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NIKO EN LAS ALCANTARILLAS DEL ROCK EL SUBTERRÁNEO

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I

Niko el subte, el que camina por las calles cochambrosas del centro de Lima, se acomoda la casaca de cuero viejo y se ajusta los jeans con hueco. Sus chancabuques le pesan más que el propio cuerpo. Recién empieza una década de atentados con cochesbomba, la gente camina agazapada. No hay trabajo, la crisis nos aprieta el pescuezo y morir joven no es una novedad. Mueres de hambre o te cae una bala perdida, tu cuerpo vuela en mil pedazos de un momento a otro. La “muerte súbita” no es una opción del ajedrez, es lo natural para los que saben que no hay futuro, que aquí se ha nacido para sufrir, para caer en un hoyo negro, una cloaca a la que le pusieron de nombre “país”.

Solo se vive el día a día, es muy difícil saber si mañana habrá un plato de lentejas o un hueso que habrá que disputar a algún perro tan hambriento como nosotros y  con el que aminorar el dolor de barriga. Fernando Belaúnde Terry, un político viejo que se ha hecho del poder por segunda vez,  gobierna de espaldas al pueblo (los caricaturistas lo ponen siempre encima de una nube), dice que quiere construir carreteras, escuelas, hospitales, más ministerios, etc., pero no hay plata y lo único que le queda, para cumplir sus promesas y mantener el corral tranquilo, es pedir prestado al FMI o al Banco Mundial, deberle hasta que nuestros hijos o nuestros nietos o bisnietos paguen con sus propios huesos y su propia sangre.

No hay futuro, más de dos millones de peruanos saldrán del país en los próximos años, un 10% de la población cruzaría la frontera solo para sobrevivir y cuidar el renegrido pellejo. Aquí ya no queda nada. Solo un enorme río de sangre. Una brutal guerra se ha desatado entre las mal llamadas fuerzas del orden y la subversión más extremista del mundo. Muchos morirán al amanecer o al anochecer. Igual da. La lucha es cuerpo a cuerpo. No hay opción: o matas o mueres. Si te quedas de espectador, tienes que buscarte un chaleco antibalas o alguna coraza para salir a la calle. O tienes que dedicarte a cualquier cosa mientras llega tu turno. Quizás vagar o hacer poesía o tocar en alguna banda subterránea. Morir gritando una rola sería una buena acción.

 

II

Después del gobierno militar, nuestro país saltó del feudalismo a la premodernidad, Los campesinos dejaron de ser siervos y les entregaron tierras que no supieron administrar; ya no teníamos que cargar al hombro al patrón ahora solo teníamos que servirle de alfombra. Sea como sea, el país no pudo salir del atolladero, y no se hizo casi nada en los sectores salud, vivienda, educación y menos en el ámbito cultural y casi nada en el musical debido a la falta de políticas adecuadas y, también, la no importación de guitarras, bajos, equipos de sonido, amplificadores, efectos, etc. Era muy difícil armar una banda de rock. Tenías que hacer las de Mandrake y, por ejemplo, las baterías eran literalmente ollas o baldes con parches de radiografía. Las guitarras eran tablas a los que se les había puesto como trastes. (El subte Camilo Solari, de “Historia Común”, tenía un bajo que era un maderón con pastillas).  Y hasta los micrófonos los arrancaban de los teléfonos. Toda esta parafernalia “hechiza” hacía que todo sonara mal, buscar la perfección con estos instrumentos era como buscar a dios en la punta de una aguja oxidada.

Así es como teniendo todos estos ingredientes: caos, desorden, guerra interna, conflictos sociales por todos lados, hambre, miseria y poca o nula visión cultural, mientras los estudiosos debatían si esto era una pobreza de la cultura o una cultura de la pobreza, muchos jóvenes a los que ya no les importaba nada, ni vestirse bien, ni comer bien (porque no había), ni pensaban en sus propios destinos que, al fin y al cabo, ya era un fracaso o como decía Goethe: “terrible es alguien que no tiene nada que perder”, generaron, poco a poco, lo que después se denominó “el rock subterráneo”. Un estilo musical que tenía una gran influencia del punk inglés más la cultura chicha de “Lima, La Podrida”, su cumbia, su huayno y su amateurismo o no profesionalismo. Cualquiera podía tocar así no supiera. Como dicen muchos de sus sobrevivientes: solo tenías que tener ganas y dejar que la rabia contenida hiciera el resto.

 

III

Pero cómo así esta gente que no tenía ningún afán de presentarse en público, cuidar el decoro personal o siquiera aprender a rasgar bien una guitarra fueron haciendo presencia en los barrios marginales, semiurbanos o clasemedieros de Lima donde la gente ponía los parlantes en sus azoteas, corralones o garajes y empezaban a ensayar sus canciones cuyas letras despotricaban contra el estado, las leyes, la iglesia, la explotación, la religión, la política, el inconformismo, etc. Y cómo así llegaron a apoderarse de las calles cuando no había escenarios o había que alquilarlos y no había plata. Y, peor, las calles estaban siendo tomadas por la subversión. El asunto es que había que expresarse, tomar el control de sus propias vidas y conquistar el cielo de la rebeldía o  el infierno del fracaso. Total, ya Mao decía que había que convertir las derrotas en triunfos. Y aquí todos eran perdedores.

