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La esclavitud de la mente: El control mental y sus dimensiones

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El objetivo de este artículo es exponer el tema del control mental y hacer una crítica sistemática de la esclavización de la mente y por ende del comportamiento del ser humano, actividades que ya han alcanzado niveles irreversibles durante el siglo XX.

Abordaremos los dos aspectos del control mental, constituido, en analogía a los dos lados de la actividad cerebral humana: un componente psicológico y otro fisiológico. El aspecto psicológico-mental tiene que ver con la interiorización –a menudos conflictiva– de la explotación, opresión y discriminación del orden social existente, y la afirmación de sus tradiciones, normas y valores, es decir, su ideología. El aspecto fisiológico-mental tiene que ver con la manipulación tecnológica de las mentes de todos aquellos, que no han logrado adaptarse psicológicamente al actual orden social dominante, y quienes niegan y rechazan la esclavitud en todas sus formas.

Con la entrada a la denominada era de las frecuencias y ondas hertzianas se ha posibilitado la manipulación directa de los procesos cerebrales en base de la tecnología electromagnética y el uso del pleno espectro de las frecuencias para tal fin.

La metodología a utilizar es la exposición y análisis de la información existente, como el caso de los proyectos HAARP y MK Ultra. En ellos aplica manipulación mental-fisiológica, técnicas como sonido (infrasonido, ultrasonido), luz (luz visible, luz infrarroja, luz ultravioleta), campos magnéticos (campos parejos, campos intermitentes), campos eléctricos intermitentes de baja frecuencia, campos eléctricos intermitentes de alta frecuencia, radiación con rayos X y con rayos radioactivos, entre otras técnicas.


Por Raúl Allain

La historia, entendida como proceso histórico de trabajo o sistema de producción y reproducción humana, ha girado a lo largo de los milenios alrededor de la apropiación ajena de lo que fueron y son los frutos y el esfuerzo físico del trabajo de los demás. Este hecho, radicado en la propia división del trabajo y en la sociedad de clase, ha permanecido a través de las diferentes etapas históricas o modos de producción bajo formas variadas pero de una misma esencia, que es la sumisión de una parte de la sociedad en condición de clase explotada bajo la otra, dominante.

Aquella persona o clase social, cuyas herramientas para producir y reproducir su vida, cuya fuerza y producto de trabajo, y cuya actividad vital misma están sumisos bajo la determinación y apropiación por otro u otra clase, puede considerarse estar en condición de esclavo. Desde el “esclavo clásico”, propiedad físico-directa del amo, el siervo atado a la gleba, propiedad indirecta del terrateniente, hasta el esclavo asalariado o trabajador moderno, posesión indirecta del propietario de los medios de producción modernos, su característica común es ser una herramienta explotable, desechable y sustituible una vez agotada su vida productiva.

A lo largo del proceso de trabajo y en cada etapa de su desenvolvimiento, las respectivas clases dominantes se han visto en la necesidad de encontrar la manera más eficiente para racionalizar, justificar y legalizar las diferentes formas de esclavitud objetiva bajo la cual se han encontrado sumisos las clases explotadas, y sobre todo de obtener el “consenso” de estas últimas para que aceptasen su condición social dependiente y sumisa, bien sea por desconocimiento e ignorancia, bien sea por la interiorización psicológica y la subsiguiente afirmación mental-subjetiva de su realidad objetiva.

Aparte de la propia dinámica del proceso de trabajo, que lo ha llevado a engendrar nuevas formas de esclavitud con cada nuevo modo de producción, y nuevos mecanismos de adaptación social cada vez más refinados, el factor decisivo para la perpetuación de un sistema basado en la esclavitud objetiva, ha sido y sigue siendo el acondicionamiento subjetivo, es decir el control mental. Nada más eficaz para el sistema de trabajo en lo que concierne su conservación y perpetuación, que su autoreproducción en la psiquis y la mente de quienes lo sustentan con su fuerza de trabajo y “el sudor de sus frentes”, es decir, con la energía de sus propias vidas. En este sentido, los trabajadores-consumidores modernos, determinados en su vida productiva por los dictámenes del mercado laboral y el sometimiento bajo largas jornadas de trabajo diario, movidos en su vida recreativa por los dictámenes del consumismo, y así conducidos en la totalidad de sus vidas por una especie de “control remoto” y lejos de reconocer y romper su determinación ajena, constituyen, sin duda y “ocultos a plena vista”, los nuevos esclavos del Siglo XXI.

Parece que la esclavización de la mente y por ende del comportamiento del ser humano en el recién comenzado siglo XXI ya ha alcanzado niveles irreversibles, a causa del control mental que actúa constantemente y sin misericordia sobre sus víctimas para evitar que éstos se rebelen contra un orden social intrínsecamente inhumano y explotador. En lo siguiente abordaremos los dos aspectos del control mental, constituido, en analogía a los dos lados de la actividad cerebral humana, por un componente psicológico y uno fisiológico. El aspecto psicológico-mental tiene que ver con la interiorización –a menudos conflictiva– de la explotación, opresión y discriminación del orden social existente, y la afirmación de sus tradiciones, normas y valores, es decir, su ideología. El aspecto fisiológico-mental tiene que ver con la manipulación tecnológica de las mentes de todos aquellos, que no han logrado adaptarse psicológicamente al actual orden social dominante, y quienes niegan y rechazan la esclavitud en todas sus formas. Con la entrada a la denominada era de las frecuencias, se ha posibilitado la manipulación directa de los procesos cerebrales en base de la tecnología electromagnética y el uso del pleno espectro de las frecuencias para tal fin.

