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Hugo Salazar Chuquimango: “Hacer cuadros grandes es una ambición artística, porque al hacerlos me enfrento a algo más difícil”

Entrevista: Edwin Cavello Limas
Fotografía: Miguel Mejía Castro
En el 2009 a Hugo Salazar Chuquimango lo vi por primera vez en un quinto piso de un edificio en el centro de Lima; era un taller que alquilaba y donde todas las mañanas llegaba luego de su servicio en Prosegur. El taller no tenía agua, pero estaba estratégicamente ubicado; quedaba a solo una cuadra de Palacio de Gobierno y a cuatro cuadras de la Escuela Nacional de Bellas Artes. Por eso días Hugo era tímido, hablaba lo necesario, pero pintaba como un demonio feliz.
En el 2010, ese joven desconocido que pintaba de día, y vigilaba de noche, ganó el Premio Nacional de Pintura del ICPNA. Sus obras comenzaron a ser parte de diferentes colecciones nacionales e internacionales y empezó a viajar para exponer sus lienzos por Sudamérica y Europa. Han pasado diez años desde la primera vez que lo vi, y su pasión por la pintura sigue intacta. Hoy, una gran fábrica abandonada ubicada en el cono norte es su nuevo taller. Aquí la entrevista exclusiva para Lima Gris.
Después de diez años continúas trabajando como agente de seguridad. Alguna vez dijiste que necesitabas de este trabajo para poder seguir pintando, para poder seguir teniendo la presencia de esos personajes de la noche ¿Sigues necesitando esos personajes de la noche para pintar?
Ya no los necesito. Creo que esos personajes ya han aflorado y han crecido en cierta parte. Ahora, más o menos los entiendo y los puedo dominar. Ya no necesito de la noche para que puedan nuevamente aflorar; no necesito esas vigilias nocturnas. Ahora ya tengo armando un lenguaje de mucha simbología, que es emblemática en cuanto a mi persona, ya que cada uno tiene un significado personal.

Los espacios donde has sido designado por tu trabajo te dan silencio, un silencio que muchos artistas quisieran…
Sí. Este lugar donde me encuentro ahora es una fábrica abandonada. Las fábricas suelen ser ruidosas por los aparatos que hay, pero cuando dejan de funcionar son más silenciosas que cualquier lugar. Aquí tengo tranquilidad.
Cuando visitaba tu taller que quedaba al costado del Escalón 100 en el centro de Lima, tus formatos eran pequeños y medianos. Ahora tus pinturas son de gran formato, e incluso realizas murales. Antes pintabas en un pequeño taller, y ahora lo haces en una fábrica abandonada.
Últimamente los lugares que estoy buscando para pintar tienen techos muy altos; necesito lugares que no me alienten a pintar cosas pequeñas. Si aquí intento pintar algo pequeño, no me sentiría cómodo. Los cuadros pequeños que pinto los hago en mi casa.

¿Qué ha cambiado en Hugo Salazar Chuquimango, después de haber ganado el Premio Nacional de Pintura?
Ha cambiado la manera de ver cómo podría hacer arte para la gente. Antes, desde mi introspección trataba de entender cómo actuaban las personas según las imágenes que yo realizaba. Eso me gustaba ver; observaba sus gestos, y me parecía curioso el significado que ellos le podían dar, pero actualmente que ya no estoy tan aislado de la gente, a través de ella, quiero entenderme a mí mismo.
Tus pinturas también han ayudado a que mucha gente te entienda, ya que siendo un agente de seguridad de la empresa Prosegur, desde hace un tiempo tus jefes han entendido que tú vives para pintar; y gracias a ese entendimiento Prosegur te ha estado apoyando desde hace algunos años.
Sí. Me siento afortunado de que todo haya encajado de cierta manera para poder seguir haciendo cosas más ambiciosas; en mi caso hacer cuadros grandes es una ambición artística, porque al hacerlos me enfrento a algo más difícil; y aquí no tiene nada que ver lo monetario. Hace un tiempo en una galería me dijeron que no pintara cuadros grandes porque eran difíciles de vender; y al escuchar eso sentí que me estaban castrando. Lo que hace mi empresa Prosegur es siempre confiar en mí; la empresa no hace ningún trato conmigo sobre la venta de los cuadros, y más bien me apoya dándome el espacio, y también me brinda auspicio para los catálogos. Incluso cuando viajé a Europa, Prosegur me compró el pasaje.
Tu primer viaje a Europa lo pagó Prosegur…
Sí, ellos se enteraron que iba a viajar y quisieron ser los responsables de la compra del pasaje. Y los otros gastos, yo me los costeé.
Cuando pintas un cuadro ¿estás pensando en venderlo?
No. Antiguamente siempre decía: el cuadro va a ser mío, y no se va a vender. Era una satisfacción tenerlo en mi taller y poder enseñarlo a la gente. Actualmente tengo cuadros que son pedidos, son cuadros que están destinados para venderse; yo hago pequeños bocetos y la gente me pregunta si puedo pintarlos en un cuadro. En ese sentido, cuando sé que el cuadro va a ser vendido me demoro, y me cuesta mucho trabajarlo, porque sé que es algo del cual me voy a desprender. En cambio, cuando tengo una idea, casi como un capricho, quiero pintarlo y acabarlo lo más rápido posible.
Al regreso de tu gira por Europa, dijiste que ya no tenías ganas de pintar, debido a todo lo que habías visto en los museos…
Sí. Es que tuve la sensación de que durante todo el tiempo que estuve pintando había hecho las cosas mal, y necesitaba replantear todo. Cuando volví a pintar me sentía muy mecanizado y eso no me gustaba. La pintura que vi en Europa era otra cosa; los pintores allá sentían mucho la pintura. Lo que estaba haciendo antes me parecía muy ilustrativo, y para mí la pintura ya se había convertido en otra cosa. La pintura por academia, la considero más densa.
Se puede decir que la autocrítica que te haces es porque eres un estudioso de la pintura
La verdad sí. Inclusive antes de estar en Bellas Artes siempre he estudiado lo que me ha gustado, y he estado muy metido en lo teórico. Lo único que me faltó todo ese tiempo fue mirar los cuadros en vivo, para poder así entender más, lo que yo entendía por pintura.

