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Literatura

José Rosas Ribeyro “Santiago Roncagliolo me dijo: estoy haciendo un guión sobre Javier Heraud, y no tengo ni idea quién es Javier Heraud”

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JOSÉ ROSAS RIBEYRO

“Santiago Roncagliolo me dijo: estoy haciendo un guión sobre Javier Heraud, y no tengo ni idea quién es Javier Heraud”

Entrevista Luis Chávez A.

Comencé a morir el cinco de marzo. Yo nací un cinco de marzo, y eso es estrictamente cierto, porque todo el mundo empieza a morir el día de su nacimiento. Te imaginas si es que fuéramos eternos; qué aburrimiento.

Por un instante, al oírle hablar así, me acordé que Jorge “Veguita” el librero más querido de Lima, que hoy no respira más el aire turbio de este mundo, decía: “La eternidad debe ser más aburrida que la puta madre”.

José Rosas Ribeyro piensa lo mismo al decir eso, y al escribirlo en su poemario “Contemplaciones” (Apuntes de un sobreviviente),  recientemente presentado a su paso por Lima, solo nos hace la más pura y esencial revelación de que somos todo y nada, vida y muerte, y sobre todo, más cuerpo que espíritu, porque eso sí, a la hora de escribir los versos, necesariamente tendrá que estar en un estado particular.

Luego de visitar a los amigos dejados en el tiempo limeño, Rosas Ribeyro en el fragor de la tertulia, nos habló de su pena de muerte que obviamente no se ejecutó, de su deportación en el gobierno militar de Juan Velasco Alvarado, de su paso por el movimiento infrarrealista de México, y del bendecido Octavio Paz. Así como de su amistad con el desaparecido Roberto Bolaño, y su experiencia en la revista Marka, tanto como la maldición de los Ribeyro…en la que Julio Ramón le reveló sus impresiones en algún momento.

–          Háblanos de tu último poemario Contemplaciones. ¿Por qué, apuntes de un sobreviviente?

Porque como se ve en la foto que puse al comienzo del libro, estoy allí con tres personajes, Roberto Bolaño, Mario Santiago (Papasquiaro) y Cuauhtémoc Méndez, tres de los poetas que eran del movimiento infrarrealista en México, bueno, Roberto Bolaño chileno, pero formaba parte de ese grupo. Y un día me di cuenta al ver esa foto, y me digo, pucha Roberto está muerto, Cuauhtémoc está muerto, y yo soy el único sobreviviente, entonces creo que ahí quedó lo del sobreviviente. Soy el único sobreviviente de esta amistad con estos tres cuates. Y después hay otras cosas, pues, soy sobreviviente también de una pena de muerte que me puso el ejército de Liberación Nacional, por indisciplina, cuando hacía mi preparación para ser guerrillero, y nunca me fusilaron, pero el hecho formal es que se me condenó a muerte. Y soy sobreviviente de una “ahogada” cuando tenía doce años, donde casi muero.

–          En el poemario también veo que hay prosas que al parecer han estado guardadas para enfriar a través de tus años, en el que reflexionas sobre la vida, y en especial reivindicas al “cuerpo” como instrumento de vida.

Yo parto de la teoría de que toda la literatura es cuerpo. Es decir, que sin cuerpo no hay literatura, ahora, hay quienes dicen que no. La vez pasada cuando publiqué la novela País sin nombre, yo decía que una novela no es más que una confrontación de cuerpos, y no puedo escribir fuera del cuerpo, porque es lo único que tengo, porque yo no soy creyente, y no creo en espíritus, en las almas, ni nada; y lo único que tengo en esta vida, y por lo cual estoy vivo; es el cuerpo, y un día se muere el cuerpo, y desparezco yo. Y estos apuntes son los apuntes de este cuerpo en diferentes estados, sobre la vida, sobre el cuerpo, y mucho sobre la muerte, ahora hace un momento me llamó una periodista y me dijo: oye José, lo acabo de leer, y ¡no te mueras ah! Porque en tu libro hay mucha muerte.

–          Mucha muerte pero que está llena de vida

Sí, es una muerte llena de vida. Cuando dice: “comencé a morir el cinco de marzo” yo nací un cinco de marzo, y eso es estrictamente cierto, porque todo el mundo empieza a morir el día de su nacimiento, y yo tengo la teoría que dice que cuando hay una mujer que pare, da vida, yo digo que no, que se da muerte. Y justamente porque tenemos la muerte es que pues, vivimos, sino, te imaginas si es que fuéramos eternos; qué aburrimiento.

–          ¿Eres un escritor que escribe poesía, o eres un poeta que  escribe narrativa? ¿Crees en esas clasificaciones?

No. Yo escribo lo que convenga con el momento. La única diferencia que yo haría, es que quizá al escribir poesía, hay una mayor preocupación por la música, por el ritmo interno del texto, y de la misma manera que puedo escribir una crónica, o narrativa directamente, necesito un poco de disciplina y sentarme enfrente de la computadora, y ya está. Por el contrario, no puedo ser así para escribir este tipo de texto, y tengo que estar en un estado particular.

–          La deportación que sufriste en la época del general Velasco Alvarado ¿te hizo un bien? Pues luego pudiste viajar mucho.

Lo que no mata engorda, decían los antiguos, y es evidente que es negativo que un día te cojan del trabajo y te metan en una…y no sabes si te van a matar, y pasas unos días preso, pues hasta el día de hoy considero que ha sido uno de los momentos más horribles de mi vida, y si me condenaran a diez o quince años de prisión, no sé qué hago, me muero, o me suicido,  pero yo pasé diez días y fueron insoportables. Después te echan, y vas a un país, y caes bien, porque es el país que querías llegar, dónde tenías algunos amigos, etc. entonces finalmente no hay mal que por bien no venga, porque después te llegan cosas, y sin la deportación, probablemente nunca hubiera encontrado a esta gente, y mi vida no hubiera sido igual, y no sé si me hubiera ido a Europa.

–          Los infrarrealistas de tu época decían que tenían que volarle la tapa de los sesos a la cultura oficial, y eran contestatarios y algo iconoclastas, ¿Crees que ha sido un fracaso para los jóvenes poetas y narradores de los sesentas o setentas que buscaban revertir el sistema desde el punto de vista político?

Desde el punto de vista político no. Porque desde ese punto de vista, todo ha sido una desgracia, toda la izquierda de América latina en esa época fue muy bonito, y nadie te quita lo bailado.

–          Porque fue una moda.  

Y claro, porque había algo que seguía interesando a los jóvenes, porque había vida, era intenso, había joda, había calle, había todo. Y eso no está mal, pero políticamente fue una desgracia, y el resultado es lo que pasa hoy, pero eso no quiere decir que no haya habido cosas positivas. De hecho, hoy día el mundo literario peruano no es el mismo que era cuando yo era chico, porque era un mundo de cuatro gatos, cuatro personas, y nadie entraba a ese mundo. Y ahora se ha abierto, ahora hay miles de poetas, de todas partes, que vienen de todo sitio, y en México igual, cuando antes del infrarrealismo, había unos pequeños grupitos de poetas alrededor de un mandarín, de un Papa, Octavio Paz, o fulanito, o sultanito, y se acabó. Y a partir del infrarrealismo, ya era toda una corriente, toda una serie de jóvenes; yo he ido a México a participar con dos infrarrealistas en las afueras, en una de esas ciudades enormes y muy populares, y hay  toda una cantidad de gente que te recibe, ¡pucha los infrarrealistas! Y no sé qué, y todos quieren escribir, hacen talleres de poesía, y todo el rollo,  y eso que decía Lautréamont “La poesía puede ser hecha por todos” y por eso los recitales de poesía no tienen  por qué ser cosa de niños “bien” en sus pequeños salones, sino que pueden salir a otros lugares.

–          Y hablando de Octavio Paz, en esa época, ustedes detestaban su imagen, ¿llegaron a  sabotear algún evento de él?

Allí hay diferentes cosas, porque yo siempre he respetado a Octavio Paz, y me parece uno de los más grandes ensayistas de América latina, y pueden decir lo que sea sobre su posición, pero como ensayista tiene libros absolutamente fundamentales, y el libro sobre Sor Juana Inés de La Cruz, es una maravilla absoluta; “Los hijos del Limo” sobre la poesía contemporánea, o sea, la tradición y la ruptura en la poesía, es magnífico, y como poeta; nunca me gustó demasiado, salvo sus poemas largos, tiene unos largos que son bastante buenos. Entonces, yo nunca detesté a Paz, pero ellos detestaban a Paz porque lo habían sufrido, y lo sufrían en la medida de que ellos no venían, ni estaban en la mafia, y si no estás en su pequeña mafia, en fin. Aunque Octavio Paz, yo creo que tenía valores, pero estaba rodeado de una mafia de mediocres y aduladores, y esos no dejaban entrar a nadie, y entonces Mario Santiago, alguna vez fue a una lectura de Octavio Paz, y Paz leía, y entonces él (Santiago) se levanta con sus propios versos y se pone a leer a gritos al mismo tiempo que Octavio Paz.