Este último aspecto resulta particularmente preocupante ya que salta a la vista, que el grado avanzado de explotación –y sobre todo la destrucción del ya obsoleto trabajo manual-físico a través de la miseria, del hambre y de las nuevas guerras desatadas a escala planetaria–, exige un mayor y cada vez más directo grado de control mental, para evitar la formación de una conciencia y resistencia global revolucionaria-emancipatoria, que contrarrestaría el actual curso de destrucción total, y acabaría con todas formas de esclavitud y con la explotación económica, opresión política, discriminación social y alienación humana.

EL ASPECTO PSICOLÓGICO DEL CONTROL MENTAL

Llama la atención, que la abrumadora mayoría de aquellos, que integran las filas de quienes están obligados a vender su fuerza de trabajo y cuya existencia está precisamente enmarcada dentro de la determinación ajena o esclavitud objetiva, son los mismos que más decididamente defienden al sistema explotador y opresor del cual son víctima. Han plenamente interiorizado su condición dependiente, es decir, afirman que su entorno económico, financiero, jurídico, político, social y moral esté dominado por una cada vez más reducida clase social, propietaria de los medios de producción, destrucción y comunicación, y escondida detrás de un “intermediario anónimo”, que es el mercado.

La interiorización de la esclavitud objetiva y su reproducción constante en la psiquis de sus integrantes con incidencia correspondiente en su comportamiento, es condicio sine qua non para su continuidad y funcionamiento sin obstáculos. Especialmente en tiempo de crisis o declive como el que estamos viviendo actualmente, donde las consecuencias de la competencia feroz, la brutal reducción de puestos de trabajo, los cortes en gastos sociales, y el costo humano y financiero del militarismo lo llevan en sus hombros los esclavos asalariados y el ejército de reserva de trabajadores a escala mundial, el sistema depende cada vez más de un exitoso acondicionamiento mental, para que sus integrantes piensen, actúen, sienten, crean y respondan de manera confirmatoria, más nunca crítico-negativa ante los abismos del mismo.

Entre los mecanismos propiamente psicológicos, mediante los cuales se efectúa el drenaje de lo que resta de la energía vital de los esclavos asalariados, y su conversión en reacciones inofensivas para el sistema, figuran la transformación de su aburrimiento y frustración de la vida en agresión, que es convenientemente canalizada hacia el apoyo incondicional del militarismo y fascismo; un ejemplo de lo cual lo vemos actualmente en la actitud afirmativa de casi la mitad de la población estadounidense respecto a las atrocidades cometidas por las tropas norteamericanas en Irak. Otro mecanismo de adaptación psicológica lo constituye la desviación de cualquier inconformismo hacia esquemas de consumo, sobre todo en las “sociedades opulentas”, o hacia el reforzamiento de valores religiosos, que retroalimentan la esclavitud objetiva por fomentar caracteres adaptados, sumisos, devotos y creyentes ante las autoridades superiores y el orden social y económico existente. Si bien y en cierto grado fomentado por factores externos, estos mecanismos psicológicos de desviación son, en gran parte, producto de la propia incapacidad de aquellos, que forman los integrantes de la esclavitud objetiva, de ser libres. Su miedo a la libertad es, además, cuidadosamente cultivado por la educación, las tradiciones, normas y valores vigentes, y hoy más que nunca fomentado por el acondicionamiento mental de los grandes medios de comunicación de alcance global, que proporcionan una percepción selectiva de la realidad, bien estudiada desde el punto de vista del impacto psicológico que intenta causar en sus lectores.

La manipulación constante de las mentes de miles de millones de personas, expuestas a un sinfín de noticias, impresiones, realidades y ficciones por la televisión, la prensa, la radio y el cine –todos convergentes en un sólo aparato de propaganda, que se ha dado a la tarea de sistemáticamente borrar los límites entre la realidad real y la realidad virtual–, dificulta en extremo cualquier esfuerzo de pensar y actuar autónomamente, y actúa en función de la total e irreversible homogeneidad mental de la audiencia.

Entre los métodos de semejante acondicionamiento mental destaca el fraccionamiento del pensar, efectuado mediante la sobrecarga de “información” y el bombardeo de “noticias” durante las 24 horas del día, aparentemente no relacionadas entre sí, pero todas portadoras del mismo mensaje sublime. Al convertir la “información” en un bien de consumo masivo y efímero, se logra la destrucción de las facultades de memorizar y contextualizar y por ende la capacidad de razonamiento y formación de juicio propio. La audiencia –en su vasta mayoría esclavos asalariados, dependientes de la venta de su fuerza de trabajo y sometidos al yugo de la explotación–, por no tener ni tiempo ni energía para críticamente reflexionar sobre las “noticias” consumidas diariamente, se convierte en mero receptor y reflector de la “información” recibida, tragando sin reserva sus mensajes subyacentes y sometiéndose de tal forma al acondicionamiento mental, es decir, recibe un estímulo y responde de una manera calculada por terceros.

Otro de los métodos del control mental en su dimensión psicológica es el empleo bien calculado del miedo en combinación con el fomento de la ignorancia, en una fórmula, que intenta sembrar el caos para poder cosechar la reacción del sentimiento de pánico e inseguridad de la población, ofreciendo “soluciones” prefabricadas a la medida de la élite gobernante y agradecidamente aceptadas por los gobernados, aún cuando contengan medidas abiertas de represión y restricción. El control mental de la población en general, en casi todas partes del mundo y afectando a billones de seres humanos, trabajadores y consumidores que conforman el universo de esclavos ocultos a plena vista, se ha ido perfeccionando en la medida que sus víctimas tienen la convicción de pensar y actuar a propia cuenta, sin enterarse jamás de sus cadenas de esclavitud objetiva y subjetiva.

Sin embargo, hay quienes escapan el control y la manipulación psicológica, por lo que el asunto clave para los que controlan no es, a cuantas millones de personas se les pueda manipular la mente con éxito, sino a cuantas personas efectivamente no se les puede manipular la mente, y cuáles son los métodos alternativos para controlarlos.

