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Cultura

IDENTIKIT IDEOLÓGICO Y POSIBLE PLAGIO ENTRE «EL JUEGO DEL CALAMAR» Y LA NOVELA «MATAGENTE»

Los parecidos entre El Juego del Calamar y Matagente no estaría solo en el plano de los títulos (juego de niños) o del género gore, sino en lo ideológico, en la esencia que sostiene tanto la novela como la serie de Netflix: crítica social, homofobia, xenofobia, crítica al fracaso de una sociedad donde los trabajadores, incluido a profesionales, no tienen otra salida que matar o matarse entre ellos. Y como último recurso está el juego que los puede religar y, claro, donde pueden también perder todo.

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Después de recibir muchas llamadas y correos de amigos escritores sobre la similitud de mi novela Matagente y la famosa serie de Netflix El Juego del Calamar y después de revisar varias veces dicha serie y consultar con especialistas en el tema, paso a decir lo siguiente:

Para hacer una computadora, primero se inventó la electricidad, los parlantes, el televisor, etc.  Así como para fabricar una bomba atómica primero se tuvieron que inventar los detonantes, el uranio enrarecido, el plutonio, entender las reacciones en cadena, fisión y fusión nuclear, etc. Asimismo, El juego del Calamar (EJDC) –o The Squid Game–, la controversial serie de Netflix, ha tenido sus propios antecedentes, no solo el cine de terror o películas como Rojo y Azul o los cómics japoneses, Battel Royale, Alice in Borderland y As The Gods Will, sino también habría tenido la influencia de libros como Matagente, una novela gore escrita en Perú por este servidor, donde el juego de niños está presente y donde hasta los personajes que mueren son delincuentes, perdedores, gente de malvivir que están fuera del sistema o el detritus de una sociedad. Eso aparte que trata –tanto la novela como la serie– de la pérdida de inocencia, conflicto de clases sociales y las exigencias de vivir en un sistema capitalista. 

Y es que leer Matagente no sería difícil para un profesor de Cultura Global  como es Hwang Dong-hyuk, el director de origen surcoreano de EJDC, quien ha ido a estudiar a Estados Unidos. Aquí dejo constancia de la presencia de Matagente en las bibliotecas universitarias de EU: https://www.worldcat.org/title/matagente-manual-de-autoayuda-para-cometer-un-crimen/oclc/820836184?fbclid=IwAR0Qu03QhZG6tyTsIkxbYLn35GsCb8YK8dj6BU-XtqkU3Ko0veV8IfMoPio.

Publiqué mi novela gore Matagente en 2012, donde lo más resaltante es la cuestión lúdica, no solo por el asunto del “manual” (“Manual para cometer un crimen”, tal y como consta en el subtítulo), sino porque siendo un libro sobre asesinatos lo vincula con el juego de niños: matagente; y en varias páginas se desarrolla esta idea enlazada al divertimento, la distracción y el recreo a los crímenes. Cuestión que también hace El Juego del Calamar. Y la similitud llega a niveles sorprendentes como en la pg. 169 de Matagente, texto que tranquilamente podría abrir esta serie televisiva que triunfa en más de 90 países y tiene a más de 100 millones de seguidores en el mundo:

“El juego consiste en avanzar hasta donde te lo permitan. Los participantes deberán tomar su posición de combate. En el desarrollo de la performance nos daremos cuenta que todo es cuestión de lanzar el arma blanca o apretar el gatillo sobre la posible víctima. Para eso se tiene que estudiar el caso, revisar el objetivo, calcular los pormenores y tender la trampa. Lo importante es que tenemos a nuestro favor ese elemento táctico llamado ‘sorpresa’. Total, la víctima no sabe que es la ‘víctima’ hasta que empieza a correr la sangre y el juego empieza a tornarse interesante. Es como si estuviéramos en un safari, como si nos hubieran otorgado, por un momento, la condición del león u otra bestia parecida. (…) Cabe anotar que en el juego, uno tiene que apretar y el otro tiene que ceder, ese es el código binario. No hay opción. Hay que tener en cuenta que en este juego quien pone las reglas somos nosotros; por lo tanto, estamos exceptuados de cualquier “daño colateral” o posible pérdida, y solo nos debemos permitir ganar, coronar nuestro esfuerzo con el triunfo. // En caso de que el juego no siga la línea preestablecida todavía hay una posibilidad de redención. Patear el tablero no se debe ver como un acto de cobardía, sino como un último recurso para preservar nuestra preciosa vida. // Al final tenemos que tener en cuenta de que el juego continúa con o sin nosotros.”

Veamos también la pg. 94 de Matagente: “’La caída’ en algunos casos se presenta como un juego lúdico; presionado el botón inicial hay que dejarse maniobrar por el odio, la rabia y la violencia contenida, produciendo una liberación de energía que necesariamente tendrá que buscar a una víctima y como consecuencia a un victimario. La idea del ‘ludismo’ arrastra consigo ciertas reglas que pueden verse afectadas según se desarrollen los hechos, es decir, no es igual si ‘la caída’ me sobreviene con un policía o con un vagabundo, tampoco es igual si me sobreviene en plena vía pública o en un elevador con un ascensorista minusválido, atado a su bando, sin más emoción que lo de sus ojos desorbitados cuando le aprieto el cuello antes de degollarlo sin mayores miramientos.  El juego lúdico es siempre un arma de doble filo, hay que andarse con cuidado, sobre todo porque en este mundo las apariencias engañan y un enano sin pelos en la cabeza podría ser desde un cura hasta un oficial de policía. Y si es verdad que en la calle todos miran a todos, también es cierto que nadie se mete con nadie, es como si en el tablero de ajedrez cada cuadrito no tuviera relación el otro cuadrito y así el tablero-mundo solo fuera una relación inconexa de cuadritos que encuentran su destino dentro a de sus limitados espacios. ‘La caída’ me hizo recordar una vez, mientras le arrancaba la lengua a una vieja odiosa que solía pegarle a su niño, que todo juego tiene sus reglas pero es posible ganar haciendo trampa, es cuestión de tacto, tino y buena suerte, sobre todo esto último que es producto de la intención y de hacer las cosas bien hechas logrando un desarrollo óptimo de nuestros actos con respecto al oficio.”

En Matagente el juego es lúdico, en el JDC el juego es literal. Asimismo tanto la novela como la serie se mueven en un mundo gore de  crímenes, misoginia, homofobia, xenofobia (por ejemplo, cuando habla el paquistaní en la serie) y dentro de tanta miseria humana hay enseñanzas como la del viejo que les dice como tirar de la soga (aunque el viejo terminaría por ser un impostor). Se ve tráfico y manipulación de órganos humanos, algo que también se ve en Matagente. Uno de los personajes de EJDC cuenta que violaron a una muerta (cap 5), lo mismo pasa en Matagente, pg. 141: “Me pareció divertido que esa cabeza solo haya sido un conducto al vacío, un recipiente momentáneo de mis necesidades fisiológicas. Después abrí el refrigerador, saqué los intestinos afuera y me puse a pensar en su funcionalidad”. Pg. 215: “Me acerco por atrás donde también he dejado una obertura. El cuerpo todavía humea y parece tener movimiento propio, pero es el balanceo constante del tecle, casi como un columpio. Y, antes de que empiece el rigor mortis y a enfriarse, empiezo a penetrarla…”.

En el capítulo 6 de EJDC sucede el juego de las canicas. En el Capítulo 7 uno de los personajes dice: “¿Cómo se hacen llamar seres humanos”? Frases y hechos que aparecen en Matagente en diferentes formas y que se puede cotejar con lo que se dice en Matagente, pg. 172: “La muerte hozaba en sus espaldas y la mayoría de estos muertos vivientes quería dejar el último suspiro en un ‘lugar decente’ como si eso los limpiara de toda una vida de precariedades, vejaciones y carencias, y como si de esta forma recuperaran la condición de seres humanos”. Capítulo 9: otro de los personajes dice: “Ella moriría de todos modos, solo elegí acabar con su dolor” que es casi lo mismo que dice el personaje Atoj en un sinnúmero de pasajes: Matagente, pg. 110: “Mi conciencia nunca me permitió caer en la debilidad del arrepentimiento o de la conmiseración. Jamás tuve sentimiento de culpa por los crímenes que cometí. Siempre he pensado que deberían agradecerme “por hacer el bien”.  Matagente, pag. 112: “Toda esa gente estaba muerta y yo tenía que hacer algo. Ese era otro mundo, parecía un campo de concentración, alguien tenía que hacer el trabajo sucio. Llegamos a una avenida ancha en la que al parecer los mundos se dividían. Muchas personas se amontonaron alrededor del carro, el taxista los arreó con una sola frase: ‘a la vuelta, recién he salido a trabajar’, y todos se hicieron a un lado. Noté los brazos de un niño carcomidos por la lepra, ébola, ántrax o alguna enfermedad parecida. No había nada que hacer, era cuestión de tiempo, ya estaba pedido por la muerte. Me hubiera gustado embestirlo con el carro, pero yo estaba al lado, fuera de toda decisión inteligente siendo llevado a ese mundo que no era mi mundo y al que también irremediablemente tendría que destruir o, por lo menos, intentarlo”.