–          Era todo un provocador

Y por eso lo sacaron a patadas y le rompieron una pierna. Y Bolaño, era menos; él hablaba mal de Paz y todo, pero también lo admiraba, y cuando se fue a España, ya comenzó a reivindicar a Paz, etc.  El personaje además tampoco ha sido lo más abominable que hay en el mundo, por todas partes hay peores que Octavio Paz.

–          ¿Algo muy singular o entrañable que puedas recordar de Roberto Bolaño, en el grupo que ustedes conformaban?

Mira, en realidad fue una imagen. Cuando yo llegué, todos eran poetas inéditos, pero ahí se las había arreglado Roberto para hacer una pequeña publicación, y entonces sacó una pequeña plaqueta que se llama Reinventar del amor, creo. Y entonces, vamos a la imprenta, y no puedo olvidarme la escena cuando sale de allí con sus plaquetas en la mano saltando como un niño, y me agarra de los brazos, y allí me escribe una dedicatoria, pues yo tengo un ejemplar de Reinventar el amor con un texto de él muy extraño que se pone a escribir, y algún día lo publicaré, y no es exactamente una dedicatoria para fulanito de tal, pues, él se puso a escribir un texto así raro sobre mí, y eso no lo olvidaré porque parece ahí un niño, y estaba tan feliz, y allí me di cuenta de la diferencia que había entre Roberto Bolaño  y este otro Mario Santiago. Roberto Bolaño empezaba una carrera literaria, y la rebeldía, y la oposición a todo; era para hacer una carrera literaria, y el otro, Mario Santiago, también era la rebeldía,  pero para autodestruirse.

–          Bolaño se fue a Europa y le fue muy bien

Sí, además siempre quiso publicar, mientras que el otro no quería publicar, no quería hacer nada, casi lo forzaban, y se perdían los poemas.

–          Hablando de las anécdotas que nos cuentas, ¿tienes un diario personal?

Así es, desde 1977 tengo un diario. Cuando llegué a París, y estaba jodido, éste me permitió sobrevivir porque me daba cierta distancia frente a las cosas, porque estaba muy deprimido, de repente yo creí que sabía el francés, y no entendía nada, y entonces este diario comenzó a volverse una especie de manía, y eso es lo que necesitas, plasmar allí, y en el fondo un diario es un poco absurdo, porque es como reproducir la vida en el papel. Pero para mi ha sido fundamental para poder existir, y sigue ahí, aumentando el volumen. Preparé también dos volúmenes como para publicarlos, corrigiéndolos, etc., porque hay ciertas normas frente a un diario, no se puede traicionar por ejemplo, corregir todo, y si dijiste fulano de tal es una mierda, y después dices, no era tan mierda, pero pones fulano de tal es formidable; y eso es traicionar, y no se puede hacer eso, porque si antes lo pusiste, y después diez años después ya no lo crees, pero tiene que aparecer que fulano es una mierda, sino no tiene sentido. Por eso que en el diario de Ribeyro dice que yo soy una mierda, en algún momento “este sobrino es un cabrón”, y Oscar Málaga también dice horrores. Y el diario es eso, pero yo quisiera publicarlo, pero ¿quién me publica un diario?

–          Pero, Ribeyro lo hizo.

Sí, claro. Ha publicado tres, y son once volúmenes de diario inéditos que están atracados, y no se pueden publicar, porque la familia se opone, la mujer sobre todo.

–          Como no lo hizo la María Kodama viuda de Borges.

Se supone que no lo tiene ni la mujer, ni el hijo, porque si no lo queman. Y a mí me dijo Julio Ramón, que se lo había encargado a una persona.

–          Y la experiencia de Estación Reunida, ¿crees que marcó el quehacer literario de los setentas?

Ahora si nos fuimos a la prehistoria (risas). Bueno, allí publicó por primera vez José Watanabe, y hoy Watanabe es un poeta muy reconocido, también lo hizo Tulio Mora, que también es más o menos reconocido, publicó Elqui Burgos, entre otros. En ese sentido sirvió para algo, y yo impulso a lo que llamo el segundo aliento de la generación del 68, porque yo no creo en eso de que haya generación del 60 y 70, sino un solo grupo como el del 68, más o menos como ha hecho Flores Galindo para la historia, y las ciencias sociales.  Él habla de una generación del 68, y no veo por qué ese tema no sería aplicable a la literatura, porque es exactamente lo mismo. Entonces hubo el grupo de Heraud, Cisneros, y Hernández, y allí viene una nueva ola, y en esa ola sale primero Estación Reunida. El problema es que Estación Reunida no quiere ser grupo, y casi se diluye, y entonces viene Hora Zero, y ellos se llevan las banderas, porque si hacen grupo, y se ponen parricidas, nosotros (Estación Reunida) nunca quisimos ser parricidas con nadie.

 

–          Hicieron mucho ruido entonces.

Sí, claro. Y nosotros no hicimos ruido, porque nuestra intención era otra, Estación Reunida era mucho más política, además, por algo estaba financiada por Cuba.

–          ¿Y tu paso por la revista Marka?

–          Te causó los problemas que ya todos sabemos.

Sí. Era un lío también todo eso.  Yo llegué a la revista Marka porque me llevó Leoncio Bueno, y Jorge Flores Lama, un ingeniero buena gente que era el que la dirigía, era muy amigo de Leoncio.

–          Que hoy increíblemente recibe una pensión de algo de 250 soles.

Increíble eso con Leoncio. Entonces Flores Lama, le dijo a Leoncio que se encargara de la sección de cultura, y éste salió con que era un obrero, y que no es así. Y algo de cierto tiene eso, y al mismo tiempo es un excelente poeta. Entonces Leoncio le dice a Flores Lama, –yo te voy a traer a alguien—entonces me busca y me dice –José, tú eres el hombre—eres un jodido para esto—entonces me lleva, y Jorge Flores lo que dijera Leoncio lo aceptaba, porque le tenía una adoración. Y así entré yo a trabajar ahí, como un pelo que cae en la sopa, con gente que nunca había visto, como Humberto Campodónico, que era el que ponía la plata, que tenía estas ediciones Horizonte, y entonces comenzaron hacerme la vida imposible, puesto que iba a ser una revista con fuerte presencia de cultura, y yo tenía la responsabilidad de 4 o 5 páginas, cada quince días, pero tenía que pelearme para que me dejen una o dos páginas, porque con la política invadían todo, y faltaba espacio, y como yo era minoritario y había votado en contra en el consejo de redacción cuando se fundó la revista para escribir el editorial de fundación, y la mayoría planteó un apoyo crítico al gobierno, y entonces votaron por el apoyo crítico, y yo voté en contra, y dije critica sí, ¿por qué vamos a poner apoyo?, critiquemos, y si está mal, no me caso, y nadie me obliga, y todos trataron de sobrevivir, pero igual los echaron a todos, porque la deportación les llegó a todos. Yo era muy joven, tenía 25 años, pero fue bastante difícil, porque cada quince días había unas peleas para tratar de mantener mi página.

–          José Miguel Oviedo te antologó en “Estos trece”. Dime ¿Cómo se gestó la antología?

Mira, yo nunca hablé con Oviedo en mi vida, salvo, hace unos años en París que encontré a un Oviedo viejo que arrastraba los pies, pero en aquella época de la antología nunca hablé con Oviedo,  pero no sé exactamente como fue, porque Oviedo tuvo esa idea, aunque creo que fue Mirko Lauer y su gente, pero la idea estaba simpática, y Oviedo no conocía a nadie, salvo a Abelardo Sánchez León, que era de buena familia, entonces a él si lo conocía, y quizá a Cillóniz también, y tampoco conocía a los salvajes de Hora zero, pero sin embargo trabajó con Jorge Pimentel, que era algo increíble. Y un buen día me llegó la noticia, y mandé los poemas, y luego envió un cuestionario, y mandé a la mierda diciendo que yo no respondía ese cuestionario, porque era infantil, y nos trataba como niños, con preguntas ¿cómo hace usted deporte? -¿tiene algún hobbie?, etc. y algunos respondieron, y Balo Sánchez León respondió: -sí, yo nado- y quiso hacerlo bien a la americana con esas preguntas ingenuas, pero yo me negué, de esa gran boludez.

