Quién no ha disfrutado un tiradito de pejerrey en Ancón o un pejerrey arrebozado, una de nuestras especies emblemáticas, en la mesa popular y en la gastronomía. ¿Cuál ha sido el efecto del derrame de petróleo en la población del pejerrey y sus zonas de reproducción? ¿Realmente la población de pejerrey se va a recuperar en esta zona? ¿Manuel Chapilliquen volverá a pescar pejerrey y hacer sus “Tik Tok” con la frase: “Ancón te AMA”?
A más de un mes del inicio del derrame de petróleo, ocasionado por Repsol, el Estado ha identificado a dos mil quinientos (2,500) pescadores artesanales y más de 2,000 actores vinculados a la pesca artesanal (jaladores, estibadores, fileteras, cocineros, etc.) afectados por el derrame. Hasta los bañistas hemos sido afectados: no podemos visitar las playas de Ancón o la hermosa playa de Bahía Blanca en el Callao, no podemos darnos un buen “chapuzón” en este tremendo calor y comer un buen ceviche en el lugar.
También han sido afectadas las zonas de reproducción del pejerrey, la anchoveta, la lisa, la lorna, el tramboyo, la chita, la corvina, el cangrejo, los lenguados, el yuyo y otras especies que se distribuyen desde Ventanilla hasta Chancay, ¿se podrán recuperar?
El mar se va aclarando, ¿pero dónde está todo el crudo derramado? Se puede tener varias hipótesis: se debió haber dispersado en el mar o llevado a las costas y recuperado por las cuadrillas de limpieza o quizás parte se encuentra en el fondo marino, como se observa en las declaraciones de un joven buzo que encontró petróleo cuando se sumergió (La Republica el 26 de febrero 2022) y esto se debe a la sedimentación del petróleo, mediante la emulsión del hidrocarburo en el mar.
Un informe Técnico Preliminar del Colegio de Ingenieros menciona que en diferentes playas se observó “… que la geomembrana no está cumpliendo su función, toda vez que la arena contaminada está esparciéndose en áreas de arena limpia, generando de esta manera mayor contaminación de áreas que se encontraban limpias…”. ¿La OEFA ha tomado medidas ante este tema?
Nos surgen otras preguntas: ¿cuánto ha avanzado el Estado en este problema? ¿Cuánto nos falta para que los pescadores artesanales puedan regresar a trabajar?
Al día de hoy, vemos que el Estado se ha enfocado en lo siguiente: multas administrativas, una Declaración de Emergencia Ambiental por 90 días hábiles, un Plan de Acción Inmediato y de Corto Plazo (que intenta articular a los sectores involucrados), identificar a los afectados y monitoreos ambientales del litoral; por el lado de la empresa Repsol: limpiar las playas.
Pero, ¿qué está haciendo el Estado con los asuntos de mediano y largo plazo? ¿Dónde está la valoración económico-ambiental del impacto causado por el derrame (Dirección General de financiamiento ambiental del MINAM)? ¿Dónde está la evaluación y opinión técnica sobre el estado de la biodiversidad en la zona del derrame y la zona submarina (Dirección General de Diversidad Biológica)? ¿Dónde está la evaluación de los recursos hidrobiológicos submarinos y de los lugares de reproducción de los peces y mariscos, afectados por el derrame de petróleo (IMARPE)? ¿Cuántos peces y mariscos van a dejar de nacer, crecer y reproducirse con el impacto del petróleo (IMARPE)? ¿Cuál es la evaluación socioeconómica del impacto del derrame en la pesca artesanal (Dirección General de Evaluación de Impacto y Estudios Económicos de PRODUCE)? ¿Dónde está el plan de monitoreo ambiental de largo plazo?
Tenemos mucha información generada por el MINAM, PRODUCE, MINEM, AGRICULTURA, MINSA, MINDEF y por el GORE Lima, sin embargo, esta se encuentra desarticulada; por lo tanto, es necesario crear un único sitio web donde la información esté disponible para la población (interesados y afectados) y los entes internacionales, para tomar las mejores decisiones.
