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Opinión

Metástasis institucional en Bolivia

Lee la columna de Alejandro Herrera Núñez

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Cientos de tropas, un blindado del Ejército rompiendo la puerta del Palacio Quemado, un país confundido, transmisiones en vivo. Un presidente que se comunica por Twitter. Un careo entre el presidente y el general golpista. Todo en tres horas.

Bolivia es un desastre, pero también es un espejo de su siamés, el Perú, que hace dos años y medio vivió un intento de auto golpe, que duró dos horas y acabó con el presidente destituido y preso hasta el día de hoy. En Bolivia la cosa volvió a repetirse pero al revés. Un general se levanta y ataca palacio de gobierno acompañado de cientos de militares. Después de tres horas el golpe se diluye y este acaba preso.

En medio, un país desconcertado. Gente corriendo a los mercados a abastecerse, colas sin fin en las gasolineras, y miles en los cajeros de los bancos sacando sus ahorros antes de un inminente corralito.

Más allá de lo anecdótico, queda enfocarnos en lo esencial de estos acontecimientos acaecidos en ambos países con una gran mayoría de población indígena. El Perú y Bolivia, no nos engañemos, fueron, son y serán países unidos por algo más que las montañas. Hay en su sentir una comunión muy profunda que se evidencia en reventonazos de estallidos sociales. Pero lo que vimos en diciembre de 2021 y en junio de 2024, respectivamente evidencian la profunda descomposición institucional que viven, la cual no se arregla con simplemente ir a las urnas. El problema es más grave. Es una cuestión institucional.

Quien mejor lo resumió y durante esas horas angustiosas de tropas acantonadas en la plaza Murillo, fue el ex presidente Tuto Quiroga, quien resumió la situación en una crisis de descomposición institucional, en que las Fuerzas Armadas se levantaban encabezados por el general Zúñiga a hacer un reclamo ante el presidente semejante a un paro de un sindicato. Solo que en este caso se trataba del Ejército. Semejante descomposición institucional del cuerpo armado que concentra el monopolio de la violencia evidencia que tan mal está Bolivia, y algo peor, que tan contagiosa puede ser en una región donde los índices de respaldo al sistema democrático caen todos los años, y donde una salida autoritaria a la luz de la mileinización y la bukelización, son muchos más que una tentación pasajera.

Sorprende que en el caso peruano exista una tesis de 1948 (recientemente publicada este año), sobre la crisis de las instituciones de autoría del doctor José Antonio Russo. Ya muy temprano se dio cuenta este académico procedente de la militancia revolucionaria aprista, que el nudo gordiano peruano yacía en la cuestión de las instituciones. Es decir, en los usos y costumbres de una cultura organizacional por el que funciona el Estado. No obstante, ochenta años después las cosas solo empeoran en el país de los incas. Desde 2016 ya perdí la cuenta de cuántos presidentes ha tenido Perú. Este país sigue el modelo de República presidencialista al estilo francés, pero de facto desde 2016, algo ha ocurrido, y es que se ha convertido en una República parlamentaria, dónde el Congreso (el parlamento o cámara de diputados peruano) viene acaparando el poder, decidiendo el destino de los presidentes. Algo insólito. Algunos inocentes consideran que el problema del Perú se resuelve con más democracia, el problema es que eso son palabras vacías. También los socialistas de la URSS sostenían que el problema del socialismo se solucionaba con más socialismo, resultado, todos lo conocemos. El tema de la democracia es una cuestión que se tiene que ver de manera crítica. La democracia no es una teología, pero se comportan sus defensores como si así fuese, en detrimento de lo que defienden.

Presidente Luis Arce.

Pero volvamos a Russo. La cuestión de las instituciones es crucial, porque de lo que se trata es de cómo hacer que las instituciones correspondan con la realidad. Cuando una institución no cumple su función porque ya no responde a una realidad (la realidad es cambiante, como bien afirma Russo desde una perspectiva filosófica), ésta ha de ser reestructurada o reemplazada por una institución que responda a una nueva dinámica cultural. Si no fuese cierto esto, estaríamos todavía en el feudalismo.

Entonces, el problema son las instituciones, y estas han de adecuarse a la realidad a través de las respuestas de la cultura política de cada país. En el caso peruano este responde a cambios constitucionales. En promedio un peruano que llegue a vivir 70 años vivirá bajo cuatro a cinco marcos constitucionales distintos, que responden a soluciones macro.  Creer que una constitución como la de 1993 ha de ser eterna, cae en el fundamentalismo legal de una teología herética. Las constituciones cambian para cambiar las instituciones y adecuarlas a nuevas realidades sociales y económicas. Ahora bien, tampoco se debe ver el fenómeno constitucional de manera acrítica. Son respuestas dentro de un marco, el republicano, si este no es capaz de brindar soluciones, también este es reemplazable.

