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Cultura

Henry Miller: «Comencé a escribir realmente cuando renuncié a Wester Union»

El escritor estadounidense falleció el 07 de junio de 1980 a la edad de 88 años. Aquí compartimos una completa entrevista que fue traducida por Gabriel Payares.

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Esta es una entrevista realizada al escritor estadounidense Henry Miller publicada en la revista Casapaís. La conversación con el autor de «Sexus» se realizó en 1962, dos años antes de que la Corte Suprema de Estados Unidos desestimara la última de las acusaciones por obscenidad y pornografía en su contra.

La entrevista fue realizada por George Wickes y publicada originalmente en la columna «The Art of Fiction» de la prestigiosa revista The Paris Review. La conversación tuvo lugar en Londres, durante una visita de Miller a su biógrafo y amigo Alfred Perlès.

Para empezar, ¿podría explicarme de qué manera emprende la escritura? ¿Afila sus lápices, como hacía Hemingway, o hace alguna otra cosa para calentar los motores?

No, generalmente no, nada por el estilo. Suelo ponerme a trabajar inmediatamente después del desayuno, voy y me siento frente a la máquina. Si percibo que en ese instante no podré escribir, lo dejo así. Pero no, no hay etapas preparatorias.

¿Hay algún momento del día o algunos días específicos en los que trabaje mejor?

Ahora prefiero las mañanas y sólo durante dos o tres horas. Al principio solía trabajar después de la medianoche, de corrido hasta el amanecer, pero esos eran otros tiempos. Después de estar en París descubrí que era preferible trabajar en la mañana, aunque en ese entonces solía hacerlo durante varias horas seguidas: escribía, tomaba una siesta luego de almorzar, me paraba y seguía escribiendo, a veces sin parar hasta la medianoche. En los últimos diez o quince años descubrí que en realidad no es necesario trabajar tanto. Es inconveniente, de hecho. Se vacían las reservas de combustible.

¿Diría que es un escritor veloz? Perlès afirma en Mi amigo Henry Miller que es usted uno de los mecanógrafos más veloces que ha visto.

Sí, lo dice mucha gente. Supongo que escribo rápidamente y que debo hacer un barullo tremendo al teclear. Pero eso depende. Puedo escribir muy aprisa por un rato y luego vienen momentos en los que me detengo, puedo pasar una hora entera trabajando en una misma página. Pero eso es más bien raro, verás. Al percibir que me estoy empantanando, suelo saltarme la parte difícil y proseguir, para así retomarla con frescura en otra ocasión.

¿Cuánto tardó en completar sus primeros libros, una vez que los había comenzado?

No sabría decirlo. Nunca he podido predecir cuánto me tomaría completar un libro, y hoy todavía comienzo los proyectos sin tener mucha idea al respecto. No se puede creer demasiado en las fechas de inicio y de cierre de un libro que dicen los autores. No es como si hubieran estado escribiendo sin parar durante ese trecho. Tomemos Sexus como ejemplo, o mejor tomemos la trilogía entera de La crucifixión rosa: creo que la comencé en 1940 y aún sigo trabajando en ella. Pero sería absurdo afirmar que lo he hecho sin parar durante todo ese tiempo, puede que ni siquiera haya pensado en ello durante años enteros. ¿Cómo podría entonces hablar al respecto? 

Sé que reescribió Trópico de Cáncer en varias ocasiones y es probable que ese libro le costara mucho más que ningún otro, pero eso fue al comienzo de su carrera, naturalmente. ¿Se le ha hecho más fácil escribir con el paso del tiempo?

Creo que estas preguntas no tienen sentido. ¿Qué importa cuánto tiempo toma acabar un libro? Si le hacemos esa pregunta a [Georges] Simenon, respondería con muchísima precisión: creo que le toma entre cuatro y siete semanas. Él sabe que va a ocurrir de esa manera. Normalmente sus libros tienen un grosor determinado. Pero es también un caso excepcional: una persona que cuando dice «ahora voy a empezar a escribir este libro», se entrega por completo a la tarea. Se aísla totalmente, no tiene que hacer ni que pensar en ninguna otra cosa. Bueno, en mi vida eso nunca ha ocurrido. Siempre he tenido millones de cosas que hacer mientras escribía.

¿Edita o corrige usted mucho?

Eso también puede variar bastante. Nunca corrijo ni reviso mientras estoy escribiendo. Digamos que escribo las cosas como me salen y después, cuando se han enfriado —suelo dejar que reposen un buen rato, un mes o dos, más o menos— las vuelvo a leer con ojos nuevos. Entonces sí que me doy banquete: simplemente voy y trabajo sobre ellas con el hacha. Pero no es así siempre. Las cosas a veces me salen casi tal y como las quería.

¿Cuál es su método de revisión?

Cuando reviso, utilizo un bolígrafo y tinta para hacer los cambios, tacho, hago inserciones; el manuscrito luce fantástico después, como si fuera de [Honoré de] Balzac. Entonces lo vuelvo a transcribir y en ese proceso introduzco cambios nuevos. Prefiero siempre hacerlo yo mismo, porque incluso cuando creo haber incorporado todos los cambios necesarios, el simple hecho de tocar las teclas de la máquina me afila los pensamientos, y me descubro nuevamente revisando el texto mientras hago la última versión.

¿Cómo si ocurriera algo entre usted y la máquina de escribir?

Sí, de algún modo la máquina me estimula. Es un asunto cooperativo.

En Los libros de mi vida afirma usted que muchos escritores y pintores trabajan siempre en una postura incómoda. ¿Piensa que esto los ayuda?

En efecto. De algún modo estoy convencido de que lo último en que un escritor o un artista piensa mientras trabaja es en ponerse cómodo. Tal vez esa incomodidad sea una suerte de ayuda o de estímulo: hay incluso quienes pudiendo trabajar de mejor manera, deciden hacerlo en condiciones miserables. 

¿Pueden estas incomodidades ser a veces psicológicas? Por ejemplo, en el caso de [Fiódor] Dostoyevski…

Bueno, no lo sé. Sé que Dostoyevski vivió en un perpetuo estado de miseria, pero no se puede afirmar que eligiera voluntariamente las incomodidades psicológicas. No, eso lo pongo muy en duda. No creo que nadie elija esas cosas, a menos que lo haga de un modo inconsciente. Pero sí creo que existen escritores con algo que podríamos llamar «naturaleza demoníaca». Escritores que están siempre metidos en apuros, ya sabes, no sólo mientras escriben, ni por el hecho de estar escribiendo, sino en todos los demás aspectos de sus vidas: el matrimonio, el amor, los negocios, el dinero, todo lo demás. Y eso está interconectado, forma parte esencial de lo mismo, es un aspecto de la personalidad creativa. No todas las personalidades funcionan así, pero es cierto en muchos casos.

En uno de sus libros, habla usted de «el dictado», es decir, de estar casi poseído, de tener estas cosas brotando de su interior. ¿Cómo funciona ese proceso?

Bueno, este «dictado» ocurre sólo en raros intervalos: alguien asume el control y yo transcribo simplemente las cosas que dice. Me ocurría sobre todo con mi escrito sobre D. H. Lawrence, un texto que nunca acabé, precisamente porque hacía falta pensar demasiado. Verás, creo que pensar es desaconsejable. Un escritor no debería pensar demasiado. Pero este era un trabajo que requería del pensamiento y yo no soy muy bueno pensando. Yo trabajo desde un lugar menos elevado, verás, y cuando escribo no suelo tener mucha conciencia de lo que ocurre. Tengo pleno conocimiento de lo que quiero escribir, pero trato de no preocuparme tanto en cómo voy a hacerlo. Mientras que con ese libro estuve luchando con las ideas, pues necesitaba darle alguna clase de forma, de significado. En fin, trabajé en ello, me parece, durante un par de años. Ya estaba saturado, pero me había obsesionado y no podía dejarlo, no podía ni dormir. Bueno, como decía, el «dictado» apareció muy intensamente con ese libro. Me pasó también con Capricornio y con algunas partes de otros libros. Me parece que esos fragmentos destacan del resto, no sé si la gente lo puede notar.

¿Son estos los pasajes a los que usted llama cadenzas?

