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Opinión

Premio ICPNA Arte Contemporáneo 2023: decodificando una obra progre sin alma

Los concursos del ICPNA se han convertido en un mamarracho contemporáneo.

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Por The Painting Lover

Para la segunda semana en que se abrió esta muestra tuve la ilusión de ver nuevas propuestas pictóricas; y claro, debo admitirlo; siempre apunto a encontrar algo novedoso en ese medio ya que considero que es el medio donde más me siento familiarizado.

Por lo mismo fui terco al ir dos días consecutivos al ICPNA de San Miguel; el primer día no pude ver la muestra ya que el Sr de seguridad me contaba que los días lunes, la galería permanecía cerrada y créanme, fue una situación que me incomodó demasiado ya que aquel día me había dado todo un viaje desde Miraflores a San Miguel y de San Miguel hasta los Olivos, distrito donde vivo.

Al día siguiente, un martes por la tarde, por fin logré acceder a la muestra por una puerta que más parecía una salida de emergencia, y que conectaba a un sótano estrecho, pero significativamente largo. Así, lo primero que me llamó la atención fue la cantidad de instalaciones, diría que ocupan casi el 90% de la muestra.

La obra premiada se encontraba en una esquina del lugar, colindando con el lado de la entrada principal de la institución. Cuando la vi, me causó curiosidad; sin embargo, esa curiosidad se dio más por el montaje descuidado que presentaba. De hecho, pensé que a la artista no le había alcanzado el tiempo suficiente para montar su obra y que el espacio que les habían dado en general a cada participante, era muy reducido. Este acabado tan desaliñado afianzó esta idea mía de un apresuramiento en el acabado, animándome al mismo tiempo a fotografiar el texto discursivo, algo que siempre prefiero no tomarlo en cuenta a priori ya que, para mí en primera instancia toda obra visual debe depender más de su impacto visual que de su texto discursivo.

Debo confesar también que esta obra como la muestra en general me fue completamente irrelevante pues de variado no tenía nada. Para mí solo eran un conjunto de propuestas «Poseras» (Snobistas para otros) con el rollo de moda bajo la manga, es decir de cuestionar supuestamente los actuales sistemas hegemónicos, algo así como lo que escuchamos siempre hablar o decir a Greta Thunberg vía redes sin saber quiénes son los que la financian. Por lo mismo no me animé a postearlo en su debido momento; sin embargo, dado el polvorín que ha causado, me puse a pensar que, si hay que cuestionar la obra ganadora, hay que cuestionarla bajo términos netamente artísticos. Por eso decidí decodificarla siguiendo el método icnográfico de Erwin Panofsky… Y aquí vamos:

Obra ganadora en el Premio ICPNA 2023.

𝗡𝗶𝘃𝗲𝗹 𝗽𝗿𝗲 𝗶𝗰𝗼𝗻𝗼𝗴𝗿𝗮́𝗳𝗶𝗰𝗼

Todos los elementos de la obra están esparcidos sobre el piso, salvo una tetera que está suspendida a un metro de distancia del mismo. Sobre el piso hay dos grupos de materiales acumulados, asemejándose a dos pequeñas montañas hechas por diversos materiales domésticos. Una se asemeja a una torta rosa, hecha con tela de tull y que esta burdamente decorada con ganchos para tender ropa, dispuestos en hilera desde la cima del montículo hacia sus laderas, además de estar adheridos colets femeninos; de diversos colores y diseños llamativos. Cerca de esta montaña rosa hay otra de menor tamaño, de aspecto chancado y descuidado, elaborado al parecer con malla de jardinería y de hartos retazos de pulpa de papel o javas de huevos. Sobre ella permanece una especie de ipad donde se ve una pequeña animación de un cuy que abre y entrecierra sus tiernos ojitos y orejitas. A un costado de estas montañas y por debajo de la tetera esta una sartén boca abajo, donde yace otras chucherías de plástico. La tetera suspendida por su lado, bota de manera sugerida agua, que está elaborada por cables de luces led que se prenden y apagan para dar al conjunto de la obra una sensación de decoración navideña.