EL ASPECTO FISIOLÓGICO DEL CONTROL MENTAL

Por lo general, se tiende a relacionar el aspecto fisiológico de la manipulación mental con las enfermedades psíquicas y su tratamiento con psicofármacos, que alteran la estructura química del cerebro y pueden cambiar el estado de ánimo. Aún cuando esto es una contundente realidad que afecta a una gran parte de la población sobre todo en los EE.UU. y Europa, donde millones de personas sufren depresiones y están bajo tratamiento con psicofármacos, es decir, manipulación mental prescrita, queremos dirigir la atención a otro tipo de control mental que se efectúa en base y a través de ondas electromagnéticas.

El que la humanidad se encuentre, desde el punto de vista de las ciencias, en plena transición de la era de la materia hacia la era de las frecuencias, gracias a los vertiginosos avances tecnológicos, no sólo significa que hemos entrado a la era de la “información” y comunicación instantánea global, sino y también que la tecnología moderna ha empezado a hacer uso del hecho, de que el cuerpo y cerebro humano pueden responder a ondas electromagnéticas y radioeléctricas provenientes de su entorno, y entrar en resonancia con seres vivos, con la tierra, y con aparatos y sistemas tecnológicos.

Ya al comienzo del siglo pasado, el científico de origen croata, Nikola Tesla, descubrió que la tierra posee una frecuencia electromagnética propia, hecho reconfirmado en los años 1950 por el científico alemán, W.O. Schuhmann. Schuhmann determinó, que la ionosfera –la capa exterior de la envoltura gasiforme que rodea la tierra–, y la superficie de la tierra forman un condensador esférico natural, es decir, un medio natural de almacenamiento de carga eléctrica, con una frecuencia propia en el rango debajo de los 10 hertzios. La particularidad de esta frecuencia de resonancia terrestre o Frecuencia Schuhmann es, que constituye al mismo tiempo una frecuencia de resonancia del cerebro humano.

Si se miden las corrientes eléctricas del cerebro humano se puede constatar, que éste emite ondas electromagnéticas de una frecuencia entre 1 y 40 hertzios. La ciencia divide el espectro de frecuencias electromagnéticas del cerebro humano en cuatro ámbitos, que llevan relación con diferentes estados de conciencia: Las ondas delta (1-3 hertzios), correspondientes al sueño profundo y los estados de coma; las ondas theta (4-7 hertzios), correspondientes al sueño normal; las ondas alpha (8-12 hertzios) correspondientes al estado despierto-relajado; y las ondas beta (13-40 hertzios) correspondientes al estado plenamente despierto.

Por medio de la mencionada frecuencia de resonancia terrestre o Frecuencia Schuhmann, cada cerebro humano se encuentra en una relación de resonancia a la tierra, por coincidir las frecuencias fundamentales del cerebro humano con las de la tierra. Este hecho posibilita la manipulación de los cerebros humanos a gran escala a través de la modulación o manipulación técnica de las ondas Schuhmann, tecnología ya existente y operable en forma de las instalaciones HAARP en Gakona, Alaska.

Ahora bien, en la medida en que los mecanismos psicológicos de adaptación y la manipulación mental psicológica-convencional podrían resultar insuficientes para el control mental de la población en general, y específicamente frente a la cada vez más abierta brutalidad del sistema de trabajo basado en la esclavitud objetiva, que alcanza niveles alarmantes de destrucción y devastación tanto de la sociedad como de la naturaleza, se hacen indispensables nuevas formas de control y esclavitud mental. Más que 25 años atrás y de manera verdaderamente visionaria, el anterior consejero de seguridad nacional del ex-presidente Jimmy Carter, Zbigniew Brzezinski, entonces profesor en la Columbia University, escribió:

“Los estrategas políticos se ven en la tentación de aprovechar las investigaciones científicas sobre el cerebro y el comportamiento humano. El experto en geofísica, Gordon J.F. MacDonald -un especialista en problemas de estrategia de guerra- dice, que la inducción artificial de impulsos eléctricos, suministrados en intervalos de tiempo minuciosamente calculados, podría causar un esquema de oscilaciones de ondas electromagnéticas con elevados niveles de carga eléctrica encima de determinadas regiones de la tierra. De esta manera podría pensarse en el desarrollo de un sistema que podría inhibir considerablemente la actividad cerebral de poblaciones extensas en regiones seleccionadas, por un período de tiempo extendido… No importa, cuán profundamente preocupante les parezca, a algunos, el pensar en utilizar el medio ambiente para manipular el comportamiento humano en pro de nuestras ventajas nacionales; lo cierto es que la tecnología que nos permite tal uso se desarrollará, muy probablemente, dentro de unas pocas décadas”.

Efectivamente y tal como lo predijo Brzezinski, la tecnología para la manipulación y ruptura de los procesos mentales del cerebro humano a gran escala, ha sido operable desde 1991, con la realización del antes mencionado proyecto HAARP, un experimento conjunto del Instituto Geofísico de Alaska con la Fuerza Aérea y la Marina Estadounidense, en asociación de intereses de corporaciones privadas que se desempeñan en el área de tecnología de defensa, inteligencia y tecnología espacial.

Ya en los años setenta del siglo pasado, Brzezinski anticipó y visualizó una sociedad Orwelliana, rígidamente controlada y dirigida, vinculada con las posibilidades de supervisión y control como las brindan las nuevas tecnologías, en aquél entonces a penas emergentes. Esta sociedad sería dominada por una pequeña clase social o “élite tecnológica”, descrita por Brzezinski en las palabras siguientes:

“Más allá de las restricciones impuestas por los tradicionales valores liberales, ésta élite no hesitaría de realizar sus objetivos políticos por medio del uso de las técnicas más novedosas para manipular el comportamiento público, manteniendo la sociedad bajo estricta supervisión y control. La dinámica tecnológica y científica se alimentaría a su vez de ésta situación provechosa.” 

