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Cultura

Literatura de la medianía: La sangre de la aurora, SL en el asador feminista

Un artículo de Miguel Arribasplata

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Por Miguel Arribasplata

Desde otra dimensión simbólica, un nuevo significante se presenta en la literatura peruana, cuestionando el orden escritural en nombre de su síntoma, para instaurar su lugar propio. La queja está en la vanguardia de sus aspiraciones, el despliegue sexual con la opción lesbiana frente a la tiranía machista del falo. El árbol ideológico de la mediana burguesía empieza a crecer en el huerto feminista de cuño esencialista.

Grosso modo, este es el resumen de la novela de Claudia Salazar:

Marcela es una militante senderista que abandona su plácido hogar para abocarse a la lucha revolucionaria y asciende hasta la cúpula más alta de la organización, al buró político. Prisionera, tras haber sido violada brutalmente por la soldadesca, reflexiona acerca de lo que significó su militancia y el hecho de ser mujer en el contexto político, partidario y social.

Melanie es una fotógrafa lesbiana de clase media que, a través de sus contactos con sus amistades de poder gubernamental, viaja a la sierra ayacuchana, con el fin de fotografiar los enfrentamientos de los guerrilleros de Sendero Luminoso con el ejército y las secuelas de este acontecimiento. Melanie tampoco puede evitar ser violada por los combatientes de sendero.

Modesta es el tercer personaje importante de la novela; de extracción humilde y natural de los predios andinos, aparte de ser excluida por el ambiente rural en que se ha creado, con unos padres y esposo que le prohíben asistir a la escuela, Modesta es doblemente explotada y expoliada por los dos bandos en pugna y por el poder. Asimismo, es un personaje que suscita piedad por parte del narrador.

Violadas las tres mujeres dan cuenta de sus historias, siendo Melanie la única que queda, en cierto modo, “liberada” del oprobio de la violación, por su condición de clase y de opción sexual: lesbianismo.

Las tres mujeres cuyos nombres se escriben con letras iniciales M, de mujer, la marca liberadora de la otra M, de macho. La sangre de la aurora (2013) viene auspiciada, a modo caviar, con bombos y platillos: premio, comentarios internacionales de los intelectuales y editoriales sistémicos. Los críticos y autores, perfumados de culturalismo, ya tienen, pues, su lugar, están organizando e instituyendo sus cotos de caza, sus talleres de creación, para desviar la cosa política emancipatoria por el camino de la bienaventuranza humanista y del supuesto giro ético. El ser humano es lo primero, el individuo, dicen. Hay que edulcorar el café para que no sea amargo, piensan.

Ahuyentemos a la literatura emergente, ningún arte clasista debe proyectarse en el imaginario ideológico. El pueblo, aún más: los hiperdegradados del sistema no deben ser materia literaria. Piensan así los “intelectuales”, desde su balcón de miedo, a veces disfrazados de psicocrítica y lacanismo.

Que sigan maquinando, entonces, los neogendarmes de la globalidad capitalista peruana.

En un país, donde el índice de pobreza es de 30 % y la población muy pobre alcanza al 50 % en la selva; ahí donde los hervores del descontento social son crónicos, resulta hasta obsceno que haya artistas ajenos a esta realidad y ostenten su creación dentro de la estructura globalizada.

El punto de vista ligado con la relación autor-lector virtual y narrador, en su proyección social, de la literatura de algunos autores de la clase media llega a rozar un exceso de representación autobiográfica, demuestra las preferencias por la idea temática o de manipulación del motivo.  Algo de esto se ve en las obras de Renato Cisneros; en Abril rojo (2021) –donde la exposición, el exceso, de la personalidad del fiscal Félix Chacaltana, enrarece la calidad del texto, el padre es un personaje “en crudo” no trabajado estética-mente y su verosimilitud– de Roncagliolo; La pasajera(2022), de Alonso Cueto –un modelo de pobreza ficcional–, Huaco retrato (2021), de Gabriela Wiener –la sobreexposición del ego central fatiga al lector– y  Los rendidos (2015), de Juan Carlos Agüero, forjando así una literatura de ligereza estética y súplica histérica.

Claudia Salazar no es la excepción, la polifonía de voces circula cual un moscardón sobre el cadáver, en torno a la violación, y en esa violación el silencio del lenguaje, si bien es lo más elocuente en el entramado, también no se dirige hacia el tiempo y acciones del universo del conflicto tratantes de la Cosa misma, de los escritores de gabinete.

La violencia individual sobre el cuerpo y la dictadura del Falo o macho en todos los actos femeninos es el núcleo traumático de la novela de Salazar. El proyecto senderista acaba ahí donde la autora quiere y no en el hecho literario.

El inicio de la novela es un aviso de la postura que la autora, y con ella el argumento, asumirá en su relato:

Objetivo: privar al enemigo de su indigna superioridad e iniciativa, empujarlo a la inferioridad y pasividad. Que las acciones hablen. O están con nosotros o en nuestra contra. Arrasar. Comenzamos a derrumbar los muros y desplegar la aurora. Acción contundente. Esto no se lo esperan. Camarada líder pronunció el nombre del pueblo: Lucanamarca (Salazar, 2013, p. 21).

El terror, el escarmiento y el horror están anunciados para instalar los cuerpos como centro de la trama. Todas las vicisitudes dimanan del cuerpo. La ideología comunista se anuncia en afiches carnavalescos, con sus citas vanas en su plasmación; con un aire de humor negro. Es un gesto vacío. La sangre de la aurora (2013) no es el amanecer revolucionario, sino el manifiesto histérico del feminismo, que no pierde el tiempo ni la sapiencia para insertar sus aspiraciones de ponerse en vitrina. Cuerpos y no verdades exacerba Claudia Salazar, con su esencialismo, para ocultar la “falta constitutiva” y fatigar al viejo patriarcalismo.