𝗡𝗶𝘃𝗲𝗹 𝗜𝗰𝗼𝗻𝗼𝗴𝗿𝗮́𝗳𝗶𝗰𝗼

El título de la video instalación sugiere un accidente doméstico reforzado por los elementos de cocina como la tetera y la sartén. La torta rosa hecha de tull, tela que a menudo se usa para la elaboración de la vestimenta de bailarinas de ballet, afianza la idea de que se lo ha elaborado para un familiar femenino, probablemente la hija única de una clásica familia. La tetera vierte agua, al parecer hervida, sensación térmica sugerida por las luces estridentes y que al mismo tiempo salpica hasta una sartén tirada sobre el piso. Al costado de la sartén se encuentra la montaña no colorida, dando la sensación de que es parte de la masa con que se elaboró la torta. Sobre la masa está el i pad que sugiere ser el elemento distractor que causó dicho accidente doméstico.

Reseña textual de la muestra.

𝗡𝗶𝘃𝗲𝗹 𝗜𝗰𝗼𝗻𝗼𝗹𝗼́𝗴𝗶𝗰𝗼

La artista habla de su obra como el ejercicio para elaborar formas alternativas de existencia o sobrevivencia, y de relacionarse con los otros, ocupando al mismo tiempo un espacio o un rol digno dentro de una sociedad patriarcal abusiva y violenta… La verdad no sé porque no lo dijo de esta manera, para mí al menos hubiera sido mucho más frontal y directa. Aquí específicamente se habla de un trauma, probablemente de un evento familiar donde se dio inesperadamente un gran reproche por un macho alfa abusivo, es decir un líder dictador familiar y que al mismo tiempo condujo en la artista al cuestionamiento de los roles tradicionales de liderazgo dentro de una familia. Además la «Artiste» señala que su práctica artística apunta a dignificar el feminismo actual, sííí, la de la tercera y cuarta ola, esa que aun imagina que los varones gozamos de hartos privilegios y que ellas o elles o lo que fuese, no las tienen. Así las furtivas emociones femeninas, causadas por un elemento tierno y distractor como el cuycito, se convierte prácticamente en alimento emotivo para su alegría de vivir, y que es apabullado por una sin razón desafiante por el macho proveedor, racional e incólume ante cualquier crisis, pero nada empático con su pareja o congénere.

Nuevo argumento en redes sociales. Este al menos es mucho más conciso donde se sugiere que el mensaje de la obra recae en el elemento audiovisual.

𝗖𝗼𝗻𝗰𝗹𝘂𝘀𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀

Al colocar dos montículos con formas indistinguibles y dejar que el mensaje esencial esté en el pequeño vídeo desde un i pad tirado, la interpretación de este trabajo es por decirlo menos, confusa y arbitraria. Sin embargo por todo su discurso de género llevado a cuestas, se evidencia un premio más a su «Sacrificada Ideología» que a la pieza presentada dónde a todas luces existe la clásica victimización de la mujer feminista, algo que hasta el cansancio vemos como un discurso cliché progre en pro de una causa que deforma el clásico núcleo familiar que por siglos ha existido desde la época de nuestros tatatatatatatarabuelos hasta inicios de este nuevo milenio.

Lastimosamente este método de decodificación no está masificado y tiende a caer en el error cuando desde el nivel pre iconográfico uno especula con los elementos de la obra. Así mismo el error se agranda en el 3er nivel cuando el texto curatorial es uno en la propia muestra y vía redes sociales otra. Pese a ello, a mi parecer debería usarse con insistencia en toda obra post conceptual, más aún cuando hablamos de una ideología de género como la feminista, que de por sí aborrece cualquier sistema hegemonizánte, incluyendo aquel sistema artístico tradicional que en su momento valoró y amó a la estética por delante.

Y en cuanto a los grandes paradigmas concebidos, abanderar esta obra como un gran icono libertario de recontextualizacion del éxito o el fracaso, es como creer ingenuamente, que cualquier discurso trap podría evolucionar en una especie de poesía minimalista urbana en el transcurso del tiempo. Por eso es necesario que todos sepan decodificar chambas pseudo vanguardistas para que por obvias razones, no les vendan gato por liebre.

Así mismo, culturalmente hablando persiste en nuestra sociedad dos visiones arraigadas. La de la derecha, la que ve el arte como mera decoración de espacios sin un trasfondo social cultural de por medio y la «Progre», esa que sin importar la calidad de la obra, es mucho más importante la propagación de la ideología, resaltando a los grupos antiguamente marginados por la derecha curatorial. Por eso es que de la nada, el arte amazónico, queer y ahora feminista, salen como grandes libertarios de la vanguardia. Ahora bien, no está mal darles un espacio, el arte contemporáneo justamente busca eso, heterogeneidad de propuestas perooo, lastimosamente a estos curadores no les interesa resaltar la calidad. Para ellos la vanguardia no va de la mano con la estética y ahí está su gran error y vicio.