Quizás la idea de no morir solos sea una de las respuestas o del cómo estos grupos subterráneos se fueron juntando hasta tener una presencia y a pesar, de al principio, ser llamados “vándalos”, terminan llegando incluso a los periódicos, la radio (solo entrevistas y noticias) y la televisión. Y es que andaban acollerados, el espíritu de grupo les permitía avanzar, hacerse escuchar como un estruendo. El rock subterráneo ladraba, mordía, mostraba su desenfado.

En suma, de todo este caldo de cultivo en que el país se hundía sobre su propio centro de gravedad, saldría la música más estridente que se haya producido en estas comarcas, mientras las señoritas y señoritos burgueses arrugaban la nariz y los subtes lanzaban gargajos verdes, flemas amarillentas que caían en el rostro grasiento de los déspotas y explotadores y los demás hipócritas que entendían que el país era un cadáver al que había que seguir matando y robando.

 

IV

A mediados de los ochenta ya había más de cien bandas de rock subterráneo en Lima. Si bien es cierto las bandas oficiales que sonaban en las radios y hacían rock comercial estaban de moda debido al auge del rock en español transplantado desde Argentina y España, en sentido paralelo e inverso, el rock subterráneo se habría espacio a cabezazos, codazos y a las patadas. El pogo no era la danza contemporánea que es ahora, el pogo era lucha libre, catchascán, artes marciales mixtas. Sangrar era una necesidad y un síntoma de estos tiempos. La escena metal todavía no se unía al estallido, y aunque no eran exactamente aliados, eran escenas paralelas que compartían un público reacio a escuchar lo que salía en la radio comercial. Aquí la gente no quería saber nada de esos eventos edulcorados como “La más más” ni “Lo mejor mejor” que se propalaba en las radios oficiales de Lima y que se festejaba en el olvidado coliseo “Amauta” o en la “plaza de Acho” cada fin de año o el rock que sonaba en la mal llamada “Feria del Hogar”.

El rock subterráneo era “radio bemba”, tenías que estar ahí para escuchar, los decibelios de los amplificadores tenían que reventarte los tímpanos. Ni siquiera había grabaciones, la gente llevaba sus propias grabadoras y su propio licor en mano, el famoso Racumin, o el “Cien Fuegos” que era alcohol isopropílico para farmacia. Era ciertamente un “rock macho”, en el buen sentido de la palabra, el rock que había nacido para sodomizar al pop rock y toda la basura que vomitaba el circuito comercial.

Aquí el estruendo de las guitarras y las voces desafinadas y guturales y el feeling reemplazaban los buenos equipos y la escuela delicada de los que sí se habían dedicado a la “música profesional” no de conservatorio. Ergo, si todo se estaba cayendo en pedazos, cuál era la necesidad de presentar un producto acabado y sin imperfecciones? Si íbamos a morir mañana, lo importante es que, por lo menos, supieran que estábamos vivos. Y había que dejar un recuerdo, un vestigio de todo esto.

 

V

Niko, el subterráneo camina por una calle del jirón Quilca, le han dicho que por ahí está el Kilowatts, cantando su vieja canción “Johnny Huancayo”, que Eutanasia quiere hacer bombas molotov con los tufos y el trago que venden en la “Cámara de gas”, que hay un grandazo que hace rockabilly y que él le ha puesto de nombre “Rockmandante N” y hay una flaca que se disfraza de empleada doméstica y que trata a los hombres como sus iguales, ellos no deciden: ella decide con quien salir. Su nombre: María Teta. Hay más bandas por ahí con nombres de enfermedades incurables o que dan miedo. En ese tiempo no existía el sida, pero la TBC y la leucemia eran enfermedades horrendas que nadie quería tener cerca. Y lo que sí es cierto es que nada es peor que la realidad. Alguien vuelve a encender los amplificadores “marca chancho”, unas cajas enormes y apolilladas construidas a clavo y martillo, empiezan a botar hacia afuera la voz aguardientosa de un presentador que no sabe si quedarse para que lo escupan, lo lapiden a botellazos o irse antes que todo se convierta en un loquerío.

El aire rancio de los sobacos y el humo grisáceo de los cigarros dan una ambientación tenebrosa, muchachos con los pelos parados, piercings, pines, prendedores y cadenas van llegando en manadas. Las chicas también se unen a la avanzada; hay dos señoritas que las apodan “las tombas”, son fuertes y nadie se le acerca, una de ellas usa una casaca raída y se perfuma con heces de perro. No es un invento. Todos lo saben. “Son subtes” comenta un parroquiano. Y quieren cantarle a la desgracia, es un réquiem al cadáver que somos todos.

