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José María Arguedas, el etnógrafo de la cultura peruana

La obra de José María Arguedas como antropólogo es muy amplia y también diversa; por tanto, no es fácil abordarla de manera integral. La vena antropológica, al igual que la literaria, se encuentra presente en Arguedas desde sus primeros escritos. Es más, podemos afirmar que Arguedas fue de aquellas personas que, sin ser oficialmente antropólogo, era portador de una actitud antropológica muy desarrollada.
Entiendo por actitud antropológica, la disposición para conocer y comprender al otro con el objetivo de establecer un intercambio recíproco entre ambos; es decir, ser capaces de derribar murallas y tender puentes en medio de la diversidad humana para hacer fluir el diálogo intercultural. Esta actitud antropológica se encontraba enraizada en su ser social, lo acompañó durante toda su vida profesional y fue su principal recurso para acceder al conocimiento profundo de nuestras culturas.
Arguedas tenía una sensibilidad muy especial, cultivada a partir de sus discontinuas experiencias personales, que le permitió acercarse a la realidad y ser capaz de comprenderla en su complejidad. Como dice Pinilla (1995)[1], la comprensión es un arte que las personas ejercitamos cotidianamente y para cuya práctica Arguedas se encontraba especialmente dotado. Todo ello lo hice muy sensible a los tiempos que le tocó vivir. Según Flores Galindo (1992)[2], “Arguedas es uno de esos personajes excepcionales que en su derrotero lingüístico y en su tarea como escritor condensó las tensiones y las preocupaciones de una sociedad”. Deben ser muy pocas las obras que alcanzan esta dimensión.
Arguedas se dedica formalmente a la antropología a partir de 1947 cuando se matrícula en el recién creado Instituto de Etnología y Arqueología de la UNMSM (1946). Sin embargo, desde sus escritos de los años 30, es evidente su preocupación por la cultura andina y su porvenir. Todo lo visto y vivido durante su infancia y adolescencia comienzan a ser expresados en los textos que escribe entre mediados de la década del treinta y la primera mitad de los años cuarenta. De este parte destaca el conjunto de artículos que escribió para “La Prensa” de Buenos Aires. Como dice Lienhard (2012)[3], se trata de relatos etnográficos cercanos al género “relato de viajes”, cuyo tema eje es la ritualidad de las comunidades indígenas. En ellos, Arguedas escribe sobre la cerámica india, la música popular y sus principales exponentes, el charango, el violín, la guitarra, el idioma y la poesía quechua; describe fiestas, carnavales, personajes como los rezadores, el varayok´, los wayak´, el layk´a. Asimismo, rituales vinculados a la siembra, la cosecha, el matrimonio y la muerte. En este momento también aparece el tema del mestizaje que, como dice Rama (1977)[4], va a ser la gran propuesta de la antropología arguediana.
En síntesis, visto en conjunto los textos de esta época, constituyen una muy variada etnografía de la cultura andina. En sentido estricto no es la manifestación de un ejercicio profesional de la antropología, pero sí expresan un conocimiento muy intuitivo y comprensivo de nuestra realidad que evidencian la cercanía del autor con los hechos. Es un Arguedas que describe, analiza e interpreta, pero a la vez expresa de manera directa su perspectiva y subjetividad. Puede asumir la actitud de un observador externo que es capaz de mostrar los hechos como si se tratase de una fotografía social de la realidad, pero a la vez, también es capaz de emocionarse, alegrarse, conmoverse y denunciar, como en el caso del texto “Cómo viven los mineros en Cerro de Pasco”.
Como hemos señalado en líneas anteriores, en 1946 se crea el Instituto de Etnología y Arqueología y Arguedas se encuentra entre los primeros estudiantes que se inscribieron para continuar estudios. Ya había estado en San Marcos, en Letras; ¿qué lo motivó a seguir una nueva especialidad? Conocer mundos diferentes y experimentarlos son las razones más comunes que suelen inclinar a uno hacia la antropología. Pero en Arguedas eso ya era práctica vital y laboral. Algunos señalan que fue en búsqueda del reconocimiento académico que no tenía, tal vez; sin embargo, Arguedas ya era un escritor con una producción conocida.
Pienso que Arguedas siempre quiso ser el gran etnógrafo de la cultura andina y en este propósito la literatura le resultaba insuficiente. Me refiero al hecho de que la literatura y la antropología son dos discursos diferentes. Si bien es cierto, se puede hacer intersecciones entre ambas, los métodos, técnicas y procedimientos son distintos, así como sus objetivos. Ello es especialmente visible en el producto final. Para decirlo de manera didáctica: el texto literario es una representación metafórica de la realidad, mientras que el texto antropológico es una representación objetiva o, en todo caso, pretendidamente objetiva de los hechos. Es posible que Arguedas se haya acercado a la antropología profesional en un intento por explorar la cultura andina con nuevas herramientas, a partir de nuevas perspectivas, que complementasen las que él ya tenía.
De su producción antropológica podemos destacar sus trabajos en Puquio, el Valle del Mantaro y en España (La Muga, Sayago, y Bermillo, pueblos de Castilla y León). Mencionaré algunos de los aspectos más saltantes.
Entre 1952 y 1956 realizó varias visitas a Puquio. En una de ellas, fue acompañado del conocido sociólogo francés Francois Bourricaud, y del etnomusicólogo Josafat Roel Pineda. La investigación fue publicada como “Puquio, una cultura en proceso de cambio”. El objetivo de esta era describir, a través de las manifestaciones religiosas (mito de Inkarri) y de la Fiesta del Agua, las aceleradas transformaciones que experimentaba este pequeño pueblo. El resultado es un muy interesante texto en el cual Arguedas traza un mapa general de la situación de Puquio, al punto que en esta monografía se encuentran prácticamente todos los temas fundamentales de la antropología peruana. Así por ejemplo, analiza las relaciones interétnicas que se presentan entre mistis, indios y mestizos al interior de cada ayllu: Qollana, Chaupi, Pichkachuri y Qallao.
También el proceso de modernización del lugar gracias a la construcción de la carretera, la expansión del comercio, la presencia del Estado, y el rol transformador de la escuela. Conversa con los ancianos, quienes se quejan del cambio de costumbre entre los indios jóvenes, especialmente de los que vuelven de la costa luego de una permanencia relativamente no muy prolongada. La religión católica y la evolución de las creencias, a través del mito de Inkarri, también fueron exploradas.