Mediatizados por la ideología feminista, Sendero Luminoso es el macho a quien, de buena intención y aparente convicción se siguió encarnando en el Líder, este señor Líder suscitó una admiración única en Marcela (camarada Marta), al punto que la llevó a decidir a abandonar su hogar, al que vio, a través del coito, estando recién casada:

Mi esposo. Luna de miel y él entrando en mí. Así como entraba en mí, lo vi todo. Escenario completo. Ahí vendrían los hijos. Casa. Cocina. Trabajar también, pero sumarle todo lo otro. Me mueve. Se mueve en mí y empuja dentro pañales, platos, cocina, vestidos, maquillaje, por los siglos de los siglos y por siempre jamás. Todo dentro. Se me venía encima como un huaico. Escena  perfectamente montada, preparada para mí desde que nací. Un camino sin salida, lo mismo que les toca a casi todas por haber nacido así. (Salazar, 2013, pp. 31-32)

Una cartografía de la condición humana feminista para construir su alegato y antimachista para que Marcela opte por la militancia política revolucionaria con “Sujeción plena e incondicional. Sin adornos ni aretes, nada. El pelo recortado” (Salazar, 2013, p. 33). Sin quererlo, esto sabe a masculinización. Sin embargo, todo ello es mera emoción, sin conciencia de clase, individualización carente de subjetividad política:

Cuando aquel profesor de gruesos lentes se levantó, el concierto de su discurso me hizo olvidar al resto del auditorio. La brillante inteligencia con que tejía ideas y las conectaba a la realidad era insuperable. Lo vi todo, como si una fuerte luz que salía de su garganta me atravesara el centro de mí para disipar cualquier oscuridad. Sus palabras podían transformar el mundo, podían escribir la Historia. La mujer plenamente incorporada a la revolución. […] Todo al pensamiento Líder. Camarada Marta sería a partir de ese momento. Entré al partido como quien entra en religión. Salió mi esposo expulsado de mi cuerpo. Después, a la sierra, al epicentro. Armar la mente. Entrenarme para destrozar, preparar-me para construir” (Salazar, 2013, pp. 30-34).

La iluminación que provoca el líder en Marcela es solo una perturbación que se cancelará en la violación o con esta.

No hay un proceso de subjetivación a partir del programa, de la ideología, de la política. El entusiasmo es reducido al voluntarismo y culto a la personalidad.

Así, pues, los escritores que pretenden hacer arte con el tema de la contienda de los años 1980-2000, siempre son epidérmicos, inverosímiles –a propósito, por su concepción metafísica y espíritu de clase– y retacean el discurso, la prédica y la práctica de los subversivos. Marcela o Marta solo nos narra la ventolera de su aventura política a partir de ciertos excesos. Nos ofrece hasta tremendismos y la imagen de una guerrillera, en apariencia, dura y acerada:

Desnuda me sentía sino llevaba mi arma al cinto. Mi piel se había adaptado a su forma, mis manos reclamaban ese revólver que se había asignado para liberar a los heridos de su último suspiro. Como si mis dedos se hubieran alargado y se inyectaran en los sesos de los desgraciados. Dedos bala. Brazo fu-sil. Cuerpo revólver. (Salazar, 2013, p. 42).

Aniquilar y afirmación de lo femenino, que es fermento, magma, depuración y creación. La aurora que se levantará atravesada de duda, de erótica de la camarada Marta, quien deja de lado la idea comunista –que en realidad no se nombra así ni por asomo en su obra, salvo en los pegotes de anuncios tipo cartel– y retorna adonde sus prejuicios fálicos la llevan, cuando subrepticiamente ingresa al dormitorio del camarada líder y Fernanda, y los descubre en el acto sexual:

Mi pupila se abre y se cierra, tensándose como mis músculos de ahí abajo, la-tientes, deseantes, empapados los ojos, se me humedecen sobre su piel. Sobre la piel del Líder. Sobre la piel de Fernanda. Abro y cierro la pupila, se abre y se cierra mi sexo anhelante […] Pocas son las variaciones. Militantes en su ritmo. Predominantemente él está sobre ella.  Empuja y exhala hondo, muy hondo. La jerarquía se mantiene a estas horas de la noche. No necesito tocarlos para ser parte de ellos. (Salazar, 2013, p. 50)

El Líder senderista es reducido a ser un macho castrador de la emancipación femenina. Todo está en cuestión, hasta los movimientos pélvicos; el estilo de Salazar se esmera ofreciendo la lujuria y la masturbación. El goce no es completo, porque el macho está encima, la jerarquía permanece invicta. No hay cambio de posturas, la disciplina no se reciente. Se cuestiona el goce sexual, no al poder, el gran otro sigue incólume, no se desaprueba las jerarquías establecidas en la sociedad y no se redefine lo que es visible e invisible.

La violencia fálica es el centro o alegato de toda la novela; en ese contexto, la autora nos ofrece lo mejor de su conocimiento y preparación artística, como una creadora omnisciente y omnipresente, impasible y audazmente objetiva en su misión para representar los sucesos:

Gritabas, siempre, pero de antemano sabías que era inútil. Convertido en un campo de batalla, tu cuerpo ha quedado absolutamente vulnerable. Todavía eres tú […] los lazos se estrechan así matriz ensangrentada todos juntos somos uno dentro de ella la que ya no nos mira ni habla pecho de sangre empapados ellas todos de hermanos todos la tropa entera en ella en ellas en esas las putas las cholas las terrucas las periodistas las hijas las madres todas […] pártelas rájala penétrala córtala todos hermanos hueco nomás son para eso están desgarra eso sigues tú y tú  y él y él y ellos, todos hermanos rangos camarada soldado combatiente incrústalas sargento revolución ejército comité marina […] como los cerros reventamos en río vaciados hermanados partimos la montaña quebramos la aurora penetramos la tierra rajamos el cielo abrimos todo nada está cerrado somos hermanos. (Salazar, 2013, pp. 78-79)

Estos pasajes son lo mejor representados artísticamente, en una sola envoltura violatoria están expuestos, tanto las fuerzas del orden como los guerrilleros. No hay subversión política ni vientos de guerra emancipatorios. Solo el horror de la violencia fálica. Arte psicótico, que muestra lo real desde una posición directa, no desde la mirada al sesgo, narración de la víctima, no hay proyecto afirmativo, únicamente vestigios, ruinas, restos. Queja neurótica que sublima al feminismo con el cuerpo como única condición. Como dice Butler: “La línea de los cuerpos humanos en plural que forman una cadena” (Butler, Laclau y Žižek, 2005, p. 183).

El desastre es la fatiga constante de la escritura en la novela, el lenguaje anuncia muerte, las víctimas son inmoladas en nombre de una violencia irracional. Los dos bandos pareciera que pugnan por ser mejores matando y violando. El partido, al que Marta siguió, está hecho de jirones de maldad.

La característica común del arte y la literatura de las clases explotadoras en su periodo de decadencia, es la contradicción entre su contenido político reaccionario y su forma artística.

La mirada de la cámara fotográfica  –de aparente asepsia política– está del lado del objeto, el cuerpo asediado por la violencia, y sirve también como tapón para no mirar u observar la guerra, para disolverla en el terror puro. Todo es discontinuo, menos la violación y el genocidio. ¿Dónde está Sendero Luminoso? Violando, nos sugiere la novela. ¿Quién es sendero? Se interroga el lector: el macho, el Líder endiosado.

