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Cultura

Sentido homenaje a Diego Bertie a un mes de su lamentable partida [VIDEO]

Homenaje a Diego Bertie. Anoche se estrenó su video póstumo “¿Qué vas a hacer?” en colaboración con Augusto Madueño, en el Centro Español del Perú.

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Sus fans y miles de seguidores no lo olvidan, así pase un mes, diez, o cien años. Sus canciones y su calidez humana han impregnado en distintas generaciones que lo recuerdan alegremente por sus actuaciones en la televisión peruana o en el cine, así como en su carrera musical.

Justamente, un mes después de su fallecimiento, el productor y amigo íntimo del actor, Augusto Madueño, fue uno de los encargados de presentar el video póstumo de la canción “¿Qué vas a hacer?”, en donde también participó de las grabaciones, junto con otros actores que también eran muy cercanos a Bertie como Christian Esquivel, Mónica Torres, Melania Urbina, Fernando Luque, Diego Alonso Pérez, y Pablo Saldarriaga.

Actor Christian Esquivel, amigo íntimo de Bertie.

El lugar elegido para que cerca de más de 400 personas asistieran a su homenaje fue el Centro Español del Perú, ubicado en la avenida Salaverry, donde pudieron expresarle todo su cariño por medio de una fotografía que se había colocado en el local, dejándole arreglos florales, cartas, y oraciones al cielo para el multifacético artista.

A un mes de su deceso cientos de seguidores del artista se congregaron para recordarlo en el Centro Español del Perú.

En menos de 12 horas desde su publicación en el canal de YouTube de Augusto Madueño, el videoclip ha conseguido casi 10 mil reproducciones y decenas de comentarios positivos que celebran el homenaje a Diego Bertie.

“No puedo estar más emocionado. Tanto trabajo, tanto tiempo, y por fin compartiremos esto. Y triste a la vez. Tengo una pena muy honda por hacerlo sin ti presente, pero sé que desde la luz nos acompañarás en el lanzamiento”, señaló Augusto Madueño poco antes del estreno del videoclip.

Augusto Madueño, agradeciendo a todos los presentes por acudir al homenaje a Diego Bertie.

Como se recuerda, Diego Bertie falleció el pasado cinco de agosto, tras caer del balcón de su departamento, ubicado en un edificio en el distrito de Miraflores.

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Cultura

De Prada lo logró. La primera novela del siglo XXI

Un artículo de Hans Alejandro Herrera Núñez

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Este año editorial Espasa ha presentado la primera entrega de la novela Mil ojos esconde la noche, de Juan Manuel de Prada. La novela es un mastodonte de 1600 páginas, una obra que no se compara a nada escrito en lo que llevamos del siglo, una obra mastodóntica. Además, la presente obra desmitifica la figura de artistas como Picasso (protegido por el régimen nazi en el París ocupado), rescata del olvido vidas de escritores y pintores españoles en el exilio francés, y todo a partir de una exhaustiva investigación de los archivos policiales de París. En la era de las novelas gruesas que no dicen nada, y de novelas sutilmente profundas que languidecen de raquitismo, ésta novela significa un terremoto literario que solo los lectores muertos y los que están por nacer comprenderán en su real magnitud. La Novela en mayúsculas ha vuelto. Esta es la historia de un estudiante de Derecho que no quería ser abogado.

Una novela para el siglo XXI

El s. XIX tiene a Los Miserables de Víctor Hugo, Madame Bovary de Flaubert, Guerra y Paz de Tolstoi, y a Crimen y Castigo como sus obras cumbres. El siglo XX al Ulises de Joyce, El extranjero de Camus, La familia de Pascual Duarte de Cela y a El juego de los abalorios de Herman Hesse como sus obras cumbres en el género. El siglo XXI en cambio tenía una novela que no se encontrara a sí misma. Algunos buenos exponentes han sido La carretera de Cormac McCarthy, 2666 de Bolaño, Septología de Fosse u Orbitor de Cartarescu. En resumen, nuestro siglo no tenía una primera gran novela en su haber… hasta ahora.

En lo personal creía que Cartarescu escribiría la primera gran novela del siglo, sin embargo, me he llevado una gran sorpresa este año.

La novela existe y se llama «Mil ojos esconde la noche». La primera novela del siglo XXI que no está escrita para este siglo complaciente, políticamente correcto y autocensurado. Esta novela es recia, es viril. Luego es un demonio de novela que nos arroja al callejón de gatos del alma, como diría del Valle Inclán, una calle llena de espejos para vernos perversos y ruines cada vez que nos reímos de las fechorías de su protagonista, el poeta camarada Fernando Navales.

«Mil ojos esconde la noche» de Juan Manuel de Prada es una obra sólida y temeraria. Escrita íntegramente a mano, algo que ha influido sin duda a una prosa más cuidada (escribir a mano involucra escribir más lento, escribir con el cuerpo reclinado hacia la hoja con los dedos apretando el bolígrafo, conlleva a su vez a poner más pensamiento en lo que se escribe y por ende más peso), es una novela de 1600 páginas, algo inédito para nuestro siglo de novelas famélicas escritas en ordenador a toda prisa. Por aspectos editoriales la novela se presenta en dos entregas, esta primera se subtitula “la ciudad sin luz” y es de unas ochocientas páginas, la siguiente parte se estrenará todavía el próximo año gracias a editorial Espasa.

Las razones de la importancia de esta novela son muchas, en lo formal su aparente barroquismo es una continuación de la tradición del esperpento pero también del tremendismo, abundan palabras que solo los más viejos recuerdan, esto por el propósito de que su narrador es un poeta y está ambientado en la década de 1940 en el París ocupado por los alemanes. Y precisamente este carácter de novela histórica es la otra razón de su primacía. A diferencia de Soldados de Salamina de Cercas o de las novelas de romanos de Posteguillo, la presente novela es el resultado de un estudio a profundidad de archivos. Es decir, es una novela con alma de historiador, o mejor dicho de expediente policial minucioso. Basado en archivos de la policía francesa, también en la correspondencia de escritores y pintores, así como de crónicas de prensa de la época, Mil ojos esconde la noche ofrece un repertorio de novelas de artistas reales atrapados en el París de Hitler, y todos los datos hasta los más anecdóticos no solo son verídicos sino históricos, reconstruidos en el marco de una novela, donde uno de los pocos personajes ficticios es el propio protagonista, Navales, a través del cual nos aproximamos a las miserias humanas de poetas que buscan sobrevivir aún a costo de complacer al poder.

Navales es un poeta en el que nos podemos identificar de sobra por más que lo neguemos. Navales es un alma carcomida por el resentimiento. Fracasó como poeta y fracasó como militante político. Después de sobrevivir a la guerra civil española pasó a un autoexilio de olvido en París a pesar de pertenecer al bando de los vencedores. No obstante, una oportunidad se abre con la llegada de los alemanes a París, la oportunidad de un resentido de vengarse de todos esos artistas liberales, marxistas, anarquistas, comunistas y progres de siempre, que de la noche a la mañana están a tiro de escopeta del destino. El policía Urraca (personaje real), le encomienda una tarea secreta, captar a los artistas republicanos exiliados de la guerra para que colaboren en las actividades culturales de Falange (organización fascista y brazo político del primer franquismo). Navales se convierte así en el que compra y vende prestigios entre los artistas hambrientos de esos primeros años en que todos daban por seguro que Alemania ganaría la guerra.

En un ambiente de hambre y pobreza, pero también de oportunismo, el poeta Navales cumplirá su trabajo con alegre eficiencia, y conoceremos en esta novela las minucias de unas vidas de artistas e intelectuales que han marcado la mitología de la historia y que Juan Manuel de Prada viene a desmontar con la minuciosidad de un policía de la Historia, sin caer jamás en la mentira de la memoria histórica (porque la memoria es engañosa y convenida). Veremos pasar por la novela a Picasso, a Gregorio Marañón, a Martínez Sagi, entre muchos otros.

Un villano que cae bien como el personaje de la Conjura de los necios

Navales es un hijo del fracaso, es el resultado del desastre del 98, su vida es una secuela de la Historia en forma de veneno. Su resentimiento, aunque acre se hace digerible a través de su humor, también acre, pero humor al fin al cabo

En palabras del director de cine, Alex de la Iglesia, la última novela De Prada no solo es mejor que Las máscaras del héroe (obra referencial de fin de siglo donde Navales es co protagonista), que es decir mucho, sino que estamos ante “el texto más deliciosamente bruto, agrio e incómodo desde La familia de Pascual Duarte”. Toda esa turba multa de artistas que aparecen en el libro son históricos y los sucesos relatados son sorprendentemente reales, de una minuciosidad policial.

Navales es un falangista de pata negra y camisa vieja, miembro de las falanges de la sangre, consagrado en persona por El Ausente, pero que por circunstancias de la vida tuvo que mantener oculta su labor a costa de perder las mieles del triunfo político de su bando, el nacional, para finalmente pasar a un ostracismo junto a los derrotados. Estar en el bando ganador y acabar con los perdedores esa es la doble amargura de Navales.  Es capaz por alcanzar su objetivo de lo más miserable y mezquino que se pueda ser con los débiles. Como dice Alex de la Iglesia sobre él, “Navales arruina vidas, destroza carreras, insulta y menosprecia a cualquiera que se interponga en su camino, los cuales no son pocos. Sin embargo, nos encanta escuchar a Navales, porque disfrutamos como enanos la libertad de pensar lo que él piensa. Navales no miente, aunque mienta. Navales nos embauca diciendo la verdad. Navales sabe que nos encanta a pesar de nuestra incapacidad para aceptarlo. Nos ofrece generoso diversos sentimientos en bandeja de plata. Navales disfruta mezclando el sexo, la comida y la muerte. Es el monstruo definitivo De Prada, que se devora a sí mismo”.

