Estamos en una etapa inédita en la vida de la humanidad. No porque no haya habido pandemias, sino por la velocidad de su difusión como pandemia en sí misma y como fenómeno mediático. Si algo ha puesto en evidencia esta situación, es que, al menos hasta antes del evento, la globalización ya era cosa de la vida diaria. Sólo así se explica la velocidad en la expansión de la pandemia a prácticamente el planeta entero.
¿Era esa globalización también aplicable a lo cultural? Esa es una pregunta sumamente interesante. Al mismo tiempo que los mecanismos de la globalización esparcían el virus, los mecanismos humanos activaban la vuelta al lugar de origen como una urgencia para miles de personas en todo el mundo. Es decir que, por el mecanismo que fuese, el llamado de lo local, con sus valores culturales e identitarios, sigue siendo parte de nuestra realidad. El valor de la cultura es, sin duda, un valor de estabilidad, de seguridad, de encuentro, de sentimientos de pertenencia. Ese mismo llamado se está viviendo, poco después, en un capítulo diferente, ya no en el plano internacional, sino al interior de nuestro país: miles de inmigrantes que vivían en condiciones limitadísimas en Lima, han escuchado nuevamente el llamado del terruño, “de la sangre” si queremos ponerlo en términos más dramáticos, de lo telúrico. Eso significa que la cultura es un valor real y concreto, a partir del cual deberíamos iniciar la construcción de un nuevo mundo que no esté dominado por el consumo y las sensaciones efímeras. Y en nuestro caso, un país más solidario, donde se comprenda que las oportunidades compartidas mejoran la calidad de vida de todos. Ese es el valor que debe reconocerse en la cultura, y esa es la razón por la que un Ministerio de Cultura debe ocupar un espacio clave. De cara a la historia, siempre el sector cultura debió haber jugado un rol de fuente de valores compartidos dentro de la diversidad. De cara al presente inmediato, le correspondería al sector cultura un rol activo en la promoción cultural durante la etapa del encierro que haga productivo el tiempo de las grandes mayorías, pero que también signifique un mensaje de esperanza, de estabilidad emocional, de futuro. Y, justamente, de cara al futuro que se viene, el sector cultura debe ser el medio que nos anime a asumir una relación saludable y creativa con nuestro medioambiente y nuestro entorno social (físico y virtual).
Solo así superaremos los grandes retos pendientes como el calentamiento global, la pérdida de la diversidad natural y cultural, la corrupción y otros de similar magnitud que esta pandemia.
Es en torno a esa búsqueda de sentidos para la vida social que el sector cultura debe contribuir desde el Ministerio de Cultura. Es en ese contexto que el patrimonio cultural tiene sentido, que la interculturalidad es una herramienta clave para la inclusión social, que la creatividad se pone al servicio de la sociedad y que el arte forma mejores seres humanos. Todo ese poder maravilloso, del que normalmente no nos damos cuenta, está en lo cultural. Bien gestionada, la cultura es la gran herramienta para la transformación. Estando ad portas de un Bicentenario que parece condenado al oscurantismo, corresponde al Ministerio de Cultura tomar sus insumos, la cultura en sí misma y sus múltiples variantes, la creatividad, el ingenio productivo de los artesanos y tanto más, para volver a darle sentido a lo que debería ser un hito refundacional de la historia patria.
¿Se puede traducir lo antes comentado, más allá de las palabras, en políticas de gobierno?
Ese es el sentido, la razón de ser del Ministerio de Cultura y su estructura, aunque nuestro Ministerio ha estado lejos de responder al reto. No se trata de declaraciones románticas: en tiempos de coronavirus, la cohesión social que es un valor cultural, ha permitido a otras sociedades estar más alejadas de las terribles cifras estadísticas de la muerte. Cuando la sociedad responde a criterios de supervivencia y de acaparamiento, todo vale para sobrevivir. Inclusive multiplicar a niveles prohibitivos el precio del oxígeno que, hace un par de días, hubiese salvado la vida de algunos peruanos en Iquitos. En la raíz de esa conducta, hay un síntoma de un mal mayor que cualquier pandemia: la anomia social de una sociedad que no responde a valores compartidos. El Ministerio de Cultura debe asumir, aquí y ahora, ese reto.
El Bicentenario que se celebra el año 2021 será aún más deslucido de lo que se esperaba. Si para entonces, la crisis de salud ya habrá probablemente desaparecido, seguramente la económica seguirá por mucho más tiempo. Pero el Ministerio de Cultura tiene algunas herramientas para que el símbolo de los 200 años del nacimiento del Perú actual y de los al menos 5000 años de cultura que lo precedieron, lleguen a todos los peruanos, y lleguen en formato audiovisual que, en una sociedad que lee poco, es la forma más extensa de comunicación y empoderamiento.
