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Literatura

José Rosas Ribeyro «Santiago Roncagliolo me dijo: estoy haciendo un guión sobre Javier Heraud, y no tengo ni idea quién es Javier Heraud»

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JOSÉ ROSAS RIBEYRO

«Santiago Roncagliolo me dijo: estoy haciendo un guión sobre Javier Heraud, y no tengo ni idea quién es Javier Heraud»

Entrevista Luis Chávez A.

Comencé a morir el cinco de marzo. Yo nací un cinco de marzo, y eso es estrictamente cierto, porque todo el mundo empieza a morir el día de su nacimiento. Te imaginas si es que fuéramos eternos; qué aburrimiento.

Por un instante, al oírle hablar así, me acordé que Jorge “Veguita” el librero más querido de Lima, que hoy no respira más el aire turbio de este mundo, decía: “La eternidad debe ser más aburrida que la puta madre”.

José Rosas Ribeyro piensa lo mismo al decir eso, y al escribirlo en su poemario “Contemplaciones” (Apuntes de un sobreviviente),  recientemente presentado a su paso por Lima, solo nos hace la más pura y esencial revelación de que somos todo y nada, vida y muerte, y sobre todo, más cuerpo que espíritu, porque eso sí, a la hora de escribir los versos, necesariamente tendrá que estar en un estado particular.

Luego de visitar a los amigos dejados en el tiempo limeño, Rosas Ribeyro en el fragor de la tertulia, nos habló de su pena de muerte que obviamente no se ejecutó, de su deportación en el gobierno militar de Juan Velasco Alvarado, de su paso por el movimiento infrarrealista de México, y del bendecido Octavio Paz. Así como de su amistad con el desaparecido Roberto Bolaño, y su experiencia en la revista Marka, tanto como la maldición de los Ribeyro…en la que Julio Ramón le reveló sus impresiones en algún momento.

–          Háblanos de tu último poemario Contemplaciones. ¿Por qué, apuntes de un sobreviviente?

Porque como se ve en la foto que puse al comienzo del libro, estoy allí con tres personajes, Roberto Bolaño, Mario Santiago (Papasquiaro) y Cuauhtémoc Méndez, tres de los poetas que eran del movimiento infrarrealista en México, bueno, Roberto Bolaño chileno, pero formaba parte de ese grupo. Y un día me di cuenta al ver esa foto, y me digo, pucha Roberto está muerto, Cuauhtémoc está muerto, y yo soy el único sobreviviente, entonces creo que ahí quedó lo del sobreviviente. Soy el único sobreviviente de esta amistad con estos tres cuates. Y después hay otras cosas, pues, soy sobreviviente también de una pena de muerte que me puso el ejército de Liberación Nacional, por indisciplina, cuando hacía mi preparación para ser guerrillero, y nunca me fusilaron, pero el hecho formal es que se me condenó a muerte. Y soy sobreviviente de una “ahogada” cuando tenía doce años, donde casi muero.

–          En el poemario también veo que hay prosas que al parecer han estado guardadas para enfriar a través de tus años, en el que reflexionas sobre la vida, y en especial reivindicas al “cuerpo” como instrumento de vida.

Yo parto de la teoría de que toda la literatura es cuerpo. Es decir, que sin cuerpo no hay literatura, ahora, hay quienes dicen que no. La vez pasada cuando publiqué la novela País sin nombre, yo decía que una novela no es más que una confrontación de cuerpos, y no puedo escribir fuera del cuerpo, porque es lo único que tengo, porque yo no soy creyente, y no creo en espíritus, en las almas, ni nada; y lo único que tengo en esta vida, y por lo cual estoy vivo; es el cuerpo, y un día se muere el cuerpo, y desparezco yo. Y estos apuntes son los apuntes de este cuerpo en diferentes estados, sobre la vida, sobre el cuerpo, y mucho sobre la muerte, ahora hace un momento me llamó una periodista y me dijo: oye José, lo acabo de leer, y ¡no te mueras ah! Porque en tu libro hay mucha muerte.

–          Mucha muerte pero que está llena de vida

Sí, es una muerte llena de vida. Cuando dice: “comencé a morir el cinco de marzo” yo nací un cinco de marzo, y eso es estrictamente cierto, porque todo el mundo empieza a morir el día de su nacimiento, y yo tengo la teoría que dice que cuando hay una mujer que pare, da vida, yo digo que no, que se da muerte. Y justamente porque tenemos la muerte es que pues, vivimos, sino, te imaginas si es que fuéramos eternos; qué aburrimiento.

–          ¿Eres un escritor que escribe poesía, o eres un poeta que  escribe narrativa? ¿Crees en esas clasificaciones?

No. Yo escribo lo que convenga con el momento. La única diferencia que yo haría, es que quizá al escribir poesía, hay una mayor preocupación por la música, por el ritmo interno del texto, y de la misma manera que puedo escribir una crónica, o narrativa directamente, necesito un poco de disciplina y sentarme enfrente de la computadora, y ya está. Por el contrario, no puedo ser así para escribir este tipo de texto, y tengo que estar en un estado particular.

–          La deportación que sufriste en la época del general Velasco Alvarado ¿te hizo un bien? Pues luego pudiste viajar mucho.

Lo que no mata engorda, decían los antiguos, y es evidente que es negativo que un día te cojan del trabajo y te metan en una…y no sabes si te van a matar, y pasas unos días preso, pues hasta el día de hoy considero que ha sido uno de los momentos más horribles de mi vida, y si me condenaran a diez o quince años de prisión, no sé qué hago, me muero, o me suicido,  pero yo pasé diez días y fueron insoportables. Después te echan, y vas a un país, y caes bien, porque es el país que querías llegar, dónde tenías algunos amigos, etc. entonces finalmente no hay mal que por bien no venga, porque después te llegan cosas, y sin la deportación, probablemente nunca hubiera encontrado a esta gente, y mi vida no hubiera sido igual, y no sé si me hubiera ido a Europa.

–          Los infrarrealistas de tu época decían que tenían que volarle la tapa de los sesos a la cultura oficial, y eran contestatarios y algo iconoclastas, ¿Crees que ha sido un fracaso para los jóvenes poetas y narradores de los sesentas o setentas que buscaban revertir el sistema desde el punto de vista político?

Desde el punto de vista político no. Porque desde ese punto de vista, todo ha sido una desgracia, toda la izquierda de América latina en esa época fue muy bonito, y nadie te quita lo bailado.

–          Porque fue una moda.  

Y claro, porque había algo que seguía interesando a los jóvenes, porque había vida, era intenso, había joda, había calle, había todo. Y eso no está mal, pero políticamente fue una desgracia, y el resultado es lo que pasa hoy, pero eso no quiere decir que no haya habido cosas positivas. De hecho, hoy día el mundo literario peruano no es el mismo que era cuando yo era chico, porque era un mundo de cuatro gatos, cuatro personas, y nadie entraba a ese mundo. Y ahora se ha abierto, ahora hay miles de poetas, de todas partes, que vienen de todo sitio, y en México igual, cuando antes del infrarrealismo, había unos pequeños grupitos de poetas alrededor de un mandarín, de un Papa, Octavio Paz, o fulanito, o sultanito, y se acabó. Y a partir del infrarrealismo, ya era toda una corriente, toda una serie de jóvenes; yo he ido a México a participar con dos infrarrealistas en las afueras, en una de esas ciudades enormes y muy populares, y hay  toda una cantidad de gente que te recibe, ¡pucha los infrarrealistas! Y no sé qué, y todos quieren escribir, hacen talleres de poesía, y todo el rollo,  y eso que decía Lautréamont “La poesía puede ser hecha por todos” y por eso los recitales de poesía no tienen  por qué ser cosa de niños “bien” en sus pequeños salones, sino que pueden salir a otros lugares.

–          Y hablando de Octavio Paz, en esa época, ustedes detestaban su imagen, ¿llegaron a  sabotear algún evento de él?

Allí hay diferentes cosas, porque yo siempre he respetado a Octavio Paz, y me parece uno de los más grandes ensayistas de América latina, y pueden decir lo que sea sobre su posición, pero como ensayista tiene libros absolutamente fundamentales, y el libro sobre Sor Juana Inés de La Cruz, es una maravilla absoluta; “Los hijos del Limo” sobre la poesía contemporánea, o sea, la tradición y la ruptura en la poesía, es magnífico, y como poeta; nunca me gustó demasiado, salvo sus poemas largos, tiene unos largos que son bastante buenos. Entonces, yo nunca detesté a Paz, pero ellos detestaban a Paz porque lo habían sufrido, y lo sufrían en la medida de que ellos no venían, ni estaban en la mafia, y si no estás en su pequeña mafia, en fin. Aunque Octavio Paz, yo creo que tenía valores, pero estaba rodeado de una mafia de mediocres y aduladores, y esos no dejaban entrar a nadie, y entonces Mario Santiago, alguna vez fue a una lectura de Octavio Paz, y Paz leía, y entonces él (Santiago) se levanta con sus propios versos y se pone a leer a gritos al mismo tiempo que Octavio Paz.

–          Era todo un provocador

Y por eso lo sacaron a patadas y le rompieron una pierna. Y Bolaño, era menos; él hablaba mal de Paz y todo, pero también lo admiraba, y cuando se fue a España, ya comenzó a reivindicar a Paz, etc.  El personaje además tampoco ha sido lo más abominable que hay en el mundo, por todas partes hay peores que Octavio Paz.

–          ¿Algo muy singular o entrañable que puedas recordar de Roberto Bolaño, en el grupo que ustedes conformaban?

Mira, en realidad fue una imagen. Cuando yo llegué, todos eran poetas inéditos, pero ahí se las había arreglado Roberto para hacer una pequeña publicación, y entonces sacó una pequeña plaqueta que se llama Reinventar del amor, creo. Y entonces, vamos a la imprenta, y no puedo olvidarme la escena cuando sale de allí con sus plaquetas en la mano saltando como un niño, y me agarra de los brazos, y allí me escribe una dedicatoria, pues yo tengo un ejemplar de Reinventar el amor con un texto de él muy extraño que se pone a escribir, y algún día lo publicaré, y no es exactamente una dedicatoria para fulanito de tal, pues, él se puso a escribir un texto así raro sobre mí, y eso no lo olvidaré porque parece ahí un niño, y estaba tan feliz, y allí me di cuenta de la diferencia que había entre Roberto Bolaño  y este otro Mario Santiago. Roberto Bolaño empezaba una carrera literaria, y la rebeldía, y la oposición a todo; era para hacer una carrera literaria, y el otro, Mario Santiago, también era la rebeldía,  pero para autodestruirse.

–          Bolaño se fue a Europa y le fue muy bien

Sí, además siempre quiso publicar, mientras que el otro no quería publicar, no quería hacer nada, casi lo forzaban, y se perdían los poemas.