Este poeta negro se deslumbra tanto por el genio de los otros que los detesta. Solo tolera los talentos menores, apagados, moribundos. Pero no sé conforma con ello, detesta la vida, detesta la literatura y detesta el amor. Maltratar escritores y artistas es su diversión, puede ser todo lo miserable que queramos, pero todos, de alguna manera al leerlo, participamos de esa miseria.

Navales tiene el más gratificante de los trabajos para un resentido, compra y vende prestigios. En una era de autocensura, como la nuestra, la cruda crapulencia de Navales nos resulta molestamente agradable, cómoda en su ruindad. Y lo que nos ofrece De Prada es la muestra de un cadáver moral por dentro. Ser sincero en la infamia en esta época de cobardes es lo más valiente que se puede hacer, de ahí la recompensa de la impunidad con que los lectores le pagamos al protagonista. Porque no nos engañemos, es fácil acostumbrarse a tener zurraspas en los calzoncillos.

La novela tiene por recursos el uso de la hipérbole y la sinécdoque. Es esperpéntico, hijo de la tradición de Quevedo y De Valle Inclán. Narrado en primera persona, leerlo te hace cómplice y participe del regodeo en su crapulencia. En la era de los resentidos este libro llega como un martillazo que rompe las paredes de nuestra conciencia bien pensante, para dejar entrar aire fresco, y también algo de luz.

El resentimiento de Navales ha carcomido su alma, las cuatro esquinas de su corazón, son esquinas negras. Pero no hay maldad absoluta, presenta resquebrajaduras solo ante dos mujeres, una actriz y una poeta, por supuesto, también reales. Como explica De Prada: «No sé puede ser absolutamente maligno como tampoco se puede ser sublime sin interrupción». Y en efecto hay momentos en que Navales tiene momentos de debilidad, en que la compasión vence su malignidad. Siente debilidad por dos mujeres, una vergonzosa debilidad llamada ternura.

«Fernandito, tu también puedes sanarte, Fernando, aunque tal vez ya no vuelvas a escribir tan brillantemente como lo haces ahora. El perdón es la mejor obra de arte que podemos completar en esta vida». Le dice Ana de Pombo, la cantante y actriz, que le abre el camino a la puerta de la redención del resentimiento del poeta.

Hay algo mefistofélico a la inversa, en un sentido cristiano en esto: entregar el genio literario a cambio del perdón. Algo difícil para Navales quien en un momento dice: «Renunciar al estilo se me antojaba más difícil que renunciar a la honra». Sin embargo, sea la actriz Ana de Pombo o la poeta anarquista Ana María Martínez de Sagi, algo empieza a operar en su espíritu.

Solo a ellas dos Navales respeta por encima de los demás, incluso por encima de El Ausente, incluso por encima de las ideologías. “Tal vez todas las ideologías se alimentan del despecho humano, del fracaso, del odio, del resentimiento. De todas esas inmundicias morales en dónde la ideología penetra como un nido de alegres víboras, acostándose con ellas y haciéndolas fecundas”. Serán la actriz y la poeta la que le descubrirán a Navales la tercera vía, el perdón de los pecados. Solo el amor extirpa la envidia y el odio. Atestiguamos el cambio, como dice Alex de la Iglesia, “el hombre ya no es un monstruo es tan solo un animal herido”.

La historia de Navales es la génesis de un resentido, de un relegado, porque no convenía que se conociera cierta parte de la historia. De ahí su exilio en París.

Dentro de la novela hay también otra novela, El Tiberio de Gregorio Marañón, una biografía sobre el resentimiento en el que Navales se verá como en un espejo. Es con Marañón, un liberal que, progresado al conservadurismo, con quién más se encona, y sin embargo será testigo del regreso tranquilo de Marañón a su cátedra en el Madrid franquista, cosa que Navales le resulta insoportable. Su resentimiento es también bíblico, es el resentimiento del hijo primogénito de la parábola del hijo pródigo, que ve regresar a su hermano perdonado por el Padre.

En resumen, esta novela es una novela salvaje, de una franqueza cruel, en que se refleja lo peor de nosotros los poetas. Los vituperios de Navales a esa caterva de poetas y pintores hambrientos, son como diría Cernuda, «las formas amargas del elogio».

Escribir a mano

Lo más increíble de esta novela de 1600 páginas es que su autor la escribió a mano. De Prada es muy posiblemente el único novelista que ha escrito toda su obra a mano. Este ejercicio hoy solo lo hacen los poetas, pero De Prada ha retomado una costumbre que diferencia su prosa y ha contribuido a acercarla más a la poesía. Como él menciona: «La tecnología abrevia nuestras decisiones morales, abrevia nuestro discernimiento. En cambio, escribir con bolígrafo es una actividad más física y más lenta, y al ser más lenta te da tiempo a poner en cada frase más pensamiento que un ordenador. Quizás los poetas sois los únicos que siguen escribiendo a mano. Yo escribo a mano porque pongo más de mí, pongo más conexiones entre las palabras. En cambio, cuando tecleas ante una pantalla, el lenguaje es siempre más expeditivo, es más directo. Cuando escribes a mano el puro arabesco de la caligrafía te permite escribir de forma más demorada y permite que en cada palabra concentres una mayor intensidad mental, y por tanto una mayor posibilidad de inspiración».

En efecto escribir a mano es más físico, hacerlo con regularidad hace que las yemas de los dedos acaben deshechas, torcidas, y el dedo medio acabe torcido también como los amanuenses egipcios, porque mientras uno escribe, con la espalda encorvada y el cuerpo recogido, volcado sobre sí mismo, te sale un cayo en el dedo. Pero escribir es como decía el maestro Emilio Alarcos, el ofrecer bellas palabras que han de generar un placer inmediato, puro y desinteresado. El libro auténtico de literatura es, por consecuencia, aquel que te da un calambrazo, porque en la página tal te encuentras con un cortocircuito, y en esa prosa nerviosa hay algo de la vieja poesía.

De Prada que ganó a lo largo de su vida más de trescientos concursos de relato corto, ha llegado a vivir de ello. Porque escribir se hace, como él dice, «con el culo, no hay otra manera, se hace atornillado a la mesa».

Todo lo que escribe De Parada en este libro como él mismo menciona, lo consiguió de los archivos. Y ¿dónde están los archivos de los poetas y pintores? En la policía, en este caso de la prefectura de París, porque esos poetas y pintores exiliados eran sospechosos de andar en malos pasos o de no tener moral. Es una obra nacida de los archivos, un rescate de la historia de nuestra literatura en español. Según ha declarado en varias entrevistas el autor, el noventa por ciento de esta novela son hechos reales, salvo un par de personajes, todos los demás han existido en esa ratonera que era el París ocupado por los alemanes.

Historia de un escritor

La historia de Juan Manuel es el sueño de todo estudiante de Derecho que no quiere ser abogado, sino escritor. Antes que existiesen las facultades de comunicaciones o las de literatura, mucho antes que viera nacer el mundo a la universidad de Lima o al TUC, a los que tenían esa sospechosa inclinación de ser escritores, sus familias los mandaban a enmendar la vida a la gloriosa facultad de Derecho. De Derecho han salido políticos, asesores, criminales, santos, filósofos, aprendices de carnicero, periodistas y hasta abogados, pero también alguno que otro escritor. Derecho era el nido de víboras donde se empollaba el corazón venenoso del escritor. Porque no nos engañemos, rara vez un escritor es una buena persona, pero acaso ¿quién es inocente entre los culpables? Y ya sé que escribo mal, pero es así como hablo, peores defectos tengo, lo sabe Antonio que es abogado, pero gracias a Dios no ejerce, solo se dedica una vez a la semana a ensuciarse el oído escuchándome, eso y a escribir libros buenos, que son de la raza de los libros peligrosos. A él le dedico mi entusiasmo. Y ya sé que las dedicatorias van al comienzo, pero ni modo, soy desordenado hasta en esto.

Juan Manuel de Prada es nieto de un taxista, su padre se superó como lo hacen en la clase trabajadora, estudiando a distancia para ascender a abogado y seguir trabajando para mantener a su familia. Juan Manuel que creció en una mejor condición social, fue mandado como se debe a la universidad, a estudiar Derecho, porque como sabemos el mundo es de los licenciados. Sin embargo, el joven De Prada tenía otros planes, pero poco tiempo para realizarlos. Tenía un plan B para su vida, huir al destino de los legajos fatuos donde la vista se pierde leyendo riadas de artículos y sentencias vinculantes. De Prada quería ser escritor. Dios o el Diablo sabrán de donde le nació la idea, en qué mala hora se dispuso a buscarse arruinar la vida. Tan bien que iba avanzando la familia.

Lector fanático sobre todo de autores olvidados. Entre sus tempranas aficiones estaban los poetas malditos. En específico la generación de La Bohemia, los poetas españoles de 1920. Un puñado de pobres desgraciados, letras heridas como los llaman en Cataluña, gente envenenada por la literatura y que solo podían vivir dedicados a ello en un permanente viernes santo. Sus lecturas de autores que hacía mucho no eran reeditadas, pero que los más viejos y conspicuos de los escritores godos recordaban con especial estupefacción, lo inspiraron a escribir un primer libro: Coños, inspirado en el famoso y casi totalmente olvidado libro, Senos de Gómez de la Serna. Este libro lo llevaría a ser reconocido entre los escritores mayores y ya consagrados como fue el caso de Paco Umbral, quien apoyó su trabajo, a modo de un protector y patrocinador y quien sabe si también como un maestro.

No obstante, las cosas se torcerían para mal, porque solo hay algo peor entre escritores que robarse versos, y eso es escribir bien, pero muy bien. El triunfo literario ajeno (y no me refiero a los premios sino a la obra en sí), sabe mal entre los escritores.

