Connect with us

Actualidad

La mirada humanista de Carlos Reygadas

Published

on

Foto Omar Crispín

La primera aparición del personaje principal de la película Japón de Carlos Reygadas (Ciudad de México, 1971) no nos habla de su voluntad de matarse ni de su cojera. Más bien se trata de una toma de espaldas en la que se adivina al individuo mirando al horizonte y el bastón difícilmente difiere del callado del viajero o del naturalista. De espaldas, el protagonista imposta la actitud del explorado ilustrado, erguido contra una vegetación feraz cuyo escorzo también debiera ser un temperamento y una pedagogía: el estado de la naturaleza es un correlato de sus emociones. No es así: el territorio que primero conoce es, en realidad, un campo de cactus que cazadores de palomas emplean como coto de caza.

El destino de su viaje, la barranca lejana, tampoco es una selva voluptuosa, y menos puede elucidarse a través de los diferentes cánones simbólicos de la naturaleza: la arcadia, el edén o el pozo dantesco. Más bien se trata, como lo confirma el lente de la cámara, de una geografía engrilletada por caminos aproximadamente concéntricos, cuya precariedad, paradójicamente, parece dar cuenta de la persistencia de las instituciones de la civilización.

Escena de la película Japón

 

El camino es el paisaje segmentado por el municipio, por la arquitectura, por el negocio del carnicero, por el hospedaje, por la parroquia, por el movimiento de un tractor; su constitución es un punto liminar en que la cultura muestra mejor lo que queda en su alcance y aquello que se contempla como puro afuera. En esta seguidilla de ascensos y descensos por espirales topográficas, en la frontera sensible entre humanidad y la insinuación casi intransitiva de una experiencia primigenia de la naturaleza, ya se sabe, es difícil imaginar el paisaje altamente normalizado de la cultura ilustrada (aquella en cuyos lindes técnicos y simbólicos se formula el arte moderno).

No obstante, la imagen que evoca al caminante ilustrado incide en el gesto autoral, a su vez convención por antonomasia del arte de la modernidad: imágenes de iluminación y encuadre cuyo tour de force como mirada y experiencia de mirar se homologa con la firma artística, intelectual y sensible, original y auténtica, del cineasta y su producto; incluso más: la película, que nace del despliegue de su mirada, es acontecimiento mismo y visión única de la experiencia en el arte; en suma, una oeuvre, aunque la mirada de Reygadas no apunte a los contenidos ejemplares de la cultura europea ilustrada y, más bien, sea frecuente que lidie con el eclipse de sus símbolos (los rechaza de principio como motivos estéticos). No obstante, seguirá siendo, como se verá a continuación, la mirada del autor ilustrado que distingue y enfatiza la singularidad de su perspectiva, que confía en las potencias únicas de su labor para objetivar experiencia y conseguir la iluminación del arte, aunque para ello, en característico gesto crítico iluminista, configure su propia mirada denunciando la insuficiencia de las predecesoras, sus imposturas y sus ingenuidades, el agotamiento y falibilidad de su tópicos técnicos y artísticos.

La propuesta

¿Cuáles son los dispositivos con los que Reygadas constituye su mirada de autor? El primero de ellos es la base misma del arte: argüir que la mirada no es el lente cristalino que imbrica películas, ni el depósito de las impresiones sensibles que la experiencia impregna en ellas, como si se tratase de un sujeto ideal de la ciencia empírica. Es decir, abogar por el arte de mirar, lo que resulta, además de una vocación auténtica, útil para denunciar el artificio normalizado de la mayor parte del cine comercial, cuyas convenciones se asumen como el estándar de la naturalidad fílmica. En su lugar, Reygadas propone otra red de convenciones para desplegar imágenes, que consiguen instalar, en su extrañeza, el asombro de lo que se mira por primera vez.

Escena de la película Batalla en el Cielo

En su cine, el desplazamiento prolongado de la cámara, las panorámicas fijas, la toma subjetiva y la ralentización son distintivos de una naturalidad nueva. También destierra los que considera excesos retóricos del cine que provienen de las artes escénicas y solo intensifican la impresión de una representación teatral. Primero, la iluminación, que enfatiza roles protagónicos y satura la imagen de detalles. Reygadas, por contrario, se encarniza en las posibilidades imaginativas de los claroscuros. Reemplaza el set de luces por la luz solar; los interiores los trabaja de día frente a ventanas y, de noche, con el número habitual de bombillas de uso doméstico). Segundo, la actuación, que Reygadas considera como una impostura que impide el contacto con las personas que la mirada autoral ha ideado. Por ello, trabaja con individuos sin ninguna experiencia, a los que consigue tras numerosas audiciones, que solo interrumpe cuando halla a los más próximos a corporizar su imaginación sin ningún fingimiento. Y, tercero, el acompañamiento musical o la pista de audio impecable, que reproduce el silencio de la puesta en escena, y que Reygadas remedia difundiendo el audio ambiental, ya sea urbano o rural, y explorando sus variaciones y recurrencias.