Le corresponde al Ministerio de Cultura hacer, en los próximos meses, que la Amazonía no sea más una idea abstracta para la mayoría de pobladores de otras regiones. Que lo Aimara no nos suene tan exótico, como ajeno, cuando no lo consideramos algo simplemente discriminable (tomamos sólo dos ejemplos de extremos geográficos, pero cada uno de los puntos del territorio los tiene). Que las grandes culturas del pasado sean tema de conversación de los peruanos cuando nos sentemos a tomar un café frente a la televisión. Que el Señor de Sipán o la Dama de Cao formen parte del imaginario de nuestros niños, no como un dato histórico, sino como una narración vibrante. Que nos sintamos orgullosos de hablar de nuestro país no sólo por Machu Picchu, sino por tantos otros valores. Que los artesanos de miles de técnicas propias conozcan sus ancestros y sepan que están haciendo piezas que llevan impregnadas el espíritu de siglos de sabiduría. Y para lograrlo, Internet, redes sociales, televisión y radio son instrumentos redescubiertos en esta crisis como medios para educar y, aún por concretarse, para difundir la cultura.
Nosotros, desde Factor Cultura, hemos desarrollado en pocos días una plataforma internacional que ha organizado un debate internacional, con coorganizadores de México, Argentina, Italia y España y público de todos los países de América. Ahora se está convirtiendo en una plataforma de oferta formativa permanente. La experiencia es posible y cercanamente realizable.
¿De qué sirve eso en tiempos de crisis? ¿Qué utilidad tiene todo lo anterior en la lucha contra el coronavirus? Nos da sentido de vida, de pertenencia, de compromiso. Es la falta de esos sentidos la que nos ha llevado a ser un país con reservas y encajes bancarios razonablemente fuertes, que permiten ciertas prestaciones sociales en esta crisis, pero con niños que siguen asistiendo a colegios a punto de colapsar u hospitales donde los aparatos de punta no funcionan porque alguien los malogró para alquilar, a precios increíbles, los de un centro privado.
Y ¿Cómo se hace? Los antropólogos tendrán muchas respuestas sobre las formas adecuadas de hacer lo anterior. Los creadores audiovisuales sabrán traducirlo al formato adecuado. Los medios de difusión seguramente comprenderán la importancia de contribuir a un proyecto de esa naturaleza. Las condiciones no van a permitir que el calor humano desborde en las calles por mucho tiempo, la cultura puede hacer que ese calor llegue hasta nuestros hogares. Pero, sobre todo, los pobladores comunes y corrientes, si se sienten tocados por su cultura milenaria, sabrán convertirse en factores de desarrolle que catapulten, por fin, a nuestro país, a los niveles de desarrollo sostenible e inclusivo que el corresponden.
No se trata de grandes realizaciones cinematográficas. Hoy en día hay muchos medios alternativos que dan lugar a producciones marcadas por su componente humano. Pero además existe un capital humano riquísimo en el sector cultura, un capital humano que ve como su esfuerzo de años de hacer cultura desde la sociedad civil se desvanece y que, con una convocatoria de esta naturaleza podría tener un espacio para seguir creando, produciendo y recibiendo ingresos. Porque esto se podría promover a nivel de las pequeñas localidades, de los municipios distritales y provinciales, de las universidades y centros de formación, y de las diversas organizaciones culturales y actores de la cultura que en ellas conviven. Hoy, más que nunca, necesitamos de una sociedad que crea en sí misma.
¿Cómo podría financiarse una empresa de esta naturaleza? Primero, el Estado tendrá que jugar un rol básico y articulador. Pero, por ejemplo, las universidades con sus facultades de arquitectura, botánica, arqueología, historia, artes, etc., pueden ser las garantes de los contenidos. Que sean nuestros profesores conocedores los que orienten los contenidos, y los creativos los que los conviertan en formatos atractivos, auténticos, de calidad. Los artesanos y pequeños empresarios textiles pueden proveer los trajes que se requieran. Las ciudades y los pueblos serán redescubiertos como escenarios de la vida cultural. Cuando se convoque a su creatividad, seguramente los jóvenes encontrarán medios de superar las trabas que la iluminación o la acústica representen. Cada municipio puede ser proveedor de ambientes, insumos, y los recursos que se requiera. Y dónde no los haya, nuestros emprendedores los harán aparecer.
