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El General Huachaca y el Comandante Humala

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Un indio realista defiende a la Monarquía española y un cholo esquizofrénico traiciona al país y lo entrega al Mercado por otros cinco años.

 “Si triunfaran los indios/Nos hicieran trabajar/Del modo que ellos trabajan/Y cuanto ahora los rebajan/Nos hicieran rebajar/Nadie pudiera esperar/Casa, hacienda ni esplendores/Ninguno alcanzará honores/Y todos fueran plebeyos/Fuéramos los indios de ellos/Y ellos fueran los señores.” Copla española anónima (1780), año de la insurrección de Túpac Amaru II

En 1896 la Corte Suprema de Estados Unidos suscribió la ideología racista con la frase “Una sola gota de sangre negra basta para colorear un océano de blancura caucasiana”. Esta sentencia, difundida luego como “En Estados Unidos una sola gota de sangre negra basta para ser considerado negro”, encuentra su antípoda en el Perú, en donde la abrumadora realidad demuestra día a día que “una sola gota de sangre blanca basta para que el peruano se crea blanco”.

Manipulando astutamente esta esquizofrenia nacional, acuñando una fraseología contestataria, Ollanta Humala, en involuntario homenaje al cuento “Tema del Traidor y del Héroe” de J. L. Borges, medró del capital político de su hermano Antauro, consiguió engañar a la oportunista izquierda “legal” y timó a millones de peruanos esperanzados en un cambio real en la conducción del Estado, secuestrado por la élite tecnócrata ultraliberal, funcionaria desde el gobierno de Kenya Fujimori y Vladimiro Montesinos.

Ocurrencias como “a mí me gustaría ver en el ejército a un comandante general Mamani y a un cabo Kuczynski” (paradójicamente hoy Presidente del Perú) inflamaron a multitudes desandinizadas durante siglos a fuer de explotación y dominación etnoclasista. Sus promesas de cambio del modelo (pero nunca de sistema) económico, nacionalización de las riquezas naturales, abolición de la Constitución de 1993, disminución del precio del gas y un olvidado etcétera, terminaron por convencer a las masas, asqueadas de izquierdas, derechas y mentiras.

Sin embargo, la desconexión entre el decir y el actuar del entonces candidato Ollanta Humala revelaban la típica esquizofrenia del cholo acriollado hacia el indio peruano: el indio mitificado por su pasado legendario, y el indio vivo y real como criatura atrasada y bestial, bueno como animal de carga y cliente electoral para acudir a las urnas cada cinco años. Hoy que la desastrosa gestión de Ollanta Humala obligó al peruano a escoger para la “sucesión democrática” entre una japonesa acusada por probables vínculos con el narcotráfico y un polaco-francés pro-transnacionales, es común escuchar en calles, combis y plazas en boca de cualquier peruano indignado: serrano tenía que ser, serrano traidor, serrano doble cara, serrano vendepatria.

Más sabe el diablo por viejo

¿Por qué esta doble condena de parte de los propios compatriotas? ¿Por qué este odio acérrimo hacia quien se percibía como uno más del pueblo? Mi padre, Víctor Raúl Inocente Alcántara, hoy con un Alzheimer galopante, el cual no le impide, sin embargo, instantes breves de lucidez extraordinaria, fue el primero en advertírmelo hace unos años. Cuando se enteró que colaboraba en el periódico Ollanta, dirigido por Antauro Humala, me advirtió: te vas a arrepentir de meterte con esa gente. Esa gente es lo peor y la traición y la mentira la llevan en las venas. Para graficar su advertencia, me contó un episodio acontecido entre él y el viejo Isaac Humala, cuando mi padre trabajaba en el Poder Judicial, en la década del setenta. Por aquellos años, el viejo Humala era un reputado abogado de las empresas constructoras ligadas al Gobierno Militar.  El viejo Humala era conocido en el Poder Judicial por empapelar a dirigentes obreros y sindicalistas, a fin de congraciarse con sus patrones.  En una ocasión, mi padre, orgulloso cerreño descendiente de anarquistas fundadores de Estrella Obrera, le increpó al ayacuchano, a boca de jarro: Oiga, don Isaac, usted, ¿por qué es tan desgraciado? Usted dice que defiende a los pobres y a los campesinos, sin embargo, esta gente a la que están acusando usted y sus patrones, sólo reclama sus derechos. Entonces el viejo Isaac, siempre fumando y con facha de compadrito andino, le respondió a mi padre, también a boca de jarro y alzando la voz, ¡oye, Alcántara! ¿tú por qué eres tan cojudo? ¿De dónde mierda crees que sale el diamante? El diamante, cojudo, sale de la basura, del carbón, de lo que no vale… el carbón tiene que fraguarse y estos cholos que ahora encierro, estos cholos son como el carbón y la fragua es la cárcel… ya verás de aquí a unos años, cómo de estos cholos salen los mejores dirigentes y líderes obreros. En ningún momento el viejo Humala le sostuvo la mirada a mi padre. Refugiado en su cigarro, empezó a retirarse. En ese momento, mi viejo respondió, qué buena lógica, don Humala, a ver si así procede con sus hijos, en tanto el viejo se largaba, impasible ante la desvergüenza de sus propias palabras.

En este punto es bueno hacer algunas aclaraciones. Mi apreciado amigo, el narrador ayacuchano Julián Pérez Huarancca me recalcó hace unos días que tres son las fuentes de divergencia entre los seres humanos: razones económicas, razones étnico-raciales y razones de género y si priorizamos las razones étnico-raciales, insistió, entonces estamos utilizando cualquier paradigma de estudio menos el marxista. Hoy en día la mayoría de estudios culturalistas en La Católica e incluso San Marcos (imitando a sus símiles del Primer Mundo) asumen cualquiera de estos paradigmas, menos el referido a las razones económicas.  Recordé al viejo Borges. Hace muchos años, Borges manifestó que para él y sus amigos, Victoria Ocampo y Adolfo Bioy Casares, el monstruo era el pueblo. En alguna otra ocasión afirmó que el reduccionismo clasista había pretendido disminuir los motivos por los cuales un ser humano debía detestar a otro hasta matarlo, atribuyendo todo al odio de clase. El problema de la psico-historia peruana entonces, ¿en dónde residía? ¿por qué tras doscientos años de “independencia” de la metrópoli española y de supuesta autonomía, seguíamos siendo ese corral de bestias colonizado primero por españoles, luego por ingleses y norteamericanos y ahora por las multinacionales de cualquier pelaje? ¿orgullo nacional? ¿sentimiento de identidad étnica? ¡Ay de Mariátegui, Flores Galindo, Degregori! ¿Acaso tenía razón Borges, cuando en el cuento “Ulrica”, pone en boca de un profesor colombiano que ser colombiano es un acto de fe? ¿la identidad es un acto de fe?

Volviendo a la doble condena, serrano y traidor, sería bueno preguntarse si el Judas hubiese sido el “gringo” Kuczynski, ¿la gente reaccionaría igual? ¿Había que esperar, conforme propugnaba el credo etno-nacionalista de la familia Humala, algún tipo de lealtad étnica del sujeto que hoy preside la República? ¿Por qué las masas desandinizadas, secularmente desnutridas y adoctrinadas en el mercado durante veinte años, no condenaron de la misma forma, por ejemplo, al japonés Kenya Fujimori cuando prometió que no habría shock económico y nos lanzó el Paquetazo? ¿Por qué esas mismas masas cobrizas, hirsutas y sazonadas en puticumbia, reguetón y salchipapas, premian la traición del japonés Fujimori encumbrando a sus hijos? ¿Por qué al borrachín Toledo lo condenaron a la vergüenza del 1% en las últimas elecciones presidenciales? ¿Tampoco hubo identificación étnica?  ¿¿Es que ser un cholo descendiente de serranos, merece doble castigo? ¿Cuál es la principal contradicción de Ollanta Humala? ¿Étnica o económica? ¿Es, como dicen por ahí, un Toledo con chancabuques pero sin pantalones?

