Hace seis meses Thomas Ducroquet llegó a la ciudad de Trujillo desde Medellín, sin imaginar que vivir la experiencia de los huaicos y las inundaciones cambiaría su forma de ver la vida.
Ducroquet, es actualmente el director de la Alianza Francesa de Trujillo. Nació en Toulouse y creció en el campo, lugar donde tomó conciencia de la importancia del cuidado de la naturaleza y su relación con el hombre.
En esta entrevista nos habla de su experiencia y su trabajo en la Alianza Francesa de Trujillo, su activismo ecológico, su pasión por la cumbia y, también nos cuenta de su etapa como bloguero.
Desde que llegó a Trujillo ha despertado la atención de la gente, ya que por decisión propia no usa auto, él se moviliza todos los días sobre una bicicleta. Sin duda, una buena alternativa para evitar la contaminación.
Llegamos a la una de la tarde a la Casona Deza, un lugar lleno de arte y mucha historia. Mientras recorríamos el lugar, Thomas nos confiesa que ese espacio lo cautivó desde el primer día.
Estuviste trabajando en Medellín, ahora eres el director de la Alianza Francesa de Trujillo, ¿Qué fue lo primero que te llamó la atención al llegar a esta ciudad?
La belleza de los muros, es decir, uno de los primeros lugares que visité llegando a Trujillo fue la casana Deza, y me quedé impactado porque ni en Europa había visto estos murales, tampoco encuentras estos ambientes en Medellín, porque destruyeron todo el centro histórico, es una cosa muy grave. Por eso pedí que nos reuniéramos acá. Me impactó la pintura, a veces voy solo a un lugar para almorzar y admirar una pintura de Azabache, me encanta. Los ambientes me cautivaron.
Siendo una persona que vivió en el campo en Francia, ¿Cómo viviste la experiencia de los huaicos e inundaciones?
Temía que me hagas esa pregunta, porque va ser difícil no llorar. Fue toda una experiencia de vida, diría que después del nacimiento de mi hija, los huaicos e inundaciones de Trujillo ha sido la cosa más fuerte que me tocó vivir. Habiendo crecido en el campo tengo el tema de la naturaleza en la conciencia, nuestra posición como hombre integrando la naturaleza, pero con esta experiencia tengo la sensación que recibí una palmada gigante, fue una sacudida y me dije “te consideras ecologista, manejas bicicleta, pero qué más vas a hacer”. Entonces, los primero días lo cogí bien, ya que tenía que ser un buen padre y un buen director, pero al quinto huaico ya empecé a sentir que mis barreras psicológicas y mi resistencia se derrumbaron, y llegó la experiencia más humana que todavía no he terminado de procesar. Me dio mucha tristeza ver a donde hemos llegado todos juntos, y sé que esto va cambiar mi vida, porque saliendo de Trujillo no podré seguir viviendo así. Pienso que la Alianza Francesa tiene un rol que jugar en la ciudad, siento como un impulso para pensar qué está pasando, qué va a pasar y qué vamos a hacer.
Es importante tomar conciencia que debemos cuidar el planeta, pero el ser humano parece que esta hipnotizado, somos como una especie de zombi que cae en la monotonía. Incluso, muy poca gente levanta la cabeza para mirar el cielo. En ese sentido, la Alianza Francesa en Trujillo se presenta como un espacio importante para concientizar mediante el arte y la cultura.
Sí, ya estamos asumiendo un poco ese rol, es importante resaltar que hay gente que venía a parquear su bicicleta en la Alianza Francesa porque sabían que iba estar seguro. También en el 2016 nos visitó Biciteca, ellos son un conjunto de jóvenes que prestan libros sobre una bicicleta de tres ruedas, a ellos también le abrimos el espacio para apoyarlos.
Te movilizas en bicicleta por todo Trujillo, y me cuentas que hay gente que te dice “si eres director de la Alianza Francesa, dónde está tu auto”. Un curioso concepto materialista de algunas personas. Veo que llamas mucho la atención.