¿Hay alguna palabra para describir la sensación que tuviste al ver en vivo las obras que mirabas en los libros?
Sí. Tiene que ver mucho con lo que llamo “espacialidad”. En el momento que estás viendo un cuadro, también estás viendo el espacio, la distancia. Inclusive estás convirtiéndote en ese momento, donde el artista estuvo delante de ese cuadro. La impresión de verlo en vivo te sobrecoge.
Tienes más de 10 años en Prosegur. De la misma forma sigues pintando, exponiendo y vendiendo a nivel nacional e internacional, ¿por qué no renuncias a tu trabajo en Prosegur?
He tenido la fortuna de llegar a una empresa medio militarizada. Al comienzo no me entendían mucho; creo que las cosas se dieron de tal manera que los jefes superiores se sintieron a gusto de tener un personal que no solo era militarizado, sino también con sensibilidad artística. Cuando los jefes me mandaron a llamar, de eso fue lo que conversamos, ya que habían visto un artículo en el periódico. Pero desde un comienzo he tenido muchos percances, incluso desde que estuve postulando en la Escuela de Bellas Artes. Yo estaba en los primeros puestos a punto de ingresar, y recuerdo que fui a la entrevista, y trataron de desanimarme, porque me dijeron que tenía que renunciar a la empresa Prosegur, y que no habría quién me apoyara, ya que en Bellas Artes eran diez horas de estudio al día, más las doce horas que yo trabajaba en Prosegur; y para ellos no existía otra posibilidad; o era el dinero, o era el arte; entonces, me preguntaron cuál de los dos iba a elegir, y les dije que iba a intentarlo, pero me respondieron que eso era imposible. Y al momento que llegó la calificación final, casi me botan de Bellas Artes porque ingresé entre los últimos puestos. En la entrevista personal me bajaron mucho, por decirles que iba a hacer el intento de estudiar y trabajar. Así pasaron cinco años estudiando en Bellas Artes, y todo ese tiempo para mí fue un calvario; pero ese sacrificio hizo que me esforzara mucho más.
Trabajar en Prosegur y estudiar en Bellas Artes, significaba no dormir, ¿cómo manejabas eso?
El promedio de viaje en carro era de cuarenta y cinco minutos, en ese tiempo entre ida y vuelta de viaje calculo que dormía una hora. A veces llegaba muy temprano a Bellas Artes y en el refrigerio me iba a dormir a ciertos lugares de la escuela, igual también en el trabajo había posibilidad de cabecear, es decir, cerrar los ojos y estar recostado en la pared, pero siempre atento a los sonidos. Sumando todo eso, dormía tres horas diarias.
Una vez cuando estabas trabajando como vigilante en Prosegur, tuviste que decirle a Fernando de Szyszlo que retirara su auto…
(Risas). Yo estaba en primer año de Bellas Artes, y prestaba servicio en el Scotiabank, ahí iba a ver un evento en la playa de estacionamiento del Banco, y la orden era que ningún auto ingrese porque solo se podían estacionar los autos autorizados. Primero llegó una señora y cuadró su carro, me acerqué y le dije que no podía estacionarse porque se iba a realizar un evento, entonces le pedí que por favor se retirara, y ella me dijo que iba a comprar unas cosas en la farmacia y que no la moleste. El jefe que me supervisaba me dijo: “por qué has dejado que la señora deje su auto, ella no es de aquí”. Le comenté el comportamiento de la señora, pero el supervisor se molestó y me llamó duramente la atención, y en eso llegó otro auto, se estacionó y cuando fui y le dije ¡buenas noches!, justo vi su cara y era Fernando de Szyszlo, y le dije: ¿señor Szyszlo, se va a atender en el banco? Szyszlo me respondió: me voy a tomar un café a la vuelta, soy cliente del banco. Le dije: señor Szyszlo, hoy tenemos un evento importante, y el estacionamiento está reservado. Él solo me dijo: no te preocupes muchacho, y se retiró; y como tenía al supervisor respirándome en la nuca, no pude decirle que estudiaba en Bellas Artes.

Hablemos de tu mamá y del mensaje que dejas en distintos cuadros, que es la marca de la máquina de coser de tu madre. Y que además, fue el cuadro con el que ganaste el Premio Nacional de Pintura del ICPNA.
Ese cuadro de la máquina de coser, es un cuadro muy atípico a mí. Primero porque yo no pintaba esas cosas tan simbólicas; yo era más de surrealismo, pero fue algo atípico, porque sentí que en ese tiempo había sido un poco egoísta, ya que no había compartido entre mi familia algo que los represente. Quise darle ese regalo a mi mamá no para que esté colgado en la casa, sino, para que ella lo vea expuesto en una galería de arte, porque yo estaba segurísimo que iba a quedar finalista. No creí que un cuadro familiar en la vida iba a ganar. Lo que quería era que mi madre lo vea, y que se sienta orgullosa de lo que yo estaba haciendo en ese tiempo. Cuando gané el premio, y me enteré que iba a tener una muestra individual, me pareció mágico; era una puerta abierta que nunca pasó por mi mente. El cuadro estaba destinado para la sala de mi mamá. En cierta manera, quería que se sienta orgullosa al ver su máquina gigante, y que los clientes que a veces recibía en la casa, también lo vean.
Ganaste con esa pintura el Premio Nacional, pero lo curioso es que la pintura no estaba terminada…
Faltó tiempo para acabarla.
Pero no se dieron cuenta
Creo que también el arte contemporáneo te permite eso. Felizmente en esa época no pintaba con colores complementarios, de lo contrario sí se hubiera notado bastante; el personaje del cuadro es azul. Lo más bonito de ese cuadro es que mi mamá le puso el título; yo estaba pensando ponerle un título complejo, y como me hice tanto problema, le pregunté a ella, y me dijo: por qué no le pones La máquina de mi mamá. Me parece que eso fue importante también para ganar.
Tu padre falleció hace poco. Te menciono esto porque después de su muerte, me comentaste que lo buscabas en los videos que grabé en diferentes exposiciones que hiciste. El sentido de registro de un cuadro, o un video es bastante curioso.
Sí; a veces lo vemos. Nosotros en casa no somos mucho de tomar registro de la familia, y mucho menos videos. Pero a veces verlo en esos visuales, es mantenerlo vivo. En los videos mi padre está sujetando a su primer nieto. Esa sensación de recorrer la galería, ver cuadro por cuadro, y que aparezca en los videos que tú grabaste, tiene mucha significancia para mí.