Hoy, treinta años más tarde, esta élite tecnológica, sobre todo concentrada en EE.UU. y Europa, tiene todo un arsenal de tecnologías de supervisión y vigilancia, control y manipulación a su alcance, que incluye armas y tecnologías electromagnéticas, de radiofrecuencia, acústicos, ópticos y de microondas, que están destinados a causar interrupción y ruptura en el ámbito de sistemas de comunicación, y desorientación sensorial o incapacitación mental en el ámbito personal y control de masas. Lo preocupante de las tecnologías electromagnéticas es, que pueden cubrir un área grande con un sólo sistema y que constituyen armas silenciosas de difícil detección.

CONCLUSIONES

Aunado a los mecanismos psicológicos de adaptación social y los métodos convencionales de manipulación mental psicológica, que actúan a favor de la perpetuación de la esclavitud objetiva y subjetiva de la vasta mayoría de la población mundial que vende su fuerza de trabajo para subsistir, las nuevas tecnologías electromagnéticas de intrusión al cuerpo y cerebro humano le añaden una dimensión aterradora a la esclavización de la mente.

Frente a las tecnologías de control mental, especialmente para todos aquellos que han podido escapar hasta cierto grado la manipulación mental generalizada, que han logrado mantener un mínimo de autonomía en su razonar y actuar, que han preservado su actitud crítica y su sentido de rebeldía y negación en relación a un sistema violador de la dignidad e integridad humana, el concepto libertad –opuesto a el de la esclavitud– adquiere un significado nunca antes imaginado.

Pensar o “ser pensado”, actuar o “ser actuado”, vivir o “ser vivido” –esto es la cuestión.

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Raúl Allain. Escritor, poeta, editor y sociólogo peruano (Lima, 1989). Estudió en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha sido incluido en antologías como Antología de poetas críticos (Cisnegro, México DF, 2019), Antología décimo aniversario de Lord Byron Ediciones (Liber Factory - Lord Byron Ediciones, Madrid, 2013), Veinte poetas: muestra de poesía contemporánea (I.F.D. Editor; Lima, 2010), Poesía y narrativa hispanoamericana actual (Visión Libros - Lord Byron Ediciones, Madrid, 2010), Abofeteando a un cadáver (Bizarro Ediciones - Centro Cultural de España, 2007), entre otras. Sus textos aparecen en diversos medios literarios tanto nacionales como internacionales. Actualmente preside el Instituto Peruano de la Juventud (IPJ) y dirige el sello independiente Río Negro. Ha publicado Poéticas, Poiesis hispanoamericana: selección de poesía contemporánea, Eros & Tánatos: poesía y arte contemporáneos, entre otras antologías, ¡Yo no hice nada!: Sobre la idiosincrasia peruana, ¡Palaciego In Memoriam!: Selección de textos de Humberto Pinedo, así como el ensayo La cientificidad del consciente (Editorial Emooby, 2011). Premio Mundial a la Excelencia Cultural y Premio Mundial el Águila Internacional a la Excelencia Sociológica de la Unión Hispanomundial de Escritores (UHE).

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Schmeerguntz, de Gunvor Nelson y Dorothy Wiley (1965)

Lee la columna de Mario Castro Cobos

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¿Perdió el filo, o todavía no? -También parece un slogan-. Quien domina las imágenes domina el mundo. Es verdad, claro, y parece que casi no sirve de nada saberlo. ¿Y entonces, qué se puede hacer? Si algo muestra Schmeerguntz es lo que esconde la palabra o el concepto ‘ideal’ en las imágenes que nos venden, que nos introducen por todos los orificios, en el estilo de vida que nos ordenan vivir, o desear, sin poder por definición nunca llegar a conseguir; así que la lluvia radioactiva publicitaria si bien puede tener una apariencia paradisíaca (sensualidad apetitosa y cliché) muestra al mismo tiempo lo monstruosa que es. Y por cierto, lo más monstruoso de todo tal vez sea que hemos dejado de sentir la esencia de la monstruosidad en la que estamos metidos. Y eso que quien escribe no intenta ser moralista.

Las imágenes machaconas de una vida irreal incluso para quienes pueden procurársela. Mujeres esbeltas, maquilladas y bonitas, concursantes (a miss lo que tú quieras) como marionetas… Tan dúctiles. La mentira, la operación indesmayable de la reducción de las mujeres a papeles y funciones de adorno y esclavas, de tan escandalosa y grosera, pero de bombardeo abrumadoramente incesante necesitaba contra ella una incisión, un hueco, una disonancia, un respiro de aire fresco, una película collage (casi sientes las tijeras y la goma en varios momentos) que con su aspecto de artesanía inocente, de pequeño mecanismo que rasguña como puede, sea totalmente incisiva, política, y feminista en el mejor sentido posible.

¿Podemos hacer algo para que las imágenes de los mercaderes no nos destruyan? (esos a quienes se cuenta que Jesucristo expulsó por haber convertido al templo de su padre en una cueva de ladrones). ¿O ya estamos destruidos y solo nos dedicamos a contemplar con mayor o menor lucidez nuestra propia destrucción? Alguien irónico replicaría. A nivel de constelaciones de dioses falsos, el cine experimental y/o de vanguardia se reclama como el único y verdadero dios. Idea ridícula, dirán. Pero el cine es un campo de batalla. Si no lo es, es publicidad del poder.  

La salida es ser prosaico, crudo, directo, un inodoro, una mujer vomitando, una mujer desnuda con un tampón, bebés cagando y siendo limpiados, imágenes en principio tan inocuas, toman venganza de las otras, mientras seguimos entre embrujados y hartos.