No obstante, aunque la enjundia técnica caracteriza el arte de mirar de Reygadas, también persigue la singularidad en el temperamento y la configuración de la experiencia que mira. Por ello, los contenidos, aunque desnudos de las convenciones en uso frente al lente, no son cualesquiera y suponen un conjunto de premisas veristas; ellas también constituyen aspectos indispensables de una reconocible firma autoral. Por señalar los más destacables y cuya coincidencia define un espacio propio del cineasta: las personas hablan menos de lo callan, miran más que participan, efectúan rutinas antes que ejercitan su libertad. Con este acervo de conductas se equipa una circunstancia vital clave en sus películas: el hecho de ser mexicano. Tal contenido se instaura en consonancia con otros, e instauran una red de conductas difícilmente comprensibles fuera de la peculiaridad de una película que invoca la especificidad autoral de Reygadas. Ello ocurre de manera bastante ostensible en Batalla en el cielo.

Entre la instituciones y los cuerpos

Batalla en el cielo es el segundo largometraje de Reygadas y presenta la reiteración de dos imágenes que interpelan el discurso mejicano sobre la nación: la gigantesca bandera que se iza diariamente en el zócalo de la capital federal y la multitudinaria peregrinación al santuario de la Virgen de Guadalupe. A diferencia de Japón, aquí no hay señuelo de viajero ilustrado como antesala a la ilegibilidad del paisaje en términos de la tradición literaria, ni tampoco importunamos la letra de las instituciones cívicas hasta las líneas en que limitan con la pura naturaleza. Aquí el paisaje ilegible es la ciudad de México, pero, desde luego, no en términos institucionales. En la capital, más bien, el aparato de las escrituras institucionales no es precario sino excesivo.

Lo entendemos por el tamaño descomunal de la bandera nacional o la monumentalidad del templo guadalupano. El Distrito Federal no solo implica la ley sino su ritualidad; las disciplinas civilizadas se conocen por sus subrayados (y no, como en Japón, por su condición fantasmal). Aquí, una vez más, el protagonista es un caminante en sentido estricto, aunque también lo será ritual. Se trata de un chofer militar de nombre Marcos. Es obeso, mestizo, pobre y criminal, un marginal. Su rutina implica recorrer la letra institucional del transporte de México en su condición subordinada: usa el metro, recoge en el aeropuerto a la hija de su patrón, conduce el auto de su patrón por viaductos y por los barrios de los suburbios; es el ritual del servicio pero también su continuo reaprendizaje en peores condiciones.

Escena de la película Batalla en el cielo

El desplazamiento disciplinado refuerza una evidencia: le enseña su condición inadecuada desde su mismo físico. Lo ilustran los planos americanos de Marcos y de su mujer en los pasillos del metro. Son rostros brillosos, cobrizos, plenos de ángulos y detalles en completo contraste con la atmósfera aséptica que irradia una infraestructura de superficie homogénea, que oscila entre el resplandor del aluminio y un blanco carente de matices. Pero no se trata solo de colores, sino de la completa displasia del cuerpo subalterno. Así, Marcos es igualmente inadecuado para viajar en el metro: ocupa mucho espacio, su volumen obliga a empujones, incomoda cuando busca las gafas que pierde en un empujón.

La circulación misma de Marco es permanente incordio, primero para sí: el manejo por las vías de la Ciudad de México oscila entre la alienación por tedio debido a las vías congestionadas y los insultos que recibe de otros chóferes. En todos los casos, se exhibe y reintroduce el dispositivo disciplinar de la inadecuación, pero también las ventajas de la invisibilidad para facilitar la mejor circulación: mejor es no contestar, recibir silenciosamente la ofensa. De este modo se promueve con el propio hieratismo la viabilidad de un itinerario cotidiano de meticulosas vejaciones. Para Reygadas, en esta red de conductas se manifiesta una de las dos formas de ser mexicano: sometida, alienada por dispositivos de una sociedad hegemónica ajena y, paradójicamente, son la mayoría.