Pero sin ir tan lejos. La cuestión de la corrupción de las instituciones es inherente a una cultura global que antepone el lucro por encima del bien común. El lucro y la permanencia en el poder como señal de éxito. Un caso ejemplar de que tan profunda es la corrupción de las instituciones lo vemos en las universidades. La universidad del siglo XXI es una universidad de educación con enfoque en la renta. Es decir, se educa para formar a las personas en hacerse de una carrera con un fin económico. Desde la educación en clásicas, este enfoque resulta paradójico, pues enseñar a trabajar en una universidad, es un error. En el mundo educativo grecolatino, se entiende que el lugar preciso para aprender a trabajar es en el trabajo. Sin embargo, la educación superior desde las universidades en España hasta Argentina están enfocadas en formar trabajadores en el peor lugar posible. Esto de por sí es una corrupción de una institución bisagra como lo es la universidad. De ahí, el resultado es que como se estudia para trabajar, y se trabaja para ganar dinero, entonces el fenómeno del salto a la corrupción (sea a través por ejemplo de comisiones ediles de 3%) es un hecho casi inevitable. A esto súmese el deseo de acaparar el prestigio de la fama o el ansia de poder. El resultado es el que tenemos.

Sin embargo, la corrupción no es un patrimonio exclusivo de nuestro siglo. La novela Conversación en la catedral de Mario Vargas Llosa de la década de 1960, evidencia la erosión social que genera la corrupción entre el sector público y privado, pero incluso entonces había búsquedas alternativas de corrientes idealistas que se oponían a ese stablishment, la rebeldía de los jóvenes tenía su origen en organizaciones, en instituciones como eran sindicatos y universidades. Hoy ya no existen. La primera perdió peso con el fenómeno de deslocalización y la liberalización de un mercado laboral orientado más hacia el sector servicios, mientras que el segundo simplemente fue convertido en auxiliar de una cultura de la codicia. Con estas instituciones fuera de juego, lo que queda son residuos aglutinados en una mayor sensación de descontento que se va acumulando.

Paz Estenssoro y Diles Suazo, ex presidentes de Bolivia. Hermanos en la política hasta que como Arce y Evo se enfrentaron por el poder.

Pero volvamos a Bolivia

La corrupción de las instituciones se puede resumir en la lucha personalizada del ego entre dos o más actores políticos. La descomposición de la república en la antigua Roma se debió a la ambición de poder de los cónsules César, Pompeyo y Craso. Lo acontecido en Bolivia es una pugna entre Morales y Arce. Pero esta pugna a su vez recuerda a la descomposición de la famosa troica boliviana que llevó al enfrentamiento entre Paz Stenssoro y Siles Suazo, que acabó con la primavera democrática en Bolivia y abrió paso a gobiernos autoritarios. Y todo por ambición de un Paz Stenssoro que como Evo Morales quería volver al poder y permanecer en este de manera indefinida.

El recuento de los sucesos recientemente vividos en Bolivia podríamos retrotraerlos a 2019, el intento de perennizarse al estilo Fujimori de parte de Evo Morales después de tres mandatos, lo que llevó a protestas nacionales y a su caída. Luego un ínterin acaparado por el ala más extrema de la oposición que no duró más de un año. Luego el regreso del MAS al gobierno en la figura de Arce, el cual se viene enfrentando a un Evo Morales que no termina de comprender que desde 2019 ha sido bajado al llano.

El caso de Evo es un caso perfecto de una figura que empieza como héroe de los movimientos sociales y se convierte en otro Fujimori. Recientemente ante su insistencia de ser candidato presidencial para 2025, fue inhabilitado para ser candidato por el tribunal constitucional. Sin embargo, Evo insiste, y amenaza con lanzarse a la presidencial, desoyendo lo dictaminado por el TC.  Cuando el ex presidente amenaza al tribunal constitucional con ser candidato a las buenas o a las malas para las elecciones de 2025, el plato de la crisis ya estaba servido. El resto es una cadena de acontecimientos que se han acelerado.

Al involucrarse en un tema claramente político, como lo hizo en declaraciones periodísticas el general Zúñiga días antes de su intento de golpe, quedó claro que la crisis institucional boliviana hizo metástasis. El presidente Arce lo cesa, y la respuesta es un amotinamiento en forma de un coche blindado del ejército derribando la puerta de Palacio Quemado. Esta situación es una consecuencia directa de la desestabilización que Evo Morales ha provocado en su afán proto fujimorista de volver al poder. Pero esto a su vez, se retroalimenta en una descomposición institucional. No olvidemos que los mandos militares como Zúñiga son resultado de los ascensos direccionados por el MAS en la cúpula militar. Es decir, se está cosechando lo que se ha sembrado.

Cuando la ambición de los hombres predomina sobre los nobles fines de la república, el resultado es la corrupción de sus instituciones, su mal funcionamiento y finalmente la anarquía. Las instituciones existen para ordenar el mundo social, cuando se corrompen, emerge la anarquía que da paso a la tiranía.