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https://m.ok.ru/video/7176083081758

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Perú y la piratería en streaming

Lee la columna de Anìbal Mamani

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En 2024, Perú cerró el año con una estadística negativa. Indecopi ordenó el bloqueo de más de 400 sitios web que ofrecían ilegalmente contenido protegido, incluyendo películas, series, música y eventos deportivos. Esta medida se enmarcó en la séptima fase de la iniciativa internacional «Operación 404», con la participación de autoridades de Brasil, Paraguay, Argentina y Reino Unido.

Muchos usuarios optan por ingresar a páginas de streaming para ver películas al estilo Netflix o transmisiones de partidos de fútbol de la liga peruana. Sin embargo, la piratería no solo implica la descarga o visualización ilegal de contenido, sino que también expone a los usuarios a serias amenazas cibernéticas, incluyendo la instalación de virus y malware. También existen muchas ofertas de suscripción pirata a plataformas como Netflix, Disney+ o Prime Video, de forma compartida, con un pago mensual o único. En la mayoría de los casos, estas terminan en estafas.

Es común encontrar múltiples botones de «Play» o «Descargar». Algunos de estos botones están diseñados para ejecutar scripts que instalan malware en los dispositivos de los usuarios al hacer clic. Las personas que acceden a contenido pirata no solo enfrentan riesgos legales por infringir derechos de autor, sino también la posibilidad de que sus dispositivos sean infiltrados y utilizados para actividades delictivas sin su conocimiento.

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Fiesta en el lado oscuro: las mafias celebran

Todo nace del Tribunal Constitucional, convertido en apéndice de las mafias, estos «tribunos de la Cosa nostra» han firmado el acta de defunción de la justicia peruana.

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Por Jorge Paredes Terry

El Tercer Juzgado Colegiado de la Corte Superior Nacional tomó la decisión de declarar nulo el juicio oral contra Keiko y su organización, decisión cuestionable, no solo porque representa una burla a las víctimas de la corrupción, sino que sienta un precedente peligrosísimo para la impunidad en el país.

Su reciente resolución por el caso «Cócteles» que ordena su retroceso a la etapa intermedia, es un golpe devastador para la lucha contra la corrupción y una victoria resonante para las fuerzas del crimen organizado.

La resolución, amparada en supuestas «irregularidades» en la acusación, ignora la montaña de evidencia que vincula a Fujimori y a su presunta organización criminal con el lavado de activos y la financiación ilícita. No se trata de una simple anulación técnica; es una maniobra calculada para dilatar el proceso indefinidamente, enterrando bajo el peso del tiempo la posibilidad de una condena justa. La resolución se apoya en el precedente del caso José Chlimpler, un precedente que, lejos de ser un faro de justicia, se erige como un ejemplo de la manipulación del sistema judicial para proteger a los poderosos.

Es crucial entender que esta decisión no implica la inocencia de Keiko Fujimori ni el archivo del caso «Cócteles». La resolución anula el juicio oral, pero la acusación sigue en pie, la evidencia sigue existiendo, y la sombra de la preesunta corrupción sigue planeando sobre la lideresa fujimorista y su entorno. Intentar presentar esta resolución como una absolución es una manipulación descarada de la verdad. Es una victoria pírrica para las mafias, una victoria que se celebra en la oscuridad, mientras la justicia peruana agoniza.

El Tribunal Constitucional, con la resolución sobre el caso Chlimpler, se convierte en cómplice de la impunidad. Su responsabilidad histórica será inmensa, su legado, una mancha indeleble en la historia del Perú. La lucha contra la corrupción no se detiene con esta resolución; al contrario, se intensifica. La sociedad civil, los fiscales y los jueces honestos deben redoblar esfuerzos para contrarrestar este golpe y exigir la rendición de cuentas de aquellos que se creen por encima de la ley. La impunidad no es una opción; la verdad, sí. La lucha continúa.

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El Paul McCartney, de Arturo Delgado Galimberti

Lee la columna de Rodolfo Ybarra

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Arturo Delgado Galimberdi nos sorprende con este libro sobre la vida, discografía y demás hechos resaltantes en la vida de Paul McCartney (PM). Ya antes ha escrito Karma instantáneo para Jhon Lennon donde nos plantea una ucronía exquisita: Lennon vive y McCartney muere. Eso aparte de otros libros importantes como La Ruptura, una novela corta que trata sobre el padre y Los espejos de infierno, otro texto urbano donde se filtra un manifiesto de vida y que tuvo elogios de Oswaldo Reynoso entre otros destacados escritores.

Esta vez, ADG solo firma como A. G. Galimberti y nos lleva como por un tobogán para mostrarnos al verdadero líder de The Beatles. (Los derechos de autor todavía se siguen discutiendo si se firma Lennon-McCartney o McCartney-Lennon). Tanto así que parece un texto escrito por un fan y no precisamente por un novelista. Pero Galimberti que es versado en el tema, nos demuestra que las cosas no son tan así de fácil. Por algo no ha tenido programa de radio dedicado al rock y ha escrito en su blog La Secta del Ruido y reseñado decenas de artículos sobre el género en diferentes medios periodísticos.

El libro repasa de manera erudita apelando a una amplia bibliografía sobre el tema e incide en esa competencia natural entre los dos másters de The Beatles, incluso después de separarse. Lennon con con Yoko Ono y McCartney con Linda y los Wings. Y las demás grabaciones con otros músicos destacados como Michael Jackson, Stevie Wonder, los exnirvanas o el “The-Ballad-Of-Skeletons”, un poema político de Allen Ginsberg: “El-esqueleto-de internet-dijo:-Cree-mentiras./-El-esqueleto-de-la-publicidad-dijo:-¡No-seas-sabio!”. Así como una discografía completa en las que se incluyen títulos que pirateados por la banda nacional We All Together.

