UNA ENTREVISTA A LA MÍTICA BANDA «LOS SAICOS»
El esperado reencuentro de la mítica banda Los Saicos con el gran público se dio por fin la noche del siete de setiembre en el anfiteatro del Gran Parque de Lima. Una banda de la que muchos jóvenes solo conocen un tema pero cuyo título es, quizá, el emblema de la rebeldía, la trasgresión y el cambio: Demolición.
Tres de los cuatro miembros originales están en el escenario afilando guitarras y controlando el audio. Un espigado pelirrojo Erwin Flores, superando ya los sesenta años, observa a los miles de jóvenes (y no tan jóvenes) que los han esperado desde las dos de la tarde. Se escucha entonces el punteo del clásico himno de batalla, toma el micrófono, y todos retrocedemos cuarenta años en cinco segundos, al grito de ¡tá tá tá tá tá tá tá ya ya ya ya yaaaaaaaaa! Para siempre.
Días después y aún con la emoción de aquella noche, nos encontramos con la banda en el famoso estudio NCA de los hermanos Cornejo, en San Miguel. Tarde fría pero emotiva, pues acababan de terminar de grabar un nuevo disco que saldrá a la venta en unos meses. Dueños de una imagen y una propuesta que traspasó fronteras en poco tiempo, Los Saicos son considerados “los padres del punk” por la crítica especializada, aunque Erwin Flores (el líder de la banda) responda siempre sonriente y con ese sarcasmo que lo caracteriza, que lo que hacían era quizá “proto punk”. Un científico de la NASA, un empresario dedicado a la construcción y un percusionista infatigable, reunidos cuarenta años después para volver a conquistar el mundo. Pocas veces se puede tener delante de uno a una banda admirada y que desborda energía y vitalidad no solo en el escenario, sino también en la conversa en la calle, en las bromas que se juegan, en la vida que los unió y los separó, en el dolor que les provocó la muerte de Rolando el “Chino” Carpio, y la convicción de que la vida y el rock´n roll te dan la chance de la revancha: y ganar la batalla.
Se despidieron Los Saicos para siempre, señores. Aquella noche del siete de setiembre, nos dijeron, fue su último concierto.
La noche del concierto ha sido histórica. ¿Qué ha representado para ustedes este reencuentro con el público?
César “Papi” Castrillón: Bueno, es lo que queríamos. Nosotros teníamos el sueño de poder despedirnos con un montón de miles de fans, pero no pensábamos que iban a ser tantos. La música es lo más importante que el ser humano tiene. Hasta en el baño uno escucha música; así que estamos contentos de haber tocado, y los chicos que nos acompañaron estuvieron excelentes, no tenemos quejas de nada y hemos disfrutado porque veíamos cómo los chicos respondían cantando nuestras canciones. ¡Cuando salimos nos persiguieron y querían autógrafos!, eso ha sido una locura para mí. Yo creo que ni en el mejor de mis sueños imaginé que pudiera pasar una cosa así.
30 años después van a lanzar un nuevo disco.
Pancho Guevara (Baterista): Exactamente. Y hemos podido contar nuevamente con Papi y Erwin, y estamos lanzando cuatro canciones nuevas; pienso que van a superar a “El entierro de los gatos” y a “Demolición”. Mi agradecimiento a los organizadores el festival, que ha estado muy bueno; y todo el mundo lo manifiesta con respecto al del año pasado, y la actuación nuestra, incluido el sonido, han sido perfectos.
Erwin, varios rockeros siempre hablan de tu voz y la forma de raspar. ¿Cuál es el secreto?
Erwin Flores: El secreto es que no sé cantar, así que tengo que gritar. El cantante era Papi originalmente, pero mientras él aprendía a tocar el bajo (dos meses), yo iba gritando las canciones para enseñárselas, porque mayormente yo las componía, y entonces pegó, y quedó así. Pero las canciones bonitas las canta Papi; “Ana”, por ejemplo, que es más melódico.
¿Qué hacía un protopunk en la Nasa? ¿Cómo llegas ahí?
Erwin Flores: Es que tenía que ganarme la vida (risas). Lo que pasa es que yo estudié física, y cuando me gradué me fui a trabajar a la Nasa porque había mucho trabajo en esa época, y estábamos en guerra contra los rusos, y también había mucha plata, así que me fui a trabajar en un transbordador espacial y después en otros satélites y otras naves espaciales, en los sistemas de control y comando.
No solo has transitado por el rock, sino también por la salsa y el bolero.
Erwin Flores: Así es. Desde los años sesenta hasta el año dos mil, el rock and roll era una cosa…y yo no toqué rock and roll. Cuando llegué a los Estados Unidos, yo me ganaba la vida tocando la guitarra y cantando en bares y restaurantes, lo que me permitió aprender muchos géneros musicales, porque tenías que tocar tangos, rancheras, cumbias, Beatles y Elvis; eso me dio una escuela y comencé a componer canciones en otros géneros. Eventualmente, una disquera de Miami se interesó en que yo hiciera un disco de 10 canciones mías en Colombia. Y sucedieron dos cosas: la producción de las canciones fue con unos músicos bárbaros, entre ellos el grupo Niche, pero después de estar hecho el disco se dieron cuenta de una cosa: que yo canto rock and roll mejor de lo que canto salsa, y que a mi edad -pues lo grabé cuando tenía 55 años -ya no iban a invertir 300,000 dólares en publicitarlo porque iban a perder su plata. Entonces me dieron mi disco, me dieron todo, y yo me fui contento, porque además resultaba que ya tenía un trabajo y no era un momento para dejarlo. Creo que ahí el destino se jugó perfectamente.