–          Hablando de las anécdotas que nos cuentas, ¿tienes un diario personal?

Así es, desde 1977 tengo un diario. Cuando llegué a París, y estaba jodido, éste me permitió sobrevivir porque me daba cierta distancia frente a las cosas, porque estaba muy deprimido, de repente yo creí que sabía el francés, y no entendía nada, y entonces este diario comenzó a volverse una especie de manía, y eso es lo que necesitas, plasmar allí, y en el fondo un diario es un poco absurdo, porque es como reproducir la vida en el papel. Pero para mi ha sido fundamental para poder existir, y sigue ahí, aumentando el volumen. Preparé también dos volúmenes como para publicarlos, corrigiéndolos, etc., porque hay ciertas normas frente a un diario, no se puede traicionar por ejemplo, corregir todo, y si dijiste fulano de tal es una mierda, y después dices, no era tan mierda, pero pones fulano de tal es formidable; y eso es traicionar, y no se puede hacer eso, porque si antes lo pusiste, y después diez años después ya no lo crees, pero tiene que aparecer que fulano es una mierda, sino no tiene sentido. Por eso que en el diario de Ribeyro dice que yo soy una mierda, en algún momento “este sobrino es un cabrón”, y Oscar Málaga también dice horrores. Y el diario es eso, pero yo quisiera publicarlo, pero ¿quién me publica un diario?

–          Pero, Ribeyro lo hizo.

Sí, claro. Ha publicado tres, y son once volúmenes de diario inéditos que están atracados, y no se pueden publicar, porque la familia se opone, la mujer sobre todo.

–          Como no lo hizo la María Kodama viuda de Borges.

Se supone que no lo tiene ni la mujer, ni el hijo, porque si no lo queman. Y a mí me dijo Julio Ramón, que se lo había encargado a una persona.

–          Y la experiencia de Estación Reunida, ¿crees que marcó el quehacer literario de los setentas?

Ahora si nos fuimos a la prehistoria (risas). Bueno, allí publicó por primera vez José Watanabe, y hoy Watanabe es un poeta muy reconocido, también lo hizo Tulio Mora, que también es más o menos reconocido, publicó Elqui Burgos, entre otros. En ese sentido sirvió para algo, y yo impulso a lo que llamo el segundo aliento de la generación del 68, porque yo no creo en eso de que haya generación del 60 y 70, sino un solo grupo como el del 68, más o menos como ha hecho Flores Galindo para la historia, y las ciencias sociales.  Él habla de una generación del 68, y no veo por qué ese tema no sería aplicable a la literatura, porque es exactamente lo mismo. Entonces hubo el grupo de Heraud, Cisneros, y Hernández, y allí viene una nueva ola, y en esa ola sale primero Estación Reunida. El problema es que Estación Reunida no quiere ser grupo, y casi se diluye, y entonces viene Hora Zero, y ellos se llevan las banderas, porque si hacen grupo, y se ponen parricidas, nosotros (Estación Reunida) nunca quisimos ser parricidas con nadie.

 

–          Hicieron mucho ruido entonces.

Sí, claro. Y nosotros no hicimos ruido, porque nuestra intención era otra, Estación Reunida era mucho más política, además, por algo estaba financiada por Cuba.

–          ¿Y tu paso por la revista Marka?

–          Te causó los problemas que ya todos sabemos.

Sí. Era un lío también todo eso.  Yo llegué a la revista Marka porque me llevó Leoncio Bueno, y Jorge Flores Lama, un ingeniero buena gente que era el que la dirigía, era muy amigo de Leoncio.

–          Que hoy increíblemente recibe una pensión de algo de 250 soles.

Increíble eso con Leoncio. Entonces Flores Lama, le dijo a Leoncio que se encargara de la sección de cultura, y éste salió con que era un obrero, y que no es así. Y algo de cierto tiene eso, y al mismo tiempo es un excelente poeta. Entonces Leoncio le dice a Flores Lama, –yo te voy a traer a alguien—entonces me busca y me dice –José, tú eres el hombre—eres un jodido para esto—entonces me lleva, y Jorge Flores lo que dijera Leoncio lo aceptaba, porque le tenía una adoración. Y así entré yo a trabajar ahí, como un pelo que cae en la sopa, con gente que nunca había visto, como Humberto Campodónico, que era el que ponía la plata, que tenía estas ediciones Horizonte, y entonces comenzaron hacerme la vida imposible, puesto que iba a ser una revista con fuerte presencia de cultura, y yo tenía la responsabilidad de 4 o 5 páginas, cada quince días, pero tenía que pelearme para que me dejen una o dos páginas, porque con la política invadían todo, y faltaba espacio, y como yo era minoritario y había votado en contra en el consejo de redacción cuando se fundó la revista para escribir el editorial de fundación, y la mayoría planteó un apoyo crítico al gobierno, y entonces votaron por el apoyo crítico, y yo voté en contra, y dije critica sí, ¿por qué vamos a poner apoyo?, critiquemos, y si está mal, no me caso, y nadie me obliga, y todos trataron de sobrevivir, pero igual los echaron a todos, porque la deportación les llegó a todos. Yo era muy joven, tenía 25 años, pero fue bastante difícil, porque cada quince días había unas peleas para tratar de mantener mi página.

–          José Miguel Oviedo te antologó en “Estos trece”. Dime ¿Cómo se gestó la antología?

Mira, yo nunca hablé con Oviedo en mi vida, salvo, hace unos años en París que encontré a un Oviedo viejo que arrastraba los pies, pero en aquella época de la antología nunca hablé con Oviedo,  pero no sé exactamente como fue, porque Oviedo tuvo esa idea, aunque creo que fue Mirko Lauer y su gente, pero la idea estaba simpática, y Oviedo no conocía a nadie, salvo a Abelardo Sánchez León, que era de buena familia, entonces a él si lo conocía, y quizá a Cillóniz también, y tampoco conocía a los salvajes de Hora zero, pero sin embargo trabajó con Jorge Pimentel, que era algo increíble. Y un buen día me llegó la noticia, y mandé los poemas, y luego envió un cuestionario, y mandé a la mierda diciendo que yo no respondía ese cuestionario, porque era infantil, y nos trataba como niños, con preguntas ¿cómo hace usted deporte? -¿tiene algún hobbie?, etc. y algunos respondieron, y Balo Sánchez León respondió: -sí, yo nado- y quiso hacerlo bien a la americana con esas preguntas ingenuas, pero yo me negué, de esa gran boludez.

–          Y hablando de boludeces. En Biarritz, esa ciudad al suroeste de París, te encontraste con Santiago Roncagliolo, y te dijo que él pensaba que los poetas sesenteros no eran “folladores” y que Javier Heraud había muerto virgen. 

Mira, él (Santiago) estaba escribiendo un guión para una película sobre Javier Heraud, y no tenía la menor idea de quién era Heraud. Y él estaba invitado a un festival de cine, y de cultura latinoamericana, y entonces nos encontramos con Santiago, a quien yo no conocía particularmente, y al salir nos fuimos a conversar y a tomar unas cervezas hasta tarde, y entre conversa y conversa, le pregunto qué estás haciendo ahora, y me dice: estoy haciendo un guión sobre Javier Heraud, y no tengo ni idea quién es Javier Heraud, pero me han encargado el guión y he comenzado a averiguar. Y a quién has encontrado- le dije- a Arturo Corcuera y a Hildebrando Pérez, y le dije: trata de ver a otros también, porque ahí estás viendo a todos los viudos, pero también anda a ver a Rodolfo Hinostroza que tiene otra versión, porque él estuvo en Cuba con Javier Heraud; y admitió que no tenía idea de que Hinostroza había estado en Cuba con Heraud, y allí me dijo: -oye, yo creo que estos poetas del sesenta no cachaban– y por qué dices eso le pregunté, -por Heraud- respondió. Y le admití lo que yo pensaba sinceramente, -mira, yo creo que era homosexual- pero eso no me ha dicho Corcuera- (insistió Santiago)  y le dije – y si Corcuera sabía que era homosexual, tampoco te lo diría, y menos Hildebrando- -pero tenía una noviecita- insistía –sí le dije, una noviecita para ir de la manito, pero no creo que para más. Y la verdad, luego no se qué fue de ese guión, y si puso algo de esa conversa, que fue un poco extraña.

–          José tienes un hijo al que le gusta más la matemática que la literatura.  

Mira, él ya tiene dieciocho y sí lee, pero su locura son las matemáticas, y también ha habido poetas que han sido matemáticos, en Francia hay un gran poeta que es matemático Jacques Roubaud, y quizá por allí podrá llegar algún día.

–          ¿Qué pasa con la prensa local con respecto a tu nombre, es una maldición llamarse JRR?

Me dio una rabia cuando vi eso, y lo puse en el facebook. Y de repente me acordé cuando un día conversaba con Julio Ramón Ribeyro en  París, y hablando de sus ediciones que habían sido siempre una porquería, y habían salido horribles, llena de errores, y entonces él me dice: es la maldición de los Ribeyro en la literatura peruana.

–          ¿Y lo has tomado deportivamente que te llamen José Ruiz Rosas?

Sí, porque dije mi pobre hígado va a sufrir por esto, y creo que sí, es la maldición de los Ribeyro, porque en verdad somos tres Ribeyro afectados por la maldición. Uno fue Julio Ramón, que publicó mal, las ediciones llenas de faltas, incluso hubo edición que hizo Scorza, que fue una desgracia, pues le faltaban páginas, toda una desgracia. Y yo tuve otro tío que se llamó Eduardo Ribeyro, que quiso ser cuentista toda su vida, y fracasó rotundamente, y se le cerraron todas las puertas, era periodista, trabajaba en La Crónica, y publicó un par de libritos por ahí, que nunca nadie le hizo caso, y se murió hace poco.  El otro día encontré no sé adónde, una antología de cuentos peruanos, y noté que le habían antologado; si él hubiera sabido eso, creo que renace, porque el pobre hombre fracasó absolutamente en la literatura, pues, nunca nadie le hizo caso, y ese es otro Ribeyro, y allí en esa antología le ponen un cuento. Y el otro Ribeyro pues, soy yo, que me cambian el nombre, y las cosas que pasan el jueves, la anuncian el viernes, y así me pasa siempre.

–          ¿Qué opinas de la movida cultural limeña, crees que ha crecido?

