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Reflexiones sobre la sociología de la cultura y de la música en la obra de Max Weber

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El objetivo de este artículo es reflexionar sobre la obra de Max Weber, a quien se puede considerar como el gran sintetizador y clasificador de la temática sociológica, y cuya sociología de la cultura ha quedado desdibujada ante la enorme pluralidad de áreas de estudio que el sociólogo alemán inició.

Como se sabe, Weber revisa el sistema de las relaciones significativas entendiendo el mundo social no como una relación de objetos sino como una relación de interpretaciones. Y en tal relación la ciencia de la cultura y la historia cultural ocuparán un lugar preferente.

La metodología a utilizar es la exposición y análisis de las leyes causales que actúan en los fenómenos culturales, con el que Weber articula su sociología de la cultura y específicamente de la música.

Uno de los planteamientos de esta ponencia es que para comprender la obra de Weber hay que referirse necesariamente a su análisis de los procesos culturales entendidos como sistemas de valores, replanteando el tema de la significación como interpretación.

En el mundo contemporáneo, la música está presente y disponible a través de la Internet y de dispositivos de descarga y reproducción, que permiten al oyente viajar por el tiempo y por todos estilos, intérpretes y periodos musicales. De allí que la noción de “centro” se ha ido perdiendo. La música funciona como un camino hacia la divinidad, por cuanto “Dios no es por los hombres sino los hombres son para Dios”, y todo cuanto sucede no tiene sentido sino en-para Dios.


Por Raúl Allain (*)

El análisis de los valores como procesos de la historia cultural 

Para comprender la obra de Weber hay que referirse necesariamente a su análisis de los procesos culturales entendidos como sistemas de valores. Frente a la metodología de Durkheim, Weber replantea el tema de la significación como interpretación. Entre el actor social y el contexto actúa un proceso de mediación interpretativa que es el núcleo mismo de las llamadas Ciencias Humanas y Sociales. Weber salda la polémica entre las Ciencias Nomológicas (las que presentan un sistema de leyes regulares como son las Ciencias referidas a la Naturaleza) y las Ciencias Ideográficas (las de caso único como son las Ciencias Históricas) con su definición de la Verstehen; es decir, la “comprensión interpretativa” resulta ser el tipo de explicación empleado para entender los datos de la Historia Cultural y de sus procesos.

Son los valores, por tanto, los que nos caracterizan el plano de la causación social en última instancia. Y para demostrar su metodología de comprensión interpretativa, reformulará la teoría marxiana e historicista de la formación del Capitalismo. Pero los valores requieren una objetivización metodológica. Para Weber, los rasgos que se repiten en un fenómeno y que nos indican las regularidades empíricas de éste tienen que definirse como tipos ideales. El método de los tipos ideales incrementa la precisión metodológica de la Sociología ya que permite establecer unas características formalizadas con las que se hace posible articular sistemas de leyes.

La solución del tipo ideales entonces imprimía un rumbo nuevo a la polémica entre Ciencias Naturales y Ciencias Históricas. Weber, no obstante, privilegiará las dimensiones significativas de los procesos sociales y culturales. En este sentido, el Capitalismo, en cuanto tipo ideal de organización colectiva, no puede ser entendido sin referirse al conjunto de normas y valores en los que se desarrolló el nuevo sistema económico y social. Se puede decir que su estudio sobre la relación entre Capitalismo y Ética protestante no es sino una búsqueda de la confirmación de dos aspectos:

I) Que la comprensión interpretativa permite estudiar objetivamente los valores de una específica formación histórica.

II) Que los tipos ideales diseñan conceptos generales que pueden ser comparados como, por ejemplo, la comparación entre los conatos históricos anteriores que presentaban características más o menos semejantes con lo que con posterioridad será el capitalismo europeo que desde el Renacimiento se va a ir consolidando en todo el planeta. De esta manera, su “Ética protestante y el espíritu del Capitalismo” no es sino una aplicación de la importancia de los valores religiosos y culturales a la hora de encontrar la causalidad histórica al modo de producción basado en el beneficio y en el interés. El protestantismo y el calvinismo, según Weber, por su marcado carácter de racionalización de la vida, favoreció la práctica económica. Los “elegidos” tendrán capacidad para crear riqueza. La libre interpretación de la Biblia y la libertad de conciencia son aspectos de un proceso de secularización que está en el origen de la acumulación capitalista. El “más allá” se sustituye por el “más acá”; y esta sustitución posibilita el espíritu comercial que está en el “espíritu” religioso del protestantismo.

“La ganancia de dinero representa el resultado y la expresión de la virtud en el trabajo […] esa idea, decimos, es la más característica de la ética social de la civilización capitalista”, afirmará Weber. Y con esta afirmación se conexionan metodológicamente los planos de la creencia y la motivación con los planos de la economía y la producción. La necesidad de enriquecerse mediante la profesión conlleva un enorme componente de disciplina. Precisamente es la disciplina el eje de la racionalización capitalista del mundo. Racionalización que conduce de una forma directa hacia las dos grandes instituciones de la nueva economía: el Derecho contractual y la administración burocrática. “La característica de esta filosofía (afirmará Weber) de la avaricia es el ideal del hombre honrado digno de crédito y, sobre todo, la idea de una obligación por parte del individuo frente al interés de aumentar su capital”. Los fines justifican los medios. La acción racional intencional se coloca en función de la ganancia.

Pero la ganancia que produce resultados a largo plazo. El ahorro y la inversión son subprocesos dentro del marco general de toda una cosmovisión centrada en la acumulación como signo de salvación religiosa. Para Weber: “la ganancia de dinero representa el resultado y la expresión de la virtud en el trabajo”; es decir, moral convencional y creencia religiosa convergen en una percepción del lucro como virtud colectiva. No es extraño, en este sentido, que con posterioridad el Utilitarismo fuese una sustitución filosófica de los ideales protestantes en las sociedades anglosajonas. Pues bien, Weber trata de sustituir el esquema marxiano de “infraestructura-superestructura” por una comprensión en el plano de la significación de la acción humana. Marx consideraba que son las condiciones económico-productivas las que causan un conjunto de tipos de explicación enmascaradoras de los intereses profundos y subterráneos que actúan en tales condiciones materiales.

