Cultura
Ministro Alejandro Salas: «Lo que he encontrado de otras gestiones es farsa, todo eso está en control interno»

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3 años agoon
Alejandro Salas Zegarra fue designado Ministro de Cultura por el presidente Pedro Castillo a pesar que no tenía experiencia en el sector, pero los cuestionamientos más directos fueron por actuar como vocero y escudero de un mandatario que tiene graves denuncias por presunta corrupción y estar sindicado como cabecilla de una organización criminal.
Se van ha cumplir 100 días de su gestión como ministro de Cultura, cien días en medio de una crisis política y del abandono del patrimonio cultural, pero, además, al mando de un ministerio donde una mafia enquistada continúa desfalcando los recursos del Estado.
Por primera vez el ministro Salas Zegarra, habla sobre la mafia del Ministerio de Cultura, los Estímulos Económicos, los Puntos de Cultura, el patrimonio cultural, el MUNA, la vulneración del patrimonio en Cusco y sobre los denunciados por corrupción que siguen trabajando en el MINCUL.
Aquí la entrevista con el ministro de Cultura, Alejandro Salas.
A pesar que usted no tiene experiencia en el sector cultural, ¿por qué aceptó el cargo?
El Ministerio de Cultura no deja de ser un organismo de la administración pública, y la administración pública se maneja a través de los sistemas administrativos, el que habla es gestor público, el Ministerio de Cultura es un ente gubernamental, parte de la administración pública, y necesita de una u otra manera tener el movimiento y la agilidad dentro del campo administrativo funcional para poder desarrollarse. Bajo esa premisa, te lo digo yo con el respeto que me merecen absolutamente todas las profesiones vinculadas al sector cultura, como los antropólogos, historiadores, actores. De pronto alguno de ellos podría asumir el Ministerio de Cultura, pero la parte administrativa no funciona bien. Entonces, cuando tú le preguntas a ellos por qué no funciona bien la parte administrativa, ellos te pueden decir para eso están mis asesores. Yo no, yo te digo que encontré el Ministerio de Cultura con el 3% de ejecución presupuestal y hoy en día estamos con un 21% de ejecución presupuestal. Hemos hecho una evaluación en el Consejo de ministros y estamos en el cuarto lugar de ejecución presupuestal a nivel de los ministerios. Tratamos de conducir el Ministerio de Cultura dentro de los marcos regulatorios y legales que estable la gestión pública.
Más bien, cuento con el hecho de tratar de tener a profesionales que conozcan muy bien el sector cultura, para con es ese “mix” de un gestor público con quienes conocen el sector cultura en sus diferentes campos, tratar de sacar adelante los objetivos institucionales.

¿Un nombre de esa persona que usted en su gestión ha convocado?
En este momento las dos viceministras por ejemplo, te lo puedo decir con absoluta seguridad. Mira la viceministra [Patrimonio Cultural] me ha demostrado en un momento critico con documentación todo el trabajo que ella venía realizando con relación al tema de Kuélap. Es ella quien hace el informe de recomendación para declarar en emergencia el 11 de febrero, un informe absolutamente técnico, y creo que la valía de ese informe más la exposición que ella hizo en campo cuando tuvimos la oportunidad de ir a visitar Kuélap, fue la situación que a mí me llevó no a buscar a alguien de afuera vinculado a una amistad. Soy una persona que trata de optimizar siempre la administración pública. Para mí la administración pública merece el respeto, y tienen que estar los que de una u otra manera demuestran que pueden trabajar determinada materia. Yo no he hecho cambios bruscos, estructurales, porque creo que la continuidad de la administración tiene que ir llevándose y no podemos interrumpirla, salvo que vayas viendo que existen algunas situaciones en donde vayas viendo que el tema no funciona, yo voy a cumplir tres meses en el cargo.
Ministro, eso suena bonito siempre y cuando sea otro ministerio y no el de Cultura, que desde el momento de su creación ha tenido innumerables denuncias por presunta corrupción y un gran escandalo como el caso de Richard Swing. Aquí hay una mafia, lo dicen personas que incluso han trabajado en este ministerio. Eso quiero que usted lo entienda, porque han sido pocos los ministros que han llegado a entender esto. Lamentablemente la mafia está enquistada en este ministerio.
Te agradezco la apreciación, pero he sido el primero en pedirle al órgano de control institucional (OCI) una auditoria exhaustiva respecto a los diversos procedimientos, adquisiciones, consultorías, Estímulos Económicos que se han dado en el ejercicio anterior, y por supuesto, sobre la base de eso ver qué responsabilidades pueden encontrar. No soy una persona que prejuzga, sin embargo, también soy una persona que está atenta a cualquier tipo de situación que vulnere el marco de la administración pública respecto a lo que es el tema de faltarle el respeto al Estado, porque como titular del pliego yo también soy responsable no solamente de activos y pasivos. El titular del pliego delega funciones, pero también comparte las responsabilidades, eso lo tengo absolutamente claro. Lo que podría responderte es que vengo haciendo un análisis y un trabajo de observación objetivo, no para prejuzgar, sino para identificar esas debilidades que finalmente me permitan tomar las determinaciones que correspondan. Sigo en ese camino y estoy absolutamente seguro que si la confianza del presidente y la salud que Dios me puede regalar me permite seguir un tiempo más al mando de la institución, lo que les puedo decir es que van a notar los cambios en el Ministerio de Cultura.

Usted habló de una comisión de idoneidad, que se encargaría de revisar los perfiles, y eso lo menciono porque hasta ahora, funcionarios denunciados por corrupción se encuentran trabajando en el Ministerio de Cultura, como el señor Luis Lumbreras (hijo) y el señor Gary Mariscal, que también es otro funcionario que tiene varias denuncias. En Cusco también pasa lo mismo, recién hemos publicado una denuncia con documentos de la fiscalía, donde cuatro de los siete denunciados por la Fiscalía Provincial Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios, siguen trabajando en la sede del Ministerio de Cultura de Cusco como si no pasara nada.
En el caso de Cusco hemos presentado un oficio directo a la Contraloría General de la República para que intervenga su Dirección Desconcentrada en Cusco, hemos tenido no solamente información, sino que también hemos podido evidenciar documentación, y por eso he tenido que pedirle a Contraloría la intervención. Con relación a las personas que me mencionas, de una u otra manera se van pidiendo legajos a Recursos Humanos, y por supuesto información que se pueda tener. Pero ello no implica que, por un tema de idoneidad, uno pueda tomar determinaciones para poder cambiar funcionarios, más aún si son cargos de confianza, a mí no me tiembla la mano cuando tengo que hacerlo, estoy en un marco de evaluación, ha habido funcionarios en el que se han hecho determinados cambios. No le estoy manifestando que eso no va a suceder, sigo en proceso de evaluación y va a ver que en las próximas semanas puede haber algunos cambios a nivel de funcionarios.

Usted recibe alguna presión en el Ministerio de Cultura, y lo digo porque aquí hay una mafia, ¿Siente la presencia de esa mafia en el ministerio?
No recibo ningún tipo de presión, yo trabajo con autonomía. El presidente me ha dado la confianza para poder trabajar la cartera con absoluta autonomía dentro de mi marco de responsabilidad funcional, lo que te podría manifestar es que presión de alguna mafia no. Al primero que venga a presionarme, seré el primero en denunciarlo. Y si existen mafias —que no lo puedo afirmar— trabajando bajo la oscuridad y que no me doy cuenta, en el momento que me dé cuenta seré el primero en meterlos presos. Sin embargo, hay que tener la pausa en el sentido de saber observar con la finalidad de encontrar lo que se tenga que encontrar. Si yo encuentro o detecto a alguien que le esté faltando el respeto al Estado, por supuesto que seré el primero en denunciarlo, de eso que no quepa la menor duda.
Respecto al tema del patrimonio cultural el Ministerio de Cultura no ha cumplido sus funciones, esto no es nuevo, esto se arrastra de gestiones anteriores por más de una década; en ese sentido luego de experimentar lo que ha pasado con Kuélap, ¿Cuál es el plan que tiene para proteger nuestro patrimonio cultural?
Mira, desde la creación del Ministerio de Cultura son aproximadamente 25 mil centros arqueológicos identificados, de los 25 mil, declarados tenemos 2,500 y saneados tenemos 250. O sea, estamos en un proceso muy lento de poder cuidar nuestro patrimonio cultural. De esos 250 que están saneados vamos a ver a cuántos vamos a declararlos en emergencia, estamos haciendo un trabajo a través del viceministerio de Patrimonio Cultural para ver cuántos más como Kuélap han estado en ese estado o están ese ese estado. Estamos haciendo un trabajo de identificación, pero por supuesto eso es una falta de respeto a la cultura.

