Cultura
Artista Diego Bejar denuncia presunta estafa y agresión en exposición «Maravillarte» del Ministerio de Cultura
Artista retiró su obra de la exposición del Ministerio de Cultura porque la encontró en una pared llena de agujeros y junto a un extintor con tubos de luz y un letrero. Además viene denunciando una presunta estafa y agresión. También compartimos la respuesta de la organización.

Lo que debió ser un concurso y exposición que albergue y difunda el trabajo de los artistas que postularon a Maravillarte 2023, se convirtió en el epicentro de una nueva polémica en el circuito cultural. La denuncia del artista Diego Bejar Luksic comenzó a recorrer las redes sociales evidenciando las carencias de una muestra de arte que se realiza con graves errores en las instalaciones del Ministerio de Cultura.
La muestra Maravillarte es organizada por la Asociación de Fomento y Apoyo al Arte Peruano (AFAP), y es liderada por Sandra Mavila, fundadora y directora. Dentro de AFAP también aparece Pedro Pablo Alayza como asesor honorario, y Antonio Zegarra Ávila como curador. Esta asociación por segundo año consecutivo contó con el apoyo del Ministerio de Cultura para realizar el mencionado concurso y exposición en la sede central del MINCUL.

En el video publicado por el artista Diego Bejar, quien postuló para ser parte de la muestra colectiva de Maravillarte, se observa claramente la paupérrima curaduría en uno de los salones de la exposición. Esto motivó que Bejar Luksic decidiera retirar su obra que formaba parte de la exposición colectiva en el Ministerio de Cultura.
Es así que el sábado 20 pasado, Diego Bejar llegó junto a la artista Nataly Salazar (enoramorada) hasta el MINCUL con la finalidad de desmontar su cuadro que se encontraba junto a un extintor y en una pared llena de agujeros, tubos de luz y una letrero. Para el artista la mala curaduría y museografía representa una falta de respeto. En medio de los reclamos e intercambios de palabras con la organizadora Sandra Mavila; Diego Bejar y Nataly Salazar denunciaron una presunta agresión por parte del señor Fernando Nakaya (pareja de Sandra Mávila).

Lo sorprendente es que hasta hoy, la ministra de Cultura Leslie Urteaga no se ha pronunciado sobre el caso y tampoco desde el MINCUL se han comunicado con el artista que señala que se ha sentido estafado y agredido. Lo concreto es que por un grave error en la curaduría, Maravillarte termina convirtiéndose en un evento decepcionante.
Además, a la organizadora se la cuestiona por exponer sus obras dentro de la muestra Maravillarte sin haber postulado. Es decir, Sandra Mávila, utiliza la exposición que organiza para promover su propio trabajo. Un accionar antiético que en los últimos años algunos personajes han tratado de normalizar.
Para conocer mejor de lo que pasó en las instalaciones del Ministerio de Cultura, nos comunicamos con el artista Diego Bejar Luksic, quien nos contó detalles de su decisión y de lo sucedido en la discusión con la organizadora. De la misma manera, también conversamos con Sandra Mavila, quien nos dio su versión de los hechos.
Aquí la entrevista con Diego Bejar:
Diego, lo que veo es que te has quedado sorprendido por la manera en que terminó siendo expuesta tu obra y la obra de los otros artistas. En ese sentido ¿por qué tomaste la decisión de retirar tu cuadro de la exposición?
Tomé esa decisión porque soy un artista profesional de pintura, licenciado de la Universidad Católica, estoy llevando una maestría de curaduría de Historia del Arte. Respecto al retiro de mis obras me percaté que la exposición no guardaba un espacio prudente entre los cuadros para que se puedan apreciar de una manera más óptima; y por otro lado, el hecho de los QR era uno de los motivos principales para que se pueda difundir el arte de los artistas de provincia; y otro de los motivos fue el hecho de no tener la capacidad de poder brindar un espacio adecuado para la muestra de las obras, por ejemplo, las paredes son de cemento o solo se pintaron de blanco, sin embargo están llenas de huecos. No han cubierto las cajas de luz ni los tubos de aluminio, los cuales se encontraban entre los cuadros, sumado a ello los extintores que también se encontraban entre las muestras de pintura, especialmente al costado de mi obra. Mi cuadro terminó en una esquina, al costado de un extintor rojo y un anuncio que decía “Exit”.
Entonces, la organización ni el Ministerio de Cultura han sabido elegir el espacio. Aparte de eso claramente se observa una curaduría deficiente
Lo que yo reclamo es que no hubo un disclaim museográfico profesional, y lo que me dijo la señora Sandra Mavila es que todo lo hizo con su propia plata, sin embargo, en la primera página del catalogo aparece la marca Dinners Club. Atiborra los cuadros, no coloca los QR, y cuando yo le pido una explicación me contestó que las señoras de limpieza al ver los QR en el piso los habían barrido. Cuando fui a dejar mis obra, ella me dijo que las obras se encontraban listas para ser instaladas; es más, mencionó que el curador Zegarra, ya había curado las obras.