Finalmente, Arguedas nos plantea algo fundamental para la comprensión de nuestra dinámica cultural: la voluntad de cambio que existe en el indio. Dicho en otros términos, el indio quiere dejar de ser indio y desea modernizarse. Arguedas llega a decir que en un par de generaciones habrán desaparecido convertidos en mestizos. Y creo que aquí se encuentra la razón principal del olvido de la antropología de Arguedas. Para indigenistas, socialistas y desarrollistas, tres tendencias muy fuertes en las ciencias sociales del siglo XX, esto no era posible. Para los indigenistas, el indio era la reserva de nuestra identidad milenaria, la expresión de lo auténticamente nacional; para los socialistas, el indio debía ser el campesino rebelde dispuesto a incendiar el prado. Y para los técnicos del desarrollismo, el indio era ese ser atrasado, casi inmóvil y atado a la tradición que debía ser modernizado a través de programas de desarrollo.
Entre 1955 y 1957 realizó investigaciones en el Valle del Mantaro. Los productos más importantes fueron su tesis de bachiller en etnología titulada: “Evolución de las Comunidades indígenas. El Valle del Mantaro y la ciudad de Huancayo: un caso de fusión de culturas no comprometidas por la acción de las instituciones de origen colonial” y su “Estudio etnográfico de la Feria dominical de Huancayo”. En este escenario es que Arguedas va a quedar “muy impresionado por los mestizos huancas y su espíritu emprendedor” (Montoya 2012)[5] llevándolo a desarrollar su polémica tesis acerca del mestizaje.
En Arguedas, el valle del Mantaro representa el caso paradigmático de “mestizaje ideal”. Nos lo presenta como una posibilidad concreta de un acercamiento recíproco entre las dos tradiciones culturales. Los campesinos mestizos del valle del Mantaro, que como él hablaban quechua y castellano libremente, eran una evidencia de lo fructífero que podía resultar este proceso. Arguedas creía ver en el Valle del Mantaro “un caso en el que la modernización y capitalismo no eran contrapuestos al mundo campesino. Al contrario, los campesinos se integraban al proceso, eran agentes de modernización y del capitalismo” (Flores Galindo 1992: 21)[6]. En el valle del Mantaro los campesinos no habían sido absorbidos ni violentados, es decir, no hubo aculturación; por el contrario, al incorporar el capitalismo, lo volvieron funcional a sus intereses logrando construir una particular identidad regional.
Este caso nos parece importante no tanto porque sea un modelo o un norte ideal. Lo que nos plantea Arguedas es el problema de las relaciones de poder. Dicho de otra manera, la situación del valle no era consecuencia de un armónico mestizaje, ni de un generoso paternalismo, sino de una específica correlación de fuerzas. En el valle del Mantaro los mestizos prontamente accedieron a la administración comunal, poco después representantes de los indios también pudieron participar de ella. La condición de propietarios, el control de los medios de producción y el acceso a mercados permitieron una autonomía económica que complementó el acceso a los cargos. Es decir, los indios participaron del poder político y económico de la región.
La mirada de Arguedas renovaba la visión que sobre el mestizaje cultural había predominado. No era una fusión armoniosa, por el contrario, era parte de los procesos de cambios que experimentaba una sociedad de transición como era el Perú de esos días y como expresión de nuestra principal contradicción: la lucha entre lo nativo y lo moderno. Entonces, la riqueza de nuestro mestizaje emergía de un complejo escenario y aparecía como un fenómeno alumbrador de lo que vendría.
Para Arguedas la cultura peruana conformaba un todo muy complejo y diverso resultado de contradictorios procesos. Así por ejemplo, no era lo mismo el mestizaje del valle del Mantaro, con un mestizo autónomo y libre de prejuicios, que el mestizaje de la sierra sur en donde predominaban las relaciones serviles, o el proceso de la costa norte, en el cual los indios prácticamente habían dejado de serlo, pues los cambios operados iban desapareciendo las diferencias culturales. Grandes contrastes los de nuestro país, que Arguedas con gran intuición y precisión logró describir.
En 1958, por medio de una beca de la UNESCO, viaja a España junto a Celia Bustamante para realizar una investigación que luego sustentaría como su tesis doctoral: “Las comunidades de España y del Perú”. Le interesaba determinar las posibles influencias hispanas en nuestras comunidades andinas. Arguedas esperaba encontrar en las comunidades españolas supervivencias de formas de organización comunal que permitieran mejorar el conocimiento de nuestras comunidades.
Sería necesario detenerse en el análisis de este importante documento, sin embargo, las características de esta presentación no lo permiten. Por ello solo mencionaré dos aspectos que me parecen destacables: i) la experiencia de Arguedas fue la primera ocasión en la cual un antropólogo latinoamericano realiza una investigación en España; esto significó una alteración a la tradición que la geopolítica del conocimiento impone hasta nuestros días, es decir, los estudios se realizan del centro a la periferia y muy rara vez a la inversa; y ii) el carácter comparativo de su estudio. La comparación es uno de los métodos principales de la antropología y Arguedas utilizó constantemente este recurso comparando los casos de España y el Perú, así como también al interior de nuestra realidad entre las comunidades andinas de diferentes regiones. En este sentido, este trabajo podría ser considerado como uno de los mayores aportes realizados al conocimiento de las comunidades campesinas del Perú.
Para terminar, solo agregar que un etnógrafo es aquella persona que siendo externa al grupo es capaz de desplazarse hacia el interior del mismo con el objetivo de comprender las estructuras que lo sostienen; el etnógrafo es el que está preparado para descodificar los entramados simbólicos que dan sentido a las decisiones y las acciones que cotidianamente toman y realizan las personas. Es un forastero permanente que recorre lugares con su mochila al hombro y en el proceso muchas veces no sabe quién es. En este empeño, de recorrer los itinerarios transculturales de nuestro país, no hubo otro más grande que José María Arguedas.
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[1] Pinilla, C. (1995). “Arguedas y el conocimiento comprensivo”. En: Maruja Martínez y Nelson Manrique (editores). Amor y fuego. José María Arguedas 25 años después. Lima: Desco, Cepes, Sur.
[2] Flores Galindo, A. (1992). “Arguedas y la utopía andina”. En Flores Galindo Dos ensayos sobre José María Arguedas. Lima: Sur.
[3] Lienhard, M. (2012). “José María Arguedas: Una mirada antropológica”. En: José María Arguedas. Obra antropológica. Tomo 1. Lima: Editorial Horizonte.
[4] Rama, A. (1977). “Introducción”. En: Angel Rama (selección y prólogo). Formación de una cultura nacional indoamericana por José María Arguedas. México D.F.: siglo veintiuno editores, sa.
[5] Montoya, R. (2012). “Aproximaciones a la Obra Antropológica de José María Arguedas”. En: José María Arguedas. Obra antropológica. Tomo 1. Lima: Editorial Horizonte.
[6] op. cit.
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NEO TV irrumpe en la televisión peruana: arte, análisis, cultura y política en una nueva señal
Una nueva propuesta televisiva.