–          Y hablando de boludeces. En Biarritz, esa ciudad al suroeste de París, te encontraste con Santiago Roncagliolo, y te dijo que él pensaba que los poetas sesenteros no eran “folladores” y que Javier Heraud había muerto virgen. 

Mira, él (Santiago) estaba escribiendo un guión para una película sobre Javier Heraud, y no tenía la menor idea de quién era Heraud. Y él estaba invitado a un festival de cine, y de cultura latinoamericana, y entonces nos encontramos con Santiago, a quien yo no conocía particularmente, y al salir nos fuimos a conversar y a tomar unas cervezas hasta tarde, y entre conversa y conversa, le pregunto qué estás haciendo ahora, y me dice: estoy haciendo un guión sobre Javier Heraud, y no tengo ni idea quién es Javier Heraud, pero me han encargado el guión y he comenzado a averiguar. Y a quién has encontrado- le dije- a Arturo Corcuera y a Hildebrando Pérez, y le dije: trata de ver a otros también, porque ahí estás viendo a todos los viudos, pero también anda a ver a Rodolfo Hinostroza que tiene otra versión, porque él estuvo en Cuba con Javier Heraud; y admitió que no tenía idea de que Hinostroza había estado en Cuba con Heraud, y allí me dijo: -oye, yo creo que estos poetas del sesenta no cachaban– y por qué dices eso le pregunté, -por Heraud- respondió. Y le admití lo que yo pensaba sinceramente, -mira, yo creo que era homosexual- pero eso no me ha dicho Corcuera- (insistió Santiago)  y le dije – y si Corcuera sabía que era homosexual, tampoco te lo diría, y menos Hildebrando- -pero tenía una noviecita- insistía –sí le dije, una noviecita para ir de la manito, pero no creo que para más. Y la verdad, luego no se qué fue de ese guión, y si puso algo de esa conversa, que fue un poco extraña.

–          José tienes un hijo al que le gusta más la matemática que la literatura.  

Mira, él ya tiene dieciocho y sí lee, pero su locura son las matemáticas, y también ha habido poetas que han sido matemáticos, en Francia hay un gran poeta que es matemático Jacques Roubaud, y quizá por allí podrá llegar algún día.

–          ¿Qué pasa con la prensa local con respecto a tu nombre, es una maldición llamarse JRR?

Me dio una rabia cuando vi eso, y lo puse en el facebook. Y de repente me acordé cuando un día conversaba con Julio Ramón Ribeyro en  París, y hablando de sus ediciones que habían sido siempre una porquería, y habían salido horribles, llena de errores, y entonces él me dice: es la maldición de los Ribeyro en la literatura peruana.

–          ¿Y lo has tomado deportivamente que te llamen José Ruiz Rosas?

Sí, porque dije mi pobre hígado va a sufrir por esto, y creo que sí, es la maldición de los Ribeyro, porque en verdad somos tres Ribeyro afectados por la maldición. Uno fue Julio Ramón, que publicó mal, las ediciones llenas de faltas, incluso hubo edición que hizo Scorza, que fue una desgracia, pues le faltaban páginas, toda una desgracia. Y yo tuve otro tío que se llamó Eduardo Ribeyro, que quiso ser cuentista toda su vida, y fracasó rotundamente, y se le cerraron todas las puertas, era periodista, trabajaba en La Crónica, y publicó un par de libritos por ahí, que nunca nadie le hizo caso, y se murió hace poco.  El otro día encontré no sé adónde, una antología de cuentos peruanos, y noté que le habían antologado; si él hubiera sabido eso, creo que renace, porque el pobre hombre fracasó absolutamente en la literatura, pues, nunca nadie le hizo caso, y ese es otro Ribeyro, y allí en esa antología le ponen un cuento. Y el otro Ribeyro pues, soy yo, que me cambian el nombre, y las cosas que pasan el jueves, la anuncian el viernes, y así me pasa siempre.

–          ¿Qué opinas de la movida cultural limeña, crees que ha crecido?

Mira, a mí lo que más me choca de todo esto es que en los años setenta cuando alguien leía, todos estábamos allí, y nos quedábamos, y había un dialogo. Ahora, haces una lectura, y no va casi nadie, no va ningún poeta, y si van, escuchan, y después se mandan a mudar. A mí me llamó mucho la atención eso. Yo participé en la sala Alcedo, había un festival de poesía, que ya no sé si se hace, donde estaban invitados cantidad de poetas, y vi que llegaban algunos poetas, y leía uno, y ya está, y se iba. Y ahí debo reconocer que el único que se quedó para escuchar a cuatro o cinco poetas, fue Arturo Corcuera. Pero ya no hay un espíritu pues, y en eso debo reconocerle a Hora zero, porque yo soy amigo de Hora zero, aunque muchos creen que no, y reconozco cosas que hicieron ellos, de llenar el auditorio de la Biblioteca Nacional para lectura de poesía, más de doscientas y tantas personas, que estaban allí, y que venían, y los otros poetas venían, y estábamos todos, y aquí, y el otro, y nos escuchábamos unos a los otros, y nos interesaba lo que hacían los otros. Ahora, aquí a nadie le interesa lo que hace el otro, es una especie de incomunicación; claro que hay muchos más lugares para la cultura, que en lo que había en el setenta que no había nada, o casi nada, pero ahora todo el mundo anda incomunicado, es una especie de individualismo, pero exacerbado, porque yo también  soy individualista, pero les falta interés sobre lo que hacen los demás, y eso es algo que me choca bastante.

–          Sobre tu próximo proyecto “No recomendado para señoritas” ¿está en gestación?

Eso sí, está en gestación, por eso va a dejar de ser señorita (risas).

–          ¿Y el erotismo va a jugar un papel importante?

Sí, hay algunas cosas que son medio eróticas, pero tampoco hay que esperarse que sea un libro erótico, el título es un poco provocador, hay un cuento que se llama “La hija del diablo” que tiene bastaste erotismo, es una mujer que cuenta su historia sexual, son relatos en forma de monólogos, algunos, y hay otra historia: “Salir de pobre” que es una jovenzuela que se casa con un hombre mayor, y termina matándolo para cobrar su seguro, y cosas así, y están basadas en historias reales, porque yo no tengo imaginación para escribir cien por ciento ficción, y en este libro me he basado en historias de mujeres que me tienen confianza y me cuentan sus historias, y las utilizo para escribirlas. Por ejemplo, una cosa que publiqué, hice una experiencia que no había hecho nunca, publiqué una crónica sobre una aventura en Berlín, cuando me metieron preso en el muro de Berlín, era una historia muy particular, y la publiqué  en El hablador, creo que fue mi primera colaboración allí, en tipo de crónica, contando como pasaron las cosas; y aquí en el libro, lo transformo en un monólogo, porque ya no soy yo el que narra, la que narra es la chica de la historia, y se llama “El ponja y la fea” , el ponja, porque es un antiguo narrador que se llama Toshihico, que es el personaje; y la fea, que es una peruana que vivía en París, y que estaba haciendo estudios de germanística, pero no conocía nada de alemán, y nos metió en un lío del carajo en Alemania, y terminamos todos presos. Esa es la historia real, y a partir de allí yo me meto en la cabeza de ella, para que sea la que cuente su versión. Y después hay cuatro partes sobre la madre, es un hijo que habla sobre ella, en cuatro momentos de la vida, el nacimiento, la adolescencia, el resto, y la muerte.

 

–          El ministro de Comercio Exterior José Luis Silva afirma que se marketea bastante al Perú en Francia. ¿Qué de cierto es? ya que tú radicas por allí

Mira, en mi ausencia salió la revista aquella Vogue, sobre el Perú, y esta revista se vende mucho, y está en ciertos círculos, pero luego pasa por las peluquerías, en el consultorio del doctor, pero por lo general es una revista de modas, para pitucos. Pero aparte de eso, no sé dónde está lo que se marketea al Perú en Francia, dime ¿en dónde?

–          Los medios hablan de Perú en Francia.

¿De Perú? Perú no existe. El Perú hace años que no existe para nada. El Perú después de Sendero Luminoso, dejó de existir en Francia, o sea se supone que ahora la Marca Perú es Sendero Luminoso, pero ahora nadie habla del Perú.

 

–          ¿A qué huele París?

