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Literatura

Entrevista a Eduardo Lizalde ganador del Premio de Poesía García Lorca

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EDUARDO LIZALDE GANÓ EL PREMIO DE POESÍA GARCÍA LORCA

Entrevista Luis Felipe Alpaca

El poeta mexicano Eduardo Lizalde ganó el Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca, según el jurado que ayer premió  a una de las voces más importantes de la Generación del 45. El premio, donde participaron 44 autores de 16 nacionalidades propuestos por 72 instituciones, surgió como uno de los premios mejor pagados,  50.000 euros (67.583 dólares) aunque el año pasado vio reducida su dotación a los 30.000 euros actuales (40.549 dólares).

Aquí una entrevista que realizamos en su visita a Lima.  En el hall de hotel Maury encontramos a un gentleman con pinta de cultor del boom latinoamericano. Hablamos de Eduardo Lizalde (1929), poeta y académico mexicano que se encuentra en nuestra patria después de treinta años.

Entre sus obras poéticas se encuentran. “El tigre en la casa” (1970), “Memoria del tigre” (1983), “Tigre, tigre” (1985), “Antología impersonal” (1986), “Otros tigres (1995), y “Autobiografía de un fracaso” (1981) en el género ensayístico.

Lizalde, más conocido como El Tigre, y hermano del recientemente fallecido y famoso actor de cine y telenovelas Enrique Lizalde, fue también un activista del comunismo en México y formó el grupo “poeticismo”, corriente literaria de la que posteriormente se arrepintió. Su poesía vitaliza la palabra del poeta a través de las experiencias crudas de la vida mediante sus metáforas anecdóticas alusivas al tigre como símbolo.

“El tigre es una figura fascinante desde los tiempos bíblicos hasta la etapa actual y no creo que haya un escritor que no haya mencionado nunca al tigre. El tigre es la imagen de la muerte, de la destrucción, y además, de la belleza; es solamente un instrumento metafórico”

Eduardo Lizalde es un tipo simpático, al que no le cuesta decir las cosas como realmente son.  Incluso afirma que pese a su larga y prolífica trayectoria se encuentra insatisfecho de su propia obra, y sobre la poesía afirma que “no sirve para nada”

–       La literatura latinoamericana ha sido muy intensa

Una generación de grandes escritores de México es la generación de Octavio Paz que nació en 1914, y sus contemporáneos en la narrativa son José Revueltas, ellos dos eran los más importantes, pero también hay muchos en esa generación. Julio Cortázar por ejemplo, nació en el mismo año que Octavio en 1914, y después aparecen los de Chile, y justo acaba de morir Gonzalo Rojas el mayor poeta chileno, y la generación de Neruda, y la de Vallejo en Perú es contemporánea de Octavio Paz, y a esa generación, pues todos ellos son poetas nacidos a principios de siglo, Vallejo, Neruda, y otros. Y luego está la generación de Jaime Zarin que murió también hace algunos años, y por supuesto todos los grandes literatos del periodo de Carlos Fuentes, y también esta Gabriel García Márquez que ha vivido mas en México que en Colombia y evidentemente es uno de los más serios dentro de los más importantes escritores; pero todos ellos mayores que Vargas llosa, incluso yo mismo. A Vargas Llosa lo conocí hace cuarenta años cuando publicó La ciudad y los perros, pues él es siete años menor que yo; como Carlos Fuentes que murió hace año y medio, y éramos exactamente de la misma generación. Y ahora actualmente también hay muchos jóvenes importantes.

–       ¿Es cierto que los Infrarrealistas marcaron una época en el quehacer poético de México?

No. Desde mi punto de vista no marcaron ninguna como poetas, aunque eran escritores disidentes, rebeldes, y graciosos también, pero no más, y menos en poesía. El único realmente importante de los infrarrealistas y que todo mundo lo sabe fue Roberto Bolaño y se hizo muy celebre pero murió muy joven, y también hay muchos otros; están también Fernando del Paso que es un poeta y novelista muy celebre “Noticias del imperio” es una de sus obras más extraordinarias, notable escritor, más joven incluso que Fuentes, por cinco o seis años, y muchos otros que desaparecieron también hace algún tiempo. Está Jorge Ibargüengoitia, está Galindo, Rosario Castellanos, así pues hay una enorme cantidad de escritores celebres en México, nacidos después de los años cuarenta.

–       ¿cuál fue el grupo que marcó una época dentro de la literatura mexicana?

Los contemporáneos; y Octavio Paz.

–       ¿Hablas en especial de los autores del siglo XX?

Del siglo XX sí. Pero los contemporáneos desde la primera mitad del siglo XX.

–       ¿Y el postmodernista López Velarde?

Pues él es el padre. López Velarde muere a los treinta y tres años en 1921, pero nace en el siglo anterior en 1889, y los contemporáneos lo conocen cuando él tenía veinte años y ya era toda una celebridad, mientras ellos tenían doce años, así como Alfonso Reyes también del 89 un gran escritor, ensayista y crítico de una obra enorme. Por ejemplo, la obra de Octavio Paz tiene veinte mil páginas, y hay que tomar en cuenta lo que es eso, era el poeta más importante, y ya era igual que Vargas Llosa, celebérrimo, y tenía una enorme celebridad cuando recibió el premio, ya bastante tarde en 1990, y murió ocho años después.

–       La aventura de los literatos en la política ¿es positiva o negativa?

Bueno, eso depende de quién. La de Octavio Paz fue muy importante, se convirtió en un gran crítico, una conciencia crítica, y de todos los partidos, no solo del partido oficial, y tiene obras importantísimas, “El ogro filantrópico” su libro más célebre, es una crítica de todas las dictaduras, la rusa, la china, la mexicana, toda. Y tenía toda la razón, era un profeta; Octavio Paz y su gente, su generación,  profetizaron la caída del muro Berlín, y que por cierto El ogro filantrópico está editado a tres o cuatro personas cercanas a Octavio Paz, y uno de los capítulos está dedicado a Vargas Llosa, otra sección: la crítica de la realidad mexicana está dedicada a mí, y a otro escritor importante en México Gabriel Zaid, poeta y excelente critico formidable. Nadie ha habido en tan poco tiempo nublado, es una profecía de lo que iba a ocurrir en Europa en los años ochenta; entonces pues hay que leer las cosas que verdaderamente marcaron una época, por eso digo que la obra de Octavio Paz es gigantesca, y los infrarrealistas no existen como obra poética, y como obra critica tampoco. Y la obra de los detectives salvajes de Bolaño, es muy reciente, y la obra de Fuentes es enorme.

