ÚLTIMO MINUTO: POR PRIMERA VEZ EN FUNCIONES, UN ALTO MANDO DE LA DINI TIENE ORDEN DE CAPTURA EN EL PERÚ
¿Qué dirá ahora el Gral. (r) Gustavo Bobbio, jefe del gabinete de asesores de la DINI? ¿No era Bobbio quien defendía a capa y espada al PNP José Luis Fernández en cuanto medio de comunicación se presentaba? Ya se sabía que Fernández era cercano a uno de los primos de Pedro Castillo, de manera que las cosas fueron cayendo por el inevitable peso de las evidencias. Según fuentes del Poder Judicial, se habría pedido la detención preliminar de este alto funcionario de Inteligencia… ESPERAMOS QUE EN LAS PRÓXIMAS HORAS RENUNCIE NO SOLO BOBBIO ROZAS, SINO LOS DIRECTORES DE CONTRAINTELIGENCIA E INTELIGENCIA DE LA DINI.
ÚLTIMO MINUTO: «NUEVOS ARRESTOS EN EL ENTORNO CERCANO DE PEDRO CASTILLO»
En la mañana de hoy, un nuevo operativo policial ha general un nuevo sobresalto a Pedro Castillo y su entorno palaciego. Según se supo, se habría ordenado el arresto del ex asesor presidencial que está ligado a la DINI Henry Shimabukuro y el empresario Samir Abudayeh —quien fuera beneficiado con una licitación importante y «rara» después de su visita a Palacio de Gobierno—. Nos comentan que también está con orden de captura y aparece como «no habido» es Hugo Chávez —ex presidente de Petro Perú—… AHORA, ¿QUE DIRÁN PEDRO CASTILLO Y SU GENTE? ¿ESTARÁN ESPERANDO DISOLVER EL CONGRESO PARA LIBERAR A TANTO «DELINCUENTE»? ¿QUÉ DIRÁ EL «HONRADO» GUSTAVO BOBBIO, QUIEN ERA EL JEFE DE GABINETE DE ASESORES EN LA DIRECCION DE INTELIGENCIA?
LA RENUNCIA ANUNCIADA DEL PREMIER ANÍBAL TORRES
Como lo dijimos en ediciones anteriores, la renuncia del premier Aníbal Torres estaba más que cantada. El mensaje a la nación del presidente Pedro Castillo después de las doce de la noche, nos hizo ver a un mandatario muy mal asesorado al aparecer ante cámaras solo, completamente solo, sin el respaldo de ningún ministro y menos de representantes de las FF.AA. Pese a la soledad que lo embargaba, Castillo, tozudo, se mantuvo en sus trece al querer pechar al Congreso, pese a que en la encuesta de CPI la aprobación del presidente alcanza solo un 22.1%, lo que lo pone en una situación cada día mas difícil. La pregunta que todos los peruanos nos hacemos ¿Quién asesora al presidente Castillo Terrones? Algunos nos responden que es Alberto Mendieta —conocido ex asesor del gobierno de Ollanta Humala. Para más detalles, Mendieta era el que le cargaba el maletín al congresista Otárola—… LA INEXPERIENCIA DE SUS ASESORES ESTÁ LLEVANDO A CASTILLO CAMINO A LA ILEGALIDAD. PRETENDER CERRAR EL CONGRESO CONLLEVARÁ A QUE LA OPOSICIÓN SE FORTALEZCA Y EL SOMBRERO NO TERMINE SU MANDATO. TANTA METIDA DE PATA Y MEDIOCRIDAD NOS HACE PENSAR QUE LOS ASESORES DE CASTILLO SON TODOS UNOS «MUELONES», QUE ES COMO SE LES LLAMA EN EL CONGRESO A LOS ASESORES QUE NO SABEN NI SIQUIERA PRENDER UNA COMPUTADORA. ¿NO ES VERDAD, «BUGS BUNNY»?