El resultado actual, es que la oposición boliviana corre el riesgo de ser postergada en el relevo de poder, cuando por fin tiene mayores posibilidades de sacar a un MAS bicéfalo y corrompido que no es capaz de responder a los problemas del país.

Son varias las narrativas sobre lo ocurrido el miércoles en La Paz. Lo único cierto es que Arce sale en apariencia fortalecido en una narrativa que confirmaría sobre los hechos las consecuencias de las presiones de Morales que se han visibilizado. Por otro lado, Arce queda como el civil que venció el golpe militar y encima se ha ganado un amplio respaldo institucional incluido el de la oposición, bajo la bandera de estabilidad y continuidad institucional.

Presidentes Luis Arce de Bolivia y Vladimir Putin de Rusia.

Bolivia en la geopolítica

Ahora bien, queramos o no, Evo es muy popular. Pero es Arce quien está en el poder ahora. A Arce lo tildan de ser pro ruso y a Evo de pro chino, y aquí lo que está en juego es el litio.  Hace poco Arce y Putin examinaron la posibilidad de que Bolivia ingrese a los BRICS. En un ambiente global cada vez más tenso en que los imperios empujan a los países pequeños pero estratégicos a alinearse, el riesgo en la región es casi una profecía cumplida. En el caso peruano en noviembre es la visita del presidente de China que corresponde con la inauguración del puerto Chancay, que sirve de enclave geoestratégico en la ruta de la seda transpacífica.  Estos días está de visita en China, la presidenta del Perú. Es cada vez más preocupante pensar en un Perú alineado con el imperio del dragón, mientras Bolivia se alinea con el imperio del águila imperial rusa. Y no olvidemos a la Argentina de Milei y al Chile de Boric, ambos políticamente distintos, ya se alinearon con el águila calva gringa respecto a su litio. A Estados Unidos solo le falta Bolivia para tener el control del triángulo del litio que reúne el 85% de todas las reservas globales. Esto cada vez se parece al preámbulo de la guerra del salitre.

Triangulo del litio, concentra alrededor del 85% a nivel mundial de este material.

No podemos ignorar tampoco las advertencias de Alfredo Jalife, el mayor experto de geofinanzas en Latinoamérica, quien advierte de un repliegue norteamericano al hemisferio occidental y de un Revival de una neo doctrina Monroe, que cierre el continente entero ante influencias de otros imperios.

En ese sentido una mileinización y bukelización de Latinoamérica será funcional a los intereses norteamericanos. De momento el único país fuerte que resiste en la región es Brasil, porque México ha caído en manos de una ex trabajadora de BlackRock, a la cual los medios liberales gringos alaban con sospechoso entusiasmo.

Cuidado con los imperios y sus juegos que despedazan países, cambian fronteras y construyen la paz en base a fundar cementerios.

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HANS HERRERA NÚÑEZ. (Lima, 1985). Vivió parte de infancia en Costa Rica, de regreso a Perú estudio Derecho en la Garcilaso y luego literatura. Se especializa en la obra de Roberto Bolaño y Chesterton. Ha colaborado con Dedo Medio y actualmente escribe en Lima Gris. También co-conductor del programa en radio Lima Gris de "Mirada Critica". Además ha aparecido en el celebrada película de ficción de Gustavo Meza, "Ciudad Ausente" (2015).

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Opinión

Planeta tierra en sobregiro ecológico

Lee la columna de Edwin A. Vegas Gallo

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Por Edwin A. Vegas Gallo

Mientras el planeta Tierra sigue girando anualmente alrededor del Sol, los terrícolas seguimos esquilmando y consumiendo vorazmente sus recursos naturales, ya sea por falta de concienciación, por carencia de políticas gubernamentales favoreciendo la sobreexplotación, por la avaricia empresarial e incluso por dejar de lado a la ciencia y tecnología, en esta sociedad de consumo despilfarradora.

El día del sobregiro ecológico es una metodología de Global Footprint Network. El primero se cumplió el 25 de diciembre de 1971 y 33 años después, en 2024, el sobregiro se dio el 01 de agosto.

Esto significa que la demanda de la humanidad a partir del 2 de agosto pasado está consumiendo recursos del presupuesto biológico 2025, o sea, la demanda sobrepasa a lo que los ecosistemas planetarios terrestres y marinos pueden regenerarse en un ciclo anual.

De hecho, a esta altura del mes de febrero de 2025, ya tres países han consumido y agotado sus recursos y servicios de los ecosistemas que la madre naturaleza les ha brindado para vivir bien durante el año 2025. Estos países son Qatar (06 febrero), Luxemburgo (17 febrero) y Singapur (26 próximo).

Ello significa que aquellos países tienen que echar mano de los recursos de otros, como el nuestro, en un círculo degradante de los sistemas biológicos.

En Sudamérica, Chile alcanzará su sobregiro el 17 de mayo, Argentina el 3 de julio, Bolivia el 12 de julio, Paraguay lo hará el 20 de julio, Brasil el 1 de agosto, Perú el 16 de agosto y Uruguay llegaría al sobregiro el próximo 17 de diciembre, en verdadero ejemplo de manejar correctamente con acertada democracia y políticas gubernamentales positivas que beneficien el bien común.