En contraste con él, la adecuación es el rasgo distintivo de la otra protagonista de Batalla en el cielo. Se trata de Ana, la hija del patrón de Marcos, que lo usa de chofer para sus actividades cotidianas. Su primera aparición, recién llegada del extranjero en el terminal de llegada para vuelos internacionales de Ciudad de México, no puede ser más característica: viste al gusto de la moda, impecable, irradia belleza y su itinerario vial prevé y cumple un fluido deslizamiento desde el avión hasta los suburbios que habita. La escritura del tránsito de la ciudad no la interpela, porque no está ahí para disciplinarla como a su chofer.

No solo ello; está a su servicio, si se entiende que la disciplina se profiere desde sitios completamente distintos de Marcos: esbeltez, riqueza y dominio. De hecho, Ana es el personaje con mayor jerarquía en Batalla en el cielo: manipula a su padre general, el patrón de Marcos, y al novio de su misma clase del que se desentiende con liberalidad. Si Marcos todo lo padece, Ana todo lo goza. Por ello no es extraño que se prostituya por puro gusto si se entiende que en ello exhibe una condición de completa autonomía, como quien corporiza el otro extremo de la jerarquía institucional del país. Para Reygadas, tal patrón de conductas manifiesta otra forma de ser mexicano: dominante, con los aparatos institucionales a su servicio y, paradójicamente, son minoría. Aunque Reygadas descree de símbolos y alegorías, la lectura hermenéutica, justo por las anteriores consideraciones, aparece como operación más intuitiva ante la escena de sexo entre Ana y su chofer.

Dominación e invención

O más bien, conviene reposicionar la lectura hermenéutica como una lectura de la cultura si se tiene en cuenta que Reygadas sostiene que la tarea de expurgar símbolos y alegorías no tiene sentido porque invariablemente los contenidos de la experiencia los entrañan y escenifican. Entendidos así se sitúan con anterioridad al despliegue de la mirada aunque esta los figure. El hecho de ser mexicano, para Reygadas, es, por consiguiente, el modo en que el mundo acaece, y que se cruza con su mirada, y no un posicionamiento que articule motivos visuales o contenidos simbólicos. En esa experiencia, dos poblaciones ocupan un mismo territorio en las posturas de dominador y dominado. Batalla en el cielo tiene, por tanto, también por condición previa la dominación y supone el difícil intento de figurar en el cine sino la mirada del dominado mexicano (imposible para Reygadas, porque, en primer lugar, se interpone su condición de autor) al menos mirada de la inadecuación, sus disciplinas y pedagogías (la experiencia de “inadecuarse”) y la extensión de su mando (predominio de tomas subjetivas atribuibles a Marcos).

En la lectura de Batalla en el cielo como un documento que corporiza una cultura de dominación, por consiguiente, no cabe entender de ningún modo el símbolo inmediato de la reconciliación precaria aunque automática, por la vía del instinto, de lo que instituciones, pedagogías y dispositivos de control han colocado en extremos opuestos de la jerarquía social. No tiene sitio en el desplazamiento por las leyes para transitar la ciudad de México la trascendencia romántica o el ajuste adecuado del cuerpo del inadecuado. Ana tiene sexo con Marcos en ámbito de dominio de quien tiene libre albedrío para formular y reformular su deseo y, paralelamente, Marcos tiene sexo con Ana en el ámbito de dominación de quien no tiene albedrío para ni siquiera imaginar ese deseo y solo se le somete y, adicionalmente, experimenta en ello una forma de inadecuación más alienante (la dominación por un deseo que no se desea).

En esta misma línea de lectura, el asesinato de Ana por parte de Marcos es un acontecimiento no solo los términos narrativos más corrientes, sino una singularidad en el tránsito por una nueva pedagogía, esta vez erótica, de la inadecuación. Implica que la continuidad de la escritura de la sujeción colapse en un punto imprevisible. Es un punto sin precedentes y de no retorno, cuyo consecuencia es evidente: Marcos experimenta la liberación de un dominio y nada le impide abjurar de los demás que han escrito en su cuerpo porque ha eliminado a la personificación de la más alta jerarquía.

No es raro –más bien típico- que se declare, con la bolsa en la cabeza, inviable para cualquier forma de circulación en las pedagogías del tránsito en la capital federal. Visto así, el único camino que le compete tomar no es de este mundo. Reygadas lo filma como penitente con la bolsa que lo ciega en el santuario de Guadalupe. Ha llegado a medias por voluntad, a medias por error. No pide ningún favor a la virgen; es, más bien, el confinamiento del cuerpo en un ritual distinto del lenguaje cívico de México, cuyas interpelaciones disciplinarias cotidianas carecen de efecto. Como también es de esperarse, la policía, el control de ley escrita, da cuenta él. La lectura del documento sobre la experiencia de la dominación concluye aquí.