Mira, a mí lo que más me choca de todo esto es que en los años setenta cuando alguien leía, todos estábamos allí, y nos quedábamos, y había un dialogo. Ahora, haces una lectura, y no va casi nadie, no va ningún poeta, y si van, escuchan, y después se mandan a mudar. A mí me llamó mucho la atención eso. Yo participé en la sala Alcedo, había un festival de poesía, que ya no sé si se hace, donde estaban invitados cantidad de poetas, y vi que llegaban algunos poetas, y leía uno, y ya está, y se iba. Y ahí debo reconocer que el único que se quedó para escuchar a cuatro o cinco poetas, fue Arturo Corcuera. Pero ya no hay un espíritu pues, y en eso debo reconocerle a Hora zero, porque yo soy amigo de Hora zero, aunque muchos creen que no, y reconozco cosas que hicieron ellos, de llenar el auditorio de la Biblioteca Nacional para lectura de poesía, más de doscientas y tantas personas, que estaban allí, y que venían, y los otros poetas venían, y estábamos todos, y aquí, y el otro, y nos escuchábamos unos a los otros, y nos interesaba lo que hacían los otros. Ahora, aquí a nadie le interesa lo que hace el otro, es una especie de incomunicación; claro que hay muchos más lugares para la cultura, que en lo que había en el setenta que no había nada, o casi nada, pero ahora todo el mundo anda incomunicado, es una especie de individualismo, pero exacerbado, porque yo también  soy individualista, pero les falta interés sobre lo que hacen los demás, y eso es algo que me choca bastante.

–          Sobre tu próximo proyecto “No recomendado para señoritas” ¿está en gestación?

Eso sí, está en gestación, por eso va a dejar de ser señorita (risas).

–          ¿Y el erotismo va a jugar un papel importante?

Sí, hay algunas cosas que son medio eróticas, pero tampoco hay que esperarse que sea un libro erótico, el título es un poco provocador, hay un cuento que se llama “La hija del diablo” que tiene bastaste erotismo, es una mujer que cuenta su historia sexual, son relatos en forma de monólogos, algunos, y hay otra historia: “Salir de pobre” que es una jovenzuela que se casa con un hombre mayor, y termina matándolo para cobrar su seguro, y cosas así, y están basadas en historias reales, porque yo no tengo imaginación para escribir cien por ciento ficción, y en este libro me he basado en historias de mujeres que me tienen confianza y me cuentan sus historias, y las utilizo para escribirlas. Por ejemplo, una cosa que publiqué, hice una experiencia que no había hecho nunca, publiqué una crónica sobre una aventura en Berlín, cuando me metieron preso en el muro de Berlín, era una historia muy particular, y la publiqué  en El hablador, creo que fue mi primera colaboración allí, en tipo de crónica, contando como pasaron las cosas; y aquí en el libro, lo transformo en un monólogo, porque ya no soy yo el que narra, la que narra es la chica de la historia, y se llama “El ponja y la fea” , el ponja, porque es un antiguo narrador que se llama Toshihico, que es el personaje; y la fea, que es una peruana que vivía en París, y que estaba haciendo estudios de germanística, pero no conocía nada de alemán, y nos metió en un lío del carajo en Alemania, y terminamos todos presos. Esa es la historia real, y a partir de allí yo me meto en la cabeza de ella, para que sea la que cuente su versión. Y después hay cuatro partes sobre la madre, es un hijo que habla sobre ella, en cuatro momentos de la vida, el nacimiento, la adolescencia, el resto, y la muerte.

 

–          El ministro de Comercio Exterior José Luis Silva afirma que se marketea bastante al Perú en Francia. ¿Qué de cierto es? ya que tú radicas por allí

Mira, en mi ausencia salió la revista aquella Vogue, sobre el Perú, y esta revista se vende mucho, y está en ciertos círculos, pero luego pasa por las peluquerías, en el consultorio del doctor, pero por lo general es una revista de modas, para pitucos. Pero aparte de eso, no sé dónde está lo que se marketea al Perú en Francia, dime ¿en dónde?

–          Los medios hablan de Perú en Francia.

¿De Perú? Perú no existe. El Perú hace años que no existe para nada. El Perú después de Sendero Luminoso, dejó de existir en Francia, o sea se supone que ahora la Marca Perú es Sendero Luminoso, pero ahora nadie habla del Perú.

 

–          ¿A qué huele París?

Me preguntas a qué huele París…ummm. Mira, París no tiene olor, es una ciudad sin olor, es una ciudad que le falta un poco de vida también, aunque antes olía un poco a mierda, porque había mucha mierda de perros, pero ahora toda la gente tiene que llevar su bolsita a la hora de salir con sus mascotas. Pero es muy difícil decir a qué huele París hoy día. En primavera huele porque florecen los arboles, como en el tango: “florecen las plantas, un himno a la vida” como dice lo que cantaba Gardel.

–          ¿Y Lima, a qué huele Lima?

No sé. Antes olía a meado, en todo caso he estado mucho en Miraflores, y allí los camiones pasan con manguera y limpian las calles por las noches, pero en otros lugares sigue oliendo a meado, pero aparte de eso, huele a fritanga, a pollo a la brasa, hay mucha fritura, Lima tiene cierto olor, y en ese sentido tiene una cierta vida a través de ese olor, ahora si pudiera ser más agradable que el de los escapes de las combis.

–          ¿Cuándo te tenemos de vuelta por el Perú?

El próximo año quizás, porque he decidido vengarme del Perú, viniendo cada vez y publicar un libro. Y me falta corregir, pero me falta dos; una historia que es la de un transexual, y la otra que es la historia de una prostituta que era escritora, que se basa en hechos reales, y estoy en esas dos que tengo que terminar, y luego ya podré publicar, y vendré a martirizar al pueblo peruano con mi literatura. Y después tengo que escribir el libro sobre México, y los infrarrealistas.

–          Mucha gente lo está pidiendo

Allí tengo cosas inéditas y algunas fotos inéditas, y tengo hasta el título, pero aún se me queda porque hasta ahora no lo he publicado, y últimamente se me ha ocurrido otra historia que ya tiene titulo también, que se va llamar “La verdadera historia de Pepito Ramos” que habla sobre la historia de un niño en Lima.

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Literatura

¡Todos al sur! Se viene la FIL de Ica 2025

Feria internacional se realizará en la Plaza de Armas de la ciudad. Va del 9 al 22 de junio.

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Ica, la ciudad de la Vendimia, de los atardeceres que unen a las parejas en un prolongado y tierno beso, de las uvas, viñedos y cómo no el pisco, nuestro aguardiente de bandera. Esa ciudad se viene alistando para recibir a más de 40 casas editoriales y miles de visitantes amantes de la lectura para lo que será la 8° Feria Internacional del libro (FIL) de Ica – Abraham Valdelomar, organizada por la Asociación Cultural El Conde de Lemos. La feria se realizará del 9 al 22 de junio en su emblemática Plaza de Armas.

En esta octava edición se rendirá un homenaje al escritor iqueño José Vásquez Peña (1946), quien dedicó su vida a la creación y gestión literaria de la ciudad.

En el día de inauguración se confirmó la presencia de Miki Gonzáles, quien también estará celebrando sus 50 años de carrera artística.

En tanto, la escritora chilena Paula Ilabaca (Premio Nacional de Poesía Pablo Neruda) presentará su libro ‘La mujer del río’ el sábado 14 de junio a las 7 de la noche y el domingo 15 ofrecerá un recital poético a las 8 de la noche.

Desde el círculo nacional se presentará el periodista Pedro Salinas, quien hablará sobre su nuevo libro ‘La verdad nos hizo libres’, libro que revela los problemas eclesiásticos. A su vez, su colega Patricia del Río presentará su opera prima ‘Jauría’, texto literario que trata sobre temas políticos y sociales.

Además, se contará con la participación de más de 40 editoriales, que pondrán a disposición del público lo mejor de la literatura contemporánea, clásica y emergente. La FIL ICA 2025 es una oportunidad excepcional para fomentar el hábito de la lectura, especialmente en una región con un creciente interés por las manifestaciones culturales como talleres literarios, conversatorios, presentaciones de libros y shows musicales, que buscan inspirar a los asistentes y acercar a los más jóvenes al mundo de los libros. Un evento para toda la familia.

Durante el transcurso de los días se ofrecerán más detalles sobre los artistas y escritores invitados. Para más información www.filica.pe.

El dato:

La FIL ICA 2025 es organizada por la Asociación Cultural El Conde de Lemos y cuenta con el respaldo institucional de la Municipalidad Provincial de Ica, GORE-ICA, Dirección Regional de Educación (DREI-ICA), la Dirección Regional de Cultura (DDC-ICA), la Universidad San Luis Gonzaga de Ica y la Biblioteca Abraham Valdelomar.

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Literatura

Roque Dalton, el poeta de América, a 50 años de su muerte

El poeta y ensayista salvadoreño Roque Dalton nació en 1935 y fue asesinado en mayo de 1975, a los 39 años. Perseguido y exiliado, vivió en Guatemala, México, Checoslovaquia y Cuba. En 1969 ganó el Premio Casa de las Américas.

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Poeta, guerrillero, luchador por la justicia social, nerudiano converso a la poesía de Vallejo. En este mundo plagado de vallejitos hiperbólicos, ha sido solo el salvadoreño Roque Dalton quien alcanzó a ser la superación dialéctica de la obra del poeta peruano. Ciertamente en Roque se vivió Centroamérica y la América latina de los años 70 como un cáliz amargo, a la que, sin embargo, no apartó al poeta de sus labios. En la tradición helénica, el aeda es quien recibe el mandato de Apolo, el de cantar, y eso es la obra de Roque, poesía que canta a pesar del dolor, porque, aunque las balas de Judas cerraron sus ojos, la cabeza de Orfeo que flota en las olas de Latinoamérica no deja de cantar. Cumplimos 50 años desde que nuestro Orfeo nos canta con la canción que no envejece, la que dice que el pan es la poesía de todos.

No hay mejor homenaje que leer a un poeta, salvo quizá traducirlo. Ya hace algunos años un erudito poeta italiano amante de nuestra literatura, Rossano Pestarino compartía algunas traducciones de los poemas del célebre poeta salvadoreño. A diferencia de las ásperas traducciones académicas, éstas surgen del amor incondicional (que palabra tan difícil y tan inusualmente hallable en la vida) de quien busca llevar a su lengua materna el amor por un poeta que atraviesa océanos y quién como una ola rompe en las rocas como espuma de emociones que se enhebran hasta petrificarse en el corazón de quienes lo leemos.

El poeta y ensayista Roque Dalton, nació el 14 de mayo de 1935 y murió a los 39 años, el 10 de mayo de 1975.

Una breve selección de poemas de Rossano Pestarino y algunas traducciones al italiano

«Roque Dalton para los guanacos, y para todos los hijos de Latinoamérica que todavía trabajan y mueren trabajando en los Países “ricos” y sin corazón, como en la caída del puente de Baltimore. QEPD» Rossano Pestarino.

HORA DE LA CENIZA, Roque Dalton

Finaliza Septiembre. Es hora de decirte

lo difícil que ha sido no morir.

Por ejemplo, esta tarde

tengo en las manos grises

libros hermosos que no entiendo,

no podría cantar aunque ha cesado ya la lluvia

y me cae sin motivo el recuerdo

del primer perro a quien amé cuando niño.