¿Qué pasó luego de eso?
El día de la inauguración, en la tercera sala, iban a dar la premiación a los primeros puestos, y justo en el medio de la sala, donde es muy visible para todos los que acudieron, se encontraba un cubo acrílico con la obra de la señora Sandra Mavila, y al costado de esa obra estaba el único QR que se salvó. Ese QR te llevaba a una tienda virtual de la organizadora.
¿Y el 20 de mayo que retiraste tu obra pudiste conversar con algún representante del Ministerio de Cultura?
En realidad, con los únicos que pude conversar fue con la señora Sandra Mavila y con su pareja Fernando Nakaya, el cual es su asesor legal.
¿Qué sucedió exactamente con el señor Fernando Nakaya?
Hubo una agresión de parte de la pareja de la señora Mavila, quien, al ver que yo me encontraba con mi enamorada Nataly Salazar desmontando mi cuadro, intentó arrancar de manera violenta la placa de la ficha técnica de mi obra, pero mi enamorada le ganó el movimiento, siendo ella quien se encargó de retirar la placa pero de manera cuidadosa. Entonces, en ese ademán de querer retirar la placa, se dio un roce entre Fernando y mi enamorada, luego de ello el tipo empezó a gritar como si lo hubiese atropellado un camión, vociferando “agarren a la chiquitita”, en clara alusión a mi enamorada. Yo que en ese momento me encontraba en la sala contigua me percato del incidente por los gritos, voy y le encaro por la falta de respeto hacia mi pareja. Todo eso lo vio un señor de seguridad y él mismo le dijo al señor Nakaya que no le falte el respeto a Nataly.
¿Qué pasó después?
Luego se aparece la señora Mavila, sosteniendo que toda la exposición era ad honorem, pero en su catálogo en la primera página aparece la publicidad de Dinners Club, y muy aparte de eso, ella también cobra una comisión por cada cuadro expuesto. Lo que a mí me sorprende es que hasta ahora no se haya acercado ni un funcionario del Ministerio de Cultura para dar solución, porque el evento se realizó dentro de sus instalaciones. Ni un funcionario me ha llamado y tampoco he tratado de comunicarme con ellos porque no sabemos como realizar la denuncia y que llegue a las cabezas de esa institución.
¿Cuántos artistas fueron a exponer?
Ahí hubo otro problema porque metieron a más de 300 artistas, y también le reclamé eso porque la museografía no aguantaba a tantos, a lo que ella me contestó que lo hacía para dar cabida a todos los artistas, sin embargo, en el día de la inauguración no había ni un QR a excepción del que había en la obra de Sandra Mávila.
En el video que publicaste, mencionas que te sientes estafado por el Ministerio de Cultura.
Sí, porque es un concurso nacional de pintura y debería tener cierto nivel de curaduría y de profesionalismo. Deberían de contratar a la gente idónea y también deberían de darle el correcto seguimiento a la puesta. Cómo vas a poner cuadros en un edificio brutalista.
¿Para ti esta exposición fue realizada al caballazo?
Exacto, al ‘caballazo’, y echándoles la culpa a las señoras de limpieza por la pérdida de los QR. Yo no le creo esa versión.
¿Qué le pedirías a la ministra de Cultura Leslie Urteaga?
Que en el Perú hay personas calificadas para poder generar una muestra nacional de arte, que no humille al artista, que verdaderamente difunda su obra, y que dos personas no lucren con un concurso nacional y con Marca Perú. Ella, sin participar en el concurso, terminó exponiendo su obra y justo en el día de la premiación.

Luego de conversar con Diego Bejar, también nos comunicamos telefónicamente con la organizadora Sandra Mavila. Aquí su descargo sobre lo sucedido en el Ministerio de Cultura.

El espacio no se prestaba para ese tipo de exposiciones, ¿faltó una persona para que haga la curaduría?
Si hubo curaduría y estuvo a cargo del curador Antonio Zegarra, y también se encontraba una persona del Ministerio de Cultura. Es verdad que hubo un espacio, sobre todo en el tercer piso, donde las obras se pusieron muy juntas. Esa critica la aceptamos, pero tendrías que saber primero qué es Maravillarte, qué brindamos. Se ha hecho un concurso a nivel nacional y esta es nuestra segunda edición; más de 600 participantes se llegaron a inscribir y nosotros seleccionamos a 300, tal como el año pasado. Este año nosotros solicitamos otro piso más porque el año pasado también tuvimos ese problema y por querer darle oportunidad a más artistas nos quedó chico ese lugar. Si bien este año convocamos a menos artistas a la exposición, también convocamos a consagrados como Gerardo Chávez, Ramiro Llona o por ejemplo, el maestro José Coronado.
¿Quién organiza Maravillarte?
Lo organiza la AFAP, Asociación de Fomento y Apoyo al Arte Peruano, de la cual yo la dirijo. Nosotros hacemos casi el 100% de la organización y tenemos un convenio con el Ministerio de Cultura para poder usar sus instalaciones. En este convenio de apoyo hay claro un poco de marketing que sale del propio ministerio, pero todos los recursos los financiamos nosotros. El Ministerio de Cultura no nos da ni un sol. Yo soy la que pago los sueldos y tengo que buscarme un recurso para poder premiar con seis mil soles cada categoría.
¿Esas obras que se exponen se encuentran a la venta?
Por supuesto, eso es lo que buscamos.
¿De esa venta ustedes se quedan con un porcentaje?
Nosotros firmamos un contrato con el artista donde indica que el precio del cuadro que quieren poner a la venta le tienen que sumar un 10%, ese 10% es lo que nos corresponde. Sin embargo, hay casos en donde el potencial comprador esta interesado en contactarse con el artista, ya sea para pedirle una rebaja o para que le elabore otra obra, en esa gestión yo no intervengo para nada.

