Sin pelos en la lengua, el poeta Juan Manuel Corbera, no se calla nada en está entrevista. De paso por nuestro país, Corbera viene organizando varios eventos difundiendo este nuevo formato de poesía oralizada “poetry slam” o “duelos poéticos” tan de moda en varios países como Argentina, España o Estados Unidos.
¿En qué consiste el Poetry Slam o Slam de Poesía?
Es un formato de la poesía oralizada, es decir, una forma distinta de presentar la oralización de la poesía, cambiar un poco el recital de poesía tradicional. El slam se basa en llevar el poema a lo performático bajo la dinámica de una competencia simbólica. Son aproximadamente dos o tres decenas de poetas con unos tres minutos para recitar un solo poema. Luego un grupo de jurados pone una puntuación y decide quién gana, aunque a veces ni siquiera hay un ganador o el mismo público es el jurado.
¿Cuáles son las normas de un poetry slam, y quién puede participar?
Las normas varían según la región, los tiempos o quién lo organice. Suelen seguirse tres reglas muy básicas que tratan de asegurar una competencia más o menos justa entre todos los participantes.
Primero, todos de pie y solo disponiendo del cuerpo y la voz, nada de mesas de lectura que te protegen y alejan tan cómodamente del público. Segundo, texto propio, más que nada para evitar la injusticia de tener que competir contra Vallejo. Tercero, tienes solo tres minutos para decir lo que tengas que decir, así los que organizamos podemos controlar los tiempos de decenas de poetas por noche, y los participantes se encuentran en igualdad de condiciones, al menos en lo temporal. Puede participar cualquiera que se inscriba hasta llenar los cupos disponibles. Eso es en el slam abierto, que es lo que más se hace.
Cuéntanos, una experiencia bizarra que has visto en estos duelos…
Los slams siempre son experiencias bizarras y variopintas, no sabes qué va a pasar porque son muchos poetas dando lo mejor de sí en solo tres minutos. Encuentras un lindo contraste en toda esa diversidad. Pero si me preguntas por una experiencia en particular se me viene a la mente la reciente segunda fecha del Slam de Poesía Oral que organizamos en Barranco con el colectivo audiovisual Reporteros Infiltra2. Por una serie de motivos, todos ajenos a nosotros, en medio de la fecha tuvimos que salir de tres bares distintos. Una masa de más de setenta personas nos movíamos de bar en bar no pudiendo encontrar un espacio propicio para que el evento siga. En un punto Efraín Altamirano, gestor cultural de gran trayectoria y jurado de esa noche, dijo: “¿Y si tomamos la plaza?” Todos nos miramos como dudando, pero de pronto nos encontramos caminando entusiasmados. Terminamos en efecto subiéndonos a la pérgola del Parque Municipal de Barranco a continuar el slam, sin micrófonos pero con mucha energía y apoyo, de parte del público y de los participantes. Yo estaba como presentador esa fecha así que fue bastante especial para mí encontrar esa respuesta en todos los presentes y terminando hasta interviniendo el espacio público, llevándole la poesía a los que estaban paseando por Barranco un sábado en la noche.
¿Cuándo fue tu primer acercamiento con este formato y por qué crees que ha llegado a pegar?
Mi primer acercamiento fue en Buenos Aires, donde vivo hace unos años. Allí el slam ya tuvo su boom y creo que sería correcto decir que la movida del slam está plenamente asentada en Argentina. Hay slams en Córdoba, Rosario, Santa Fe, Chaco, Salta, y en varias provincias más, además, solo en la capital hay slams en el conurbano bonoaerense que se conocen y enfrentan, y dentro de la Ciudad Autónoma conviven por lo menos unos cuatro o cinco. Así que para alguien que está dentro del ambiente de la poesía es algo muy común tener contacto con toda la movida del slam. Yo lo conocí y participé en algunos a partir del 2013, 2014. Luego tuve la oportunidad de organizar un par y ganar uno. Siempre pensé que pegaba mucho porque rompe con la dinámica clásica con la que se presenta la poesía, hace que no solo veas a un lado cuando alguien lee un poema sino que mires a quién lo recita y también te transmita algo con el acto mismo de recitarlo. El slam obliga a que los poetas se paren en un escenario y den más que solo lo que entra en el papel. Aquí era natural y necesario que llegue y empiece a transformar, la gente nota que es algo nuevo, potente y accesible, por eso pega. Tendrían que vivir un slam y sacar cada uno sus propias conclusiones, uno se divierte y emociona y sorprende, te quedas con ganas de que siga.
¿Cómo nació la idea de organizar eventos de poetry slam en el Perú?