Desde ayer que te fuiste

hay humedad y frío hasta en la música.

Cuando yo muera,

sólo recordarán mi júbilo matutino y palpable,

mi bandera sin derecho a cansarse,

la concreta verdad que repartí desde el fuego,

el puño que hice unánime

con el clamor de piedra que eligió la esperanza.

Hace frío sin ti. Cuando yo muera,

cuando yo muera

dirán con buenas intenciones

que no supe llorar.

Ahora llueve de nuevo.

Nunca ha sido tan tarde a las siete menos cuarto

como hoy.

Siento unas ganas locas de reír

o de matarme.


ALTA HORA DE LA NOCHE, de Roque Dalton

Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre

porque se detendrá la muerte y el reposo.

Tu voz, que es la campana de los cinco sentidos,

sería el tenue faro buscado por mi niebla.

Cuando sepas que he muerto di sílabas extrañas.

Pronuncia flor, abeja, lágrima, pan, tormenta.

No dejes que tus labios hallen mis once letras.

Tengo sueño, he amado, he ganado el silencio.

No pronuncies mi nombre cuando sepas que he muerto:

desde la oscura tierra vendría por tu voz.

No pronuncies mi nombre, no pronuncies mi nombre,

Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre.

(Según el erudito Georges Vello Rosell, es éste un “bello poema. Me dio escalofríos”).



ELEGÍA VULGAR PARA FRANCISCO SORTO, por Roque Dalton

[Francisco Sorto es un reo común de la Penitenciaría Central de El Salvador que perdió la razón a causa de un encierro de cuatro años en la terrible celda número nueve. Loco como está, deambula hoy silencioso entre los reos del Presidio Preventivo, y por las tardes, al ver pasar las golondrinas y los pericos desde el patio del Penal, canta con los ojos llorosos y la voz sin ritmo, viejos tangos de Gardel…]

Francisco Sorto tiene

nueve años de estar preso.

Mató porque tenía que matar.

Porque tenía que ser duro y terrible

en su tierra reseca donde el pan no se nombra,

en su tierra reseca, reseca, reseca,

donde tan sólo cae el polvo sobre la risa ciega

y el cerebro sin letras

grita su calcinada música y su innumerable llanto.

Francisco Sorto tiene

nueve ojos de estar preso.

Nueve gritos de luz donde los siglos bailan

como niños pequeños.

Nueve «mil novecientos tantos» espantosos.

Nueve rascarse el corazón con piojos

y darse miedo de uno

con una palabrota a flor de dientes.

Nueve lágrimas negras de silencio y de frío.

Nueve tenientes altos

riendo después de fusilar al aire,

haciéndonos llorar

como que hablan de ríos con fresca palazón en las riberas,

como que hablan de llanos que no tienen ni cercos de piedra

donde uno puede dormitar con la barriga ante los astros.

Nueve, carajo,

nueve años disfrazados de pescozón

y uno amarrado;

nueve años, nueve años,

nueve años que no le caben en la boca al mundo,

nueve años de los que se diría

que solamente son setenta y ocho mil

ochocientas cuarenta horas

si uno supiera de pupitres y números.

Francisco Sorto, hermoso

con su cara de mono

y limpio

como la húmeda tierra que nos escucha por los pies.

Francisco Sorto, solitario

en el centro de ochocientos penados.

Francisco Sorto sin visitas los domingos.

Francisco Sorto curándose los golpes

con el excremento de las gallinas.

Francisco Sorto cuatro años a oscuras

y esposado, bien duro, en la celda de castigo.

Francisco Sorto,

¡qué grande,

qué maravilloso y hombre eres,

para que todavía no se te olvide cantar!

***

ELEGIA VOLGARE PER FRANCISCO SORTO, di Roque Dalton

[Francisco Sorto è un detenuto comune del Penitenziario Centrale di El Salvador che ha perso la ragione a causa di una detenzione di quattro anni nella terribile cella numero nove. Impazzito, passeggia adesso silenzioso fra i detenuti del Presidio Preventivo e la sera, quando vede passare le rondini e i pappagalli dal cortile del Penitenziario, canta, con gli occhi pieni di lacrime e la voce stonata, vecchi tanghi di Gardel…]

Francisco Sorto sono

nove anni che sta dentro.

Ha ammazzato perché doveva ammazzare.

Perché doveva essere duro e terribile

nella sua terra assetata dove il pane non si nomina,

nella sua terra assetata, assetata, assetata,

dove cade soltanto la polvere sopra il sorriso cieco

e il cervello, ma senza le parole,

grida la sua calcinata canzone e il suo innumerevole pianto.

Francisco Sorto sono

nove occhi che sta dentro.

Nove gridi di luce dove i secoli ballano

come piccoli bimbi.

Nove «mille novecento e tanti» spaventosi.

Nove grattarsi il cuore che ha i pidocchi

e aver paura di un tizio

con una brutta parola a fior di denti.

Nove lacrime nere di silenzio e di freddo.

Nove tenenti alti

che ridono dopo aver sparato in aria,

e che ci fanno piangere

se parlano di fiumi con fresche palizzate sulle rive,

se parlano di campi che non hanno muraglie di pietra

dove puoi sonnecchiare con la pancia davanti alle stelle.

Nove, cazzo,

nove anni travestiti di coppini,

e uno all’ancora;

nove anni, nove anni,

nove anni che non stanno in bocca al mondo,

nove anni dei quali si direbbe

che non sono che settantottomila

ottocento quaranta ore

se uno ne sapesse di banchi di scuola e numeri.

Francisco Sorto, bello

con la faccia da scimmia

e pulito

come la terra umida che ci ascolta attraverso i piedi.

Francisco Sorto, solitario

in mezzo a ottocento galeotti.

Francisco Sorto senza visite le domeniche.

Francisco Sorto che si cura le botte

con gli escrementi delle galline.

Francisco Sorto quattro anni al buio

e in manette, ben stretto, nella cella di rigore.

Francisco Sorto,

quanto grande,

quanto meraviglioso e uomo sei,

per non dimenticarti ancora di cantare!

A propósito de este poema Georges Vello Rosell mencionó: Me gusta mucho esta poesía por la forma, la musicalidad y la expresividad simple de los versos. Si diría que Astor Piazzolla se inspiró de ese suceso para crear su obra maestra, la canción “Balada para un Loco”  ¿La conoces?

También parece un “resumen poético” de la vida en prisión de Jean Valjean. No me gusta el mensaje que conlleva. Es una poesía “a descarga”, quiero decir, que intenta modelar el pensamiento del lector, para hacerle pensar que no es justo que NADIE viva lo que Francisco Sorto vivió. Yo no conozco la historia de ese hombre y no sé si se merecía o no estar preso.

También estoy de acuerdo que muchas prisiones son verdaderos infiernos.

(Yo he conocido las de Castro). Pero, de todo eso, un poeta NO debe deducir, que NUNCA se debe enviar a un ser humano a la prisión. Algunos la merecen y al estar en ellas, la sociedad vive mejor”.


YO QUERÍA, de Roque Dalton

Yo quería hablar de la vida de todos sus rincones

melodiosos yo quería juntar en un río de palabras

los sueños y los nombres lo que no se dice

en los periódicos los dolores del solitario

sorprendido en los recovecos de la lluvia

rescatar las parábolas deshojadas de los amantes y dároslas

al pie de los juegos de un niño

elaborando su dulce destrucción cotidiana

yo quería pronunciar las sílabas del pueblo

los sonidos de su congoja

señalaros por dónde le cojea el corazón

dar a entender al que sólo merece un tiro

por la espalda contaros de mis propios países

imponeros de los éxodos de las grandes

emigraciones que abrieron todos los caminos del mundo

del amor aun del arrastrado por ahí

por las acequias hablaros de los trenes

de mi amigo que se mató con un puñal ajeno

de la historia de todos los hombres desgarrada

por la ceguera por los arrecifes del mito

del siglo que acabarán mis tres hijos varones

de la lengua del pájaro y la espuma furiosa

en la estampida del gran cuadrúpedo

y quería hablaros de la Revolución

y de Cuba y de la Unión Soviética

y de la muchacha a quien amo por sus ojos

de mínima tormenta

y de vuestras vidas llenas de amaneceres

y de personas que preguntan quién lo vio quién dijo eso

cómo podría hacerse yo llegué

antes que tú

y de todas las cosas de la naturaleza

y del corazón y sus testimonios

de la última huella digital antes del aniquilamiento

de los animalillos y la ternura

quería sí deciros todo eso y contaros

muchas historias que sé y que a mi vez me contaron

o que aprendí viviendo en la gran habitación del dolor

y cosas que dijeron otros poetas antes que yo

y que era bueno que supierais.

Y no he podido daros más — puerta cerrada

de la poesía —

que mi propio cadáver decapitado en la arena.

***

IO VOLEVO, di Roque Dalton

Io volevo parlare della vita di tutti i suoi angoli

melodiosi volevo congiungere in un fiume di parole

i sogni e i nomi quello che non si dice

sui giornali i dolori del solitario

sorpreso nei ripari dalla pioggia

riscattare le parabole sfogliate degli amanti e darvele

ai piedi dei giocattoli di un bimbo

che studia la sua dolce distruzione quotidiana

volevo pronunciare le sillabe del popolo

i suoni della sua angoscia

segnalarvi per dove gli sfarfalla il cuore

far capire a quello che si meriterebbe solo un colpo

alla schiena raccontarvi dei miei paesi

infliggervi gli esodi le grandi

emigrazioni che aprirono tutte le strade del mondo

e anche l’amore del diseredato di qui

dei bassifondi parlarvi dei treni

del mio amico che si uccise con un pugnale altrui

della storia di tutti gli uomini dilaniata

dalla cecità dalle scogliere del mito

del secolo che vedranno finire i miei tre figli maschi

della lingua dell’uccello e la schiuma furiosa

nella fuga del grande quadrupede

e volevo parlarvi della Rivoluzione

e di Cuba e dell’Unione Sovietica

e della ragazza che amo per i suoi occhi

di piccolissima tempesta

e delle vostre vite piene di mattine

e di persone che domandano chi l’ha visto chi l’ha detto

come è possibile io sono arrivato

prima di te

e di tutte le cose della natura

e del cuore e delle sue testimonianze

dell’ultima impronta digitale prima dell’annichilimento

degli animaletti e della tenerezza

volevo sì dirvi tutto questo e raccontarvi

molte storie che conosco e che a mia volta mi raccontarono

o che ho imparato vivendo nella grande abitazione del dolore

e cose che hanno detto altri poeti prima di me

e che era bene che sapeste.

E non ho potuto darvi di più – porta sbarrata

della poesia –

che il mio proprio cadavere decapitato sulla sabbia.

(traduzione Rossano Pestarino)

Roque Dalton sulla paura.