Aquí algunos juegos que se mencionan en la novela Matagente: el juego del trompo: pg. 37: “Entonces cogí mi trompo que adrede lo había dejado en ‘la mesita de noche’ y con la punta del clavo se lo hundí en pleno plexo solar, y luego de hincarla en varios puntos de su pecho, corazón y pulmones inclusive, terminé clavándola en sus dos ojos”.

Baseball, pg. 52: “Mamá estuvo deprimida un tiempo y dijo que soñaba que los dientes se le caían y que alguien parecido a un enano la golpeaba con un bate de baseball”.

Correquetealcanzo, pg. 100: “Detrás de un árbol miraba cómo una niña blanca de trenzas doradas, vestidito rosado arriba de las rodillas y mediecitas de colores, jugaba al correquetealcanzo en la puerta de una cochera; parecía “risitos de oro”, Dorothy o una de las pequeñas de La Familia Ingalls que se había extraviado en esta selva de cemento donde todo puede suceder para suerte de algunos”. (…) El juego consistía en coger a los ‘rivales’ y llevarlos a un lugar en el que estarían protegidos. El que más “rivales” capturaba se hacía acreedor del triunfo. La niña era perezosa, su primitiva sensualidad se dejaba atrapar rápidamente y prefería quedarse sola en la cochera esperando que alguien la viniera a rescatar.”

Canicas, pg. 115: “Acerqué mis uñas a los ojos del león y lo saqué de cuajo: eran canicas verdes.”

Juegos mecánicos, pg. 131: “Recordé al niño del ómnibus, al viejo papagayo, a los ineptos policías y a los histéricos vecinos y me vi a mí mismo como en un juego mecánico en el que era trasladado por brazos ortopédicos a un lugar ignoto”.

Juegos sucios del colegio, pg. 164: “Ellos dictaban las pautas para los “apanados”, “los callejones oscuros”, “los rompepechos”, “los rompeespaldas”, los cachetadones, las lapidaciones y otras bestialidades que se ejercían sobre los menos dotados. “Tuco” y “Tico” sabían cómo zafarse de los problemas, amenazando de mayores golpes y de muerte. Aunque varias veces fueron llevados a la dirección para comparecer por sus malas acciones. Yo mismo me vi la cara con ellos en situaciones de reprensión, pero yo estaba unos pasos más adelante, pensando en cosas mayores, visualizando mi futuro por las cuencas de un cráneo rajado a pedradas, por eso nos hicimos compañeros de ruta; pero era claro que a ellos no les interesaba la inmortalidad y su trato con la violencia era solo coyuntura adolescente, un pasatiempo mientras llegaban las verdaderas responsabilidades”.

Juego de la pelota, pg. 189: “Entonces empecé a patear salvajemente su cabeza como si fuera una pelota de trapo hasta que solo un pellejo amarcigado e infecto sostenía el tronco de lo que parecía un cráneo”.

-Más juegos y/o torturas, pg. 222:

“Soy muy exigente y meticuloso con mis cuestiones personales. De todas formas, tengo una larga lista en orden alfabético, muchas de las cuales no he podido conseguir hasta ahora, porque pertenecen al Medioevo o al oscurantismo y son consideradas casi como reliquias o valiosas antigüedades; entre ellas, y en orden alfabético, están: el aplastacabezas, ideal para necios; el aplastapiernas, para enanos y renacuajos; el aplastapulgares, diseñado para los que se hacen la manicure y la pedicure; el arañador, cuya especialidad es recomendada para los que tienen bello rostro; la atadura, para los que aman la libertad; el azote, para los esclavos de espíritu; el bastinador, para los que tienen aires de artista; la bota española, para los que aman la madre-pútrea; la bola malaya, para los que les gusta jugar con esféricos; el brasero, para los friolentos; el castigo de agua, para los que sufren de hidrofobia; el cepo chino, para los que les gusta tener las manos libres; el cepo simple, para los que les gusta disfrutar de la “libertad”; la cigüeña, para los que aman a los niños; el cilicio, para los ortodoxos y dogmáticos; el cinturón de castidad, para los que no pueden dominar sus ansias; el cinturón de San Erasmo, para los píos; el collar con pesos, para los que les gusta las alhajas; el collar con púas, para los que les gusta exhibir el cuello; las cosquillas, para los que creen en la risa; la crucifi xión, para los estigmáticos y creyentes del basural religioso; la cura de agua, para los negros, simios y todo aquel que tenga la piel sucia; la cuna de Judas, para cualquier “padre de familia”; el desgarrador de senos, para señoritas con implantes mamarios; la doncella de hierro, para todo aquel que tenga pretensiones de realeza; el empalamiento, para gays, transgéneros (LGBT) y otros; la fl auta del alborotador, para adamados y gentuza de dudosa reputación sexual; el frío-calor, para los insensibles; la gota china, para los indoblegables; el garrote, para los que tienen el cuello fuerte; la garrocha, para los enanos; la horquilla, para los esticosos; el horno de pie, para los que andan sin cuidado; el insomnio, para los que duermen mucho; la jaula colgante, para los que aman las alturas; la máscara, para los tímidos o los que sufren de pánico escénico; la melaza, para los que aman la dulzura; el péndulo, para los místicos y practicantes de la magia; la pera, para los sodomitas; la picana eléctrica, para los relajados; la picota del tonel, para los que siempre están en guardia; la posición Shabak, para los sibaritas de la comodidad y el confort; el potro, para los que les gusta domar animales salvajes; el potro en escalera, para los perfeccionistas; la rueda de Santa Catalina, para los religiosos y moralistas; la rueda para despedazar, para los seres íntegros; la ruleta rusa, para los que gustan de las sorpresas o a los que les gusta jugar a la “gallinita ciega”; el sangrado, para los hemofílicos y vampirratas; la sierra, para los masoquistas clásicos; la silla del interrogatorio, para los mudos y seres inferiores de “pocas palabras”; el strappado, para los claustrofóbicos; las tablillas, para los chuecos o los que sufren de genu varu o genu vago; el taburete de sumersión, para los que aman la limpieza del alma; las tenazas, para los que gustan de las exquisiteces; el tormento chino, para los amantes de la cultura asiática; el toro de Falaris, para los que son afi cionados a la tauromaquia; la tortuga, para los lentos y retardados mentales; la tortura del caminante, para los correcaminos y deportistas de “mens sana in córpore sano”; la tortura de la piedra, para los duros de corazón; la turca, para los exóticos; las uñas de gato, para los gustos felinos; la violación, para los castos y vírgenes de mente; el yelmo, para los que gustan de la sobreprotección y los cuidados de mamá y papá, etc., etc.”

Finalmente, los parecidos entre El Juego del Calamar y Matagente no estaría solo en el plano de los títulos (juego de niños) o del género gore, sino en lo ideológico, en la esencia que sostiene tanto la novela como la serie de Netflix: crítica social, homofobia, xenofobia, crítica al fracaso de una sociedad donde los trabajadores, incluido a profesionales, no tienen otra salida que matar o matarse entre ellos. Y como último recurso está el juego que los puede religar y, claro, donde pueden también perder todo. La diferencia con Matagente es que Atoj, el personaje principal, asesina pensando que así está ayudando al mundo al liberar a estas personas sufrientes. Eso aparte de que tanto Matagente como El Juego del Calamar, “son muy violentos, complejos y poco comerciales” (exactamente estas palabras las dijo el director surcoreano Hwang Dong-hyuk sobre su serie). Por lo expuesto y otros, dejo este identikit y posible plagio en manos de mi abogada: Martha Santur de Bieberach,  CAL 51438.

Rodolfo Ybarra 

DNI 09441432

rodolfoybarra@hotmail.com

https://web.facebook.com/rodolfo.ybarra.7/

WhatsApp 967134258

PD: Anexo este artículo del desaparecido escritor Pedro Novoa publicado en 2014 y donde se habla del mismo tópico: infancia, crímenes, pérdida de la inocencia, juegos y otros que implican mi novela Matagente: https://limagris.com/el-desfiguramiento-de-la-infancia-en-la-novela-matagente-de-rodolfo-ybarra/?fbclid=IwAR0RO_lOdNbnGMK1nUBlWa7ZN3ZNQrx4J8N47CKG_jY5KeaEm9Fp8WxDkmQ

EL DESFIGURAMIENTO DE LA INFANCIA EN LA NOVELA “MATAGENTE” DE RODOLFO YBARRA

Pinto Pinto gorgorito, saca la mano del paletito,

¿en qué lugar?, ¿dónde está?