Hay autores cuya literatura tiene un carácter falsificador, al punto de alterar todo un acontecimiento real y adaptarlo a sus fines utilitaristas. Mo-ver la novela dentro del viejo orden patriarcal, para desde ahí reducir el proceso político de Sendero Luminoso, es falsificar groseramente la realidad. La sangre de la aurora usa la historia como instrumento para alcanzar su meta: el goce instalado en otra orientación sexual, el lesbianismo desconectado del rito masculino, ilimitado; homosexualidad femenina de libre albedrío.

En la novela estudiada, el cuerpo habla y exige dialogar a partir del terror; este exceso transgresor sirve para impactar y ser más rentable. Es un modelo posmoderno que no puede ser nuestro modelo, propio del aparato económico cultural. Se torna estetizante para no llegar a la verdad.

La teoría de género y el feminismo no pierden el tiempo ni la sapiencia para insertar sus aspiraciones de ponerse en vitrina y el terror y el horror son lo más conmovedor para cualquier lector poco avisado en la visión histórica.

La fotógrafa Melanie resume con ironía sádica su función en el conflicto: retratar la crueldad con centímetros de rollos para las películas:

Te pregunté que cuántos centímetros de rollo quiero, ¿cuántos centímetros son necesarios para retratarlo todo?

¿Un centímetro de película será suficiente para un cadáver de adulto? ¿Medio centímetro si es niño? ¿Y una población entera? (Salazar, 2013, p. 63).

Sin embargo, la cámara fotográfica solo asedia un fragmento de lo real y es hostil a lo no visto en el campo general del conflicto. La red discursiva de la novela tijeretea, corta lo que no le conviene, se disuelve en la paranoia vejatoria.

El mal del desastre proviene de los dos bandos en pugna, convirtiendo al cuerpo en un campo de batalla. ¿El cuerpo como universalidad? No. El goce feminista indeterminado, ilimitado, disolvente, líquido, rebelde no contra el statu quo, sino contra el patriarcado, contra la revolución dirigida por el macho. Sufrimiento, el goce femenino independizado de la masculinidad. Esa es la emancipación a la que aspira la no-vela.

En esta aspiración de total libertad, el fragmentarismo del relato en La sangre de la aurora (2013) está a tono con las microhistorias de las tres mujeres; el lenguaje calla ante lo universal del conflicto y se pone a disposición del cuerpo con su monólogo de terror, donde la decepción por la política –hecha mística, tipo religiosa– y la militancia llega al desastre como tópico central de lo que hay que apreciar.

Como de consuno señala la crítica culturalista, Melania y Daniela, al practicar el sexo lésbico también no solo se liberan de los géneros y ataduras heterosexuales, sino que se valen de este goce para objetar al relato político –místico– masculino. Para impugnar la idea emancipatoria.

Las tres mujeres, al final, acaban siendo “libres”, en su posición y presencia, lejos de la masculinidad. Esto es lo que la crítica caviar llama “giro ético” en la cultura de la queja. Desaparecieron las relaciones económicas y sociales de poder. Se trata solo de dar cuenta de las pasiones como acontecimientos humanitarios. La ironía en La sangre de la aurora (2013) intenta demoler, inmovilizar la historia de un acontecimiento que se universalizó en el Perú.

Como bien señala Alain Badiou (2009), a propósito de Pessoa:

Quien parece decirnos que la escritura no es una oscura reminiscencia, siempre imperfecta, de algún otro lugar ideal. Que, al contrario, es el pensamiento en sí mismo tal cual (p. 88).

Arte kitsch, de una aparente van-guardia estetizante, conservador en su concepción, un tributo al capitalismo globalizante.

                El contexto espiritual e ideológico de la literatura y del arte peruano clasemediero no está impregnado del deseo de proponer algo nuevo, una performance, un corte en el devenir cotidiano, un acontecimiento singular. Si, como se dice, el saber del universo, la manera en que simbolizamos lo real, está sobre todo determinado por las paradojas del lenguaje, en La sangre de la aurora (2013) las paradojas se limitan a callar lo evidente, a desfigurar en exceso la realidad, limitándose solo a su presente, a su proclama feminista como causa de su deseo, hostil al saber universal. Para este tipo de novelas, Sendero Luminoso es el insoportable campo de lo real. Es un saber excedente, al que es preciso obviar.

Qué se puede, pues, esperar de una literatura prefabricada, extraída de los talleres, como lo es la novela comentada, que, como dice Tabarovsky:

¿Cómo interpretar la ideología de los talleres literarios –verdaderos talleres de corte y confección-, que llenó las librerías de cuentistas que no conocen otro modelo que el de introducción-desarrollo-desenlace? (2010, p. 85).

Es un romanticismo de nuevo cuño, esto del ideal feminista, para insertarse en la literatura peruana, con un arte reducido a nuevas formas de vida, marqueteándose con la idea de la mujer víctima. Ponen a la política de identidad patriarcal como enemigo principal.

Para Claudia Salazar y las posfeministas, ya no hay una identidad fija, reconstruirse uno mismo es el retoque conservador con toda su libertad sexual y cierta clase de orden descafeinado de política. Sendero Luminoso es la piñata ideal para armar la grita y armar la grieta particularista absorbida por el sistema dominante.

El lenguaje de La sangre de la aurora (2013) no es capaz de establecer vínculos de equivalencia con otras demandas histórico-sociales.

El mensaje contundente, sin tapujos, de esta novela angurrienta de gran historia es este: no te metas con lo real político, menos aún con una revolución. Tu casa es el feminismo desatado de toda prohibición de género, sin conexiones ni límites.

Lejos de los hombres, mejor.

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Referencias

Badiou, A. (2009). Pequeño manual de inestética. Argentina: Prometeo libros.

Butler, J., Laclau, E. y Žižek, S. (2005). “Universalidad en competencia”. En: Contingencia, hegemonía, uni-versalidad. Diálogos contemporáneos en la izquierda.  Argentina: Fondo de Cultura Económica, pp. 141-184.

Salazar, C. (2013). La sangre de la aurora. Lima: Animal de Invierno.

Tabarovsky, (2010). Literatura de Izquierda. España: Editorial Periférica.

Žižek, S. (2013). Pedir lo imposible. Edición de Yong Jume Park. Akal

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Cultura

Braedt lanza “Este Fin de Año, El Junte lo Pone Braedt”, campaña que busca revalorizar la experiencia de compartir y conectar con el público

La reconocida marca peruana líder de embutidos Braedt regresa con una propuesta única en esta temporada colmada de reuniones y celebraciones: “Este Fin de Año, El Junte lo Pone Braedt”. Campaña que busca darle un sabor especial a cada reencuentro donde apuesta por revalorizar la experiencia de compartir, conectando con el público de una manera auténtica y significativa en esta época del año.

