Actualidad
¡MADRID, YA ESTOY AQUÍ!

Llegaron al amanecer a la estación sur. El viaje no había durado más de seis horas, contando la parada a medio camino para que el chofer descansara y los pasajeros estiraran las piernas. Un bar de carretera en el que hacía tanto frío que se le descompuso el estómago. No era capaz de dormir en los autobuses y mirar por la ventana en un trayecto nocturno era estar horas mirándose al espejo.
Tampoco podía leer porque apagaron las luces para que los demás durmieran tranquilos, así que se había pasado seis horas intentando averiguar qué podía esperar de aquella aventura. Un año antes tomó la decisión de ser director de cine, tenía la cabeza llena de ideas originales y transgresoras y muchas historias que contar, sólo le faltaba aprender a hacerlo.
Quería emular a Almodóvar o a Alex de la Iglesia. El primer paso era irse a Madrid y entrar en la escuela de cinematografía. Las clases empezaban en octubre y había preferido llegar unos meses antes para instalarse y acostumbrarse a la ciudad. Los cambios bruscos le costaban un esfuerzo psicológico extra. Además debía buscar trabajo para pagarse los gastos. En principio iba a vivir en casa de uno de los hermanos de su padre así que no tendría que preocuparse por el alojamiento por un tiempo y eso le daba más margen de maniobra.
Se encendieron las luces y poco a poco los pasajeros se fueron desperezando. Brazos por todas partes, bolsas y mochilas saliendo de los compartimentos de equipaje. Todo el mundo parecía tener prisa por salir de allí. Él no, siguió sentado esperando a que se calmara el enjambre. Estaba cansado, dolorido por permanecer en la misma postura tanto tiempo, con los ojos hinchados por la falta de sueño. Se bajó del autobús atontado, mareado y mirando a todas partes buscando una cara conocida. Su tío le recibió con una palmada en la espalda, una sonrisa de oreja a oreja, y esperó a que recogiera su equipaje.
No venía de visita sino a quedarse. Y aquella estación tan fría, inhóspita, fue su primer contacto con la capital. Su tío parloteaba sin parar sobre las increíbles oportunidades que tendría en aquella ciudad tan grande. Él había llegado hacía veinte años y aunque los comienzos fueron duros, las cosas le iban francamente bien. Veinte minutos más tarde paró el taxi y le invitó a bajar. Le abrió el maletero y le entregó su macuto.
-Te he buscado un hostal. Estarás más cómodo que en casa. Si necesitas cualquier cosa llama. Tienes mi teléfono. ¿Ves el cartel? Está justo ahí. La paloma. Pregunta en recepción. Tienen una habitación a tu nombre-
-Gracias- contestó aún incrédulo. La amabilidad de la familia siempre le sorprendía.
El hostal tenía un aspecto triste y abandonado por fuera, ni siquiera se quería imaginar como sería por dentro. En recepción, una chica muy delgada que se limaba las uñas con fricción le entregó la llave y le mandó escaleras arriba, al segundo piso. El ascensor no funcionaba. Las paredes desconchadas del pasillo, en aquel tono verde mostaza descolorido, le deprimieron lo suficiente como para no sentirse completamente hundido al entrar en la habitación. El retrete inexistente le confundió. Descolgó el teléfono y oyó la carcajada de la recepcionista.
-La primera puerta a la derecha nada más llegar a la planta es el excusado- y colgó.
Un solo cuarto, sin intimidad ninguna, la persiana a media altura y las cortinas ausentes. El lavabo y el cubículo de la ducha frente a la cama. La colcha oscura que la cubría no hacía el entorno más acogedor. Sin embargo, estaba muerto. Abrió la cama y se tumbó vestido. Necesitaba dormir aunque solo fueran unas horas.
Ya había pasado un mes de su llegada a Madrid y por lo menos tenía casa. Un piso de 50 m que compartía con Oscar, un actor depresivo al que conoció por un anuncio que estaba pegado en la puerta de la cafetería donde desayunaba cada mañana. Llevaba días buscando piso por la zona pero su presupuesto no daba ni para meterse en el más infecto cuchitril. Él no era delicadito y cualquier cosa le parecía mejor que seguir en el hostal. Aquella mañana el camarero tardaba en hacerle caso y él se dedicó a mirar hacia la puerta y lo encontró.
Un grito de auxilio. Una habitación en alquiler a un precio bajísimo y ni se lo pensó. Llamó desde la primera cabina que encontró y una voz cadenciosa le respondió con desidia. Aunque cambió el tono en cuanto le empezó a preguntar por la habitación, se volvió meloso y atento y se pusieron de acuerdo sin verla siquiera, sin conocerse de nada. Esa misma tarde se presentó allí. El no 25 de la calle Artistas, muy cerca de su hostal. Un edificio de color rojo de tres plantas. Llamó al portero del 2oA y le abrieron enseguida. Sin ascensor, tampoco era un gran problema, sólo eran dos tramos de escaleras. Oscar, el tipo con el que había hablado, le esperaba con la puerta abierta.
Una escultura de Giacometti de piel extremadamente blanca, rasgos suaves, mirada indescifrable y pelo rubio platino. Le invitó a entrar tras un apretón de manos cuando menos confuso por lo sutil. Desplazaba su cuerpo con tal parsimonia que el recorrido de escasos tres metros de aquel pasillo azul que les conducía al salón se hizo eterno. Quiso ver su habitación antes de nada y Oscar abrió la puerta a la izquierda del pasillo. Un cuarto cuadrado con las paredes pintadas de color albero y una ventana que daba al patio interior, con rejas para evitar intrusiones. La cama era de hierro, ancha y espaciosa, pero dejaba la habitación convertida en nada, medio metro a cada lado para moverse, una mesilla de noche minúscula y un armario de madera antiguo y chirriante tras la puerta.
Por lo menos limpia y ordenada, pulcra como toda la casa. La cocina funcional, estrecha y bien equipada. El baño cumplía las necesidades básicas. El salón con decoración minimalista, una alfombra y muchos cojines de colores, una mesa baja y algunas estanterías llenas de libros. Daba a la calle y tenía terraza, tan espaciosa que solo cabían ellos dos. El trajín de la Glorieta de Cuatro Caminos quedaba atrás, era una zona tranquila. Desarmó el macuto, metió su ropa en el armario y sacó la foto enmarcada de Lolo. La puso sobre la mesilla. Cómo le echaba de menos, llevaban juntos tantos años. Todavía no podía traérselo del pueblo. Oscar era alérgico a los perros y él se sentía tan solo sin su compañero.
El dinero que trajo de casa se le acababa y seguía buscando trabajo en lo suyo. Se defendía como fotógrafo, era un buen dibujante y tenía talento para las artes plásticas. Oscar no era exigente con los plazos y él intentaba estirar todo lo posible el pago del último mes de alquiler para no quedarse a cero. Por fin consiguió un encargo de un diseñador de modas muy conocido con fama de quisquilloso pero también de pagar bien. Tenía que hacer los bocetos de la última colección que había preparado. Fueron semanas dedicado a dejarlos perfectos, a ajustarse a cada detalle que se le exigía. El día que los fue a entregar, orgulloso de su trabajo, se los recibieron y quedaron en avisarle para hacer el pago. Espero y esperó y el teléfono no sonaba nunca así que se presentó allí. Necesitaba el dinero de verdad, Oscar se impacientaba. La secretaria le puso mala cara cuando le vio y tardó más de una hora en atenderle. Recibió una llamada y le recomendó que volviera otro día. Él era capaz de entender que estaban muy ocupados así que hizo lo que le indicaron, sin embargo, después de varias visitas infructuosas, se hartó y preguntó directamente a aquella mujer que le observaba incómoda cual era el problema. Ella ni se inmutó, descolgó el teléfono y lo volvió a colgar. Con voz autoritaria le informó que su trabajo no cumplía los requisitos necesarios pero los bocetos eran propiedad del diseñador, por supuesto no le iban a pagar. Pálido, confuso y sin saber como reaccionar se fue.
Consiguió trabajo en un sex-shop de la calle Montera poco después, hacía el turno de mañana. Los primeros días iba de susto en susto. Aunque dos semanas más tarde ya se había acostumbrado a todo. Era un local pequeño con una puerta de entrada y otra de salida con más trafico que una estación de metro, pero no eran clientes precisamente, el cañi, el mueco, Leoncio, la fauna de la esquina, pasaban corriendo, juntos o de uno en uno, delante de la policía, delante de otros camellos, delante de la puta a la que acababan de timar o de su chulo, o de los dos. Él saludaba y seguía a lo suyo. Le animaban la mañana por lo menos.