¿Qué sucedió con los QR que se iban a colocar al costado de las obras?
Eso fue en caso de algo más de 10 o 15 QR que se perdieron. Esa idea yo les sugerí a los artistas porque ya se han dado casos en que me piden más datos de ellos, como su número de contacto o su página web o de Instagram; eso era para que tenga un contacto directo con el mismo creador. Nosotros hemos tratado de mantener los QR siempre al costado de la obra, pero cuando ya se colgaron los cuadros algunos de esos QR quedaron en el piso, debajo de la obra, más o menos uno o dos días antes de la inauguración. Ya cuando quisimos colocar los QR en las obras nos percatamos que no estaban. Haciendo las indagaciones a los de seguridad empezamos a preguntar si tal vez el personal de seguridad los recogió pensando que era basura. Ahora, no sé si Diego (Bejar) trajo ese día su QR porque cuando vino acá estaba gritando; no se podía hablar con él.
Diego me comentó que su novia Nataly Salazar que también es artista, fue agredida por el señor Fernando Nakaya, que es tu pareja.
Esas son versiones. En ningún momento se ha agredido a alguien, al contrario, ellos vinieron con la cámara prendida, esa señorita era la que más se ponía a filmarme, diciendo que era medallista, que la habíamos ofendido, y cuando intentaba hablar con ellos seguían gritando que los habíamos tratado mal por poner su obra al costado de un extintor. Nosotros cuando clasificamos a los exponentes lo hacemos por porcentajes, es decir, hay medallistas, hay maestros, y también hay personas nuevas, autodidactas. Los artistas presentan dos formularios, uno con el nombre de la obra y su seudónimo, y otro donde sí se muestra la información completa pero eso lo vemos mucho después.
Entonces, en un principio nosotros, vemos el primer formulario. Por ejemplo, hay un cuadro calificado con “Mención honrosa” ubicado al costado de una escalera, así que probablemente el curador lo colocó ahí por una cuestión de espacios, así como el caso de la obra de Diego, que no era muy grande.
Respecto a mi pareja que es Fernando Nakaya, al ver que tanto Diego como su enamorada no paraban de gritar, se acercó hacia ellos para decirles solamente: “yo creo que todo tiene un límite”, a lo que Diego le contesta: “¿me estás amenazando? Si quieres nos agarramos afuera”.
Yo entiendo la molestia de Diego, pero el detalle es que ellos no dejaban de gritar sin que yo pueda responderles. Por último, ellos podían gritar todo lo que querían porque me parece democrático y están en todo su derecho. En un momento le digo a Diego si lo que realmente le molestaba era la ubicación de su obra y si deseaba que la recoloque en una pared escogida para los maestros, pero él igual no entraba en razones. Entonces, le digo que él había venido con una sola intención, porque nada le parecía conforme, es por eso que terminó llevándose su cuadro. Ahora, tú sabrás que en cada piso del edificio no es que haya un solo extintor sino varios, así que era inevitable que en algún momento se choque con uno de ellos, eso sumado al estilo brutalista de las paredes, las cuales de por sí ya tienen varios huecos y enchufes.

¿No crees que este tipo de espacios no es adecuado para esta exposición? Así como Diego, otros artistas también pueden llegar a sentirse ofendidos.
Acepto que el montaje está algo apretado, ahora no toda. Las luces del ministerio no me ayudan, el mismo lugar en sí, estamos hablando del ex Museo de la Nación.
Si se trataba de un concurso nacional ¿por qué una de tus obras se encuentra en la exposición?
Esa escultura ha sido creada para recaudar fondos para la AFAP. Solamente nosotros tenemos un solo auspiciador, el cual es Dinners Club, y por supuesto que esto es una tienda porque vendemos los cuadros y ese dinero va para los artistas.
¿No te parece que al colocar tu obra en esta exposición que organizas despierta suspicacias antiéticas?
Tengo que hacer un montón de cosas como pagar el camión para que recoja determinada obra, pagar al personal, al curador, gestionar permisos, hacer trámites, etc. y todo eso para el beneficio de los artistas no tan conocidos. Yo quisiera recaudar la mayor cantidad de fondos y eso por eso que está “La destapada”. A mí me da mucha pena lo de Diego, y si él me hubiera dado la oportunidad en ese momento, le hubiera pedido disculpas si se sintió ofendido por estar al lado de un extintor; lo entiendo perfectamente. Ahora, lo que para uno es una ofensa, créeme que para otro es una oportunidad; eso es muy relativo. Que malinterpreten el tema de mi obra “La destapada” me da mucha pena, porque yo tengo que buscarme los recursos para pagar a toda la gente que está detrás del concurso.

