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Opinión

El guaripolero melancólico

Lee la columna de Carlos Rivera

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Jaime Chincha se ha ganado a pulso un lugar en el periodismo nacional.  Hacía falta su talento, su astucia, ese rigor metafísico de medianoche mientras contempla la luna y se acicala en sus modales de Madonna justiciera y la cámara recorre su rostro blanquiñoso, cabellera desordenada  cuando elucubra alguna brillante pregunta. Chincha ha comprendido los fenómenos del poder mejor que Hannah Arendt, ha bebido de todas las corrientes filosóficas que un tal Heidegger quiso contener en su cerebro. Chincha es amante de la prolijidad histórica de Carmen McEvoy a quien le reza en las noches por el destino del Perú pidiéndole que siga produciendo textos cándidos añorando una república que sospechosamente la sueña caviar o progre. Quiere ser como Alberto Vergara y por eso repite sus clichés de politólogo juguetón y cree que está ante un verdadero amauta cuando entrevista al ex ministro de educación, Jaime Saavedra a quien presenta con todas las pompas de sus cargos y sus virtudes académicas, pero le importó un pito las millonarias consultorías que se hicieron en su gestión.

Chincha es un superdotado y le debemos agradecer a la benevolencia por regalarnos este digno espécimen. No es un humano cualquiera, es un papirriqui, un metrosexual del periodismo. Ha llegado al mundo con lenguaje florido y un abanico de gestualidad inmortal. El periodismo que practica es precisamente imponer su carita y su verbo. Su talón de Aquiles es que ha nacido sin prosa; el hada de la escritura lo ha condenado a su malsano destino y acá los araño con dos latigazos de su verbo:

1.- “Y como Acuña no se va a ir, porque lo último que posee es dignidad, las autoridades deben retirarlo de la contienda ya mismo. Es un deber moral, ante más de un apremio penal que envuelve a Acuña. ¡Que se vaya por ratero!”  (El Montonero, 16 de febrero de 2016).

2.- “El jefe del gabinete respalda en público el desaguisado. El señor Otárola no tiene mucho que reclamar pues también coge la ley para quebrantarla. Gobierno sin ley”. (La República, “País sin ley”,10 de marzo, 2023).

Dios nos libre de que escriba libros.  

Dentro de  las cualidades que lo acercan al progresismo una de ellas es la de deleitarse con el sancochado pueril de Susel Paredes (a quien la ve como la hermana hipee o luchona sacrificada  adecentando  la política peruana a lado de Flor Pablo) o mirar como una loba en celo  a  Sagasti, Gorriti o Domingo Pérez quien le dijo en su cara pelada: “No sea tan bobo, no me pregunte cojudeces”(Desde luego me tomo la licencia de interpretar lo que le dijo el fiscal en aquella noche). Jaime es un neurótico contumaz y reo de sus bajas pasiones con pretensiones de sugar daddy, pero eso es ya otra historia.  

Hacía falta su inquisidora mirada revelándonos los misterios del poder y las contundentes interrogantes que plantea a sus entrevistados pensando en la memoria nacional o los futuros libros de historia.  Entonces como un nefelibata ha recibido  entre sus sueños la magnánima autoridad de constitucionalista y penalista ipso facto y per se. Pero no forjado en los estudios del derecho que requiere comprender esta disciplina desde su propia epistemología, sino que dicha potestad proviene de memorizar el  párrafo de un constitucionalista caviar y repetirlo como dogma y confrontarlo con otra postura como si fuera su voz la que cierra el debate.

Chincha no comprende ni el derecho ni la constitución. Cree que cada artículo de la carta magna se lee tal cual y esa simple lectura dinamiza  sus actos de cumplimiento. Despotrica si el colegiado del TC no sintoniza con sus posturas (antifujimorista, feminista y caviar) y cree que en altruista performance los magistrados deben votar marcialmente en aras de salvar la democracia. Esa distorsionada mirada le hace creer que María Elena Ledesma, Eloy Espinoza-Saldaña (a quien entrevistó con delicadeza y no fue un inquisidor cuando fue denunciado por plagio y la PUCP lo trató con beneplácito y Chincha ocultó sus garritas de objetividad) tienen toda la razón del mundo. Que Walter Albán, Omar Cairo, Luciano López, Rosa María Palacios son intocables en sus vigorosos y racionales argumentos y a quienes nunca repregunta o les confronta la debilidad de sus exposiciones. No entiende que la pluralidad de perspectivas enriquece cualquier debate más aún si corresponden a una cuestión compleja (Bicameralidad, Reforma constitucional o los peajes de Rutas de Lima). Chincha cree que la cultura general te hace constitucionalista o penalista en un golpe de tik tok. Lo peor es cree que el  IDL y Gorriti aparecieron  para salvar al Perú de las garras de los fachos y que los caviares como él deben pagar el precio de soportar a tanto ignorante liberal o derecha.  

