Mientras algunos embajadores, como Walter Gutiérrez, en España y el Principado de Andorra, renuncian, otros, como Néstor Popolizio, se atornillan al cargo, tal como ocurre en República Checa.
Mientras el canciller Javier González-Olaechea le conmina a Walter Gutiérrez a ofrecer disculpas públicas por no asistir a una reunión con embajadores, ese mismo ministro de Relaciones Exteriores no le dice nada a Néstor Popolizio, pese a dos sentencias del Poder Judicial que anularon la resolución ministerial firmada por el hoy excanciller de Martín Vizcarra con la cual dejó fuera del servicio diplomático a Fortunato Quesada, medida arbitraria concretada sobre la base de un complot que se ejecutó el 2018 desde Lima hasta Tel Aviv (cuando Quesada era embajador en Israel).
Dicho sea de paso, la judicatura peruana ha sido contundente en sus dos sentencias al anular el ucase administrativo de Popolizio, tanto en primera instancia (setiembre del 2023) como en segunda instancia (marzo del 2024), pero ¿por qué continúa el blindaje, la impunidad y el encubrimiento en provecho del canciller del Lagarto Vizcarra?
Recordemos que Popolizio Bardales fue vicecanciller de PPK (2016 al 2018), luego el canciller de Martín Vizcarra (2018 al 2019), representante permanente del Perú ante las Naciones Unidas (noviembre de 2019 a diciembre de 2021) y luego fue nombrado -por el entonces presidente Pedro Castillo- embajador del Perú en República Checa, cargo que ocupa hasta el momento de redactarse este artículo.
Pero el punto es que, en Cancillería, tal como ocurrió durante las gestiones de los últimos cinco cancilleres, continúa hoy la impunidad, así como la falta de cumplimiento de la idoneidad y la integridad institucionales, especialmente frente al caso Quesada.
Sin embargo, Popolizio, a la luz de las resoluciones del Poder Judicial, tiene mucho que explicar al Estado peruano porque su desempeño está relacionado al escándalo de una conspiración ejecutada desde Torre Tagle contra el entonces embajador Fortunato Quesada, en medio de una trama mediática gatillada desde un programa dominical (17 de junio del 2018) que finalmente no solo atentó contra los derechos humanos y laborales de este diplomático de carrera, sino que también lastimó gravemente la imagen del Perú y el prestigio de la Cancillería.
Ese efecto negativo no se va a limpiar por más que -en la fecha- el Ministerio de Relaciones Exteriores publique el “Comunicado de Prensa N° 007-2024” donde anuncia a los cuatro vientos que “el Palacio de Torre Tagle abrirá sus puertas al público en general”.
¡Plop! Así es, amable lector, eso dice el susodicho comunicado, tal cual lo puede leer usted mismo.
¿Para qué anuncia eso la Cancillería? Pues, nos informan desde adentro, “dizque para mejorar la imagen del Ministerio de Relaciones Exteriores” mediante “las visitas del público” a dicho palacio, “entre las 16:00 y 19:00 horas, durante los sábados y domingos a partir de este sábado 11 de mayo”.
Pero el comunicado abunda en más detalles naif y evidentemente muy básicos como el siguiente párrafo:
“El recorrido por los diferentes ambientes del Palacio contará con el acompañamiento de un guía oficial. La visita es gratuita y contemplará todas las medidas de seguridad”.
Luego dice: “¡Los esperamos!”. Además, remata dicho comunicado con el siguiente galimatías:
“Lo que se conoce, se aprecia. Y si no se aprecia, se protege”.
Señores del Ministerio de Relaciones Exteriores, amable y respetuosamente les digo desde esta columna que así no se mejora la imagen de una entidad tan importante como la Cancillería. Es decir, la buena reputación y el prestigio de una institución no se gana simplemente con visitas guiadas entre los muros de un palacio, sino que se consigue con transparencia y con la apertura de los procesos administrativos que faltan realizar, sobre todo en el caso del complot contra el embajador Fortunato Quesada, donde tiene mucho que explicar el actual embajador del Perú en República Checa, Néstor Popolizio Bardales.