–       La Feria Internacional del libro de Guadalajara está constituida como una de las más importantes en literatura, ¿pero esto se debe a políticas del Estado, o a grupos comerciales cerrados?

El premio de la Feria de Guadalajara se ha dado a muchísima gente y de todas las tendencias, igual que los premios nacionales, y no creo que tenga nada que ver con la política oficial. Es un negocio gigantesco, allí se contratan los derechos de autor, argentinos, franceses, árabes, rusos, chinos, que llegan a la FIL, por eso cada año se dedica a un país distinto.

–       Y hablando de la última FIL y sus premios ¿Cuál fue tu posición sobre el premio que le otorgó la Feria a Bryce Echenique?

Es un error del jurado. Conozco bien a Alfredo, es un loco bastante inteligente, además amigo y contemporáneo de Vargas Llosa que también reconoce su talento, es muy buen escritor, pero fue acusado de plagio, entonces hubo una falla del jurado que eligió, por eso no pudo recibir el premio en Guadalajara, pero no es insignificante como escritor y es más bien muy importante, y lo otro no tiene nada que ver; los defectos personales y los errores políticos de los escritores no los hacen malos autores. Salvador Díaz Mirón uno de los más grandes poetas del siglo XIX y XX, principios del XX, nuestro más grande poeta romántico y modernista fue partidario del presidente Victoriano Huertas, y en el libro de la revolución mexicana eso qué tiene que ver; el poeta López Velarde por ejemplo, fue enemigo de Emiliano Zapata, y qué, eso no hace a la obra menor. Martin Heidegger colaboró con el nazismo y con Hitler, y eso no lo hace un mal filósofo, fue uno de los pensadores más importantes de la historia, entonces las obras son superiores a las personas, ellas trascienden sobre sí mismos, aunque el asunto es muy difícil y misterioso también.

–       En ese sentido, la política siempre está ligada a la literatura

Siempre. Toda la vida. Incluso cuando no se hace política, se está haciendo política, por no hacerla, y precisamente la resistencia a no hacer literatura política se da en las dictaduras. El último premio Nobel chino Mo Yan que poca gente ha leído, dice: no me dedico a la política, yo soy un hombre apolítico y ajeno a ella, porque sabe que lo van a reprimir si se dedica a la política, que es como ha sucedido, los chinos con una dictadura falsamente socialista actualmente, es un socialismo capitalista, han llevado a la cárcel a todos los premios Nobel que han dado a China en la última época, y han tenido que exiliarse; nuestros exilios son tradicionales. Los más grandes escritores cubanos murieron en el exilio en la segunda mitad del siglo, Severo Sarduy por ejemplo, entre muchos otros.

–       Aquí en Perú se dice que si Vallejo hubiera nacido muchos años después, quizá le hubieran otorgado el premio Nobel.

Cesar Vallejo murió muy joven, pero no lo sabemos porque hay grandes escritores que no recibieron el Nobel, Borges el más grande ensayista, poeta, e inventor de toda una narrativa y hombre de genio, no recibió el Nobel. Neruda estuvo a punto de no recibirlo, James Joyce nunca lo recibió, y Tolstoi tampoco.

–       ¿Qué opinas de Cortázar como autor?

Un gran escritor. Nos conocimos muy bien, y murió relativamente joven, y también intimo de Octavio Paz, además lo entrevisté cuando estuvo en México por única vez, e intimo amigo de toda la gente del boom, fue un hombre de enorme talento narrativo, no solo por Rayuela que es su novela más célebre, sino también por sus cuentos. Todos ellos son exactamente los escritores que se comieron a los escritores franceses contemporáneos. Un novelista como Vargas Llosa no existe en Francia, desde luego.

–       Nos dijiste que ya estuviste por Lima alguna vez

Fue algo particular, yo iba de viaje a Buenos Aires en el año 81, y fue la única vez que pasé por Lima, y Lima en esa época estaba muy destruida, y ahora han remodelado mucho el centro, y sobre ese tema conocí a un autor del libro que se titula Lima la horrible.

–       Te refieres a Sebastián Salazar Bondy

Así es, y lo traté brevemente, porque efectivamente Lima era una ciudad muy destruida y ahora ha aparecido. Es como México, y como tantos países de Latinoamérica con inseguridad y destrucción de la parte histórica de la ciudad; la remodelación de ciudades tan grandes como la de México, y como Lima y otras, pues ha sido muy difícil, porque son las ciudades más antiguas de la historia de América latina, pues, Lima y México se fundan al mismo tiempo, y la independencia se declara también en los mismos años, por eso son los grandes centros virreinales y pre-hispánicos de América latina, como el imperio Incaico y el imperio Azteca, como el Maya y tantos otros.

–       ¿Qué te merecen los festivales de poesía?

