Política
Premier Mirtha Vásquez, el nuevo error del presidente Pedro Castillo
A pesar, de escuchar a los aliados de Martín Vizcarra y de Francisco Sagasti que celebran la designación de la nueva premier, la gestión de Mirtha Vásquez en el anterior Congreso, ha sido considerada como una de las “peores” en los últimos treinta años y pese a ello, hoy ocupa un alto cargo gracias a los “oficios” de esa modalidad denominada “cuota”.

La Presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Esther Vásquez Chuquilin nació en Cajamarca y tiene 45 años. Es abogada de profesión y tras participar en enero de 2020 en las elecciones del Congreso Extraordinario 2020, salió elegida congresista de la República por Cajamarca, y obtuvo 12,687 votos en representación del Partido Frente Amplio y desde el 16 de marzo del mismo año, al inicio de la pandemia asumió su investidura como parlamentaria para el periodo 2020-2021.
Sus estudios de derecho los realizó en la Universidad Nacional de Cajamarca y además ha sido docente de esa casa de estudios. También, tiene una maestría en Gerencia Social por la Pucp.
En su rol de activista, es abogada de GRUFIDES (Grupo de Formación e Intervención para el Desarrollo Sostenible), una ONG formada en 2001 y que es pro-derechos humanos y del medio ambiente, dizque sin fines de lucro, a pesar que obtienen importantes financiamientos del exterior.

La congresista Vásquez ha sido directora ejecutiva de esa ONG, sin embargo, hoy figura como Vocal de Incidencia. Aquel organismo sin fines de lucro recibe cuantiosos financiamientos del exterior a través de la Cooperación Internacional; justamente hace algunos años trascendieron denuncias de que esos fondos eran utilizados para financiar actividades violentistas en contra de proyectos mineros como Newmont-Yanacocha en Cajamarca y también en la provincia de Islay, en Arequipa; aunque los de Grufides se defendieron y argumentaron que solo era una campaña de desprestigio contra ellos.
Asimismo, han deslindado tener vínculos cercanos con Marco Arana y negaron que él fuera parte de su Consejo Directivo. La premier Mirtha Vásquez también fue abogada de otra ONG muy conocida como es APRODEH (Asociación Pro Derechos Humanos). Esta ONG anteriormente hizo noticia por haber solicitado a través de un escrito a los parlamentarios de la Unión Europea que retire a la organización terrorista MRTA (Movimiento Revolucionario Túpac Amaru) de la lista de organizaciones terroristas expulsadas en Europa; también hizo noticia por emprender procesos para llevar a juicios ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos a los comandos militares Chavín de Huantar; con la generación de remesas para asumir las defensas legales de las demandas, que al ser ganadas obtendrían millonarias reparaciones civiles del Estado peruano.
La nueva jefa del Gabinete también integró el Consejo Directivo de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH). Este importante colectivo que ya tiene 36 años de actividad, es una especie de “monstruo” que alberga a todas las ONGs Pro-derechos humanos del resto de regiones del Perú.
Entre otras cosas, Mirtha Vásquez cuando fue legisladora manifestó estar en contra del retiro de la inmunidad parlamentaria, porque lo consideraba un peligro, ya que podría afectar a las investigaciones que se realizaban en el Congreso. En aquel tiempo, su bancada del Frente Amplio, propuso una reforma total, pero no la eliminación completa de la inmunidad.

