Cultura
Ayacucho: Destrucción del Patrimonio Cultural en medio de la desidia del Ministerio de Cultura

A pesar de todos los cuestionamientos y denuncias que presentamos aquí, han pasado seis Ministros de Cultura y Luz Rosario Antonio Vargas (Arqueóloga de la PUCP) se mantiene en el cargo como Directora de la Dirección Desconcentrada de Ayacucho, al mejor estilo Richard Swing. Los ministros que estuvieron durante su gestión son: Patricia Balbuena Palacios (abogada PUCP), Rogers Valencia Espinoza (turismo UNSAAC- Cusco), Ulla Holmquist Pachas (arqueóloga PUCP), Luis Jaime Castillo Butters (arqueólogo PUCP), Francisco Petrozzi Franco (tenor), Sonia Guillén Oneglio (Docente de la PUCP) y actualmente Alejandro Neyra, otro ministro (PUCP).
De un tiempo a esta parte los ayacuchanos han observado absortos, cómo la Dirección Desconcentrada de Cultura de Ayacucho (DDC) dejó de cautelar, liderar, proteger y difundir el legado histórico en estricto cumplimiento de sus funciones, haciéndose cómplice de las múltiples afectaciones que viene sufriendo el Centro Histórico de Ayacucho, en especial sus áreas y monumentos; muchos de ellos declarados como tal por las instancias de su sede central.
Los ayacuchanos se sienten impotentes ante diversos atentados como mutilaciones, demoliciones, modificaciones y subastas como si fuesen bienes sin valor ni significado; ahora más que nunca con el advenimiento de la conmemoración del Bicentenario de nuestra Independencia y que tiene como epicentro, núcleo y eje a Ayacucho, ciudad que debiera cumplir su rol con responsabilidad.
La dirección Ministerio de Cultura de Ayacucho (DDC) está a cargo de la Lic. Luz Rosario Antonio Vargas, quien muestra su incapacidad de gestión, justificando y eximiéndose de responsabilidad ante las autorizaciones que otorga la Oficina del Centro Histórico de la Municipalidad Provincial de Huamanga en absoluto desacato a la Ley Orgánica de Municipalidades, otorgando licencias para construcciones modernas en áreas y sobre los monumentos de condición intangible. El alcalde Yuri Gutierrez viene a ser un arquitecto entendido en el tema, quien anteriormente laboró en el INC-Ayacucho, actual DDC.
Hace unas semanas denunciamos en Lima Gris que a pesar de los constantes “errores” de esta directora, ella se sigue manteniéndose en el cargo gracias a la amistad con la exviceministra María Elena Córdoba Burga y la exministra de Cultura Sonia Guillén, recientemente cuestionada por el escándalo de la contratación de “Richard Swing”. Pero este no es el único caso de irregularidad de la gestión la exministra Guillén.
Luz Rosario Antonio Vargas, Directora de la DDC Ayacucho, es también infractora pues ha realizado alteraciones al inmueble de su propiedad ubicado en el Jr. San Martín s/n, a una cuadra y media de la Plaza Mayor, en el Ambiente Urbano Monumental de la ciudad de Ayacucho, declarado mediante Resolución Suprema N°2900-72-ED de fecha 28/12/1972, reconocida como Centro Histórico de la Ciudad de Ayacucho por Ordenanza Municipal N°061-2004-MPH, de fecha 27/10/2004, la cual parece también corresponder a la Declaratoria con RDN N°707/INC-2001, que consigna como inmueble integrante del Patrimonio Cultural de la Nación al Jr. San Martín N°330 que vendría a ser el mismo bien, habiéndose iniciado un Procedimiento Administrativo Sancionador (PAS) el cual ha sido encubierto, pudiendo ser está la causa de su desinterés.

Este antecedente es un ejemplo de los hechos negativos de los que expondremos como muestra, y tiene como objetivo, generar una reacción de la sede central del Ministerio de Cultura. Es necesario que Alejandro Neyra, como nuevo ministro de Cultura, muestre su interés en la defensa del Patrimonio Cultural, ya que durante el ejercicio de esta Dirección de la DDC-Ayacucho se ha efectuado la destrucción de un inmueble Declarado con RDN N°707/INC-2001, que consigna las direcciones de Jr. Grau N°119-125-137-139-143;130-136 que correspondería a la Casona García del Barco, la cual ha sido totalmente modificada en su interior y exterior, utilizándose materiales modernos para los pisos que hoy son de porcelanato, techos tipo Eternit como hangares, que ante una vista área rompe por completo la armonía paisajista de la ciudad colonial, la que se ubica prácticamente a casi una cuadra de la Plaza Mayor. La fachada ha perdido sus ventanales de fierro forjado y ha dado paso a la apertura de nuevas puertas, hoy es un centro comercial de colchones, en resumen se trastocó todo sin ninguna consideración y con el silencio cómplice de la DDC-Ayacucho.