Se necesita más apertura por parte de ellos y eso incluye, estar al tanto de lo que está sucediendo con la pintura contemporánea de afuera, del cuál como he dicho hasta el cansancio, son unos perfectos ignorantes… Y aquí surge algo más contradictorio, se supone que los «Progres» buscan equidad para estos grupos antiguamente marginados, pero en su afán de no buscar calidad, ya andan marginando a artistas del cual hablar sobre sistemas hegemonizantes les importa un reverendo pe_do. Su apertura como ven es pura pose.

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Schmeerguntz, de Gunvor Nelson y Dorothy Wiley (1965)

Lee la columna de Mario Castro Cobos

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¿Perdió el filo, o todavía no? -También parece un slogan-. Quien domina las imágenes domina el mundo. Es verdad, claro, y parece que casi no sirve de nada saberlo. ¿Y entonces, qué se puede hacer? Si algo muestra Schmeerguntz es lo que esconde la palabra o el concepto ‘ideal’ en las imágenes que nos venden, que nos introducen por todos los orificios, en el estilo de vida que nos ordenan vivir, o desear, sin poder por definición nunca llegar a conseguir; así que la lluvia radioactiva publicitaria si bien puede tener una apariencia paradisíaca (sensualidad apetitosa y cliché) muestra al mismo tiempo lo monstruosa que es. Y por cierto, lo más monstruoso de todo tal vez sea que hemos dejado de sentir la esencia de la monstruosidad en la que estamos metidos. Y eso que quien escribe no intenta ser moralista.

Las imágenes machaconas de una vida irreal incluso para quienes pueden procurársela. Mujeres esbeltas, maquilladas y bonitas, concursantes (a miss lo que tú quieras) como marionetas… Tan dúctiles. La mentira, la operación indesmayable de la reducción de las mujeres a papeles y funciones de adorno y esclavas, de tan escandalosa y grosera, pero de bombardeo abrumadoramente incesante necesitaba contra ella una incisión, un hueco, una disonancia, un respiro de aire fresco, una película collage (casi sientes las tijeras y la goma en varios momentos) que con su aspecto de artesanía inocente, de pequeño mecanismo que rasguña como puede, sea totalmente incisiva, política, y feminista en el mejor sentido posible.

¿Podemos hacer algo para que las imágenes de los mercaderes no nos destruyan? (esos a quienes se cuenta que Jesucristo expulsó por haber convertido al templo de su padre en una cueva de ladrones). ¿O ya estamos destruidos y solo nos dedicamos a contemplar con mayor o menor lucidez nuestra propia destrucción? Alguien irónico replicaría. A nivel de constelaciones de dioses falsos, el cine experimental y/o de vanguardia se reclama como el único y verdadero dios. Idea ridícula, dirán. Pero el cine es un campo de batalla. Si no lo es, es publicidad del poder.  

La salida es ser prosaico, crudo, directo, un inodoro, una mujer vomitando, una mujer desnuda con un tampón, bebés cagando y siendo limpiados, imágenes en principio tan inocuas, toman venganza de las otras, mientras seguimos entre embrujados y hartos.

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https://m.ok.ru/video/7176083081758

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Perú y la piratería en streaming

Lee la columna de Anìbal Mamani

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En 2024, Perú cerró el año con una estadística negativa. Indecopi ordenó el bloqueo de más de 400 sitios web que ofrecían ilegalmente contenido protegido, incluyendo películas, series, música y eventos deportivos. Esta medida se enmarcó en la séptima fase de la iniciativa internacional «Operación 404», con la participación de autoridades de Brasil, Paraguay, Argentina y Reino Unido.

Muchos usuarios optan por ingresar a páginas de streaming para ver películas al estilo Netflix o transmisiones de partidos de fútbol de la liga peruana. Sin embargo, la piratería no solo implica la descarga o visualización ilegal de contenido, sino que también expone a los usuarios a serias amenazas cibernéticas, incluyendo la instalación de virus y malware. También existen muchas ofertas de suscripción pirata a plataformas como Netflix, Disney+ o Prime Video, de forma compartida, con un pago mensual o único. En la mayoría de los casos, estas terminan en estafas.

Es común encontrar múltiples botones de «Play» o «Descargar». Algunos de estos botones están diseñados para ejecutar scripts que instalan malware en los dispositivos de los usuarios al hacer clic. Las personas que acceden a contenido pirata no solo enfrentan riesgos legales por infringir derechos de autor, sino también la posibilidad de que sus dispositivos sean infiltrados y utilizados para actividades delictivas sin su conocimiento.

