Los Lunes de Crítica es uno de los eventos culturales más interesantes del año. Un conversatorio horizontal, abierto a todo tipo de interpretaciones y que hace honor al término «crítica» que incluye en su denominación. Este último lunes se realizó su tercera sesión: «Proyecto Fugaz y Monumental Callao: Posicionamientos y Divergencias». Y vaya si hubo posicionamientos, divergencias, conflictos y controversias.
Pero, también, hubo, lamentablemente, «edulcoramientos» y bastante ligereza.
Pese a la buena voluntad de los organizadores y a la buena fe- presunción «ineludible»- de los representantes del Proyecto Fugaz no se actuaron datos ni documentos ni ninguna prueba de por ejemplo, la contabilidad del proyecto, su rendición de cuentas, su vinculación actual o distanciamiento de Gil Shavit. No hubo ni una mención sobre Odebrecht y aunque de la exhibición de M. Stiglich se pudo rescatar uno o dos conceptos controvertidos en este sentido, no fue suficiente. Tampoco se desarrolló nada acerca de Félix Moreno y el Gobierno Regional del Callao auqnue sí se mencionó la construcción de la. Podría aducirse que no era una diligencia de orden jurisdiccional pero sí era una gran oportunidad para desarrollar un cuestionamiento ético al ámbito del arte y la cultura, escenario tan similar a todos los otros que componen la realidad peruana, que como debemos comprender es un sistema afectado por los mismos males y vicios.
A continuación expondré algunas reflexiones dispersas sobre la multitud de temas que tratamos ayer en la centenaria Casona de San Marcos:
1.
¿Es posible proseguir limpiamente con un proyecto tan estrechamente vinculado con individuos e instituciones tan próximas a la corrupción?, ¿es acaso temerario indicar este detalle?, ¿qué podría argumentarse a favor de la presunción de inocencia de Gil Shavit?, ¿qué vínculos existen entre el Proyecto Fugaz y el sector público en la actualidad?, ¿cuál es el posicionamiento ético del Proyecto Fugaz y sus agentes en relación al mercado del arte y todas las controversias que en él se dan?, ¿quiénes son los más grandes compradores de arte?, ¿todo eso viene de fuentes financieras pulcras o el dinero «sucio» lo ha invadido todo?, ¿los involucrados en la gestión del Proyecto Fugaz sienten algún cargo de conciencia?, ¿es acaso relevante que lo «sientan»?, ¿en verdad hay tanto amor por la niñez y la población chalaca o es verdaderamente un «amor» porcino aunque no sea precisamente amor al chancho sino ….- ?, ¿toda la gente que dejó el Proyecto, en su momento, fue coherente, oportunista o farsante?, ¿es necesario que se mantenga el Proyecto Fugaz?, ¿si se mantiene este Proyecto, indefinidamente, el favorecimiento de la gente chalaca es potencialmente real o el P.F. es tan solo una empresa privada más que dora la píldora del imaginario colectivo con una buena práctica merecedora de congratulaciones y premios?, ¿si solo fuese una empresa capitalista sin ningún interés en la población no habría ningún problema pero para qué asumir ese rostro social de gratis?, ¿existen intereses políticos añadidos en este medio?, ¿cuáles son?, etc.
2.
Sé perfectamente que aquel que acusa tiene la carga de la prueba pero ni los estoy acusando ni este es un proceso judicial y si bien el Proyecto Fugaz no tiene la obligación de demostrar nada excepto a la SUNAT, considero y sugiero que por el bien de su viabilidad y su sostenibilidad, sus representantes expongan y esclarezcan todo viso de turbiedad que se halle en su constitución, gestión y/o mantenimiento.
3.
Es necesario que el Proyecto Fugaz demuestre la «pureza» de su financiamiento y de su administración, de modo público, pero estos actos no deben ser eventos aislados. De hecho, todos los gestores culturales deberían proceder de la forma que he señalado sin excepción, es decir, desde el más pequeño o humilde de los gestores que se unen a una comunidad en un poblado menor hasta las grandes APPs e instituciones vinculadas al más alto nivel de gobierno en este país que del virreinato solo añora los juicios de residencia, por lo demás tan detestados por los funcionarios de esas épocas, épocas acaso más abusivas pero también mucho más claras en sus «propósitos» que esta democracia de cartón piedra.
3.