El caso de Perú, con riqueza biológica inimaginable y envidiable, es digno de la “maldición de la naturaleza”, no por ella en sí misma, sino por la casi nula planificación gubernamental para el desarrollo con sostenibilidad, muy alejado de “guardar pan para mayo”, traducido en “pan para ahora y hambre para mañana” (léase las generaciones futuras).

En ese “pan para ahora”, más se hace pensando y actuando en el beneficio personal y político, importando poco el concepto de ciudadanía con democracia y desarrollo, como dos caras de la misma moneda.

En ese círculo devastador de los sistemas biológicos peruanos que reducen su biocapacidad, hay dos hechos preocupantes, que tienen que ver directamente con los bosques amazónicos. Uno tiene que ver con el modelo agrícola que favorece los agronegocios de la palma aceitera, que les permite mayor control en el territorio amazónico, aumentando la deforestación (773 mil hectáreas deforestadas, entre 2015 a 2022), los conflictos por la tierra y los consabidos riesgos de muerte para los defensores ambientales, amén de exacerbar las desigualdades sociales y las emisiones de gases de efecto invernadero (45 % del total país).

Por cierto, solo el 34% de las tierras agrícolas del Perú poseen título de propiedad y en las regiones de Amazonas y Madre de Dios, apenas llegan al 5%.

Otro problema de la huella ecológica devastadora en la Amazonía es el avance de la deforestación, producida por las colonias religiosas de los menonitas, ya expulsados antes de Paraguay y Bolivia, y que aquí en la región Loreto han encontrado su edén ante la pasividad gubernamental.

Solo ellos, entre 2013 y 2017, han deforestado cerca de 5,000 hectáreas de bosque primario para impulsar cultivos de soja, maíz, arroz y granjas de cerdos y ganado. (Mongabay, 2025).

En esta tierra de nadie, ni el Congreso con su Comisión de Ecología, ni el ministro Castro, responsable de la política ambiental nacional, ni los GORE de Loreto y Ucayali, poco o nada hacen para detener la huella devastadora de la deforestación y, al paso acelerado que vamos, cada vez más rápido ocurrirá el sobregiro ecológico en Perú, con más hambre y desnutrición, a todo lo largo y ancho del territorio nacional.

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Cine

Window water baby moving, de Stan Brakhage (1959)

Lee la columna de Mario Castro Cobos

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Por Dios, no es tan difícil. Si uno se concentra (cosa que pareciera ir en contra del espíritu de esta época), comprende de inmediato (algo básico, y con claridad total): ¿quién quiere sonido ante estas imágenes? (O ante cualquier imagen, pero eso implica unos presupuestos teóricos que nos llevarían más lejos de lo que quiero ir en este artículo.) Yo no, por lo menos, a mí me basta, tal como lo quiso el autor, con la imagen, y no debo ser, por simple estadística, un caso absolutamente único o aislado. ‘Escucho cuando veo’. Todos somos sinestésicos, lo sepamos o no… De veras (espectadores, por favor, dejen de jugar tan tristemente a hacerse los tontos -entre otras cosas porque tarde o temprano pueden volverse tontos de verdad-; no sean tan obedientes a los mandatos destructivos de la época que azarosa o misteriosamente les ha tocado), entren en razón y dense cuenta que no cuesta tanto trabajo gozar de la plenitud mostrada… ¡Y son fragmentos, hijos del video clip y del scroll! El montaje es intenso. Es tan intenso, en cierto modo, como lo es aquello que presenta, placer, dolor, carne y sangre, emoción: un nacimiento.

En esta hermosa e inteligente película de tan solo 12 minutos está no sé si todo (no creo) pero sí mucho de lo que puedes desear al imaginar la existencia de una película así: Brakhage tuvo que luchar contra la censura, contra la estupidez de la cultura de su época (ser creativo es hacer notar la radiante estupidez que ensombrece a tu época) ¡para hacer algo aparentemente tan sencillo como mostrar a una mujer pariendo, y mostrar la cosa como sucede de verdad! Que nos engañen tan miserablemente sobre nuestro propio origen, la verdad concreta y material (a más no poder) de nuestro propio nacimiento es el verdadero escándalo de Occidente (o uno de varios). ¿Y en cuántas cosas más nos han mentido? Es la preguntaría que rondaría incluso la mente del más tonto…

Tanta hermosura, tanta fidelidad a una experiencia tan rica y transformadora. Mezcla de tiempos, el antes, durante y después del nacimiento. Imágenes tiernas, amorosas, delicadas, poéticas, y también las hay crudas, pero que no mienten. Necesitamos la verdad. La verdad está ahí. Solo hay que atreverse a registrarla.

