Política
Richard Swing y el año de la peste en el Ministerio de Cultura

El personaje que inició la caída del gobierno del expresidente Martín Vizcarra se llama Richard Cisneros Carballido. Un exvoleibolista que saltó de puntillas hasta la farándula y se convirtió en Richard Swing. Años más tarde se codeó con políticos, y atraído por el poder se autoproclamó “Doctor Cisneros”. ¿Cómo surge el caso Richard Swing en medio de la pandemia? La historia se inicia con un mensaje electrónico la primera semana de mayo.
1.
Debido a la pandemia la bandeja del correo, WhatsApp e inbox se incrementaron con mensajes de nuevos contactos y fuentes. Desde el mes de marzo dedicaba más tiempo a revisar la información que me enviaban. Nunca antes había leído el nombre de Richard Cisneros; no lo conocía. El primer mensaje que leí referente a Richard Swing, lo recibí el 04 de mayo. Parecía un caso más de los que siempre llegan, una contratación a dedo generada por un alto funcionario del Ministerio de Cultura.
Por esos días me encontraba aislado en casa, le dedicaba la mañana a la restructuración de la nueva web y al servidor de Lima Gris, y por la tarde y noche me pegaba a la pantalla de la computadora y me zambullía entre mensajes y documentos. La primera fuente que me escribió sobre Richard Swing solo me envió algo escueto, sin documentación y con más preguntas que respuestas. Al día siguiente me puse a indagar más sobre él y fue poco lo que encontré. A los dos días me acordé de una fuente que tenía en el Ministerio de Cultura, alguien que en anteriores oportunidades me había facilitado documentos. A esa fuente, aquí la llamaré F17. Al consultarle sobre el tema, me respondió: “Hola, esta es una de las cosas que quedó pendiente de contarte. De este Richard Swing, su verdadero nombre es Richard Cisneros; así lo contratan en el Ministerio de Cultura con orden de servicio y gana como 30 mil soles y no hace nada. Siempre le inventan productos para que presente y se inventaron esta última vez que había dictado algo virtual para pagarle. Todo esto apañado por la ministra (Sonia Guillén) y la Secretaria General, Diana Tamashiro”.

El mensaje me hizo entender que la orden de servicio del 24 de abril de 2020 no era la única orden. Con esa información de F17, comencé a investigar si existían otras contrataciones del señor Cisneros en el Ministerio de Cultura. Luego de tres días llegué a reunir nueve órdenes de servicio y armé un esquema que empezó con la exministra de Cultura Patricia Balbuena, personaje clave que estructuró toda una red para beneficiar a su gente y a personas que eran recomendadas desde Palacio de Gobierno.
2.
El informe detallado que fue publicado en Lima Gris, comenzó a tener rebote en los diferentes medios de comunicación. Presentamos las nueve órdenes de servicio y la reunión que había tenido Richard Cisneros con la exministra Balbuena. La suma total de las órdenes de servicio fue de S/175, 400 soles. ¿Cómo un personaje sin oficio ni beneficio había logrado reunirse con ministros y obtener jugosos pagos?
La respuesta a mi interrogante la tuve el 19 de mayo. F17 me envío el siguiente mensaje: “Su vara es Mirian Morales, Secretaria General de Palacio. Richard es amigo de ella y ella exige por disposición de Vizcarra que se le contrate, y como la ministra para mantenerse le dice a todo sí, corre con sus pagos del señor”.
Además, agregó: “Ahora la Secretaria General de Cultura, Diana Tamashiro, se ha hecho muy amiga de él. Richard actualmente está como locador, es decir, con orden de servicio y ha sido solicitado y contratado por la Directora General de Recursos humanos Aura Quiñones Li, que para mantenerse hace todo lo que la Secretaria General le dice. Así se mantienen todos. La misma Secretaria General de Palacio se comunicaba con la ministra para su contratación y Richard vociferaba a todos que hablaba con Martín, que era su amigo. Toda la gente de administración lo sabe”.
La información era delicada, ya que involucraba al propio presidente Martín Vizcarra. Desde esa fecha tuvimos conocimiento de cómo se gestó las contrataciones de Richard Cisneros y quiénes estaban involucrados. Ahora tocaba hacer nuestro trabajo: investigar, contrastar la información, moverse con prudencia y caminar con cuidado.