Una nueva forma de ver televisión ha llegado al Perú. Se trata de NEO TV, un canal diferente, audaz y necesario, que apuesta por contenidos de calidad, pensamiento crítico y conexión con lo esencial: el arte, la cultura, la información y el análisis profundo de la realidad.
NEO TV ya está disponible en múltiples plataformas de acceso nacional, incluyendo Win, Win Plus, TV 360 de Bitel, Zapping, Best Cable, Megatel, Bantel, Yotta TV y en señal abierta a través del canal 18.6 de la Televisión Digital Terrestre.
Bajo el lema “La nueva televisión ya está aquí”, NEO TV presenta una propuesta fresca y comprometida con el contexto actual del Perú, ofreciendo una programación diversa y de alta calidad, pensada para un público exigente, curioso y con ganas de ver más allá del entretenimiento vacío.
Estos son algunos de sus programas emblema:
• Tecnología y Negocios con Juan José Sandoval – los protagonistas de la innovación y el mundo empresarial comparten su visión.
• Ver para Crear con Luis Agusti – entrevistas íntimas con los artistas más importantes del país.
• Lima Gris – periodismo de investigación con la conducción de Edwin Cavello.
• Lo que es y no lo que parece con Ian Paredes – análisis político directo y sin concesiones.
• Hombro a Hombro – el entorno natural bajo la lupa: clima, mareas y sostenibilidad.
• El Ojo está en la Cabeza – una exploración del mundo a través de la fotografía.
• Viajando con Uchi Vargas – rutas y destinos que inspiran y conmueven.
• Al final del día con César Sánchez Torrealva – un late night con conversaciones inteligentes.
• Influencer de la semana con Milagros Salinas – un podcast fresco, con voces que importan.
• La homilía del Padre Arens – espiritualidad y reflexión en tiempos de cambio.
NEO TV no es solo un canal, es una declaración de principios. Es la respuesta a una audiencia que pide algo distinto. Es la televisión que pone en valor el contenido, el talento nacional y la mirada crítica sobre nuestro presente.
NEO TV ya está disponible en múltiples plataformas de acceso nacional, incluyendo Win, Win Plus, TV 360 de Bitel, Zapping, Best Cable, Megatel, Bantel, Yotta TV y en señal abierta. pic.twitter.com/9aWNKDBt0k
— Revista Lima Gris (@Limagris) June 27, 2025
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Pronunciamiento de la Asociación de Bibliotecólogos del Perú ante el caos que reina en la BNP
Asociación muestra su “profunda preocupación” por la designación de personal sin experiencia dentro de la Biblioteca Nacional.