Todo estaba planeado en el 2020 para asumir el control del Congreso Extraordinario
“El pez por la boca muere”, por ello el 15 de noviembre del 2020, en declaraciones a la prensa en los exteriores del Congreso, la extitular del Parlamento y hoy premier, Mirtha Vásquez afirmó: “Creo que los únicos legitimados para asumir un cargo como ese, son los congresistas que no votaron a favor de esta vacancia, y en ese sentido se tendrá que buscar cuál es la persona más idónea. El responsable político de la vacancia de Martin Vizcarra es el señor Merino, y los responsables políticos de las muertes son los ministros que renunciaron anoche y (sic) tiene responsabilidad el señor Rodríguez que estuvo como ministro del Interior y tiene una responsabilidad no solamente política, sino, penal y creo que hay que denunciar fuertemente estos hechos; no pueden quedar impunes de ninguna manera”.
Sobre sus colegas del Frente Amplio que votaron a favor de la vacancia de Martín Vizcarra, ella dijo: “En este momento hace falta que hagan un mea culpa y que le pidan perdón a este país por las consecuencias que se están viendo. Me parece terrible la actitud del señor Merino. Debería renunciar porque no es una persona idónea para seguir adelante, menos cuando en su existencia por ocupar el gobierno se ha manchado de sangre esta política que él ha llevado adelante”.
El año pasado nos parecía curioso ver cómo Mirtha Vásquez, de perfil antiminero y oenegero, mantuvo estrechos vínculos con Francisco Sagasti y la bancada Morada durante el accidentado proceso de conformación de la lista para obtener las presidencias de ambos Poderes del Estado.
Hoy podemos afirmar que concertaron un acuerdo y fueron aliados para ese fin, porque ambos tenían algo en “común” que los unió y que de alguna manera hizo que sean presidentes simultáneos de dos Poderes del Estado. Ese algo en común, consistió en que ambos votaron en contra de la vacancia de Martín Vizcarra.
Desde ese momento, la mesa directiva del Congreso liderada por Vásquez Chuquilin jugó en pared con el transitorio encargado de Palacio de Gobierno, Francisco Sagasti. Prácticamente, se despojaron de sus ropajes y mostraron su verdadera cara, que consistía en una tenaz labor para cautelar los intereses del lagarto Martín Vizcarra.
La premier Mirtha Vásquez y su indeseable labor al mando de la Mesa Directiva del Congreso
A pesar que sus amigos políticos del Partido Morado y de la facción Vizcarrista que en estos momentos están celebrando la designación de Mirtha Vásquez como premier, aduciendo que ha sido una extraordinaria presidenta del Congreso; es necesario recordar cómo se desempeñó esta señora durante su paso en el Legislativo.
En la primera semana de febrero de este año, luego del término de la semana de Representación, el vocero de la bancada de Podemos Perú, Arón Espinoza, presentó una Moción de Censura contra la mesa Directiva del Congreso, debido a la conducta de su titular, la exlegisladora del Frente Amplio, Mirtha Vásquez. El parlamentario aseveró que una de las razones para interponer la moción contra Vásquez Chuquilin, ya había sido expuesta por la exlegisladora Cecilia García, quien calificó de “asesinos” a los integrantes de la Mesa Directiva por los fallecidos en las protestas contra el régimen laboral agrario.
Hace ocho meses Espinoza afirmó: “Por supuesto (que vamos a presentar una moción de censura). Ya lo dijo la congresista Cecilia García. Yo estoy manifestándolo como vocero de Podemos Perú; estamos analizando al reinicio de las labores congresales que es la primera semana de febrero, vamos a presentar con argumentos sólidos una moción de censura”.
Asimismo, refirió que tenía varios argumentos para sustentar la moción de censura y agregó que la exparlamentaria Vásquez Chuquilin tampoco lo representaba, porque nunca defendió el Foro Parlamentario: “Una persona que no representa a los congresistas y vulnera todo tipo de neutralidad y no defiende el foro parlamentario, no me representa. Ella votó en abstención en la ley de la ONP, ¿cómo va a defender una ley con la que estuvo en contra?”, concluyó.
En aquel momento, el escandalo saltó a la luz porque en el Parlamento se estaba contratando y haciendo cambios de personal a través del tarjetazo. En esa línea, la exparlamentaria de Podemos Perú, Cecilia García, en una entrevista afirmó que iban por la censura de la Mesa Directiva, por los gastos innecesarios que hacía su presidenta, la entonces congresista Mirtha Vásquez:
“La señora ya no sabe en qué más gastar el dinero del Congreso de la República”, afirmó la exlegisladora de Podemos Perú.
Las denuncias de Cecilia García eran realmente graves, porque primero acusó a Mirtha Vásquez de contratar a casi 100 personas en medio de la emergencia sanitaria y el colapso económico. Vásquez Chuquilin realizó las contrataciones, desde que asumió el cargo en noviembre de 2020:
“Las contrató para que vayan a sentarse a algunas oficinas”, señaló en la entrevista, Cecilia García. Aseguró, además que esa cantidad de personas contratadas en el Congreso estarían contagiando el Covid, a pesar que aún no se requería de una total presencialidad.
Además, denunció que Vásquez Chuquilin ordenó las compras de celulares para funciones insulsas: “Ha comprado 130 celulares solo para que los congresistas puedan registrar asistencia, mientras la gente se muere de hambre. Como si los congresistas no tendríamos un celular para descargarnos la aplicación para registrarnos y realizar nuestras votaciones”, agregó la exparlamentaria de PP.
Finalmente, sin pelos en la lengua aseveró: “Los congresistas deberían evaluar la permanencia de una mesa directiva dictadora, porque la actual jefa del Legislativo representa ‘una izquierda ociosa y gastadora’. “No es una buena guía ni compañía en un momento tan difícil como este, donde debemos trabajar el doble y cobrar la mitad”.
No obstante, el 30 de junio, legisladores de Acción Popular, Fuerza Popular, Alianza para el Progreso (APP) y Descentralización Democrática presentaron una nueva moción de censura contra la Mesa Directiva del Congreso, que presidía Mirtha Vásquez Chuquilin.