Detalle de una ventana original y de la puerta, producto de su modificación hacia la calle. Las siguientes dos vistas muestran el interior donde se observa un piso de porcelanato, graderías y otros elementos que no corresponden a una edificación colonial y declarada como Patrimonio Cultural, no se ha buscado ni mimetizar los espacios y se ha roto con todo el esquema original del predio histórico.


En la tercera cuadra del Jr. 28 de Julio, calle considerada como eje para la recuperación del Centro Histórico de Ayacucho con motivo de la conmemoración del Bicentenario y la calle San Juan de Dios, ambas que forman una esquina de una manzana, se viene ejecutando una construcción de dos niveles, cuando originalmente la antigua vivienda era solo de un nivel, la misma que permitía incluso observar uno de los campanarios del Templo de San Juan de Dios, hoy por su proyección de dos pisos o quien sabe si más, definitivamente está rompiendo esta armonía urbanística monumental, es demás decir que esta zona también se encuentra en el Centro Histórico de Ayacucho, se desconoce si cuente con Plan de Monitoreo Arqueológico (PMA) y el aval de la DDC-Ayacucho.

En la tercera cuadra del Jr. 28 de Julio, donde se forma una esquina con el Jr. San Juan de Dios, se viene efectuando una construcción de material noble proyectado para dos pisos sin tener en cuenta que se halla en el eje de lo que se ha propuesto conservar y poner en valor a Huamanga Colonial por el Bicentenario de la Independencia, se puede aún observar una de los campanarios del Templo de San Juan de Dios, el que será cubierto por esta edificación imposibilitando su visualización más adelante.

Esta es la calle San Juan de Dios, donde se ubica el Templo colonial del mismo nombre, obsérvese la nueva construcción que dejará reducida y aislada a este monumento histórico que también es integrante del Patrimonio Cultural de la Nación.

A media cuadra de la Plaza Mayor, en el Jr. Lima N°148, llamada antes “Plateros”, se ha observado el ingreso de materiales de construcción como ladrillos y cemento en gran cantidad, suponemos que será para alguna otra nueva construcción y de seguro la DDC-Ayacucho no ha tomado cartas en el asunto al haber tenido conocimiento que debe haberse otorgado la licencia de construcción correspondiente por la Municipalidad Provincial de Huamanga, y que advertimos para este y los anteriores casos, existiendo normativas como la Resolución Suprema N°2900-72-ED de fecha 28/12/1972 que Declara como Ambiente Urbano Monumental a esta zona y el reconocimiento como Centro Histórico de la Ciudad de Ayacucho mediante Ordenanza Municipal N°061-2004-MPH, de fecha 27/10/2004; ósea todo esto es letra muerta.

Este es el predio donde han ingresado materiales de construcción, entre ladrillos y abundante cemento, lo que posiblemente corresponda a una nueva construcción, nótese la fachada y el interior con dichos materiales.

Se han consumado muchas afectaciones al Patrimonio Cultural con la demolición de casonas, modificación de estructuras originales como pórticos, entre otros que no han merecido sanción alguna, quizá lo más reprochable, no se ha actuado preventivamente y tampoco se ha intervenido en flagrancia, de ello mostramos algunos ejemplos.

De un tiempo a esta parte ante la falta de apoyo, trabas y excesiva tramitología que se inicia incluso desde la SUNARP, muchas familias ayacuchanas están optando por deshacerse y subastar sus propiedades, ante la falta de liderazgo de la DDC-Ayacucho que debiera mediar, interceder y buscar soluciones con los propietarios e instituciones para la protección de los bienes inmuebles integrantes del Patrimonio Cultural de la Nación, es penoso observar avisos que indican que estos monumentos se encuentran en venta, son casonas y hasta capillas como la de la Virgen de Socos en la primera cuadra del Jr. Arequipa, a unos cuantos pasos de la Plaza Mayor, ofrecidas al mejor postor.

