Opinión
El Datazo: conversaciones tras bambalinas en el Congreso
Lo último de la coyuntura política de manera resumida.

CONVERSACIONES TRAS BAMBALINAS
En la semana que pasó se produjo una reunión en el tercer piso de palacio legislativo con la asistencia de Patricia Juárez, Nano Guerra García, Miguel Torres, Patricia Chirinos y Norma Yarrow como representantes de la derecha con integrantes de la bancada del Bloque Magisterial representados por Alex Paredes, Elizabeth Medina y Edgar Tello, el punto importante de la agenda es que un miembro de la bancada de los profesores ocupe la segunda vicepresidencia en la lista de la mesa directiva que encabezaría la abogada Patricia Juárez. La gente que representa a los profesores además de aceptar el cupo solicito las comisiones de Educación más la de Energía y Minas, con la condición que sus 10 miembros voten a favor de la propuesta Keikista… NUESTRAS FUENTES NOS INDICAN QUE LA BANCADA DEL BLOQUE MAGISTERIAL ESTARÍA PARTIDA, QUE ALEX PAREDES NO CONVENCE A TODOS SUS MIEMBROS Y QUE LA CONDUCTA CASI DICTATORIAL DE ELIZABETH MEDINA —QUIEN SERIA LA VOCERA DE LA BANCADA EL PRÓXIMO AÑO— NO LOS UNE MÁS BIEN LOS SEPARA, ¿QUÉ PASARÁ CON ESTA BANCADA EN LOS PRÓXIMOS MESES?
LA BANCADA QUE PROPONDRÍA LA DERECHA EN EL CONGRESO
Según nuestras fuentes en el Congreso la bancada fujimorista propondría a la abogada Patricia Juárez para presidir la mesa, en la primera vice presidencia iría la también abogada Rosselli Amuruz de Avanza País, en la segunda vice presidencia un representante del Bloque Magisterial y en la tercera vice presidencia iría Elizabeth Monteza de Acción Popular —que tiene el apoyo de sólo cuatro congresistas de su bancada—, pero como lo dijimos líneas arriba, esperan contar con todo el apoyo de la bancada del Magisterio… UNA FUENTE CONFIABLE EN EL CONGTRESO NOS COMENTABA QUE LA MÁS FÉLIZ CON ESA BANCADA ERA LA CONGRESISTA MARÍA ALVA DE ACCIÓN POPULAR QUIEN HA DEMOSTRADO ABIERTAMENTE SER UN LUNAR DEL KEIKISMO EN EL PARTIDO QUE FUNDARA FERNANDO BELAÚNDE.
LOS SUEÑOS DE WALDEMAR CERRÓN
Desde su llegada al Congreso y creyéndose el «todopoderoso», Waldemar Cerrón de Perú Libre ha tratado de congraciarse con todos los congresistas de otras bancadas siendo el artífice para la elección de seis miembros del TC, para la elección del Defensor del Pueblo y para aprobar la denuncia constitucional contra Zoraida Avalos, él pensaba que los acuerdos seguirían pegados por la baba de la política, pero no pensó que este acuerdo con el keikismo duraría muy poco porque así es la diplomacia congresal y no dura una eternidad. Sabemos que busco reunirse con la bancada Keikista en el tercer piso y lo logró, pero no hubo el «humo blanco» esperado para su candidatura, además sagazmente pedía la comisión de Justicia para seguramente buscar cierto blindaje con su hermano, como lo han hecho muchos congresistas en anteriores ocasiones… JOHN WILLIAM COOKE DECIA: «(…) LOS PACTOS POLÍTICOS ENTRE FRACCIONES ADVERSAS SON SIEMPRE DE MALA FE, AUNQUE SEAN CONVENIENTES (…)», ESTA VEZ PARECE QUE NO ES CONVENIENTE QUE CERRÓN SEA ELECTO PRESIDENTE DEL CONGRESO.
