Yaxkin Melchin. Foto: Margot Simons.
Yaxkin Melchin es uno de los poetas más representativos de la nueva generación mexicana. Fundador de la Red de los Poetas Salvajes (David Meza, Gerardo Grande, Víctor Ibarra, entre otros), grupo poético que dio mucho que hablar por su producción y por sus eventos que mezclaban poesía y performances en las calles de México.
Actualmente se encuentra en Lima como invitado de la feria del libro ANTIFIL, que se inaugura hoy en la Asociación Guadalupana. Yaxkin trae bajo el brazo nada menos que una joya literaria, hablo del libro Splendor, una edición de más de mil páginas de la obra del poeta peruano Enrique Verástegui, que fue publicado en México y que esta noche se presenta en Lima.
Lima Gris conversó con el poeta mexicano sobre la influencia de Hora Zero en México, sobre Roberto Bolaño y el ninguneo a los infrarrealistas. Además señaló la importancia de la ANTIFIL como una feria alternativa, ya que este tipo de eventos aviva el debate literario como sucedió de la misma forma en México con La otra FIL y en Chile con La Furia del libro.
Para la ANTIFIL tu presencia es importante ya que traes bajo el brazo el libro Splendor de Enrique Verástegui, una edición especial de su obra que fue editado en México, una obra con más de mil páginas, ¿Cómo nació ese interés por la publicación?
Bueno este proyecto tiene de historia uno siete años, cuando yo tuve la oportunidad de conocer la poesía de Enrique Verástegui, y posteriormente la idea fue que se publicara en México, porque su obra no estaba publicado y los lectores mexicanos no la conocían. Se hizo una primera edición que salió en el 2013, que solo fue de cien ejemplares, entonces esta es una segunda edición que se hizo con el apoyo de la Asociación de Escritores de México junto con la editorial Kodama Cartonera y mi proyecto que se llama 2013, hicimos una coedición para que se pudiera presentar este libro.
¿Qué tan fuerte ha sido la influencia no solo de Enrique Verástegui sino de Hora Zero en los jóvenes poetas de México?
Creo que habido bastante lectura, bastante curiosidad entre los más jóvenes, eso me parece un buen síntoma, de que la literatura de alguna manera va encontrando su propio cause abriendo espacios, pasando por proyectos editoriales independientes y redes de poetas.
¿Roberto Bolaño sigue siendo un ícono en México?
Sí, tiene un poco que ver en el interés que despierta Hora Zero, ya que Bolaño tenía interés por la obra de Hora Zero, creo que de alguna manera a activado sin duda esa curiosidad.
Pero sin duda, siempre la élite literaria de México ha ninguneado a los infrarrealistas.
Sí, lo que pasa es que en México la literatura ha sido muy resguardada por una élite de vertiente académica, pero también por una elite de vertiente política más conservadora. Lamentablemente ahí se estableció un patrón de lo que se supone es la poesía mexicana, de eso alguna manera invisibiliza que existen otros registros, y ahora con toda esta generación de las nuevas editoriales y las nuevas propuestas, todos esos registros están apareciendo. Eso también ha generado fricciones dentro de esa misma élite, les ha chocado y habido polémicas ahora en México. Eso quiere decir que ha llegado el momento donde ellos empiezan a voltear y a preocuparse en guardar esas posiciones. Hay críticos que dicen que en realidad lo que vivimos ahora como élites literarias, son modelos que están a punto de colapsar, quizá es una manera muy optimista de verlo, pero a mí me parece que algo hay de cierto en todo eso.
¿Crees que debe seguir existiendo ese espíritu de parricidio?
Sí, pero no hay que equivocarse con el término de parricidio, porque nos puede dar a entender que es rebelarse contra todo y sin causa. Yo creo que hay un afán de querer cambiar las cosas, pero se necesita también fundamentos, creo en el caso de Hora Zero, ellos buscan sus fundamentos en una tradición, y eso es también lo que rescatamos mucho leyéndolos, y haciendo una reflexión crítica de lo que significa la FIL, la ANTIFIL y la poesía en la sociedad. Me parece importante hacer la reflexión de saber cuál es la responsabilidad del poeta también dentro de su comunidad. Me parece que ahí está un poco la clave de porqué este tipo de libros es importante su circulación.
Como editor por qué te interesa presentar el libro Splendor en la ANTIFIL y no en la FIL, sabiendo que la feria oficial es una vitrina con una difusión mayor.
Creo que la poesía tiene sus propios medios, sus propios modos y sus propios tiempos, entonces, como editor prefiero no forzar, simplemente esperé, y quienes me invitaron fueron los organizadores de la ANTIFIL y me dije: bueno el interés es de ellos, yo voy donde ellos me digan. Probablemente de ahí también vienen otras invitaciones, pero lo importante es que yo sentí que les estaba interesando éste trabajo, y los chicos de la ANTIFIL con sus recursos me invitaron y acepté venir, es una manera más taoísta, dejar que fluya, así ha sido también un poco la poesía.
Foto: Margot Simosn
Curiosamente en México también existe otra feria del libro paralela.
Sí, parece que se aviva ese debate nuevamente. En México tenemos “La otra FIL” que está en paralelo con la feria del libro de Guadalajara que es bastante grande, en Chile también tienen “La Furia del libro” y ahora yo lo veo acá en Perú, y surgen las mismas cuestiones, si están a favor o en contra. La idea con estas ferias es que empiece a ver una circulación y que proyectos como la ANTIFIL deben recibir más apoyo.
Por estos días has estado viajando por el Perú, cuéntame de esa experiencia.
Estuve por Pucallpa, allá hicieron un encuentro en la Universidad de Ucayali. Ya he venido en varias oportunidades al Perú, tanto como editor o como poeta, estoy bastante contento de estar de nuevo.
¿En la ANTIFIL qué actividades presentas?
Aquí en la ANTIFIL daré un taller de poesía, también estoy en una mesa de debate sobre el tema de las nuevas editoriales y los nuevos formatos. Además de la presentación del libro Splendor de Enrique Verástegui. También he venido porque me interesa mucho la poesía peruana, uno de los autores que vamos a publicar próximamente es un poeta de Pucallpa, que se llama Pedro Favaron, es poeta y novelista, actualmente él está integrado con la comunidad shipibo, y me parece que lo que se está generando ahí es muy interesante, y es bueno que se conozca no solo en el Perú, sino también en otros países.
Nota: El libro Splendor de Enrique Verástegui se presenta hoy a las 8:00 pm en la ANTIFIL, con palabras de Paul Guillén y Yaxkin Melchin y tendrá el costo de 150 soles. Un libro con más de mil páginas.