No creo como dicen algunos que sea un mal imitador de Hildebrandt o de los refinados gustos de Jaime Bayly. El primero es una periodista de larga data y lector empedernido y  Bayly fue tocado por el dios de la literatura. Habla y escribe  bien y no  pretende ser el faro moral que la sociedad estaba esperando.

¿Qué ha pasado con este periodista que un tiempo era ponderado y hasta   objetivo? De narrador de noticias en algunos canales de televisión a ser un atento entrevistador en Willax(“yo fundé Willax, pero Willax el bueno” dijo últimamente al periodista de La Republica en pose principesca) cuando salía con su “combi” y los kilos abundaban en su conspicua figura, y decía ser liberal. Los tiempos lo han moldeado y ha sabido acomodarse a toda esa agenda que domina el sistema y ha encontrado un delicioso confort a todas sus expectativas.  Una mañana que se miró al espejo se dijo: “puta mare que rico es ser caviar, ¿qué pies debo lamer?”.  Por eso se creyó en cuentazo de Vizcarra anticorrupción, se tragó la defensa del acuerdo de colaboración eficaz con Odebreth.  Cuando estuvo en Palacio de Gobierno no tuvo ningún empacho  de aparecer como portavoz de las buenas nuevas de Pedro Castillo: “Ha sido un encuentro de una hora.  Saludar el gesto de apertura importante con la prensa porque más bien porque sus gestos habían sido de distancia y encono y esto parece haberse disipado primero  con el gesto de habernos invitado y él otro asunto relacionado al asunto de  la sinceridad. Y en  todo momento ha estado anotando en un block de notas para que en intervenciones individuales señalado hay un claro  problema de rumbo, en el país, hay un problema de  orden y de comunicación y sobre un problema de horizonte hacia dónde va  el país.(…) Él ha asegurado que a partir de enero va a empezar a ofrecer entrevistas periodistas y parece haberlo entendido.” (21 de diciembre,2021).  ¿Se puede ser más sobón?  ¿Desde cuándo los periodistas resultan   mensajeros del gobierno de turno?

En inmejorable performance de ejemplar espécimen de la lucha contra la discriminación fustigó a sus entrevistados porque no comían con sus respectivas empleadas en su mesa. “Yo,  –y no es por dármela de ejemplo-  en mi casa va la chica, se sienta conmigo. En los primeros días me dijo: ‘¿está usted seguro, ¿señor? ‘, pero por supuesto como cuando vas a comer a la calle: van gente de todo tipo”. Nunca se dio cuenta de su explicita declaración despectiva, roñosa, excluyente como diría Moloko, “como una señora caderona, de abanico, de abolengo…” que dice amar a su prójimo pero ni siquiera sabe su nombre.

Con César Nakazaki explicita su disconformidad con el fallo del TC a favor de Fujimori  asumiendo  que el indulto debió darse cuando se encuentre en estado moribundo, listo para el cajón.  Luego afirma que Alberto Fujimori le regaló su libro y en interesante trance lanza la pregunta desde su brutal inteligencia: “¿Quién está deteriorando su salud no puede hacer un libro?”(Canal N,setiembre,2023).Nakazaki tiene entusiasmo pedagógico, paciencia de Job ante un contrapunteo tan ridículo que merecía una cachetada.

Cuando Jaime entrevista evidencia su ideología, su autoritarismo de opinión maltrata al entrevistado si  es liberal, de derecha o religioso. No soporta que lo fulminen con audacia como lo hizo Mauricio Mulder o Benji Espinoza. Entra en ofuscación cuando no puede con su interlocutor.  Interrumpe, atropella y fustiga. Redunda en lo que ya le explicaron hasta con manzanitas, se mueve locamente y luego de su berrinche,  finge una amable despedida.  Mario Ghibellini no pretende saber más que un constitucionalista, sino que arrincona a sus entrevistados desde la racionalidad del lenguaje, o desde las clásicas preguntas que todo periodista aprende en la universidad.  Sabe imprimir la dosis de sarcasmo cuando el invitado recurre a una estratagema abogadil. El mismo Hildebrandt registra grandiosos duelos con políticos y abogados de estirpe y trayectoria respetando el fuero de la discrepancia. Chincha piensa que el histrionismo es conocimiento y ciencia pura.