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Desde 1885, Braedt forma parte de una tradición de calidad y sabor que llegó desde Alemania y se ha renovado constantemente para consolidarse como una de las marcas de embutidos y quesos favoritas de las familias peruanas. Hoy, sus productos están presentes en las mesas de todo el país, aportando sabor y tradición a cada celebración.

Braedt ha vuelto su mirada hacia sus consumidores, otorgando el “junte” un rol especial en su estrategia siendo hace unos meses, proclamados «Líderes del Junte».

Con la convicción de celebrar la esencia de estar juntos, Braedt invita a sus consumidores a vivir experiencias diseñadas para conectar, celebrar y disfrutar. ¡Este fin de año, el «junte» lo pone Braedt! y que estará vigente hasta diciembre del 2024, desplegándose en un formato 360° que incluye televisión, medios exteriores (OOH), plataformas digitales y puntos de venta.

Un Junte para cada ocasión

Braedt entiende que noviembre y diciembre es el mes de los reencuentros, y lo importante de esta temporada no son los regalos, sino los momentos compartidos. En Perú, disfrutamos desde parrillas con amigos hasta reuniones laborales y momentos familiares. Por eso, Braedt ha pensado en soluciones para cada ocasión, presentando propuestas como el Junte Parrillero, el Junte Amigo Secreto y el Junte Familiar, celebrando así la diversidad de nuestros encuentros en esta temporada especial.

Una dinámica de participación que acerca a todos

La campaña incluye una promoción especial: al comprar S/29.90 en productos Braedt y enviar el ticket de compra al WhatsApp de la marca, los consumidores ingresarán automáticamente al sorteo para ganar uno de los tres «juntes». Además, podrán obtener un Raspa y Gana para la oportunidad de ganar al instante entre más de mil premios.

Braedt ha diseñado tres opciones de «junte» para esta temporada: el Junte Amigo Secreto, ideal para compartir con compañeros de trabajo; el Junte Familiar, perfecto para esos momentos en casa; y el Junte Parrillero, pensado para disfrutar con amigos. Cada opción incluye una selección de productos Braedt, asegurando momentos únicos, llenos de sabor y conexión.

«Juntos, sabe mejor»

La esencia de la campaña se alinea con el claim de Braedt, “Juntos, sabe mejor”. Porque, al fin y al cabo, el fin de año sabe mejor cuando estamos juntos. Braedt reafirma así su compromiso de ser la marca que potencia los momentos compartidos. “Queremos ser quienes faciliten esos momentos de conexión y alegría que son tan importantes en estas fechas y en la vida cotidiana. Desde Braedt, nuestra misión es inspirar nuevas formas de estar juntos,” afirma el equipo de Marketing de Braedt.

Para más información: IG: https://www.instagram.com/braedt.peru/ y

 https://www.youtube.com/watch?v=Dm83Y7FKGYg . Una campaña liderada por Sergio Serván Del Valle, Gerente de Marketing y Liliana Mondragón, Brand Manager.

NDP Se ruega su difusión Paola Suárez Rey | 946285140

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Cultura

Carta pública al ministro de Cultura sr. Fabricio Alfredo Valencia Gibaja

“Señor ministro de Cultura, salvemos Kuélap” ¿Ya retiró el horrible cerco de fierro y cemento que rodea a Kuélap?

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Mediante esta carta pública, y como ciudadanos amazonenses, nos dirigimos a usted Ministro de Cultura, Sr. Fabricio Alfredo Valencia Gibaja, para manifestarle nuestra preocupación por nuestro principal monumento histórico-cultural y recurso turístico de Amazonas, el Complejo Arqueológico Kuélap. Señor Ministro, lo que viene ocurriendo con Kuélap es una agonía ininterrumpida por malas gestiones de los últimos 30 años, y que tuvo como corolario, la caída de sus muros en abril del 2022.

Desde esa fecha, se han agudizado las pésimas gestiones en nuestro principal monumento cultural y turístico. Usted señor Ministro, antes de ocupar su cargo, también tuvo una opinión EN CONTRA de las acciones que se vienen realizando en este ícono cultural. El 10 de abril del presente año, en la Revista Lima Gris, usted con gran acierto manifestó que “las estructuras de metal y concreto instaladas por el Ministerio de Cultura en la fortaleza Kuélap, son un DESPROPÓSITO NEFASTO, porque no se integran visualmente con el monumento y es groseramente discordante con la arquitectura original”. (Para hacerle recordar, su opinión completa en el siguiente enlace de la Revista Lima Gris: https://limagris.com/fabricio-valencia-sobre-kuelap-las-estructuras-de-metal-y-concreto-atentan-contra-la-carta-de-conservacion-de-venecia/)

En dicha oportunidad usted agregó: “no entiendo cuál es la necesidad de utilizar estructuras de concreto y acero inoxidable, porque al parecer son estructuras de acero inoxidable. No se integran visualmente bien con el monumento, es groseramente discordante con la arquitectura original.

Ante estas oportunas y acertadas declaraciones suyas, nos dirigimos para manifestarle lo siguiente:

  1. La mayoría de ciudadanos amazonenses, estuvimos de acuerdo con su opinión técnica, y nos sirvió como defensa para abordar la construcción innecesaria de esos cercos de fierro y concreto al frente de las murallas de Kuélap; por tal razón, y ahora que está dirigiendo el máximo sector en cuanto a Cultura, solicitamos y exigimos a usted RETIRAR DICHAS ESTRUCTURAS DE CONCRETO Y FIERRO, porque como manifestó en su momento y estamos de acuerdo con su análisis técnico, “son un despropósito nefasto, porque no se integran visualmente con el monumento y es groseramente discordante con la arquitectura original”. Palabras de usted Sr. Ministro.
  • Sabemos que usted y su gestión, están realizando cambios en su sector, es la oportunidad para realice los ajustes necesarios en cuanto a los funcionarios del Sector Cultura que tienen que ver con nuestros recursos arqueológicos y quienes gestionan el Complejo Arqueológico Kuélap. No es posible que las mismas personas que han sido funcionarios en anteriores oportunidades, y han llevado a la situación lamentable de lo que hoy es Kuélap, sigan CIRCULANDO Y LABORANDO, en diversas áreas de gestión, que tiene que ver con el Sector Cultura en Amazonas y principalmente el PRIAK. Señor Ministro, con estos funcionarios/as, padecemos malas experiencias, no siga ratificándolos a pesar de sus pésimas gestiones.
  • Esperamos Sr. Ministro que la gestión cultural en Amazonas y la gestión de nuestro Complejo Arqueológico, sea llevada a cabo por personas conocedoras de la cultura, historia y gestión cultural. Así como se invierte para promover el comercio y desarrollo turístico, con la misma dedicación y fortaleza, deberían invertir en nuestras manifestaciones culturales, su respeto y puesta en valor, como lo necesitan Kuélap, Ciudad de los Muertos, Carajía y muchos otros. Para ello se necesita de PERSONAS IDÓNEAS Y CON EXPERIENCIA EN GESTIÓN CULTURAL. Elegir funcionarios Sr. Ministro, que estén comprometidos con nuestra cultura, y no sólo la explotación turística.
  • Señor Ministro, también le solicitamos que los trabajos que se viene realizando en el Complejo Arqueológico Kuélap, se realicen oportunamente y que no tengan retrasos. Nosotros como ciudadanos, vemos todos los años agonizar a Kuélap, porque los trabajos se retrasan, se solicitan ampliaciones de presupuesto sin ningún tipo de control, muchos personajes con “consultorías y planillas doradas”, vegetan en sus puestos sin hacer nada en favor de nuestro Complejo Arqueológico. Solicitamos mayor presupuesto y acelerar los trabajos de recuperación y puesta en valor de Kuélap y otros monumentos arqueológicos.
  • Adjuntamos a esta carta, imágenes de las innecesarias acciones que se viene realizando en Kuélap, por ejemplo: paraderos que esconden la grandiosidad de las murallas en Kuélap o insertar elementos exógenos, como “tapitas fosforescentes” que rompen con el escenario cultural e histórico que representa el Complejo Arqueológico Kuélap. Acciones innecesarias que ya usted en su debido momento ESTUVO EN TOTAL DESACUERDO, y esperamos que siga con esa línea de opinión técnica, para aplicar las correcciones ahora que está en el cargo máximo del sector Cultura.