Al llegar todos los días veía a la puta del portal de al lado y ella le saludaba sonriente. Hasta que un día la conoció. La Chari entró en el sex-shop con dos cafés en la mano y ganas de charla. Se había instalado en aquel portal el mismo día que él entró a trabajar allí y ella lo veía como una señal. Le cayó bien, la saludaba todos los días. En realidad era el único que lo hacía, le parecía un chico moderno y educado. No le gustaba desayunar sola y le pareció la mejor manera de hacer las presentaciones. Los primeros días solo hablaban del frío, del calor, de la contaminación de Madrid, de la poca clientela que tenía el sex-shop a esas horas, de lo complicado que era hacer la calle desde que había tanta puta junta. Los vecinos les daban el coñazo porque estropeaban la imagen del barrio.
-Pero si ha sido la calle de las putas de toda la vida, ¡Coño!-.
La Chari venía de un pueblecito de Burgos. Una mujer de formas rotundas, muslos gruesos, pechos grandes y caderas amplias y redondeadas. Sus carnes, un poco descolgadas, se bamboleaban a cada paso que daba. Enfundada en un vestido estampado de leopardo, bien pegado a la piel, y con unas sandalias de tacón que resonaban en la calzada cuando pasaba, se contoneaba aleteando un bolsito rojo como si fuera marca de la casa. Tenía una voz atiplada y unas pestañas falsas muy largas. Se pintaba los ojos con colores estridentes y sus voluminosos labios de un rojo brillante. No tenía más de treinta años, los ojos marcados por profundas arrugas, puro desgaste de falta de sueño y cansancio.
No era fea, tenía rasgos suaves y ojos bonitos, aunque uno de ellos se distraía de vez en cuando. Él trataba de no mantenerle la mirada mucho tiempo. Intentando averiguar cuando volvería ese ojo a su lugar perdía la concentración y dejaba de escucharla. Le gustaba hablar de sus clientes, no tenía chulo y no trabajaba en cualquier antro porque había descubierto que haciendo la calle por su cuenta los ingresos eran más altos. Tenía clientes fijos que la llamaban por teléfono, hacía jornadas de ocho horas, mañana y tarde, y los servicios los hacía allí mismo, en el portal, porque ellos siempre tenían prisa. En invierno era más jodido por lo del frío y alguno que otro le salía remilgado y tocaba alquilar habitación por horas. Había un hostal a la vuelta de la esquina que usaban todas las putas de allí y les hacían precios especiales, aunque si el cliente pagaba la habitación tocaba rebajarle la tarifa y no salía a cuenta.
-A otras les pasa, pero a mí no se me va ninguno sin pagar- decía, riéndose y levantando el puño amenazante.
Su tos áspera y constante, cuando encendía uno de aquellos cigarillos que fumaba en boquilla, le preocupaba y más de una vez intentó convencerla de que dejara de fumar, pero la Chari era cabezona.
-Si no fumo tanto, sólo con el café. Y la tos es porque tengo los pulmones debiluchos por culpa de una tuberculosis que me cogí hace diez años. Un vaso mal lavado. ¡No te jode! Si estoy hecha una mierda-. Otra carcajada y luego se atascaba tosiendo y tragándose el humo como una profesional.
Hacía una pausa para aclararse la garganta y darle un par de sorbos al café y seguía hablando.
-Tengo un niño, vive con mis padres en el pueblo. Lo tuve de jovencita. Ya tiene 12 años. Es más guapo, se parece al cabrón de su padre pero tiene mis ojos. Casi me muero cuando lo parí. Tuve preclansia o algo así. La tensión se me subió a lo burro y desde entonces no puedo coger peso ni hacer esfuerzos demasiado exagerados-.
-¿Pero con tu profesión?-.
-Eso no es nada, mientras no tenga que cogerlos en brazos no hay problema, Jajaja. Ya llegó Mateo me tengo que ir, es un habitual-.
Y salía corriendo dejando los vasos de plástico vacíos encima del mostrador. No estaba seguro de si ella tenía algún problema de atención porque escuchaba la misma historia cada mañana.
Los primeros meses Oscar y él apenas se veían pero cada vez pasaba más tiempo en casa y hablaban de vez en cuando. Nunca fue un charlatán pero si un buen oyente y Oscar pasaba por una mala racha, cansado y desencantado de su profesión. Ya no buscaba papelitos en obras de teatro, ya no se conformaba con hacer de figurante ni con aquella única línea que le permitía salir al escenario. Un amigo le había conseguido un espectáculo en un local de ambiente y recitaba un monologo allí tres veces por semana.
Aunque al principio le entusiasmó la idea, después de unos meses se sentía un verdadero fracasado. Cinco años antes había llegado desde Vitoria esperando convertirse en una estrella, debutar en un teatro cómo el María Guerrero y ver su nombre en letras grandes junto a actores consagrados, sin embargo, estaba confinado en un antro oscuro representando el papel de un vampiro que solo daba discursos sobre la muerte y el miedo a envejecer. Eso pagaba sus gastos pero no sabía cuanto tiempo podría seguir haciéndolo.
-Tener que preocuparse por cosas tan mundanas como pagar la renta o rellenar la nevera no es propio de un artista. Creí que encontraría un mecenas que se ocupara de mí pero no pasó-. Un largo suspiro y se tumbaba en la alfombra.
Se quejaba continuamente de lo difícil que le resultó dejar su casa, las discusiones interminables que tuvo con su padre defendiendo su talento como actor, ahora todo eso no tenía sentido. Los días que la conversación iba por esos derroteros, aunque intentara hacerse la víctima, en su tono de voz había cierto desprecio por la gente común, la que no tenía su talento, su sensibilidad.
-A lo mejor mi padre tiene razón y debería ocuparme de gestionar el negocio de la familia como hizo él cuando el suyo se jubiló. Es una pequeña empresa de tejidos que ha sobrevivido a muchas crisis, mi abuelo era un genio y mi padre se defiende bien-. Él seguía dibujando mientras Oscar no dejaba de hablar. De pie, yendo y viniendo de la terraza hasta su habitación.
-¿Sabes qué trabajé como un perro para pagarme los cursos de interpretación? Fui camarero, sólo al principio, pagaban mal. Luego me llamaron para ser relaciones públicas de una discoteca de alto standing, de esas a las que solo se entra con invitación, en la zona VIP por supuesto, el sueldo era muy bueno pero lo tuve que dejar porque vivir de noche y dormir de día es muy malo para la piel. El trabajo más divertido que tuve y el mejor pagado fue en una línea erótica. Era un local con veinte cubículos diminutos.
Había de todo, hombres, mujeres, gordos, flacos, eran tan feos todos pero las voces no estaban nada mal. En realidad era lo único importante. Eso me lo enseñó Marta. 100 kilos de mujer adulta con voz de Lolita que causaba sensación. Su teléfono no dejaba de sonar. Aprendí de ella frases, trucos, ideas originales que aplicaba en su justa media. Ella era muy vulgar y yo quería dar más clase a mis conversaciones, aunque el tema no daba para mucho. Los demás creían que mataría de aburrimiento a mis clientes pero mi teléfono sonaba. ¡Como tengo la voz tan bonita!- Sonreía y se miraba al espejo del pasillo. Había puesto espejos por toda la casa.
La primera vez que le despertó a media noche gritando y llorando se asustó.
-Me acabo de suicidar- le dijo y él se incorporó de inmediato.
-Vamos al hospital. Te tienen que hacer un lavado de estómago. Llamaré un taxi o mejor una ambulancia-.
-Me he tragado un frasco de pastillas, ¡Ya no aguanto más! ¡No hagas nada!-.
Él, desesperado, fue al baño a comprobar que nivel de estupidez había hecho Oscar. El frasco seguía sobre el lavabo, lleno hasta la mitad. No era tan grave, aún así le obligó a vomitar y se quedó a su lado hasta que se durmió. Desde entonces cada quince días se repetía la escena y él se portaba como un autómata. Café con sal y palmaditas en la espalda hasta que el estómago de Oscar se quedaba completamente vacío. Y un día Oscar decidió que no merecía la pena sufrir de esa manera, hizo las maletas y se volvió a su casa. Le dejó una nota en la puerta de la habitación: ¨El mes está pagado. Gracias por todo. A lo mejor vuelvo cuando esté más tranquilo. Un abrazo. Oscar¨.
-¡Qué cabrón!- fue lo primero que se le pasó por la cabeza.
Dos meses antes de la fuga de Oscar conoció a las vecinas del 3oB. La primera vez que las vio fue un viernes. Oscar llegó tan borracho que pasó la noche delante de la puerta de casa, tumbado todo lo largo que era como un felpudo del carne, envuelto en su capa vampírica de forro rojo bermellón, con el maquillaje aún perfecto. El salía con prisa como todas las mañanas y lo encontró tirado. Por un momento pensó en dejarlo allí, saltar por encima y largarse.