Sí, he usado esa expresión. Los pasajes a los que me refiero son tumultuosos, las palabras caen una sobre la otra. En ese instante podría seguir escribiendo así para siempre. Y, desde luego, creo que ésa es la manera en que uno tendría siempre que escribir. Allí se encuentra toda la diferencia, la enorme diferencia, entre el pensamiento de Oriente y de Occidente, entre sus conductas y sus modelos de disciplina. Sí, digamos, un artista zen se propone hacer algo, es porque tuvo ya una larga preparación, disciplinada y meditativa, y ha pensado profunda y calladamente en ello hasta llegar al silencio, al vacío, a la ausencia de pensamientos y todo eso. Es algo que le puede tomar meses o incluso años. Sin embargo, al momento de empezar la obra, todo ocurre todo como un relámpago y justo como lo buscaba: es perfecto. Bien, de este modo pienso que debería hacerse todo el arte. ¿Pero quién puede hacerlo? Nuestras vidas marchan en sentido opuesto a nuestra profesión.

¿Hay algún entrenamiento particular que le convenga a un escritor, como el guerrero zen?

¡Absolutamente! Pero, ¿quién lo hace? Ya sea que se lo proponga o no, todo artista se disciplina a sí mismo y se entrena de una manera o de otra. Cada persona tiene su propio método. En última instancia, la mayor parte de la escritura tiene lugar lejos de la máquina de escribir, lejos del escritorio. Yo diría que ocurre en los momentos tranquilos y silenciosos, cuando uno está caminando o rasurándose o jugando un juego o lo que sea, o incluso hablando con alguien que no nos interesa demasiado. Incluso allí estamos trabajando, nuestra mente está trabajando en la trastienda de la cabeza. De modo que, sentados frente a la máquina de escribir, hacemos apenas un ejercicio de transferencia.

Decía usted hace poco que es como si algo de adentro asumiera el control.

Así es, así es. Piénsalo: ¿quién escribe realmente los grandes libros? No nosotros, los que firmamos con nuestros nombres. ¿Qué es un artista? Un individuo que tiene antenas, que sabe cómo conectarse a las corrientes de la atmósfera, del cosmos. Un individuo con capacidad de conexión, digamos. ¿Quién puede entonces ser original? Ya existe todo lo que hacemos, todo lo que pensamos. Somos apenas intermediarios, nada más, que usamos lo que ya se encuentra en el aire. ¿Por qué las ideas y los grandes descubrimientos científicos suelen ocurrir simultáneamente en diferentes partes del mundo? Lo mismo puede decirse de los elementos que constituyen un poema, una gran novela o cualquier obra de arte: se encuentran en el aire y simplemente aún no se les ha dado voz, eso es todo. Les hace falta un individuo, un intérprete, que los produzca. Bueno, también es cierto, naturalmente, que algunas personas nacen adelantadas a su época. Pero me parece que hoy en día no son los artistas quienes nacen por delante de su tiempo, sino los científicos. El artista se va quedando atrás, su imaginación no es rival para los grandes saltos de la ciencia.

¿Cómo explica usted que ciertos individuos sean creativos? Angus Wilson dice que el artista se debe a una especie de trauma, que usa su arte como una forma de terapia para sobreponerse a su neurosis. Aldous Huxley, por su parte, asume la visión contraria, y dice que todo escritor está manifiestamente sano, que si posee alguna neurosis ello simplemente forma parte de sus desafíos en la escritura. ¿Cuál es su postura al respecto?

Creo que esto depende de cada escritor. No creo que puedan hacerse semejantes afirmaciones respecto de la totalidad de los escritores. Un escritor es a fin de cuentas una persona, como cualquier otra. Puede que sea neurótica, o no. Es decir, su neurosis, o lo que sea que digan que produce su personalidad, no da cuenta de su escritura. Creo que es un asunto mucho más misterioso y preferiría no tener que desvelarlo. Recién dije que un escritor es un individuo con antenas; pero si un escritor realmente supiera qué cosa es, entonces tendría que ejercitar la humildad, pues se reconocería como un individuo dotado de una capacidad destinada al servicio de los demás. Un escritor no tiene nada de qué enorgullecerse: su nombre no es nada, su ego es nulo, es apenas un instrumento en una larga procesión. 

¿Cuándo se dio usted cuenta de que poseía esa capacidad? ¿Cuándo comenzó usted a escribir?

Debo haber comenzado cuando trabajaba para Western Union. Fue entonces cuando escribí mi primer libro, en todo caso. Yo había escrito antes cosas pequeñas, pero todo empezó realmente tras renunciar a Western Union en 1924, cuando decidí que sería un escritor y que me comprometería con ello al cien por ciento. 

De modo que estuvo escribiendo durante diez años antes de publicar Trópico de Cáncer.

Más o menos, sí. Entre otras cosas escribí dos o tres novelas en esa época. Estoy seguro de haber escrito al menos dos antes de Trópico de Cáncer

¿Me puede contar un poco sobre ese período?

Bueno, ya he contado bastante al respecto en La crucifixión rosa. Sexus, Plexus y Nexus tienen todos que ver con ese período. Y habrá todavía más en la segunda mitad de Nexus. Lo he contado todo sobre mis tribulaciones de entonces: mi vida corporal, mis dificultades. Trabajaba como un esclavo y al mismo tiempo —¿cómo decirlo?— estaba entre tinieblas. No sabía bien lo que hacía, ni sabía hacia dónde me dirigía. Supuestamente me dedicaba a una novela, a una gran novela, pero en realidad no avanzaba en modo alguno. A veces no escribía más de tres o cuatro líneas al día. Mi esposa llegaba a casa a la noche y me preguntaba: «¿Qué tal va eso?» (yo jamás le mostraba lo que había en la máquina de escribir), y yo contestaba «Ah, avanza estupendamente». «¿Y por dónde vas ahora mismo?», y entonces se lo explicaba como si tuviera escritas cien o ciento cincuenta páginas de lo que se supone que haría, cuando en realidad llevaba, digamos, unas tres o cuatro. Pero yo me esmeraba en relatarle lo que ya había escrito, inventándome la novela a medida que hablábamos. Ella me escuchaba y me daba ánimos, aunque sabía perfectamente que le estaba mintiendo. Al día siguiente volvía a casa y decía «¿Y cómo va esa parte que me contaste el otro día?», todo era mentira, desde luego, una invención conjunta que teníamos. Era en verdad maravilloso.

¿Cuándo comenzó a concebir estas novelas autobiográficas como un todo?

En el año de 1927, cuando mi mujer se fue a Europa y me quedé solo. Estuve un rato trabajando en el Departamento de Parques y Recreación de Queens, hasta que un día, al terminar la jornada, tuve de golpe la idea de organizar el libro de mi vida, y pasé la noche entera haciéndolo. Planifiqué todo lo que he escrito hasta el día de hoy, unas cuarenta o cincuenta páginas. Lo escribí en mi cuaderno, usando notación telegráfica, pero allí estaba todo. Mi trabajo entero desde Trópico de Capricornio hasta La crucifixión rosa —exceptuando Cáncer, que fue algo del presente inmediato— trata sobre los siete años que en ese entonces había vivido con esta mujer, desde el momento en que la conocí hasta mi partida hacia Europa. En ese instante yo ignoraba cuándo me iría, pero sabía que ocurriría tarde o temprano. Ese fue el período crucial de mi vida como escritor, el período previo a mi abandono de Estados Unidos.

Durrell habla de la necesidad de un escritor de alcanzar una revelación en su escritura, de escuchar el sonido de su propia voz. ¿No es esa una expresión suya, de hecho?

Sí, puede ser. Como sea, me ocurrió con Trópico de Cáncer. Hasta ese punto se puede decir que yo era un escritor completamente derivativo, influenciado por todo el mundo, adueñándome de los tonos y los matices de cualquier otro autor que yo atesorara. Yo era un literato, digamos. Y luego dejé de serlo: corté el cordón. Me dije que haría sólo lo que yo pudiera hacer, que expresaría lo que soy, y es por eso que abracé la primera persona, que decidí escribir sobre mí mismo. Decidí que escribiría desde la atalaya de mi propia experiencia, sobre lo que sentí y lo que conocí. Y esa fue mi salvación.

¿Cómo eran esas primeras novelas?

Supongo que en ellas pueden hallarse, o deben hallarse, naturalmente, algunos rastros de mí mismo. Pero en ese entonces estaba muy convencido de que debía tener algún tipo de historia que contar, alguna trama que desplegar; me preocupaba más por dar con el modo y la forma de hacerlo que con lo vital del asunto.

¿A esto se refiere con el enfoque «literario»?