¿Esta es la ciudad que aman los ayacuchanos para mostrarla al mundo? sus calles, templos con sus sobresalientes campanarios y sus magníficos techos de tejas, casonas con grandes patios y arquerías que cada día vienen siendo diezmadas y mutiladas, debido a la falta de compromiso de las autoridades, en especial de aquellas obligadas a velar por su protección.
ANTES

AHORA

Por todo lo expuesto que es tan sólo una muestra de cuan mal estamos, esperamos que se tomen las medidas correctivas. Ante la destrucción del Patrimonio Cultural, es sorprendente que la Directora Luz Rosario Antonio Vargas, representante del Ministerio de Cultura, no tenga en la actualidad ningún proceso de investigación por los casos mencionados. De la misma forma la Municipalidad Provincial de Huamanga tiene que responder y sancionar a los funcionarios que resulten responsables de estos daños de lesa cultura como lo manda la ley.
Colectivo: Defensores del Patrimonio Cultural de Ayacucho.
A continuación, anexamos un documento que prueba los constantes reclamos presentados a las instancias superiores del Ministerio de Cultura, los mismos que nunca merecieron atención por parte de las autoridades de la sede central en Lima.








Como vemos, en el Ministerio de Cultura no solo existen personajes como Richard Swing, que durante el 2018 se llenó los bolsillos con 175 mil soles. Lamentablemente, también existen funcionarios cuestionados por la destrucción de nuestro Patrimonio Cultural. Recordar que Luz Rosario Antonio Vargas (Egresada de la PUCP), fue nombrada por la exministra Patricia Balbuena (abogada PUCP), y durante todo este tiempo ha sido prácticamente intocable a pesar de todos los antecedentes mostrados.
Han pasado seis Ministros de Cultura y Luz Rosario Antonio Vargas se mantiene en el cargo al mejor estilo Richard Swing. Los ministros que estuvieron durante su gestión son: Patricia Balbuena Palacios (abogada PUCP), Rogers Valencia Espinoza (turismo UNSAAC- Cusco), Ulla Holmquist Pachas (arqueóloga PUCP), Luis Jaime Castillo Butters (arqueólogo PUCP), Francisco Petrozzi Franco (tenor), Sonia Guillén Oneglio (Docente de la PUCP)) y actualmente Alejandro Neyra, otro ministro (PUCP).

Dudamos mucho que desde el Ministerio de Cultura tomen cartas en el asunto. Esta duda es debido a que hemos detectado que desde que se creó el Ministerio de Cultura, un grupo de la PUCP se ha enquistado en los puesto claves durante estos diez años. Una muestra de eso, es la incapacidad de gestión en el sector cultural. Una década donde los millones de soles destinados el Ministerio de Cultura no han tenido un impacto positivo para el Perú.
Pero confiamos en el importante trabajo que se viene realizando desde la Comisión de Cultura y Patrimonio Cultural del Congreso de la República, el parlamentario Alcides Rayme Marín, de la bancada del FREPAP.
Recordemos que el presidente Martín Vizcarra, lanzó la Agenda Bicentenario 2021, junto a la exministra de Cultura Patricica Balbuena, en la Plaza de Armas de Ayacucho, actividad que en simultáneo se efectuará en otras 19 regiones. ¿Así pensamos recibir el Bicentenario?

Cultura
Mincul acepta la renuncia de la directora de la DDC de Pasco tras cuestionamientos
La arqueóloga Cinthya Gloria Cuadrao Mallqui renunció a la dirección de la DDC de Pasco, en medio de cuestionamientos del personal por su escaso impulso a las industrias culturales, la falta de apoyo a artistas locales y la ausencia de diálogo con las comunidades nativas de la región.

El Ministerio de Cultura (Mincul) aceptó la renuncia de Cinthya Gloria Cuadrao Mallqui al cargo de directora del Órgano Desconcentrado de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de Pasco, función que asumió desde el 25 de junio de 2024, durante la gestión de la entonces cuestionada ministra Leslie Urteaga Peña.
La aceptación de su renuncia fue oficializada mediante la Resolución Ministerial N° 000157-2025-MC, firmada el 30 de junio por el actual ministro de Cultura, Fabricio Valencia Gibaja.

Cuadrao Mallqui es arqueóloga por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y trabajó previamente en el Proyecto Qhapaq Ñan del Ministerio de Cultura, donde estuvo a cargo de la gestión del tramo La Raya–Desaguadero, en Puno. Además, figura como accionista de la empresa Cika Construcciones Generales S.A.C. y fue socia de Imaina Consultores SAC.