Pinto Pinto gorgorito, hay que matar al pajarito,

¿cuál será?, ¿cuál será?,

¿serás tú…? ¡o tú!   (Bang).

                                                   Canción infantil[1]

La novela de Rodolfo Ybarra, Matagente (2012) trabaja el desfiguramiento de la imagen de la infancia desde el saque. El título nos refiere a un juego infantil, muy conocido en el Perú, donde se coloca a un grupo de participantes entre dos “matadores”, quienes con un balón “matan” a quienes les caiga al azar los balonazos que los sacan del juego. Desfigurado, a través de un proceso de filigrana virtuoso y cruel, Ybarra, impone el mismo título, para deconstruir el significado lúdico y regresarle la connotación criminal, pero a niveles de montaje simbólico.

De golpe, Matagente se convierte en una especie de aparato crítico de una sociedad llena de prejuicios, taras, alienación y estupidez alarmantes que solo merecerían la muerte como un gesto cuasi compasivo. El catalizador es Atoj, personaje que se encarga de llevar a niveles insólitos el juego de matar gente. Ataviado de una especie de antimoral, este personaje se esmera a través de sus “caídas”, momentos curiosamente epifánicos donde consigue conjugar los asesinatos con profundas reflexiones sobre la condición humana.

La desfiguración de la imagen infantil se observa simbólicamente cuando se pregunta sobre el origen de una mosca (el crimen) que transcurre entre lo sórdido y lo ingenuo: “¿De dónde habrá venido? seguro posó sus patas en la caca de algún perro o deslizó su lengua en la fruta de un niño.” (pág. 21)  Esta sordidez es planteada como atávica para la condición, humana. Atoj afirma que desde niño se imaginaba como una parte absurda de un mecanismo absurdo: “De niño imaginaba que este mundo era como un enorme reloj lleno de engranajes imposibles e ininteligibles y yo era ese segundero atado a su centro girando sin razón por la explanada de la existencia.” (pág. 26) Atoj desfigura desde la infancia esta concepción del mundo y le asigna no solo otra forma, sino que evidencia una secreta esencia: la mierda.

“Así pasó mi niñez hasta que yo mismo construí un reloj de arena, una hermosa clepsidra que por ciertas coincidencias –creo yo– era lo más parecido al hombre, lo más exacto a su supuesta esencia, al menos en lo que concierne al desgaste constante, la arena que cae; pues, como todos saben, estamos llenos de mierda y eso es lo que reflejamos en cada acto de nuestras vidas (35 toneladas de mierda pasan por nuestro sistema digestivo en una vida promedio), nada escapa a esta maldición viperina, ni siquiera el más asceta o santón de estas tierras puede alejarse de esta categoría: mierda” (pág. 26).

El discurso narrativo configura al protagonista como el clásico niño genio que se desadapta rápidamente de una sociedad carencial y estúpida. Con pinceladas sutiles se desliza los rasgos obsesivos, sicopáticos, entroncados en un temprano despertar mental y sexual. Edípicamente Atoj descubre su sexualidad a través de la imagen materna. Imagen que también se desgarrará en la búsqueda constante de mujeres con las cuáles alternará el sexo, el deseo y el poder. Estará con putas, niñas, y finalmente con un travesti. Este desgarramiento de la imagen de la mujer que termina en la no mujer, en la no madre, llega a su clímax cuando el protagonista secuestra la criatura de una indigente de procedencia andina y la mata salvajemente.

Atoj, especulamos, pretende desgarrar el origen de todo a través de este último crimen. Desgarrarlo para que todo comience de cero. Porque Atoj es gordo, el bebé desnutrido; aunque su nombre tenga origen quechua, él es blanco, racista y el niño es cobrizo y de madre andina; él es clasemediero y el bebé indigente, y finalmente, él es hombre, machista y descubre casi al final que la criatura es mujer. Al acabar con ella, acaba con su antítesis, exige un nuevo inicio a través de la tácita afirmación de su negación.

Es sintomático el uso de un trompo como arma letal. Así como en Los ríos profundos, este juguete artesanal adquiere connotaciones simbólicas entre el zumbido que hace al bailar (zumbayllu) con la asociación de recuerdos y afectos del protagonista. En Matagente, este artefacto infantil se emponzoña, su propia naturaleza con clavo amenazante incluido, nos regresa a lo primario, al odio más elemental. Con esta arma perpetra su primera caída: “Mi primer crimen, simple y lejano, fue con la punta de clavo de un trompo. Todavía conservo la herramienta del delito y el recuerdo de la carne corrompida y agujereada”. El protagonista cree, confía, da por sentado que es inocente a pesar de la evidencia de los efectos de los crímenes endulzados por reminiscencias paternales.

Me veo caminando por una calle solitaria. Mi padre me lleva cogido de la mano. En uno de mis bolsillos guardo un trompo con huaraca. En mi mano izquierda tengo una luz de bengala encendida, cruzamos la pista y antes de llegar a la acera coloco la bengala caliente en el antebrazo de papá. Un grito de dolor retumba en la noche, el eco se esparce y como una ola de arena regresa para cubrirlo todo, para sepultar cada instante de sospechosa felicidad y negar con su silencio de cemento y hormigón cada risa dibujada en los rostros de la inocencia (…). Tengo en mi mano un trompo con punta de acero y apuñalo continuamente un cadáver que se coge de mi inocencia. (pág 85).

Atoj ha envenenado niños en las puertas de los colegios, en los parques, los ha ultrajado, los ha descuartizado, ha hecho mil una atrocidades. Luego de una borrachera, Atoj ha enfrentado una de sus más afiebradas pesadillas, precisamente con niños.

“unos niños me apedreaban y uno de ellos, el más feo y grande, se acercó con un cuchillo y me mutiló la cola, sentí un dolor en forma de descarga eléctrica que se apoderó de mi columna vertebral e inmediatamente empezó a crecerme el miembro cercenado. Trataba de escapar pero era inútil, entonces vinieron más niños feos y con llagas en el cuerpo, parecían provenir de un campo de concentración o algo así, y cada uno con su cuchilla empezó a desollarme lentamente” (pág. 57).

Atoj se siente impotente ante estas agresiones, pero por momentos las disfruta “La crueldad de esos niños me excitaba (pág, 58)” Y a pesar de estar derrotado por este poder onírico, cierto clasismo maquillado con racismo le hace pensar que: “lo único que me preocupaba era que este viaje iría acompañado por niños horribles y no era un buen designio” (pág. 58). Ya despierto, ya curado, ve televisión, en sus películas ve un horror equilibrado, no como en los sueños, sino como esta sociedad ha establecido la ruta de la crueldad. El monstruoso, el poderoso ejerce su poder con el débil, con el indefenso. Sí, con las mujeres y/o con los niños.

“Cambié de canal: un hombre con una sierra eléctrica cortaba en pedazos a una mujer; a su costado, otro hombre gordo y con mirada perversa violaba a una niña, la cual trataba de defenderse con un osito de peluche; el gordo, luego de penetrar vaginal y analmente a la niña, sacó una chaveta de uno de los bolsillos de su pantalón y la apuñaló sin miramientos, luego con el hombre de la sierra se fueron a tomar unas cervezas. Otro canal: Freddy Krueger fileteaba con su manopla de cuchillos a un niño, la sangre embarraba toda la pantalla, luego le abría el vientre a una mujer panzona y la arrastraba por la sala de una casa jalándola de las tripas.” (pág. 69)

La novela propone una suerte de juego de espejos, donde si bien es cierto podría a simple vista odiar y abominar al personaje Atoj, en realidad, es Atoj el que es como líneas arriba se mencionó, el catalizador de una realidad hórrida, sucia y nefasta de lo que se ve, vive y experimenta a diario. No es casual que Atoj decida estudiar Psicología laboral, porque además de analizarse a él como ente de catálisis social, quiere experimentar eso que él canaliza: la podredumbre laboral de un sistema actual. Solo cuando deja de ser niño, Atoj es cruel como un adulto, ejerce una función, una hipócrita forma de ser útil, de “matar” gente embutiéndolos en esa trituradora de carne que es la vida social utilitaria.

La novela es consciente de la crueldad que maneja, Atoj recuerda la cita de Iván Kamarazov cuando dice que la muerte de un niño le hace querer devolver su billete al universo, pero, el muy cretino, no devuelve nada (pág. 104). Atoj no tiene la visión conciliadora y hasta cómoda de la concepción ingenua y candorosa del niño. En este nivel de desgarramiento de la imagen infantil, el protagonista entiende que el horror mayor no es ser un adulto que comete crímenes con toda la carga de arrepentimiento y moralina a cuestas, cree –y creemos– que el mayor volumen de la sevicia es aquella que se ejecuta irresponsable, festiva y lúdica. No quiere a nadie, solo alberga cultivadas sensaciones de desprecio u odio para cualquier atisbo de contacto humano, incluso para con su propio hermano: “para lo único que podría haber tenido contacto con mi hermano sería para trocearle el pescuezo o sacarle los ojos. Perdí mi oportunidad en la adolescencia, quizás en la niñez, y ahora era demasiado tarde.” Atoj es el joven, que algún día será adulto, sin dejar de ser niño-bestia nunca. Y con esos ojos seguirá extasiándose con el crimen.