Disculpe ministro, pero todo eso ya está identificado, han existido más de treinta reportes sobre Kuélap, hay reportes de otros patrimonios que existen en el país, los reportes están, por eso le vuelvo a preguntar, ¿cuál es el plan que usted tiene para el patrimonio cultural?
Primero, solicitar más presupuesto, yo he hablado con el presidente de la República, somos un ministerio con un presupuesto de 580 millones de soles, 20% de ese presupuesto proviene de los recursos directamente recaudados de Cusco, el otro 10% proviene de los recursos recaudados a nivel nacional. El presupuesto es muy bajo para lo que realmente le corresponde a nuestra cultura del país, y eso yo lo he hablado con el presidente de la República, él esta comprometido con la cultura, él me ha manifestado que lo de Kuélap hay que recuperarlo y lo vamos a recuperar de manera integral. No hay que parcharlo, creo que eso es faltarle el respeto a Kuélap. Tenemos un estimado y eso todavía se está trabajando para conocer cuánto nos costará recuperar Kuélap en su integridad, y eso ascendería aproximadamente a 90 millones de soles. Estados tratando de convocar a instituciones privadas que se sumen no solamente a Kuélap, pueden sumarse a otros centros arqueológicos. Si no contamos con ese presupuesto van a ver muy buenas voluntades, van a ver muy buenos estudios que seguramente nos van a decir qué se debe hacer, pero cómo ejecutarlo, es el tema de falta de presupuesto.
Ha tocado un punto interesante que es el tema de presupuesto, el ministerio tiene aproximadamente el 0.5% del presupuesto general de la nación. En ese sentido, habría que ajustar el tema de gastos, por ejemplo, en la gestión del ministro Petrozzi lo que se hizo fue no permitir que los funcionarios viajen tanto con el dinero del Ministerio de Cultura, pero esto está regresando ahora nuevamente ministro. Le voy a mencionar un ejemplo, Carlos La Rosa, Director de la Dirección de Artes, se va a Costa Rica por cinco días con todo pagado y luego de tres días se va a Colombia por cuatro días más. O sea, se la pasa viajando. Hay que evitar esas cosas, porque al final esos viajes no generan ningún impacto positivo para la población o para el país, y de los 30 días que tiene que trabajar 15 días se la pasan fuera del país, pero igual se les paga por todo el mes. Entonces, lo que se le solicita es que se regrese a lo que hizo el ministro Petrozzi, evitar esos viajes.
Tomo tu sugerencia y recomendación, voy a pedir la documentación y la evaluación que corresponde. Y por supuesto, hay que saber optimizar gastos, eso creo que es absolutamente importante, más aún si es uno de los ministerios con uno de los presupuestos más bajos dentro de las 19 carteras ministeriales, así que toda sugerencia y recomendación va a tomarse, así que la tomo y voy a hacer la evaluación del caso.

Para el tema del Bicentenario se promocionó bastante el MUNA, pero en el MUNA existe una historia detrás que tiene que ver con dinero, la construcción de ese museo costó aproximadamente 500 millones de soles. Para su construcción participaron empresas que convocó el consorcio MUNA, conformada por las empresas españolas Aldesa y OHL, que fueron los encargados de la construcción del Museo Nacional del Perú, ese consorcio subcontrató a otras empresas para realizar la construcción, pero hasta hoy no se les cumple con los pagos, nos hemos comunicado con exministros de las gestiones anteriores, y nos dijeron que ellos no pueden responder por eso, en la UNOPS de las Naciones Unidades también me dijeron lo mismo, es decir, nadie se quiere hacer responsable por el pago de estas empresas que fueron subcontratadas que participaron en la creación de un emblemático museo para el Perú.
Desde el punto de vista jurídico te voy a manifestar lo que me ha comunicado la funcionaria de la Unidad Ejecutora número 8. Existe una empresa principal que efectivamente tiene el vínculo contractual, pero el contrato le permite subcontratar, pero la subcontratación le corresponde bajo responsabilidad a la empresa principal que ha contratado con el Estado, es decir, ella es la obligada a pagarle a sus subcontratados. Los subcontratados lo que están reclamando es que la empresa que los contrató no les está pagando, ministerio págame tú. Creo que allí hay un tema dentro del marco contractual civil, que hay que saber ver y canalizar quién es el responsable y el que está obligado en estos pagos.
En ese sentido, el ministerio no debería permitir que ocurran estas cosas, porque al final el beneficio de un museo es para el propio ministerio y para la población, es decir, no podemos ser parte de este incumplimiento y quedarnos callados ante la falta de pago a empresas que participaron en un emblemático museo que fue promocionado para la celebración del bicentenario del Perú.
Eso es lo que se denomina la calidad de ejecución contractual, si podemos ver si la ejecución del contrato se llevó con subcontratistas y esos subcontratistas trabajaron y realizaron una labor para poder dar fe de ello, que les va poder servir seguramente para poder reclamarle al principal, esa parte de calidad de ejecución contractual por supuesto que podemos verificarla. Si nos las pide los subcontratistas, por supuesto que el ministerio no puede decir que no es parte de esto.

Por ejemplo, a una de las empresas que es AGRUMAQ se le debe más de medio millón de soles, pero sé que hay más empresas que también están tratando de arreglar esta situación para que se les pague con el consorcio MUNA conformado por las empresas españolas OHL y Aldesa. En gestiones anteriores no querían hablar del tema, pero ahora a usted se lo pregunto, ¿piensa hacer algo sobre ese tema o tampoco no hará nada?
Todavía no han venido a conversar conmigo, si vinieran a conversar conmigo y me plantean su problemática los atenderé, mi despacho tiene una atención de puertas abiertas. Si ellos vienen con sus abogados a conversar conmigo y me demuestran que hay un tema de abuso de derecho, que necesitan que de alguna manera el ministerio sea testigo o testifique sobre esta situación y lo demuestran con documentos, yo no tengo ningún problema de poner a trabajar a quien tenga que trabajar para ver si efectivamente esos trabajos se realizaron o no, y seguramente eso les puede servir para poder cobrar su dinero. En ese aspecto no tengo ningún problema. Acá la política —disculpando la expresión— del gato encerrado o perro muerto no podemos aplicarlo, eso es una mala costumbre en el Perú. Si ellos vienen y piden una cita conmigo y conversan conmigo y me piden de alguna manera que se pueda analizar la situación yo gustoso voy a escucharlos, escucho absolutamente a todos.
El tema de la construcción del hotel en la calle Saphi de Cusco, que también se viene arrastrando de gestiones anteriores ¿en qué situación se encuentra?, ¿cuál es la posición que tiene actualmente el Ministerio de Cultura?, porque se hablaba de demoler, hay una sentencia del Poder Judicial para demoler esa construcción, pero no se cumple, ¿cómo va ese tema?
Los mandatos judiciales nosotros no estamos en la capacidad de poder interpretarlos, simplemente hay que ejecutarlos, creo que el respeto al mandato judicial es algo que se tiene que efectuar, el hecho que se tiene que interpretar o dar una mala ejecución a un mandato judicial por supuesto que genera una responsabilidad, esto yo lo he conversado con el procurador de la institución. Por supuesto todo lo que sea defensa de nuestro patrimonio tenemos que hacerlo valer. Estamos hablando de una sentencia judicial que va inclusive más allá del mandato constitucional, que te dice que ninguna autoridad administrativa o política puede avocarse a causas pendientes que se encuentran en el Poder Judicial, en este caso más allá que se encuentre pendiente en el Poder judicial ya existe una sentencia, bajo esa premisa el tema de cumplimiento y las disposiciones judiciales siempre van a ser irrestrictos.