Ojo, quita el sonido porque la película no lo tiene en realidad:

Película relacionada

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Opinión

El nuevo orden imperialista

Lee la columna de Tino Santander

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Por Tino Santander Joo

El imperialismo es un fenómeno económico estudiado primero por el inglés John Hobson en Imperialism: A Study, publicado en 1902. Hobson señalaba que el imperialismo era el resultado del excedente de capital acumulado en pocas manos, lo que generaba una crisis de subconsumo. Esta crisis interna obligaba a los capitalistas a buscar nuevos mercados, donde dominaban las economías más débiles e imponían sus productos. Posteriormente, Lenin, en El imperialismo, fase superior del capitalismo (1917), sostuvo que el imperialismo era la fase monopolista del capitalismo y que creaba el capital financiero. Es decir, los bancos ya no solo prestaban dinero, sino que también controlaban la industria y la economía nacional.

Para lograr sus objetivos políticos a nivel global, el imperialismo recurre al garrote militar, como hemos señalado en artículos anteriores, y somete a la clase política a través de organismos como la USAID, que compra voluntades tanto de izquierda como de derecha. La guerra y el uso del dólar son sus principales instrumentos de dominación.

La estrategia de reducir a Europa a un viejo y bello museo es evidente. La OTAN les resulta irrelevante, pues Europa carece de importancia militar. A Estados Unidos le interesa, por encima de todo, mantener su hegemonía mundial. Analistas económicos de todo el mundo señalan que la estrategia de Trump no solo busca crear una nueva tríada imperial (Estados Unidos, China y Rusia) bajo la hegemonía militar norteamericana, sino también consolidar su dominio económico. Para ello, se pretende debilitar el dólar con el fin de crear un ambiente propicio para la inversión masiva en Norteamérica, fortalecer su industria manufacturera y reducir el valor de su inmensa deuda.

El debate sobre los valores de esta nueva era imperial es irrelevante. La dominación cultural e ideológica se ejerce a través del control de los contenidos que producen las redes sociales y la revolución digital. Nada ha cambiado y nada cambiará: tenemos imperio para rato. Los chinos, sin embargo, tienen otra concepción del imperialismo: no invaden, sino que “invierten” en infraestructura (puertos, carreteras, hospitales, aeropuertos, trenes, etc.), creando, en muchos casos, enclaves económicos y dominando el comercio mundial. Europa, por su parte, ha quedado reducida a un actor geopolítico intrascendente y pronto será solo un destino turístico global.

¿Significa esta realidad el renacer del antimperialismo militante de la izquierda mundial? No. Lamentablemente, la respuesta de la socialdemocracia europea ha sido de subordinación total a los intereses norteamericanos. Su crítica es meramente política, sin cuestionar los objetivos económicos de Estados Unidos. Hispanoamérica, por su parte, carece de rumbo y se ha convertido en una cacofonía infantil, enredada en viejas consignas y subordinada a los intereses del imperio a través de organismos como la USAID.

La respuesta más lúcida proviene del liberalismo antimperialista, representado por Carlos Adrianzén, un destacado economista liberal que ha señalado en un artículo que la mejor manera de combatir el proteccionismo norteamericano es con más libre comercio. Los neoliberales peruanos, sin embargo, aman y odian a Trump a la vez. No les preocupa la jerarquización racial impuesta por el imperialismo norteamericano ni la crueldad con la que se trata a la inmensa mayoría de migrantes. Ninguno de los neoliberales sudamericanos condena la intención de los Estados Unidos de tomar Gaza, expulsar a los palestinos de sus tierras y construir una ribera con sus socios. Se trata de una limpieza étnica al mejor estilo del nazismo, paradójicamente practicada por norteamericanos y judíos.

La unidad de Hispanoamérica, la construcción de bloques económicos y políticos alternativos sigue siendo una utopía. Pero eso no significa que debamos dejar de luchar contra el nuevo orden imperial.

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Opinión

Presidente del INDECOPI, ¿blindará ilegal proceso concursal contra Ricardo Belmont?

Lee la columna de Rafael Romero

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Por Rafael Romero

Desde las más altas esferas del poder –abril del 2016 a la fecha- continúa el tinglado siniestro para mantener a Ricardo Belmont Cassinelli sin su Canal 11 (Red Bicolor de Comunicaciones) ni Radio Tigre (actualmente con el nombre PBO). Para perpetrar el despojo contra el líder del Partido Cívico Obras se usaron malas artes junto a ese poder oculto que por años persigue mediática y judicialmente a un ciudadano humanista que realizó la Teletón en el Perú por más de veinte años.

No obstante, en medio de una batalla legal y administrativa por la recuperación de su televisora, donde el espartano Ricardo Belmont ganó en el Poder Judicial, la Superintendencia del Mercado de Valores (ex CONASEV) y ante los agentes de la Bolsa de Valores de Lima, resulta lamentable que, en solo una entidad, de nombre INDECOPI, se sigue manejando este caso en medio de marchas y contramarchas que impiden que el verdadero propietario del canal retorne a su medio de comunicación.