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Fiesta en el lado oscuro: las mafias celebran

Todo nace del Tribunal Constitucional, convertido en apéndice de las mafias, estos «tribunos de la Cosa nostra» han firmado el acta de defunción de la justicia peruana.

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Por Jorge Paredes Terry

El Tercer Juzgado Colegiado de la Corte Superior Nacional tomó la decisión de declarar nulo el juicio oral contra Keiko y su organización, decisión cuestionable, no solo porque representa una burla a las víctimas de la corrupción, sino que sienta un precedente peligrosísimo para la impunidad en el país.

Su reciente resolución por el caso «Cócteles» que ordena su retroceso a la etapa intermedia, es un golpe devastador para la lucha contra la corrupción y una victoria resonante para las fuerzas del crimen organizado.

La resolución, amparada en supuestas «irregularidades» en la acusación, ignora la montaña de evidencia que vincula a Fujimori y a su presunta organización criminal con el lavado de activos y la financiación ilícita. No se trata de una simple anulación técnica; es una maniobra calculada para dilatar el proceso indefinidamente, enterrando bajo el peso del tiempo la posibilidad de una condena justa. La resolución se apoya en el precedente del caso José Chlimpler, un precedente que, lejos de ser un faro de justicia, se erige como un ejemplo de la manipulación del sistema judicial para proteger a los poderosos.

Es crucial entender que esta decisión no implica la inocencia de Keiko Fujimori ni el archivo del caso «Cócteles». La resolución anula el juicio oral, pero la acusación sigue en pie, la evidencia sigue existiendo, y la sombra de la preesunta corrupción sigue planeando sobre la lideresa fujimorista y su entorno. Intentar presentar esta resolución como una absolución es una manipulación descarada de la verdad. Es una victoria pírrica para las mafias, una victoria que se celebra en la oscuridad, mientras la justicia peruana agoniza.

El Tribunal Constitucional, con la resolución sobre el caso Chlimpler, se convierte en cómplice de la impunidad. Su responsabilidad histórica será inmensa, su legado, una mancha indeleble en la historia del Perú. La lucha contra la corrupción no se detiene con esta resolución; al contrario, se intensifica. La sociedad civil, los fiscales y los jueces honestos deben redoblar esfuerzos para contrarrestar este golpe y exigir la rendición de cuentas de aquellos que se creen por encima de la ley. La impunidad no es una opción; la verdad, sí. La lucha continúa.

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El Paul McCartney, de Arturo Delgado Galimberti

Lee la columna de Rodolfo Ybarra

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Arturo Delgado Galimberdi nos sorprende con este libro sobre la vida, discografía y demás hechos resaltantes en la vida de Paul McCartney (PM). Ya antes ha escrito Karma instantáneo para Jhon Lennon donde nos plantea una ucronía exquisita: Lennon vive y McCartney muere. Eso aparte de otros libros importantes como La Ruptura, una novela corta que trata sobre el padre y Los espejos de infierno, otro texto urbano donde se filtra un manifiesto de vida y que tuvo elogios de Oswaldo Reynoso entre otros destacados escritores.

Esta vez, ADG solo firma como A. G. Galimberti y nos lleva como por un tobogán para mostrarnos al verdadero líder de The Beatles. (Los derechos de autor todavía se siguen discutiendo si se firma Lennon-McCartney o McCartney-Lennon). Tanto así que parece un texto escrito por un fan y no precisamente por un novelista. Pero Galimberti que es versado en el tema, nos demuestra que las cosas no son tan así de fácil. Por algo no ha tenido programa de radio dedicado al rock y ha escrito en su blog La Secta del Ruido y reseñado decenas de artículos sobre el género en diferentes medios periodísticos.

El libro repasa de manera erudita apelando a una amplia bibliografía sobre el tema e incide en esa competencia natural entre los dos másters de The Beatles, incluso después de separarse. Lennon con con Yoko Ono y McCartney con Linda y los Wings. Y las demás grabaciones con otros músicos destacados como Michael Jackson, Stevie Wonder, los exnirvanas o el “The-Ballad-Of-Skeletons”, un poema político de Allen Ginsberg: “El-esqueleto-de internet-dijo:-Cree-mentiras./-El-esqueleto-de-la-publicidad-dijo:-¡No-seas-sabio!”. Así como una discografía completa en las que se incluyen títulos que pirateados por la banda nacional We All Together.