 

VI

Por si no lo saben, Niko es el alter ego de Miguel Fegale tal y como Henry Chinasky lo fue de Charles Bukowski o Arturo Belano lo fue de Roberto Bolaño. Muchas de sus historias las vivió él mismo, otras se la contaron o él, como un buen detective, se ha acercado con cautela, ha indagado en el lugar de los hechos, la escena del crimen y ha pedido las versiones de las víctimas, los agraviantes y/o los agraviados. Les ha acercado el micrófono a las viejas leyendas del rock subterráneo para que dejen sus testimonios de lo que ocurrió en esos tiempos.

Tengamos en cuenta que a la crisis política, social, económica, moral, etc., se sumaba la casi total inexistencia de tecnología para registrar no solo los discos de todas estas bandas importantes del rock under, sino también los registros de los conciertos, las fotografía (solo se contaban con cámaras analógicas, las clásicas maquinitas Kodak, las 110 con las que te tomabas 16 o 32 fotos y a veces salían veladas) y también las grabadoras porque casi no había las de mano o de periodista, solo las grandes que eran difíciles de transportar; eso aparte del consumo de pilas. ¿Quién tenía para pilas en esos años?

Y Niko/Miguel Fegale se ha tomado su tiempo para escribir esta especie de novela testimonio, o novela collage polimórfica, ha caminado las calles buscando información. Y también buscando bibliografía, la misma que siempre ha estado amañada. Ciertos sectores han querido monitorear los datos existentes para llevar agua a sus molinos y entregarnos una historia al gusto del cliente, una historia que visibiliza a algunos y desmerece a otros. Pero Niko/Miguel Fegale ha querido más bien hacer lo contrario, escribir a contracorriente y entregarnos un testimonio imparcial, de primera mano, incluso pasando por alto el criterio de “no llevarse bien con algún personaje” o  las malas habladurías que siempre están en una escena dominada por muchas voces discordantes, como un cuerpo con muchas cabezas, una especie de hydra de las alcantarillas.

 

VII

Sabemos perfectamente que escribir un libro como este no se ha podido hacer desde la perfección, sino más bien desde la desconfiguración, el desorden, el caos, la no alienación o el  no academicismo. Niko/Miguel Fegale es subterráneo, vive, trabaja, se recursea, se enamora aullando a la luna, quiere emborracharse con sus amigos, formar frentes para hacer música, apoyar la contracultura en las calles. También se pelea a puño limpio cuando se trata de defender una opinión o solidarizarse con un amigo. Quienes conocemos a Niko/Miguel Fegale sabemos perfectamente que lo suyo no son solo palabritas al aire, no solo se trata de escribir y contar. Eso lo puede hacer cualquiera con un poco de técnica literaria. También se trata de vivir lo que se cuenta, de estar donde las papas queman, de ensuciarse los zapatos o los chancabuques, de estar en el frente de batalla, ahí donde están todos los héroes anónimos y más los subterráneos porque ellos no formaron un partido político, no formaron una alianza contra los bancos o se opusieron solo a las cinco familias que gobernaban este país, ellos formaron una jauría rabiosa que nadie podría controlar ni ellos mismos, ellos ladraron incluso  en muchos casos, más fuerte que las explosiones y los cochebombas.

Su legado es lo que queda en el inconsciente colectivo, en la mitología urbana (llámenle “leyenda urbana”, si quieren) y por eso, cada vez que uno se encuentra con un joven de casaca de cuero, pelos parados o marrocas y jeanes rotos, sabe que hay una historia detrás, una historia que es más grande que sus propios personajes. Y eso es lo que ha querido rescatar Niko/Miguel Fegale. La historia alternativa o paralela del rock subterráneo. La historia que nos enseñó que, para pelear contra el sistema, primero teníamos que gritar hasta desgañitarnos y tomarnos un buen trago-combustible de ron para el primer impulso y para que el frío de la noche no nos haga daño.

En suma, Niko nos entrega esto que es (o podría ser, para los escépticos) la esperada novela del rock subterráneo de los ochenta-noventa. Solo nos queda leerlo al ritmo de “Púdrete pituco” o “Ya no hay más anarquía”. Y salir en las calles a seguir haciendo pintas en las paredes cochambrosas o pararnos en las esquinas y seguir pensando que no hay futuro y que nuestros padres debieron ahogarnos en un balde con agua. Pero estamos vivos y tenemos que seguir. Todavía hay gente dentro de “el Hueco” de Santa Beatriz. Todavía hay muchos subtes parados entre la esquina del jirón Chincha y la avenida Wilson, el “concurso de rock no profesional” en la No Helden va a empezar. En “Rockacho” suenan los primeros balazos. Ya van llegando las bandas con sus instrumentos al hombro. La jauría subte acecha sigilosa. Un patrullero cuida las calles, mientras un político arenga a las estatuas y una primera explosión nos sacude los sesos.

Damas y caballeros, ladies and gentleman, damos inicio al concierto.

 

La Encantada de Villa, noviembre de 2017.