Antaño: El General Huachaca

Alrededor de 1825, cuarenta y cinco años después del levantamiento del curaca José Gabriel Condorcanqui —Túpac Amaru II— y un año después de la batalla de Ayacucho (9 de diciembre de 1824), un indígena oriundo de las punas de Iquicha, en Huanta (Ayacucho), se levantó en armas en contra de quienes llamaba los “anticristos” republicanos y el “infame gobierno de la patria” apoyando abiertamente a la Corona española y al Rey Fernando VII.

Aunque también se le conoció como José Antonio Abad Huachaca, hábilmente aconsejado por curas doctrineros y aventureros españoles —refugiados en Huanta después de la batalla de Ayacucho—, Huachaca invirtió el nombre del Mariscal Antonio José de Sucre y adoptó el patronímico de Naval o Navala, en irónica alusión a la Marina de Guerra y así, como Antonio Naval Huachaca, asoló las breñas surandinas durante más de diez años, defendiendo  a la Monarquía española. Su plan era mayúsculo: capturar Huanta, liberar Huamanga y Huancavelica y avanzar hacia Huancayo y Cerro de Pasco. En 1826 un batallón de Húsares de Junín se había sublevado contra la República, plegándose a la causa realista. La “Restauración del Reino” era posible y los ensotanados Pacheco y Navarro —padres putativos de Cipriani—, acostumbrados a manipular a las indiadas desde el púlpito, le susurraban al oído al feroz huantino de largas crenchas negras, pantalones de bayeta blanca y sandalias de cuero de llama, que ganaría el cielo por su fidelidad al “Inca católico”, el Rey de España.

En 1827, después de tomar Huanta y al grito de “¡Viva el Rey!”, el ejército de indios realistas atacó la ciudad de Ayho, pero fueron rechazados por tropas formadas por andahuaylinos y morochucos, comunidades ancestralmente rivales de los huantinos.  Tanta fue la fidelidad y la ferocidad demostrada por Huachaca en el combate, que la Corona española lo recompensó ascendiéndolo al rango de Brigadier General de los Reales Ejércitos del Perú.

Así, al mando de un organizado ejército guerrillero de más 4000 indígenas armados con lanzas, rejones, hondas, rifles y caballería, el General Huachaca se enfrentó a las fuerzas patriotas exigiendo respeto para los indios y en contra del tributo con que los patriotas habían remplazado el vergonzoso tributo indígena de la época virreinal, restituido por Bolívar en 1826.

El primer acercamiento de Simón Bolívar con el pueblo indígena ocurre en Ecuador. Antes no había tenido contacto masivo con masas quechua-hablantes, pues en Venezuela las clases bajas estaban conformadas por “pardos” (mulatos), zambos y negros. Bolívar, quien de niño se entretenía clavando alfileres en las escleróticas níveas de sus esclavos negros (según cuenta su maestro Simón Rodríguez), fue incapaz de entender la idiosincrasia indígena, en cambio se invistió de todos los prejuicios de los colonialistas españoles y los criollos racistas. Bolívar escribió desde Ecuador una carta en la que decía: “Los indios son todos truchimanes, todos ladrones, todos embusteros, todos falsos, sin ningún principio moral que los guíe”. Con este pensamiento guía, Bolívar reinstaura el tributo indígena previamente abolido por San Martín, con lo cual el indígena peruano tuvo que pagar por el hecho de pertenecer a la raza oriunda del Perú. Con esta disposición Bolívar destruyó su proclama de igualdad de todos los ciudadanos y las intenciones de San Martín y de Luna Pizarro de hacer del Perú una nación integrada. Algunos defensores de Bolívar justifican la reimplantación del tributo indígena, argumentando la falta de recursos del Estado peruano en aquella época. Connotados historiadores como Gustavo Pons Muzzo, José Valdizán Ayala, Jorge Basadre Grohmann, José de la Puente y Candamo y Pedro Dávalos Lisson, entre otros, justificaron de manera tácita o palmaria el retorno del ominoso tributo indígena restituido por Bolívar en 1826, el cual fue una de las causas por las que el indígena huantino rebautizado como José Antonio Huachaca Navala, se levantó en contra de las llamadas fuerzas patriotas.

Pero el General Huachaca no sólo lideró una bien organizada rebelión. Además  construyó su propio castillo, organizó sus tribunales y cabildos y administró el poder nombrando alcaldes y gobernadores, instituyendo diezmeros que recaudaban fondos para la causa de “Su Majestad Católica”, según refiere muy entusiasta Fernán Altuve. Ancestro de Antonio Consejero, el santón protagonista de “La Guerra del Fin del Mundo”, Huachaca apoyaba la causa monárquica pero a la vez denunciaba los maltratos de los patriotas en contra de la familia, la propiedad y la Santa Iglesia Católica.

Voces como la del católico fujimorista Fernán Altuve reclaman para Huachaca el estatus de español que éste, en su falsa conciencia, se arrogaba y reivindican astutamente en Huachaca el protagonismo del indígena excluido del proceso emancipatorio. Huelga decir del oportunismo del análisis de Altuve, refrendado en esta involuntariamente cómica fraseología: “Los comuneros de la sierra de Huanta en Ayacucho son conocidos con el nombre de iquichanos por el pueblo de San José de Iquicha. Ellos desde tiempo inmemorial fueron amantes del rey, a quien consideraban como un padre común, un enviado de Dios, que se había convertido para ellos en el inca católico. Por esto el vínculo de vasallaje que los unía a la Corona estaba potenciado por una poderosa relación filial y sacral”.

Lo cierto es que el General Huachaca mantuvo en vilo a los ejércitos patriotas durante más de diez años (1825-1838), enfrentando incluso al Mariscal Andrés de Santa Cruz. Es importante anotar que en el Perú y particularmente en Ayacucho, la violencia étnico-clasista se remonta a muchos siglos antes a los de la denominada lucha armada. Tan sólo en Ayacucho, los historiadores han registrado centenares de rebeliones y levantamientos campesinos, producto de la lucha de clases, sin mencionar los masivos levantamientos indígenas liderados por el invencible Juan Santos Atahualpa (1770, selva central) y los ocurridos en Puno, todos ahogados en gigantescos charcos de sangre. Durante los años que duró la rebeldía de Huachaca, los poderosos enfrentaron pueblo contra pueblo con la finalidad de derrotarlo y capturarlo, sin conseguirlo.

Hacia 1839, el General Huachaca y sus huestes manifiestan cierta simpatía hacia el discurso pluriétnico de la Confederación Perú-Boliviana, del Mariscal Andrés de Santa Cruz Ccalahumana (“Que viene el cholo  jetón”, le cantó con encono el costumbrista Felipe Pardo y Aliaga, quien consideraba al hijo de Juana Basilia Ccalahumana, el “Napoleón Guanaco”) pero la Confederación fue un sueño que duró poco y fue ahogado en sangre por criollos y chilenos, temerosos de la unión de las naciones indígenas que propiciaba Santa Cruz, quien ya había tomado contacto con los kichuas ecuatorianos y el aguerrido pueblo  mapuche.  Ubicuo e inaprensible, Huachaca desapareció en las narices de los criollos y nunca lograron capturarlo. Años después, en las punas y selvas de Huancavelica y Junín y en lo que es hoy el Valle del Vraem, aparecieron numerosos “huachaquitas”, la zona se tornó inaccesible y creció el abigeato.

Hogaño: el Presidente Humala

En plena modernidad, otro ayacuchano con sonoro apellido indígena que remite además a cierta sintomatología cerebral (Humala, vendría a significar algo así como ¡qué cabeza!), se hace del poder con un discurso nacionalista y reivindicatorio, pero a diferencia del General Huachaca, desde el primer momento de iniciado su mandato, Humala no se adhirió al pueblo ni permitió a este mismo pueblo que lo eligió asumir protagonismo en su propio destino. Durante los cinco años de su gobierno, dejó como Presidente del Banco Central de Reserva del Perú a Julio Velarde, un notable liberal, alto funcionario desde la época de Fujimori y en el Ministerio de Economía mantuvo al tripartirto Luis Castilla, de la misma pandilla liberal que gobernó con Alan García, por no mencionar todos los Ministerios y principales cargos públicos que recayeron en manos de ultraliberales enquistados en el Estado desde hace décadas y partícipes de la famosa puerta giratoria, mecanismo de rotación de los altos funcionarios que pasan de cargos gerenciales en el Estado a otros cargos similares en las transnacionales y grandes monopolios. Si bien es cierto, el General Huachaca, en su alienación y falsa conciencia, no fue capaz de discernir la conveniencia de la independencia de la metrópoli española, combatió los abusos cometidos por los militares criollos y se enfrentó a ellos durante largos años, abominando incluso del propio Bolívar (para quien soldado e indio eran palabras antónimas) a quien tildaba de zambo, inclinándose hacia el final de su lucha por la opción unificadora de las nacionalidades indígenas, que eso significó la Confederación Perú-Boliviana.