Descompaginados. La reciente designación de Keila Miroslava Garrido Gonzales como directora de la Dirección de Desarrollo de Políticas Bibliotecarias ha ocasionado que la Asociación de Bibliotecólogos del Perú (ABP) dé un grito al cielo debido a que la mencionada funcionaria se especializa en criminología y no cuenta con experiencia comprobada en el área de bibliotecología.
Es así que la ABP viene señalando, mediante un pronunciamiento publicado en sus redes sociales, su “profunda preocupación y enérgico rechazo” a lo que sería una designación de una persona sin perfil idóneo para tan importante cargo dentro de la Biblioteca Nacional del Perú (BNP).
“Hemos tomado conocimiento, con gran inquietud, la designación de la Sra. Keila Miroslava Garrido Gonzales en la Dirección de Desarrollo de Políticas Bibliotecarias y la Dirección de Gestión y Articulación de Bibliotecas. Es ALARMANTE que una funcionaria con una trayectoria profesional ajena al ámbito bibliotecario y cultural, especializada en criminología, ocupe puestos donde se necesita personal técnico con conocimiento del tema”, se lee en el pronunciamiento de hoy.

En efecto, según su perfil profesional, Keila Miroslava se dedica a la criminología, trabajando previamente para el Ministerio del Interior que en ese momento lo dirigía el exministro Vicente Romero.

La ABP espera una pronta rectificación por el bienestar y correcto funcionamiento de la BNP, respetándose esta vez la meritocracia y la experiencia requerida.
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Respuesta a Carta Notarial de Lita Aimé Verástegui Soto
La excoordinadora de Incorporación y Desarrollo de la Oficina de Gestión del Talento del Pronabec envió una carta notarial solicitando el retiro de información sobre su persona, publicada en una nota periodística del 19 de junio de 2019 en nuestra web. Esta es la respuesta de Lima Gris.

Llegó a nuestra redacción una carta notarial enviada por la señora Lita Aimé Verástegui Soto, excoordinadora de Incorporación y Desarrollo para la Oficina de Gestión del Talento, del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (PRONABEC) solicitando el retiro de la información publicada, concerniente a su persona, de una nota periodística publicada en nuestra web el 19 de junio de 2019, titulada: “Lita Aimé Verástegui Soto, denunciada por presunta estafa ahora trabaja en el Ministerio de Educación”, Según su comunicación, el contenido de dicha nota generaría, un perjuicio en su contra, tanto en el ámbito laboral, familiar y social.
Asimismo, la señora Verastegui Soto, pese a que no nos envió documentación correspondiente del Poder Judicial que corrobore lo que actualmente afirma, indica que el proceso penal que se le incoara en calidad de denunciada por el presunto delito de estafa en agravio del Banco GNB, fue declarada: “No ha lugar a la apertura de instrucción”, según manifiesta, mediante resolución del 16 de noviembre del 2023, por el Juzgado Penal Liquidador de la Corte Superior de Justicia de Lima, y que posteriormente, quedó consentida mediante resolución del 28 de diciembre del 2023, archivándose definitivamente los actuados.