Lamentablemente exposiciones decepcionantes se vienen arrastrando en diferentes puntos a nivel nacional, y desde Lima Gris creemos que si este tipo de eventos se hace en las instalaciones del Ministerio de Cultura, la cual es una institución del gobierno peruano, no debería existir carencias curatoriales ni museográficas. Pasar por alto esto, es contribuir con la mediocridad y el conformismo que por mucho tiempo le viene haciendo daño al desarrollo del arte en nuestro país.
Diego Bejar, con su denuncia y retiro de su obra de la exposición, se atrevió a dar el primer paso para generar una ola de protestas en contra de las negativas exposiciones. A estas alturas no se puede permitir que estas cosas suceden en una institución del gobierno.
Hubiéramos querido tener el descargo de la ministra de Cultura Leslie Urtega, responsable de los que pasa en el MINCUL, pero desde hace varias semanas ella se niega a conversar con Lima Gris.
Cultura
Mincul acepta la renuncia de la directora de la DDC de Pasco tras cuestionamientos
La arqueóloga Cinthya Gloria Cuadrao Mallqui renunció a la dirección de la DDC de Pasco, en medio de cuestionamientos del personal por su escaso impulso a las industrias culturales, la falta de apoyo a artistas locales y la ausencia de diálogo con las comunidades nativas de la región.

El Ministerio de Cultura (Mincul) aceptó la renuncia de Cinthya Gloria Cuadrao Mallqui al cargo de directora del Órgano Desconcentrado de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de Pasco, función que asumió desde el 25 de junio de 2024, durante la gestión de la entonces cuestionada ministra Leslie Urteaga Peña.
La aceptación de su renuncia fue oficializada mediante la Resolución Ministerial N° 000157-2025-MC, firmada el 30 de junio por el actual ministro de Cultura, Fabricio Valencia Gibaja.

Cuadrao Mallqui es arqueóloga por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y trabajó previamente en el Proyecto Qhapaq Ñan del Ministerio de Cultura, donde estuvo a cargo de la gestión del tramo La Raya–Desaguadero, en Puno. Además, figura como accionista de la empresa Cika Construcciones Generales S.A.C. y fue socia de Imaina Consultores SAC.

Sin embargo, su gestión durante un año en la DDC de Pasco generó críticas internas. Fuentes consultadas en el Ministerio de Cultura señalan que Cuadrao Mallqui mantenía una relación conflictiva y de discordia con parte del personal, y que existieron tensiones relacionadas con contrataciones de locadores (politólogos, antropólogos y comunicadoras) cuyos resultados habrían sido insatisfactorios. También se le atribuye haber maltratado a subordinados, incluidos colegas arqueólogos.
Asimismo, indican que solicitó licencia del 16 de junio al 15 de agosto para dedicarse a su proyecto de investigación. Según información a la que tuvimos acceso, los proyectos que se desarrollaban en Oxapampa quedaron bajo la supervisión del arqueólogo Alex Guevara Liau, sin mayor participación de otros colegas especialistas como se hacía anteriormente. ¿Por qué solo se enviaba a Guevara Liau?

Otro punto crítico fue la aparente falta de coordinación con comunidades nativas, con quienes, según norma administrativa, se deben realizar mesas de trabajo para garantizar el enfoque intercultural. Además, no se habría promovido suficientemente a artistas, danzantes u otros gestores culturales de la región, lo que generó descontento en el sector.
La salida de Cuadrao Mallqui deja a la DDC de Pasco nuevamente sin una dirección estable, en un contexto donde se reclama mayor cercanía con las comunidades y el impulso real a las expresiones culturales locales.
Cultura
Entrevista: Luis Castellanos nos habla sobre su infancia, su paso por Bellas Artes y su exposición por sus 30 años de trayectoria [VIDEO]
En el nuevo episodio del podcast de Lima Gris, tuvimos como invitado al talentoso artista plástico Luis Castellanos, quien viene presentando una exposición individual en el ICPNA del centro de Lima.

Hay artistas que pintan por oficio, otros por catarsis, y unos pocos —los más raros, los más necesarios— que lo hacen como quien respira o sueña. Luis Castellanos pertenece a esa casta secreta. En el nuevo episodio del podcast de Lima Gris, conversamos con él, en medio de la melancolía y la lucidez, sobre su infancia, su paso por Bellas Artes y la manera en que la vida —esa vieja maestra caprichosa— lo fue modelando con la paciencia de un escultor.
Su más reciente exposición, La intuición de la extrañeza, presentada en el ICPNA del centro de Lima, no es solo una muestra, sino una retrospectiva íntima, donde confluyen los fantasmas y las revelaciones de treinta años de creación. En cada trazo hay una interrogante suspendida, una sospecha del mundo. Castellanos no busca retratar lo visible, sino ese temblor invisible que habita en las formas y se escapa de las palabras. Su obra es una meditación estética, un lenguaje de lo incierto, una poética de la duda.
Escuchar a Castellanos es como mirar uno de sus cuadros: uno sale distinto, con una inquietud nueva, con la impresión de haber asomado a un espejo que devuelve algo más que el reflejo.
El dato: la presentación del libro de la muestra de Luis Castellanos será el 11 de julio a las 7 pm en el ICPNA del Centro de Lima.
Aquí la entrevista completa.
Cultura
Trabajadores del Ministerio de Cultura de Cusco anuncian la toma de Machu Picchu [VIDEO]
La ciudadela inca se encuentra en una lista negra y a punto de ser tomada por los propios trabajadores del Ministerio de Cultura del Cusco ante la inoperancia del ministro Fabricio Valencia.