Sin embargo, su gestión durante un año en la DDC de Pasco generó críticas internas. Fuentes consultadas en el Ministerio de Cultura señalan que Cuadrao Mallqui mantenía una relación conflictiva y de discordia con parte del personal, y que existieron tensiones relacionadas con contrataciones de locadores (politólogos, antropólogos y comunicadoras) cuyos resultados habrían sido insatisfactorios. También se le atribuye haber maltratado a subordinados, incluidos colegas arqueólogos.
Asimismo, indican que solicitó licencia del 16 de junio al 15 de agosto para dedicarse a su proyecto de investigación. Según información a la que tuvimos acceso, los proyectos que se desarrollaban en Oxapampa quedaron bajo la supervisión del arqueólogo Alex Guevara Liau, sin mayor participación de otros colegas especialistas como se hacía anteriormente. ¿Por qué solo se enviaba a Guevara Liau?

Otro punto crítico fue la aparente falta de coordinación con comunidades nativas, con quienes, según norma administrativa, se deben realizar mesas de trabajo para garantizar el enfoque intercultural. Además, no se habría promovido suficientemente a artistas, danzantes u otros gestores culturales de la región, lo que generó descontento en el sector.
La salida de Cuadrao Mallqui deja a la DDC de Pasco nuevamente sin una dirección estable, en un contexto donde se reclama mayor cercanía con las comunidades y el impulso real a las expresiones culturales locales.
Cultura
Entrevista: Luis Castellanos nos habla sobre su infancia, su paso por Bellas Artes y su exposición por sus 30 años de trayectoria [VIDEO]
En el nuevo episodio del podcast de Lima Gris, tuvimos como invitado al talentoso artista plástico Luis Castellanos, quien viene presentando una exposición individual en el ICPNA del centro de Lima.

Hay artistas que pintan por oficio, otros por catarsis, y unos pocos —los más raros, los más necesarios— que lo hacen como quien respira o sueña. Luis Castellanos pertenece a esa casta secreta. En el nuevo episodio del podcast de Lima Gris, conversamos con él, en medio de la melancolía y la lucidez, sobre su infancia, su paso por Bellas Artes y la manera en que la vida —esa vieja maestra caprichosa— lo fue modelando con la paciencia de un escultor.
Su más reciente exposición, La intuición de la extrañeza, presentada en el ICPNA del centro de Lima, no es solo una muestra, sino una retrospectiva íntima, donde confluyen los fantasmas y las revelaciones de treinta años de creación. En cada trazo hay una interrogante suspendida, una sospecha del mundo. Castellanos no busca retratar lo visible, sino ese temblor invisible que habita en las formas y se escapa de las palabras. Su obra es una meditación estética, un lenguaje de lo incierto, una poética de la duda.
Escuchar a Castellanos es como mirar uno de sus cuadros: uno sale distinto, con una inquietud nueva, con la impresión de haber asomado a un espejo que devuelve algo más que el reflejo.
El dato: la presentación del libro de la muestra de Luis Castellanos será el 11 de julio a las 7 pm en el ICPNA del Centro de Lima.
Aquí la entrevista completa.
Cultura
Trabajadores del Ministerio de Cultura de Cusco anuncian la toma de Machu Picchu [VIDEO]
La ciudadela inca se encuentra en una lista negra y a punto de ser tomada por los propios trabajadores del Ministerio de Cultura del Cusco ante la inoperancia del ministro Fabricio Valencia.

La problemática del Ministerio de Cultura se intensifica. No solo hay cuestionamientos contra el ministro de Cultura Fabricio Valencia Gibaja. Además, los empleados de la Dirección Desconcentrada de Cultura del Cusco, exhaustos y humillados, claman a la presidenta Dina Boluarte que lo reemplace. Y como si el drama fuera aún poco, lo último que se sabe es que estos trabajadores planean tomar Machu Picchu. No por vandalismo, sino por desesperación. Porque el Estado los ha dejado solos, igual que al Santuario.
A esto se suma que Machu Picchu ha sido incluida en la lista negra por el portal Travel and Tour World, que recomienda no visitar la ciudadela inca.
Mediante una comunicación telefónica, Andy Ancasi, representante del Sitracas, nos da todos los detalles de lo que viene sucediendo en Cusco.
Aquí el video del programa.
Cultura
Julio Barco Premio Juegos Florales de la UNI
El poeta peruano recibe reconocimiento en los Juegos Florales Túpac Amaru de la UNI.