VIEJA CON NIÑO

Con miedo y encorvada

buscando los últimos secretos de la vida

al nivel de los pasos

con el infinito cansancio de no poder intentar

ni el esfuerzo

toda apagada por las burlas de la luz

sin nada que olvidar todo presente

pesando cada día más usando

el argumento del temblor

y él con su vestido marinero todavía impecable

soberanamente preocupado por todos los pájaros que pasan

***

EL PRIMOGÉNITO

Lo peor no es tener miedo.

El miedo puede estudiarse como un bicho

o como un depósito de estiércol

hurgándole

con un palito.

Lo peor es abrazarse al lastre amargo

que las tripulaciones lanzan hacia el fondo del mar,

entre aplausos.

***

VECCHIA CON BAMBINO

Spaurita e ingobbita

mentre cerca gli ultimi segreti della vita

al livello della strada

con la stanchezza infinita di non poter fare

neanche più lo sforzo di tentare

tutta ormai spenta dalle beffe della luce

senza niente da dimenticare tutto presente

ogni giorno più pesante invocando

l’argomento del tremare

e lui con il suo vestitino

da marinaretto ancora immacolato

supremamente preoccupato

per tutti gli uccellini che attraversano

***

IL PRIMOGENITO

Il peggio non è aver paura.

La paura si può studiare come un insetto

o come una letamiera

che uno può rimestare

con un paletto.

Il peggio è abbracciarsi alla zavorra amara

che gettano le ciurme in fondo al mare,

tra gli applausi.



Diálogos de eruditos 

Georges Vello Rosell : No comprendo la frase : «Lo peor es abrazarse al lastre amargo

que las tripulaciones lanzan hacia el fondo del mar,

entre aplausos» Puedes explicarla, por favor?

Rossano Pestarino : Si tú no la comprendes, ¿cómo puedo explicarla yo?

Que lo peor no es tener miedo, sino cuando tu miedo te empuja a hacer eso: abrazarte al lastre que las tripulaciones tiran por la borda.

Georges Vello Rosell : Sí , tu sentido me gusta mucho y le da cuerpo a lo que no comprendía.

En todo caso, esa “idea feliz” que interpretas, no es evidente en los versos originales en español.

Se comprueba otra vez que posees ese “don” particular de los verdaderos poetas.

Yo soy demasiado “racional” para poder aprehender la poesía como tú.

Gracias por ayudarme a mejorarme. 

Rossano Pestarino : Pourquoi «se tenir dans le bras amers» ? Je pense qu’il veut dire quand on embrasse ce qui va être déchargé et par conséquent suit le même destin de s’enfoncer dans les abysses de la mer…


….

MI DOLOR, por Roque Dalton

Conozco perfectamente mi dolor:

viene conmigo disfrazado en la sangre

y se ha construido una risa especial

para que no pregunten por su sombra.

Mi dolor, ah queridos,

mi dolor, ah querida,

mi dolor es capaz de inventaros un pájaro,

un cubo de madera

de esos donde los niños

le adivinan un alma musical al alfabeto,

un rincón entrañable

y tibio como la geografía del vino

o como la piel que me dejó las manos

sin pronunciar el himno de tu ancha desnudez de mar.

Mi dolor tiene cara de rosa,

de primavera personal que ha venido cantando.

Tras ella esconde su violento cuchillo,

su desatado tigre que me rompió las venas desde antes de nacer

y que trazó los días

de lluvia y de ceniza que mantengo.

Amo profundamente mi dolor,

como a un hijo malo.

***

IL MIO DOLORE

Conosco perfettamente il mio dolore:

viene con me mascherato nel sangue

e si è fabbricato una risata speciale

perché non gli domandino della sua ombra.

Il mio dolore, ah cari miei,

il mio dolore, ah cara mia,

il mio dolore è capace di inventarvi un uccello,

un cubo di legno,

quelli dove i bambini

scoprono un’anima musicale all’alfabeto,

un angolo invitante

e tiepido come la geografia del vino

o come la pelle che mi ha lasciato le mani

senza intonare l’inno della tua estesa nudità di mare.

Il mio dolore ha faccia di rosa,

di primavera privata che è arrivata cantando.

Dietro di lei nasconde il suo violento pugnale,

la sua tigre slegata che mi spezzò le vene fin da prima di nascere

e che ha tracciato le giornate

di pioggia e cenere che ho ancora con me.

Amo profondamente il mio dolore,

come un figlio cattivo.

ESTUARIO, por Roque Dalton

Hoy has bajado desde el monte negro

otra vez sin tu lámpara.

(Vienes a mí en sigilo de dulce delincuente

evadiendo las miradas curiosas de la aldea

la envidia de las viejas hundidas en el calor

los gritos de los niños tratando de prenderse de tu frescura.)

Nos hemos quedado desnudos mirándonos en la suave oscuridad

recordando los viejos días que siempre renacen en la sangre

y a la hora de amar hemos sido tiernos como nunca

poblados de pequeñas palabras como nunca

todos nuestros sentidos abiertos como una flor al sol.

He despertado antes del amanecer

y veo que ha quedado la forma de tu cuerpo

retenida en la almohada.

Y he salido a lavarme con el agua de la lluvia de anoche

y se me ha olvidado cantarle a las gaviotas

como todos los días…

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Literatura

Escritor Antonio Muñoz Monge: “Londres está más cerca del Perú que Lima”

Para graficar la indiferencia de Lima hacia el Perú, el escritor y periodista Muñoz Monge, aseveró que “A Lima nunca le ha interesado el Perú”. Asimismo, reveló que en el bar Palermo que quedaba cerca al Parque Universitario conoció a Oswaldo Reynoso, a Eleodoro Vargas Vicuña y a Jorge Acuña, entre otros intelectuales.

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Conversamos con Antonio Muñoz Monge, escritor sanmarquino de alma andina, a sus 83 años lleno de palabras sabias. Periodista, difusor del quechua y la memoria ancestral, ha tejido con veinte libros los hilos del Perú profundo. La charla fluyó con calidez: nos habló de su infancia, de los cerros que le enseñaron a escuchar el viento, de la política, los amigos que partieron, y ese amor intacto por la tierra que nunca olvida.

Aquí la entrevista:

Toño, tú vienes de una región que no es la capital y te has formado conociendo la cosmovisión andina, el terruño, el clima, las costumbres y las lenguas, ¿eso marcó tu niñez y juventud?

Definitivamente. Yo nazco en la ciudad de Pampas, capital de la provincia de Tayacaja, en el departamento de Huancavelica, donde viví hasta los 8 años de edad. Y a la muerte de mi madre viajé a Coracora, en Ayacucho, donde mi papá era juez. De ahí estuve con mi papá en Abancay, donde fue vocal de la corte y luego viajé a Moyobamba, en San Martín, donde también fue vocal. Todos esos lugares y muchos otros más me han marcado y han influido en lo que yo escribo. Es una suerte de que haya conocido tantos lugares y después, ya como periodista conozco casi todo, más del 50% del Perú.

Cuando llegaste a Lima ¿cuáles fueron tus primeros escarceos para escribir artículos o colaborar en medios?

Yo estudié hasta el tercer año de media en el Colegio Serafín Filomeno de Moyobamba, en San Martín, y después llegué a Lima a estudiar el cuarto y quinto año de media en la Gran Unidad Escolar Ricardo Palma de Surquillo. De ahí ingresé a la Universidad San Marcos y a los dos años comencé a escribir en el diario La Prensa. Es el primer diario donde escribí, y dejé la universidad porque ya me metí de lleno al periodismo. Escribí en todos los diarios, en El Comercio, en La República, en Expreso, en El Peruano.

¿A qué edad entras a la universidad, a San Marcos?

Ingresé a los 19 años de edad.

¿Anécdotas con la gente del Patio de Letras, poetas que recuerdes?

He tenido la suerte de conocer a César Calvo, Reynaldo Naranjo y a Washington Delgado, que era profesor. El Patio de Letras era un símbolo de un grupo, no solamente de escritores y artistas, porque además uno sentía que ahí se difundían las ideas.

Otrora ‘Patio de Letras’ de la Universidad Mayor de San Marcos en el centro de Lima.

En esa época la Católica todavía no…

Era un poco lejana. Pero en San Marcos sentía que en la conversación, en la amistad con tus compañeros había una idea. Había ideas que flotaban en el ambiente, ideas sobre un Perú, sobre nuestra patria. Y de ahí, junto con estos mismos amigos sanmarquinos conocí El Palermo, que era otra “universidad”, El bar Palermo quedaba en La Colmena; en verdad era un anexo de San Marcos. Cada mes era un grupo literario, o, un partido político.

Porque quedaba al frente de la Casona San Marcos

Junto al Parque Universitario. Ya no existe. Ahí tuve la suerte de conocer a todos, a Oswaldo Reynoso, a Eleodoro Vargas Vicuña, a Jorge Acuña Paredes, y a todos los grandes…

Los profesores también eran ilustres ¿te acuerdas de Raúl Porras Barrenechea?

Mucho antes. Porras también estaba ahí, pero también se iba al jirón Azángaro, donde Juan Mejía Baca, el editor. Ahí también era un sitio de reunión de los consagrados, de los catedráticos.

¿Y el otro bar ‘Chino Chino’?

El ‘Chino Chino’ estaba al frente del Palermo.

¿Por qué le pusieron ‘Chino Chino’?

Pancho Izquierdo López, el gran pintor, estaba en tragos y le puso ‘Chino Chino’ porque siempre atendía un chino. Llegó en tragos y vio dos. Y dijo: este chino… es otro chino.

Estábamos en el Palermo y cerraban a determinada hora, a la 1 o 2 de la madrugada, y alguien gritaba, la revolución está al frente, y nos íbamos al ‘Chino Chino’.

Pero había otros bares como el ‘Negro Negro’, que quedaba en el sótano de los portales de Plaza San Martín

Sí, pero en la calle Quilca también estaba ‘El Queirolo’. De ahí nacían ideas, nacían grupos literarios, Hora Zero es de ahí.

¿Llegaste a ver a Martín Adán?

Lo conocí. Era difícil, casi imposible hacerle entrevistas. Pero en El Palermo todo el mundo sabía quién era Martín Adán. Y me acordé que Oswaldo Reynoso, Miguel Gutiérrez y Eleodoro Vargas, hablaban siempre de él, incluso discutían. Y una noche, Oswaldo se fue al fondo y se sentó. Había una mesa privilegiada que le decían ‘Los dioses del Olímpico’, donde estaban sentados los que te he mencionado, los escritores consagrados, Reynoso, Vargas Vicuña, Naranjo, Antonio Gálvez Ronceros y Miguel Gutiérrez. Entonces, Oswaldo se puso de pie y se acercó a Martín Adán, que se estaba retirando, y le dijo: “Poeta, después de César Vallejo, sin ninguna discusión, usted es el más grande poeta. Pero en esta mesa que estoy sentado, hay una discusión permanente, no sobre su poesía, como le digo, después de Vallejo es usted. La discusión es sobre su prosa”.