3.
Desde ese día la comunicación con F17 fue más fluida y hubo mayor confianza. Desde ese momento tuve claro que tenía acceso a información privilegiada y además iba conociendo qué hablaban y cómo se movían los altos funcionarios del Ministerio de Cultura.
Mientras el escándalo de Richard Swing seguía creciendo, paralelamente diversos políticos, funcionarios de Palacio de Gobierno y del Ministerio de Cultura negaban conocer en todos los idiomas a Richard Cisneros. El 29 de mayo la renuncia de la ministra Sonia Guillén sacudió la sede central del MINCUL. Por su parte, la Comisión de Cultura del Congreso de la República presidida por el parlamentario Alcides Rayme, logró realizar un informe que fue presentado a la Comisión de Fiscalización presidida por el congresista Edgard Alarcón. Desde ese momento, las cosas se pusieron color de hormiga para el expresidente Martín Vizcarra y para los exministros de Cultura: Patricia Balbuena, Rogers Valencia Espinoza, Ulla Holmquist Pachas, Luis Jaime Castillo Butters, Francisco Petrozzi y Sonia Guillén Oneglio. Seis exministros que permitieron en sus respectivas gestiones las contrataciones de Richard Cisneros.
Aun así, hubo funcionarios del Ministerio de Cultura que negaban torpemente conocer a Cisneros Carballido. Incluso en una entrevista, la propia viceministra de Cultura Leslie Urteaga negó conocerlo. El 22 de mayo a la hora del almuerzo recibí la alerta de un nuevo mensaje de F17: “Te cuento, hubo un agasajo por navidad, un saludo navideño, en la cual la vice Leslie bailó con Richard en la sala Los Incas en diciembre 2019. Comunicaciones tiene fotos. Ella lo conoce y bailó con él en el escenario. Eso lo vieron muchos trabajadores”. Efectivamente, días después llegó a mis manos un video donde la viceministra bailaba pegadito y con mucho swing junto a Richard Cisneros en el auditorio del Ministerio de Cultura.
4.
La peste de la corrupción iba avanzando a paso firme, y todos los caminos llevaban a Palacio de Gobierno. Mientras todo esto sucedía, miles de peruanos morían en sus hogares y en los hospitales. No había oxígeno. El sistema de salud había colapsado; de la misma forma, había colapsado el equipo de comunicación en Palacio de Gobierno. No pudieron sostener el nivel del escándalo. Fueron apareciendo fotografías y cada día nuevas mentiras del expresidente Vizcarra. En un primer momento, frente a todo el país, negó la amistad con Richard Cisneros, pero luego fue dosificando una historia de ficción que terminó siendo desbaratada por su propio personal de confianza de Palacio. Hasta ese momento, Mirian Morales y Karem Roca se encontraban lejos de los reflectores de la prensa.
Las declaraciones de Martín Vizcarra sobre Richard Swing pusieron nerviosos a los altos funcionarios del Ministerio de Cultura. Pero también indignó a algunos de ellos que conocían muy bien cómo se había manejado todo. La única verdad existente es que, por orden de Palacio de Gobierno, Richard Cisneros logró las contrataciones en el Ministerio de Cultura. Un hecho que hoy la Fiscalía lo tiene claro.
El 25 de mayo recibí un mensaje nuevo de F17 luego de la conferencia de prensa del expresidente Vizcarra: “Que tal respuesta del presidente en relación a Richard. Qué se ha creído el presidente, o sea, todos hacen lo que les da la gana, contratan cualquier cosa contra la norma y no pasa nada, y la ministra bien gracias, dónde estamos. El presidente estaba todo nervioso, pálido”.

5.
Recordemos que la exministra Sonia Guillén hasta el último momento negó todo; según ella no sabía nada de esas contrataciones. Pero en el Ministerio de Cultura se sabía todo: “Has leído esto, Sonia Guillén se lavó las manos diciendo que la contratación viene por Secretaría General, lo cual es cierto, pero ella tenía conocimiento de todo. Espero que se vaya; todos los arqueólogos y antropólogos lo agradecerán”, manifestó F17.
El escándalo del caso Richard Swing en el Ministerio de Cultura generó un sismo con epicentro en la avenida Javier Prado y Aviación. Las cabezas de los altos funcionarios comenzaron a caer una por una. Las renuncias se fueron haciendo públicas en medio de un ministerio acéfalo.
Sobre esto, F17 mencionó: “Sabes quién debería renunciar también, Lincoln Matos Parodi, el Director General de la oficina de administración, quien es el responsable de abastecimiento de haber generado las órdenes de servicios de Richard Swing a dedo, por no realizar los estudios de mercado, y principalmente por sacar una contratación prohibida por OSCE en estado de Emergencia. Lincoln para mantenerse, es el más sobón de la ministra. A todo le dice sí señora”.
Pero Lincoln, tenía un as bajo la manga que le servía de seguro. Conservaba en su WhatsApp la comunicación con Diana Tamashiro. Es decir, la orden directa para contratar a Richard Cisneros, ha pedido de la Secretaria General del Ministerio de Cultura. En ese momento Tamashiro negaba incluso conocer a Richard Swing. Teniendo conocimiento de esta información, llamé por teléfono al señor Lincoln Matos y a la mitad de la entrevista le pregunté sobre los mensajes de WhatsApp de Diana Tamashiro, y ante esa pregunta se negó a responder y cortó la comunicación.
6.
Richard Swing se había convertido en un apestado para el gobierno. Con solo escuchar su nombre los funcionarios del Ministerio de Cultura ponían cara de asco. Las mentiras y coartadas de los involucrados en el escándalo, iban desvaneciéndose cada mañana.
Para el 31 de mayo, en Lima Gris seguíamos publicando continuamente todo lo relacionado al caso. Fue un arduo trabajo donde se presentó información documentada de forma exclusiva. El seguimiento al caso me tuvo pendiente a las nuevas movidas en el Ministerio de Cultura, a la investigación en la Comisión de Fiscalización del Congreso y a las nuevas fuentes que iban apareciendo.

