Deporte
Sin pena no hay gloria
Sin pena no hay gloria
Escribe Fernando Morote
3 y 30 en punto. Lleno total. Sol apabullante. Nadie presagiaba entonces que el alto matón moreno que le rompió el ojo de un cabezazo a Cachito Ramírez, no bien iniciado el partido, se convertiría apenas unos cuantos años después en el gran José Velásquez, patrón del medio campo peruano por su estampa imponente, su gallardía al llevar la pelota, y esa solvencia impresionante en los desplazamientos, que le permitía comerse la cancha de arriba abajo durante los 90 minutos de juego.
Mi padre solía llevarme los domingos al Estadio Nacional para ver los partidos del Descentralizado. Compraba boletos de Occidente intermedia. Llegábamos temprano a fin de no perdernos los preliminares. A veces algunos terminaban siendo más movidos y emocionantes que los de fondo. Pero el plato fuerte estaba siempre por supuesto en el restaurante “5-0”: frejoles con seco de res, salsa criolla y chicha morada.
Después que el árbitro expulsó a Velásquez, el estadio empezó a venirse abajo. En la cara de los policías, pertenecientes al batallón de la guardia de asalto, se adivinaba un nerviosismo que rápidamente me contagió. Mi papá me alentaba a no dejar pasar ni un detalle de lo que estaba sucediendo. Pero yo estaba ya muy compungido. El zapateo masivo en las tribunas me hacía pensar que en cualquier momento podía desencadenarse una verdadera catástrofe.
El reportaje de televisión sobre la tragedia de 1964, durante un partido que enfrentaban Perú y Argentina, donde centenares de personas perdieron la vida por un incidente menor ocurrido en la cancha, que de pronto se transformó en un maremágnum entre los aficionados y acabó aplastando a muchos contra las puertas cerradas de metal en su ruta de escape, cobró actualidad en mi memoria.
Levanté la vista al cielo en un intento de respirar aire puro. Fue entonces cuando el techo se desprendió de su base, cayó en bloque sepultando la zona alta, dio luego un vuelco completo rebotando sobre los espectadores de intermedia para precipitarse finalmente encima de los hinchas que ocupaban la parte baja. Una demolición absoluta. Ni un solo vendedor de maní quedó en pie. Las graderías repletas de cáscaras y cadáveres.
—¡Despierta, hijo! —gritó mi papá, sacudiéndome la cabeza.
Lo primero que advertí, al volver en mí, fue otro cabezazo. Digo, más bien, una cabecita. Terrible, desafortunada, infeliz. Porque fue involuntaria. Fernando Cuéllar colgó de la manera más espectacular a Humberto Horacio Ballesteros con ese pase de cabeza hacia atrás. La intención fue buena –dejar la pelota lejos del alcance del delantero contrario-, sólo que lo hizo con los ojos cerrados. Entonces le salió un autogol de antología. Si hubiera pertenecido al equipo rival hubiera sido un golazo.
Poco a poco me fui calmando. Las multitudes siempre me han atemorizado. Sentirme en medio de ellas inmediatamente me hace pensar en desastres. Éste no era uno tan grave todavía, pero le estaban ganando 1-0 a mi equipo y no se habían cumplido aún ni siquiera 15 minutos de juego. Además Alianza tenía un jugador menos desde el principio y la “U” venía de ser sub-campeón de la Copa Libertadores.
Soy crema de corazón. Me hice hincha de Universitario viendo jugar al extraordinario plantel de 1972. Al año siguiente la formación seguía siendo prácticamente la misma. En ella destacaban y alternaban Humberto Horacio Ballesteros, Luis Rubiños, Eleazar Soria, Fernando Cuéllar, Julio Luna, “El Granítico y Gran Capitán” Héctor Chumpitaz, Carlos Carbonell, Miguel Ángel Bustos, el uruguayo Rubén Techera, “El Cachorro” Hernán Castañeda, “El Colorado” Luis Cruzado, “El Jet” Juan José Muñante, “El Trucha” Percy Rojas, Oswaldo “Cachito” Ramírez, “El Loco” Héctor Bailetti y “El Ciego” Juan Carlos Oblitas. Afortunadamente esa tarde el equipo reaccionó y terminó volteando el partido. Inolvidable cuadro de la “U”.