Tenía llaves. Ya entraría cuando se despertara. Fue una iniciativa fugaz, no era capaz de hacerle eso. Así que a rastras, porque la diferencia de tamaño y el peso muerto que era Oscar en aquel momento no le permitía hacer otra cosa, le llevó al salón y le dejó sobre la alfombra, desmadejado pero seguro. Le iba a doler todo cuando se levantara. El pasillo era demasiado estrecho y habilidad para manejar fardos no tenía. Le tapó con una manta y salió disparado escaleras abajo.
Estuvo a punto de arrollar a las chicas, se disculpó pero ellas ni siquiera le escucharon, le saludaron con desgana y siguieron subiendo con una pachorra agónica, ojerosas, derrotadas. Iban maquilladas, nada excesivo, aunque de eso debía hacer muchas horas, probablemente venían de una fiesta y no muy contentas. No sabía por qué pero una le recordaba a un cocker spaniel y la otra a un galgo. Le gustaban los perros y siempre acababa identificando a las personas con alguno de estos animales. Desde el primer día pensó que Oscar era un dálmata y la Chari un Chow Chow.
Esa tarde las volvió a ver en el supermercado del final de calle, trabajaban de cajeras por las tardes. Atendían a los clientes una con gesto de fastidio, el galgo, y la otra atenta y amable. Y por la noche las vio bajarse de un taxi, cargando unos bultos envueltos en papel de embalar y sujetos con cuerdas, debían pesar demasiado porque hicieron turnos de guardia para ir metiéndolos en el portal. Él contemplaba la escena desde la terraza y decidió bajar a ayudarlas. Desde que llegó a Madrid las únicas personas con las que hablaba eran la Chari y Oscar.
No era mala idea ampliar su círculo. Aceptaron su ofrecimiento, eufórica una, condescendiente la otra, y fue entonces cuando supo que se llamaban Elena, la chica amable, y Clara, la distante. El traslado por las escaleras fue duro, apenas había espacio y aquellos paquetes pesaban de verdad y se desvencijaban continuamente. Le explicaron que eran cuadros y los traían de una exposición. Clara intentaba entrar en Bellas artes y Elena sólo quería vivir de su trabajo. Cuando llegaron por fin a su piso le invitaron a tomar algo para agradecerle el esfuerzo y el aceptó encantado. Las chicas prepararon algo rápido y los tres comieron como limas sin apenas cruzar palabra. Luego vino el café y las confidencias.
Nunca entendió por qué todo el mundo le contaba sus penas sin conocerle de nada pero se limitaba a sonreír y a escuchar, a veces hasta ponía cara de confesor. Ellas habían conseguido hacer su primera exposición después de meses de duro trabajo. En una galería modesta y mal situada pero eso no era lo importante. Empezaron a desembalar los cuadros y los fueron alineando en el salón para enseñárselos. Elena era la encargada de ir mostrándolos uno a uno, le llamó la atención hasta que punto valoraba la obra de Clara y que poca confianza tenía en la propia.
Los precios, aún indicados en el marco de los cuadros con una etiqueta blanca. Los de Clara demasiado altos como si el valor de la obra se lo dieran los ceros, los de Elena demasiado bajos como si necesitara venderlos a cualquier precio, pensando más en cubrir costes. Las dos buscaban el reconocimiento, ser descubiertas, pero no tuvieron suerte. Los visitantes entraron en la galería para protegerse de la lluvia y observaron los cuadros con escaso interés. Recibieron elogios de amigos que se acercaron a apoyarlas y hubo ausencias destacadas. El dueño de la galería se quedó con un cuadro de cada una como pago por las molestias y aún se quejaban por los que había elegido, sobre todo Clara.
-Al final ni siquiera compensamos los gastos en materiales pero hemos dado un primer paso- decía Elena, poco convencida, Clara seguía con aquel gesto agrio al recordar el fiasco. Ellas soñaban con exponer algún día en Arco y él nunca supo si llegaron a hacerlo. No volvieron a coincidir y cuando se fue ya se habían ido.
Ingresó en la escuela de cinematografía y, aunque la especialidad de dirección era terreno vedado, se hizo un hueco en escenografía gracias a los trabajos anteriores que acumulaba en su book. El primer día de clase tuvo que presentarse en la escuela con el macuto en la mano. La fuga de oscar le complicó la vida de tal forma que estaba otra vez ejerciendo de indigente. Con su sueldo del sex-shop no podía pagar el alquiler completo y el casero le había puesto de patitas en la calle el día anterior. Sólo consiguió una noche de gracia.
Su presupuesto le permitía pagar unos días en un hostal pero poco más. Metió el macuto con dificultad en la taquilla que le fue asignada y tardó en darse cuenta de que le observaban. Esmeralda, una veterana, diez años mayor que él se le acercó y le interrogó con soltura intentando averiguar si tenía problemas de alojamiento. Él no era muy dado a ventilar sus dramas pero acabó confesando y ella le ofreció posada. Esmeralda asistía a la escuela de vez en cuando, más para conseguir contactos que para terminar la carrera.
-Este oficio se aprende sobre el terreno. Todo se basa en los contactos, ni siquiera en tus habilidades. Los títulos no sirven de nada-. Ella era amable pero animando al personal era única.
Vivía en un piso fantástico de la Latina y él se instaló esa misma tarde. Lo que en principio iban a ser solo unos días se volvió permanente, a Esmeralda le encantaban los perros y le permitió traer a Lolo a la primera oportunidad. Estaba muy bien relacionada y viajaba mucho así que él le cuidaba la casa. Le consiguió trabajo en una serie como ayudante de vestuario y ahí empezó su verdadera andadura en el mundo del cine y la televisión.
Habían pasado 15 años y seguía siendo ayudante de vestuario, ahora tenía un nombre e incluso había sido jefe de vestuario en más de una ocasión, en producciones pequeñas. Había trabajado con muchos directores conocidos nacionales e internacionales y estaba muy desencantado de la profesión. Demasiados arribistas, demasiada mierda que había tenido que aguantar. Era un trabajo inestable, bien pagado pero no todo el año. A veces trabajaba durante tres meses y vivía de eso otros tres y cuando ya creía que le llegaba la soga al cuello algo surgía de la nada que le cubría los gastos los próximos meses.
Seguía viviendo en el piso de la Latina pero Esmeralda se había ido hacía un año, se trasladó a Londres como la mayoría de sus conocidos. Les iba bien y le intentaban convencer de que siguiera sus pasos pero él se aferraba a esa casa, a Madrid, esperando que le llegara su gran oportunidad. De momento, con algunos trabajos esporádicos y alquilando el cuarto de Esmeralda a turistas, al más puro estilo cama caliente, pagaba los gastos.
En un ataque de nostalgia volvió a Cuatro caminos pero ya nada era como antes. El comedor subvencionado era ahora una peluquería. La de veces que había comido allí cuando andaba muy mal de presupuesto. El puente había desaparecido. La vagabunda de los gatos debió irse antes, ella vivía allí. Desde el primer día la observaba con curiosidad. Con aquella mata andrajosa de pelo blanco, un vestido negro que le llegaba por los tobillos y le permitía imaginar lo escuálida que era, arrastrando un carro de supermercado lleno de cajas, alambres, desechos varios y entre unas mantas una camada de gatitos chillones. Aquellos animales no crecían nunca, pasaban meses y seguían siendo crías.
Nunca quiso pararse a pensar que hacía con ellos. Sin embargo, ella era un referente de la Glorieta. Taciturna y solitaria. Paseando bajo el puente, sentada junto a su carro, mascullando en voz baja. Desde la mañana a la noche. Más vieja que el puente parecía. Se fue ella, se fue el puente y toda la Glorieta se transformó. Así había sido su periplo por Madrid. Ahora se planteaba dejarlo todo. Volver al pueblo a dar clases. Tenía suficiente experiencia acumulada para empezar de cero. Camino de la parada de metro, cabizbajo, recordó que acababa de inscribirse en un curso de maquillador de muertos, le habían dicho que en ese oficio había trabajo de sobra y tampoco era tan terrible. Visto un muerto, vistos todos.
Actualidad
¿Y la orden de paralización? Se evidencia que continúan las labores dentro del hotel Sheraton del Cusco
Desde el año 2019, el TC ha ordenado su demolición, debido a que parte de los andenes incas habían sido afectados, pero actualmente continúa la construcción a pesar del fallo del Tribunal Constitucional.