LOS HUMALISTAS REGRESAN A PALACIO DE GOBIERNO
En ediciones anteriores advertimos la presencia de ex humalistas en Palacio de Gobierno. Al mando de todos ellos está Alberto Mendieta, pero el cerebro detrás es Josué Gutiérrez Cóndor, quien fue abogado de Vladimir Cerrón y luego fue jefe de asesores de la bancada de Perú Libre. Pero Gutiérrez Cóndor también es muy amigo de Biberto Castillo —asesor en la sombra de Pedro Castillo, que hoy está preso—. Ah, pero cómo no mencionar la presencia de la inefable Randa Mussallam, quien estaría tejiendo toda una red de informantes desde las diversas jefaturas de prensa del Ejecutivo. En efecto, la otrora activa periodista del nacionalismo hoy aparece en Palacio de Gobierno direccionando la contratación de jefes de prensa en los diversos ministerios del Gobierno.
De otro lado, hoy, en «Hildebrandt en sus Trece» aparecen nuevos datos. Según ese medio, otros personajes vinculados a Mendieta serían Luz Mercado Pérez, Daniel Castillo Vigil, Julio León Gálvez e Yvan Palomino Rojas… TODOS ESTOS LIGADOS A ALBERTO MENDIETA GARIVONDO, QUIEN LE TRAERÁ MUCHOS PROBLEMAS A PEDRO CASTILLO LLEVÁNDOLO EN LA ILEGALIDAD.
VIRGILIO ACUÑA «EL BREVE», LO NOMBRAN EN EL DIA COMO VICEMINISTRO Y EN LA NOCHE YA HABIA CAIDO EL PREMIER ANIBAL TORRES
Ayer definitivamente no fue el día de los hermanos Acuña. Luego de la bolsa de basura que arrojaron a uno de los hermanos —Oscar Acuña Peralta— en la ciudad de Trujillo, el nombramiento de su hermano Virgilio como viceministro de Transportes había llamado la atención de mucha gente y lo ponían como evidencia de la alianza en la sombra que se habría firmado con el grupo de Antauro Humala. Pero todo terminaría entre gallos y medianoche, pues pasadas las cero horas Castillo Terrones aceptaba la renuncia del ya desprestigiado Aníbal Torres… NUESTRAS FUENTES PALACIEGAS NOS INFORMAN QUE VIRGILIO ESTABA MUY TRISTE, AUNQUE NO FALTAN QUIENES LO PONEN EN EL BOLO PAA SER EL PRÓXIMO MINISTRO EN LA CARTERA DE TRANSPORTES Y COMUNICACIONES ¿TENDRA EL APOYO DE LA BANCADA DE APP?
LOS PRÓFUGOS CERCANOS A PEDRO CASTILLO, ¿CUÁNTOS DÍAS LLEVAN?
Los peruanos nos preguntamos ¿Dónde están los prófugos de la justicia cercanos al entorno presidencial? Por ejemplo, ¿dónde está Fray Vásquez, el sobrino del presidente? Lleva 242 días sin ser apresado y algunos dicen que ya se encuentra protegido fuera de nuestras fronteras. Otro de los fugados es Fermín Silva —ex ministro de Transportes y Comunicaciones—, que hace 163 días se encuentra también como no habido y la PNP hasta ahora no da con su paradero. Sin embargo, su abogado toma sus cafés en un café concurrido de San Borja… PARA MUCHOS POLÍTICOS CASTILLISTAS, ESAS ÓRDENES DE CAPTURA DESESPERAN A PEDRO CASTILLO Y LO HACEN VER MAL ANTE LA CIUDADANÍA POR LO QUE DEBERÍA PROMOVER CAMBIOS JUDICIALES, FISCALES Y CONGRESALES. DEMASIADO TARDE PARA EL PRESIDENTE, PARECE QUE YA SU SUERTE ESTÁ ECHADA.
SUTEP DENUNCIA HABER SIDO TRAICIONADO POR PEDRO CASTILLO
Durante un llamado al paro de maestros a nivel nacional convocado por Lucio Castro —secretario general del Sutep—, este dirigente gremial del magisterio señaló que la medida de fuerza responde al incumplimiento de las promesas electorales del presidente Castillo Terrones. Según lo expuesto por Castro: «(…) Apoyamos para que fuera presidente, después de meses constatamos que ha traicionado compromisos electorales (…)». SABEMOS QUE LAS ACCIONES DESDE EL MINISTERIO DE EDUCACIÓN VAN ENCAMINADAS A TOMAR POR ASALTO LAS ARCAS DE LA DERRAMA MAGISTERIAL. ESTE ES EL GOBIERNO DE UN PRESIDENTE CUYA GESTIÓN PARECE UN LAMENTABLE ANACOLUTO SIN SENTIDO ALGUNO, UN TRISTE GARABATO EN NUESTRA HISTORIA REPUBLICANA.