De Prada cometió el pecado mortal de escribir una novela, su primera novela, «Las máscaras del héroe», que no solo le ameritó el primer premio de un certamen de literatura de segunda línea, sino que fue en sí misma esa novela una gran novela, y esto a los 26 años de edad, algo que Paco Umbral, nuestro gran Paco Umbral, no lo pudo soportar.

Paco Umbral pasó de dedicarle a De Prada en su diccionario de literatura cuatro páginas (donde menciona que lo más importante en De Prada es que escribe y no redacta, que lo que hace es escribir páginas artísticas), a hacer llamadas telefónicas a redactores y periodistas para ennegrecerle la vida a un autor que recién empezaba.

Anna Caballé, periodista, recuerda que la primera vez que supo de Las máscaras del héroe De Prada, fue en una cena con varios compañeros de la facultad de periodismo en que invitaron a Paco Umbral, y quién en toda la velada no dejó de hablar mal de Juan Manuel y de su libro. Y claro, nadie había leído el libro, pero de inmediato se precipitaron a buscarlo, comprarlo y leerlo. De tomas maneras todos comprenderán que Umbral que nunca tuvo el aliento largo de la novela se halló ante una novela escrita por un crío, pero no cualquier novela, sino la novela que, a él, a Paco Umbral, le hubiera gustado escribir. Y claro, la reacción de Umbral no fue generosa sino resentida. Las máscaras del héroe es una gran novela que debemos leer, donde aparecen Huidobro, un Borges joven, Pio Baroja y muchos más. Pero Mil ojos esconde la noche, es algo más, mucho más.

Para Pérez Reverte, De Prada es “quizás el más brillante prosista de su generación”. ¿Por qué quizás?

 Lo cierto es que nadie escribe como él.

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Cultura

Ministro de Cultura Fabricio Valencia ¿reafirmará su defensa respecto del patrimonio cultural?

El nuevo ministro de Cultura participó de la conferencia de la PCM junto al premier Adrianzén. En su intervención frente a la prensa señaló importantes puntos que trabajará desde el MINCUL.

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Tras la reciente sesión de Consejo de Ministros, el nuevo titular de Cultura habló sobre el Archivo General de la Nación y advirtió que trabajará para defender y preservar el patrimonio cultural. Asimismo, indicó que el Mincul tendrá un diálogo abierto con todas las culturas y sobre todo se trabajará en la protección de la mujer indígena, cuyo grupo representa alrededor de un 10% de la población nacional y anunció una agenda de actividades gratuitas para el público para brindar el acceso al derecho a la cultura para todos.

Como se sabe, el Ministerio de Cultura, durante la gestión de Leslie Urteaga Peña en los últimos 20 meses ha sido una institución que prácticamente abandonó la misión para la que fue creada. Es decir, diversos destinos turísticos y arqueológicos declarados patrimonios culturales de la Nación, continúan abandonados a su suerte, como el caso de Kuélap, entre otros.  

Asimismo, la problemática institucional y administrativa del Museo Nacional del Perú (Muna), se acrecentó aún más en este “elefante blanco” que pretende inaugurar muy pronto, en el mes de diciembre. Y ni qué decir, de la cuestionada negociación entre el Mincul y la empresa Joinnus, del grupo Credicorp, que pretendía manejar y controlar la venta de boletos electrónicos en la llacta del santuario de Machu Picchu. Por esa razón la exministra Urteaga Peña se ganó el repudio de los ciudadanos cusqueños.

En ese sentido, la incursión del nuevo ministro de Cultura, Fabricio Valencia se da en medio de un escenario de desolación por las razones antes expuestas. Por el hecho de saber que los problemas en esa cartera cada vez más se acrecientan. Entre tanto, Valencia Gibaja, prácticamente, ha cogido una “papa caliente”; entonces nos preguntamos ¿Podrá darle un giro bienhechor y deseable al Ministerio? ¿Hay competitividad y capacidad? ¿El reciente Ministro dará la talla? Lo que sabemos del nuevo ministro Valencia, es que, durante los últimos años, ocupó distintos cargos inherentes al sector; esperemos que su gestión sea para defender el patrimonio cultural que, de acuerdo con la normativa nacional e internacional es intangible bajo todo concepto.

En una entrevista pasada, el actual ministro de Cultura se pronunció a favor de la demolición de la construcción del hotel Sheraton en el Cusco.

El nuevo ministro Fabricio Valencia Gibaja en su calidad de experto en patrimonio cultural ha litigado contra la Municipalidad Metropolitana de Lima, específicamente, contra el Programa Municipal para la Recuperación del Centro Histórico de Lima (Prolima), empresa municipal que en 2022 ordenó tumbarse las rejas perimétricas que tienen como fin garantizar su protección, lo cual fue condición impuesta por UNESCO para su inclusión en la Lista Mundial y parte de los muros de la Basílica de San Francisco en el centro histórico de Lima. Como se sabe, Valencia Gibaja antes de ser ministro de Estado, se desempeñaba como abogado de la orden Franciscana de los Doce Apóstoles cuando demandaron a la Municipalidad Metropolitana de Lima, quien aparentemente tuvo el apoyo del Ministerio de Cultura. Lo cierto es que, hasta el momento, la Sala en segunda instancia del Poder Judicial hace un par de meses declaró improcedente la demanda presentada por los franciscanos; y ante esa decisión, el entonces abogado de la orden religiosa anunció que recurrirían al Tribunal Constitucional (TC), por cuanto se trata de un bien inmueble que cuenta con doble reconocimiento, en primer lugar, por ser un bien integrante del patrimonio cultural de la Nación y en segundo lugar, por estar inscrito en la Lista Mundial con un valor único excepcional, el cual debe estar protegido por el estado peruano quien tiene la condición de estado – parte en la Convención sobre la Protección del Patrimonio Cultural y natural – UNESCO 1972, insertada en nuestro ordenamiento jurídico, habiendo asumido obligaciones en cuanto a la protección del patrimonio mundial ubicado en su territorio nacional.  

Finalmente, el ministro Valencia Gibaja, durante la sesión del Consejo de Ministros también se refirió a las amenazas que viene sufriendo la arqueóloga Ruth Shady, de parte de inescrupulosos traficantes de terrenos; y anunció que el Ministerio de Cultura le brindará toda la ayuda que sea necesaria, por el respeto que se tiene por su trabajo realizado durante años, pero también, por el respeto a la memoria de lo que representa la milenaria Ciudad Sagrada de Caral.  

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Cultura

Klauz N’ Cherry lo nuevo del pop peruano

Dos jóvenes que llegan para apoderarse del mundo con su talento y música.

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Klauz N’ Cherry, es un dúo nacido en Perú, para ser exactos ambos son oriundos de la ciudad de Lima y cultivan el género Pop Rock & Electro Latino. Esto debido a la gran influencia que han tenido presente en su Familia.

Conformado por los jóvenes hermanos“Claudio y Danae (Klauz N’ Cherry)”. Ellos deciden unir sus voces para llevar a cabo este proyecto musical con el que nos traen nuevos matices. Para este dúo el haber crecido en una familia llena de arte, los colma de influencias musicales que siempre tienen presente; por el lado Paterno tienen como referente a un gran músico y compositor, en el lado Materno tienen una artista plástica y visual increíble.

El dúo se formó a inicios de 2023 y están elaborando su primer álbum, para el cual ya tienen terminado los tres primeros sencillos “Reflejos” “Mi Estrella” y su primer lanzamiento “Aún”el cual viene acompañado de un hermoso vídeo grabado en los campos de la ciudad de Chaclacayo. Este primer sencillo ya está disponible en todas las plataformas y el vídeo completo lo pueden disfrutar en la plataforma global de Youtube, este MV apunta a convertirse en todo un suceso.  El primer corte musical nos sumerge en una poesía que nos narra acerca del amor profundo que no se olvida, de aquellos corazones rotos, la vida de la gente joven y sus emociones encontradas cuando experimentan el primer amor / desamor, aquel que no es fácil de olvidar.

El nuevo álbum, tiene como compositor a Fernando Valeriano (Padre) y en la producción musical a Los Magos Récords. El área visual está bajo la batuta de María Talledo (Madre).

Klauz N’ Cherry promete apoderarse de todo el Perú con una nueva propuesta musical y original, con un refrescante sonido desean obtener el reconocimiento del respetable público.

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Cultura

Llegada del ministro Fabricio Valencia genera optimismo en el sector cultural

El especialista en patrimonio cultural tiene la misión de erradicar la nefasta gestión de Leslie Urteaga, quien no llegó ni siquiera a inaugurar el MUNA.

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Ayer en Palacio de Gobierno juramentó Fabricio Valencia Gibaja, como nuevo titular del MINCUL. Su llegada a la cartera de Cultura genera optimismo en el sector. Dentro de su hoja de vida se menciona que es abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú, especialista jurídico en patrimonio cultural y, además, cuenta con estudios de Maestría en Museología y Gestión Cultural por la Universidad Ricardo Palma y con un Posgrado Internacional en Patrimonio y Turismo Sostenible en la Universidad Nacional Tres de Febrero, Buenos Aires – Argentina. También es Miembro Experto del Comité Científico Internacional de Asuntos Legales, Administrativos y Financieros de ICOMOS.

Valencia Gibaja es reconocido como un profesional que permanentemente ha defendido nuestro patrimonio cultural y durante los últimos años ha cuestionado la mala gestión de diversos ministros, incluyendo a la saliente Leslie Urteaga Peña.