Humala, a diferencia de Huachaca, es un sujeto colonial, tembleque pero calculador, que ha asumido conscientemente la defensa del orden pervertido en el que se encuentra el Perú, convirtiéndose en el maestro de obras del tercer piso del fujimorismo (el segundo piso “del andamiaje” lo construyó Toledo, según propias declaraciones, con lo que quedó sellada la admiración del ancashino por el pragmatismo del japonés) sin Fujimori. El desprecio de Humala por la izquierda “legal” y el pueblo, por los cientos de miles de reservistas que difundieron el llamado “evangelio etno-nacionalista” por todo el país, luego de combatir a Sendero Luminoso, rayan en la paranoia y la cobardía extrema.

La negación del indulto al reo Kenya Fujimori por delitos de lesa humanidad, tal vez el preso más privilegiado del mundo, cuando en la práctica ratifica los principios de una economía desregulada, herencia de Fujimori, resulta un irónico contrasentido para alguien que ha traicionado a todo un pueblo.

¿Pero quién es proclive a la traición? ¿Existe acaso un prototipo del sujeto traidor, un prototipo de pueblos o individuos traicioneros?

Cuando se repite en el habla coloquial serrano como adjetivo o más aún, cuando se machaca que el serrano es traidor, no necesariamente se remite al origen geográfico de la persona agredida, sino más bien se refrenda la idea colonial de que el indio (serrano, pues gran  parte de la masa indígena peruana vivía en la sierra del país) se hace el tontito para después asestar el artero golpe mortal. Para mi amigo Sebastiano Sperandeo (QEPD), antropólogo italiano autor de “Llaves para entender al Mundo Andino”, no es otra cosa que la “estrategia del achicamiento”, utilizada también por muchas especies animales como maniobra de sobrevivencia frente al más fuerte y no es de forma alguna exclusividad de pueblos ni individuos, sino de toda colectividad o espécimen que desea permanecer vigente.

Carlos Araníbar, el valioso historiador peruano, dice que la invasión española al Tawantinsuyo, no ocurrió tanto por las armas que estos poseían o por las enfermedades que trajeron y contra las cuales la población nativa no había desarrollado anticuerpos ni tampoco por el valor y la astucia de los peninsulares.  El éxito de la empresa habría ocurrido más bien por la ausencia de cohesión entre los naturales y la deslealtad propia de quienes se sentían sometidos y vieron en los hombres blancos a los posibles liberadores del yugo cusqueño.

Entonces, ¿quiere decir que no había conciencia de pertenencia? ¿No existió esa conciencia de identidad étnica como reclaman los indigenistas y como contradice documentadamente el filósofo peruano Julio Roldán (La Ciudadanía Mundial, Tectum Verlag, 2014), catedrático en la Universidad de Bremen en Alemania? ¿No existieron acaso un Calcuchímac, un Cahuide, un Manco Inca? ¿O estos fueron sólo ejemplos de heroísmo de la clase militar, más no del pueblo llano en un imperio teocrático y clasista? ¿Dónde fueron a parar los caros conceptos de nación, patria y héroe, la bandera arcoíris del Tawantinsuyo?

Nicole Schuster, filósofa francesa, en un brillante análisis del cuento “Tema del Traidor y del Héroe” (Ficciones, 1944), de Jorge Luis Borges, demuestra que los símbolos propios de la historiografía pueden servir de instrumento al poder para alienar a la gente.

El cuento trata del héroe irlandés Fergus Kilpatrick, cuyo bisnieto, Ryan, quiere escribir la biografía en ocasión del primer centenario de su muerte. Al investigar, Ryan repara en que Fergus Kilpatrick, fallecido en circunstancias extrañas, dista de ser el superhombre que sucumbió en medio de una rebelión victoriosa. Más bien, Kilpatrick muere linchado por haber traicionado a la causa irlandesa. Es James Alexander Nolan, al que Kilpatrick había confiado la misión de encontrar al traidor infiltrado entre sus partidarios, quien descubrió que el traidor era el mismo Kilpatrick. Como Kilpatrick era considerado un símbolo patrio, tenía que ocultarse la verdad al pueblo, por lo que se decidió formalizar la ejecución de Kilpatrick en el marco de un escenario teatralizado que ocultaría el trasfondo real de los eventos. En consecuencia, Nolan elaboró una trama que entremezcla historia y ficción con el objetivo de falsear la historia y de influir en la opinión pública. Logró así ocultar la deslealtad de Kilpatrick y hacer creer que su accionar seguía una línea impregnada de heroísmo al servicio de la patria. Preocupado sólo por la salvación de Irlanda, Nolan se empeñó en mantener vivo y exento de toda culpa el recuerdo del capitán de los rebeldes para que siguiera alimentando la ideología del pueblo favorable a la causa que Kilpatrick aparentemente defendió durante su existencia.

¿Y qué tienen que ver Kilpatrick y Borges con Humala?

Pues no poco. Esta familia se preparó mucho tiempo para llegar al poder.  Desde el viejo abogado Isaac Humala Núñez, quien empapelaba a sindicalistas opuestos a las grandes constructoras en la época del gobierno militar, hasta el hoy preso Antauro Humala, estas gentes se han caracterizado por infatuarse y crear en torno a sí mismos una mitología heroica, linajuda y levantisca, con el ánimo de influir en la conciencia popular. Consciente el viejo Humala de que en el Perú se accede al poder mediante las armas, sea por levantamiento o por el solo hecho de pertenecer al Ejército, manipuló ladinamente el destino de dos de sus hijos para que accedan a las fuerzas armadas, según propia confesión, porque ésta era la forma más fácil de acceder al poder en el Perú.

Son abundantes los indicios acerca de la farsa que significó el llamado levantamiento de Locumba (2000), cuando el fujimontesinismo agonizaba. Según diversos analistas, habría servido de tapadera para la huida de Vladimiro Montesinos hacia Panamá en el velero Karisma. Si coincidimos en que Antauro, el hermano mayor de Ollanta, nada sabía de este plan y cayó en el engaño urdido por su propio pariente, entonces éste lo utilizó para forjarse una mitología heroica, de militar alzado en contra de la corrupción imperante durante el fujimontesinismo. Así, la llamada gesta de Locumba, habría servido para lanzar al par de hermanos Humala al escenario político peruano, en una trama pre-fabricada por el propio padre o desde los servicios de inteligencia.  Sin embargo, varias preguntas se pudren de maduras, ¿en qué momento se da cuenta Antauro Humala de la traición de su propio hermano? ¿Siempre fue un tonto útil o se hizo el tonto con el fin de obtener rédito político? ¿En qué momento Antauro decide falsear la historia y continuar con la estafa del levantamiento de Locumba en contra del fujimontesinismo dirigido por Ollanta? Luego del levantamiento, ambos hermanos son amnistiados por Valentín Paniagua y el gobierno de Toledo premia a Ollanta enviándolo como Agregado Militar a Francia (2003) y luego es enviado como Agregado Militar en la embajada peruana en Corea del Sur (2004), mientras que Antauro encabeza una furiosa oposición al gobierno de Toledo, exigiendo su renuncia y juicio de residencia.

El año 2005 ocurre el llamado Andahuaylazo, asonada en la cual un grupo de 150 ex militares al mando de Antauro Humala se rebelan y toman una comisaría en la ciudad serrana de Andahuaylas el 1 de enero de 2005, aprovechando que los policías se encontraban ebrios por los festejos del nuevo año.  Según el propio Antauro Humala, la captura de la comisaría se dispuso con Ollanta desde Corea y éste coordinaba con sus “promociones” para que el levantamiento ocurriera simultáneamente en cuarteles en diferentes puntos del país.