El autor nos recuerda que PM es “un hijo de la clase trabajadora de Liverpool” y le dedica el primer capítulo a ello, pero no hay un capítulo a su nombramiento como “Sir” por parte de la reina Isabel II. Y aunque PM y los Beatles rompieron récords tanto en conciertos como en las listas nros unos; también es cierto que otros músicos más humildes y con menos recursos como, por ejemplo, Dámaso Pérez Prado con su pieza “Patricia” (usado en la Dolce Vita) y otras más estuvo casi 15 semanas en el Hit Parade de Estados Unidos arriba de Elvis Presley y The Beatles.

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“La Vorágine”: así se celebró los 100 años de su publicación

Lee la columna de Jorge Linares

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Por Jorge Linares

La asociación Iquitos Cultural junto al consulado de Colombia en la ciudad de Iquitos y la Logia Masónica 5 N° 25, presentó este pasado 30 de diciembre de 2024 un conversatorio con motivo del centenario de la publicación de esa novela de José Eustasio Rivera. Este evento cultural daba apertura a los 161 años de aniversario como puerto fluvial a la ciudad de Iquitos.

La Vorágine es una novela que nos invita a reflexionar cien años después de su primera edición sobre la situación real de nuestras fronteras, cuánto hemos avanzado como sociedad, si el Estado tiene presencia efectiva en estos territorios y si sus habitantes llevan una vida digna con los servicios básicos de agua, desagüe, electrificación, tecnología, salud, educación, entre otros beneficios.

El Dr. Carlos Barreto Vargas, Encargado de las Funciones Consulares del Consulado de Colombia en Iquitos, saludó fervorosamente que se realicen este tipo de eventos que fortalecen los lazos de buen entendimiento y hermandad entre los países de Perú y Colombia. Asimismo, comprometió a las nuevas generaciones a despertar el hábito por la lectura de otros autores como Gabriel García Márquez que también nos habla de este tipo de realidades.

El profesor universitario de Lengua y Literatura, especialista en Crítica Literaria, Dr. Manuel Marticorena Quintanilla, asumió la responsabilidad de hacer un resumen de la obra de José Eustasio Rivera, concluyendo que la forma como está publicada es una imitación a la obra del Quijote de la Mancha ya que el novelista colombiano coincide con Cervantes aseverando que él no escribió la obra, sino que fue Arturo Cova, protagonista de la novela. El autor más que novelista es poeta y en esta obra vamos a encontrar esa calidad poética hermosísima a lo largo de toda la novela. La visión del escritor es inmensurable, se hizo mucha propaganda cuando la publicaron en la Unión Soviética, estigmatizándola como socialista, y no es así, pues tiene una visión enteramente cristiana, comenzando por el aspecto formal, es decir la forma como está escrita. La obra se divide en tres partes: la sierra, la selva y el llano, son tres regiones que pertenecen a Colombia que equivalen a lo que Dante Alighieri describe en “La Divina Comedia” el infierno, el purgatorio y el paraíso; y en esta novela es al revés, comienza con el paraíso y termina en el infierno. El crítico literario Seymour Menton menciona que en diferentes espacios de la novela se encuentran agrupaciones de tres y que ratifica que hubo señal de una visión cristiana.

El Dr. Fernando Bravo Reátegui hizo una breve reseña de la vida del autor de la novela que se empezó a escribir en 1922, indicando que “José Eustasio Rivera nació en un ambiente campestre en Neiva; su niñez fue fecunda ya que abrazó su amor por la naturaleza, tuvo un padre muy correcto, se crió en un ambiente propicio para ejercer su vena literaria; luego, paso a estudiar la Normal en Bogotá, ejerciendo la carrera de profesor, y posteriormente se recibió de abogado. Siendo profesor ocupó cargos administrativos donde quiso innovar cambios y recibió resistencia, esto motivó para que predominara en su vida la profesión de abogado y ahí encuentra una brecha para la política, llegando a ser miembro del parlamento colombiano donde hace escuchar su voz ante los abusos de la clase dominante hacia los más desvalidos, haciendo eco de las denuncias del periodista peruano Benjamín Saldaña Roca hacia la casa Arana en el Putumayo; eso le valió muchos enemigos a tal punto cuando es publicada La Vorágine, es desmerecida por vacíos que argumentaban sus oponentes. Sin lugar a duda, esta novela marca un hito en la literatura latinoamericana porque aglutina una mixtura de géneros como el periodismo, la poesía, la naturaleza, el paisaje, la fotografía, una obra novedosa para la época escrita con un lenguaje elegante, engolado y depurado. Muere muy joven a los 40 años dejando un gran legado para recordar a este escritor con mucha satisfacción que se enfrentó y denuncio al régimen, apoyando y solidarizándose ante esas minorías que estaban rezagadas en la selva, haciendo que tengan voz, eso es meritorio y trascendente”.