LOS BLINDAJES EN LA COMISIÓN DE ÉTICA
Parece que para los congresistas que integran la comisión de Ética, las pruebas presentadas contra tres congresistas no son suficientes, las investigaciones realizadas por la prensa no han servido para nada y sólo quedarán en simples amonestaciones, los congresistas que se han salvado esta vez son: José Arriola, Katty Ugarte y Rosío Torres. La mayoría de parlamentarios se abstuvo en el momento de la votación no obteniendo los votos necesarios para investigar a uno y no suspender a las otras dos. Como recordamos sólo las pruebas contra la congresista loretana de APP Rosío Torres eran contundentes, el informe del canal 2 demostró que el sobrino era el que cobraba y que luego hacia trasferencias a la congresista, que una vez que la señora parlamentaria se vio descubierta ella borró todos los mensajes que intercambiaba con su sobrino, más otras pruebas que presentó la prensa tras un año de exhaustiva investigación … ES POR ESO QUE LA GENTE EN LAS CALLES DEPLORA ESTE CONGRESO, QUE CADA DÍA ES MÁS DESAPROBADO Y QUE PARECE QUE LOS PADRES DE LA PATRIA NO LES INTERESA RECUPERAR SU IMAGEN, CASI EL OCHENTA POR CIENTO DE LA INFORMACIÓN QUE SE PUBLICA SOBRE EL PRIMER PODER DEL ESTADO ES CONTRA ELLOS POR LOS ERRORES O ILICITOS QUE COMETEN Y QUE ENTRE ELLOS SE TAPAN, Y PARA COLMO LA EX PRESIDENTE DEL CONGRESO MARÍA ALVA SALE A DECLARAR QUE SIEMPRE HUBO COBROS EN EL CONGRESO, ENTONCES ¿POR QUÉ NO LO DENUNCIÓ O HIZO ALGO EN SU MANDATO?


Hace unas semanas, el poeta Kenneth O’Brien presentó una muestra individual de pinturas en la casa Poco Floro del centro de Lima a la que tituló “Atávicos & cromáticos” con cuadros de diferentes formatos y soportes, en su mayoría reciclados de las calles, cartelones, triplay, mapresa, pedazos de cuna y demás con colores vivos y resaltantes.
Quizás las obras que más llaman la atención sean: “La Pelirroja”, “Un largo y hondo desprecio por la humanidad” o sus bicicletas o motos a lo Chagall o Basquiat con un toque callejero o suburbano o un descafeinado Duchamp-Humareda-Polanco, etc.
Queremos confesar que vimos la exposición a destiempo, aunque ya habíamos apreciado en su casa (la que ahora tiene en La Punta) algunos de estos trabajos, siempre con una aureola de locura, excentricidad o atrevimiento y más en estos tiempos en que lo conceptual está inhabilitando la capacidad de crear o por lo menos aprobar la perspectiva.
Pero Kenneth es sobre todo un poeta en color y en libros como OS o esa antología poética titulada La Bestia Ambulante. En un texto inédito que nos pasó hace unos meses, se puede leer: He visto escaleras vacías/Ni subían, ni bajaban (…) Como corcheas o ropa mojada/Que tendidas en un pentagrama/Hacen una sinfonía a la nada. O este otro donde vomita su estro: Habría que escribir los malditos poemas/Como un hada catastrófica/Mitad rata, mitad Dios/Habría que construirlos/Como quien se muda de una a otra casa…
Este escriba le ha seguido el rastro estos últimos dos años con sus recitales en “Rayuela”, un bar contracultural en “Chorranco” donde bajaban personajes de la fauna literaria o bohemios bebedores de cerveza; espacio que luego se mudó a la avenida Terán donde discurría la poesía como un río desbordado, la música selecta en estéreo (Nicolás Duarte, Humberto Campodónico, Blanca Galdos, etc.), y las buenas conversas; así como también extendidas partidas de ajedrez que tenían una trampa porque después que logras ganar algunas partidas te chocas con una pared, un amigo que tiene un Elo de 2000 y pues ahí se acaban todos los sueños de opio ajedrecero, sobre todo para los que aprendimos de pie en las mesas del parque Universitario.
Y Kenneth O’Brien ríe a mandíbula batiente, no se hace problemas. Es más, los necesita. Es soñador con un cigarrillo en las manos siempre planeando nuevos trabajos y nuevas formas de hacernos ver el (su) mundo.