Para el periodista Gustavo Gorriti, el Andahuaylazo no fue una insurgencia, sino una estrategia política de Ollanta Humala, destinada a catapultarlo para las elecciones presidenciales del 2006, en la que se enfrentó con Alan García. No sabemos si Antauro recelaba de Ollanta antes y durante los días que duró el llamado Andahuaylazo. El breve tiempo que continuó el levantamiento, el comportamiento de Ollanta, como siempre, fue contradictorio y como se diría en argot popular, “arrugón”, cuando empezaron a aparecer los primeros muertos. El caso es que el comandante se encontraba en Corea y por comunicación verbal de algunos de los que participaron en aquella asonada, se sabe que Antauro gritaba encolerizado, ¡nos han traicionado, carajo! ¡Ollanta nos ha traicionado!

Si nos atenemos a los quincenarios “Ollanta”, que Antauro escribía, editaba y publicaba, tras el Andahuaylazo, éste maldice públicamente a su hermano y su mujer, lo tilda de traidor y Guachimán de Palacio y desde la cárcel cambia de nombre al panfleto, titulándolo con un ego propio de escritor, como “Antauro”. Lo demás es historia conocida: hoy en los tribunales Antauro acusa a Ollanta de haber sido quien ordenó el levantamiento armado en Andahuaylas y, además, le acusa de no cumplir con su promesa “personal y reservada” de indultarlo, apenas accediese a la Presidencia del Perú.

Si en algún momento, el viejo Humala pretendió manipular la historia y forjar héroes y gestas, el tiro le salió por la culata, pues el hijo sociópata fue condenado el 2009 a 25 años de injusta carcelería y el hijo sometido, aquél que asumió la Presidencia de un país asordinado, quedará en el imaginario popular no como el héroe que pretendió confeccionar el viejo Humala, sino como el traidor y asustadizo cachaco que se orinó de miedo al oír a un par de colorados de la Confiep alzando la voz, para ponerlo en vereda.

La herencia de Humala

La corrupción generalizada y una guerra civil entre el pueblo y las bandas organizadas de criminales será la primera gran herencia que dejará Ollanta Humala.  El haber arrojado al pueblo peruano a las fauces del neoliberalismo más extremo representado por el lobista Pedro Pablo Kuczynski y el haber permitido el renacimiento de una pandilla de fascinerosos, rebautizada como Fuerza Popular, un pseudo partido político que debió haber sido declarado fuera de la ley, apenas asumido el gobierno, será la segunda gran herencia del gobierno de Humala. Y finalmente, el consenso en torno al capitalismo más despiadado siempre que una supuesta clase media (siempre titubeante, siempre a punto de traicionar algo) pueda beneficiarse de ella, a la manera de las “democracias” occidentales, será el legado espiritual de este coracoreño de ceño fruncido y mirada huidiza que logró engañar a medio Perú disfrazándose de nacionalista y antisistema.

El ex soldado Ollanta Humala —un peruano descendiente supuestamente de curacas— llegó al poder en el 2011, con el apoyo de la izquierda, los reservistas y las grandes mayorías. Hoy que su mujer acaba de ser condecorada con la orden de impedimento de salida del país por graves cargos de corrupción y lavado de dinero, este par de advenedizos, llamados por los huachafos “pareja presidencial”, ha demostrado con absoluta claridad que en el Perú la traición sigue siendo uno de los principales obstáculos para consolidar cualquier proyecto político de raíz democrática.

Tras la derrota de la gran rebelión de Túpac Amaru II, quien fue traicionado por su lugarteniente y compadre Francisco de Santa Cruz y luego torturado y descuartizado y sus restos desperdigados por los pueblos cusqueños para escarmiento y amenaza contra cualquier alzamiento posterior, el propio pueblo al cual habían intentado amedrentar volvió a alzarse. El espíritu rebelde y el heroísmo se expresaron nuevamente en las luchas populares encabezadas por Túpac Katari en Bolivia, José Quiroga en El Chaco, la Insurrección de los Comuneros en Colombia y, en el Perú, Francisco de Zela en Tacna, los hermanos Aguilar y Ubalde en Huánuco, las luchas emancipadoras de Mateo Pumacahua y ese gran poeta y guerrillero arequipeño que fue Mariano Melgar, lucha a la cual se plegó masivamente el campesinado en medio del cual tenemos ejemplos heroicos como los del ayacuchano Basilio Auqui, Ventura Ccalamaqui, José Olaya, Atusparia y Uchcu Pedro o María Parado de Bellido, muchos de ellos también traicionados por su propia gente. Así, las luchas populares no han sido en modo alguno lineales, sino largas y sinuosas como serpientes y así son hasta nuestros días. En el plano individual un Fujimori, un Ollanta o un Alan García morirán y otros tomarán su lugar, pero los pueblos a fuerza de golpes, traiciones y desengaños, pequeñas y grandes victorias, aprenden a confiar en sus propias fuerzas y a no abdicar en su razón para apoyar proyectos que representan intereses que no son los suyos.

La sensación que queda entre los peruanos es la de que en nombre de una economía incomprensible, se puede arrasar todo aquello (agua, tierra, aire, pueblo) que se oponga a las cifras macroeconómicas de los liberales, pero que nunca se ven reflejadas en los bolsillos de la gente de a pie.

En el Perú que deja Ollanta Humala no existe razonamiento coherente. La izquierda almagrista y la derecha pizarrista se llenaron la boca hablando de los derechos de los llamados pueblos originarios, elecciones democráticas, marchas y plantones, y un sinfín de cantinfladas, mientras que el nuevo Librorum prohibitorum incrementó su lista de palabras vedadas.

Ya nadie dice “explotación”, menos aún “lucha de clases”, “proletariado” o “subproletariado”. Ni siquiera cabe ya hablar de “pueblo”, hoy es mejor decir “ciudadanía” y parlotear de “empoderamiento” para ir a tono con el discurso sociológico. Esas palabras ya están prohibidas, se puede decir cualquier cosa pero nunca decir explotación, a riesgo de ser tachado de “comunista” o, peor todavía, “terrorista”.  Humala y su pandilla impusieron la moda de hablar de esa entelequia que hoy todos repiten como papagayos, inclusión social (Juntos, Beca 18, Pensión 65, Qaliwarma y otros mendrugos vergonzosos), como fervientes creyentes en ese desarrollismo que está acabando con el planeta.

Los poderes secretos que hincaron al Presidente

El lenguaje coloquial refleja relaciones y estructuras de poder que arrastramos desde épocas pretéritas. En el caso particular del adjetivo que se le endilga al aún Presidente de la República aludiendo a su origen etno-geográfico y su deslealtad al pueblo, queda patente cómo ciertas estructuras e imaginarios coloniales han alcanzado la hegemonía ideológica en el Perú de nuestros días, en tanto se han formalizado en las principales instituciones del país.