Debe esclarecerse la necesidad o el móvil por el qué Gil Shavit instituyó, al menos, cuatro empresas con fines filantrópicos y artísticos como Fugaz Contemporary S.A.C., Fugaz Siameses S.A.C., Fugaz Arte de Convivir S.A.C. y Evolución por Fugaz SAC. Cuyo marco de actividades estaba delimitado por la adquisición de grandes inmuebles en los que luego se establecerían galerías de lujo para llevar cultura y arte de primer nivel a los «más necesitados» en un bello ejemplo de «caridad cristiana». En todo caso, la «Judea» de estos «buenos samaritanos» fue y es el Centro Histórico del Callao.
4.
Quizás por cortesía o por la presencia múltiple de agentes del Proyecto Fugaz y sus adláteres chalecos no se desarrolló el tema Odebrecht con la exhaustividad que merece un enredo de tal tamaño.
Siendo que, todos deberíamos saber cómo esta constructora brasileña y sus «negocios sucios» han contaminado todos los lugares por donde han avanzado sus plenipotenciarios es necesario señalar que, según la fiscalía encargada del caso en El Callao, Moreno llegó a recibir hasta US$ 4 millones de parte de Odebrecht. Lo interesante respecto del Callao Monumental y el Proyecto Fugaz es que el intermediario entre la constructora y el funcionario en cuestión fue Gil Shavit.
Según, la fiscalía y la investigación correspondiente de Ojo Público- véase su página web- esa gran coima se dividió en la proporción de sesenta a cuarenta. Es decir, 60% para Moreno y 40% para Shavit.
Esta «proporción» es muy importante, porque indica que estos individuos eran no solo solidarios en la partición de sus «tesoros» sino que, además, tenían gran proximidad y simpatía, ya que darle a un simple gestor de intereses casi la mitad de lo que fue presuntamente negociado constituye no solo un hecho inusitado en los predios del lobbysmo y las componendas criollas sino que constituye la confirmación de la gran influencia de Shavit sobre Moreno y, también, demuestra, la importante injerencia y poder de este individuo, etc.
4.
La relación entre Gil Shavit, Félix Moreno, el Monumental Callao y el Proyecto Fugaz no puede pasar desapercibida por más tiempo. Hay mucha información sobre este tema en la web y todo aquel que esté verdaderamente interesado debe revisarla. Recomiendo, sobre todo, como no podía ser de otra manera, la que hemos propalado en Lima Gris.
5.
Según diversos reportes periodísticos de abril, el Callao Monumental debería relacionar al crimen organizado, a las bandas de extorsionadores, al narcotráfico y a la política corrupta que ejerce el poder en el barrio porteño pero hasta la fecha no se ha actuado nada y eso es muy preocupante.
6.
Si la captura de Gil Shavit, por lo menos, debió aniquilar la viabilidad ética del Callao Monumental y el Proyecto Fugaz, ¿por qué no se ha interpuesto un distanciamiento bien justificado entres estos extremos?, ¿por qué sigue siendo el propietario o no?
¿Acaso es tan simple afirmar que los fondos invertidos en el Callao Monumental y en el Proyecto Fugaz no provienen de asuntos turbios cuando el titular de ambos es la misma persona, es decir, Gil Shavit?
¿Acaso alguien puede creer en este cuento solo porque la inversión se realizó, según los representantes de este proyecto, en un tiempo anterior a la captura y a los hechos imputados?
Lo que existe en este punto es un absoluto descrédito de todo el entorno y si van a presentarse como puros es menester que esclarezcan todas las interrogantes propuestas a fin de no confundir a los lobos con las ovejas.
7.
El circuito artítico-cultural, en una inversión del clásico aforismo, no solo debe parecer ético sino que, sobre todo, debe serlo. Cualquier otra posibilidad es indeseable.
8.
Todo esto puede sintetizarse en la necesidad de poner en claro de dónde provienen los fondos con los que se realiza la gestión cultural y artística en nuestro país. No hacer estas indagaciones sepultaría a estas «escenas» en las fosas sépticas más profundas y repugnantes de la historia.
9.
Ante la eventual gentrificación del Callao se expusieron, en realidad, se mencionaron, mejor dicho, «casi» se sugirieron, los casos de Wynwood y Soho, acaso hubiera sido interesante calibrar las condiciones en las que se ha dado este proceso, también, en Puerto Madero. En todo caso, esta dinámica fue más o menos cuestionada por los lugareños que asistieron al evento pero con todas las limitaciones del caso. En cambio, para los representantes del Proyecto Fugaz estos cuestionamientos se soslayaron hasta extremos inauditos puesto que lo único que, según ellos, buscan es ensalzar a la ciudadanía porteña cuyo beneficio único y exclusivo es ser los depositarios de todas las acciones «sociales» en torno a su gestión.