En una entrevista pasada en el portal Lima Gris, el actual ministro se refirió a la fortaleza Kuélap, señalando: “En Kuélap no se ha hecho ninguna intervención sería, y se está abriendo por un tema de presión, y eso está mal. Tratemos seriamente el patrimonio cultural, por favor. No nos burlemos de la memoria de nuestros ancestros. No podemos tratar esto como cualquier cosa. A mí honestamente me fastidia que en vez de tomar las acciones de conservación pro patrimonio se abre Kuélap para satisfacer algunos intereses de por medio, y seguramente los muros van a seguir colapsando y van a seguir cayéndose”.

También en otra entrevista, el actual ministro habló sobre el caso de la construcción del Hotel Sheraton en Cusco y la presunta corrupción: Escuchado que hay toda una red de corrupción, y que existe una mano negra. A mí lo que me queda claro, es que es lamentable que haya caducado todo este procedimiento, ya que el ministerio sabe perfectamente los plazos de caducidad, no es que no los conozca. Todas las personas involucradas tendrán que ser investigadas, y si se les encuentra responsabilidad se les va tener que sancionar por la vía administrativa, civil o penal, según corresponda”.

Con la llegada de Valencia Gibaja se espera cambios profundos en todo el MINCUL, ya que durante los últimos años el Ministerio de Cultura solo ha servido como caja chica para un grupo de personas vinculadas al sector caviar. Esperemos que el ministerio ya no parezca un holograma en la avenida Javier Prado y que pronto se inaugure el MUNA, tarea que jamás pudo cumplir Leslie Urteaga.

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Cultura

Fitzcarraldo, el restaurante amazónico que sorprende con sus comidas y bebidas típicas en Iquitos

En la selva peruana un histórico espacio gastronómico administrado por Óscar Funes se ha convertido en el epicentro de la cultura amazónica.

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Por Margot Simons

Lima Gris llegó hasta la ciudad de Iquitos para conocer la diversidad cultural y gastronómica de la región de Loreto, pero también para conversar con el empresario gastronómico Óscar Funes, dueño del restaurante Fitzcarraldo, ubicado en el corazón de la isla bonita.

En esta entrevista conoceremos la historia y la propuesta de uno de los puntos gastronómicos más representativos de la ciudad de Iquitos. Aquí la entrevista.

Señor Funes ¿por qué tenemos que venir a Fitzcarraldo?

Bueno, Fitzcarraldo es una opción de las tantas que hay en Iquitos. Nosotros tratamos de mantener las raíces de la comida loretana, pero también le damos una impronta nuestra, y generamos un poco de fusión en algunos platos. Nosotros mantenemos la tradición de cómo se preparan los platos, y otros fusionados, con técnicas e insumos de otros lados pero básicamente manteniendo la raíz del plato regional. Es una propuesta diferente nada más. No digo que sea mejor ni peor que otra, solo digo que es diferente.

¿Qué platos regionales encontramos en Fitzcarraldo?

Por ejemplo, esta la Patarashca, que es un plato tradicional de la Amazonía. También el Inchicapi, que es otro plato tradicional que los mantenemos según la tradición. Hay otros platos que ya fusionamos, usamos insumos locales pero ya jugamos un poquitito con técnicas de cocina de otros lados. Por ejemplo, tenemos otro de los platos bandera acá del restaurante, es el medallón de paiche. Ese plato es un pescado típico de aquí de la Amazonía, pero nosotros lo preparamos con una reducción de mantequilla y alcaparras, usando una técnica francesa. Y lo acompañamos con maduros al horno, es la mezcla que hacemos del insumo, utilizando técnicas de otros lados.

Costillar de paiche.

¿También se puede encontrar platos internacionales?

También hacemos pastas. Todas nuestras pastas y los panes lo hacemos nosotros. El costo quizás sea más alto, pero le damos nuestra propia personalidad al producto. La gente sabe que la pasta que come acá, no la come en otro lado. No digo que sea mejor, ni peor que en otro lado, es diferente. Tratamos de diferenciarnos con otros lugares.

Medallón de paiche.

¿Con qué insumos trabajan?

Nuestros insumos lo compramos en el mercado regularmente. Ahora, en el caso de las carnes, tanto pescado como carne de monte, trabajamos con comunidades. Tratamos de mantener un equilibrio, digamos que no haya una depredación de los recursos que aquí es complicado. La gente muchas veces no toma conciencia de lo importante que es tratar de mantener ese equilibrio. Acá nosotros hemos dejado de comprar, por ejemplo, doncella, que es uno de los pescados más comunes, porque los tamaños no se estaban respetando. Venían tamaños cada vez más chicos, porque ya estaban explotando de manera complicada. Nosotros dejamos de comprar hasta que conseguimos un contacto con una comunidad que nos abastece.

¿Qué bebidas podemos encontrar en Fitzcarraldo?

Tenemos algunos macerados, como el vodka Fitzcarraldo, que es un macerado de clavo huasca y chuchuasi. Lo maceramos durante tres semanas en vodka. Después lo reducimos para preparar el trago. Entonces, este trago es justamente la reducción de ese concentrado, de ese macerado, con ginger ale, un poco más de vodka y un poquito de kion (jengibre). Después, hay huitochado, que también es otra fruta amazónica que se prepara. El huitochado se encuentra en todos lados. El macerado de coca, digamos que la hoja de coca no es de acá, pero se consume bastante. Hay otro trago gindra, que se prepara con el limón sidra. Es una mezcla de Gin con la sidra. Un trago muy simple, pero muy sabroso.

¿Y cuál es su coctel bandera?

Depende del lugar, pero la verdad no es que siempre sale el mismo trago. Es por temporadas. Hay uno que se llama vodka raicar, por ejemplo, que se prepara dentro del hielo, le ponemos ají charapita y lleva sachaculantro también. Entonces queda muy perfumado y el ají va entero, a medida que se va disolviendo el hielo empieza a largar su aroma y también la parte su picante. Entonces, le da otra textura.

¿Qué diferencia a Fitzcarraldo de otros restaurantes de la zona?

Bueno, creo que somos los únicos en la Amazonía que estamos haciendo catas de vino. Anoche, casualmente tuvimos una, cada 15 días hacemos cata y armonía. Se trata de una cata con distintos platos regionales. Es un evento que está teniendo mucha aceptación en Iquitos, porque se está generando una cultura del vino que muchas veces piensan que por ser una zona caliente el vino no se da, pero sí, el vino se da para esta zona. La gente está aprendiendo, está conociendo también un poco más sobre sus platos, porque utilizamos muchas cosas de acá que son platos nuestros, con carne del monte, pescados, tratamos de valorizar eso. Le estamos dando valor al vino peruano, ya que en Perú tenemos muchos vinos que están siendo premiados internacionalmente.

¿Vinos de qué países podemos encontrar en Fitzcarraldo?

Creo que tengo una muy buena propuesta en cuanto a vinos. Tenemos vinos en Perú, Chile, Argentina, Italia, Francia, España, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Estados Unidos. Tenemos más de 70 etiquetas diferentes. No cualquier restaurante las tiene.

Veo que también cuentan con una variedad de piezas de arte…

Tenemos toda la colección de un pintor americano, pero como verás son todos retratos de mujeres de la Amazonía. Él es un pintor que ha sido formado en Italia y trabajó en El Vaticano. Acá tratamos de fomentar el arte, anoche casualmente en la cata estuvo Christian Bendayán y lo que hablamos con Christian es tratar de incluir en la cata un apartadito de arte. Es decir, hablar como se habla de los vinos y los platos, agregando dos o tres obras de algún artista local y explicar cuál es la técnica, los materiales que se utilizan, el motivo de la obra. Es importante darle un poquito más de difusión al artista local que tenemos en Iquitos.

¿También realizan otras actividades culturales como presentaciones de libros?

Sí, hemos hecho un par de presentaciones con escritores locales, tratamos de darle cabida al arte en todas las expresiones que se puedan. Obviamente no tenemos un lugar tan grande como para hacerlo pero a la medida que se pueda lo hacemos, también hay una pequeña biblioteca, pequeñita, pero lo importante es que este presente. En nuestra biblioteca tenemos distintos libros de distintas cosas, justamente hay libros de Christian Bendayán mostrando sus trabajos, pero también están libros de escritores locales, cuentos cortos, como para quien venga a comer o tomar algo y pueda leer un pedacito y conocer a algún escritor local.

Hábleme de Fitzcarraldo y su relación con la película del cineasta alemán Werner Herzog…

Justamente el nombre del restaurante es por la película, es un tributo que se le hace a la película porque hay dos historias vinculadas. Hay dos fuentes para utilizar el nombre, por un lado la película, y por otro lado esta casa que es una casa de la época del caucho, un empresario boliviano vinculado al caucho, Antonio Vaca Diez, compró esta casa para asociarse con Carlos Fermín Fitzcarrald, no es el personaje de la película, porque en la película se llama Fitzcarraldo y este es Fitzcarrald, pero es el inspirador para que se haga esta película.

Entonces, este boliviano vino acá al Perú para asociarse con Fitzcarrald para trabajar en el tema del caucho, pero lamentablemente a los pocos días que se conocieron viajaron hacia la zona donde trabajaba Fitzcarrald y murieron ahogados en un accidente. Nunca pudieron trabajar allí. Pero quedó el legado de esta casa. Y el dueño de la casa revolviendo cajones encontró una escritura donde aparecía el nombre de Vaca Diez, y ahí es donde él empieza a investigar sobre Fitzcarrald y termina escribiendo un libro que se llama “Fitzcarrald. Pionero y depredador de la amazonia”. Es muy interesante, lamentablemente se agotó el libro, pero si bien es una novela, está basado en muchísima información de la vida, está muy bueno.

Klaus Kinski en la película Fitzcarraldo de Werner Herzog.

¿Ahora usted es el propietario?

Exacto. Si bien esta es una casona de la época del caucho, yo no sé por qué, pero no está considerada dentro del patrimonio arquitectónico. O sea, yo tranquilamente podría modificar esto, pero la idea es mantenerlo como un monasterio cualquiera. La parte exterior por lo menos se conserva tal como está. Lo adornamos, lo decoramos, pero no lo modificamos.