Hace pocos días falleció sorpresivamente el gran escritor peruano Miguel Gutiérrez. Asistí al velorio de Miguel, ausente felizmente de arreglos florales de instituciones estatales, y en una conversación con Julián Pérez y Gabriel Ruiz Ortega, narrador y agudo crítico literario (Ruiz Ortega fue de los pocos escritores que advirtió el peligro que significaba Ollanta Humala), coincidimos en que quizás la creación más subversiva de Miguel haya sido una breve novela metaliteraria, “Poderes Secretos”, la cual se inicia en la época colonial y se resuelve cuatro siglos después, en el Perú de nuestros días. En la novela el magno creador piurano plantea dos preguntas para recrear la vida y obra del Inca Garcilaso de la Vega (1539-1616): “¿Existe un culto al Inca Garcilaso? ¿Quiénes y por qué lo promueven?”.  Garcilaso de la Vega es el ícono fundacional de la literatura peruana, pero ante todo es el paradigma de cierto tipo de mestizaje −biológico y cultural, siempre armonioso−, el único aceptado por los intelectuales funcionales al Poder. Transitando entre la Literatura y la Historia (“allí donde el historiador olvida, el novelista recuerda”, dice Gutiérrez) plantea la existencia de una secta secreta al servicio de la blanquería del país. Esta logia reina en las principales instituciones del quehacer intelectual y ha conseguido ocultar una verdad que el erudito Manuel Gonzáles de La Rosa planteó a principios de siglo: la obra del mestizo jesuita chachapoyano Blas Valera (“Historia Occidentalis”), un legendario manuscrito semidestruído que se consideraba perdido, ha sido plagiada por el Inca Garcilaso de La Vega y esta mentira se mantiene incólume a través de los siglos. Siguen las preguntas incómodas en el devenir de la creación de Gutiérrez “¿Los indios debían tener acceso a la carrera sacerdotal? Y los mestizos, sobre todo los nacidos de indias comunes, ¿eran gente confiable? ¿Cuál era la naturaleza de su entendimiento? ¿No arrastraban consigo una defectividad moral de origen?”  La historia se resuelve 400 años después en manos de Santiago Osambela, un prolijo historiador marginado por la Academia, cuando aparece una copia de la “Historia Occidentalis” del Padre Valera generando zozobra, pues se remueven los cimientos de un mestizaje sublimado por quienes tienen la sartén por el mango en la sociedad peruana. El caos en los ambientes religiosos, políticos y económicos cunde en una época de cambio social, lo cual es refrendado por el autor con este párrafo: “Respecto a este punto el narrador se muestra optimista. Afirma que antes de 100 años el Gran Maestro de la Logia será un historiador de apellido quechua o colla”

La novela es un mazazo en la oreja de los bienpensantes y resulta por lo menos curioso que hasta el momento no se haya re-editado, considerando la estatura creativa y ensayística de Miguel Gutiérrez.

Tras cinco años de ser gobernados por un presidente militar de apellido indígena, cooptado por los poderes secretos y arrodillado ante los eunucos inmortales que maniobran tras bambalinas, dan ganas de darle la razón a Miguel Gutiérrez: el Perú es manejado por “logias secretas” integrantes del poder intelectual tras las “achoradas” Sociedades Nacionales (Minería y Petróleo, Radio y Televisión, Pesquería, Industrias, CONFIEP, COMEX, etc.) que ponen y quitan presidentes, ministros,  militares y ensotanados a conveniencia de sus socios transnacionales.  Así las cosas, antes que sangre de curacas, en las venas del mandilón ayacuchano parecieran circular torrentes del linaje de los Pizarro, Iglesias, Prado, Morales Bermúdez, García y tantos otros, herederos de la estirpe de José de la Riva Agüero y Sánchez-Boquete, ese aristócrata criollo calificado por San Martín como el más vil de los peruanos por su comportamiento rastrero y oportunista con tirios y troyanos.

* Narrador peruano (1969). Autor de la novela “La Ciudad de los Culpables” (1° Ed. 2007, 2° Ed. 2012), “Discursos contra la Bestia Tricéfala” (2009) al alimón con Rodolfo Ybarra y Arturo Delgado Galimberti y el libro de cuentos “No todas van al Paraíso” (2013), incluido por Ricardo González-Vigil, entre lo mejor de la narrativa del 2013. Es ingeniero zootecnista en ejercicio y docente universitario.

Bibliografía

  • “Nueva Crónica y Buen Gobierno” de Felipe Guaman Poma. Edición a cargo de Carlos Araníbar Zerpa. Biblioteca Nacional del Perú. 2016.
  • “Claves para entender el mundo andino”. Sebastiano Sperandeo, Francesco Pini Rodolfi. 2001. Universidad de Texas. 396 pp.
  • “La Ciudadanía Mundial”. Julio Roldán. Tectum Verlag Marburg, 2014. 337 pp.
  • “Poderes Secretos”. Miguel Gutiérrez. 1995.
  • “Bolívar, Libertador y Enemigo N° 1 del Perú”. Herbert Morote. Jaime Campodonico Editor. Lima-Perú. Edición digitalizada, 2009. 223 pp.
  • “La instrumentalización política de la historiografía”. Artículo de Nicole Schuster. redacciónpopular.com. 2016.
  • Tema del traidor y del héroe. Jorge Luis Borges. Edición Paneta DeAgostini, S.A., 2000, España, pp.137-143.

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Rafael Inocente (Lima, 1969) Escritor peruano, autor de la novela “La Ciudad de los Culpables” (1° Ed. 2007, 2° Ed. 2012, Editorial Altazor), “Discursos contra la Bestia Tricéfala” (con Arturo Delgado Galimberti y Rodolfo Ybarra, 2009, Hipocampo Editores) y el libro de cuentos “No todas van al Paraíso” (Editorial Altazor, 2013). Colabora en la publicación electrónica Rebelión (www.rebelion.org)y en la Revista de IDL (Instituto de Defensa Legal), entre otras publicaciones digitales.

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MINCUL: Contraloría detectó irregularidad en adjudicación para reparar la Torre de la Iglesia de Jalca

La torre del templo cristiano más antiguo de Chachapoyas se derrumbó en 2021 y el Ministerio de Cultura realizó un proceso de adjudicación para repararla, sin embargo, este ha sido observado por OCI que encontró una situación adversa que afecta el proceso de contratación.

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La Contraloría a través de su Órgano de Control Institucional (OCI) del Ministerio de Cultura, realizó un Informe de Orientación de Oficio (N° 008-2024-OCI/5765-SOO), por el proceso de adjudicación para ejecutar la inversión para la reparación de la Torre Exenta de la iglesia de la Jalca, ubicada en Chachapoyas, en el departamento Amazonas. 

De la revisión efectuada en la documentación relacionada al proceso de Adjudicación Simplificada (AS-SM-11-2023.UE-008-PE-1) para la ejecución, se ha encontrado una situación adversa que podría afectar a la continuidad del proceso, el logro de los objetivos y la finalidad pública de la contratación de la obra.

Sucede, que la entidad aprobó el expediente técnico con una partida (8.01) Carta Fianza de Seriedad, de oferta en los gastos financieros del análisis de gastos generales, la cual no está contemplada en la Ley de Contrataciones del Estado vigente, incrementando así el presupuesto del proyecto del expediente técnico, así como el valor referencial del proceso de selección.

Esta situación, de acuerdo al informe, podría generar gastos adicionales en el desarrollo de la inversión.

Informe de Contraloría que detectó irregularidad en adjudicación para obra en Iglesia de La Jalca en Chachapoyas.

La Iglesia de La Jalca y su Torre Exenta

Cabe resaltar que, en 1538, en el mismo año de la fundación de Chachapoyas se habría construido esta primera iglesia que es considerado el templo cristiano más antiguo de la región.

La edificación está construida íntegramente de piedra y se utilizaron materiales extraídos de edificaciones prehispánicas existentes en la zona. Como ocurre con los templos de mayor antigüedad en el Perú, su única torre es exenta; es decir, está separada de la nave. El templo de la Jalca Grande es muy antiguo y constituye uno de los pocos testimonios de la arquitectura de la época colonial conservados en la región Amazonas.

La Iglesia de La Jalca y su Torre Exenta en Chachapoyas son Patrimonio Cultural de la Nación.

En esa línea, el Ministerio de Cultura, se encuentra en pleno proceso de adjudicación para poder restaurarla.

¿Qué sucedió en la adjudicación para su reparación?

Mediante dos oficios, (n° 000019-2024-JUE008/MC de 10 de enero 2024) y (000123-2024-J-UE008/MC de 19 de febrero de 2024) enviados por la Unidad Ejecutora 008-Proyectos Especiales, al Órgano de Control Institucional (OCI), se dio información relacionada al estado situacional del proceso de selección para la Adjudicación Simplificada, para la ejecución de la obra de reparación de la edificación; “Adquisición de capacidad organizacional en la Torre Exenta de la Iglesia de la Jalca en Chachapoyas, con CUI n° 25450052”.

En dichas misivas, se verifica que se aprobó el expediente técnico con la partida 8.01, “Carta Fianza de Seriedad de Oferta en los Gastos Financieros del Análisis de Gastos Generales”.

Sin embargo, OCI pudo advertir que la mencionada partida no se encuentra contemplada en la Ley de Contrataciones del Estado vigente (Ley N° 30225), incrementando así el presupuesto del proyecto del expediente técnico, así como el valor referencial del proceso de selección.