Hoy en día, en cambio, en cuestiones de fútbol veo que un mínimo interés incluso es demasiado. Al parecer lo único que funciona bien es la indiferencia absoluta. Así como no tenemos auténticos artistas cómicos –sólo hombres y mujeres desinhibidos que carecen de escrúpulos para hacer el ridículo frente a un montón de gente- tampoco nuestros futbolistas merecen llamarse de ese modo. Se trata en gran medida de una mentalidad y una actitud nacional. ¿Qué es lo que proclaman por todos lados, sin un ápice de vergüenza, nuestros políticos, empresarios, padres de familia, amas de casa, maestros, policías, jóvenes, adultos, periodistas, artistas, deportistas? Mejor que hagamos poco, que pensemos en chico, porque somos pobres y carecemos de recursos. Somos un país de egoístas e indiferentes. Es muy difícil que algo, cualquier cosa, prospere en medio de un clima mental y emocional de esta naturaleza. Yo mismo me siento muchas veces como el campeón del fútbol peruano: dominante en el plano doméstico, pero insignificante en el ámbito exterior. Destaco en el medio nacional, pero en el internacional soy objeto de burla.
“Las cosas que no te generan paz son justamente las que no necesitas”, declaró tiempo atrás, increíblemente, una ex vedette y posterior animadora de televisión. Aplicado al fútbol, eso significa que ya ni siquiera molesta que la selección pierda. No importa. Simplemente desapareció el interés. Espero los partidos para no verlos. Llegado el momento, busco la forma de encontrar algo diferente y productivo que hacer en vez de sentarme frente al televisor. Los futbolistas peruanos son tan o más buenos que cualquiera en el mundo, sólo que la falta de autoestima y el complejo de inferioridad superan largamente al talento. La consecuencia es un inquebrantable espíritu de derrota reinando en su interior. No es incomprensible, bajo estas condiciones, que sean capaces de hacer maravillas con el balón en sus pies y conseguir resultados aparentemente inalcanzables cuando nada se espera de ellos, pero cuando todas las esperanzas caen sobre sus hombros –justamente a causa de sus descuellos anteriores- lo único que atinan a hacer es demostrar con descaro su eminente incapacidad física, intelectual y emocional.
La ansiedad sólo se neutraliza con serenidad. Ningún buen resultado se puede obtener actuando bajo el imperio de la desesperación.
Un comentarista dijo durante la transmisión de un partido: “El desorden normalmente no es efectivo”. Sin querer –estoy seguro-, estableció un principio de vida. El estado ideal para nuestros futbolistas es la humildad. De ese modo pueden hasta romper los esquemas y tener libertad para improvisar. La improvisación, aunque parezca contradictorio, es también una premeditación, sólo que acelerada, violenta y luminosa. No es en ningún caso algo que se hace por hacer (o que se dice por decir). Es por eso que sólo improvisan los mejores. En ese sentido, nuestros futbolistas no necesitan entrenadores, estrategas o directores técnicos sino líderes espirituales que los guíen en el camino y les enseñen cómo adoptar una actitud triunfadora en las situaciones adversas.
Mientras nuestros clubes profesionales se pelean por contratar al jugador extranjero más desconocido, tal vez nuestros dirigentes podrían esforzarse por estimular en nuestros jóvenes deportistas un toque de originalidad; el sello del genio que llevan dentro.
Deporte
Los equipos peruanos y su participación en la Copa Mundial de Clubes
La historia de los equipos peruanos en la Copa Mundial de Clubes es una historia de esfuerzo y dedicación.

En el ámbito del fútbol internacional, la Copa Mundial de Clubes se ha convertido en un escenario prestigioso donde equipos de todo el mundo compiten por el honor y la gloria. Para los equipos peruanos, este torneo representa una oportunidad única de medir su talento frente a clubes de renombre mundial. Aunque la participación de los equipos peruanos ha sido limitada, su presencia en este torneo es un reflejo del crecimiento y desarrollo del fútbol en el país. En medio de las apuestas final mundial del clubes, los fanáticos en Perú siguen apoyando a sus equipos con fervor y esperanza. Esta pasión es un testimonio del profundo amor por el deporte que se vive en cada rincón del país.