En un primer momento se dijo que no existe el presupuesto para la demolición, ¿Cuándo se realizará ese cumplimento?
He conversado con el procurador y me manifestó que tiene que efectuar todos los procedimientos administrativos para poder lograr la ejecución de este mandato judicial, y sobre la base de ello el tema va tener que seguir caminando. Esta en manos del procurador, las procuradurías si bien están en las instituciones públicas, dependen funcionalmente de la procuraduría de la nación, ellos actúan con absoluta autonomía, yo solo puedo informarme con ellos, pero no puedo decirle al procurador lo que tiene o debe hacer. Si el procurador actúa al margen de la ley de defensa del Estado, está incumpliendo sus funciones y por supuesto su proceso le va a generar responsabilidad. Yo le he manifestado mi preocupación solamente para que él realice su trabajo funcional y administrativamente depende de la procuraduría de la nación. Sin embargo, como titular del pleno estoy interesado en que la sentencia judicial se cumpla.
Entonces, usted está a favor de la demolición de esa construcción.
Estoy a favor de que se cumpla todo lo que el Poder Judicial determina que se cumpla dentro del marco constitucional.
Ahora hablemos de las “industrias culturales” ya que se vienen los Estímulos Económicos. Personalmente siempre he opinado que las industrias culturales no existen en nuestro país, lo que se promueve desde el MINCUL es una farsa, una copia que se trajo de Colombia y Argentina. Aquí en Perú no tenemos políticas para la cultura, estamos en pañales en ese sentido ministro. ¿Para este sector usted ha trabajado alguna estrategia o algo nuevo para que se pueda hablar por lo menos de un mercado cultural?
Sí, hemos estado trabajando el tema de estos Estímulos, como sabes son alrededor de 30 millones de soles dentro del marco del presupuesto lo que hemos destinado para poder trabajar los Estímulos. Hemos encontrado, que en años anteriores se han dado Estímulos inclusive a empresas que tenían el rubro de venta de autos. Creo que si queremos empezar a hacer las cosas bien tenemos que aprender a sincerarnos con nosotros mismos. No podemos promover el tema de industrias culturales si lo que vamos a hacer es una farsa, y lo que yo he encontrado de otras gestiones es farsa. Todo eso está en control interno. Se ha conversado muy claramente que estos Estímulos y esta promoción de las industrias culturales no solamente tiene que guardar un marco de objetividad, sino que realmente se tiene que promocionar y generar consciencia de lo que realmente queremos con las industrias culturales. Hubo una reunión muy sería en la que hemos tenido acá, y hemos visto todas las observaciones que se han determinado y que se han puesto a disposición del órgano de control institucional (OCI) en cuanto a la distribución y entrega de Estímulos Económicos.
La pregunta que me haces se enmarca en dos contextos, sino no sabemos a quién se lo vamos a dar y cómo se lo vamos a dar, o le vas a dar a alguien que no lo merece o simplemente quieren favorecer, no estás trabajando las industrias culturales. Hay que marcar bien el concepto de industrias culturales y que la gente realmente participe con absoluta transparencia, y uno lo tiene que promover así. Porque finalmente uno como funcionario público es rindente, uno tiene que rendir cuentas, uno es rindente por diez años después de dejar un cargo.

Para usted, ¿para qué sirven los Puntos de Cultura?
Los Puntos de Cultura sirven para promover la cultura, sirven para poder lograr expresiones culturales de diversos rubros o de diversos ámbitos, que de una u otra manera van a poder hacer que determinados artistas se muestren en sus determinados campos en los cuales se desarrolla. Creo que los Puntos de Cultura a nivel nacional aún les falta desarrollarse. Entendamos algo, el Ministerio de Cultura no solamente debe ver Lima, el ministerio dentro del rubro que me manifiestas tiene que abarcar desde Tumbes hasta Tacna, de Madre de Dios al Océano Pacífico. Hay muy buenos artistas, he tenido la oportunidad de poder conectarme con los Puntos de Cultura a nivel nacional con sus diversos representantes en una conferencia Zoom que me han mostrado en qué se desarrollan y cómo quieren promover, y creo que hay mucho talento y ganas de que el Estado intervenga. Lo que pasa es que muchas veces perdemos las cosas porque el Estado no está, el Estado no llega o cuando llega el Estado, llega mal.
Le pregunté esto porque le quiero mencionar lo que he visto. Los Puntos de Cultura son una farsa, una farsa que fue creada por funcionarios que estuvieron en gestiones anteriores en el ministerio, y los Puntos de Cultura les servía a esos funcionarios para levantar información y esa información lo usaron para sus tesis y para sus libros. Jamás hubo la intención de ayudar a los grupos culturales de San Juan de Lurigancho, de la región de la selva o de la sierra. Esa es una realidad donde los propios gestores de los Puntos de Cultura se han quejado y me lo han contado. Además, este supuesto auspicio nominal es una vergüenza, no se puede auspiciar nominalmente a artistas en un país donde incluso se mueren de hambre. ¿Va a plantear de repente alguna nueva forma de trabajar con los Puntos de Cultura?
Te vuelvo a manifestar, hemos tenido una reunión con los que representan a los Puntos de Cultura en diversas regiones, hemos tenido una comunicación con ellos con la finalidad que nos hagan llegar sus aportes como actores principales e interesados de querer desarrollar los Puntos de Cultura. Hemos querido saber qué es lo que necesitan. Me narraron una serie de falencias, de malos manejos, de situaciones que no los ayudaba, y lo que dices es cierto, es gente que está muy bien vinculada y es apasionada en lo que hace, sin embargo, sienten que el Estado no llega, sienten que el Estado no les ayuda, y me manifiestas que se ha venido trabajando como una farsa, no sé si es exagerado o no, pero lo que he recibido de ellos es disconformidad, y lo que se les ha pedido es que hagan llegar sus aportes de cómo tiene que funcionar esto. Creo que uno no tiene que diseñarlo, son ellos que como interesados te tienen que alimentar, para sobre esa base poder trabajar su mejor desarrollo.

Por otro lado, ministro, en su gestión se debe revisar algo que es importante, ¿a quién se le entrega el dinero? Han estado ocurriendo cosas que ha molestado a mucha gente, por ejemplo, en el cine, cada año hay solo un pequeño grupo que recibe ese dinero, aparte de eso, el presupuesto no es equitativo, es decir, el dinero que se le da al cine, no se le da al tema del sector editorial ni a las artes escénicas o a las artes plásticas. Se ha venido manejando todo mal, porque no existe un plan, no hay una ley, hemos estado sobre un vacío. Creo que esta es una oportunidad para usted, para que no se vuelva a repetir el direccionamiento del dinero. Sería bueno que gente que ha recibido dinero en los últimos tres años este año no lo reciba, o que este año reciba el dinero gente que nunca ha recibido.
Todas esas deficiencias y esas falencias han sido observadas ya por el órgano de control institucional, están en estos momentos en investigación, y por supuesto lo que nos queda a nosotros es recoger esas debilidades, porque así se le llama cuando se realiza una auditoria. Debilidades que pueden conllevar a responsabilidades para no repetirlas, y hay mucho de lo que tú estás manifestando. No te puedo adelantar, porque todo esto es parte de una investigación que se hace.
En la reunión que hemos tenido, el tema de poder darle un mejor sentido, un sentido optimo, a toda esta distribución de los Estímulos que finalmente son recursos públicos, o sea, es dinero de todos los peruanos. Cualquier tipo de mala distribución que haya existido, por supuesto que bajo ninguna circunstancia se puede repetir.
Ya han pasado tres meses de su gestión, ¿va existir una restructuración del Ministerio de Cultura o va a seguir esperando?
Cuando hablamos de restructuración hablamos de la estructura orgánica, que es una estructura orgánica que viene del año 2013. Ahora, de cómo está compuesta esta estructura, vale decir, qué funcionarios ocupan esta estructura, por supuesto que yo he hecho ya algunos cambios, pero no es que sea definitivo, eso sigue en un proceso de evaluación, sigue en un proceso de manera lenta pero sí con seriedad por evaluar qué cambios quieren y se necesitan, para eso también te manifiesto que he conversado con ambas viceministras, yo no les impongo de manera personal, pero sí les exijo que el personal que tengan en sus direcciones generales sea personal que ayuden a la institución y finalmente ayuden a los objetivos. Jamás voy a ir donde una viceministra a quien yo le he dado mi confianza a imponerle un director. Pero sí les pido que evalúen a los directores de manera correcta porque también voy a tener la facultad de evaluar y manifestarles que esta dirección no está funcionando, que no se están cumpliendo objetivos o el que está a cargo no es idóneo. Antes de poder emplazarle, he pedido que por favor evalúen bien los resultados y la idoneidad. Estamos implementando también la oficina de integridad en el Ministerio de Cultura, porque como te digo, uno delega las competencias, pero comparte las responsabilidades, soy absolutamente consciente de eso, y no estoy dispuesto a asumir responsabilidad por negligencia de terceros. Así que tengo que estar absolutamente vigilante a ello.
Hay otras instituciones que son competencia del ministerio: Biblioteca Nacional, Archivo General de la Nación, LUM y el Instituto de Radio y Televisión del Perú (IRTP), cada una de esas instituciones tiene sus propios problemas. En la BNP se ha estado perdiendo importante documentación y despilfarrando el dinero en gestiones anteriores. En el Archivo General han sucedido robos continuos, pero también existe la falta de infraestructura, y el IRTP, institución que siempre el gobierno actual ha tenido el deseo de controlar. ¿Existe un plan para intervenir el IRTP a favor del gobierno de Pedro Castillo?
No, te lo digo que no, porque quien te habla asumió el Ministerio de Cultura y no he movido un solo miembro del consejo directivo, por lo tanto, si hubiese existido esa voluntad por parte del gobierno que no la hay, por supuesto que yo hubiese hecho el cambio previa evaluación que se me pedía, pero no ha habido ningún tipo de presión. El IRTP trabaja como tiene que trabajar, es un canal del Estado más no del gobierno, y eso yo lo tengo absolutamente claro, y trabaja con la independencia que tiene que desarrollarse. Ahora, son cargos de confianza sí, si en algún momento algo falla o existe algún tipo de mal manejo o algún tipo de error funcional que ponga en riesgo la institución y me corresponda hacer los cambios lo voy a hacer sin ningún tipo de pretexto. Ninguna de las instituciones adscritas al Ministerio de Cultura, ha recibido algún tipo de presión de mi parte. No es mi forma de trabajar, la mía es dejar que las personas se desenvuelvan, y en el desenvolvimiento estará su éxito o sus errores.