Toda esta información servirá a los afectados para que puedan consolidar sus demandas frente a Repsol; además para poder realizar pedidos de indemnización sólidos y contundentes.
Asimismo, debemos indicar que existe la Ley 30321, ley que crea el Fondo de Contingencia para Remediación Ambiental, que tiene con objetivo financiar las acciones de remediación ambiental de sitios impactados como consecuencia de las actividades de hidrocarburos, que impliquen riesgo a la salud y al ambiente y ameriten una atención prioritaria y excepcional del Estado. Este podría ser un gran instrumento para iniciar las acciones de remediación ambiental y cubriría los costos en el corto plazo que luego serían cobrados a la empresa responsable del daño ambiental, sin perjuicio de las responsabilidades administrativas, civiles o penales que correspondan. De tal forma, la OEFA mejoraría su proceso de supervisión; una supervisión mas activa como sucede en otros sectores como en PRODUCE o OSIGNERMIN.
Esperamos que los ministerios, cuanto antes, nos muestren el avance en estos temas, ya que la nación, y en especial los pescadores artesanales de Ventanilla, Ancón y Chancay, tienen el derecho de conocer todo el impacto en su zona de trabajo. ¿Cómo se encuentran los recursos marinos afectados?, saber el tiempo de recuperación del ecosistema, ¿el Estado va a intervenir con la Ley 30321 o no?, para que ellos puedan planificar sus vidas y las medidas que tomarán.
Finalmente, alentamos para que el Estado no se detenga y siga avanzando en los temas de mediano y largo plazo, así los pescadores no sentirán, una vez más, que los está abandonando y que sus reclamos serán escuchados para lograr la justicia que merecen.
Todo nace del Tribunal Constitucional, convertido en apéndice de las mafias, estos «tribunos de la Cosa nostra» han firmado el acta de defunción de la justicia peruana.
El Tercer Juzgado Colegiado de la Corte Superior Nacional tomó la decisión de declarar nulo el juicio oral contra Keiko y su organización, decisión cuestionable, no solo porque representa una burla a las víctimas de la corrupción, sino que sienta un precedente peligrosísimo para la impunidad en el país.
Su reciente resolución por el caso «Cócteles» que ordena su retroceso a la etapa intermedia, es un golpe devastador para la lucha contra la corrupción y una victoria resonante para las fuerzas del crimen organizado.
La resolución, amparada en supuestas «irregularidades» en la acusación, ignora la montaña de evidencia que vincula a Fujimori y a su presunta organización criminal con el lavado de activos y la financiación ilícita. No se trata de una simple anulación técnica; es una maniobra calculada para dilatar el proceso indefinidamente, enterrando bajo el peso del tiempo la posibilidad de una condena justa. La resolución se apoya en el precedente del caso José Chlimpler, un precedente que, lejos de ser un faro de justicia, se erige como un ejemplo de la manipulación del sistema judicial para proteger a los poderosos.
Es crucial entender que esta decisión no implica la inocencia de Keiko Fujimori ni el archivo del caso «Cócteles». La resolución anula el juicio oral, pero la acusación sigue en pie, la evidencia sigue existiendo, y la sombra de la preesunta corrupción sigue planeando sobre la lideresa fujimorista y su entorno. Intentar presentar esta resolución como una absolución es una manipulación descarada de la verdad. Es una victoria pírrica para las mafias, una victoria que se celebra en la oscuridad, mientras la justicia peruana agoniza.
El Tribunal Constitucional, con la resolución sobre el caso Chlimpler, se convierte en cómplice de la impunidad. Su responsabilidad histórica será inmensa, su legado, una mancha indeleble en la historia del Perú. La lucha contra la corrupción no se detiene con esta resolución; al contrario, se intensifica. La sociedad civil, los fiscales y los jueces honestos deben redoblar esfuerzos para contrarrestar este golpe y exigir la rendición de cuentas de aquellos que se creen por encima de la ley. La impunidad no es una opción; la verdad, sí. La lucha continúa.