José Eustacio Rivera.

El Venerable Maestro Menotti Yáñez Ramírez saludó la presencia de todos los participantes y enalteció lo dicho por el Dr. Marticorena, más aún, cuando se refirió a la carrera de ser profesor; “es una profesión tan venida a menos últimamente, pero sino fuera por los maestros el futuro no estaría garantizado y muchas veces nos olvidamos de ellos, es un honor ser maestro; probablemente, en el estatus profesional de la cultura oriental, precisamente en Japón, el ser maestro está en el pináculo de la sociedad en el lugar más alto porque en ellos se confía el futuro del país sobre todo en los maestros de primaria porque ahí se sientan las bases para el futuro sin desmerecer a los docentes universitarios que también hacen un esfuerzo orientando a la juventud. Esta noche estamos reunidos para celebrar la centuria de la novela La Vorágine, si José Eustasio Rivera pudiera vernos estaría más que regocijado de saber que nos hemos reunido para conmemorar lo que él hiciera un día. Esta novela ha pasado por prohibiciones y creo que a muchos no nos gusta. Cien años después podemos ver que el argumento de la novela sigue siendo tan potente, las denuncias hechas, la defensa del indígena que le generaron grandes conflictos personales como a muchos otros que en la época del caucho levantaron su voz, y para ello cito el poema Enemigo mío del poeta escocés Charles Mackay. El Dr. Marticorena se refirió a una trinidad en la novela a un profundo contenido cristiano: amor, dolor y muerte, trilogías en las cuales me voy a soportar en una trilogía masónica: libertad, igualdad y fraternidad que no es exclusivamente nuestra, sino que muchas culturas la tienen como postulado y José Eustasio Rivera habló de la libertad como facultad natural, habló de la igualdad en una época que era impensable y casi pecaminoso decir que todos debíamos ser iguales y habló de la fraternidad de la necesidad de ser respetuosos, tolerantes unos con otros y solo así haremos de este mundo un mundo mejor; por tanto, quiero desde aquí brindar un fuerte aplauso para don José Eustasio Rivera para que sepa que estamos conmemorándolo sentando las bases de un futuro y un país mejor donde ser libre sea indispensable, donde ser tolerantes y respetuosos sea la consigna permanente y donde ser fundamentalmente iguales porque somos seres humanos y merecemos ese legado para lo que hoy día estamos reunidos. Asimismo, agradezco a la asociación Iquitos Cultural por haber elegido este lugar que muchas veces es visto como cueva de demonios, piensan que la masonería está distante de la sociedad cuando está mucho más próxima a lo que se puedan imaginar, este es un lugar que nos sirve a los masones como punto de encuentro y también para este tipo de eventos que promueven y fomentan la cultura como es la Logia Unión Masónica 5 N° 25 que tiene fecha de fundación el 24 de junio de 1869”.

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100 años de Martha Hildebrandt

Lee la columna de Edwin Sarmiento

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Por Edwin Sarmiento

Hoy, 13 de enero, la Dra. Martha Hildebrandt habría cumplido 100 años. Falleció cuando tenía 97 años. Guardo, de ella, los mejores recuerdos de mi vida laboral. Fui su asesor de prensa durante ocho años en el Congreso de la República, luego que ella me convocara sólo para trabajar tres meses. Y eso, con muchas dudas por ser periodista. Recuerdo aquella mañana en que, a su pedido, me presenté en su casa portando mi hoja de vida que resumía, en 12 hojas, mi experiencia personal. Ya había sido asesor de varios ministros de Estado, jefe de comunicaciones en el Congreso de la República, Presidencia del Consejo de Ministros, director en varios ministerios, periodista en los más importantes medios de información en Lima de los 70 para adelante. Luego de hojear lo que yo consideraba un contundente currículo, se detuvo, cerró el fólder, me miró fijamente y preguntó.

–Oiga, ¿usted sabe escribir?– me dijo.

–Claro que sí, doctora—respondí muy seguro de mí.

–¿Por qué cree que sabe escribir?– inquirió. Vi, entonces, que sus ojos hincaban a los míos con intriga.