No obstante, Reygadas continúa filmando: la escena final de la película, completamente desgajada de su flujo, es una nueva e impensable escena de sexo entre Ana y Marcos. En ella, mediante caricias y palabras de amor obliteran jerarquías y consiguen figurar el sitio de los sentimientos. No es el sitio más cómodo para los cuerpos; el de ella irreprochable y él enorme y desmadejado. Pero es un sitio distinto y más satisfactorio. Ella no solo le hace una felación a Marcos sino que lo besa; él replica que la quiere. ¿Estamos ante una alegoría por fin? Si lo es, ¿cuál es y por qué? Y si no, ¿cómo puede seguir considerando a Batalla en el cielo la experiencia intransitiva del mundo que acaece ante la mirada del lente cristalino? ¿Cuál es el sitio no alegórico o no simbólico de una escena inédita e inconsistente en términos de nuestras costumbres de espectadores habituales de cine?

 

Mirada de autor

Batalla en el cielo se configura con el inventario de dispositivos técnicos que conforma la firma de Carlos Reygadas. Del mismo modo, echa a andar su premisa más consistente en el acto de configurar un punto de vista verista de su asunto: la figuración de las escrituras de dominación y las rutinas de inadecuación que enseñan las instituciones mexicanas. No obstante, entre dispositivo técnico y la concepción del punto de vista pareciera existir un vacío en el sitio en que debieran articularse que, ciertamente, no puede salvarse sino como una afirmación de la voluntad del cineasta.

Es decir, si el cine es lo que acontece frente al lente y este captura comprehensivamente las condiciones previas al acontecimiento, también en lo que se incluye como tales dirime la mirada autoral Así, “el hecho de ser mexicano” solo califica como condición previa a la filmación de Batalla en el cielo por la circunstancia de que la mirada de  Carlos Reygadas la verifica como verdadera en su experiencia del México que conoce. En esta premisa no dicha reside la mayor constancia del papel decisivo del enfoque de autor en su cine. Es uno que se constituye en la prolongación de la mirada, que continuamente regresa a sí mismo para decidir que algunas experiencias son verdades intransitivas y no símbolos o alegorías.

Es, por lo mismo, una afirmación de la confianza del sujeto cognoscente en sí mismo y en su potencia para decidir sobre el mundo sin mediación y con independencia de juicio. Así, en el arte y el mundo se formulan verdades únicas e inmediatas que se instalan por la obra de quien simultáneamente mira, conoce y configura objetos que entraman la autenticidad de ambos ámbitos. Por ello mismo, el cine de Reygadas, al afirmar su carácter autoral, se permite ofrecer conocimiento y originalidad como antaño ofreció la ilustración y luego un sinnúmero de obras de arte moderno que le precedieron.

 

PUBLICADO EN LA REVISTA IMPRESA LIMA GRIS N°6

Comentarios

Alexis Iparraguirre (Lima, 1974) es narrador y crítico literario. Recibió el Premio Nacional de la Pontificia Universidad Católica del Perú en Narrativa 2004 por su libro de cuentos El Inventario de las Naves, cuyas historias se han incluido en diferentes antologías peruanas e internacionales. Es máster de bellas artes en Escritura Creativa en Español de New York University (NYU), licenciado en Lingüística y Literatura por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y candidato a doctor en Literaturas y Lenguas Hispánicas y Lusobrasileñas de The City University of New York (CUNY). Prepara la publicación de su segundo libro de relatos.

Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Actualidad

Dictan 6 meses de prisión preventiva a sujeto que vandalizó la Piedra de los 12 Ángulos [VIDEO]

En tanto, el Mincul solicitó más de 5 millones de soles como reparación civil contra Gabriel Roysi Melanio.

Avatar photo

Published

on

Durísima sanción. Seis meses de prisión preventiva de la libertad dictó ayer el Poder Judicial (PJ), a través de la Corte del Cusco, contra Gabriel Mariano Roysi Melanio, de 30 años, investigado por atentar contra la Piedra de los Doce Ángulos en el centro histórico de la ciudad del Cusco.

La decisión fue dispuesta por el Segundo Juzgado Penal de Investigación Preparatoria Transitoria de Flagrancia del Cusco.