“Tener diecisiete años no cambia nada, uno aún tiene mente de niño y está obligado a arrastrar un pesado cuerpo de hombre. Yo, por mi parte, me sentía bien porque siempre he pensado que dentro de mí habitan horrorosos monstruos a los cuales no debo amansar sino domesticar, es decir, darle forma a su naturaleza, hallar la razón de su filosa dentadura sin limarla, entender y no corromper ese espíritu exquisito de la alevosía”. ( pág. 110)

Atoj es un transgresor puro, sabe, piensa, cree fervientemente que el mundo está en descomposición sin vuelta atrás, y que su maldad no hace otra cosa que limpiarlo. Ve a gente pordiosera que piensa arrasar con un auto y lamenta no hacerlo. Pero el punto climático es cuando ve a una mujer y un niño subir a un carro a limosnear. Es allí cuando Atoj concede uno de los pocos gestos de humanidad y confianza para con el futuro. No es pesimista, confía, anhela en los ojos de ese niño –muy parecido a él- la posibilidad de un cambio a través de la insumisión. En vez de darle una limosna, le entrega un objeto punzocortante que simboliza la posta generacional en la rebeldía.

La mujer con un hijo encima y el otro al lado avanzó por los asientos estirando la mano en situación de súplica, al pasar por mi costado muchas imágenes pasaron por mi cabeza, algo dentro de mí se enervó, metí la mano al pantalón, estiré la cuchilla del cortaúñas y se lo entregué al niño. En una frenada del ómnibus el niño que traía el cortaúñas en ristre y con la navaja hacia un lado, le cortó la mano a un viejo papagayo que estiraba la mano –a su vez– para entregarle a la señora unas monedas de corta denominación. El viejo chilló y una gotitas de sangre fueron a parar al rostro del niño, que sonrió inocentemente. (pág. 126).

Acostumbrados a contemplar la realidad con panorámicas borrosas, Matagente acerca el lente en primerísimos planos. Y claro, nos deja pasmados, absortos, y tirados en el piso. Gesto que se agradece, porque quién sino esos artefactos artísticos que nos regresan a los desolados fueros de nuestra patraña diaria de civilizados y ascendentes morales, quién sino esos artefactos artísticos como Les Cent Vingt Journées de Sodome, ou l’École du libertinaje, o  Venus im Pelz que vienen a arrasar y dejar sin piso  a cualquier aparatito moral que se les resista. Matagente, llega con la misma contundencia, amparado por el cine Gore, por la cultura yanqui de Serial Killers, por la brutalidad reactualizada del paleolítico inferior, por el guiño de la crudeza quechua, por el panorama postnuclear de Lima la horrible, y finalmente, por el santo y seña de un juego de niños-bestias que como en la entrada del Infierno de Dante, nos exige dejar afuera, la esperanza. Están advertidos.

[1] Canción infantil que cierra la novela Matagente.

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Rodolfo Ybarra. Ha estudiado matemática pura, física, electrónica y comunicaciones. Ha publicado una veintena de textos entre novelas, cuentos, poemarios y ensayos. Ha dirigido un programa de televisión de contracultura y política, y editado revistas y fanzines. Se expresa también vía el vídeo y la música. Desde el 2007 maneja el blog www.rodolfoybarra.blogspot.com.

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Cultura

Proyecto Mikage llega a Perú

La música tradicional japonesa se reinventa en un espectáculo único.

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El reconocido trío japonés MIKAGE PROJECT, famoso por su innovadora fusión de sonidos tradicionales y contemporáneos, llega por primera vez al Perú para ofrecer un concierto que promete una experiencia musical sin precedentes.

La esperada presentación se llevará a cabo el sábado 22 de marzo a las 19:30 pm en el Teatro Manuel A. Segura (Jr. Huancavelica 265, Cercado de Lima), gracias a la organización de la Fundación Japón Lima y la Municipalidad de Lima.

Compuesto por tres talentosos músicos japoneses —Koki Sato (shakuhachi, flauta de bambú), Sho Asano (Tsugaru shamisen, instrumento de cuerdas) y Takashi Honma (koto de 25 cuerdas)—, MIKAGE PROJECT ha revolucionado la música tradicional nipona con una propuesta fresca y vanguardista. Su sonido combina melodías folclóricas con géneros como jazz, funk, rock y música latina, dando como resultado un espectáculo envolvente y lleno de energía.

Desde su formación en diciembre de 2020, el grupo ha lanzado cuatro EP y ha participado en reconocidos programas de la cadena NHK. En 2023, inició su primera gira internacional en Tailandia y Malasia, colaborando con artistas locales. En 2024, fueron parte de eventos de renombre como Otakon en Estados Unidos y el Festival Internacional Cervantino en México , consolidándose como referentes de la música japonesa contemporánea.

El público peruano tendrá la oportunidad de disfrutar de este espectáculo de primer nivel a precios accesibles. Las entradas están disponibles en Joinnus desde S/ 25 hasta S/ 40.

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Cultura

Lima será sede del primer Encuentro Universitario de Improvisación

El evento gratuito será este 1 de marzo y reunirá a seis elencos universitarios en una jornada de creatividad, aprendizaje y música en vivo.

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La improvisación teatral sigue ganando terreno en el Perú, y con ello, llega el 1er Encuentro Universitario de Impro, organizado por UPC Cultural. El evento, que reunirá a seis elencos de jóvenes, se realizará este 1 de marzo en el teatro de la UPC en San Miguel y promete ser una jornada de creatividad y diversión para todo el público.

“Este encuentro, además de destacar el talento de los jóvenes improvisadores de diversas universidades, busca también fomentar el intercambio de experiencias y fortalecer la comunidad de improvisación teatral a nivel universitario. También es una gran oportunidad para mostrar el nivel y la pasión que hay en las nuevas generaciones por este arte”, comenta Feffo Neyra, organizador del evento y director del elenco de impro de la UPC y de Di Que Sí.

El evento contará con la participación de los elencos de la UPC, San Marcos, UNI, Cayetano Heredia y ESAN, quienes compartirán una jornada de integración y exploración escénica junto a la compañía profesional Di Que Sí. Como cierre, a partir de las 8:00 p.m., se presentará la “Impro Big Band”, un espectáculo donde las historias se crearán en el momento al ritmo de guitarra y cajón, utilizando la técnica del soundpainting, que fusiona teatro y música en tiempo real.

«La impro es una gran herramienta para que los jóvenes desarrollen su creatividad, aprendan a trabajar en equipo y sepan adaptarse a situaciones inesperadas. Estas habilidades no solo son valiosas en el ámbito artístico, sino que también son de gran utilidad en el futuro profesional, permitiéndoles desenvolverse con mayor seguridad, comunicarse eficazmente y enfrentar desafíos con creatividad y resiliencia en cualquier entorno laboral”, agrega Neyra.

Este Encuentro Universitario de Impro se realizará el 1 de marzo a las 8:00 p.m. en el teatro de la UPC en San Miguel. El ingreso es libre con previa inscripción a través del siguiente formulario: https://forms.gle/4EKi93u6rPdjGJs46. Para más información, visita las redes sociales de UPC Cultural.

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Cultura

Stephanie Boyd y Miguel Araoz nos hablan sobre su película «Karuara, la gente del río»

Los directores del filme Karuara, conversaron con Lima Gris sobre todos los detalles detrás del documental. La nueva película peruana se estrena mañana 20 de febrero en todos los cines.

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Tras un largo trabajo de 10 años, Stephanie Boyd y Miguel Araoz han logrado una poderosa obra cinematográfica que revela los mitos, secretos y problemáticas de la Amazonia. En el filme, el río se convierte en la columna vertebral por donde navegan historias que día a día viven diversas comunidades en la selva.

En la película, la cosmovisión amazónica se hace presente con un detallado trabajo de animación, que permite sumergirnos en un mundo onírico que se mantiene más vivo que nunca, a pesar de los derrames de petróleo, la tala y la minería ilegal.

En esta entrevista, los directores del filme nos hablan del proceso de la película y las anécdotas que vivieron para concretar «Karuara, la gente del río».

¿Por qué deciden grabar en la Amazonía peruana?

Miguel Araoz: En algún momento tuve contacto con la selva, que es un lugar fascinante; es uno de los lugares donde la vida esta más plena. Cuando he estado en la selva, he sentido la necesidad de expresarme que esos espacios deben de cuidarse.

Stephanie Boyd: Siempre he buscado temas de medioambiente, derechos humanos y especialmente cuando las empresas transnacionales están abusando de la gente. Como yo vengo del extranjero, me veo como un puente entre los dos mundos. En el caso de esta historia específicamente, la historia nos buscó.