Sí, algo desgastado e inútil, que hay que sacarse de encima. Era necesario deshacerme de lo literario. Naturalmente, uno no puede deshacerse totalmente del literato, él es una parte vital de quien uno es como autor, y es verdad que todo artista siente una fascinación por la técnica. Pero lo otro que hay en la escritura es el yo. Lo que descubrí es que la mejor técnica es no tener ninguna. No creo que uno deba adherir a ningún tipo de enfoque particular. Procuro mantenerme abierto y flexible, listo para inclinarme con el viento o la corriente del pensamiento. Esa es mi postura, mi técnica: estar flexible y alerta, y echar mano de todo lo que uno crea que viene bien en el momento.

En «Carta abierta a los surrealistas de todo el mundo», usted afirma: «Yo escribía surrealistamente en los Estados Unidos antes de siquiera escuchar esa palabra». ¿Qué significa ahora para usted el Surrealismo?

Cuando vivía en París, teníamos una expresión, muy estadounidense, que de algún modo lo explica mejor que cualquier cosa. Solíamos decir: «Hay que tomar la delantera». Eso significaba enloquecer un poco, sumergirse en el inconsciente, obedecer sólo a los instintos, seguir los propios impulsos del corazón, de las tripas, o de donde sea que provengan. Pero así lo describo yo, esa no es realmente la doctrina surrealista. Eso no convencería, me temo, a un André Bretón. Sin embargo, el punto de vista francés, el punto de vista doctrinario, no significa mucho para mí. Lo único que en realidad me importaba es que di con ello a través de otro medio expresivo, uno adicional, más elevado, uno que debe ser usado con mucha mesura. Cuando los surrealistas más conocidos empelaban esta técnica, lo hacían de un modo deliberado en exceso, o así me lo parecía a mí. Se hacía ininteligible, no servía para nada. Y una vez perdida la inteligibilidad, creo yo, todo lo demás está perdido.

¿Es el surrealismo a lo que usted se refiere con la frase «En la vida nocturna»?

Sí, inicialmente se trataba de los sueños. Los surrealistas hacen uso de los sueños, que desde luego constituyen un aspecto fecundo de la experiencia. Ya sea conscientemente o no, todos los escritores utilizan los sueños, incluso quienes no son surrealistas. Verás, la mente consciente es la menos útil para el arte. El proceso de la escritura consiste en la lucha por sacarnos de adentro algo desconocido. Ofrecer únicamente aquello de lo que somos conscientes es muy poca cosa en realidad, no lo conduce a uno a nada. Cualquiera con un poco de práctica puede hacerlo, cualquiera puede ser ese tipo de escritor.

Usted ha dicho que Lewis Carroll era un surrealista y esa mención trae a la mente las jitanjáforas (a lo Jabberwocky) que usted a menudo utiliza…

Sí, sí, desde luego que Lewis Carroll es un escritor que adoro. Daría mi brazo derecho a cambio de haber escrito sus libros, o al menos por lograr algo cercano a lo que él hizo. Cuando termine el proyecto que escribo en la actualidad, me encantaría dedicarme a escribir puros sinsentidos.

¿Y qué hay del dadaísmo? ¿Incursionó en ello alguna vez?

Sí, el dadaísmo fue para mí mucho más importante que el surrealismo. El movimiento dadaísta fue verdaderamente revolucionario, un esfuerzo deliberado y consciente por sacudir el tablero, por mostrar la locura absoluta de nuestra vida actual, la insignificancia de nuestros valores. Hubo personas maravillosas en el movimiento dadaísta, dotadas de un gran sentido del humor. Era algo capaz de hacerte reír, a la par que de ponerte a pensar.

Uno podría pensar que Primavera negra se aproxima bastante al dadaísmo.

Sin duda. En ese entonces yo era más impresionable. Estaba abierto a todo lo que sucedía en la Europa de mi llegada. Algunas cosas ya las conocía en los Estados Unidos, a decir verdad. La revista transition llegaba a los Estados Unidos, y [Eugene] Jolas sabía escoger extraños y atrevidos escritores y artistas que nunca antes habíamos oído nombrar. También recuerdo, por ejemplo, ir al Armory Show a ver el Desnudo bajando la escalera de Marcel Duchamp, y muchas otras obras maravillosas. Yo estaba enamorado, intoxicado. Todo me resultaba tan familiar, se trataba justamente de lo que había estado buscando.

Usted siempre ha sido mejor entendido y apreciado en el resto de Europa que en Estados Unidos o Inglaterra. ¿A qué piensa que esto se debe?

En primer lugar, no tuve muchas oportunidades de ser entendido en Estados Unidos porque mis libros no se publicaban allí. Pero aparte de eso, aunque soy 100 % estadounidense (y soy más y más consciente de ello cada día), siempre tuve un mayor contacto con europeos. Me resultó más fácil hablar con ellos, comunicarles mis pensamientos, ser rápidamente comprendido. Mis relaciones con Europa fueron siempre mejores que con los propios estadounidenses.

En su libro sobre [Kenneth] Patchen, afirma que en Estados Unidos un artista nunca será aceptado a menos que pacte con el sistema. ¿Aún lo cree de esa manera?

Sí, quizá incluso más que antes. Creo que en Estados Unidos se está en contra de los artistas, se los considera como enemigos, porque abogan por la individualidad y la creatividad, y esas cosas de alguna manera son poco estadounidenses. Creo que de todos los países —a excepción de los países comunistas, desde luego—, Estados Unidos es el que tiene la sociedad más mecánica y robótica.

¿Qué encontró en París durante su treintena que no podía tener en Estados Unidos?

Por un lado, creo que conseguí cuotas de libertad que jamás conocí en los Estados Unidos. El contacto con los demás era mucho más fácil, es decir, con el tipo de gente que a mí me suele interesar. Allí encontré más individuos de mi especie. Y por sobre todas las cosas sentí que allí se me toleraba. Yo no esperaba que se me entendiera o aceptara, me bastaba con ser tolerado. En Estados Unidos jamás tuve ese sentimiento. Pero en ese entonces Europa era un mundo nuevo para mí. Es probable que me hubiese sentido bien en prácticamente cualquier parte, siempre que fuera un lugar ajeno, distinto, foráneo. Porque a lo largo de mi vida, en realidad, ésa ha sido parte de mi —¿cómo llamarla?— extrañeza psicológica: me gusta solamente lo que resulta foráneo. 

¿En otras palabras, le habría resultado lo mismo ir a Grecia en 1930 en vez de en 1940?

Probablemente no habría sido lo mismo, pero allí habría encontrado los medios para expresar mi interioridad, para mi propia liberación. Quizá no me habría convertido en el tipo de escritor que soy ahora, pero creo que me habría encontrado a mí mismo de todos modos. En Estados Unidos corría el peligro de enloquecer, de suicidarme. Me sentía absolutamente aislado.

¿Y qué hay de Big Sur? ¿Encontró allí un entorno propicio?

Oh, no, allí no había nada, excepto naturaleza. Estaba solo, eso es lo que buscaba. Permanecí allí porque era un sitio remoto. Yo ya había aprendido a escribir sin importar en donde me encontrase. Fue un cambio maravilloso, Big Sur. Fue entonces cuando dejé las ciudades atrás; ya había tenido suficiente vida urbana. Verás, yo en realidad no escogí Big Sur, sino que un amigo me dejó allí tirado un día en plena carretera. Mientras se marchaba, me dijo «Ve y busca a esta y aquella persona, que te albergarán por una noche o una semana. Es un lugar maravilloso, creo que te gustará». Así es como fui a dar allí. Nunca había escuchado hablar de Big Sur hasta ese momento. Sabía de Point Sur porque había leído a Robertson Jeffers; leí Las mujeres de Point Sur en el Café Rotonde de París, eso es algo que nunca olvidaré.

¿No es sorprendente que, siendo un hombre de ciudad, se fuera de ese modo a parajes campestres?

Sí, es que en el fondo tengo algo de chino. Verás, en la Antigua China, cuando un artista o filósofo empezaba a envejecer, se retiraba a la campiña, a vivir y meditar en paz.

Pero en su caso fue más bien una coincidencia.

Totalmente. Pero fíjate: todo lo que ha resultado trascendental en mi vida ocurrió siempre de esa manera, por el más puro azar. Aunque eso tampoco me lo creo del todo. Creo que siempre hubo un propósito, que todo estaba destinado a ser como fue. La respuesta se encuentra en mi signo zodiacal, esa sería mi respuesta más franca. Para mí es todo bastante evidente.

¿Por qué nunca volvió a vivir en París?