La propuesta argumentó que aquella gestión no cumplía con la defensa del Fuero Parlamentario, y, por tanto, afectaba el equilibrio de poderes, tal como lo establece el Reglamento del Congreso.
En esa línea, Los legisladores también hicieron alusión a la denuncia del expresidente de la Comisión de Constitución, Luis Valdez Farías, quien acusó al exencargado de Palacio, Francisco Sagasti de convocarlo para frustrar el debate de las reformas constitucionales, “afectando el fuero parlamentario”. Aquella vez, Sagasti lo amenazó con volver a sacar a la gente a las calles, como fue en el mes de noviembre de 2020.
Con los hechos denunciados ante el entonces Pleno del Congreso, la Mesa Directiva de Mirtha Vásquez se “lavó las manos” y no tomó una posición coherente en defensa del Parlamento, y demostró que desde el principio era una férrea aliada de Francisco Sagasti. Es decir, en lugar de cautelar los intereses del Parlamento, tuvo “oficio”, para defender los intereses del Ejecutivo; por ello, en sintonía con otras bancadas “aliadas”, además de los morados, la Mesa Directiva que era lideraba por Vásquez Chuquilin ponía zancadillas a proyectos de ley que priorizaban la reivindicación de los trabajadores peruanos y de los jubilados, como las que fueron observadas por el indolente Francisco Sagasti; entre ellas, la del retiro del 95.5% de las AFP, el retiro de pensiones de la ONP, la ley anti-usura de intereses bancarios, y la ley del Fonavi.
No obstante, el Parlamento blindó a Mirtha Vásquez y el pleno que se realizó el 30 de junio, rechazó el debate de moción de censura contra la Mesa Directiva, con un resultado de 20 votos a favor, 85 en contra y 7 abstenciones. Sin embargo, a los pocos días, diferentes bancadas insistieron y prepararon una nueva moción de censura, pero esta vez, solo en contra de Mirtha Vásquez, que continuaba enfrentada con dichas bancadas en el Parlamento.
En el documento, el principal motivo de la nueva propuesta de censura, decía: “Nunca antes en la historia del Parlamento, una titular de la Presidencia ha tomado una actitud de ‘boicotear’ el debate de una Moción de Censura contra ella, suspendiendo la sesión de la misma, hasta 12 días posteriores; ello con la finalidad de mantenerse en el cargo y sin respetar las facultades de los parlamentarios”.
Ante aquel despropósito, los voceros de los grupos parlamentarios intentaron ubicarla en la oficina de la Presidencia del Congreso, donde se les pidió esperarla para poder solucionar esta situación; sin embargo, al final del día, la Presidenta del Congreso ‘huyó’ del Parlamento por una salida auxiliar, dejando de lado y en espera a la mayoría de los voceros.
Al final, el “blindaje” nuevamente ganó el “partido” y la nueva moción de censura también fue rechazada, a pesar de la abusiva conducta de Vásquez Chuquilin.
Mirtha Vásquez no rindió cuentas de sus gastos al Congreso
La expresidenta del Congreso, Mirtha Vásquez Chuquilin, no entregó sus informes de las actividades congresales que realizó en periodos de su Semana de Representación, desde diciembre de 2020, precisamente, un mes después de haber asumido la Mesa Directiva, hasta julio, tal como se consignaba en el portal web del Congreso.
En un informe de Expreso, se informó que fueron casi 7 meses de esta omisión de parte de la exparlamentaria del Frente Amplio. Una vez más Vásquez Chuquilin se burló de la ley, porque incumplió el artículo 23, incisos F y G, del Reglamento del Congreso que, señala que los congresistas tienen la obligación de mantenerse en comunicación con los ciudadanos, e informar regularmente sobre su actuación parlamentaria.
Apenas, hace cuatro meses en el portal del Congreso se observaba y se detallaba que en el caso de la excongresista Mirtha Vásquez, la última vez que presentó sus informes de la Semana de Representación, obedeció a los meses de agosto, septiembre, octubre y diciembre de 2020; pero desde ese último mes del año pasado, ya como presidenta del Legislativo, dejó de emitir sus informes a la plataforma digital del Congreso durante todo el 2021.
Sin embargo, los otros dos legisladores que integraban la Mesa Directiva y que acompañaban a Mirtha Vásquez, tanto Luis Roel Alva (AP), como Matilde Fernández (SP) “mantuvieron actualizados” sus informes desde agosto de 2020, hasta julio de este año.
La nueva premier quiso el Ministerio del Ambiente en el gobierno de Pedro Castillo
En el mes de junio, según nuestras fuentes, la extitular de la mesa directiva del Congreso, Mirtha Vásquez Chuquilín, habría conversado con Verónika Mendoza, para solicitarle el Ministerio del Ambiente, cuando Pedro Castillo fuese proclamado presidente de la República; sin embargo, sus pretensiones fueron más que servidas, porque más allá de la cartera del Ambiente, ella ha logrado la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM).
Finalmente, la señora Mirtha Vásquez ha sabido jugar sus “fichas” y buscar aliados políticos para que la ayuden en su “reciclaje” y difundan en todas las plataformas de prensa que es una gran demócrata, porque tiene virtudes para el dialogo y la concertación.
Aquí una muestra de la “celebración” de algunos aliados y simpatizantes de la nueva premier Mirtha Vásquez Chuquilin
La denunciada por la Fiscalía y congresista Flor Pablo Medina, dijo hoy: “Es una buena noticia al tener una premier como Mirtha Vásquez; una lideresa que ha tenido un excelente desempeño en el Congreso”.
El consejero personal de Martín Vizcarra, Oscar Díaz Moscoso, y que hoy funge como analista político, aseveró: “Es una buena elección, por su buen desempeño en el Congreso anterior”.
El farandulero de El Comercio, Fernando Vivas y que hoy se ha convertido en analista político, dice: “Han cambiado a un fantoche de izquierda por una señora demócrata y decente”.
Y la expremier Violeta Bermúdez, hoy por la mañana aseveró: “A Mirtha Vásquez la conocí a través del trabajo muy coordinado que tuvimos en el gobierno. La señora Mirtha Vásquez nos demostró que tiene muchas habilidades para escuchar y yo le deseo todo lo mejor y tiene todo para ser una excelente presidenta del Consejo de Ministros”