La verdad, es muy fatigoso, y sirven a veces bastante poco. Se lee muchísimo y suele encontrar uno a mucha gente y sobre todo cuando somos viejos a gente que ha leído nuestros libros, y se invita a 60 poetas, y el público ajeno a la literatura y a la poesía que es el más difícil intrincado y abstracto de los géneros, pues escucha los eternos poemas que pueden leer, gustar, o no; yo leo poemas de 40 líneas en un recital, y he publicado siete mil versos, y veinticinco libros; pues es muy difícil, pero a veces en un encuentro literario, algunas cabezas son las que descubren a las personas que van a ser pertenecientes de alguna manera a un futuro destacado, me ha tocado en la juventud leer en Caracas junto a Pablo Neruda, y junto al argentino Ricardo Molinari, que murió casi a los cien años, y Neruda murió tres años después, pero allí alcanzó a oír mis poemas del Tigre en la casa, lo celebró, y lo mismo ocurrió con Octavio Paz y otros autores. Y en la literatura quiénes son los que reconocen a los grandes escritores; simplemente los otros grandes; y no es el pueblo ni los estudiantes; naturalmente son los críticos. La gran obra científica, musical, literaria, apunta a la cabeza, y son los creadores de la gran literatura, de la gran música, de la gran pintura los que dicen: éste es el bueno; y eso es inevitable. Y luego, a veces es difícil, porque a poetas o novelistas de enorme celebridad en una época, terminan por ser olvidados; Charles Baudelaire el padre de la poesía contemporánea, se murió bastante joven y a la mitad del siglo XIX, y del que vienen todos los grandes poetas de la etapa posterior en Francia y América latina, y murió prácticamente inédito, pero actualmente es el poeta más célebre del mundo, y los novelistas contemporáneos suyos, no los lee nadie. Los hermanos Goncourt por ejemplo, eran los famosos y millonarios escritores de su época.

–       Pero como legado, de allí nació en Francia este famoso premio Goncourt

Sí, pero las novelas de ellos no las lee nadie; en cambio las de Baudelaire están allí por millones de ejemplares en árabe, en chino, en ruso, en italiano, etc., y hemos escrito mucho sobre eso porque es muy injusto.

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Literatura

«Un cadáver sobre la ciudad», por Ricardo Piglia

Un texto del libro Formas breves, del escritor y crítico literario argentino.

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Una tarde Juan C. Martini Real me mostró una serie de fotos del velorio de Roberto Arlt. La más impresionante era una toma del féretro colgado en el aire con sogas y suspendido sobre la ciudad. Habían armado el ataúd en su pieza, pero tuvieron que sacarlo por la ventana con aparejos y poleas porque Arlt era demasiado grande para pasar por el pasillo.

Ese féretro suspendido sobre Buenos Aires es una buena imagen del lugar de Arlt en la literatura argentina. Murió a los cuarenta y dos años y siempre será joven y siempre estaremos sacando su cadáver por la ventana. El mayor riesgo que corre hoy su obra es el de la canonización. Hasta ahora su estilo lo ha salvado de ir a parar al museo: es difícil neutralizar esa escritura, se opone frontalmente a la norma de hipercorrección que define el estilo medio de nuestra literatura.

Hay un extraño desvío en el lenguaje de Arlt, una relación de distancia y de extrañeza con la lengua materna, que es siempre la marca de un gran escritor. En este sentido nadie es menos argentino que Arlt (nadie más contrario a la «tradición argentina»): el que escribe es un extranjero, un recién llegado que se orienta con dificultad en el vértigo de una ciudad desconocida. Paradójicamente, la realidad se ha ido acercando cada vez más a la visión «excéntrica» de Roberto Arlt. Su obra puede leerse como una profecía: más que reflejar la realidad, sus libros han terminado por cifrar su forma futura.

Los relatos de Arlt (y en especial los extraordinarios cuentos africanos, que son uno de los puntos más altos de nuestra literatura) confirman que Arlt buscó siempre la narración en las formas duras del melodrama y en los usos populares de la cultura (los libros de divulgación científica, los manuales de sexología, las interpretaciones esotéricas de la Biblia, los relatos de viajes a países exóticos, las viejas tradiciones narrativas orientales, los casos de la crónica policial). La fascinación del relato pasa por el cine de Hollywood y el periodismo sensacionalista. La cultura de masas se apropia de los acontecimientos y los somete a la lógica del estereotipo y del escándalo. Arlt convierte ese espectáculo en la materia de sus textos. Sus relatos captan el núcleo paranoico del mundo moderno: el impacto de las ficciones públicas, la manipulación de la creencia, la invención de los hechos, la fragmentación del sentido, la lógica del complot.

Arlt es el más contemporáneo de nuestros escritores. Su cadáver sigue sobre la ciudad. La poleas y las cuerdas que lo sostienen forman parte de las máquinas y de las extrañas invenciones que mueven su ficción hacia el porvenir.

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Literatura

«La abeja haragana» de Horacio Quiroga

Un cuento del escritor uruguayo publicado en su libro «Cuentos de la selva».

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Había una vez en una colmena una abeja que no quería trabajar, es decir, recorría los árboles uno por uno para tomar el jugo de las flores; pero en vez de conservarlo para convertirlo en miel, se lo tomaba del todo.

Era, pues, una abeja haragana. Todas las mañanas apenas el sol calentaba el aire, la abejita se asomaba a la puerta de la colmena, veía que hacía buen tiempo, se peinaba con las patas, como hacen las moscas, y echaba entonces a volar, muy contenta del lindo día. Zumbaba muerta de gusto de flor en flor, entraba en la colmena, volvía a salir, y así se lo pasaba todo el día mientras las otras abejas se mataban trabajando para llenar la colmena de miel, porque la miel es el alimento de las abejas recién nacidas.

Como las abejas son muy serias, comenzaron a disgustarse con el proceder de la hermana haragana. En la puerta de las colmenas hay siempre unas cuantas abejas que están de guardia para cuidar que no entren bichos en la colmena. Estas abejas suelen ser muy viejas, con gran experiencia de la vida y tienen el lomo pelado porque han perdido todos los pelos al rozar contra la puerta de la colmena.

Un día, pues, detuvieron a la abeja haragana cuando iba a entrar, diciéndole:

—Compañera: es necesario que trabajes, porque todas las abejas debemos trabajar.

La abejita contestó:

—Yo ando todo el día volando, y me canso mucho.

—No es cuestión de que te canses mucho —respondieron—, sino de que trabajes un poco. Es la primera advertencia que te hacemos.

Y diciendo así la dejaron pasar.

Pero la abeja haragana no se corregía. De modo que a la tarde siguiente las abejas que estaban de guardia le dijeron:

—Hay que trabajar, hermana.