–Es que soy periodista—manifesté

–Mierda, entonces usted no sabe escribir– retrucó, deteniendo, por suerte, mi autoelogio que comprendía los cargos que había ocupado como redactor, editor, editorialista y un largo etcétera.

–El lunes lo espero en mi despacho a las nueve. Y gracias por acompañarme sólo por tres meses—dijo, extendiéndome la mano al despedirse. A los dos días de estar con ella comprendí, efectivamente, que no sabía escribir…con el rigor que ella exigía en la redacción y el uso correcto del lenguaje. Me alegré de que no haya podido escuchar mi autobombo y, con el tiempo, los tres meses se extendieron, por decisión de ella, a ocho años, los más productivos para mí y creo que para ella también, porque nos llevamos muy bien, sin correcciones de fondo, a los que sometía todos los días a sus otros asesores, tanto que ellos eran despedidos con relativa frecuencia. Lo que sí no aceptaba es que, le tomaran la delantera, renunciando. Ella los tenía que destituir.

Los asesores le duraban, en promedio, unos meses: eran licenciados por ella y otros, optaban por la hábil retirada para recuperar la paz. Pero, ni aun así, se escapaban del amargo trance del despido. En una ocasión, uno de ellos, formado en la PUCP, decidió marcharse a la semana de haber llegado al congreso. El estilo Hildebrandt no iba con él. Y se fue, como llegó, sin avisar, de puro corajudo. Además, llevaba un apellido aristocrático, como era del agrado de la parlamentaria. Entonces, la Dra. Hildebrandt era presidenta del congreso. Una mañana, en que yo despachaba entrevistas pendientes con ella, pidió a la secretaria llamar al doctor xx. No está doctora, respondió la secretaria. ¿Qué?, ¿dónde está?, indagó la presidenta. Renunció ayer, doctora, ya no vino, explicó la secretaria. ¡Ah, no. Qué se ha creído!. Llame, usted, al abogado y que venga mañana a las nueve, ordenó a gritos. Al día siguiente, nos encontrábamos, algunos asesores, despachando con ella, cuando la secretaria anunció que había llegado el abogado a la hora indicada. Que pase, ordenó. Cuando el renunciante intentaba acercar una silla para sentarse, la doctora lo detuvo en seco: así nomás, dijo. No es necesario que tome asiento, señaló, moviendo los dedos de izquierda a derecha y viceversa ¿De manera que, usted, renunció al trabajo?, continuó. Y antes de escuchar la respuesta, en medio de un sepulcral silencio, su voz retumbó:  sepa, usted, que a mí nadie me renuncia. Soy yo quien decide cuándo se va. Está, usted, despedido. Puede retirarse, sentenció, moviendo los dedos de atrás para adelante.  Martha Hildebrandt no aceptaba que otros decidan por ella.

Hoy que la recuerdo, me viene a la memoria tantos hechos que, convertidos en anécdotas, me hacen sonreír con gratitud. Fue una intelectual brillante, reconocida por el mérito de sus investigaciones en los principales foros del mundo. Su labor académica fue reconocida con distinguidas menciones. Premio Nacional de Cultura en 1949, Premio Nacional de Ensayo en 1961, Premio Nacional de Fomento a la Cultura Javier Prado en 1969. Orden de las Palmas Magisteriales en el grado de Amauta en 1999, Medalla de Honor de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en el grado de Gran Cruz, Medalla de Honor del Congreso de la República del Perú en el grado de Gran Cruz, Condecoración Orden Cultural Andrés Bello de Venezuela, Condecoración Orden al Mérito Cultural de Polonia. Dirigió el Instituto Nacional de Cultura en el Perú, fue subdirectora general de la UNESCO y congresista de la República en varios períodos, además de autora de numerosos libros de su especialidad, en el campo de la lingüística y de la cultura y mejor paro de contar.

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Interestelar y las relaciones humanas

Lee la columna de Edwin Cavello

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El cineasta Christopher Nolan, estudió literatura antes de sumergirse en el mundo del cine, de ahí nacería su exigencia por el desarrollo de los guiones. Su filme Interestelar que acaba de cumplir 10 años, es un viaje épico entre agujeros negros y ecuaciones gravitacionales. A pesar de que ha pasado una década de su estreno, su película sigue emocionando y cuestionando las relaciones humanas y la fragilidad de nuestra existencia.