En entrevista con Beto Ortiz (RPP, “Nada está dicho”, 3 agosto 2019) este le refrenda el papel de los medios con inofensiva ironía:

“Vizcarra es capo para cambiarte el titular, es como si estamos todos concentrados en algo y pum, corremos al otro lado, te saca un pañuelo de la manga, un pañuelo del sombrero y todo el mundo mira y lo sigue.”

“Tiene a la prensa embobada, comiendo de su mano, porque yo no he visto tantos periodistas ayayeros del presidente de la república, ni con Paniagua.”

“De verdad la cantidad de «Guaripoleras» que le han salido a Vizcarra es impresionante, podría hacer el corso de Wong con todos los periodistas que tiene ahora, ¿Cómo lo hace? ¿Por qué lo aman tanto, que le han visto que yo no?”

Chincha, con pelo corto y menos estrambótico que estos días, siente un rubor de vergüenza el cual disimula con su impostada sonrisa mientras mueve el lápiz que tiene entre sus dedos y no le queda más que responder: “Mira, qué sé yo…”. “¡Ya nos exhibiste!” parece decir como  Ludovico, el estrambótico padre de La familia Peluche. 

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Opinión

Ministro de Salud César Vásquez sobre suero defectuoso: “Es natural que genere pánico en la población”

El titular del Minsa llegó a la Comisión de Salud para referirse a la crisis de suero que se ha generado. Padres de una de las víctimas también estuvieron presentes en la sesión.

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«Ratifico en la solidaridad con las víctimas, comparto la indignación de ellos y la frustración». Fueron las palabras del ministro de Salud César Vásquez, ante la comisión del mismo que se centró hoy en las muertes ocasionadas por el caso de «Los sueros de la muerte».  El ministro solicitó venir a la comisión para comparecer y aclarar el panorama.

Qué sucedió. Primero «El laboratorio Medifarma a quien nosotros denunciamos el 24 de julio del año pasado, que junto a 14 laboratorios más formaban una red criminal que llamé La Red De Las Medicinas y que no me hicieron caso y que estaba detrás de una campaña de desestabilización en mi contra porque les era incómodo para ellos (…) Indecopi inició las investigaciones y hoy con frustración extraoficialmente me he informado que la Fiscalía ha archivado el caso. Nosotros hemos denunciado que estas empresas concertaban precios. Buscaban en las licitaciones se paguen precios mayores al mercado. No sé presentaban y quedaban desiertos. Ganaban así que se retrasasen las compras y ante un aparante desabastecimiento brutal no quedaba al Estado más que comprar directamente».

Además, mencionó: «A pesar de los errores y el destiempo en que se informó… El día en que se supo de los casos graves se sacó la alerta sanitaria y se inspeccionó el laboratorio y se concluyó con el cierre de esa área de producción y se concluyó también que se hizo mala producción y que no cumplieron con hacer un buen control de calidad. Nosotros hicimos nuevos controles de calidad para comprar los más de 10 millones de frascos que se compraron en 2024 para todo 2025. Pero el sector privado también debió hacer control de la calidad propia antes de administrarlo. Hemos hecho la denuncia al laboratorio y a la clínica».

La respuesta de los congresistas 

El primero en hablar fue Muñante que pidió cortara su alocución el ministro ante mucha explicación.

Según la tesis del ministro se trataría de «una estrategia de ellos [los laboratorios] es generar una incertidumbre de desabastecimiento».

Por su parte, la congresista Sigrid Bazán refirió que «son 22 millones de frascos de suero que la empresa a través de contratos que Digemin mismo ha permitido. El certificado los expide el Ministerio de salud». Luego arremetió contra Sonia Delgado «nombrada directora de Digemin es accionista de dos empresas farmacéuticas que asesoran a laboratorios de regulación en la misma entidad por lo que hay un conflicto de interés». 