Arturo Delgado Galimberdi nos sorprende con este libro sobre la vida, discografía y demás hechos resaltantes en la vida de Paul McCartney (PM). Ya antes ha escrito Karma instantáneo para Jhon Lennon donde nos plantea una ucronía exquisita: Lennon vive y McCartney muere. Eso aparte de otros libros importantes como La Ruptura, una novela corta que trata sobre el padre y Los espejos de infierno, otro texto urbano donde se filtra un manifiesto de vida y que tuvo elogios de Oswaldo Reynoso entre otros destacados escritores.
Esta vez, ADG solo firma como A. G. Galimberti y nos lleva como por un tobogán para mostrarnos al verdadero líder de The Beatles. (Los derechos de autor todavía se siguen discutiendo si se firma Lennon-McCartney o McCartney-Lennon). Tanto así que parece un texto escrito por un fan y no precisamente por un novelista. Pero Galimberti que es versado en el tema, nos demuestra que las cosas no son tan así de fácil. Por algo no ha tenido programa de radio dedicado al rock y ha escrito en su blog La Secta del Ruido y reseñado decenas de artículos sobre el género en diferentes medios periodísticos.
El libro repasa de manera erudita apelando a una amplia bibliografía sobre el tema e incide en esa competencia natural entre los dos másters de The Beatles, incluso después de separarse. Lennon con con Yoko Ono y McCartney con Linda y los Wings. Y las demás grabaciones con otros músicos destacados como Michael Jackson, Stevie Wonder, los exnirvanas o el “The-Ballad-Of-Skeletons”, un poema político de Allen Ginsberg: “El-esqueleto-de internet-dijo:-Cree-mentiras./-El-esqueleto-de-la-publicidad-dijo:-¡No-seas-sabio!”. Así como una discografía completa en las que se incluyen títulos que pirateados por la banda nacional We All Together.
El autor nos recuerda que PM es “un hijo de la clase trabajadora de Liverpool” y le dedica el primer capítulo a ello, pero no hay un capítulo a su nombramiento como “Sir” por parte de la reina Isabel II. Y aunque PM y los Beatles rompieron récords tanto en conciertos como en las listas nros unos; también es cierto que otros músicos más humildes y con menos recursos como, por ejemplo, Dámaso Pérez Prado con su pieza “Patricia” (usado en la Dolce Vita) y otras más estuvo casi 15 semanas en el Hit Parade de Estados Unidos arriba de Elvis Presley y The Beatles.
La asociación Iquitos Cultural junto al consulado de Colombia en la ciudad de Iquitos y la Logia Masónica 5 N° 25, presentó este pasado 30 de diciembre de 2024 un conversatorio con motivo del centenario de la publicación de esa novela de José Eustasio Rivera. Este evento cultural daba apertura a los 161 años de aniversario como puerto fluvial a la ciudad de Iquitos.
La Vorágine es una novela que nos invita a reflexionar cien años después de su primera edición sobre la situación real de nuestras fronteras, cuánto hemos avanzado como sociedad, si el Estado tiene presencia efectiva en estos territorios y si sus habitantes llevan una vida digna con los servicios básicos de agua, desagüe, electrificación, tecnología, salud, educación, entre otros beneficios.
El Dr. Carlos Barreto Vargas, Encargado de las Funciones Consulares del Consulado de Colombia en Iquitos, saludó fervorosamente que se realicen este tipo de eventos que fortalecen los lazos de buen entendimiento y hermandad entre los países de Perú y Colombia. Asimismo, comprometió a las nuevas generaciones a despertar el hábito por la lectura de otros autores como Gabriel García Márquez que también nos habla de este tipo de realidades.