Es preciso aclarar, que cuando la señora Verástegui Soto, en su misiva se basa en el inciso 6 del artículo 2° de la Constitución Política del Perú, que reconoce su derecho, a que toda plataforma informática no afecte su intimidad personal y familiar. Debemos aclararle que la nota publicada en la cual se hace mención de su nombre, no tuvo el objetivo, ni mucho menos invadió su esfera íntima y familiar. Lo que se difundió en el informe periodístico fue considerado de interés público, toda vez que, en ese momento, ella se desempeñaba como una funcionaria pública y por ende tenía la condición de servidora del Estado; y, por tanto, la denuncia periodística era pertinente.
Asimismo, si bien, la señora Verástegui Soto también ha pedido la supresión de sus datos personales; es fundamental recordar que el artículo 2, inciso 7 de la Constitución Peruana reconoce a toda persona el derecho a solicitar rectificación ante información que considere agraviante. No obstante, este derecho, según jurisprudencia reiterada del Tribunal Constitucional, debe ejercerse dentro de un plazo razonable. La doctrina jurídica y la práctica constitucional han establecido que dicho plazo no puede exceder los 60 días desde la publicación del contenido cuestionado.
En ese sentido, la Ley N.º 26847, en su artículo 2, establece que el derecho de rectificación debe solicitarse dentro de los 15 días naturales posteriores a la difusión de la información. En este caso, la publicación data del 19 de junio de 2019. La carta notarial de la señora Verástegui Soto fue recibida más de 2,196 días después, es decir, tras 6 años y 6 días. Esta dilación supera ampliamente cualquier criterio de razonabilidad o vigencia del derecho que ahora pretende ejercer.
Por tanto, consideramos que dicho pedido ha caducado por inacción. De acuerdo con el marco normativo vigente y el principio de preclusión de derechos, ya no resulta procedente ningún pedido. La demora en su solicitud, además de carecer de sustento legal, debilita cualquier pretensión de afectación a la intimidad personal.
Conforme al principio de veracidad y responsabilidad que guía nuestra labor periodística, reafirmamos que Lima Gris actuó dentro del marco legal y ético que regula el ejercicio de la libertad de prensa. Ergo, la nota en cuestión constituye parte del archivo periodístico histórico de nuestro medio.
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El impulso de las energías renovables en el Perú
El proyecto de ley 4565/2022-PE se aprobó en diciembre del 2024 en el Congreso y ahora esta pendiente su reglamentación.

El Proyecto de Ley N° 4565/2022-PE, aprobado por el Parlamento busca modificar la Ley N° 28832, conocida como la Ley para Asegurar el Desarrollo Eficiente de la Generación Eléctrica. El objetivo central del proyecto es impulsar la participación de las energías renovables (ER) en el mercado eléctrico nacional, facilitando su acceso y comercialización.
Según la Sociedad Peruana de Energías Renovables, esto permitiría acelerar la transición energética del país, abriendo la puerta a una mayor inversión en tecnologías limpias como la solar, eólica y biomasa. Según especialistas, esta medida no solo contribuiría a combatir la crisis climática, sino también a reducir la dependencia de combustibles fósiles y mejorar la seguridad energética del Perú.
En los últimos años, la Sociedad Peruana de Energías Renovables (SPR) ha consolidado su posición como actor clave en la promoción de inversiones en proyectos de energía. Entre los rostros actuales más visibles aparecen: Ricardo Tapia, presidente de la SPR (Grenergy); Juan Pedro Aramburú, vicepresidente de la SPR (Zelestra); y Raquel Carrero, gerente general de la SPR.
Con una ambiciosa cartera que supera los US$ 2 000 millones y más de 90 proyectos eólicos y solares por más de 20 000 MW en evaluación, la SPR trabaja decididamente por descentralizar la matriz energética. Por ello, la SPR continúa con su campaña para el ingreso de la tecnología verde.
Dentro del trabajo que viene realizando la SPR, destaca el impulso o ingreso de centrales RER en regiones como Arequipa, Moquegua, Ica y San Martín. Según datos de la Sociedad Peruana de Energías Renovables, se espera cuadruplicar la capacidad solar con 1 773 MW adicionales para 2026, de los cuales Arequipa concentra más de 9 000 MW proyectados. San Martín y Marcona, aunque menos mencionados en cifras, forman parte del plan estratégico de diversificación del portafolio para llevar inversión y desarrollo sostenible a zonas fuera de Lima.
“Las energías renovables, tanto la eólica como la solar, son baratas y rentables”, ha señalado la SPR. También enfatizó que la combinación de fuentes renovables y almacenamiento “puede garantizar un suministro constante y confiable”. Además, agregaron que “aprovechar las energías renovables bajará tarifas eléctricas para millones”. Con el liderazgo de Ricardo Tapia y Juan Pedro Aramburú, la SPR sigue impulsando el potencial solar y eólico del Perú, manifestando que “está entre los mejores del mundo”.
Recordemos que en mayo de 2025, la SPR eligió a Ricardo Tapia como presidente para el periodo 2025–2028. Tapia resaltó el reto de expandir la generación renovable en regiones como Arequipa, Moquegua e Ica, y la necesidad de corregir “distorsiones que impiden competencia justa entre tecnologías”. Bajo su liderazgo, la SPR impulsa un enfoque normativo robusto y una planificación descentralizada.
La SPR también ha planteado la creación de una agenda sectorial con enfoque descentralizado, vinculada a la planificación eléctrica territorial, permisos y acceso a terrenos, como también enfatizó Tapia.
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Cusqueños furiosos con el Ministerio de Cultura por reciente inclusión de Machu Picchu en ‘lista negra’ de turismo [VIDEO]
Desde la comuna cusqueña afirman que lista elaborada por el portal Travel and Tour World corresponde a “interpretaciones sensacionalistas de medios periodísticos que carecen de credibilidad”.