Sin embargo, en la teoría marxiana no hay ningún planteamiento simplificado ni mecanicista. Al contrario, el concepto de ideología abarca una multiplicidad direccional que va desde el conocimiento de sentido común hasta su conversión en procesos de alienación colectiva, entendiendo el sentido de alienación en su complejidad hegeliana ya que no es sino una falsa objetivación de la personalidad por efecto de condiciones exteriores que escapan a la propia voluntad del individuo tal y como se plantea en el famoso texto de la “Contribución a la crítica de la Economía Política”. Weber, al contrario que Marx, trata de dar a la significación la fuerza de motor histórico. Son las “cosmovisiones” (Weltanschauung), como consideraría Dilthey, las que determinan fenómenos históricos. Los fundamentos religiosos del ascetismo laico son el ingrediente intelectual del sistema socioeconómico capitalista. Según el calvinismo, los hombres están para honrar a Dios en las acciones que estos realizan, ya que ellos son un puro reflejo de Dios.

Estas acciones deben únicamente encaminarse a Dios por cuanto que “Dios no es por los hombres sino los hombres son para Dios, y todo cuanto sucede no tiene sentido sino en calidad de medio para el fin de que la majestad de Dios se honre a sí mismo”. En el calvinismo, pues sólo unos pocos están llamados a salvarse por lo que ni los sacramentos ni la Iglesia ni los predicadores pueden ayudar al hombre a cumplir su destino. El individualismo será el resultado de esa soledad ante la divinidad. El pietismo, el metodismo y las sectas bautizantes siguen en líneas generales ese ideal de ascetismo puritano. Para el pietismo, por ejemplo, la necesidad de perfección guía al hombre y sólo Dios puede bendecirle en su actividad productiva proporcionándole éxito. El éxito es el baremo de la felicidad, como explica Weber: “su idea fundamentalmente eudemonista, que aspira a que los hombres sientan ya en esta vida la bienaventuranza (la felicidad) por medio del sentimiento, en lugar de forzarles al trabajo racional para asegurarla en la otra vida”.

Disciplina, predestinación, utilidad y sentimiento encauzado hacia la profesión son los valores que como medios se encaminan hacia la finalidad de la riqueza. El metodismo entrará en mayor medida en una diferenciación entre el “yo” y “los otros”. La piedad es la práctica del buen creyente. Sin “ninguna obra buena”, como expone Weber, no puede ser buen creyente, porque la piedad es la diferencia con la Iglesia oficial. La conciencia personal, entonces, se destaca como el centro de un ascetismo (los cuáqueros, por ejemplo) en la que la disciplina ha de realizarse en el mundo: “lo más importantes es, empero, aquella vida propia religiosamente exigida al ‘santo’ que no se proyectaba fuera del mundo, en comunidades monacales, sino que precisamente había de realizarse dentro del mundo y de sus ordenaciones”. La disciplina, para Weber, es el valor máximo a partir del cual se desarrollará el capitalismo.

La atmósfera de austeridad en la que se pospone el disfrute del beneficio en función del ahorro conllevará la acumulación económica posterior. Pues bien, el estudio de los valores como mediaciones en el comportamiento histórico con la obra de Weber alcanza su punto central. Los elementos del orden motivacional determinan la acción, siendo la acción el significado subjetivo que actúa y orienta el comportamiento. Para Weber, la Historia sólo puede explicarse desde la interpretación comprensiva de significados. De aquí que conducta y significado están necesariamente unidos.

Sobre algunas categorías de la sociología de la cultura weberiana 

El Arte como experiencia sustituye el análisis del Arte como hecho social. El interés sociológico de Weber por el examen de las experiencias estéticas tiene que ser percibido en cuanto proyección social de las formas artísticas. Esta proyección social abarca diferentes estructuras y órdenes de la realidad. Estructuras que van desde el sistema de símbolos hasta el de carácter ideológico. Weber, precisamente, hará por vía de la comprensión la inspección de los nexos y regularidades de la conducta humana, tanto la interna como la externa. Separándose de Simmel, Weber intentará encontrar el sentido de la formación de una serie de categorías conceptuales a partir de las que asentar una Sociología de la Cultura.

Sociología interpretable no sólo por su validez empírica sino por la constelación de motivos de distinta índole. Ahora bien, para entender esa “explicación comprensible”, Weber necesitará perfilar un conjunto de categorías que como cuadros de referencia orienten esa actividad creativa que se expresa en los objetos artísticos y estéticos. La primera categoría de la Sociología cultural weberiana es semejante a las consideradas en otras áreas sociológicas: la interpretación racional con relación a fines (Zweckrationales). Su definición más ajustada plantea como comportamiento racional aquel que se orienta hacia medios representados subjetivamente como adecuados para fines aprendidos también subjetivamente y de manera unívoca. Es decir, estamos ante las regularidades comprobadas relativas a procesos psíquicos.

Estas regularidades tienen el mismo papel en las Ciencias Sociales y Humanas que las uniformidades legales en las Ciencias de la Física y la Naturaleza. Las conexiones psíquicas por consiguiente son consecuencias de acciones evidentes. La interpretación racional con relación a fines convive no sólo con los fenómenos explicados como racionales, sino que, a la par, implica la relacionalidad de lo contradictorio que vive y persiste en todos los tiempos. La belleza, lo sublime, en definitiva anhelos de plenitud humana, pueden ser verificados como medios interpretativos de orientaciones sociales.