Y Adán se hizo el sordo y le dijo: ¿qué me está diciendo? “Que estamos discutiendo sobre su prosa, no sobre su poesía, porque usted es un gran poeta”. “Fíjese usted”, dijo Adán. Y se fue caminando con prosa y se despidió.

“Esto es mi prosa”, respondió.

El famoso Bar Palermo quedaba en avenida Nicolás de Piérola Nº 1183, frente a la Casona San Marcos.

Has mencionado a escritores de otras regiones, que radicaban en Lima, pero no has hablado de ningún escritor, vamos a decirlo, criollo. De un limeño.

Julio Ramón Ribeyro y Toño Cisneros. Con Toño he sido amigo, con Julio Ramón, lo entrevisté porque yo trabajé con uno de sus hermanos y gracias a él lo pude entrevistar a Julio. Y otro limeñísimo, como tú dices… muy pocos. A Lucho Loayza no lo alcancé.

Eres un aficionado de la música andina y conociste a muchos artistas ¿Podrías mencionar de repente a Flor Pucarina? ¿Qué te recuerda?

Leonor Chávez Rojas, ‘Flor Pucarina’ nació en Pucará, a 10 kilómetros de la ciudad de Huancayo. Y hay 9 Pucarás en todo el Perú. Pero el Pucará, de ‘Flor Pucarina’ de Huancayo fue cuartel general y baluarte de Andrés Avelino Cáceres en la guerra con Chile. El entierro de Flor Pucarina aquí en Lima, tuvo más de 10 cuadras de gente, y al día siguiente se preguntaron, ¿quién es este personaje, porque ni un presidente logra reunir a tanta gente?

Algo parecido al funeral de Chacalón

Claro. Ese es el otro Perú, el Perú negado, el Perú del Cholo, del indio, que es nuestra cultura verdadera. Tenemos cientos de leyendas y mitos que conforman nuestra ideología, nuestra manera de ser.

Por fortuna entrevisté al gran pintor Luis Palao y mencionó literalmente que “no había ni mierda en Lima”. Que las luminarias de arte, literatura y poesía nacieron en diferentes regiones del Perú ¿Qué opinión te merece eso?

Muy bien; la pregunta es importantísima. Hay un libro de Teófilo Altamirano, es un libro escrito hace más de 35 años, que decía, entre otras cosas, lo primero que hace un provinciano cuando llega a Lima es buscar su institución, su club, su referencia. ¿Quién es el secretario de la institución? ¿Por qué? Porque en el mundo andino hay un concepto no individual. Hay una comunidad del aire, de reciprocidad. Hoy por ti, mañana por mí. El mundo andino vive en comunidad, no vive dentro de un egoísmo. Justamente es la condición humana del mundo.

Muy diferente a la visión del capitalino

Exacto. Y ahora dicen que hay cerca de cien mil instituciones de provincianos. Yo he estado infinidad de veces, en todos los coliseos donde se hacían huaynos; en el Coliseo Nacional, en el Coliseo del Puente del Ejército, en la carretera central.

Hace muchos años coincidimos en una premiere para ver la película ‘Coliseo’, que trataba sobre el mundo del Huaylas. Y la vimos contigo y con el gran director de fotografía Jorge Vignati

Qué buena memoria la tuya. Con Jorge Vignati, con José Huamán Turpo, con la familia Rosenthal, con Christine y Kurt Rosenthal, hicimos un documental sobre el hombre que llegó de Coracora; sobre un músico charanguista coracoreño, Roberto Tevez. Después viajamos casi por todo el Perú, con Vignati, Javier Silva Meinel, y Huamán Turpo para registrar las fiestas costumbristas del Perú andino, especialmente.

Solamente pensar en la Virgen del Carmen en Paucartambo en el Cusco, es una locura. Los grupos de teatro de Lima van a aprender a estudiar allá, en la fiesta. Por ejemplo, hay unos personajes que son los diábolos que están prendidos en los techos, en los árboles, que no pueden ver a la Virgen, y están llorando por no poder verla.

Y hay un momento en el que están bailando varias danzas, casi a empujones, alrededor de un árbol tendido en el piso. Yo pregunté, y me dijeron: “vienen a robarse la Imilla” ¿Y qué cosa es la Imilla? “Es la madre de las semillas”. Tú te llevas esa Imilla a tu pueblo y producen todos los productos. Es casi mágico.

Antonio Muñoz Monge, con Jorge Vignati y el entrevistador en la premiere de la película Coliseo en setiembre de 2012.
 

El ciclo de vida es inexorable. Acaban de partir a la eternidad el Nobel Mario Vargas Llosa, el modelo artístico Rodolfo Muñoz, y el actor-mimo Jorge Acuña ¿Qué impresiones?

Mario Vargas Llosa innegablemente era un trabajador insaciable. Tiene más de veinte y tantas novelas. Era un gran escritor. Debe haber algún problema, no sé si de entendimiento; pero un problema humano con Arguedas. Él tiene un libro: ‘La Utopía Arcaica’. Es un amor-odio. Reconoce a Arguedas, aunque también le pone algunos peros. Yo creo que es uno de sus pocos defectos. Pero sí rescata la memoria nuestra en varias de sus obras. No solamente en Lima, no solamente en el Colegio Leoncio Prado. Él habla también, por ejemplo, de la selva, del norte, de Piura. Realmente es un gran escritor.

Algunos entendidos admiran sus ensayos. Sin embargo, ¿crees que su visión política fue errada?

Él perteneció al grupo Cahuide en San Marcos, que era un grupo de izquierda en la universidad, donde estaba Héctor Béjar, Félix Arias Schreiber y el padre de los Humala, Don Isaac.

Estamos hablando cuando MVLL era admirador de Fidel Castro

Y de ahí renuncia. Pero tenía ese defecto, no sé si congénito. Choleaba mucho. Yo tengo testigos presenciales, entre ellos Félix Arias Schreiber que cuenta que les decía: ¡Quédense ustedes en este país de indios, de cholos, y yo me voy a Europa! Tenía ese problema.

Antes era casi una institución cholear.

Actualmente, no se va del todo eso de cholear

Se ningunea al indio, al cholo. Eres buena gente, pero eres serrano. Eres tal cosa, pero eres serrano. Augusto Salazar Bondy escribió un libro: ‘La cultura de la dependencia’.

La gran metrópoli, en este caso Estados Unidos, antes Europa, impone en ti una conducta de ser y entonces copias hasta la manera de caminar. Me lo dijo Luis Millones Santagadea, no cambio una sola palabra: “La Plaza de Armas de Lima fue construida deliberadamente para que los que caminaran por ahí, caminaran sacando el pecho”. Y me dijo: ¿tú sabes lo que es prosa como provinciano? Sí, le respondí. En provincias prosa es sinónimo de limeño. El limeño camina sacando pecho y mirando arriba. Pero ahora ya no encuentras ni un limeño.

¿Cuál fue esa frase del polimata alemán que llegó a Perú?

Ah, Alexander von Humboldt, decía: “Londres está más cerca del Perú que Lima del Perú”. Yo tuve que leer eso cuatro veces para entender que Londres, la capital de Inglaterra, de Gran Bretaña, está más cerca del Perú que Lima del Perú, para graficar la indiferencia de Lima hacia el Perú. A Lima nunca le ha interesado el Perú; es un anexo. Está en otra parte. Lima siempre ha admirado al extranjero. Cuando José de San Martín vino aquí, el grupo de poder económico de Lima le dijo: ¿qué independencia? hay que buscar un príncipe europeo.

Y lo más sorprendente es que Lima sigue creyendo que es el Perú

En la guerra con Chile no participó un limeño ¿Por qué? Porque era una guerra de indios. Y ese prejuicio existe. Es la gran metrópoli. Nosotros imitamos todo lo que dice y lo que come Estados Unidos. Es la moda. Todo es un complejo de dependencia.

No nos olvidemos de Jorge Acuña. Acaba de fallecer y era tu amigo

Con mucha pena.Para mí era un niño grande, un genio maduro. Era un espíritu pleno. Jorge Acuña estaba permanentemente creando, pero sin olvidarse de su origen.Y todo lo hacía con metáforas, con juegos. Yo me acuerdo, por ejemplo, que viajamos a un pueblo y él nos apostó a Maynor Freyre y a mí, que íbamos a llegar a Huancayo sin gastar un medio. y le dije: ¿cómo vamos a hacer eso?Entramos al tren y comenzó a actuar. El público le daba dinero y nos sobró dinero.

A pesar que fue un actor de la calle, Jorge Acuña tenía formación académica y fue muy estudioso del arte dramático

En una oportunidad, en los ochentas yo llevé a Jorge Acuña y a Ricardo Blume, a ver la ‘Maqtada de Cáceres’ en un campo en Huachipa, que es una obra de teatro que representa un pueblo de Jauja. No eran actores profesionales. Es el pueblo que viene a Lima a representar la guerra con Chile donde estaban las Rabonas. Estábamos Jorge Acuña, Ricardo Blume y yo. Ellos apuntaron con una delicadeza todos los datos y toda la obra que estábamos viendo. Entonces, en una escena los actores iban a cruzar un río, y arrojaron un plástico para simular el río y lo cruzaron. Terminó la obra y Blume me dijo: “ni el mejor teatro griego hace esto”. Y Jorge se agarró el pantalón y dijo: “mi pantalón sigue mojado; yo también quería cruzar el río.

¿Qué más decía Ricardo Blume de Jorge Acuña?

Que era en potencia un actor inacabable. ¿te habrá contado alguna vez cómo es que descubre el arte? Y nadie cree. Y es cierto; a mí me lo juró.

Me dijo: “Yo tenía 5 o 6 años y escuché una voz como si me llamaran. Abrí la puerta de mi casa en la selva y vi un zapato puntiagudo y además grande, inmenso el zapato. Y seguí buscando el cuerpo, y era un señor que estaba apoyado en la acera de enfrente, con una bocina en la mano, apoyado en los techos; era un gigante. Y le dije, ¿quién es usted, señor? Y me dijo: -yo soy el que anuncio la llegada de los circos a tu pueblo-. Y ahí nació todo”.

El pasado 30 de abril falleció Jorge Acuña, el mimo que habló con el alma y amigo de Antonio Muñoz Monge.

¿Qué ha pasado con los gobernantes en los últimos años que han ido menoscabando el aparato público?