En una ceremonia cargada de símbolos y solemnidad, el poeta Julio Barco fue galardonado con el segundo puesto en los Juegos Florales La Familia Túpac Amaru, organizados por la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), una de las instituciones académicas más prestigiosas del Perú. El reconocimiento fue acompañado por un premio de S/. 4,000 y una ovación cálida por parte del jurado, autoridades y asistentes.
La distinción no solo celebra el talento literario de Barco, sino también la creciente necesidad de reconciliar la ciencia con la sensibilidad, la técnica con la poesía. Que una universidad dedicada históricamente a la formación de ingenieros rinda homenaje a la palabra escrita es, sin duda, un signo de que el arte aún pulsa en los espacios más racionales del país.
Con más de treinta libros publicados, Julio Barco ha construido una obra intensa, vital, crítica. Su participación en este certamen reafirma su compromiso por llevar la poesía al centro del debate cultural peruano. «Este premio me impulsa —dijo al recibir el reconocimiento—. Tengo tantos proyectos para revolucionar el arte en nuestro país. La poesía no ha muerto, solo está esperando que le hablemos desde otro ángulo».
El evento se realizó el 27 de junio de 2025 en el campus principal de la UNI. La entrega de premios fue precedida por palabras de homenaje a la familia Túpac Amaru, símbolo de lucha, dignidad y resistencia cultural —valores que resuenan también en la poesía de Barco—.
Con esta distinción, el autor de Me da pena que la gente crezca y Cantar de Chancay suma un nuevo capítulo en su incansable travesía por devolverle a la poesía peruana su fuerza originaria.
Cultura
MINCUL: La cuestionada designación del CAS de Karla Alarcón
¿Cómo ganó el concurso? la arqueóloga Alarcón no cumple con el requisito clave: haber dirigido intervenciones arqueológicas. Su experiencia se limita al trabajo técnico de oficina dentro del Ministerio de Cultura, sin evidencia de liderazgo en campo ni dirección de PMA, evaluaciones o gestiones de CIRA.

La convocatoria CAS N.° 216-2025-MC, lanzada en abril de 2025 por el Ministerio de Cultura (Mincul), tenía como objetivo contratar a un(a) Coordinador(a) para la Dirección de Certificaciones. Se trataba de un puesto clave, pues esta dirección es responsable de coordinar, planificar y ejecutar acciones orientadas a preservar, proteger y conservar el patrimonio arqueológico inmueble del país.

Fuente: Mincul.
Entre sus principales funciones, figura la revisión, aprobación y seguimiento de Certificados de Inexistencia de Restos Arqueológicos (CIRA) y de los Planes de Monitoreo Arqueológico (PMA), documentos indispensables para el desarrollo de proyectos de inversión pública y privada.
Concluido el proceso en mayo, la arqueóloga Karla María Alarcón García fue anunciada como la ganadora del concurso. Hasta ahí, nada fuera de lo común. Sin embargo, una revisión detallada de los requisitos y de la trayectoria de la ganadora revela una serie de inconsistencias que comprometen la transparencia del proceso y siembran dudas sobre su legitimidad.

¿Se cumplían los requisitos?
El perfil exigido para el cargo incluía, como mínimo, título universitario en arqueología con colegiatura vigente, formación complementaria en gestión o patrimonio cultural, así como experiencia general de al menos siete años en el sector público o privado. Más aún, se pedía una experiencia específica de al menos cuatro años en funciones vinculadas al cargo, o tres años en el sector público en áreas similares. Pero lo más importante: el postulante debía acreditar dos años de experiencia en la dirección de Planes de Monitoreo Arqueológico y/o Proyectos de Evaluación Arqueológica y/o gestión de CIRAs.

Karla Alarcón no cumple con requisitos de 2 años como directora de PMA y CIRA.
Este último punto no es un detalle menor. Se trata de un filtro clave, pues quien asume la coordinación de la ‘Dirección de Certificaciones’ debe tener conocimiento de campo y experiencia comprobada en dirigir intervenciones arqueológicas. No basta con conocer los documentos, hay que haber estado en terreno. De otro modo, resulta inviable liderar técnicamente la instancia más estratégica del sector.
¿Y cómo pasó Karla Alarcón la evaluación?
Según los documentos revisados, la arqueóloga Karla Alarcón no cumple con el requisito específico de haber dirigido intervenciones arqueológicas. Su experiencia laboral no evidencia dirección alguna de PMA, proyectos de evaluación ni gestiones de CIRA en campo. Es más, su trabajo ha sido siempre de oficina, como técnica dentro del propio Ministerio. Sin embargo, en su ficha de postulación, consignó haber ejercido la “gestión de CIRAs”, una frase y/o formulación ambigua que se asemeja a una leguleyada y parece haber sido suficiente para que pasara la evaluación curricular, etapa que por norma es eliminatoria.