Las temáticas artísticas y sus realizaciones se refieren históricamente a tendencias colectivas. Lo “irracional” no es una mera cuestión ontológica del Arte. Para Weber, los “estados emocionales” pueden ser planteados como temáticas sociológicas en cuanto que su presencia es constante en la Historia. Comenta Weber, en este sentido y fundamentando su método, lo siguiente: “A causa del papel que en la acción del hombre desempeñan ‘estados emocionales’ y afectos ‘irracionales con relación a fines’, y puesto que toda consideración comprensiva racional con relación a fines tropieza de continuo con fines que, por su parte, ya no pueden ser interpretados como ‘medios’ racionales para otros fines sino que es preciso aceptarlos como orientaciones teleológicas no susceptibles de ulterior interpretación racional (por más que su origen pueda pasar a ser, como tal, objeto de una explicación comprensiva que proceda ‘psicológicamente’), con igual derecho se podría afirmar precisamente lo contrario”. Es evidente, sin embargo, que muy a menudo el comportamiento interpretable racionalmente configura, respecto del análisis sociológico de conexiones comprensible el “tipo ideal más apropiado”.

La psicología y el hecho artístico entendido como fenómeno psicológico descubren términos de socialidad perceptible. La metodología del “tipo ideal”, considerada como examen de regularidades empíricas y rasgos característicos de un fenómeno, evidencia determinantes cualitativas de la cultura. Y es por ello por lo que lo irracional deja de serlo para convertirse en variable de conocimiento de la sociedad que la utiliza. Una segunda categoría, pues, dentro del análisis de la acción estética y artística de la Sociología de la Cultura weberiana, es la que se acerca y operativiza la manifestación creativa en términos de sentido. Weber manifiesta en este texto su concepción del tema: “Tanto la sociología como la historia realizan interpretaciones de índole ante todo ‘pragmática’, a partir de nexos racionalmente comprensibles de la acción”.

Así procede, por ejemplo, la economía social, con su construcción racional del “hombre económico”. Y, por cierto, no de otro modo opera la sociología comprensiva. En efecto, su objeto específico no lo constituye para nosotros un tipo cualquiera de “estado interno” o de comportamiento comprensible en relación con “objetos”, esto es un comportamiento especificado por un sentido (subjetivo) “poseído” o “mentado”, no interesa si de manera más o menos inadvertida. La contemplación budista y el ascetismo cristiano de la conciencia íntima se relacionan, respecto del actor, de manera subjetivamente plena de sentido, con objetos “internos”, mientras que la disposición económica racional de un hombre en cuanto a bienes materiales se relaciona con objetos “externos”. Aquí, Weber esboza el ámbito en el que estructurará sus procedimientos epistemológicos y metodológicos.

Conclusiones

La Sociología de la Cultura en la obra de Weber se configuró a partir de la identificación de los elementos cognoscitivos y valorativos. La organización cultural no es sino un reforzamiento de valores sociales. Para Weber, cultura y civilización se identifican desde el momento en el que no hay una división del carácter técnico-científico y el hecho estético.

Esta división, sin embargo, la introducirá Alfred Weber –hermano de Max Weber– al distinguir entre Kultur y Zivilization. Pero, según Max Weber, la cohesión entre estructura social y relaciones sociales sitúan las formas culturales como marcos de actitudes. De este modo, el Arte, la Música, la creación estética son mantenidos como procesos de orden. Así, Weber rehúye el importante factor de cambio y transformación que la creación artística tiene. Más, sobre todo, al centrar su Sociología de la Cultura sobre una Sociología de la Música se identifican los procedimientos expresivos sin distinguir que la Música, efectivamente, es una racionalización. Pero una racionalización debida a la complejidad formal. Weber entonces restringe su análisis sobre el Arte presuponiendo igual evolución formal en el resto de las Artes no musicales. Por consiguiente, la significación sociológica de la investigación weberiana sobre lo estético se realiza en relación a los fenómenos de ordenación institucional en el capitalismo. Ahora bien, Weber tendrá mucho cuidado en diferenciar las esferas de práctica artística privada de las esferas colectivas más amplias.

El Arte será un estilo de vida cuya dinámica organiza valores simbólico-representativos arraigados en sentimientos. No obstante, el capitalismo y su administración burocrática no serán analizados en cuanto procesos económicos que encauzan fuerzas creativas hacia campos económicos. Esta omisión ocasiona una limitación de la Sociología estética de Weber que da como resultado una esquematización, eso sí muy erudita, del significado histórico del Arte y de la Música. El resultado obtenido, pues, abre enormes interrogantes. En efecto, la racionalización de los sonidos con la moderna notación musical no nos explica el gusto de una clase burguesa que, a su vez, difunde y consolida. La disciplina protestante que está en el origen del capitalismo, impone unas pautas creativas que han de ser estudiadas como Bourdieu ha matizado en nuestros días. De la misma forma, la evolución hacia el Romanticismo y hacia el sistema atonal en el Dodecafonismo o las creaciones contemporáneas, ¿significarían una disolución de los ideales capitalistas?

Así se puede observar excesivamente mecánico el examen weberiano de la música tonal y sus conexiones con procesos valorativos. La octava se convierte en sistema armónico pero no por exigencias de la sociedad capitalista, sino por un desarrollo gradual de combinaciones sonoras. Y este desarrollo queda sesgado en Weber para quien la pureza de la música europea se reduce al Barroco y se omiten las otras etapas históricas musicales posteriores al Barroco alemán. El nacionalismo germánico de Weber deja lagunas enormes. Vivaldi o músicos contemporáneos de otros países reconocidos como apartadores de principios artísticos sumamente complejos no se citan en el estudio de Weber. Y, por ejemplo, la decadencia de formas artísticas dentro del mismo “espíritu del capitalismo” no se refleja ni como exposición de sus condiciones sociales ni como procesos de dominios sonoros en el ocaso.

En resumen, los problemas socio-musicales y socio-culturales, al ser comprendidos sólo desde las variables racionalidad-irracionalidad, no se presentan en el marco múltiple que les caracteriza. La obra estética no sólo se expresa en una estructura formal sino que afecta a relaciones tales como Arte e industria, artistas y público, ambiente social y proceso de creación, etc. Las contradicciones del Arte son excluidas por Weber. Y, por tanto, los valores generales y dominantes de una sociedad –en los que el planteamiento weberiano se asienta– determinan el surgimiento de un tipo de estética y de estilo característicos. Aquí, precisamente, está el origen de la confusión y la deficiencia de la Sociología de la Cultura y de la Música del gran sociólogo alemán. La obra artística, como señalarán con posterioridad los autores de la Escuela de Frankfurt, posee un potencial de transformación social gracias a su crítica de los valores imperantes. La “bidimensionalidad” de la creación estética es el principio de una valoración diferente de la realidad.