Yo creo que esto es una mafia. No es que creo. Existe la mafia, sinceramente. A veces tenemos miedo, vergüenza, prejuicios, y no queremos hablar las cosas con su nombre propio. Yo no sé, que me critiquen, pero tú no puedes aceptar a un japonés como Fujimori, que no solamente hizo contrabando con drogas, y ha esterilizado, no sé si la palabra es correcta, a más de 400.000 mujeres andinas para que no puedan tener hijos. Todas son andinas, de Huancavelica, Ayacucho, Huánuco, y Cerro de Pasco. Eso es un crimen. Pero lo veías cargando al Señor de los Milagros. Entonces, yo pregunté a mucha gente humilde, ¿por qué han votado por Fujimori? Es el famoso asistencialismo. Nos llevaba zapatos, nos llevaba pan, me decían.

Tu pregunta me sirve para decir que nos falta identidad. Por ejemplo, el poema de Vallejo dice: “¿Hasta cuándo estaremos esperando lo que no se nos debe?” Y nadie espera lo que no se nos debe. Hasta cuándo estaremos esperando. Lo que quería decir Vallejo, era: hasta cuándo vamos a esperar esta situación. Y en qué momento estiraremos nuestra pobre rodilla para siempre.

Tampoco hay mal que dure mil años

Ahora, hay un fenómeno importantísimo que yo lo he aprendido en los viajes y lo he aprendido de los campesinos cuando salíamos muy de niños y a cualquier edad al campo. Me parece un sueño cuando nos decían: “Niño, a este animalito no hay que matarlo”. ¿Por qué? le decíamos: “Porque se llama, zara-pojochi”. Zara es maíz y pojochi con su canto hace madurar el maíz. Por eso teníamos maíz.

¿Es todo un ecosistema?

Hay un diálogo con la naturaleza. Hay fiestas al agua, a la Luna, al Sol. Hay fiestas. En Huancayo, parte del Huaylas es la cosecha de la papa. Don Zenobio Dagha Sapaico, que ha dejado más de 500 composiciones, tiene un huayno… que mucha gente me dice: “Me encanta ese huayno que se llama Yo soy huancaíno”.

Eres barranquino de corazón. ¿Qué opinión te merece el barrio de Barranco?

Lindo. Ha sido inundado, ahora sí lastimosamente por un turismo equivocado, pero es hermoso.

En los últimos años ha tenido mala suerte con sus alcaldes

Eso parece que es un fenómeno. No se puede caminar, todas las calles han sido levantadas, cambiadas.

Se supone que se tiene que ejecutar las obras

Es para robar pues. Yo facturo el presupuesto para arreglar estas veredas, las triplico y listo.

Nuevamente te acaban de condecorar en la Asociación de Clubes Departamentales. Cuéntanos eso

La Asociación de Clubes Departamentales en Lima ha clasificado a las regiones. Cada departamento ha presentado a la persona que dignamente representa. A mí me ha presentado Huancavelica, pero además de ser representante de los escritores huancavelicanos, me acaban de dar un diploma de personaje ilustre de Huancavelica. Yo soy, como te digo, de Pampas de Tayacaja.

Tienes varias publicaciones. Has escrito prosas, narrativa, poesía, has hecho una especie de ensayo sobre el análisis de algunos exponentes andinos. Actualmente, a tus 82 años ¿hay un nuevo proyecto?

Sigo escribiendo.

Antonio Muñoz Monge leyendo uno de sus textos en borrador.

¿Qué estás escribiendo?

Justamente, estoy escribiendo una conversación de… Hay un homenaje a unas aves, donde participan los árboles, las flores, los picaflores, los ríos. Y es un homenaje en el cual están esperando la llegada de la pachamanca. Es una pachamanca viajera que está recorriendo todo el Perú para ir al homenaje. Y por los lugares que pasa, cada pueblo le entrega el plato típico.

Y es el homenaje también al maíz. Entonces, es la participación de un entendimiento de la naturaleza, del ser humano y la afirmación. Porque, en algún momento, estos árboles gigantes y abusivos quisieron abusar de los pajaritos y se convirtieron en nada, se convirtieron en musgo en el suelo. Y cuando reaccionaron luego de lo que habían cometido, ahora son ellos los que han invitado a todos a la fiesta.

¿Cuál sería el género del texto?

Una novela ficción. Pero, además estoy terminando la vida de Amanda Portales.

Mejor dicho, ya está terminado el libro. Yo le puse a ella ‘La Novia del Perú’.

Tú eres un hombre de pluma literaria y periodística ¿Qué le sugerirías a las nuevas generaciones de periodistas?

Conocer, sinceramente. Con todo respeto y cariño conocer al Perú. Amar al Perú. Profundizar, estudiar sus mitos y sus leyendas. A José María Arguedas, en una oportunidad le dieron un premio ‘Garcilaso de la Vega’, y el discurso se llamó: “Yo no soy un aculturado”. En técnica nos puede ganar Europa, o Estados Unidos. Y eso es momentáneamente, pero en cultura, decía Arguedas, tenemos para regalar. Por ejemplo, el departamento de Puno tiene más de 250 danzas. Y cada danza significa algo, representa algo, ¡dice algo!

¿Entonces que nos falta?

Estamos hablando de Perú y todo lo que es el Perú es un entendimiento. Si rescatamos eso y si tenemos, no solamente la entrega, la militancia y la responsabilidad de querer a este país, cambia todo, pero estamos ajenos. Parece que no viviéramos en el Perú.

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Literatura

Alex J. Chang: “Es una proeza hacer literatura en nuestros países latinoamericanos”

Entrevista al escritor y promotor cultural Alex J. Chang.

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En el desafío de crear literatura en tiempos de inteligencia artificial destacamos el esfuerzo de los escritores que, desde diversas plataformas digitales, difunden la literatura viva del país. Tal vez para muchos es una batalla perdida y el futuro de los escritores sea volverse lenguaje binario creado por las corporaciones capitalistas; mientras tanto, destaquemos el trabajo de los escritores peruanos. Conversamos con Alex J. Chang, un destacado escritor y promotor cultural.  

Escribes y tienes un programa cultural virtual, cuéntanos, ¿cuáles son los problemas más visibles para construir tu arte en el Perú?

Son muchos problemas que impiden construir una obra de arte; casi todo está en contra del quehacer artístico en Latinoamérica. El más obvio de todos es la cuestión económica: ¿cómo financiar la obra artística? Muchas veces toca sacar de tus ahorros, pedir prestado, endeudarse o simplemente olvidarse de crear tal obra por falta de recursos. Bueno, eso es, por un lado. Por otro, debemos tener en cuenta que después de invertir con nuestros bolsillos, muchas veces no hay retorno de lo invertido en nuestro trabajo artístico porque el mercado, este mercado toma poca importancia a los productos artísticos/culturales a menos que seas muy mediático.  En pocas palabras: es una proeza hacer arte, sobre todo arte literario, en nuestros países latinoamericanos.

Se habla mucho de la democratización de la cultura en los medios digitales, ¿qué beneficios y problemas encuentras usando estos espacios?

Tiene sus ventajas y desventajas, como todo en la vida. Por un lado, permite dar visibilidad a quienes no tengan acceso a los medios tradicionales como la televisión, radio o prensa escrita. Sin embargo, no todos llegan a tener el éxito masivo, ni mucho menos se hacen más conocidos como artistas, por la alta competencia que existe hoy en día en los medios digitales. No es tan sencillo como parece. Muchas veces estas plataformas le dan mayor cabida al contenido banal, al morbo, al relleno, que, para muchos usuarios sirven como entretenimiento efímero y vacío. El reto consiste en ser creativos e impactar a nuestra potencial audiencia sobre nuestros contenidos artísticos/culturales. Yo, por ejemplo, siempre estoy intentando renovarme en mi programa virtual Cruzada Cultural, pero a veces siento que es difícil competir con un sistema que promueve lo fútil.

Acabas de publicar la segunda edición de tu primera novela La mujer de los tacones de oro y un libro de cuentos para niños. ¿Te gustaría contarnos más sobre tus libros?

El primer libro, La mujer de los tacones rojos, se trata sobre una agente encubierta, que, gracias a la magia de sus tacones rojos, recupera su salud y se libra de sus enfermedades y de sus múltiples discapacidades, para luchar contra varias organizaciones criminales que azotan el país. Sí, como verán es la clásica novela policial con su toque mágico, surrealista, y, sobre todo, humano, 100% humanístico como César Vallejo.

El segundo libro, Las aventuras de Tobi y Pompón, es un cuento largo para niños que trata sobre un perro de raza Beagle llamado Tobi que aburrido de su hogar y de su familia escapa para vivir esos miles de aventuras en todo el país, pero termina perdiéndose y sin saber cómo regresar a casa. Están a la venta directamente conmigo y también disponibles en la tienda virtual de la editorial Ameleer.pe.

Vargas Llosa es una figura ineludible para la literatura peruana, ¿qué otros autores peruanos recomiendas leer?

Hay muchos autores peruanos dignos de ser considerados. El primero que viene a mi mente es Miguel Gutiérrez, un novelista en plenitud, innovador y apasionado por la buena literatura, siempre en busca de escribir la gran novela de su vida. Luego pienso en el maestro Cronwell Jara, un genio del cuento, la novela y la poesía, además de un profesor y tallerista sabio en el arte literario. También destaco a Edgardo Rivera Martínez, cuya monumental País de Jauja puede situarse junto a La violencia del tiempo y Conversación en La Catedral, gracias a su calidez, musicalidad y su prosa poética inconfundible. Entre los relatos que releo con frecuencia están El ángel de Occongate de Rivera Martínez, Agnus Dei de Cronwell Jara, entre otros.  

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Literatura

Euler Julca: “Hay una sensibilidad especial en la gente de mi tierra, un vínculo con la naturaleza que no se ha perdido del todo”

Una conversación con el poeta Julca.

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Por Julio Barco

La poesía peruana se renueva: una voz poética cae a la tierra fértil de la hoja y empieza la metamorfosis. En ese sentido, la poesía vive como una sabia subterránea, viajando de mente en mente; quiebra el espacio-tiempo y florece. De Chocano a Vallejo, de Vallejo a Verástegui y seguimos. Hoy vamos a conocer a Euler Julca Sánchez, joven poeta de Chachapoyas, que se inicia el mar literario con Balsamario poético (Ed. Higuerilla, 2025).

1. Al leerte, siento un trabajo de métrica, sin embargo, a nivel de fondo, ¿qué temas abordas en tu primer libro?

Como bien ha observado, maestro Barco, el tiempo está marcadamente presente: no como una línea cronológica austera o rígida, sino como un zumo emocional, una bruma que amalgama afectos, recuerdos, ausencias. Por lo que, la memoria, que fija en sus esquemas lo que se vive y lo que se sueña, se forja como materia prima del poemario. Así, en los poemas, quizás, está latente los intentos de atar lo fugaz, de salvar alguna cuestión de la corriente etérea del tiempo. Además, la naturaleza –esa gran musa sacra con la que convivo, combato, amo…– destila de su alambique el símbolo, el personaje, el espacio: árboles, pájaros, cielos chachapoyanos, lluvias, están presentes no solo como contenido, sino como la esencia viva del discurso poético.