Desde niño me enseñaron que los símbolos patrios eran sagrados. Representaban no solo la grandeza del Perú, sino también el reflejo de lo que podíamos ser como ciudadanos; personas justas, trabajadoras y con identidad. Recuerdo con cariño los cursos de Cívica y Formación Laboral, donde más allá de la teoría, aprendíamos a respetarnos, a pensar en el bien común y a sentirnos útiles como parte de una patria compartida.
Cada 28 de julio era una verdadera fiesta. No por las bandas o los desfiles oficiales, sino porque en el corazón de cada peruano palpitaba el orgullo de ser parte de esta tierra. Y aunque éramos muy jóvenes, no nos faltaba sentido crítico. Preguntábamos y queríamos entender qué pasaba en el país. Mientras otros jugaban en el recreo, yo leía el periódico. Así me enteré que el crimen en Perú siempre existió, conocí nombres como el ‘Loco Perochena’ o ‘Django’, y también descubrí el dolor de las pérdidas, como la muerte de Elvis. Fue en esas páginas impresas, donde me enteré de que Perú apoyó a Argentina en la Guerra de las Malvinas y donde encontré el humor político de ‘Monos y Monadas’, revista que años después me uniría en una entrañable amistad con Nicolás Yerovi.
Mi amor por el himno nacional y la bandera no se ha desvanecido, aunque hoy muchos miren con escepticismo esos valores. Es cierto, vivimos en la era del TikTok, de los influencers y youtubers, que con palabras soeces y chacota desmedida trivializan el respeto y banalizan la realidad. Pero eso no significa que el patriotismo sea un falso valor y mucho menos anticuado. Al contrario, hoy es más necesario que nunca.
A las nuevas generaciones les digo: —en tiempos difíciles, amar al Perú es construir solidaridad desde lo cotidiano, participando, informándose, respetando al otro, y cumpliendo a cabalidad las leyes. Si los gobiernos de turno no promueven masivas campañas de valores, hagámoslo nosotros desde casa, desde las aulas, desde el trabajo, desde las redes—.
No dejemos que la decepción y el desencanto nos robe la esperanza. El Perú no es solo su caótica clase política. El Perú somos nosotros, porque somos más grandes que cualquier transitoria crisis. Y por eso, hoy y siempre, con orgullo, emoción y firmeza, grito:
¡Feliz 28 de julio… Felices Fiestas Patrias!

Por Juan José Sandoval
Tuve que ir obligado por una chamba a la Feria Internacional del Libro de Lima, cuyo pago era equivalente al costo de la entrada, un libro de remate, un café y una lata cerveza. Nada más, bueno tampoco había que hacer mucho en la labor encomendada, reducida a aplaudir a los autores de una presentación de libro, además de transmitirlo por redes.
Usualmente llego a la FIL con nulas expectativas. Lo que quiero está caro o no hay. Pero vi mucha producción peruana de cómics y literatura de géneros como la ciencia ficción y el horror.
Me consta que la producción editorial independiente es mucho más atractiva que la oferta librera de las grandes cadenas, que usualmente acaparan los reflectores.
Sé de buena fuente también, que las ganancias son bajas, a pesar de las grandes cifras récord que los organizadores anuncian cada año.
Eso se refleja también en que cada vez ganan más presencia los influencers, cuyos stands no sólo venden libros sino también merchandising exclusivo.
Genera gracia que haya un síntoma mediático de que en el Perú se celebra la cultura con la FIL. Pero preocupa que no se note a la hora de elegir a nuestros gobernantes, cuyas políticas públicas taclean la expresión de arte que emerge de la ciudad, como lo hacen los alcaldes de Miraflores y La Molina, que pertenecen al grupo celestial del alcalde de Lima, posible candidato presidencial.
A saber del vocabulario político que manejan estos dueños de pequeñas parcelas de la patria, muy poco o nada han de leer para desafiar a la ignorancia.
La otra vez di en obsequio un libro de Vargas Llosa a un empresario fujimorista y lo tomó como una ofensa. Yo siento que leer a MVLL es no solo crecer en ideas, sino también conocer el Perú en sus relatos. Lamentablemente la mitad del país se siente a gusto siendo analfabeta e incluso con prepotencia para argumentar.
Por eso, a pesar de que me aburre y desprecio la FIL, voy porque tengo que chambear, tengo que chismear y de paso otear el paisaje literario.