Me preguntas a qué huele París…ummm. Mira, París no tiene olor, es una ciudad sin olor, es una ciudad que le falta un poco de vida también, aunque antes olía un poco a mierda, porque había mucha mierda de perros, pero ahora toda la gente tiene que llevar su bolsita a la hora de salir con sus mascotas. Pero es muy difícil decir a qué huele París hoy día. En primavera huele porque florecen los arboles, como en el tango: “florecen las plantas, un himno a la vida” como dice lo que cantaba Gardel.

–          ¿Y Lima, a qué huele Lima?

No sé. Antes olía a meado, en todo caso he estado mucho en Miraflores, y allí los camiones pasan con manguera y limpian las calles por las noches, pero en otros lugares sigue oliendo a meado, pero aparte de eso, huele a fritanga, a pollo a la brasa, hay mucha fritura, Lima tiene cierto olor, y en ese sentido tiene una cierta vida a través de ese olor, ahora si pudiera ser más agradable que el de los escapes de las combis.

–          ¿Cuándo te tenemos de vuelta por el Perú?

El próximo año quizás, porque he decidido vengarme del Perú, viniendo cada vez y publicar un libro. Y me falta corregir, pero me falta dos; una historia que es la de un transexual, y la otra que es la historia de una prostituta que era escritora, que se basa en hechos reales, y estoy en esas dos que tengo que terminar, y luego ya podré publicar, y vendré a martirizar al pueblo peruano con mi literatura. Y después tengo que escribir el libro sobre México, y los infrarrealistas.

–          Mucha gente lo está pidiendo

Allí tengo cosas inéditas y algunas fotos inéditas, y tengo hasta el título, pero aún se me queda porque hasta ahora no lo he publicado, y últimamente se me ha ocurrido otra historia que ya tiene titulo también, que se va llamar “La verdadera historia de Pepito Ramos” que habla sobre la historia de un niño en Lima.

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Literatura

“Controversia”, un cuento de Giovanna Gutierrez Narrea

Un triangulo amoroso en medio de próximo casamiento.

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Por Giovanna Gutierrez Narrea

6:00 a.m. (riiin, riiin, riiin)

_ Aló

_ Hola, ¿eres Iván?

_ Sí, ¿quién habla?

_ Soy, José Carlos, el novio de karla.

_ ¿El novio de Karla? ¿Es una broma?

_ No es broma. Te llamo porque he visto en su celular que la llamas y le escribes, y quiero hacerte unas preguntas.

_ Uff…, está bien, pero antes respóndeme: ¿desde cuándo estás con ella y de dónde la conoces?

_ Estamos desde el 2022 y trabajamos juntos en la misma oficina.

_ Mmm…, bueno, pregúntame ahora.

_ Te preguntaba, ¿por qué la llamas tanto y escribes mensajes?

_ Lo hago, porque hasta donde yo sé, somos pareja, desde el 2022, también. En todo caso, creo que es a ella a quien le tendrías que preguntar.

_ Karla y yo nos vamos a casar. Así que, por favor, ya no te entrometas en mi relación.

_ Eso dícelo a ella. No soy yo quien está en falta.

_ No entiendo por qué me engañó contigo si a mi lado tiene  amor, comprensión, detalles, sexo. Por favor, ya no la busques.

Lee el cuento completo aquí https://cuentroversia.blogspot.com/2024/05/alo-ivan-600-a.html

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Literatura

23 de abril, Día Internacional del Libro, ¿por qué se celebra en esa fecha?

En ese día, a nivel mundial, también se conmemora el Derecho de Autor.

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Leer o no leer, he ahí el dilema. Cada 23 de abril el mundo celebra el Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor, una fecha que destaca la importancia de la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual.

Esta conmemoración encarna el esfuerzo colectivo por promover el libro como pilar fundamental de la cultura y el progreso social. Además, durante esta fecha, distintas organizaciones buscan instruir a las personas sobre los derechos de autor, fundamentales para asegurar que los creadores reciban el reconocimiento y los beneficios económicos por sus obras.

El Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor tiene su origen en una iniciativa de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) que se remonta a 1995.

La UNESCO promueve esta jornada no solo como un acto de celebración sino también como un llamado a la acción para que gobiernos, instituciones educativas, bibliotecas, grupos culturales, autores y editores trabajen de manera conjunta en pro de la difusión del libro y la defensa de la propiedad intelectual.

23 de abril, la fecha elegida

La elección de esta fecha se debe a varios acontecimientos históricos relacionados con la literatura que coinciden en este día. El 23 de abril de 1616 murieron tres grandes escritores: Miguel de CervantesWilliam Shakespeare y Garcilaso de la Vega, aunque cabe mencionar que las fechas no son exactamente contemporáneas debido a la diferencia entre los calendarios juliano y gregoriano. Además, la fecha también coincide con el nacimiento o fallecimiento de otros destacados autores en diferentes años.

La celebración tiene como propósito principal incentivar a las personas a descubrir el placer de la lectura y respetar la invaluable contribución de los autores a la cultura y al progreso social.

La decisión de trasladar la Fiesta del Libro al 23 de abril de manera definitiva se tomó en España en 1930. La propuesta fue iniciativa del escritor valenciano Vicente Clavel Andrés, quien sugirió establecer una fecha específica para celebrar y fomentar la lectura entre el público de su país.

En 1995, después de varios años, la propuesta de la Unión Internacional de Editores, presentada por el gobierno de España a la Unesco, buscaba designar esa fecha como el Día del Libro a nivel global. El organismo especializado de las Naciones Unidas respondió rápidamente y aprobó la propuesta en el mismo año.

Biblioteca Ateneo, en Argentina, considerada con una de las más hermosas del mundo.

Actividades por el Día del Libro

Dentro de este marco festivo, la Alianza Francesa de Lima ya empezó a tejer una serie de eventos que se vienen desplegando desde el 13 y culminan este sábado 27 de abril en sus sedes de Miraflores, Jesús María y La Molina, marcando el inicio de las conmemoraciones.

La Alianza Francesa abrirá sus puertas en sus sedes de La Molina y Miraflores para acoger dos imperdibles ventas de libros de segunda mano. Estos eventos no solo presentan una excelente oportunidad para encontrar libros a precios inigualables, sino que también brindan la posibilidad de explorar una diversidad de géneros literarios. Con la promesa de hallazgos únicos y joyas escondidas entre sus estantes, estas ventas se convierten en el escenario perfecto para aquellos ávidos de aventuras literarias y tesoros ocultos.

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Literatura

40 años de poesía y terquedad

Entrevista a Ángel Yzquierdo Duclós por Julio Barco

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Por Julio Barco

Hace 40 años, Ángel Yzquierdo Duclós tomó la decisión más importante de su vida: dedicarse a vender libros en el Perú. Y no solo eso, sino a venderlos en la calle, y no en cualquier calle, sino en el mismo corazón de La Victoria, a unos metros de Gamarra, en la misma avenida Aviación. El poeta popular, cantautor de fina estirpe, promotor de la literatura peruana, entonces miembro de la ANEA, no se imaginaba que los siguientes años viviría, a puro esfuerzo, de la venta de libros y sus derivados. Esta es la historia de una pasión desesperada, pero también de un ejemplo para todos los pesimistas ilustrados.

1.Ángel, celebramos contigo, estos cuarenta años de entrega a la cultura del libro en el Perú, ¿qué significa para tu este casi medio siglo?

Hasta ahora no me he puesto a pensar, ah… yo vine acá solamente para ver si podía hacer un vals, una canción, un poema, un cuento. Ya pasaron 40 años, pero todavía no los he culminado. A lo mejor sí, pero en estos cuarenta años me sorprende descubrir que este sitio sigue siendo mágico. De tal forma, uno viene a diferentes sitios de Lima, pero algo me decía que acá estaba mi futuro no en dinero, porque en dinero podíamos hacerlo en otra parte, pero acá sucedía algo extraño, pero positivamente hablando. Así que hace tres (o dos años) me di cuenta de que habían pasado cuarenta años, y me siento contento conmigo mismo, como si fuera el primer día que empecé a vender libros en esta calle, entre la Avenida Aviación y con 28 de Julio. Un primero de abril de 1984.

En recientes encuestas, observamos que nuestra sociedad no consume más de cinco libros al año. En ese sentido, ¿cómo ves actualmente la realidad del libro en el Perú?

¿Eso es antes del celular o después del celular?