¿Cuál es el mensaje final para el público?

Los esperamos por aquí cuando estén en Iquitos para ofrecerle nuestras comidas y bebidas.

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Cultura

Universidad de Lima: Rectora Patricia Stuart desaparece el Centro de Creación Audiovisual (CREA)

Un duro golpe a la creación audiovisual y cinematográfica. A pesar de 7 años de realizaciones audiovisuales con un equipo de profesionales que logró destacadas producciones, como la película “El corazón de la luna”, ganadora de diversos festivales internacionales; la nueva gestión de la rectora Patricia Stuart Alvarado decidió desactivar el CREA. Profesores y alumnos cuestionan esta decisión que atenta contra la creación artística.

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El Centro de Creación Audiovisual de la Universidad de Lima (CREA), surgió en 2017 como un espacio de innovación que forma parte de la Facultad de Comunicación. En su ideario señalaban que unían ciencia, arte y práctica en la producción de contenidos audiovisuales y servicios relevantes para la sociedad. Y que su objetivo era innovar con propuestas originales en el ámbito del entretenimiento, la cultura y el desarrollo, realizando investigaciones y consultorías para proyectos audiovisuales, tanto nacionales como internacionales.

Sin embargo, los diversos proyectos orientados al uso y la convergencia de la tecnología para la generación de contenido audiovisual y educativo y alineados con las nuevas tendencias en la industria audiovisual, ya no va más.

El CREA era un proyecto ambicioso

Como se sabe, contaba con espacios e infraestructuras, como el Estudio, un espacio de 21 por 16 metros cuadrados y 8 metros de altura, habilitado con cámaras Sony 4k de televisión, parrilla de luces y switcher. Así como, salones adecuados para capacitaciones, talleres y diversos usos, e Islas de posproducción y colorización con computadoras aptas para posproducción de proyectos audiovisuales; así como múltiples equipos audiovisuales de alta gama, aptos para desarrollar ideas creativas y producciones profesionales.

Incluso obtuvieron el premio DAFO en la categoría Proyectos de Largometraje en Construcción, para el desarrollo del filme “El corazón de la luna”, de Aldo Salvini. Prácticamente, la primera película desarrollada enteramente por una universidad. Desde el Centro de Innovación Tecnológica (CIT), que colaboró con el desarrollo de personajes, hasta la participación de docentes de la Universidad de Lima y miembros del CREA para la realización de la película. Y que por si fuera poco ganó algunos festivales de cine internacionales, como mejor película, en el Festival Sci-Fi London en 2021; y el premio a la mejor actriz en los festivales de Sydney Science Fiction Film, también en 2021. Y en 2022, en los festivales de Cine Fantástico de Porto Alegre; y The Boston Science Fiction Film Festival. Asimismo, la película fue prenominada a los premios Oscar como mejor película extranjera. 

Película “El corazón de la luna”.

El Crea estaba conformado por Julio Wissar, como su director, Macarena Coello como Productora general; Luciana Franco como Social media manager; y los realizadores audiovisuales y docentes de la Ulima:  Raúl Santiváñez, Eduardo Ojeda, Martín Haro, Alexei Lock, Carlos Quiroz, Sandra Rodríguez, Álvaro Iparraguirre, Ricardo Vizcarra, Adriano Moreno, Jimmy Johnson, Alberto Matsuura y el técnico Juan Carlos Pariona, entre otros.

Administración de la nueva rectora Stuart Alvarado desactiva el CREA

Como se recuerda, el 1 de junio del 2019, la Asamblea Universitaria eligió a los doctores Óscar Quezada Macchiavello y Patricia Stuart Alvarado como las nuevas autoridades de la Universidad de Lima para el período 2019-2024. El doctor Quezada, fue reelegido como rector, y la doctora Stuart, asumió el vicerrectorado, y comenzaron su gestión el 19 de junio de 2019. No obstante, transcurridos cinco años, desde el 19 de junio del presente año, Patricia Stuart Alvarado fue elegida como rectora para el periodo 2024-2029: “Agradezco a los miembros de los Consejos Consultivos de todos los programas académicos por el apoyo que nos brindan al acercarnos al mundo empresarial”, fueron las primeras palabras de la doctora Stuart, al asumir el cargo de rectora.

Rectora Patricia Stuart Alvarado.

El CREA desaparece  

Desde la propia universidad diversos estudiantes y docentes de la Universidad de Lima, se han manifestado ante una publicación en la red social del Centro de Creación Audiovisual de la Universidad de Lima, que aun no queda muy claro. Es decir, ¿Qué significa que durante el 2024 pasen a una etapa? ¿Acaso desaparecerá?

En la publicación desde el Crea señalan: “Durante este tiempo, Crea ha sido un espacio de aprendizaje, creatividad y colaboración que ha dejado una huella importante. Juntos, hemos innovado y crecido como una comunidad apasionada por contar historias. Agradecemos a todos los estudiantes, profesores, personal administrativo y amigos que formaron parte de este viaje. Sus proyectos, ideas y energía nos inspiraron a diario y nos recordaron por qué amamos lo que hacemos. Hoy, damos un paso hacia una nueva etapa. Seguiremos produciendo contenidos para la Universidad con la creatividad que siempre nos ha caracterizado”.

Desde Lima Gris nos comunicamos con un funcionario del área de administración de la Universidad de Lima, para recoger el descargo de la institución universitaria y nos confirmó que el CREA deja de existir y pasará a ser parte de otra área. Además, nos señaló que la decisión fue tomada por la gestión de la rectora Patricia Stuart Alvarado.

Esto es un precedente negativo para la universidad, ya que atenta contra la gestión cultural que durante años ha sido impulsada por gestiones anteriores que apostaron por la producción cinematográfica. Con este mal paso, la U de Lima retrocede como institución a nivel cultural. Desde las propias aulas de la universidad, los estudiantes y docentes vienen rechazando de manera rotunda la torpe decisión de desaparecer el CREA. 

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Cultura

Eduardo Borjas: “Disfruto mucho leyendo poesía, el problema es intentar escribirla”

Entrevista al reciente ganador del Premio Huauco de Oro.

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Eduardo Borjas camina solitario. Plaza San Martín. 2024. Avenida Nicolás de Piérola. Colmena. La ciudad ya no es la Lima gótica de sus veinte años; sin embargo, todavía es un lienzo vivo para captar versos. El poeta observa y anota mentalmente. Traza: los versos surgen del barullo de los autos en las avenidas, de los ojos tristes de una niña vendiendo caramelos de limón, de una nube pálida. Ester andar es vital en el bardo: su poesía es violenta, como luminosa.

Entre sus cursos en la Facultad de Educación y los recitales poéticos de Quilca, floreció su cantata.  De esa belle époque, trajo dos trofeos: el premio de poesía Viernes Literarios y el premio Hora Zero, convocado por su casa de estudios. A finales del 2010, en las mismas aulas por donde pasaron tantos grandes, se contactó con el grupo Tajo. Para sellar el itinerario pedregoso, fue premiado en el 2011 por el SENAJU. Pasaron los años, y hoy nos encontramos para cenar un chifa en la avenida Tacna. Y celebrar-comentar su más reciente triunfo, el Huauco de Oro 2024.

Eduardo, llevas años en el oficio, tantas lecturas y poemas, ¿qué significa la poesía para ti a estas alturas de tu vida?

Quizás suene trillado, pero siempre he concebido la poesía como un acto solitario y silencioso que, con los años, se convierte en una persistencia (también solitaria y silenciosa). Eso, una persistencia silenciosa.

Disfruto mucho leyendo poesía, el problema (y el sufrimiento) es intentar escribirla. Es una trampa inevitable o como diría Collins: el problema con la poesía es que incita a escribir más poesía. 

Acabas de ganar el Premio Huauco de Oro, ¿qué sabor tiene para ti recibir este premio? Sabemos de que, en tu carrera poética, (disculpa por el término, pero se ajusta a lo que observo), tienes varios trofeos.

No creo que la poesía sea una carrera; en todo caso, es un destino (parafraseando a Pizarnik).

Siempre es grato que un jurado conformado por escritores, cuya trayectoria uno respeta, valoren tus textos. Más allá de ello, nunca he escrito pensando en los concursos. Si me he animado a participar en las últimas convocatorias es porque (creo que) tengo un libro terminado.

Son pocas las opciones que existen en el medio para ver publicada tu obra (sin mencionar la autoedición o las ediciones digitales, claro). Un concurso de poesía es una de esas pocas opciones. Hace muchos años (más de diez) que no enviaba un manuscrito a alguna convocatoria; y, por entonces, la razón era la misma que ahora: tenía un libro terminado pero no tenía ni los recursos ni los contactos para concretar la publicación.

Te conozco hace años, compartimos lecturas y recitales, desde las épocas universitarias. ¿Qué recuerdos guardas de los días donde nacieron los versos de tu libro Trendelermburg?

Los mejores. Fue una época maravillosa y triste para mí. Era apenas un adolescente cuando ingresé a la Villarreal, pero enfermé gravemente y tuve que abandonar los estudios. Cuando retomé la universidad me encontré con ustedes en las aulas y en los patios. Ese mismo año fundaron el colectivo Tajo y éramos una manada que lateaba por el Centro, bebía un café malísimo en un hueco frente a la universidad y hablaba incansablemente de poesía.

Por entonces, yo sólo quería caminar, caminar mucho, para llegar tarde y cansado a casa, leer un poco y quedarme dormido escuchando la repetición de las noticias en la radio. Recuerdo eso con claridad. Tenía la salud resquebrajada, pero tenía una ciudad en el corazón, un lugar donde tomar café y unos amigos para charlar de poesía. Y la vida era bella por eso (y a pesar de todo). En esos años, y en ese estado, fue escrito Trendelemburg.