Todo es bueno, pero sin exceso. Bienvenido el turismo, pero cuando se pretende explotar un lugar para sacarle el máximo provecho, sin tomar en cuenta su preservación y cuidados, todo lo que alguna vez fue motivo de orgullo se termina convirtiendo en un mercadillo donde todos quieren llevar agua para su molino.
Lo que viene ocurriendo en Machu Picchu no es reciente, pues ya desde hace varios años se viene denunciando que un excesivo aforo podría terminar destruyendo el legado de nuestros antepasados. Las quejas son recurrentes cuando se quiere ingresar y gran parte de ello lo tiene directamente el Ministerio de Cultura (Mincul), el cual está encabezado por el ministro Fabricio Valencia, quien no viene adoptando las medidas necesarias para el correcto ingreso de miles de turistas que vienen exclusivamente al Perú para conocer esa maravilla moderna de la humanidad.
A propósito de la lista elaborada por el portal Travel and Tour World, que ha colocado al santuario inca en la temible ‘lista negra’, pues consideran que “ya no vale la pena visitarla” debido a una serie de demoras al momento de acceder a la llaqta, distintos pobladores del Cusco han manifestado su indignación por lo que vienen realizando las autoridades del Mincul.
“Lamentablemente hemos llegado a esta situación por la culpa de nuestras autoridades. El ministro de Cultura y funcionarios acá en Cusco no han tenido la capacidad de solución para los problemas como el tema de las entradas de Machu Picchu”, comentó uno de los ciudadanos.
Municipio de Macchu Picchu en contra de ‘lista negra’
En tanto, la Municipalidad Distrital de Machu Picchu ha salido a negar que exista una saturación al momento de ingresar a la ciudad inca.
La comunica distrital emitió ayer un pronunciamiento rechazando tales afirmaciones “por no corresponder a la realidad técnica, institucional ni operativa del sitio, sino a interpretaciones sensacionalistas de medios periodísticos que carecen de credibilidad”.

En los últimos puntos, la Municipalidad Distrital de Machu Picchu destaca que mantienen la identidad cultural y experiencia auténtica.Exhorta a la responsabilidad informativa y considera que habría sectores internacionales que “motivados por fines comerciales o geopolíticos, intentan socavar la imagen de nuestro legado cultural, afectando no solo nuestra identidad, sino también el bienestar de las comunidades que dependen del turismo sostenible”.
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Violación sexual ya no es considerada como causal de aborto terapéutico en la Maternidad de Lima
Tampoco el daño a la salud mental derivado de malformaciones fetales. Ahora solo existen 11 causales para el aborto terapéutico.

Se ajustan a la nueva normativa. El Instituto Nacional Materno Perinatal (INMP) ha modificado oficialmente su guía de aborto terapéutico, reduciendo de 15 a 11 los supuestos por los cuales esta práctica está permitida en el país. Entre los cambios más relevantes destaca la eliminación de la violación sexual, la psicosis puerperal y el daño a la salud mental por malformaciones fetales como causales para aplicar este procedimiento médico.
La actualización fue publicada mediante la Resolución Directoral n.º 200-2025-DG-INMP/MINSA, que aprueba la nueva “Guía de Procedimiento de Aborto Terapéutico del Instituto Nacional Materno Perinatal”, en concordancia con la Guía Técnica Nacional aprobada por Resolución Ministerial N.º 486-2014-MINSA. Con ello, se deja sin efecto la anterior guía institucional aprobada por Resolución Directoral n.º 100-2024-DG-INMP/MINSA.