Después del celular…

Si antes del celular la gente leía poco, y como decía San Agustín, de lo poco, poco. Pero, no, es una mentira. Si nadie lee en el Perú entonces cómo me explicas que hay infinidades de editoriales, cómo me explicas, por ejemplo, que una sola obra alrededor del país lo masifiquen por dos mil, tres mil ejemplares; y los pongan como gancho en el Plan Lector. La gente lee, uno por obligación hablando en términos escolares, y hay que ser realista ahora es menos, pero siempre hay ese batallón humano que muere en su ley, que se desespera por los libros. O sea, hay pocos, por el celular disminuyó bastante, en el término escolar, universitario; pero realmente hay un buen ejercito humano que lee. Por ejemplo, tú lees, tú devoras libros y tienes una computadora en tu cerebro- Así como tú hay chicos que vienen y se alegran cuando viene, papá mira ese libro…Qué bacán, ¿no? Y su mamá y su papá le compran con cariño su libro, caray, y son pocos, escasos. Hay que ser bien tercos para seguir trabajando como librero, te das cuenta. Yo puedo poner otra chamba y ganar mil veces más que como librero, pero… me gusta pues. Además, los libros mientras yo todavía esté con vida, todavía van a seguir existiendo. ¿Por qué? ¿Qué es mejor? ¿Hacer el amor en la pantalla o en persona? Así es el libro con uno. Tú lo ves, tú lo palpas, sientes su vibra. Yo no sé qué conclusiones podrás sacar.

3.Al margen de tu faceta de librero legendario, sabemos que tú gran pasión es la escritura, de versos y valses, ¿Cuándo los lectores conoceremos tu hasta la fecha inédito poemario Albatros de la Esperanza?

Yo quisiera que sea este año, pero es bien difícil. Primero porque yo quiero hacer una edición de cincuenta mil ejemplares. Todos dicen que es una obra pero, ¿qué son cincuenta mil ejemplares para todo el país? Somos como veinte millones de lectores, te das cuenta… Yo quisiera imprimirlos, creo, pero económicamente hablando, no puedo… no puedo… yo quisiera publicarlo, pero como no he podido publicar mi libro Albatros en pleno campo de Agramante, y el otro que tú sabes, Pequeña garua del cielo limeño…lo pude publicar. Uno ya esperaba listo para publicarlo, mil ejemplares… pero quinientas ejemplares son de los amigos nomás. Si yo he rechazado la portada de los mil ejemplares. He roto las portadas. Y a ti te consta. Yo he pedido por mi libro tres mil dólares, porque con eso se iba a hacer una especie de ONG, con el auspicio de la Cachina peruana podíamos publicar más de cien poetas, escritores, de Piura, Tumbes, Ayacucho… O sea, nuestro país es rico en literatura, en narrativa. Yo quizá me muera y sin publicar, piña pues, pero estoy contento conmigo mismo. Ya si Dios quiere, si la doña dama me sorprende, están mis amigos que van a publicar mi obra póstumamente. Ya hay proyectos empaquetados para que vayan a la casa y simplemente después los editen. Ahora, ¡mis canciones! Quizás también me vaya de este mundo y lamente, valga la redundancia, que después de muerto me conozcan como compositor. Yo estoy contento conmigo mismo. Me voy a cualquier parte del Perú y recorro las pistas y comienzo a cantar mis propias canciones y es un placer de la putamadre, ¿no?

Ángel, el futuro es ahora: ¿Qué le dirías a los chibolos de nuestro país, lo que sueñan con los universos de los libros?

Pueden estar pegados a los celulares, porque es un buen material de información. Pero nuestros libros son como nuestros perritos fieles: los puedes tirar, abandonar, pero llega un momento donde ese libro te va a ser un bálsamo para ese día. Porque tu ánimo va a estar de acuerdo a lo ya escrito. Por más que venga la tecnología puedes tener tu libro en un rincón de cuatro paredes, hay que amar a los libros. Gracias a los libros estamos acá.

Vendes libros en una zona empapada de comercio textil y alimenticio, ¿Cuánto te ha costado mantenerte durante tantos años?

¿Qué es mantenerse en este rico oficio? ¿Cuánto me ha costado? Me ha costado. Yo he mantenido esto. La venta de libros. Mi función como librero me ha mantenido a mí. Recuerda ese poema El buen samaritano. Ya. Tuve un amigo que generosamente me ayudaba a cubrir los gastos que la poesía demanda placer dinero tiempo y dinero para compartirlo a los demás gracias a este negocio pude estilizar algunos textos. Y he sido monstruo en ventas. He sido varias veces vendedor de artefactos eléctricos en los setentas… Desde 1976, como tú que te enamoras y haces unas cuantas letras, sin pensar en tu puta vida que con el tiempo se iba a convertir en un oficio. Y me convertí en poeta y me convertí en compositor. Yo me voy a morir y estoy alegre conmigo mismo, pero eso no sirve como conformismo, sino que también hay que seguir sacándole jugo a la vida. Por eso, en un poema digo, hazte amigo de la muerte; por eso, cuando te vea simplemente te dé una oportunidad.

Gracias Ángel.

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Literatura

30 años de “Sieteculebras”, revista andina de cultura (1991 -2021)

“Publicar en Perú es cosa de locos… pero me gusta ser loco y seguiré con mi locura hasta que mi cuerpo y mis energías lo permitan”.

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Por: Mario Guevara Paredes.

En 30 años de «Sieteculebras» hemos publicado 50 números. Somos una revista independiente que no recibe patrocinio ni estatal ni privado, se mantiene vía publicidad, en un medio como el peruano donde las revistas culturales mueren en los primeros números porque el Estado no tiene una política cultural en torno a las revistas. Somos la revista independiente más longeva de Perú después de «Hueso Húmero» que todavía continua editándose.

En cifras, son más de 3000 páginas editadas hasta el momento. Hemos publicado desde artículos de ciencias sociales, como historia, arqueología, folklore, política y cine. Como también textos de crítica literaria, lingüística, ensayos sobre literatura peruana y latinoamericana, poesía, cuento, crónicas, entrevistas, fotografía. Y sobre todo hemos resaltado el trabajo de nuestros artistas plásticos peruanos. En 21 de las 50 carátulas ilustraron pintores cusqueños de varias generaciones, como también de otras ciudades fuera de Cusco, como Lima, Arequipa, Iquitos y Puno. Asimismo ilustraron pintores de Bolivia, Ecuador y México.

Articulos sobre poetas  peruanos  publicados en Sieteculebras

En los 49 números editados, se han publicado más de 70 artículos sobre la poesía de los peruanos: Juan del Valle Caviedes, César Vallejo, José Emilio Westphalen, Ángela Ramos, Carlos Oquendo de Amat, Washington Delgado, Gamaniel Churata, Alejandro Romualdo, Efraín Miranda, Javier Heraud, Juan Ramírez Ruiz, Enrique Rosas Paravicino, Vladimir Herrera, Antonio Cisneros, Ricardo Quesada, Boris Espezua, Andrés Alencastre (Kilku Waraka), Luis Nieto Miranda, Alberto Mostajo, Gustavo Pérez Ocampo, Raúl Brozovich, Ángel Avendaño, Jorge Flores Aybar, Ana Bertha Vizcarra, Edwin Segovia, Juan Alberto Osorio, Rosina Valcárcel, Leoncio Bueno, Yvan Yauri, Juan Gonzalo Rose, Domingo de Ramos, Sonia Luz Carrillo, Antonio Cilloniz, Carlos Velásquez Iwaki, Monica Carrillo, Catalina Bustamante, Enrique Verastegui, Houdini Guerrero, Dida Aguirre, Jesús Cabel, Amaro Nay, Mario Pantoja, Shelma Guevara, Antonio Cisneros, Ángel Avendaño Farfán, Alejandro Romualdo, Víctor Alvarado, Gloria Mendoza Borda, Leopoldo Chariarse.

Articulos sobre poetas  extranjeros  publicados en Sieteculebras

Como también de poetas de otras nacionalidades como: Octavio Paz (México), Jorge Luis Borges (Argentina), Pablo Neruda (Chile), Gabriela Mistral (Chile), Ernesto Cardenal (Nicaragua), Vicente Huidobro (Chile), Atila József (Hungria), Alejandra Pizarnik (Argentina), José Martí (Cuba), Alfonsina Storni (Argentina), Diamela Eltit (Chile), Juan Antonio Alix (Dominicano), Bernardo de Balbuena (España), Carmen Bruna (Argentina), Dulce María Loynaz (Cuba), Haroldo de Campos (Brasil), Allen Ginsberg (USA), Jorge Teillier (Chile), Vicente Hidobro (Chike), Sheyla Bravo (Ecuador), Nicanor Parra (Chile), Vinicius de Moraes (Brail), Roque Dalton (Salvadoreño), Nelson Romero Guzmán (Colombia), Raúl Zurita (Chile), Elvira Hernández (Chile), Tomas Tranströmer (Suecia), José Ángel Cuevas (Chile), Alvaro Mutis (Colombiano), Bruno Pino (Ecuador), Paul Celan (Rumania), Santiago Montobio (España).