ORGULLOSAMENTE AMAZONENSES

RUDECINDO VEGA CARREAZO
DNI: 08585154
ELMER ANTONIO TORREJÓN PIZARRO DNI: 10166020

JINDLEY VARGAS ZUMAETA

DNI: 33407029

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Cultura

«Meses de Incertidumbre y Aversión», nuevo libro de Hélard Fuentes se presenta en Arequipa

La nueva publicación cuenta con dos fechas de presentación en la ciudad blanca.

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Arequipa invita a todos los interesados a conocer la obra “Meses de incertidumbre y aversión. La ocupación chilena en Arequipa” del historiador Hélard Fuentes. Este libro ha sido galardonado con los Estímulos Económicos 2024 del Ministerio de Cultura del Perú, y será presentado en dos fechas especiales en la ciudad de Arequipa.

La presentación del libro se llevará a cabo en los siguientes lugares y horarios:

  • Jueves 21 de noviembre, 11:00 h
    Primer Patio de la Municipalidad Provincial de Arequipa
    Participarán como comentaristas: Jorge Bedregal, Carlos Meneses Cornejo y Patricia Roberts.
  • Viernes 22 de noviembre, 19:00 h
    Biblioteca Mario Vargas Llosa (Sala 308)
    Comentarios a cargo de Raúl Fernández Llerena, Pablo Nicoli Segura y Alfredo Herrera Flores.

Sobre el libro

En «Meses de Incertidumbre y Aversión», Hélard Fuentes ofrece un análisis detallado de los meses de ocupación chilena en Arequipa tras la firma del Tratado de Ancón, abordando la complejidad política, social y militar de esa época. A través de sus 13 capítulos, Fuentes destaca la resistencia del pueblo arequipeño frente a la ocupación y las tensiones generadas en la ciudad.

Historiadores como Cristóbal Aljovín de Losada señalan que la obra «enriquece nuestra lectura del complejo y contradictorio fenómeno de la Guerra del Pacífico, en clave regional». Por su parte, Juan Castañeda Murga resalta que el libro «revindica el rol del pueblo arequipeño en esos días aciagos», mientras que Raúl Fernández Llerena considera que Fuentes «nos entrega la verdad de un pueblo con dignidad».

Con este trabajo, Fuentes contribuye significativamente al entendimiento del impacto de la ocupación chilena en la región y la historia de Arequipa durante la Guerra del Pacífico.

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Cultura

Kinra, la premiada película cusqueña llegó a los cines

La premiada película peruana llega a la pantalla grande en varias regiones del Perú.

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KINRA, el viaje de Atoqcha, la ópera prima del cineasta cusqueño Marco Panatonic, ya se puede ver en cines de Lima, Cusco y Arequipa. La película que obtuvo el trofeo Astor Piazzola en el Festival de Mar del Plata y se llevó seis premios en el último Festival de Cine de Lima, se estrenó respaldada por excelentes comentarios de la crítica local e internacional. El film fue realizado por un equipo quechuahablante, íntegramente regional y con equidad de género.

Protagonizada por actores naturales de Chumbivilcas, la película narra la historia de Atoqcha (zorrito en quechua), un joven quechuahablante astuto e inquieto, que deja la casa donde vive con su madre en Chumbivilcas, para viajar a Cusco en busca de nuevas oportunidades. En la ciudad, es acogido por un amigo que lo ayuda; encuentra trabajo y está dispuesto a estudiar para ser ingeniero. Pese a que las cosas empiezan a acomodarse en su vida, Atoqcha siente que hay algo que no encaja; tiene el corazón dividido. También quiere estar con su madre y su hermana en su terruño. Sus raíces lo llaman. Tendrá que tomar una decisión para definir su futuro y afirmar su identidad.

El director Marco Panatonic recuerda que KINRA, el viaje de Atoqcha surgió inspirada en la experiencia de vida de su abuelo, quien trabajando en la ciudad optó por volver a su tierra, decepcionado al ser injustamente acusado de ladrón. “A partir de la reforma agraria quechuas, aymaras, amazónicos nos hemos asimilado culturalmente hasta cuestionar nuestra identidad con la excusa de la modernidad, creciendo así en un medio que contradice nuestro modo de vida, nuestras raíces, nuestros idiomas, nuestros colores de piel. Afectados por el racismo y el clasismo, algunos viven ajenos a ciertos espacios, otros llegan a conquistarlos a su modo, de ambas maneras el Perú es un país fracturado con un visible conflicto entre lo occidental y lo andino. Kinra retrata el viaje de Atoqcha para sentirse tranquilo con sus decisiones, que son las mías también porque soy un desplazado de segunda generación que felizmente aún hablo quechua”, comenta.

Marco Panatonic, al igual que el personaje de su película, nació en Kinra, Chumbivilcas y es quechuahablante. Estudió Ciencias de la Comunicación (UNSAAC), participó en la gestión de cineclubes, fue asistente de producción de cortometrajes y videoclips. Ha realizado los cortometrajes Q’ellucha (2017) y Cuando ya no estemos aquí (2016). Aprendió cine en espacios como TransLAB, Corriente, Talents Buenos Aires, EdocLAB, EICTV, Escuela Transfrontera. Participó en los cortometrajes La Final (César Venero, 2014) y Heroínas (Marina Herrera, 2022). Fue parte de la coproducción Fiebre (2022), de Elisa Eliash. Kinra es su primer largometraje y ha sorprendido por su mirada honesta y auténtica.