Por varias razones. La primera, me casé poco después de llegar a Big Sur, luego tuve hijos y luego no tuve dinero, y luego me enamoré también de Big Sur. No tenía deseo alguno de retomar mi vida parisina, eso ya había terminado. La mayor parte de mis amigos se habían marchado, la guerra lo habría destruido todo.

Gertrude Stein afirma que la vida en Francia purificó su inglés, porque prácticamente no lo usaba en la vida cotidiana y que esto la convirtió en la estilista literaria que es. ¿Tuvo París el mismo efecto sobre usted?

No exactamente, pero entiendo a lo que se refiere. Desde luego que en París hablé mucho más inglés que Gertrude Stein, es decir, menos francés. Aun así, estuve saturado de francés todo el tiempo, y escuchar a diario un idioma extranjero saca filo al manejo del propio, lo hace a uno consciente de las sombras y los matices que antes ni siquiera intuía. Eso además le produce a uno un olvido liviano, unas ganas de recapturar ciertas frases y expresiones. Lo hace a uno más consciente del propio idioma.

¿Tuvo usted contacto alguna vez con Gertrude Stein o con su círculo?

No, nada que ver. Nunca la conocí, ni conocí a nadie que perteneciera a su círculo. Pero yo no sabía mucho de ningún círculo, para ser francos. Siempre he sido un lobo solitario, siempre en contra de los grupos, los círculos, las sectas, los cultos y los -ismos, todo eso. Conocí unos cuantos surrealistas, pero nunca pertenecí al grupo de los surrealistas, ni a ningún otro.

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Cultura

Proyecto Mikage llega a Perú

La música tradicional japonesa se reinventa en un espectáculo único.

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El reconocido trío japonés MIKAGE PROJECT, famoso por su innovadora fusión de sonidos tradicionales y contemporáneos, llega por primera vez al Perú para ofrecer un concierto que promete una experiencia musical sin precedentes.

La esperada presentación se llevará a cabo el sábado 22 de marzo a las 19:30 pm en el Teatro Manuel A. Segura (Jr. Huancavelica 265, Cercado de Lima), gracias a la organización de la Fundación Japón Lima y la Municipalidad de Lima.

Compuesto por tres talentosos músicos japoneses —Koki Sato (shakuhachi, flauta de bambú), Sho Asano (Tsugaru shamisen, instrumento de cuerdas) y Takashi Honma (koto de 25 cuerdas)—, MIKAGE PROJECT ha revolucionado la música tradicional nipona con una propuesta fresca y vanguardista. Su sonido combina melodías folclóricas con géneros como jazz, funk, rock y música latina, dando como resultado un espectáculo envolvente y lleno de energía.

Desde su formación en diciembre de 2020, el grupo ha lanzado cuatro EP y ha participado en reconocidos programas de la cadena NHK. En 2023, inició su primera gira internacional en Tailandia y Malasia, colaborando con artistas locales. En 2024, fueron parte de eventos de renombre como Otakon en Estados Unidos y el Festival Internacional Cervantino en México , consolidándose como referentes de la música japonesa contemporánea.

El público peruano tendrá la oportunidad de disfrutar de este espectáculo de primer nivel a precios accesibles. Las entradas están disponibles en Joinnus desde S/ 25 hasta S/ 40.

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Cultura

Lima será sede del primer Encuentro Universitario de Improvisación

El evento gratuito será este 1 de marzo y reunirá a seis elencos universitarios en una jornada de creatividad, aprendizaje y música en vivo.

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La improvisación teatral sigue ganando terreno en el Perú, y con ello, llega el 1er Encuentro Universitario de Impro, organizado por UPC Cultural. El evento, que reunirá a seis elencos de jóvenes, se realizará este 1 de marzo en el teatro de la UPC en San Miguel y promete ser una jornada de creatividad y diversión para todo el público.

“Este encuentro, además de destacar el talento de los jóvenes improvisadores de diversas universidades, busca también fomentar el intercambio de experiencias y fortalecer la comunidad de improvisación teatral a nivel universitario. También es una gran oportunidad para mostrar el nivel y la pasión que hay en las nuevas generaciones por este arte”, comenta Feffo Neyra, organizador del evento y director del elenco de impro de la UPC y de Di Que Sí.

El evento contará con la participación de los elencos de la UPC, San Marcos, UNI, Cayetano Heredia y ESAN, quienes compartirán una jornada de integración y exploración escénica junto a la compañía profesional Di Que Sí. Como cierre, a partir de las 8:00 p.m., se presentará la “Impro Big Band”, un espectáculo donde las historias se crearán en el momento al ritmo de guitarra y cajón, utilizando la técnica del soundpainting, que fusiona teatro y música en tiempo real.

«La impro es una gran herramienta para que los jóvenes desarrollen su creatividad, aprendan a trabajar en equipo y sepan adaptarse a situaciones inesperadas. Estas habilidades no solo son valiosas en el ámbito artístico, sino que también son de gran utilidad en el futuro profesional, permitiéndoles desenvolverse con mayor seguridad, comunicarse eficazmente y enfrentar desafíos con creatividad y resiliencia en cualquier entorno laboral”, agrega Neyra.

Este Encuentro Universitario de Impro se realizará el 1 de marzo a las 8:00 p.m. en el teatro de la UPC en San Miguel. El ingreso es libre con previa inscripción a través del siguiente formulario: https://forms.gle/4EKi93u6rPdjGJs46. Para más información, visita las redes sociales de UPC Cultural.

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Cultura

Stephanie Boyd y Miguel Araoz nos hablan sobre su película «Karuara, la gente del río»

Los directores del filme Karuara, conversaron con Lima Gris sobre todos los detalles detrás del documental. La nueva película peruana se estrena mañana 20 de febrero en todos los cines.

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Tras un largo trabajo de 10 años, Stephanie Boyd y Miguel Araoz han logrado una poderosa obra cinematográfica que revela los mitos, secretos y problemáticas de la Amazonia. En el filme, el río se convierte en la columna vertebral por donde navegan historias que día a día viven diversas comunidades en la selva.

En la película, la cosmovisión amazónica se hace presente con un detallado trabajo de animación, que permite sumergirnos en un mundo onírico que se mantiene más vivo que nunca, a pesar de los derrames de petróleo, la tala y la minería ilegal.

En esta entrevista, los directores del filme nos hablan del proceso de la película y las anécdotas que vivieron para concretar «Karuara, la gente del río».

¿Por qué deciden grabar en la Amazonía peruana?

Miguel Araoz: En algún momento tuve contacto con la selva, que es un lugar fascinante; es uno de los lugares donde la vida esta más plena. Cuando he estado en la selva, he sentido la necesidad de expresarme que esos espacios deben de cuidarse.

Stephanie Boyd: Siempre he buscado temas de medioambiente, derechos humanos y especialmente cuando las empresas transnacionales están abusando de la gente. Como yo vengo del extranjero, me veo como un puente entre los dos mundos. En el caso de esta historia específicamente, la historia nos buscó.

¿Qué tiempo les tomó filmar la película?

Miguel Araoz: 10 años en realidad nos demoró.

Stephanie Boyd: Al inicio tenía pelo (risas).

Miguel Araoz: Tenía pelo y no tenía canas (risas).

¿En estos 10 años qué fue lo más difícil para ustedes?

Miguel Araoz: Yo soy pintor, tengo experiencia filmando, pero no es mi profesión. Por ejemplo, con todo el equipo con el que hemos trabajado nadie sabía de animación, y hemos tenido que aprender todo el proceso. La selva exige también esfuerzo físico. Los rodajes son hermosos, pero exigen mucho al cuerpo. Para mí ha sido una experiencia fuerte, pero a la vez hermosa. Lo más difícil ha sido sostener la película estos 10 años. En un tiempo corto lo haces con gran impulso, pero cuando tienes 10 años en la espalda, por ratos es pesado.

Stephanie Boyd: Al final terminó siendo un proyecto más grande. Al inicio hicimos un libro bilingüe en español y kukama con las historias que los ancianos nos contaban y las ilustraciones hechas por los niños en la comunidad.

Hacer cine en el Perú es difícil. ¿Cómo han podido sostener económicamente la película? ¿Qué estrategias han tenido?

Stephanie Boyd: Mucha gente aquí nos apoyaba voluntariamente. Yo logré sacar un puesto de voluntariado con una ONG que me mandó al Perú. Entonces, ellos me tenían como voluntaria trabajando con las mujeres en las capacitaciones y los cortometrajes durante los primeros cinco años del proyecto. También hemos pedido apoyo de diferentes formas, pero siempre hemos tenido el control editorial y económico del proyecto. Pedíamos desde pequeñas becas de fundaciones de medioambiente, fundaciones de cine y tras concursar tres años seguidos finalmente conseguimos una beca de DAFO.

