Por Chou Yew-woei, Comisario
Buró de Investigación Criminal de la República de China (Taiwán)
La pandemia de covid-19, ocasionó que muchas personas perdieran sus empleos debido a los confinamientos, llevándolos a buscar desesperadamente nuevos recursos financieros. La dura realidad para quienes viajan al extranjero en busca de trabajo es que corren el riesgo de ser víctimas de la trata de personas, una nueva forma de delincuencia transnacional que se aprovecha de las personas vulnerables en todo el mundo.
El fraude es un delito con una larga historia. Con el avance de la tecnología de la información y las comunicaciones, este antiguo delito está adquiriendo nuevas dimensiones y planteando una amenaza incalculable a la seguridad mundial. Como ha dicho el Secretario General de INTERPOL, Jürgen Stock, la necesidad de una sólida cooperación policial internacional es hoy más vital que nunca para hacer frente a nuevas formas de delincuencia transnacional, como la trata de personas y el fraude. Las organizaciones criminales operan actualmente bajo modelos de estilo corporativo altamente organizados que se basan en divisiones sofisticadas del trabajo, intercambio de información, aprendizaje entre pares y colusión y complicidad.
Para combatir el crimen transnacional, los agentes del orden de todo el mundo deben unirse. Por ello, el mundo no debería excluir a Taiwán, en consonancia con el propósito fundacional de INTERPOL, que es garantizar y promover la asistencia mutua más amplia posible entre todas las autoridades policiales criminales. Las autoridades policiales de Taiwán están tomando la iniciativa de colaborar con sus homólogos de todo el mundo para luchar contra la delincuencia. Su objetivo es cerrar la brecha en la red de seguridad global y trabajar por un mundo más seguro.
Taiwán debe ser incluido en los esfuerzos para combatir el crimen transnacional, aprovechando su destacado historial de seguridad pública
Taiwán, como la 21ª economía del mundo y el 17º mayor exportador, es el vínculo fundamental entre el noreste y el sudeste asiático y el centro para el flujo de personas, bienes y capitales. La calidad de vida general de Taiwán también ocupó el segundo lugar a nivel mundial, superando a países como Estados Unidos, Australia y Tailandia. Además, según las clasificaciones de seguridad y delincuencia de 2023 realizadas por el sitio web de base de datos Numbeo, de entre 142 países, Taiwán ocupó el tercer lugar en seguridad y tuvo la tercera tasa de criminalidad más baja de todos los países evaluados, mejor que todos los demás países asiáticos.
Reconociendo los constantes esfuerzos de Taiwán, durante 14 años consecutivos, el Departamento de Estado de los Estados Unidos ha clasificado a Taiwán como un país de Nivel 1 para combatir la trata de personas, entre más de 180 países y regiones de todo el mundo. El gobierno estadounidense también ha afirmado que, pese al impacto de la pandemia, Taiwán ha continuado trabajando con el sector privado para combatir la trata de personas y superar los diversos desafíos.
Sin Taiwán, INTERPOL está incompleta e insegura
Las organizaciones internacionales funcionan como plataformas importantes para la gobernanza global. Participar en estas organizaciones permitirá a Taiwán conectarse con el mundo, proporcionando una manera de utilizar su poder suave y retribuir a la comunidad global.
A medida que el crimen transnacional se expande en esta era de globalización, los pasaportes taiwaneses, que disfrutan de acceso sin visa a 145 países y territorios, se han convertido en objetivos principales para los criminales transnacionales. Esta es una amenaza que no debe subestimarse.
La capacidad de Taiwán para llevar a cabo controles de seguridad fronteriza y combatir delitos transnacionales como el terrorismo y la trata de personas se ve gravemente obstaculizada por su falta de acceso a la información criminal en tiempo real compartida a través del sistema I-24/7 de INTERPOL y su base de datos de documentos de viaje robados y perdidos. La prolongada exclusión de Taiwán de INTERPOL significa que los intercambios vitales de información a menudo no están actualizados y son desiguales. El hecho que Taiwán durante más de 39 años no pueda participar en reuniones, actividades y entrenamiento asociados a INTERPOL ha creado una brecha significativa en la red global de seguridad y antiterrorismo.
La seguridad global es de vital importancia y el apoyo a la participación significativa de Taiwán en INTERPOL sigue siendo esencial
Cuando en 1984 la República Popular China solicitó su adhesión a INTERPOL, impuso condiciones que contravenían el espíritu de la Constitución de INTERPOL. China se hizo cargo de los derechos y el estatus de membresía de Taiwán y citó constantemente las llamadas “cuestiones políticas” para asegurar que INTERPOL excluyera a Taiwán de una participación sustantiva en la organización, creando una brecha en la prevención del delito y el intercambio de información.
Se requiere el apoyo de todos para la participación de Taiwán en la Asamblea General anual de INTERPOL en calidad de observador. Esto permitiría a las autoridades policiales de Taiwán participar en diversas actividades, reuniones y entrenamiento, interactuar con otros países y abordar la deficiencia en el intercambio de información sobre delitos transnacionales. Esto no es un asunto político. La seguridad global nos concierne a todos. Dejemos que Taiwán e INTERPOL trabajen juntos.