En ese sentido, el panorama es bastante repetido, las mismas caras en diferentes mesas hablando lo de siempre. ¿No somos acaso un país innovador? Uno de los libros más disruptivos de la historia lo hizo un puneño, Carlos Oquendo de Amat. Eso fue hace cien años. Su libro se vende a 20 soles, versión Universidad Ricardo Palma, y 10 soles versión Contracultura. A propósito del stand de este último, aún quedan ejemplares de David Galliquio, que es uno de los ilustradores más corrosivos de esta parte del continente.
Quizás la zona que más me llamó la atención fue la de los fondos editoriales universitarios, donde se puede apreciar la producción intelectual por la que apuestan las casas de estudios.
Sorpresa no menor fue el stand de la universidad César Vallejo, del empresario César Acuña. Intrigado me acerqué pensando que encontraría investigaciones plagadas de inexactitudes con alto grado de turnitín, o alguna tesis que sobrevivió a los huaicos.
Por el contrario, vi un catálogo bastante atractivo en cuanto a literatura. Donde esperé encontrar mediocridad intelectual, vi títulos de escritores como Villoro y Piglia. Colecciones de gran factura de la cultura peruana, literatura infantil y ediciones de lujo de la obra de Vallejo.
Haciendo gala de mi momento DBA, quise payasear con uno de los editores de la universidad con la pregunta: ¿dónde está el libro «Plata como cancha»? Buscando saber sobre aquel trabajo periodístico que detalla cómo el dueño de la universidad fue construyendo un imperio a base de perro muerto y arreglos millonarios bajo la mesa, como las cláusulas de confidencialidad que mantiene de por vida con su hermano Virgilio, con el profesor al que le robó la tesis y con su primera esposa.
Acuña ha buscado por años encarnar el personaje del emprendedor provinciano que vino de abajo a conquistar el mundo. Muy lejos de aquel político que manda en el país a punta de maletinazos.
Mantengo la hipótesis que César Acuña posee un inescrupuloso plan a largo plazo, con el que busca apropiarse de la imagen del creador de «Los heraldos negros», y que las nuevas generaciones comiencen a ver a este diminuto picapiedra como el vate que revolucionó la lírica de la palabra.

Por estos días de julio, cuando los peruanos deberíamos izar la bandera en señal de orgullo y memoria por nuestra república, la Feria Internacional del Libro de Lima —esa vitrina de la cultura— ha decidido brindarle micrófono, auditorio y solemnidad a uno de los personajes más siniestros de nuestra historia reciente: Víctor Polay Campos, cabecilla del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), grupo armado que sembró muerte, secuestro y destrucción bajo el disfraz de una falsa revolución.
El libro Revolución en los Andes: desde la prisión, Víctor Polay responde; no es literatura: es una operación ideológica disfrazada de testimonio. Es la puesta en escena de una voz que jamás pidió perdón, que jamás renunció a la violencia como vía para imponer su voluntad, y que ahora, desde la cárcel, busca reescribir la historia con tinta y papel lo que antes pretendió imponer con fusiles y dinamita.
Lo más escandaloso no es que el libro exista —la libertad de expresión admite incluso a los monstruos—, sino que sea promovido en una feria con auspiciadores desde instituciones gubernamentales, privadas, diplomáticas, y donde incluso participa la embajada de Japón (residencia que fue tomada por el MRTA en 1996). Le preguntamos a la Cámara Peruana del Libro. ¿Dónde está el criterio moral? ¿Quién decidió que la historia de un terrorista debía presentarse el mismo 29 de julio, en pleno aniversario patrio, como si se tratara de un tributo alternativo al Perú?
Y peor aún, ¿por qué figuras como Antonio Zapata, Natalí Durand y César Coca prestan su voz a este acto de apología al terrorismo? La gran pregunta es: ¿Lo hacen en nombre de la pluralidad académica o de una militancia camuflada de neutralidad?
La Fiscalía ha solicitado ampliar la investigación por apología del terrorismo. Ojalá la justicia llegue antes de que la historia se contamine aún más.