2. Eres de Chachapoyas, una parte del Perú poco explorada a nivel literario. Me gustaría que nos des una idea de los valores que encuentras en tu comunidad y que sientes que se deben conocer a nivel internacional.  

San Juan de la Frontera de los Chachapoyas, la fidelísima ciudad, tiene una riqueza espiritual y cultural que merece mayor visibilidad. Hay una sensibilidad especial en la gente de mi tierra, un vínculo con la naturaleza que no se ha perdido del todo. Aquí, el tiempo tiene otro ritmo, y esa lentitud nos permite escuchar, observar y recordar con mayor profundidad.El valor de la palabra, por ejemplo, es algo que permanece en las familias, en los cuentos o tradiciones orales, en las conversaciones largas. Cabe mencionar, que hay un autor nacido en Levanto, pueblo aledaño a Chachapoyas, el sacerdote y cronista Blas Valera, referido en los Comentarios reales, que es muy referido en las escuelas con el fin de motivar la escritura de los jóvenes.

4. Me interesa conocer cuáles son los desafíos para desarrollarse, ¿cuáles son las ventajas y las desventajas que encuentras para desarrollarte como escritor en tu localidad?

Como he escuchado mencionar a usted en algunas ocasiones, concuerdo con que uno de los desafíos principales es la falta de oportunidades de espacios de crítica o difusión, más si se da en zonas de provincia, o la falta de circuitos literarios activos, de editoriales locales, de librerías independientes. Eso puede generar una sensación de aislamiento, como si lo que se escribe aquí no poseyera eco. No obstante, ese mismo contexto puede volverse una ventaja. Hay más libertad creativa, menos presiones del mercado o de las modas. Asimismo, escribir desde mi pueblo chachapoyano o más específicamente desde mi pueblo natal o desde las tierras donde laboro como profesor, desde estos valles o cumbres que rodean lo inasible del sentimiento que me alberga y que muchas veces no logro concebir lingüística o literariamente porque es ahí, entre otros escenarios de esta realidad, donde radica la sustancia poética, me permite tener una voz más auténtica.

5. Todo primer libro de un poeta refleja la deuda con sus lecturas. En tus lecturas intuyo que hay mucho del modernismo de Rubén Darío, de la poesía clásica de José Martí y los poetas españoles. Cuéntanos, ¿qué autores son importantes para tu primera producción’

Sí, Rubén Darío ha sido una figura fundamental: su musicalidad, su sentido del símbolo, su capacidad para renovar. De la poesía española, me conmueve la claridad de Antonio Machado, la hondura de Miguel Hernández, la complejidad barroca de Quevedo y Góngora, e incluso lo trascendente de Garcilaso de la Vega. Entre los peruanos, hay una influencia ineludible de César Vallejo, por Valdelomar y Manuel Gonzáles Prada.

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Literatura

El espía de la familia

Un relato corto de Alexander Campos Soto

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          Al final, descubrí que mi verdadera vocación no era la de actor de cine, la de ingeniero de computadoras, ni la de escritor; sino algo más fascinante: la de espía. Nunca le dije a nadie porque se habrían reído en mi cara. Pero, desde niño, soñé ser parte de la CIA o la KGB o el MI5. Será por eso que Putin es mi presidente favorito o será porque sé que tiene el poder: si aplasta un botón, desaparece a toda Europa occidental. Para mí, no es un dictador o un tirano. ¿Saben lo que es? Un verraco, como dicen los hermanos colombianos, un Benel super Saiyajin, un Zuloeta mezclado con sangre eslava. Hasta tiene la misma cara alargada, la mirada penetrante y analítica de mis tíos, los cophiscos. Y el color de sus ojos es igual al de mis tíos; o sea, de perro Siberiano con hepatitis. En mis ratos de lucidez más extrema, me ha venido una hipótesis: que puede ser descendiente de cualquiera de mis bisabuelas y tatarabuelos. Sí, se ha demostrado que, antes que lleguen los pobretones españoles en busca de oro y plata, nosotros, los incas, ya habíamos tenido contacto con Europa, con los vikingos. Las pruebas están ahí, en la cultura Chachapoyas. El año pasado, fui con mi novia magistrada y visitamos todas sus ruinas. Y terminé más que convencido. Entonces, ¿por qué Putin no puede ser un Zuloeta eslavo? Nada es imposible en este mundo, señores.

          Hasta ahora, no sé por qué mis padres no me dejan mezclarme con esa parte de la familia; si yo los veo tan próximos, tan cercanos: la nariz de mi abuela, la cara pálida de mi abuela y el olor a muerte de Putin. Son mi familia y la sangre no se niega y tampoco es motivo de vergüenza. Tal vez, piensen que debo estar alejado de ellos porque yo les puedo dar ideas más ortodoxas que Rasputín, el brujo de los Zares. Como ellos también saben que soy muy listo y, tal vez, mis tíos de escasa habilidad, a lo mejor creen que terminemos formando un grupo subversivo y lleguemos a palacio y nos adueñemos de todo el país. ¿Quién puede saber las ideas que pasan por las cabezas de mis viejos?

            No fui actor de cine porque nunca reuní las condiciones: cuerpo esmirriado, talla de hormiga y corazón de poeta. Tampoco, ingeniero de computadoras porque me di cuenta que, al final, esa tecnología terminará por cosificarnos. Solo llegué a ser escriba; ni siquiera, escritor. Tan solo porque el diablo me dicta lo que escribo y yo no soy quien escribe. Es una cosa sobrenatural que apenas entiendo. Pero, a los hermanos de mamá y a la madre de mamá les y las espié hasta con detector de mentiras. Incluso, sé lo que piensan antes que ellos. Los conozco también como el recorrido que hace todos los días mi mano derecha para limpiarme el culo.

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Literatura

Alejandra Pizarnik, la poeta de la mirada melancólica

Su muerte prematura representó una dura pérdida para la literatura latinoamericana.

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Ella no escribía para agradar ni para que la recuerden como una persona confundida, triste y solitaria, sino que lo hacía para exteriorizar todo su sufrimiento; era el claro ejemplo de que la poesía era el instrumento más idóneo para mitigar de alguna manera sus pesares y tribulaciones. Flora (o Alejandra) Pizarnik nació un 29 de abril, entre dos mundos, dos realidades tan disímiles, tan contrarias como el día y la noche.

Desde que nació su vida estuvo marcada por una serie de cuestionamientos existenciales. Hija de inmigrantes ucranianos judíos, Flora desde muy niña siempre se sintió una extranjera en su propia tierra debido a las raíces que la unían con aquella parte de Europa de la post guerra.

Toda esa sensación de no pertenencia se vio severamente potenciada debido a sus problemas con el acné y el sobrepeso, lo que finalmente terminó derivando en sus trastornos de ansiedad, depresión y posterior suicidio a la edad de los 36 años, en 1972.

A lo largo de su vida pudo viajar a Paris, ciudad donde conoció al pintor Juan Batle Planas, quien llegara a convertirse más adelante como su primer maestro en la pintura, pues sí, ella también, a la par de la poesía, buscaba otras artes para plasmar su dolor, teniendo como temas recurrentes el mundo onírico, la muerte, la desesperación y el vacío existencial.

Todo ello se puede ver de manera desgarradora en sus escritos y pinturas, tan perceptibles como si se tratara de un grito de desesperación que quisiera atravesar el papel, un manuscrito de auxilio o de ruego que busca incesantemente la atención del lector. Todo ello representa un crudo testimonio de toda su angustia, tan crudo y visceral que es imposible no identificarse. Y es que en ciertas ocasiones los escritores y poetas se alimentan del dolor propio, de las experiencias vividas, para poder escribir.

Retraída de la sociedad y amante de la soledad, Pizarnik supo llamar la atención de escritores consagrados como Julio Cortázar y Octavio Paz, quien estaban pendiente de su salud mental.

En una ocasión, el autor de Rayuela, consciente de sus dos intentos de suicidio y los remolinos de su mente, le imploró que no decaiga en sus oscuros pensamientos.

Lastimosamente, el 25 de setiembre de 1972, Alejandra se quitó la vida producto de una sobredosis de barbitúricos.

“No quiero ir

 Nada más

 Que hasta el fondo”, fue el mensaje que dejó en el espejo de su habitación.

Aunque breve fue su estadía en este mundo, gran parte de sus escritos y poemas han conseguido mantenerse vigentes con el paso de los años, no solo en su natal Argentina, sino en gran parte de Latinoamérica y el mundo hispanohablante.

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Literatura

Restos del ‘Tío Factos’, uno de los fundadores del Movimiento Kloaka, han ido a parar a una fosa común

Rodolfo Ybarra, poeta y amigo cercano de Guillermo Gutiérrez, afirmó para Lima Gris que restos del escritor no pudieron tener una cristiana sepultura.

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Durante los últimos años de su vida Guillermo Gutiérrez fue conocido gracias a las redes sociales como el ‘Tío Factos’, aquel viejito áspero y crítico de la realidad social y cultural del país en el programa de Youtube ‘La RoRo Network’, espacio donde supo conectar muy bien con las nuevas generaciones.

Sin embargo, Gutiérrez Lymha, era un digno representante de la contracultura peruana, considerado como uno de los fundadores del Movimiento Kloaka, aquel colectivo poético surgido en la década de los ochenta donde también estuvieran los vates Roger Santiváñez y Mariela Dreyfus, entre otros.

El pasado 5 de abril lamentablemente falleció y hasta anoche sus restos mortales permanecían en la Morgue Central de Lima. Lima Gris se comunicó con el poeta Rodolfo Ybarra, uno de sus amigos más cercanos del recordado ‘Tío Factos’, indicándonos que lamentablemente no se pudo completar el trámite legal para retirar su cuerpo debido a que una tía política del difunto no contaba con su partida de nacimiento digitalizada. Ybarra nos contó que sus amigos desde hace más de cuatro décadas intentaron desde el primer día reclamar el cuerpo de Gutiérrez, sin embargo, la aparición de ese familiar terminó truncando todos los trámites avanzados.

“Te cuento que su cuerpo ya fue arrojado a una fosa común”, se lamentó su amigo Ybarra, quien añadió que el ex integrante del Movimiento Kloaka habría fallecido de asfixia dentro de su domicilio.

“Vivía en Villa El Salvador. Él era una persona muy solitaria; el año pasado había fallecido su mamá y sufría de depresión”, añadió. El también escritor también recordó que la última vez que lo vio fue en el mes de febrero en una feria de libros cerca al Congreso de la República.

En su vivienda solo le acompañaba un perrito. Falleció a los 66 años.

El dato:

Guillermo Gutiérrez logró imprimir tres poemarios: ‘Ulkadi’ (1987), ‘La muerte de Raúl Romero’ (2007), y finalmente ‘Infierno Iluminado’ (2022).

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