El profesor universitario de Lengua y Literatura, especialista en Crítica Literaria, Dr. Manuel Marticorena Quintanilla, asumió la responsabilidad de hacer un resumen de la obra de José Eustasio Rivera, concluyendo que la forma como está publicada es una imitación a la obra del Quijote de la Mancha ya que el novelista colombiano coincide con Cervantes aseverando que él no escribió la obra, sino que fue Arturo Cova, protagonista de la novela. El autor más que novelista es poeta y en esta obra vamos a encontrar esa calidad poética hermosísima a lo largo de toda la novela. La visión del escritor es inmensurable, se hizo mucha propaganda cuando la publicaron en la Unión Soviética, estigmatizándola como socialista, y no es así, pues tiene una visión enteramente cristiana, comenzando por el aspecto formal, es decir la forma como está escrita. La obra se divide en tres partes: la sierra, la selva y el llano, son tres regiones que pertenecen a Colombia que equivalen a lo que Dante Alighieri describe en “La Divina Comedia” el infierno, el purgatorio y el paraíso; y en esta novela es al revés, comienza con el paraíso y termina en el infierno. El crítico literario Seymour Menton menciona que en diferentes espacios de la novela se encuentran agrupaciones de tres y que ratifica que hubo señal de una visión cristiana.
El Dr. Fernando Bravo Reátegui hizo una breve reseña de la vida del autor de la novela que se empezó a escribir en 1922, indicando que “José Eustasio Rivera nació en un ambiente campestre en Neiva; su niñez fue fecunda ya que abrazó su amor por la naturaleza, tuvo un padre muy correcto, se crió en un ambiente propicio para ejercer su vena literaria; luego, paso a estudiar la Normal en Bogotá, ejerciendo la carrera de profesor, y posteriormente se recibió de abogado. Siendo profesor ocupó cargos administrativos donde quiso innovar cambios y recibió resistencia, esto motivó para que predominara en su vida la profesión de abogado y ahí encuentra una brecha para la política, llegando a ser miembro del parlamento colombiano donde hace escuchar su voz ante los abusos de la clase dominante hacia los más desvalidos, haciendo eco de las denuncias del periodista peruano Benjamín Saldaña Roca hacia la casa Arana en el Putumayo; eso le valió muchos enemigos a tal punto cuando es publicada La Vorágine, es desmerecida por vacíos que argumentaban sus oponentes. Sin lugar a duda, esta novela marca un hito en la literatura latinoamericana porque aglutina una mixtura de géneros como el periodismo, la poesía, la naturaleza, el paisaje, la fotografía, una obra novedosa para la época escrita con un lenguaje elegante, engolado y depurado. Muere muy joven a los 40 años dejando un gran legado para recordar a este escritor con mucha satisfacción que se enfrentó y denuncio al régimen, apoyando y solidarizándose ante esas minorías que estaban rezagadas en la selva, haciendo que tengan voz, eso es meritorio y trascendente”.
José Eustacio Rivera.
El Venerable Maestro Menotti Yáñez Ramírez saludó la presencia de todos los participantes y enalteció lo dicho por el Dr. Marticorena, más aún, cuando se refirió a la carrera de ser profesor; “es una profesión tan venida a menos últimamente, pero sino fuera por los maestros el futuro no estaría garantizado y muchas veces nos olvidamos de ellos, es un honor ser maestro; probablemente, en el estatus profesional de la cultura oriental, precisamente en Japón, el ser maestro está en el pináculo de la sociedad en el lugar más alto porque en ellos se confía el futuro del país sobre todo en los maestros de primaria porque ahí se sientan las bases para el futuro sin desmerecer a los docentes universitarios que también hacen un esfuerzo orientando a la juventud. Esta noche estamos reunidos para celebrar la centuria de la novela La Vorágine, si José Eustasio Rivera pudiera vernos estaría más que regocijado de saber que nos hemos reunido para conmemorar lo que él