Pero, adicionalmente al tema del complot, donde hay pruebas irrefutables que obran en poder de la propia Cancillería, lo mejor para la buena marcha de Torre Tagle está en facilitar y permitir a los entes de control del Estado evaluar el rol desempeñado por Néstor Popolizio y abrir un proceso disciplinario acerca de los antecedentes de su resolución administrativa del 28 de diciembre del 2018, con la cual se perpetró una injusticia en el denominado caso Fortunato Quesada.
En puridad, si vía un complot el 2018 se procesó administrativamente y sancionó a la velocidad de un rayo, en apenas 10 días, a un diplomático de carrera como Quesada, hoy la procuraduría del Ministerio de Relaciones Exteriores, por coherencia y equilibrio, ante las dos sentencias del Poder Judicial que anularon la resolución de Popolizio, ¿no debería de actuar abriéndole proceso administrativo al referido excanciller, en defensa de la institución e incluso cuando hay pruebas irrefutables en poder del propio Ministerio de Relaciones Exteriores?
No obstante, ahora se suma otro hecho concreto más y es que los órganos de control y de ética pública de la propia Cancillería, deberán investigar si Néstor Popolizio también estaría incurso en un supuesto caso de tráfico de influencias, nepotismo o favoritismo en provecho de su hermano Edgardo Popolizio Bardales.
Esa pendiente investigación de oficio deberá esclarecer ante el Estado y la opinión pública si las relaciones laborales, los contratos y los nombramientos se dieron de acuerdo a ley o no, pues Néstor Popolizio tiene un hermano en el servicio técnico-administrativo del Consulado General del Perú en Hartford (Connecticut, EE.UU.), debiendo ventilarse las conexiones funcionales que pudo haber entre ambos cuando el primero de los nombrados ocupó el cargo de vicecanciller, luego el puesto de canciller, posteriormente fue representante permanente de las Naciones Unidas, con sede en Nueva York, sin abundar en que hoy es embajador del Perú en Praga y amén de que su hermano Edgardo habría ingresado al servicio administrativo durante la gestión del entonces canciller “Joselo” García Belaunde, allá por el año 2009.
¿Argolla, vara o tarjetazo? ¿La ley lo permite o no lo acepta, estimado canciller Javier González Olaechea? ¿Popolizio es intocable? ¿No le hacen nada por ser un excanciller o porque no se quiere agitar las aguas dentro de Torre Tagle pese a la sentencia de primera instancia del Poder Judicial que anuló su resolución administrativa en setiembre del 2023 y la sentencia de segunda instancia que ratificó la nulidad de dicha resolución en marzo del 2024?
Ministro de Salud César Vásquez sobre suero defectuoso: “Es natural que genere pánico en la población”
El titular del Minsa llegó a la Comisión de Salud para referirse a la crisis de suero que se ha generado. Padres de una de las víctimas también estuvieron presentes en la sesión.
«Ratifico en la solidaridad con las víctimas, comparto la indignación de ellos y la frustración». Fueron las palabras del ministro de Salud César Vásquez, ante la comisión del mismo que se centró hoy en las muertes ocasionadas por el caso de «Los sueros de la muerte». El ministro solicitó venir a la comisión para comparecer y aclarar el panorama.
Qué sucedió. Primero «El laboratorio Medifarma a quien nosotros denunciamos el 24 de julio del año pasado, que junto a 14 laboratorios más formaban una red criminal que llamé La Red De Las Medicinas y que no me hicieron caso y que estaba detrás de una campaña de desestabilización en mi contra porque les era incómodo para ellos (…) Indecopi inició las investigaciones y hoy con frustración extraoficialmente me he informado que la Fiscalía ha archivado el caso. Nosotros hemos denunciado que estas empresas concertaban precios. Buscaban en las licitaciones se paguen precios mayores al mercado. No sé presentaban y quedaban desiertos. Ganaban así que se retrasasen las compras y ante un aparante desabastecimiento brutal no quedaba al Estado más que comprar directamente».
Además, mencionó: «A pesar de los errores y el destiempo en que se informó… El día en que se supo de los casos graves se sacó la alerta sanitaria y se inspeccionó el laboratorio y se concluyó con el cierre de esa área de producción y se concluyó también que se hizo mala producción y que no cumplieron con hacer un buen control de calidad. Nosotros hicimos nuevos controles de calidad para comprar los más de 10 millones de frascos que se compraron en 2024 para todo 2025. Pero el sector privado también debió hacer control de la calidad propia antes de administrarlo. Hemos hecho la denuncia al laboratorio y a la clínica».