La indebida construcción del hotel Sheraton del Cusco, ubicado en la calle Saphy, continúa sin resolverse hasta la fecha, a pesar de que en el año 2019 el Tribunal Constitucional (TC) emitió una resolución ordenando su demolición y la restitución de piezas líticas que hayan sido perjudicadas durante su construcción. Los años pasan y ninguna autoridad, pasando por la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) del Cusco, la Municipalidad del Cusco, así como el Ministerio de Cultura (Mincul), encabezada ahora por el cuestionadísimo ministro Fabricio Valencia, prefieren mirar a un costado y permitir que se siga atropellando nuestro patrimonio.
Lima Gris conversó con la abogada Tika Luizar, representante de la Comisión de Juristas del Cusco, para que nos brinde mayores detalles sobre tan indignante demora, mencionando que hasta la fecha la UNESCO no se incorpora al caso. La abogada indicó que en un primer momento la UNESCO, a través del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), había sido convocada, ya que se especializa en temas de patrimonio mundial, pero al ver su ausentismo se va a solicitar desistir de su asesoría técnica.
Es así que la jurista acudió nuevamente esta mañana a entrevistarse con la presidenta de la Corte Superior para agilizar el proceso, detallándole que la demora viene perjudicando aún más las construcciones prehispánicas. La doctora Luizar evidenció que ayer se venían realizando trabajos dentro de la obra que en teoría se encuentra con orden de paralización, observando que varias piezas líticas habrían sido removidas de su lugar original.


