenta la búsqueda de su hija cerca de la zona donde se habría producido el accidente.
Quisieron estafar a los familiares de Ashley, asegurando que la habían encontrado
Lamentablemente, existen personas desalmadas que juegan con las esperanzas de sus familiares. Esta mañana, su padre manifestó que había sostenido comunicación con un supuesto coronel quien le pedía iniciar las coordinaciones de rescate.
“Ya coordiné con el coronel y ya conversó con la persona que está a cargo de esa lancha. […] Nos han informado en altamar que está a 180 millas. Ya conversé con la persona que está a cargo de esa lancha y mi hija está con vida. No puede hablar, pero estamos esperando que mejore el tiempo para poder ir con helicóptero para rescatarla”, manifestó el progenitor.
Sin embargo, todas las ilusiones se hicieron trizas cuando el tío de Ashley, Elvis Vargas, en comunicación con Exitosa, informó que la llamada que recibiera el papá de la joven piloto era falsa.
“Estamos retomando la búsqueda de mi sobrina. Fue una llamada spam, pidieron gasolina, yapes… Ahora estamos volviendo a la búsqueda. Ya la policía está en ello, nosotros volvemos a la búsqueda por tierra con amigos, drones, lamentablemente hay este tipo de personas inhumanas que se han aprovechado de la situación de mi sobrina”, dijo el familiar de la jovencita.
En tanto, la FAP, a través del Comunicado Oficial n.° 009-2025, pidió tener prudencia con respecto a las informaciones que sean difundidas sobre el tema.

De esta manera, continúan los esfuerzos por encontrar aún con vida a la mujer piloto que llegó a obtener la Espada de Honor.
Actualidad
Indecopi admite apelación contra ‘Real Plaza’ por evidente riesgo en sus locales
En marzo, la Comisión de Protección al Consumidor declaró improcedente una denuncia contra Real Plaza, señalando que correspondía a la autoridad municipal investigarla. Sin embargo, inesperadamente cambió de posición y resolvió conceder la apelación presentada por tres asociaciones civiles denunciantes, reabriendo el caso contra el emporio del Grupo Intercorp.

A fines de marzo, la Comisión de Protección al Consumidor del Indecopi declaró improcedente una denuncia presentada contra la empresa Real Plaza y sus apoderados. El argumento fue que existía otra entidad del Estado, en este caso una autoridad municipal, con competencia para investigar los hechos denunciados. No obstante, semanas después, el organismo decidió conceder la apelación interpuesta por asociaciones de defensa del consumidor.

El Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) ha aceptado la apelación presentada por tres organizaciones civiles que denunciaron el mal estado de 11 centros comerciales de la cadena Real Plaza. Las denuncias también alcanzaban a sus representantes: Misael Shimizu Mitsumasu, Luis Alonso Santa María Torres y Garlet Noemí Rodríguez Ortiz, a quienes se les acusó de actuar de manera negligente y de ocultar información sobre deficiencias en dichos locales, lo cual habría vulnerado los derechos de los consumidores.

Las asociaciones civiles que presentaron la denuncia el pasado 4 de marzo de 2025 fueron el Centro de Protección al Ciudadano EQUIDAD, la Asociación Peruana de Protección y Defensa de Consumidores y Usuarios (PROCONSUM), y la Asociación de Consumidores Inmobiliarios del Perú (ADCIP). Sin embargo, el 27 de marzo, mediante la Resolución Final N° 0747-2025/CC2, la Comisión de Protección al Consumidor de Indecopi declaró IMPROCEDENTE el caso.

Cabe recordar que el 10 de marzo, el Secretario Técnico de la Comisión N° 2, Christian Tarazona Cerrón ((en el Expediente de Requerimiento 420-2025/CC2), solicitó a las tres organizaciones civiles denunciantes una serie de requerimientos y que en el plazo de dos (2) días hábiles detallaran los supuestos defectos estructurales en los 11 centros comerciales y que presentaran medios probatorios que sustentaran sus denuncias. En vez de iniciar una investigación propia, la comisión de INDECOPI sorprendentemente trasladó esa responsabilidad a las asociaciones denunciantes.