Antes ya le había hablado a varios poetas de acá sobre el slam, de todo lo positivo que trae consigo, que masifica, que incentiva el ponerle el cuerpo a la poesía, que se reproduce y llega a más público, y sobre todo a uno un tanto ajeno al formato tradicional de recital. Pero nunca nadie lo había hecho acá y siempre es difícil traer un concepto como ese a un ámbito tan endogámico como el de la poesía local, donde se tiene el hábito de ver al poeta como se lo veía en el siglo XIX: bohemio, distante, inspirado por las musas… Nada más alejado de la realidad. Por eso, cuando los Reporteros Infiltra2 tuvieron la osadía hermosa de organizar uno, le escribí a Karen Chávez para consultarle cómo lo andaban pensando. Ellos son un grupo de trabajo muy animoso y con un talento bárbaro, pero tenían una carencia: solo conocían el slam por lo que habían encontrado en internet. La información en la red, tanto en videos como en escritos y sitios dedicados al slam es vasta, pero insuficiente si uno quiere organizar uno. Les pude responder algunas inquietudes y sugerir uno que otro cambio para que el slam llegue a Lima con fuerza. Pude también hablar con mi amigo, el gran poeta, místico y performer, David Novoa, para que sea el presentador de la primera fecha; asimismo los apoyé con la difusión y en charlar con algunos compañeros poetas con ya una trayectoria larga, como para que se enteren de esta movida, que les llegue la idea, y de no participar, que al menos asistan y le presten atención. Ya para la segunda fecha yo estuve en Lima y me tocó hacer de presentador, como te contaba antes. Ahora con el Bar Zela tenemos la proyección de hacer más eventos como este, empezando por este jueves 11.
En el poetry slam, está permitido todo, sin embargo, algunos críticos dicen que la poesía debe revestir de cierta seriedad, y que por lo mismo, no puede ser calificada tan superficialmente, ¿Crees que este formato vulnera la esencia de la poesía?
¿Y qué o cuál es la esencia de la poesía? Yo no creo que haya una. Lo único que existe son los poemas, o lo que cada uno considere un poema. La poesía es una rama del arte cuya sustancia son las palabras y su forma suele ser el verso. En el slam se rompe con la idea de la mitificación del poeta, se lo baja a tierra, es uno de nosotros, cualquiera de nosotros, y como todos, tiene algo que decir. Si eso lo reviste de seriedad, bien, si no, también: la seriedad no te asegura que un poema te toque y te haga sentir algo. La calificación en el slam es lo menos importante, no me parece que se le tenga que tomar tan en serio, nadie tiene la verdad última sobre qué es mejor o peor en un poema, así que la idea es usar la competencia como una excusa, tomar toda la experiencia del slam como un juego, si quieres. Una vez Ignacio Perini, director de la revista Bardo, me dijo algo así como que “la poesía es una forma de transmitir a través de la palabra, y si transmite, el marco es anecdótico”. Espero estar parafraseándolo bien, pero me parece que esa frase engloba todo este debate de si el slam es o no es poesía, que en Argentina siento que ya está más o menos superado.
¿Qué opinas sobre el uso de las mesas de lectura de poesía en los recitales?, ¿Crees que este formato tradicional estatiza la oralidad de la poesía?
Creo que como gestor cultural he tratado de tender puentes con lo que yo veo y aprecio de Buenos Aires y Lima, por eso con Escrituras Indie hemos hecho ya una serie de recitales tanto allá como acá, donde mostramos la producción de los dos lugares. La idea siempre es enriquecer la movida artística y que nos conozcamos como productores de arte contemporáneo. Tengo una crítica muy fuerte al uso de las mesas de lectura aquí, creo sinceramente que son el cáncer de la poesía oralizada en el Perú. Los poetas locales se han escudado durante demasiado tiempo detrás de las mesas de lectura. Es hora de que cualquiera pueda subirse a un escenario y recitar, de que se renueve la escena. Traer el slam al Perú es mi aporte a ello, pero su sola existencia no nos garantiza que el gran espectro de poetas que ya se han curtido en el formato tradicional se una a esta revolución.
¿Algún evento de poetry slam que estés organizando últimamente? Cuéntanos…
Por supuesto, el jueves 11, a partir de las 8:30 pm, en el Bar Zela, en plena Plaza San Martín, vamos a llevar a cabo el “Duelo Poético” una fecha de slam en la que participarán algunos de los mejores poetas de la movida local. Recitarán veinte poetas en dos rondas, salen diez en la primera, quedan cinco en la segunda. Serán elegidos cinco jurados en el mismo evento, cada uno con la capacidad de otorgar cero, uno o dos puntos a cada poeta. El ganador o ganadora de la fecha tendrá como premio un pack de publicaciones independientes de Perú y Argentina. Si todo sale bien, pronto estaremos organizando ligas y campeonatos más grandes, que los distintos slams se enfrenten entre sí y haya fechas solo de los campeones. En México, Brasil y Argentina el slam hace años que tiene un público en crecimiento, y mueve tanta gente que recibe apoyo estatal, algo aún impensable en un país como el nuestro. Por el momento, al hacer todo esto, yo busco que el slam y la poesía, y la movida de la literatura en general, crezcan y se reproduzcan. El primer paso es que todos experimenten lo nuevo, esperamos que este esfuerzo contribuya a tal fin.