La problemática del Ministerio de Cultura se intensifica. No solo hay cuestionamientos contra el ministro de Cultura Fabricio Valencia Gibaja. Además, los empleados de la Dirección Desconcentrada de Cultura del Cusco, exhaustos y humillados, claman a la presidenta Dina Boluarte que lo reemplace. Y como si el drama fuera aún poco, lo último que se sabe es que estos trabajadores planean tomar Machu Picchu. No por vandalismo, sino por desesperación. Porque el Estado los ha dejado solos, igual que al Santuario.
A esto se suma que Machu Picchu ha sido incluida en la lista negra por el portal Travel and Tour World, que recomienda no visitar la ciudadela inca.
Mediante una comunicación telefónica, Andy Ancasi, representante del Sitracas, nos da todos los detalles de lo que viene sucediendo en Cusco.
Aquí el video del programa.
Cultura
Julio Barco Premio Juegos Florales de la UNI
El poeta peruano recibe reconocimiento en los Juegos Florales Túpac Amaru de la UNI.

En una ceremonia cargada de símbolos y solemnidad, el poeta Julio Barco fue galardonado con el segundo puesto en los Juegos Florales La Familia Túpac Amaru, organizados por la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), una de las instituciones académicas más prestigiosas del Perú. El reconocimiento fue acompañado por un premio de S/. 4,000 y una ovación cálida por parte del jurado, autoridades y asistentes.
La distinción no solo celebra el talento literario de Barco, sino también la creciente necesidad de reconciliar la ciencia con la sensibilidad, la técnica con la poesía. Que una universidad dedicada históricamente a la formación de ingenieros rinda homenaje a la palabra escrita es, sin duda, un signo de que el arte aún pulsa en los espacios más racionales del país.
Con más de treinta libros publicados, Julio Barco ha construido una obra intensa, vital, crítica. Su participación en este certamen reafirma su compromiso por llevar la poesía al centro del debate cultural peruano. «Este premio me impulsa —dijo al recibir el reconocimiento—. Tengo tantos proyectos para revolucionar el arte en nuestro país. La poesía no ha muerto, solo está esperando que le hablemos desde otro ángulo».
El evento se realizó el 27 de junio de 2025 en el campus principal de la UNI. La entrega de premios fue precedida por palabras de homenaje a la familia Túpac Amaru, símbolo de lucha, dignidad y resistencia cultural —valores que resuenan también en la poesía de Barco—.
Con esta distinción, el autor de Me da pena que la gente crezca y Cantar de Chancay suma un nuevo capítulo en su incansable travesía por devolverle a la poesía peruana su fuerza originaria.
Cultura
MINCUL: La cuestionada designación del CAS de Karla Alarcón
¿Cómo ganó el concurso? la arqueóloga Alarcón no cumple con el requisito clave: haber dirigido intervenciones arqueológicas. Su experiencia se limita al trabajo técnico de oficina dentro del Ministerio de Cultura, sin evidencia de liderazgo en campo ni dirección de PMA, evaluaciones o gestiones de CIRA.

La convocatoria CAS N.° 216-2025-MC, lanzada en abril de 2025 por el Ministerio de Cultura (Mincul), tenía como objetivo contratar a un(a) Coordinador(a) para la Dirección de Certificaciones. Se trataba de un puesto clave, pues esta dirección es responsable de coordinar, planificar y ejecutar acciones orientadas a preservar, proteger y conservar el patrimonio arqueológico inmueble del país.

Fuente: Mincul.
Entre sus principales funciones, figura la revisión, aprobación y seguimiento de Certificados de Inexistencia de Restos Arqueológicos (CIRA) y de los Planes de Monitoreo Arqueológico (PMA), documentos indispensables para el desarrollo de proyectos de inversión pública y privada.
Concluido el proceso en mayo, la arqueóloga Karla María Alarcón García fue anunciada como la ganadora del concurso. Hasta ahí, nada fuera de lo común. Sin embargo, una revisión detallada de los requisitos y de la trayectoria de la ganadora revela una serie de inconsistencias que comprometen la transparencia del proceso y siembran dudas sobre su legitimidad.