RAFAEL LÓPEZ ALIAGA DENUNCIA QUE JOSÉ LUNA LE PONE TRABAS AL PRESUPUESTO DE LA MUNICIPALIDAD DE LIMA
A través de las redes, Rafael López Aliaga —hoy electo alcalde de Lima— denunció que José Luna Gálvez y su asesor estrella, Jhony Peralta Cruz —ex congresista aprista— vienen poniendo trabas al solicitar se eleve el presupuesto para las nuevas implementaciones que piensan realizar a partir del primero de enero. Nos comentan que hay mucho malestar entre los «coordinadores parlamentarios», quienes no podían pasar a las instalaciones del Congreso porque el ex parlamentario Peralta Cruz les habría negado el ingreso, pues se cree dueño de esa comisión… COMO SABEMOS, EN EL PASADO, PERALTA CRUZ PERTENECIÓ A LA FILAS DEL PARTIDO APRISTA PERUANO, DONDE FUE ELECTO CONGRESISTA Y LUEGO INTENTÓ, A TRAVES DE UN MOVIMIENTO REGIONAL, SER GOBERNADOR SIN LOGRAR ESE OBJETIVO POLITICO. ESTAS SON LAS LLAMADAS «PICONERÍAS» DE LUNA GALVEZ.
PESCADORES ARTESANALES TRATARON DE AGREDIR A LA CONGRESISTA SUSEL PAREDES EN LOS «PASOS PERDIDOS» DEL CONGRESO
Un gran susto se llevó la nobel congresista Susel Paredes, cuando un grupo de pescadores trató de agredirla en las instalaciones del Congreso, lugar al que ingresaron con autorización de congresistas radicales de izquierda, para que promuevan la anulación de la Ley de fortalecimiento de la lucha contra la pesca ilegal. Habría que preguntarse quiénes son estos pescadores y quién les dio autorización para que ingresaras al Congreso Este tipo de acciones dentro del corazón del Palacio Legislativo preocupa, toda vez que ningún congresista puede ser agredido por sus ideas o por su voto… ESTO DEBE DE SER UNA LLAMADA DE ATENCIÓN PARA EL JEFE SE SEGURIDAD DEL CONGRESO Y EL JEFE DE LA POLICIA NACIONAL QUE CUIDA ESTAS INSTALACIONES.
El negocio de la ‘privatización de las cárceles’: presos convertidos en mercancía
Privatizar las cárceles en el Perú no es la solución mágica que algunos prometen. En un país con instituciones debilitadas, donde el lucro y la coima suelen imponerse al interés público, la privatización puede terminar siendo más cara, menos humana y significativamente ineficaz.
El sistema penitenciario peruano es un reflejo del colapso institucional del Estado. Sumido en el hacinamiento, la corrupción estructural y una ineficiencia crónica, los penales del país se han convertido en verdaderos «resorts del crimen», espacios donde las reglas del Estado de derecho son fácilmente reemplazadas por sobornos, jerarquías mafiosas y abandono. Las cárceles, lejos de cumplir su función de rehabilitación, operan como “escuelas del delito”, sostenidas por una cadena de negligencia institucional que ignora la permanente “desactivación de los protocolos de seguridad”.
La situación es alarmante. Tomemos como ejemplo el penal de Lurigancho, el más grande del país y uno de los más sobrepoblados de América Latina. Inaugurado hace 51 años para una capacidad máxima de 3,200 reclusos, hoy alberga cerca de 10,000 internos. Es decir, una superpoblación de 190%. Algo indecible, que solo puede ocurrir en Perú. Este nivel de hacinamiento convierte a los penales en focos de violencia, tráfico de drogas, extorsión y fugas, como la reciente huida del interno venezolano John Kennedy Javier Sebastián, quien escapó de Lurigancho escalando un muro sin ser detenido por el personal penitenciario. ¿Es esta la señal definitiva del colapso del INPE?