hiciera un día. Esta novela ha pasado por prohibiciones y creo que a muchos no nos gusta. Cien años después podemos ver que el argumento de la novela sigue siendo tan potente, las denuncias hechas, la defensa del indígena que le generaron grandes conflictos personales como a muchos otros que en la época del caucho levantaron su voz, y para ello cito el poema Enemigo mío del poeta escocés Charles Mackay. El Dr. Marticorena se refirió a una trinidad en la novela a un profundo contenido cristiano: amor, dolor y muerte, trilogías en las cuales me voy a soportar en una trilogía masónica: libertad, igualdad y fraternidad que no es exclusivamente nuestra, sino que muchas culturas la tienen como postulado y José Eustasio Rivera habló de la libertad como facultad natural, habló de la igualdad en una época que era impensable y casi pecaminoso decir que todos debíamos ser iguales y habló de la fraternidad de la necesidad de ser respetuosos, tolerantes unos con otros y solo así haremos de este mundo un mundo mejor; por tanto, quiero desde aquí brindar un fuerte aplauso para don José Eustasio Rivera para que sepa que estamos conmemorándolo sentando las bases de un futuro y un país mejor donde ser libre sea indispensable, donde ser tolerantes y respetuosos sea la consigna permanente y donde ser fundamentalmente iguales porque somos seres humanos y merecemos ese legado para lo que hoy día estamos reunidos. Asimismo, agradezco a la asociación Iquitos Cultural por haber elegido este lugar que muchas veces es visto como cueva de demonios, piensan que la masonería está distante de la sociedad cuando está mucho más próxima a lo que se puedan imaginar, este es un lugar que nos sirve a los masones como punto de encuentro y también para este tipo de eventos que promueven y fomentan la cultura como es la Logia Unión Masónica 5 N° 25 que tiene fecha de fundación el 24 de junio de 1869”.
Hoy, 13 de enero, la Dra. Martha Hildebrandt habría cumplido 100 años. Falleció cuando tenía 97 años. Guardo, de ella, los mejores recuerdos de mi vida laboral. Fui su asesor de prensa durante ocho años en el Congreso de la República, luego que ella me convocara sólo para trabajar tres meses. Y eso, con muchas dudas por ser periodista. Recuerdo aquella mañana en que, a su pedido, me presenté en su casa portando mi hoja de vida que resumía, en 12 hojas, mi experiencia personal. Ya había sido asesor de varios ministros de Estado, jefe de comunicaciones en el Congreso de la República, Presidencia del Consejo de Ministros, director en varios ministerios, periodista en los más importantes medios de información en Lima de los 70 para adelante. Luego de hojear lo que yo consideraba un contundente currículo, se detuvo, cerró el fólder, me miró fijamente y preguntó.
–Oiga, ¿usted sabe escribir?– me dijo.
–Claro que sí, doctora—respondí muy seguro de mí.
–¿Por qué cree que sabe escribir?– inquirió. Vi, entonces, que sus ojos hincaban a los míos con intriga.
–Es que soy periodista—manifesté
–Mierda, entonces usted no sabe escribir– retrucó, deteniendo, por suerte, mi autoelogio que comprendía los cargos que había ocupado como redactor, editor, editorialista y un largo etcétera.
–El lunes lo espero en mi despacho a las nueve. Y gracias por acompañarme sólo por tres meses—dijo, extendiéndome la mano al despedirse. A los dos días de estar con ella comprendí, efectivamente, que no sabía escribir…con el rigor que ella exigía en la redacción y el uso correcto del lenguaje. Me alegré de que no haya podido escuchar mi autobombo y, con el tiempo, los tres meses se extendieron, por decisión de ella, a ocho años, los más productivos para mí y creo que para ella también, porque nos llevamos muy bien, sin correcciones de fondo, a los que sometía todos los días a sus otros asesores, tanto que ellos eran despedidos con relativa frecuencia. Lo que sí no aceptaba es que, le tomaran la delantera, renunciando. Ella los tenía que destituir.