¿Se cumplían los requisitos?
El perfil exigido para el cargo incluía, como mínimo, título universitario en arqueología con colegiatura vigente, formación complementaria en gestión o patrimonio cultural, así como experiencia general de al menos siete años en el sector público o privado. Más aún, se pedía una experiencia específica de al menos cuatro años en funciones vinculadas al cargo, o tres años en el sector público en áreas similares. Pero lo más importante: el postulante debía acreditar dos años de experiencia en la dirección de Planes de Monitoreo Arqueológico y/o Proyectos de Evaluación Arqueológica y/o gestión de CIRAs.

Karla Alarcón no cumple con requisitos de 2 años como directora de PMA y CIRA.
Este último punto no es un detalle menor. Se trata de un filtro clave, pues quien asume la coordinación de la ‘Dirección de Certificaciones’ debe tener conocimiento de campo y experiencia comprobada en dirigir intervenciones arqueológicas. No basta con conocer los documentos, hay que haber estado en terreno. De otro modo, resulta inviable liderar técnicamente la instancia más estratégica del sector.
¿Y cómo pasó Karla Alarcón la evaluación?
Según los documentos revisados, la arqueóloga Karla Alarcón no cumple con el requisito específico de haber dirigido intervenciones arqueológicas. Su experiencia laboral no evidencia dirección alguna de PMA, proyectos de evaluación ni gestiones de CIRA en campo. Es más, su trabajo ha sido siempre de oficina, como técnica dentro del propio Ministerio. Sin embargo, en su ficha de postulación, consignó haber ejercido la “gestión de CIRAs”, una frase y/o formulación ambigua que se asemeja a una leguleyada y parece haber sido suficiente para que pasara la evaluación curricular, etapa que por norma es eliminatoria.

Karla Alarcón se amparó en una palabra, para validar su postulación.
Aquí surge la primera gran interrogante: ¿cómo validó el comité evaluador esa experiencia? ¿Desde cuándo dar conformidad a documentos administrativos desde un escritorio equivale a dirigir una intervención arqueológica en el campo?
La respuesta no es técnica, es política. Lo que aquí se ha validado es una interpretación forzada del término “gestión”, que abre peligrosamente la puerta para que personas sin experiencia real en campo postulen y ganen puestos clave, mientras otros profesionales con trayectoria probada quedan fuera.

Una plaza con nombre propio
El contexto del concurso no ayuda a disipar las dudas. Según fuentes cercanas al proceso, la convocatoria habría estado originalmente dirigida a Ruth Quispe Calderón, amiga cercana de la viceministra de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, Moira Novoa Silva. Sin embargo, ante la filtración de esta información, se habría descartado ese nombramiento para evitar un escándalo mayor. Como alternativa, se habría optado por Karla Alarcón, quien ya se desempeñaba como directora encargada de la Dirección de Certificaciones y, por tanto, era una figura “de confianza” dentro del sector.

Viceministra Moira Novoa, la misma que firmó la Resolución Viceministerial para el recorte de las Líneas de Nasca y Palpa.
En este punto, el proceso se vuelve aún más cuestionable. La convocatoria fue ganada por Luis Felipe Mejía Huamán, pero mediante una fe de erratas se corrigió el resultado, otorgándole el puesto a Alarcón García en calidad de accesitaria. Mejía no habría llegado a firmar el contrato, y en un giro curioso pero conveniente, Alarcón asumió el cargo de forma oficial, pasando de ganar S/4,500 a más de S/11,264 mensuales.

El CAS fue ganado por Luis Felipe Mejía Huamán, pero luego corrigieron el resultado.
¿Quién dio la orden?
La pregunta es inevitable: ¿quién intervino para asegurar que Karla Alarcón se quedara con el puesto? Todo apunta a decisiones tomadas desde las más altas esferas del Mincul. Tanto la Oficina General de Recursos Humanos como la Alta Dirección —es decir, el ministro Fabricio Valencia y la viceministra Moira Novoa— estarían al tanto del proceso. Con el nombre de Ruth Quispe ya comprometido, y para no arriesgar la llegada de un profesional externo, se habría optado por consolidar a una figura que ya venía ejerciendo el cargo sin concurso y que, además, respondería fielmente a los intereses de quienes manejan el sector.

El 11 de junio convocaron como ganadora a Karla Alarcón García.
El cargo más codiciado
No se debe olvidar que la Dirección de Certificaciones es la joya de la corona del Ministerio de Cultura. Por esa oficina pasan todos los proyectos de inversión del país que requieren una evaluación arqueológica previa: minería, infraestructura, hidrocarburos, construcción, telecomunicaciones. Cualquier obra pública o privada necesita un CIRA o un PMA. Es decir, quien dirige esa oficina no solo tiene poder técnico, sino capacidad de incidencia en decisiones multimillonarias.
Por eso resulta tan preocupante que el proceso de selección no haya sido riguroso, ni transparente. En lugar de optar por la meritocracia, se ha preferido perpetuar prácticas que favorecen el amiguismo y el control político de una dirección técnica. Y si se valida como experiencia el trabajo administrativo desde una oficina, pronto veremos a otros funcionarios, sin experiencia real, disputando cargos estratégicos bajo el mismo criterio.
¿Y ahora qué?
Lo ocurrido en la convocatoria CAS N.° 216-2025-MC debe ser revisado con seriedad por los órganos de control del Estado. No se trata solo de un concurso más, sino de un proceso que compromete la legitimidad del sistema de contrataciones públicas, la credibilidad del Ministerio de Cultura y, sobre todo, la adecuada protección del patrimonio arqueológico del país.
Porque si quienes deben garantizar la conservación del patrimonio no saben ni siquiera cómo se ejecuta una intervención en campo, ¿Qué nos queda como ciudadanos? Solo mirar desde lejos cómo el poder se distribuye a puertas cerradas, mientras las formas legales se ajustan, como siempre, al tamaño de los intereses.
Cultura
Machu Picchu en la lista negra: el precio de la desidia
Machu Picchu, orgullo milenario del Perú, se tambalea bajo el peso de su propio éxito: hoy, más que una joya cultural, es una advertencia global sobre el turismo desbordado.