Cabe agregar que los expositores se reconcentraron tanto en su lectura, ninguno expuso sin leer, que perdieron la noción del auditorio y la verdad no se les escuchaba nada bien. Vale señalar esta incidencia a fin de que los organizadores asuman la divulgación de las ayuda-memorias de los expositores a fin de recopilar con mayor rigor todo lo que concierne a cada sesión y así facilitar la problematización que corresponda en el curso del intervalo que lleva de una sesión a otra.
10.
Los ciudadanos chalacos que asistieron al evento se mostraron plenamente indignados por la desnaturalización del espacio público y la falta de identidad que representan diversas propuestas pictóricas que han afectado al Centro Histórico del Callao. Y atribuyen esta condición a la intervención que propició el Proyecto Fugaz. Esto no es muy claro. De hecho, entre los jóvenes chalacos noté una intencionalidad de desprotección como si el Proyecto Fugaz debiese ser un ente tuitivo de sus necesidades. La verdad esos roles debe asumirlos el Estado y se debe recurrir ante él. Indudablemente, haber pintado un rostro tan «social» sobre una entidad privada ha hecho que la gente, en general, se confunda.
11.
En la sesión del lunes 13 de noviembre, no faltaron algunos elementos folclóricos. Los representantes del Proyecto Fugaz asistieron con personajes del «barrio» y con ellos trataron de representar los beneficios de su propuesta en la ciudadanía chalaca. Hasta llevaron a un pintor adolescente a fin de mostrarse espléndidamente caritativos pero el tema de fondo que es la ÉTICA adyacente a todo este entorno no se vio desarrollada en ningún momento salvo por una o dos excepciones y nada más.
12.
El Callao, una zona tan intensamente desdibujada por la violencia y el crimen, el narcotráfico, la corrupción política, el pandillaje, la extorsión y todo tipo de mafias, obviamente, no puede reducirse a esta oscura enumeración pero si en las últimas dos décadas casi todos sus representantes han sido denunciados por toda la gama de delitos que implica a los funcionarios públicos, y cuando ha tenido que disponerse del estado de emergencia durante nueve meses para disminuir aunque sea un tanto la violencia allí reinante, es claro que cada pueblo no solo tiene los gobernantes que se merece sino que, además, en este caso, el pueblo chalaco solo se ha resignado a ser la clase de pueblo que es por más que haya algunas excepciones a esta mayoría inconsciente. En verdad, la única forma por la que cambiará la realidad del Callao es si su propia gente participa activamente en la realización de este cambio. Ayer aunque vi a personas ciertamente entreguistas, también, vi a jóvenes chalacos distantes del servilismo y bastante preocupados por transformar a su barrio.
Desde luego, esta transformación no necesariamente tiene porque provenir del Proyecto Fugaz. A estos artistas y gestores culturales independientes, en quienes quizás pueda cimentarse una alternativa de cultura que se asiente profundamente en la comunidad chalaca, vaya el debido reconocimiento en estas líneas.
13.
Si algunos de los grandes problemas de la gestión cultural son los lobbys y las «élites», en teoría, el Proyecto Fugaz sería un medio idóneo para edulcorar el torvo interés capitalista de estos lobbys y de estas «élites» ya que sabemos perfectamente que el arte y la cultura refinan aún más una condición de por sí refinada y si se otorga, al mismo tiempo, un acercamiento de la cultura al pueblo se tendría no solo un gran gesto inclusivo sino y , sobre todo, un gran gesto político. Pese a ello, hubo varios testimonios que desacreditaron esta supuesta aproximación al pueblo.
14.
Sin duda, hay mucho que investigar – la corrupción presunta o supuesta, la absoluta ausencia de «cuentas claras», etc- y ya daremos una vuelta por el viejo puerto pero esto es todo lo que se pudo inferir y aprehender de la sesión del 13 de noviembre de los Lunes de Crítica.
15.
Sobre la ética de los agentes del medio artístico-cultural y el modo como resuelven cualquier dilema en caso de participar en eventos cuestionables, remítanse a mi anterior artículo sobre el Hay Festival Arequipa y la FILTrujillo.
16.
Para finalizar, debo indicar que ni siquiera la mórbida piel de Vesania nos apartó de la realidad por un instante. De hecho, y pensando en una hacienda azucarera y sus productos, puedo decir que en la noche de ayer, ni la dulzura de la melaza ni la áurea intensidad del ron obnubilaron ni impidieron que reparemos en la espesa turbiedad del bagazo.