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Rodolfo Ybarra. Ha estudiado matemática pura, física, electrónica y comunicaciones. Ha publicado una veintena de textos entre novelas, cuentos, poemarios y ensayos. Ha dirigido un programa de televisión de contracultura y política, y editado revistas y fanzines. Se expresa también vía el vídeo y la música. Desde el 2007 maneja el blog www.rodolfoybarra.blogspot.com.

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ATU y el Metropolitano: 15 años de promesas incumplidas

La ATU ha convertido la modernización del Metropolitano en una promesa eternamente postergada. Ahora, su presidente David Hernández vuelve a anunciar avances, mientras los usuarios siguen padeciendo a diario un servicio caro, colapsado, restringido en buses, y cada vez más deplorable e indigno.

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A quince años de su puesta en funcionamiento, el Metropolitano —el sistema de buses de tránsito rápido que alguna vez simbolizó modernidad en Lima— continúa circulando con una flota envejecida, desbordada y deteriorada. Ahora, el presidente de la Autoridad de Transporte Urbano (ATU), David Augusto Hernández Salazar, ha anunciado una esperada renovación: nuevos buses operativos para el 2026.

Una fecha que, aunque necesaria, suena más a postergación que a solución. Sin embargo, mientras los discursos se repiten, los usuarios siguen enfrentando a diario un servicio deteriorado, con buses antiguos, demoras constantes y estaciones colapsadas.

La renovación parece siempre estar en el horizonte, pero nunca llega. La ATU insiste en proyectar una imagen de avance y modernidad, cuando en realidad lo que predomina es la postergación embustera. Y mientras tanto, Lima paga el precio con un transporte público que se vuelve cada vez más insuficiente e indigno.

Pasajes en los buses del Metropolitano subieron a S/.3.20 y S/.3.50 desde julio del 2022.

Lo cierto es que prometer para dentro de un año y medio, en un país donde la inestabilidad política y la lentitud burocrática son la norma, suena poco convincente. ¿Por qué se necesita una adenda contractual de cuatro meses y otros ocho para la llegada de buses? ¿Dónde quedó la previsión de una entidad que debería planificar con años de antelación?

El problema del transporte público en Lima es estructural, no administrativo. Las medidas paliativas —como el servicio Aerodirecto hacia el nuevo aeropuerto Jorge Chávez— no deben distraer de las reformas urgentes. Este nuevo servicio, todavía en fase de «marcha blanca», con horarios limitados y señalización deficiente, confirma que improvisar sigue siendo el modus operandi.

Durante el verano de 2025 usuarios del Metropolitano se bajaban de los buses debido al asfixiante calor.

Peor aún es el estado de precariedad en que se encuentra el servicio del Metropolitano. Buses que fallan, rutas sobresaturadas, estaciones sin mantenimiento y, por supuesto, el eterno problema de la informalidad. Es por ello que resulta irónico escuchar a Hernández Salazar exigir “vehículos registrados y formales” para los taxis por aplicativo, cuando la ATU ni siquiera puede garantizar formalidad ni calidad en su propio sistema de transporte urbano.

Respecto al debate sobre estas plataformas, el discurso de la ATU es ambiguo. Por un lado, reconoce que el modelo tecnológico es positivo; por otro, busca encajonarlo en una normativa sin que exista una estrategia clara de implementación. Mientras tanto, miles de usuarios siguen expuestos a un servicio sin regulación efectiva y con vacíos legales evidentes.

Lima necesita un transporte digno, no más anuncios para 2026. La ciudadanía ya no quiere promesas, quiere resultados. Y los quiere ahora.

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Mincul quiso aumentar el aforo de Machu Picchu a 27 mil turistas por día y la DDC del Cusco le dijo que era “inviable”

Cartera del ministro Fabricio Valencia está desesperada por lucrar lo más que se puede en una de las nuevas maravillas del mundo. En la actualidad solo se permiten 4500 turistas al día.

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¡De locos! Hace unos meses, el Ministerio de Cultura (Mincul) presentó un proyecto para incrementar el aforo diario al parque arqueológico de Machu Picchu de 4500 a 27,000, argumentando que con ello se facilitaba el ingreso a una mayor cantidad de turistas con un costo de ingreso de 35 soles, pero la duración de las visitas se acortaría a tan solo ¡una hora!

Esta propuesta no solo es un evidente incremento en el aforo a Machu Picchu, sino que implicaría un deterioro considerable en suelo del sitio arqueológico, de acuerdo a lo explicado por Nino del Solar, jefe del parque arqueológico, quien enfatizó que esto atentaría severamente en la conservación y preservación de la famosa ciudadela inca.

Ante ello, desde la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) del Cusco rechazaron rotundamente tal desvarío del ministro Valencia, siendo calificada de “inviable”.

Cuenta además el funcionario que actualmente el Mincul, en coordinación con el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) vienen trabajando en otro proyecto para ampliar el aforo.

“Estamos evaluando aumentar el aforo de Machu Picchu y si es posible elevar la capacidad”, manifestó el ministro Valencia en declaraciones para Tv Perú en abril pasado.