Será investigado por el delito de destrucción de bienes culturales, daño ocasionado con un martillo. Cabe recordar que la ciudad del Cusco es protegida al ser Patrimonio Cultural de la Nación desde 1972 y Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco desde 1983.

Por su parte, el Ministerio de Cultura (Mincul), a través del procurador público Henmer Alva Neyra, solicitó como reparación civil e indemnización 5 millones 350,000 soles al imputado de dañar con un martillo la Piedra de los 12 Ángulos.

El fiscal del caso sustentó la medida coercitiva a partir de las pericias del Mincul y de la Policía Nacional que confirman que tras el impacto metálico hubo pérdida de material y hendiduras, que fue calificado como “muy grave” al haber “alteración irreversible en un bien arqueológico de alto valor histórico y cultural”.

Además, hubo “una alteración en la fisura superficial comprometiendo la estabilidad del elemento y exponiendo a un deterioro. El daño compromete no solo la integridad física del bien, sino también su valor histórico, estético cultural al modificar su percepción visual y su autenticidad”.

fuente: tv peru.

El dato:

Un turista que observó los daños reportó la agresión a una tienda de la zona y tras visualizar los registros se constató que Roysi Melano golpeó tres veces el bien cultural y luego se fue. El mismo día, alrededor de las 10:40 horas, la Policía Nacional y la fiscalía ubicaron y detuvieron al causante en la calle Suytuhatu del barrio de San Blas.

Comentarios
Continue Reading

Actualidad

Norvial anuncia que suspenderá temporalmente el cobro de peajes en Pasamayo y Serpentín [VIDEO]

Desde primeras horas de la mañana de hoy se observa a los vehículos pasar sin pagar el peaje.

Avatar photo

Published

on

Luego de varias protestas por parte de los transportistas que usualmente se dirigen hacia el norte del país, denunciando que la empresa concesionaria Norvial aún continuaba cobrando el peaje en la Variante de Pasamayo y el Serpentín de Pasamayo, pese a que más adelante se encuentra derrumbado el puente Chancay, Norvial informó la suspensión temporal de dicho cobro.

La concesionaria de la Red Vial 5 de la Panamericana Norte precisó que la medida estará vigente por seis días calendario o hasta que se culmine con la instalación del puente modular que permita recuperar la transitabilidad en el kilómetro 76+200 donde se ubicaba el colapsado puente Chancay.

Sostuvo que la medida se adoptó en virtud del Oficio N° 0658-2025-MTC/19 expedido por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), en aplicación del numeral 9.9 del Contrato de Concesión.

A través de su cuenta oficial en Facebook Norvial dio a conocer este comunicado donde reiteró su compromiso por la seguridad y transitabilidad en la vía.

Como se recuerda, el jueves 13 de febrero, cerca de la medianoche, se produjo el colapso de una de las vías (de norte a sur) del puente Chancay lo que provocó la caída de un bus interprovincial lleno de pasajeros y de un automóvil particular. El accidente dejó tres personas fallecidas y cerca de 40 heridas, algunas de ellas aún se encuentran internadas.

Ante el colapso del puente, que obligó a suspender el tránsito en ese tramo de la Panamericana Norte, el titular del MTC, Raúl Pérez Reyes, anunció que un puente modular reemplazará a la infraestructura dañada. La instalación del citado puente demandaría entre ocho a 15 días.

fuente: exitosa.

Ante la suspensión del tránsito vehicular en Chancay, los transportistas que salen o se dirigen a Lima toman como ruta alterna el camino que conduce a la ciudad de Huaral para luego dirigirse a Aucallama y en este lugar retomar la Panamericana Norte.

Comentarios
Continue Reading

Actualidad

Concesionaria Norvial continúa cobrando peajes en Ancón y Huacho pese a colapso de puente Chancay [VIDEO]

Choferes se muestran disconformes en cobro de peaje, tomando en consideración el derrumbe del puente y la altísima congestión vehicular en la zona.

Avatar photo

Published

on

Siguen cobrando pese a un servicio deficiente. El director de la Cámara Internacional de la Industria del Transporte (CIT), Martín Ojeda, denunció que se sigue cobrando peaje a pesar de las limitaciones del tránsito vehicular, tras el colapso del puente Chancay, en Huaral, que se registró la noche del jueves, 13 de febrero.

En entrevista para RPP, Ojeda señaló que persiste el cobro en los peajes de Ancón y Huacho, por lo que exigió la suspensión del pago hasta que culminen los trabajos de remediación después la caída del puente Chancay, a la altura del kilómetro 75 de la Panamericana Norte.  