Es decir, mañosamente desde el seno de su familia dos de sus hijos llevaron a RBC Televisión al INDECOPI, dizque por problemas de liquidez, mostrando una cara distinta a cuando el ex alcalde Lima, Ricardo Belmont, tenía en sus manos el canal y era felicitado por la SUNAT por ser un buen contribuyente.

Por fortuna, esta redacción tomó noticia de una reunión de colaboradores leales a Ricardo Belmont, realizada en la víspera, a quienes se les conoce también como los “trabajadores fundadores de RBC Televisión”, en la cual detallaron que prácticamente se encuentran listas las acciones penales contra diversos personajes que han jugado en pared delante y detrás del mostrador de la administración pública para mantener el despojo del emblemático “canal positivo” del Hermanón.

Prácticamente, el impedimento para el retorno de RBC y los trabajadores al canal pasa solo por el INDECOPI, entidad cuyos funcionarios tendrán que responder ante el Ministerio Público por sus acciones u omisiones en ese proceso, al conducir con malas artes el canal hacia un cuestionado e irregular proceso concursal, donde incluso ya no se puede tapar el sol con una mano y cuando dicha entidad no tuvo más remedio que multar a Martín Belmont Vallarino, que hace las veces de presidente de la junta de acreedores, por desviar fondos del canal a sus cuentas en otras empresas y solo con el objetivo perverso de burlarse de las resoluciones del Poder Judicial.

Sin embargo, trascendió de la reunión, que Martín Belmont Villarino no solo ha sido multado, sino que tiene todavía abiertos cuatro procesos sancionadores, lo que lo descalificaría para estar al frente de la junta de acreedores, a no ser que desde la presidencia ejecutiva del INDECOPI haya un blindaje, pues, según los trabajadores, en esa entidad se le viene tratando con manos de seda.

Precisamente, Martín Belmont Vallarino es quien ha sido sancionado con multa por el INDECOPI, conforme a la Resolución Nº 5132-2024/CCO-INDECOPI porque ocultó de manera intencional, a los acreedores y a la autoridad concursal, la existencia de bienes de Red Bicolor de Comunicaciones S.A.A. y por desviar fondos a otras cuentas bancarias diferentes a las del canal con montos que bien pudieron servir para honrar el pago de las acreencias laborales.

Empero, su situación se agrava cada día más, salvo que exista una consigna en INDECOPI para blindarlo, y eso tendrá que deslindarlo el doctor Alberto Villanueva Eslava, presidente ejecutivo de la referida entidad, donde existe el proceso concursal y cuatro procesos sancionadores, quedando un quinto proceso pendiente de abrir sobre todo de oficio por parte de la Secretaría Técnica de Fiscalización de la Comisión de Procesos Concursales.

Es decir, en el día, la autoridad concursal de fiscalización, deberá investigar los contratos y cuentas bancarias de uno de los clientes del canal, el conductor y productor Ernesto Jara del Águila, pues ocurrió la misma figura de desviar los pagos por alquiler de espacios u horas de transmisión a cuentas distintas a las del medio “errebecista”, al que Martín Belmont Villarino le denomina comercialmente “Viva TV”, más aún cuando de por medio no solo está el prestigio yla  transparencia de Alberto Villanueva, sino también de los integrantes de las Comisiones y las Salas de Procedimientos Concursales.

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Opinión

Don Mario Florián

Lee la columna de Rodolfo Ybarra

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Conocimos a Mario Florián en la ANEA del centro de Lima donde compartía con los poetas y narradores jóvenes. Todavía eran los ochenta y su voz terrígena era vital para quiénes intentaban solidificar una voz propia made in Perú. Y aunque, en esos años, ya era una persona mayor y egregia, este vate siempre se mostraba humilde y amable y se detenía a escucharnos y recibir nuestros papelitos con nuestros primeros garabatos que leía y después (des)aconsejaba o nos jalaba las orejas. Su sonrisa y su solemne calvicie aún brilla en nuestros recuerdos.

Había nacido en Contumazá-Cajamarca y sus padres habían sido agricultores, de ahí el olor a tierra de sus poemas. El terremoto del setenta lo catapultó a la costa. Obtuvo los Juegos Florales de la UNMSM, también los Magisteriales; ganó el Premio Nacional de Poesía y el de Novela, y el Premio Nacional de Cultura y muchos otros galardones más. Publicó más de una veintena de Libros, editó la revista Cultura y Pueblo junto a Francisco Izquierdo Ríos.

Algunos de sus poemas se convirtieron en canciones como “Arenga al peruano” interpretado por Íber Maraví. Su hermoso Pastorala dice: “Pastorala,/más hermosa que la luz de la nieve,/más que la luz del agua enamorada,/más que la luz bailando en los arcoiris./Pastorala./Pastorala./Qué labio de cuculí es más dulce/que la lágrima de quena más mielada/que tu canto que cae como la lluvia/pequeña —pequeñita— entre las flores?/Pastorala./Pastorala”.