La respuesta de los congresistas
El primero en hablar fue Muñante que pidió cortara su alocución el ministro ante mucha explicación.
Según la tesis del ministro se trataría de «una estrategia de ellos [los laboratorios] es generar una incertidumbre de desabastecimiento».
Por su parte, la congresista Sigrid Bazán refirió que «son 22 millones de frascos de suero que la empresa a través de contratos que Digemin mismo ha permitido. El certificado los expide el Ministerio de salud». Luego arremetió contra Sonia Delgado «nombrada directora de Digemin es accionista de dos empresas farmacéuticas que asesoran a laboratorios de regulación en la misma entidad por lo que hay un conflicto de interés».
Susel Paredes, por su parte señaló: «Están aquí los padres de Alejandra Landers que tiene muerte cerebral (…) ¿Tiene identificados a todos? Porque aparentemente están apareciendo casos nuevos en clínicas (…) Casi es un monopolio el tema este del laboratorio respecto al uso de este medicamento, 85% en el sector público y 60% en el privado (…) ¿Se harán compras internacionales de emergencia? ¿Hay plan de eliminación? No vaya ser que sigan esos frascos y lo vendan en las boticas».
Por otra parte, Katy Ugarte mencionó: «¿Quién devuelve esas vidas? (…) Pasó esto con los niños de Qali Warma intoxicados y ahora esto».
Recordemos que en el 2008 una portada de la revista ANDA News curiosamente se refería al INDECOPI, y en páginas interiores su editorial declaraba a RBC Televisión y a Ricardo Belmont Cassinelli como “enemigos de la industria”.
Han transcurrido 17 años desde esa declaratoria de guerra por parte de una revista perteneciente a los medios de comunicación de la era fujimorista, pese a que la persecución personal contra el dos veces alcalde de Lima y candidato a la presidencia en 1995, Ricardo Belmont, venía de más atrás en la línea del tiempo, pues la campaña demoledora contra su imagen empezó en 1994 con el Decreto Legislativo 776, que le cortó las rentas ediles para boicotear su gestión, sino que arreció al día siguiente de dejar el cargo de burgomaestre, en enero de 1996, con los programas Panorama y Contrapunto, entonces digitados desde el SIN de Montesinos.
Pero lo extraño o curioso es que la última batalla contra el promotor de la Teletón y de las causas nobles en provecho de la niñez más pobre, Ricardo Belmont, fue precisamente en los predios del INDECOPI, ese mismo ente referido en la portada de la revista ANDA News, pues mientras Ricardo ganaba su derecho a retornar al Canal en los fueros del Poder Judicial, de la SMV, del MTC o de la Bolsa de Valores de Lima (Cavalli), tomado por el primero de sus hijos junto a matones en abril del 2016, finalmente su regreso a gestionar y conducir su medio de comunicación fue obstaculizado por el INDECOPI.
Lamentablemente en esa entidad se manipuló el despojo y arrebato de una televisora, como Canal 11, y desde allí también se facilitó el incumplimiento de las sentencias del Poder Judicial que otorgaban beneficios sociales a los legítimos trabajadores de RBC Televisión, además de atentar contra las libertades de prensa y opinión de un medio de comunicación social.
Es decir, el INDECOPI -con su Comisión y Sala de Procedimientos Concursales- fue instrumentalizado directa o indirectamente para que -mediante una junta de acreedores hecha a la medida- se destruya el Estado de derecho, el derecho laboral, el derecho de propiedad y la libertad de prensa.
No obstante, hoy la batalla por superar ese impasse fraudulento o inventado para llevar a RBC Televisión ante una comisión concursal por supuesta falencia económica, sí puede acabar en pocos minutos con tamaña injusticia, y ello se concretaría más rápido si la Fiscalía, los trabajadores y el Poder Judicial ponen en verada a la Comisión de Procedimientos Concursales y al presidente de la junta de acreedores que ya tiene sanciones de multa por actuar dolosamente y mantiene alrededor de cinco procedimientos sancionadores a vista y paciencia de la susodicha comisión de procedimientos concursales.