Karla Alarcón se amparó en una palabra, para validar su postulación.
Aquí surge la primera gran interrogante: ¿cómo validó el comité evaluador esa experiencia? ¿Desde cuándo dar conformidad a documentos administrativos desde un escritorio equivale a dirigir una intervención arqueológica en el campo?
La respuesta no es técnica, es política. Lo que aquí se ha validado es una interpretación forzada del término “gestión”, que abre peligrosamente la puerta para que personas sin experiencia real en campo postulen y ganen puestos clave, mientras otros profesionales con trayectoria probada quedan fuera.

Una plaza con nombre propio
El contexto del concurso no ayuda a disipar las dudas. Según fuentes cercanas al proceso, la convocatoria habría estado originalmente dirigida a Ruth Quispe Calderón, amiga cercana de la viceministra de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, Moira Novoa Silva. Sin embargo, ante la filtración de esta información, se habría descartado ese nombramiento para evitar un escándalo mayor. Como alternativa, se habría optado por Karla Alarcón, quien ya se desempeñaba como directora encargada de la Dirección de Certificaciones y, por tanto, era una figura “de confianza” dentro del sector.

Viceministra Moira Novoa, la misma que firmó la Resolución Viceministerial para el recorte de las Líneas de Nasca y Palpa.
En este punto, el proceso se vuelve aún más cuestionable. La convocatoria fue ganada por Luis Felipe Mejía Huamán, pero mediante una fe de erratas se corrigió el resultado, otorgándole el puesto a Alarcón García en calidad de accesitaria. Mejía no habría llegado a firmar el contrato, y en un giro curioso pero conveniente, Alarcón asumió el cargo de forma oficial, pasando de ganar S/4,500 a más de S/11,264 mensuales.

El CAS fue ganado por Luis Felipe Mejía Huamán, pero luego corrigieron el resultado.
¿Quién dio la orden?
La pregunta es inevitable: ¿quién intervino para asegurar que Karla Alarcón se quedara con el puesto? Todo apunta a decisiones tomadas desde las más altas esferas del Mincul. Tanto la Oficina General de Recursos Humanos como la Alta Dirección —es decir, el ministro Fabricio Valencia y la viceministra Moira Novoa— estarían al tanto del proceso. Con el nombre de Ruth Quispe ya comprometido, y para no arriesgar la llegada de un profesional externo, se habría optado por consolidar a una figura que ya venía ejerciendo el cargo sin concurso y que, además, respondería fielmente a los intereses de quienes manejan el sector.

El 11 de junio convocaron como ganadora a Karla Alarcón García.
El cargo más codiciado
No se debe olvidar que la Dirección de Certificaciones es la joya de la corona del Ministerio de Cultura. Por esa oficina pasan todos los proyectos de inversión del país que requieren una evaluación arqueológica previa: minería, infraestructura, hidrocarburos, construcción, telecomunicaciones. Cualquier obra pública o privada necesita un CIRA o un PMA. Es decir, quien dirige esa oficina no solo tiene poder técnico, sino capacidad de incidencia en decisiones multimillonarias.
Por eso resulta tan preocupante que el proceso de selección no haya sido riguroso, ni transparente. En lugar de optar por la meritocracia, se ha preferido perpetuar prácticas que favorecen el amiguismo y el control político de una dirección técnica. Y si se valida como experiencia el trabajo administrativo desde una oficina, pronto veremos a otros funcionarios, sin experiencia real, disputando cargos estratégicos bajo el mismo criterio.
¿Y ahora qué?
Lo ocurrido en la convocatoria CAS N.° 216-2025-MC debe ser revisado con seriedad por los órganos de control del Estado. No se trata solo de un concurso más, sino de un proceso que compromete la legitimidad del sistema de contrataciones públicas, la credibilidad del Ministerio de Cultura y, sobre todo, la adecuada protección del patrimonio arqueológico del país.
Porque si quienes deben garantizar la conservación del patrimonio no saben ni siquiera cómo se ejecuta una intervención en campo, ¿Qué nos queda como ciudadanos? Solo mirar desde lejos cómo el poder se distribuye a puertas cerradas, mientras las formas legales se ajustan, como siempre, al tamaño de los intereses.
Cultura
Machu Picchu en la lista negra: el precio de la desidia
Machu Picchu, orgullo milenario del Perú, se tambalea bajo el peso de su propio éxito: hoy, más que una joya cultural, es una advertencia global sobre el turismo desbordado.