Entrevista  a escritores peruanos y extranjeros

Ángel Avendaño, Alejandro Romualdo, Luis Figueroa Yábar, Pablo Guevara, Raúl Brozovich, Cronwell Jara Jiménez, Vladimir Herrera, Horacio Villanueva, Gustavo Pérez Ocampo, Oswaldo Reynoso, Luis Nieto Miranda, José Tamayo Herrera, Juan Zevallos Aguilar, Tomás G. Escajadillo, Feliciano Padilla, Francisco Lombardi, Miguel Gutiérrez, Zein Zorrilla,  Eduardo Gonzales Viaña, Alfredo Herrera, Mario Curasi, Feliciano Mejía, Pedro Granados, Tulio Mora, William Rowe (Ingles), Eraclio Zepeda (México), Martín Lienhard (Suizo), Luis Beiro Álvarez (Cuba), José Luis Iturrioz (España), Jorge Miguel Cocom Pech (México), César Itier (Francia), Pedro Antonio Valdez (Dominicano), Juan Villoro (México), Raúl Zurita (Chile), Bernardo Carvalho (Brasil).

Artículos sobre narradores peruanos

José María Arguedas, Oscar Colchado, Feliciano Padilla, Walter Lingan, Socrates Zuzunaga, Mario Guevara Paredes, Enrique López Albujar, Manuel Scorza, Enrique Rosas Paravicino, Francisco Izquierdo Ríos, Inca Garcilaso de la Vega, Ricardo Palma, Clorinda Matto, Julio Ramón Ribeyro, Miguel Arribasplata, Carlos Calderón Fajardo, Gregorio Martínez, Jorge Flores Aybar, Mercedes Cabello, Gregorio Martínez, Mario Vargas Llosa, Luis Nieto Degregori, José Carlos Mariátegui, Miguel Garnet, Luis Enrique Tord, Tomás G. Escajadillo, Alonso Cueto, Ciro Alegría, Carlos Rengifo, Houdini Guerrero, Gamaniel Churata, Antonio Cornejo Polar, Christian Reynoso, Ruben Sueldo Guevara.

Artículos sobre narradores extranjeros

Alejo Carpentier (Cuba), Jorge Luis Borges (Argentina), Eduardo Galeano (Uruguay), Carlos Fuentes (Mexicano), Italo Calvino (Italia), Augusto Céspedes (Bolivia), James Joyce (Irlanda), Augusto Monterroso (Guatemala), Sergio Pitol (México), Juan Bosch (Dominicano), José Saramago (Portugal), Gabriel García Márquez (Colombia), Alberto Blest Gana (Chile), Michael Foucault (Francia), Ernesto Sábato (Argentina), Lucio Cabañas (México), Victoria Ocampo (Argentina), Juan Rulfo (México), Juan Gabriel Vásquez (Colombia), Mo Yan (Chino), Patrick Modiano (Francia), Miguel de Cervantes Saavedra (España), Jorge Amado (Brasil), Eduardo Barrios (Chile), Eustaquio Rivera (Colombia), Gunter Grass (Alemania), Walter Benjamin, Gilles Deleuze (Francia), Ludwig Wittgenstein (Austria), Reinaldo Arenas (Cuba), Julio Cortázar (Argentina), Elisa Lerner (Venezuela), Carlos Monsiváis (México), Manuel Puig (Argentina), Sergio Ramírez (Nicaragua).

Poetas cusqueños cuyos textos fueron publicados en Sieteculebras

Carlos Velásquez Iwaki, Ana Bertha Vizcarra, Raúl Brozovich, Juan Alberto Osorio, Shelma Guevara Zamalloa, Beatriz Salas, Hugo Contreras Rosas, Martín Moya Delgado, Miguel Ángel Fuentes, Pasos Paz, Odi Gonzales, Luis Nieto Miranda, Harry Marmanillo , Juan Mescco, Yvan Yauri, Mario Pantoja, Orlando Granda, Willny Dávalos Orduña, Franklín Sequeiros Soto, Soledad Araóz Cartagena, Martín Zúñiga, Ángel Avendaño Farfán, Pavel Ugarte, Elías Jara, Jorge Vargas Prado, Luis Vargas Cereceda, Gonzalo Valderrama Escalante, André Chacón Santander, Luz María Crevosier, Américo Yábar Zevallos, Luis Calderón Ugarte, Jhon Paucar, Frida Ibañez Ayerve y Carlos Candia Muriel.  

Publicar revistas culturales es cosa de locos

Publicar una revista de cultura en Perú es cosa de locos porque en un país que no lee, que tiene pocas bibliotecas y contadas librerías, y que para el Estado la cultura no es asunto de prioridad nacional, es simplemente cosa de locos. Además, si esta publicación no recibe patrocinio alguno de una municipalidad, gobierno regional, universidad, organización no gubernamental, o de la empresa privada; es también cosa de locos.

Sin embargo, ¿qué motiva publicar una revista y que esta se mantenga durante años a sabiendas de los problemas económicos que ocasiona cada edición? Posiblemente es la simple vanidad de lograr algo que muchos quisieran realizar pero no lo hacen por la sencilla razón de que publicar no es rentable; es perder el tiempo, es de ácratas, de bohemios, de idealistas, de vagos; y sobre todo, no es considerado un trabajo. Así de simple, como no es trabajo, lo nuestro es cosa de locos.

Ahora bien, dicen que el tiempo es dinero, y tienen toda la razón del mundo: el tiempo es dinero. ¿Por qué creen que existen los ricos? Por el simple hecho de que no pierden tiempo, y menos editando revistas que pocos compran. Además la gente las quiere gratis, porque el trabajo intelectual es cosa de locos, y como es cosa de locos, no debe costar dinero. ¿Observaron alguna vez que un panadero les done sus panes, que un taxista no les cobre la carrera, que el peluquero les corte gratis el cabello, o que el canillita les obsequie el diario? Pero sí quieren que un escritor, poeta o editor de revistas les regale su producto de trabajo, algo que les cuesta interminables noches de insomnio, acompañado de febriles horas de desasosiego. Asimismo, el editor de revistas hace y consigue artículos, diagrama, corrige textos, vende publicidad, reparte revistas, etcétera, etcétera, etcétera.

Entonces, me reafirmo en lo mismo, publicar en Perú es cosa de locos. Debo estar bien loco, como muchos editores de mi país, para mantener “Sieteculebras” durante treinta largos años. Pero me gusta ser loco y seguiré con mi locura hasta que mi cuerpo y mis energías lo permitan.

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Literatura

Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa cumple 88 años

Amado por muchos y odiado por algunos, el premio Nobel de Literatura disfruta su cumpleaños con su familia en plena semana santa.

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Jorge Mario Pedro Vargas Llosa (Arequipa, 28 de marzo de 1936), conocido como Mario Vargas Llosa, sin duda es uno de los personajes más connotados en la historia peruana, por su calidad literaria y por haber alcanzado la cumbre en las letras, al cosechar a lo largo de su carrera diversos premios y en especial por ser designado como Premio Nobel de Literatura 2010.

Por ello, es considerado como uno de los novelistas contemporáneos más importantes y es uno de los autores supervivientes del boom latinoamericano.

Tapa de la novela La ciudad y los perros, publicada en 1963 por Seix Barral.

Varguitas como le llamó su tía y ex mujer Julia Urquidi, también se dedicó al periodismo y tuvo un programa televisivo ‘La Torre de Babel’ con interesantes entrevistas a personajes destacados, como Jorge Luis Borges y Corín Tellado; pero antes ya había incursionado en la prensa peruana, escribiendo para los diarios La Crónica y La Industria, hasta encallar en la legendaria columna propia, surgida en 1977 y llamada ‘Piedra de Toque’.

El Nobel peruano, soñó con ser presidente del Perú y estuvo a punto de lograrlo con el Fredemo, porque contaba con todo. El financiamiento millonario para su campaña, los mejores técnicos para aplicar las mejores políticas públicas y todo un equipo multidisciplinario de comunicación que lo colocaron como el candidato favorito; sin embargo, por decir la verdad en plena campaña electoral, al afirmar que su eventual gobierno tendría que aplicar la medida del schock económico para lograr estabilizar la economía peruana que García Pérez destrozó, perdió las elecciones en 1990, gracias a la campaña devastadora que le interpusieron los apristas para “allanarle” el camino a un profesor universitario de origen nipón, que luego de tomar el poder presidencial terminó siendo un dictador.