Historia de los equipos peruanos en el torneo
La historia de los equipos peruanos en la Copa Mundial de Clubes es una historia de esfuerzo y dedicación. Desde que el torneo comenzó a ganar popularidad, los clubes peruanos han buscado formas de calificar y representar a la región. Aunque no han sido muchos los equipos que han logrado llegar a este escenario, aquellos que lo han hecho han dejado una marca importante. Uno de los momentos más destacados fue cuando un club peruano logró llegar a las etapas finales del torneo, sorprendiendo a críticos y aficionados por igual. Este tipo de logros no solo elevan el perfil del fútbol peruano a nivel internacional, sino que también inspiran a las futuras generaciones de jugadores a alcanzar nuevas alturas.
Principales logros de los clubes peruanos
Los equipos peruanos han tenido sus momentos de gloria en la Copa Mundial de Clubes. A pesar de la feroz competencia, han logrado destacarse en varias ocasiones. Uno de los logros más memorables fue cuando un equipo peruano venció a un club internacional de renombre en un partido de alto nivel, lo que no solo elevó su reputación, sino que también trajo un sentido de orgullo nacional. Estos triunfos, aunque escasos, son celebrados con entusiasmo por los aficionados y son recordatorios del potencial que los clubes peruanos poseen. A través de estos éxitos, los equipos han demostrado que, con determinación y trabajo en equipo, pueden competir al más alto nivel.
Comparación con otros equipos sudamericanos
Al comparar a los equipos peruanos con otros clubes sudamericanos, es evidente que hay diferencias en términos de recursos y experiencia. Equipos de países como Brasil y Argentina suelen dominar la escena debido a sus extensos recursos y tradición en el fútbol. Sin embargo, los equipos peruanos han mostrado que pueden competir con ellos en el campo de juego. Aunque la brecha puede parecer grande, los clubes peruanos continúan trabajando para cerrar esa diferencia, invirtiendo en sus programas juveniles y desarrollando talento local. Este enfoque a largo plazo tiene el potencial de nivelar el campo de juego y permitir que los equipos peruanos compitan de manera más efectiva en el futuro.
Perspectivas futuras para los equipos peruanos
Mirando hacia el futuro, las perspectivas para los equipos peruanos en la Copa Mundial de Clubes son prometedoras. En 2017, por ejemplo, Perú logró clasificarse para el Mundial de Rusia. Con un enfoque renovado en el desarrollo juvenil y la infraestructura, los clubes están sentando las bases para el éxito a largo plazo. La inversión en talento local y la búsqueda de oportunidades de entrenamiento en el extranjero son pasos importantes que los equipos están tomando para mejorar su rendimiento. Además, la creciente popularidad del fútbol en Perú está atrayendo más inversiones y patrocinadores, lo que puede proporcionar los recursos necesarios para competir al más alto nivel. Con perseverancia y dedicación, los equipos peruanos tienen el potencial de dejar una huella duradera en la Copa Mundial de Clubes y continuar inspirando a generaciones de futbolistas peruanos.
La afición peruana y su apoyo en el torneo
La pasión de los hinchas peruanos se refleja en cada rincón de los estadios, donde su aliento incansable se convierte en el motor del equipo. Viajan desde diferentes partes del país, y algunos incluso desde el extranjero, con el único objetivo de ver a su selección en acción. No importa si el equipo se enfrenta a un rival difícil o si el clima no es el mejor, los seguidores siempre están allí, vistiendo con orgullo los colores rojo y blanco. Su entusiasmo es contagioso, y a menudo se dice que el apoyo de la afición es el jugador número doce en la cancha.
Deporte
La Chile de Gareca y la ‘Bicolor’ quedaron eliminados a distinta hora, pero el mismo día
Selección rescató un punto anoche contra Ecuador, pero no sirve para aspirar al sétimo lugar.

Más allá de no tener ningún vínculo contractual con Ricardo Gareca, por cosas del destino inexplicables, aún se dan situaciones que tengamos que nombrar a aquel técnico que nos llevó a un mundial luego de 36 años, pues anoche, en distinta hora y lugar del continente, la selección peruana y la chilena —del ‘Tigre’ Gareca— quedaron eliminadas matemáticamente del próximo mundial a realizarse el 2026.