La contraposición entre sentido común general colectivo e innovación creativa se muestra como el motor del Arte. Y esa contradicción no proviene únicamente de procedimientos de elaboración formales sino que tiene su génesis en una nueva concepción de la existencia humana en la que los valores del “deber ser” siguen oponiéndose a los del “ser”. Weber no refleja ese carácter opositivo del Arte y su análisis de la racionalización musical queda en una exposición de la integración y alienación de la música en la sociedad del beneficio y de la disciplina. Weber presentará como irracional formas nuevas y distintas de creación originaria, olvidándose que el significado último de la racionalidad es ir ampliándose progresivamente en la Historia y en la Sociedad.

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Raúl Allain. Escritor, poeta, editor y sociólogo peruano (Lima, 1989). Estudió en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha sido incluido en antologías como Antología de poetas críticos (Cisnegro, México DF, 2019), Antología décimo aniversario de Lord Byron Ediciones (Liber Factory - Lord Byron Ediciones, Madrid, 2013), Veinte poetas: muestra de poesía contemporánea (I.F.D. Editor; Lima, 2010), Poesía y narrativa hispanoamericana actual (Visión Libros - Lord Byron Ediciones, Madrid, 2010), Abofeteando a un cadáver (Bizarro Ediciones - Centro Cultural de España, 2007), entre otras. Sus textos aparecen en diversos medios literarios tanto nacionales como internacionales. Actualmente preside el Instituto Peruano de la Juventud (IPJ) y dirige el sello independiente Río Negro. Ha publicado Poéticas, Poiesis hispanoamericana: selección de poesía contemporánea, Eros & Tánatos: poesía y arte contemporáneos, entre otras antologías, ¡Yo no hice nada!: Sobre la idiosincrasia peruana, ¡Palaciego In Memoriam!: Selección de textos de Humberto Pinedo, así como el ensayo La cientificidad del consciente (Editorial Emooby, 2011). Premio Mundial a la Excelencia Cultural y Premio Mundial el Águila Internacional a la Excelencia Sociológica de la Unión Hispanomundial de Escritores (UHE).

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¿El Congreso en manos del crimen organizado?

Lee la columna de Tino Santander Joo

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Por Tino Santander Joo

Ayer, me reuní con tres asesores del Congreso de la República en un famoso chifa del Barrio Chino. Iba con la ilusión de saborear el pato pekinés y el arroz chaufa especial, que son deliciosos. Mis amigos llegaron puntuales, y mientras almorzábamos con entusiasmo, les pregunté: “¿Tenemos posibilidades de que puedan presentar un proyecto de ley para modificar la Ley de Bancos, fomentar la competencia financiera y defender a los peruanos?” Los tres se rieron como si les hubiese contado un chiste del Chato Barraza.

Uno de ellos me dijo: “Tú eres cojudo, o no te das cuenta de que el Congreso está tomado por el crimen organizado, aliados de los grupos de poder económico. No tienes idea de cómo el fujimorismo ha impuesto la ley del hampa. Todo se vende, todo en el Congreso es corrupto. Siento vergüenza de trabajar en una institución tan degradada, pero no tengo otra alternativa”. Sus palabras me quitaron el apetito.

Iván, quien trabaja en el Parlamento desde la década de los noventa, me dijo: “Lo que dice Carlos es cierto, pero esta gente es capaz de traicionar al Perú. Se venden por viajes al extranjero o por un ceviche en un restaurante de Gastón. Mira cómo quieren destruir el país. Los chinos han metido, a través del Ministerio de Energía y Minas, un proyecto de ley sobre el uso de paneles solares, vendiéndonos el cuento de la energía limpia. Lo cierto es que la energía eléctrica peruana es la más limpia del continente; lo que pasa es que esos pendejos han sobreproducido paneles y los quieren imponer al mercado peruano. ¿Te acuerdas de ese congresista de Acción Popular invitado por Huawei? Ese lumpen y otros promueven el lobby chino”. Nadie ha denunciado esto, les dije con indignación.

Iván se reía a mandíbula batiente y me respondió: “No seas huevón, tu portal ‘Lima Gris’ lo denunció en agosto, e incluso ‘El Comercio’ y otros medios de comunicación lo sacaron, pero a estos tipos no les entra bala. Te explico cómo funciona esto: Alemania ha gastado más de 750 mil millones de euros (equivalente al costo de 100 refinerías de Talara) en el desarrollo de plantas de energía solar, y sin embargo sus tarifas son las más altas de Europa. Aún hoy tienen problemas de abastecimiento de electricidad. Chile produce electricidad con petróleo y gas importado (muy caro) y con energía solar (barata en la mañana, ausente el resto del día). La producción de electricidad en Chile es 4 a 6 veces más cara que en el Perú. ¿Te das cuenta de que son traidores?”. Entonces, estos tipos están comprados por los chilenos, con los que competimos en agroindustria, textiles, calzado, alimentos, cerámicos, cemento, acero, pesca (harina de pescado), puertos y minería.

Carlos, entre indignación y resignación, dijo: “Lo que quieren los chilenos es que no tengamos energía barata y, por lo tanto, que nuestra economía no sea competitiva. Si se aprueba el proyecto que modifica la Ley 28832, entonces se elevarán los costos de producción de toda la industria peruana, algo similar a lo que sucede con Alemania, que dejó de comprar gas barato a los rusos y ahora los huevones están en crisis por el alto costo de la energía. Los yanquis les venden gas y petróleo carísimo con el cuento de la guerra de Ucrania”. No aprendemos, ni vemos lo que pasa en el mundo.

“No tienes ni puta idea de cómo el fujimorismo ha convertido al Congreso en un nido de criminales, donde la ley del hampa es la única que se respeta”, les dije. No les hace mella el desprecio de la gente, porque representan al crimen organizado, y todos los grupos parlamentarios, de derecha o izquierda, están subordinados a sus intereses. Nada nuevo bajo el sol, les dije, “La ira popular está a punto de estallar, y cuando lo haga, no habrá refugio ni perdón para los traidores.”