Se le ha visto muy activo hablando de temas que no corresponde al Ministerio de Cultura. Usted ha dicho que es una especie de vocero a pedido del presidente Castillo, y sale no solo hablar de la situación que vive el gobierno, sino que también sale a defenderlo, por momentos se ve que pone hasta las manos al fuego por el presidente Castillo. ¿Detrás de todo esto, acaso existe el interés de pasar al Ministerio de Justicia o al Presidencia del Consejo de Ministros?
Te agradezco tu pregunta, porque en realidad eso es algo que de una u otra manera se pone como un cliché. Yo antes que todo soy un peruano que ama al país, soy un demócrata, y cuando veo que la democracia de una u otra manera está en juego, creo que es obligación de todo peruano el poder salir a defenderla. Te doy la absoluta seguridad, te puedo decir que mis presentaciones en los medios de comunicación las hago no porque quiera ir a hablar determinado tema o pida que me toquen determinado tema, voy con la absoluta voluntad que me toquen temas de mi sector, voy con la libertad de que el periodista pueda hacer su trabajo, son ustedes los periodistas quienes me marcan las preguntas, y si quieren una hora hablar conmigo de coyuntura de democracia o de conflictos políticos que pueda tener el país, no voy a tener ningún problema en desarrollarme. No le voy a poner jamás la agenda a un periodista. Si de eso no me dan ni un solo minuto de hablar de mi sector no es mi problema, es problema de quien me hace la entrevista. Es la primera vez que he tenido una entrevista donde el 95% es del sector, pero tampoco te quiero decir que no me voy a correr de aquellas entrevistas que quieran hablar conmigo dos horas de coyuntura política, porque creo que nos corresponde como peruanos tener que responder cuando de una u otra manera sabemos que la democracia en el país está en juego.
No tengo ningún tipo de aspiración más que honrar el honor que se me ha dado para servir al país y hacerlo de la mejor manera, con mis defectos con mis virtudes y seguramente con mis errores, pero dentro del marco de la humildad y tratar de hacer lo mejor que pueda estar en mí para poder sacar adelante el sector cultura que en estos momentos me toca desarrollar con objetividad, transparencia y por supuesto con corrección y tratar de dar el ejemplo de quienes trabajan conmigo para poder sacar lo mejor que se pueda hacer con el Ministerio de Cultura, que es un ministerio muy lindo, y te escuché manifestar algo que siempre lo digo y me parece que es importante, que no hay riqueza más grande en nuestro país que su cultura y su gente; he tomado esa frase tuya porque en los viajes que tengo, en las visitas que tengo en el país viajando a las diversas regiones es impresionante ver tanta cultura que tenemos, tanta gente linda que tenemos, y que quiere que su cultura se revalorice. Creo que todo nuestro país en cuanto a economía podría vivir de la cultura, si es que a la cultura le damos el lugar que realmente le corresponde. Creo que la verdadera reactivación económica en el desarrollo de las regiones del país está en la cultura, lo que pasa es saber verla.
Ministro, entonces esperemos verlo hablando más de cultura y menos de otros temas.
Si ustedes me preguntan más de cultura yo voy a responder más de cultura, pero como te digo, yo no le marco la agenda al periodista.
Edwin Cavello Limas. Periodista y cinéfilo. Es CEO y director de la revista, radio y TV Lima Gris. Fue editor de la revista ONCE, Actualmente es columnista del diario La Razón, Editor de Cultura de Diario UNO y conductor del programa Lima Gris que se transmite por Radio Planicie 91.5.FM.

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Cultura
Un amigo escritor para Hitler: El obituario del Premio Nobel
Lee la columna de Hans Herrera Núñez

Published
4 días agoon
02/05/2025
Si usted cree que Vargas Llosa es controversial, es porque no conoce a Knut Hamsun. Se cumplen 80 años en que el 30 de abril murió Hitler en la Cancillería de Berlín. Una semana después, en Noruega, la leyenda de la literatura escandinava, Hamsun, escribiría un obituario en honor del Gran Dictador de Europa.
Hamsun en 1945 tenía 86 años, el famosos novelista y premio Nobel, era una leyenda viviente entonces, autor de obras maestras como Hambre y Pan que desarrollan la novela psicológica heredera de Dostoievski en una exploración acertada del monólogo interior de sus protagonistas.
Durante el ascenso de Hitler y luego durante la ocupación de Noruega por Alemania, el inmortal escritor se mostró favorable a Hitler.
El obituario de Hitler
Knut Hamsun escribió en mayo de 1945, estando la guerra perdida, un obituario de Adolf Hitler en el periódico Aftenposten. El panegírico de Hamsun a Hitler sirvió como artículo principal del periódico colaboracionista sobre la muerte de Hitler.
El breve obituario dice en su totalidad:
«No soy digno de hablar en nombre de Adolf Hitler, y su vida y sus acciones no me incitan a ninguna provocación sentimental. Hitler fue un guerrero, un guerrero por la humanidad y un predicador del evangelio de la justicia para todas las naciones. Fue un reformador de primer orden, y su destino histórico fue actuar en una época de brutalidad sin igual, que al final le falló.
Así puede el ciudadano europeo occidental mirar a Adolf Hitler. Y nosotros, sus seguidores más cercanos, inclinamos la cabeza ante su muerte”, escribió Knut Hamsun.

El obituario se publicó la noche del 7 de mayo de 1945, una semana después de la muerte de Hitler.
Cuando su hijo Tore le preguntó sobre el motivo de este obituario, Knut Hamsun respondió: “Fue un gesto de caballerosidad hacia un gran caído”.
Para el propio Hamsun, el obituario y otras declaraciones y escritos llevaron a su arresto poco después del fin de la guerra. Sin embargo, los cargos en su contra se suavizaron cuando el profesor Gabriel Langfeldt y el médico jefe Ørnulv Ødegård determinaron que tenía “capacidades mentales permanentemente deterioradas”.
Antes de morir fue acusado de traición y finalmente fue seriamente multado y calificado de loco. En 1948, tuvo que pagar una suma ruinosa al gobierno noruego de 325.000 coronas (65.000 dólares o 16.250 libras esterlinas en aquel entonces) por su presunta afiliación al Nasjonal Samling y por el apoyo moral que brindó a los alemanes, pero fue absuelto de cualquier afiliación nazi directa. Si era miembro del Nasjonal Samling o no, y si sus capacidades mentales estaban deterioradas, es un tema muy debatido incluso hoy en día.

Hamsun declaró que nunca migró a ningún partido político. Escribió su último libro a los 90 años, Paa giengrodde Stier (Sobre senderos cubiertos de maleza), en 1949, un libro que muchos consideran una prueba de su capacidad mental. En él, critica duramente a los psiquiatras y a los jueces y, con sus propias palabras, demuestra que no está enfermo mental. Hamsun murió en 1952.
Después de la guerra, los noruegos quemaron libros de Hansum y su recuerdo sigue siendo espinoso entre sus compatriotas. Como dijo una escritora de su país, ningún noruego habla abiertamente de Hansum pero todos tienen al menos un libro suyo en casa.
El autor danés Thorkild Hansen investigó el juicio y escribió el libro “El juicio de Hamsun” (1978), que causó revuelo en Noruega. Entre otras cosas, Hansen declaró: “Si quieres conocer idiotas, ve a Noruega”, pues consideraba indignante ese trato al veterano autor ganador del Premio Nobel. En 1996, el cineasta sueco Jan Troell basó la película “Hamsun” en el libro de Hansen. En “Hamsun”, el actor sueco Max von Sydow interpreta a Knut Hamsun; su esposa, Marie, es interpretada por la actriz danesa Ghita Nørby.
El profesor Atle Kittang, de la Universidad de Bergen, escribió sobre el legado de Hamsun en el sitio web del Centro Knut Hamsun. Afirmó que existían razones complejas detrás de la publicación del obituario por parte de Hamsun. Señala que, tras su único encuentro en 1943, Hitler no ocupaba un lugar destacado en la evaluación de Hamsun. En consecuencia, Kittang cree que el obituario debería considerarse parte de la necesidad de provocación de Hamsun, como lo demuestran su vida y obra.