En las Eliminatorias más fáciles de la historia, la ‘Bicolor’ se sitúa a falta de dos fechas en la novena ubicación, solo por encima de Chile, nuestro clásico rival, que estuvo siendo dirigida hasta anoche por el estratega argentino.
Más allá de que matemáticamente teníamos chances hasta anoche, futbolísticamente estábamos muy lejos de conseguir un boleto al denominado ‘Mundial de las tres naciones’, ya que contamos con un reducido universo de jugadores que den la talla a nivel internacional. Solo para poner un ejemplo, Ecuador, llegó anoche con una ‘constelación’ de jugadores que se encuentran en las ligas top de Europa. El solo nombre de William Pacho, defensa central de 23 años campeón de la Champions League por el PSG de Francia, es una ‘cachetada’ a nuestra realidad, pues seguimos apostando por jugadores que en su mayoría están en el final de sus carreras. Tanto física como futbolísticamente son superiores a nosotros y ayer lo demostraron jugando de visita. Mencionar a Estupiñán (27), Preciado (27), Hincapié (23), Caicedo (23), Páez (18), o el propio Pacho (23) es una demostración más que evidente que algo estamos haciendo mal desde las inferiores.
Con un núcleo de jugadores que quedó durante la era Gareca, la ‘Bicolor’ intentó jugar estas Eliminatorias a un ritmo que no corresponde, dejando pasar puntos de local. Primero con el ‘Cabezón’ Reynoso y posteriormente con el ‘profe’ Fossati, Perú terminaba cada fecha con más dudas que certezas, algunos partidos sin siquiera rematar al arco, confundidos cuando teníamos posesión del balón y desorientados porque un extremo pasaba a convertirse en mediocampista y un defensa hacía las funciones de creador.
El resultado de todo eso se demuestra en los puntos obtenidos hasta la fecha 16. De los 12 puntos que tiene Perú, 8 fueron conseguidos por los dos entrenadores; el resto, fueron gracias a los 4 partidos dirigidos por Óscar Ibáñez (1 ganado, 2 empatados y 1 perdido).
Tal parece que con el ‘Trinchudo’ Ibáñez la selección nacional recién se acomodó tácticamente, pero ya era demasiado tarde para competir a falta de tan pocas fechas. Pero más allá de haber recobrado la memoria de manera parcial, aún queda pendiente potenciar a los jugadores más jóvenes. Ver a Guerrero en la delantera resulta una sensación agridulce, pues es elogiable su empeño, pero los goles no le acompañaron al menos en esta última eliminatoria. Solo 6 goles anotados en las 16 fechas y muchos de ellos no fueron hechos por nuestros delanteros (Yotún, Callens,Araujo, Polo, Flores y Guerrero).

La situación de Chile tampoco es de las mejores. Últimos en la tabla general con un saldo de 10 puntos, 9 goles anotados y 24 en contra. Con el ‘Tigre’ Gareca, en las Eliminatorias, solo consiguieron una victoria, cuatro empates y ocho derrotas, varias de ellas en condición de local, algo impensado en años anteriores.

Pese a estar distanciados miles de kilómetros, la triste historia de Perú y Gareca llegó a su fin ayer, como si hasta ese momento el destino quisiera sorprendernos una vez más, pero esta vez de la manera más humillante y dolorosa. Atrás quedaron días de celebración, conversaciones para saber contra quienes nos enfrentaremos en el repechaje o simulaciones para conocer a nuestros rivales en la fase de grupos del mundial.
Ahora, tanto Chile como Perú, tendrán que verlo por TV.
Deporte
El joven y el mar: Raúl Vildoso corre olas de más de 4 metros en Pico Alto, marcando un nuevo récord
Promesa nacional del surf se levanta muy temprano para ir a entrenar.

Muchos extranjeros cuando vienen a nuestro país se encuentran maravillados de que nuestra capital cuente con un impresionante mar que permite a pescadores y surfistas contemplar atardeceres, gozar de sus olas, o llevarse un pan a su casa. Muchos de los foráneos asumen que todos los limeños saben subirse a una tabla de surf, pues es tan extenso su litoral que resulta impensable no aprovechar ese regalo de la naturaleza.
El joven Raúl Vildoso Yamamoto (12) es un claro ejemplo de disciplina y perseverancia, pues a su corta edad ya es capaz de correr olas de más de 4 metros de altura en Pico Alto, Punta Hermosa.