Los asesores le duraban, en promedio, unos meses: eran licenciados por ella y otros, optaban por la hábil retirada para recuperar la paz. Pero, ni aun así, se escapaban del amargo trance del despido. En una ocasión, uno de ellos, formado en la PUCP, decidió marcharse a la semana de haber llegado al congreso. El estilo Hildebrandt no iba con él. Y se fue, como llegó, sin avisar, de puro corajudo. Además, llevaba un apellido aristocrático, como era del agrado de la parlamentaria. Entonces, la Dra. Hildebrandt era presidenta del congreso. Una mañana, en que yo despachaba entrevistas pendientes con ella, pidió a la secretaria llamar al doctor xx. No está doctora, respondió la secretaria. ¿Qué?, ¿dónde está?, indagó la presidenta. Renunció ayer, doctora, ya no vino, explicó la secretaria. ¡Ah, no. Qué se ha creído!. Llame, usted, al abogado y que venga mañana a las nueve, ordenó a gritos. Al día siguiente, nos encontrábamos, algunos asesores, despachando con ella, cuando la secretaria anunció que había llegado el abogado a la hora indicada. Que pase, ordenó. Cuando el renunciante intentaba acercar una silla para sentarse, la doctora lo detuvo en seco: así nomás, dijo. No es necesario que tome asiento, señaló, moviendo los dedos de izquierda a derecha y viceversa ¿De manera que, usted, renunció al trabajo?, continuó. Y antes de escuchar la respuesta, en medio de un sepulcral silencio, su voz retumbó: sepa, usted, que a mí nadie me renuncia. Soy yo quien decide cuándo se va. Está, usted, despedido. Puede retirarse, sentenció, moviendo los dedos de atrás para adelante. Martha Hildebrandt no aceptaba que otros decidan por ella.
Hoy que la recuerdo, me viene a la memoria tantos hechos que, convertidos en anécdotas, me hacen sonreír con gratitud. Fue una intelectual brillante, reconocida por el mérito de sus investigaciones en los principales foros del mundo. Su labor académica fue reconocida con distinguidas menciones. Premio Nacional de Cultura en 1949, Premio Nacional de Ensayo en 1961, Premio Nacional de Fomento a la Cultura Javier Prado en 1969. Orden de las Palmas Magisteriales en el grado de Amauta en 1999, Medalla de Honor de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en el grado de Gran Cruz, Medalla de Honor del Congreso de la República del Perú en el grado de Gran Cruz, Condecoración Orden Cultural Andrés Bello de Venezuela, Condecoración Orden al Mérito Cultural de Polonia. Dirigió el Instituto Nacional de Cultura en el Perú, fue subdirectora general de la UNESCO y congresista de la República en varios períodos, además de autora de numerosos libros de su especialidad, en el campo de la lingüística y de la cultura y mejor paro de contar.
El cineasta Christopher Nolan, estudió literatura antes de sumergirse en el mundo del cine, de ahí nacería su exigencia por el desarrollo de los guiones. Su filme Interestelar que acaba de cumplir 10 años, es un viaje épico entre agujeros negros y ecuaciones gravitacionales. A pesar de que ha pasado una década de su estreno, su película sigue emocionando y cuestionando las relaciones humanas y la fragilidad de nuestra existencia.
Con su estreno en el 2014, Interestelar logró que masivamente el público se haga preguntas filosóficas y científicas, pero también abrió algunas heridas como la del llamado padre ausente. En el filme, a través de los años, la ausencia del padre se convierte en un vacío que Murph intenta llenar con ciencia, ira y, finalmente, perdón. En este sentido, Nolan nos recuerda que el tiempo es una fuerza implacable que puede golpear los lazos más fuertes, pero también puede sanar heridas cuando se atraviesa con amor.
La película plantea preguntas sobre la naturaleza del tiempo, la gravedad, la posibilidad de vida más allá de nuestro planeta y sobre las emociones humanas: ¿qué estamos dispuestos a sacrificar por aquellos que amamos? ¿Cómo lidiamos con la pérdida y la ausencia? ¿Qué nos motiva a seguir adelante cuando todo parece perdido?