Tapa de la edición número 17 de la revista impresa Lima Gris publicada en 2019.

Entre tanto, Vargas Llosa se exilió en Europa y no quiso saber nada del Perú. Se sintió decepcionado y su derrota política quizá haya significado una de las más grandes frustraciones en su vida, aunque él lo haya negado en reiteradas ocasiones.

Sin embargo, el autor de Los Cachorros supo reponerse y reconciliarse con la tierra que lo vio nacer y tras vivir en Europa, siempre se afinca en Arequipa y en Lima, donde goza del cariño de los amigos, e incluso de los que no lo son, porque finalmente, siempre tendrán algo qué decir de él.

¡Feliz cumpleaños Mario y que sean muchos más!

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Literatura

Hijos del premio Nobel de literatura Gabriel García Márquez lanzan al mercado la novela póstuma ‘En agosto nos vemos’

Tras diez años de la partida del premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, el 6 de marzo se realizará el lanzamiento de su novela inédita ‘En agosto nos vemos’.

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Finalmente se cumplirá lo que Gabo García Márquez les prometió a sus hijos, Gonzalo y Rodrigo; que, después de su muerte, ellos podían disponer de su obra como quisieran. Por ello, este miércoles 6 de marzo de 2024, llegará a las librerías de todo el mundo “En agosto nos vemos”, la novela póstuma del premio Nobel de literatura, justamente el mismo día que habría cumplido 97 años.

Precisamente, a mediados de 2023, Rodrigo García Barcha adelantó:

“Pensamos que el libro tenía muchos méritos y yo creo que de verdad los lectores van a apreciar el libro, porque es muy de Gabo, y eso se extraña. Él siempre nos dijo a Gonzalo y a mí que cuando ya no estuviera más, nosotros podíamos disponer de su obra como quisiéramos. De manera que, le tomamos la palabra”.

“Nuestra impresión, de mi hermano y yo, es que la falta de facultades que le impidió a Gabo acabar el libro, su pérdida de memoria, su pérdida de la concentración, también le impidió darse cuenta de que el libro estaba mejor de lo que él pensaba. Yo creo que cuando él decía que no funcionaba, era también porque estaba luchando por entender el libro, pero su estado se lo impedía. Volvimos a leer el libro y nos dimos cuenta de que estaba en mejor estado del que recordábamos. Entonces, decidimos que valía la pena rescatarlo y lo que se hizo fue una edición óptima de todas las varias versiones que él tenía. En ningún momento se alteró el texto, no hay nada allí que él no haya escrito. El libro es la mejor versión de lo que él escribió”, reveló a Infobae Rodrigo García Barcha.

Con esa respuesta, sus hijos, años después de revisar el manuscrito que escribió íntegramente su padre, y con las correcciones pertinentes, tras compararlo con las distintas versiones que alcanzó a escribir Gabo, decidieron rescatarlo.

Portada de la nueva y póstuma novela de Gabriel García Márquez.

La publicación saldrá a la luz, justo antes del décimo aniversario del fallecimiento de Gabo, el 17 de abril de 2014 y la revista “Lengua” de Penguin Random House dio un adelanto de “En agosto nos vemos”

Aquí las primeras líneas de la nueva novela inédita de Gabo:

“Volvió a la isla el viernes 16 de agosto en el transbordador de las tres de la tarde. Llevaba pantalones vaqueros, camisa de cuadros escoceses, zapatos sencillos de tacón bajo y sin medias, una sombrilla de raso, su bolso de mano y cómo único equipaje un maletín de playa”.

Penguin España anunció el lanzamiento de la nueva novela “En agosto nos vemos”.

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Literatura

NUEVA EDITORIAL DE ARTURO DELGADO GALIMBERTI

Lee la columna de Rodolfo Ybarra.

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El reconocido escritor y periodista Arturo Delgado Galimberti (La Ruptura, Los Espejos del Infierno, Karma Instantáneo para John Lennon, etc.) ha decidido inaugurar una novísima línea editorial: Nuevos Artesanos Editores. Al respecto, aprovechamos para conversar con el autor de este y otros temas trascendentes en la industria editorial.

1.-¿Cómo así y bajo qué parámetros, un escritor decide fundar una editorial?

La idea de fundar una editorial siempre ha sido algo latente. Incluso en los años noventa creé una de similar nombre para publicar mi primera novela, La Ruptura, y a un par de poetas. De algún modo estoy retomando ese antiguo proyecto con Nuevos Artesanos Editores, pero con las exigencias de esta época marcada por las nuevas plataformas digitales. Por otro lado, no es para nada insólito que un escritor sea al mismo tiempo editor, como sabes acá en el Perú están los casos de Scorza y Congrains, para no remontarnos a uno de los mayores pensadores que tuvimos, José Carlos Mariátegui. Y hay muchos ejemplos más.

2.-¿No crees que el mercado editorial está copado de alguna manera, hay una atomización de editoriales pequeñas y medianas que no logran hacer el balance con las editoriales mainstream?

Creo que, para decirlo deportivamente, pertenecen a ligas diferentes. No es posible competir con las transnacionales en ningún rubro, no solo editorial. Sin embargo, a pesar de la atomización de las pequeñas y medianas editoriales, la demanda a esa escala aún no ha sido cubierta del todo, sobre todo si se tiene en cuenta que muchos autores optan por editoriales con cierta presencia mediática, pero que no satisfacen los mínimos criterios de calidad y credibilidad.

3.-¿Qué es lo nuevo o lo novedoso que estaría ofreciendo tu editorial?

En principio, algo que parece elemental, pero de las que muchas carecen, un verdadero sentido editorial. No es una editorial para todo el mundo, sino para cierto tipo de autores. Y una clave la da el nombre del sello: Nuevos Artesanos. Toma la idea de las vanguardias, que irrumpían contra el concepto de Arte como institución y que reivindicaban el rol de artesano del verdadero creador. A partir de allí, mi intención es que la labor de editor y el compromiso con el autor sea permanente, y eso incluye la preocupación por la difusión de su obra en todos los medios y canales posibles. Por esa razón, un objetivo de esta primera etapa es tener un catálogo de obras que pueda cimentar el prestigio y la identidad del sello. Eso presupone, por supuesto, un filtro en relación con las propuestas estéticas que me parecen pertinentes y se condicen con el enfoque de la editorial. Si bien no se puede renunciar a la posibilidad de hacer un servicio por el servicio mismo, desde ya sólo me interesa incluir dentro del catálogo y las colecciones del sello a los autores y obras que se desmarcan de quienes tienen un prurito comercial y nulo pensamiento crítico.

4.-¿Estaríamos hablando de una editorial de culto (que no es lo mismo que una editorial de élite)?

Bueno, la identidad de la editorial se irá perfilando en su catálogo, pero repito, sí hay una intención de ser una vitrina de escritores en la medida de lo posible con una postura crítica ante la realidad y un trabajo ficcional sobresaliente.

5.-¿Estarías dispuesto a hacer alguna alianza con otras editoriales o trabajar en plataformas anchas, red editoras, etc.?

Por supuesto, eso ya ha sido conversado por el equipo que me acompaña en este proyecto, pero considero que ese tipo de alianzas pueden darse a mediano plazo. A corto plazo, creo que la tarea que queda por desarrollar es constituir un catálogo mínimo que deje en claro para los lectores y los autores la identidad y singularidad de la editorial.

6.-El trabajo de un editor es más amplio que el de un impresor, esto parece que se confunde cuando el escritor busca precios bajos y se encuentra con los “manchapapeles”. Y al parecer, es difícil para un neófito ver las diferencias. ¿Podrías explicarnos este punto?