El Sector Cultura tiene una capacidad económica mucho mayor que las cifras de su partida presupuestal, siempre escueta. Si sabe convocar al imaginario popular, multiplica sus posibilidades con el aporte de muchos. Bien planteado, al proyecto se sumarán empresas que requieren fortalecer su imagen (y responder a valores), organismos de la sociedad civil, fundaciones, colegios profesionales, gobiernos locales…
Una piedra angular de lo que se ofrezca tiene que ser el patrimonio cultural. Que no suene a algo lejano, a algo para turistas, a capricho de pocos. Hay que hablarle a cada quien, del valor de la plaza, del arco, del monumento, de la casa tradicional de su propio pueblo. De la raíz profunda de sus platos típicos. De la huaca del antiguo poblador y como, a partir de ahí, se explica lo que cada uno de nosotros come, la forma en que baila, las relaciones humanas. Porque son procesos que subyacen en el subconsciente social que atraviesa los siglos. Ese es el sentido del patrimonio.
Y a partir de ello, el patrimonio tiene un sentido práctico. Nos recuerda todos los valores antes comentados cada vez que pasamos al frente de la iglesia, bajo la sombra del balcón republicano, cerca a la antigua y misteriosa huaca. Los hace palpables, cercanos, nuestros. Y cuando los símbolos son apropiados por la sociedad, el sentido del bien común tiene como consecuencia el crecimiento económico estable y saludable que todos deseamos.
El patrimonio tiene que entenderse como factor de inversión y no como una carga, Para ello, al mismo tiempo que posicione los valores simbólicos del patrimonio en un programa que tenga como razón el Bicentenario, es necesario desarrollar una comprensión integral del territorio. Cuando lo vemos como un todo con valores, entendemos la importancia de preservar los bienes que mantienen viva la memoria de esos valores. Son signos que otorgan calidad al paisaje y a la vida. Para ello debe pensarse a futuro que ningún proyecto de infraestructura tiene porqué colisionar con el patrimonio. Existen formas adecuadas de solucionar cualquier encuentro entre una obra y un espacio cultural. El ejemplo que nos gusta dar es que, si el trazado de la carretera evita dañar el sitio arqueológico, lo puede incorporar como un valor agregado conectando más puntos del territorio. Por ejemplo, construyendo el mirador donde el viajero pueda detenerse y descubrir la historia del lugar. Con los beneficios económicos que ello implica para el poblador local.
En estos días de cuarentena, un fenómeno socialmente nefasto y triste nos demuestra el nivel de desarraigo que tenemos hacia el patrimonio: se han multiplicado las invasiones y los daños a lo largo del patrimonio cultural. Pese a que se ha dado una adecuada normativa para la respuesta ante estos casos, no se aplica. Nuevamente nuestro ente gestor de la cultura, desaparece bajo una capa de lenidad y burocracia incapaz de realizar los esfuerzos que las circunstancias demandan. Evidentemente la respuesta inmediata y contundente del Estado se hace necesaria en las condiciones actuales. Pero si logramos colocar, como decíamos, en el imaginario popular los valores del territorio inmediato, veremos cómo la sociedad es el verdadero protector efectivo del patrimonio. Como lo ha demostrado ya tantas veces.
No nos olvidemos del turismo. El patrimonio aprehendido por el poblador local multiplica sus posibilidades de convocar al turista pues más allá de la información, se presenta ante sus ojos un proceso cultural de miles de años, apreciado y vivo hoy en día. Es lo que han logrado los gestores de numerosos proyectos arqueológicos en el norte peruano. Proyectos como los del Señor de Sipán y el museo en Lambayeque, Túcume y sus pirámides, Cao y El Brujo, las Huacas del Sol y de la Luna, Chankillo y otros más. Gracias a sus logros, el norte peruano se ha dibujado en el plano del turismo mundial. Tenemos además el Gran Qhapaq Ñan, con un potencial integrador gigantesco, y ya en parte demostrado por el programa ministerial, ese camino que es una red vertebradora del territorio patrio y de gran parte del subcontinente. Desde el patrimonio, tenemos recursos con un amplio margen para el crecimiento sostenible. Pero es necesario que desarrollemos programas que prevengan los riesgos que el turismo representa. Que convirtamos la visita al Perú en una experiencia cultural intensa y enriquecedora, no en el recorrido por un territorio exótico donde se pueden hacer fotos y divertirse. Somos mucho más que eso.
Tengamos claro, también, que el mundo poscoronavirus exigirá un turismo auténtico y sostenible.