Susel Paredes, por su parte señaló: «Están aquí los padres de Alejandra Landers que tiene muerte cerebral (…) ¿Tiene identificados a todos? Porque aparentemente están apareciendo casos nuevos en clínicas (…) Casi es un monopolio el tema este del laboratorio respecto al uso de este medicamento, 85% en el sector público y 60% en el privado (…) ¿Se harán compras internacionales de emergencia? ¿Hay plan de eliminación? No vaya ser que sigan esos frascos y lo vendan en las boticas».

Por otra parte, Katy Ugarte mencionó: «¿Quién devuelve esas vidas? (…) Pasó esto con los niños de Qali Warma intoxicados y ahora esto».

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Si hubiera Estado de derecho, INDECOPI en minutos facilitaría que Ricardo Belmont recupere su canal

Lee la columna de Rafael Romero

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Por Rafael Romero

Recordemos que en el 2008 una portada de la revista ANDA News curiosamente se refería al INDECOPI, y en páginas interiores su editorial declaraba a RBC Televisión y a Ricardo Belmont Cassinelli como “enemigos de la industria”.

Han transcurrido 17 años desde esa declaratoria de guerra por parte de una revista perteneciente a los medios de comunicación de la era fujimorista, pese a que la persecución personal contra el dos veces alcalde de Lima y candidato a la presidencia en 1995, Ricardo Belmont, venía de más atrás en la línea del tiempo, pues la campaña demoledora contra su imagen empezó en 1994 con el Decreto Legislativo 776, que le cortó las rentas ediles para boicotear su gestión, sino que arreció al día siguiente de dejar el cargo de burgomaestre, en enero de 1996, con los programas Panorama y Contrapunto, entonces digitados desde el SIN de Montesinos.

Pero lo extraño o curioso es que la última batalla contra el promotor de la Teletón y de las causas nobles en provecho de la niñez más pobre, Ricardo Belmont, fue precisamente en los predios del INDECOPI, ese mismo ente referido en la portada de la revista ANDA News, pues mientras Ricardo ganaba su derecho a retornar al Canal en los fueros del Poder Judicial, de la SMV, del MTC o de la Bolsa de Valores de Lima (Cavalli), tomado por el primero de sus hijos junto a matones en abril del 2016, finalmente su regreso a gestionar y conducir su medio de comunicación fue obstaculizado por el INDECOPI.

Lamentablemente en esa entidad se manipuló el despojo y arrebato de una televisora, como Canal 11, y desde allí también se facilitó el incumplimiento de las sentencias del Poder Judicial que otorgaban beneficios sociales a los legítimos trabajadores de RBC Televisión, además de atentar contra las libertades de prensa y opinión de un medio de comunicación social.

Es decir, el INDECOPI -con su Comisión y Sala de Procedimientos Concursales- fue instrumentalizado directa o indirectamente para que -mediante una junta de acreedores hecha a la medida- se destruya el Estado de derecho, el derecho laboral, el derecho de propiedad y la libertad de prensa.

No obstante, hoy la batalla por superar ese impasse fraudulento o inventado para llevar a RBC Televisión ante una comisión concursal por supuesta falencia económica, sí puede acabar en pocos minutos con tamaña injusticia, y ello se concretaría más rápido si la Fiscalía, los trabajadores y el Poder Judicial ponen en verada a la Comisión de Procedimientos Concursales y al presidente de la junta de acreedores que ya tiene sanciones de multa por actuar dolosamente y mantiene alrededor de cinco procedimientos sancionadores a vista y paciencia de la susodicha comisión de procedimientos concursales.

Aún más, el propio INDECOPI de oficio podría sancionar y expectorar al actual presidente de dicha junta de acreedores, dejando así como entidad pública su triste papel de Celestina que ha venido practicando hasta ahora, pues está obligada a respetar la Constitución, las leyes laborales y penales, así como ejercer la buena fe corporativa, el “compliance”, la ética pública, la transparencia, la integridad e idoneidad.

Reitero, en minutos, puede regresar Ricardo Belmont a su canal si los funcionarios del INDECOPI (Comisión de Procedimientos Concursales) actúan en consecuencia de un Estado de derecho que haga del Perú una gran nación y no una República bananera.