Esa misma tarde de mayo, a las 5 pm recibí un nuevo mensaje de F17: “Cómo es posible que la exministra Guillen diga que no sabe nada de Richard Swing, cuando ella conocía todo. Diana, la Secretaria General la mantenía informada siempre y ahora su jugada para salir libre es mentir”. Todos los involucrados en el caso Richard Swing se habían puesto de acuerdo para mentir. Esta coordinación semanas después se conoció mediante los audios que fueron grabados por Karem Roca, una de las personas de confianza del presidente Vizcarra en Palacio de Gobierno.
7.
Dos días antes de que se haga oficial el nombramiento de Alejandro Neyra como ministro de Cultura, sabíamos de la desesperación de Martín Vizcarra y de la necesidad de poner a alguien en el cargo para que haga el papel de bombero. Es así que, Alejandro Neyra llega por segunda vez a ocupar el cargo de ministro. Y el primero de junio por la mañana, la 1° Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Lima Centro y la Policía Nacional del Perú intervinieron las oficinas administrativas del Ministerio de Cultura, con el fin de recabar documentos sobre las contrataciones de Richard Javier Cisneros Carballido. Es decir, una bienvenida que el ministro Neyra jamás olvidará.
Desde la primera semana de junio hubo enfrentamientos internos entre los altos funcionarios del Ministerio de Cultura; todos estaban nerviosos. Por esos días, la única que se resistía a renunciar era Diana Tamashiro.
Sobre el tema, F17 escribió: “Diana Tamashiro sigue trabajando en el ministerio, sigue firmando como Secretaria General. La tienen ahí tratando de limpiarse de lo de Swing y está tratando de embarrar a Lincoln que renunció al cargo de Director General de Administración. Lincoln está muy molesto con ella, porque lo ha traicionado después que la apoyó en las contrataciones de Swing. La que está molesta también es Aura, la que fue directora de Recursos Humanos, porque la ministra dio el nombre de ella como la anterior directora de Recursos Humanos. La ministra dijo que no la conocía a Aura, cuando fue la propia ministra quien la llevó. Asimismo, Sonia Guillén dijo en el Congreso que Recursos Humanos ha tenido la culpa en las contracciones de Richard. Ella ha tratado de disfrazar todo, porque Recursos Humanos no hace las contrataciones de un locador, la contratación lo hace administración. Sonia Guillén se hace la que no conoce nada. Acuérdate que ella antes de ser ministra, fue directora del Museo de Arqueología y también tenía locadores y ella firmaba los requerimientos de los locadores y los pasaba a administración del ministerio para que los contraten. Entonces, cómo puede confundir quién hace las contrataciones. En el ministerio nos preguntamos por qué quiere ensuciar a Recursos Humanos y cubrir a Lincoln; qué más le conoce Lincoln que le resulta importante cubrirlo”.

8.
Desde junio también comenzó una campaña de desprestigio contra Lima Gris organizado desde el propio Ministerio de Cultura; comenzaron a reunirse por zoom y les pedían a sus trabajadores que no crean en lo que publicábamos. Junto a esto se inició un reglaje contra mi persona, mi casa era merodeada por camionetas y autos con placas falsas y nuevos personajes comenzaron a rondar mi cuadra; un seguimiento bastante obvio para alguien que conoce hace cuarenta años el movimiento del barrio. De la misma forma, a Gabriel Rimachi y Luis Felipe Alpaca, —editor de Lima Gris— le realizaban un reglaje en el distrito Barranco. Ante lo evidente, tomamos nuestras precauciones. Era claro lo que buscaban mediante el reglaje, era dar con nuestra fuente, pero nunca lo consiguieron.
Lo que sí me molestó fue cuando una noche de junio recibí la llamada de una persona de confianza de una embajada. Me comentó que desde Cancillería se habían comunicado con ellos para decirles que tengan cuidado con nosotros, porque Lima Gris buscaba desestabilizar al gobierno. Pero lo más absurdo, es que también le dijeron que Lima Gris era financiada por la gente de César Hinostroza; en otras palabras, nos estaban vinculando con los Cuellos Blancos. Una difamación que fue realizada desde el propio gobierno de Martín Vizcarra.
Desde ese momento me di cuenta que no solo buscaron desprestigiarnos, sino, que ingenuamente pensaban que algunas embajadas nos financiaban, y de alguna manera intentaron minar un financiamiento inexistente. Pero nuevamente se volvieron a equivocar.

9.
Lo que sucedió después con el caso Richard Swing es de conocimiento público. El Congreso de la República solicitó la vacancia por incapacidad moral, luego de que los audios de la vergüenza de Martín Vizcarra fueran difundidos en el Pleno del Congreso.
La historia del caso Richard Swing se volvió Bizarra, con pasajes de traición, infidelidad y secretos que fueron ventilados por el principal núcleo de confianza que tuvo Vizcarra en Palacio de Gobierno. Su caída era inminente y fue solo cuestión de tiempo para que su gobierno se desplomara. De la primera vacancia Vizcarra había salido herido; días después fueron detenidos Richard Swing, Miriam Morales, Karem Roca y Óscar Vásquez, entre otros. El país entero los vio desfilar con chalecos de la policía. Nunca antes en la historia del Perú había ocurrido que los altos funcionarios de confianza de Palacio de Gobierno fueran detenidos, la causa es que la Fiscalía les atribuyó el presunto delito contra la Administración Pública, en la modalidad de colusión agravada.