También dijo que los transportistas son desviados del peaje de Ancón hacia Huaral, por una vía de trocha que dificulta el tránsito y, además, genera una congestión vehicular de entre una a cuatro horas.

fuente: exitosa.

Para ejemplificar el panorama que brindó Ojeda, un conductor se comunicó en vivo con RPP y relató que, en su trayecto de Lima a Chancay, estuvo más de tres horas atascado en el tráfico. 

“Y en el mejor de los casos, cuando no hay tráfico, se demora hora con veinte minutos. Y el día de ayer, en la noche, se ha demorado de tres a cuatro horas. Hay una larga fila de buses porque nos meten por calles que no son carreteras, no son autopistas, es una ciudad… lo peor de todo, que nos cobran los peajes”, declaró Martín Ojeda.

“La fluidez y la conectividad se rompió y están cobrando el peaje de norte a sur y de sur a norte en Huacho; y están cobrando el peaje en Ancón, norte y sur, sur y norte”, agregó.

El director de la CIT comentó que en los peajes se cobra 10.40 soles por eje y los camiones tiene hasta seis; por lo que un transportista podría llegar a pagar 62.40 soles.

“Eso es lo que nos están cobrando: por nada”, enfatizó.

Comentarios
Continue Reading

Actualidad

Atentado cultural en Cusco [VIDEO]

‘La piedra de los doce ángulos’ forma parte de un Palacio Inca en la calle Hatun Rumiyoq y hoy fue seriamente vandalizada por una persona que con un objeto contundente la golpeó fuertemente. Como se recuerda, hace 11 años dos vándalos chilenos pintaron el gran bloque e hicieron un grafiti con sus iniciales.

Avatar photo

Published

on

La madrugada de este martes la ‘piedra de los doce ángulos’ ubicada en la zona monumental de la ciudad de Cusco, sufrió un grave atentado. Lima Gris accedió a imágenes exclusivas del momento del acto vandálico, cuando una persona en aparente estado de ebriedad golpea fuertemente la piedra con un objeto sólido que sostiene en su mano. Funcionarios del Ministerio de Cultura llegaron hasta el lugar para evaluar los daños.

¿Dónde está ubicada exactamente la ‘Piedra de los doce ángulos’?

La piedra de los doce ángulos es un bloque de piedra de la cultura inca que forma parte de un palacio ubicado en el centro de la ciudad, en la calle Hatun Rumiyoq (que junto con otras calles se unen a la plazoleta de San Blas con la plazoleta de la Almudena) en la zona monumental de Cusco, Perú.

El gran bloque de arquitectura inca y que está compuesta por una formación diorita presenta un gran acabado y bordeado perfeccionista, al no existir asimetrías en sus uniones. Y actualmente es considerado Patrimonio Cultural de la Nación del Perú. Asimismo, la piedra forma parte de la sede del Palacio Arzobispal de Cusco, que anteriormente fue la residencia de Inca Roca, el sexto soberano del Curacazgo del Cusco.

Hace 11 años sufrió un acto vandálico

Como se recuerda, el 8 de marzo de 2014 la piedra sufrió un grave atentado mediante una irresponsable pinta que significó un acto vandálico, pese a la constante vigilancia de los ciudadanos cusqueños. En dicha fecha, dos sujetos chilenos desadaptados hicieron un grafiti con sus iniciales. Felizmente, los servidores de la Dirección Desconcentrada de Cultura del Cusco lograron borrarlas sin dañar la superficie.

Lima Gris accedió a estas exclusivas imágenes captadas por Darwin Santander.

Comentarios
Continue Reading

Actualidad

Taxis por aplicativo sí podrán ingresar al nuevo aeropuerto Jorge Chávez, según nuevas indicaciones de la ATU

Asimismo, precisaron que los buses “AeroDirecto” estará permitido el traslado de maletas tipo ‘carry on’.

Avatar photo

Published

on

Taxis y malestas, sí, pero ahora solo falta cómo ingresar. La Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU) informó el pasado fin de semana que los taxis por aplicativo sí podrán ingresar al nuevo aeropuerto internacional Jorge Chávez, que se inaugura este 30 de marzo.

A través de un comunicado, precisó que este tipo de autos sí podrán ingresar con pasajeros al nuevo terminal de Lima y que “el control y la seguridad de estos vehículos estarán a cargo tanto de la entidad como de la Policía Nacional del Perú”.

Es así que vehículos de los aplicativos como como Uber, Yango, Cabify, Didi y Easy Taxi podrán ingresar al terminal con pasajeros.