Venta de boletos para ingresar a la llaqta es un caos

La propuesta del Mincul no aparece de un momento a otro, sino que estaría ligada a las largas colas que se originan en la entrada a la ciudadela de Machu Picchu. En la actualidad, en temporada baja se pueden vender 4500 boletos, mientras que en temporada alta esa cifra se incrementa a 5600 boletos; que comprende los meses de abril hasta diciembre, es decir, nueve de los doce meses del año.

De esa cantidad, 1000 boletos se expenden en la misma boletería de ingreso (como último recurso si no se adquirieron con anticipación los boletos) y el resto son vendidas de manera virtual en la plataforma del Estado “Tuboleto.cultura.pe”, del Mincul.

La demanda ha superado a la oferta y desde el Mincul se analiza incrementar el aforo a 27 mil turistas por día. Foto: Revista Tour Gourmet.

El problema surge cuando los turistas, nacionales y extranjeros, no toman las previsiones del caso, adquiriendo con bastante tiempo de anticipación sus entradas para el acceso a la llaqta de Machu Picchu, ocasionando una gran aglomeración en el distrito de Aguas Calientes.

La solución para ese problema la vienen brindando varias autoridades, la misma que consiste en incrementar el aforo, sin embargo, como ya se explicó ello traería consigo el rápido deterioro de una de las siete maravillas del mundo, la misma que se mantuvo intacta durante siglos, pero el afán de lucrar de algunas autoridades es mayor a su preservación.

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Demora y confusión durante la “marcha blanca” en el nuevo aeropuerto Jorge Chávez

Diversos pasajeros manifestaron su incomodidad al momento de ingresar y salir del nuevo aeropuerto. Aún hay cosas por mejorar.

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Ayer se inició la denominada “marcha blanca” en el nuevo aeropuerto Jorge Chávez, llamando la atención de distintos medios de prensa que se congregaron para obtener las declaraciones de los primeros viajeros. Fueron ellos, y no funcionarios del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) o de Lima Airport Partners (LAP), quienes podían ofrecer una declaración imparcial sobre el manejo y el funcionamiento de las nuevas instalaciones.

Familiares de uno de los tantos pasajeros que iban a llegar al nuevo aeropuerto manifestaron aún hace falta mayor orientación respecto a la llegada de los vuelos. “No me han dado información clara, un orientador me mandó al otro aeropuerto y al final era aquí. Me confundieron”, comentó para Latina.

Asimismo, otro de los problemas a mejorar durante los 14 días que le restan a la “marcha blanca” es mejorar los tiempos para realizar el trámite de llegada en Migraciones.

“Me he tardado cerca de media hora solo en Migraciones. Son pocas personas las que están atendiendo en los módulos y eso ha ralentizado todo”, comentó una joven para el citado medio.

La confusión también se origina cuando uno quiere ingresar al nuevo aeropuerto. Una señora comentó que el taxista que la trasladó tuvo problemas sobre la ruta de acceso que tenía que elegir: “No hay información clara. Son pocas personas las que pueden orientarte y los letreros no ayudan mucho. Él se fastidió porque no sabía por dónde ingresar”, narró.

A propósito del malestar para el ingreso, un equipo de Latina también sufrió un percance al momento de elegir la ruta correcta. Según la reportera de ese canal, al llegar por la avenida Morales Duárez hay un camino que se divide en un carril derecho y otro izquierdo. El carril izquierdo está marcado como “larga espera”, que significa más de 24 horas, pero no hay nadie que aclare este detalle. Muchas personas que llegaban en taxi han tomado este carril por error y después se han dado cuenta de que no es el estacionamiento donde deberían estar, por lo que han tenido que dar la vuelta para ingresar al carril “corta espera” donde se permite que estén por un lapso máximo de 10 minutos para dejar o recoger pasajeros.

Aún se registra congestión vehicular para ingresar al nuevo aeropuerto. Foto: captura Canal N.

LAP anunció que de manera oficial el nuevo aeropuerto operará al 100 % desde el 1 de junio, fecha en que empezará a recibir a miles de pasajeros al día. Se espera que hasta esa fecha los inconvenientes antes señalados queden resueltos completamente, y que el tráfico que se origina al momento de ingresar al terminal aéreo se reduzca en lo más mínimo.

Finalmente, siempre se recomienda a todos los pasajeros llegar al nuevo aeropuerto tres horas antes de su vuelo.

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Empezó la “marcha blanca” en el nuevo aeropuerto Jorge Chávez [VIDEO]

Nuevo aeropuerto será inaugurado de manera oficial el próximo 1 de junio. Se recomienda acudir con al menos tres horas de anticipación.

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Después de cinco meses de demora, el nuevo aeropuerto Jorge Chávez empezará a operar y por ello se ha dispuesto que a partir de hoy se inicie una “marcha blanca” que consistirá en una prueba real que servirá para sacar conclusiones en tiempo real sobre algunas deficiencias que se puedan originar a causa de este nuevo cambio de sitio, como por ejemplo el tráfico vehicular, el funcionamiento de los embarques, la llegada y salida de los pasajeros, así como los tiempos entre una y otra operación. Luego de ello, el 1 de junio, empezará de manera ya oficial a operar el tan esperado aeropuerto.