Cuarenta días después de las detenciones, Martín Vizcarra fue vacado por el Congreso de la República, por la causal de incapacidad moral por hechos ocurridos cuando Vizcarra era gobernador regional de Moquegua. El muro moqueguano se desplomó.
10.
¿Algo cambio en el Ministerio de Cultura? lamento decir que nada ha cambiado. La corrupción y otros personajes como Richard Swing siguen activos. Por el momento están pacientes a la expectativa y esperan que pase la tormenta. El MINCUL a pesar de ser el ministerio que recibe el menor prepuesto, se ha convertido en una caja chica y en un espacio tomado por la mafia cultural. Mientras todo esto sucedía, el silencio de la mayoría de artistas se hizo eterno. Fueron adormecidos con premios económicos, con viajes internacionales, con órdenes de servicio y con puestos en el gobierno.
Con la caída de Vizcarra, el Congreso rigiéndose a la Constitución tomó juramento al parlamentario Manuel Merino de Lama, convirtiéndolo en el nuevo presidente del Perú. Merino duró solo seis días en el cargo, porque miles de personas salieron a las calles a marchar para pedir su destitución. Muchas personas confundidas fueron azuzadas por integrantes del Partido Morado y por algunos medios de comunicación que jugaron en pared para derrocar un falso golpe de estado. Los jóvenes Inti y Bryan perdieron la vida en medio de las protestas, y en un comunicado insólito, el Partido Morado proponía reponer a Martín Vizcarra nuevamente como presidente. Pero la historia dio un giro sorpresivo; la Bancada Morada y los medios de comunicación atacaban a los congresistas tildándolos de golpistas. Inventaron su propia regla, donde solo podían postular al cargo para la presidencia los que habían votado en contra de la vacancia de Vizcarra. Al final, la absurda propuesta fue aceptada bajo presión y llevó a Palacio de Gobierno al hoy presidente de transición Francisco Sagasti. Después de tantos años de corrupción en el Perú, no hemos aprendido nada.
(Publicado en la revista impresa Lima Gris N° 20)
Política
Delia Espinoza contraataca: solicita suspensión de Patricia Benavides por 36 meses
La titular del Ministerio Público realizó el requerimiento ante la Corte Suprema. Este caso marca un nuevo capítulo en la batalla institucional que enfrenta a dos de las fiscales más cuestionadas y desacreditadas del Ministerio Público.

La fiscal de la Nación, Delia Espinoza Valenzuela, lanzó un contundente contraataque contra su antecesora, Patricia Benavides Vargas, al presentar un requerimiento judicial para suspenderla del ejercicio de sus funciones por 36 meses. La solicitud fue remitida al Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria el pasado 11 de junio, apenas dos días después de que la Junta Nacional de Justicia (JNJ) anulara la destitución de Benavides Vargas y ordenara su reincorporación.
Según la carpeta fiscal 605-2024, la medida busca evitar posibles actos de obstrucción a la investigación penal que se sigue contra Benavides por presuntos delitos de cohecho pasivo específico y encubrimiento personal.

La fiscalía sostiene que Patricia Benavides habría recibido beneficios indebidos a cambio de favorecer nombramientos dentro del Ministerio Público, especialmente en favor del abogado José Luis Castillo Alva, vinculado al caso “Cuellos Blancos del Puerto”. Asimismo, se le atribuyen coordinaciones con otros actores, como Abelardo Caycho, Alberth Fernández, Katherine García, Juan Carlos Tafur y César Romero, señalados como parte de una presunta ‘red de tráfico de influencias’ al interior del Ministerio Público.
El requerimiento de Delia Espinoza se fundamenta en el artículo 159° de la Constitución y en los artículos 297° y 298° del Código Procesal Penal, que permiten adoptar medidas cautelares para proteger la integridad de las investigaciones. La gravedad de los delitos imputados y la posición de poder que aún ostenta Benavides Vargas son, según la fiscalía, razones suficientes para justificar su suspensión inmediata.

Además, fuentes fiscales advirtieron que hechos recientes ocurridos en la sede del Ministerio Público habrían agravado la situación legal de Benavides Vargas, lo que refuerza la necesidad de su apartamiento.
La audiencia decisiva se llevará a cabo el lunes 24 de junio, a las 2:30 p. m., y será el juez supremo de investigación preparatoria quien determinará si acepta la suspensión de tres años solicitada por la fiscal de la Nación Espinoza. El caso marca un nuevo capítulo en la batalla institucional que enfrenta a dos de las figuras más cuestionadas y descreditadas del Ministerio Público.
Política
Congresistas de izquierda denuncian a la JNJ por intento de reponer a Patricia Benavides
¿Admitirá la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, presidida por la apepista María Acuña, la denuncia constitucional contra la JNJ, considerando la cercanía de su bancada al gobierno de Dina Boluarte?

