Los presidentes del Perú y la corrupción 1995-2022 (Primera parte)
Desde Alberto Fujimori hasta la actualidad, los presidentes del Perú han sido denunciados e investigados por corrupción. Recientemente, el procurador público especializado en delitos de corrupción, Amado Enco, reveló que a nivel nacional hay 2,289 gobernadores regionales y alcaldes investigados por casos de corrupción.
El Perú es quizás el único país en el mundo en el que más de cinco expresidentes han estado o están inmersos en procesos penales por diversos delitos. Son conocidos los casos de Francisco Morales Bermúdez (sentenciado a cadena perpetua y fallecido en julio de 2022), Alberto Fujimori, Alejandro Toledo, Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski. Existen serios cuestionamientos e investigaciones sobre Martín Vizcarra en torno a su gestión como presidente regional de Moquegua y también investigación fiscal contra el actual mandatario Pedro Castillo Terrones, protegido por la figura legal de “inmunidad presidencial”.
Con el suicidio de Alan García Pérez –quien se disparó en la cabeza el 17 de abril de 2019 cuando la fiscalía se aprestaba a allanar su domicilio y proceder a su detención preventiva– se extinguió la acción penal contra él.
Asimismo, a raíz del escándalo del caso Lava Jato, se sabe que la empresa constructora Odebrecht se dedicó a pagar sobornos (coimas) a funcionarios de gobierno nacional, regionales y municipios para obtener la buena pro de obras como la ruta Interoceánica, entre otras. Además, según las declaraciones de Jorge Barata (exrepresentante de esa empresa en el Perú), Odebrecht presuntamente habría financiado las campañas electorales de Alejandro Toledo, Alan García, Pedro Pablo Kuczynski, Keiko Fujimori, Lourdes Flores Nano y Susana Villarán. La investigación sobre este proceso continúa.
El índice de corrupción de funcionarios en el Perú es muy alto. Según un informe del Poder Judicial difundido por el diario La República, el año 2018 hubo “un total de 27 mil 20 funcionarios procesados por corrupción a nivel nacional. De esta cifra, 6 mil 731 corresponden a Lima y 20 mil 289 están repartidos en las regiones” (https://tinyurl.com/5ean5c8u).
La corrupción se refleja en la economía y en la disminución de la calidad de vida. La Defensoría del Pueblo, en un informe denominado “Radiografía de la corrupción en el Perú” (2017), reveló que se pierde anualmente 12 mil millones de soles, es decir alrededor de 3 mil 600 millones de dólares por actos de corrupción. El documento precisa que esto es equivalente a perder 10 millones de dólares diarios y señala que “el precio de la corrupción asciende al 10% del presupuesto nacional por año”.
En uno de mis anteriores ensayos sobre la corrupción en el Estado peruano señalé lo siguiente: “En el Perú el Estado se ha convertido en la sucursal detrás de la cual operan organizaciones criminales, que bajo diferentes modalidades delictivas y usando la corrupción como metodología tienen como único fin apropiarse del botín que representa el presupuesto nacional. Las estadísticas son contundentes: trece gobernadores regionales procesados por delitos de corrupción y la mayoría con orden de detención preventiva. Asimismo más de veinte alcaldes y exalcaldes provinciales y distritales afrontan procesos judiciales o han sido sentenciados por delitos de corrupción en sus gestiones”.
Recientemente, el procurador público especializado en delitos de corrupción, Amado Enco, reveló que a nivel nacional hay 2 mil 289 gobernadores regionales y alcaldes investigados por casos de corrupción. Y cuatro expresidentes de la República (uno de ellos en prisión), están cuestionados por presuntos delitos.
CASO MORALES BERMÚDEZ
En el mes de enero de 2017, el expresidente peruano Francisco Morales Bermúdez (general del Ejército Peruano que sucedió al dictador Juan Velasco Alvarado en la década del setenta) fue condenado de cadena perpetua por un tribunal de Roma (Italia) por su participación en el “Plan Cóndor”, al ser hallado responsable, junto a otros acusados, de la muerte de una veintena de ítalo-latinoamericanos. Dos exmilitares del Perú también fueron sentenciados.
Este plan –dirigido por los gobiernos militares de Chile y Argentina– fue organizado en esta región de América para acabar con una veintena de ítalo-latinoamericanos, acusados de subversivos que supuestamente buscaban sacar del poder a las mencionadas dictaduras de Pinochet y Videla.
Morales Bermudez.
Cabe anotar que el “Plan Cóndor” fue una operación que ideó el exdictador chileno Augusto Pinochet para acabar con la oposición política entre 1970 y 1980. Esta se ejecutó principalmente en Argentina, Paraguay, Brasil, Uruguay, Bolivia y Chile.