Por otro lado, indicó que se tiene pensado realizar una protesta en el frontis de la DDC del Cusco, en respuesta a la inacción de tal institución que debería de estar velando y protegiendo todo nuestro patrimonio cultural, y en el especial del Cusco.

El dato:
La construcción del hotel Sheraton del Cusco data desde el año 2010, estando involucrados más de setenta ex funcionarios de la DDC del Cusco, así como de la Municipalidad Provincial de Cusco, incluidos ex alcaldes y directores de la DDC, los cuales están bajo investigación por delitos como corrupción y crimen organizado. Hasta ahora, no se han aplicado condenas o sanciones finales a los implicados.
Actualidad
Cecilia Cebreros, esposa del penalista César Azabache, sigue como asesora de la Fiscal de la Nación
Un serio conflicto de intereses: una funcionaria pública no puede tener como pareja a un abogado que tiene varios casos en las fiscalías, entre ellos un millonario caso contra el Estado peruano: Brookfield le reclama al Perú US$ 2,700 millones.

Hace un mes, el portal El Foco informó sobre un hecho que se encontraba oculto: “La fiscal de la Nación, Delia Espinoza, tiene como asesora de imagen a Cecilia Cebreros. La comunicadora es pareja del conocido abogado penalista César Azabache, quien defiende a investigados por el propio Ministerio Público”.
La noticia en mención mostraba un clarísimo y serio conflicto de intereses, sin embargo, el asunto sigue en silencio a pesar de que quedó al descubierto una situación de privilegio para el penalista César Azabache Caracciolo, quien tiene varios clientes investigados en diferentes fiscalías. Azabache ha conseguido el sueño de todo penalista: que su esposa trabaje al lado de la Fiscal de la Nación, la autoridad que tiene el mando sobre todos los fiscales.

Serenata en casa. César Azabache y su esposa Cecilia Cebreros.
Sin duda, tener a la esposa, día a día, al lado de la Fiscal de la Nación y con acceso a información privilegiada, es un buen argumento para que Azabache capte clientes empresariales como los hermanos Wong o la cuestionada firma Brookfield en el caso Rutas de Lima, investigados por presunto lavado de activos.
La pregunta es ¿por qué el Ministerio Público guarda silencio ante un caso de flagrante conflicto de intereses?

¿Quién es Cecilia Cebreros Apaza?
En su perfil de Linkedin se presenta como una profesional senior de Comunicaciones, con una maestría en Dirección de Comunicaciones y como una “experta en diseño de estrategias de posicionamiento con enfoque reputacional y experta en campañas de comunicación”. Como el defecto de Linkedin es que permite el autobombo, consultamos a diversos profesionales y resulta que, en el ambiente profesional donde dice ser experta, Cecilia Cebreros es una desconocida. Un conocido Head Hunter no la registra y varias agencias de comunicación desconocen su trayectoria y no se conoce de ningún caso importante donde haya demostrado ser una experta.
En los hechos, parece haber intentado, sin éxito, ser una pequeña empresaria al crear en el año 2012 “El Hadita Lima” para la elaboración de “productos alimenticios”. Al parecer su hadita no la protegió y entonces, un año después, Cebreros, la emprendedora, intentó otra ruta creando la “Asociación Antorcha Comunicadores”, en la cual se autonombró como Presidente. Esta asociación dijo dedicarse a un rubro casi hollywoodiense: la producción y distribución de películas y videos. Pero, la antorcha no prendió y la asociación duró apenas un año, pues, se encuentra en condición de baja de oficio ante la Sunat desde el año 2013. Al parecer, Cecilia Cebreros Apaza no se dio cuenta de un pequeño detalle: no es negocio distribuir películas en un país que no va al cine y tampoco funciona la distribución de videos en un país con alta piratería.

La pareja de esposos en pleno crepusculo.
No obstante, la hoy jefa de comunicaciones de la Fiscalía de la Nación, tiene cierta terquedad porque insistió en sus fallidas aventuras empresariales y trató de encender su “Antorcha Comunicaciones” el año 2014 pero en otro rubro complicado: la edición de libros y folletos en un país que no lee. El resultado fue otro fracaso empresarial y desde el año 2016, la Sunat registra la baja de oficio de la citada empresa.
Entonces, Cecilia Cebreros Apaza, la esposa del abogado penalista César Azabache y actual asesora de la Fiscal de la Nación Delia Espinoza, se olvidó del sector privado que exige capacidades y talento, y giró hacia el sector estatal, ámbito en el que ha sobrevivido dando saltos de un lugar a otro cual profesional versátil que parece conocer todos los rubros.
En efecto, entre el 2019-2020 fue Jefa de la División de Comunicaciones de la Sunat. ¿Quién era ministra de Economía y Finanzas? María Antonieta Alva, cliente de ¿quién? del penalista César Azabache. Cabe precisar también que Azabache era consejero legal de Jorge Alva Hurtado, padre de la ex ministra y amigo cercanísimo de Martín Vizcarra, conforme lo informó en su momento, América Televisión.

Luego, el año 2022, Cecilia Cebreros reapareció como jefa de la Oficina de Comunicaciones e Imagen Institucional de Proinversión, durante el gobierno de Pedro Castillo. La caída de Castillo no la afectó porque en la gestión de Dina Boluarte, fue designada como Directora Ejecutiva de la Oficina de Información Pública del Ministerio de Salud el 22 de marzo de 2023. Allí trabajó con la cuestionada ex ministra de Salud, Rosa Gutiérrez Palomino, acusada por desaparecer del cargo para hacerse una liposucción en plena epidemia del dengue que originó 200 muertes.
Como puede verse, Cecilia Cebreros de Azabache, ha tenido un buen ángel de la guarda para transitar en poco más de seis años por la SUNAT, PROINVERSION y el MINSA hasta llegar, actualmente, al rubro judicial como asesora de imagen de la fiscal de la Nación, Delia Espinoza.
El problema es que la esposa de un abogado penalista no puede estar en la Fiscalía de la Nación con acceso a información privilegiada y a diversos contactos. ¿Qué harán las autoridades del Ministerio Público? ¿Qué opinará el penalista Azabache? Por lo pronto, su esposa, según fuentes a las que hemos accedido, ya lo sabe pero dice muy risueña: “No va a pasar nada”. ¿Por qué está tan segura?
Actualidad
Peruanos tendrán que esperar cuatro años para que se construya un acceso peatonal para el nuevo aeropuerto Jorge Chávez
Verónica Zambrano, titular de Ositrán, indicó que los trabajos finalizarían a más tardar en el año 2029.