A pesar, de escuchar a los aliados de Martín Vizcarra y de Francisco Sagasti, no debemos perder la perspectiva, ya que somos testigos que la gestión de Mirtha Vásquez al mando de la mesa directiva en el anterior Congreso de la República, ha sido considerada como una de las “peores” en los últimos treinta años y pese a haberse salvado de tres mociones de censura, hoy ocupa un alto cargo en el Ejecutivo, únicamente por pertenecer a una tienda política de izquierda, gracias a los “oficios” de esa modalidad denominada “cuota”.
Política
Gobierno exportará presos en lugar de solucionar el hacinamiento penitenciario
Frente a la crisis carcelaria y la falta de nuevas cárceles, el Ejecutivo busca trasladar reos a El Salvador, una medida costosa, cuestionada y que no aborda las causas reales del problema. Expertos advierten que esta propuesta es un parche irresponsable y demagógico.

El exdirector general de asuntos criminológicos del Ministerio de Justicia, Víctor Quinteros, cuestionó duramente la reciente propuesta del Gobierno de enviar presos peruanos al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) en El Salvador, calificándola de “inviable” y una medida demagógica que evade responsabilidades.
Quinteros enfatizó que mientras el gasto diario por reo en Perú oscila entre 27 y 30 soles, el traslado y confinamiento en el CECOT implicaría un costo superior a 200 dólares por preso, una cifra que evidencia la falta de racionalidad económica y social en la iniciativa gubernamental. “Los peruanos deben cumplir su condena en territorio nacional. Existe un marco legal para enviar presos extranjeros a sus países de origen, pero no para exportar peruanos”, aclaró.
El especialista criticó que el Ejecutivo pretenda externalizar un problema que es claramente de su competencia, desviando la atención pública y política de la urgente necesidad de construir y ampliar cárceles en Perú. “Esta propuesta refleja la incapacidad de los políticos para enfrentar el hacinamiento penitenciario que afecta a miles de reclusos y vulnera derechos humanos fundamentales”, apuntó.