Sé que todos tus últimos libros son parte de una obra orgánica, ¿te gustaría hablar de eso?

Se trata de un solo libro que vengo trabajando desde hace algún tiempo. Titula Libro de organelas y está conformado por tres apartados: Manuscrito de Albuferas, Reinos In-dominios y Epílogo.

Queramoslo o no, todo poeta es hijo de sus lecturas. ¿De dónde nace tu canto?

Trato de leer todo lo que cae en mis manos. No tengo una lectura programática, o algo parecido. Leo desordenadamente; pero trato de leer a los clásicos e intercalar mis lecturas con obras de autores contemporáneos.

Creo, sobre todo, como diría Emilio Adolfo Westphalen, que no es concebible la existencia de una poesía, de una auténtica poesía, que no tenga sus fundamentos en la más profunda y desgarradora experiencia vital. Esa experiencia vital se nutre de las lecturas y se enriquece con el tiempo.

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Cultura

Marcial Luna: “Argentina es uno de los países donde menos se lee”

El periodista argentino nos cuenta sobre su hallazgo de las publicaciones del escritor Roberto Arlt en la ciudad Azul y, además, nos retrata las realidades y situaciones del periodismo, la cultura y la política de su país, en medio de un liberalismo encabezado por el presidente Javier Milei.

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Al sur del continente, en una ciudad llamada Azul de la República Argentina, diariamente el periodista, profesor de Historia y músico, Marcial Luna, golpea las teclas para escribir historias. Su buena pluma ha retratado temas políticos, judiciales, policiales, sociales y culturales en las páginas del diario El Tiempo. Fue así que una de sus investigaciones sobre el escritor argentino Roberto Arlt llegó a mis manos.

Han pasado siete años desde que leí sobre el hallazgo del autor de Los siete locos. Un riguroso trabajo de investigación que aparece en el libro titulado Arlt en Azul, las crónicas publicadas en El Régimen y otros textos (1927-1929). Debo confesar que soy un admirador de la literatura de Roberto Arlt, pero también de su forma de abrazar la escritura. “El futuro es nuestro, por prepotencia de trabajo. Crearemos nuestra literatura, no conversando continuamente de literatura, sino escribiendo en orgullosa soledad libros que encierran la violencia de un cross a la mandíbula”, nos dice Arlt en el prólogo de Los Lanzallamas.

Detrás de una historia siempre hay otra historia que jamás acaba, y muchas veces esa historia jamás es contada. En esta extensa conversación, el periodista Marcial Luna, revela detalles sobre la presencia de Arlt en la ciudad de Azul, pero, además, nos habla sobre la situación de la crisis económica en Argentina, una crisis que en los últimos años viene golpeando a más de 46 millones de argentinos. Y los efectos de esta crisis también se ven reflejados en la educación y la cultura.  En esta entrevista el periodista argentino además señala que la corrupción y las dictaduras son heridas abiertas en América Latina.

EL HALLAZGO DE ARTL EN AZUL

¿Cómo se inicia la investigación sobre las publicaciones del escritor Roberto Arlt  en la ciudad de Azul?

Cuando ingreso en el diario, que fue en el año 1989, escuché el rumor en la redacción, entre tantas cuestiones que se escuchan, de que Roberto Arlt había pasado por Azul como tipógrafo. Esa es una de las tantas cosas que había realizado, pero no había hechos, no había ningún tipo de referencia. Esa fue la primera vez que escuché y allí quedó el tema. Nuestro jefe de redacción en aquel momento, Miguel Oyhanarte, quien fue uno de los periodistas decanos de acá, nos formó en lo que es el ámbito del trabajo en un diario y un personaje muy querido. Miguel nos tenía cortito con las cuestiones, notas y demás, pero se le podía tratar. Falleció a principios de los 2000. A él no le gustaban que ni le sacaran fotos, que ni lo entrevistaran, muy perfil bajo. Escribió una columna acá en el diario que se llamaba Baldosas Flojas, su columna duró 60 años.

Entonces, digo, bueno, yo no puedo hablar de él, porque hay que respetar su memoria, hacer una biografía de Oyhanarte no le veía sentido, pero sí una memoria de las Baldosas Flojas. Digo ¿con qué me voy a encontrar? y así surgió la posibilidad de ese libro. Un libro que se llamó Salpicones de Madrugada, que era el subtítulo que tenía la sección. Así empecé todo un trabajo de investigación en la hemeroteca, ya que la colección principal del diario está en custodia y preservación. Me fui con una serie de elementos, escáner, cámara de fotos para digitalizar cada columna. Ese fue el primer paso. El segundo, tipear todo y armar unos volúmenes por décadas, y a partir de ahí empezar a ver qué podía llegar a agrupar, cómo armar el libro y formatearlo.

Entre las miles y miles de columnas, creo que una de 1968, se publicó un sueltito, donde dice Roberto Arlt, famoso escritor argentino, que estuvo trabajando en el diario El Régimen de Azul como cronista, y no da mucha más referencia. Yo había empezado por la primavera ese trabajo, cuando me voy de vacaciones a la costa me llevo el material. En algún momento siempre toca un día de lluvia o algo,  y sigo trabajando.

Al regresar a Azul, llamo al encargado, que es Ernesto Ruiz, y le digo: no me abre la hemeroteca, necesito revisar. ¿El diario El Régimen le suena? Sí, sí, no hay mucho. Hay dos o tres tomos. Claro, luego me entero que había funcionado de 1927 a 1930. Eran tres años y era un diario de un par de hojas, no era muy voluminoso. Voy un sábado, no sé, llegué un viernes de vacaciones, al día siguiente me habilitaron y me abrieron la casa para mí. Bajo el primer tomo, primera página, arriba está el titular que dice El Régimen. Eso lo podés ver si visitás la hemeroteca. Primera nota “Impresiones de un porteño en Azul”, R.A. firmado. En esa época no se firmaba ninguna nota. Digo, es esto. Acá está. ¿Qué ocurre? Miro la fecha, 31 de julio, el diario estaba encuadernado al revés, de 31 hacia atrás. Por eso abro la primera página y está la primera nota. Y así llegan, son 5 hasta el 26, creo. 

Dario El Régimen, 30 de julio de 1927.

Luego de encontrar esas cinco notas, sigo revisando, leyendo la hoja. En una, una despedida, que dice: “bueno, esta noche hacemos la cena, despedida, a Robertito”. Y explica que estamos agradecidos porque vino a hacer una suplencia a un reportero de acá.

¿Quiénes eran los dueños del diario El Régimen?

El Régimen es, como casi todos los diarios de pueblo de aquella época de una familia. En ese caso, una familia de apellido Elizagaray. El director era Jorge C. Elizagaray.

¿Cómo se contactó con Roberto Arlt? 

Elizagaray tenía muchos contactos por haber estado mucho tiempo vinculado con lo que después fue el peronismo. Pero ya en esa época, más bien el Partido Conservador, en los años que estamos hablando, 1927 a 1930, estuvo vinculado con Bidegain, que fue Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, además, azuleño. Y campeón mundial de tiro. Elizagaray tenía mucho contacto con Buenos Aires, por la vía política y evidentemente periodística.

Bartolomé J. Ronco también tenía una conexión bastante fuerte con escritores y con la gente intelectual de Buenos Aires, sobre todo con la gente que participaba de la revista Sur.

Tal vez hubo algún puente, yo lo que logré precisar es que Ronco tenía un segundo, una suerte de jefe de redacción y subdirector de la revista Azul, que también está en custodia de la hemeroteca, creo que son 11 publicaciones. Pablo Rojas Paz, tucumano, venido a Buenos Aires a trabajar al diario Crítica. Al diario Crítica, claro. En el mismo momento en que Crítica, en la sección policial, estaba Roberto Rojas Paz, sin embargo, era poeta y cuando lo fue a ver al dueño de Crítica, lo mandó a deportes. Así que, poeta usted, mañana empiezan deportes a cubrir Boca, ni más ni menos.

Y Rojas Paz firmaba como El Negro de la Tribuna. Y luego hay una referencia en que, claro, se armaban tipográficamente las planchas, la hoja, ¿no? Ocurre que una estuvo mal prensada y se vinieron todos los tipos, se cayeron. Y era una hoja cultural. Y nadie sabía, porque se habían extraviado ya, o pasaba a otra sección. Los originales, cómo armar y había que imprimir. Y en esa factura estuvieron Rojas Paz, Roberto Arlt y un par de periodistas más, y lograron armar esa página cultural y meterla en impresión a un diario que estaba en ese momento tirando 100.000 ejemplares. En el diario Crítica el vínculo Rojas Paz y Arlt está, existió. Eso se pudo confirmar. Incluso en el escrito que hice, en uno de los capítulos habla de eso. Así que es probable que, por lo menos a la revista Azul, de Ronco, Arlt haya llegado vía Rojas Paz. Porque lo que Arlt publica es un adelanto de la novela Lanzallamas. Un capítulo que, si nosotros leemos lo que se publica en Azul, finalmente tiene una reescritura. Una pequeña modificación, pero el vínculo está.

Si bien Roberto Arlt es un escritor bastante reconocido actualmente, creo que también es por parte del trabajo que hizo Ricardo Piglia, que se dedicó a estudiar y difundir su obra a pesar de la resistencia en los sectores literarios.  ¿Cómo se recibió la confirmación de la presencia de Arlt en la ciudad de  Azul y en Buenos Aires?

Yo supongo que esa resistencia que ha tenido, no sé si no tiene todavía, o la falta de reconocimiento, no solo como novelista, sino ya en términos como periodista. Las Aguasfuertes  es algo increíble.