De cara a lo que sigue del Siglo XXI, el sector cultura y el Ministerio que lo rige, debe jugar su rol esencial en la construcción de un país viable y estable, de encuentros y visiones compartidas, que ofrezca al mundo el rostro de su patrimonio recuperado como valor diferencial que nos dé presencia con luz propia en el escenario global. Ese es el gran reto que debería asumir el Ministerio de Cultura, su gran posible aporte para un siglo XXI sostenible, auténtico y humano. Y, en lo inmediato, para un Bicentenario que pueda entenderse como un positivo punto de inflexión en la historia patria.
Nota: El autor del artículo, durante su presidencia en ICOMOS Perú y como activo gestor cultural, ha desarrollado actividades interesantes, parte de las que se reflejan en estas fotos.
Vuelo retrasado. El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) informó que la nueva fecha para la inauguración del nuevo aeropuerto Jorge Chávez está prevista para el próximo 30 de marzo, mencionando además los motivos de esta reprogramación.
“De acuerdo con el contrato se había previsto que el 29 de enero se diera esta inauguración; no obstante, ha habido retrasos que podrían considerarse una atención especial para revisar esta fecha. Reitero, el aeropuerto solo será inaugurado cuando tengamos absoluta certeza de que todas las prácticas, seguridad del aeropuerto y operaciones estén al 100 % certificadas», explicó el primer ministro Gustavo Adrianzén durante una conferencia de prensa.
Al respecto, el premier reconoció que el nuevo terminal aéreo presenta demoras en los trabajos, por lo que el MTC, en coordinación con Lima Airport Partners (LAP), publicó este comunicado a través de las redes sociales.
Asimismo, se dio a conocer que se llegó a este acuerdo luego de sostener una reunión con los representantes de la comunidad aeronáutica: LAP, la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (AETAI), la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), el Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositran) y la Autoridad de Transporte Urbano (ATU), entre otros actores.
“Iniciar operaciones en un aeropuerto es un proceso complejo. Por ello, la estrategia de apertura será cuidadosamente coordinada entre LAP, la DGAC del MTC y la comunidad aeroportuaria. La próxima semana, en coordinación con el concesionario y todos los actores involucrados, se decidirá si el inicio de operaciones del nuevo aeropuerto se realizará en fases o de manera integral.”, destacó Raúl Pérez Reyes, titular del MTC.
Por su parte, el gerente general de LAP, Juan José Salmón, sostuvo que «este cambio nos permitirá avanzar con el proceso de puesta en operación y marcha blanca, con la finalidad de que todos estemos listos para el inicio de las operaciones en el nuevo aeropuerto. El trabajo articulado será clave en estas últimas semanas y el compromiso conjunto del sector que garantizará una mejor experiencia para todos los usuarios del aeropuerto».
Si no piensas como yo eres retrógrado, cucufato, ‘facho’, fascista, anticuado, conservador, discriminador, y cualquier otro calificativo que aluda al ciudadano del siglo veinte y anteriores. Al contrario de ello, lo transgresor, cuestionador, libre de prejuicios, ‘Open Mind’, sin credos, ataduras, o pensamientos políticos de derecha, te abren las puertas inmediatamente al espacio de las nuevas generaciones, esas mismas que salen a “luchar” desde las redes sociales cambiando su foto de perfil con un icono o bandera de una nación vulnerada.
En su sentido más literal ‘Woke’ significa en inglés despertar y su aparición se dio en la comunidad negra de los Estados Unidos de la década de los sesenta del siglo pasado. Para ellos estar woke era estar alerta a las injusticias sociales, sobre todo el racismo en ese país.
Décadas después el término cobró nuevamente importancia con el movimiento Black Lives Matter, quienes condenaban la fuerte represión hacia los afrodescendientes, pero no solo reprochando el racismo, sino dotando al término un significado más amplio, el cual abarcaba temas sociales y políticos.
En estos últimos años esa definición fue recibiendo a feministas, minorías étnicas, personas pro aborto o comunidades LGBT que se sienten en un segundo o tercer plano en la sociedad, reclamando un espacio para ellos.
Para muchos ser ‘Woke’ puede ser motivo de orgullo, pues se autocalifican como los paladines de la justicia y la verdad, sin embargo, recaen en el mismo error de tantas ideologías en el pasado, la cual es imponer “su verdad” sobre los demás. Las personas woke se creen moralmente superiores y terminan colocando su ideología progresista en todas partes, sea la televisión, las escuelas, las universidades, el cine, la literatura, o cualquier otra manifestación cultural.