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Reciente estudio afirma que las personas prefieren leer poemas de ChatGPT que de humanos

Lee la columna de Julio Barco

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Pensemos en el siguiente experimento: se eligen poemas de autores humanos y de la inteligencia artificial con el fin de analizar cuáles gustan más. Después, a un grupo de 700 personas, sin formación literaria previa, se les consulta sobre sus favoritos. El resultado da por ganador a la IA.

     ¿A qué se debe este fenómeno? Por un lado, consideremos el desafío de leer un poema: es un salto a la otredad, un vínculo mental con un desconocido. ¿Cuántos estamos dispuestos a escuchar al otro? Pongamos una prueba. Voy a citar dos poemas sin mencionar la autoría y comprobar si hay o no un reto lector que condiciona lo que entendemos por gusto. Veamos:

Cual mi explicación.

Esto me lacera de tempranía.

Esa manera de caminar por los trapecios.

Esos corajosos brutos como postizos.

Esa goma que pega el azogue al adentro.

Esas posaderas sentadas para arriba.

Ese no puede ser, sido.

Absurdo.

Demencia.

Pero he venido de Trujillo a Lima.

Pero gano un sueldo de cinco soles.

     Si bien los últimos versos son frontales, los primeros resultan desafiantes, tanto en su forma como en su estilo.  La idea de “corajosos brutos como postizos” puede no definirse bien, y ser un tema para trabajos hermenéuticos. Ahora, leamos:

Amanecer de carbones

Llora el tambor del alba,

un ojo de leche cuaja en la grieta del luto,

el aire, ciego, tropieza con los escombros del canto.

Se quiebra la espina de un reloj en su jaula:

¡tic! la sangre late,

¡tac! un grito mastica el polvo,

y al fondo del pecho,

los carbones dibujan un sol hambriento.

Todo es hambre aquí,

menos el eco, que devora su sombra.

   En este poema encontramos dos imágenes: el alba y el tiempo. La primera imagen nos habla cómo en este espacio, tanto físico como interior, se produce el canto, o poema. El tiempo surge como imagen condensada en el latido del corazón, que se devora a sí mismo, es decir, es péndulo de vida y muerte.

    Si bien el poema tiene imágenes oscuras, la idea es simple y directa: en la vida (el amanecer) se canta, aunque el tiempo nos aniquile. De ahí que el título “Amanecer de carbones” sean una imagen paradójica: el amanecer como inicio y el carbón como fin. Por otro lado, en el primer poema la estructura es ondulante: se pasa de la confesión desgarrada a las imágenes herméticas.

     Si a usted, lector, le gustó el primer poema entonces prefiere la poesía de César Vallejo, pero si el segundo verso le fascinó entonces si elección es por el Chat GPT.

     ¿Cuál es mi punto de vista ante esta coyuntura? Primero, que la poesía es un género que implica concentración, estudio, rigor.

     Muchos libros, como Trilce o Contranatura, los leí durante años y hasta ahora encuentro nuevas rutas interpretativas. Lo difícil es hermoso, aunque nos cueste más. Si bien hay poetas que tienen la claridad como espada, hay otros más exigentes. En la actualidad, gracias a las redes sociales, hay mucha poesía en diversos estilos y formatos.

     En esta diversidad, es fácil notar que los poemas con mayor favoritismo suelen ser los que trabajan los ejes del amor, de manera más simple, sin exigencias. En ese sentido, el Chat GTP usa formas concretas para crear sus poemas, sin aquel “nervio humano”, que se siente en la poesía de mayor atrevimiento.

     Por todo lo leído, podemos concluir que la poesía escrita de manera virtual no agota todos los registros y tonalidades humanas. Es obvio. Incluso hay otro factor: el gusto políticamente correcto, es decir, sin riesgos. El resultado de la IA no es imparcial, dado que se condiciona por algoritmos determinados. En ese sentido, el gusto no es sinónimo de calidad: la poesía de Góngora no gustó mucho en su tiempo, y hoy es parte del canon universal.

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Chancay ¿Caballo de Troya chino para Sudamérica?

China pone un pie y pisa fuerte en Sudamérica, sin embargo EE.UU. busca cerrar la puerta. Perú se acerca peligrosamente a una situación volátil que puede repercutir en toda la región.

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El objetivo de China es simple, control sobre las líneas de suministro. Para esto necesita acelerar el comercio para asegurar su posición y erosionar a las potencias rivales.

La experiencia imperial japonesa y la poderosa colonia china

China aprendió del error del Japón imperialista, que no obstante de hacerse con el control de la mitad del Pacífico, no pudo tener el aseguramiento de los suministros necesarios de petróleo. Su expansión se vio detenida primero por las sanciones de Roosevelt que les cerraron el acceso a los hidrocarburos necesarios para su industria. Luego Pearl Harbor, después la invasión de Java para hacerse con las reservas de crudo, pero el contraataque estadounidense le arrebató las fuentes de energía que requería. Luego la guerra se prolongó tres años más con un resultado ya previsto.

Visto así, China busca asegurarse de los suministros de recursos humanos. De Sudamérica lo que busca son el litio, el cobre y otros minerales. También está buscando asegurarse de un mercado tan ineficiente como el venezolano por el evidente tema del Petróleo. Ya corren rumores de que los magnates del petróleo han conversado con Trump para evitar sanciones a Venezuela, en busca de una relación más suave que les asegure el suministro del crudo. Esto con el fin de sacar a China de en medio y arrebatarle un recurso más en esta guerra por los suministros y las materias primas.

China comprende que ha entrado en un juego en que se juega no solo la lucha por la primacía global sino su propia existencia. Quien crea que el comercio internacional es solo liberalismo de mercado no ha entendido nada. El mercado con características chinas no es otra cosa que una teología política de la seguridad. Cumplir el Mandato del Cielo (según la tradición china) a través del control del comercio.