Desde muy chico, el joven surfista peruano ya se tenía propuesto superar ese impresionante récord que solo algunos pueden presumir.
Confeso admirador de tablistas como Joaquín del Castillo y Sofía Mulanovich, Raúl cuenta que tiene que levantarse bien temprano para ir a entrenar antes de acudir a su colegio.

Asimismo, la joven promesa confiesa que también practica otras aficiones como el skate y el surfskate.
Se ha preparado corriendo tabla en Kontiki, Peñascal, Santa Rosa, Punta Rocas y La Herradura; además realiza entrenamientos de apnea con Piero Saenz y de surf con Gustavo y Javier Swayne, Sebastián Alarcón y Coco Fernández, Arthur Philippi e Isao Tomatsuri, Además del deporte, el joven chorrillano gusta del arte, canta, compone, toca batería y algo de guitarra mientras cursa el primer año de secundaria en el colegio San Agustín.
Deporte
Murió el Loco Gatti: se fue el arquero que convirtió el arco en un escenario
Tras estar hospitalizado dos meses por neumonía se confirmó el deceso del arquero argentino.

Hugo Orlando Gatti murió a los 80 años. No fue un arquero más. Fue un personaje irrepetible que se animó a vivir el fútbol como un espectáculo, un hombre que saltaba al campo no solo a cuidar el arco, sino también a entretener. Murió el Loco. Pero su locura queda: su melena desobediente, su vincha eterna, su estilo de arquero-jugador que desafiaba la propia naturaleza del fútbol.
Durante dos meses luchó contra una neumonía en el hospital Pirovano de Buenos Aires. Allí falleció, acompañado por sus hijos, tras haber sufrido una caída y una fractura de cadera que complicó su salud. Se fue en silencio un hombre que hizo del ruido su forma de vivir.
Nacido en Carlos Tejedor, su historia empezó como tantas otras: un chico del interior, un sueño, y un viaje a la gran ciudad en un Rastrojero. En Atlanta lo pusieron a prueba y le hicieron 14 goles. Pero el técnico Nano Gandulla vio lo que nadie más vio: “Pibe, usted se queda”. Y el pibe se quedó.
Fue arquero de River, Gimnasia, Unión y Boca, donde alcanzó la eternidad con seis títulos, incluyendo dos Copas Libertadores y una Intercontinental. Fue también el dueño de un récord que nadie ha igualado en la primera división argentina: 765 partidos jugados. Y atajó hasta los 44 años.
Gatti reinventó el puesto. Fue discípulo de Amadeo Carrizo, pero también su hereje. Se adelantaba, jugaba con los pies, improvisaba. A veces erraba. Siempre brillaba. En tiempos de arqueros estáticos, Gatti fue movimiento. En un fútbol que tendía a la solemnidad, él fue alegría.
Su atajada a Vanderlei en la final de la Libertadores del ‘77 le dio a Boca su primera corona continental. En el amistoso ante la URSS bajo la nieve, lo bautizaron el “León de Kiev”. Era valiente, desfachatado, único. Un arquero que entendía que el fútbol debía dar algo más que un resultado: debía emocionar.
Su rivalidad con Fillol fue el duelo de dos formas de ser: el reflejo contra la intuición, el músculo contra el arte, el hombre que protegía el arco contra el que salía a conquistarlo. Ambos terminaron con 26 penales atajados, compartiendo estadísticas pero nunca estilos.
El Loco se convirtió en ícono fuera de la cancha también. Fue rostro de publicidades, pionero en la televisión, y personaje habitual del debate futbolero. Siempre con una sonrisa, siempre con una frase que descolocaba. Fue fiel a sí mismo hasta el final.
Dijo una vez: “Yo hice algo: atajé, me cuidé y sigo amando al fútbol como el primer día, pero el que decidió lo fundamental fue Dios”. Quizás por eso atajó hasta los 44. Quizás por eso hoy lo llora todo un país.
Murió Hugo Gatti. Pero en la memoria del fútbol argentino, seguirá atajando penales con una sonrisa en los labios y una vincha al viento.