Hamsun, la leyenda de la literatura
Más de medio siglo antes, un joven Hamsun se oponía al realismo y al naturalismo. Argumentaba que el objeto principal de la literatura modernista debía ser la complejidad de la mente humana, que los escritores debían describir el «susurro de la sangre y la súplica de la médula ósea». Hamsun se convertiría muy pronto hacia 1800 a ser considerado el «líder de la revuelta neorromántica de principios del siglo XX».
Entre sus admiradores se encontraban Thomas Mann, Hermann Hesse, Robert Musil, Arthur Schnitzler, Jakob Wassermann, Stefan Zweig, Martin Buber, Arnold Schoenberg y Alfred Einstein. Todos ellos contribuyeron a la publicación conmemorativa que se publicó en Alemania con motivo del 70º cumpleaños de Hamsun. Al Festschrift publicado en Noruega con el mismo motivo también contribuyeron Maxim Gorki, Gerhart Hauptmann, Heinrich Mann, Tomáš Garrigue Masaryk y André Gide. Otros admiradores incluían a Ernest Hemingway, Franz Kafka, John Galsworthy, Henry Miller e incluso el joven Bertolt Brecht. Uno de los periodistas y escritores más conocidos de Alemania en aquel momento, Kurt Tucholsky, también confesó en un breve artículo en el Vossische Zeitung del 1 de enero de 1928: “Kurt Tucholsky ama… a Hamsun”
Todo empezó en 1888, cuando el barco de vapor danés Thingvalla en que viajaba un Hamsun pobre y desconocido se encontraría con la musa. Fue en ese viaje en que su barco estuvo amarrado en Kristiania durante un día en su camino de EEUU a Copenhague, que dicha ciudad danesa le trajo recuerdos desagradables del año 1886, cuando tuvo que soportar allí un duro período de hambre, sin trabajo. Hamsun no abandonó el barco y esa noche escribió las primeras líneas de la novela, que ya capturan la atmósfera opresiva de todo el libro:
«Fue en ese tiempo cuando yo vagaba y me moría de hambre en Cristianía, en esa ciudad extraña de la que nadie se va hasta que ha sido marcado por ella”.
En Copenhague alquiló una habitación en el ático y, padeciendo nuevamente hambre, continuó escribiendo. Presentó el manuscrito inacabado a Edvard Brandes, el editor de arte del periódico Politiken. Profundamente conmovido, Brandes persuadió a Carl Behrens para que publicara partes del libro de forma anónima en la revista danesa Ny jord (Nueva Tierra) en noviembre. La obra llamó inmediatamente la atención por la radicalidad de su representación y su ruptura con el concepto aún joven del nuevo realismo. La revista Dagblad pronto reveló el misterio que rodea la identidad del autor. Hamsun continuó trabajando en la obra, que fue publicada íntegramente, aunque todavía de forma anónima, en 1890. Ese mismo año fue publicada en traducción alemana por Samuel Fischer.
Hambre narra en primera persona el declive físico y psicológico de un joven escritor y periodista fracasado en Kristiania, la actual Oslo. De vez en cuando logra vender un artículo a un periódico, pero sus ganancias rara vez son suficientes para cubrir comida y alojamiento, por lo que deambula por la ciudad hambriento y a veces incluso sin hogar. Al intentar ocultar su precaria situación, el narrador en primera persona la empeora aún más. Describe su estado mental con gran detalle y de forma vívida; Su estado de ánimo fluctúa entre la depresión, la euforia, la desesperación y la vergüenza.
El narrador anónimo en primera persona sale de su habitación y camina sin rumbo por Cristianía. Cuando conoce a un hombre pobre, a pesar de su propia situación, empeña su chaleco y le da la mayor parte del dinero que recibe. Poco después, persigue a una mujer, luego busca un empleo y fracasa, después se le ocurre un texto brillante y escribe lo que intuyo es una obra maestra, envía el manuscrito a un editor, sin un centavo y viviendo en la calle se le ocurre entrar furtivamente a la habitación que alquilaba y de donde lo echaron por deudor, y es entonces que descubre una carta, su libro tiene suerte y le han adelantado 10 coronas. Aquí empieza la historia.

El autor y crítico danés Erik Skram elogió la obra como un “acontecimiento literario de primer orden”, y el crítico noruego Carl Nærup escribió en 1895 que “sentó las bases de una nueva literatura en Escandinavia”. Muchos críticos consideran que la novela es la mejor obra de Hamsun. El autor se hizo famoso de la noche a la mañana, fue un invitado bienvenido en los círculos intelectuales y fue invitado a dar lecturas en los EE.UU.
Influenciado por la psicología de Dostoievski (el narrador recuerda ciertos rasgos de Raskolnikov, el antihéroe de Crimen y castigo, pero también protagonista de El sótano) y por el naturalismo de Zola, Hamsun, en Hambre, prefigura también los escritos de Kafka y de la literatura existencialista del siglo XX.
Recepción en el siglo XXI: En su novela de 2017 Suleika abre sus ojos, Gusel Jachina retoma una imagen de Hamsun: la gente intenta superar el hambre cortándose con un cuchillo y chupándose la sangre de los dedos.
Respecto a esta raza de artistas vagabundos descrito en Hambre, Virginia Nicholson escribe en Among the bohemians: Experiments in Living 1900-1939:
«Después de cincuenta años podríamos juzgar que la pobreza de Dylan Thomas era noble, mientras que la de Nina Hamnett no tenía sentido. Sin embargo, una artista menor y sin dinero se vuelve igual de famélica que un genio. ¿Qué los impulsó a hacerlo? Creo que tales personas no sólo escogieron el arte, sino también la vida de artista. El arte les ofreció un estilo de vida diferente, uno que creyeron les compensaba de la pérdida de comodidades y respetabilidad».
Tal vez Hamsun viera en Hitler a aquel artista frustrado que como él vivió el hambre y la soledad del anonimato en esa otra Christiania llamada Viena.
«En aquel tiempo tenía hambre y vagaba por Christiania, esa extraña ciudad de la que nadie sale sin llevar sus marcas…»