No sé si llamo mucho la atención porque voy demasiado rápido (risas). La bicicleta en ciertos países no la esperan de ciertas personas, en China por ejemplo, los europeos deben andar en taxi, y yo hacía reír a los campesinos cuando me veían andar en bicicleta. Aquí es más una sorpresa creo, pero con este pequeño compromiso diario, Trujillo sería una ciudad genial para una verdadera política de la bicicleta, ya que no hace tanto calor, es casi plano, el viento no es tan fuerte y todavía la contaminación del aire no es pesado. De hecho, el deporte en si es un eje cultural que las Alianzas Francesas pueden en el futuro investigar, no hablo del deporte de masa, sino del deporte que viene con cultura.
Se podría decir que con tu llegada a la Alianza Francesa de Trujillo, tu aporte es una mirada más ecológica…
Bueno, en el 2016 llegó un nuevo consejo directivo, un nuevo director, y en las Alianzas Francesas se renovó el personal. La Alianza Francesa es la primera ONG cultural a nivel mundial, para mí es como la música cumbia, de la cual antes de la entrevista hablábamos. Las Alianzas Francesas son poderosas y fuertes con el tiempo, porque son la unión de varias culturas, la cultura peruana, la cultura francesa, eso es lo que nos hace más fuertes. La Alianza fue golpeada también por las inundaciones, siete huaicos pasaron por nuestra puerta, y todos nuestros colegas y empleados lo hemos vivido juntos, y esperamos que en el futuro haya algo en nuestra programación cultural que nazca de lo que pasó.
Qué encuentra el público trujillano y los turistas en la Alianza Francesa, es decir, ¿qué tipos de actividades tienen?
La Alianza Francesa de Trujillo tiene una programación cultural bastante equilibrada, sin embargo, tenemos que pasar de una programación cultural a una verdadera política cultural. Allí sí es importante que el tema ambiental esté bien planteado. Nosotros proponemos una variedad de eventos, donde los más fuertes y posicionados son los eventos musicales, está también la galería Sur, que recibe a pintores con propuestas interesantes. Otra área fuerte de nuestra programación cultural es el debate de ideas, abrir espacios y temas que otras instituciones no se atreven a tocar.
¿Cómo ves el papel de los medios de comunicación respecto a la cultura en Trujillo?
De manera general el nivel de los medios de comunicación ha bajado. Ahora se le da más espacio a lo inmediato, a lo morboso, y no a lo que realmente debería tener una plaza central en nuestras vidas, que es la belleza, el pensamiento, los sueños y los objetivos, son cosas que han desaparecido. Pero esta situación no es tanto de Trujillo, sino de nuestra sociedad, que es lo que lo hace más grave. Entonces, nosotros cuando podemos, sí respondemos a publicaciones que valen la pena, aquí en Trujillo hay una iniciativa de publicación que es AmArte, que es una chica que intentó sacar una publicación enfocada en lo cultural. Vemos que el contexto global es un poco malo, pero también veo que hay personas que se levantan y no se dejan vencer por la falta de apoyo.
De alguna forma internet se convierte en una trinchera para la cultura, ya que se puede llegar de forma masiva a las personas y en tiempo real. Tú también eres bloguero, y entiendes perfectamente el manejo de la información independiente.
Sí. Lo lindo también es que veo las Alianzas Francesas como unos órganos ambientales, y el intercambio con el medio es muy importante. Me capacité de bloguero con un colombiano en París, empecé redactando relatos de viajes y continué con la música. Lo dejé un poquito porque requiere de bastante trabajo. Ustedes en Lima Gris lo saben muy bien. Entonces, investigué las redes sociales y toda esta onda de la dinámica de las redes sociales, que ahora veo de una forma más prudente, justamente por ese lado carnívoro que tienen a nivel de tiempo.