Miguel Araoz: En realidad, Stephanie es una súper productora. Hacer animación no es barato, y parte del tiempo de hacer el documental nos ha tomado tres años hacer las filmaciones. Yo siempre bromeo y digo que la teoría de la relatividad toma cuerpo en la animación, porque trabajas tres años para 15 minutos de animación. Además, tuvimos que sostener todo un equipo de animación. En el mejor momento hemos llegado a ser siete para animación. Stephanie siempre se ha dado cuenta de que para hacer los documentales tienes que buscar pequeños fondos, porque un fondo grande al inicio no lo vas a conseguir y vas a desmayar en ese espacio. Lo que Stephanie hizo siempre es buscar fondos pequeños; así hemos generado como subproductos —el libro es un caso— que teníamos que entregar para sustentar el trabajo. Para ganar DAFO tres veces hemos llegado a la final; la tercera vez pensé que perdíamos, pero me dieron la sorpresa de que ganamos. Otro fondo interesante ha sido la Ford, que apoyó porque la empresa tiene una parte que se dedica a cuestiones de medioambiente y derechos humanos.

¿Incluyeron la animación por lo complicado que era retratar la cosmovisión amazónica o fue parte del proyecto?

Miguel Araoz: Fue una mezcla de cosas. Por un lado, a mí me gusta la animación. Por otro lado, es complejo filmar debajo de un río. No soy buen buceador; el río Marañón es oscuro y encima lo tendría que filmar con espíritus. Otra cosa que pasaba es que cuando viajábamos a las comunidades, siempre a las seis de la tarde, cuando finaliza el día, la gente prende un motor y se junta en su casa para ver la televisión, y lo que ven son novelas. Entonces, con Stephanie, Leonardo y Mariluz, conversábamos y dijimos que sería bonito volver este espacio al lugar de los cuentos y los mitos amazónicos de su propia cultura. Un poco así nacieron las animaciones.

Stephanie Boyd: Las animaciones fueron narradas por gente mayor kukama; estas son historias reales. En los documentales muchas veces la gente usa el recuerdo de recrear algo que pasó, y la animación es eso: ponemos imágenes, pero la historia que ha sido narrada es una historia real, por eso nos califican como documental.

Han tocado con mucho tino las problemáticas que viven las comunidades en la selva. Si bien filmaron en Loreto, la historia tiene personajes muy bien logrados que se enfrentan al olvido del Estado y a la discriminación de su propia gente. ¿Cómo manejaron el tratamiento?

Miguel Araoz: Creo que, como han pasado 10 años y en general los personajes del documental son cercanos a nosotros, ahora son nuestros amigos. Pues no mostraría a un amigo de manera incorrecta. Es decir, hay que mostrar los problemas, pero no denigrar a las personas.

Stephanie Boyd: Mariluz es la coproductora del documental, y la niña que habla es su hija, y ambos piensan que esta historia, a pesar de que es muy dolorosa, es importante que los de fuera la conozcan porque le está pasando a muchos jóvenes en la selva.

Miguel Araoz: Por otro lado, hemos trabajado con Leonardo Tello, y desde el comienzo en todo el trabajo siempre estuvo muy atento a esos detalles.

Otro de los temas del documental es la contaminación de los ríos a causa de los derrames de petróleo y la tala ilegal. Aquí nuevamente el tratamiento es acertado, ya que no se cae en un mensaje panfletario. ¿Existió alguna asesoría legal para enfocar estos temas?

Miguel Araoz: Al inicio del proceso me pregunté qué historia íbamos a contar. Y al final la historia que hemos contado es la historia del río, y el río es más que un río, ya que también son las personas que habitan a su alrededor y los personajes que viven dentro del río, es decir, todo ese universo. Cuando me hice esa pregunta, la respuesta fue que el río tiene olas, toda una serie de cosas que suceden. Entonces, ir al Marañón y no tocar el tema de los derrames de petróleo sería faltar a la verdad. Durante los 10 años que hemos vivido ahí, yendo y viniendo, siempre hemos escuchado que cada vez hay menos peces. Esto es por los derrames de petróleo que son constantes; son 30 años de derrames de petróleo.

Stephanie Boyd: Con Radio Ucamara hemos coproducido un corto titulado “Por qué callaron los ríos”, son 10 minutos sobre los derrames, porque queríamos sacar algo con urgencia cuando sucedieron los derrames del 2016 y 2017. La federación de mujeres Kukama también ha coproducido el documental con Radio Ucamara. Ellos encontraron la asesoría del Instituto de Defensa Legal (IDL), y con ellos las mujeres querían hacer una demanda para proteger sus ríos.

En Perú tenemos un gran problema: ¿Cómo guardamos la memoria cinematográfica que también es la historia de nuestro país, sin la existencia de una cinemateca nacional?

Miguel Araoz: La cinemateca es súper necesaria. Acá tenemos todo el trabajo pictórico de las animaciones, que son docenas de cajas. Quizá si estaríamos en otro país, para una universidad o para una filmoteca sería un material que les interesaría. Por eso es necesaria una buena ley de cine para poder distribuir, porque ahora vamos a poner la película en los cines y no sabemos hasta el último momento en qué sala nos van a poner, cuánto tiempo va a durar y, además, el horario tal vez sea a las 2 o a las 10 de la mañana para poder rápidamente retirarte de las salas. Finalmente, una mejora se logra con leyes; se necesita una protección a la producción nacional.

Stephanie Boyd: También la televisión; en otros países hay leyes que indican que un porcentaje de la programación tiene que ser nacional, y eso implica mostrar cierta cantidad de películas nacionales.

¿Cómo han sentido la recepción de su película en los festivales?

Stephanie Boyd: Primero hemos entrado en festivales, ahora estamos haciendo la difusión en salas, y luego vienen las proyecciones comunitarias, que eso es lo más divertido para mí. El estreno mundial de la película se dio en el Festival Internacional de Cine de Toronto, que es uno de los festivales más grandes en el mundo, y después hemos tenido el estreno en el Festival Internacional de la India. Nunca esperamos entrar ahí, pero fue una experiencia muy bonita y con muy buena respuesta del público.

Ya que mencionaste el cine comunitario, ¿tienen pensado proyectar la película en el lugar que grabaron?

Miguel Araoz: donde se grabó, ya lo hemos proyectado. Particularmente, ha sido la proyección que más me ha gustado. En la comunidad conocemos a los niños desde que tenían cinco años; ahora tienen quince. Entonces, fue muy divertido porque el ambiente de la muestra fue especial. En una hora estuvo repleta la sala.

Antes de grabar su documental, ¿revisaron algunas películas filmadas en la selva?

Miguel Araoz: Sí revisamos, aparte, mi padre participó en la película Aguirre, la ira de Dios como extra. Y por lo que conversamos muchas veces, creo que he hecho el viaje de mi papá de otra manera, pero con el cine de por medio.

¿Qué mensaje les darían a los jóvenes que quieren hacer cine?

Stephanie Boyd: Ahora hay más oportunidad que nunca, porque con la tecnología puedes grabar un cortometraje en tu celular. No temas si no tienes la mejor cámara. Empieza haciendo cortometrajes y los vas mandando a festivales y así vas ganando experiencia y contactos. Ayúdense entre ustedes, formen colectivos.

Miguel Araoz: Soñar siempre va a ser increíblemente bueno. Cuando sueñas, vas a tener que sacrificarte para poder hacerlo realidad. Se pueden hacer las cosas. También quiero decir que la gente de la selva siente tanto por el Perú, pero nuestro país siente tan poco por ellos. Eso es triste. Las únicas escuelas que existen en las comunidades se inundan en la selva. Eso puede ser una metáfora del Estado, porque han construido de espaldas a la realidad.

El dato:

Karuara, la gente del río se estrena mañana 20 de febrero en todos los cines peruanos. Una película que no debes perderte.

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Cultura

Movidas académicas en la Escuela Nacional de Folklore José María Arguedas

Ana Socorro Polo Vásquez, directora general de la Escuela, habría realizado acciones que van en contra de la ética profesional, por haberle cedido su puesto y darle la ‘encargatura’ de la dirección general —solo por un día— al director académico para que este le otorgue y firme su titulación profesional.