De estar en desacuerdo con ellos inmediatamente uno es catalogado como misógino, transfóbico, homofóbico, racista, o incluso ‘gordofóbicos’. Muchas empresas o gobiernos terminan cediendo a eso que consideran como “renovación”, dándose el fenómeno denominado como “inclusión forzada”, la cual se puede ver, por ejemplo, en las industrias del cine o la televisión, o incluso en instituciones del Estado. Como consecuencia de ello, se observa a personas que no encajan en ese ambiente, a veces reduciendo su productividad o la calidad de un despacho u oficina.
El movimiento woke también se caracteriza por ser extremadamente sensible a las opiniones que no se ajustan con su pensamiento, criticando a los demás por no mostrar empatía o afinidad, creando un espacio entre ellos y el resto del mundo, ese del que están dispuestos a convertirlos a su imagen y semejanza.
“María Maricón”: si no piensas como yo eres anticuado
Recientemente se ha hecho conocida una obra teatral titulada “María Maricón”, en donde el director busca a través de un afiche “deconstruir” la imagen de la Virgen María, figura santa para el catolicismo y millones de creyentes alrededor del mundo. Para el autor, buscaba a través de sus experiencias personales dotarle de un simbolismo atípico y transgresor a la figura de la Madre de Dios, hecho que provocó la incomodidad de millones de peruanos, así como de la propia Iglesia Católica peruana y de las más altas autoridades del país.
El argumento principal de los defensores de la obra de teatro era la libertad de expresión y que el arte funciona cuestionando a la sociedad, indicando que no se trataba de una falta de respeto a la imagen de la Virgen María, sino que era solamente una visión distinta, adoptada por el autor, de ella como un hombre que se identifica como mujer.
A todos los que no comulgan con su propuesta son tachados de cucufatos, conservadores o anticuados, pero ¿qué tiene de malo con ello? Así como muchos de ellos exigen respeto, también deberían de considerar que muchos ciudadanos prefieren y se sienten plenos en su fe. Empatía desde todos los lados, ¿no?
Queda claro que la evolución significa movimiento y que ninguna persona o pensamiento es el mismo de hace diez, veinte o cien años, pero ese proceso debería de darse de manera fluida y natural, y no forzada e impuesta por grupos minoritarios, sino aquellos estarían pasando de ser oprimidos a opresores, continuando así una eterna rueda sobre quién tiene o no la razón.
En este mundo de diversidades lo más sensato es dejar que todos se sientan libres de desarrollarse como personas, pero sin ofender las creencias de los demás, por más que no nos gusten o veamos como desfasados.
De aquí por allá. Era el año 2003 y el alcalde de Lima era Luis Castañeda Lossio, quien decidió retirar la estatua ubicada en la intersección del jirón de la Unión con el jirón Conde de Superunda, al costado de Palacio de Gobierno, para que posteriormente sea colocado un año después en el Parque de la Muralla.
La estatua, donada por la viuda del escultor estadounidense Charles Cary Rumsey, fue en un principio colocada en la Plaza Mayor, pero fue retirada debido a las quejas de la Arquidiócesis de Lima en 1952.
Ahora, conmemorando los 490 años de la fundación de Lima, dicha escultura elaborada en bronce será colocada en el pasaje Santa Rosa, cerca de la Municipalidad de Lima.
Como ya se indicó la estatua de Francisco Pizarro por varios años se encontraba situada en el Parque de la Muralla, pero el paso continuo de los trenes terminó afectando la escultura, provocando fisuras. Es así que Pro Lima vio conveniente moverla de sitio.
Según el Plan Maestro del Centro Histórico de Lima. «La escultura de Pizarro no estaba ubicada correctamente, parecía que se intentaba ocultarla. Lo que buscamos es devolverle el lugar que le corresponde, en el corazón de la ciudad», afirmó Luis Martín Bogdanovich, gerente de Pro Lima, para la Revista Cosas.
Por su parte, el monumento wanka a Taulichusco, último gobernante inca del Valle de Lima, regresará a su ubicación original, al lado del Palacio de Gobierno, luego de haber sido recolocada en 1996.
La representación wanka retorna a su ubicación que ocupó en 1985, cuando fuera inaugurada por el entonces alcalde limeño Alfonso Barrantes. La reubicación de este monumento no solo tiene un valor histórico, sino que también resalta el mestizaje y la fusión cultural que han dado forma al Perú. «Es un abrazo simbólico entre dos culturas, un reconocimiento a nuestra identidad mestiza, sin renunciar a ninguna de nuestras raíces», agregó el arquitecto Bogdanovich.
Este traslado simbólico no solo se trata de reubicar dos monumentos, sino de reafirmar el reconocimiento de la historia y el mestizaje que definen a la nación peruana. «Lo que aspiramos como nación es reconocernos en nuestra diversidad cultural, en la fusión de nuestras raíces», concluyó el gerente de ProLima.