Aún más, el propio INDECOPI de oficio podría sancionar y expectorar al actual presidente de dicha junta de acreedores, dejando así como entidad pública su triste papel de Celestina que ha venido practicando hasta ahora, pues está obligada a respetar la Constitución, las leyes laborales y penales, así como ejercer la buena fe corporativa, el “compliance”, la ética pública, la transparencia, la integridad e idoneidad.
Reitero, en minutos, puede regresar Ricardo Belmont a su canal si los funcionarios del INDECOPI (Comisión de Procedimientos Concursales) actúan en consecuencia de un Estado de derecho que haga del Perú una gran nación y no una República bananera.
Julia Wong nos dejó hace un año. Pero su producción literaria no se ha detenido, más bien ha tomado cauce como un río vertiginoso o una estrella fugaz en el cielo limpio. Y en estos últimos meses, dos de sus libros han visto la luz incorpórea: “El libro aún no escrito por las mariposas” por Máquina Purísima de Cecilia Podestá y “La Campana de barro” por Maquinaciones narrativa que dirige el escritor José Donayre Hoefken. Y también un importante premio literario ha tomado su nombre.
La Campana de barro nos trae un texto híbrido a caballo entre la novela, la poesía y el ensayo donde la escritora indaga en la idea del suicidio o su promesa siguiendo las huellas de Esther Greenwood en La Campana de vidrio, de Silvia Plath y que le sirve para entregarnos un texto maduro sobre su infancia o de cómo miraba el mundo desde el Empire State de Nueva York; o sus viajes por Argentina, Korea, Alemania, etc. Sus amores, sus amantes, su madre, su hija y el futuro incierto.
Este artefacto literario que nos entrega Wong le permite reflexionar o cuestionar su mundo interior incluido el sexo, pero también lo que sucede afuera: el término “gay”, el feminismo del cual no se siente parte y la sociedad en general donde ella siempre aparece como la migrante que trata de entender los matices por ejemplo entre los coreanos, chinos o japoneses.
Julia Wong nos habla del suicidio y se incluye en la lista: Plath, Luis Hernández, Florbela Espanca, Arguedas, su tía J; pero esto no es un rechazo a la vida, es más bien todo lo contrario. Julia amaba la vida, las librerías, las playas, las conversas con los buenos amigos y una copa de vino; y los festivales que organizaba en Chepén y a los que asistía de invitada. Y a pesar de su larga y penosa enfermedad nunca abandonó la sonrisa. Solo cuando ya no había nada qué hacer escribió en su Facebook: “No-soy-Guerrera,-ni-estoy-hecha-de-fierro.”
Y eso es lo que caracterizaba a Julia, una mujer sencilla con mucho mundo; naif por ratos y que te decía de frente: “eso me gusta de ti” o “no me gusta que digas esto o lo otro”. Repasar las conversaciones que tuvimos con ella es escribir otra novela mientras resuena esta Campana de barro donde Julia está llena de vida y de cuestionamientos.
Asistimos en los últimos días a casos públicos de violencia vecinal, pese a que hay otros hechos graves que no llegan a los medios de comunicación y menos a convertirse en denuncias ante la Policía Nacional, el serenazgo o la Fiscalía. Es decir, hay una cifra negra que se mantiene fuera de la estadística.
Miraflores es uno de los distritos que más ha sufrido un cambio en su fisiognomía vecinal, pues hace treinta años no tenía la proliferación de edificios en zonas residenciales, tampoco recibía de lleno el vertiginoso incremento del parque automotriz o la multiplicación de mascotas, existiendo nuevos vecinos con tres, cuatro y hasta cinco canes o gatos.
No obstante, es el mundo y la sociedad en general los que se han visto más violentos sobre todo a causa de una falta de educación del carácter y de manejo del estrés laboral, por lo que Miraflores no es la excepción, pero los últimos acontecimiento sobre vecinos díscolos pueden ayudarnos a dar una clarinada de alerta y ejecutar ya mismo planes piloto con las principales autoridades de una comuna muy caracterizada que es guía o referente en muchos aspectos para otros distritos del país.
Por eso la Municipalidad de Miraflores debe liderar una campaña masiva de valores y coordinar planes específicos de prevención del delito con la Policía Nacional, teniendo el antecedente positivo -por ejemplo- de que en el último 2024 y en lo que va del 2025, se ha visto una importante labor con líderes policiales que aman a la comunidad y que tienen vocación de servicio como el comisario Cmte. PNP Jhon Luján, pero al otro lado de la moneda lamentablemente hay una enorme cantidad de vecinos, de familias miraflorinas e instituciones públicas que no han tomado verdadera conciencia de sus responsabilidades.