Se habla que China no tiene experiencia como colonizadora, pero eso es falso. Basta con ir al sudeste asiático y ver a las fuertes minorías chinas controlar el comercio y las finanzas de otras etnias. Algo así como los judíos entre nosotros, los chinos, pero en mayor número y con mucho corazón y alma, han avanzado durante siglos hasta consolidarse en Malasia, Singapur, con minorías fuertemente activas en lo comercial en la ex Indochina Francesa, Myanmar, etc.

Un caso importante de la financiación china en el Asia se dio en Sri Lanka al que se le financió un puerto que luego no pudo pagar, a lo que China respondió con un nuevo contrato a cambio de reestructurar la deuda, por el cual Pekín asumía el control portuario y Sri Lanka renunciaba a su soberanía. Un control sobre el puerto por ¡99 años!

El puerto en cuestión tiene un valor estratégico al ser un punto de tránsito que asegura los suministros de crudo del golfo y de tierras raras del África, en el marco de un conflicto todavía tibio en lo comercial con una ascendente India.

 

Chancay y la guerra comercial

La sugerencia de un asesor de Trump de responder a la presencia china en Sudamérica con altos aranceles, se basa en la preocupación de que el puerto, que está siendo desarrollado y controlado por el gigante asiático, podría convertirse en un punto de entrada de productos de bajo costo provenientes de China, lo que perjudicaría el comercio de Estados Unidos. El exdirector principal para el hemisferio occidental en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, indica que su propuesta busca frenar el transbordo y reducir la influencia económica de Beijing en América Latina. Pero lo que no se menciona es el peso geopolítico y militar eventualmente en que puede traducirse lo comercial.

Si China en su momento decide o solicita permisos para militarizar dicho puerto, en un contexto caliente que no es nada descabellado, ¿qué podrá decirle el gobierno peruano? Francamente poco o nada.

Habría que preguntar también sobre la empresa peruana Volcan que el copropietaria del puerto con un 40% de inversión. ¿De dónde sacó el dinero Volcan, de que agencia bancaria se prestó el dinero? Por más minera que sea como toda empresa obtiene dinero de la banca ¿Pero de qué bandera?

Un antiguo líder del PC chino dijo que no importa de que color sea el gato en cuanto cace ratones. Aquí el color del gato y su hambre definirá no solo el destino de Perú sino también de sus vecinos.

La inauguración del puerto de Chancay ha generado por otra parte no solo preocupaciones económicas sino también de seguridad. Laura J. Richardson, ex jefa del Comando Sur del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, expresó en una entrevista con el Financial Times que el puerto podría albergar, en un futuro, buques de guerra de la marina china, lo que convertiría a la instalación en un punto estratégico dentro del Plan de Expansión Militar de China en la región.

Desde una perspectiva económica, la presencia de China en Perú a través de proyectos como Chancay podría aumentar la dependencia económica de Perú con el país asiático. La creciente interdependencia con China es vista con cautela por expertos, quienes temen que Lima pueda volverse aún más vulnerable a los intereses comerciales de Beijing.

El puerto de Chancay es solo una parte de una serie de proyectos estratégicos de China en América Latina. En Argentina, la estación espacial en Neuquén ha sido objeto de críticas por su uso exclusivo por parte del ejército chino. En Ecuador, la construcción de represas hidroeléctricas ha generado tensiones por su impacto ambiental y social. Mientras tanto, en Chile y Bolivia, las operaciones mineras de China para extraer litio han causado preocupación por el control de recursos estratégicos.

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Disparo de advertencia: Aranceles gringos a Chancay ¿Una oportunidad para Chile?

Lee la columna de Hans Herrera Nùñez

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Mientras el comité central del partido comunista chino promueve una defensa férrea del libre mercado (bajo características chinas, por supuesto), el gobierno electo de EE. UU. A través de un asesor de Donald Trump, anuncia severas represalias arancelarias de hasta el 60% en productos chinos o que provengan de puertos afines. La guerra comercial se calienta entre libres mercantilistas y aranceralistas.  Si estuviera vivo Marx ya se hubiese suicidado y Milton Friedman se habría arrancado los ojos.

Como una amenaza de la mafia, así se siente la venganza estadounidense, un mensaje que tiene ecos en la región semejante a “o estás conmigo o estás con ellos”. Cualquiera que se asocie con China en materia de infraestructura marítima se expone a una primera represalia comercial. Quien conoce la historia de Latinoamérica comprenderá que ahí no acaba la cosa.

Una oportunidad para Chile

La situación, sin embargo, podría beneficiar a una ralentizada economía chilena de ser vistos sus puertos con interés por la nueva administración de EE.UU. De cerrarse el comercio con Perú, Chile volvería a tener ventaja ya que EE.UU. es el segundo socio comercial de Latinoamérica. Además, los puertos de San Antonio y Valparaíso cuentan con infraestructura desarrollada, aunque trabada por la burocracia que frena sus mejoras, de centralizarse la autoridad de los puertos, se podría lograr hacerla atractiva esto en vistas a una guerra comercial en marcha y también a una posible guerra de puertos.

El puerto de Chancay significa NO más exportaciones marítimas directas de Chile a China. La ruta marítima futura sería, Chile – Chancay – China.  ¡Y lo mismo para todo el Pacífico Sur! Incluso podría amenazar a Panamá en cuanto al comercio de Brasil o México. Cabe recordar, que los puertos chilenos son de diseño y tecnología muy atrasada. Chancay se construyó de cero con diseño y tecnología del siglo XXI. Pero Chancay no estará terminada realmente antes de cuatro años. Primero porque no tiene vías de comunicación, las carreteras son pésimas, hace falta vías férreas, en resumen, se ha hecho un puerto que en realidad es una isla encerrada en la tierra por la brecha en infraestructura que tiene Perú. Este punto débil podría ser debidamente aprovechado por Chile si quiere remontar el futuro que se le escapa.

Declaración de guerra arancelaria

Los aranceles deben aplicarse a las mercancías procedentes de China o de países de Sudamérica que pasen por el nuevo puerto de Chancay, dijo Mauricio Claver-Carone, asesor del presidente electo Donald Trump a la revista Bloomberg después de la inauguración del puerto de capitales chino que se erige como el nuevo ombligo del pacífico occidental. El asesor insto a poner aranceles del 60% a todos los envíos, pero no solo del puerto de Chancay.