“En el contexto peruano, el cine y la televisión tienen la tendencia de retratar el universo andino desde la bondad e inocencia, vestidos con trajes típicos y una relación armoniosa con la naturaleza o en una situación de pobreza extrema y una tristeza genética. La mirada paternalista e idealizada no propone una mirada más compleja ni cercana. KINRA busca contradecir estos estereotipos reconociendo a las personas no solo como personajes en la película sino tomando en cuenta sus experiencias de vida como parte de la narrativa de la película, buscando la autorepresentación”, explica Panatonic acerca de cómo su película nos acerca al universo andino.

La vida cotidiana en las comunidades andinas, el espíritu colectivo, la solidaridad, los rituales, la fuerza de la mujer, y la conexión con la tierra y la naturaleza, están retratados en la película con gran honestidad. Los actores quechuahablantes, sin experiencia actoral previa, pero con una buena dirección, han logrado una interpretación que contribuye a darle una autenticidad especial a la película.

Cabe destacar el trabajo colectivo del equipo diverso que se formó para la película, con participación desde Arequipa, Puno, Cusco y Lima. Integran el elenco: Raúl Challa como Atocha; Yuri Choa, Tomasa Sivincha Huamaní, Marcosa Huamaní, Aurelio Quispe, Lisbeth Cabrera y Jorge González. En la parte técnica: Dirección y guión, Marco Panatonic; Producción General, Walter Manrique; Producción, Gladis Florez, Maykon Lope; fotografía, Alberto Flores y Pierre Pastor, y la distribución está a cargo de V&R Films.

Mira el tráiler aquí:

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Cultura

Offscreen: Un puñado de historias de guerra

Perú se hace presente en el Festival Internacional con proyecto de largometraje.

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En la 35ª edición del Festival de Cine de Estocolmo nuestro país se hará presente gracias al trabajo de los cineastas peruanos Oscar Zemarti y Ursula Pizarro, seleccionados para presentar su proyecto de largometraje titulado Offscreen: Un Puñado de Historias de Guerra (título original: Offscreen: Kourallinen Sotatarinoita) en la competición Nordic Wave del evento cinematográfico. La jornada de pitch se llevará a cabo el jueves 14 de noviembre de 16:00 a 17:30 (hora de Suecia).

Esta coproducción de Finlandia y Perú, que actualmente se encuentra en fase de desarrollo, es una película de ficción que combina comedia negra y fantasía. El proyecto será presentado ante un jurado y un público de profesionales del sector, compitiendo por un premio destinado a la postproducción de la película. Entre los cinco proyectos seleccionados, Offscreen es la única propuesta en representación de Finlandia y gestado por cineastas peruanos.

Escrita por Oscar Zemarti y la escritora y periodista finlandesa Kukka-Maria Ahokas – quien debuta en el guion cinematográfico con esta obra- nos cuenta la historia de Kasimir (27) y Arno (33), un director y un camarógrafo que, al explorar un bosque para filmar un documental sobre los remanentes de una guerra pasada, se encontrarán con un tanque abandonado. Su curiosidad los lleva a filmarlo, pero son interrumpidos por Charlotte (55) una refugiada francoparlante que vive dentro del tanque. A medida que los conflictos se intensifican, el grupo se ve envuelto en una trama más profunda que involucra a veteranos de guerra que patrullan el área, lo que los obliga a colaborar de maneras inesperadas.

Oscar Zemarti, director del proyecto, comenta: “la guerra ha sido retratada en el cine durante mucho tiempo, planteando importantes preguntas éticas. En Offscreen: A Handful of War Tales, mi intención es explorar el papel que juegan los cineastas en mostrar las duras realidades del posconflicto, utilizando la comedia negra y el realismo mágico como herramientas para examinar la delgada línea entre la ética y el arte desde perspectivas poco convencionales”.

Por su parte, Ursula Pizarro, productora del proyecto, agrega: “nuestra película busca cuestionar las miradas tradicionales sobre la guerra, enfocándose en las experiencias de aquellos que han quedado al margen, resistiendo en los vestigios de la violencia pasada. Este enfoque invita a la audiencia a reflexionar sobre las implicaciones éticas de la representación artística en entornos marcados por un conflicto bélico. Ante las tensiones inminentes en Europa, Offscreen adquiere relevancia como un comentario sobre el legado persistente de la guerra y la violencia en nuestra sociedad contemporánea”.

Esta selección no solo destaca el talento peruano en el ámbito cinematográfico internacional, sino que también resalta la importancia de la colaboración internacional en la creación de narrativas que resuenan a nivel global. La revista del Festival (Stockholm Industry Guide, página 31) les brinda un espacio en su edición de este año.

El Festival de Cine de Estocolmo es conocido por celebrar la diversidad y la innovación en el cine, y ha contado en su programación con directores de renombre como Quentin Tarantino, Yorgos Lanthimos, Lars von Trier y Roy Andersson,consolidando su reputación como un espacio internacional para el talento cinematográfico. Este año, el festival también reconocerá a Sean Baker y Steve McQueen con el premio ‘Visionary Award’, destacando su compromiso con una cinematografía que desafía los límites convencionales.

La sección Nordic Wave es una plataforma de proyección para talentos emergentes de los países nórdicos, dentro de los Industry Days del Festival de Estocolmo. La jornada de pitch para Offscreen se llevará a cabo el jueves 14 de noviembre, de 16:00 a 17:30 (hora de Suecia), ofreciendo una oportunidad única de interacción entre profesionales de la industria y nuevos talentos del cine.

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Cultura

Abdulrazak Gurnah: crecer para entender la vida

Lima Gris conversò con el Premio Nobel de Literatura Abdulrazak Gurnah, en la ciudad de Arequipa donde se realizò el Hay Festvial.

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Por: Hélard Fuentes Pastor

Abdulrazak Gurnah es un hombre astuto, de mirada firme y penetrante, cuyas respuestas resolutivas y determinantes revelan a un escritor que guarda los recuerdos más íntimos de su vida en la subjetividad de su mente. Los demás deberíamos ser un poco como Abdulrazak: cautelosos, pero receptivos; profundos, pero precisos; pacientes, pero sinceros. Así fue nuestro diálogo, en una esquina del lobby del hotel Casa Andina Premium con motivo del Hay Festival Arequipa, bajo la tenue iluminación de las sombras del día, con un par de dispositivos que tanto él como yo no sabíamos cómo manejar, y que llevaba consigo una traductora limeña, con quien minutos antes establecí un entretenido diálogo sobre algunos menesteres de la educación y la cultura en el país.