El autor nos recuerda que PM es “un hijo de la clase trabajadora de Liverpool” y le dedica el primer capítulo a ello, pero no hay un capítulo a su nombramiento como “Sir” por parte de la reina Isabel II. Y aunque PM y los Beatles rompieron récords tanto en conciertos como en las listas nros unos; también es cierto que otros músicos más humildes y con menos recursos como, por ejemplo, Dámaso Pérez Prado con su pieza “Patricia” (usado en la Dolce Vita) y otras más estuvo casi 15 semanas en el Hit Parade de Estados Unidos arriba de Elvis Presley y The Beatles.

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“La Vorágine”: así se celebró los 100 años de su publicación

Lee la columna de Jorge Linares

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Por Jorge Linares

La asociación Iquitos Cultural junto al consulado de Colombia en la ciudad de Iquitos y la Logia Masónica 5 N° 25, presentó este pasado 30 de diciembre de 2024 un conversatorio con motivo del centenario de la publicación de esa novela de José Eustasio Rivera. Este evento cultural daba apertura a los 161 años de aniversario como puerto fluvial a la ciudad de Iquitos.

La Vorágine es una novela que nos invita a reflexionar cien años después de su primera edición sobre la situación real de nuestras fronteras, cuánto hemos avanzado como sociedad, si el Estado tiene presencia efectiva en estos territorios y si sus habitantes llevan una vida digna con los servicios básicos de agua, desagüe, electrificación, tecnología, salud, educación, entre otros beneficios.

El Dr. Carlos Barreto Vargas, Encargado de las Funciones Consulares del Consulado de Colombia en Iquitos, saludó fervorosamente que se realicen este tipo de eventos que fortalecen los lazos de buen entendimiento y hermandad entre los países de Perú y Colombia. Asimismo, comprometió a las nuevas generaciones a despertar el hábito por la lectura de otros autores como Gabriel García Márquez que también nos habla de este tipo de realidades.

El profesor universitario de Lengua y Literatura, especialista en Crítica Literaria, Dr. Manuel Marticorena Quintanilla, asumió la responsabilidad de hacer un resumen de la obra de José Eustasio Rivera, concluyendo que la forma como está publicada es una imitación a la obra del Quijote de la Mancha ya que el novelista colombiano coincide con Cervantes aseverando que él no escribió la obra, sino que fue Arturo Cova, protagonista de la novela. El autor más que novelista es poeta y en esta obra vamos a encontrar esa calidad poética hermosísima a lo largo de toda la novela. La visión del escritor es inmensurable, se hizo mucha propaganda cuando la publicaron en la Unión Soviética, estigmatizándola como socialista, y no es así, pues tiene una visión enteramente cristiana, comenzando por el aspecto formal, es decir la forma como está escrita. La obra se divide en tres partes: la sierra, la selva y el llano, son tres regiones que pertenecen a Colombia que equivalen a lo que Dante Alighieri describe en “La Divina Comedia” el infierno, el purgatorio y el paraíso; y en esta novela es al revés, comienza con el paraíso y termina en el infierno. El crítico literario Seymour Menton menciona que en diferentes espacios de la novela se encuentran agrupaciones de tres y que ratifica que hubo señal de una visión cristiana.

El Dr. Fernando Bravo Reátegui hizo una breve reseña de la vida del autor de la novela que se empezó a escribir en 1922, indicando que “José Eustasio Rivera nació en un ambiente campestre en Neiva; su niñez fue fecunda ya que abrazó su amor por la naturaleza, tuvo un padre muy correcto, se crió en un ambiente propicio para ejercer su vena literaria; luego, paso a estudiar la Normal en Bogotá, ejerciendo la carrera de profesor, y posteriormente se recibió de abogado. Siendo profesor ocupó cargos administrativos donde quiso innovar cambios y recibió resistencia, esto motivó para que predominara en su vida la profesión de abogado y ahí encuentra una brecha para la política, llegando a ser miembro del parlamento colombiano donde hace escuchar su voz ante los abusos de la clase dominante hacia los más desvalidos, haciendo eco de las denuncias del periodista peruano Benjamín Saldaña Roca hacia la casa Arana en el Putumayo; eso le valió muchos enemigos a tal punto cuando es publicada La Vorágine, es desmerecida por vacíos que argumentaban sus oponentes. Sin lugar a duda, esta novela marca un hito en la literatura latinoamericana porque aglutina una mixtura de géneros como el periodismo, la poesía, la naturaleza, el paisaje, la fotografía, una obra novedosa para la época escrita con un lenguaje elegante, engolado y depurado. Muere muy joven a los 40 años dejando un gran legado para recordar a este escritor con mucha satisfacción que se enfrentó y denuncio al régimen, apoyando y solidarizándose ante esas minorías que estaban rezagadas en la selva, haciendo que tengan voz, eso es meritorio y trascendente”.

José Eustacio Rivera.