Imagínese que quiere construir una casa y contrata a un ingeniero; este le dice que confíe en él y que regrese dentro de diez meses para que reciba la obra finalizada. Celebran un contrato y acuerdan la fecha límite. Pasan los meses y usted pasa a ver la casa que mandó a construir, dándose con la sorpresa que no cuenta con una puerta de ingreso. Confundido, se acerca al ingeniero y le pregunta por no tan minúsculo detalle, a lo que él le explica que aún no está lista y que por mientras puede ingresar por la casa del vecino hasta que se termine de construir la puerta y que eso durará al menos cuatro meses más. Usted, iracundo ya, le increpa al ingeniero por tal negligencia, a lo que él le contesta que solo estaba encargado de construir de la puerta para adentro, pero más allá de eso no era su responsabilidad.
Esta misma situación se viene replicando en el nuevo aeropuerto Jorge Chávez, inaugurado oficialmente el pasado 1 de junio, pero que en tan solo unos cuantos días viene demostrando una serie de falencias imperdonables para miles de viajeros y que de tratarse de una tienda por departamentos ya tendría en su fachada un enorme letrero indicando “Clausura temporal por infringir las normas de seguridad”.
Ante ello, la presidente Ejecutiva del Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán), Verónica Zambrano, manifestó que en efecto solo existe el acceso para vehículos, pero no peatonal; eso último, indicó para RPP, recién estaría listo a finales del año 2028 o principios del 2029. Pero, siendo realistas, la construcción del puente peatonal estaría para el 2030 o 2031, debido a la demora recurrente de las construcciones. Para ejemplo solo basta ver lo que ocurre con la Línea 2 del Metro.

La presidenta de Ositrán mencionó que tal deficiencia se debe a la ausencia de obras de infraestructura que debieron ser realizadas desde el año 2018, cuando «ya el Estado sabía que tenía que realizar obras para estas dos obras importantes en el exterior del terminal».
“En 2018, cuando se entregan los terrenos, ya el Estado sabía que tenía que realizar obras para estas dos obras importantes en el exterior del terminal y no se realizaron. Entonces, ¿qué tenemos ahorita? Unos puentes que son modulares y que están por un tiempo y que no tienen un espacio de vereda para que las personas efectivamente puedan caminar», dijo para el citado medio.
En cuanto a las sanciones posibles por cancelaciones y retrasos de vuelos recientes, Zambrano indicó que Ositrán está en proceso de fiscalización para determinar responsabilidades y no descartó posibles sanciones al concesionario LAP si se comprueba negligencia en las operaciones.
Asimismo, Zambrano aclaró que “no es un tema del concesionario, sino que es un tema que tiene que ver de la puerta del aeropuerto hacia afuera”, en consecuencia, el encargado de resolverlo es el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) al no estar dentro del área de concesión.

Por ello, será el MTC el gran responsable si ocurriese una tragedia o siniestro dentro del nuevo aeropuerto, dificultando la salida de miles de viajeros que buscarán cualquier medio de escape, teniendo que correr por la vía donde pasan los vehículos.
Actualidad
Mincul: Gobierno le quitó la protección a las Líneas de Nasca [VIDEO]
En el programa se habló del ministro de Cultura, Fabricio Valencia y la viceministra Moira Novoa, quien firmó una resolución que atenta contra la intangibilidad de los geoglifos y petroglifos.

Lima Gris Radio habló sobre el escandalo realizado por una nueva delimitación que reduce la protección de las líneas de Nasca, en Ica, firmada por la viceministra de Patrimonio Cultural, Moira Novoa.
En el programa, indicaron que al dejar desprotegida esta sagrada zona declarada patrimonio mundial, se dejaría la ‘puerta abierta’ a grupos mineros informales para que puedan invadir dichos terrenos.
Asimismo, se indicó que en este cuestionado caso también apareciera la presencia del partido Alianza para el Progreso (APP), de César Acuña Peralta, personaje que estaría ligado a la minería informal.
Aquí el programa de Lima Gris por radio Planicie 91.5 FM.
Actualidad
Bellas Artes: Eva, entre mentiras, irregularidades y otros pecados
Mediante un comunicado, la Directora General de la UNABAP, Eva López pretende confundir a la opinión pública, tras un informe que publicamos sobre la resolución que firmó para otorgarse a sí misma el grado de bachiller. Aquí la respuesta de Lima Gris.

Tras las publicaciones del pasado martes 27 de mayo en nuestro portal Lima Gris, titulada “Directora de Bellas Artes firmó resolución para otorgarse a sí misma el grado de bachiller”, y la del viernes 30 de mayo en el diario La República bajo el título “Controversia en la Universidad de Bellas Artes: la Directora Eva Dalila López Miranda se otorga el grado de bachiller a sí misma”, la hoy Universidad Nacional Autónoma de Bellas Artes del Perú (UNABAP) —antes Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú (ENSABAP)—, emitió un comunicado oficial.
Mediante el Comunicado N.º 003-2025-ENSABAP-DG, la Dirección General, liderada por la señora Eva Dalila López Miranda, expresó su firme rechazo al contenido de ambas publicaciones periodísticas, argumentando que las notas son parciales, inexactas y carentes del mínimo rigor periodístico. Según se indica en el documento, dichas publicaciones afectan la imagen institucional de la Dirección General y el prestigio académico de la UNABAP.

El pronunciamiento añade que el otorgamiento del grado de bachiller a la actual directora se basó en una resolución judicial firme emitida con anterioridad a su asunción del cargo de Directora General. Asimismo, recalcan que su designación fue producto de un proceso electoral democrático llevado a cabo por un Comité Electoral autónomo. La universidad también subraya que las resoluciones administrativas que emite no son actos discrecionales, sino simples formalizaciones de decisiones adoptadas por instancias judiciales ya concluidas antes del inicio de la actual gestión.
En el mismo comunicado, la señora López Miranda lamenta que los medios involucrados hayan difundido información —según su versión— sin permitir el adecuado ejercicio del derecho a réplica ni realizar un contraste objetivo de fuentes. A juicio de la funcionaria, se recurrió a insinuaciones malintencionadas que distorsionan la realidad. Reitera también que su administración mantiene un firme compromiso con la legalidad, la transparencia y el respeto institucional.
Sin embargo, lo más preocupante llega al final del comunicado, donde la entidad —a través de su directora general— lanza una advertencia directa: de continuar con publicaciones similares, procederán con acciones legales. Para Lima Gris, esta declaración constituye una amenaza que busca amedrentar el libre ejercicio del periodismo.
La respuesta de Lima Gris
Frente al contenido del comunicado emitido por la UNABAP, desde Lima Gris expresamos nuestro más profundo rechazo a lo que consideramos una grave tergiversación de los hechos. Nos sorprende que la señora López Miranda, en representación de la universidad que preside, acuse a este medio de faltar al rigor periodístico y de no haber brindado el derecho a réplica.
Queremos dejar en claro que, antes de publicar nuestra nota del 27 de mayo, desde nuestra redacción nos comunicamos directamente con la señora López Miranda. Ese mismo día, se le envió un mensaje vía WhatsApp, informándole que estábamos trabajando una nota sobre la Resolución 056-2021, mediante la cual se le otorgó a sí misma el grado de bachiller, y que queríamos contar con su versión para incluir su descargo. No solo se le escribió; también se le llamó por teléfono. En ambas ocasiones no obtuvimos respuesta. Por lo tanto, resulta completamente falso que no se le haya dado la oportunidad de ofrecer su versión de los hechos.