¿Qué tiempo les tomó filmar la película?

Miguel Araoz: 10 años en realidad nos demoró.

Stephanie Boyd: Al inicio tenía pelo (risas).

Miguel Araoz: Tenía pelo y no tenía canas (risas).

¿En estos 10 años qué fue lo más difícil para ustedes?

Miguel Araoz: Yo soy pintor, tengo experiencia filmando, pero no es mi profesión. Por ejemplo, con todo el equipo con el que hemos trabajado nadie sabía de animación, y hemos tenido que aprender todo el proceso. La selva exige también esfuerzo físico. Los rodajes son hermosos, pero exigen mucho al cuerpo. Para mí ha sido una experiencia fuerte, pero a la vez hermosa. Lo más difícil ha sido sostener la película estos 10 años. En un tiempo corto lo haces con gran impulso, pero cuando tienes 10 años en la espalda, por ratos es pesado.

Stephanie Boyd: Al final terminó siendo un proyecto más grande. Al inicio hicimos un libro bilingüe en español y kukama con las historias que los ancianos nos contaban y las ilustraciones hechas por los niños en la comunidad.

Hacer cine en el Perú es difícil. ¿Cómo han podido sostener económicamente la película? ¿Qué estrategias han tenido?

Stephanie Boyd: Mucha gente aquí nos apoyaba voluntariamente. Yo logré sacar un puesto de voluntariado con una ONG que me mandó al Perú. Entonces, ellos me tenían como voluntaria trabajando con las mujeres en las capacitaciones y los cortometrajes durante los primeros cinco años del proyecto. También hemos pedido apoyo de diferentes formas, pero siempre hemos tenido el control editorial y económico del proyecto. Pedíamos desde pequeñas becas de fundaciones de medioambiente, fundaciones de cine y tras concursar tres años seguidos finalmente conseguimos una beca de DAFO.

Miguel Araoz: En realidad, Stephanie es una súper productora. Hacer animación no es barato, y parte del tiempo de hacer el documental nos ha tomado tres años hacer las filmaciones. Yo siempre bromeo y digo que la teoría de la relatividad toma cuerpo en la animación, porque trabajas tres años para 15 minutos de animación. Además, tuvimos que sostener todo un equipo de animación. En el mejor momento hemos llegado a ser siete para animación. Stephanie siempre se ha dado cuenta de que para hacer los documentales tienes que buscar pequeños fondos, porque un fondo grande al inicio no lo vas a conseguir y vas a desmayar en ese espacio. Lo que Stephanie hizo siempre es buscar fondos pequeños; así hemos generado como subproductos —el libro es un caso— que teníamos que entregar para sustentar el trabajo. Para ganar DAFO tres veces hemos llegado a la final; la tercera vez pensé que perdíamos, pero me dieron la sorpresa de que ganamos. Otro fondo interesante ha sido la Ford, que apoyó porque la empresa tiene una parte que se dedica a cuestiones de medioambiente y derechos humanos.

¿Incluyeron la animación por lo complicado que era retratar la cosmovisión amazónica o fue parte del proyecto?

Miguel Araoz: Fue una mezcla de cosas. Por un lado, a mí me gusta la animación. Por otro lado, es complejo filmar debajo de un río. No soy buen buceador; el río Marañón es oscuro y encima lo tendría que filmar con espíritus. Otra cosa que pasaba es que cuando viajábamos a las comunidades, siempre a las seis de la tarde, cuando finaliza el día, la gente prende un motor y se junta en su casa para ver la televisión, y lo que ven son novelas. Entonces, con Stephanie, Leonardo y Mariluz, conversábamos y dijimos que sería bonito volver este espacio al lugar de los cuentos y los mitos amazónicos de su propia cultura. Un poco así nacieron las animaciones.

Stephanie Boyd: Las animaciones fueron narradas por gente mayor kukama; estas son historias reales. En los documentales muchas veces la gente usa el recuerdo de recrear algo que pasó, y la animación es eso: ponemos imágenes, pero la historia que ha sido narrada es una historia real, por eso nos califican como documental.

Han tocado con mucho tino las problemáticas que viven las comunidades en la selva. Si bien filmaron en Loreto, la historia tiene personajes muy bien logrados que se enfrentan al olvido del Estado y a la discriminación de su propia gente. ¿Cómo manejaron el tratamiento?

Miguel Araoz: Creo que, como han pasado 10 años y en general los personajes del documental son cercanos a nosotros, ahora son nuestros amigos. Pues no mostraría a un amigo de manera incorrecta. Es decir, hay que mostrar los problemas, pero no denigrar a las personas.

Stephanie Boyd: Mariluz es la coproductora del documental, y la niña que habla es su hija, y ambos piensan que esta historia, a pesar de que es muy dolorosa, es importante que los de fuera la conozcan porque le está pasando a muchos jóvenes en la selva.

Miguel Araoz: Por otro lado, hemos trabajado con Leonardo Tello, y desde el comienzo en todo el trabajo siempre estuvo muy atento a esos detalles.

Otro de los temas del documental es la contaminación de los ríos a causa de los derrames de petróleo y la tala ilegal. Aquí nuevamente el tratamiento es acertado, ya que no se cae en un mensaje panfletario. ¿Existió alguna asesoría legal para enfocar estos temas?

Miguel Araoz: Al inicio del proceso me pregunté qué historia íbamos a contar. Y al final la historia que hemos contado es la historia del río, y el río es más que un río, ya que también son las personas que habitan a su alrededor y los personajes que viven dentro del río, es decir, todo ese universo. Cuando me hice esa pregunta, la respuesta fue que el río tiene olas, toda una serie de cosas que suceden. Entonces, ir al Marañón y no tocar el tema de los derrames de petróleo sería faltar a la verdad. Durante los 10 años que hemos vivido ahí, yendo y viniendo, siempre hemos escuchado que cada vez hay menos peces. Esto es por los derrames de petróleo que son constantes; son 30 años de derrames de petróleo.

Stephanie Boyd: Con Radio Ucamara hemos coproducido un corto titulado “Por qué callaron los ríos”, son 10 minutos sobre los derrames, porque queríamos sacar algo con urgencia cuando sucedieron los derrames del 2016 y 2017. La federación de mujeres Kukama también ha coproducido el documental con Radio Ucamara. Ellos encontraron la asesoría del Instituto de Defensa Legal (IDL), y con ellos las mujeres querían hacer una demanda para proteger sus ríos.

En Perú tenemos un gran problema: ¿Cómo guardamos la memoria cinematográfica que también es la historia de nuestro país, sin la existencia de una cinemateca nacional?

Miguel Araoz: La cinemateca es súper necesaria. Acá tenemos todo el trabajo pictórico de las animaciones, que son docenas de cajas. Quizá si estaríamos en otro país, para una universidad o para una filmoteca sería un material que les interesaría. Por eso es necesaria una buena ley de cine para poder distribuir, porque ahora vamos a poner la película en los cines y no sabemos hasta el último momento en qué sala nos van a poner, cuánto tiempo va a durar y, además, el horario tal vez sea a las 2 o a las 10 de la mañana para poder rápidamente retirarte de las salas. Finalmente, una mejora se logra con leyes; se necesita una protección a la producción nacional.

Stephanie Boyd: También la televisión; en otros países hay leyes que indican que un porcentaje de la programación tiene que ser nacional, y eso implica mostrar cierta cantidad de películas nacionales.

¿Cómo han sentido la recepción de su película en los festivales?

Stephanie Boyd: Primero hemos entrado en festivales, ahora estamos haciendo la difusión en salas, y luego vienen las proyecciones comunitarias, que eso es lo más divertido para mí. El estreno mundial de la película se dio en el Festival Internacional de Cine de Toronto, que es uno de los festivales más grandes en el mundo, y después hemos tenido el estreno en el Festival Internacional de la India. Nunca esperamos entrar ahí, pero fue una experiencia muy bonita y con muy buena respuesta del público.

Ya que mencionaste el cine comunitario, ¿tienen pensado proyectar la película en el lugar que grabaron?

Miguel Araoz: donde se grabó, ya lo hemos proyectado. Particularmente, ha sido la proyección que más me ha gustado. En la comunidad conocemos a los niños desde que tenían cinco años; ahora tienen quince. Entonces, fue muy divertido porque el ambiente de la muestra fue especial. En una hora estuvo repleta la sala.

Antes de grabar su documental, ¿revisaron algunas películas filmadas en la selva?

Miguel Araoz: Sí revisamos, aparte, mi padre participó en la película Aguirre, la ira de Dios como extra. Y por lo que conversamos muchas veces, creo que he hecho el viaje de mi papá de otra manera, pero con el cine de por medio.

¿Qué mensaje les darían a los jóvenes que quieren hacer cine?