Dicha situación podría generar pagos injustificados y gastos adicionales para la ejecución de la inversión.

En ese sentido, el Reglamento de la Ley de Contrataciones con el Estado, indica que el presupuesto de obra o de la consultoría de obra incluye todos los tributos, seguros, transporte, inspecciones, pruebas, seguridad en el trabajo y los costos laborales.

Hay que mencionar que el 11 de marzo de 2024, la OCI tomó conocimiento de una denuncia presentada por la empresa Consultores y Constructores M&M EIRL, donde señala que existen irregularidades en el proceso de selección de la adjudicación, porque el expediente técnico que forma parte de las bases incurrió en vicio, por existir incongruencias y por tanto, solicita su nulidad.

Es preciso mencionar que, mediante resolución del 15 de diciembre de 2023, se aprobó el Expediente Técnico de la “Identificación de Inversiones de Optimización, de Ampliación Marginal, de Rehabilitación y de Reposición” (IOARR) “Reparación de Edificación en la Torre Exenta de la Iglesia de La Jalca, con un presupuesto total de S/2’356,283.04, monto que se actualizó el 30 de septiembre de 2023 y con un plazo de ejecución de 180 días. En dicha resolución se especifica el costo del proyecto, cuyo precio de acuerdo al presupuesto de obra es de S/2’187,747.03 soles.

Según el expediente técnico el precio de presupuesto de la obra es de S/ 2’187,747.03 soles.

Asimismo, tras haber revisado el apartado “Gastos Generales” del expediente técnico que figura en SEACE, se identificó que el Análisis de Gastos Generales Variables tiene un costo total de S/301,450.90, pero luego se incorporó la partida 8.01 Carta Fianza de Seriedad de Oferta por un monto de S/1471.20 soles. El cual no tiene sustento y tampoco es requerido actualmente por la norma vigente.

Entre tanto, al descontar los S/1471.20 de la partida mencionada, se reduciría el monto total considerado para los Gastos Generales Variables, de S/301,450.90, a S/299,979.70, reduciendo esto a su vez, el monto de los Gastos Generales del Costo Directo de la Obra a S/327,214.61, afectando así directamente en el presupuesto total del proyecto, con una reducción de S/1,736.01. Esta situación modifica el costo total de la ejecución de la obra, así como su supervisión y el valor referencial del proceso de selección.

Cuadro comparativo entre presupuesto según expediente técnico aprobado y presupuesto con “reducción de partida”.

Otro actuar que llama la atención, es cómo la Oficina de Inversiones recomienda la conservación del acto administrativo, e indica que resultaría más gravoso si se anula el mismo; a pesar que la Oficina de Administración recomienda que se declare la nulidad de oficio del procedimiento de selección advirtiendo vicios que afectan la validez del valor del expediente técnico y concluye que el procedimiento debe retrotraerse hasta la etapa de convocatoria.

Comunicación entre oficinas intervinientes en el proceso de Selección. Allí la Oficina de Inversiones recomienda seguir con el procedimiento de selección.

Por otro lado, tras la consulta realizada a SEACE se verificó que se publicó la perdida automática de la Buena Pro al Consorcio G-Wagner, al haber identificado que el Especialista en Estructuras, no cumpliría con el perfil solicitado, según la documentación presentada en el proceso. Y también se verificó que el 12 de marzo de 2024 se adjudicó la Buena Pro al postor que ocupó el siguiente lugar en el orden de prelación.

Tras emitir su informe, OCI señala como consecuencia: que la situación antes descrita podría generar gastos adicionales en el desarrollo de la inversión y reitera que la situación adversa identificada en el presente informe se sustenta en la revisión y análisis de la documentación obtenida por la Comisión de Control, la cual ya se encuentra en el acervo documentario del Mincul.

Asimismo llega a la conclusión: que durante la ejecución del servicio de Orientación de Oficio efectuado al proceso de Adjudicación Simplificada AS-SM-11-2023.UE-008-PE-1 para la ejecución de la inversión “Reparación de edificación; adquisición de capacidad organizacional en el (la) Torre Exenta de la Iglesia de la Jalca distrito de La Jalca, provincia Chachapoyas, departamento Amazonas, (CIU n° 2545052), se halló una situación adversa que afectan o podrían afectar la continuidad del proceso, el resultado o logro de los objetivos referidos al objeto y la finalidad pública de la contratación de la obra.

Finalmente, OCI recomienda: hacer de conocimiento de la ministra de Cultura, Leslie Urteaga el presente informe de Orientación de Oficio, el cual contiene una situación adversa identificada relacionada al proceso de Adjudicación Simplificada, con la finalidad de que se adopten las acciones preventivas y correctivas que correspondan, en el marco de sus obligaciones en la gestión institucional.

El documento es firmado por el Auditor Evaluador Fernando Alonso Rojas Figueroa y la Jefa del Órgano de Control Institucional del Ministerio de Cultura, Gloria Marina Cárdenas Timoteo.

Contraloría en su informe remite conclusiones y recomendaciones a la ministra de Cultura, Leslie Urteaga.

Hay que mencionar que la Unidad Ejecutora 008: la encargada en este proceso de adjudicación y dicha unidad es actualmente liderada por Rossana Beatriz Acuña Delgado. Esta señora viene del régimen del golpista Pedro Castillo y se desempeñó como asesora II de la Secretaría General del Ministerio de Cultura y también se encuentra cuestionada por las deficiencias administrativas y operativas que actualmente sufre el inoperante Museo Nacional del Perú (MUNA).

La jefa de OCI, alertó a la ministra de Cultura Leslie Urteaga

El 18 de marzo del presente, la jefa de OCI Gloria Marina Cárdenas Timoteo le envió a la ministra de Cultura, Leslie Urteaga el Oficio N° 000127-2024-OCI/MC, para notificarle el Informe de Orientación de Oficio que realizo su equipo, para comunicarle sobre las situaciones adversas que afectan la continuidad del proceso en curso, con el fin de que el despacho ministerial adopte las acciones correctivas que le corresponde.

“Me dirijo a usted en el amor de la normativa de la referencia que regula el Servicio de Control Simultaneo y establece la comunicación al Titular de la entidad o responsable de la dependencia y de ser el caso a las instancias competentes, respecto de la existencia de situaciones adversas que afectan o podrían afectar la continuidad del proceso, el resultado o el logro de los objetos del proceso en curso, a fin de que se adopten oportunamente las acciones preventivas y correctivas que correspondan.”

Asimismo, Cárdenas Timoteo solicitó, que se responda a su despacho del Órgano de Control Institucional (OCI) en el plazo máximo de cinco días hábiles, desde la comunicación del informe enviado.

Oficio enviado por la jefa de OCI a la ministra de Cultura, con el fin que adopte acciones correctivas.

Una vez más, la Contraloría, a través del Órgano de Control Institucional del Ministerio de Cultura, realiza su trabajo y tras investigar otro caso de presunta corrupción, ha encontrado irregularidades en la adjudicación para la reparación de la Torre exenta de la Iglesia de la Jalca en Chachapoyas y reenvía su informe a la ministra Leslie Urteaga, para que ella tome cartas en el asunto; sin embargo, la titular de Cultura, al parecer se encuentra más ocupada en los medios para defender a la mandataria Dina Boluarte, aduciendo que le hacen un cargamontón únicamente por su condición de ser mujer.

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Coronel Víctor Revoredo abandona Trujillo y regresa a Lima por temas personales

El retorno del jefe del Área Contra la Criminalidad de Trujillo, coincide días después de que ‘Los Pulpos’ le pusieran “precio a su cabeza”, pero antes de irse aseveró que los delincuentes venezolanos serán enviados a Challapalca.

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El jefe contra la criminalidad de Trujillo, el coronel PNP Víctor Revoredo, tras haber permanecido más de un mes en esa ciudad, en donde se enfrentó contra la organización criminal ‘Los Pulpos’, confirmó que regresará a Lima,

Revoredo informó que su regreso a la capital responde a temas de índole personal y profesional.

