Salim Ortiz Grandez es un artista egresado de la Escuela de Bellas Artes en el 2005, y estuvo a punto de ingresar al Senati, por encargo de su padre, para estudiar una carrera industrial. Fue entonces que al ver al resto de jóvenes vestidos con uniforme de señor municipal salió despavorido de aquella aula en pleno examen de admisión.
Desde pequeño dibujaba sus personajes, aunque desde esa aterradora experiencia de saberse en una carrera industrial, pintó su verdadera historia, y definió lo que hoy lo mantiene vivo para pintar y reírse de la hipocresía social imperante, esa que se encarga de rendirle tributos a la mentira como paradigma, y como herramienta de vida.
Sus personajes son los habitantes de a pie, que terminan abiertos por una necropsia, metaleros en plena stoneada, terroríficas muñecas en serie, bebés góticos arrojados a las alcantarillas, la colegiala rodeada de toallas sanitarias ensangrentadas, La Tomba Fénix con el orto descubierto, fetos abandonados, y también personajes de la escena política y artística mostrados en su escondida faceta. Sus soberbias pinturas realistas, y algunas hiperrealistas, (el prefiere catalogarlas como sub-realistas) que narran una y mil historias, son atrevidas, sombrías, iluminadas, nocturnas, y urbanas, que reflejan las vivencias, y los dramas que están detrás.
Salim que anda pululando por el barrunto, como buen observador de las tinieblas callejeras, y de las historias de cantina, se inspira en los personajes del populorum como él bien dice, mientras los scanea, las pendejadas salen a la luz mientras chupan frente a la rockola de un maloliente bar de centro de Lima, y esos partners de la chupandanga luego acabarán plasmados en un insolente lienzo.
Así, se burla de las galerías nice del circuito Miraflorino y Sanisidrino, para enrolarse en las filas del verdadero circuito, el de la cultura popular, que desarrolla la verdadera sociología urbana. No por algo, hace seis meses, el 31 de mayo montó la Expo-Caleta “Sube como quieras, baja como puedas” en el bar La Nena, encallado nada menos que en el cerro Leticia del Rímac, al costado del San Cristóbal, al que me moría por ir, pero confieso que me inhibí de asistir porque como soy de casa, pensé que luego de la expo, al bajar por las fauces del cerro, algún faite terminaría convirtiéndome en pollo a la brasa. Por eso, que esta vez, más cerca de alguna periferia, asistí a su nueva Expo-Kaleta: “Paxe a la última cena”, ahí en el legendario Palacio del Inca del otrora Jirón Lima del centro histórico, casi frente a la que fue la Casa de los Petisos de la era Pilar Nores.
En la entrada me recibió el Superman del Portal de Botoneros, que ese día luchaba por la justicia del Palacio; y Al fondo hay sitio, no me refiero al bodrio televisivo, sino, a la veintena de pinturas de Salim que se encontraban colgadas en los alrededores del templo chupístico acompañando a los amigos, entre ellos Herman Schwarz, y mi tocayo ex-canero Lucuma, que departían al son de los hits del grupo musical que amenizó el lugar.
Antes de concluir mi estancia en el recinto, me jalé a un costado a Salim, que esta vez llevaba una gorra a lo Bugsy Siegel, y en el acto me brindó una breve entrevista a pelo, sin montura.
¿Cuántas pinturas esta vez?
Ya perdí el número, creo que son veinte cuadros.
¿Qué número de Expo-Kaleta es?
Ya es la octava Expo-kaleta, desde el 2001. La primera vez la hice en Juliaca, luego en Iquitos, y de ahí empecé en Lima en lugares donde la gente se sintió cómoda, en donde había libertad. Estos espacios, y sus propietarios me dicen: Tú tráelo nomás. Y no hay curaduría, porque la curaduría la hago yo mismo, pues, no son cuadros comerciales. Y si voy a ir a una galería con mis cuadros, ellos escogen los mejores, y me dicen que sí, o que no, o cuál sí, o cuál no. Y a mí me llega…esa vaina, por eso prefiero buscar mis propios espacios donde la gente se sienta cómoda, y todo bacán, con su música y las chelas, y yo mismo chambeo, barro, trapeo, ordeno todo, y cuelgo los cuadros.