El MRTA no fue una utopía extraviada ni una noble causa mal ejecutada: fue una organización terrorista. Y Polay no es un pensador: es un reo por delitos de lesa humanidad. Convertir su palabra en “memoria” es una ofensa para sus víctimas. Y permitir que se presente como autor en una feria cultural es simplemente obsceno.
Seguro Francisco Sagasti estará en primera fila solicitando un nuevo autógrafo o, como a él le encanta decir, “diploma de rehén”.
Opinión
El peor Congreso de la historia elige una Mesa Directiva a su medida
Fujimoristas conversos, falsos marxistas, niños y un acusado por delitos graves, esa es la mesa directiva que este Congreso se merece.

Por: Jorge Paredes Terry
El Congreso de la República, esa institución que debería ser el reflejo de la voluntad popular y el equilibrio democrático, ha vuelto a superar sus propios récords de indignidad. Con un 4% de aprobación, sumido en escándalos de corrupción, acusaciones de tráfico de influencias y una absoluta desconexión con las necesidades del país, este desprestigiado Legislativo ha elegido una mesa directiva que es el fiel reflejo de su decadencia: ilegítima, cuestionada y, sobre todo, hecha a la medida de los intereses más oscuros de la partidocracia corrupta y delincuente.
No es exageración decir que es un parlamento de la cloaca. Este es, sin duda, el peor Congreso de la historia reciente. Sus integrantes han sido señalados por presuntos delitos, sus bancadas se fragmentan en luchas de poder mezquinas y su labor legislativa se reduce a blindar impunidades y repartirse prebendas. Mientras el país clama por soluciones a la crisis económica, la inseguridad y la corrupción, nuestros «honorables padres de la patria» (¿honorables?) se dedican a negociar votos bajo la mesa para asegurar puestos clave.

La mesa directiva que nadie quería pero que ellos y solo ellos buscaban, fujimoristas conversos, cerronistas y niños, todos comiendo en un solo plato.
Está elección no ha sido más que un reparto de cargos entre los mismos de siempre. Los nombres que hoy ocupan la presidencia y las vicepresidencias no representan a la ciudadanía, sino al reparto de favores que solo buscan controlar la agenda a su conveniencia. ¿Democracia? Aquí solo hay un pacto de sinvergüenzas.
Y lo peor es que todo huele a ilegalidad. Denuncias de compra de votos, de presión a congresistas disidentes y de maniobras al límite del reglamento, han marcado este proceso. Pero, ¿qué podemos esperar de un Congreso donde la ética es un concepto ajeno y vacío y el servicio público un negocio privado?
Un insulto a la ciudadanía
Mientras millones de peruanos luchan por sobrevivir en medio del desempleo y la precariedad, este Congreso se encierra en sus juegos de poder. La mesa directiva elegida es el símbolo perfecto de esta podredumbre: un grupo que no tiene la más mínima legitimidad moral para dirigir el Legislativo, pero que, eso sí, sabe muy bien cómo repartirse los privilegios.
¿Habrá consecuencias? Difícil. En un sistema donde la impunidad es la norma, estos actos quedan en la indignación momentánea y luego… nada. Pero el pueblo no olvida. Y aunque hoy esta casta política crea que puede seguir burlándose de la democracia, la historia los juzgará como lo que son: cómplices de la decadencia nacional.
Este Congreso no nos representa
No hay otra forma de decirlo: este Congreso y su nueva mesa directiva son una vergüenza. Son el resultado de un sistema corrompido, de una clase política que ha convertido el servicio público en un botín. Y mientras ellos celebran sus acuerdos en la sombra, el país se hunde.
Pero que no se confíen. El desprecio ciudadano ya los alcanzó, y aunque hoy crean que pueden actuar sin consecuencias, el tiempo y la memoria de un pueblo harto, les pasará la factura. Este es el Congreso que se merecen… pero no el que nosotros merecemos.
Basta ya!
Opinión
Verástegui eterno

El calendario no miente: este 27 de julio se cumplen siete años de la muerte de Enrique Verástegui. Y hoy que suenan los cantos escolares por fiestas patrias y el sol irrumpe por
los vericuetos de la casa, hago un tiempo para pensar en él. Ahí lo veo, desgreñado y taciturno, sentado en su casa repleta de libros o en un bar del centro de Lima, sorbiendo un poco de café expreso y en profunda meditación consigo mismo.