Por su parte, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Enrique Alcántara, ha reafirmado el compromiso del Gobierno de cumplir la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) para deshacinamiento de penales antes del 2030, aunque con un plazo prudencial. Alcántara argumentó que factores como la pandemia y el impacto del ciclón Yaku han retrasado la ejecución de medidas, por lo que se ha solicitado tiempo adicional.
Sin embargo, para Quinteros, estos argumentos no justifican la falta de políticas concretas y responsables. “Exportar presos no es una solución, es un parche costoso y cuestionable que no atiende las causas estructurales del problema”, concluyó.
La polémica propuesta abre el debate sobre la prioridad real del Estado frente a una crisis penitenciaria que sigue sin resolverse desde hace años, mientras se opta por soluciones improvisadas que pueden poner en riesgo derechos y soberanía.
Política
Delia Espinoza se justifica por no reponer a Patricia Benavides
La fiscal de la Nación, Delia Espinoza, niega incurrir en desacato y se ampara en tecnicismos legales para no restituir a su rival, Patricia Benavides. Lo más preocupante: insiste en que no hay crisis institucional y asegura que el Ministerio Público “funciona con normalidad”.

En medio de la crisis institucional que sacude al Ministerio Público, la fiscal de la Nación, Delia Espinoza Valenzuela, ha optado por el camino del tecnicismo para justificar su negativa a reponer en el cargo a Patricia Benavides, como ordenó la Junta Nacional de Justicia (JNJ). Lo que está en juego no es solo un conflicto de poder, sino el respeto al Estado de derecho y a las decisiones de los órganos constitucionales autónomos.
Espinoza Valenzuela declaró al Diario del Cusco que enfrentará cualquier denuncia del Congreso por presunto desacato, asegurando que hasta el momento no ha sido formalmente notificada de la resolución que restituye a Benavides Vargas como fiscal de la Nación. Bajo ese argumento, se ampara en que no hay “desobediencia” porque no hay una notificación formal, como si los pronunciamientos de la JNJ no fueran de conocimiento público ni vinculantes desde el momento de su emisión.
Más aún, cuestionó abiertamente que diversas autoridades —incluyendo congresistas, ministros y el propio defensor del Pueblo— hayan reconocido públicamente a Patricia Benavides como la legítima fiscal de la Nación. Según Espinoza, ese reconocimiento genera “confusión” y desinformación entre la ciudadanía, cuando en realidad lo que confunde es la resistencia de su despacho a acatar una resolución de un órgano constitucional.

Resulta preocupante que Delia Espinoza deslice la idea de que todo debe pasar primero por un análisis jurídico interno, como si la legalidad fuera un terreno interpretativo según su conveniencia. Bajo esa lógica, cualquier autoridad podría ignorar resoluciones oficiales mientras “analiza” si le parecen válidas.
La fiscal también aseguró que responderá a las denuncias del Congreso y que las mismas no prosperarán porque —según ella— la JNJ no siguió los procedimientos correctos. Es decir, antes que admitir el fallo y acatarlo, su estrategia es deslegitimar el procedimiento mismo, aunque este emane del ente competente.
Pero lo más grave no es la estrategia de defensa de Espinoza Valenzuela, sino la insistencia en negar que exista una crisis institucional. Afirma que el Ministerio Público “funciona con normalidad” y que no hay enfrentamientos internos. ¿Cómo puede hablarse de normalidad cuando existe una pugna abierta por el cargo más alto del organismo, cuando dos señoras reclaman legitimidad y el país observa una paralización operativa?
Lo que está ocurriendo en el Ministerio Público es una crisis con todas sus letras, agravada por una autoridad que minimiza el problema y retrasa su solución. La falta de una acción clara y oportuna no solo erosiona la legitimidad del Ministerio Público, sino que pone en duda su independencia y respeto a la institucionalidad.
Si Delia Espinoza espera que el silencio y el formalismo legal detengan el avance de la verdad, está equivocada. El país necesita claridad, no excusas. Y el Ministerio Público, hoy más que nunca, requiere liderazgo con principios, no posiciones cómodas disfrazadas de legalidad.
Política
Juan Silva: tres años prófugo y cero resultados de la PNP
Fugitivo desde el 7 de junio de 2022, el exministro de Transportes simboliza la evasión de justicia más descarada del gobierno de Pedro Castillo. Su caso revela la corrupción del pasado y la negligencia del presente. Sin captura, la justicia sigue humillada y desacreditada.

Mientras la justicia reafirma la prisión preventiva por 36 meses contra el prófugo exministro de Transportes y Comunicaciones Juan Silva Villegas, la gran pregunta sigue sin respuesta: ¿por qué la Policía Nacional del Perú no logra capturarlo? La reciente decisión de la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de rechazar la apelación de su defensa no solo confirma la solidez de las pruebas en su contra, sino que también expone una verdad incómoda: la ineficiencia —¿o desinterés? — del aparato estatal por hacer cumplir esa medida.