Y ella respondió en seguida:

—¡Uno de estos días lo voy a hacer!

—No es cuestión de que lo hagas uno de estos días —le respondieron—, sino mañana mismo. Acuérdate de esto. Y la dejaron pasar.

Al anochecer siguiente se repitió la misma cosa. Antes de que le dijeran nada, la abejita exclamó:

—¡Si, sí, hermanas! ¡Ya me acuerdo de lo que he prometido!

—No es cuestión de que te acuerdes de lo prometido —le respondieron—, sino de que trabajes. Hoy es diecinueve de abril. Pues bien: trata de que mañana veinte, hayas traído una gota siquiera de miel. Y ahora, pasa.

Y diciendo esto, se apartaron para dejarla entrar.

Pero el veinte de abril pasó en vano como todos los demás. Con la diferencia de que al caer el sol el tiempo se descompuso y comenzó a soplar un viento frío.

La abejita haragana voló apresurada hacia su colmena, pensando en lo calentito que estaría allá adentro. Pero cuando quiso entrar, las abejas que estaban de guardia se lo impidieron.

—¡No se entra! —le dijeron fríamente.

—¡Yo quiero entrar! —clamó la abejita—. Esta es mi colmena.

—Esta es la colmena de unas pobres abejas trabajadoras le contestaron las otras—. No hay entrada para las haraganas.

—¡Mañana sin falta voy a trabajar! —insistió la abejita.

—No hay mañana para las que no trabajan— respondieron las abejas, que saben mucha filosofía.

Y diciendo esto la empujaron afuera.

La abejita, sin saber qué hacer, voló un rato aún; pero ya la noche caía y se veía apenas. Quiso cogerse de una hoja, y cayó al suelo. Tenía el cuerpo entumecido por el aire frío, y no podía volar más.

Arrastrándose entonces por el suelo, trepando y bajando de los palitos y piedritas, que le parecían montañas, llegó a la puerta de la colmena, al tiempo que comenzaban a caer frías gotas de lluvia.

—¡Ay, mi Dios! —clamó la desamparada—. Va a llover, y me voy a morir de frío. Y tentó entrar en la colmena.

Pero de nuevo le cerraron el paso.

—¡Perdón! —gimió la abeja—. ¡Déjenme entrar!

—Ya es tarde —le respondieron.

—¡Por favor, hermanas! ¡Tengo sueño!

—Es más tarde aún.

—¡Compañeras, por piedad! ¡Tengo frío!

—Imposible.

—¡Por última vez! ¡Me voy a morir! Entonces le dijeron:

—No, no morirás. Aprenderás en una sola noche lo que es el descanso ganado con el trabajo. Vete.

Y la echaron.

Entonces, temblando de frío, con las alas mojadas y tropezando, la abeja se arrastró, se arrastró hasta que de pronto rodó por un agujero; cayó rodando, mejor dicho, al fondo de una caverna.

Creyó que no iba a concluir nunca de bajar. Al fin llegó al fondo, y se halló bruscamente ante una víbora, una culebra verde de lomo color ladrillo, que la miraba enroscada y presta a lanzarse sobre ella.

En verdad, aquella caverna era el hueco de un árbol que habían trasplantado hacía tiempo, y que la culebra había elegido de guarida.

Las culebras comen abejas, que les gustan mucho. Por eso la abejita, al encontrarse ante su enemiga, murmuró cerrando los ojos:

—¡Adiós mi vida! Esta es la última hora que yo veo la luz.

Pero con gran sorpresa suya, la culebra no solamente no la devoró, sino que le dijo: —¿qué tal, abejita? No has de ser muy trabajadora para estar aquí a estas horas.

—Es cierto —murmuró la abeja—. No trabajo, y yo tengo la culpa.

—Siendo así —agregó la culebra, burlona—, voy a quitar del mundo a un mal bicho como tú. Te voy a comer, abeja.

La abeja, temblando, exclamo entonces: —¡No es justo eso, no es justo! No es justo que usted me coma porque es más fuerte que yo. Los hombres saben lo que es justicia.

—¡Ah, ah! —exclamó la culebra, enroscándose ligero —. ¿Tú crees que los hombres que les quitan la miel a ustedes son más justos, grandísima tonta?

—No, no es por eso por lo que nos quitan la miel —respondió la abeja.

—¿Y por qué, entonces?

—Porque son más inteligentes.

Así dijo la abejita. Pero la culebra se echó a reír, exclamando:

—¡Bueno! Con justicia o sin ella, te voy a comer, apróntate.

Y se echó atrás, para lanzarse sobre la abeja. Pero ésta exclamó:

—Usted hace eso porque es menos inteligente que yo.

—¿Yo menos inteligente que tú, mocosa? —se rió la culebra.

—Así es —afirmó la abeja.

—Pues bien —dijo la culebra—, vamos a verlo. Vamos a hacer dos pruebas. La que haga la prueba más rara, ésa gana. Si gano yo, te como.

—¿Y si gano yo? —preguntó la abejita.

—Si ganas tú —repuso su enemiga—, tienes el derecho de pasar la noche aquí, hasta que sea de día. ¿Te conviene?

—Aceptado —contestó la abeja.

La culebra se echó a reír de nuevo, porque se le había ocurrido una cosa que jamás podría hacer una abeja. Y he aquí lo que hizo:

Salió un instante afuera, tan velozmente que la abeja no tuvo tiempo de nada. Y volvió trayendo una cápsula de semillas de eucalipto, de un eucalipto que estaba al lado de la colmena y que le daba sombra.

Los muchachos hacen bailar como trompos esas cápsulas, y les llaman trompitos de eucalipto.

—Esto es lo que voy a hacer —dijo la culebra—. ¡Fíjate bien, atención!

Y arrollando vivamente la cola alrededor del trompito como un piolín la desenvolvió a toda velocidad, con tanta rapidez que el trompito quedó bailando y zumbando como un loco.