Para operar en el nuevo terminal aéreo, los taxis por aplicativo deberán cumplir con varios requisitos de seguridad y formalización. Las unidades deben estar debidamente identificadas con la placa correspondiente al servicio de taxi y contar con la autorización de la ATU.

Además, los conductores deberán tener una licencia de conducir vigente, contar con el SOAT obligatorio y pasar una inspección vehicular actualizada. Entre los implementos de seguridad exigidos se incluyen un botiquín de primeros auxilios, un extintor y señales distintivas como casquete y cartilla informativa.

Detalló asimismo que los buses de “Aerodirecto” son vehículos de transporte público urbanos de pasajeros, como los que prestan servicio en la ciudad, en los cuales está permitido el traslado de maletas tipo carry on (con ruedas) y mochilas de viaje, es decir, el equipaje que suele ir en la cabina de los aviones”.

Finalmente, la ATU reiteró su compromiso de apoyar los servicios de movilidad urbana hacia y desde el nuevo aeropuerto Jorge Chávez dentro de los estándares de formalidad que la autoridad exige, a la par de ir implementando nuevos servicios que permitan un desplazamiento seguro de los ciudadanos y visitantes.

Comentarios
Continue Reading

Actualidad

A propósito del Día del Amor y la Amistad: cada vez más peruanos prefieren casarse pasados los 30 años

El año pasado se realizaron 68,559 matrimonios, situándose casi a cifras prepandemia.

Avatar photo

Published

on

Dar el “sí, acepto” es una de las decisiones más importantes de la vida y para muchos se tienen que dar ciertas condiciones para pasar el resto de sus vidas que su ser amado. Los tiempos han cambiado y ya no se frecuenta ver bodas entre jóvenes veinteañeros, sino a dos adultos de 35 años para arriba.

Y es que varios factores entran a tallar para la unión ante Dios. Muchos jóvenes dan prioridad a su vida profesional y laboral, dejando en segundo plano las nupcias. Otro factor importante es el soporte económico ya que muchas de las nuevas parejas buscan un hogar donde habitar que no sea el segundo piso de la casa de sus padres. Otro detalle a considerar es que muchos de los encuestados no se sienten emocionalmente preparados para “dar el salto” a la fila de los recién casados, prefiriendo entre otras cosas su libertad como solteros, su juventud y su etapa donde no son tan responsables.

Según información del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) en 2024 se han registrado 68,559 matrimonios; lo que indica una recuperación con respecto a los números prepandemia. En 2019 la cifra fue de 73,802, y evidentemente por la coyuntura de la crisis por Covid-19 en 2020 se redujo a 43,608 bodas. En años posteriores la cifra se fue recuperando, teniendo un pico alto en 2022 con 80,605 matrimonios.

En los años posteriores esa cifra no se mantuvo, reduciéndose considerablemente: 2023 con 66,142 bodas, y 2024 con 68,559.

El año anterior más de 39 mil peruanos se casaron entre los 30 y 59 años; siendo Lima, Arequipa y Cusco las regiones que lideran este ranking por rango de edad.

Ciudadanos ahora priorizan otros aspectos de su vida como la profesional, emocional o económica antes de casarse. Foto: El Peruano.

Día del Amor, día de casarnos

Por otro lado, Reniec informó que en el 2024 se registraron 757 matrimonios el 14 de febrero, fecha en la que se celebra el Día del Amor o Día de San Valentín. Esto representa una disminución del 25.6% versus el 2023, cuando se casaron 1018 parejas a nivel nacional.

En comparación con el año prepandemia (2019), se experimentó una caída del 38.7% en el número de matrimonios inscritos que fueron 1234.

Reniec también señaló que, en los últimos seis años, un total de 4892 parejas eligieron contraer matrimonio el Día de San Valentín.

Las parejas que han unido sus vidas y sellado su amor en esta fecha especial son las siguientes: en 2019 (1234), 2020 (1476), 2021 (14), 2022 (393), 2023 (1018) y en 2024 (757).

Comentarios
Continue Reading

Actualidad

Dos personas fallecidas y decenas de heridos tras caída de Puente de Chancay [VIDEO]

Bus interprovincial cayó al turbulento río Chancay. Entre los heridos se encuentran tres menores de edad.