¿Pintaste a tu padre?
A él lo retrataba mucho más que a mi mamá, antes de pintar el cuadro de la máquina de coser; mi papá siempre estaba en casa cosiendo bastas. También hice un cuadro de mi padre, donde él aparecía manejando una bicicleta que en realidad era una tijera. Eso lo hice porque cuando éramos niños él jugaba con una tijera en la mesa, y mamá le decía: no hagas eso, pareces un niño. Mi papá nos preguntaba ¿qué es esto?, nosotros le respondíamos que era una tijera, y él nos decía que era una bicicleta. Así nos despertaba la imaginación.
Sigues sin usar celular, de alguna forma estas incomunicado, aunque usas más Instagram, ¿por qué continuar sin celular?
En esa parte soy un poco egoísta. Considero que cuando estoy pintando, si noto una interrupción, es decir, si alguien me llama, esa interrupción se convierte en un bloque. Uno conoce sus debilidades, y al estar comunicado con la gente muchas veces me cuesta decir no. No tener celular es zafarte de esa respuesta. También lo hago porque cuando camino quiero estar en un solo lugar, ya que, si alguien tiene cómo llamarte, estás a su disposición. En una época en Prosegur teníamos Nextel, y escuchar el sonidito del Nextel me alteraba, y eso me estresaba.
Para mucha gente ha sido difícil ubicarte; hablo de gente que deseaba comprar tus cuadros y también de tus amigos. Recuerdo que en el taller que tenías en el centro de Lima, la gente escribía mensajes en tu puerta y en la pared, incluso recuerdo que leí mensajes de molestia
Sí recuerdo, era muy gracioso. Algunos inclusive tenía que borrarlos porque eran un poco faltosos. Lo bueno de no tener celular no es solo fallar, sino que las personas no te pueden llamar para decirte que se van a demorar. Cuando quedo a una hora soy puntual, ya no importa si llego y esa persona no puede llegar, porque si no llega es mi culpa, porque no tenía celular para avisarme.
En tus cuadros más recientes, siguen presentes esos seres híbridos, pero también el color de tu paleta ha ido variando
Sí, a la deducción que he llegado hace cinco años, es que el pintor compone por color. Tienes que ser muy estratégico con el color, y el mismo color de tu propia composición; tal vez para algunos no sea agradable, pero ya es tu propio lenguaje; es decir, armar patrones para que según el color llegues a una composición agradable. La otra cosa es que la matemática (proporcionalidad) que hay debajo del cuadro, es una cuestión más universal, y no por criterio. Armar una composición por color es criterio, pero disponer los elementos, ya es matemática.

Si pintar un cuadro es criterio de color, ¿cómo haces para pintar lo metafísico? es decir, el odio, el amor, la rabia.
En ese caso uso mucha simbología; me gusta crear estos seres híbridos, o poner estos bestiarios para armar esta simbología. Cada cosa lo comparo con los cuatro elementos que existen, que son: tierra, aire, fuego y agua. Cada uno tiene su complementario, pero también su opuesto. Esas cosas me parecen importantes plasmarlas en un cuadro, ya sea por color o por simbología. Es un tratado muy alquimista.
En un tiempo Hugo Salazar, aparecía en sus propios cuadros, ¿lo sigues haciendo?
Hasta ahora aparezco; y si no aparezco yo, es otro personaje que se parece mucho a mí. Eso sucede, porque cuando invento rostros terminan pareciéndose a mí.
¿Es parte de tu ego?
De alguna manera sí. Creo que es la cuota de plasmar el ego que tengo, ya que tal vez en otra parte no lo puedo mostrar. Hace diez años yo odiaba la fotografía, y el hecho que me tomaran fotos me parecía incómodo. Ahora lo lamento, ya que cuando estaba en Bellas Artes muchos se querían tomar fotos en grupo y yo me retiraba. Creo que era porque trataba de ser un personaje medieval renacentista; es decir, no acoplarme a las cosas modernas. Inclusive, siempre he fabricado mi propio óleo, mis propias telas. Todo lo hacía artesanalmente, ya que las cosas que venían de industria me parecían un poco aborrecibles.
Eres un pintor peruano, pero pareces más ligado a la influencia europea, ¿crees que existe una ausencia latinoamericana en tu obra?
Sí; soy consciente que no tengo mucha identidad con temas que tengan que ver con el Perú. Cuando me preguntan de dónde soy, siempre respondo que soy de Cajamarca; yo nací en el Callao, pero mi familia es de Cajamarca, y recién el año pasado conocí Cajamarca a los 38 años. Me pasa lo mismo que me pasaba en el colegio, que cuando me daban una tarea y no me gustaba, simplemente no la hacía. Sí me importa la cultura peruana, sí la leo, pero me cuesta; en cambio hay otras cosas que leo y que son universales, y sí me llegan a atrapar. Siempre estoy tratando de hacer esa práctica de culturizarme más con respecto al Perú, pero es una cosa que me cuesta; creo que tiene que ver mucho con los arquetipos. Soy más a fin a lo que me enseñó el arte surrealista; es decir, que el surrealismo no debe tener religión ni patria, tampoco cosas que te puedan enraizar a una causa. Los sueños, por ejemplo, son una cosa que me llevó a interiorizarme, y a crear imágenes arquetípicas, y muchas veces asumí que eran peruanas, pero la gente no las veía.
Aparte de vigilante y pintor, también se puede decir que eres salsero
Así es, yo me he criado en el Callao. Alrededor mío siempre ha vivido gente morena que escuchaba salsa a mi derecha, y a mi izquierda; todos los días nos bombardeaban con salsa dura, hablo de gente neta del Callao. Así aprendí a escuchar salsa, y antes de ser artista me volví melómano, coleccionaba muchos discos por año, y de un sello especifico que es el sello Fania.