Por estos 15 días de “marcha blanca” estarán funcionando solo cinco aerolíneas en la nueva sede: Aerolíneas Argentinas, Volaris, Arajet, Air Europa y Aero República (Wingo Colombia), las cuales tendrán un promedio de 8 a 10 vuelos hacia el exterior.

fuente: rpp.

Como se trata de un nuevo sistema, se recomienda a las personas que hayan adquirido boletos con esas aerolíneas tomar sus previsiones para evitar cualquier demora o contratiempo para abordar su avión. Aquí algunas recomendaciones:

  • Vaya al nuevo aeropuerto con al menos 3 horas de anticipación. Debido al tráfico que se produce en la única vía de acceso, sobre todo en las horas punta, esto podría ocasionar una demora considerable de alrededor de 45 a 60 minutos.
  • Pasaporte vigente: recuerde que el nuevo aeropuerto no contará con una oficina de migraciones. La oficina de Migraciones más cercana estará ubicada en el antiguo aeropuerto y le tomará unas cuantas horas realizar todo el trámite para sacar el pasaporte de urgencia. Para los demás trámites que no sean urgentes, los pasajeros deberán movilizarse hasta la sede de Migraciones en Breña.
  • El transporte público no puede llegar al nuevo aeropuerto: Aerodirecto, línea oficial del nuevo aeropuerto es la única línea de bus autorizada para llegar hasta el terminal aéreo. Asimismo, los buses turísticos, automóviles particulares, taxis de aplicativos autorizados, también podrán ingresar al aeropuerto y tendrán solo 10 minutos para el desembarque.

Una vez dentro del terminal, los usuarios encontrarán módulos digitales para obtener su tarjeta de embarque y etiquetas de equipaje, además de los tradicionales counters de las aerolíneas. Posteriormente, se pasará por controles de seguridad equipados con tomógrafos de visión 360 grados, tanto para equipajes de mano como de bodega.

El ingreso a la zona restringida será exclusivo para pasajeros. Quienes los acompañen podrán llegar solo hasta el control de tarjetas de embarque, previo al área de seguridad y migraciones.

Sobre los taxis

El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) ha establecido tres zonas diferenciadas para organizar el tránsito vehicular:

Nivel 3 – Zona de desembarque directo: permite dejar pasajeros con acceso inmediato al terminal. Los taxis tendrán una tolerancia de permanencia de 10 minutos. Pasado ese tiempo, se cobrará una tarifa establecida por el concesionario. Solo se podrá dejar pasajeros, no recoger.

Nivel 2 – Zona de recojo y descenso rápido: ubicada a pocos metros del terminal, permite dejar o recoger pasajeros en casillas señalizadas, sin detenerse por periodos prolongados. Desde aquí, quienes arriben deberán cruzar el bulevar para ingresar al terminal y quienes salgan podrán reunirse con su taxi previamente coordinado.

Nivel 1 – Exclusivo para unidades autorizadas: espacio reservado para vehículos que cuenten con permiso previo otorgado por Lima Airport Partners (LAP).

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Lujoso hotel de López Aliaga y su oscura permanencia en Machu Picchu por 6 mil dólares mensuales [VIDEO]

En el nuevo podcast de Lima Gris, todo sobre el caso del lujoso hotel del alcalde de Lima en Machu Picchu.

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Como se recuerda, el 4 de diciembre de 2024, la empresa de López Aliaga solicitó al Gore-Cusco una ampliación de la concesión por 64 meses, alegando que en 2020 tuvo pérdidas económicas superiores a los 11 millones de dólares, atribuidas a los efectos de la pandemia de la Covid-19. Y en febrero último el juez Eliot Zamalloa concedió una medida cautelar a favor de que la empresa Perú Belmond continúe operando el hotel hasta que se convocara una nueva licitación.

Esto motivó a la cadena hotelera a comunicar que no entregaría el inmueble en la fecha pactada. Sin embargo, El Cuarto Juzgado Especializado en lo Civil de Cusco, a cargo de la jueza Fanny Pérez, en el mes de abril declaró improcedente la acción de amparo presentada por 73 trabajadores de la empresa y revocó la medida cautelar que permitía a la compañía, continuar operando el hotel ubicado en Machu Picchu.

Para la Comisión de Juristas Contra la Corrupción del Cusco, el Juzgado de Lima y la empresa hotelera cometen un “abuso del derecho” contra la región imperial, al extender ilegítimamente la concesión del hotel; y denuncian que existe una estrategia coordinada para perpetuar la concesión que vence en los próximos días, porque prioriza los intereses económicos de la multinacional —del alcalde López Aliaga— sobre los derechos de la región del Cusco.