En el aspecto científico, Interestelar ha seguido siendo relevante. La representación del agujero negro Gargantúa se basó en cálculos del físico Kip Thorne, asesor de la película y ganador del Nobel en 2017. Con el tiempo, los avances en astronomía han confirmado la precisión de varios elementos del filme, aunque algunas cuestiones siguen siendo materia de debate. ¿Es posible realmente viajar a través de un agujero de gusano? ¿Podremos algún día manipular el tiempo y la gravedad a nuestro favor? La ciencia avanza, pero las grandes preguntas aún siguen sin respuesta.
Una década después, Interestelar continúa siendo una obra que nos obliga a mirar más allá del horizonte y a reflexionar sobre nuestro lugar en el universo. En un mundo donde la tecnología y el conocimiento avanzan a pasos agigantados, la película nos recuerda que, en realidad, seguimos siendo niños explorando el desconocido infinito.
Al final del filme Murph está feliz de que su padre (Cooper) regresó peroella le dice que se vaya de todos modos, diciéndole que “Ningún padre debería verse obligado a ver morir a su propio hijo”.
Hace unos días un entrañable amigo me comentó que en compañía de su familia volvió a ver la película ‘Qué bello es vivir’. Repetir la experiencia como espectador del filme de Frank Capra le hizo recobrar más razones para vivir, considerando que la historia del joven George Bailey no solo es inspiradora, sino aleccionadora, ya que nos habla de los sueños que siempre debemos alcanzar, aunque surjan obstáculos y distractores. Sin embargo, el idealismo no llegará solo y para cristalizarlo solamente hay que hacer y obrar. Es decir, si creemos en nuestras ideas trabajemos en ellas hasta que se hagan realidad. Curiosamente el cine, desde la perspectiva que tomemos, también influye en nuestras ganas de emprender para nuestras vidas un enfoque holístico y espiritual.
Podemos mencionar más joyas cinematográficas como ‘Ángeles con caras sucias’, ‘Cinema Paradiso’, ‘La vida es bella’, ‘Forrest Gump’, ‘La sociedad de los poetas muertos’, ‘Sueños de fuga’, y ‘En busca de la felicidad’, entre tantas otras que nos dicen en nuestra propia cara: —no te rindas, tú puedes porque tienes una misión—pero tampoco es menos cierto que la realidad supera a la ficción. Si bien, el instrumento del séptimo arte logra sublimarnos y eventualmente consigue elevarnos, al mismo tiempo se convierte en un esbozo. Significa que, si no iniciamos un “emprendimiento”, quizá las ganas e ilusiones se nos escurrirán entre los dedos de las manos. Entonces ¿tendríamos que espectar una película inspiradora cada hora o cada día para no matar la motivación?
No cabe duda que la riqueza existe y el dinero es importante, y quizás podrás ganar más dinero, pero no podrás ganar más tiempo. Por lo que más allá del aspecto pecuniario, uno de los mayores regalos de la vida y que nos convierte en personas ricas es la capacidad de dar a los demás sin esperar algo a cambio. Basta dar un minuto de nuestro tiempo y de nuestra atención, y estaremos brindando una pequeña parte de nuestra vida. Con una palabra de aliento y mostrando una sonrisa conseguiremos que alguien sea feliz. Y si el escenario cotidiano se muestra desolador por razones de pobreza, corrupción y crimen, nuestra misión es afrontar la vida con el mayor de los optimismos. Solo siendo generosos y altruistas asumiremos un liderazgo y le daremos un sentido a nuestra existencia.
Los avances tecnológicos no solo conllevan aspectos positivos para la sociedad, sino también negativos. En este caso, los troyanos informáticos han alcanzado un nivel de sofisticación que los convierte en una amenaza constante, incluso para los antivirus más avanzados. Los troyanos son un tipo de “malware” o programa malicioso que logra engañar a los usuarios para tener acceso no autorizado a sus dispositivos, ya que se presentan como programas legítimos o inofensivos, pero en realidad contienen un código malicioso.