El esplendor de Machu Picchu, esa ciudadela suspendida entre la niebla y el abismo, ha dejado de ser solo un símbolo de orgullo nacional para convertirse, lamentablemente, en ejemplo de lo que ocurre cuando el patrimonio se subordina al lucro. La reciente inclusión del santuario inca en la lista de destinos que “ya no valen la pena visitar”, elaborada por la publicación internacional Travel and Tour World, es mucho más que una advertencia: es un grito de auxilio.
Junto a destinos igualmente emblemáticos como Venecia o Bali, Machu Picchu aparece ahora en un índice vergonzoso: el de los sitios donde el turismo masivo ha comenzado a erosionar lo que una vez se admiró. Las razones son contundentes: sobresaturación de visitantes, tarifas desproporcionadas y un impacto ambiental alarmante. A ello se suma la advertencia de la Unesco, que evalúa declararla Patrimonio en Peligro si el Estado peruano no actúa con urgencia y decisión.
No es una exageración. Según informes recientes, rutas diseñadas para no recibir más de 450 personas al día han llegado a registrar hasta 700 ingresos. El resultado es predecible: senderos desbordados, piedras milenarias al borde del colapso y una experiencia cada vez más parecida a la de una feria caótica que a la contemplación sagrada de un legado ancestral.
La Contraloría General de la República, por su parte, ha emitido un informe demoledor: aforos incumplidos, ausencia de fiscalización y una Aguas Calientes convertida en una máquina de exprimir turistas, donde los precios suben, pero la calidad se desploma.
El problema, claro está, no es el turismo, sino su pésima gestión. Especialistas en conservación han exigido una reestructuración del sistema de ingreso, la implementación de límites reales y no simbólicos, y un nuevo modelo de turismo sostenible que reconcilie el desarrollo con la protección. No se trata de clausurar el acceso a la maravilla, sino de salvarla de su propia fama.
La inclusión de Machu Picchu en esta lista negra debe interpelarnos como país. ¿Vamos a permitir que uno de nuestros mayores legados se pierda en manos de la improvisación y la codicia? ¿O tendremos, al fin, el coraje de actuar antes de que la historia nos pase la factura?
Mientras tanto, el ministro Fabricio Valencia continúa en su búnker solucionando sus problemas y haciendo seguimiento a la investigación de la fiscalía por el caso Shirley Hopkins.
Cultura
Ministerio de Cultura de Ica: ¿concursos CAS a medida?
Nuevas movidas en la DDC de Ica buscan coronar la dedocracia.

Por Luis Huertas
Desde hace años, las convocatorias CAS en el Ministerio de Cultura, tanto en la sede central como en sus Direcciones Desconcentradas, han sido señaladas por beneficiar a personas del entorno de confianza de ciertos funcionarios. Lo preocupante es que esta práctica no parece detenerse, y ahora el foco está sobre la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de Ica.
Surgen preguntas inevitables: ¿Desde cuándo la DDC Ica ha sido terreno fértil para estas maniobras irregulares?, ¿A quién favorecen realmente estas contrataciones?, ¿Por qué en medio de la grave crisis por las Líneas de Nasca, se lanza una convocatoria que despierta tantas sospechas?
Primer intento: CAS N°072-2025-MC
El 4 de febrero de 2025, se publica en la web del Ministerio de Cultura un concurso CAS para cubrir el cargo de subdirector/a de la DDC Ica. El puesto exigía un perfil técnico exigente, con experiencia específica, título en arqueología y colegiatura vigente. El sueldo: S/ 6,906 nuevos soles. Todo parecía estar en regla, hasta que el concurso desapareció.
Fuentes internas revelaron que, el concurso fue retirado tras una denuncia desde la misma DDC Ica, advirtiendo que la subdirección es un cargo de confianza y no debería concursarse vía CAS. Así, el proceso fue abruptamente anulado. Coincidentemente, semanas después, el entonces director Alberto Martorell presentó su renuncia mediante Resolución Viceministerial N° 069-2025-MC. ¿Este CAS era algún premio, orquestado por algunos “amiguitos” para cierto funcionario de la sede Ica? Y todo con el aval del ex director Martorell, hoy involucrado en algunos chats internos con el ministro Valencia. Luego de su renuncia, asume el abogado Víctor Injante la dirección de la DDC Ica y, sorprendentemente, se vuelve a insistir con el mismo CAS pero maquillado con otras aristas.