Respecto a su defensa sobre la legalidad del otorgamiento del grado de bachiller, reconocemos que este cuenta con respaldo judicial. No obstante, aquí no se discute la legalidad en sí, sino el aspecto ético del procedimiento. La pregunta clave es: ¿es correcto que la señora López Miranda haya firmado la resolución que le otorga el grado de bachiller mientras ejercía como Directora General? ¿No se trata de un claro conflicto de interés? No se necesita ser jurista para entender que el derecho administrativo contempla sanciones frente a situaciones en las que un funcionario actúa como juez y parte. ¿Por qué no se inhibió de firmar dicha resolución? ¿No habría sido eso lo más transparente y ético?
Además, en el comunicado institucional se afirma que su designación como autoridad de la UNABAP fue producto de una elección democrática llevada a cabo por un Comité Electoral autónomo. Sin embargo, lo que no se menciona es que el Consejo Ejecutivo que formalizó su elección en enero de 2021 estaba presidido por la propia López Miranda. En otras palabras, ella misma firmó su nombramiento como Directora General. Si bien esta acción se ampara en el estatuto institucional modificado en agosto de 2020 —que permite al Consejo Ejecutivo, presidido por el Director General, dirigir y gestionar la institución—, ello no despeja las dudas razonables sobre la ética de actuar en beneficio propio desde una posición de poder.
Justamente, por estas razones fue que Lima Gris intentó obtener su versión antes de la publicación de nuestra nota. Pero la señora López Miranda nunca mostró disposición a responder. Ahora, pretende hacernos creer que no se le permitió ejercer su derecho a réplica, lo cual desmentimos categóricamente.
Finalmente, queremos decirle a la Directora General Eva Dalila López Miranda, con el respeto que merece, que en lugar de amenazarnos con acciones legales por cumplir nuestro rol informativo, debería respaldar con hechos su discurso sobre transparencia y respeto institucional. Desde Lima Gris seguiremos ejerciendo un periodismo serio, ético y responsable. No buscamos dañar honras ni desprestigiar instituciones, pero sí continuaremos informando a la ciudadanía y, en particular, a la comunidad bellasartina, sobre actos y decisiones que merecen ser escrutados con lupa y también se deberá conocer en qué se destinan los fondos que el MEF brinda a la UNABAP. Es nuestro deber mantener informada a la sociedad y velar por el uso adecuado de los recursos que se le asigna a esta prestigiosa casa de estudios artísticos.
Actualidad
Nuevo aeropuerto, viejos problemas
Vuelos cancelados, carencia de combustible, largas colas, cientos de metros para llegar acceder al edificio del aeropuerto.

Al ‘caballazo’. Una pareja de esposos solicitó un taxi desde San Juan de Lurigancho hasta el nuevo aeropuerto Jorge Chávez ya que querían llegar a tiempo para su vuelo de las 5:15 de la madrugada; el taxista les indica que son 100 soles por la ‘carrera’, a lo cual ellos se miran y no tienen otra opción más que aceptar a regañadientes ya que era de noche y estaban con todas sus maletas.
Llegan pasada las dos de la madrugada, pero aún tienen que caminar un largo tramo hasta acceder al área de embarque. Junto con ellos caminan otros pasajeros, muchos de ellos apurando el paso, otros avanzando como pueden con sus maletas. Entre la muchedumbre, una anciana es escoltada por su hija que trata de seguirle su paso. Va lento y falta aún mucho por caminar.
Las cosas parecen tomar su rumbo, pero en las pantallas les indican que su vuelo se encuentra retrasado. ¿El motivo? No hay una correcta distribución del combustible para los aviones. Con cara de mal sueño se recuestan en los sillones a la espera de una solución, pero las horas pasan y más pasajeros siguen llegando. Colas por aquí, colas por allá, reclamos y molestias. Los más incómodos por supuesto son los niños que no pueden conciliar el sueño debido al griterío y andar constante de las personas.
Problemas al momento de ingresar
La situación no cambia para los vuelos internacionales. Una familia que dominicanos que vino al Perú de vacaciones quiere regresar de vuelta a su país y para ello prefieren usar un taxi por aplicativo. Van apurados.
Ya en la Morales Duárez experimentan el caos vehicular de nuestro país, demorándose más de 50 minutos para ingresar al aeropuerto. 50 minutos es lo que dura un vuelo de Lima a Cusco, aproximadamente, pero se han demorado todo ese tiempo para avanzar unos cuantos metros. Están contra el tiempo y apuran el paso. Ya en el registro migratorio la historia se repite. Largas colas y caras largas en todos lados. Finalmente se van del país con una mala experiencia.
En tanto, tres amigas coordinaron irse de vacaciones a Arequipa y para ello salieron temprano de sus casas, acordando encontrarse en uno de los paraderos del ‘Aerodirecto’. Todas llegan a tiempo, pero lo que no llega es el bus. Esperan más de 40 minutos en la intemperie hasta que finalmente hace su aparición el bus que las llevará hasta el nuevo aeropuerto Jorge Chávez. El trayecto tranquilo hasta que avizoran el terminal aéreo. Tráfico infernal en plena hora punta. Nuevamente se demoran cerca de una hora para pasarlo hasta que llegan a su destino.

Con ‘bombos y platillos’
Lo que se supone es el aeropuerto más moderno de Sudamérica fue inaugurado de manera oficial el pasado domingo. Su apertura se extendió más de seis meses debido a ciertas deficiencias operacionales que supuestamente habían sido resueltas. Incluso hubo una “marcha blanca” para conocer a detalle qué cosas aún faltaban por mejorar, pero tal parece que aún persisten.
La mayoría de pasajeros concuerda que los casi dos kilómetros que separan de la puerta de ingreso con el área de embarque son demasiados para una persona mayor de edad o con dificultades para poder caminar, ya que el nuevo aeropuerto ha sido diseñado para que solo se pueda ingresar con automóviles, estando forzados la mayoría de los viajeros a tener que arrastrar sus maletas bastantes metros.
A ello se suma que hasta ahora no se ha podido reducir el tráfico vehicular, ya que solo existe una vía de ingreso desde la avenida Morales Duárez.
A río revuelto, ganancia de taxistas
Todas esas deficiencias han hecho que los taxistas vengan sacando jugosas ganancias por cada ‘carrera’ que realizan hasta el nuevo aeropuerto, sea el punto de partida que sea, aprovechando precisamente que no existe un ingreso peatonal.
Tarifas que bordean casi los 100 soles (lo mismo que un pasaje de Lima a Piura) se convierten en un gasto que tienen que pagar cientos de viajeros ante la ausencia y demora de los buses ‘Aerodirecto’, que empiezan su trayecto a partir de las 5 de la mañana. Similares tarifas se encuentran en los taxis por aplicativo autorizados por el aeropuerto.