Mi función en una entrevista es poner en aprietos a la gente ―ratifiqué de principio a fin―. Así que, al finalizar nuestra conversación, le entregué un libro sobre Arequipa. Me dijo que no sabía castellano, que no lo podría leer, pero respondí que las imágenes también hablarían. No hubo más que decir, solo agradecer y despedirse.

En el momento en que nos dábamos la mano, pensé que aquella situación, cotidiana en Abdulrazak y bastante especial para mí, comenzó de la misma manera en que acabó: en una suerte de confesión del entrevistador sobre los tópicos comunes de la memoria, la búsqueda de identidad y los duelos personales. Y solo un buen entrevistado puede lograr esa sensación.

Cuando preparé las preguntas, decidí enfocarme en un aspecto muy curioso y poco conocido del Premio Nobel de Literatura 2021: su niñez y su familia. Por ese motivo, comencé planteando que la niñez es una etapa fundamental en la persona, donde surgen heridas, e incluso hay quienes consideran que define al hombre.

―La niñez ―me dijo― es un momento importante. No estoy seguro de que defina a la persona, pero simplemente creo que los acontecimientos que le ocurren a un niño, las memorias de un niño, duran para siempre ―afirma Gurnah en un acto de interiorización que marcó la entrevista―. Sin embargo, a mí me parece que a medida que vamos creciendo como persona, volvemos a examinar nuestra niñez y la reinterpretamos, la entendemos de manera diferente también. Entonces, no estoy seguro de que sea lo que define a la persona, porque la persona crece hasta el punto en que puede entender su propia vida viendo atrás, revisando lo que le ha pasado. Pero sí, la niñez es de suma importancia.

Es públicamente conocido que Abdulrazak abandonó su tierra natal, Zanzíbar, cuando solo tenía 17 años; es decir, apenas era un adolescente cuando se aventuró en suelo inglés. Pero, ¿cómo fue su niñez? Le preguntamos al autor de Paraíso, un libro que, a grandes rasgos, ha inspirado este diálogo.

―Fue como la de cualquier niño ―sonríe―. Mi niñez estuvo bien. ¡Jugar, jugar, jugar! Todas las cosas que se esperarían de un niño, que dan alegría, que dan un aprendizaje, y no entender muchos asuntos también.

―¿Y recuerdas algún juego en especial?

―Recuerdo ir correteando, jugando a los policías y ladrones, entre otros, nada en especial. Mi niñez fue perfectamente bien. De niño, uno no entiende completamente lo que está ocurriendo. Uno no se da cuenta de los peligros. Justamente a eso me refiero cuando digo que al mirar hacia atrás vemos cosas de las que no nos dábamos cuenta. Bueno, lo veíamos, pero no lo entendíamos.

Me detengo un momento aquí, porque, a pesar de los kilómetros de distancia, de las diferencias culturales, del idioma y de la brecha etaria —Abdulrazak ronda los 75 años y yo los 34—, hemos jugado, relativamente, lo mismo: a los policías y ladrones. Con sus variantes, sí; pero al fin y al cabo, todos nos correteamos en la niñez. La niñez es una carrera, y por definición, esta carrera implica muchos tropezones.

—Abdulrazak, ¿y si pudieras encontrarte con el niño que fuiste, qué le dirías?

—Yo le diría que sea más duro —respondió.

—¿¡Cómo a tus personajes!? —pensé—. A lo largo de tus novelas has creado protagonistas complejos, marcados por el sufrimiento, la pérdida o esa búsqueda de identidad. ¿Cuál de todos crees que mejor refleja estas experiencias?

Abdulrazak, como buen oyente, me devolvió la pregunta: “¿Qué personaje?”, me dijo con perspicacia.

—¡Yasuf! —mencioné—. En “Paraíso”.

—No, exactamente, porque creo que tiene diferentes circunstancias y cuestiones. Pongamos a Yusuf como ejemplo. Para mí, él es un niño. Como dije antes, a menudo los niños no entienden lo que está sucediendo; él no está entendiendo lo que pasa. Entonces, yo hablaría de esa sorpresa, que es una palabra importante. Por su propia naturaleza, era una persona gentil, amable, que tenía que aprender a lidiar con estas dificultades. Es tierno, más o menos, por decirlo así, en su relación con las personas. Él no piensa en ambiciones ni dice ‘quiero ser esto’, pero su búsqueda es encontrarse a sí mismo, encontrar una forma de salvarse a través de eso, sin hacer de ello un sufrimiento enorme. Más bien, él quiere realmente atravesar las circunstancias que se le interpongan. Se trata de examinar, de tratar de entender cómo los adultos, especialmente los padres, tratan a los niños; los patriarcas, por decirlo de alguna manera. A lo que me refiero con esto no es que esté estableciendo su identidad, sino que busca quedarse con algo que aún le pertenezca a medida que avanza.

—¿Es tu personaje más logrado?

—Me gustaría poder decir que también he tenido personajes igual de logrados que este, pero en diferentes temas.

—¿Y cuál es el personaje más difícil que has creado en una historia?

—Todos tienen sus propias dificultades. Hay que llegar a entender a las personas de las que estoy tratando de escribir. Algunas te caen bien y otras no te caen bien, pero aun así, las tenemos que entender. Tenemos que entender lo que motiva el bien y el mal. Todos tienen sus dificultades específicas.

Gurnah ha tenido que enfrentar múltiples dificultades en su vida. Según lo que hemos indagado, vivió momentos de opresión y persecución de los ciudadanos de origen árabe en Zanzíbar, su tierra natal, y muy probablemente experimentó el abuso racial en un país como Inglaterra, donde comenzó su carrera de escritor. Pero una cosa es saberlo y asumirlo como una realidad porque lo hemos leído en La Vanguardia o The New York Times. Entonces, abordamos este aspecto, y la primera premisa que surgió fue: ¿cómo escritor o como ser humano? Y yo le insistí: “Como escritor”.

—Posiblemente, fue cuando regresé a mi parte del mundo después de muchos años y luego escribir acerca de ese período. Fue así que surgió “Paraíso”. Yo creo que esto me llevó a una dirección ligeramente distinta en mi escritura. Entonces, no fue una decisión difícil, pero sí importante.

—¡Tus novelas tienen contenido histórico!

—”Paraíso” tiene contenido histórico, es probable que “Deserción” o “La vida, después”, también sea así; pero los otros son relativamente contemporáneos. No solo escribo cosas históricas. Eso es lo que he dicho, justamente porque he regresado y he viajado, por eso quería escribir sobre ese panorama, de ese tiempo. Yo escribo también acerca de otros temas.