Deporte
Las 5 jugadas y momentos más locos de la historia del basquetbol
Las historias del mundo del basket que nadie esperaba ver hechas realidad y encumbran la magia de este deporte.

Para muchos, el fútbol es considerado como el deporte rey. Pero hay otra disciplina que no se queda atrás ni en importancia, ni en popularidad, ni en posibilidades: el baquetbol. Es otro de los deportes más extendidos por todo el mundo, y también protagonista de algunas de las historias y momentos más increíbles que se hayan vivido en algún tipo de disciplina deportiva.
Puntos que parecían imposibles, remontadas únicas, lesiones tremendamente dolorosas. Hay infinidad de situaciones que rompieron por completo con todas las apuestas basquetbol porque eran imposibles de predecir y, para entender mejor hasta qué punto puede llegar a ser mágico este deporte, hemos recopilado las 5 jugadas más increíbles de la historia del basquetbol.
Historias imposibles del basquetbol que marcaron el deporte
Caitlin Clark es el primer nombre que hay que mencionar, porque esta jugadora hizo historia en 2021 al anotar 22 puntos en 2 minutos. Fue antes de ser jugadora de la WNBA, competición estadounidense de basquetbol femenino, y lo mejor, contra un equipo de hombres. Anotó siete triples e hizo una bandeja sobre la bocina, convirtiéndose en toda una leyenda del deporte y protagonizando uno de sus momenos más sorprendentes.
De hazañas a historias surrealistas, como la expulsión de Dennis Rodman en 1997. Fue sancionado con 11 partidos sin jugar. ¿El motivo? Darle una patada a un cámara en la ingle durante un partido contra los Timberwolves. Nadie sabe el motivo por el que lo hizo, quizá ni él lo supiera. Aunque ese año tuvo que ser complicado, porque otro jugador, Latrell Sprewell, intentó estrangular a su entrenador P. J. Carlesimo durante un entrenamiento antes de que lo detuvieran sus compañeros.
Otro momento diametralmente opuesto fue el de Isaiah Rider, quien, en un momento totalmente inesperado y a más de 7,6 metros de distancia, lanzó el balón de espaldas al aro… encestando. Logró anotar un triple sin mirar a canasta tras una jugada que fue un auténtico caos, firmando la que para muchos fue «la jugada de la década» en el basquetbol.
La última historia también es uno de esos tantos que parecen imposible, sobre todo porque se hizo desde detrás de la canasta. Finales de la NBA, 19890, Erving salta hacia canasta y se topa con Abdul-Jabbar cortándole el paso, pero en un alarde de inteligencia y de auténtica pericia con el balón, se mantiene en el aire hasta superar la canasta y lanzar su bandeja desde detrás del tablero. Anotó.
Casos como estos son los que hacen que el basquetbol sea un deporte tan especial y, en ocasiones, tan impredecible. Estos jugadores pasarán a la historia por méritos propios. Puede que a veces no por las mejores razones, pero siempre escribiendo un nuevo capítulo que quedará para el recuerdo de los amantes del deporte. Y lo mejor es que todavía hay más historias por descubrir, jugadas imposibles por ver y locuras que contemplar en la cancha.
Deporte
Perú necesita un milagro para clasificarse al próximo Mundial
La Bicolor ocupa el penúltimo puesto de los 10 que componen la tabla de la clasificación.

11 de junio de 2026. Esa es la fecha establecida para el inicio del próximo Mundial de Fútbol, que tendrá a los EE. UU., México y Canadá como anfitriones. Estamos hablando de una cita futbolística de primer nivel y que atrae la atención de cientos de millones de espectadores en todo el mundo. En el Mundial participarán los mejores equipos. Pero, desgraciadamente, parece que Perú no estará, en esta ocasión, entre ellos.
Al menos, si no ocurre un milagro, puesto que su posición en la tabla de la clasificación de la CONMEBOL no invita a soñar. La Bicolor ocupa el penúltimo puesto de los 10 que componen esta tabla. Y está empatada con la última selección, la de Chile. Para explicar parte de este escenario hay que remontarse a la primera vuelta, en la que apenas consiguió una única victoria (aunque meritoria) ante Uruguay en el último encuentro; el resto de los resultados suman 5 derrotas y 3 empates.