«Cualquier producto que pase por Chancay debería tener un arancel del 60%» declaró. Propuso aplicar un elevado arancel a todos los productos provenientes de China pero también de otros países de América Latina que pasen por el puerto de Chancay, en Perú. Esto viene en consonancia con las amenazas de Trump durante su campaña de colocar más barreras a una Latinoamérica que en la última década se ha vuelto el trampolín de la producción china a partir de la aplicación de los TLC que los mismos EE. UU. en la época promovieron como un catecismo para la salvación de las economías en subdesarrollo.

Claver-Carone, quien también fue director principal para el hemisferio occidental en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, argumentó que cualquier mercancía que pase por el puerto de Chancay debería ser tratada como si proviniera directamente de China, dado que el puerto es una infraestructura clave dentro de la estrategia de Beijing para expandir su influencia en América Latina.

Mauricio Claver-Carone es un inversor de capital privado estadounidense y un veterano asesor de Donald Trump. Ha sido funcionario del Departamento del Tesoro y del Consejo de Seguridad Nacional, abogado y lobista, y fue presidente del Banco Interamericano de Desarrollo desde octubre de 2020 hasta el 26 de septiembre de 2022.

 “Cualquier producto que pase por Chancay o cualquier puerto de propiedad o controlado por China en la región debería estar sujeto a un arancel del 60%, como si el producto fuera de China”. Si esto no es una declaración de pre guerra, entonces qué.

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Opinión

El ministro de Energía y Minas se hizo humo

Sin la presencia del ministro, durante la sesión de la Comisiòn de Energìa el congresista Morante cuestionò los subsidios a las energìas renovables y la parlamentaria Diana Gonzaáles señaló que el ministro Mucho sigue sin sustentar la ley MAPE.

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A pocas semanas de acabar el año legislativo en la comisión de Energía y Minas, el ministro del sector, Rómulo Mucho no apareció, lo cual generó una incomodidad entre los parlamentarios que lo esperaban para hacerle muchas preguntas.

A un día antes del pleno, la Comisión de Energía y Minas volvió a reunirse con la pesada ausencia del ministro Mucho. A propósito, el congresista Quiroz refirió la situación de cientos de mineros protestando en la Av. Abancay frente al congreso, de mineros artesanales que reivindican su derecho al trabajo.

Por su parte la congresista Diana González —que ayer tuvo un fuerte trajín entre comisión y comisión— mencionó que la «sustentación del ministerio no ha sustentado la política pública del sector y hemos aprobado que el señor venga a sustentar la ley MAPE».

Por su parte, el parlamentario Darwin Espinoza, mencionó «Hasta cuando vamos a esperar que el Ejecutivo envíe lo que se ha comprometido hace semanas. Nosotros estamos esperando pacientemente que ellos hagan su trabajo y no lo hacen. Ni siquiera el ministro ha llegado a la comisión. ¿A qué estamos jugando? En todo caso debemos tomar alguna sanción contra un ministro que no hace su trabajo y tampoco acude a la comisión a explicar las políticas de su sector. Creo que la comisión debería tomar ya medidas drásticas con un ministro que simplemente no le importa participar o hacer su trabajo y menos aún dar cuenta al congreso (…) Hasta cuándo vamos a esperar que el ministro haga lo que se le da la gana y no cumpla sus compromisos y que no se atreve a venir a la comisión a explicar tanto que tenemos por recordar».

Por otro lado, el congresista Morante refirió los hechos de derrames de petróleo que también están en el ámbito de responsabilidad preventiva del ministerio en cuanto a controles se refiere. Morante señaló «todos pusimos los ojos cuando sucedió lo de la Pampilla, todo el mundo se enteró que en Perú hay derrames de petróleo. En la Amazonía eso lo sabemos siempre. En mi región hay más de 500 derrames».

Morante también se refirió sobre la financiación de pequeños reactores nucleares que se unirían a un plan energético integrado a los ya cuestionados subsidios a las renovables, «ya había pedido un cuarto intermedio porque hay temas que ver cómo es el tema del subsidio. Porque ya este tema del subsidio se le carga al ciudadano no es un fondo propio del Estado (…) No creo que debamos dejarlo así nomás y ver qué pasa en el pleno (…) Deberíamos ir a un cuarto intermedio y a partir de ahí verlo con el propio Ministerio porque los costos para desarrollar un reactor nuclear son muy altos (…) Ese tema de generación de energía nuclear con los fondos que están para los RER no tienen ningún sentido. El ciudadano no tiene porque estar cargando con el costo de inversión de un privado. Cargar esto a un recibo de luz es demasiado. Qué fácil es si me van a pagar el negocio a través de la tarifa de la luz de la gente lo que va ser mi inversión, así cualquiera sería empresario».

Ayer el día avanzó lento, sin asomo de respuestas a inquietudes que se vienen postergando a vísperas del pleno que definirá el destino de muchos. Mientras tanto en la calle la gente segue protestando.

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Opinión

Minas de aire: profesionales del sector energético critican optimismo del MINEM

Lee la columna de Hans Herrera Núñez

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En la red profesional LinkedIn todo es correcto y nadie suele hacer una crítica a nadie, hasta que ves los comentarios en la red social del Ministerio de Energía y Minas de Perú, y comienzan a visualizarse comentarios duros ante anuncios muy optimistas y poco realistas según profesionales expertos en el sector.

En la cuenta oficial de LinkedIn del Ministerio de Energía y Minas se compartió durante la semana del APEC un muy optimista anuncio de una reunión bilateral (más con sabor a chicha que a limonada) con muy poco sustento de lo que se iba hacer. El post era el siguiente:

«Junto a la presidenta de la República Dina Boluarte Zegarra, el ministro Rómulo Mucho participó de una reunión bilateral con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a fin de impulsar inversiones, con especial énfasis en el sector de minerales críticos y energías limpias».