Arguedas, escribiría sobre él: “Mario Florián es el mejor representante de la poesía indigenista. Casi el único poeta que ha realizado una especie de milagro de crear poesía en la que se siente el tono de la canción popular india, sin que se advierta el amaneramiento, la espectacularidad, el sentimiento demasiado geográfico, que han aniquilado este tipo de poesía en el Perú”. Sin embargo, José Jiménez Borja lo consideraba un poeta neo-indigenista.

Muchos lo recuerdan como el sutepista de la poesía, como profesor del colegio “Melitón Carvajal” arengando a los maestros en la canchita de san Fernando y luchando por los derechos de los más desposeídos. Nunca tuvo gran riqueza. Sobrevivió los últimos años con una mísera pensión de jubilado, aunque con una enorme aureola de haber hecho lo que se tenía que hacer: “¡No te humilles! ¡Despierta! ¡Elévate, peruano!/¡Erígete! ¡Ya es hora…!/¡Revive tu ejercicio milenario/de Amansador de Mundos, de Continentes Bravos,/de forjador de Imperios sobre precipicios!/¡Levántate peruano! ¡Pisa, otra vez, tu tierra…!”

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Opinión

Cine amazónico

Lee la columna de Edwin Cavello

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La cinematografía en la región amazónica tiene sus raíces en los primeros años del cine, con proyecciones realizadas en Lima en 1899, cuando se presentó un «Programa de vistas tomadas al natural». Esta serie incluyó cortometrajes como Catedral de Lima, Camino a la Oroya y Chanchamayo, que representaban la diversidad de los territorios peruanos. Mientras tanto, en 1900 en Iquitos, se realizó la primera proyección de cine en el primer piso de la Casa de Fierro, diseñada por Eiffel.

A partir de allí, el cine amazónico comenzó a desarrollar su propia identidad. La fiebre del caucho en la región permitió la creación de más espacios de proyección, y el empresario Arnaldo Reátegui fue clave en la compra de maquinaria para montar un cine en Iquitos en 1905. En paralelo, las películas sobre la guerra entre Colombia y Perú, así como los avances en infraestructura como el ferrocarril central, fueron temas recurrentes de los primeros documentales amazónicos.

Uno de los aspectos más interesantes del cine amazónico fueron los trabajos realizados por las órdenes religiosas. Misioneros dominicos y franciscanos utilizaron el cine para documentar su labor en la selva, creando rollos catequésicos que se hicieron populares en la primera mitad del siglo XX. También los nazis, mediante el proyecto Guyana, filmaron la Amazonía para luego presentarla en documentales.

Figuras como Julio César Arana jugaron un papel crucial. Arana, conocido por su explotación del caucho, contrató al cineasta Silvino Santos para documentar la Amazonía en 1913. Este trabajo culminó con la película Los indios witoto del río Putumayo, que se estrenó en 1916. A pesar de los desafíos, como la pérdida de material cinematográfico en un naufragio, Arana y Santos continuaron su trabajo, produciendo importantes documentales de la región.

A lo largo de los años, muchos cineastas contribuyeron al desarrollo del cine amazónico. Antonio Wong Rengifo, considerado el padre del cine en la Amazonía peruana, produjo documentales como Revista Loretana y Bajo el sol de Loreto en la década de 1930. Sus trabajos no solo documentaron la vida en la región, sino que también introdujeron innovaciones técnicas como el uso de acuarelas sobre metraje de película, dándole color a las imágenes.

El cine amazónico sigue siendo un reflejo de la región. Desde los primeros días hasta la actualidad, las producciones cinematográficas han sido testigos de una evolución que no solo captura la belleza de la Amazonía, sino también sus complejidades.

(Columna publicada en Diario UNO)

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Opinión

Musiquilla Lihn

Lee la columna de Julio Barco

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Qué gran poeta Enrique Lihn. Un poeta urgente, más que digamos Montalbetti o Parra, por citar dos polos aparentemente opuestos. Centrándonos más en Chile: saquemos a Neruda del panorama y nos quedamos con Gonzalo Rojas, Jorge Teillier, Huidobro, Rosamel del Valle, Mistral y Pablo de Rokha. En ese nivel de furia, Lihn brilla a la cabeza. Abajo del rey Neruda, el príncipe Lihn. Entre los excesos del creacionismo, las peroratas de la antipoesía, el misticismo tercermundista, la poesía de los cimarrones y de la vorágine verbal, nada mejor que un buen trago de lucidez lihniana.

Por ejemplo, en La musiquilla de las pobres esferas.