Parte del Movimiento Hora Zero, sus motivos no solo fueron literarios, sino también lingüísticos, económicos, esotéricos o matemáticos. En su escritura hay un afán totalizador, interdisciplinario y altamente reflexivo. Por ejemplo, en Motor del deseo (1987) maneja variables determinadas para comprender la creatividad y composición poética. Propone que un poema, en realidad, es una máquina de significados que produce cortocircuitos o “desajustes” a la máquina social. En ese sentido, la ecuación verásteguiana sería “Poema = Cuerpo y Cuerpo= Poesía”. La correlación entre hablar y escribir recupera una necesaria unión entre palabra y humano: gracias al poema, el hombre puede resignificar su máquina mental, es decir, el poema es una forma de hackear la maquinaria social y liberar el cuerpo.
Por otro lado, sobre la integridad de diversos saberes en el discurso poético afirma: “el texto no es más que la articulación de los diversos discursos (…) desde la matemática a la música, desde la economía a la filosofía y desde ésta a la antropología y la físico-química más la biología pasando por la astronomía”. Amplificando los géneros, también brinda una explicación sobre las “medidas de fuerza de los códigos académicos” que dictan las formas posibles y aceptadas de la escritura poética. Así funcionan como medios de mantener un canon determinado mediante medidas de austeridad homólogas a las dictaminadas por los gobiernos y el Estado; por eso, los poetas que buscan la “pureza del lenguaje” solo se aprovechan de la “plusvalía” que les brinda el gusto estético aprobado.
Murió en Lima en el 2018. En la víspera, leyó Maitreya: Florecí más que nadie/pero perfidia cayó sobre mí,/doblándome como una flor,/herrumbrándome, y fui silenciado. /Maitreya pasó desapercibido como una sombra por la /vida,/¿no dan ganas de llorar?
Opinión
29 Festival de Cine de Lima: Punku, un cine experimental tedioso
Lee la columna de Edwin Cavello

Hay películas que se parecen a sueños mal recordados: fragmentarios, inconexos, cargados de símbolos que no conducen a ninguna parte. Punku, del director Juan Daniel Fernández Molero, es una de esas películas. Pretende ser un portal hacia un cine nuevo, “descolonizado”, libre de las ataduras narrativas del occidente, pero acaba siendo un callejón sin salida donde se acumulan pretensiones estéticas y un experimentalismo vacío que confunde lo críptico con lo profundo.
La cinta, ambientada en la ciudad de Quillabamba, se presenta como un retrato caleidoscópico de personajes locales. Pero lo que se vende como observación poética es en realidad un catálogo de anécdotas deshilachadas, carentes de conflicto, emoción o siquiera una mínima intención dramática. El espectador se ve obligado a contemplar una sucesión de imágenes que más parecen material de archivo que cine en sentido pleno. ¿Dónde está la historia? Ni siquiera el exotismo, que tantas veces ha sido el salvavidas de ciertas películas tropicalistas, aparece aquí con algún vigor.
Fernández Molero parece obsesionado con la ruptura: rompe con la estructura narrativa, con la continuidad visual, con la lógica emocional. Recurre a múltiples formatos —Super 8, 16 mm, digital— como si el mero cambio de textura pudiese suplir la ausencia de contenido y de talento. El resultado es un ejercicio que no dialoga con el público, sino que lo margina, como si la incomprensión fuese parte del mérito.
Lo más preocupante, sin embargo, no es la audacia formal, sino la costra de seudo-intelectualidad que recubre cada plano. Punku no invita a pensar; obliga a soportar. Ni siquiera el desfile del concurso de Miss Sirena —que en otra película podría ser un momento de humor o crítica social— logra romper la monotonía general. Todo permanece encapsulado en una solemnidad forzada, como si el director temiera ser entendido.
¿Qué hace esta obra en la competencia de ficción del festival? No lo entendemos, pero Fernández Molero, sigue atrapado en el umbral de una idea que nunca llega a desarrollarse, continúa explorando un cine que parece escrito en clave, y que desprecia al espectador.
Punku significa puerta, pero esta puerta no se abre ni conduce a ningún lado: es un muro disfrazado de cine.