En el artículo “Cuatro claves para entender la sentencia contra Francisco Morales Bermúdez” de Cristina Blanco, coordinadora académica y de investigaciones del IDEHPUCP (https://tinyurl.com/2s95j9ms), señala que, para entender esta sentencia, “se debe recurrir a los supuestos habilitantes de jurisdicción interna frente a graves violaciones de derechos humanos en impunidad”.
“Hay que recordar que las investigaciones fiscales en Italia se inician con la denuncia de un familiar de detenidos-desaparecidos contra el exmarino uruguayo Jorge Néstor Troccoli, quien fugó a Italia tiempo antes para evitar ser procesado en su país. Uruguay solicitó la extradición de Troccoli, la cual fue denegada y exigió a Italia aplicar el principio aut dedere aut judicare, por el cual si un país se niega a extraditar, debe juzgar al extraditable por los delitos que se le acusan. La denuncia contra Troccoli fue seguida por varias otras en los años siguientes y, tras la acusación fiscal, se inició el juicio penal contra 27 imputados nacionales de Bolivia, Chile, Perú y Uruguay; en perjuicio de 43 víctimas, entre ellos 23 ítalo-latinoamericanos y 20 uruguayos”, comenta.
Y añade que “si bien, como principio general, los tribunales tienen competencia sobre crímenes cometidos dentro de su territorio, existen ciertos nexos jurisdiccionales para que el Estado ejerza competencia por hechos ocurridos fuera de este, supuesto conocido como jurisdicción extraterritorial. Una de las habilitantes más comunes, y que establece el ordenamiento italiano, es el de la nacionalidad de las víctimas, aplicado en este caso. Pero también es posible -como ocurriría con relación a las víctimas no italianas- que una instancia penal conozca hechos cometidos fuera de su territorio, y con acusados y víctimas extranjeras cuando se trate de graves crímenes internacionales que, de otro modo, quedarían en la impunidad. Estamos aquí ante el principio de jurisdicción universal por el cual, aunque no estén presentes los factores tradicionales de conexión (lugar de los hechos, nacionalidad de víctimas o acusados), los tribunales nacionales pueden procesar a una persona sospechosa de haber cometido un crimen internacional en cualquier parte del mundo al entender que atentan contra la comunidad internacional en su conjunto”.
CASO ALBERTO FUJIMORI
El expresidente Alberto Fujimori actualmente cumple una condena de 25 años por haber sido considerado como autor mediato de homicidio calificado con alevosía, lesiones graves y secuestro agravado correspondientes a los casos de las matanzas de La Cantuta, Barrios Altos, y al empresario Samuel Dyer Ampudia. La sentencia se emitió el año 2009.
Alberto Fujimori.
Para sus seguidores, las condenas son un exceso porque consideran que Fujimori hizo una lucha frontal contra el terrorismo para poder pacificar el país de la violencia iniciada por Sendero Luminoso y el MRTA. Ellos argumentan que en esa guerra frontal hubo consecuencias e incluso excesos por parte de elementos de las fuerzas armadas, razón por la cual están en desacuerdo.
Desde que fue extraditado desde Chile en el año 2007, el historial de los procesos penales contra Fujimori ha tenido varios episodios. A fines del año 2000, Alberto Fujimori viajó del Perú hacia Brunéi en el marco de la cumbre anual de la APEC. Desde allí se dirigió a Japón, desde donde renunció a la presidencia del Perú vía fax. En Japón permaneció hasta el año 2005, y amparado en su doble nacionalidad, pudo evadir las acusaciones judiciales en su contra por delitos de corrupción, de peculado y de lesa humanidad (https://tinyurl.com/3j2azxpz).
El 6 de noviembre de 2005, Alberto Fujimori viajó a Chile, donde fue detenido al día siguiente por las autoridades de aquel país y desde entonces se inició, exactamente el 11 de noviembre de ese año, un proceso de extradición en su contra.
El 21 de septiembre de 2007, la Corte Suprema de Chile aprobó la petición del Poder Judicial del Perú para extraditarlo. Tras su arribo a nuestro país, afrontó diversos procesos en su contra y terminó siendo condenado por lo señalado líneas arriba.
Una década después, el 24 de diciembre de 2017, el expresidente Pedro Pablo Kuczynski le concedió un indulto humanitario a Fujimori, debido a que “una junta médica oficial ha evaluado al interno y ha determinado que el señor Fujimori padece de una enfermedad progresiva, degenerativa e incurable y que las condiciones carcelarias significan un grave riesgo a su vida, salud e integridad”.