Dentro de esa colección, ¿qué discos recuerdas?
El disco que más recuerdo porque me gusta mucho escucharlo con mi mamá es Esto fue lo que trajo el barco, de Ismael Rivera. Los nombres de los discos y las carátulas también me impresionan, ya que son bien artísticos y peculiares. Por esa época trabajaba en los barcos; ahí escuchaba música y descubrí que quería ser pintor.
¿Un cantante?
Puedo decir Héctor Lavoe, pero ya es tan trillado. Ahora también puedo mencionar a Ángel Canales, o Willy Torres, que canta en inglés. Ahora estoy escuchando melodías de Boogaloo, que es la previa para que la salsa exista.
Curiosamente, no he visto un cuadro tuyo sobre la salsa
Siempre pinto con salsa, pero es para darle ritmo o agilidad al trabajo. Yo no proceso las ideas con la salsa, ya que pienso que para procesar ideas debe haber silencio, o una música relajante o suave.
Para fin de año tienes planeado un nuevo tour por Europa
Sí, es una propuesta. Me parece una buena idea viajar con Jhoel Mamani Espinoza. Y también es porque en mi primer viaje a Europa quería conversar con alguien, sobre todo con Jhoel; es decir, con alguien que pudiera entender lo que yo estaba pensando en ese momento sobre el cuadro, y así debatir ideas.
Para finalizar, ¿Qué le dirías a los cachimbos, o a la gente que está pensando postular a la Escuela de Bellas Artes?
Que no lleguen a encuadrar mucho su mente. Siento que ahora en las instituciones no solo hay conceptos de arte, sino también, ideologías para armar conceptos. El estudio no solo debe ser aplicado para los trabajos que te piden, sino, para investigar otras cosas en paralelo. Eso es importantísimo.
(Entrevista publicada en la revista impresa Lima Gris N° 17)
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Pisaq y Tipón bajo amenaza: turistas defecan en nuestro patrimonio por falta de baños
Una denuncia ciudadana revela que, por falta de baños y señalización, turistas estarían utilizando zonas arqueológicas como letrinas

Hay actos que no solo denotan ignorancia, sino un desprecio inconsciente –y por eso más brutal– por la historia que nos sostiene. Lo que está ocurriendo en los Parques Arqueológicos de Pisaq y Tipón no es una simple anécdota escatológica, como algún burócrata desganado podría resumir en un parte olvidable. Es, en verdad, una forma sutil y cruel de profanación.
El 29 de junio, según denuncias de guías turísticos, visitantes defecaron y orinaron entre las piedras sagradas de nuestros ancestros. Y no lo hicieron por rebeldía o vandalismo gratuito, sino porque no hay baños. Así de sencillo. Así de grotesco.
La escena sería cómica si no fuera tan trágica: turistas desesperados, buscando dónde aliviarse, mientras la brisa andina arrastra los ecos de un pasado glorioso convertido en letrina. ¿Cómo llegamos a esto? ¿Cómo es posible que un país que se llena la boca hablando de su riqueza patrimonial no sea capaz de instalar un baño seco, una letrina digna, un mísero cartel que diga “por aquí no”?
El problema no es nuevo. Lo nuevo es la frecuencia con la que se repite, la indiferencia con la que se recibe, y la absoluta desidia de quienes deben solucionarlo. La Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco, órgano que debería velar por estos santuarios, parece vivir en un letargo administrativo. La escasa señalización, la falta de personal de resguardo y la inexistencia de puntos de información para los visitantes no son fallas técnicas: son síntomas de una renuncia institucional a proteger lo que nos define.

Pero la responsabilidad no termina ahí. El Ministerio de Cultura, que debería ser la conciencia vigilante del país, se ha convertido en una oficina de trámites opacos, más preocupada en sostener convenios insólitos con asociaciones ufológicas que en evitar que las ruinas se llenen de heces.
Lo que ocurre en Pisaq y Tipón no es solo un atentado físico contra las piedras: es una erosión simbólica. Cada micción entre muros incas es una bofetada a nuestra identidad. Cada excremento, una prueba de que el Estado se desentiende de su misión civilizatoria. Porque eso es, al final, el patrimonio: un recordatorio de que venimos de algo más alto que nosotros mismos.
No basta con declarar la indignación. Urge que el Estado reaccione, que asigne presupuesto, que entienda –de una buena vez– que la defensa del patrimonio no es un lujo, sino una urgencia nacional. Que los caminos del turismo no pueden estar sembrados de basura, ni los templos ancestrales convertidos en urinarios.
Si no somos capaces de proteger ni siquiera las huellas de quienes nos precedieron, ¿cómo aspiramos a dejar alguna huella nosotros?
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Respuesta a Carta Notarial de Hotel Casa República
El gerente general del ‘Hotel Casa República’ envió una carta notarial requiriendo que se rectifiquen las supuestas expresiones falsas y difamatorias publicadas en una nota periodística del 17 de junio en nuestra web. Esta es la respuesta de Lima Gris.