En este contexto, sobre la base de la labor del municipio miraflorino, de la Policía y la familia, vienen otros actores como la escuela (ya sea pública o privada), el sector salud distrital con especial cuidado en la prevención de las salud mental y en ello deben trabajar juntos la UGEL 07 y el MINSA con el objetivo de detectar desde temprana edad en la comunidad educativa los posibles casos de riesgo y violencia potenciales.
No obstante, hay un área capital y es el de las juntas vecinales, que en Miraflores tendrán una renovación en abril, pues con vecinos líderes y con la comunicación oportuna se pueden evitar actos no solo vergonzosos sino peligrosos para la vida de los buenos vecinos, a fin de no repetir las noticias recientes donde una persona arroja un objeto contundente desde el balcón de su departamento a la edificación del frente o cuando una mujer patea a una joven paseadora de perros, aunque existe un tercer caso resiente de acoso y agresividad de una mujer contra un joven publicista reconocido que con su trabajo apoya a grupos musicales, artísticos y culturales no solo en el distrito sino en el Perú.
En conclusión, unidos las autoridades municipales, la Policía Nacional, el Serenazgo, la Fiscalía, los líderes educativos y el personal del MINSA, entre otras instituciones públicas y privadas, se puede evitar que nuestro distrito deje lo que le ha caracterizado siempre, la residencialidad, la paz pública, el apoyo al arte y la cultura, así como el respeto a sus autoridades y buenos vecinos.
Donde estemos inculquemos los valores morales, el diálogo, el dominio de sí mismo y el respeto al otro, pues con acciones simples se construye una mejor sociedad, por ejemplo, cuando se pasea a una mascota con su correa obligatoria, y si hay alguien que no lo hace pues debe aplicársele la multa municipal correspondiente. Recordemos que tenemos derechos, pero también deberes. Igualmente, no permitamos la prepotencia contra nuestros amigos policías, serenos o buenos vecinos, y menos la discriminación, el acoso y el racismo. No dejemos que esas taras se conviertan moneda corriente en nuestro distrito.
Jaime de Althaus, el intelectual más lúcido de la oligarquía se ha convertido en el operador político más importante de los partidos, movimientos, colectivos y membresías de la derecha conservadora, liberal y neofascista del Perú. Althaus anunció la semana pasada en El Comercio —vocero de las dictaduras y de los grupos de poder económico— el «programa común» de la derecha peruana en materia de seguridad ciudadana. Presentó una serie de medidas administrativas desde la visión oligárquica que, supuestamente, acabarían con el crimen organizado y mejorarían la seguridad ciudadana. Incluso señaló que este «programa común» podría extenderse a educación, salud, transporte, entre otros ámbitos. Lo importante es el compromiso político de estos sectores con los intereses económicos de la oligarquía peruana.
Althaus tomó prestado, coincidentemente, el nombre de «programa común» de la izquierda francesa que, en 1972, anunció la unión entre socialdemócratas y la izquierda marxista de entonces.[1] Dicho programa consistía en:
Nacionalización de sectores estratégicos (banca, industria pesada).
Reformas sociales: reducción de la jornada laboral y aumento del salario mínimo.
Mayor justicia fiscal: impuestos progresivos a los ricos.
Mejoras en servicios públicos: educación y salud.
Política exterior independiente, crítica al capitalismo y al imperialismo.
Este programa común de la izquierda francesa de 1972 no ha perdido vigencia para muchos sectores de la «Francia insumisa» y de los socialistas franceses.
Por otro lado, en el Perú, los sectores populares están construyendo un «programa común» de la revolución social, que ya está en marcha y es indetenible. Este programa propone:
Democratización del crédito mediante la libre competencia, acabando con el oligopolio de los «cuatro jinetes del apocalipsis» (BBVA, BCP, Scotiabank, Interbank).
Reformas sociales: eliminar el monopolio farmacéutico.
Reforma del Estado: acabar con la burocracia corrupta, haciéndolo más eficiente y empoderando a SERVIR; suspender el proceso de regionalización durante un año para, junto a los gobernadores actuales y las organizaciones sociales, económicas, educativas y gremiales, construir un verdadero proceso de descentralización.