El pasado lunes 21 de abril, el recluso venezolano John Kennedy Javier Sebastián fugó del penal San Pedro en SJL.
Frente a esta crisis y ante la presión mediática, el Gobierno de Dina Boluarte ha optado por una medida polémica: la privatización de las cárceles. El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Eduardo Arana, anunció el 30 de abril ante la Comisión de Justicia del Congreso que se emitirá un decreto de urgencia para permitir la participación del sector privado en la gestión penitenciaria. Se argumenta que la intención es mejorar la infraestructura, implementar modelos de rehabilitación más eficaces y descongestionar los penales. Pero ¿es realmente la privatización la solución?
El mito del ahorro
Uno de los principales argumentos a favor de las cárceles privadas es que supuestamente resultan más baratas para el Estado. La lógica parece simple: las empresas privadas operan con mayor eficiencia, tercerizan servicios, construyen más rápido y se deshacen del pesado aparato burocrático estatal. Sin embargo, esa premisa se desmorona ante la evidencia internacional.
Estudios en países como Estados Unidos, Reino Unido y Australia han demostrado que los supuestos ahorros desaparecen cuando se consideran todos los costos reales: formación del personal, programas de rehabilitación, supervisión estatal, seguridad y administración. Además, los contratos con operadores privados suelen incluir cláusulas que aseguran altos pagos en todos los servicios.
Un informe del Departamento de Justicia en Estados Unidos, reveló que los presos en cárceles privadas sufren más incidentes violentos y tienen menor acceso a programas de reinserción. En Gran Bretaña, la compañía G4S —encargada de operar varios centros penitenciarios— fue acusada por negligencia grave en la gestión de seguridad. En tanto, surge una conclusión preocupante: las cárceles privadas definitivamente no son más baratas y muchas veces son peores que las estatales.
¿Lucro o rehabilitación?
Privatizar, implica necesariamente introducir una lógica comercial de mercado en un servicio que debería estar guiado por los ‘principios de justicia’ y ‘derechos humanos’. Entonces surge la pregunta: ¿puede una empresa privada cuya finalidad es el lucro, estar realmente comprometida con la rehabilitación del interno?
La experiencia demuestra que no. En la lógica crematística-empresarial, reducir costos y maximizar las ganancias quizá implique recortar en personal capacitado, en alimentación, en salud mental o en programas educativos. Y si mantener las cárceles llenas garantiza mayor rentabilidad y lucro, entonces hay un incentivo perverso que contradice los objetivos de resocialización.
A ello se suma un factor adicional en el caso peruano: la débil capacidad del Estado para regular y fiscalizar. En un país donde el control estatal es frágil, con instituciones penetradas por la corrupción y sin sistemas eficientes de auditoría, ¿quién garantiza que las cárceles privadas no se conviertan en un negocio más, sin rendición de cuentas?
Ante el hacinamiento en las cárceles del Perú, ¿construir más o privatizarlas?
El verdadero problema
La raíz del problema penitenciario no está solo en la infraestructura, sino en la corrupción sistémica que permea todos los niveles del Estado. Desde el Instituto Nacional Penitenciario (INPE), hasta la Policía Nacional, pasando por funcionarios de justicia y contratistas privados, existe una red informal que mantiene operativas estas “cárceles del crimen” a través del soborno, la inacción y el desgobierno.
El verdadero debate no debería centrarse en si privatizar o no, sino en cómo reconstruir las instituciones públicas. Lo que Perú necesita es una reforma penitenciaria integral, que incluya inversión en infraestructura, profesionalización del personal penitenciario, políticas efectivas de rehabilitación y, sobre todo, voluntad política para enfrentar la corrupción.
En ese contexto, una posible salida podría ser un modelo mixto de Asociación Público-Privada (APP), donde el Estado mantenga el control y la regulación, mientras que el sector privado se encargue de aspectos técnicos o logísticos. Pero esto solo funcionaría si existe un aparato estatal fuerte, transparente y con capacidad real de fiscalización. Hoy, ese no es el caso, porque la institucionalidad en el Perú se ha convertido en una “pita tan débil que se rompe todos los días”.