La culebra se reía, y con mucha razón, porque jamás una abeja ha hecho ni podrá hacer bailar a un trompito. Pero cuando el trompito, que se había quedado dormido zumbando, como les pasa a los trompos de naranjo, cayó por fin al suelo, la abeja dijo:

—Esa prueba es muy linda, y yo nunca podré hacer eso.

—Entonces, te como —exclamó la culebra.

—¡Un momento! Yo no puedo hacer eso: pero hago una cosa que nadie hace.

—¿Qué es eso?

—Desaparecer.

—¿Cómo? —exclamó la culebra, dando un salto de sorpresa—. ¿Desaparecer sin salir de aquí?

—Sin salir de aquí.

—¿Y sin esconderte en la tierra?

—Sin esconderme en la tierra.

—Pues bien, ¡hazlo! Y si no lo haces, te como en seguida — dijo la culebra.

El caso es que mientras el trompito bailaba, la abeja había tenido tiempo de examinar la caverna y había visto una plantita que crecía allí. Era un arbustillo, casi un yuyito, con grandes hojas del tamaño de una moneda de dos centavos.

La abeja se arrimó a la plantita, teniendo cuidado de no tocarla, y dijo así:

—Ahora me toca a mí, señora culebra. Me va a hacer el favor de darse vuelta, y contar hasta tres. Cuando diga «tres», búsqueme por todas partes, ¡ya no estaré más!

Y así pasó, en efecto. La culebra dijo rápidamente:» uno…, dos…, tres», y se volvió y abrió la boca cuan grande era, de sorpresa: allí no había nadie. Miró arriba, abajo, a todos lados, recorrió los rincones, la plantita, tanteó todo con la lengua. Inútil: la abeja había desaparecido.

La culebra comprendió entonces que, si su prueba del trompito era muy buena, la prueba de la abeja era simplemente extraordinaria. ¿Qué se había hecho?, ¿dónde estaba?

No había modo de hallarla.

—¡Bueno! —exclamó por fin—. Me doy por vencida. ¿Dónde estás?

Una voz que apenas se oía —la voz de la abejita— salió del medio de la cueva.

—¿No me vas a hacer nada? —dijo la voz—. ¿Puedo contar con tu juramento?

—Sí —respondió la culebra—. Te lo juro. ¿Dónde estás?

—Aquí —respondió la abejita, apareciendo súbitamente de entre una hoja cerrada de la plantita.

¿Qué había pasado? Una cosa muy sencilla: la plantita en cuestión era una sensitiva, muy común también aquí en Buenos Aires, y que tiene la particularidad de que sus hojas se cierran al menor contacto. Solamente que esta aventura pasaba en Misiones, donde la vegetación es muy rica, y por lo tanto muy grandes las hojas de las sensitivas. De aquí que, al contacto de la abeja, las hojas se cerraran, ocultando completamente al insecto.

La inteligencia de la culebra no había alcanzado nunca a darse cuenta de este fenómeno; pero la abeja lo había observado, y se aprovechaba de él para salvar su vida.

La culebra no dijo nada, pero quedó muy irritada con su derrota, tanto que la abeja pasó toda la noche recordando a su enemiga la promesa que había hecho de respetarla.

Fue una noche larga, interminable, que las dos pasaron arrimadas contra la pared más alta de la caverna, porque la tormenta se había desencadenado, y el agua entraba como un río adentro.

Hacía mucho frío, además, y adentro reinaba la oscuridad más completa. De cuando en cuando la culebra sentía impulsos de lanzarse sobre la abeja, y ésta creía entonces llegado el término de su vida.

Nunca, jamás, creyó la abejita que una noche podría ser tan fría, tan larga, tan horrible. Recordaba su vida anterior, durmiendo noche tras noche en la colmena, bien calentita, y lloraba entonces en silencio.

Cuando llegó el día, y salió el sol, porque el tiempo se había compuesto, la abejita voló y lloró otra vez en silencio ante la puerta de la colmena hecha por el esfuerzo de la familia. Las abejas de guardia la dejaron pasar sin decirle nada, porque comprendieron que la que volvía no era la paseandera haragana, sino una abeja que había hecho en sólo una noche un duro aprendizaje de la vida.

Así fue, en efecto. En adelante, ninguna como ella recogió tanto polen ni fabricó tanta miel. Y cuando el otoño llegó, y llegó también el término de sus días, tuvo aún tiempo de dar una última lección antes de morir a las jóvenes abejas que la rodeaban:

—No es nuestra inteligencia, sino nuestro trabajo quien nos hace tan fuertes. Yo usé una sola vez de mi inteligencia, y fue para salvar mi vida. No habría necesitado de ese esfuerzo, sí hubiera trabajado como todas. Me he cansado tanto volando de aquí para allá, como trabajando. Lo que me faltaba era la noción del deber, que adquirí aquella noche. Trabajen, compañeras, pensando que el fin a que tienden nuestros esfuerzos —la felicidad de todos— es muy superior a la fatiga de cada uno. A esto los hombres llaman ideal, y tienen razón. No hay otra filosofía en la vida de un hombre y de una abeja.

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Literatura

El viaje en el tiempo

Cuento infantil

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Por Alexander Derek Benites Negrete

Diario 1:

14/10/2058

¡Por fin! Después de años de investigación lo hemos logrado. ¡Creamos la máquina del tiempo! Nos hemos unido las mentes maestras del mundo Matías, Cristel y quien escribe esto, Alexander. Unos villanos, Pepe y Guillermo, también lo lograron, pero ellos han alterado el pasado. Tenemos tiempo limitado para arreglarlo o se alterará el presente. Todo esto estará en 3 diarios: el número uno está a mi cargo, el dos a cargo de Cristel y el tercero a cargo de Matías.

(Viajan en el tiempo)

16/09/1070

Primera parada, estamos aproximadamente por el año 1100 d.c. con los hermanos Ayar; en esta línea temporal, han alterado el canon al convencer a Ayar Manco, Ayar Uchu y Ayar Auca de no encerrar a Ayar Cachi; pero como no sabemos quechua no nos podemos comunicar con ellos.