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La Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas nació en 1949 con el nombre de “Escuela de Música y Danza Folclórica Peruana” y desde hace 37 años otorga titulo a nombre de la Nación y actualmente, ya cuenta con rango universitario, e incluso puede otorgar grado de bachiller y licenciatura, como así se le otorgó a Ana del Socorro Polo Vásquez, actual directora general de dicha casa de estudios.

La directora general de la Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas, Ana del Socorro Polo Vásquez desde hace muchos años tiene un estrecho vinculo laboral con dicha casa de estudios. Primero como docente y luego como directora, debido a que tuvo la encargatura de la Dirección General, desde septiembre a diciembre del 2022.

Posteriormente, el 17 de enero de 2024 según Resolución Jefatural N° 00200-2024-MINEDU/VMGI-DRELM/DIROAD, nuevamente se le encargó en el puesto y funciones de directora general, hasta el 31 de diciembre del mismo año. Y en poco menos de dos meses transcurridos, el 04 de marzo, con la competencia que le daba su alta jerarquía, Polo Vásquez le encargó a Idelindo Mamani Chambi el cargo de Director Académico de la Escuela.

¿Cuál es la función de un ‘director académico’ en la Escuela José María Arguedas?

En su rol de director académico de la “Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas”, Mamani Chambi se encargaba de todas actividades que existen dentro de la malla curricular de la escuela, con actividades como exámenes finales, así como encargarse de la CEPRE, y de los talleres.

Directora general ‘encargó su puesto’ para que su ‘reemplazante’ firme su titulo profesional

Posteriormente, la directora general, Ana del Socorro Polo Vásquez se tomó un día libre a cuenta de vacaciones, e hizo que por ese día17 de julio del 2024—la reemplace Idelindo Mamani Chambi, y a través de la Resolución Directoral N° 00323-2024-ENSFJMA/DG-SG, ella le encargó a él formalmente que asuma la dirección general de la escuela, en adición a sus funciones de Director Académico, quien unos días atrás ya había aprobado la sustentación de tesis presentada por Polo Vásquez.

Resolución Directoral N° 00323-2024-ENSFJMA/DG-SG.

Justamente, ese 17 de julio, Mamani Chambi, ya como director general interino—solo por un día—firmó la Resolución Directoral N° 00325-2024-ENSFJMA/DG-SG, nombrando al jurado Calificador y fijó la fecha de sustentación que se realizó el 19 de julio, para que luego la señora Polo Vásquez pueda optar el título de Licenciada en Educación Artística, especialidad Folklore, con mención Danza y cuyo asesor de tesis fue su esposo Eduardo Fiestas Peredo.

Resolución Directoral N° 00325-2024-ENSFJMA/DG-SG firmado por Mamani Chambi.

Lo mismo sucedió el 01 de agosto del mismo año, que través de la Resolución Directoral N° 00338-2024-ENSFJMA/DG-SG, Ana del Socorro Polo Vásquez nuevamente le encargó a Mamani Chambi el puesto de director general de la Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas, porque se tomó un día libre a cuenta de vacaciones, para que él la reemplace solo por esa fecha.

Resolución Directoral N° 00338-2024-ENSFJMA/DG-SG.

¿Qué realizó Mamani Chambi ese único día como director general encargado?

Ese primero de agosto del 2024, el ‘provisional’ director general, Idelindo Mamani Chambi emitió la Resolución Directoral N° 00341-2024-ENSFJMA/DG-SG y en ella resuelve otorgar el titulo de Licenciada en Educación Artística, especialidad de folklore-danza, a su “superior”, Ana del Socorro Polo Vásquez, quien por un día dejó de ser directora general de la escuela de folklore, con el objetivo de que el “encargado” firme la respectiva resolución de licenciatura. Ya que ella misma no podría refrendar su propio título, mientras fuera directora general.   

Resolución Directoral N° 00341-2024-ENSFJMA/DG-SG que otorga título profesional a la directora general Polo Vásquez.

No obstante, aproximadamente tres semanas antes de otorgársele el título profesional, el 05 de julio para ser más exactos, mediante Resolución Directoral N° 00310-2024-ENSFJMA/DG-SG, Idelindo Mamani Chambi en su condición de Director Académico de la Escuela de Folklore, y antes de que le encarguen la dirección general, declaró expedita a su “superiora” Ana del Socorro Polo Vásquez, para que pueda obtener el titulo de licenciada en Educación Artística en la especialidad folklore-danza, tras haber egresado luego de concluir sus estudios en el año 2011. 

Resolución Directoral N° 00310-2024-ENSFJMA/DG-SG, firmada por Idelindo Mamani Chambi.

Asimismo, se conoce que la directora general Polo Vásquez también forma parte de la Comisión de Instalación para la Creación de la Universidad de Folklore José María Arguedas, instalada a fines de enero del 2025 y según nuestra fuente, el esposo de Ana del Socorro Polo Vásquez, fue docente de baile en la misma escuela de Folklore JMA, durante los años 2022, 2023 y 2024, mientras ella continuaba siendo directora general en dicha casa de estudios.

Lima Gris se comunicó con la directora general de la Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas, para que brinde sus descargos y esto fue lo que respondió: “Yo me he titulado hace años, no recuerdo el año, pero yo soy titulada de hace años. Y cuando uno no está, siempre el director académico asume el cargo de director general. Yo puedo ausentarme un día, dejar mi cargo un día y el director académico tiene que asumir ese cargo”.

Fuente: SUNEDU.

Y cuando se le cuestionó por qué le dio la encargatura al señor Mamani Chambi para que él autorice su titulación, ella respondió: “No. No es así. Y por favor envíe un documento para aclararle”. 

Por lo visto, la directora general de la Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas, habría realizado acciones que van en contra de la ética profesional.

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Cultura

Lanzamiento del Carnaval de Junín 2025

El lanzamiento oficial se realizó en el auditorio de Promperú en Lima.

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Con danzas, platos típicos y con una variada agenda cultural se lanzó el Carnaval de Junín 2025. En la conferencia de prensa participaron autoridades de las diferentes municipalidades de la región y Julio Abanto, Director de Comercio Exterior y Turismo del Gobierno Regional de Junín.

El Carnaval de Junín 2025 que está lleno de color y tradición para su lanzamiento llegaron a Lima delegaciones de distintas ciudades como Tarma, Satipo, Jauja y Huayucachi (Huancayo). Cada una de ellas llegó con majestuosos trajes típicos, listos para exhibir lo mejor de sus danzas y costumbres en una de las festividades más esperadas del año.

Tamaya Rodríguez con solo 4 años, se convirtió en la estrella más joven del Carnaval de Junín 2025. A pesar de su corta edad y su estatura de poco más de un metro, esta talentosa niña del distrito de Sapallanga (Huancayo) deslumbra con su destreza en el zapateo y su gracia al interpretar la tradicional danza Akshu Tatay.

Su presentación en el estrado principal generó emoción entre los asistentes, quienes quedaron cautivados por su energía, ritmo y alegría contagiosa. Tamaya es una pieza clave en el elenco de danzantes de su comunidad, destacándose como una promesa del folclore andino.

Las celebraciones, que iniciaron la semana pasada con la “Ruta del Huaylas”, se extenderán hasta abril, ofreciendo a los visitantes una experiencia única de música, danza y gastronomía. Se espera la llegada de más de 200,000 turistas, tanto nacionales como extranjeros, para lo cual se han habilitado más de dos mil establecimientos de hospedaje, incluyendo alojamientos en comunidades nativas que brindarán una inmersión cultural auténtica.

El Carnaval de Junín no solo es una fiesta de alegría, sino también un testimonio del legado cultural de la región. Entre las danzas emblemáticas que se presentarán destacan: La Chonguinada, La Huaconada de Mito, reconocida como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, La Huayligia y El Huaylarsh Wanka.

Además, tres eventos culturales de la región están en proceso de ser declarados Patrimonio Cultural de la Nación, lo que refuerza el compromiso de preservar y difundir las tradiciones ancestrales del pueblo juninense.

Este 2025, el Carnaval de Junín promete ser una celebración inolvidable, donde la música, la danza y el espíritu festivo de su gente se unirán para mostrar al mundo la riqueza cultural del Perú.

Conversamos con Julio Abanto, quien nos brindó detalles de las celebraciones.

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Cultura

Eugénie Bastie, el azote del feminismo: El periodismo cultural como trinchera  

Política y culturalmente incorrecta, Eugénie ha emergido primero como azote del feminismo para finalmente convertirse en el rostro de la transformación cultural francesa dominada por los ultras.