Por Rafael Romero
He tenido la oportunidad de escribir algunas notas sobre el Club Alianza Lima. Por ejemplo, el 22 de julio del 2022 en EXPRESO, cuando publicamos el título “Pablo Lavandera, futbolista del pueblo” (https://www.expreso.com.pe/opinion/pablo-lavandeira-futbolista-del-pueblo/). Pero en el segundo párrafo de esa columna ya hacía referencia al Pirata Hernán Barcos con estos términos:
“El 2021, Barcos mostró su liderazgo y lo sigue haciendo, pero este 2022 Lavandeira aporta lo suyo a un grande del fútbol peruano. Sin ir muy lejos, en los últimos años, Alianza Lima ha consolidado su porte y marca en el plano futbolístico e institucional, y eso gracias a sus dirigentes, socios, hinchas y cuerpo técnico -en buenas manos como las del profesor Carlos Bustos-, sin dejar de lado lo que siempre ha caracterizado a esta escuadra, es decir, su pasión, mística y “corazón” sobre el gramado, potenciados por el respaldo popular que no abandona ni deja de alentar, lo cual constituye una fortaleza para el club “blanquiazul”.
Empero, han pasado cuatro años, y hoy, en la era de Pipo Gorosito, la figura de Hernán Barcos reluce con gran vigor y se ha hecho del corazón aliancista y de millones de peruanos.
No cabe duda que actualmente Barcos es un líder de marca mayor, realidad que nace de su esencia humana, por ser una buena persona que trasciende al fútbol y al club para convertirse en un referente a imitar por su don de gentes, por su humanismo y sus nobles sentimientos de respeto a propios y extraños, amén de su sensibilidad social, especialmente para con los niños, a quienes les lleva alegrías incluso cuando están en su lecho de recuperación médica, proporcionándoles el 9 de Alianza Lima su ayuda y optimismo.
En el presente 2025, Hernán Barcos, a sus 41 años, ha ratificado una vez más su grandeza blanquiazul desde Porto Alegre, al anotar el gol de empate frente a Gremio, con lo cual no solo selló el 3 a 1 a favor de Alianza Lima sino que enmudeció a un estadio que tenía más de 60,000 almas y demostró la “ciencia y saber” del Club Íntimo, tal como reza la letra de la clásica polca “¡Arriba Alianza!”, compuesta por el profesor Óscar Corcuera Osores (1924 – 2020), coetáneo, paisano cajamarquino y amigo de mi padre, Uladislao Romero Araujo (1921 – 2021).
Sin embargo, más allá del balompié, el Perú y el mundo necesita más “Hernán Barcos”, más “Piratas”, en tanto seres humanos con carácter, determinación, franco compañerismo, en tanto apóstoles que actúan con fuerza espiritual, con compromiso, con voluntad de triunfo y con positivismo para superar los retos.
Es decir, se requiere personas que triunfen, que sean dueños de un especial porte personal, como Hernán, poseedor de un “alma grande” y que en todo ejerzan el liderazgo, pues todos esos elementos constituyen fortalezas y paradigmas no solo para la gente que le sigue en el fútbol sino más allá de los estadios, especialmente entre los más jóvenes y adolescentes. Porque el liderazgo de Barcos es deportivo, pero también es un liderazgo extradeportivo que trasunta bondad, empatía, paz y amistad.
-
Política5 años ago
Las licencias de Benavides [VIDEO]
-
Política5 años ago
La universidad fantasma de Benavides
-
Actualidad5 años ago
Richard Swing: «Con esta conferencia he dado un gran aporte a nuestra institución y a la humanidad»
-
General5 años ago
Dan ultimátum de 48 horas al presidente Sagasti para derogar Decreto que atenta nuestra Soberanía Nacional
-
Política4 años ago
Altos oficiales de FF.AA a través de comunicado exigen la salida de Jorge Luis Salas Arenas
-
Actualidad2 años ago
Carlos Alcántara: «Crees que voy a pretender hacer una película como Tarantino. Hay que ser huev… para pensar que voy a querer algo así»
-
Cultura5 años ago
MINISTERIO DE CULTURA PAGÓ 175 MIL SOLES AL CANTANTE RICHARD SWING
-
Cultura4 años ago
«Es que somos muy pobres», por Juan Rulfo