“En lo que va del periodo de la evaluación (sobre la continuidad del estado de emergencia), yo tengo que ir a Lima por un tema de carácter personal y profesional. Pero durante mi presencia, creo que los resultados han sido positivos”, remarcó el coronel.

En ese sentido, confirmó que su labor en Trujillo culminó. Como se recuerda, esta ciudad fue declarada en estado de emergencia desde el 14 de febrero por un plazo de 60 días.

Tras confirmarse que Revolledo se despidió del equipo de Policías que lo acompañaron en su labor. La semana pasada, el oficial también confirmó que el líder de “Los Pulpos” Jhonsson Cruz Torres, ofreció dinero por “su cabeza”. Ante ello, el coronel, que le declaró la guerra al líder criminal, envió un mensaje:

“Jhonsson sabe lo que le ha ofrecido a sus criminales. Yo no tengo miedo, estoy saliendo a las calles, no me he detenido un solo día. Jhonsson, a ti te digo que vas a caer, tarde o temprano vas a caer”, manifestó.

Líder de “Los Pulpos” Jhonsson Cruz Torres.

Este retorno ocurre poco después que se revelara que su “cabeza está pedida” por la criminalidad.

“Sabemos que a través de su misma organización, que por la desesperación de Jhonsson, está ofreciendo a sus huestes cantidad de dinero para sacar de circulación al suscrito. Acá estamos. No tengo temor, pase lo que pase continuaremos luchando”, concluyó.

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Congresista Alfredo Pariona se encuentra internado en UCI en ‘coma etílico’

El congresista de Perú Libre durante su semana de representación en Huancavelica acudió a un concierto de la cantante Yarita Lizeth y tras haber ingerido alcohol y mostrar un avanzado estado de ebriedad fue ingresado de urgencia a un hospital de la zona y posteriormente trasladado a Lima.

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Tras conocerse que el congresista de Perú Libre Alfredo Pariona fue trasladado a Lima e internado de emergencia en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Edgardo Rebagliati (EsSalud), por haber sufrido una descompensación en Huancavelica durante la semana de representación, actualmente presenta un coma etílico, producto de haber ingerido alcohol y haber mezclado tragos durante un concierto de la cantante de música andina, Yarita Lizeth Yanarico. 

Según información, el congresista permanece en el hospital Rebagliati en UCI inconsciente, pero estable.

En un video de Huanca York Times, se aprecia a Pariona en estado avanzado de ebriedad apoyado en la barra donde se expenden bebidas alcohólicas, en el concierto de la cantante juliaqueña que dio en Huancavelica.

Congresista Alfredo Pariona en estado etílico en un concierto musical en Huancavelica.

El congresista se encontraba en aquella ciudad como parte de la semana de representación. El ingerir alcohol en exceso le habría provocado este cuadro de intoxicación etílica.

Congresista fue trasladado de emergencia al hospital Edgardo Rebagliati de EsSalud.

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Tras exigirle pago, la Municipalidad de Lima retrocede y se disculpa con el ‘Cristo Cholo’

Mario Valencia, quien personifica a Jesucristo desde hace 46 años, indicó que gestión de López Aliaga le exigía S/3 mil soles para que pueda realizar su recorrido; sin embargo, la MML ahora invita a la población a participar del tradicional recorrido.

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El Vía Crucis del ‘Cristo Cholo’ es una de las tradiciones más populares de la Semana Santa en Lima y ya tiene 46 años de vigencia, realizándose año tras año con la participación de Mario Valencia cargando una pesada cruz de 90 kilos hasta la cima del cerro San Cristóbal, siendo azotado en todo momento de su Vía Crucis por los soldados romanos.

Sin embargo, el lunes 25 de marzo el intérprete de la crucifixión de Cristo en Lima hizo público que el municipio de Rafael López Aliaga le pidió pagar S/81 soles por cada cuadra que recorra por las calles de Lima y del Rímac.

“Es un impuesto (…) Entonces son como 20 kilómetros qué tengo que recorrer, no me alcanza, le quieren cobrar S/3000 al Cristo Cholo, que está pobre y no tiene para ningún pan. Estoy como Tom Cruise, Misión Imposible”, mencionó Valencia.

MML tras pretender cobrar por el recorrido, se disculpó con el ‘Cristo Cholo’

La Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) tras lo sucedido, se disculpó públicamente con el actor Mario Valencia, conocido como el ‘Cristo Cholo’, argumentando que por un error cometido por una exfuncionaria se le impedía realizar su tradicional escenificación del Vía Crucis en el Cercado de Lima, durante Semana Santa.

En un comunicado, la entidad edil reconoció que se le exigió a Valencia pagar un impuesto.

«La Municipalidad de Lima se disculpa con el señor Mario Valencia, quien escenifica la Pasión de Cristo en el cerro San Cristóbal, por errores de una exfuncionaria que impedía este tradicional recorrido», se lee en el comunicado.

Comunicado de la MML que pide disculpas al ‘Cristo Cholo’.

Asimismo, la MML invitó a la población limeña a participar de esta actividad popular que contribuye a la devoción a la Pasión de Cristo.

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En el Congreso presentan proyecto de retiro del 100% de la CTS hasta el 2025

En vista que los trabajadores formales solo podían retirar sus fondos de CTS hasta diciembre del año pasado, un nuevo proyecto de ley en el Congreso propone disponer de hasta el 100% de la CTS.

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Mientras que se debatía el proyecto de ley para el retiro de las 4 UIT de las AFP y que ya fue aprobado a nivel comisión, este lunes 25 de marzo, otro grupo de congresistas ya sumaron hasta diez proyectos de ley para el retiro de la Compensación por Tiempo de Servicios (CTS), entre ellos, el congresista de Somos Perú, José Bernardo Pazo Nunura que también presentó un nuevo proyecto de ley que busca el retiro del 100% de la (CTS).

Actualmente, los trabajadores formales que gozan de los beneficios de estar incluidos en planilla, no pueden disponer de su CTS a pesar de que cuenten con saldos y/o montos en su cuenta, debido a que solo estuvo disponible su liberación hasta el 31 de diciembre de 2023, de acuerdo a la Ley N° 31480, emitida el 25 de mayo de 2022.

Según la propuesta de Pazo Nunura, se plantea que se permita el retiro del 100% de la CTS y que la liberación esté disponible hasta el 2025. Si bien todos los proyectos presentados con anterioridad por otros parlamentarios coinciden en que sea el 100% del monto, difieren en los plazos máximos. Unos lo consideran solo hasta el 2024 y otros hasta el 2026.

En el Congreso se presentaron diez proyectos a favor del retiro de la CTS

En el Parlamento Nacional se han presentado un total de 10 proyectos de ley a favor del retiro de la Compensación por Tiempo de Servicios (CTS).

Los tres primeros proyectos presentados en el 2023 ya forman parte de un predictamen de la Comisión de Trabajo y Seguridad Social en el Congreso que plantea que se pueda hacer el retiro hasta el 31 de diciembre de este año. Este predictamen aún está pendiente de aprobación.

Retiro CTS hasta el 31 de diciembre de 2025 – José Paso de Somos Perú (presentado el 21 de marzo de 2024)

Retiro CTS hasta el 31 de diciembre de 2026 – Segundo Quiroz de Perú Libre (presentado el 28 de febrero de 2024)

Retiro CTS hasta el 31 de diciembre de 2024 – Edgar Reymundo de Juntos por el Perú (presentado el 27 de febrero de 2024)

Retiro CTS hasta el 31 de diciembre de 2025 – Segundo Montalvo de Perú Libre (presentado el 21 de febrero de 2024 por)

Retiro CTS hasta el 31 de diciembre de 2024 – Raúl Doroteo de Acción Popular (presentado el 7 de febrero de 2024)

Retiro CTS hasta el 31 de diciembre de 2024 – Jorge Coayla de Perú Libre (presentado el 23 de noviembre de 2023)

Retiro AFP de 4 UIT y retiro CTS hasta el 31 de diciembre de 2025 – Luis Aragón de Acción Popular (presentado el 6 de octubre de 2023)

Retiro CTS hasta el 31 de diciembre de 2024 – Flavio Cruz de Perú Libre (presentado el 9 de junio de 2023)

Retiro CTS hasta el 31 de diciembre de 2024 – Alejandro Soto de Alianza Para el Progreso (presentado el 26 de mayo de 2023)

Retiro CTS hasta el 31 de diciembre de 2025 – Jorge Luis flores de Acción Popular (presentado el 16 de mayo del 2023)

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JNJ: Defensor del Pueblo suspende juramentación de Abraham Siles tras fallo para reponer a Inés Tello y Aldo Vásquez

La Comisión Especial informó: “La JNJ pone de conocimiento la resolución de la Corte Superior de Justicia, que declara fundada la medida cautelar que ordena la reposición inmediata de Aldo Vásquez e Inés Tello. En consecuencia, corresponde suspender la juramentación programada para el día de hoy”.