El dato:
La develación de ambos monumentos será durante las celebraciones por los 490 años de fundación de Lima.
A principios del año 2022 se produjo un desastre natural en las playas de ventanilla que se extendió por gran parte del litoral del norte chico. Tres años atrás, un 15 de enero, aproximadamente 12 mil barriles de petróleo se derramaron ocasionando incontables pérdidas en la fauna marítima, así como el cese forzoso de las jornadas de los pescadores artesanales, quienes dependen económicamente de la pesca y el comercio.
Pescadores artesanales vienen denunciando que pese a que pasó tres años de ese desastre aún Repsol, empresa responsable, no viene cumpliendo con todos los compromisos pactados.
Según denunció Luis Díaz, representante de este sector, miles de afectados aún no han recibido una indemnización debido a irregularidades en el empadronamiento realizado tras el desastre ambiental.
Luis Díaz señaló que, pese a los esfuerzos iniciales, solo 10,500 personas fueron identificadas como afectadas y recibieron algún tipo de reparación económica. Sin embargo, destacó que el trabajo realizado por las autoridades fue insuficiente, dejando fuera a más de 28,000 personas que protestaron para ser incluidas en el registro.
“Desde que ocurrió este derrame, el Gobierno intentó empadronar, pero hubo un mal trabajo. Esto permitió que muchos afectados quedaran fuera de las listas y no recibieran ninguna indemnización. Además, las municipalidades encargadas de esta tarea incurrieron en prácticas corruptas, priorizando a personas cercanas a sus círculos en lugar de atender a los verdaderos damnificados”, afirmó Díaz en declaraciones a RPP Noticias.
Además de las fallas en el proceso de registro y compensación, Díaz expresó su preocupación por la ausencia de medidas para rehabilitar el ecosistema marino dañado. Según denunció, la empresa responsable aún no ha presentado ni implementado un plan de rehabilitación ambiental, mientras el Gobierno no ejerce la presión necesaria para garantizar esta acción.
“El mar sigue contaminado, no hay un plan de rehabilitación y el daño sigue presente. Ha habido malas negociaciones y contratos, lo que afecta tanto a las personas como al medio ambiente”, señaló.
Vade retro. Nuestra Constitución de la República de 1993 indica en su artículo 50 que el Perú es un Estado laico, pero en la práctica casi el 70% de sus habitantes responde al catolicismo cuando se le consulta si profesa algún credo. El grueso de esa población corresponde a personas mayores de 40 años a más, sin embargo, existen muchos jóvenes que sienten gran admiración por la obra en vida de Jesucristo, así como de todos los santos.
La obra “María Maricón”, prevista a estrenarse el 30 de enero, terminó siendo cancelada luego que se difundiera un afiche representando a la Virgen María como un hombre homosexual, cosa que no fue bien tomada por el sector más conservador de la Iglesia Católica en nuestro país, así como de la Universidad Católica, casa de estudios de los alumnos de Artes Escénicas que iban a representar esa puesta teatral.
En similar descontento también alzaron su grito al cielo autoridades como el burgomaestre limeño Rafael López Aliaga, quien no dudó en calificarla como una ofensa directa hacia la imagen de la Virgen Santísima.
Asimismo, el Ministerio de Cultura (Mincul), ente encargado de otorgar el permiso como evento cultural no deportivo, también salió a pronunciarse, condenando a aquellos funcionarios que no revisaron bien los permisos otorgados, anunciando que se tomarán “medidas correctivas” por lo que consideran un atentado contra la imagen de la Madre de Jesús.
En su pronunciamiento, Mincul indicó que rechaza el contenido de la Resolución Directoral N° 001324-2024, la cual fue expedida por la Dirección General de Industrias Culturales y Artes de su jurisdicción. Esto se debe a que la puesta en escena recibió la calificación de «espectáculo público cultural no deportivo«, mismo que fue autorizado por la referida sede.
La cartera encabeza por el ministro Fabricio Valencia reveló que dicha resolución ha sido suscrita por la directora general de Industrias Culturales y Artes, sin conocimiento del Despacho Viceministerial de Patrimonio Cultural ni del Despacho Ministerial. Por ello, garantizó que evaluarán las decisiones a tomar frente a lo que podría considerarse una falta a sus normativas internas.
Por último, invocan al respeto por los símbolos religiosos que son considerados «patrimonios de nuestro país». Además, se refirió al título que recibió la obra y la imagen el afiche, advirtiendo que catalogar a la Virgen con la figura de un varón estaría atentando contra los elementos de la fe católica.