Llegó a nuestra redacción una carta notarial fechada el 25 de junio de 2025, recibida con fecha 2 de julio del presente, enviada por el gerente general del Hotel Casa República, señor Juan José Mendoza Arredondo, en la que se nos requiere la rectificación de una nota periodística publicada el 17 de junio de 2025 en el portal digital de la revista Lima Gris, titulada: “Barranco y el ruido del Hotel Casa República”, bajo el argumento de que la misma contendría afirmaciones «falsas y difamatorias».
Al respecto, como medio de comunicación debidamente constituido y en ejercicio legítimo de la libertad de prensa, respetuosamente expresamos lo siguiente:
- Libertad de información y de expresión protegidas constitucionalmente
La publicación realizada por Lima Gris responde a la labor periodística de informar sobre hechos de interés público, en este caso, las quejas y preocupaciones de vecinos del distrito de Barranco respecto al impacto de ciertas actividades nocturnas en su entorno urbano y patrimonial. Esto se encuentra amparado por el artículo 2 inciso 4 de la Constitución Política del Perú, que reconoce el derecho fundamental a «buscar, recibir y difundir información de toda índole por cualquier medio de comunicación». Este derecho no solo ampara a los periodistas, sino también a la ciudadanía que tiene derecho a ser informada.
- Veracidad y sustento de la información publicada
Contrario a lo afirmado en su carta notarial, la publicación en mención no contiene expresiones difamatorias ni afirmaciones falsas. La información difundida ha sido elaborada con base en fuentes verificables, incluyendo testimonios directos de residentes, material audiovisual y reportes ciudadanos disponibles en redes sociales y otras plataformas. En ningún momento se ha atribuido de manera maliciosa o con intención de dañar, la generación de «escándalos nocturnos» al hotel sin fundamento fáctico.
- No existe animus difamandi
El contenido publicado se enmarca en un ejercicio legítimo de crítica y fiscalización periodística. Como lo ha sostenido reiteradamente el Tribunal Constitucional del Perú y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el debate público admite expresiones incluso severas cuando se trata de asuntos de interés común. La publicación no ha tenido como propósito afectar la imagen de su representada, sino evidenciar un problema urbano percibido por un sector de la comunidad.

- Exigencia desproporcionada y amedrentamiento a la prensa
La amenaza de iniciar acciones penales y civiles en caso de no acceder a un pedido de «rectificación total en 24 horas» constituye una forma de censura indirecta y presión indebida sobre la libertad de prensa, prohibida por el artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Resulta preocupante que un actor privado pretenda condicionar la labor informativa mediante la judicialización de contenidos críticos.
- Posibilidad de réplica o descargo
Como corresponde a un medio que respeta el pluralismo, reiteramos que el Hotel Casa República pudo ejercer su derecho a réplica en el mismo portal, en vista que pudimos comunicarnos telefónicamente con el gerente Juan José Mendoza Arredondo, y cuyas versiones fueron debidamente transcritas en la misma publicación en calidad de descargo.
Por lo tanto, no existe obligación legal de rectificar contenidos que han sido redactados de buena fe, con base en hechos y bajo un interés informativo legítimo. En consecuencia, rechazamos el requerimiento de rectificación exigido en su carta notarial.
Sin otro particular, reafirmamos nuestro compromiso con el periodismo independiente, crítico y respetuoso del estado de derecho.
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Sujeto embiste su camioneta en conocido restaurante porque local lo había expulsado debido a que se encontraba presuntamente bajo los signos del alcohol [VIDEO]
Miguel Ángel Requejo Astochado ahora será denunciado por tentativa de homicidio.

Un demente al volante. La noche de ayer, comensales del restaurante ‘El Charrúa’, ubicado en el distrito de La Molina, previo el incidente, indicaron que Miguel Ángel Requejo (51 años), había discutido con los mozos del local, quienes procedieron a expulsarlo ya que el sujeto había ingerido bastante alcohol y estaba incomodando a los demás comensales.
Minutos después, el sujeto se sube en su moderna camioneta para conducir sin frenos hasta la fachada del local, colisionando sin importarle que adentro se encontraban personas consumiendo.
Producto del salvaje impacto resultaron heridas dos personas, además del daño material ocasionado por el irresponsable conductor.
Uno de los afectados mencionó que procederá a denunciar penalmente a Requena, calificando el hecho de tentativa de homicidio, tildando además de “enfermo mental” al ebrio chofer, quien no paraba de gritar en todo momento, relata el agraviado, que era un magnate y podía hacer cualquier cosa.
«Ya está detenido. Es un enfermo mental. Esto es un intento de homicidio. Nosotros estamos pidiendo la cuenta y pagando. En un principio estaba sentado y me levanté no sé cómo segundos antes de que el carro se empotre por eso que estaba a un costado e igual me hizo volar», detalló a Canal N.
En tanto, el restaurante ‘El Charrúa’, lamentó el incidente ocurrido anoche, manifestando que colaborará directamente con la Policía para suministrar las grabaciones dentro del local.
«Desde ‘El Charrúa’, reafirmamos nuestro firme compromiso con la seguridad y el bienestar de todos nuestros clientes y colaboradores. Como medida preventiva y con el objetivo de reforzar nuestros protocolos internos, hoy miércoles 3 de julio permaneceremos cerrados», indicaron.
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Clínica Delgado-Auna responde a sanción de Susalud por filtración del historial médico de Shakira
Centro de salud privado indicó que el caso se encuentra en “proceso de revisión” y que apelará multa de más de 600 mil soles.