A las horas de anunciado el indulto, la defensa de los deudos de las víctimas de los casos Barrios Altos y La Cantuta interpuso un recurso para revocar la gracia concedida.
El 3 de mayo del 2016 el Tribunal Constitucional del Perú rechaza la nulidad de la condena de Alberto Fujimori, razón por que se determinó que prosiga su condena de 25 años impuesta por responsabilidad en las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, bajo la polémica teoría de “autor mediático”.
El 03 de octubre de 2018, tras meses de audiencias, el Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria declaró inaplicable el indulto otorgado al expresidente Alberto Fujimori y ordenó su ubicación y captura inmediata.
A pesar de todas las acusaciones y condena en su contra, muchos peruanos de las zonas urbanas y rurales se muestran a favor de un indulto humanitario, considerando que fue un presidente que estabilizó la economía y derrotó al terrorismo con una estrategia frontal que terminó con la captura, juicio y condena de los principales cabecillas terroristas.
Esto es solo parte del panorama de las denuncias, investigaciones, juicios y condenas contra expresidentes. Los casos de Alejandro Toledo, Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski los analizaremos en un próximo artículo.
Raúl Allain. Escritor, poeta, editor y sociólogo peruano (Lima, 1989). Estudió en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha sido incluido en antologías como Antología de poetas críticos (Cisnegro, México DF, 2019), Antología décimo aniversario de Lord Byron Ediciones (Liber Factory - Lord Byron Ediciones, Madrid, 2013), Veinte poetas: muestra de poesía contemporánea (I.F.D. Editor; Lima, 2010), Poesía y narrativa hispanoamericana actual (Visión Libros - Lord Byron Ediciones, Madrid, 2010), Abofeteando a un cadáver (Bizarro Ediciones - Centro Cultural de España, 2007), entre otras. Sus textos aparecen en diversos medios literarios tanto nacionales como internacionales. Actualmente preside el Instituto Peruano de la Juventud (IPJ) y dirige el sello independiente Río Negro. Ha publicado Poéticas, Poiesis hispanoamericana: selección de poesía contemporánea, Eros & Tánatos: poesía y arte contemporáneos, entre otras antologías, ¡Yo no hice nada!: Sobre la idiosincrasia peruana, ¡Palaciego In Memoriam!: Selección de textos de Humberto Pinedo, así como el ensayo La cientificidad del consciente (Editorial Emooby, 2011). Premio Mundial a la Excelencia Cultural y Premio Mundial el Águila Internacional a la Excelencia Sociológica de la Unión Hispanomundial de Escritores (UHE).
Mientras el planeta Tierra sigue girando anualmente alrededor del Sol, los terrícolas seguimos esquilmando y consumiendo vorazmente sus recursos naturales, ya sea por falta de concienciación, por carencia de políticas gubernamentales favoreciendo la sobreexplotación, por la avaricia empresarial e incluso por dejar de lado a la ciencia y tecnología, en esta sociedad de consumo despilfarradora.
El día del sobregiro ecológico es una metodología de Global Footprint Network. El primero se cumplió el 25 de diciembre de 1971 y 33 años después, en 2024, el sobregiro se dio el 01 de agosto.
Esto significa que la demanda de la humanidad a partir del 2 de agosto pasado está consumiendo recursos del presupuesto biológico 2025, o sea, la demanda sobrepasa a lo que los ecosistemas planetarios terrestres y marinos pueden regenerarse en un ciclo anual.
De hecho, a esta altura del mes de febrero de 2025, ya tres países han consumido y agotado sus recursos y servicios de los ecosistemas que la madre naturaleza les ha brindado para vivir bien durante el año 2025. Estos países son Qatar (06 febrero), Luxemburgo (17 febrero) y Singapur (26 próximo).
Ello significa que aquellos países tienen que echar mano de los recursos de otros, como el nuestro, en un círculo degradante de los sistemas biológicos.
En Sudamérica, Chile alcanzará su sobregiro el 17 de mayo, Argentina el 3 de julio, Bolivia el 12 de julio, Paraguay lo hará el 20 de julio, Brasil el 1 de agosto, Perú el 16 de agosto y Uruguay llegaría al sobregiro el próximo 17 de diciembre, en verdadero ejemplo de manejar correctamente con acertada democracia y políticas gubernamentales positivas que beneficien el bien común.
El caso de Perú, con riqueza biológica inimaginable y envidiable, es digno de la “maldición de la naturaleza”, no por ella en sí misma, sino por la casi nula planificación gubernamental para el desarrollo con sostenibilidad, muy alejado de “guardar pan para mayo”, traducido en “pan para ahora y hambre para mañana” (léase las generaciones futuras).