Convertir la minería en «el salario de los peruanos», es decir, ponerla al servicio del país, promoviendo proyectos mineros por cincuenta mil millones de dólares para financiar el déficit en infraestructura agraria, educativa y de salud.
El programa común de la revolución contempla también:
Construir carreteras, trenes y conectar al país con la revolución digital mundial.
Organizar al pueblo junto a las Fuerzas Armadas y Policiales para combatir la delincuencia común y la corrupción política y empresarial.
Reformar los organismos reguladores controlados por las empresas que deberían ser reguladas (el caso de la Superintendencia de Banca es escandaloso).
Promover la cultura como instrumento para afianzar la diversidad y construir una gran industria multicultural que produzca reconocimiento y riqueza.
Diez millones de peruanos sin agua ni desagüe no pueden vivir en la indignidad, ni millones de mineros artesanales pueden permanecer al margen del país. El programa de la revolución social plantea incorporarlos al Estado a través de empresas en las que este pueda asociarse con ellos para producir valor agregado y riqueza para todos.
El programa del pueblo no excluye a nadie, a diferencia de los grupos de derecha capitaneados por Althaus y los grupos de poder económico. El mundo enfrenta una guerra comercial desatada por Norteamérica con el fin de afianzar su hegemonía. Frente a esto, el programa del pueblo promueve una política de paz, libre comercio y unidad entre los hispanoamericanos y los pueblos del tercer mundo.
Estas son las diferencias entre el «programa común de las derechas fascistas peruanas» y la revolución social en marcha que construye el pueblo y que está abierto a todos los peruanos. La alternativa es clara: o avanzamos al futuro con la inmensa mayoría popular o retrocedemos con los opresores y corruptos de siempre. ¡De usted depende de qué lado quiere estar!
En la Cali de los años setenta, un grupo de jóvenes cinéfilos, escritores y cineastas se rebeló contra las convenciones del arte y la cultura, dando origen a un movimiento que hoy conocemos como Caliwood. Luis Ospina, Carlos Mayolo y Andrés Caicedo fueron los principales exponentes de este fenómeno que combinó cine, literatura y un espíritu contestatario.
La esencia de Caliwood se gestó en espacios como la mítica Ciudad Solar, donde estos artistas encontraron refugio e inspiración en la colectividad y la transgresión. En palabras de Ospina, eran “hijos de lo que pasó en mayo del 68”, una generación que rechazaba el statu quo y buscaba nuevas formas de expresión. Más que un simple grupo de cineastas, eran una comuna artística que desafiaba su origen de clase acomodada para sumergirse en la marginalidad de su país.
La propuesta de Caliwood se caracterizó por su estilo irreverente, su sentido del humor negro y su crítica mordaz a las estructuras de poder. Películas como Agarrando Pueblo (1978) de Ospina y Mayolo denunciaban la “pornomiseria”, término acuñado para cuestionar la explotación de la pobreza en el cine documental de la época. Lejos de la complacencia del cine comercial, estas producciones buscaban incomodar y abrir un debate sobre la ética de la representación cinematográfica.
Andrés Caicedo, por su parte, aportó la visión literaria y cinéfila al movimiento. Su pasión por el cine se reflejó en la creación del Cine Club de Cali y en su mítica revista Ojo al Cine. A pesar de su temprana muerte a los 25 años, su legado sigue vivo en obras como Que viva la música, traducidas a varios idiomas y reconocidas internacionalmente. Ospina, su amigo y compañero, defendió su genio asegurando que no fue un simple mito construido por su círculo, sino una voz excepcional cuya influencia ha perdurado por más de tres décadas.
El término “Caliwood” nació como una broma entre copas, pero se convirtió en un emblema de la identidad cinematográfica caleña. Desde su origen espontáneo hasta la actualidad, ha dejado huella en la cultura popular, al punto de inspirar museos, canciones y hasta letreros de negocios locales. Lo que comenzó como una pequeña revolución de cinéfilos terminó consolidándose como un hito del cine latinoamericano, demostrando que la verdadera transgresión artística es aquella que no solo desafía, sino que también perdura.