Por Edwin Sarmiento
(Estando yo en un pueblito, por las alturas de Lima, y sin Internet, se murió mi amigo Jorge Acuña, el mimo más grande que tuvimos en la década del 70 en el Perú. Se nos fue a la edad de 94 años. Las redes sociales se llenaron de nostalgia al informar de este desenlace. Y pensar que Jorge era un tipazo fuera de serie. Hace cuatro años yo publiqué en mi muro una semblanza de dos amigos: el poeta Reynaldo Naranjo y el mimo Jorge Acuña, con quienes aparezco en una fotografía de esas que nos tomamos, casi siempre, con el corazón. Muerto Naranjo, hace unos años, y ahora Acuña, hace unos días, deseo compartir este texto a modo de homenaje a ambos y a esas épocas doradas que nos tocó vivir)
I
Debió ser en la Casa de la Literatura, al costado de Palacio de Gobierno, cuando algún amigo nos tomó esta fotografía. No recuerdo, exactamente, el año. Aquí estoy junto al poeta y periodista Reynaldo Naranjo y el actor peruano, mimo y promotor del teatro de la calle, Jorge Acuña (al centro y de pelo cano). Él debe estar cumpliendo, ahora, 91 años, en Suecia, donde radica, mientras que Naranjo nos dejó cuando tenía 84, hace dos años, al ser atropellado por un camión, cuando cruzaba, una mañana, la avenida Benavides, en Miraflores. Con ambos alterné en situaciones distintas de mi vida. Al poeta lo recuerdo con la sonrisa y picardía criolla, permanentes. Fue uno de los mejores tituleros que tenía el periodismo de los 70. Convivieron en él la creatividad del poeta social, con la neurosis de los cierres de edición en las salas de redacción de diarios y revistas, en los cuales trabajó como periodista. Cuando coincidíamos en el bar Palermo de la Av. Colmena, yo recitaba este poema, escrito en 1968: (A un edificio en construcción) “Obreros y cemento/ curiosos e ingenieros/ ingresan a la gran mezcladora// Mientras el ruido gira/ va naciendo el gigante/ hijo robusto/ que ha de crecer/ hasta el veintavo piso// Danza de músculos/ de cerebros y días// Nos pararemos/ en el piso más alto/ tal los conquistadores/ de las altas montañas// Alzaremos los brazos/ para tocar el cielo/ y el flamante ascensor,/ como nave dorada,/ nos dejará en la tierra/ con las manos vacías// Vendrá la burocracia// Gerentes, policías,/ padrinos y ahijados// Contratarán porteros/ y nos serán cerradas/ las puertas que pusimos” Luego de un reverencial silencio, yo preguntaba, ¿recuerdas quién escribió este tremendo poema? Y él, soltando esa carcajada que llegaba hasta la Casona de San Marcos, decía, creo que fue un tal Reynaldo Naranjo. Y yo gritaba: ¡respuesta correcta! Junto a César Calvo, Javier Heraud, Arturo Corcuera, Mario Razzeto fue una las figuras representativas de la denominada generación del sesenta. Naranjo, Calvo y el poeta uruguayo Alfredo Zitarrosa fundaron, en algún momento, la Casa de la Poesía, en el distrito de Barranco. Luego, grabaría con Calvo y el músico Carlos Hayre, el disco Poemas y Canciones, que los muchachos de entonces, escuchábamos en el LP que circulaba de mano en mano, prestadito nomás.
II
Jorge Acuña es un tipazo, un actor de primera, un mimo que empezaba su función, al aire libre, en la plaza San Martín, a las tres de la tarde. Lo hacía colocando, primero, un letrerito sobre cartón y escrito a plumón que decía: «Todo acto o voz genial viene del pueblo y va hacia él” (César Vallejo). Luego, procedía, lentamente, a maquillarse la cara, mientras los curiosos se iban aglomerando, formando un semicírculo que él había trazado, previamente, con tiza, muy cerca del monumento al libertador San Martín. Las tardes, si eran de invierno, empezaban a calentarse a medida que la gente, mayormente de rostro cobrizo, empezaba a compactarse codo a codo, hombro a hombre, uno detrás de otro, hasta que empezaba la función. El mimo iniciaba su trabajo con una explicación sobre el teatro, señalando la función del artista en un país pobre como el nuestro, la necesidad de que el buen arte debería salir a las calles a buscar al pueblo, lejos de esperar en salas pequeñas y selectivas, sólo al alcance de quienes podían pagar una entrada y en este chamullo, que la gente escuchaba en silencio, el actor terminaba citando a Vallejo, a Mariátegui, también al Che Guevara, a Marx y a un largo etcétera marxista, maoísta, pensamiento Mao Tze Tung. Y sus amigos, que no éramos pocos, nos arrancábamos con unos aplausos, seguidos por un público que por casualidad pasaba, esa hora de la tarde, por la plaza San Martín. Ya en el “tempo” exacto del buen arte, Acuña se arrancaba con su lenguaje corporal moviendo manos, brazos y piernas, o abriendo los ojos, lo más que podía, o cerrándolos, si sus historias tenían que ver con trepar las paredes, abrir las puertas, cocinar una sopita, asombrarse de algo o soportar el terror de una mala noticia, en fin. El público reía a rabiar, comentaba en voz alta, aquello que el mimo los iba describiendo, en silencio, sólo con el movimiento de su cuerpo. Dos horas más tarde, el público seguía aplaudiendo y él decía que al artista no había que explotarlo, porque era un trabajador como cualquiera y tenía derecho a ser recompensado. Aclaraba que esa recompensa sería voluntaria y gracias por su apoyo, compañeros. Es cuando sus ganchos, o sea, nosotros, le ayudábamos a pasar el sombrero entre el público que iba soltando un sol, dos soles, una china, a veces un caramelo, como después descubriríamos al hacer el recuento en el bar Palermo, a eso de las seis de la tarde, cuando, en una mesa, hacia el extremo del bar, nos instalábamos para acompañarlo hasta pasada la medianoche. Él formaba montoncitos de diez soles cada uno y cuando ya no había nada que contar, Acuña, separaba la mitad de lo que había en la mesa, lo guardaba en un bolsillo y decía que el resto sería para disfrutar la noche y así era. Ahora que ya no estará con nosotros, me viene la nostalgia. Fue un tipazo.
Cultura
Rodolfo Muñoz, un modelo desnudo lleno de historias [VIDEO]
Un recuerdo del querido personaje bellasartino.

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6 días agoon
30/04/2025
El jueves 24 pasado se conoció el fallecimiento del Hércules de Bellas Artes. Rodolfo Muñoz trabajó por más de 60 años en la Escuela Nacional de Bellas Artes del Perú, su trabajo era despojarse de su ropa para que los alumnos de la ENSABAP lo inmortalicen con sus primeros trazos.
En el reciente podcast de Lima Gris, Edwin Cavello y Luis Felipe Alpaca recordaron lo entrañable del querido personaje que fue pintado por maestros como Humareda, Szyszlo, Tilsa, Tola, Ángel y Gerardo Chávez, entre otros.
Aquí el podcast especial sobre Rodolfo Muñoz.
Cultura
Falleció Jorge Acuña, el mimo que habló con el alma
Su familia confirmó el deceso. El extrañable personaje falleció a los 94 años en la ciudad de Estocolmo en Suecia.

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6 días agoon
30/04/2025
El Perú ha perdido una de sus almas más silenciosas. Jorge Acuña, el emblemático mimo peruano que durante varios años convirtió la Plaza San Martín en un escenario de poesía muda, falleció recientemente, según confirmó su familia. Tenía el don raro de decir mucho sin palabras, de conmover sin un solo sonido. Hoy, el eco de sus gestos queda flotando en el aire como un susurro entre adoquines y palomas.
Acuña fue más que un artista callejero; fue un testigo del tiempo. A finales de los años sesenta, cuando el país se debatía entre la incertidumbre política y la efervescencia cultural, él apareció como un oasis de belleza en medio del caos. Su rostro pintado de blanco y sus movimientos precisos eran una forma de resistencia, una poesía viviente que se ofrecía gratuitamente a todo transeúnte que supiera detenerse a mirar.

“Ser mimo no es disfrazarse, es desnudarse”, dijo alguna vez en una entrevista para Lima Gris. Esa frase —que hoy resuena con una fuerza mayor— resume la filosofía de vida de Acuña: el arte no como espectáculo sino como verdad desnuda, como entrega absoluta. En esa misma entrevista, también confesó: “La calle me enseñó a ser humilde, pero también me hizo fuerte. No hay escenario más honesto que el pavimento”.
Jorge Acuña dedicó más de cuatro décadas a su arte. Viajó, enseñó, formó discípulos en talleres y escuelas independientes, pero nunca se desligó de la calle, su primer amor y su escuela más sincera. “Podría estar en un teatro con luces y telón, pero prefiero el aplauso de una niña que me mira desde la vereda”, dijo con una sonrisa tímida, sin quitarse el maquillaje.
Sus personajes —el anciano que lucha contra el viento, el niño que juega con una mariposa invisible, el obrero cansado que carga el peso del mundo— no eran simples pantomimas. Eran espejos de un país que muchas veces no se detiene a mirarse. Y él, sin pedir nada a cambio, ofrecía esos reflejos todos los días, bajo el sol o bajo la llovizna limeña.

La noticia de su muerte ha conmovido a quienes lo conocieron y a quienes alguna vez se detuvieron, siquiera por un instante, a contemplar su arte. No hay grandes homenajes, no hay titulares ruidosos. Pero en la Plaza San Martín, donde tantas veces detuvo el tiempo con un gesto, alguien ha dejado una flor. Y eso basta.
Porque Jorge Acuña no ha muerto del todo. Vive en cada silencio que conmueve, en cada gesto que dice más que las palabras, en cada niño que se detiene a mirar a un artista callejero con los ojos bien abiertos.
Su cuerpo se ha ido. Su arte perdurará.
Cultura
César Gutiérrez autor de Bombardero: «Nunca me sentí influenciado por la prosa de Vargas Llosa» [VIDEO]
En un nuevo episodio del podcast de Lima Gris, conversamos con el escritor y periodista cultural César Gutiérrez.