Silva Villegas, imputado por liderar una presunta organización criminal junto al expresidente Pedro Castillo, lleva tres años en condición de prófugo. Se le atribuyen actos de corrupción vinculados a la licitación del Puente Tarata y a otras obras públicas entregadas a empresas chinas. Los delitos que enfrenta —organización criminal, colusión agravada y tráfico de influencias— no son menores. Sin embargo, a pesar de la orden de captura nacional e internacional emitida en marzo de 2023, nada se sabe con certeza de su paradero. ¿Ha desaparecido del mapa con tanta facilidad o alguien lo protege?
A esta impunidad se suma la estrategia legal del exministro, quien busca deslegitimar la prisión preventiva con apelaciones sin sustento. El Poder Judicial ha sido claro: su defensa no presentó nuevos elementos ni argumentos para debilitar los “graves y fundados elementos de convicción” existentes. Y aun así, Silva pretende burlar a la justicia desde la clandestinidad.

La pasividad de la PNP en este caso es alarmante. No se trata de un prófugo cualquiera, sino de un exalto funcionario que, según la Fiscalía, formó parte del núcleo duro de una red criminal que saqueó al Estado. ¿Cómo es posible que, después de tres años, no exista un solo resultado concreto en su captura? ¿Realmente se le está buscando?
Es momento de que el Ministerio del Interior y la PNP rindan cuentas. No basta con emitir alertas rojas en Interpol si no hay un esfuerzo serio y sostenido para ubicar a quien simboliza la evasión de justicia más flagrante del gobierno de Pedro Castillo. El caso Silva refleja no solo la corrupción del pasado, sino la negligencia del presente. Y mientras siga libre, la justicia seguirá humillada.
Política
Se cumplen 250 días sin que Dina Boluarte le responda a la prensa
Mandataria pasa sus días entre denuncias, cirugías encubiertas, documentos “clasificados” para que no se conozca su aumento de sueldo, y viajes al extranjero.

La última vez que la presidenta de la República, Dina Boluarte, se animó a contestarle a la prensa fue el ya lejano 22 de octubre de 2024, cuando en tono despectivo e irascible, les preguntaba antes a los hombres de prensa a qué medio pertenecían, asimismo, daba instrucciones sobre las preguntas que no tenía en mente responder porque eso sencillamente le ponía de muy mal humor.
Luego de ello, la autodenominada “mamá de todos los peruanos” se la pasó lanzando indirectas a los distintos medios cuando se trataba de una actividad oficial, tildándolos de ser los verdaderos “enemigos de la patria”, confabuladores, de estar jugando “en pared” con sus opositores para sacarla de Palacio. Incluso, en una ocasión, se atrevió a decir, siempre acompañada de niños y sus ministros complacientes, que los periodistas vienen realizando un “terrorismo de imagen” contra su persona.
Como si se tratara de una deidad a la que hay que agachar la cabeza y lanzar loas, la jefa de Estado no quiere que ningún medio de prensa se le acerque a menos de 50 metros, caso contrario serán interceptados por su seguridad personal, o peor aún, encerrados durante horas en algún ambiente cuando se trata de dar cobertura en una actividad oficial. Y es que esa mujer “valiente” pareciera tener miedo a las preguntas que le formulen aquellos entrevistadores que no se encuentran sometidos al canal del Estado o a su área de prensa.

Tal vez quiera evitar ese incómodo momento cuando le pregunten sobre sus viajes al extranjero, las joyas “prestadas”, sus “retoquitos” mencionados por el doctor Mario Cabani, los detalles sobre qué hacía el ‘cofre’ en una playa del sur, o el petitorio para aumentarse el sueldo.
A propósito de todo eso, la Asociación Nacional de Periodistas (ANP) le recuerda a la mandataria que ya lleva 250 días sin dar declaraciones, las mismas que tengan la posibilidad de un contrapunto o una repregunta, y que no estén sujetas a un cuestionario u hoja elaborado por su área de prensa. Y es que ella prefiere que solo le hagan preguntas que no la incomoden o la dejen mal parada.
«La ANP recuerda que el 22 de octubre del 2024 Boluarte, tras 105 días de silencio mediático, presentó su balance de gestión junto a sus ministros de Estado para, posteriormente, responder a preguntas de medios con expresiones hostiles hacia quienes se las formulaban. Desde esa fecha, la ANP ha registrado momentos álgidos en que la mandataria ha hecho manifiesto su reiterado menosprecio a la libertad informativa», se lee en un pronunciamiento de la institución.
Le queda poco más de un año y todo indica que seguirá manteniendo la boca cerrada; tal vez esa sea su estrategia para no cometer ni un desliz o dejarse llevar por sus impulsos y responder “tu mamá” de nuevo.
Política
Alcalde de Lima empecinado en hacer su “marcha blanca” pese a que el tren Lima – Chosica no está concluido
Ministro de Transportes previamente ya le había respondido que “no hay una obra concluida ni iniciada”.