A pesar de esta exigencia, las organizaciones cumplieron con presentar información técnica, detallada y contundente y pruebas documentales. Sin embargo, la comisión desestimó la denuncia y la declaró IMPROCEDENTE, alegando que ya existía una investigación en curso en otra instancia y que el caso era competencia de la Municipalidad de Trujillo, en la región La Libertad.

Las asociaciones advirtieron que las once sedes de Real Plaza en distintas regiones del país se encontraban en mal estado y presentaban riesgos para la seguridad de los consumidores; y pese a ello los expusieron al peligro. Según fuentes consultadas, bajo la actual gestión de Alberto Villanueva Eslava —apoderado de tres empresas del grupo Intercorp—, Indecopi habría actuado con indulgencia hacia el conglomerado, limitando la investigación únicamente a la tragedia ocurrida en Real Plaza Trujillo y dejando de lado el resto de las denuncias estructurales.
Actualidad
Papa León XIV realizará viaje a Latinoamérica y no descarta pisar suelo peruano
Argentina y Uruguay serán los primeros países de Sudamérica que reciban al sumo pontífice, ¿estará Perú en la lista?

Alisten los chifles y los kingkones, el seco de cabrito y la chicha de jora, que el papa León XIV no puede esperar más tiempo en volver a probar la riquísima comida norteña. Entronizado este último domingo en la Basílica de San Pedro, Robert Prevost, convertido ahora en el nuevo papa de la Iglesia Católica, pasó cerca de 40 años en el Perú, nacionalizándose el 2015 por el gran amor que le tiene a nuestro país.

A diferencia de su predecesor, el papa Francisco, que optó por no visitar su país natal, Argentina, ahora sí se considera viajar a dicho país y también Uruguay. Pero eso no es todo, el cardenal uruguayo Daniel Sturla comentó ayer que el primer viaje del papa a Latinoamérica también contemplaría al Perú.
“Él (lo) tiene muy claro. (Estos dos últimos países) faltaron en la agenda de Francisco, no en el deseo de Francisco. Creo que la primera visita a Latinoamérica, me parece —no soy el que le lleva la agenda—, va a tener Argentina, Uruguay y posiblemente Perú en su itinerario”, señaló en una entrevista con la Radio Carve de Montevideo.
De Chicago a Chiclayo
Nacido en los Estados Unidos hace 69 años, el ahora papa León XIV pasó gran parte de su vida apostólica en el Perú, llegando a conocer a profundidad ciudades como Piura, Chiclayo, Trujillo Lima o Loreto. Fue en Chiclayo donde se convertiría en obispo en el año 2015, lugar donde se desempeñó desde la década de 1980 como vicario parroquial, seminarista o administrador parroquial.
Es así que le guarda una gran estima a nuestro país ya supo en carne propia las carencias de miles de habitantes del norte peruano. Caminó codo a codo con la población, se embarró las botas durante las inundaciones y nunca rehuyó durante la épica más dura del terrorismo. Por todo ello durante su primer discurso como santo padre le dedicó unas palabras a su “querida arquidiócesis de Chiclayo” en buen fluido español.
“Me parece que es una figura que promueve la unidad de la Iglesia, lo cual es crucial, y que continuará con las importantes líneas que Francisco impulsó. Es un hombre de gran capacidad de escucha”, agregó el cardenal Sturla.
El Perú espera con ansias que se confirme su visita lo más pronto posible, y de preferencia que sea después de que Dina Boluarte abandone Palacio de Gobierno.
-
Política5 años ago
Las licencias de Benavides [VIDEO]
-
Política5 años ago
La universidad fantasma de Benavides
-
Actualidad5 años ago
Richard Swing: «Con esta conferencia he dado un gran aporte a nuestra institución y a la humanidad»
-
General4 años ago
Dan ultimátum de 48 horas al presidente Sagasti para derogar Decreto que atenta nuestra Soberanía Nacional
-
Política4 años ago
Altos oficiales de FF.AA a través de comunicado exigen la salida de Jorge Luis Salas Arenas
-
Actualidad2 años ago
Carlos Alcántara: «Crees que voy a pretender hacer una película como Tarantino. Hay que ser huev… para pensar que voy a querer algo así»
-
Cultura5 años ago
MINISTERIO DE CULTURA PAGÓ 175 MIL SOLES AL CANTANTE RICHARD SWING
-
Cultura4 años ago
«Es que somos muy pobres», por Juan Rulfo