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6 días agoon
29/04/2025
César Gutiérrez es ampliamente reconocido como uno de los más destacados periodistas culturales del país, pero también —y quizás con mayor intensidad— como un escritor de singular talento que, durante años, ha mantenido un silencio tan enigmático como elocuente. Gutiérrez Rivas no es un autor cualquiera: en 2008 dejó una marca indeleble en la literatura peruana con la publicación de Bombardero, una obra que reveló su formidable capacidad narrativa y lo consagró como una de las voces más potentes y originales de su generación.
Con su libro Bombardero, César Gutiérrez irrumpió en la literatura peruana con una prosa que desafía las convenciones, un torrente verbal tan desbordante como preciso, que evoca y provoca vértigo narrativo.
En una reciente entrevista para el podcast de Lima Gris, conversamos con César Gutiérrez sobre su silencio literario, Mario Vargas Llosa y el periodismo cultural. El autor de Bombardero no se calla nada. Aquí la entrevista completa.
Cultura
Xavier Bacacorzo: un retrato íntimo
Lee la columna de Hélard Fuentes Pastor

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1 semana agoon
28/04/2025
Por: Hélard André Fuentes Pastor
Recuerdo el día que lo conocí con la nitidez propia de mis veinte años. En ese entonces, presidía el Centro de Estudios Históricos para el Desarrollo Social (CEHDES) “Guillermo Galdós Rodríguez”, que organizó una única actividad: el Primer Congreso Regional de Historia del Arte Popular en la Alianza Francesa de Arequipa.
Durante la organización del evento, y motivado por razones familiares, propuse la participación del doctor Xavier Bacacorzo como ponente magistral. Una noche, lo visité en la Facultad de Filosofía y Humanidades, donde dictaba cátedra. Me acerqué con la ingenuidad de un universitario, mencionando que había sido profesor de mi padre y tras una breve conversación evocando ese recuerdo, respondió a la invitación con una serie de quejas sobre el funcionamiento de la Universidad de San Agustín, cuyo letargo, como lo viví después, ha generado impotencia y frustración en más de uno.

Recuerdo la expresión de decepción en su mirada cuando me dijo: “Participaré cuando estemos en la Católica con doble C”, dando a entender que el evento lo organizaba San Agustín y prefería no asistir. No quise ser cargoso; porque insistir o explicarle ―pensé―, lo impacientaba aún más.
Siempre lo vi y leí con admiración, y quizás por eso, a lo largo de estos catorce años, mi sentimiento de reconocimiento hacia su obra se mantuvo intacto. Su legado no solo se refleja en cerca de una decena de títulos, sino también en una actividad cultural impresionante, especialmente a mediados del siglo XX, y en una valiosa contribución periodística como columnista en diversos medios, entre ellos Arequipa Al Día. Este sentimiento persiste en mí, a pesar de los encuentros y desencuentros que vivimos, tan propios de los intelectuales, artistas y literatos.
Xavier Bacacorzo no era cortesano; no esperaba caer bien ni mal. Comunicaba lo que pensaba, lo que había leído o lo que intuía a través de los astros y sus conexiones espirituales, aunque a veces no lo hacía de la mejor manera.
Un día lo encontré caminando por el Portal de Flores, con una visible cojera que, sin embargo, no le impedía recorrer largos tramos del Centro Histórico. Me acerqué a él, mencionando mi nombre, pero al alzar la mirada, con sus ojos esquivos, no respondió a mi saludo. Esta vez, porfiado, insistí un par de veces, y cerca del quiosco de periódicos en la intersección con la calle Mercaderes, le dije:
—Soy el autor del libro del 50… La lucha del pueblo arequipeño (…).
Con eso, arranqué de sus labios una respuesta.
—Por cierto —dijo—, muy mal escrito.
Yo sonreí y, sin perder el ánimo, le pregunté las razones por las que pensaba eso. Entonces, señalándome el McDonald’s, me dijo:
—¿Tienes tiempo?… Vamos por un café.

Conversamos mucho. Le conté que su hermano Jorge había dado por muerto a un niño en un poema. Le mencioné que había leído sus artículos sobre el movimiento popular de junio de 1950 y que incluso había empleado su división cronológica en mi libro. Creo que también se lo entregué ese día.
Hablamos de poesía, de un poemario que estaba por publicar. Corrigió algunos versos de mi poema Noctámbulo. También conversamos sobre mi tío abuelo, Pedro Luis González, de quien —según me contó— había sido jurado de tesis y quiso sorprenderlo con un trabajo voluminoso (con un “sillar”).
En medio de todo, me preguntó por mi signo zodiacal, entre otras cosas. Luego, avanzamos hasta una fotocopiadora, donde hizo copiar algunos de sus artículos, uno sobre la visita de Pablo Neruda a Arequipa —a quien había recibido personalmente—, y otra a color de una pintura en honor a Francisco Mostajo, a quien retrató en vida.
Antes de despedirse, me dijo:
—Serás mi discípulo.
Yo, que no creía mucho en esas cosas, porque no son de mi tiempo, solo sonreí y le respondí:
—Doctor, creo que cada quien hace su propio camino, pero es un honor escucharlo.
Me lo encontré incontables veces en el Panorámico, en Mercaderes y en San Francisco. A veces, acompañado de su esposa, María Esther Basurco. En una de esas ocasiones, nos detuvimos a conversar sobre Mariano Melgar. Unos estudiantes de antropología lo habían invitado a dar una charla sobre el vate arequipeño.
Me preguntó:
—¿Irás?
—No puedo, doctor, porque en las mañanas enseño en un colegio. Allá… en Mariano Melgar —respondí.
Luego, me preguntó qué tema me gustaría que tratara, y yo le dije:
—Quizás sobre la naturaleza fenotípica o étnica de Melgar, recordando los dibujos que lo representan como un europeo y aquellos que lo muestran como un hombre mestizo con rasgos predominantemente andinos.
La ocasión más difícil ocurrió un atardecer en Mercaderes, a la altura de una sede de la Librería San Francisco. Me acerqué para saludarlo, pero cuando escuchó mi nombre, visiblemente molesto, me dijo que no quería saber nada de mí. Me dejó consternado.
Resulta que unos amigos suyos, abogados, le dijeron que yo había escrito un libro sobre Melgar, cosa que nunca ocurrió, y que, además, no citaba su trabajo. Entonces, traté de aclararle la situación, y creo que logré demostrarle que lo único que había escrito sobre Melgar era un artículo que aparece en mi obra sobre el Cementerio de la Apacheta, y que, aunque no tenía su libro, sí lo citaba. Le expliqué que cómo no lo iba a citar si alguna vez nos habíamos encontrado y conversado al respecto.
—¡Evento al que no asististe! —me dijo.
Y yo le respondí:
—Estaba trabajando, doctor, como le mencioné en aquella ocasión.
Se tranquilizó. Sin embargo, debo confesar que en ese momento experimenté desconcierto. Preocupado por su edad y por el impacto que mi acercamiento pudo haber tenido, decidí alejarme.

Años después, en 2018, organizamos un homenaje a Carlos Meneses Cornejo, con la publicación de un libro sobre su vida y un opúsculo de saludos. Sabiendo que María Esther había publicado en Arequipa Al Día (que dirigió don Carlitos), la invité a escribir unas palabras de homenaje. Grata fue mi sorpresa cuando respondió, además, con un segundo texto suscrito por los hermanos Gustavo y Xavier Bacacorzo. ¡Genial! Y aún más grato fue que asistiera al evento, realizado en la Biblioteca Mario Vargas Llosa, espacio vinculado a un novelista del que discrepó y renegó en más de una ocasión. En medio de la incertidumbre que domina los sentidos, me acerqué y el doctor me saludó con familiaridad. Le dije: «¿Y usted cuándo se deja hacer un homenaje?», mientras me mostraba, de un cartapacio que llevaba en las manos, una serie de artículos y algunas biografías de él, pues su trayectoria aparece en diccionarios locales y nacionales.
Lo más inolvidable aún fue el abrazo que se dieron con Eusebio Quiroz, con quien habían tenido una serie de polémicas académicas sobre temas como la Guerra del Pacífico o la llamada “Revolución del 50”. Ambos se preguntaron cómo estaban y se desearon lo mejor.
Luego llegó la pandemia, y no volví a verlo. Supe de él por los correos electrónicos que compartimos con su esposa, cuando lo invité a participar en el libro Voces de la poesía peruana (Parihuana, 2021).
En ciertos libros, he leído que nació en 1931. En mi antología aparece el año que consulté en registros oficiales, 1930. Sin embargo, en una de nuestras comunicaciones, María Esther me comentó que fue en 1932. Todo en él siempre fue un misterio, lo que lo convierte en un intelectual único, sin igual.