El marqués de nacionalidad peruana-española y dominicana, leonciopradino, y barranquino de corazón, Mario Pedro Vargas Llosa, ha cumplido 89 años de vida ininterrumpida, oficiosa, disciplinada, periodística, literaria, política, ensimismada, y apátrida.
Varguitas, como le llamó su tía y ex mujer Julia Urquidi, como fiel pupilo de Raúl Porras Barrenechea, quien le formó en las dotes del saber, se dedicó al periodismo y escribió sesudos artículos para ‘La Crónica’ y ‘La Industria’, hasta que en 1977 encalló en la columna propia: ‘Piedra de Toque’. Incluso, estrenó programa televisivo ‘La Torre de Babel’.
El autor de las vigentes ‘Conversación en la Catedral’ y ‘La Casa Verde’, es uno de los autores supervivientes del boom latinoamericano.
Y a propósito de la canción de Paul Anka “como un día domingo”, hace cuatro meses—un día de noviembre—Varguitas fue trasladado hasta la avenida Alfonso Ugarte N° 206, en el lugar que actualmente reposa un basural convertido en letrina pública.
Y—como recordar es volver a vivir—el Nobel se tomó una foto en el frontis de aquel vetusto lugar de lo que fue el ‘Bar La Catedral’; una taberna que en los cincuentas era esplendorosa y acogía a las luminarias de la literatura peruana.
No cabe duda que la vida de MVLL superó a las memorias de ‘El pez en el agua’. Él soñó con ser presidente; sin embargo, perdió las elecciones en 1990 en manos de un profesor nipón. Vargas Llosa se exilió en Europa y no quiso saber nada del Perú. Su derrota política quizá haya significado una de las más grandes frustraciones en su vida, aunque él lo haya negado en reiteradas ocasiones. Pero entendió que la vida también consiste en fracasos y se reconcilió con la tierra que lo vio nacer.
Hoy se afinca en Lima y en Arequipa, donde goza del cariño de los amigos, e incluso de los que no lo son, porque, siempre tendrán algo qué decir de él. Y en honor a las celebraciones por su cumpleaños número 89, el pasado viernes 28 de marzo se realizaron lecturas dramatizadas de sus principales obras, en cuatro distritos de Lima capital.
En la mesa estuvieron presentes los congresistas Montoya, Muñante y Barbarán, y como ponente especial desde el Tribunal Constitucional, Hernández Chávez. Curiosamente el viernes desde el TC se anuló la condena que recaía sobre Vladimir Cerrón por el caso la oroya.
Al respecto del derecho por nacer el magistrado Hernández Chávez señaló:
«No hemos conocido en la historia del TC un caso donde se haya presentado algún atentado respecto al derecho por los niños por nacer vinculado a una figura tan deplorable como el aborto (…) y sin embargo, no ha estado exenta de los pronunciamientos jurisprudenciales del TC».
Por su parte, el congresista Muñante refirió sobre los avances legislativos para la protección del niño por nacer así como el fortalecimiento de la protección a la madre gestante así como han venido archivando proyectos que buscan liberalizar el aborto en Perú, como el caso del proyecto de ley 954 «Que pretendía despenalizar el aborto y que fue rechazado contundentemente con todos los votos en contra de ese proyecto menos uno, el de su autora».
Si bien perú parece un país seguro para los niños por nacer, no obstante la realidad semántica jurídica es más compleja de lo que se espera.
Ya en la España post franquista en los debates sobre el derecho a la vida para la Constitución de 1978, el diputado de la corte y constituyente Gregorio Pérez Barba, se refirió a dicho derecho la cual discutían los antiabortistas proponiendo para la fórmula el uso de la palabra «Todos», mientras los abortistas querían se usará el sintagma «Todas las personas». Esto último porque en el código civil se establece que es persona aquel que vive 24 horas fuera del claustro materno. Siendo así, Pérez Barba intervino en el debate constitucional y con cinismo dijo:
«Desengáñense sus señorías, todos sabemos que el problema del derecho es el problema de quién está detrás del poder político y de la interpretación de las leyes (…) si hay un TC y una mayoría pro abortista «Todos» permitirá una leyenda del aborto y si hay un TC y una mayoría antiabortista «Persona» Impedirá una ley del aborto».
Entonces, lo que sucede es una cuestión de quien tiene el poder y no de qué dice la Constitución. Caso cerrado.