La polémica en torno a la restitución de Patricia Benavides como fiscal de la Nación sigue agudizándose. Esta vez, los congresistas Elías Varas Meléndez (Juntos por el Perú-Voces del Pueblo) y Alfredo Pariona Sinche (Bancada Socialista) presentaron denuncias constitucionales contra los miembros de la Junta Nacional de Justicia (JNJ), acusándolos de vulnerar la Constitución y exceder sus competencias.
El congresista por Áncash, Elías Varas formalizó una denuncia contra los seis integrantes de la JNJ que suscribieron la resolución que devuelve a Benavides Vargas a la Fiscalía de la Nación. En declaraciones, calificó el acto como “inconstitucional, ilegal y contrario al artículo 158° de la Constitución”, el cual establece claramente las funciones de la JNJ y limita su rol respecto a magistrados supremos.
Varas Meléndez argumentó que la Junta incurrió en el presunto delito de avocamiento indebido, al asumir competencias exclusivas del Poder Judicial. “No pueden restituir a una fiscal suprema cuando hay procesos en curso y decisiones tomadas por órganos constitucionalmente competentes, como la Junta de Fiscales Supremos”, afirmó.
El legislador también criticó la falta de unanimidad en la decisión, recordando que el miembro de la JNJ Francisco Távara se excusó de votar y luego declaró que no se alcanzó el consenso necesario. Para Varas, esto invalida aún más la resolución y confirma su carácter arbitrario.
A esta denuncia se sumó el legislador por Huancavelica Alfredo Pariona, quien también presentó una acusación constitucional contra todos los miembros de la JNJ y solicita su inhabilitación por diez años para ejercer cargos públicos, alegando una grave infracción constitucional.
Ambos congresistas coinciden en que la JNJ ha extralimitado su mandato, interfiriendo indebidamente en un caso cuya resolución corresponde al sistema judicial y al Congreso, no a un órgano administrativo. Además, advierten que esta decisión agrava la ya delicada situación del Ministerio Público, minando su institucionalidad y abriendo un peligroso precedente de impunidad.

Las denuncias ya se encuentran en la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, presidida por la apepista María Acuña Peralta, que deberá evaluar su admisibilidad y determinar si procede iniciar un proceso sancionador contra los cuestionados miembros de la Junta Nacional de Justicia.
Política
Comisión de Fiscalización aprueba informe final que recomienda vacancia de Dina Boluarte por “abandono de cargo”
Un nuevo intento de vacancia afrontará la mandataria, esta vez por el caso Cirugías.

¿Esta vez será vencida? Tantas veces se ha mencionado que el Congreso viene preparando una moción de vacancia, pero siempre en la ‘puerta del horno’ se termina cayendo por obra y gracia del fujimorismo y APP, los grandes aliados de Dina Boluarte que grita a los cuatro vientos, con bastante seguridad, que se quedará hasta el año 2026.
La jefa de Estado pareciera tener en la palma de su mano al Parlamento a base de presuntos negociados por debajo de la mesa, motivo por el cual los legisladores cambian de parecer en cuestión de horas al momento de votar en contra de las mociones de vacancia.
Esta vez, la Comisión de Fiscalización del Congreso de la República aprobó el informe final que recomienda evaluar la causal de vacancia por “incapacidad moral” contra la presidenta Dina Ercilia Boluarte por no haber informado al Legislativo sobre la intervención quirúrgica que se realizó en junio del 2023.
En el informe se menciona que existe un “alto grado de certeza” de que la jefa de Estado se sometió a una intervención quirúrgica de carácter estético y funcional, del 28 de junio al 4 de julio, por lo que se vio comprometida la continuidad del mando presidencial, la capacidad de toma de decisiones en tiempo real, la atención de emergencia nacional y la conducción general de la política del Estado.
“El Congreso se encuentra en la obligación constitucional de valorar si dicha conducta compromete irreversiblemente la integridad moral de la presidenta para ejercer el cargo y, en consecuencia, si resulta jurídicamente procedente y políticamente legítima la declaración de su vacancia por la causal de incapacidad moral permanente”, se lee entre las recomendaciones.
Asimismo, se estableció que la mandataria ha permanecido internada en la clínica Cabani por un periodo de dos días y una mañana, sumando a ellos los días de descanso médico que habría requerido para la recuperación, por lo cual habría incurrido en “abandono de cargo sin justificación constitucional”.
Esta información fue confirmada por el médico cirujano Mario Cabani mediante cartas notariales remitidas el 9 de junio de 2025. En dichos documentos, el especialista detalla que se realizaron procedimientos como rinoplastia, septoplastia, blefaroplastia y la colocación de hilos tensores.
“Esta situación evidencia un claro abandono de cargo sin justificación constitucional, omitiendo la activación del mecanismo de sucesión presidencial”, precisa el documento.
En tanto, el presidente de dicho grupo de trabajo, Juan Burgos, hizo énfasis en las consecuencias que se hubiesen dado al tener a la jefa de Estado postrada durante varios días en una camilla, estando indispuesta a atender las urgencias del país.
“Lo que se encuentra en evaluación no es la naturaleza médica o estética de los procedimientos quirúrgicos a los que se sometió la señora presidenta, tampoco sus motivaciones personales, sino las consecuencias constitucionales y políticas derivadas de su inactividad funcional como jefa de Estado durante el periodo intraoperatorio como su recuperación postoperatoria”, expresó el parlamentario de Podemos Perú.