Ya se siente el amo y señor del Perú. Han pasado tres años y la tan repetida “Lima, potencia mundial” es solo un sueño de opio, pues hasta el momento gran partes del Cercado de Lima está invadido de vendedores ambulantes y carretilleros, y ni qué decir sobre la creciente inseguridad que se vive.
El alcalde capitalino, Rafael López Aliaga, a propósito de esto último, mencionó muy suelto y despreocupado, que comprará drones que sobrevolarán la ciudad como “cóndores” y “explotarán” delante de los delincuentes.
Ahora, como si ya fuera presidente del país, viene repitiendo que iniciará una “marcha blanca” que será el inicio de las operaciones del tren Lima – Chosica, pero un gran detalle no pasa por inadvertido: no hay una obra concluida. Entonces, ¿dónde piensa colocar sus trenes de segunda traídos de los Estados Unidos?
El popular ‘Porky’ quiere colocar como sea sus trenes de la compañía Caltrain y ponerlas en funcionamiento el mes que viene. “El tren va a ir de todas maneras. Esa marcha blanca la hacemos en julio”, reiteró López Aliaga, a pesar de no existir un estudio técnico ni construidas las estaciones donde pasará el tren.
Al respecto, el titular del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), César Sandoval, manifestó que tal “marcha blanca” no se encuentra contemplada debido a que “no hay una obra concluida ni iniciada”.
“Queremos saber si la Municipalidad de Lima lo va a hacer como obra suya, seguramente deben tener un expediente técnico, un plan a desarrollar y ejecutar, y sabrán los plazos y el cronograma. Si no lo puede hacer por diferentes circunstancias, sea tema presupuestal o apoyo técnico, y recurre al Ministerio de Transportes y Comunicaciones, el MTC tendría que usar la concesión que ya tenemos y firmar una adenda -es una posibilidad-. Y esa adenda requiere revisarla técnicamente, incorporar la adenda, las especificaciones técnicas, requisitos, estudios, y hacer un proyecto para poder firmar una adenda de ampliación y eso no requiere menos de un año”, dijo.

Enterado de esta última declaración del ministro Sandoval, ‘Porky’ respondió que desde el MTC se está buscando poner “trabas” y que de encontrar mayores obstáculos no lo dudará dos veces en organizar una marcha hacia la sede del MC, pues para él lo único que se estaría buscando es “politizar” este proyecto.
“Si comienza a poner trabas, hay que hacerle una marcha hasta el MTC. Hay que llenar el MTC de gente que sí quiere tren”, manifestó.
Lo cierto de todo esto es que no existe una obra terminada para que pasen los trenes, ¿o será que pasarán volando por la ciudad con ayuda de los drones “cóndores” que pensaba comprar ‘Porky’?
Política
Rossella Leiblinger es designada ‘jefa interina’ del IRTP
Durante los últimos años, la abogada Rossella Guilianna Leiblinger Carrasco ha desarrollado su trayectoria en el sector estatal, ocupando cargos en diversos ministerios. Actualmente dirige Industrias Culturales en el Ministerio de Cultura y asume provisionalmente la encargatura, en el IRTP.

Mediante la Resolución Suprema nº 013-2025-MC, publicada en el diario El Peruano, el Ministerio de Cultura designó a la abogada Rossella Guilianna Leiblinger Carrasco como jefa institucional encargada del Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú (IRTP), en reemplazo de Ninoska Chandía Roque. El documento lleva las firmas del ministro de Cultura, Fabricio Valencia, y de la presidenta Dina Boluarte.

Leiblinger ejercerá el cargo de manera interina y en adición a sus funciones como directora del Programa Sectorial IV de la Dirección General de Industrias Culturales y Artes del Ministerio de Cultura, posición que ocupa desde enero de este año.

Es abogada por la Universidad de San Martín de Porres y magíster en Políticas Públicas y Gestión Pública por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Prácticamente, ha ejercido su trayectoria durante muchos años en el aparato estatal, habiendo laborado en los ministerios de Trabajo, Justicia, Energía y Minas, Interior, Mujer, así como en el Ministerio Público, la SBS y el Inabif.

