El presidente ejecutivo del Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú (IRTP) Jesús Solari Díaz tendría el “deseo” de nombrar como asesor de la presidencia del canal estatal al descalificado periodista Eduardo Guzmán Iturbe, expresidente de esta institución que hoy se ha convertido en “apetitosa” para los fines políticos.
Lo que implica por tercera vez el copamiento del caviarismo en el IRTP para utilizarlo en los propósitos políticos que afinan las protestas del zurderío radical: renunciar o vacar a la presidenta Dina Boluarte. Y que el caviarismo intenta otra vez, salir ganador sin esfuerzo, aprovechándose de las asonadas.
Entonces, bajo la misma figura que ejerció Francisco Sagasti y su ejército de troles en las calles y en las redes sociales contra Manuel Merino en el 2020, para esta nueva viveza política el objetivo sería asegurar la asunción de la proSunedu Flor Pablo Medina (Partido Morado) como nueva mandataria, previa destitución del actual presidente del Congreso, José Williams Zapata, luego de haber logrado defenestrar a Dina Boluarte.
En esa línea, el IRTP se pondría al servicio de la morada Pablo Medina para que asumiera la presidencia de la República, aunque en términos concretos y políticos, eso sería casi inviable, pero no imposible.
En este plan subalterno es imperativo el aporte comunicacional del canal del Estado y eso fue demostrado fehacientemente aquella vez que cayó Manuel Merino, mientras la televisora de la avenida José Gálvez por orden directa del entonces caviar-gerente de Prensa, Renzo Mazzei Mancesidor, transmitió en vivo la marcha del 20 de noviembre del 2020, en modo serie adictiva de Netflix.
Una vez más de modo sigiloso, el caviarismo quiere superponerse a los propósitos de la izquierda radical que ya ha cobrado casi 50 muertos y que implica una histórica e impresionante manifestación política con traslado a la capital limeña. Tarea en la que no ha participado “directamente” el caviarismo; pero alista los botones que encienden el ascenso al poder total del país recurriendo a una vidriosa vileza que ya la conoce… y bien.
Recordemos que, durante el fugaz gobierno de Pedro Castillo, los caviares fueron eliminados en grandes grupos de los ministerios y de las empresas estatales, aunque quedaron rezagos en otras dependencias donde no llegó el exterminio poderoso de Vladimir Cerrón, líder absoluto de la fumigación de gusanos en el gobierno castillista.
Por todo esto, llama la atención a un sector de Perú Libre y de otros movimientos sociales, que los guías de la masa protestante en la calle no identifiquen los movimientos estratégicos del caviarismo para hacerlos a un lado en caso detentaran el poder.
La televisión y la radioemisora del Estado forman la única señal con cobertura en todo el Perú, porque tienen presencia comprobada en lugares recónditos donde el fenecido Partido Morado y otros de la clase política jamás llegaron, ni siquiera para ayudar durante la pandemia del Covid-19.
La masificación que se ve en las calles de Lima y regiones proviene de la macro región sur del país. Sin embargo, en esta “administración” en el IRTP se pretende contribuir con los planes del caviarismo utilizando a Jesús Solari Díaz como “caballito” para darle fuerza a la “batalla” selectiva que le encargan.
Es por ello que ayer en TV Perú cortaron la trasmision del Concurso Nacional de Marinera para trasmitir en VIVO los desmanes en Lima y ver cómo se destruye el centro histórico, para dar la sensación de caos gubernamental, algo similar a lo que hicieron los Morados con la venia de los medios en noviembre de 2020.
Por eso no deja de consultar por teléfono y estaría ofreciendo onerosa remuneración al inefable Eduardo Guzmán, actualmente desempleado. Vale decir: en las narices de los manifestantes puneños, juliaqueños, huancavelicanos y ayacuchanos; Solari y Guzmán colaboran con el desprestigiado centralismo que hizo y hace tanto daño a las regiones.
Solari Díaz ejecuta todo el plan apoyado por la ministra de Cultura, Leslie Urteaga Peña; ferviente caviar que se ha paseado por casi todas las oficinas del Mincul, con nulos resultados y que ha hecho del ministerio no un ente de servicio, sino, su más provechoso generador de ingresos y de poder político.
Nuevo Directorio a la medida
Jesús Solari Díaz ha echado mano a un oportuno vacío en el Consejo Directivo del IRTP, luego que tres de sus miembros, Jaqueline Oyarce Cruz, Angie Villarroel Castro y James Dettleff Pallete, presentaron sus renuncias apenas se concretó el golpe de Pedro Castillo.
Los directores renunciantes estuvieron a la espera de la aceptación oficial en el diario El Peruano y es con este sustento legal que se reunieron para indagar sobre la veracidad del extraño estudio de posgrado online de Jesús Solari Díaz, que reveló Lima Gris.
Acordaron cinco días para que en el siguiente directorio él sustente con pruebas si estudió la maestría. Sin embargo, presuroso y exaltado, Solari Díaz se empeñó en buscar a los directores reemplazantes, y vaya que lo consiguió con el aval de la ministra de Cultura.
Con este nuevo Consejo Directivo el sustento y demostración de sus estudios exigidos por los directores renunciantes queda nulo, porque eligió dos nombres a su medida y que, además, fueron miembros del Consejo durante la gestión de Eduardo Guzmán Iturbe en la encargatura de Francisco Sagasti.
En el último directorio con los renunciantes, Jesús Solari apenas informó de los nuevos gerentes que pronto nombrará. Para la Gerencia de Televisión ha elegido a Carlos Fonseca, excanal N y gran amigo de Renzo Mazzei. En la Gerencia de Prensa nombrará a Mónica Vargas, exRPP (aunque ella aún no habría decidido aceptar el cargo debido a las denuncias periodísticas contra el presidente ejecutivo) y la salida de Carlos Becerra en la gerencia de Prensa ya es inminente.
Los directores que vuelven a ser nombrados son: María Teresa del Carmen Quiroz Velasco (estuvo en el IRTP, desde octubre de 2020 hasta el 2021), y Owan Néstor Eugenio Lay González (estuvo en IRTP desde 2018 a 2021). Por su parte, el comunicador Manuel Ignacio Chiroque Farfán, recién forma parte del Consejo Directivo.
En este nuevo escenario convulso en el que una vez más se pretende capitalizar políticamente los fallecimientos de civiles; con Eduardo Guzmán, si se concretara su cargo de asesor y con los dos reelegidos directores que conforman el Consejo nuevo, el caviarismo ganará terreno eficiente en sus planes comunicacionales para coadyuvar la asunción de una nueva “mesías” en Palacio.