Según explicó la parlamentaria Milagros Jáuregui de Aguayo (Renovación Popular), este cambio se logró tras un largo proceso de fiscalización liderado por su despacho. La legisladora señaló que el objetivo fue adecuar el protocolo del INMP a la normativa nacional vigente, eliminando lo que consideró supuestos “irregulares e inconstitucionales”.
“La guía del Materno Perinatal había sido flexibilizada indebidamente, permitiendo causales de aborto terapéutico que no están contempladas en el artículo 119 del Código Penal, como la violación sexual o la salud mental afectada por malformaciones del feto. Esto abría la puerta a abortos que no necesariamente se alineaban con la legislación”, afirmó Jáuregui de Aguayo.
La nueva guía establece que el aborto terapéutico solo procede cuando la vida de la gestante está en riesgo o cuando exista un daño grave y permanente a su salud, criterio que —según el despacho de la congresista— había sido omitido previamente, permitiendo que cualquier daño, incluso leve o transitorio, justificara el procedimiento.
Cuestionamientos
Desde el INMP no se muestran de acuerdo con la reducción, sobre todo cuando se dan casos de niñas y adolescentes víctimas de violación sexual, las cuales recurrían al aborto terapéutico. Sin embargo, son más los casos en donde el desconocimiento prevalecía, recortando la posibilidad del aborto legal.
Al respecto, Susana Chávez, exdirectora de Promsex, criticó la reciente modificatoria, recordando el caso de ‘Camila’, una niña indígena de 13 años que fue víctima de abuso. A ella no se le proporcionó información sobre el aborto legal y seguro.
El dato:
Entre el 2020 y el 2023, en el Perú se han reportado más de 167.000 embarazos infantiles y adolescentes. De todos estos, menos de 500 pudieron acceder al aborto terapéutico.
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Casi el 70 % de peruanos reconoce que se equivocó a la hora de escoger su carrera
Informe del MTPE revela que miles de jóvenes toman decisiones apresuradas, muchas veces influenciados por sus familiares o amigos.

Parte de la informalidad que se vive en el país es el resultado de no escoger correctamente una carrera profesional. Cada vez se ven más personas ocupándose en otra cosa que no sea su profesión, terminando en ocasiones como independientes o encasillándose con el rótulo de “emprendedores”. Otras veces, la situación se torna más desalentadora, llegando a conformar a los denominados ‘ninis’, los que no estudian ni trabajan.
Existen varios factores para que cerca del 70 % de los jóvenes peruanos se equivoquen al momento de elegir su carrera. Así, puede mencionarse la frustración que sienten al no encontrar oportunidades laborales en su sector; o abandonar los estudios tras desencantarse de la carrera; o el hecho de haber escogido de manera poca planificada una larga y exigente carrera, ya sea por presión social o por complacer a sus familiares. Todo ello solamente termina en ver a miles de peruanos desperdiciando importantes años de su juventud.
A propósito de ello, un informe elaborado por el Ministerio de Trabajo y Promoción al Empleo (MTPE) reveló que en el año 2022 se llegó a un 67 % de peruanos disconformes con sus carreras.
Tal cifra se puede ver en el grado de satisfacción personal en los centros de labores. Personas desmotivadas, desganadas, atrapados en una rueda de ratón sin posibilidad a beneficios o mejoras salariales, yendo solamente para cumplir.
Por otro lado, también existe la frustración de descubrir que no siempre se respeta la meritocracia, y por el contrario se imponen las designaciones a dedo o de confianza, algo muy recurrente en el sector público.
Tampoco se puede ignorar el hecho de que los jóvenes son atraídos por exorbitantes salarios, pero solo se conforman con realizar el mínimo esfuerzo. Al ver que sus metas económicas son lejanas, optan por abandonar la carrera a medio camino, buscando una vía menos complicada y exigente para obtener dinero.