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La campana de Julia Wong

Lee la columna de Rodolfo Ybarra

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Julia Wong nos dejó hace un año. Pero su producción literaria no se ha detenido, más bien ha tomado cauce como un río vertiginoso o una estrella fugaz en el cielo limpio. Y en estos últimos meses, dos de sus libros han visto la luz incorpórea: “El libro aún no escrito por las mariposas” por Máquina Purísima de Cecilia Podestá y “La Campana de barro” por Maquinaciones narrativa que dirige el escritor José Donayre Hoefken. Y también un importante premio literario ha tomado su nombre.

La Campana de barro nos trae un texto híbrido a caballo entre la novela, la poesía y el ensayo donde la escritora indaga en la idea del suicidio o su promesa siguiendo las huellas de Esther Greenwood en La Campana de vidrio, de Silvia Plath y que le sirve para entregarnos un texto maduro sobre su infancia o de cómo miraba el mundo desde el Empire State de Nueva York; o sus viajes por Argentina, Korea, Alemania, etc.  Sus amores, sus amantes, su madre, su hija y el futuro incierto.

Este artefacto literario que nos entrega Wong le permite reflexionar o cuestionar su mundo interior incluido el sexo, pero también lo que sucede afuera: el término “gay”, el feminismo del cual no se siente parte y la sociedad en general donde ella siempre aparece como la migrante que trata de entender los matices por ejemplo entre los coreanos, chinos o japoneses.

Julia Wong nos habla del suicidio y se incluye en la lista: Plath, Luis Hernández, Florbela Espanca, Arguedas, su tía J; pero esto no es un rechazo a la vida, es más bien todo lo contrario. Julia amaba la vida, las librerías, las playas, las conversas con los buenos amigos y una copa de vino; y los festivales que organizaba en Chepén y a los que asistía de invitada. Y a pesar de su larga y penosa enfermedad nunca abandonó la sonrisa. Solo cuando ya no había nada qué hacer escribió en su Facebook: “No-soy-Guerrera,-ni-estoy-hecha-de-fierro.”

Y eso es lo que caracterizaba a Julia, una mujer sencilla con mucho mundo; naif por ratos y que te decía de frente: “eso me gusta de ti” o “no me gusta que digas esto o lo otro”. Repasar las conversaciones que tuvimos con ella es escribir otra novela mientras resuena esta Campana de barro donde Julia está llena de vida y de cuestionamientos.

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Educación, salud mental y el vecino de Miraflores

Lee la columna de Marisol Verónica Giordano Silva

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Por Marisol Verónica Giordano Silva

Asistimos en los últimos días a casos públicos de violencia vecinal, pese a que hay otros hechos graves que no llegan a los medios de comunicación y menos a convertirse en denuncias ante la Policía Nacional, el serenazgo o la Fiscalía. Es decir, hay una cifra negra que se mantiene fuera de la estadística.

Miraflores es uno de los distritos que más ha sufrido un cambio en su fisiognomía vecinal, pues hace treinta años no tenía la proliferación de edificios en zonas residenciales, tampoco recibía de lleno el vertiginoso incremento del parque automotriz o la multiplicación de mascotas, existiendo nuevos vecinos con tres, cuatro y hasta cinco canes o gatos.

No obstante, es el mundo y la sociedad en general los que se han visto más violentos sobre todo a causa de una falta de educación del carácter y de manejo del estrés laboral, por lo que Miraflores no es la excepción, pero los últimos acontecimiento sobre vecinos díscolos pueden ayudarnos a dar una clarinada de alerta y ejecutar ya mismo planes piloto con las principales autoridades de una comuna muy caracterizada que es guía o referente en muchos aspectos para otros distritos del país.

Por eso la Municipalidad de Miraflores debe liderar una campaña masiva de valores y coordinar planes específicos de prevención del delito con la Policía Nacional, teniendo el antecedente positivo -por ejemplo- de que en el último 2024 y en lo que va del 2025, se ha visto una importante labor con líderes policiales que aman a la comunidad y que tienen vocación de servicio como el comisario Cmte. PNP Jhon Luján, pero al otro lado de la moneda lamentablemente hay una enorme cantidad de vecinos, de familias miraflorinas e instituciones públicas que no han tomado verdadera conciencia de sus responsabilidades.

En este contexto, sobre la base de la labor del municipio miraflorino, de la Policía y la familia, vienen otros actores como la escuela (ya sea pública o privada), el sector salud distrital con especial cuidado en la prevención de las salud mental y en ello deben trabajar juntos la UGEL 07 y el MINSA con el objetivo de detectar desde temprana edad en la comunidad educativa los posibles casos de riesgo y violencia potenciales.

