Un nuevo estreno se presenta hoy en las redes sociales y TV Perú, se trata de la miniserie “Cosmovisión Indígena en las Américas” una iniciativa de la Embajada de Canadá en Perú en alianza con el Museo Larco y otros renombrados museos de la región (el Museo de Oro de Bogotá, Colombia; el Museo Nacional de Etnografía y Folklore – MUSEF, Bolivia; el Museo Chileno de Arte Precolombino – MCHAP; el Museo Nacional de Antropología de México, y el Museo Nacional de Historia de Canadá).
Esta miniserie de videos panamericanos gira en torno a la experiencia humana compartida de los pueblos indígenas en las Américas, a través del tiempo y espacio, en relación a: (1) Naturaleza; (2) Espíritus protectores; (3) Vivir adentro; (4) Nuestros abuelos; y (5) Transformación del Cuerpo. Desde este 27 de mayo -hasta el 24 de junio- se estrenará un episodio todos los viernes a las 7pm (hora Perú).
La producción de estos videos estuvo a cargo del Museo Larco, y se realizó con el valioso aporte de co-curadoras y co-curadores indígenas convocados por las instituciones mencionadas. En diálogo constante compartieron sus conocimientos y promovieron reflexiones que consideramos deben ser difundidas en torno a cómo nuestros ancestros se conectaban con el mundo y cómo podemos enfrentar situaciones diversas y extremas como la reciente pandemia con una mirada intercultural.
Curadores de la miniserie.
Esta iniciativa es un esfuerzo de diplomacia cultural de Canadá, como parte de su compromiso con los pueblos indígenas dentro y fuera del país. Las 5 piezas audiovisuales son una co-creación participativa sui generis que nos anima a seguir creciendo desde nuestras raíces históricas comunes y profundas, mostrando que es posible brindar mensajes conjuntos al mundo desde nuestra propia y amplia diversidad americana.
El juego del calamar es una de las series de Netflix más aclamadas de los últimos tiempos. En pocas palabras, su argumento gira en torno a un concurso de juegos mortales, de los que participan personas con dificultades financieras. Ahora bien, la primera entrega de la serie tuvo tanto éxito que son muchos los seguidores que están esperando el lanzamiento de la próxima. ¿Cuándo llegará la nueva temporada de El juego del calamar?
El argumento de El juego del calamar
El juego del calamar es una serie surcoreana de acción, suspenso y supervivencia que sigue la vida de Seong Gi-hun, un hombre con dificultades económicas que decide participar de un concurso secreto para intentar ganar dinero rápido. Cuando acepta la oferta, se encuentra con otras 455 personas que también tienen problemas financieros. Muy pronto, todos los participantes descubren que perder el juego implica morir y que, con ello, el premio final asciende. Para intentar mantenerse con vida, Seong Gi-hun forma un grupo para intentar resolver todos los desafíos que este macabro concurso pone en su camino.
La expectativa por una nueva temporada
El juego del calamar ha tenido gran aceptación por parte del público, debido a su argumento. Para muchos, esta serie surcoreana ofrece numerosos consejos para manejar las finanzas y da un pantallazo, aunque exagerado, de las consecuencias de tomar malas decisiones. Por eso, hay mucha expectativa por disfrutar de una segunda temporada.
¿Cuándo llegará la segunda temporada?
Ahora bien, Netflix ya anunció que habrá una segunda temporada, aunque esta podría llegar recién en el año 2024. La grabación de la segunda entrega comenzará durante el verano europeo y durará, por lo menos, 10 meses. En esta edición, lo más probable es que el programa retome el final que dejó revelaciones sobre la identidad del hermano perdido del detective Hwang Joon Ho. Por lo pronto, no se sabe mucho más que eso sobre el argumento en el que se centrará la historia de El juego del calamar. Si no puedes esperar y necesitas un entretenimiento alternativo y te agrada el mundo del casino online, puedes echar un vistazo a la sala latina, cuyos juegos de casino tienen toda la espectacularidad gráfica y sonora de las series y películas.
¿Y una tercera temporada?