17/09/1070

Nos quedamos el primer día practicando en duolingo, así que hoy Matías irá a convencerlos de encerrarlo, ya que es peligroso, mientras Cristel y yo nos quedamos protegiendo nuestra pequeña cabaña de madera, que se encuentra en un lugar montañoso, rocoso y con mucho sol, además de que tiene mucha vegetación.

(30 minutos después)

¡Matías ya volvió! Logró convencerlos, ya salvamos una de las líneas temporales, pero Pepe y Guillermo han alterado más……

Diario 2

11/08/1482

¡Hola!, este es el diario dos, soy Cristel y estoy a cargo de este diario, ahora hemos viajado a la época dorada del imperio incaico. En esta línea temporal han destruido los tambos, los cuales tenían muchas reservas de comida y, para rematar, también destruyeron los andenes y las qochas, dejando este imperio en cenizas. Ahora todo se ve gris, el suelo ya no es fértil, etc. Para ayudarlos iremos todos a apoyarlo a reconstruir; si lo hacemos bien, arreglaremos todo en menos de un año, tendremos que viajar por el Antisuyo, Collasuyo, Contisuyo y Chinchaysuyo.

(9 Meses y medio después)

¡Ya acabamos! Fue más fácil al ya saber quechua. Para no alterar el futuro, les dijimos que no nos den reconocimiento alguno; la misión fue un éxito y una delicia, ya que durante nuestra estancia comimos muchos alimentos, algunos de esos alimentos son la papa, el camote, la yuca, el chuño, el maíz, el cuy, la quinua, el pescado, la lúcuma, etc. Ahora sólo nos quedan dos líneas temporales más por salvar.

10/10/1524

En esta línea temporal, el trio de la conquista, conformado por Francisco Pizarro, Diego de Almagro y Hernando de Luque, fue convencido de no zarpar por ser muy peligroso. El plan será que Alexander los haga cambiar de opinión, ya que en la vida los riesgos son necesarios.

(30 Minutos después)

¡Funcionó!, Alexander ya volvió y logró convencerlos de partir, la misión fue un éxito. Vamos por la última línea temporal.

08/04/1533

Ya llegamos a la última línea temporal. Estamos en la batalla de los españoles contra los incas, pero antes de que pudiéramos reaccionar encontramos a Pepe. Con un ataque sorpresa, lo lograríamos atrapar. Él me comentó que por más que nos esforcemos no lograríamos cambiar nada porque tenían planes para neutralizar tres de las principales causas de la caída del Tahuantinsuyo, así que tuvimos una reunión de emergencia. Matías comentó que deberíamos dividirnos y lograr que no se ejecutaran los planes. Alexander y yo asentimos con la cabeza. Justo antes de que nos fuéramos comenté: “¡Esperen!, mejor dejemos a Pepe con un aldeano para evitar que escape”.

“Cierto”, dijo Alexander. Así fuimos rápido a dejarlo; luego, nos dividimos de esta manera: Matías se encargará de efectuar la captura de Atahualpa, yo de hacer que los pueblos se unan al imperio español y Alexander de evitar que el chasqui le lleve la información de la cura de las enfermedades al Amauta. El primero en completar su misión fue Matías, ya que le comentó a Francisco Pizarro el plan principal y los planes alternativos de tal forma que ganó mucha confianza y aceptó.

Yo fui la segunda, porque les hice acordar a los pueblos todo lo que sufrieron cuando los conquistaron, y todos nos reunimos para la misión de Alexander, ya que no teníamos forma de saber dónde se encontraba el chasqui o la casa del Amauta. Al final, llegamos después del Amauta y cuando creímos que habíamos fallado, nos dimos cuenta que a Guillermo se le había olvidado traducir todo al idioma quechua, entonces rápidamente nos llevamos las hojas y las rompimos. Misión Completada, además las consecuencias de la caída de este imperio fueron la expansión del castellano y la religión católica, también hay cambios en la gastronomía y finalmente la pérdida de oro y plata.

Diario 3:

¡Hi!, el que escribe esto es Matías, el cual está a cargo de este diario. Por fin volvimos a nuestro presente, sólo que nueve meses, dos semanas y tres días después, que es el tiempo que estuvimos en las líneas temporales. Nuestro presente está un poco cambiado, ya que nos demoramos mucho, ahora sólo toca esperar que todo vuelva a la normalidad. Alexander preguntó mientras tanto: “¿Por qué no vemos cómo cambió nuestro presente?”.

“Claro”, respondí. Así que fuimos a ver como cambió, primero observamos que al no zarpar los tres socios de la conquista, no trajeron alimentos esenciales como la lechuga, la uva, la lima (limón), el arroz, el trigo, el ajo, la cebolla, la carne de pollo y de vaca; luego, observamos que si el imperio incaico hubiera caído antes de la conquista por parte de los españoles, no llegarían a conquistar tanto, por lo cual no se juntarían con tantos pueblos, por lo que no tendríamos tan buena gastronomía, ya que este fue de los primeros sincretismos culturales del Perú. Cuando terminamos la caminata, Alexander dijo: “Bueno, finalmente lo logramos sólo queda esperar”.

“Sí”, dijimos Cristel y yo; de repente, Cristel dijo: “¡Esperen!, ¿Qué nos asegura que Guillermo no haya llevado cosas del presente para salvar a Pepe?” Hubo un silencio por unos dos segundos, hasta que comenté: “si ya lo han hecho tenemos que estar preparados, usaremos las botas voladoras y un gancho triple para cada uno, esto todavía no se ha acabado…” (CONTINUARÁ)

(*) Es el autor, nacido el 20 de abril del 2014. No envió su cuento inédito hasta el día de hoy, y espera que sea del agrado de todos.

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Literatura

Comenzó la Ruta Lectora en SJL: Biblioteca sobre ruedas de la «Ruriteca Móvil»

Nuevo espacio literario en SJL

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Con el objetivo de democratizar el acceso al libro y la lectura a la comunidad , la Municipalidad de San Juan de Lurigancho, a través de la Biblioteca Municipal Ciro Alegría inicia el recorrido de su servicio de extensión de biblioteca rodante.