Fuente: Ministerio de Cultura.
Segundo intento: CAS N°296-2025-MC
El 10 de junio —en plena tormenta por la reducción del área protegida de las Líneas de Nasca y la crisis de gestión en la DDC Ica— se lanza una nueva convocatoria. Esta vez, el puesto se denomina “Coordinador/a de Subdirección de Patrimonio Cultural, Industrias Culturales e Interculturalidad”. En la práctica, el mismo cargo de subdirección, pero con otro nombre. Lo curioso es que los requisitos ahora son más flexibles:
- Experiencia general: de 6 a 5 años
- Experiencia específica: de 4 a 3 años
- Experiencia en el sector público: de 3 a 2 años
- Sueldo: de S/ 6,906 a S/ 6,000

Fuente: Ministerio de Cultura.
Como para hacerlo más accesible, solo se exige haber sido “especialista” durante un año. ¿Coincidencia? Difícil de creer. Todo apunta a que, presuntamente, esta nueva convocatoria estaría hecha a medida para la actual subdirectora Jeanette Gutiérrez, quien pasaría de ganar S/ 3,000 a S/ 6,000, con una plaza concursada y mayor estabilidad. Algunos señalan que podría incluso pedir licencia sin goces de haber, de su puesto actual y postular, sin riesgo alguno. Desde hoy se puede postular a este CAS, y todo puede pasar.

Fuente: Ministerio de Cultura.
¿Puestos a la carta?
Lo más preocupante es el trasfondo: ¿Por qué insistir tanto en este puesto? ¿Por qué reducir los requisitos? ¿Por qué en medio de una crisis de credibilidad en la gestión cultural? La DDC Ica no necesita una coordinación adicional, ya que la actual subdirectora cumple esas funciones. Entonces, ¿por qué insistir?
Mientras los titulares nacionales apuntaban al escándalo de las Líneas de Nasca, en silencio se gestaba una convocatoria que huele a favoritismo. El patrón es claro: flexibilización de requisitos, coincidencias con cargos en funciones, y beneficios personales.
Una llamada a la reflexión
Este tipo de maniobras no son nuevas en el aparato estatal, pero es hora de ponerle freno. Si el Estado sigue siendo usado para beneficiar a ciertos círculos de poder, sin meritocracia ni transparencia, estamos condenando la institucionalidad.
La ciudadanía exige respuestas, pero sobre todo decencia en la gestión pública. Desde Lima Gris seguiremos vigilantes. Porque el patrimonio no solo se protege en el terreno, también se defiende en la transparencia de quienes lo administran.
Cultura
Presentación del libro «El misterio de las aves kanchu» de Lizbeth Pretell Romero
El miércoles 25 de junio en la Casa de la Literatura Peruana se presentará el libro “El misterio de las aves kanchu” de Lizbeth Pretell Romero, gestora cultural e investigadora luriganchina, y publicado por el sello editorial Jukucha Ediciones.

Este libro nos permite conocer la historia de las aves kanchu, míticas aves sagradas de quienes se toma el nombre para crear el vocablo Rurikanchu, que a su vez da origen a la denominación del distrito de San Juan de Lurigancho. Un relato que muestra personajes y hechos con trascendencia histórica y ficticia; fruto de una investigación basada en los manuscritos del padre Francisco de Ávila, el libro “Ritos y tradiciones de Huarochirí”, así como en evidencias arqueológicas halladas en el distrito.
El proyecto fue concebido desde el área de museo del Centro de Cultura, Recreación y Educación Ambiental Huiracocha (CREA Huiracocha), el cual estuvo ubicado en el parque zonal del mismo nombre en el distrito de San Juan de Lurigancho. La sala permanente Ruricancho, más conocida entre sus pobladores como el museo de San Juan de Lurigancho, tuvo como propósito difundir y revalorizar la historia del distrito (ubicado en un territorio con aproximadamente 11 000 años de historia) entre sus pobladores y el público en general, mediante visitas guiadas y talleres de educación patrimonial. Gracias a estas actividades y de manera lúdica, se realizaron también jornadas de cuentacuentos para niños, con relatos basados en la historia de la comuna.
En la presentación participarán Lizbeth Pretell Romero, autora del libro; Ricardo Puga Huamán, ilustrador; y Alan Concepción Cuenca, bibliotecólogo. Además, se contará con la participación especial de Gerardo García Chinchay, director de la Dirección de Lenguas Indígenas del Ministerio de Cultura del Perú. La cita es el miércoles 25 de junio a las 6:30 p.m. en el auditorio de la Casa de la Literatura Peruana, ubicada en jirón Ancash 207, Centro Histórico de Lima. Ingreso libre con aforo limitado.
El libro podrá ser adquirido el mismo día de la presentación o a través de las redes sociales de la organización cultural Quebrada Canto Grande.
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