Hace falta mayor planificación a la hora de elegir una carrera
Ante esta realidad, el MTPE está promoviendo iniciativas que fortalezcan la orientación vocacional desde la educación básica. Entre las propuestas se encuentra el fortalecimiento de plataformas de información, mejoras en el acceso a datos de empleabilidad por carrera y herramientas para ayudar a los jóvenes a identificar sus habilidades y afinidades.
Se busca, además, alinear la oferta educativa con la demanda del mercado laboral mediante diagnósticos sectoriales y coordinación con instituciones de formación profesional. Esto permitirá que los estudiantes cuenten con mayores elementos para tomar decisiones informadas.
El Ejecutivo ha señalado que una intervención temprana es clave para corregir este problema estructural que se refleja en la vida laboral de millones de peruanos.
El MTPE advierte que una elección equivocada tiene consecuencias económicas y sociales. Profesionales que no logran insertarse en su especialidad o que abandonan sus estudios por falta de afinidad generan pérdidas tanto para ellos como para el sistema educativo.
La falta de una de cultura planificación profesional es uno de los principales factores detrás de esta estadística. Muchos jóvenes toman decisiones apresuradas, sin conocer la realidad del mercado o sin guía adecuada.
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A propósito del Día del Campesino, ¿cuándo llegará la tan ansiada segunda reforma agraria?
Más de medio siglo ha pasado desde la gran Reforma Agraria y poco se ha hecho por mejorar la condición del hombre de campo.

No hay que ir tan lejos para tener registro sobre la manera tan denigrante en que era tratado el campesino en nuestro país. Aquel hombre oriundo, proveniente de los Andes, era considerado poco menos que una bestia de carga en las grandes haciendas de toda la costa del Perú. Vejados, humillados, explotados física y psicológicamente, tenían que agachar la cabeza y pedir permiso, extendiendo ambas manos, al gran hacendado. No estamos hablando que eso sucedía hace siglos, sino, increíblemente, hasta hace menos de un siglo.
El primer intento reivindicativo ocurrió cuando el presidente Augusto Bernardino Leguía estableció en 1930 el Día del Indio, pero tal fecha llevaba consigo una postura paternalista, donde el indígena seguía siendo considerado como un sujeto que requería de protección y tutela del Estado, y por ende continuaban bajo la sombra de los grandes señores terratenientes.

Varias décadas después, en 1969, durante el gobierno del general Juan Velasco Alvarado, ocurrió un verdadero trato hacia el hombre indígena. El ‘Taita’ impulsó lo que en los libros de historia es considerada la gran ‘Reforma Agraria’, la misma que consistía en transferir tierras a los campesinos, sin soslayar su importantísimo rol en la sociedad. Fue con el Decreto Ley 17716 que se reemplazó el término ‘indio’ por el de ‘campesino’, buscando así extirpar el término peyorativo de la anterior denominación, dotándole un significado más activo y protagonista al hombre de campo, sin excluir a los hombres de la selva y los migrantes, así como los descendientes de otras culturas. “El patrón ya no comería más de la pobreza del campesino”, pronunció Velasco Alvarado, pero su discurso quedó estancado en el tiempo.
Para las Elecciones Generales del 2021 se presentaba como candidato el profesor sindicalista y rondero Pedro Castillo, quien durante la segunda vuelta repetía que con él iba a llegar finalmente la segunda reforma agraria. Las personas creyeron en él, pues era la representación fidedigna de un hombre de campo, el mismo que usaba botas de hule y en una mano llevaba una hoz para trabajar en la chacra. “Es la primera vez que nuestro país será gobernado por un campesino”, profirió Castillo durante su primer mensaje a la Nación. La población ilusionada aplaudía hasta que le quedarán rojas las palmas de las manos, pero el tiempo pasó y esas mismas manos ahora hacían un puño en señal de indignación.
Pasaron los días y los meses y la tan ansiada reforma nunca llegó. Muy por el contrario, los costos de producción se incrementaron, pero no los ingresos para el agricultor, quien más adelante se sumó también a las protestas contra el chotano.
Hoy, 24 de junio, debería de celebrarse y no conmemorarse el Día del Campesino, pero lamentablemente poco se ha avanzado desde que el ‘Taita’ Velasco decidiera cambiar la realidad de miles de peruanos que son los que verdaderamente dan de comer a todo el país.

Con accesos viales deficientes, carencia en los sistemas de riego, poca valorización de sus productos, la nula o inexistente presencia del Estado en las zonas más remotas, donde es un milagro encontrar al menos una posta médica y que la misma tenga personal, hace que todo se convierta cuesta arriba para el campesino, que no ve un verdadero apoyo desde el gobierno de turno.
El cambio climático tampoco ayuda y cada año se ven friajes más prolongados o sequías que terminan destruyendo toda la cosecha. Sin una mayor participación del gobierno, con capacitaciones sobre las nuevas tecnologías, poco se puede esperar de una mejoría para combatir el efecto del cambio climático.
Mientras llegue un presidente, varón o mujer, que realmente camine al lado del campesino, este día solamente no pasará más allá de una conmemoración y un mensaje de reconocimiento por parte del Midagri y el Ejecutivo en sus redes sociales.
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