En ese “pan para ahora”, más se hace pensando y actuando en el beneficio personal y político, importando poco el concepto de ciudadanía con democracia y desarrollo, como dos caras de la misma moneda.
En ese círculo devastador de los sistemas biológicos peruanos que reducen su biocapacidad, hay dos hechos preocupantes, que tienen que ver directamente con los bosques amazónicos. Uno tiene que ver con el modelo agrícola que favorece los agronegocios de la palma aceitera, que les permite mayor control en el territorio amazónico, aumentando la deforestación (773 mil hectáreas deforestadas, entre 2015 a 2022), los conflictos por la tierra y los consabidos riesgos de muerte para los defensores ambientales, amén de exacerbar las desigualdades sociales y las emisiones de gases de efecto invernadero (45 % del total país).
Por cierto, solo el 34% de las tierras agrícolas del Perú poseen título de propiedad y en las regiones de Amazonas y Madre de Dios, apenas llegan al 5%.
Otro problema de la huella ecológica devastadora en la Amazonía es el avance de la deforestación, producida por las colonias religiosas de los menonitas, ya expulsados antes de Paraguay y Bolivia, y que aquí en la región Loreto han encontrado su edén ante la pasividad gubernamental.
Solo ellos, entre 2013 y 2017, han deforestado cerca de 5,000 hectáreas de bosque primario para impulsar cultivos de soja, maíz, arroz y granjas de cerdos y ganado. (Mongabay, 2025).
En esta tierra de nadie, ni el Congreso con su Comisión de Ecología, ni el ministro Castro, responsable de la política ambiental nacional, ni los GORE de Loreto y Ucayali, poco o nada hacen para detener la huella devastadora de la deforestación y, al paso acelerado que vamos, cada vez más rápido ocurrirá el sobregiro ecológico en Perú, con más hambre y desnutrición, a todo lo largo y ancho del territorio nacional.
Por Dios, no es tan difícil. Si uno se concentra (cosa que pareciera ir en contra del espíritu de esta época), comprende de inmediato (algo básico, y con claridad total): ¿quién quiere sonido ante estas imágenes? (O ante cualquier imagen, pero eso implica unos presupuestos teóricos que nos llevarían más lejos de lo que quiero ir en este artículo.) Yo no, por lo menos, a mí me basta, tal como lo quiso el autor, con la imagen, y no debo ser, por simple estadística, un caso absolutamente único o aislado. ‘Escucho cuando veo’. Todos somos sinestésicos, lo sepamos o no… De veras (espectadores, por favor, dejen de jugar tan tristemente a hacerse los tontos -entre otras cosas porque tarde o temprano pueden volverse tontos de verdad-; no sean tan obedientes a los mandatos destructivos de la época que azarosa o misteriosamente les ha tocado), entren en razón y dense cuenta que no cuesta tanto trabajo gozar de la plenitud mostrada… ¡Y son fragmentos, hijos del video clip y del scroll! El montaje es intenso. Es tan intenso, en cierto modo, como lo es aquello que presenta, placer, dolor, carne y sangre, emoción: un nacimiento.
En esta hermosa e inteligente película de tan solo 12 minutos está no sé si todo (no creo) pero sí mucho de lo que puedes desear al imaginar la existencia de una película así: Brakhage tuvo que luchar contra la censura, contra la estupidez de la cultura de su época (ser creativo es hacer notar la radiante estupidez que ensombrece a tu época) ¡para hacer algo aparentemente tan sencillo como mostrar a una mujer pariendo, y mostrar la cosa como sucede de verdad! Que nos engañen tan miserablemente sobre nuestro propio origen, la verdad concreta y material (a más no poder) de nuestro propio nacimiento es el verdadero escándalo de Occidente (o uno de varios). ¿Y en cuántas cosas más nos han mentido? Es la preguntaría que rondaría incluso la mente del más tonto…
Tanta hermosura, tanta fidelidad a una experiencia tan rica y transformadora. Mezcla de tiempos, el antes, durante y después del nacimiento. Imágenes tiernas, amorosas, delicadas, poéticas, y también las hay crudas, pero que no mienten. Necesitamos la verdad. La verdad está ahí. Solo hay que atreverse a registrarla.
Ojo, quita el sonido porque la película no lo tiene en realidad:
El imperialismo es un fenómeno económico estudiado primero por el inglés John Hobson en Imperialism: A Study, publicado en 1902. Hobson señalaba que el imperialismo era el resultado del excedente de capital acumulado en pocas manos, lo que generaba una crisis de subconsumo. Esta crisis interna obligaba a los capitalistas a buscar nuevos mercados, donde dominaban las economías más débiles e imponían sus productos. Posteriormente, Lenin, en El imperialismo, fase superior del capitalismo (1917), sostuvo que el imperialismo era la fase monopolista del capitalismo y que creaba el capital financiero. Es decir, los bancos ya no solo prestaban dinero, sino que también controlaban la industria y la economía nacional.