RURITECA MÓVIL recorrerá  parques, colegios, losas, barrios llevando lectura, talleres, juegos, para miles de escolares y familias, complementando los servicios culturales que habitualmente ofrece la biblioteca municipal ahora en todas partes del distrito.

La RURITECA MÓVIL, es una iniciativa del Alcalde Jesús Maldonado que surge como una respuesta a la necesidad de fomentar la lectura y la educación en zonas donde hay dificultad a acceso a servicios culturales.

Conoce la ruta lectora de la RURITECA MÓVIL:

📚Viernes 29 noviembre

I.E. Antenor Orrego (Zárate)

8:00 am – 5:00 pm

📚Lunes 02 diciembre

I.E. Micaela Bastidas (Motupe)

9:00 am – 4:00 pm

📚Miércoles 04 diciembre

I.E. Antonia Moreno de Cáceres (Mariscal Cáceres)

9:00 am a 4:00 pm

📚Viernes 6 de diciembre

I.E. 052 José Carlos Mariátegui

(Av. Ampliación Oeste s/n)

10:00 am a 1:00 pm

Turno Mañana primaria

📚Miércoles 11 diciembre

I.E. Gotitas de Amor

(Av. Héroes del Cenepa)

9:00 am – 4:00 pm

📚Jueves 12 diciembre

I.E. San José Obrero

(Mariscal Cáceres)

9:00 am – 4:00 pm

📚Domingo 15 de diciembre

Festival de Mangomarca

Parque Cívico Mangomarca

8:00 am a 9:00 pm

📚Martes 17 de diciembre

I.E. 128 La Libertad

(Urb. Inca Manco Capac)

2:00 pm a 5:00 pm

Turno tarde secundaria

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Literatura

Padre e Hija Escritores Peruanos Reciben Distinciones Internacionales

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En un emotivo evento celebrado en el Hotel Crowne Plaza de Miraflores, el periodista y escritor peruano Richard Morris Riofrio fue reconocido con dos distinciones internacionales por su novela histórica de ficción, “Rosalba de Altagracia”. La Lic. Issa Arguetas tuvo el honor de entregar estos prestigiosos reconocimientos, uno otorgado por la Real Academia de Arte y Literatura, Filial de los Estados Unidos de América, y el otro por el Consejo Mundial de la Paz, en el marco de su participación en el 1er Congreso Mundial de la Paz y las Artes celebrado en Michoacán, México, en 2024.

Richard Morris, quien también es Mensajero para la Paz de la ONU, se encuentra en el proceso de lanzamiento de su nueva novela de autoficción, “La Noticia Inversa”, un proyecto que promete generar un gran impacto en la comunidad literaria. Su compromiso con la paz y la promoción del arte continúa marcando su carrera como escritor.

Por su parte, su hija, Kiara Morris Rodríguez, a sus 13 años, ya es una figura destacada en el ámbito literario. Actualmente, es embajadora cultural del Bicentenario y recibió la Distinción Internacional Infantil Líder de Paz en Ecuador, otorgada por su contribución a la paz y la cultura. Su obra “Érase una vez en Moore” ha sido adaptada al teatro, lo que subraya su talento y su capacidad para conectar con diferentes públicos a través de las artes.

Ambos escritores representan un claro ejemplo del potencial creativo peruano, mostrando que la literatura puede ser un vehículo poderoso para la paz y la cultura. Richard y Kiara se han comprometido a seguir promoviendo el arte y la literatura, con la esperanza de inspirar a las futuras generaciones.

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Literatura

Hijo de Mario Vargas Llosa afirma que su padre está bien de salud

Tras la cancelación del viaje de MVLL a Madrid para recibir un homenaje, y luego de filtrarse información que indicaba que su estado de salud se encuentra en un nivel muy delicado, su hijo Álvaro ha salido a responder que el Nobel ha tenido que reducir sus actividades debido a su avanzada edad.

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El escritor Mario Vargas Llosa no asistió a la gala de la ‘Catedra Vargas Llosa’ en San Lorenzo de El Escorial en Madrid, en la cual iba a ser homenajeado y se quedó en Lima tras cancelar su viaje. En tanto, en su representación asistió su hijo Álvaro Vargas Llosa, quien aprovechó para afirmar que su padre, se encuentra bien. A pesar que su familia desde hace algunos meses se ha resistido a comentar sobre su real estado de salud.   

«Mi padre tiene casi 89 años, está en el umbral de los 90 años, es una edad a la que uno tiene que reducir un poco la intensidad de sus actividades y él lo ha hecho», afirmó el hijo del Nobel de Literatura en un acto público.

El escritor MVLL ingresó a la Academia de la Lengua Francesa.

Álvaro, además mencionó que la familia está “muy unida” y que su madre Patricia, “está muy pendiente de su padre”, y que “probablemente estará en Perú hasta fin de año” y que no puede dar una fecha exacta para su próximo viaje.

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Literatura

Han Kang se convierte en la primera escritora surcoreana en ganar el Premio Nobel de Literatura

Escritora se impuso a autores como Can Xue, Haruki Murakami o Anne Carson, quienes se encontraban entre los más voceados.

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Contra todo pronóstico, la Academia Sueca decidió otorgarle el Premio Nobel de Literatura a la escritora surcoreana Han Kang, quien fue galardonada “por su intensa prosa poética, que saca a la luz traumas históricos y expone la fragilidad de la vida humana”, según declaró el secretario permanente de la Academia, Mats Malm.

Para los miembros del jurado, la autora ilumina la “conexión entre el cuerpo y el alma, los vivos y los muertos”, y su “estilo experimental” supone una innovación en la prosa contemporánea.

La escritora de 53 años es hija del también escritor Han Seung –won. Nació en Gwangju en 1970, pero creció en Seúl desde los once años. Estudió Literatura Coreana en la Universidad Yonsej de Seúl y se licenció en 1993. Debutó con poemas que aparecieron en la revista Literatura y Sociedad, pero se dio a conocer como prosista.