Mea culpa
Desde Lima Airport Parners (LAP) vienen reconociendo que existen errores por subsanar, convocando una reunión de urgencia con todos los sectores involucrados, incluyéndose a las aerolíneas.
Por su parte, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) ha responsabilizado directamente a LAP por el problema de desabastecimiento de combustible.
En tanto, la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (AETAI) ha advertido que el sistema de abastecimiento, de no ser resuelto en la brevedad, traerá más demoras en los vuelos previstos para hoy.

Tal pareciera que la inauguración del nuevo aeropuerto fue forzada y no ajustada a controles de calidad. Cabe recordar que en julio miles de peruanos aprovechan sus vacaciones para irse de viaje tomando un avión. Para esa fecha, que está a la vuelta de la esquina, se espera que no ocurra un pandemonio dentro del aeropuerto ante la cantidad de viajeros.
Actualidad
Directora de Bellas Artes rechaza acusaciones sobre otorgarse a sí misma el grado de bachiller
Mediante un comunicado indica que no tuvo derecho a réplica, sin embargo, desde este medio se intentó conversar con ella.

La semana pasada, Lima Gris publicó la nota titulada “Directora de Bellas Artes formó resolución para otorgarse a sí misma el grado de bachiller”, donde se indica que la actual directora de la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes (ENSABAP), Eva Dalila López Mirada, estaría inmersa en un presunto conflicto de intereses al haber firmado la Resolución Directoral n.° 056-2021-ENSABAP.
En dicha resolución, la directora López Miranda se habría otorgado, junto a un grupo de docentes, el grado de bachiller.
Ante ello, a través del comunicado n.° 003-2025-ENSABAP-DG, la directora López Mirada rechazó “firmemente” tal denuncia periodística, calificándola de “parcial” e “inexacta”.
“El otorgamiento del grado de bachiller señalado tuvo como antecedente legal una resolución judicial firme, la misma que fuera emitida con anterioridad al actual ejercicio del cargo de Directora General. De igual manera, la designación de mi persona como autoridad en la UNABAP fue producto de un proceso electoral democrático, desarrollado por un Comité autónomo y con la participación activa de la comunidad académica bellasariana, durante la gestión anterior”, se lee en el comunicado publicado este 2 de junio.

Posteriormente, en el mismo comunicado, se indica que no se le otorgó el derecho a réplica, sin embargo, desde este medio sí intentamos comunicarnos con la directora López Mirada tanto vía telefónica como a través de WhatsApp, la cual hasta el cierre de la nota de la semana pasada no habíamos tenido respuesta alguna.

Actualidad
Actores se oponen a dictamen que les quitaría sus regalías [VIDEO]
Desde la Comisión de Cultura del Congreso se pretende modificar la Ley del Artista.

Les quieren bajar el telón. El gremio de actores del Perú se muestra indignado ante un dictamen que se viene debatiendo en la Comisión de Cultura y Patrimonio Cultural del Congreso de la República. Dicho dictamen, recaído en doce proyectos de ley (2891/2022-CR, 6165/2023-CR, 6199/2023- CR, 6293/2023-CR, 7026/2023-CR, 7027/2023-CR, entre otros) propone una nueva Ley del Artista, pero realizando considerables y perjudiciales modificaciones contra los artistas.
Entre las modificaciones, se encuentra la eliminación de las regalías por retransmisión de obras, algo que impactaría sobremanera en los ingresos de los artistas.
“Eso significa que, como actores y artistas, perderíamos nuestras regalías, y con ello los beneficios que nos permiten acceder a ayudas sociales, salud, apoyo al adulto mayor y sepelios. Hoy les pido que estemos unidos y atentos. Este no es un reclamo individual, es una defensa por el derecho a vivir de nuestro trabajo artístico, porque nuestro arte tiene valor y también nuestros derechos”, manifestó el reconocido actor Ramón García a través de las redes sociales.
El actor calificó esta modificación como un retroceso que va en contra de tratados internacionales ratificados por el propio Congreso del Perú, y lamentó que no se hayan tomado en cuenta las recomendaciones que los gremios artísticos presentaron previamente a la comisión legislativa.
Actores salieron a protestar frente al Congreso
Es así que esta mañana diversos artistas del teatro, cine y televisión se hicieron presente frente al Legislativo exigiendo lo que para ellos es un derecho adquirido.
Actriz Ebelin Ortiz levanta su voz frente al Congreso. @ebelinortiz @congresoperu @MinCulturaPe pic.twitter.com/9kU0Gw21tJ
— Revista Lima Gris (@Limagris) June 2, 2025
Actores como Ebelin Ortiz, Tito Vega, Stephanie Orúe, Pold Gastello, Jorge Guerra, Bruno Odar, Andrea Luna, Diego Seyfarth, Patricia Barreto, Patricia Portocarrero, Tatiana Astengo, Merly Morello, Mónica Sánchez, entre otros se han hecho presente en esta protesta pacífica, todos luciendo un polo con una frase alusiva a su reclamo.

El dato:
La Comisión de Cultura del Congreso viene siendo presidida por el parlamentario del Bloque Magisterial, Edgar Reymundo.
-
Política5 años ago
Las licencias de Benavides [VIDEO]
-
Política5 años ago
La universidad fantasma de Benavides
-
Actualidad5 años ago
Richard Swing: «Con esta conferencia he dado un gran aporte a nuestra institución y a la humanidad»
-
General4 años ago
Dan ultimátum de 48 horas al presidente Sagasti para derogar Decreto que atenta nuestra Soberanía Nacional
-
Política4 años ago
Altos oficiales de FF.AA a través de comunicado exigen la salida de Jorge Luis Salas Arenas
-
Actualidad2 años ago
Carlos Alcántara: «Crees que voy a pretender hacer una película como Tarantino. Hay que ser huev… para pensar que voy a querer algo así»
-
Cultura5 años ago
MINISTERIO DE CULTURA PAGÓ 175 MIL SOLES AL CANTANTE RICHARD SWING
-
Cultura4 años ago
«Es que somos muy pobres», por Juan Rulfo