Política
Susana de la Puente Wiese: Fiscalía amplía su investigación por 20 meses más
El caso de Susana de la Puente se convierte en un ejemplo paradigmático de cómo el poder económico y las redes de influencia pueden contribuir a postergar indefinidamente la rendición de cuentas. ¿Cómo se explica que ningún medio de prensa dé cobertura a esta noticia?

La impunidad vuelve a extender sus tentáculos en uno de los casos más sensibles vinculados al escándalo Lava Jato. El Primer Juzgado de Investigación Preparatoria Nacional, presidido por el juez Richard Concepción Carhuancho, aprobó una prórroga de 20 meses adicionales en la investigación preparatoria contra Susana de la Puente Wiese, exembajadora del Perú en el Reino Unido y exbanquera de JP Morgan. La medida responde a un pedido del fiscal adjunto José Alfredo Lázaro Marca, de la Segunda Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios, quien había solicitado inicialmente una extensión de 24 meses.

La investigación, formalizada en 2022, involucra a Susana de la Puente Wiese, Pedro Pablo Kuczynski (PPK) y otros implicados como presuntos autores de los delitos de ‘asociación ilícita para delinquir’ y ‘lavado de activos’. Según la carpeta fiscal, se trataría de una organización delictiva que canalizó dinero desde Brasil hacia Perú para financiar campañas políticas, específicamente la de PPK en 2011. La delación de Jorge Barata, exrepresentante de Odebrecht, reveló que Susana de la Puente Wiese recibió US$300,000 para la campaña de «Alianza por el Gran Cambio», un hecho que la exdiplomática niega.
A pesar de la gravedad de los señalamientos, De la Puente Wiese sigue residiendo cómodamente en Europa, entre Londres y Madrid, sin restricciones legales para regresar al país. Se mantiene activa en inversiones tecnológicas y proyectos turísticos —como el Hotel B, en el distrito de Barranco, Lima— mientras evita enfrentar de manera presencial a la justicia peruana. La Fiscalía no ha solicitado aún medidas coercitivas, y su defensa habría intentado bloquear diligencias judiciales que la obliguen a presentarse en territorio nacional.
Como se recuerda, el fiscal José Domingo Pérez, quien también participó en investigaciones preliminares del caso, señaló públicamente que la conducta de Susana De la Puente ha sido obstruccionista. «Susana de la Puente tiene que venir al Perú a responder ante la Fiscalía», afirmó. «Lo que pretende su defensa es que no venga, y no concordamos con esa posición. Todos son iguales ante la ley, y Susana de la Puente también».
A pesar de haber declarado su supuesta disposición a colaborar, los hechos muestran lo contrario: no ha comparecido en el país y busca que las diligencias se ejecuten desde el extranjero, en una muestra de privilegio que contrasta con la situación de otros investigados que sí enfrentan restricciones.
En un país donde la justicia suele ser lenta, el caso de Susana de la Puente Wiese se convierte en un ejemplo paradigmático de cómo el poder económico y las redes de influencia pueden contribuir a postergar indefinidamente la rendición de cuentas. La ampliación del proceso investigativo, lejos de ser un avance, evidencia el estancamiento y la falta de contundencia institucional frente a quienes, desde el exterior, continúan eludiendo la justicia.
Política
Junta de Fiscales Supremos afirma solo ellos tienen la facultad de elegir al fiscal de la Nación
Resolución de la JNJ repone a Patricia Benavides como fiscal de la Nación, pero máximo órgano del Ministerio Público desconoce tal declaratoria.

Dimes y diretes. Ayer se vivió de todo tanto dentro y fuera del Ministerio Público, desde ‘improvisados’ manifestantes de ‘La Resistencia’, matones, agentes de seguridad, abogados que iban y venían de oficina a oficina, portazos, y hasta una vigilia a la luz de las velas. Todos pensarán que se trataba de una pelea de callejón, pero en realidad se trataba de la irrupción de Patricia Benavides en dicha institución.
En tanto, la Junta de Fiscales Supremos, máximo órgano del Ministerio Público, se pronunció sobre la resolución de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) que anula las sanciones contra Patricia Benavides, reponiéndola en su cargo como fiscal de la Nación. Es así que mediante un breve pronunciamiento mencionaron que tal órgano se encuentra facultado para designar al titular del Ministerio Público.
“Como parte de su fortalecimiento y unidad entre los miembros del máximo órgano de gobierno del Ministerio Público y como ejemplo de cohesión institucional, reafirman que es la Junta de Fiscales Supremos —y no otro órgano del Estado— la que tiene la atribución exclusiva de elegir al Fiscal de la Nación”, escribieron.