¡Grito al cielo! Que una universidad que se pone delante de su puerta de ingreso “Católica” permita que alumnos de la Facultad de Artes Escénicas tomen tan a la ligera el sagrado nombre de la Virgen María es de por sí una incongruencia tan grande como su campus.
Y sí, la obra teatral “María Maricón” a estrenarse este jueves 30 de enero en el “24 Festival Saliendo de la Caja” de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) viene ocasionando que miles de creyentes católicas salgan a criticar esa puesta calificándola de “blasfemia” por querer otorgarle un significado distinto a la imagen de la Virgen María, la misma que está descrita en las Santas Escrituras.
Esa obra teatral, dirigida por Gabriel Cárdenas Luna y producida por Kathia Espinoza, ha puesto nuevamente en la mira a esa universidad privada que desde hace muchos años aún ostenta el título de Pontificia, pero que en la actualidad poco o nada queda de su identificación con la Iglesia Católica.
Esa casa de estudios se jacta de enseñar la libertad de expresión y la tolerancia, pero al parecer se olvidaron del respeto irrestricto hacia las figuras religiosas, así como las creencias de los demás que tiene como figuras inmaculadas tanto a la Virgen Santísima como a los demás santos.
Para variar, la PUCP está promoviendo a un grupo de perturbados pervertidos lgtv, que lanzarán una "obra" burlándose de la Santa Virgen María, todo el tiempo piden respeto, pero se burlan de la fe Cristiana Católica. ¿No creen que ya es hora de frenar a estas porquerías? pic.twitter.com/ctOYa7WB1V
Enterado de esa terrible noticia, el burgomaestre limeño, Rafael López Aliaga, condenó ese tipo de muestras a través de sus redes sociales: “Esto es un insulto a la Iglesia Católica y a los millones de católicos en el Perú y el mundo. ¿Qué de católica tiene esa universidad? Deberían quitarle el nombre. El colmo”.
Similar reacción la tuvo el Centro de Estudios Jurídicos Santo Tomás, señalando que tomar de manera tan irresponsable el nombre de la Virgen María contraviene la Ley de Libertad Religiosa (Ley 29635).
Por su parte, la congresista Patricia Chirinos fue un paso más adelante, responsabilizando al titular del Ministerio de Cultura (Mincul), Fabricio Valencia, por autorizar la obra vejatoria.
“Solicito al Congreso cite de URGENCIA al ministro de Cultura Fabricio Valencia Gibaja (@MinCulturaPe) para explicar por qué autorizó la obra “María Maricón”, un ataque descarado contra la fe católica y los valores que nos definen como nación. No se puede permitir este tipo de atropellos contra nuestra identidad”, escribió la legisladora en su cuenta de X.
Hasta el momento la PUCP no ha emitido ni un comunicado aprobando o reprochando esa muestra teatral. Se espera un pronunciamiento de sus máximas autoridades, así como del gran canciller Carlos Castillo Mattasoglio.
Contraloría alerta posibles inundaciones en quebrada Huaycoloro
ANIN no concreta retiro de cruces vehiculares en zona del proyecto para solución integral de la quebrada Huaycoloro en el distrito de Lurigancho-Chosica
La Contraloría General de la República advirtió que la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN) no ha gestionado de manera efectiva el retiro de cruces vehiculares sobre el cauce de la quebrada Huaycoloro, en el distrito de Lurigancho-Chosica, que afectan la ejecución del proyecto de protección ante inundaciones y movimiento de masas (rocas) en esa zona, por lo que existe incertidumbre sobre la fecha de culminación de este importante proyecto que busca proteger a los habitantes de áreas aledañas ante la ocurrencia de huaicos.
Según información de Invierte.pe, el presupuesto viable del proyecto es de S/ 320 128 339.00 y, posteriormente, se actualizó al 22 de noviembre del 2024 a S/ 586 414 410.88. El incremento de la inversión obedece principalmente al mayor costo en la construcción de muros de concreto para la parte baja de la quebrada e incrementos en los costos del diseño (expediente técnico) y de la gestión del proyecto, que se ejecuta bajo la modalidad de contrato de Estado a Estado y fue suscrito el 16 de mayo de 2022 con un contratista chino. Los trabajos debieron estar culminados el 27 de octubre del 2024 pero el contratista ha propuesto a la ANIN extender ese plazo hasta el 1 de abril del presente año, aspecto que se encuentra en evaluación por parte de dicha entidad.