El Gobierno Regional del Cusco liderado por Werner Salcedo aún no podría tomar posesión del bien; debido a que persiste el proceso de arbitraje, que finalmente definirá la administración del lujoso recinto ubicado al ingreso a la llaqta de Machupicchu.

Por lo visto, y pesar que pagan una suma irrisoria por el alquiler del espacio, el Hotel Sanctuary Lodge desearía perpetuarse en Cusco y continuar ganando miles de dólares.

Todos los detalles de la investigación en este podcast de Lima Gris, donde Edwin Cavello y Luis Felipe Alpaca dan detalles de lo que viene sucediendo en Machu Picchu.

Aquí el video del podcast y el reportaje.

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¡Qué frío! Temperatura en Lima Este cae de manera brusca hasta los 13 grados

Desde el último fin de semana ya se siente un cambio notorio en el clima, obligando a los ciudadanos a sacar las casacas más abrigadoras.

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A desempolvar las frazadas. La temperatura mínima en Lima Este descendió hasta los 13 grados, especialmente en los distritos de La Molina, Ate y Santa Anita, de acuerdo a la información del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi).

David Garay, especialista de dicha institución, explicó que hay dos factores que influyen en la baja temperatura en la capital, que ayer amaneció con cielo nublado: el descenso de la temperatura superficial del mar y los vientos que vienen desde el sur.

Garay explicó que, en gran parte de la costa central, el otoño avanza de manera gradual hacia el invierno (prevista que iniciará en el hemisferio sur el próximo 20 de junio). Precisó que las temperaturas más bajas se registran en zonas alejadas del litoral, mientras que en los distritos cercanos al mar la sensación de frío es menor debido el efecto termorregulador del océano, que atenúa el descenso térmico.

«En la mayor parte de la costa, hacia el centro, estamos en la transición del otoño a invierno; entonces la tendencia es que (las temperaturas) vayan disminuyendo progresivamente. Estimamos que en invierno se mantengan los valores normales, los mínimos 14 o 16 grados», respondió para Andina.

Cambio brusco en la temperatura agarró desprevenidos a miles de limeños.

En otoño e invierno, sobre todo en la noche y la madrugada, Lima Este se convierte en una zona más fría por distintos factores, como la topografía, el terreno, la vegetación, el tipo de material de las casas, pero la más importantes es su lejanía del mar.

El mar actúa como un termorregulador y hace que las temperaturas no desciendan ni asciendan bruscamente en las zonas aledañas; de esto se benefician distritos como Magdalena, Miraflores, Barranco, Chorrillos y el Callao. En cambio, los del Este de la capital encontrarán temperaturas que tienden a disminuir de forma repentina en invierno y a subir en verano.

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Oscuros manejos en la UNSAAC: Red de poder, impunidad y nexos con el Caso Sheraton

Documentos fiscales revelan una investigación contra profesores de la UNSAAC por el presunto delito contra la Administación Pública y Corrupción de Funcionarios en la modalidad de peculado. A pesar de esto, Alfredo Mormontoy y Patricia Arroyo Abarca siguen enseñando en la universidad cusqueña bajo la protección del rector Eleazar Rucinta.

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La Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco (UNSAAC), una de las casas de estudios más antiguas del país, enfrenta una crisis institucional sin precedentes. Las irregularidades, hasta hace poco solapada entre trámites administrativos y silencios cómplices, estalló públicamente en septiembre de 2024, cuando la Policía Anticorrupción —bajo la dirección de la fiscal Patricia Molina Villena— intervino la Escuela Profesional de Arqueología.

La operación terminó con la detención preliminar de tres funcionarios: Alfredo Mormontoy Atayupanqui, jefe del departamento académico de Arqueología; Patricia Marlene Arroyo Abarca, directora académica; y Claudia Cecilia Herrera Moriano, secretaria informal pero omnipresente en la gestión de la escuela. La intervención, avalada por el Ministerio Público, reveló indicios concretos de colusión y peculado en perjuicio del Estado.

Fuente: Ministerio Público.

Lima Gris accedió a la resolución de formalización de investigación preparatoria fechada el 6 de septiembre. La fiscal Molina Villena, cuyo trabajo meticuloso ha sido clave, expone allí una estructura operativa donde el uso indebido de recursos públicos era práctica común. Conversaciones halladas en los celulares de los intervenidos muestran cómo se presionaba a docentes para “regularizar” firmas de asistencia, incluso en días no laborables. El objetivo: legitimar ausencias y cubrir irregularidades académicas y administrativas.

El papel de Claudia Herrera resulta especialmente perturbador. Aunque no figuraba como trabajadora oficial, operaba como autoridad de facto: controlaba la asistencia docente, gestionaba los gabinetes, realizaba trámites estudiantiles y hasta cobraba por estos servicios. Su tesis fue hallada en una computadora institucional, al igual que un archivo Excel que detallaba pagos irregulares para financiar su salario, dinero exigido a docentes bajo presión de Arroyo y Mormontoy. Peculado y colusión, de manual.

Fuente: Ministerio Público.