Quieren ir hasta las últimas. La Clínica Delgado-Auna recientemente emitió un comunicado respondiendo a la Superintendencia Nacional de Salud (Susalud) por el caso que los involucra con la cantante colombiana Shakira. Al respecto, indicaron que dicho caso aún se encuentra en “proceso de revisión”, pues no existe hasta el momento una resolución final.
Como se recuerda, en febrero pasado, el historial clínico de la cantante barranquillera fue divulgado públicamente por personal de ese centro de salud privado, constituyéndose una grave vulneración a la confidencialidad de los datos de las personas, sean nacionales o extranjeras.
Es así que Susalud le impuso una multa a la clínica equivalente a S/668,750 por la difusión no autorizada del parte médico de la cantante Isabel Mebarak Ripoll, mejor conocida como Shakira.
Al respecto, la Clínica Delgado-Auna también indicó que apelará la millonaria sanción, argumentando que el caso se encuentra bajo evaluación por el Tribunal de Susalud, contando para ello con 15 días hábiles para presentar formalmente su impugnación.
“Clínica Delgado presentará la impugnación correspondiente para que el caso sea evaluado por el Tribunal de SuSalud, conforme lo establece el debido proceso, confiando en la solidez de los argumentos que nos respaldan. Cabe señalar que contamos con un plazo de 15 días hábiles para impugnar”, concluye el comunicado.

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Fiscalía investiga a Johny Isla y a Jeanette Águeda Gutiérrez por caso ‘Líneas de Nasca’
El Ministerio Público abrió una investigación preliminar contra los dos funcionarios de la DDC de Cultura de Ica y el alcalde de Nasca, William Jorge Bravo Quispe, por presunto atentado contra las Líneas y geoglifos de Nasca, Patrimonio Mundial de la Unesco.

El Primer Despacho de la Segunda Fiscalía Penal Corporativa de Nasca, a cargo del fiscal provincial José Alejandro Meléndez Curasi, ha iniciado una investigación preliminar de 60 días —con posibilidad de ampliarse— contra dos funcionarios de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de Ica y el alcalde de la Municipalidad Provincial de Nasca. Están siendo investigados por los presuntos delitos de atentado contra monumentos arqueológicos, omisión de deberes funcionales y abuso de autoridad, en agravio del Estado Peruano.

Los involucrados son la arqueóloga Jeanette Águeda Gutiérrez Achulla, responsable interina de la DDC de Ica, Johny Augusto Isla Cuadrado, arqueólogo responsable del Sistema de Gestión Nasca-Palpa de dicha dirección; y William Jorge Bravo Quispe, actual alcalde de Nasca.

La investigación se origina tras la modificación del área de reserva arqueológica de las Líneas y geoglifos de Nasca y Palpa, declaradas Patrimonio Mundial por la Unesco. Esta zona protegida fue delimitada inicialmente en 1993 y reafirmada en 2004, cubriendo un total de 5,633.47 km². Sin embargo, una reciente resolución viceministerial —la N° 000128-2025-VMPCIC/MC, firmada a fines de mayo por la viceministra de Patrimonio Cultural, Moira Novoa Silva— redujo esta área a solo 3,235 km². Es decir, se recortaron 2,397 km² de territorio protegido.
La denuncia sostiene que esta reducción no cumplió con los procedimientos legales requeridos. Además, acusa que la resolución habría sido emitida como una “maniobra falaz” para encubrir posibles irregularidades.

El Ministerio Público investiga si la resolución favoreció intereses mineros. Se han detectado petitorios mineros en las zonas que quedaron fuera de la protección, así como posibles vínculos familiares y políticos entre los involucrados. También se denunció la exclusión de más de 100 sitios arqueológicos, y se presume la existencia de una red político-económica que habría actuado para facilitar la reducción del área protegida con fines de lucro y tráfico de terrenos.
Este caso surge semanas después de que el ciudadano Leonardo Favio Rojas Escajadillo denunciara ante la Fiscalía Especializada de Restos Arqueológicos y Monumentos de Nasca y Palpa a varios altos funcionarios, incluyendo al ministro de Cultura, Fabricio Valencia, y a la viceministra Novoa Silva.

En la acusación también figuran el director de la DDC de Ica, Injante Tipismana; Miriam Moquillaza Ramos; Johny Isla; Henmer Alva Neyra; el gobernador regional Jorge Hurtado Herrera; Javier Borjas Olaechea; el alcalde William Bravo Quispe y el ministro de Energía y Minas, Jorge Luis Montero Cornejo. Sin embargo, la Fiscalía por el momento inició investigación preliminar contra las tres personas indicadas en la introducción de esta nota.
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Ilusión de control: ¿Qué tan común es este fenómeno en el juego en línea?
Conoce más sobre el viejo mecanismo del cerebro.