A siete puntos del repechaje para el próximo Mundial 2026
La segunda vuelta tampoco está resultando un camino de rosas. Y, pese a que la solvente victoria frente a Bolivia aportó algunos atisbos de esperanza, un nuevo golpe llegó hace pocas semanas ante Venezuela. Ahora toca esperar y recomponerse, puesto que hasta junio no se retomarán los cruces, que serán de vida o muerte para el conjunto que dirige Óscar Ibáñez desde febrero de este año, en sustitución de un Jorge Fossati que fue cesado, tanto por sus resultados en la Copa América 2024 como por los relativos a esta clasificación.
Analizando la opinión de las cuotas de las apuestas deportivas, está claro que Perú parece estar cada vez más lejos del próximo Mundial, pero el fútbol siempre es una caja de sorpresas y no todo está perdido. Actualmente, se encuentra a 10 puntos de la zona que clasifica directamente para la cita mundialista; pero a 7 del puesto que da opción al repechaje: un camino algo más tortuoso, pero al que hay que aferrarse, si se quiere soñar con estar presente en los estadios norteamericanos dentro de poco más de un año.
Los partidos restantes
En este momento, Perú tiene por delante cuatro partidos hasta que se acabe esta clasificación. Dos de ellos se celebrarán en junio (frente a Colombia y Ecuador) y otros dos en septiembre (frente a Uruguay y Paraguay). Son 12 puntos vitales para las aspiraciones de la Blanquirroja, que ahora mismo pasan por robarle el puesto a Venezuela, quien se encuentra en esta preciada posición y que, paradójicamente, fue el conjunto que derrotó a los de Ibáñez recientemente.

El equipo, por supuesto, necesita rearmarse, tanto a nivel táctico como psicológico, para afrontar estos partidos. Por otra parte, la primera cita es contra una Colombia a la que consiguió empatar en la primera vuelta. En Barranquilla, los de Paolo Guerrero deberán tomarse el encuentro como una final, ya que este cruce, junto con el que les enfrentará a Ecuador, marcará las opciones (siempre complejas) de alcanzar finalmente el repechaje.
La historia de Perú en los Mundiales anteriores
La relación de la selección peruana con los Mundiales no ha sido, precisamente, idílica. Hasta la fecha, solo ha conseguido participar en cinco ocasiones. Eso sí, la primera coincidió con la edición inaugural, la de 1930 en Uruguay. Desde entonces, no le ha resultado nada fácil volver a competir en este gran evento. Data de 1970, en México, la segunda oportunidad en la que el equipo, confeccionado con algunos de los mejores jugadores de la historia nacional, llegó hasta Cuartos de Final.
Volvería a participar Perú en 1978 y 1982. En Argentina consiguió alcanzar la segunda fase, donde cayó eliminada ante equipos de primer nivel. En cambio, en España no pasó de la primera. Y hubo que esperar 36 años, hasta Rusia 2018, para volver a la cita mundialista, donde cayó en la fase de grupos en una pobre actuación. En caso de conseguir el milagro en los próximos meses, llegaría la ansiada sexta ocasión.
Deporte
Eliminados: ‘Vinotinto’ superó a Perú con polémico arbitraje chileno [VIDEO]
La ‘Bicolor’ matemáticamente no tiene opciones a nada, en cambio el conjunto venezolano se pone a punto del repechaje.

Ni aunque nos pongan al mejor árbitro del mundo se va a poder cambiar la realidad del fútbol peruano; esos que ahora gritan a los cuatro vientos que el árbitro chileno Cristián Garay nos robó varias ocasiones de gol, anuló un gol válido peruano y cobró a favor de Venezuela un penal inexistente, no pueden tapar el sol con un dedo. El arbitraje fue malo, sí, pero eso no significa que la ‘Bicolor’ merecía ganar el encuentro de anoche en Maturín, con ese nivel futbolístico no podemos asegurarnos que jugando un hipotético partido de repechaje ya estamos dentro del mundial.
Tanto con Reynoso, como Fossati y ahora Ibáñez la escuadra incaica no ha podido demostrar superioridad en sus partidos. Las cifras son más que evidentes: solo dos victorias contra una adormecida Uruguay y contra una Bolivia que cada que vez que baja al llano se desinfla; de ahí un empate de visita en la primera fecha ante una irreconocible Paraguay que ahora está en zona clasificatoria, y lo demás son sufridísimos empates de local. Así, futbolísticamente, no merecemos colarnos en el próximo mundial.