Stephanie Boyd: Ahora hay más oportunidad que nunca, porque con la tecnología puedes grabar un cortometraje en tu celular. No temas si no tienes la mejor cámara. Empieza haciendo cortometrajes y los vas mandando a festivales y así vas ganando experiencia y contactos. Ayúdense entre ustedes, formen colectivos.

Miguel Araoz: Soñar siempre va a ser increíblemente bueno. Cuando sueñas, vas a tener que sacrificarte para poder hacerlo realidad. Se pueden hacer las cosas. También quiero decir que la gente de la selva siente tanto por el Perú, pero nuestro país siente tan poco por ellos. Eso es triste. Las únicas escuelas que existen en las comunidades se inundan en la selva. Eso puede ser una metáfora del Estado, porque han construido de espaldas a la realidad.

El dato:

Karuara, la gente del río se estrena mañana 20 de febrero en todos los cines peruanos. Una película que no debes perderte.

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Cultura

Movidas académicas en la Escuela Nacional de Folklore José María Arguedas

Ana Socorro Polo Vásquez, directora general de la Escuela, habría realizado acciones que van en contra de la ética profesional, por haberle cedido su puesto y darle la ‘encargatura’ de la dirección general —solo por un día— al director académico para que este le otorgue y firme su titulación profesional.

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La Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas nació en 1949 con el nombre de “Escuela de Música y Danza Folclórica Peruana” y desde hace 37 años otorga titulo a nombre de la Nación y actualmente, ya cuenta con rango universitario, e incluso puede otorgar grado de bachiller y licenciatura, como así se le otorgó a Ana del Socorro Polo Vásquez, actual directora general de dicha casa de estudios.

La directora general de la Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas, Ana del Socorro Polo Vásquez desde hace muchos años tiene un estrecho vinculo laboral con dicha casa de estudios. Primero como docente y luego como directora, debido a que tuvo la encargatura de la Dirección General, desde septiembre a diciembre del 2022.

Posteriormente, el 17 de enero de 2024 según Resolución Jefatural N° 00200-2024-MINEDU/VMGI-DRELM/DIROAD, nuevamente se le encargó en el puesto y funciones de directora general, hasta el 31 de diciembre del mismo año. Y en poco menos de dos meses transcurridos, el 04 de marzo, con la competencia que le daba su alta jerarquía, Polo Vásquez le encargó a Idelindo Mamani Chambi el cargo de Director Académico de la Escuela.

¿Cuál es la función de un ‘director académico’ en la Escuela José María Arguedas?

En su rol de director académico de la “Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas”, Mamani Chambi se encargaba de todas actividades que existen dentro de la malla curricular de la escuela, con actividades como exámenes finales, así como encargarse de la CEPRE, y de los talleres.

Directora general ‘encargó su puesto’ para que su ‘reemplazante’ firme su titulo profesional

Posteriormente, la directora general, Ana del Socorro Polo Vásquez se tomó un día libre a cuenta de vacaciones, e hizo que por ese día17 de julio del 2024—la reemplace Idelindo Mamani Chambi, y a través de la Resolución Directoral N° 00323-2024-ENSFJMA/DG-SG, ella le encargó a él formalmente que asuma la dirección general de la escuela, en adición a sus funciones de Director Académico, quien unos días atrás ya había aprobado la sustentación de tesis presentada por Polo Vásquez.

Resolución Directoral N° 00323-2024-ENSFJMA/DG-SG.

Justamente, ese 17 de julio, Mamani Chambi, ya como director general interino—solo por un día—firmó la Resolución Directoral N° 00325-2024-ENSFJMA/DG-SG, nombrando al jurado Calificador y fijó la fecha de sustentación que se realizó el 19 de julio, para que luego la señora Polo Vásquez pueda optar el título de Licenciada en Educación Artística, especialidad Folklore, con mención Danza y cuyo asesor de tesis fue su esposo Eduardo Fiestas Peredo.

Resolución Directoral N° 00325-2024-ENSFJMA/DG-SG firmado por Mamani Chambi.

Lo mismo sucedió el 01 de agosto del mismo año, que través de la Resolución Directoral N° 00338-2024-ENSFJMA/DG-SG, Ana del Socorro Polo Vásquez nuevamente le encargó a Mamani Chambi el puesto de director general de la Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas, porque se tomó un día libre a cuenta de vacaciones, para que él la reemplace solo por esa fecha.

Resolución Directoral N° 00338-2024-ENSFJMA/DG-SG.

¿Qué realizó Mamani Chambi ese único día como director general encargado?

Ese primero de agosto del 2024, el ‘provisional’ director general, Idelindo Mamani Chambi emitió la Resolución Directoral N° 00341-2024-ENSFJMA/DG-SG y en ella resuelve otorgar el titulo de Licenciada en Educación Artística, especialidad de folklore-danza, a su “superior”, Ana del Socorro Polo Vásquez, quien por un día dejó de ser directora general de la escuela de folklore, con el objetivo de que el “encargado” firme la respectiva resolución de licenciatura. Ya que ella misma no podría refrendar su propio título, mientras fuera directora general.   

Resolución Directoral N° 00341-2024-ENSFJMA/DG-SG que otorga título profesional a la directora general Polo Vásquez.

No obstante, aproximadamente tres semanas antes de otorgársele el título profesional, el 05 de julio para ser más exactos, mediante Resolución Directoral N° 00310-2024-ENSFJMA/DG-SG, Idelindo Mamani Chambi en su condición de Director Académico de la Escuela de Folklore, y antes de que le encarguen la dirección general, declaró expedita a su “superiora” Ana del Socorro Polo Vásquez, para que pueda obtener el titulo de licenciada en Educación Artística en la especialidad folklore-danza, tras haber egresado luego de concluir sus estudios en el año 2011. 

Resolución Directoral N° 00310-2024-ENSFJMA/DG-SG, firmada por Idelindo Mamani Chambi.

Asimismo, se conoce que la directora general Polo Vásquez también forma parte de la Comisión de Instalación para la Creación de la Universidad de Folklore José María Arguedas, instalada a fines de enero del 2025 y según nuestra fuente, el esposo de Ana del Socorro Polo Vásquez, fue docente de baile en la misma escuela de Folklore JMA, durante los años 2022, 2023 y 2024, mientras ella continuaba siendo directora general en dicha casa de estudios.

Lima Gris se comunicó con la directora general de la Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas, para que brinde sus descargos y esto fue lo que respondió: “Yo me he titulado hace años, no recuerdo el año, pero yo soy titulada de hace años. Y cuando uno no está, siempre el director académico asume el cargo de director general. Yo puedo ausentarme un día, dejar mi cargo un día y el director académico tiene que asumir ese cargo”.

Fuente: SUNEDU.

Y cuando se le cuestionó por qué le dio la encargatura al señor Mamani Chambi para que él autorice su titulación, ella respondió: “No. No es así. Y por favor envíe un documento para aclararle”. 

Por lo visto, la directora general de la Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas, habría realizado acciones que van en contra de la ética profesional.

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Cultura

Lanzamiento del Carnaval de Junín 2025

El lanzamiento oficial se realizó en el auditorio de Promperú en Lima.

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Con danzas, platos típicos y con una variada agenda cultural se lanzó el Carnaval de Junín 2025. En la conferencia de prensa participaron autoridades de las diferentes municipalidades de la región y Julio Abanto, Director de Comercio Exterior y Turismo del Gobierno Regional de Junín.

El Carnaval de Junín 2025 que está lleno de color y tradición para su lanzamiento llegaron a Lima delegaciones de distintas ciudades como Tarma, Satipo, Jauja y Huayucachi (Huancayo). Cada una de ellas llegó con majestuosos trajes típicos, listos para exhibir lo mejor de sus danzas y costumbres en una de las festividades más esperadas del año.

Tamaya Rodríguez con solo 4 años, se convirtió en la estrella más joven del Carnaval de Junín 2025. A pesar de su corta edad y su estatura de poco más de un metro, esta talentosa niña del distrito de Sapallanga (Huancayo) deslumbra con su destreza en el zapateo y su gracia al interpretar la tradicional danza Akshu Tatay.

Su presentación en el estrado principal generó emoción entre los asistentes, quienes quedaron cautivados por su energía, ritmo y alegría contagiosa. Tamaya es una pieza clave en el elenco de danzantes de su comunidad, destacándose como una promesa del folclore andino.

Las celebraciones, que iniciaron la semana pasada con la “Ruta del Huaylas”, se extenderán hasta abril, ofreciendo a los visitantes una experiencia única de música, danza y gastronomía. Se espera la llegada de más de 200,000 turistas, tanto nacionales como extranjeros, para lo cual se han habilitado más de dos mil establecimientos de hospedaje, incluyendo alojamientos en comunidades nativas que brindarán una inmersión cultural auténtica.