Este es un tratado de lo mejor del autor: un poco de apatía, otra tajadita de triste realidad embadurnando la lírica y mucho de diálogo con otros autores: “(…) sin proponérmelo —afirma— he terminado por hacer poesía contra la poesía; una poesía como dijera Huidobro, “escéptica de sí misma”. Esa duda total, hace del poemario un surtido manifiesto musical del desasosiego, la herida, las falsedades de la retórica de la poesía plenamente “social” (lean el poema dedicado a Roque Daltón). Por encima de todas las cantatas, la escritura como un motor vital: Porque escribí no estuve en casa del verdugo / ni me dejé de llevar por el amor a Dios/ ni acepté que los hombres fueran dioses/ ni me hice desear como escribiente/ (…) Pero escribí y me muero por mi cuenta,/ porque escribí porque escribí estoy vivo”.

Si para los antiguos la música de las esferas era aquella dimensión metafísica donde se podía sentir lo místico, es decir, el movimiento de los astros, la música órfica del universo, Lihn entiende su poesía como una sonata menor: una musiquilla, es decir, una música de barro, de humano hastío. Sin embargo, este desarraigo de lo divino, no conduce al poeta a la poesía exteriorista, sino que permite una deconstrucción desde los interiores de la voz poética: el autor poetiza fuera de los registros arquetípicos, grandilocuentes, retóricos del verso: “en la profundidad de la ignorancia/suena una musiquilla verdadera” Y es verdad, ahí está Lihn, solo, oyendo el abismo.

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Opinión

Chancho al palo: Bastó una declaración de Pepe Luna para rostizar a Porky

La audaz fiscalización de José Luna y las mentiras destapadas de López Aliaga «el mitómano», calientan el ambiente preelectoral.

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Por : Jorge Paredes Terry

El enfrentamiento entre el legislador José Luna Gálvez y el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, ha trascendido una simple disputa política para convertirse en un revelador ajuste de cuentas que expone la hipocresía y las falsedades de un discurso público cuidadosamente construido. La denuncia de Pepe Luna, lejos de ser una simple acusación, se presenta como una fiscalización exhaustiva y estratégicamente ejecutada que desmonta la fachada de lucha anticorrupción que López Aliaga ha intentado proyectar.

La contundencia de la acusación de Luna reside en la presentación del Acta N.º 026 de 2009, una prueba irrefutable del apoyo de López Aliaga a la concesión de peajes a la empresa brasileña OAS. Esta evidencia contradice frontalmente el discurso actual del alcalde, quien se presenta como un férreo opositor a estos contratos, calificándolos de corruptos. La admisión de López Aliaga, aunque sorprendente en su franqueza, no hace sino confirmar la gravedad de la situación: no solo apoyó la concesión de peajes a OAS, sino que lo hizo consciente de las implicaciones y, según sus propias palabras, considerando la propuesta «interesante»
Esta declaración, lejos de ser una justificación, se convierte en una confesión de su participación en un sistema que él mismo ahora critica.

La estrategia de Luna no se limita a la simple presentación de evidencia. Se trata de una operación de fiscalización que revela un patrón de mentiras y contradicciones en el discurso de López Aliaga, demostrando su falta de compromiso con la lucha contra la corrupción que tanto pregona. Luna, actuando como un astuto estratega político, ha logrado desentrañar la farsa, exponiendo la hipocresía de un político que se aprovecha de la indignación ciudadana para impulsar su propia agenda, mientras su pasado demuestra una complicidad activa con las prácticas corruptas que denuncia. La denuncia no solo expone la participación de López Aliaga en la concesión de peajes a OAS, sino que cuestiona la legitimidad de su discurso público y su compromiso con la transparencia en la gestión pública. Su papel como fiscalizador se refuerza al destapar las mentiras de un político que se ha beneficiado del sistema que ahora pretende combatir. Este enfrentamiento no es solo una batalla política, sino una lucha por la verdad y la transparencia en la gestión pública peruana.

Repercusiones

Las repercusiones políticas de la controversia entre José Luna Gálvez y Rafael López Aliaga podrían ser significativas, especialmente considerando la cercanía de futuras elecciones y el impacto de la opinión pública. La admisión de López Aliaga sobre su apoyo a la concesión de peajes a OAS en 2009 podría afectar su imagen y credibilidad, erosionando la confianza de sus electores. Para Luna, esta confrontación podría representar un impulso a su carrera política, posicionándolo como un fiscalizador activo de la corrupción. Sin embargo, también existe el riesgo de que la controversia se polarice aún más, beneficiando a otros actores políticos. El caso podría reabrir el debate sobre la gestión de los peajes en Lima y las concesiones a empresas internacionales, generando un clima de incertidumbre y cuestionamiento hacia las autoridades.

Un ejemplo concreto de repercusión política podría ser la disminución en los niveles de aprobación de López Aliaga en las encuestas de opinión pública. Si la controversia genera una percepción generalizada de falta de transparencia o inconsistencia en su gestión, podría traducirse en una pérdida de apoyo electoral, afectando sus posibilidades en futuras contiendas electorales. Esta disminución en la popularidad podría abrir espacio para que otros candidatos o partidos políticos aprovechen la situación y ganen terreno en el electorado.
Lo cierto es que Pepe Luna dio en el blanco, esto tiene para rato.

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