Por más que se insista en mantener la “fe” hacia los muchachos, hay que también ver bien con los ojos completamente abiertos. Luego de 14 partidos jugados los extremos peruanos no han sabido marcar la diferencia en las eliminatorias sudamericanas; los arranques de Polo, Reyna, Flores o Advíncula en su momento, casi siempre resultaron infructuosos. Como producto de ello solo tenemos 6 goles y recién contra Bolivia nuestros delanteros pudieron anotar un gol.
Venezuela, jugando mal pero de manera ordenada, supo sacar ventaja anoche con un penal bien o mal cobrado, eso ya es tema de otra discusión. Nuestra tarea era hacer al menos un gol, pero no pudimos. Basta de culpar siempre al arbitraje si ya sabemos que no tenemos peso desde la gerencia de Agustín Lozano y compañía. Perú siempre tendrá todo en contra, pero hay que acostumbrarnos a jugar contra cualquier tipo de obstáculos.
Los cuatro de debajo de la tabla han venido mostrando un nivel errático durante todas las eliminatorias, pero solo a Venezuela le pudo ir mejor y ahora se encuentra a un paso de la repesca, algo sumamente meritorio porque por primera vez en su historia podría disputar la etapa final del mundial.
Para la siguiente fecha doble a disputarse en junio Perú tendrá que jugar de visita ante Colombia que quiere asegurar su clasificación directa, y recibirá de local a Ecuador. Panorama difícil para los dirigidos por Óscar Ibáñez.
Deporte
Óscar Ibáñez se pone el buzo de la ‘Bicolor’ para lo que resta de las Eliminatorias [VIDEO]
FPF confirmó al ‘Trinchudo’ como entrenador interino de la selección peruana para los últimos 6 partidos de las Eliminatorias Sudamericanas.

Un ‘Trinchudo’ llegó para cuidar al moribundo. Las chances de que la selección peruana clasifique al próximo mundial son remotas, y a pesar de que matemáticamente se puede hablar de un hipotético repechaje es mejor no ilusionar a la fanaticada con resultados utópicos, como que la ‘bicolor’ salga a meter 10 goles a su rival de turno, o que uno de sus juveniles explote futbolísticamente y termine jugando en el Real Madrid. Para humo ya hubo bastante con el ‘Nono’.
Óscar Ibáñez, ex portero de la selección y de Universitario y Cienciano del Cusco, será el nuevo entrenador interino de la escuadra incaica para lo que resta de las Eliminatorias, así lo confirmó en un comunicado la Federación Peruana de Fútbol (FPF), recordándose que el ‘Equipo de todos’ regresa el próximo 20 de marzo a disputar un partido oficial.
Luego de varias semanas de evaluar varias alternativas tras la salida del uruguayo Jorge ‘Nono’ Fossati, la FPF eligió a Óscar Ibáñez, que tuvo como última experiencia como entrenador en Cienciano en la Liga1 2024.
Cabe destacar, que Ibáñez fue el entrenador de arqueros de la bicolor en el proceso de Sergio Markarián y Ricardo Gareca.
«Se ha designado al profesor Óscar Ibáñez, como director técnico interino de nuestra Selección absoluta, quien a partir de hoy asume con mucha oportunismo y responsabilidad, el compromiso de dirigir al equipo, en los trabajos de preparación para los partidos correspondientes a las próximas fechas, como parte del proceso de eliminatorias sudamericana para la Copa Mundial de la FIFA 2026», señaló la FPF.

Asimismo, se confirmó que el comando técnico de la bicolor será completado por Juan Pajuelo y Maximiliano Bizzio, quienes «complementarán la estrategia planteada» por Ibáñez. «Les deseamos los mayores éxitos», destacó el máximo organismo del fútbol peruano.
Los 6 partidos que restan a disputar pueden servir de prueba a los nuevos talentos de la selección peruana que no tuvieron minutos durante la dirección del ‘Nono’ Fossati, entendiéndose que puede ser una gran oportunidad para Joao Grimaldo, Piero Quispe o Maxloren Castro en explotar todo su talento en posiciones más acordes a su estilo de juego.
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