Papi, este era el destino…
César “Papi” Castrillón: Este es nuestro último destino. Lo tenemos acá a Manuel Cornejo, que es el que está haciendo los discos de Los Saicos ahora con su hermano Saúl, y son los genios que hicieron también los primeros discos de nosotros.
Saúl, ustedes están encargados de la producción de este nuevo disco, una deuda pendiente con el tiempo y la historia del rock nacional.
Saúl Cornejo: Tenemos la oportunidad de hacer la remasterización de las grabaciones que se hicieron en el año 1965 y 1966, y fue como le decía a Pancho, a Papi y a Erwin que el tiempo ha sido una compensación, porque cuando nosotros los escuchábamos todavía no teníamos nuestros grupos formados, y nos admirábamos porque decíamos ¡qué bueno, una banda que hace sus propias canciones, y que tiene una onda bien fuerte! Pero ya después formamos nuestro propio grupo “La agonía”, y luego “We all Together”, y pensábamos que algún día podíamos juntarnos, como lo hemos hecho hoy. Hacerles una grabación y remasterización de todos sus temas, eso es una compensación de la vida misma.
Manuel Cornejo: Es tal como lo dice Saúl. La admiración que teníamos por Los Saicos, el tiempo pasa y la compensa.
Saúl: Es que el tiempo nos dio la oportunidad de poder retribuir esa admiración, pero ya en cosas efectivas, como la remasterización y el producto de las portadas revalorizando todo el trabajo que se hizo en aquellos años.
Pancho, acertada la elección de NCA para este nuevo proyecto.
Pancho Guevara: Para estas cuatro canciones nuevas: “Poquito de pena”, “Tu nombre en la arena”, “El mercenario”, y “Viejo y enfermo”, estuvimos viendo cuál era el estudio más apropiado, y que se acondicionara mejor a la onda y al punche de Los Saicos, y NCA, el estudio de los hermanos Cornejo, es el que dio en el clavo, y estamos muy contentos de que haya salido con esta calidad.
César “Papi” Castrillón: Se repite la historia por segunda vez, de segundos Saicos, y estar acá, con los másteres del sonido.
Erwin Flores: Y no solamente del sonido, sino la comprensión que ellos tienen de la música. Son más que una grabadora: son productores y te ayudan a llevar tu música a la conclusión óptima, porque saben de la música, la voz, y la intención emocional de la canción.
César “Papi” Castrillón: Y la amistad hace que fluya todo eso… aunque yo le cobro veinticinco centavos cada vez que lo veo.
Hay una cosa vital en Los Saicos: la actitud. ¿Cómo sienten la escena rockera en el Perú en relación a fines del sesenta?
Erwin Flores: El rock´n roll que yo vi el otro día en un concierto fue extraordinario, realmente me quedé impresionado. Todos muy buenos.
César “Papi” Castrillón: Y esto viene recién de hace dos años atrás, y no de antes. Porque hace dos años atrás, la última vez que vinimos, lo máximo que había en los shows eran mil quinientas personas; y ahora imagínate saltar eso diez veces y quince veces más, es increíble.
¿Qué hubiera pasado si Los Saicos hubieran seguido tocando de concierto en concierto como los Rolling Stones?
Pancho Guevara: Si hubiéramos continuado con el punche de Papi y Erwin hubiéramos superado a los Rolling Stones, y hubiéramos llegado a Marte, estoy seguro. Hemos dejado de tocar cuarenta o cuarenta y cinco años, y hemos vuelto, y estamos reiniciando nuevamente. Somos los calichines del rock.
¿Cómo se siente la ausencia del “Chino”? (Rolando Carpio)
Pancho Guevara: El chino fue fundamental cuando éramos los cuatro trabajando. Y ahora sin él, hemos logrado con estos dos nuevos jóvenes, Aníbal Valcárcel y Gonzalo Alcalde, suplir eso, y estamos muy bien.
Erwin Flores: Bueno, como yo siempre digo, a mi me da una extraordinaria bronca que el chino se haya muerto. Y cada vez que pienso en eso me da más bronca que no esté aquí para compartir este renacimiento de Los Saicos.
César “Papi” Castrillón: Yo creo que él siempre está en el espíritu de las canciones que hizo con nosotros. Siempre lo recordamos, y más cada vez que tocamos…
¿Tenemos Saicos para rato?
César “Papi” Castrillón: Claro: cincuenta años más.
ENTREVISTA PUBLICADA EN LA REVISTA IMPRESA LIMA GRIS N° 6, que pueden descargar GRATUITAMENTE en PDF aquí:
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