La ilusión de control es un sesgo cognitivo donde una persona cree influir sobre resultados en realidades definidas por el azar. En el contexto de los casinos en línea, donde gran parte depende del azar, este fenómeno puede intensificarse. Esto ocurre porque las personas suelen buscar patrones y apoyo incluso en los detalles más pequeños, tratando de mantener el control sobre situaciones inciertas, como el juego.
A continuación, verás cómo se manifiesta, en qué juegos es más evidente, por qué conviene conocerla y cómo se puede manejar.
¿Qué es la ilusión de control?
En los mejores sitios de juegos de azar —ya sea en Perú, España u otros mercados bien desarrollados— vas a encontrar todo tipo de opciones. Si entras a cualquier buen casino online español, te vas a topar con juegos en vivo, ruletas, slots, blackjack… y cada uno ofrece distintos niveles de participación por parte del jugador.
Hay momentos en los que el azar es el único protagonista: tiras los dados, apretas un botón en la tragamonedas o eliges un número en la ruleta, esperando que sea el indicado. Pero si sientes que tu decisión tuvo algo que ver con el resultado —aunque racionalmente sepas que no—, eso es la ilusión de control. Un viejo mecanismo del cerebro.
La psicóloga Ellen Langer acuñó este término hace ya más de cincuenta años, y lo cierto es que el fenómeno sigue más presente que nunca. Hoy en día, con tantos juegos disponibles al alcance de un clic, es fácil sentir que estamos tomando decisiones clave. Las personas, en general, tienden al optimismo y a confiar demasiado en sus habilidades, lo que alimenta esta ilusión. Forma parte de esas pequeñas ilusiones positivas que ayudan a sobrellevar la vida… aunque, en contextos de juego, pueden jugar en contra.
Manifestaciones en los casinos en línea
En general, las personas tienden a buscar patrones y a predecir resultados, incluso en situaciones donde el azar manda. Durante una sesión en un casino online, hay momentos en los que esa ilusión se vuelve especialmente sutil. Estas son algunas de las formas más comunes en que puede aparecer:
Máquinas tragamonedas y “near-misses”
Cuando los símbolos casi coinciden, el cerebro se activa como si hubiera ganado. Ese “casi” no pasa desapercibido. Según Frontiers in Psychiatry, una revista científica de prestigio, los jugadores tienden a seguir apostando después de una “casi victoria”, motivados por la ilusión de estar cerca.
Juegos con interacción física simulada
Lanzar los dados o girar la ruleta con un gesto da la sensación de agencia. Pero no cambia las probabilidades. Estudios confirman que esa interacción refuerza la percepción (falsa) de control.
Bonificaciones y programas de fidelidad personalizados
Incluso los bonos, promociones y programas de fidelidad, si no se usan con responsabilidad, pueden reforzar la sensación de control. Estos incentivos personalizados hacen que los jugadores se sientan recompensados por sus elecciones y lealtad, lo que aumenta la creencia de que sus acciones influyen en los resultados, aunque en realidad el azar sigue siendo el factor clave.
¿Por qué vale la pena identificarla?
Porque cuando usted cree que tiene el control, lo pierde. Entender la ilusión de control es como quitarse una venda: le permite tomar decisiones más lúcidas, sin la trampa del “esta vez sí gano”. Como advierte la psicóloga Dra. Clark, de la Universidad de Cambridge, este sesgo está ligado a un menor autocontrol durante el juego. Al reconocer que el azar manda, es más fácil frenar la escalada de apuestas y evitar ese ciclo en que se apuesta más para recuperar lo perdido. El resultado: menos ansiedad, menos pérdidas, y una relación más sana con el juego. Al final, el juego no debería ser una fuente de estrés, sino un pasatiempo que aporte disfrute, emoción y momentos agradables.
¿Cómo combatir esta ilusión?
No se trata de dejar de jugar, sino de jugar con los ojos abiertos. Una forma efectiva de romper la ilusión de control es establecer límites de tiempo y dinero antes de empezar, cuando la cabeza todavía manda sobre el impulso.
También ayuda evitar juegos que imitan control con botones, gestos o decisiones irrelevantes. Pensar críticamente —¿esto depende de mí o del azar?—es clave.
Y ojo: estudios recientes destacan el valor de mensajes personalizados que alertan sobre patrones de riesgo. A veces, una simple notificación puede ser un freno necesario.
Antes de hacer clic otra vez
La ilusión de control no es un monstruo invisible ni un invento de los expertos en comportamiento. Es una voz suave que le susurra: “Esta vez sí puedes ganar”. Y lo hace justo cuando usted más quiere creerlo. Aparece en las tragamonedas que casi aciertan, en cada gesto que simula decisión.
Detectarla no significa dejar de jugar. Significa jugar con criterio. Con límites. Con la conciencia de que, en la mayoría de los casos, no hay una estrategia mágica, ni un toque especial, ni un presentimiento acertado. Solo azar.
Antes de hacer clic otra vez, pregúntese: ¿es esta decisión realmente mía… o solo parece serlo?
Actualidad
Imponen multa de más de 600 mil soles a Clínica Delgado -Auna por filtrar historial médico de Shakira
Susalud indicó que vulneración de confidencialidad de datos de la artista colombiana configura como una “falta grave”.

Tremenda multaza que le acaba de caer a la Clínica Delgado–Auna, la misma que en pandemia recibió una ola de críticas por el excesivo cobro de “garantías” cuando un paciente se quería hospitalizar por Covid-19, llegando a pagar hasta 60 mil soles, y que la misma era solo una fracción del monto total.
Sí, el karma existe, y ahora le tocó el turno a la mencionada clínica privada, luego que la Superintendencia Nacional de Salud (Susalud), entidad adscrita al Ministerio de Salud (Minsa) le impusiera una sanción administrativa equivalente a S/668,750 por filtrar información confidencial sobre la salud de la cantante colombiana Isabel Mebarak Ripoll, mejor conocida en el mundo artístico como ‘Shakira’, quien sufriera un malestar estomacal el pasado mes de febrero.
Como se recuerda, la cantante barranquillera ingreso de emergencia a la mencionada clínica luego de acusar un severo malestar estomacal que le impidió poder presentarse en la primera fecha de sus conciertos previstos en Lima. Horas después, personal que ya fue identificado por la propia clínica difundió parte de su historial clínico en las redes sociales. Ante ello, el centro de salud privado se pronunció sobre lo ocurrido, precisando que ya se había iniciado una “investigación exhaustiva”.
«Siempre hemos actuado con el máximo respeto por nuestros pacientes, su privacidad y cumpliendo con el marco normativo existente. El incidente ocurrido, en el que se filtró información confidencial de uno de nuestros pacientes, no representa en absoluto la ética profesional que rige nuestra institución. Lamentamos, profundamente lo sucedido y reiteramos nuestra tolerancia cero contra todo acto que vulnere la información personal de nuestros pacientes», indicó.
Más allá de las investigaciones iniciadas por la Clínica Delgado-Auna, Susalud mencionó que tal divulgación de datos representaba una “falta grave” y por ello ameritaba una sanción pecuniaria.
«Susalud enfatiza que, toda persona usuaria de los servicios de salud, independiente de su nacionalidad, seguro, y tipo de establecimiento donde se atienda, tiene derecho a ser atendido con pleno respeto de su dignidad e intimidad, con la garantía de la confidencialidad y protección de los datos referidos a su atención», se puede leer en el portal web de la institución.