No obstante, hay un área capital y es el de las juntas vecinales, que en Miraflores tendrán una renovación en abril, pues con vecinos líderes y con la comunicación oportuna se pueden evitar actos no solo vergonzosos sino peligrosos para la vida de los buenos vecinos, a fin de no repetir las noticias recientes donde una persona arroja un objeto contundente desde el balcón de su departamento a la edificación del frente o cuando una mujer patea a una joven paseadora de perros, aunque existe un tercer caso resiente de acoso y agresividad de una mujer contra un joven publicista reconocido que con su trabajo apoya a grupos musicales, artísticos y culturales no solo en el distrito sino en el Perú.

En conclusión, unidos las autoridades municipales, la Policía Nacional, el Serenazgo, la Fiscalía, los líderes educativos y el personal del MINSA, entre otras instituciones públicas y privadas, se puede evitar que nuestro distrito deje lo que le ha caracterizado siempre, la residencialidad, la paz pública, el apoyo al arte y la cultura, así como el respeto a sus autoridades y buenos vecinos.

Donde estemos inculquemos los valores morales, el diálogo, el dominio de sí mismo y el respeto al otro, pues con acciones simples se construye una mejor sociedad, por ejemplo, cuando se pasea a una mascota con su correa obligatoria, y si hay alguien que no lo hace pues debe aplicársele la multa municipal correspondiente. Recordemos que tenemos derechos, pero también deberes. Igualmente, no permitamos la prepotencia contra nuestros amigos policías, serenos o buenos vecinos, y menos la discriminación, el acoso y el racismo. No dejemos que esas taras se conviertan moneda corriente en nuestro distrito.

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El programa común de la derecha peruana

Lee la columna de Tino Santander

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Por Tino Santander

Jaime de Althaus, el intelectual más lúcido de la oligarquía se ha convertido en el operador político más importante de los partidos, movimientos, colectivos y membresías de la derecha conservadora, liberal y neofascista del Perú. Althaus anunció la semana pasada en El Comercio —vocero de las dictaduras y de los grupos de poder económico— el «programa común» de la derecha peruana en materia de seguridad ciudadana. Presentó una serie de medidas administrativas desde la visión oligárquica que, supuestamente, acabarían con el crimen organizado y mejorarían la seguridad ciudadana. Incluso señaló que este «programa común» podría extenderse a educación, salud, transporte, entre otros ámbitos. Lo importante es el compromiso político de estos sectores con los intereses económicos de la oligarquía peruana.

Althaus tomó prestado, coincidentemente, el nombre de «programa común» de la izquierda francesa que, en 1972, anunció la unión entre socialdemócratas y la izquierda marxista de entonces.[1] Dicho programa consistía en:

  • Nacionalización de sectores estratégicos (banca, industria pesada).
  • Reformas sociales: reducción de la jornada laboral y aumento del salario mínimo.
  • Mayor justicia fiscal: impuestos progresivos a los ricos.
  • Mejoras en servicios públicos: educación y salud.
  • Política exterior independiente, crítica al capitalismo y al imperialismo.

Este programa común de la izquierda francesa de 1972 no ha perdido vigencia para muchos sectores de la «Francia insumisa» y de los socialistas franceses.

Por otro lado, en el Perú, los sectores populares están construyendo un «programa común» de la revolución social, que ya está en marcha y es indetenible. Este programa propone:

  • Democratización del crédito mediante la libre competencia, acabando con el oligopolio de los «cuatro jinetes del apocalipsis» (BBVA, BCP, Scotiabank, Interbank).
  • Reformas sociales: eliminar el monopolio farmacéutico.
  • Reforma del Estado: acabar con la burocracia corrupta, haciéndolo más eficiente y empoderando a SERVIR; suspender el proceso de regionalización durante un año para, junto a los gobernadores actuales y las organizaciones sociales, económicas, educativas y gremiales, construir un verdadero proceso de descentralización.
  • Convertir la minería en «el salario de los peruanos», es decir, ponerla al servicio del país, promoviendo proyectos mineros por cincuenta mil millones de dólares para financiar el déficit en infraestructura agraria, educativa y de salud.