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Eugénie Bastié, natural de Toulouse y nacida apenas ayer en 1991, es periodista, columnista, polemista y ensayista francesa. Le Point y Le Temps la clasifican entre los conservadores, la misma Wikipedia la categoriza como reaccionaria.

Procedente de una familia católica, Eugénie Bastié es hija de un paisajista y de una madre especialista en medicina nuclear. Después del internado en el colegio privado católico de Lectoure, en Gers, ingresó en el Instituto de Estudios Políticos de París en 2009. Se graduó en 2014 con una maestría en asuntos públicos. También obtuvo una Maestría en Filosofía por la Sorbona París-IV.

 Políticamente Eugénie se declara partidaria de la economía de mercado y de la libertad de empresa, pero es escéptica sobre el crecimiento exponencial. Comenzó su carrera bajo el patrocinio de Élisabeth Lévy y Natacha Polony, especialmente en el medio de opinión Le Figaro Vox y en la revista Causeur. Luego fue contratada como redactora editorial en Le Figaro y aparece regularmente como columnista editorial en CNews.

Desde su aparición, fue percibida por el establishment globalista como una de las nuevas caras de la derecha, la derecha reaccionaria e incluso de extrema derecha, particularmente por sus posiciones conservadoras y críticas sobre el feminismo, los ideales sociales y las controversias que alimentó en la televisión y las redes sociales. Contribuye al resurgimiento mediático de estos discursos, observado desde finales de la década de 2010, y que han concluido en el triunfo de la batalla cultural de parte de los grupos reaccionarios.

Pero para comprender mejor a una figura cultural francesa como la de ella, hay que abordarlo a la francesa, es decir desde el contexto político cultural.

Ya en 2015 el medio globalista francés Liberation publicó un artículo sobre el nacimiento de la revista católica Límite, en la que declara: «Tras la Manif pour tous, la joven guardia católica ultraconservadora lanzó una revista que retoma los temas de la ecología y el decrecimiento (…)  El sábado por la noche, en la Ciudad Universitaria Internacional de París, durante la fiesta de lanzamiento de la revista Limite, la media de edad apenas alcanzaba los treinta años. El buffet es modesto. Es hora de la sobriedad. Porque es bajo la bandera de la ecología integral que la joven guardia ultraconservadora del catolicismo francés entra en batalla. Vomitando todos los liberalismos, económicos o sociales, abogando por el decrecimiento y soñando con un mundo con Dios. Se consideran revolucionarios. “Nos estamos distanciando de la derecha católica liberal”, proclama Paul Piccarreta, director de la revista (…) Más o menos, todos sus fundadores marcharon contra el matrimonio homosexual. Y participó, en el proceso, en la creación del movimiento Veilleurs. Fue el caso en Lyon, en casa del muy conservador y muy pro vida cardenal Philippe Barbarin, de la emblemática pareja de la revista, Gaultier Bès de Bec y Marianne Durano. Un poco inactivo por estos días, el Manif pour tous ha engendrado descendencia. Niños que reivindican una genealogía inquietante. Al igual que Eugénie Bastié, periodista web de Le Figaro, una de las musas del nuevo (y joven) ultraconservadurismo católico y redactora jefe política de Limite».

Eugenié representa parte de esa juventud francesa étnica que se asume católica, Pero en que no todos viven su fe de la misma manera. Frente al Islam, algunos reivindican las raíces cristianas de Francia: forman el llamado movimiento “identitario”. Para otros, la fe es una fuerza impulsora para transformar la sociedad y reconectarse con el bien común.

De esta manera Eugenié es una clave para entender a la nueva política francesa. Según Pascale Tournier, refiere sobre esta juventud que ha venido a imponerse: «ésta es una generación que busca puntos de referencia, buscará en su biblioteca autores del pasado para formar sus ideas. Podemos citar muchos autores católicos como Bernanos, Bloy, Maritain. Más recientemente, George Orwell, la filósofa judía Simone Weil, autora de “rooting”, palabra que les viene muy bien. Hoy, Michel Houellebecq, Christophe Guilluy, Alain Finkielkraut, Michel Onfray y Jean-Claude Michéa están sentados en sus mesillas de noche. Y por supuesto, el teórico Patrick Buisson ocupa un lugar especial». En resumen, esta generación es una auténtica revolución cultural.

Mucho de esta fenómeno resulta de las cumbres antiglobalización de la década del 2000. Un referente que ofrece coordenadas es Jacques de Guillebon el cual ilustra los vínculos que pueden existir entre los neoconservadores y cierta izquierda. El punto común es el anticapitalismo y la soberanía, cada vez más frecuentes en esta parte del espectro. Siguiendo a lo dicho por Tournier, está generación encabezada en prensa por Eugenié se afirma en el debate siguiendo «los preceptos de Gramsci, invierten el campo cultural y la batalla de la opinión. Tomando el ejemplo del periodista Éric Zemmour, comprendieron que los debates ya no tenían lugar en las salas de conferencias de la Sorbona, sino en los platós de televisión (Cnews, en particular) y en los periódicos (Le Point, Le Figaro, Valeurs actuelles) o en revistas más confidenciales (Limite, l’Incorrect). Por ejemplo, han conseguido imponer sus palabras: arraigo, mundo líquido y bougisme, que también denuncian con tuits/enfrentamientos (…) [sus embajadores en medios son] Entre los periodistas, podemos destacar a Eugénie Bastié (Figaro), Alexandre Devechhio (Figaro), Charlotte d’Ornellas (Valeurs actuelles). En el panorama intelectual, podemos destacar al filósofo François-Xavier Bellamy, al sociólogo quebequense Mathieu Bock-Côté, a la feminista Marianne Durano y a la filósofa Bérénice Levet. Cada uno tiene sus propias aficiones y no están de acuerdo en todo, cuando no tienen celos el uno del otro (…) Han invertido en ecología, en educación, en cuestiones relacionadas con la soberanía nacional, con Europa, con el feminismo… Si hay una idea que recordar es la del límite: frente al progreso, a la tecnología, a los daños de la globalización, a la conquista de los derechos individuales, fuente para ellos de dilución del vínculo social, de decadencia moral de la sociedad y de auge del comunitarismo. La economía sigue siendo un auténtico punto ciego. No sólo sus visiones divergen sobre el tema, sino que a menudo no tienen nada que decir excepto proclamar un antiliberalismo primario (…) Para afilar sus armas contra el progresismo, esta generación comprendió la necesidad de estructurarse intelectualmente. De ahí la revitalización observada de la Acción Francesa, que desde Charles Maurras siempre ha sido un lugar de formación para los jóvenes. Pero también pueden echar un vistazo a las veladas de filosofía de François-Xavier Bellamy o a las conferencias del Abbé Grosjean. Menos conocido, pero no menos influyente es el Instituto de Formación Política situado en el distrito 16 de París. Creada en 2004 por Alexandre Pesey y Thomas Millon, hijo de Charles Millon, ex ministro de Defensa, esta escuela ha formado desde 2004 a más de 1.200 jóvenes militantes de derecha, entre los que se encuentran LR, asistentes parlamentarios, TV Libertés… Incluso Marion Maréchal-Le Pen ha estado allí. También se inspira en el IFP para la escuela que quiere fundar (…) Emmanuel Macron observa con atención a este joven. Si el software de la izquierda está desgastado, incluso obsoleto, su pensamiento, por el contrario, es sistémico. Es elaborado y representa una oposición real a su poder. Están pues en la mira del presidente, que desde su elección ha emprendido una operación para fracturar a la derecha. En sus discursos, escritos por la pluma de Sylvain Fort, les envía muchas señales. Esto se hace, por ejemplo, a través de numerosas referencias religiosas (“cultura de la muerte”, “mártir secular” en referencia al prefecto Erignac). Lo hemos visto durante su discurso ante los obispos de Francia, donde abundan los préstamos de sus palabras. Y entonces, Eugénie Bastié fue recibida en el Elíseo el pasado mes de junio, cuando sólo tenía… ¡27 años!».

Pero volvamos a Eugenié

El economista Jacques Attali la compara con Eric Zemmour, entonces periodista y columnista de Le Figaro (al que reemplazó en CNews durante su campaña presidencial). También se destaca que intercambia abiertamente en Twitter con Renaud Camus, inventor de la teoría del Gran Reemplazo. Eugenié misma no ha tenido miedo en denunciar el tratamiento “prejuiciado” de la pederastia en la Iglesia.