En 1994, ganó el premio literario del periódico Seoul Shinmun. Posteriormente, publicó varios volúmenes de relatos. En 1999, ganó el premio a la mejor novela coreana. En 2000, el «Premio para Jóvenes Artistas de Hoy», del ministerio de Cultura y Turismo. Y, por último, en 2005, el premio de Literatura Yi-Sang.

La reciente galardonada con el Nobel de Literatura ha trabajado como periodista para las revistas Water of the Deep SpringJournal of Publications y Spring. Su primera novela, La vegetariana (2007), fue llevada al cine en 2010 y recibió el prestigioso premio Booker Internacional en 2016. Está traducida al castellano, al igual que otra novela suya, La clase de griego. En la actualidad, Han enseña escritura creativa en el Instituto de las Artes de Seúl.

Foto: difusión.

Un galardón inesperado

Como todos los años, las especulaciones sobre los posibles galardonados no se hicieron esperar. El chino Can Xue, la canadiense Anne Carson, el escritor indio-británico Salman Rushdie y el japonés Haruki Murakami eran considerados candidatos prometedores. Algunos se consideran ya eternos favoritos y, una vez más, se han ido con las manos vacías.

Después del Nobel de la Paz, el de Literatura es el más reconocido. Los galardonados y sus editores también se benefician de ello gracias al aumento de la demanda de libros.

Según contó Mats Malm, secretario permanente de la Academia Sueca, cuando llamó a la autora para comunicarle la buena noticia, Han Kang estaba almorzando con su hijo. La escritora ha prometido acudir a Estocolmo para la ceremonia de entrega del galardón, el 10 de diciembre.

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Literatura

Jack Martínez, de mototaxista en SJL a ser catedrático de Literatura en Nueva York

Escritor peruano es en la actualidad profesor de Literatura Latinoamericana en la Universidad de Hamilton.

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Sus primeros diez años los pasó en las alturas de La Oroya (Pasco), entre recios obreros de la mina como su padre, bares de mala muerte donde no era extraño ver a uno que otro borrachín, olor a azufre y tierra recién escarbada. La madre de Jack Martínez siempre quiso una mejor vida para su menor hijo; es así que no lo pensó dos veces cuando la empresa donde laboraba su esposo le ofreció vivir en la capital.

Fue así que el pequeño Jack, ya de 11 años, y su madre llegaron al convulso y desordenado distrito de San Juan de Lurigancho (SJL).

“La primera vez que llegué nos bajamos en lo que era el último paradero de ese arenal, que hoy es la estación Santa Rosa. No recuerdo una noche tan oscura. Sin luz eléctrica, eran chozas y había que tantear con los pies para avanzar y así fue que llegamos. Al día siguiente, al despertar, lo primero que sentí fue el sol terrible sobre la arena (era verano). Fue un choque fuerte. No solo en lo material, sino también en lo cultural”, recuerda Jack.

De esta etapa rescata que pudo conocer un micropaís ahí y crecer con ellos positivamente; “había gente que venía del norte, del sur, de la selva. Gente que se veía diferente a mí y yo diferente a ellos. Crecí junto con el distrito. Recuerdo la primera vez que pusieron el agua y desagüe, fue una fiesta para todos”, relata el escritor para la agencia Andina. Hasta los 16 años, Jack fue parte de la educación estatal, y aunque su vocación y talento no afloraron de inmediato, fue la tradición oral la que lo hizo acercarse a este mundo.

Soñaba con ser periodista deportivo y Ovación era su dial favorito. La academia preuniversitaria era el paso obligado si quería estudiar Comunicación Social en la Universidad San Marcos.

Sin embargo, tuvo un extraordinario profesor que les narraba con gran habilidad diversos contenidos y que una vez delante del jovencísisimo Jack recibió su paga en efectivo.

“Dije , ¡wao! yo quiero que me paguen así… quiero ser profesor. Y comencé a leer. Así postulé a Literatura e ingresé… mis compañeros venían de distintas realidades. Fue impactante ver a compañeros que en lugar de una mochila llevaban sus libros en bolsas de plástico negras y otros que gozaban de muchas comodidades y vivían en lugares que jamás había visitado”. Fueron encuentros que la vida le planteó.

Sin tenerla fácil, en plena crisis, Jack tuvo en aquel entonces trabajar también como mototaxista para solventarse, contando con el apoyo familiar.

De ahí, el Icpna le abriría sus puertas y conocería el mundo de las exposiciones y así pasaron cinco años.

“Un amigo regresó al Perú tras estar becado y él me guió por ese camino y decidí apostar”. Dejó la zona segura, la locura de dejar todo lo establecido e irse a estudiar. “Creo que mi familia pensaba que bromeaba y no me tomaban muy en serio. Igual seguí adelante y cuando llegó el momento le dije a mi novia ´(hoy mi esposa) que me iba y si quería irse también”, recuerda.

“Después de seis años de ese primer viaje, logré invitar a mi mamá. Antes creía seguro que trabajaba en algo más y que lo de la beca era un invento para dorar la píldora, pero luego vio que todo era real”, señala con orgullo tras culminar su maestría en la Universidad de Connecticut.

Al año siguiente, obtuvo otra beca para el doctorado en Northwestern (Chicago). Durante sus años de doctorado, además de investigar y escribir la tesis, publicó su primera novela, Bajo la sombra (2014), que tuvo excelente recepción crítica. En el 2017 se gradúo como doctor y publicó su segunda novela, Sustitución. También ese año empezó como profesor en la Universidad de Hamilton, en Nueva York.

Su mejor novela. Jack es el personaje principal de su historia. Foto: Hamilton College.

En el 2024 acaba de publicar su tercera novela, Te he seguido. En la Universidad de Hamilton enseña escritura creativa, formando jóvenes escritores. También enseña literatura peruana, promoviendo nuestra rica tradición en los estudiantes estadounidenses.

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