El fenómeno de El juego del calamar ha sido tal que sus seguidores ya están reclamando una tercera temporada. A propósito de ello, su creador, Hwang Dong-hyuk, declaró en una revista que estaba en medio de negociaciones para que la serie se extendiera más allá de la segunda entrega. Si bien esta noticia sorprendió al público porque Hwang Dong-hyuk tenía algunas dudas sobre continuar la historia, sin duda, fue muy bien recibida entre los aficionados, que ya están esperando más novedades sobre la serie surcoreana que causó furor en todo el mundo.
El juego del calamar es una de las series de Netflix más aclamadas de los últimos tiempos. Su argumento se centra en la participación de un concurso que propone juegos siniestros para conseguir una importante suma de dinero. Tal fue el éxito de la serie, que su creador, Hwang Dong-hyuk, ya anunció que se estrenará una segunda temporada en 2024 y que también está planeando una tercera.
Festival de Cannes: Entrevista al director Polen Ly
El talentoso cineasta camboyano que viene participando en la 76 edición del Festival de Cannes con su película The Tongue Of Water, conversó con Lima Gris sobre el desarrollo y producción de su largometraje.
La 76 edición del Festival de Cine de Cannes también cuenta con un mercado de películas y plataformas de proyectos. El primer largometraje documental de Polen Ly The Tongue Of Water fue seleccionada y presentada en el Marché du Film entre varios otros proyectos destacados de todo el mundo.
The Tongue Of Water es la historia de una madre soltera indígena, que lucha contra diversos obstáculos para devolver el equilibrio a su familia después de que el embalse de una represa hidroeléctrica se llevara su casa y todo su pueblo. Polen Ly pasó 6 años filmando y viviendo con la familia de la mujer. El resultado es una historia de resiliencia.
Lima Gris conversó con el director de cine nacido en Camboya que viene participando en el Festival de Cannes. Aquí la entrevista.
Polen Ly, trabajar 6 años en una película documental no es corto, pero aún está dentro del período de tiempo promedio requerido para representar un desarrollo en un documental. ¿Puedes describir las fases de esa convivencia, desde el primer acercamiento hasta el punto en que los protagonistas ya no sienten la presencia intrusiva de la cámara?
Creo que debe haber sido una conexión espiritual entre Neang, la protagonista, y yo. En camboyano diríamos que hubo ‘nisay’. En 2017, estuve en la aldea de Neang, una aldea indígena remota llamada Kbal Romeas en el norte de Camboya, que esperaba la inundación por una represa hidroeléctrica, construida en colaboración entre el gobierno camboyano y una empresa china. En ese momento, el pueblo estaba casi vacío, ya que la mayoría de la gente se evacuó a las tierras lejanas con la que fue compensada por la empresa. Solo alrededor de 50 familias rechazaron la compensación y permanecieron en su aldea, incluida la familia de Neang porque para ellos la tierra compensada no contaba con los recursos naturales que habrían permitido continuar su forma de vida tradicional.
Después me quedé allí más de un mes y filmé algunas familias, mientras buscaba un tema para mi documental. Mientras tanto, la autoridad local prohibió la entrada a periodistas, cineastas, activistas, etc., ya que no querían que la resistencia de los aldeanos se viera en los medios. A menudo venían a revisar el pueblo en busca de forasteros. Entonces, un día, algunos aldeanos me enviaron a quedarme en el bosque, y allí conocí a Neang. Me recibió en su pequeña y acogedora choza en las cercanías del bosque. A partir de ahí comencé a filmar sus actividades en la casa, en el arrozal, en el bosque con sus hijos. Hasta que una noche escuchamos un disparo desde el bosque. No sabíamos si era de un cazador o de otra persona. Estábamos asustados, ya que la casa estaba bastante aislada de las demás. El padre de Neang trató de consolarme un poco diciéndome que no me preocupara, ya que lanzaría flechas si alguien venía a amenazarnos. A partir de ese momento, la familia de Neang y yo nos hicimos cada vez más cercanos. En ese momento, el esposo de Neang la dejó por la tierra compensada, dejando atrás a todos los niños y la responsabilidad a ella. Vi su dolor y sentí pena por los niños. A veces, me sentaba y hablaba con ella sobre su miedo, dolor, esperanza, recuerdos, su filosofía de vida, y así sucesivamente hasta un punto en el que nos volvimos como amigos. Lentamente, la presencia de mi cámara pareció convertirse en un medio para que ella contara sus historias y yo observara su vida más de cerca. Mi propósito de hacer el documental se volvió cada vez más personal.