El periódico Brain la llama » la chica it de la extrema derecha”, mientras que Libération la describe como una “estrella en ascenso de la esfera reaccionaria”, e informa que el politólogo Gaël Brustier ve en ella una heredera, en particular, del “intelectual reaccionario de los años 1930 Thierry Maulnier. Richard Werly, en el periódico Le Temps de Suiza, la describe como «conservadora, razonable, seductora e intrigante”.

A propósito de su carrera

Se convirtió en redactora jefe del departamento político de la revista «Ecología integral» Limite, que creó en 2015 con Gaultier Bès , Marianne Durano , Camille Dalmas y Paul Piccarreta, que se define como «una revista cultural y política de combate, de inspiración cristiana», considerada por el diario Libération como «la joven guardia católica ultraconservadora». Abandonó la revista en 2019 debido a desacuerdos sobre la línea editorial, justo antes de que la revista cerrara y ella fuera reclutada por CNews.

EnSeptiembre de 2015, invitada al plató de Ce soir (ou jamais!), se enzarza en un duelo oratorio con Jacques Attali sobre la llamada crisis migratoria, durante el cual declara: “¡El viejo mundo ha vuelto, señor Attali!»; Su respuesta causó un gran revuelo mediático en Internet.

EnAbril de 2016 publica su primer ensayo Adieu, Mademoiselle. La derrota de las mujeres en las ediciones Cerf. Ella dice que cree en la noción de «patrimonio», pero no en la de «progreso». El ensayista realista Gérard Leclerc escribió sobre este ensayo en la revista Royaliste: «ante todo, dialécticamente cincelado, muy informado y que golpea en el corazón mismo de uno de los debates más cruciales de la época». Libération le critica por haber escrito «un libro entero sobre el feminismo ocultando espectacularmente la violencia sexual salvo para hablar de Colonia y estigmatizar a los musulmanes». Con este ensayo, emerge, junto a Marianne Durano y Thérèse Hargot, como una figura del antifeminismo según Mediapart 15.

En septiembre de 2016, tiene una columna en la revista Actualidad, en France 2. Su contratación desata polémica en Twitter; Ella dejó el programa el mes siguiente, al parecer por presiones del stablishment globalista.

Ella ha sido, desdeAbril 2017, periodista del departamento “debates y opiniones” del diario Le Figaro . EnJunio de 2017, fue recibida en el Palacio del Elíseo junto a Alain Finkielkraut y Régis Debray por Sylvain Fort, quien les sugirió moderar sus ataques a los aspectos más liberales de la política de Emmanuel Macron. Este detalla el peso de su voz en el ambiente político francés.

En Octubre de 2018Su segundo ensayo, El chivo expiatorio: ¿terror o contrarrevolución ?, es publicado por Éditions du Cerf, una obra que emprende una crítica del movimiento #MeToo. Invitada por France Inter con motivo de esta publicación, Léa Salamé citó una frase de su libro: «Creo que una mano en el trasero nunca ha matado a nadie». Ante el clamor suscitado por esta frase, Eugénie Bastié declaró entonces: «Si tuviera que rehacer el libro hoy, ya no escribiría esta frase».

Durante la temporada 2019-2020, fue columnista del programa Et en même temps de BFM TV (presentado por Apolline de Malherbe) los domingos por la noche; Todos los jueves participa también en la segunda parte del programa de las 19 horas de Ruth Elkrief para un debate sobre la actualidad junto a Alain Duhamel.

EnJulio de 2020Fue reclutada por CNews como editorialista. L’Obs, fuente de esta revelación, califica este reclutamiento como un «gran golpe de efecto» para CNews y valida, según La Dépêche, el giro hacia la derecha del canal de información continua. DeMayo de 2021, presenta su propio programa en el canal Place aux idées todos los sábados a las 19 horas, junto a la periodista Clélie Mathias . En Septiembre 2021Ante la orden de la CSA de computar el tiempo de palabra de Éric Zemmour en el marco de la campaña presidencial, Eugénie Bastié, Mathieu Bock-Côté y Charlotte d’Ornellas sustituyen a este último en Face à l’info, un programa presentado por Christine Kelly.

Desde el inicio del curso escolar 2022, presenta el programa Le Club des idées en Figaro TV, así como la revista de prensa “Revue des hebdos et des idées” en Europe 1.

Es columnista ocasional del programa Historiquement Show del canal Histoire TV. Su último libro es La dictadura de los sentimientos, 2023.

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Cultura

Ministro de Cultura y sus ‘14 mil años de orgullo’

Fabricio Valencia Gibaja en su papel de ayayero quedará en los anales de la historia.

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Es por demás incomprensible ver a un otrora defensor del patrimonio cultural, que emprendió batallas y cuestionamientos contra las nocivas gestiones en el Ministerio de Cultura; y que ahora, ya convertido en ministro de Cultura, simplemente haya olvidado su afán proteccionista para ceñirse a la agenda política que le ordena la “línea editorial” de su jefa, la presidenta Dina Boluarte.

Se trata de Fabricio Valencia Gibaja, un abogado cusqueño con vasta experiencia en el tratamiento jurídico del patrimonio cultural, con maestrías y posgrados en Museología, Gestión Cultural, Patrimonio y Turismo Sostenible. Y, por si fuera poco, ya había sido jefe del Área de Patrimonio Cultural y de la Oficina de Asesoría Legal del Ministerio de Cultura; así como miembro de la Comisión que elaboró el Reglamento de la Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación. Incluso, integró el Comité Científico Internacional de Asuntos Legales, Administrativos y Financieros de Icomos. Y antes que asumiera la cartera de Cultura, desde la sociedad civil defendió legalmente a la Orden Franciscana por el atropello que sufrió la Plazuela San Francisco, y que por orden de Prolima y la MML, derribaron el enrejado perimetral, pese a que éste contaba con el refrendo de Unesco.

Sin embargo, todo este “speech” de introducción en favor de Fabricio Valencia, no sirvió de nada y todas las acreditaciones académicas previas, prácticamente han ido a parar al tacho y se escurrieron entre los “dedos de las manos” del “papel que aguantó todo”. En otras palabras, el especialista y confeso defensor del patrimonio cultural, con su nueva faceta de ministro de Cultura, se ha convertido en un arlequín que danza al unísono con el resto de bufones y ayayeros ministeriales que despachan, respiran y viven—no sin antes cobrar sus S/30 mil mensuales— para adular a la inefable inquilina de Palacio de Gobierno.

En tal sentido, resultó tan grotesco, e incluso agraviante escuchar hace unos días a Valencia Gibaja afirmar que Dina Boluarte lo llena de mucho orgullo por ser la primera mujer que dirige nuestros destinos en 14 mil años de presencia de la especie humana. Mientras, los peruanos nunca olvidaremos la destacada presencia de la ‘Dama de Cao’, una poderosa líder Moche que gobernó en el norte peruano aproximadamente en el siglo V.

(Columna publicada en Diario UNO)

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Cultura

Exposición “La historia del Callao en planos”

La muestra de documentos, planos, fotografías y mapas que datan de hace más de 300 años está abierta al público en general con el fin de que conozcan los hechos más resaltantes e históricos que acontecieron en el puerto chalaco.

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Durante todo el mes de febrero del 2025, la Municipalidad Provincial del Callao a través de su programa ‘Progresamos Callao’, presenta su exposición temporal «La Historia del Callao en planos» que se realiza en la Biblioteca Pública Municipal del Callao «Teodoro Casana Robles».  

La muestra consta de planos y mapas desde el siglo XVI al XX, permitiendo ver la evolución de la ciudad portuaria del Callao a través de los años, resaltando los hechos históricos más importantes, como la incursión de piratas, corsarios, y fenómenos naturales como el terremoto y maremoto que azotaron la provincia chalaca. Asimismo, el registro de las guerras y revoluciones acontecidas en el puerto.

Esta exposición también recoge una colección de medallas de instituciones chalacas de los siglos XIX y XX, así como documentos de su creación política en 1839 y de los diversos títulos adquiridos debido al patriotismo de sus vecinos.

El dato:

Exposición: «La Historia del Callao en planos».

Fecha: va hasta el viernes 28 de febrero de 2025.

Horario de visitas: de lunes a viernes de 8am a 5pm.

Lugar: Biblioteca Pública Municipal del Callao «Teodoro Casana Robles».

Jr. Pedro Ruiz Gallo, esquina con jr. Colón, Callao. 

Ingreso libre.

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