Para lograr sus objetivos políticos a nivel global, el imperialismo recurre al garrote militar, como hemos señalado en artículos anteriores, y somete a la clase política a través de organismos como la USAID, que compra voluntades tanto de izquierda como de derecha. La guerra y el uso del dólar son sus principales instrumentos de dominación.
La estrategia de reducir a Europa a un viejo y bello museo es evidente. La OTAN les resulta irrelevante, pues Europa carece de importancia militar. A Estados Unidos le interesa, por encima de todo, mantener su hegemonía mundial. Analistas económicos de todo el mundo señalan que la estrategia de Trump no solo busca crear una nueva tríada imperial (Estados Unidos, China y Rusia) bajo la hegemonía militar norteamericana, sino también consolidar su dominio económico. Para ello, se pretende debilitar el dólar con el fin de crear un ambiente propicio para la inversión masiva en Norteamérica, fortalecer su industria manufacturera y reducir el valor de su inmensa deuda.
El debate sobre los valores de esta nueva era imperial es irrelevante. La dominación cultural e ideológica se ejerce a través del control de los contenidos que producen las redes sociales y la revolución digital. Nada ha cambiado y nada cambiará: tenemos imperio para rato. Los chinos, sin embargo, tienen otra concepción del imperialismo: no invaden, sino que “invierten” en infraestructura (puertos, carreteras, hospitales, aeropuertos, trenes, etc.), creando, en muchos casos, enclaves económicos y dominando el comercio mundial. Europa, por su parte, ha quedado reducida a un actor geopolítico intrascendente y pronto será solo un destino turístico global.
¿Significa esta realidad el renacer del antimperialismo militante de la izquierda mundial? No. Lamentablemente, la respuesta de la socialdemocracia europea ha sido de subordinación total a los intereses norteamericanos. Su crítica es meramente política, sin cuestionar los objetivos económicos de Estados Unidos. Hispanoamérica, por su parte, carece de rumbo y se ha convertido en una cacofonía infantil, enredada en viejas consignas y subordinada a los intereses del imperio a través de organismos como la USAID.
La respuesta más lúcida proviene del liberalismo antimperialista, representado por Carlos Adrianzén, un destacado economista liberal que ha señalado en un artículo que la mejor manera de combatir el proteccionismo norteamericano es con más libre comercio. Los neoliberales peruanos, sin embargo, aman y odian a Trump a la vez. No les preocupa la jerarquización racial impuesta por el imperialismo norteamericano ni la crueldad con la que se trata a la inmensa mayoría de migrantes. Ninguno de los neoliberales sudamericanos condena la intención de los Estados Unidos de tomar Gaza, expulsar a los palestinos de sus tierras y construir una ribera con sus socios. Se trata de una limpieza étnica al mejor estilo del nazismo, paradójicamente practicada por norteamericanos y judíos.
La unidad de Hispanoamérica, la construcción de bloques económicos y políticos alternativos sigue siendo una utopía. Pero eso no significa que debamos dejar de luchar contra el nuevo orden imperial.
Desde las más altas esferas del poder –abril del 2016 a la fecha- continúa el tinglado siniestro para mantener a Ricardo Belmont Cassinelli sin su Canal 11 (Red Bicolor de Comunicaciones) ni Radio Tigre (actualmente con el nombre PBO). Para perpetrar el despojo contra el líder del Partido Cívico Obras se usaron malas artes junto a ese poder oculto que por años persigue mediática y judicialmente a un ciudadano humanista que realizó la Teletón en el Perú por más de veinte años.
No obstante, en medio de una batalla legal y administrativa por la recuperación de su televisora, donde el espartano Ricardo Belmont ganó en el Poder Judicial, la Superintendencia del Mercado de Valores (ex CONASEV) y ante los agentes de la Bolsa de Valores de Lima, resulta lamentable que, en solo una entidad, de nombre INDECOPI, se sigue manejando este caso en medio de marchas y contramarchas que impiden que el verdadero propietario del canal retorne a su medio de comunicación.
Es decir, mañosamente desde el seno de su familia dos de sus hijos llevaron a RBC Televisión al INDECOPI, dizque por problemas de liquidez, mostrando una cara distinta a cuando el ex alcalde Lima, Ricardo Belmont, tenía en sus manos el canal y era felicitado por la SUNAT por ser un buen contribuyente.