No hubo ni siquiera desde el ámbito periodístico un reconocimiento del trabajo de Arlt, ya no solo el literario. Y más o menos lo mismo ocurrió con este hallazgo, hubo una mínima repercusión en el momento, lo levantaron algunas agencias, pero lo cierto es que cuando hago todo el trabajo más profundo, investigación, el detalle de cada uno de los artículos, porque además de esos primeros cinco artículos que habla, son de Azul, particularmente, luego siguió mandando otros, esporádicamente, entre 1928 y 1929, a El Régimen. Nota que seguramente las vendería, no sé, bueno, de eso no ha quedado constancia.

Estas cinco crónicas azuleñas de Arlt, en realidad son una suerte de prehistoria de las Aguasfuertes, porque las Aguasfuertes aparecen un año después de que Arlt estuvo en Azul, ya tienen todos los elementos de lo que va a ser las Aguafuertes Porteñas. La nota seriada, el tipo de nota, el encuadre. El trabajo de investigación y el hallazgo lo ofrecí sinceramente a varias editoriales, algunas  “especializadas” en Arlt,  no se interesaron. Si hubiera sido en Buenos Aires, sí, pero fue en un diario del interior, en el medio de la Pampa, qué importancia puede tener. Esa cuestión sigue perdurando, me parece.

Hace poco escuché en un podcast que hablaban de cómo se está regresando a lo que Arlt dejó impreso. ¿Se ha cumplido un ciclo?

De repente percibes eso en lo que se vive ahora, digamos, el tema político, la efervescencia social, que es marcado en la escritura de Roberto Arlt, ¿no? Sí, es posible. No sé si se cumplió un ciclo.

Me parece que se caen en los mismos errores que generan las reacciones, si bien son sociedades diferentes, las de los años 20, 30 y parte del 40, ¿no?, que es donde enfocan, por lo menos en Aguasfuertes y también en los libros, en sus novelas, también en sus obras de teatro. Hay una cuestión que es como endémica acá en Argentina. La desigualdad, la injusticia, la pobreza, son elementos que están presentes en cada una de las décadas, atravesados por distintos gobiernos constitucionales, dictatoriales. No hubo, en ese sentido, ningún tipo de alteración.

O sea, se mantienen los grandes temas. La diferencia está en quién recoge. Me ha quedado la sensación de que durante algunas décadas no hay periodistas de la talla, ¿verdad? Que contamos en los años 20, 30, y que pudo haber el siglo pasado, ¿no? El siglo 20, la década de los fines de los 80, principios de los 90, con todo lo que fue el periodismo generado por Página 12, que era periodismo generado por escritores, básicamente.

Estaban Miguel Briante, Osvaldo Soriano, Brustein, bueno, tantos otros que empezaron, desde lo periodístico, a hilvanar una mirada profunda, como la que tenía Arlt, con los temas vigentes en ese momento. Arlt habló de la corrupción, del ideogenismo, por ejemplo. Que ahora sería el kirchnerismo.

Claro, este momento que estoy mencionando de Página 12, fue su época de oro, hoy es otra cosa, fue el menemismo. A ellos les toca, como a nosotros acá en ese momento, transcurrir la época menemista, que fue realmente terrible en muchísimos sentidos. Así que me parece que por ahí faltan. ¿Quién recoge esos temas? Hay muchos operadores de prensa, y no tantos periodistas.

PERIODISMO Y CULTURA

Uno se pregunta ¿cuál va a ser el recambio del periodismo en medio de una transición tecnológica muy fuerte? porque lo que vemos es cada vez menos buenas plumas, menos investigación, menos cuestionamiento ¿en qué va a terminar el periodismo si sigue así?

La formación evidentemente ha caído notablemente, pero además Argentina es uno de los países donde menos se lee. No hace mucho leí un informe que está entre los países que menos lecturas tienen, percápita, ¿no? Y ya no se trata solo de una cuestión de costos de libros, porque hay otra manera de leer textos, hay desde los libros digitales, en algún caso también los pirateados, o sea, el acceso al libro está, sin embargo no se lee. En consecuencia, a eso se le suman a un paulatino deterioro del sistema de educación público con distintos gobiernos. 

Argentina siempre ha sido reconocido como uno de los países con una efervescencia cultural bastante fuerte. Los escritores como Borges, por ejemplo, son referentes a nivel mundial. ¿En qué momento se podría decir que sucede esta especie de quiebre cultural?

Yo nací en 1968, ya me parece que por ahí está el declive. De ahí en adelante, con las sucesivas dictaduras y gobiernos constitucionales que no le dieron importancia ni las reformas necesarias para mejorar todo lo que es el sistema educativo puntualmente, formativo. Creo que mitad de siglo en adelante ya se puede ver un deterioro significativo.

Has mencionado algo importante, las dictaduras. En Argentina una de las dictaduras que se recuerda más es la de Videla. Curiosamente el tema de la dictatura está presente en la literatura, el cine y en las artes plásticas. Todavía hay una herida abierta, una especie de dolor que no se cura.

Sí, y de momento no tiene remedio. Pero es tal cual, es tal cual. Yo creo que en ese sentido fueron exitosas las dictaduras. En el largo plazo cumplieron un objetivo previsto o no, no lo sé. Así como están los 30.000 desaparecidos, otras cosas, sin embargo, también perduran y seguirán siendo arrastradas. Algunos hablan de una grieta o no lo sé. Son consecuencias planificadas o no, pero de una cuestión antinatural que es un régimen de estas características. Un régimen autoritario, militarista, contrario a lo dictado por la Constitución argentina del siglo XIX.

Se pensó un país que paró en un lado y terminó dirigiéndose para otro desde el día uno. Si nosotros necesitamos hacer un trayecto, una línea de tiempo de la corrupción, nos tenemos que remontar a Rivadavia, que es una suerte de primer presidente argentino. Estamos hablando de 1826. Y sistemáticamente esta cuestión va a estar presente. El problema es que va a estar presente en gobiernos de corte dictatorial pero también en los constitucionales. Entonces, ese deterioro nos ha llevado a esto en el largo plazo. Y no hay manera de que mejore, todo lo contrario.

En lo político Argentina está partida. Existe la izquierda, la derecha y los libertarios. ¿crees en estos rótulos de izquierda y derecha?

 No. Es algo más periodístico que real, me parece. Más de uso periodístico. Lo que sí veo es que hay dos modelos de país, dos mentalidades. Una que no ha prosperado, que tiene que ver con un desarrollo del país en todo sentido. Ya Favaloro hablaba de la decadencia del sistema de educación como una de las principales problemáticas de la historia argentina. Y también planteaba que más o menos en los años 50 había comenzado la decadencia. Por el nivel de lectura inclusive en los textos escolares. Un chico que sale de un secundario ahora no es capaz de interpretar un texto. Cuando antes terminaban una escuela primaria, leyendo hasta algunas cuestiones de Borges o Quiroga.

En algún punto los liberales argentinos son “cómicos”, porque están contradiciendo al padre del liberalismo y autor de la Constitución, que es Alberti. Entonces, es una sumatoria de grandes contradicciones, pero con resultados nefastos. Y ahí entra todo, desde un hecho de corrupción hasta la desaparición de una criatura como Loan, que tiene un entramado muy complejo.

CORRUPCIÓN E INJUSTICIA

En Argentina hay casos que tienen más de 20 años y todavía siguen abiertos. O casos donde no se ha llegado capturar al culpable. Como por ejemplo, el caso del asesinato del periodista José Luis Cabezas; el caso de la AMIA y el caso del fiscal Nisman. ¿La justicia argentina se ha visto afectada por la corrupción?  

Uno se pregunta, ¿por qué suceden estas cosas? Parte de la corrupción tiene que ver con el Poder Judicial, sin duda. Y esto lo dijo un jefe editorial de un diario como La Nación. El Poder Judicial en Argentina fue creado para que funcione mal y se remontó al siglo XIX, con la creación de los códigos y demás.

Cómo es sancionado y encarcelado alguien que robó una fruta y está el ladrón de guantes  blancos, al que Arlt hacía referencia. Esa es una cuestión también interesante del cronista, ¿dónde interfería? Porque Arlt entraba a un bar y se juntaba a tomar un café con maleantes de la época. Periodistas que pisaban la calle con hocinas. Y también cuando le tocaba hablar con un juez, no la pasaba nada bien ese juez; ni hablar de los políticos.

Pero bueno, volviendo a la cuestión central, parte del problema argentino neurálgico es la justicia. País sin justicia es una mesa a la que le falta una pata. Tenemos un periodismo que también, digamos, no es el soporte necesario para, ni siquiera exponer los casos, ya no digo para investigar, pero digamos, hay una decadencia en muchas instituciones, y es un combo bastante particular, interesante para analizar, pero que en el mediano plazo no se ve alguna modificación hacia lo positivo.

PERIODISMO Y TECNOLOGÍA

¿Cómo ves este avance a paso agigantado de la tecnología?

En principio se presenta como irreversible. Cada vez son menos los que se siguen aferrando al papel, al periódico, pero también al libro. El libro digital no se ha desarrollado, como en algún momento se pensó que se iba a desarrollar. Todavía el papel sigue teniendo presencia. Pero hay una cuestión, Argentina es uno de los países de habla hispana que menos lee, entonces también está esa cuestión, ¿no? ¿Cuántos acceden al papel? Ya no por razones económicas, sino por una cuestión de interés. No se lee. Con los diarios pasa un poco también lo mismo, ¿no? Ha cambiado el tipo de lector. Si yo comparo los años 80, 90 con la actualidad, no interpretan los lectores un título.