Curiosamente, es una muestra de un solo día
Dura un día nomás. Porque es un espacio independiente, que tiene su dueño, y no tiene que ver nada con las reglas e imposiciones de una galería, con sus porcentajes de ganancias. Entonces, yo me pregunto, ¿por qué debo depender de una galería, si yo soy dueño de mi propio arte? Por eso, prefiero exponer hasta en la propia calle, con diez “gatos” y es suficiente, me siento feliz con ellos, y solamente en un día, que es el “vacilón”.
¿Cómo recibió la gente la Expo-Kaleta del cerro Leticia?
Estuvo maldito, y creo que habrá la segunda para este verano. La gente en el cerro quiere conocer más, porque nunca vieron una pintura al óleo, y es bueno llegar a ellos con una pintura para que le den su propia interpretación, y mejor si le das a conocer qué significa cada cuadro. ¿Tú crees que ellos tienen acceso a una invitación para que vayan a San Isidro y Miraflores a observar una exposición? Ni de a vainas.
¿En qué corriente o escuela te acomodas?
Yo creo que es un salpicón de todas. Puede ser realista, y hay ciertos fragmentos en algún cuadro que lo convierten en un hiperrealismo, pero en otros no los hay. A veces hay garabatos, como una especie de spray chorreado.
Sobre todo, son urbanos
Más que urbanos, creo que son más populorum, y eso que la gente piensa que soy metalero por algunos temas.
Esa Lima que vive en una burbuja, necesita conocer a los verdaderos personajes que existen en la entraña del centro de Lima.
Eso es un punto, pero aparte, la gente teme mucho a pintar algo que no se va a vender.Entonces, si alguien pinta para decorar una pared, lastimosamente va a seguir dependiendo de una galería. Y por eso yo pinto libremente, expongo, y me siento bien aquí, y no me estoy muriendo de hambre, simplemente me estoy sacando toda la mierda de la cabeza, y la gente luego lo recuerda, y se siente libre.
Llama mucho la atención el cuadro de Fernando de Szyszlo.
Ah, es Szyszlo y su muñeco MVLL, los dos uña y carne.
Estoy seguro que ese cuadro nunca estaría en una galería de Lima
Si está, bacán, pero si no está allí, está por acá. Y la gente al menos llega a conocer qué significa. Ese el Szyszlo que dice que aún no conoce al artista. Como también dice MVLL, que todavía no existe el artista que pueda llegar al nivel de Fernando de Szyszlo. En lo personal no me vacila el abstracto.
¿Qué te falta para realizarte como artista?
Hay mucho por hacer, la mierda viene todos los días, y simplemente se va acumulando, y seguiré exponiendo de aquí a más años.
¿Y el dinero importa?
Bueno, para eso se chambea en otras cosas pues. Y me saco la mugre chambeando en otras cosas, y luego me doy mi vacilón, y así pago a la gente que toca la música, y todos mis bastidores, y entonces, me saco la mierda de la cabeza, y ahí mismo apago la obsesión que tengo por pintar.
Tu próxima Expo-Kaleta, ¿para qué fecha y lugar será?
No. No tengo ni fecha, ni lugar, pero ya estoy viendo una. Yo prefiero que venga así nomás, porque si hago planes, me voy a sentir presionado. Que venga nomás, y yo lo suelto unos quince días atrás, y luego viene todo bonito.
Pero antes que la anuncies no queremos ver a un Salim en las primeras planas muerto por sicarios
Sí se puede dar, y me pueden mandar a dar vuelta, pero si voy a preocuparme por lo que venga en el futuro, estoy jodido.