El título de tu documental The Tongue of Water (La lengua de agua) sugiere un doble sentido. También implica que el elemento agua sea una entidad, un ser que se articula. ¿Cuál es el significado del título que has elegido y cómo se relaciona el título con la experiencia de la protagonista?
Los aldeanos usaron la jerga ‘La lengua del agua’ para definir un lugar, donde el continente se encuentra con el agua del embalse. Literalmente, significa el borde de la inundación. En el concepto visual, parece que el embalse actúa como un monstruo que se traga la tierra y el bosque de Neang. Es por eso que usé esto como un título de trabajo.
Sin embargo, desde que comencé el proceso de edición, mi editor y yo nos conmovimos mucho con una escena de una noche de eclipse. En la tradición indígena de Neang, durante un eclipse, los humanos tienen que gritar y pedirle a Dios que ayude a la luna a no ser tragada por la sombra. Esa noche, Neang y toda la familia, niños y abuelos, no dejaban de gritar “¡Kea eu lok!” significa “¡Dios, por favor ayúdame!” Esto dice mucho sobre la lucha de Neang y su pueblo para salvar su tierra y la naturaleza.
Como contexto, después de que la inundación se llevara la casa y el pueblo de Neang, ella y otras familias se mudaron para reasentarse en un bosque alto que es su tierra ancestral. Pero el gobierno anuncia que su tierra es ilegal. El gobierno quiere trasladarlos a la tierra compensada, para que ellos [el gobierno] puedan poner su tierra ancestral como concesión para una empresa agroindustrial china. Dentro de los 6 años de mi filmación, Neang y los aldeanos han estado peleando para quedarse en su tierra. Por eso, para mí, el eclipse refleja el símbolo de esta tierra siendo tragada lentamente por la oscuridad. Se nos ocurrió también el título “Rescatando la Luna”.
La codicia de unos pocos empresarios que no están dispuestos a prever las consecuencias de sus actos parece aumentar en dimensión las tragedias recientes, como el terremoto en Turquía o las inundaciones relacionadas con el cambio climático en Pakistán o Italia. ¿En The Tongue Of Water, cómo asumen, asignan e interpretan la catástrofe como origen de la lucha de los protagonistas y qué actitudes, sentimientos y estados de ánimo experimentan los protagonistas?
Neang solía expresarme a menudo su nostalgia por la infancia, cuando la tierra estaba llena de bosques espesos y había más animales salvajes que en la actualidad. Su vida era mucho más simple, pero pacífica. La tragedia de la represa hidroeléctrica fue un golpe que puso patas arriba el sustento con solo un chasquido de dedos. Pero, lo que empeoró para ella es el hecho de que ella y sus aldeanos ni siquiera pueden vivir en paz en el lugar restante de su tierra ancestral. ¡Cual montaña rusa de emociones para Neang y sus hijos! ¡Desde el dolor de perder el hogar en la inundación hasta el miedo de perder la tierra actual a manos de la empresa! Es como un viejo dicho: “En el agua espera el cocodrilo, en tierra firme el tigre”.
Para mí, la catástrofe tuvo más consecuencias que la pérdida de la casa y las pertenencias. La escuela fue cerrada. Al igual que otros niños y adolescentes del pueblo, los hijos de Neang faltaron a la escuela durante más de tres años. El hijo mayor de Neang al final perdió su educación y ahora deambula en busca de trabajo para ganar dinero.
A nivel psicológico, honestamente todavía trato de descubrir cómo la tragedia y el ambiente de miedo afectan el estado mental de Neang y los niños, de manera subconsciente. A veces, traté de entender escuchando sus sueños. A veces, Neang podía ser valiente, decidida, alegre, pero a veces caía en un estado de desesperanza o era una madre obsesionada con el control de sus hijos. Una vez me confió una gran emoción que es difícil de compartir, y que tampoco revelaré en mi película, por respeto a su privacidad. Pero quiero mostrar un ejemplo de este grave impacto que le sucede a las personas a nivel psicológico, que rara vez se discute cuando se debaten proyectos de desarrollo. A veces ponemos demasiado énfasis en la pérdida de objetos más que en el daño emocional que es casi imposible de restaurar.