La publicación se dio horas después de que el titular de la Defensoría del Pueblo, Josué Gutiérrez, exhorte al organismo resolver y ejecutar la resolución, adelantando que “sea cual sea su decisión la respaldarán”. “Apelar a la sapiencia, al buen tino. Ya en un momento, quizá un poco más tranquilo hoy día que ayer, porque ayer creo que han estado en crispado todos los ánimos. Que la Junta de Fiscales Supremos pueda anteponer los intereses del país por encima de los intereses de grupo”, manifestó y calificó de bochornosa la disputa por el cargo.
“Es bochornoso ver como dos personas se disputan un cargo cuando el cargo es lo más sublime de toda institución. Entonces, corresponde a la Junta, en su facultad constitucional, a la Junta de Fiscales Supremos, tomar la decisión más sabia. Yo espero que sí lo vayan a tomar. No tengo un prejuicio contra ninguno de ellos”, expresó.
La pugna por la Fiscalía de la Nación continúa y cada bando no piensa ceder ni un centímetro por hacerse de tan importante entidad. “Yo no me muevo del lugar”, manifestó Delia Espinoza, quien hasta ahora continúa mostrando su medalla de fiscal de la Nación. Por su parte, Patricia Benavides continúa merodeando en las afueras, a la espera de un descuido o un pronunciamiento oficial. Todo indica que la Fiscalía se ha convertido en el juego de las sillas, donde el que se duerme pierde su asiento.
Política
La elástica moral del Dr. Azabache
El mismo día en que su esposa actuaba como escudera de la Fiscal de la Nación, el penalista negaba en público sus vínculos con el Ministerio Público.

El 16 de junio, el mismo día en que su esposa, Cecilia Cebreros actuó como escudera de la fiscal de la Nación, Delia Espinoza, el abogado penalista César Azabache se presentó en el programa Cuentas Claras de canal N, para defender a la Dra. Espinoza y, cuando fue preguntado por el conflicto de intereses que significa que su esposa trabaje con la fiscal de la Nación siendo él un penalista con varios casos en el Ministerio Público, Azabache respondió con un argumento propio de un leguleyo de la calle Azángaro: “No soy ministro ni congresista, por lo tanto, no tengo ningún vínculo con el Ministerio Público”. Con ese argumento, buscó justificar que sus familiares pueden trabajar donde gusten y que él no tiene nada que ver.
El pomposo Dr. Azabache olvida que él tiene casos en curso en el Ministerio Público y su esposa, Cecilia Cebreros, al trabajar al lado de la Fiscal de la Nación, tiene acceso a información privilegiada y tiene la opción de pedir “favores” a los fiscales que atienden los casos del Dr. Azabache, lo cual redunda en beneficio de Azabache a quien contratan estudios de abogados que él calificaría de “capitalistas”.
En todo caso, si el leguleyo jurisconsulto sostiene que él no tiene conflicto de intereses, entonces, debería darse cuenta de que su esposa sí los tiene. Las imágenes difundidas por la televisión muestran que la relación de Cecilia Cebreros con la Fiscal de la Nación es muy cercana, tanto así que ejerce de escudera impidiendo el acceso a la oficina de su jefa.
Las huellas que asoman
Hay un asunto de fondo que lleva a la presunción de que César Azabache estaría prestando, tras bambalinas, apoyo legal a la Fiscal de la Nación, aunque él diga en televisión: “No tengo ningún vínculo con el Ministerio Público”.
Lima Gris preguntó al Dr. Víctor Cubas, vocero del Ministerio Público, sobre la situación de Cecilia Cebreros y, luego de consultar con la Gerencia de Imagen, respondió que la esposa de César Azabache “No es ni ha sido Asesora de la Fiscal de la Nación”. Sin embargo, hay dos pruebas que demuestran lo contrario.
Las irrefutables imágenes de Cecilia Cebreros transitando por el piso 9 que tiene acceso restringido porque allí se encuentra la oficina de la Dra. Delia Espinoza, fiscal de la Nación. La evidencia irrefutable la muestra en actitud de proteger a su jefa en el conflicto que tiene con la fiscal Patricia Benavides, quien, dicho sea de paso, ingresó de manera impropia acompañada por guardaespaldas.

Cecilia Cebreros segundos antes de cerrarle la puerta a la fiscal Patricia Benavides.
La otra prueba es este recibo obtenido por Lima Gris en el cual consta que no es verdad lo que afirman desde el Ministerio Público: que Cecilia Cebreros “No es ni ha sido Asesora de la Fiscal de la Nación”.
Se añade que Cecilia Cebreros tiene, por lo menos, tres ordenes de servicio pagadas por el Ministerio Público. En efecto, el 28 de noviembre de 2024 cobró S/ 11,000; el 27 de noviembre 2025, S/ 33,000; y el 10 de abril 2025, nuevamente S/ 33,000. Por el momento, un total de S/ 77,000.


Fuente: Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OECE)
Entonces, ¿por qué la esposa del Dr. Azabache está siendo protegida por las más altas instancias del Ministerio Público? ¿Por qué dicen que no trabaja con la Fiscal de la Nación cuando sí lo hace? ¿Por qué se disfraza su trabajo y su asistencia a su centro de labores con recibos?
Cecilia Cebreros carece de calificaciones profesionales para estar al lado de la Fiscal de la Nación, por eso llama la atención tanta protección hacia ella lo que conduce a preguntarse si es verdad o no, la versión que circula en el sentido de que el Dr. Azabache, en realidad, sería el real asesor de la Dra. Espinoza, camuflado como Cecilia Cebreros.
Cuando César Azabache afirma “No tengo ningún vínculo con el Ministerio Público” olvida que, no hace mucho, él fue, públicamente, abogado de Delia Espinoza. Es decir, tiene, por lo menos, un vínculo personal con la actual Fiscal de la Nación. ¿Por qué ahora prefiere el anonimato en esa relación? ¿Será porque hay abogados que, a veces, son caviares y, otras veces, capitalistas dependiendo del cliente y para eso es mejor actuar en la sombra?
Política
Escolar le dice sus verdades a Dina Boluarte durante inauguración de centro educativo: “los invito a mirar más allá de los discursos” [VIDEO]
José Guerrero Ordinola, alcalde escolar del colegio Ignacio Merino le exigió a la mandataria y sus ministros mayor cercanía con la población y salir de la ‘burbuja’ en la que están.