Nos ha ocurrido presentar una nota y luego en los comentarios comentan y te das cuenta que no entendieron algo sencillo. En consecuencia, toda esa problemática que hoy hablamos en el sistema educativo, ya es palpable. Hay gente que no está interpretando textos básicos como son los periodísticos, son bien neutros, ¿no? Un título, una bajada. Entonces, para los diarios hoy se está en una etapa de transición, de salir del papel hacia lo digital. También con un cambio en el formato de la crónica. Volver a una pirámide invertida de 3, 4, 5, 6 párrafos. Pero se estaría perdiendo de esa manera lo que por ahí en el papel todavía se conserva, que es la profundidad de la investigación, una nota a dos páginas, que lleva en profundidad o una entrevista a fondo de dos o tres páginas. Lamentablemente también se está perdiendo eso.

AZUL, CULTURA Y FÚTBOL

¿Cómo ves la vida cultural de la ciudad Azul? 

Yo creo que, en la ciudad, pero también en el país, es el lugar de resistencia por naturaleza. Por lo general, yo también formo parte, porque además soy músico. Como hay autogestión, hay proyectos permanentes. Algunos vuelven, hay nuevos, otros se van reciclando, pero se va generando una movida. Pero tampoco es amplia, ni le interesa a todo el mundo. Lo más habitual, acá o en la capital, es ir a ver un concierto de una banda de jazz y encontrar con 10, 15, 20 personas. O una presentación de un libro. Autores que ya tienen un renombre internacional, que han hecho una presentación con 60 personas.

Pero hay un tema puntual que tiene que ver con la cultura que les ha ido bien. Me refiero al fútbol. Un fenómeno cultural que a Argentina le ha ido muy bien en los últimos años. Campeones Mundiales, dos veces campeones de la Copa América, y mantiene una liga bastante competitiva.

Es lo único que parecería funcionar más o menos bien. Y depende con qué técnico. Al actual lo vapulearon bastante en su momento. Bueno, y tiene esa dualidad Argentina. Ese rango de intolerancia que quizás también es una secuela de la dictadura, o de las dictaduras.

Yo cuando mencioné la de los años 60, que es el famoso onganiato, del 66, 68, 69, con el cordobazo, ahí hay una persecución cultural muy grande. Hay un ataque directo, hay ingreso de tropas de caballería en las universidades, a los palos contra alumnos, profesores, hasta un catedrático norteamericano que había llegado a dar una charla. Hubo un garrotazo y nunca entendió qué le había pasado. ¿Cómo explicarlo? Esto es una dictadura, bienvenido a la Argentina.

Y ahí se nota un declive muy, muy importante en todo lo que es el ámbito educativo y todo lo que conlleva, y muy pocos focos de resistencia. En algún punto, algún ejemplo periodístico, como lo fue en aquel momento, ya en el 68, 79, con el diario de la CGT de los argentinos, donde escribió Rodolfo Walsh.

Gran periodista y autor del libro  “Operación Masacre.

Claro, nada menos. Pero bueno, lamentablemente llegamos a estos tiempos donde no hay referente, salvo futbolístico, mientras le vaya bien.

Periodista argentino Rodolfo Walsh.

¿Como escritor y periodista qué te interesa en un texto?

Yo tengo una formación en historia, por lo tanto leí muchísimos años material de historia universal, de historia mundial particularmente, y latinoamericana, y argentina. Y luego me he dedicado más a la ficción, novela. Los autores del nuevo periodismo, y algunos que tenía rezagados. Por ejemplo, el año pasado leí toda la obra de Roberto Bolaño, que había leído a salpicones.

Los Detectives Salvajes

Sí, me pareció un tipo fascinante. Lo mismo con Cortázar. Lo de Arlt lo había hecho antes y lo volví a hacer después, con el libro, porque buscaba distintas referencias de Azul en su obra, y aparece. Lo que busco en principio es nutrirme. Ver las texturas, cómo manejan las estructuras. También cómo ver uno desde dónde puede llegar a innovar algo. Y es cada vez más difícil. Hay autores excelentes. Estuve leyendo crónicas de Manuel Vicent, que había leído en el diario El País, pero luego me volqué a los libros. Una pluma excelente.

¿Qué otros escritores te llamaron la atención del boom latinoamericano? 

He leído algo de Fuentes. García Márquez es indiscutible. Pero me quedé pensando en el García Márquez periodista. No solo como novelista. Noticia de un secuestro, por ejemplo. Pero luego las crónicas, las que aparecen en Textos costeños y tantas otras.

JAVIER MILEI, LA ECONOMÍA Y LAS MALVINAS

¿Cómo has visto estas últimas elecciones y el inicio del gobierno  del presidente Javier Milei? 

Un mal recurrente. La aparición de personajes políticos a través del escenario mediático o propulsado por el escenario mediático a Argentina ya le ha traído problemas. Ya en los 90, en el 2000 y en el 2023 también. El año pasado vuelve a tropezar siempre con la misma piedra. Entonces, tiene un voto mayoritario juvenil. Y yo te hacía referencia a muchos de esos jóvenes que no son capaces de interpretar textos. Entonces, proponerle algo más complejo como es un análisis político a la hora de elegir un candidato en el cuarto oscuro en una elección es un problema. Es un problema grave.

Cuando hablamos con los  jóvenes de 16, 17, 18, 19 años, te dicen: pintaba bien el loquito. Pero tienes que estar hablando de un presidente. Esto se ve mucho en el aula. Y podrán corroborarlo los profesores que tengan este tipo de diálogo con los chicos más allá de la materia. No saben por qué no votaron un gobierno de masas que puede tener un montón de cuestionamientos, pero el que es históricamente el que ha volcado lo que tenía que volcar a la sociedad en defensa, digamos, de derechos y un montón de cuestiones. Ya tenemos experiencia con Brasil y Bolsonaro o el padre de toda esta cuestión si nos referimos a Estados Unidos, con varios candidatos, Trump, entre ellos.

Entonces, plantear ese escenario en Argentina en un momento en que tampoco había grandes índices de recuperación sí se estaba mandando en Provincia de Buenos Aires, pero no a nivel nacional. Era como un punto justificado por la pandemia, justificado desde el propio poder, pero bueno la situación que nosotros estamos observando es sumamente, en principio contradictoria, entre el discurso electoralista y los hechos que se van concatenando y concretando ahora. Pero ya no solo el arco libertario, porque leyes que ha votado el Congreso ha tenido, por ejemplo, el apoyo del radicalismo, el voto de leyes antipopulares apoyadas por un partido centenario que ha resurgido de las cenizas o intenta resurgir de sus cenizas como la Unión Cívica Radical. Yrigoyen no hubiese votado este tipo de leyes. Perón no hubiese votado este tipo de leyes y, sin embargo, hay periodistas y radicales que apoyan su bolsillo, en definitiva me parece que pasa por ahí, es una cuestión muy mezquina.  No hubo tampoco un recambio generacional en la política porque estos nuevos actores que aparecen en política ya estaban pero ocultos, eran asesores. Sus familiares trabajaban en la Cámara de Diputados, hay todo un escenario muy complejo, una nueva política que en realidad no es tal y que está llevando a la Argentina a un callejón sin salida en el corto plazo.

Presidente argentino Javier Milei.

¿Cómo sintetizas la situación económica de tu país actualmente?

Es otro mal endémico, revisando cuando hice toda la recopilación de la obra de Don Miguel Oyhanarte de las Baldosas Flojas, ahí en los años 50, 60 y 70, muchísimas referencias, notas sueltas a la inflación o a la recesión o al costo de vida. Yo tomo uno de esos textos de 1956, de 1963 o de 1974 y lo publico hoy sin decir que es de esa fecha y se encuentra en plena vigencia. O sea, parece escrito hoy, entonces, son los mismos problemas. Cómo puede ser que se vengan arrastrando 70, 80, 90 años los mismos problemas y atacados con las mismas soluciones que terminaron, no siendo soluciones obviamente, sino, con crisis abruptas, con huidas presidenciales en helicóptero, adelantamiento de elecciones en algún caso, con golpes de Estado Eso es un poco la historia argentina.

Mario Vargas Llosa se preguntó ¿en qué momento se jodió el Perú? Yo te preguntaría ¿en qué momento se jodió Argentina?

Nos tenemos que remontar me parece a la traición que sufre Mariano Moreno, no casualmente periodista, también líder ideológico de lo que era la Revolución de Mayo. Tendríamos que mirar nuevamente el plan económico de Belgrano que lo mandaron a la guerra, pero en realidad era economista y abogado.  El plan económico que tenía para América Latina y ahí está el punto, no era Argentina, era América; y San Martín, sin duda el padre de la patria, que termina exiliándose porque lo matan. ¿Cómo San Martín va a terminar en Francia? Es una gran pregunta, una gran contradicción y algo que realmente es terrorífico.

¿Realmente la guerra de Las Malvinas generó una hermandad entre Perú y Argentina? 

Está muy valorado por los veteranos de guerra, por ejemplo, que Perú haya enviado aviones y equipos mecánicos de aviación que estuvieron aquí, cerca en Tandil, a 100 kilómetros, pero no ha calado en la sociedad. Pero ya no solo el tema Perú, no ha calado el tema Malvinas. Entonces, la barbaridad que puede decir una canciller como Diana Mondino, en torno al tema Malvinas, o los desprecios que se han hecho a los combatientes para efemérides como pueden ser los actos protocolares como el 9 de Julio. Realmente es lamentable pero afecta, digamos, lo que vemos a los propios combatientes.

Hoy, sumado a una ausencia del Estado en la cuestión psíquica, hubo una desaparición en el sentido que es reconocida por ellos mismos. Sabemos lo que es una purgada, o sea, la hemos estudiado, la hemos vivido, y requiere una atención. Pasó con la gente de Vietnam, pasó con la gente de Malvinas, aunque había una desaparición común. En Vietnam también hubo una ausencia del Estado, pero bueno, ya es un Estado que se ha perdido por naturaleza. Hoy, este pueblo de Malvinas está vigente por los veteranos.

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