A lo largo del proceso de filmación, después de presenciar la lucha por la que pasaron los aldeanos, descubrí también una horrible verdad interna. Los jóvenes empezaron a hacer crecer sus necesidades y sueños. Mientras sus ancianos luchan por proteger la tierra y el bosque, algunos jóvenes comenzaron a explotar su propia naturaleza para ganar dinero. No es del todo culpa de ellos, ya que entiendo que durante este largo y agotador período de lucha, que parece no conducir a ninguna parte, pueden sentirse atrapados y obligados adaptarse a las formas de globalización, para ganar dinero de una manera más rápida. Al final, no es solo la compañía con la que luchan Neang y sus aldeanos, sino también con sus propios hijos. Este conflicto retorcido me rompe el corazón, pero al mismo tiempo rompe con una visión estereotipada y romántica de los indígenas como “protectores de la naturaleza”. Y así es como quiero retratar la historia de una comunidad indígena, desde una perspectiva universal.
Camboya rara vez aparece en los medios de América Latina. Solo viene a la mente una imagen borrosa de un destino turístico con comidas y arquitectura exóticas, relacionado con la Guerra de Vietnam y el subdesarrollo. Los camboyanos en las pantallas de cine y televisión europeas suelen ser tranquilos y amables, sonrientes pero nunca riendo a carcajadas. ¿Cómo presentas a tu protagonista como individuo en el contexto de su comunidad?
Para mí, como cineasta, quiero retratar a las personas a través del lente de mi cámara como seres humanos que tienen emociones y necesidades, en lugar de solo camboyanos o indígenas. Como en el caso de Neang, después de vivir con ella y su familia todos estos años, aprendí a conocer la mente y las necesidades de ella y sus hijos. La sociedad camboyana a menudo muestra a una mujer “buena” a través de la literatura o algunos medios como amable, educada, sonriente, tímida, tranquila, etc. Incluso nuestro Ministerio de Cultura tiene algunas reglas para mostrar a una mujer en una película. Por ejemplo, una mujer tiene que usar una falda que le cubra las rodillas. En mi película, Neang es retratada como una mujer con capas de personalidad. Lleva una vida como madre soltera, que se encarga de criar sola a sus cuatro hijos, mientras es una persona servicial y cariñosa con su comunidad. Ella sonríe y se ríe mucho. Es una persona llena de melancolía. A veces, puede ser impulsiva; ella maldice; les grita a sus hijos. Ella es valiente, especialmente durante la misión de detener a algunos madereros ilegales en el bosque. Pero a veces, también es perezosa, insegura, desesperanzada. Le gusta divertirse, especialmente bailar y beber alcohol con sus amigos. Ella habla de pedo… En un documental como el mío que se ocupa de la proteccion del medio ambiente. Cierta audiencia podría esperar ver a un personaje parecido a una heroína, pero no, en la vida real, Neang vive la vida de una mujer, que tiene sentimientos como nosotros y estoy agradecido de que nos muestra su realidad frente a mi cámara.
Polonia Ly explora temas sociales, historias humanas y de la naturaleza. Sus obras suelen reflejar su personalidad significativa en la narración a través de su forma de utilizar los elementos naturales como simbolismo. Su último cortometraje FURTHER AND FURTHER AWAY fue seleccionado en la competencia de cortometrajes de la Berlinale 2022. Al mismo tiempo, Polen trabaja en su primer largometraje documental, THE TONGUE OF WATER.
Proyecto THE TONGUE OF WATER tiene actualmente el presupuesto cubierto al 88% (€ 250.000) y está en postproducción y en busca de festivales, agentes de ventas, distribuidores, compradores y financiamiento para completar. Fecha de estreno estimada para febrero de 2024. Duración: 90′.
La Embajada de Finlandia en Lima, a través del Centro Cultural y la Filmoteca de la Pontificia Universidad Católica del Perú, y en colaboración con el Instituto Iberoamericano de Finlandia y la Finnish Film Foundation, presenta el ciclo de cine Desde Finlandia con amor.
Este ciclo integrado por tres largometrajes destacados del cine finlandés más reciente, está dedicado a sendas figuras icónicas del modernismo en este país, como: los arquitectos Aino y Alvar Aalto, la artista plástica y escritora Tove Jansson y la diseñadora Maija Isola.
El público general podrá ver estos largometrajes únicamente en el Cine del Centro Cultural PUCP este 15, 16 y 17 de mayo. Las entradas ya están a la venta en ccpucpencasa.com y también en la boletería del cine.