El programa común de la revolución contempla también:

  • Construir carreteras, trenes y conectar al país con la revolución digital mundial.
  • Organizar al pueblo junto a las Fuerzas Armadas y Policiales para combatir la delincuencia común y la corrupción política y empresarial.
  • Reformar los organismos reguladores controlados por las empresas que deberían ser reguladas (el caso de la Superintendencia de Banca es escandaloso).
  • Promover la cultura como instrumento para afianzar la diversidad y construir una gran industria multicultural que produzca reconocimiento y riqueza.

Diez millones de peruanos sin agua ni desagüe no pueden vivir en la indignidad, ni millones de mineros artesanales pueden permanecer al margen del país. El programa de la revolución social plantea incorporarlos al Estado a través de empresas en las que este pueda asociarse con ellos para producir valor agregado y riqueza para todos.

El programa del pueblo no excluye a nadie, a diferencia de los grupos de derecha capitaneados por Althaus y los grupos de poder económico. El mundo enfrenta una guerra comercial desatada por Norteamérica con el fin de afianzar su hegemonía. Frente a esto, el programa del pueblo promueve una política de paz, libre comercio y unidad entre los hispanoamericanos y los pueblos del tercer mundo.

Estas son las diferencias entre el «programa común de las derechas fascistas peruanas» y la revolución social en marcha que construye el pueblo y que está abierto a todos los peruanos. La alternativa es clara: o avanzamos al futuro con la inmensa mayoría popular o retrocedemos con los opresores y corruptos de siempre. ¡De usted depende de qué lado quiere estar!


[1] Ver: https://alternativaseconomicas.coop/francia-1972-un-programa-comun-de-la-izquierda

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Caliwood, el mito del cine colombiano

Lee la columna de Edwin Cavello

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En la Cali de los años setenta, un grupo de jóvenes cinéfilos, escritores y cineastas se rebeló contra las convenciones del arte y la cultura, dando origen a un movimiento que hoy conocemos como Caliwood. Luis Ospina, Carlos Mayolo y Andrés Caicedo fueron los principales exponentes de este fenómeno que combinó cine, literatura y un espíritu contestatario.

La esencia de Caliwood se gestó en espacios como la mítica Ciudad Solar, donde estos artistas encontraron refugio e inspiración en la colectividad y la transgresión. En palabras de Ospina, eran “hijos de lo que pasó en mayo del 68”, una generación que rechazaba el statu quo y buscaba nuevas formas de expresión. Más que un simple grupo de cineastas, eran una comuna artística que desafiaba su origen de clase acomodada para sumergirse en la marginalidad de su país.

La propuesta de Caliwood se caracterizó por su estilo irreverente, su sentido del humor negro y su crítica mordaz a las estructuras de poder. Películas como Agarrando Pueblo (1978) de Ospina y Mayolo denunciaban la “pornomiseria”, término acuñado para cuestionar la explotación de la pobreza en el cine documental de la época. Lejos de la complacencia del cine comercial, estas producciones buscaban incomodar y abrir un debate sobre la ética de la representación cinematográfica.

Andrés Caicedo, por su parte, aportó la visión literaria y cinéfila al movimiento. Su pasión por el cine se reflejó en la creación del Cine Club de Cali y en su mítica revista Ojo al Cine. A pesar de su temprana muerte a los 25 años, su legado sigue vivo en obras como Que viva la música, traducidas a varios idiomas y reconocidas internacionalmente. Ospina, su amigo y compañero, defendió su genio asegurando que no fue un simple mito construido por su círculo, sino una voz excepcional cuya influencia ha perdurado por más de tres décadas.

El término “Caliwood” nació como una broma entre copas, pero se convirtió en un emblema de la identidad cinematográfica caleña. Desde su origen espontáneo hasta la actualidad, ha dejado huella en la cultura popular, al punto de inspirar museos, canciones y hasta letreros de negocios locales. Lo que comenzó como una pequeña revolución de cinéfilos terminó consolidándose como un hito del cine latinoamericano, demostrando que la verdadera transgresión artística es aquella que no solo desafía, sino que también perdura.

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Feliz cumpleaños Mario Vargas Llosa

Amado por muchos y odiado por algunos, el premio Nobel de Literatura disfrutó su cumpleaños número 89 con su familia.

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El marqués de nacionalidad peruana-española y dominicana, leonciopradino, y barranquino de corazón, Mario Pedro Vargas Llosa, ha cumplido 89 años de vida ininterrumpida, oficiosa, disciplinada, periodística, literaria, política, ensimismada, y apátrida. 