La llegada de Leiblinger Carrasco al IRTP se da en medio de un contexto institucional complejo, marcado por tensiones internas tras la salida de Chandía Roque, quien mantendría un grupo afín en la televisora, con el objetivo de cautelar sus intereses. Según fuentes del sector, se evalúa la designación de un nuevo titular en la jefatura institucional, siendo el nombre de Luis Francisco Vivanco Aldon uno de los voceados para asumir el cargo.
Política
Continúa la pugna entre Patricia Benavides y Delia Espinoza por el control de la Fiscalía
La batalla entre Benavides y Espinoza sigue escalando, mientras el Juzgado Supremo admite la apelación de Benavides contra su inhabilitación de dos años, se profundiza el caos institucional en el Ministerio Público y se debilita la imagen de imparcialidad judicial.

La reciente admisión de apelación presentada por Patricia Benavides Vargas, suspendida fiscal suprema, ha reactivado un conflicto interno que ya desbordó los límites del Ministerio Público. Lejos de tratarse de un proceso judicial común, el enfrentamiento entre Benavides Vargas y la actual fiscal de la Nación, Delia Espinoza Valenzuela, ha evidenciado una peligrosa politización del sistema de justicia peruano.
Con el respaldo del abogado Jorge del Castillo, quien calificó de «express» la resolución que suspendió a Benavides Vargas por 24 meses, la estrategia es clara: revertir una medida que, si bien fue contundente, no estuvo exenta de cuestionamientos procesales. Sin embargo, lo más grave no es el recurso legal en sí, sino el uso instrumental de los órganos judiciales en medio de una pugna de poder.

La Sala Penal Permanente de la Corte Suprema deberá ahora pronunciarse sobre la legalidad de la suspensión impuesta por el Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria. Pero la expectativa está menos en el argumento jurídico y más en el equilibrio de fuerzas internas. Las decisiones ya no parecen moverse por criterios de institucionalidad, sino por simpatías y alianzas políticas que fracturan peligrosamente la imagen de imparcialidad del Poder Judicial.

Ambas señoras, Benavides Vargas y Espinoza Valenzuela, representan facciones enfrentadas dentro del Ministerio Público, convirtiendo a esta institución en un campo de batalla. El problema no es solo la disputa personal entre dos fiscales, sino cómo esta ha contaminado los cimientos del sistema judicial, arrastrando a jueces, fiscales y salas completas a tomar posición en lo que debería ser un proceso técnico y desapasionado.
La justicia, en lugar de ser un poder del Estado autónomo, parece haberse convertido en una arena política más. El daño es profundo: se debilita la confianza ciudadana y se compromete la legitimidad de futuras decisiones. Mientras Benavides Vargas lucha por volver, la justicia debería luchar por no hundirse con ella.
Política
Renunció la jefa de Prensa de Palacio de Gobierno, Mónica Tiburcio
Apenas duró un día en el Despacho Presidencial.

Mónica Otilia Tiburcio Orbezo fue designada hace dos días, como nueva secretaria de Comunicación Estratégica y Prensa del Despacho Presidencial, en reemplazo de Luis Urmeta Delgado. Su nombramiento habría tenido que pasar por el visto bueno de Juan José Santiváñez, pues según registros se llegó a reunir hasta en tres ocasiones con el exministro del Interior.

Ella tenía la misión de enfocarse en mejorar considerablemente la imagen de la presidenta de la República que ya lleva sin declarar a la prensa más de 200 días. Sin embargo, ya no va más y a través de la Resolución N° 000040-2025-DP/SGDP, firmada por el Secretario General, Enrique Vílchez, el Gobierno decidió aceptar su renuncia, dándole las gracias por los servicios prestados, apenas un día.
¿Ahora quién será el reemplazante de Tiburcio? ¿Acaso alguien que juegue en pared con el IRTP?
-
Política5 años ago
Las licencias de Benavides [VIDEO]
-
Política5 años ago
La universidad fantasma de Benavides
-
Actualidad5 años ago
Richard Swing: «Con esta conferencia he dado un gran aporte a nuestra institución y a la humanidad»
-
General5 años ago
Dan ultimátum de 48 horas al presidente Sagasti para derogar Decreto que atenta nuestra Soberanía Nacional
-
Política4 años ago
Altos oficiales de FF.AA a través de comunicado exigen la salida de Jorge Luis Salas Arenas
-
Actualidad2 años ago
Carlos Alcántara: «Crees que voy a pretender hacer una película como Tarantino. Hay que ser huev… para pensar que voy a querer algo así»
-
Cultura5 años ago
MINISTERIO DE CULTURA PAGÓ 175 MIL SOLES AL CANTANTE RICHARD SWING
-
Cultura4 años ago
«Es que somos muy pobres», por Juan Rulfo