Películas
LUNES 15 DE MAYO
6:30 p.m. MAIJA ISOLA
8:30 p.m. AALTO
Dirección: Virpi Suutari
AALTO SINOPSIS: Un emocionante viaje de descubrimiento sobre la obra y la vida de uno de los más grandes arquitectos modernos, Alvar Aalto. A través de la historia de amor entre Alvar y su compañera Aino, también arquitecta, este documental retrata los procesos creativos que llevaron a la realización de edificios icónicos en todo el mundo, comenzando por su Finlandia natal. Narrada por expertos en la materia y con imágenes de archivo inéditas, Aalto reflexiona sobre la colorida historia del modernismo a través de la vida de una pareja extraordinaria y su pasión por la arquitectura a escala humana.
MARTES 16 DE MAYO
6:30 p.m. AALTO
8:30 p.m. TOVE
Dirección: Zaida Bergroth
TOVESINOPSIS: Helsinki, 1945. El fin de la guerra trae un nuevo sentido de libertad artística y social para la pintora Tove Jansson. Arte moderno, fiestas vertiginosas y una relación abierta con un político casado. Su vida poco convencional la pone en desacuerdo con los estrictos ideales de su padre escultor. El deseo de libertad de Tove se pone a prueba cuando conoce a la directora de teatro Vivica Bandler. Su amor por Vivica es eléctrico y absorbente, pero Tove comienza a darse cuenta de que el amor que realmente anhela debe ser correspondido. Tove es un drama cautivante sobre la energía creativa de un talento icónico y su turbulenta búsqueda de identidad, deseo y libertad.
MIÉRCOLES 17 DE MAYO
6:30 p.m. TOVE
8:30 p.m. MAIJA ISOLA
Dirección: Leena Kilpeläinen
MAIJA ISOLASINOPSIS: La empresa de diseño finlandesa Marimekko es famosa en todo el mundo por sus estampados y colores originales. Maija Isola fue una de las primeras diseñadoras de Marimekko y pasó 38 años trabajando para la empresa. Sus diseños de telas revolucionaron los hogares finlandeses en las décadas de 1950 y 1960. El arte tomó la forma de textiles y se volvió fácilmente accesible. Este documental busca el secreto del éxito de los tejidos de Isola. Los eventos que dieron forma a su vida se presentan a través de materiales de archivo, imágenes documentales actuales y su legado personal: pinturas, diseños originales, fotografías y diapositivas. Su forma de experimentar se refleja en recreaciones ficcionales, animaciones y clips de películas que describen su mundo interior.
Cartas van, cartas vienen, de Lena Retamoso y Mario Castro (Perú, 2023, 21 min). Dos amigos deciden, en vez de intercambiar noticias sobre sus estados anímicos y confesarse cuestiones privadas embarazosas, masoquistas y carentes de autocrítica, hacen algo que les parece más inteligente: intercalar, cual cadáveres exquisitos, pequeñas piezas audiovisuales reflexivas o juguetonas sobre cosas que han visto o pensado y que han querido y podido registrar o elaborar.
Así la interacción se vuelve más azarosa y compleja. De paso, se trata del diálogo entre dos ciudades: Vermont y Lima.
“Quiero mirarlas, quiero imaginar cómo son”, de Mario Castro Cobos (Perú, 2023, 63 min). Lo que alguien dice sin hablar puede ser lo más importante. ¿El cine no trata de eso? ¿No has sentido alguna vez, muchas veces, que quieres escuchar o ‘sentir’ a alguien, antes que escuchar sus palabras, su máscara más cotidiana o supuestamente ‘racional’?
Tres mujeres, o tres rostros de tres mujeres, acceden a ser ‘entrevistados’ más allá de las palabras. La película que es casi toda muda, canta y habla, de manera más explícita, hacia el final.
Antonia en la vida, el primer largometraje de la cineasta peruana Natalia Rojas Gamarra, se estrenará el próximo 10 de abril en el Centro Cultural PUCP. La película, hecha íntegramente por mujeres y de manera independiente, se proyectará durante seis fechas como parte del ciclo de cine “Perú se Proyecta”, para luego exhibirse de manera gratuita en otras seis regiones del país.