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El presidente de la Comisión Especial, y Defensor del Pueblo Josué Gutiérrez Cóndor, suspendió la ceremonia de juramentación de Abraham Siles como miembro suplente de la Junta Nacional de Justicia (JNJ), esto debido al fallo del Poder Judicial que ordena la reposición de los magistrados que fueron inhabilitados por el Congreso, Inés Tello y Aldo Vásquez en dicho colegiado.

A través del Comunicado n° 001-2024-CE-P emitido en su cuenta oficial de ‘X’, la Defensoría del Pueblo hizo pública la información, sobre la decisión tomada por la Comisión Especial de la JNJ.

“La Junta Nacional de Justicia pone de nuestro conocimiento la resolución emitida por la Primera Sala Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima, que declara fundada la medida cautelar de suspensión provisional de las resoluciones legislativas que dispusieron las inhabilitaciones y ordenaron la reposición inmediata de Aldo Alejandro Vásquez Ríos y Luz Inés Tello de Ñecco (…) En consecuencia, corresponde suspender la ceremonia de juramentación programada para el día de hoy”.

Comunicado n° 001-2024-CE-P de la Comisión Especial.

Abraham Siles es el único suplente que aceptó ser integrante de la Junta Nacional de Justicia

Tras las inhabilitaciones de Inés Tello y Aldo Vásquez por 10 años, la Junta Nacional de Justicia (JNJ) convocó a los suplentes, de acuerdo al orden de mérito, y al quedar los cargos vacantes, el presidente de colegiado Antonio de la Haza llamó a los accesitarios suplentes Abraham Siles Vallejos y Mónica Rosell Medina para que cubran dichos cargos como titulares.

Sin embargo, el único miembro suplente que aceptó ocupar una de las vacantes como titular, es Siles Vallejos, mientras que la suplente Mónica Rossel rechazó el puesto; aunque, seguirá siendo suplente.  

En esa línea, hace unos días el presidente de la JNJ Antonio de la Haza remitió al Defensor del Pueblo, Josué Gutiérrez el nombre de Siles Vallejo para ocupar dicha vacante; sin embargo, ante el fallo del Poder Judicial que emitió una medida cautelar para que los magistrados Tello y Vásquez sean repuestos, el presidente de la Comisión Especial, de la Defensoría del Pueblo, tuvo que suspender la juramentación de Siles Vallejo.

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Municipalidad de Lima le exige un pago al ‘Cristo Cholo’ para que realice su Vía Crucis por Semana Santa [VIDEO]

Mario Valencia, quien personifica a Jesucristo desde hace 46 años, indicó que gestión de López Aliaga le exige 3 mil soles para que pueda realizar su recorrido.

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Lo quieren ajustar al mismo estilo que los extorsionadores. Algo que ya es una tradición desde hace más de cuatro décadas es ver por las calles de Lima la impactante representación que hace Mario Valencia de Jesucristo durante la Semana Santa, cargando una pesada cruz de 90 kilos hasta la cima del cerro San Cristóbal, siendo azotado en todo momento de su Vía Crucis por los soldados romanos.

Ahora, otra ‘cruz’ se le ha presentado a nuestro querido ‘Cristo Cholo’, pues la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) le viene solicitando un pago para permitirle realizar su tradicional recorrido.

El intérprete de la crucifixión de Jesús en Lima ha hecho público que el municipio de Rafael López Aliaga le ha pedido pagar 81 soles por cada cuadra que recorra por las calles de Lima y del Rímac. Un monto que asegura no poder costear.

“Es un impuesto (…) Entonces son como 20 kilómetros qué tengo que recorrer, no me alcanza, le quieren cobrar S/3000 al Cristo Cholo, que está pobre y no tiene para ningún pan. Estoy como Tom Crousie, Misión Imposible”, mencionó Valencia para diario Ojo.

De acuerdo a lo detallado por el ‘Cristo Cholo’, anteriormente el municipio le cobraba una tarifa menor e incluso le había permitido realizar su recorrido tradicional sin costo alguno. A pesar de este cambio en las condiciones, Valencia ha señalado que intentará llevar a cabo su recorrido.

fuente: rpp.

Mario Valencia esperará hasta el último minuto que la MML le otorgue el permiso solicitado, sea con una reducción del impuesto solicitado o la exoneración de este. Por ello, evaluará hasta el último día los lugares que recorrerá realizando las escenas del vía crucis. Estos son los posibles lugares donde hará la escenificación.

En Jueves Santo, tiene planificado descender al río Rímac y, en caso de no ser posible, llevará a cabo la representación del bautismo de Jesús en el Paseo de Aguas, situado en el Rímac.

El Viernes Santo tiene previsto dirigirse al cerro San Cristóbal, cargando su cruz de 90 kilos. Si se enfrenta a la falta de un “permiso milagroso”, optará por dramatizar la crucifixión en la Alameda de los Descalzos, igualmente ubicada en el Rímac.

Entre romanos. Reconocido ‘Cristo Cholo’ comenta que ahora la MML le solicita el pago de un impuesto por hacer su recorrido. Foto: Andina.

Un día, mientras estaba sentado en la ribera del río Rímac, conviviendo con indigentes y comiendo de la basura, decidí hablarle a Dios y le dije: “Dios, si verdaderamente existes, sácame del infierno donde estoy y prometo que cargaré tu cruz hasta que tú me lo permitas”, señaló el ‘Cristo Cholo’.

Valencia encontró un cambio de vida gracias a la intervención de un hombre que él considera fue enviado por el Espíritu Santo, quien lo introdujo en una iglesia en el distrito de La Victoria. Allí, recibió apoyo de un sacerdote que le ofreció participar en un papel secundario en un nacimiento viviente durante Navidad.

Esa experiencia lo condujo a interpretar a Jesús en un Viernes Santo, oportunidad favorecida por su larga cabellera y barba densa. Desde ese momento, Valencia ha asumido la representación de la Pasión de Cristo, cargando una cruz de 90 kilos y siendo crucificado 46 veces sin interrupción, compromiso que planea mantener “hasta que las fuerzas ya no le den más”.

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Comisión de Economía aprobó nuevo retiro de los fondos de AFP de hasta 4UIT

El texto sustitutorio aprobado hoy en la Comisión de Economía del Congreso autoriza el retiro facultativo de los fondos de los afiliados en el Sistema Privado de Pensiones (AFP) hasta por un monto de S/20,600. Ahora faltaría la decisión del Pleno para promulgar la ley.

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La Comisión de Economía del Congreso aprobó, en sesión extraordinaria, el texto sustitutorio que autoriza a los afiliados el retiro de hasta 4 Unidades Impositivas Tributarias (UIT) equivalentes a S/20,600 soles, de las cuentas individuales de capitalización (CIC) previsionales administradas por las AFP.

Tras el debate respectivo, el dictamen se aprobó con 17 votos a favor y solo tres congresistas votaron en contra. Ellos son Alejandro Cavero, Jorge Montoya y Adriana Tudela. 

Texto sustitutorio que autoriza a los afiliados el retiro de hasta 4 UIT de las AFP.

Una novedad importante es que se ha eliminado el requisito de haber aportado durante los últimos seis meses, permitiendo a todos los afiliados retirar los fondos, sujetos a la aprobación plenaria.

Solo falta la decisión del Pleno del Congreso para promulgar la ley

La propuesta, que equivaldría a un retiro de S/20,600 soles, ahora solo deberá ser debatida y aprobada finalmente en el Pleno.

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