También eres un coleccionista y conocedor de la cumbia y la chicha…
Así es, en 1998 escuché una emisora de radio de unos estudiantes latinoamericanos en Toulouse, mi ciudad, Catemaco radio. Por la calidad de esta emisora que hablaba más de geopolítica y actualidad Latinoamérica, mezclaban con música tradicional y folclórica de sus países. Allí me engancho con la cumbia pero también con Chabuca Granda, con piezas claves del continente, claro que fue más fuerte con la cumbia pero también me encanta la salsa, y perseguir este sueño me ha llevado primero a Medellín y ahora a Trujillo. En los tiempos que me libero voy a ver alguna exposición y me voy a Tacora a buscar discos, y cuando buscas discos no solo busca un objeto, sino una respuesta a tu sueño. Y cuando voy a Francia lo que quiero es compartir con los franceses, o sea, que es un intercambio que se parece a muchas cosas de la naturaleza. Es algo como lo que ustedes proponen con contenidos digitales o con Antropoceno, que es una exposición itinerante, y con el desplazamiento tienes que intercambiar. Para mí el poder la cumbia viene de algo que está presenta en Lima Gris y en la Alianzas Francesas, hablo de la cultura africana, la cultura sudamericana antes que lleguen los españoles y la cultura europea, y si hoy en día hay jóvenes que procesan todo esto a nivel electrónico, significa que tiene un poder de pasar por siglos.
La Alianzas Francesas también son historias de amor, ya que te casaste con una colombiana.
Sí, en algunos perfiles de personas de la Alianza Francesa hay historias increíbles. La mía es que las alianzas me dieron casi todo, porque para poder cumplir con el sueño tenía que encontrar un buen trabajo que no lo tenía en Francia, y lo encontré en la Alianza Francesa de Medellín, eso me permitió comprar discos y materiales, también encontré a mi esposa, o sea, trabajo, amor, amigos, colegas y aprendizaje. Lo que soy hoy es un poquito de todo eso y eso es maravilloso.
Estos días que he estado en Trujillo he escuchado críticas contra la gestión municipal y contra el ministerio de Cultura ¿Cuál es tu opinión sobre esta situación?
Soy una persona que puede ser muy directa y bastante conflictiva, porque el conflicto en Europa y en Francia sobre todo, es valorado, ya que puede ser el inicio de una nueva historia si lo manejas bien. Nuestra cultura dice las cosas de una manera un poquito fuerte, es por eso que hay películas donde el francés aparece como un tipo crítico. Llegando a Trujillo intenté balancear mi aspecto europeo. Entonces, encontré la ciudad con críticas que muchas veces son justificadas, pero también quiero resaltar que la Alianza estaba en un punto donde pienso que tenemos que tener la posición arriesgada de quedarnos independientes, y así abrir los espacios a la gente critica, dispuestos al conflicto pero que nos hagan avanzar, sin herir las instituciones para que también se nos acerquen, y la Alianza Francesa tiene esa posición, somos apolíticos, es por eso que podemos recibir en nuestra institución a todo el mundo. Lo que encontré acá es buena voluntad, hay buenos artistas, pero no existe el apoyo ni la infraestructura que existe en Francia. En Francia a un artista le dan un estatus, el artista puede vivir de su arte, y eso hay que reclamarlo, un país como Perú con tantas riquezas debe soñar con esto.
Para finalizar, recomiéndanos dos libros.
Eso es lo genial y lo difícil de llegar a un país, porque las personas aparte de esperar que tengas un auto, esperan que seas una persona culta. Llegando me impactó demasiado Puerto Cholo, de Mario Puga, que recomiendo totalmente. El libro habla de un pescador que esta en dificultad y levanta la voz y se hace escuchar. Este libro me lo voy a llevar a Francia, porque me parece que es un monumento muy importante de la literatura sudamericana. También recomiendo la pintura totalmente, porque estoy muy impactado con Azabache. Nunca me había encontrado en la posición de regresar a comer a un restaurante para mirar las pinturas. Esa es una experiencia que encontré en Trujillo. Yo en Francia salía y veía vacas, el horizonte. Y justamente hay un escritor francés que dice que no hay mayor lujo que crecer con la línea del frente, es decir, el horizonte. Tuve ese lujo, pero no tuve el lujo de crecer con pintores y eso lo extraño, a veces me siento mal, porque es emocionante mirar una pintura. Los pintores que funcionan conmigo te mueven aquí (señala su corazón con su dedo índice). El otro libro que aquí quiero resaltar, es la publicación de la Municipalidad de Trujillo con el fondo editorial, César Vallejo: corresponsal de prensa, que habla sobre la ciudad de París, donde viví tres años. Lo encontré genial en la escritura, el ritmo, las imagines, hay una elegancia en el manejo del artículo. Fue un libro que me regaló la Municipalidad de Trujillo. Diría que después de leer a Mario Puga, también fue una gran experiencia leer a Vallejo.