Xavier fue un personaje excepcional por múltiples razones; pero era, en esencia, hombre; un hombre de letras, y ser un hombre de letras implica profundas lecturas, inolvidables diálogos, polémicas, reflexiones humanísticas, aciertos y desaciertos. Por eso, resulta más sencillo comprender al hombre que fue, al que hoy recordamos, porque la congoja y el pesar que acompañan el ocaso de la existencia, nos permiten entender de mejor manera el orden de las cosas, asimilar los recuerdos con reconciliación y valorar esos buenos momentos, apreciando cada circunstancia de aprendizaje, cercanía y alejamiento en nuestras vidas. Xavier fue uno de los personajes de la vieja escuela, cuya obra es clave para comprender los procesos históricos-literarios del siglo XX y una época crucial en nuestra ciudad.
Cultura
Álvaro Vargas Llosa: su pareja lo deja, la ex contraataca y Bayly opina
Un dolor de muelas en el corazón. Así es la vida amorosa de Álvaro, quien ha tenido que vivir un duelo doble, primero por la muerte de su padre nuestro premio Nobel, y después la ruptura relámpago de su pareja de origen libanés. Aquí los pormenores.

Published
1 semana agoon
27/04/2025
¿Cuándo se jodió Álvaro? Quizás fue en este 2025 cuando su romance terminó de manera inesperada. O tal vez en 2021 cuando dejó atrás la solidez de un matrimonio de casi treinta años por la aventura de rejuvenecer con una nueva pareja. Sea que Álvaro esté mirando la Gran Vía de Madrid o desde la Diagonal de Barcelona, es muy seguro que ve al mundo desde donde esté como la Avenida Tacna, sin amor.
Nada se va, Nada se fue
En una carta publicada en el diario El País, el conferencista reveló que su pareja lo abandonó en el momento más difícil de su vida. Según relató, mientras él lidiaba con el dolor de la muerte de Su padre, Mario Vargas Llosa, Nada regresó a su país natal sin ofrecerle ninguna explicación, poniendo fin a su relación de cuatro años.
“Pues te cuento, ya que el diálogo continúa, que, como todos los dramas, el tuyo tiene un toque tragicómico: mientras tú agonizabas, morías y se iniciaba mi duelo, mi pareja… regresó a su país para siempre sin que medie una conversación de despedida”, escribió Álvaro en una carta abierta en El País, titulada “Elogio fúnebre de mi padre”. El ensayista de 59 años no solo rinde homenaje al legado intelectual y humano de Mario Vargas Llosa, sino que también comparte con los lectores el doloroso momento personal que le tocó vivir paralelamente al duelo familiar. En el texto, da entender que Nada se fue sin ofrecer una despedida o una explicación clara.
De inmediato como si fuesen las mismas Erinnias de Esquilo, aparecieron como glosistas de la carta su ex mujer y su ex amigo (¿?).
La ex esposa contraataca
Con garbo y elegancia, Susana la ex de Álvaro, lanzó un tweet que hace volar la imaginación de los internautas:
«Dos palabras: Efímero: pasajero, de corta duración y Mentecata: tonto, fatuo, falto de juicio, privado de razón. A buen entendedor, pocas palabras»

Álvaro Vargas Llosa y Susana Abad.
No solo eso, la ex esposa de Álvaro Vargas Llosa reconfiguró su biografía en Instagram, llamando la atención de los usuarios en lo que obviamente es una clara indirecta hacia su exesposo: “El mundo es redondo y da muchas vueltas”.
Además, compartió una serie de imágenes acompañadas de frases reflexivas, como “Confía en la intuición, te avisa antes que la razón”, “Que la sed no te haga beber del vaso equivocado” y “Cada uno da lo que tiene en su corazón”.
Álvaro Vargas Llosa y Susana Abad se casaron en 1992 y, fruto de su romance, nacieron tres de sus hijos: Julio, Leandro y Aitana. Sin embargo, después de dos décadas de matrimonio, la pareja decidió separarse en 2021, sorprendiendo al público. La noticia se dio a conocer de manera insólita y poco convencional: Susana, en lugar de hacer un comunicado o de hablar con la prensa, cambió su biografía en Twitter, afirmando que estaba en “proceso de divorcio”.
Como si no hubiera quedado suficientemente claro que su relación con Álvaro Vargas Llosa había llegado a su fin, Susana Abad compartió un mensaje revelador: “Una vez le dijeron: eres muy bella para estar sola. Ella respondió: Nada de eso, soy demasiado maravillosa para estar con cualquiera”. A lo que añadió: “Pues eso”, subrayando de manera definitiva que no había marcha atrás en su decisión.
Una vez consumado el divorcio, no pasó ni un mes para que el hijo mayor de Mario Vargas Llosa presentara públicamente a su nueva pareja: Nada Chedid, una traductora libanesa a quien conoció en 2006 y con la que retomó contacto en 2020, justamente cuando aún estaba casado con la madre de sus hijos. En ese momento, comenzaron a circular rumores que sugerían que la relación con Nada había sido un factor decisivo en la disolución definitiva de su matrimonio.

Nada Chedid y Álvaro Vargas Llosa.
Y para colmo Bayly
Para el periodista, la revelación de Álvaro resulta inoportuna, y es que no fue el momento para dar un anuncio como este por lo que lo calificó de ‘desatinado’.

“Es una carta preciosa, un texto muy bien escrito y seguramente muy bien leído. Pero, ¿tenía que revelar Álvaro, al final de esta carta de despedida a su padre, que su novia lo había despedido? Yo creo que fue un paso en falso. Creo que fue un anuncio desatinado, inoportuno en esa circunstancia”. Y luego agregó: “Álvaro no debió contar algo tan íntimo, tan personal, en los funerales de su padre. Y es evidente, para mí, que si ya lo había contado y luego tomaba la decisión de publicar el discurso en el diario El País de España, pudo haber suprimido esas tres líneas quejumbrosas. Me parece un paso en falso”.
Cultura
Día Internacional del Libro 2025: en promedio, menos de dos libros al año lee un peruano
Este 23 de abril se celebrará importante fecha en distintos países del orbe y en comparación con otros países de la región estamos muy por debajo en lectura.

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2 semanas agoon
22/04/2025
Uno de los inventos más grande de la humanidad no requiere de electricidad, ni de modernas tabletas, y tampoco del pago de una suscripción, solo sostener en sus manos aquellas hojas que conforman una historia fascinante, misteriosa, reveladora o sumamente intrigante.
Cada libro es una historia diferente, puede que el tema sea el mismo, pero la manera y estilo de escribirlo, y sobre todo de imaginar cómo se desarrolla la trama, hace que ninguno de ellos sea idéntico. También influye la etapa en que lo leamos, ya sea de muy jóvenes, ya adultos o en nuestros años otoñales.
En épocas de inteligencias artificiales, mega computadoras, plataformas que encadenan a las personas a deslizar su dedo de abajo hacia arriba, los libros han quedado relegados en algún rincón de la casa. Ya pocas personas se toman el tiempo de ‘desconectarse’ de la vorágine del mundo entrampado a un enchufe y una conexión a internet; podría calificarse como ‘rara avis’ a aquellas personas (hombres, mujeres o niños) que están en la calle concentrados en algún capítulo de su novela favorita.
A propósito del Día Internacional del Libro a celebrarse este miércoles 25 de abril, cabe recordar que menos del 50 % de peruanos ha leído un libro, según la Encuesta Nacional de Lectura (ENL) realizada en el año 2022, teniendo como universo de encuestados a personas entre los 18 y 64 años.
En estricto, de acuerdo a las cifras arrojadas por la ENL, el peruano en promedio lee 1.9 libros al año, cifra sumamente baja a comparación de otros países en la región. Por ejemplo, en Argentina sus ciudadanos leen 6.4 libros año, de acuerdo a la Cámara Argentina del Libro. En tanto, en Brasil se lee 4.7 libros. Nuestro vecino país de Chile lee en promedio 3.9 libros al año, de acuerdo a data recabada por la Biblioteca Nacional de Chile.

Factores del bajo nivel de lectura en el Perú
Una crítica que se tiene que realizar a todos los padres de familia es el no acostumbrar a sus hijos a coger un libro en su tiempo libre, optando por entregarles un celular para su distracción lo que hace que a la larga se pierda el hábito de la lectura de manera voluntaria.
Otro de los factores es la aparición de distintos medios digitales. Los peruanos se han ‘mal acostumbrado’ a leer solo las portadas y un poco de texto, desechando cualquier otro tipo de información más detallada.
Y cómo no soslayar el hecho de los altos precios de algunos libros, espantando a muchos ciudadanos de querer adquirirlos. Cabe recordar que nuestro país es mayoritariamente informal y acceder a un libro, ganando solamente el sueldo mínimo, puede representar un gasto considerable en la economía de una persona.

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Adiós, Skype. Hola, Teams

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