Asimismo, recalcó que los centros médicos deben de proteger datos acerca del diagnóstico, tratamiento y condición médica de los pacientes, y que resaltó que esta información no puede ser revelada sin consentimiento previo, de su familiar responsable o representante legal.
«La garantía de este derecho tiene su amparo en la Constitución Política del Perú, la Ley General de Salud, así como la Ley que establece los derechos de las personas usuarias de los servicios de salud, que reconocen el derecho fundamental de toda persona a su dignidad, a la intimidad personal y familiar, así como, guardar la reserva de la información en salud», añadió.
Actualidad
Nombramientos Irregulares en la UNSAAC: nepotismo y despilfarro de recursos públicos
El derrumbe institucional de la UNSAAC. Una historia que incluye a un familiar de la presidenta Dina Boluarte.

La Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco, otrora símbolo de sabiduría andina y resistencia intelectual, atraviesa uno de los momentos más oscuros de su historia reciente. Las paredes coloniales que la rodean ya no resguardan el espíritu crítico, sino los ecos de la indignación. Una federación estudiantil en pie de guerra, docentes que denuncian a gritos el desmoronamiento ético de su alma máter, y autoridades que —con el silencio como único argumento— se atrincheran tras resoluciones y formalismos.
La causa inmediata de esta crisis: el proceso de nombramiento de docentes contratados, amparado en la Ley N.º 32171, convertido en botín político y familiar. La ley, que buscaba regularizar a miles de docentes precarios, se ha transformado en Cusco en un instrumento para beneficiar a allegados, parientes y amigos de autoridades universitarias, bajo el manto cómplice de la burocracia y la opacidad.
El Rector Eleazar Crucinta Ugarte y la vicerrectora Paulina Taco han sido señalados públicamente por actos de presunto nepotismo. Más de seis artículos documentadas han encendido las alarmas. Mientras tanto, la comunidad estudiantil —en un acto que recuerda las viejas huelgas universitarias— tomó las instalaciones, exigiendo que las actividades se trasladen a la virtualidad, como si el problema pudiera esconderse tras una pantalla.
El caso más escandaloso, sin embargo, lo protagoniza la Escuela Profesional de Antropología. En un documento fechado el 26 de junio de 2025, los docentes de dicha escuela denuncian un proceso plagado de irregularidades: nombramientos sin sustento técnico, ampliación indiscriminada de plazas sin análisis de carga académica, y vínculos familiares que rozan el tráfico de influencias.

Entre los casos más indignantes figura el del director del Departamento Académico, Dr. Máximo Cama Tito, cuya esposa, Alejandra Tito Tica, aparece nombrada. Similar situación se presenta con el Antropólogo David Ugarte Vegacenteno, cuya hija —Luz Gabriela Ugarte Boluarte, sobrina de la presidenta de la República— figura entre las beneficiadas, pese a no cumplir con los requisitos de la ley. ¿Coincidencia? ¿Amnesia legal? ¿O simple impunidad disfrazada de meritocracia?
La evaluación de candidaturas parece haberse realizado con la ligereza de quien selecciona nombres al azar. Morvely Karen Núñez del Prado, declarada «apta», jamás figuró como docente contratada durante el semestre exigido por ley. Su inclusión en el listado revela la precariedad —y quizás la perversidad— de los criterios utilizados. En cualquier administración seria, este sería motivo suficiente para anular el proceso. En Cusco, sin embargo, todo sigue igual.
La Federación Universitaria del Cusco, en su oficio N.º 036-2024-FUC-SAG, ha denunciado incluso el pago de sueldos a docentes sin carga académica. Es decir, funcionarios que cobraban sin enseñar. Entre ellos, una vez más, la ya mencionada Luz Gabriela Ugarte Boluarte. ¿Quién autoriza estos pagos? ¿Quién los supervisa? ¿Quién los encubre?

Peor aún, el acuerdo firmado el 8 de mayo entre el rector y el Centro Federado de Estudiantes, donde se comprometía a priorizar la demanda real antes de los nombramientos, fue flagrantemente ignorado. No solo se incumple la palabra dada; se traiciona a una comunidad entera.
Para hablar de estos temas, nos comunicamos con el rector Eleazar Rucinta, pero hasta el cierre del artículo no tuvimos respuesta.

UNSAAC en cuidados intensivos
La UNSAAC está enferma. Y su enfermedad no es solo burocrática, sino moral. La corrupción, ese viejo mal peruano que se infiltra en los pasillos del poder como una hiedra venenosa, ha encontrado terreno fértil en la universidad más antigua del sur del país.
La pregunta ya no es si estas denuncias son ciertas —los documentos hablan por sí solos—, sino cuánto tiempo más la sociedad cusqueña y el Estado peruano permitirán que esta situación se prolongue. ¿Dónde están los organismos fiscalizadores? ¿Dónde está la Sunedu? ¿Dónde está la presidenta, cuya sobrina es parte del escándalo?
Urge una intervención que no sea decorativa. Una auditoría real. Un castigo ejemplar. Porque si dejamos que la UNSAAC se hunda, con ella se hundirá también una parte esencial de nuestra historia académica, de nuestro futuro colectivo. Y lo más terrible: no nos daremos ni cuenta.
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