Por fortuna, esta redacción tomó noticia de una reunión de colaboradores leales a Ricardo Belmont, realizada en la víspera, a quienes se les conoce también como los “trabajadores fundadores de RBC Televisión”, en la cual detallaron que prácticamente se encuentran listas las acciones penales contra diversos personajes que han jugado en pared delante y detrás del mostrador de la administración pública para mantener el despojo del emblemático “canal positivo” del Hermanón.
Prácticamente, el impedimento para el retorno de RBC y los trabajadores al canal pasa solo por el INDECOPI, entidad cuyos funcionarios tendrán que responder ante el Ministerio Público por sus acciones u omisiones en ese proceso, al conducir con malas artes el canal hacia un cuestionado e irregular proceso concursal, donde incluso ya no se puede tapar el sol con una mano y cuando dicha entidad no tuvo más remedio que multar a Martín Belmont Vallarino, que hace las veces de presidente de la junta de acreedores, por desviar fondos del canal a sus cuentas en otras empresas y solo con el objetivo perverso de burlarse de las resoluciones del Poder Judicial.
Sin embargo, trascendió de la reunión, que Martín Belmont Villarino no solo ha sido multado, sino que tiene todavía abiertos cuatro procesos sancionadores, lo que lo descalificaría para estar al frente de la junta de acreedores, a no ser que desde la presidencia ejecutiva del INDECOPI haya un blindaje, pues, según los trabajadores, en esa entidad se le viene tratando con manos de seda.
Precisamente, Martín Belmont Vallarino es quien ha sido sancionado con multa por el INDECOPI, conforme a la Resolución Nº 5132-2024/CCO-INDECOPI porque ocultó de manera intencional, a los acreedores y a la autoridad concursal, la existencia de bienes de Red Bicolor de Comunicaciones S.A.A. y por desviar fondos a otras cuentas bancarias diferentes a las del canal con montos que bien pudieron servir para honrar el pago de las acreencias laborales.
Empero, su situación se agrava cada día más, salvo que exista una consigna en INDECOPI para blindarlo, y eso tendrá que deslindarlo el doctor Alberto Villanueva Eslava, presidente ejecutivo de la referida entidad, donde existe el proceso concursal y cuatro procesos sancionadores, quedando un quinto proceso pendiente de abrir sobre todo de oficio por parte de la Secretaría Técnica de Fiscalización de la Comisión de Procesos Concursales.
Es decir, en el día, la autoridad concursal de fiscalización, deberá investigar los contratos y cuentas bancarias de uno de los clientes del canal, el conductor y productor Ernesto Jara del Águila, pues ocurrió la misma figura de desviar los pagos por alquiler de espacios u horas de transmisión a cuentas distintas a las del medio “errebecista”, al que Martín Belmont Villarino le denomina comercialmente “Viva TV”, más aún cuando de por medio no solo está el prestigio yla transparencia de Alberto Villanueva, sino también de los integrantes de las Comisiones y las Salas de Procedimientos Concursales.
Conocimos a Mario Florián en la ANEA del centro de Lima donde compartía con los poetas y narradores jóvenes. Todavía eran los ochenta y su voz terrígena era vital para quiénes intentaban solidificar una voz propia made in Perú. Y aunque, en esos años, ya era una persona mayor y egregia, este vate siempre se mostraba humilde y amable y se detenía a escucharnos y recibir nuestros papelitos con nuestros primeros garabatos que leía y después (des)aconsejaba o nos jalaba las orejas. Su sonrisa y su solemne calvicie aún brilla en nuestros recuerdos.
Había nacido en Contumazá-Cajamarca y sus padres habían sido agricultores, de ahí el olor a tierra de sus poemas. El terremoto del setenta lo catapultó a la costa. Obtuvo los Juegos Florales de la UNMSM, también los Magisteriales; ganó el Premio Nacional de Poesía y el de Novela, y el Premio Nacional de Cultura y muchos otros galardones más. Publicó más de una veintena de Libros, editó la revista Cultura y Pueblo junto a Francisco Izquierdo Ríos.
Algunos de sus poemas se convirtieron en canciones como “Arenga al peruano” interpretado por Íber Maraví. Su hermoso Pastorala dice: “Pastorala,/más hermosa que la luz de la nieve,/más que la luz del agua enamorada,/más que la luz bailando en los arcoiris./Pastorala./Pastorala./Qué labio de cuculí es más dulce/que la lágrima de quena más mielada/que tu canto que cae como la lluvia/pequeña —pequeñita— entre las flores?/Pastorala./Pastorala”.