La universidad, en un comunicado tibio, intentó deslindar responsabilidades negando el vínculo laboral con Herrera. Sin embargo, no ha separado de sus cargos a Mormontoy ni a Arroyo, quienes siguen enseñando en la UNSAAC pese a las graves acusaciones. La decisión no solo refleja una alarmante permisividad, sino también posibles pactos de protección desde las más altas esferas universitarias.

Ambos docentes son miembros del movimiento político Mi UNSAAC, el mismo que llevó al rector Eleazar Crucinta al poder. Crucinta no solo comparte militancia con los investigados; propuso a Patricia Arroyo como integrante del comité electoral para las elecciones universitarias de 2025, lo que evidencia el grado de influencia que aún conserva la dupla denunciada. La captura de la universidad por un grupo con fines particulares ha puesto en jaque la integridad institucional.

Fuente: Ministerio Público.

Vínculos con el caso Sheraton

Pero el caso no termina ahí. Mormontoy y Arroyo también figuran en la investigación por el Caso Sheraton, escándalo emblemático por la destrucción de patrimonio cultural en el centro histórico de Cusco. En ese caso, también dirigido por la fiscal Molina, se indaga una red que habría operado con respaldo político y técnico desde la universidad. La conexión entre ambos expedientes es más que una coincidencia: sugiere una trama oscura con múltiples capas y actores.

Los testimonios recogidos por el Ministerio Público son reveladores. Docentes aseguran que Herrera manejaba la escuela como si fuera su propiedad. La supuesta “acta de acuerdo” que autorizaba sus funciones no existe. Además, se han verificado viajes al extranjero de profesores durante el semestre académico, quienes, con ayuda de Herrera, falseaban su asistencia y cobraban sus sueldos sin dictar clase. Mormontoy y Arroyo, beneficiarios de un sobresueldo por funciones administrativas que delegaron completamente en Herrera, no solo incumplieron sus labores, sino que coaccionaron a sus colegas para financiar su negligencia.

Fuente: Ministerio Público.

Todo esto ocurre mientras el rectorado guarda silencio. Ni una sola sanción, ni un proceso disciplinario. La inacción, lejos de ser torpeza, se interpreta como encubrimiento.

La pregunta es inevitable: ¿por qué siguen enseñando quienes enfrentan acusaciones tan graves? ¿Cómo puede una universidad pública tolerar que personas con nexos oscuros, investigadas por dañar el patrimonio cultural de la humanidad, sigan formando a futuros arqueólogos?

Rector de la UNSAAC Eleazar Crucinta.

El mérito del Ministerio Público ha sido enfrentarse a una estructura enquistada en la academia cusqueña, donde el poder se ejerce con impunidad y las redes políticas aseguran protección. El caso UNSAAC, más allá de sus protagonistas inmediatos, es un reflejo de la degradación institucional que corroe a varias universidades públicas del país.

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En Trujillo: Joven daña uno de los muros de la ciudadela de Chan Chan [VIDEO]

Dibujan un miembro viril de aproximadamente dos metros en el patrimonio mundial de la UNESCO

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La ciudadela de Chan Chan, ubicada en lo que hoy es Trujillo, tiene una extensión aproximada de 20 kilómetros cuadrados, elaborada de adobe, convirtiéndose así en la ciudadela más grande de América construida con ese material. Cuentan los arqueólogos que cerca de 100 mil personas llegaron a habitar esa ciudad, una cifra impresionante para la época de la civilización Chimú.

Lo más resaltante de esa enorme ciudadela son, sin lugar a dudas, sus muros, las cuales hasta ahora pueden apreciarse, delicadamente decorados con altos relieves en los que se muestran cosas del día a día de la cultura Chimú: olas, peces, o pájaras saltan a simple vista.

Fue recién en el año 1988 que la Unesco lo declaró patrimonio mundial de la humanidad, y a la par también fue incluida en la lista del patrimonio de la humanidad en peligro debido a múltiples saqueos perpetrados durante siglos, así como las invasiones debido a su poca vigilancia.

Lamentablemente, las personas no valoran la inmensa riqueza cultural que representa la ciudadela de Chan Chan y es frecuente que desadaptados malogren su fachada con pintas o destrozando parte de su construcción.

Recientemente, un sujeto acaba de vandalizar con aerosol uno de sus muros, dibujando un miembro viril de aproximadamente dos metros de longitud. En las imágenes compartidas en las redes sociales se puede apreciar a un joven dibujando en uno de los muros, mientras que otro desconocido lo graba.

fuente: rpp.

Una ciudad abandona

Pese a los esfuerzos de distintos arqueólogos, la gran extensión de lugar hace casi imposible que haya vigilancia permanente, reportándose periódicamente intentos de invasión por parte de traficantes de terrenos. Al respecto, la Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación (Ley n.° 28296) sanciona con multas y hasta cárcel a quienes dañen los bienes culturales, pero la poca participación desde la Dirección Desconcentrada de Cultura de La Libertad convierte en una tarea titánica su preservación.

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