Acostumbrada la jefa de Estado, Dina Boluarte, a rodearse de escolares para lanzar sus críticas contra sus detractores, durante la inauguración del colegio Ignacio Merino, en Talara – Piura, el escolar de 16 años José Ángel Guerrero Ordinola no quiso seguir el mismo discurso que repiten los ministros de la mandataria, quienes salen en su defensa ante cualquier cuestionamiento, y en cambio aprovechó la valiosa oportunidad para decirle lo que sienten millones de peruanos.
Al frente de la mandataria y el ministro de Educación, Morgan Quero, que hasta el momento no se ha manifestado por el centenar de colegios perjudicado tras el temblor del domingo, el escolar le recordó a Boluarte y compañía la completa desconexión con la realidad, solicitándoles dejar de lado los discursos de odio y atender con urgencia los desafíos que enfrenta la educación peruana.
“Como alcalde del colegio y en nombre de todos mis compañeros, les hablo hoy con respeto y profunda preocupación por nuestro país”, expresó.
Mirando fijamente a Boluarte, al ministro Quero y al director del plantel, el alcalde escolar les instó a ir más allá de las palabras: “Los invito a mirar más allá de los discursos, a escuchar la voz de los estudiantes y a reflexionar profundamente sobre el impacto de sus decisiones”, sostuvo.
La jefa de Estado solo atinó a escuchar con atención el reclamo del escolar, quien en todo momento mantenía una voz firme y serena, añadiendo que “la educación aún enfrenta enormes desafíos”, en un contexto donde miles de alumnos reciben sus clases en locales precarios, en una balsa, en una restobar o en locales donde la conexión a internet no llega.
Tuvo que ser un valiente escolar quien le dijo sus verdades a la autodenominada “mamá de todos los peruanos”, pero que solamente se dedica a viajar y realizarse “retoquitos”, olvidándose de los millones de peruanos que solamente le piden un poco más de empatía y carácter para afrontar a los extorsionadores y mineros ilegales.
Política
Dina Boluarte y la doble moral: “Las mujeres sí podemos gobernar con honestidad y transparencia”
La presidenta apela al discurso feminista y defiende su gestión: “Que sigan rajando y criticando; nosotros seguiremos hasta el 28 de julio del 2026”, expresó, mientras su gobierno acumula cuestionamientos por corrupción y pactos políticos oscuros. La honestidad no se declara: se practica. Y hasta ahora, el Ejecutivo ha estado lejos de ese ideal.

Durante su visita a Talara, en la región Piura, la presidenta Dina Boluarte volvió a insistir en una narrativa que contrasta con la realidad de su gobierno. En un acto público, inauguró un colegio y se dirigió a los asistentes para defender su gestión. Sin embargo, sus palabras estuvieron marcadas por una profunda contradicción.
Acompañada por autoridades y estudiantes, Boluarte aseguró que su gobierno avanza “sin corrupción y con resultados visibles”, y que las críticas provienen de quienes “no quieren ver el desarrollo del país”. Insistió en que seguirá gobernando “con manos limpias” hasta el 28 de julio de 2026.
Lo más llamativo fue su intento de escudarse en el discurso de género para deslegitimar los cuestionamientos. “Nosotras las mujeres sí podemos gobernar con honestidad. A pesar de las voces machistas y mediocres, seguiremos trabajando por el bienestar del pueblo”, declaró. Pero su afirmación resulta cínica ante un gobierno salpicado por escándalos, silencios convenientes y pactos oscuros.

Boluarte calificó las críticas como “energías negativas” y acusó a sus detractores de ser “desleales con el desarrollo del país”, ignorando que las observaciones no vienen solo de la oposición, sino de organismos nacionales e internacionales que han advertido sobre retrocesos en transparencia, derechos humanos y lucha anticorrupción.
Decir que su gestión no tiene “células de corrupción en el ADN” es una burla para una ciudadanía que ha sido testigo de turbiedad en decisiones clave, investigaciones fiscales en su entorno y una clara falta de rendición de cuentas.
La presidenta intenta blindarse con el discurso feminista mientras perpetúa prácticas políticas tradicionales, autoritarias y oportunistas. La honestidad no se proclama: se demuestra. Y hasta ahora, su gobierno ha estado lejos de ese ideal.
Mientras las cifras de desaprobación aumentan y los conflictos sociales se multiplican, Dina Boluarte prefiere hablar de “obras” y “manos limpias” desde un podio, como si el país no supiera ver más allá del libreto.
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