Arguedas, escribiría sobre él: “Mario Florián es el mejor representante de la poesía indigenista. Casi el único poeta que ha realizado una especie de milagro de crear poesía en la que se siente el tono de la canción popular india, sin que se advierta el amaneramiento, la espectacularidad, el sentimiento demasiado geográfico, que han aniquilado este tipo de poesía en el Perú”. Sin embargo, José Jiménez Borja lo consideraba un poeta neo-indigenista.
Muchos lo recuerdan como el sutepista de la poesía, como profesor del colegio “Melitón Carvajal” arengando a los maestros en la canchita de san Fernando y luchando por los derechos de los más desposeídos. Nunca tuvo gran riqueza. Sobrevivió los últimos años con una mísera pensión de jubilado, aunque con una enorme aureola de haber hecho lo que se tenía que hacer: “¡No te humilles! ¡Despierta! ¡Elévate, peruano!/¡Erígete! ¡Ya es hora…!/¡Revive tu ejercicio milenario/de Amansador de Mundos, de Continentes Bravos,/de forjador de Imperios sobre precipicios!/¡Levántate peruano! ¡Pisa, otra vez, tu tierra…!”
La cinematografía en la región amazónica tiene sus raíces en los primeros años del cine, con proyecciones realizadas en Lima en 1899, cuando se presentó un «Programa de vistas tomadas al natural». Esta serie incluyó cortometrajes como Catedral de Lima, Camino a la Oroya y Chanchamayo, que representaban la diversidad de los territorios peruanos. Mientras tanto, en 1900 en Iquitos, se realizó la primera proyección de cine en el primer piso de la Casa de Fierro, diseñada por Eiffel.
A partir de allí, el cine amazónico comenzó a desarrollar su propia identidad. La fiebre del caucho en la región permitió la creación de más espacios de proyección, y el empresario Arnaldo Reátegui fue clave en la compra de maquinaria para montar un cine en Iquitos en 1905. En paralelo, las películas sobre la guerra entre Colombia y Perú, así como los avances en infraestructura como el ferrocarril central, fueron temas recurrentes de los primeros documentales amazónicos.
Uno de los aspectos más interesantes del cine amazónico fueron los trabajos realizados por las órdenes religiosas. Misioneros dominicos y franciscanos utilizaron el cine para documentar su labor en la selva, creando rollos catequésicos que se hicieron populares en la primera mitad del siglo XX. También los nazis, mediante el proyecto Guyana, filmaron la Amazonía para luego presentarla en documentales.
Figuras como Julio César Arana jugaron un papel crucial. Arana, conocido por su explotación del caucho, contrató al cineasta Silvino Santos para documentar la Amazonía en 1913. Este trabajo culminó con la película Los indios witoto del río Putumayo, que se estrenó en 1916. A pesar de los desafíos, como la pérdida de material cinematográfico en un naufragio, Arana y Santos continuaron su trabajo, produciendo importantes documentales de la región.
A lo largo de los años, muchos cineastas contribuyeron al desarrollo del cine amazónico. Antonio Wong Rengifo, considerado el padre del cine en la Amazonía peruana, produjo documentales como Revista Loretana y Bajo el sol de Loreto en la década de 1930. Sus trabajos no solo documentaron la vida en la región, sino que también introdujeron innovaciones técnicas como el uso de acuarelas sobre metraje de película, dándole color a las imágenes.
El cine amazónico sigue siendo un reflejo de la región. Desde los primeros días hasta la actualidad, las producciones cinematográficas han sido testigos de una evolución que no solo captura la belleza de la Amazonía, sino también sus complejidades.
Qué gran poeta Enrique Lihn. Un poeta urgente, más que digamos Montalbetti o Parra, por citar dos polos aparentemente opuestos. Centrándonos más en Chile: saquemos a Neruda del panorama y nos quedamos con Gonzalo Rojas, Jorge Teillier, Huidobro, Rosamel del Valle, Mistral y Pablo de Rokha. En ese nivel de furia, Lihn brilla a la cabeza. Abajo del rey Neruda, el príncipe Lihn. Entre los excesos del creacionismo, las peroratas de la antipoesía, el misticismo tercermundista, la poesía de los cimarrones y de la vorágine verbal, nada mejor que un buen trago de lucidez lihniana.
Por ejemplo, en La musiquilla de las pobres esferas.