Usuarios en la red LinkedIn comentaron:

«MAPE hoy. Luego lo demás. Mientras haya el nivel de INFORMALIDAD e ILEGALIDAD en los sectores extractivos peruanos, la economía pierde la posibilidad de ser sustentada. Prioridades, urgencias, como suspender de inmediato las exploraciones y la incipiente extracción de crudo, para concentrar esfuerzos en el cambio de Matriz Energética GN al 2030. Mientras transitamos a la ERNC el 2050 es la tarea de gobierno. Fin de Petroperú, compañía estatal obsoleta.» César Enrique José Alvarado Icaza. 2° Gerente en Alica SAC I & I Suppliers

Más duro fue un profesional del sector extranjero:

«12 meses para obtener un contrato de arrendamiento y 1-2 años para obtener la aprobación de un programa de perforación. Trabaja en eso. Los apretones de manos no logran mucho. Y a veces hay que pagar dos veces por la misma tierra… Y a veces 2 años es un plazo muy optimista… y en el último día algunas personas te dan una huelga extorsiva, siempre resuelta material e ideológicamente por marxistas verdes». lan Dreyer. 2° Andes Mining Services.

O este otro:

«…que ha hecho por el desarrollo del país? Este señor, como otros que ocupan carteras muy importantes les falta capacidad de gestión. Solo se dedican a seguir el abecedario de la rutina… nada más… y ver de dónde agarrar… Qué lástima… para nuestro país». Fernando Aquije.

Lo curioso de estas críticas no es que se den, sino que ocurran en una red social profesional caracterizada por la discreción y la buena onda. Este estallido de críticas más bien nos hace inferir cierto hartazgo de los profesionales del sector que no ven el MINEM avance, y en dónde un aparente clima de inversión no termina de convencer cuando los actuales proyectos yacen empantanados.

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Opinión

Un comunista, dos comunistas

Lee la columna de Márlet Ríos

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Por Márlet Ríos

Al parecer no solo los militantes de Patria Roja estuvieron complacidos por la visita de Xi Jinping, presidente de la República Popular China, la superpotencia de moda de la actual globalización económica. Como si se tratara de una metamorfosis kafkiana, los cruzados ultras de ayer –que vociferaban públicamente la muerte al comunismo y sus aliados criollos– se volvieron practicantes de la realpolitik.  Se olvidaron convenientemente de las gravísimas violaciones a los derechos humanos cometidas por el gigante asiático, denunciadas no solo por las ONG “caviares”, sino por la misma ONU. En realidad, un régimen autoritario y sus aliados del mismo talante no deberían tener muchos escrúpulos para reclamar el respeto irrestricto de los derechos humanos a un régimen ejercido con mano férrea por el Partido Comunista de China.

Y en un acto surrealista el cruzado que tenemos por alcalde declaró huésped ilustre y le entregó las llaves de la ciudad al presidente de la República Socialista de Vietnam. ¿Realpolitk o vil conveniencia para distraer a los electores?

Con esto quedó demostrado que el anticomunismo y la intransigencia de la ultraderecha peruana no son genuinos; su audaz lucha a favor de la democracia y en contra del comunismo es algo declarativo, un mal chiste: lo que impera es un oportunismo descarado y un clasismo decimonónico (y discriminación). Las élites criollas siguen pensando como antes de 1960. Para ellos una real democratización de la sociedad peruana no es factible, pues atentaría contra las jerarquías y el buen abolengo. Los de abajo no deben olvidarse nunca de su lugar o posición social. Irónicamente, hay muchas analogías con el comunismo autoritario y enemigo de la disidencia.

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Opinión

Los cineclubs

Lee la columna de Rodolfo Ybarra

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A mediados de los ochenta e inicios de los noventa, antes de la invasión de los betamax, los vhs, dvds o la televisión por cable, hubo una efervescencia de los cineclubs. Muchos jovencísimos escritores, artistas y demás culturosos, nos lanzamos al ruedo para espectar, en pantalla grande, películas de los más afamados y controversiales directores de cine.

Quizás el más abanderado de estos espacios era la Filmoteca del Museo de Arte que empezó a funcionar en 1986 y que te entregaba su cartilla con los ciclos importantes a seguir. O el BCR que organizaba conversatorios sobre cada película que proyectaba. Recuerdo las colas inmensas y donde los amigos nos reservaban espacio (el poeta Juan Vega siempre nos guardaba un lugar). Y de ahí nos íbamos a tomar un café para asentar las ideas y continuar con la magia del ecran.

También eran los tiempos del Santa Elisa (post-Manrique y CLAE) que cobraba un sol la entrada, el Ministerio de Salud, el Cinematógrafo de Barranco (donde vimos The-Rocky-Horror-Picture), la Biblioteca Nacional, el IPP (con Eslava que se atrevió a proyectar Barfly, la película de Bukowski), el colegio Raymondi, el Goethe con su ciclo de cine alemán y donde vimos todas las películas de Win Wenders; el ICPNA, el Británico, la Alianza Francesa, la Casa España con sus películas de Berlanga, Almodóvar, etc. Un circuito que se hacía con amigos de la poesía y donde todo el mundo fungía, a las patadas, de crítico de cine.

En esos años, el único cineasta peruano que brillaba en estos cineclubs era Armando Robles Godoy con su imponente La Muralla Verde. 1969 (En cine abierto se estrenaba Gregorio. 1985).

Tiempo después, en el cineclub Invisible de Herbert Bazán, dirigí al ciclo «Guerra o aniquilación del sistema» donde proyectamos La Batalla de Argel y Hobo with a Shotgun (o Vagabundo Armado) con Rutger Hauer, entre otras. También acompañé a Jerónimo Centurión para un reportaje subterráneo en un medio holandés y que, por diversos motivos, no llegó a emitirse. Nuestro personaje no resultó tan radical como uno que vivía bajo un puente en Londres.

Hoy que todo es Netflix, HBO, Prime Video, Starz, etc., o multicines comerciales, se hace necesario recordar que hubo una generación que acudía al cine como ir a misa y que un beso de Ingrid Bergman con Humphrey Bogart en Casablanca era suficiente para sentirse enamorado/a o en estado de ataraxia.

(Columna publicada en Diario UNO)

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