El Venerable Maestro Menotti Yáñez Ramírez saludó la presencia de todos los participantes y enalteció lo dicho por el Dr. Marticorena, más aún, cuando se refirió a la carrera de ser profesor; “es una profesión tan venida a menos últimamente, pero sino fuera por los maestros el futuro no estaría garantizado y muchas veces nos olvidamos de ellos, es un honor ser maestro; probablemente, en el estatus profesional de la cultura oriental, precisamente en Japón, el ser maestro está en el pináculo de la sociedad en el lugar más alto porque en ellos se confía el futuro del país sobre todo en los maestros de primaria porque ahí se sientan las bases para el futuro sin desmerecer a los docentes universitarios que también hacen un esfuerzo orientando a la juventud. Esta noche estamos reunidos para celebrar la centuria de la novela La Vorágine, si José Eustasio Rivera pudiera vernos estaría más que regocijado de saber que nos hemos reunido para conmemorar lo que él hiciera un día. Esta novela ha pasado por prohibiciones y creo que a muchos no nos gusta. Cien años después podemos ver que el argumento de la novela sigue siendo tan potente, las denuncias hechas, la defensa del indígena que le generaron grandes conflictos personales como a muchos otros que en la época del caucho levantaron su voz, y para ello cito el poema Enemigo mío del poeta escocés Charles Mackay. El Dr. Marticorena se refirió a una trinidad en la novela a un profundo contenido cristiano: amor, dolor y muerte, trilogías en las cuales me voy a soportar en una trilogía masónica: libertad, igualdad y fraternidad que no es exclusivamente nuestra, sino que muchas culturas la tienen como postulado y José Eustasio Rivera habló de la libertad como facultad natural, habló de la igualdad en una época que era impensable y casi pecaminoso decir que todos debíamos ser iguales y habló de la fraternidad de la necesidad de ser respetuosos, tolerantes unos con otros y solo así haremos de este mundo un mundo mejor; por tanto, quiero desde aquí brindar un fuerte aplauso para don José Eustasio Rivera para que sepa que estamos conmemorándolo sentando las bases de un futuro y un país mejor donde ser libre sea indispensable, donde ser tolerantes y respetuosos sea la consigna permanente y donde ser fundamentalmente iguales porque somos seres humanos y merecemos ese legado para lo que hoy día estamos reunidos. Asimismo, agradezco a la asociación Iquitos Cultural por haber elegido este lugar que muchas veces es visto como cueva de demonios, piensan que la masonería está distante de la sociedad cuando está mucho más próxima a lo que se puedan imaginar, este es un lugar que nos sirve a los masones como punto de encuentro y también para este tipo de eventos que promueven y fomentan la cultura como es la Logia Unión Masónica 5 N° 25 que tiene fecha de fundación el 24 de junio de 1869”.

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100 años de Martha Hildebrandt

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Por Edwin Sarmiento

Hoy, 13 de enero, la Dra. Martha Hildebrandt habría cumplido 100 años. Falleció cuando tenía 97 años. Guardo, de ella, los mejores recuerdos de mi vida laboral. Fui su asesor de prensa durante ocho años en el Congreso de la República, luego que ella me convocara sólo para trabajar tres meses. Y eso, con muchas dudas por ser periodista. Recuerdo aquella mañana en que, a su pedido, me presenté en su casa portando mi hoja de vida que resumía, en 12 hojas, mi experiencia personal. Ya había sido asesor de varios ministros de Estado, jefe de comunicaciones en el Congreso de la República, Presidencia del Consejo de Ministros, director en varios ministerios, periodista en los más importantes medios de información en Lima de los 70 para adelante. Luego de hojear lo que yo consideraba un contundente currículo, se detuvo, cerró el fólder, me miró fijamente y preguntó.

–Oiga, ¿usted sabe escribir?– me dijo.

–Claro que sí, doctora—respondí muy seguro de mí.

–¿Por qué cree que sabe escribir?– inquirió. Vi, entonces, que sus ojos hincaban a los míos con intriga.

–Es que soy periodista—manifesté

–Mierda, entonces usted no sabe escribir– retrucó, deteniendo, por suerte, mi autoelogio que comprendía los cargos que había ocupado como redactor, editor, editorialista y un largo etcétera.

–El lunes lo espero en mi despacho a las nueve. Y gracias por acompañarme sólo por tres meses—dijo, extendiéndome la mano al despedirse. A los dos días de estar con ella comprendí, efectivamente, que no sabía escribir…con el rigor que ella exigía en la redacción y el uso correcto del lenguaje. Me alegré de que no haya podido escuchar mi autobombo y, con el tiempo, los tres meses se extendieron, por decisión de ella, a ocho años, los más productivos para mí y creo que para ella también, porque nos llevamos muy bien, sin correcciones de fondo, a los que sometía todos los días a sus otros asesores, tanto que ellos eran despedidos con relativa frecuencia. Lo que sí no aceptaba es que, le tomaran la delantera, renunciando. Ella los tenía que destituir.

Los asesores le duraban, en promedio, unos meses: eran licenciados por ella y otros, optaban por la hábil retirada para recuperar la paz. Pero, ni aun así, se escapaban del amargo trance del despido. En una ocasión, uno de ellos, formado en la PUCP, decidió marcharse a la semana de haber llegado al congreso. El estilo Hildebrandt no iba con él. Y se fue, como llegó, sin avisar, de puro corajudo. Además, llevaba un apellido aristocrático, como era del agrado de la parlamentaria. Entonces, la Dra. Hildebrandt era presidenta del congreso. Una mañana, en que yo despachaba entrevistas pendientes con ella, pidió a la secretaria llamar al doctor xx. No está doctora, respondió la secretaria. ¿Qué?, ¿dónde está?, indagó la presidenta. Renunció ayer, doctora, ya no vino, explicó la secretaria. ¡Ah, no. Qué se ha creído!. Llame, usted, al abogado y que venga mañana a las nueve, ordenó a gritos. Al día siguiente, nos encontrábamos, algunos asesores, despachando con ella, cuando la secretaria anunció que había llegado el abogado a la hora indicada. Que pase, ordenó. Cuando el renunciante intentaba acercar una silla para sentarse, la doctora lo detuvo en seco: así nomás, dijo. No es necesario que tome asiento, señaló, moviendo los dedos de izquierda a derecha y viceversa ¿De manera que, usted, renunció al trabajo?, continuó. Y antes de escuchar la respuesta, en medio de un sepulcral silencio, su voz retumbó:  sepa, usted, que a mí nadie me renuncia. Soy yo quien decide cuándo se va. Está, usted, despedido. Puede retirarse, sentenció, moviendo los dedos de atrás para adelante.  Martha Hildebrandt no aceptaba que otros decidan por ella.