Varguitas, como le llamó su tía y ex mujer Julia Urquidi, como fiel pupilo de Raúl Porras Barrenechea, quien le formó en las dotes del saber, se dedicó al periodismo y escribió sesudos artículos para ‘La Crónica’ y ‘La Industria’, hasta que en 1977 encalló en la columna propia: ‘Piedra de Toque’. Incluso, estrenó programa televisivo ‘La Torre de Babel’.

El autor de las vigentes ‘Conversación en la Catedral’ y ‘La Casa Verde’, es uno de los autores supervivientes del boom latinoamericano.

Y a propósito de la canción de Paul Anka “como un día domingo”, hace cuatro meses—un día de noviembre—Varguitas fue trasladado hasta la avenida Alfonso Ugarte N° 206, en el lugar que actualmente reposa un basural convertido en letrina pública.

Ycomo recordar es volver a vivir—el Nobel se tomó una foto en el frontis de aquel vetusto lugar de lo que fue el ‘Bar La Catedral’; una taberna que en los cincuentas era esplendorosa y acogía a las luminarias de la literatura peruana.

No cabe duda que la vida de MVLL superó a las memorias de ‘El pez en el agua’. Él soñó con ser presidente; sin embargo, perdió las elecciones en 1990 en manos de un profesor nipón. Vargas Llosa se exilió en Europa y no quiso saber nada del Perú. Su derrota política quizá haya significado una de las más grandes frustraciones en su vida, aunque él lo haya negado en reiteradas ocasiones. Pero entendió que la vida también consiste en fracasos y se reconcilió con la tierra que lo vio nacer.

Hoy se afinca en Lima y en Arequipa, donde goza del cariño de los amigos, e incluso de los que no lo son, porque, siempre tendrán algo qué decir de él. Y en honor a las celebraciones por su cumpleaños número 89, el pasado viernes 28 de marzo se realizaron lecturas dramatizadas de sus principales obras, en cuatro distritos de Lima capital.

¡Feliz cumpleaños Mario y que sean muchos más!

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El derecho por nacer: una cuestión de quien manda en el Tribunal Constitucional y no de lo que dice la Constitución

Lee la columna de Hans Herrera Núñez

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En la mesa estuvieron presentes los congresistas Montoya, Muñante y Barbarán, y como ponente especial desde el Tribunal Constitucional, Hernández Chávez. Curiosamente el viernes desde el TC se anuló la condena que recaía sobre Vladimir Cerrón por el caso la oroya.

Al respecto del derecho por nacer el magistrado Hernández Chávez señaló:

«No hemos conocido en la historia del TC un caso donde se haya presentado algún atentado respecto al derecho por los niños por nacer vinculado a una figura tan deplorable como el aborto (…) y sin embargo, no ha estado exenta de los pronunciamientos jurisprudenciales del TC». 

Por su parte, el congresista Muñante refirió sobre los avances legislativos para la protección del niño por nacer así como el fortalecimiento de la protección a la madre gestante así como han venido archivando proyectos que buscan liberalizar el aborto en Perú, como el caso del proyecto de ley 954 «Que pretendía despenalizar el aborto y que fue rechazado contundentemente con todos los votos en contra de ese proyecto menos uno, el de su autora».

Si bien perú parece un país seguro para los niños por nacer, no obstante la realidad semántica jurídica es más compleja de lo que se espera.

Ya en la España post franquista en los debates sobre el derecho a la vida para la Constitución de 1978, el diputado de la corte y constituyente Gregorio Pérez Barba, se refirió a dicho derecho la cual discutían los antiabortistas proponiendo para la fórmula el uso de la palabra «Todos», mientras los abortistas querían se usará el sintagma «Todas las personas». Esto último porque en el código civil se establece que es persona aquel que vive 24 horas fuera del claustro materno. Siendo así, Pérez Barba intervino en el debate constitucional y con cinismo dijo: 

«Desengáñense sus señorías, todos sabemos que el problema del derecho es el problema de quién está detrás del poder político y de la interpretación de las leyes (…) si hay un TC y una mayoría pro abortista «Todos» permitirá una leyenda del aborto y si hay un TC y una mayoría antiabortista «Persona» Impedirá  una ley del aborto».

Entonces, lo que sucede es una cuestión de quien tiene el poder y no de qué dice la Constitución. Caso cerrado.

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