El esplendor de Machu Picchu, esa ciudadela suspendida entre la niebla y el abismo, ha dejado de ser solo un símbolo de orgullo nacional para convertirse, lamentablemente, en ejemplo de lo que ocurre cuando el patrimonio se subordina al lucro. La reciente inclusión del santuario inca en la lista de destinos que “ya no valen la pena visitar”, elaborada por la publicación internacional Travel and Tour World, es mucho más que una advertencia: es un grito de auxilio.
Junto a destinos igualmente emblemáticos como Venecia o Bali, Machu Picchu aparece ahora en un índice vergonzoso: el de los sitios donde el turismo masivo ha comenzado a erosionar lo que una vez se admiró. Las razones son contundentes: sobresaturación de visitantes, tarifas desproporcionadas y un impacto ambiental alarmante. A ello se suma la advertencia de la Unesco, que evalúa declararla Patrimonio en Peligro si el Estado peruano no actúa con urgencia y decisión.
No es una exageración. Según informes recientes, rutas diseñadas para no recibir más de 450 personas al día han llegado a registrar hasta 700 ingresos. El resultado es predecible: senderos desbordados, piedras milenarias al borde del colapso y una experiencia cada vez más parecida a la de una feria caótica que a la contemplación sagrada de un legado ancestral.
La Contraloría General de la República, por su parte, ha emitido un informe demoledor: aforos incumplidos, ausencia de fiscalización y una Aguas Calientes convertida en una máquina de exprimir turistas, donde los precios suben, pero la calidad se desploma.
El problema, claro está, no es el turismo, sino su pésima gestión. Especialistas en conservación han exigido una reestructuración del sistema de ingreso, la implementación de límites reales y no simbólicos, y un nuevo modelo de turismo sostenible que reconcilie el desarrollo con la protección. No se trata de clausurar el acceso a la maravilla, sino de salvarla de su propia fama.
La inclusión de Machu Picchu en esta lista negra debe interpelarnos como país. ¿Vamos a permitir que uno de nuestros mayores legados se pierda en manos de la improvisación y la codicia? ¿O tendremos, al fin, el coraje de actuar antes de que la historia nos pase la factura?
Mientras tanto, el ministro Fabricio Valencia continúa en su búnker solucionando sus problemas y haciendo seguimiento a la investigación de la fiscalía por el caso Shirley Hopkins.
Cultura
Ministerio de Cultura de Ica: ¿concursos CAS a medida?
Nuevas movidas en la DDC de Ica buscan coronar la dedocracia.

Por Luis Huertas
Desde hace años, las convocatorias CAS en el Ministerio de Cultura, tanto en la sede central como en sus Direcciones Desconcentradas, han sido señaladas por beneficiar a personas del entorno de confianza de ciertos funcionarios. Lo preocupante es que esta práctica no parece detenerse, y ahora el foco está sobre la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de Ica.
Surgen preguntas inevitables: ¿Desde cuándo la DDC Ica ha sido terreno fértil para estas maniobras irregulares?, ¿A quién favorecen realmente estas contrataciones?, ¿Por qué en medio de la grave crisis por las Líneas de Nasca, se lanza una convocatoria que despierta tantas sospechas?
Primer intento: CAS N°072-2025-MC
El 4 de febrero de 2025, se publica en la web del Ministerio de Cultura un concurso CAS para cubrir el cargo de subdirector/a de la DDC Ica. El puesto exigía un perfil técnico exigente, con experiencia específica, título en arqueología y colegiatura vigente. El sueldo: S/ 6,906 nuevos soles. Todo parecía estar en regla, hasta que el concurso desapareció.
Fuentes internas revelaron que, el concurso fue retirado tras una denuncia desde la misma DDC Ica, advirtiendo que la subdirección es un cargo de confianza y no debería concursarse vía CAS. Así, el proceso fue abruptamente anulado. Coincidentemente, semanas después, el entonces director Alberto Martorell presentó su renuncia mediante Resolución Viceministerial N° 069-2025-MC. ¿Este CAS era algún premio, orquestado por algunos “amiguitos” para cierto funcionario de la sede Ica? Y todo con el aval del ex director Martorell, hoy involucrado en algunos chats internos con el ministro Valencia. Luego de su renuncia, asume el abogado Víctor Injante la dirección de la DDC Ica y, sorprendentemente, se vuelve a insistir con el mismo CAS pero maquillado con otras aristas.