Hoy que la recuerdo, me viene a la memoria tantos hechos que, convertidos en anécdotas, me hacen sonreír con gratitud. Fue una intelectual brillante, reconocida por el mérito de sus investigaciones en los principales foros del mundo. Su labor académica fue reconocida con distinguidas menciones. Premio Nacional de Cultura en 1949, Premio Nacional de Ensayo en 1961, Premio Nacional de Fomento a la Cultura Javier Prado en 1969. Orden de las Palmas Magisteriales en el grado de Amauta en 1999, Medalla de Honor de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en el grado de Gran Cruz, Medalla de Honor del Congreso de la República del Perú en el grado de Gran Cruz, Condecoración Orden Cultural Andrés Bello de Venezuela, Condecoración Orden al Mérito Cultural de Polonia. Dirigió el Instituto Nacional de Cultura en el Perú, fue subdirectora general de la UNESCO y congresista de la República en varios períodos, además de autora de numerosos libros de su especialidad, en el campo de la lingüística y de la cultura y mejor paro de contar.

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Opinión

Interestelar y las relaciones humanas

Lee la columna de Edwin Cavello

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El cineasta Christopher Nolan, estudió literatura antes de sumergirse en el mundo del cine, de ahí nacería su exigencia por el desarrollo de los guiones. Su filme Interestelar que acaba de cumplir 10 años, es un viaje épico entre agujeros negros y ecuaciones gravitacionales. A pesar de que ha pasado una década de su estreno, su película sigue emocionando y cuestionando las relaciones humanas y la fragilidad de nuestra existencia.

Con su estreno en el 2014, Interestelar logró que masivamente el público se haga preguntas filosóficas y científicas, pero también abrió algunas heridas como la del llamado padre ausente.  En el filme, a través de los años, la ausencia del padre se convierte en un vacío que Murph intenta llenar con ciencia, ira y, finalmente, perdón. En este sentido, Nolan nos recuerda que el tiempo es una fuerza implacable que puede golpear los lazos más fuertes, pero también puede sanar heridas cuando se atraviesa con amor.

La película plantea preguntas sobre la naturaleza del tiempo, la gravedad, la posibilidad de vida más allá de nuestro planeta y sobre las emociones humanas: ¿qué estamos dispuestos a sacrificar por aquellos que amamos? ¿Cómo lidiamos con la pérdida y la ausencia? ¿Qué nos motiva a seguir adelante cuando todo parece perdido?

En el aspecto científico, Interestelar ha seguido siendo relevante. La representación del agujero negro Gargantúa se basó en cálculos del físico Kip Thorne, asesor de la película y ganador del Nobel en 2017. Con el tiempo, los avances en astronomía han confirmado la precisión de varios elementos del filme, aunque algunas cuestiones siguen siendo materia de debate. ¿Es posible realmente viajar a través de un agujero de gusano? ¿Podremos algún día manipular el tiempo y la gravedad a nuestro favor? La ciencia avanza, pero las grandes preguntas aún siguen sin respuesta.

Una década después, Interestelar continúa siendo una obra que nos obliga a mirar más allá del horizonte y a reflexionar sobre nuestro lugar en el universo. En un mundo donde la tecnología y el conocimiento avanzan a pasos agigantados, la película nos recuerda que, en realidad, seguimos siendo niños explorando el desconocido infinito.

Al final del filme Murph está feliz de que su padre (Cooper) regresó pero ella le dice que se vaya de todos modos, diciéndole que “Ningún padre debería verse obligado a ver morir a su propio hijo”. 

(Columna publicada en Diario UNO)

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Opinión

Qué bello es vivir

La obra maestra de Frank Capra que se convirtió en un clásico cinematográfico.

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Hace unos días un entrañable amigo me comentó que en compañía de su familia volvió a ver la película ‘Qué bello es vivir’. Repetir la experiencia como espectador del filme de Frank Capra le hizo recobrar más razones para vivir, considerando que la historia del joven George Bailey no solo es inspiradora, sino aleccionadora, ya que nos habla de los sueños que siempre debemos alcanzar, aunque surjan obstáculos y distractores. Sin embargo, el idealismo no llegará solo y para cristalizarlo solamente hay que hacer y obrar. Es decir, si creemos en nuestras ideas trabajemos en ellas hasta que se hagan realidad. Curiosamente el cine, desde la perspectiva que tomemos, también influye en nuestras ganas de emprender para nuestras vidas un enfoque holístico y espiritual.

Podemos mencionar más joyas cinematográficas como ‘Ángeles con caras sucias’, ‘Cinema Paradiso’, ‘La vida es bella’, ‘Forrest Gump’, ‘La sociedad de los poetas muertos’, ‘Sueños de fuga’, y ‘En busca de la felicidad’, entre tantas otras que nos dicen en nuestra propia cara: —no te rindas, tú puedes porque tienes una misión—pero tampoco es menos cierto que la realidad supera a la ficción. Si bien, el instrumento del séptimo arte logra sublimarnos y eventualmente consigue elevarnos, al mismo tiempo se convierte en un esbozo. Significa que, si no iniciamos un “emprendimiento”, quizá las ganas e ilusiones se nos escurrirán entre los dedos de las manos. Entonces ¿tendríamos que espectar una película inspiradora cada hora o cada día para no matar la motivación?

No cabe duda que la riqueza existe y el dinero es importante, y quizás podrás ganar más dinero, pero no podrás ganar más tiempo. Por lo que más allá del aspecto pecuniario, uno de los mayores regalos de la vida y que nos convierte en personas ricas es la capacidad de dar a los demás sin esperar algo a cambio. Basta dar un minuto de nuestro tiempo y de nuestra atención, y estaremos brindando una pequeña parte de nuestra vida. Con una palabra de aliento y mostrando una sonrisa conseguiremos que alguien sea feliz. Y si el escenario cotidiano se muestra desolador por razones de pobreza, corrupción y crimen, nuestra misión es afrontar la vida con el mayor de los optimismos. Solo siendo generosos y altruistas asumiremos un liderazgo y le daremos un sentido a nuestra existencia.     

(Columna publicada en Diario UNO)

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