Los troyanos no se replican de forma automática como otros tipos de virus, sino que requieren explícitamente el consentimiento del usuario. Los troyanos más populares son los de tipo RAT (Troyano de acceso remoto). Miles de computadoras podrían estar infectadas sin darse cuenta.
Por ejemplo, los troyanos usualmente se disfrazan o camuflan en aplicaciones de uso común, por ejemplo, Microsoft Office o Adobe Reader, o incluso sistemas operativos como Windows 10. La mayoría de las personas no optan por comprar una licencia original como primera alternativa; en lugar de ello, optan por una versión pirata o “crackeada” de estos programas. Esto permite que una computadora sea vulnerable ante el ataque de troyanos. Una vez instalados, los troyanos informáticos se “reportan” a una central y “duermen” esperando instrucciones.
¿Cuánto tiempo le tomaría a un ciberdelincuente tomar acceso a una computadora? Cuando una computadora está infectada, el ataque puede darse en tiempo real, logrando acceder a todos los archivos, fotos, documentos importantes y todas las contraseñas registradas. También los troyanos pueden activar la cámara, el micrófono y demás dispositivos conectados. Incluso estos pueden encriptar todos los archivos y pedir una recompensa a cambio de devolver el acceso a los mismos. Uno de los virus más populares en este tipo es PromoRaD.
Lo mismo ocurre en los dispositivos móviles. Existe un troyano llamado MetaXploit que puede disfrazarse de un juego o una aplicación popular como Facebook o Instagram para no despertar sospechas, pudiendo controlar a distancia y realizar espionaje. Este tipo de ataques se están dando en Perú con mayor frecuencia para robar información y acceder a cuentas bancarias personales a través de métodos como el “phishing”. La recomendación en todos los casos es optar por licencias originales e instalar programas de fuentes seguras para evitar ser víctima de ciberdelincuentes.
De la mancha de los poetas de Hora Zero, Eloy Jáuregui y Ángel Garrido fueron los más chibolos. A Eloy lo conocieron dejando sus revistas en el puesto de su viejo. El famoso librero de la Casona de San Marcos, en la av. Abancay, que pudo mudarse con la venta de Cien Años de Soledad.
Nació con tinta en las venas. Su poesía la dejó en sus crónicas, como ardientes retratos de la sociedad peruana. Sin ir muy lejos, lean la que hizo del Zambo Cavero. Uf. Genial. Jáuregui entiende, como Fuguet, que el periodismo (como la prostitución) se aprende en la calle. Sigue y asimila las técnicas de Talese, Capote y Wolfe. Sin calco ni copia, con jerga fresquita. Como Valdelomar, eligió desmitificar con barrio y clase. Hay que vivir de la palabra, para la palabra y morir por la palabra, afirma su evangelio. En sus textos, la jerga fina baila como salsa brava de Héctor Lavoe. Y, sin embargo, fue profesor universitario, editor de revistas, erudito en su chamba.
El libro de los amigos (2024) (homenaje a Eloy Jáuregui), editado por Edwin Sarmiento y Fernando Obregón, es un acierto a nivel de introducirnos al ritmo jáureguiriano. ¿Se imaginan ir a un bar a escuchar las mejores anécdotas sobre el maestro? Este libro es un poco eso. Pero no la perorata de cualquier borrachín, sino la de ilustres figuras como Óscar Queirolo, Umberto Jara, Mario Vallejo, Enrique Sánchez, o Jorge Pimentel.
Vine a temblar frente a dos cervezas—canta Pimentel—. Vine al poema y sus argumentos sin huevadas.
Era un bebedor con cultura, afirma Jara. Un poeta quisquilloso que buscaba su lugar en el mundo. Los bares permitían el encuentro:
Lo que pasa es que soy escandaloso —le responde a Maritza Espinoza—. Siempre me hago notar por tonterías, pero, en el fondo, soy ordenado, me levanto temprano, escribo como un loco, leo. Ahora vivo solo y hago lo que me da la gana: leer, ver películas y escuchar mucha música. Ya a mis amigos casi no los veo, ni los extraño tampoco.