Este es un tratado de lo mejor del autor: un poco de apatía, otra tajadita de triste realidad embadurnando la lírica y mucho de diálogo con otros autores: “(…) sin proponérmelo —afirma— he terminado por hacer poesía contra la poesía; una poesía como dijera Huidobro, “escéptica de sí misma”. Esa duda total, hace del poemario un surtido manifiesto musical del desasosiego, la herida, las falsedades de la retórica de la poesía plenamente “social” (lean el poema dedicado a Roque Daltón). Por encima de todas las cantatas, la escritura como un motor vital: Porque escribí no estuve en casa del verdugo / ni me dejé de llevar por el amor a Dios/ ni acepté que los hombres fueran dioses/ ni me hice desear como escribiente/ (…) Pero escribí y me muero por mi cuenta,/ porque escribí porque escribí estoy vivo”.
Si para los antiguos la música de las esferas era aquella dimensión metafísica donde se podía sentir lo místico, es decir, el movimiento de los astros, la música órfica del universo, Lihn entiende su poesía como una sonata menor: una musiquilla, es decir, una música de barro, de humano hastío. Sin embargo, este desarraigo de lo divino, no conduce al poeta a la poesía exteriorista, sino que permite una deconstrucción desde los interiores de la voz poética: el autor poetiza fuera de los registros arquetípicos, grandilocuentes, retóricos del verso: “en la profundidad de la ignorancia/suena una musiquilla verdadera” Y es verdad, ahí está Lihn, solo, oyendo el abismo.
El enfrentamiento entre el legislador José Luna Gálvez y el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, ha trascendido una simple disputa política para convertirse en un revelador ajuste de cuentas que expone la hipocresía y las falsedades de un discurso público cuidadosamente construido. La denuncia de Pepe Luna, lejos de ser una simple acusación, se presenta como una fiscalización exhaustiva y estratégicamente ejecutada que desmonta la fachada de lucha anticorrupción que López Aliaga ha intentado proyectar.
La contundencia de la acusación de Luna reside en la presentación del Acta N.º 026 de 2009, una prueba irrefutable del apoyo de López Aliaga a la concesión de peajes a la empresa brasileña OAS. Esta evidencia contradice frontalmente el discurso actual del alcalde, quien se presenta como un férreo opositor a estos contratos, calificándolos de corruptos. La admisión de López Aliaga, aunque sorprendente en su franqueza, no hace sino confirmar la gravedad de la situación: no solo apoyó la concesión de peajes a OAS, sino que lo hizo consciente de las implicaciones y, según sus propias palabras, considerando la propuesta «interesante» Esta declaración, lejos de ser una justificación, se convierte en una confesión de su participación en un sistema que él mismo ahora critica.
La estrategia de Luna no se limita a la simple presentación de evidencia. Se trata de una operación de fiscalización que revela un patrón de mentiras y contradicciones en el discurso de López Aliaga, demostrando su falta de compromiso con la lucha contra la corrupción que tanto pregona. Luna, actuando como un astuto estratega político, ha logrado desentrañar la farsa, exponiendo la hipocresía de un político que se aprovecha de la indignación ciudadana para impulsar su propia agenda, mientras su pasado demuestra una complicidad activa con las prácticas corruptas que denuncia. La denuncia no solo expone la participación de López Aliaga en la concesión de peajes a OAS, sino que cuestiona la legitimidad de su discurso público y su compromiso con la transparencia en la gestión pública. Su papel como fiscalizador se refuerza al destapar las mentiras de un político que se ha beneficiado del sistema que ahora pretende combatir. Este enfrentamiento no es solo una batalla política, sino una lucha por la verdad y la transparencia en la gestión pública peruana.
Repercusiones
Las repercusiones políticas de la controversia entre José Luna Gálvez y Rafael López Aliaga podrían ser significativas, especialmente considerando la cercanía de futuras elecciones y el impacto de la opinión pública. La admisión de López Aliaga sobre su apoyo a la concesión de peajes a OAS en 2009 podría afectar su imagen y credibilidad, erosionando la confianza de sus electores. Para Luna, esta confrontación podría representar un impulso a su carrera política, posicionándolo como un fiscalizador activo de la corrupción. Sin embargo, también existe el riesgo de que la controversia se polarice aún más, beneficiando a otros actores políticos. El caso podría reabrir el debate sobre la gestión de los peajes en Lima y las concesiones a empresas internacionales, generando un clima de incertidumbre y cuestionamiento hacia las autoridades.
Un ejemplo concreto de repercusión política podría ser la disminución en los niveles de aprobación de López Aliaga en las encuestas de opinión pública. Si la controversia genera una percepción generalizada de falta de transparencia o inconsistencia en su gestión, podría traducirse en una pérdida de apoyo electoral, afectando sus posibilidades en futuras contiendas electorales. Esta disminución en la popularidad podría abrir espacio para que otros candidatos o partidos políticos aprovechen la situación y ganen terreno en el electorado. Lo cierto es que Pepe Luna dio en el blanco, esto tiene para rato.