Sí, es muy común que muchos autores, por ahorrar costos, prefieran prescindir de editores y recurrir directamente a una imprenta. Es cierto también que a veces es difícil distinguir entre algunos “editores” y un simple impresor (lo digo negativamente). Y como escritor, editor, corrector y ante todo lector, formado en Literatura en la universidad de San Marcos, ese lastre lo he notado incluso entre editores muy solicitados. Y me refiero a la falta de pulcritud de los textos publicados, que usualmente están llenos de erratas, algunas bochornosas. Además, un buen editor garantiza que el libro impreso no se deshoje a la segunda leída y que el diseño de portada y diagramación no sea realizado de manera chapucera. Y finalmente interviene en todo el proceso de edición del texto, que no solo ve la corrección gramatical y ortográfica, sino por ejemplo la pertinencia del título con relación a la obra, observaciones sobre el contenido, y los llamados paratextos. Obviamente para esa tarea, un prerrequisito es leer con ojo crítico cada obra presentada, lo cual en nuestro medio no es lo común entre los editores, que apenas leen los libros que publican, aunque sí facturan. Y entre los que sí leen, la mayoría quizá son buenos escritores o poetas, pero no son gramáticos, y por tanto, suelen cometer pifias tras pifias.

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Cultura

Mi epitafio lleva tus versos

Lee la columna de Joe Guzmán

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A fines del año pasado, Nectandra Ediciones publicó el poemario “Dedicatorias” de Carlos Tataje, gran referente de la poesía liberteña y recientemente fallecido. Carlos Santa María, director de la editorial, tuvo la gentileza de pedirme un texto que sirviera como prólogo para dicha edición. He aquí el texto:

Conservo su imagen como la descubrí aquella noche del 2010, mientras recitaba a Martín Adán en un bar del centro de Trujillo. Conservo su imagen severa, presuntuosa, insobornable y arrogante como la de alguien que sabe que no es profeta en su propia tierra. En ese entonces, yo tenía diecinueve años y él cincuenta y uno; yo acababa de ingresar a la universidad y él de ganar el Copé de Plata en Poesía. Él se hallaba en camino de ser un autor consagrado; yo, de intentar alcanzar una vocación que hasta el día de hoy me es un poco esquiva. Ahora, recordando todo esto, comprendo que el tiempo no es más que una metáfora inefable, extraña e intraducible.

Él podía ser todas las épocas, los lugares y los escritores que amó hasta el fin de su vida (Homero, Borges, Cervantes, Vallejo, Wilde, etc.); pero a veces simplemente solía ser Carlos Tataje: pintor, declamador, poeta, narrador y estudioso de las civilizaciones primitivas y de la filosofía inca.

Su postura artística me hace recordar a los escritores poco reconocidos que formaron parte de las insurgencias provincianas (el grupo “Norte” en Trujillo, “Aquelarre” en Arequipa, “Orkopata” en Puno) y que cuestionaron un modernismo desgastado en las primeras décadas del siglo XX, para luego explorar e iniciar los nuevos caminos de la vanguardia peruana y reivindicar el mundo andino. Esto último conllevó a que, en el 2018, saque a la luz, fruto de una investigación de más de treinta años, unos pocos ejemplares de “Fundamentos y pensamiento mágico”, la primera parte de su monumental obra llamada “Mundo Inca”. En ella nos mostró distintos elementos que sirven como herramientas para una mejor interpretación de la cosmovisión prehispánica. Cabe decir que tampoco está exento de polémicas y discusiones.

Pero el objetivo de este texto es comentar su obra poética, aunque esta también tenga como punto de referencia lo histórico.  Son tres los poemarios que se conocen de él: “Dedicatorias”, “Epitafios” y “Kay Pacha”. Los dos primeros formaban uno solo, pero los tuvo que dividir para poder participar en distintos concursos. Así que uno lo envió a Madrid y el otro a Lima. Los dos salieron ganadores. Con “Dedicatorias” recibió en el año 2002 el Premio Gastón Baquero, convocado en Madrid por la editorial Verbum. Con “Epitafios”, siete años después, ganó el Premio Copé de Plata. Asimismo, Kay Pacha” quedó finalista en el Premio Copé del 2015.

En “Dedicatorias” y “Epitafios” se poetiza la vida y obra de personajes que pertenecen a distintos ámbitos: filósofos, matemáticos narradores, conquistadores, políticos, poetas, religiosos, pintores, cantantes, emperadores, reyes, científicos, etc. En cada discurso poético, Tataje demuestra el amplio conocimiento que posee, además de su gran habilidad para construir imágenes simples y herméticas. La escritura, entonces, consolida un gran diálogo histórico, a través de una apropiación estilística, rítmica, musical y, en algunos sentidos, psicológica.

En “a Isidore Ducase, Conde de Lautreamont”, por ejemplo, refleja la energía de la agresión (la violencia es un pretexto en el proceso de aprendizaje) y la exaltación de una vida no convencional y enjuiciadora que caracterizaba la poética del escritor uruguayo:

Ya tengo las armas, Isidore:

he pulido el brillo de las navajas de dientes de escualo,

arden las hogueras de ginebra y el aroma

               ya embriaga a los querubines más apetitosos.

Adelante, falso Conde Maldoror, ¡adelante! …

¡Eah!, atrás Escrúpulos,

aliaos con la aristocracia para terminar con ella

En “a Zhuang Zé”, construye un juego verbal a partir del texto “Sueño de mariposa”, siguiendo la premisa junguiana de que las creaciones literarias pertenecen al mundo onírico y que un autor no es inventor, sino un explorador que se sumerge en su propio inconsciente y en su propia tradición literaria.

Soñé que soñaba contigo

un sueño que no tuviera testigos.

Sueño de vigilia y de absoluto

silbos y luciérnagas, todo junto.

La luna sosiega los campos,

Y el mundo duerme tan cansado.

Mención aparte merecerían “a César Vallejo” y “a Arthur Rimbaud”, dos de los poemas más logrados de “Dedicatorias”. Los títulos indican un destinatario en específico, generando una atmósfera más íntima y personal entre el sujeto empírico, el locutor y los enunciadores.

El texto que sirve como el núcleo de su poética es la dedicada a Edgar Lee Masters (se encuentra en “Epitafios”), autor de Spoon River, gran obra polifónica que reúne a más de doscientos poemas en forma de epitafios.

Son tres las influencias que puedo percibir en Tataje:

  • El recurso de la simultaneidad de voces que forman parte de su corpus poético, descubriendo el carácter polifacético de la vida y la complejidad de las vivencias humanas.
  • La Antología Palatina, colección de poemas, en su mayoría epigramas, escritos durante el periodo clásico de la literatura griega. Resaltan por su brevedad, de dos a ocho versos, aunque hay unos pocos que son extensos. Fueron escritos para ser grabados en inscripciones de tipo sepulcral. Esta obra sirvió como influencia para otros poetas como Lope de Vega, Francisco de Quevedo, Fray Luis de León, entre otros.
  • Los poetas satíricos romanos que en el pasado enjuiciaron a sus contemporáneos. En algunos poemas, Tataje recurre a la ironía y al sarcasmo para generar una crítica severa hacia algunos personajes.

Los hablantes líricos se adecuan al tono y contexto del poema, la gran mayoría de ellos están en segunda persona, generando un desdoblamiento de la personalidad en el campo de la ficción. Además, encontramos una variedad de propósitos (homenajes, admiración, crítica, acusación, etc.) hacia cada uno de los destinatarios. Lo curioso es que el único que aparece en ambos poemarios es Borges. Quizás por compartir la fascinación hacia el intelecto y encontrar la verdad en lo estilístico.

“Epitafios” y “Dedicatorias” se ven enriquecidos por la confrontación entre discursos ilustrados y populares, demarcando una gran heterogeneidad poética y enalteciendo la labor de un poeta auténtico, ambicioso y crítico que exige conocimientos a sus lectores. Para Tataje es un acierto no elegirse uno mismo como materia de su obra. La despersonalización requiere de una gran destreza, y en ella demuestra su talento y singularidad en la tradición de la poesía peruana. 

Su postura estética evita la protesta personal, la catarsis y la retórica, iniciando una gran búsqueda hacia la poesía crítica y clásica, en su forma erudita, minimalista, atemporal, extravagante, vitalizadora, trágica, irónica y acusadora.

Sinceramente a mí me creen escritor, pero yo solo soy un poeta, que es una extraña especie de la que no encuentro muchos ejemplares, me comentó alguna vez.

Gaston Bachelard menciona que el ser humano debe sufrir una metamorfosis con la verdadera poesía y que esta tiene una tendencia, casi invencible, de regresar a la vida.

En este libro, Tataje nos demuestra que el fenómeno poético pertenece al espacio de la antropofagia y de la ritualización, ya que, en cada texto, el sujeto lírico manifiesta una invocación sagrada para reconstruir el mundo y reconstruirse a sí mismo, a consta de los demás. 

Tu poesía, querido Carlos, es una pakarina andina que siempre arrojará cenizas, verbos y huesos al viento y hacia nosotros, tus lectores.

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