Siempre tengo la mala costumbre de preguntar a los entrevistados, qué mejor aún, a un Premio Nobel, qué anécdota podría contar, cuál elegiría para este momento de diálogo. Abdulrazak, riendo y pensativo a la vez, dijo algo para asombro mío y de la traductora:

—¡Esa es una pregunta imposible! La memoria, especialmente para un escritor, es un recurso; es un volumen enorme que está en mi mente, entonces ni siquiera podría escoger.

—¿Y cuál crees que fue el periodo más interesante de tu vida?

—Todos han tenido su propia belleza. Quizás entre los veintitantos e inicios de los treinta, cuando tienes claro qué vas a hacer con tu vida, hacia dónde la vas a dirigir.

Arequipa es una ciudad especial para todos los visitantes. En ese contexto, y cerrando este inolvidable diálogo, no pude dejar de preguntar sobre su percepción. Bien es cierto que Abdulrazak apenas ha estado en el hotel y ha caminado por la Plaza de Armas, como él mismo manifestó, pero no dejó de asaltarnos aquella curiosidad:

—Ahora que estoy viajando mucho, lo primero que la gente me pregunta es: «¿Es tu primera vez aquí?» Y la segunda pregunta que me hacen es: «¿Qué te parece?» Y solamente vine por un día. Me voy a quedar aquí hasta ir a Machu Picchu y a Lima. Pregúntame cuando me haya quedado dos semanas; después de eso, te cuento —comenzó a reír—. Porque ahora estoy disfrutando el momento, la comida es muy buena, he caminado por la plaza, todo aquí es muy bonito. Es lo único que te puedo decir.

—Esto significa que tendremos un diálogo pendiente.

Abdulrazak no dijo mucho, aunque pensándolo bien, lo dijo todo.

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Cultura

¡LA ZARZUELA VUELVE A LIMA! DESDE ESPAÑA LLEGA EL BARBERILLO DE LAVAPIÉS

La Municipalidad de Lima presenta El Barberillo de Lavapiés, una de las zarzuelas más populares, en el icónico Teatro Principal Manuel A. Segura.

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Conmemorando 150 años desde su estreno, la Municipalidad Metropolitana de Lima presenta El Barberillo de Lavapiés, en el Teatro Principal Manuel A. Segura.

Concluyendo una temporada de grandes presentaciones, la Municipalidad Metropolitana de Lima trae de vuelta la zarzuela al Centro Histórico, con un espectáculo de primer nivel.

El Teatro de la Zarzuela de Madrid llega con El Barberillo de Lavapiés, zarzuela en tres actos, con música del maestro Francisco Asenjo Barbieri y libreto de Luis Mariano de Larra.

Historias de intriga, amor y política que se desarrollan de manera expresiva a través de las impecables coreografías y un notable elenco internacional con más de 100 artistas en escena.

De España llegan Javier Franco, Cristina del Barrio, Pancho Corujo, Begoña Quiñones, Verónica Garzón, con la dirección de escena de Alfredo Sanzol y coreografía de Antonio Ruz, Tania Solís y Rodrigo Urrutia.

Acompañados por la Orquesta Sinfónica del Teatro Municipal de Lima, bajo la dirección de Matteo Pagliari y el Coro del Teatro Municipal de Lima, con la dirección de Armando Vértiz.

Una extraordinaria producción del Teatro de la Zarzuela de Madrid, para cerrar a lo grande la exitosa temporada 2024 de los Teatros Municipales de Lima. Los invitamos a disfrutar de un espectáculo inigualable los días 13, 15 y 17 de noviembre con El Barberillo de Lavapiés en el Teatro Principal Manuel A. Segura, el teatro de la zarzuela en el Perú.

Consigue tus entradas vía Teleticket: https://teleticket.com.pe/barberillo-de-lavapies

REEL PROMOCIONAL EL BARBERILLO DE LAVAPIÉS: https://bit.ly/4hmpQdz | https://bit.ly/3UyHTDl

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Cultura

El latido de las ‘Ruinas Circulares’: Manongo Mujica presenta shows gratuitos en Lambayeque y Lima

Dos conciertos con toda la magia de uno de los percusionista más importante del país.

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Manongo Mujica, músico, percusionista y un explorador de lo intangible, presenta Ruinas Circulares, ciclo de conciertos gratuitos y al aire libre, un encuentro profundo con la historia a través de la música en dos escenarios icónicos: las pirámides de Túcume en Lambayeque y el complejo de Mateo Salado en Lima. Con cada presentación, Mujica busca hacer que estos espacios ancestrales se conviertan en el epicentro de una experiencia sensorial que traspasa lo visual y lo auditivo.

Estos lugares no solo actúan como escenarios; son protagonistas silenciosos. Manongo, junto a músicos como Fil Uno, Gabriela Ezeta y Terje Evensen, crea una atmósfera en la que los sonidos dialogan con el entorno, como si cada interpretación trajera consigo fragmentos de épocas pasadas, permitiendo que el espectador sienta una conexión íntima con esas voces que aún parecen susurrar en el viento.

Inspirado en el cuento de Borges, Mujica convierte la creación musical en un ritual de memoria y presencia, donde cada interpretación establece un diálogo entre el pasado y el presente. Mujica invita al oyente a no solo escuchar, sino a percibir cómo la música se convierte en un vehículo para entender y recordar, con cada compás cargado de simbolismo y propósito.

Este ciclo de conciertos, impulsado por Luis Alvarado de Buh Records y en colaboración con el Complejo Arqueológico de Túcume, representa un compromiso por difundir el arte en entornos patrimoniales, fusionando conservación y creatividad. Los asistentes también podrán explorar los sitios a través de actividades complementarias que los ayudarán a vivir el lugar en toda su dimensión histórica.

Proyección de cortometrajes 

Como complemento, entre septiembre y noviembre se realizarán proyecciones itinerantes de los cortometrajes «Escucha Paisaje Escucha» y «Ruinas Circulares». Estos trabajos, producidos por Mujica y dirigidos por V. Checa y Diego Cendra W., serán presentados en ciudades como Chachapoyas, Trujillo, Chiclayo, Puno, Cusco, Arequipa e Ica, gracias a una alianza con Edward De Ybarra, director de Corriente – Encuentro Latinoamericano de Cine No Ficción.

FECHAS CLAVE 

Concierto «Ruinas Circulares»  

-Túcume (Lambayeque): 17 de noviembre  

– Mateo Salado (Lima): 21 de noviembre  

“Proyecciones de cortometrajes”  

-Lima: 8 de noviembre (CCPUCP)

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