La cinta narra la historia de Antonia, una mujer de 39 años que se enfrenta a la presión social y a las expectativas familiares de convertirse en madre, mientras su naturaleza inquieta y amante de los viajes la impulsa a hacer realidad su sueño de explorar el mundo. Pero la decisión no es tan sencilla: Ayasqa, su perrita de 15 años, tiene dificultades para acompañarla en su nueva aventura. En medio de la confusión, ambas emprenden un viaje a la playa, donde Antonia deberá decidir su futuro.
Filmada en Lima, en locaciones como el balneario San Bartolo, el Centro Histórico o el distrito de Miraflores, la película fue autofinanciada y realizada por un equipo de preproducción conformado solo por mujeres, a través del colectivo audiovisual Yuraqyana, fundado por Natalia y Carmen Rojas. La película, además, cuenta con las interpretaciones de las actrices Antonia Moreno, como Antonia, y Paulina Bazán.
Antonia en la vida ha formado parte de la selección oficial del 26° Festival de Cine de Lima PUCP, el 9° Festival de Cine de Trujillo y el Festival de Cine Hanan de Puno. Además, ha sido premiada por el Ministerio de Cultura con estímulos económicos para su postproducción y distribución.
La ópera prima de Rojas Gamarra se exhibirá a partir del próximo 10 de abril a las 8:30 p.m. en el Centro Cultural PUCP, ubicado en la avenida Camino Real 1075, San Isidro, como parte de un ciclo de cine de películas nacionales. Antonia en la vida también tendrá funciones los días 12 y 18 de abril a las 8:30 p.m. y 14,15 y 19 de abril a las 6:30 p.m.
Asimismo, la película realizará un recorrido descentralizado por las regiones de Cusco, Arequipa, La Libertad (Trujillo), Ucayali (Pucallpa), Ica y Lambayeque (Chiclayo), en funciones gratuitas en salas de cine alternativas y junto a producciones regionales.
En su intento de mostrar la precarización laboral que se vive –en todas partes, diría-, Brizé (Rennes, Francia, 1966), filma con un estilo casi documental –cámara fija y en mano, encuadres “imperfectos” e incómodos y un uso del montaje discontinuo -, los esfuerzos de Thierry (Vincent Lindon) por encontrar trabajo y salir adelante junto a su familia.
La película sigue a su protagonista –más de cincuenta años, desempleado, casado y con un hijo discapacitado-, repartiendo currículos, asistiendo a entrevistas y participando en charlas de “capacitación prelaboral”. En medio, vemos secuencias que caracterizan su vida familiar. La relación con su esposa, con las labores hogareñas y las cuentas por pagar, intenta sin embargo mantener una sensación de estabilidad. Por otro lado está su hijo, quien pese a su condición, postula a un programa especial para estudiar una carrera universitaria. En este duro panorama, el director elige desdramatizar el relato. La cámara –espía y distanciada- no se queda demasiado en el aspecto doloroso de la situación que atraviesan el protagonista y su familia, y los pocos planos que observamos a Thierry angustiado o con un gesto obvio –de preocupación por ejemplo-, están llenos de silencio, haciéndonos difícil saber o intuir sus pensamientos.
Las diversas secuencias de la obra –que en lo formal, parecen segmentos autónomos-, resaltan la desprotección de los trabajadores en los regímenes neoliberales. La atomización a la que están expuestos, visible en ese trato hiperpersonalizado y serializado que los distintos organismos-agencias mantienen con los desempleados, imponen unos comportamientos y disposiciones que se promueven como estrategias seguras para obtener trabajo –y relacionarse adentro. Estas “orientaciones”, en la práctica no son más que el alineamiento a roles subordinados y posturas sumisas frente a empleadores e intermediarios, en donde el engaño y la estafa parecen ser circunstancias que el trabajador debe estar dispuesto a tolerar. Como cuando a Thierry le ofrecen un puesto en donde se le exige tener experiencia en el manejo de maquinaria pesada, pero la capacitación por la cual pagó, apenas cubría un nivel básico de ese conocimiento, lo cual estaba muy lejos de los requerimientos de la empresa. (No hay que olvidar el contexto de crisis del sindicalismo y el declive de las leyes y normativas que antes protegían al trabajador: la estabilidad laboral, el cumplimiento del horario de trabajo –las famosas y hoy casi olvidadas ocho horas-, la defensa frente al despido intempestivo -arbitrario-, la negociación colectiva, entre otras. Estoy refiriéndome, por supuesto, al contexto francés).