Avatar photo

Published

on

Un país sin puentes. Resulta sumamente preocupante la falta de planificación y monitoreo de los puentes del país. Han pasado más de dos años y un puente en Huachipa aún no se puede terminar de construir; peor aún, no existe un puente de acceso al nuevo aeropuerto Jorge Chávez; diversos puentes vienen siendo golpeados en sus bases por buses y tráileres de carga pesada, dificultando la transitabilidad de los demás vehículos; y qué decir de los demás puentes en el interior del país que cada año son debilitados tras la llegada de un huayco, sin que exista un control posterior de las autoridades competentes sean distritales, regionales o centrales; y ahora último el Puente de Chancay se ha caído al río, llevándose consigo dos personas inocentes fallecidas.

De acuerdo con información del titular del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), Raúl Pérez – Reyes, un bus interprovincial cayó a las aguas del río Chancay a la altura del kilómetro 75 de la Panamericana Norte, luego de que el puente se desplomara. Posteriormente, se tuvo conocimiento de que un auto particular también cayó a la corriente fluvial.

El hecho ocurrió aproximadamente a las 11:55 p.m. del último jueves, cuando la infraestructura cedió justo en el momento en que una unidad de la empresa Cruz del Norte y un automóvil de color negro transitaban por la vía.

Bomberos y agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) trabajaron en conjunto para rescatar a los pasajeros atrapados dentro del ómnibus, algunos de los cuales quedaron entre los fierros retorcidos. Con herramientas especializadas, lograron abrir paso entre los restos del vehículo, mientras otros socorristas brindaban primeros auxilios. Los afectados fueron trasladados a los hospitales de Chancay y Huaral.

Por otro lado, se conoció que en el mes de noviembre se realizó mantenimiento al puente derrumbado, sin embargo, no se han brindado mayores detalles sobre el tipo de mantenimiento. Desde el año 2003 la empresa encargada del mantenimiento del puente es Norvial.

fuente: latina.

Ministro de Transportes acudió hasta el puente derrumbado

Ante esta emergencia, el ministro de Transportes llegó hasta Chancay en horas de la madrugada para intentar buscar alternativas de vías de comunicación debido a que se ha paralizado la carretera en sentido norte a sur producto del colapso del puente. 

Los pobladores de la zona se mostraron totalmente indignados con su presencia y llegaron a increparle en el lugar. Sin embargo, el titular del MTC se concentró en mencionar que lo importante era salvaguardar la vida de las víctimas

Comentarios
Continue Reading

Actualidad

Usuarios del Metropolitano se bajan de los buses debido al asfixiante calor [VIDEO]

Unidades de transporte no cuentan con aire acondicionado, eso sumado a la gran conglomeración en hora punta hace que muchos de esos vehículos vayan repletos de pasajeros.

Avatar photo

Published

on

El sofocante calor se siente en muchas partes de la capital, registrándose en algunos distritos temperaturas por encima de los 30 grados, teniendo sensaciones de calor los 33 o 34 grados. Si eso calor se suma estar en un lugar cerrado y con poca ventilación como los buses del Metropolitano dicha temperatura fácilmente puede bordear los 37 o 38 grados, resultando para muchos una “olla a presión”.

Anoche, en la estación Naranjal del Metropolitano, decenas de usuarios de ese servicio de transporte no pudieron más el intenso calor y decidieron bajarse de las unidades a modo de protesta por la escasa implementación de aire acondicionado o sistemas de ventilación.

Y a pesar que anoche se registró una intensa lluvia en gran parte de la capital, la sensación de calor no se redujo, teniendo una media de 25°C incluso hasta altas horas de la noche.

“No es ventilado, la verdad. Como todos los días, es algo normal que haya aglomeraciones. El calor está muy fuerte”, dijo a Panamericana TV una pasajera que aguardaba abordar en la estación Naranjal. Otra usuaria agregó: “Es un horno estar en el trayecto. La gente está apiñada, no hay ventilación. Las ventanas no sirven de mucho porque son pequeñas y algunas están malogradas”.

fuentes: bdp.

En esa estación los pasajeros debieron esperar al menos 45 minutos debido a la congestión generada por el mal tiempo. Sin embargo, el panorama se replicó en otros puntos, donde usuarios reportaron que la lluvia generó desorden y acumulación de suciedad en los embarques.

Los peatones también manifestaron que las estaciones no están diseñadas para soportar precipitaciones prolongadas. En varias de ellas, se registró acumulación de agua en el piso, lo que dificultó el acceso y generó riesgo de resbalones.

Comentarios
Continue Reading
Advertisement

LIMA GRIS TV

PUBLICIDAD

PRNEWS

PARTNER

 

CONTACTO

Síguenos en Twitter


LIMA GRIS RADIO

Trending