Fuente: Ministerio de Cultura.
Segundo intento: CAS N°296-2025-MC
El 10 de junio —en plena tormenta por la reducción del área protegida de las Líneas de Nasca y la crisis de gestión en la DDC Ica— se lanza una nueva convocatoria. Esta vez, el puesto se denomina “Coordinador/a de Subdirección de Patrimonio Cultural, Industrias Culturales e Interculturalidad”. En la práctica, el mismo cargo de subdirección, pero con otro nombre. Lo curioso es que los requisitos ahora son más flexibles:
- Experiencia general: de 6 a 5 años
- Experiencia específica: de 4 a 3 años
- Experiencia en el sector público: de 3 a 2 años
- Sueldo: de S/ 6,906 a S/ 6,000

Fuente: Ministerio de Cultura.
Como para hacerlo más accesible, solo se exige haber sido “especialista” durante un año. ¿Coincidencia? Difícil de creer. Todo apunta a que, presuntamente, esta nueva convocatoria estaría hecha a medida para la actual subdirectora Jeanette Gutiérrez, quien pasaría de ganar S/ 3,000 a S/ 6,000, con una plaza concursada y mayor estabilidad. Algunos señalan que podría incluso pedir licencia sin goces de haber, de su puesto actual y postular, sin riesgo alguno. Desde hoy se puede postular a este CAS, y todo puede pasar.

Fuente: Ministerio de Cultura.
¿Puestos a la carta?
Lo más preocupante es el trasfondo: ¿Por qué insistir tanto en este puesto? ¿Por qué reducir los requisitos? ¿Por qué en medio de una crisis de credibilidad en la gestión cultural? La DDC Ica no necesita una coordinación adicional, ya que la actual subdirectora cumple esas funciones. Entonces, ¿por qué insistir?
Mientras los titulares nacionales apuntaban al escándalo de las Líneas de Nasca, en silencio se gestaba una convocatoria que huele a favoritismo. El patrón es claro: flexibilización de requisitos, coincidencias con cargos en funciones, y beneficios personales.
Una llamada a la reflexión
Este tipo de maniobras no son nuevas en el aparato estatal, pero es hora de ponerle freno. Si el Estado sigue siendo usado para beneficiar a ciertos círculos de poder, sin meritocracia ni transparencia, estamos condenando la institucionalidad.
La ciudadanía exige respuestas, pero sobre todo decencia en la gestión pública. Desde Lima Gris seguiremos vigilantes. Porque el patrimonio no solo se protege en el terreno, también se defiende en la transparencia de quienes lo administran.
Cultura
Presentación del libro «El misterio de las aves kanchu» de Lizbeth Pretell Romero
El miércoles 25 de junio en la Casa de la Literatura Peruana se presentará el libro “El misterio de las aves kanchu” de Lizbeth Pretell Romero, gestora cultural e investigadora luriganchina, y publicado por el sello editorial Jukucha Ediciones.

Este libro nos permite conocer la historia de las aves kanchu, míticas aves sagradas de quienes se toma el nombre para crear el vocablo Rurikanchu, que a su vez da origen a la denominación del distrito de San Juan de Lurigancho. Un relato que muestra personajes y hechos con trascendencia histórica y ficticia; fruto de una investigación basada en los manuscritos del padre Francisco de Ávila, el libro “Ritos y tradiciones de Huarochirí”, así como en evidencias arqueológicas halladas en el distrito.
El proyecto fue concebido desde el área de museo del Centro de Cultura, Recreación y Educación Ambiental Huiracocha (CREA Huiracocha), el cual estuvo ubicado en el parque zonal del mismo nombre en el distrito de San Juan de Lurigancho. La sala permanente Ruricancho, más conocida entre sus pobladores como el museo de San Juan de Lurigancho, tuvo como propósito difundir y revalorizar la historia del distrito (ubicado en un territorio con aproximadamente 11 000 años de historia) entre sus pobladores y el público en general, mediante visitas guiadas y talleres de educación patrimonial. Gracias a estas actividades y de manera lúdica, se realizaron también jornadas de cuentacuentos para niños, con relatos basados en la historia de la comuna.
En la presentación participarán Lizbeth Pretell Romero, autora del libro; Ricardo Puga Huamán, ilustrador; y Alan Concepción Cuenca, bibliotecólogo. Además, se contará con la participación especial de Gerardo García Chinchay, director de la Dirección de Lenguas Indígenas del Ministerio de Cultura del Perú. La cita es el miércoles 25 de junio a las 6:30 p.m. en el auditorio de la Casa de la Literatura Peruana, ubicada en jirón Ancash 207, Centro Histórico de Lima. Ingreso libre con aforo limitado.
El libro podrá ser adquirido el mismo día de la presentación o a través de las redes sociales de la organización cultural Quebrada Canto Grande.
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