En el Informe de Hito de Control N° 28461-2024-CG/MPROY-SCC, cuyo período de evaluación fue del 28 de octubre al 22 de noviembre de 2024, se señala que el contratista había alertado la presencia de tres cruces vehiculares desde el 7 de setiembre de 2022 y que estos obstruyen la continuidad del cauce de la quebrada Huaycoloro por estar a un nivel superior respecto al eje del cauce. A la fecha, solo uno de esos cruces, denominado Badén Canoas, ya fue retirado para continuar con los trabajos.
Según el contrato de la obra, la ANIN debe permitir al contratista acceder al sitio de todas las obras proyectadas para ejecutar la canalización completa sin interrupciones, y ello involucra el retiro de los cruces vehiculares para que se puedan ejecutar las obras faltantes, lo cual no ha ocurrido totalmente al cierre del informe de control (22 de noviembre de 2024).
Personas afectadas por los huaicos en años anteriores.
Implicancias sociales
Al respecto, el contratista informó que la demolición de los cruces vehiculares tiene muchas implicancias sociales. En el caso del cruce vehicular n.° 1 (Badén Petramás) podría generarse un conflicto con una empresa privada, aunque las autoridades del AA.HH. Santa Rosa de Huaycoloro lo consideran positivo, ya que reduciría la contaminación ambiental y sonora, ya que transitan vehículos pesados y autos particulares. Mientras que el cruce n.° 3 (Badén Cadenas) tiene la mayor cantidad de transporte público debido a que conecta a los ciudadanos de ambas márgenes de la quebrada Huaycoloro.
En este escenario, se ha tomado conocimiento que la Municipalidad Distrital de Lurigancho Chosica ha declarado viable a proyectos de inversión con el objetivo de dar una solución definitiva al retiro de los cruces; sin embargo, estos no se ejecutarán en el corto plazo.
Retiros frustrados
Por su parte, el contratista había programado el retiro del cruce n.° 1 para el pasado 5 de setiembre, pero no se concretó porque el personal de la empresa en cuestión paralizó dichos trabajos y exigía una marcha blanca del plan de desvíos, a lo que se suman las observaciones planteadas por la Municipalidad Metropolitana de Lima. Mientras que en el caso del cruce n.° 3, aún se evalúan alternativas de solución temporal.
Esta situación genera incertidumbre con respecto a la culminación del proyecto y eso se ve agravado por los reportes del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (SENAMHI) y del Centro de Operación de Emergencia Nacional (COEN), de que se presentarían lluvias de moderada a fuerte intensidad que activarán quebradas en varias regiones del Perú, dentro de las cuales está incluida la región Lima, donde está el proyecto de la quebrada Huaycoloro.
La Contraloría recomendó al jefe de la ANIN adoptar las medidas que correspondan para asegurar la continuidad de la obra, que tiene un avance de 92.85%, según la Narrativa de Cronograma correspondiente a diciembre del 2024, y conseguir su pronta culminación, para así proteger a la población aledaña en la quebrada Huaycoloro y evitar daños por los huaicos ocurridos durante las temporadas de lluvia entre los meses de diciembre y marzo.
De la Lima amurallada a la Lima llena de rejas, vendedores ambulantes en cada esquina, la informalidad y el desgobierno. Así con todos sus defectos uno no puede dejar de tener sentimientos para esa ciudad repleta de tanta historia y tradición que cuando se le place ofrece postales para la posteridad.
Los preparativos se vienen realizando para recibir en la Plaza Mayor a miles de ciudadanos nacionales y extranjeros que podrán disfrutar de manera gratuita una serie de espectáculos organizados por la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML).
En una publicación realizada a través de las redes sociales, el municipio limeño invita a sus habitantes y visitantes a sumarse a esta celebración. Asimismo, habrá diferentes eventos que prometen destacar la riqueza cultural de la capital, donde se pretende conmemorar su historia.
En esta ocasión, la Municipalidad de Lima ha llamado a artistas de diferentes géneros. Entre los más destacados se encuentran Daniela Darcourt, Deyvis Orosco y Armonía 10; sin embargo, también destacan grandes representantes de la música criolla.
De todo y para todos
El evento se encuentra programado para este viernes 17 de enero. El lugar elegido para que todos los ciudadanos de Lima y el Perú se puedan reunir de manera totalmente gratuita es la Plaza de Armas de Lima, ubicado en el Centro Histórico de Lima.
Asimismo, esta importante iniciará a las 3:00 p.m con un impresionante pasacalle, para luego darle paso a la exhibición caballos de paso. Finalmente, después se abrirá el telón y empezarán las presentaciones de los artistas ya mencionados.