Con su estreno en el 2014, Interestelar logró que masivamente el público se haga preguntas filosóficas y científicas, pero también abrió algunas heridas como la del llamado padre ausente.  En el filme, a través de los años, la ausencia del padre se convierte en un vacío que Murph intenta llenar con ciencia, ira y, finalmente, perdón. En este sentido, Nolan nos recuerda que el tiempo es una fuerza implacable que puede golpear los lazos más fuertes, pero también puede sanar heridas cuando se atraviesa con amor.

La película plantea preguntas sobre la naturaleza del tiempo, la gravedad, la posibilidad de vida más allá de nuestro planeta y sobre las emociones humanas: ¿qué estamos dispuestos a sacrificar por aquellos que amamos? ¿Cómo lidiamos con la pérdida y la ausencia? ¿Qué nos motiva a seguir adelante cuando todo parece perdido?

En el aspecto científico, Interestelar ha seguido siendo relevante. La representación del agujero negro Gargantúa se basó en cálculos del físico Kip Thorne, asesor de la película y ganador del Nobel en 2017. Con el tiempo, los avances en astronomía han confirmado la precisión de varios elementos del filme, aunque algunas cuestiones siguen siendo materia de debate. ¿Es posible realmente viajar a través de un agujero de gusano? ¿Podremos algún día manipular el tiempo y la gravedad a nuestro favor? La ciencia avanza, pero las grandes preguntas aún siguen sin respuesta.

Una década después, Interestelar continúa siendo una obra que nos obliga a mirar más allá del horizonte y a reflexionar sobre nuestro lugar en el universo. En un mundo donde la tecnología y el conocimiento avanzan a pasos agigantados, la película nos recuerda que, en realidad, seguimos siendo niños explorando el desconocido infinito.

Al final del filme Murph está feliz de que su padre (Cooper) regresó pero ella le dice que se vaya de todos modos, diciéndole que “Ningún padre debería verse obligado a ver morir a su propio hijo”. 

(Columna publicada en Diario UNO)

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Qué bello es vivir

La obra maestra de Frank Capra que se convirtió en un clásico cinematográfico.

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Hace unos días un entrañable amigo me comentó que en compañía de su familia volvió a ver la película ‘Qué bello es vivir’. Repetir la experiencia como espectador del filme de Frank Capra le hizo recobrar más razones para vivir, considerando que la historia del joven George Bailey no solo es inspiradora, sino aleccionadora, ya que nos habla de los sueños que siempre debemos alcanzar, aunque surjan obstáculos y distractores. Sin embargo, el idealismo no llegará solo y para cristalizarlo solamente hay que hacer y obrar. Es decir, si creemos en nuestras ideas trabajemos en ellas hasta que se hagan realidad. Curiosamente el cine, desde la perspectiva que tomemos, también influye en nuestras ganas de emprender para nuestras vidas un enfoque holístico y espiritual.

Podemos mencionar más joyas cinematográficas como ‘Ángeles con caras sucias’, ‘Cinema Paradiso’, ‘La vida es bella’, ‘Forrest Gump’, ‘La sociedad de los poetas muertos’, ‘Sueños de fuga’, y ‘En busca de la felicidad’, entre tantas otras que nos dicen en nuestra propia cara: —no te rindas, tú puedes porque tienes una misión—pero tampoco es menos cierto que la realidad supera a la ficción. Si bien, el instrumento del séptimo arte logra sublimarnos y eventualmente consigue elevarnos, al mismo tiempo se convierte en un esbozo. Significa que, si no iniciamos un “emprendimiento”, quizá las ganas e ilusiones se nos escurrirán entre los dedos de las manos. Entonces ¿tendríamos que espectar una película inspiradora cada hora o cada día para no matar la motivación?

No cabe duda que la riqueza existe y el dinero es importante, y quizás podrás ganar más dinero, pero no podrás ganar más tiempo. Por lo que más allá del aspecto pecuniario, uno de los mayores regalos de la vida y que nos convierte en personas ricas es la capacidad de dar a los demás sin esperar algo a cambio. Basta dar un minuto de nuestro tiempo y de nuestra atención, y estaremos brindando una pequeña parte de nuestra vida. Con una palabra de aliento y mostrando una sonrisa conseguiremos que alguien sea feliz. Y si el escenario cotidiano se muestra desolador por razones de pobreza, corrupción y crimen, nuestra misión es afrontar la vida con el mayor de los optimismos. Solo siendo generosos y altruistas asumiremos un liderazgo y le daremos un sentido a nuestra existencia.     

(Columna publicada en Diario UNO)

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