El Carnaval de Junín no solo es una fiesta de alegría, sino también un testimonio del legado cultural de la región. Entre las danzas emblemáticas que se presentarán destacan: La Chonguinada, La Huaconada de Mito, reconocida como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, La Huayligia y El Huaylarsh Wanka.

Además, tres eventos culturales de la región están en proceso de ser declarados Patrimonio Cultural de la Nación, lo que refuerza el compromiso de preservar y difundir las tradiciones ancestrales del pueblo juninense.

Este 2025, el Carnaval de Junín promete ser una celebración inolvidable, donde la música, la danza y el espíritu festivo de su gente se unirán para mostrar al mundo la riqueza cultural del Perú.

Conversamos con Julio Abanto, quien nos brindó detalles de las celebraciones.

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Cultura

Eugénie Bastie, el azote del feminismo: El periodismo cultural como trinchera  

Política y culturalmente incorrecta, Eugénie ha emergido primero como azote del feminismo para finalmente convertirse en el rostro de la transformación cultural francesa dominada por los ultras.

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Eugénie Bastié, natural de Toulouse y nacida apenas ayer en 1991, es periodista, columnista, polemista y ensayista francesa. Le Point y Le Temps la clasifican entre los conservadores, la misma Wikipedia la categoriza como reaccionaria.

Procedente de una familia católica, Eugénie Bastié es hija de un paisajista y de una madre especialista en medicina nuclear. Después del internado en el colegio privado católico de Lectoure, en Gers, ingresó en el Instituto de Estudios Políticos de París en 2009. Se graduó en 2014 con una maestría en asuntos públicos. También obtuvo una Maestría en Filosofía por la Sorbona París-IV.

 Políticamente Eugénie se declara partidaria de la economía de mercado y de la libertad de empresa, pero es escéptica sobre el crecimiento exponencial. Comenzó su carrera bajo el patrocinio de Élisabeth Lévy y Natacha Polony, especialmente en el medio de opinión Le Figaro Vox y en la revista Causeur. Luego fue contratada como redactora editorial en Le Figaro y aparece regularmente como columnista editorial en CNews.

Desde su aparición, fue percibida por el establishment globalista como una de las nuevas caras de la derecha, la derecha reaccionaria e incluso de extrema derecha, particularmente por sus posiciones conservadoras y críticas sobre el feminismo, los ideales sociales y las controversias que alimentó en la televisión y las redes sociales. Contribuye al resurgimiento mediático de estos discursos, observado desde finales de la década de 2010, y que han concluido en el triunfo de la batalla cultural de parte de los grupos reaccionarios.

Pero para comprender mejor a una figura cultural francesa como la de ella, hay que abordarlo a la francesa, es decir desde el contexto político cultural.

Ya en 2015 el medio globalista francés Liberation publicó un artículo sobre el nacimiento de la revista católica Límite, en la que declara: «Tras la Manif pour tous, la joven guardia católica ultraconservadora lanzó una revista que retoma los temas de la ecología y el decrecimiento (…)  El sábado por la noche, en la Ciudad Universitaria Internacional de París, durante la fiesta de lanzamiento de la revista Limite, la media de edad apenas alcanzaba los treinta años. El buffet es modesto. Es hora de la sobriedad. Porque es bajo la bandera de la ecología integral que la joven guardia ultraconservadora del catolicismo francés entra en batalla. Vomitando todos los liberalismos, económicos o sociales, abogando por el decrecimiento y soñando con un mundo con Dios. Se consideran revolucionarios. “Nos estamos distanciando de la derecha católica liberal”, proclama Paul Piccarreta, director de la revista (…) Más o menos, todos sus fundadores marcharon contra el matrimonio homosexual. Y participó, en el proceso, en la creación del movimiento Veilleurs. Fue el caso en Lyon, en casa del muy conservador y muy pro vida cardenal Philippe Barbarin, de la emblemática pareja de la revista, Gaultier Bès de Bec y Marianne Durano. Un poco inactivo por estos días, el Manif pour tous ha engendrado descendencia. Niños que reivindican una genealogía inquietante. Al igual que Eugénie Bastié, periodista web de Le Figaro, una de las musas del nuevo (y joven) ultraconservadurismo católico y redactora jefe política de Limite».

Eugenié representa parte de esa juventud francesa étnica que se asume católica, Pero en que no todos viven su fe de la misma manera. Frente al Islam, algunos reivindican las raíces cristianas de Francia: forman el llamado movimiento “identitario”. Para otros, la fe es una fuerza impulsora para transformar la sociedad y reconectarse con el bien común.

De esta manera Eugenié es una clave para entender a la nueva política francesa. Según Pascale Tournier, refiere sobre esta juventud que ha venido a imponerse: «ésta es una generación que busca puntos de referencia, buscará en su biblioteca autores del pasado para formar sus ideas. Podemos citar muchos autores católicos como Bernanos, Bloy, Maritain. Más recientemente, George Orwell, la filósofa judía Simone Weil, autora de “rooting”, palabra que les viene muy bien. Hoy, Michel Houellebecq, Christophe Guilluy, Alain Finkielkraut, Michel Onfray y Jean-Claude Michéa están sentados en sus mesillas de noche. Y por supuesto, el teórico Patrick Buisson ocupa un lugar especial». En resumen, esta generación es una auténtica revolución cultural.

Mucho de esta fenómeno resulta de las cumbres antiglobalización de la década del 2000. Un referente que ofrece coordenadas es Jacques de Guillebon el cual ilustra los vínculos que pueden existir entre los neoconservadores y cierta izquierda. El punto común es el anticapitalismo y la soberanía, cada vez más frecuentes en esta parte del espectro. Siguiendo a lo dicho por Tournier, está generación encabezada en prensa por Eugenié se afirma en el debate siguiendo «los preceptos de Gramsci, invierten el campo cultural y la batalla de la opinión. Tomando el ejemplo del periodista Éric Zemmour, comprendieron que los debates ya no tenían lugar en las salas de conferencias de la Sorbona, sino en los platós de televisión (Cnews, en particular) y en los periódicos (Le Point, Le Figaro, Valeurs actuelles) o en revistas más confidenciales (Limite, l’Incorrect). Por ejemplo, han conseguido imponer sus palabras: arraigo, mundo líquido y bougisme, que también denuncian con tuits/enfrentamientos (…) [sus embajadores en medios son] Entre los periodistas, podemos destacar a Eugénie Bastié (Figaro), Alexandre Devechhio (Figaro), Charlotte d’Ornellas (Valeurs actuelles). En el panorama intelectual, podemos destacar al filósofo François-Xavier Bellamy, al sociólogo quebequense Mathieu Bock-Côté, a la feminista Marianne Durano y a la filósofa Bérénice Levet. Cada uno tiene sus propias aficiones y no están de acuerdo en todo, cuando no tienen celos el uno del otro (…) Han invertido en ecología, en educación, en cuestiones relacionadas con la soberanía nacional, con Europa, con el feminismo… Si hay una idea que recordar es la del límite: frente al progreso, a la tecnología, a los daños de la globalización, a la conquista de los derechos individuales, fuente para ellos de dilución del vínculo social, de decadencia moral de la sociedad y de auge del comunitarismo. La economía sigue siendo un auténtico punto ciego. No sólo sus visiones divergen sobre el tema, sino que a menudo no tienen nada que decir excepto proclamar un antiliberalismo primario (…) Para afilar sus armas contra el progresismo, esta generación comprendió la necesidad de estructurarse intelectualmente. De ahí la revitalización observada de la Acción Francesa, que desde Charles Maurras siempre ha sido un lugar de formación para los jóvenes. Pero también pueden echar un vistazo a las veladas de filosofía de François-Xavier Bellamy o a las conferencias del Abbé Grosjean. Menos conocido, pero no menos influyente es el Instituto de Formación Política situado en el distrito 16 de París. Creada en 2004 por Alexandre Pesey y Thomas Millon, hijo de Charles Millon, ex ministro de Defensa, esta escuela ha formado desde 2004 a más de 1.200 jóvenes militantes de derecha, entre los que se encuentran LR, asistentes parlamentarios, TV Libertés… Incluso Marion Maréchal-Le Pen ha estado allí. También se inspira en el IFP para la escuela que quiere fundar (…) Emmanuel Macron observa con atención a este joven. Si el software de la izquierda está desgastado, incluso obsoleto, su pensamiento, por el contrario, es sistémico. Es elaborado y representa una oposición real a su poder. Están pues en la mira del presidente, que desde su elección ha emprendido una operación para fracturar a la derecha. En sus discursos, escritos por la pluma de Sylvain Fort, les envía muchas señales. Esto se hace, por ejemplo, a través de numerosas referencias religiosas (“cultura de la muerte”, “mártir secular” en referencia al prefecto Erignac). Lo hemos visto durante su discurso ante los obispos de Francia, donde abundan los préstamos de sus palabras. Y entonces, Eugénie Bastié fue recibida en el Elíseo el pasado mes de junio, cuando sólo tenía… ¡27 años!».