En todo este proceso, Brizé se apoya en la labor de su protagonista. Thierry se nos muestra hasta cierto punto imperturbable, casi estoico, procurando no derrumbarse al llegar a casa, en donde tendrá que enfrentar nuevas complicaciones y actuar con cierta solidez. El papel del padre de familia, cabeza de hogar, está muy marcado, construido como sostén de un grupo que tiene aspiraciones, sueños, proyectos difíciles de llevar adelante –recordemos al hijo-, pero que aun así lo intenta, a pesar de las circunstancias. Por ello, la dignidad tiene un papel muy importante en la película. En la capacidad del ex trabajador para soportar “paseos” y humillaciones; en la fortaleza de los esposos por seguir adelante con sus planes y con la educación de su hijo en particular; o en la manera de aguantar el nuevo empleo de guardia de seguridad en un supermercado, aunque esto último hasta cierto límite. Ese límite lo expondrá a la disyuntiva de ser un vigilante de sus propios compañeros de trabajo, ocupándose de ver que no se lleven algunos productos o cupones de descuento. Cuando tenga que delatar a unas cajeras, la situación lo enfrenta a ser el responsable del despido de otros (otras) trabajadores, que como él tratan de sostenerse, de sobrevivir. La empresa es implacable, pero él cree, y así nos lo hace ver Brizé, que existen otras soluciones. Igual no lo escucharán. Asqueado, saldrá del supermercado al estacionamiento, huyendo del único trabajo que había tenido en mucho tiempo, sin alternativa a la vista, salvo seguir luchando.
Hay muchas cosas que decir sobre una película prácticamente muda.
El sonido está, pero no lo escucharás, o no el conjunto sonoro ‘audible’ que esperas automáticamente escuchar: y sin embargo, si te fijas bien, solo hay que prestar un poco más de atención para que eso suceda. Cómo. Mirando… Escuchando con los ojos, como nos diría Quevedo. -Hago películas porque quiero que ‘todo empiece de nuevo’-. ¿No estaría bien recomenzar tu vida perceptiva por lo menos en algún aspecto? Ya no sabemos ni vivir, ni ponernos a mirar. Olvidamos ‘perdernos’ para hacer contacto con lo ‘esencial’. Porque mirar ¿adónde nos lleva? Quise concentrarme en ese lugar.
En otro sentido, sí quité el sonido. Lo desprendí de la imagen. Era una capa que no dejaba ver y escuchar otras. Yo quiero el arco, o el rango de expresividad, en este caso de tres rostros, bastante distintos, quiero los rostros y los gestos que componen una visión del interior de tres mujeres jóvenes, quise hacer un pequeño corte o un descanso en un momento preciso y cotidiano de sus vidas. Una muestra de un momento, casi como al pasar, casi sin querer. ¿Capté algo más de ellas, o solo lo imaginé?
Retiré el sonido más obvio, la piel inmediata, las vibraciones comunes, pero lo hice para poder escuchar lo decisivo y lo oculto. Que siempre estuvo ahí, pero que no se suele escuchar. Los rostros, así como los movimientos, ‘suenan’. Quitando la capa del sonido directo ambiental, queda claro que hay más sonidos. La cámara se usa para entrevistar como los otros sonidos, la música, el discurso, más inconsciente que consciente, de tres rostros.
Tal vez ellas te digan otra cosa a ti porque se trata de imaginar y de sentir, no de saber lo que sabemos que nunca se podremos saber. Puedes sacar tus propias conclusiones o no sacar ninguna. La expresiva belleza -y la belleza expresiva- de tres seres humanos, de eso se trata, es el deseo de mirar a otro, del que sabes algo y no sabes nada, la presencia-diálogo simultáneo de lo inalcanzable y lo próximo.
La película pudo llamarse como un verso de Góngora, “La admiración muda habla callando”, pero me pareció mejor un nombre más humilde y más terrestre.
*“Quiero mirarlas, quiero imaginar cómo son” se estrena en el Teatro Cine Irracional (Av. Balta 170 – Barranco, a unos metros de la estación Balta del Metropolitano) el día martes 28 de marzo a las 7:30 pm. La entrada es libre.)