El presidente del Poder Judicial Duberlí Rodríguez es uno de los funcionarios del Estado más cuestionados por la opinión pública debido a sus altisonantes declaraciones con respecto a evidentes casos de corrupción que vienen siendo investigados por el Ministerio Público.
Cada vez que el periodismo aborda al magistrado Rodríguez para que de sus opiniones sobre los dudosos fallos de algunos jueces; él cobra una conducta agresiva, e inmediatamente, arguye respuestas técnicas que solamente obedecen a criterios meramente procesales.
En teoría, el Poder Judicial debe impartir justicia dentro de una sociedad, y debe tener plena autonomía en función de los otros Poderes del Estado; sin embargo, en la práctica aquel se encuentra con la mayor incredibilidad con respecto al resto de instituciones, gracias a las dudosas conductas de sus miembros.
Duberlí Rodríguez fue unos de los gestores para conceder amnistía a los terroristas
En 1985 un grupo de parlamentarios entre los que se encontraban Duberlí Rodríguez, Yehude Simon, y Manuel Dammert, presentaron un descabellado proyecto de ley. En aquella época Rodríguez era diputado de las filas de la Izquierda Unida a través de UNIR (Unión Nacional de Izquierda Unida), actualmente conocida como Patria Roja. El proyecto de Ley N° 415 que pretendía la excarcelación de los sentenciados por terrorismo de las agrupaciones Sendero Luminoso, y el MRTA, entró en debate para tentar su aprobación que estuvo a punto de darse; sin embargo, en aquella época Luis Alvarado diputado del Apra planteó la cuestión previa, que finalmente tuvo el respaldo de la mayoría, para que fuera enviada a comisión, y por lo tanto, debidamente archivada.
Lavada de manos con el caso Alejandro Toledo
El expresidente Alejandro Toledo continúa como prófugo de la justicia peruana, él transita dentro de territorio norteamericano sin mayores restricciones; y para colmo da conferencias, presenta libros, y encima declara para la prensa extranjera. Y a pesar de tener dos órdenes de captura, la inacción del Estado peruano es más que obvia. No olvidemos el mensaje amenazador que le envió Eliane Karp a través de su cuenta de Facebook al presidente PPK en circunstancias que su esposo era requerido por la justicia peruana; y es evidente que dicho post dio sus buenos resultados; porque hasta ahora la esperada extradición de Toledo brilla por su ausencia; sin embargo, Duberlí Rodríguez inmediatamente sacó el cuerpo, y deslindó toda responsabilidad de su gestión en el Judicial, aduciendo que los funcionarios del Departamento de Justicia de Estados Unidos no agilizan los trámites de extradición; no obstante, todo depende de la celeridad que deberá ejercer el propio Poder Judicial, con la acumulación de los casos Ecoteva y Odebrecht.
AlejandRO Toledo, Félix Moreno y Ollanta Humala.
Ollanta Humala tiene abogado, y se llama Duberlí Rodríguez
Duberlí Rodríguez se aventuró antes de tiempo a dar adelanto de opinión, lo cual es improcedente de parte de un juzgador. Sus afirmaciones fueron como una especie de mensaje subliminal, que sutilmente intentaría presionar a los fiscales del Ministerio Publico que siguen las investigaciones a Ollanta Humala sobre la coima de 3 millones de dólares que habría recibido de parte del propio Marcelo Odebrecht en 2011.
Rodríguez enfatizó equivocadamente que de acuerdo a ley no se puede solicitar una prevención preventiva por una simple declaración de un colaborador eficaz; asimismo, y en un afán de fungir de abogado del expresidente aseguró que el supuesto soborno técnicamente no configura delito, porque éste se habría efectuado cuando Humala aún no era presidente, y solo era un candidato; por lo tanto no habría el delito de corrupción de funcionarios.
¿Y qué pasó con el Lavado de activos? Al parecer, al letrado se le olvidó este tipo penal; a pesar de que él mismo sabe como abogado estudioso de la ley penal, que un colaborador eficaz solo se somete a dicha condición cuando cumple a cabalidad uno de los requisitos fundamentales de la misma: que es proporcionar valiosa y verídica información que ayuden a identificar a los autores de un delito; tal como se dio con las declaraciones colaboradoras de los dos procesados Marcelo Odebrecht, y Jorge Barata que involucran a Ollanta Humala.
No obstante, Duberlí Rodríguez patinó al momento de dar sus primeras declaraciones con respecto al caso; porque luego reconoció que cometió un error al opinar como un pedagogo en derecho.
Lo cierto es que hasta el día de hoy Ollanta Humala y Nadine Heredia continúan libres pese a las numerosas evidencias halladas en su contra.
La excarcelación de Félix Moreno demuestra que el Poder Judicial es la catedral de la corrupción
Las primeras declaraciones que dio Duberlí Rodríguez inmediatamente después de que la casa del gobernador regional del Callao Félix Moreno fuera allanada por parte del Ministerio Público fueron:
“Sabemos que siempre funciona la presunción de inocencia. Nadie está diciendo que ellos son culpables pero ya el hecho que estén investigados son indicadores que algo andaba mal por ahí”.
“Espero que esas investigaciones lleguen a buen camino y si han allanado su domicilio, son indicadores que algo anda mal por ahí. Espero que también esas personas colaboren a fin de que podamos conocer que pasó en el país”.
Sin embargo, luego de la reciente excarcelación de Félix Moreno del penal de Piedras Gordas gracias a una sorpresiva resolución de la Primera Sala Penal de Apelaciones que le revocó el mandato de detención preventiva de 18 meses, por comparecencia restringida; el titular del PJ lanzó sus opiniones con la pata en alto como dirían en buen criollo:
«Es una decisión que tenemos que respetar, al margen de que podamos estar de acuerdo o en desacuerdo, nos guste o no”.
Del grupo de jueces que votaron por la orden de comparecencia, dos lo hicieron a favor, y uno lo hizo en contra, por considerar que efectivamente se hallaron 34 elementos de convicción, incluidas las contundentes declaraciones de los colaboradores eficaces. Por lo tanto dicha resolución sienta un funesto precedente que ya empezó a entorpecer la lucha anticorrupción nacional que se sigue por el caso Lava Jato.
Por ello, es fundamental que cuanto antes la Fiscalía presente un recurso de Casación ante la Suprema para anular dicho fallo, y así contrarrestar aquellas interpretaciones “pauteadas” por los mismos tentáculos de la corrupción.
Asimismo, se deberá denunciar inmediatamente ante OCMA a los “prevaricadores” integrantes de la Primera Sala Penal de Apelaciones.
Finalmente, Duberlí Rodríguez en su función de Presidente del Poder Judicial debe prescindir de argumentos meramente técnicos que únicamente obedecen a temas procesales, para dar lugar a apreciaciones solidas basadas en una genuina sociología del derecho para que coadyuven a un verdadero equilibrio de poderes.