Pero volvamos a Eugenié

El economista Jacques Attali la compara con Eric Zemmour, entonces periodista y columnista de Le Figaro (al que reemplazó en CNews durante su campaña presidencial). También se destaca que intercambia abiertamente en Twitter con Renaud Camus, inventor de la teoría del Gran Reemplazo. Eugenié misma no ha tenido miedo en denunciar el tratamiento “prejuiciado” de la pederastia en la Iglesia.

El periódico Brain la llama » la chica it de la extrema derecha”, mientras que Libération la describe como una “estrella en ascenso de la esfera reaccionaria”, e informa que el politólogo Gaël Brustier ve en ella una heredera, en particular, del “intelectual reaccionario de los años 1930 Thierry Maulnier. Richard Werly, en el periódico Le Temps de Suiza, la describe como «conservadora, razonable, seductora e intrigante”.

A propósito de su carrera

Se convirtió en redactora jefe del departamento político de la revista «Ecología integral» Limite, que creó en 2015 con Gaultier Bès , Marianne Durano , Camille Dalmas y Paul Piccarreta, que se define como «una revista cultural y política de combate, de inspiración cristiana», considerada por el diario Libération como «la joven guardia católica ultraconservadora». Abandonó la revista en 2019 debido a desacuerdos sobre la línea editorial, justo antes de que la revista cerrara y ella fuera reclutada por CNews.

EnSeptiembre de 2015, invitada al plató de Ce soir (ou jamais!), se enzarza en un duelo oratorio con Jacques Attali sobre la llamada crisis migratoria, durante el cual declara: “¡El viejo mundo ha vuelto, señor Attali!»; Su respuesta causó un gran revuelo mediático en Internet.

EnAbril de 2016 publica su primer ensayo Adieu, Mademoiselle. La derrota de las mujeres en las ediciones Cerf. Ella dice que cree en la noción de «patrimonio», pero no en la de «progreso». El ensayista realista Gérard Leclerc escribió sobre este ensayo en la revista Royaliste: «ante todo, dialécticamente cincelado, muy informado y que golpea en el corazón mismo de uno de los debates más cruciales de la época». Libération le critica por haber escrito «un libro entero sobre el feminismo ocultando espectacularmente la violencia sexual salvo para hablar de Colonia y estigmatizar a los musulmanes». Con este ensayo, emerge, junto a Marianne Durano y Thérèse Hargot, como una figura del antifeminismo según Mediapart 15.

En septiembre de 2016, tiene una columna en la revista Actualidad, en France 2. Su contratación desata polémica en Twitter; Ella dejó el programa el mes siguiente, al parecer por presiones del stablishment globalista.

Ella ha sido, desdeAbril 2017, periodista del departamento “debates y opiniones” del diario Le Figaro . EnJunio de 2017, fue recibida en el Palacio del Elíseo junto a Alain Finkielkraut y Régis Debray por Sylvain Fort, quien les sugirió moderar sus ataques a los aspectos más liberales de la política de Emmanuel Macron. Este detalla el peso de su voz en el ambiente político francés.

En Octubre de 2018Su segundo ensayo, El chivo expiatorio: ¿terror o contrarrevolución ?, es publicado por Éditions du Cerf, una obra que emprende una crítica del movimiento #MeToo. Invitada por France Inter con motivo de esta publicación, Léa Salamé citó una frase de su libro: «Creo que una mano en el trasero nunca ha matado a nadie». Ante el clamor suscitado por esta frase, Eugénie Bastié declaró entonces: «Si tuviera que rehacer el libro hoy, ya no escribiría esta frase».

Durante la temporada 2019-2020, fue columnista del programa Et en même temps de BFM TV (presentado por Apolline de Malherbe) los domingos por la noche; Todos los jueves participa también en la segunda parte del programa de las 19 horas de Ruth Elkrief para un debate sobre la actualidad junto a Alain Duhamel.

EnJulio de 2020Fue reclutada por CNews como editorialista. L’Obs, fuente de esta revelación, califica este reclutamiento como un «gran golpe de efecto» para CNews y valida, según La Dépêche, el giro hacia la derecha del canal de información continua. DeMayo de 2021, presenta su propio programa en el canal Place aux idées todos los sábados a las 19 horas, junto a la periodista Clélie Mathias . En Septiembre 2021Ante la orden de la CSA de computar el tiempo de palabra de Éric Zemmour en el marco de la campaña presidencial, Eugénie Bastié, Mathieu Bock-Côté y Charlotte d’Ornellas sustituyen a este último en Face à l’info, un programa presentado por Christine Kelly.

Desde el inicio del curso escolar 2022, presenta el programa Le Club des idées en Figaro TV, así como la revista de prensa “Revue des hebdos et des idées” en Europe 1.

Es columnista ocasional del programa Historiquement Show del canal Histoire TV. Su último libro es La dictadura de los sentimientos, 2023.

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Cultura

Ministro de Cultura y sus ‘14 mil años de orgullo’

Fabricio Valencia Gibaja en su papel de ayayero quedará en los anales de la historia.

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Es por demás incomprensible ver a un otrora defensor del patrimonio cultural, que emprendió batallas y cuestionamientos contra las nocivas gestiones en el Ministerio de Cultura; y que ahora, ya convertido en ministro de Cultura, simplemente haya olvidado su afán proteccionista para ceñirse a la agenda política que le ordena la “línea editorial” de su jefa, la presidenta Dina Boluarte.

Se trata de Fabricio Valencia Gibaja, un abogado cusqueño con vasta experiencia en el tratamiento jurídico del patrimonio cultural, con maestrías y posgrados en Museología, Gestión Cultural, Patrimonio y Turismo Sostenible. Y, por si fuera poco, ya había sido jefe del Área de Patrimonio Cultural y de la Oficina de Asesoría Legal del Ministerio de Cultura; así como miembro de la Comisión que elaboró el Reglamento de la Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación. Incluso, integró el Comité Científico Internacional de Asuntos Legales, Administrativos y Financieros de Icomos. Y antes que asumiera la cartera de Cultura, desde la sociedad civil defendió legalmente a la Orden Franciscana por el atropello que sufrió la Plazuela San Francisco, y que por orden de Prolima y la MML, derribaron el enrejado perimetral, pese a que éste contaba con el refrendo de Unesco.

Sin embargo, todo este “speech” de introducción en favor de Fabricio Valencia, no sirvió de nada y todas las acreditaciones académicas previas, prácticamente han ido a parar al tacho y se escurrieron entre los “dedos de las manos” del “papel que aguantó todo”. En otras palabras, el especialista y confeso defensor del patrimonio cultural, con su nueva faceta de ministro de Cultura, se ha convertido en un arlequín que danza al unísono con el resto de bufones y ayayeros ministeriales que despachan, respiran y viven—no sin antes cobrar sus S/30 mil mensuales— para adular a la inefable inquilina de Palacio de Gobierno.

En tal sentido, resultó tan grotesco, e incluso agraviante escuchar hace unos días a Valencia Gibaja afirmar que Dina Boluarte lo llena de mucho orgullo por ser la primera mujer que dirige nuestros destinos en 14 mil años de presencia de la especie humana. Mientras, los peruanos nunca olvidaremos la destacada presencia de la ‘Dama de Cao’, una poderosa líder Moche que gobernó en el norte peruano aproximadamente en el siglo V.

(Columna publicada en Diario UNO)

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Cultura

Exposición “La historia del Callao en planos”

La muestra de documentos, planos, fotografías y mapas que datan de hace más de 300 años está abierta al público en general con el fin de que conozcan los hechos más resaltantes e históricos que acontecieron en el puerto chalaco.

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Durante todo el mes de febrero del 2025, la Municipalidad Provincial del Callao a través de su programa ‘Progresamos Callao’, presenta su exposición temporal «La Historia del Callao en planos» que se realiza en la Biblioteca Pública Municipal del Callao «Teodoro Casana Robles».  

La muestra consta de planos y mapas desde el siglo XVI al XX, permitiendo ver la evolución de la ciudad portuaria del Callao a través de los años, resaltando los hechos históricos más importantes, como la incursión de piratas, corsarios, y fenómenos naturales como el terremoto y maremoto que azotaron la provincia chalaca. Asimismo, el registro de las guerras y revoluciones acontecidas en el puerto.

Esta exposición también recoge una colección de medallas de instituciones chalacas de los siglos XIX y XX, así como documentos de su creación política en 1839 y de los diversos títulos adquiridos debido al patriotismo de sus vecinos.

El dato:

Exposición: «La Historia del Callao en planos».

Fecha: va hasta el viernes 28 de febrero de 2025.

Horario de visitas: de lunes a viernes de 8am a 5pm.

Lugar: Biblioteca Pública Municipal del Callao «Teodoro Casana Robles».

Jr. Pedro Ruiz Gallo, esquina con jr. Colón, Callao. 

Ingreso libre.

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