El ministro de Justicia Eduardo Arana anunció que el gobierno emitirá un decreto de urgencia para permitir que se privaticen las cárceles en Perú.
Privatizar las cárceles en el Perú no es la solución mágica que algunos prometen. En un país con instituciones debilitadas, donde el lucro y la coima suelen imponerse al interés público, la privatización puede terminar siendo más cara, menos humana y significativamente ineficaz. El camino tendrá que ser otro. Es exigible reforzar el Estado, combatir la corrupción y repensar el sistema penitenciario desde sus cimientos. Sin embargo, no solo en este gobierno, sino en los anteriores, ya se ha vuelto una mala costumbre, imponer paliativos, en lugar de tratar y resolver los problemas de fondo.
Renovables ¿Energía limpia o ideología? La lección de España y Chile
La seguridad energética es una cuestión todavía ignorada por las autoridades peruanas. El marketing de energías verdes oculta algo que los colapsos recientes en España y Chile revelan: son energías inestables.
Durante muchos años un extraño consenso se ha manejado entre las derechas e izquierdas globalistas de España y Chile, así como de otros tantos países. Y es el consenso hecha política pública (que no se alteró ni con cambios de mandatos y partidos, lo cual revela que no hay una alternancia de poder sino una continuación de una misma común política), y es la consigna de que renovable es igual a bueno. Pues esta política ha seguido a pie juntillas como política de Estado los gobiernos de España y Chile. Resultado: apagones nacionales, algo jamás visto en toda su historia.
Antes el gran pero las renovables eran costosas, pero gracias a los subsidios de los Estados así como la participación masiva de China que viene abaratando los precios, no ha dejado de tener un enorme Pero en el campo práctico. Y es que las renovables son muy inestables. Es decir, que puede generar más inestabilidad a la red eléctrica, dicho de otra manera, hace más probable que ocurra un apagón como el vivido en España y Chile. Si bien las renovables podrían llegar a ser estables, esos proyectos están todavía en estudio e implementación, por lo que falta mucho para su inclusión realista en la red eléctrica.
Lo sucedido en España recientemente se puede explicar por la incorporación forzada de las renovables a la red eléctrica la cual no ha incluido las tecnologías todavía experimentales para su mejora. Por lo que a medida que más energía renovable se ha incorporado a la red eléctrica, más se hace vulnerable.
Conclusión. Sea energía nuclear, de carbón o provenga de gas o petróleo, la energía es energía y será tanto más segura en la medida en que su suministro sea estable. Y en tanto las renovables, sean de energía solar, algunas hidráulicas e incluso las eólicas (que para generar energía utilizan electrónica de potencia para ser más eficiente), no son estables. Poner toda la carne en el asador renovable es ideología y no eficiencia. Porque a medida que las renovables ocupen más espacio en la red eléctrica seremos más vulnerables. Entonces, bastaría que pase algo, un accidente, y la red eléctrica se vienen abajo. Y esto puede volver a pasar. La pregunta es: ¿Es seguro y confiable desconectarnos de las energías tradicionales?
Motociclistas, una tribu con impunidad sobre ruedas
Han secuestrado el espacio urbano. Las pistas son suyas. El caos que antes se atribuía a las combis piratas y a los taxistas informales, ahora tiene un nuevo protagonista: el motociclista urbano, que ha hecho del desorden y el caos un estilo de vida y del irrespeto una “ideología”. Es decir, se han convertido en toda una fauna de desadaptados que le hacen daño a la sociedad.
¿Qué daño ha cometido la ciudad para merecer semejante castigo? En el Perú, particularmente en Lima Metropolitana y el Callao, las calles se han convertido en territorio hostil: asfalto tomado por una tribu urbana que no responde a normas, ni reconoce autoridades. Son los motociclistas —una fauna cada vez más incontrolable— que circulan como si la ley fuera una sugerencia decorativa, desafiando a diario la seguridad ciudadana con una mezcla de temeridad, pedantería, informalidad e impunidad.
Cualquiera que haya caminado o conducido por Lima lo ha vivido: motos zigzagueando imprudentemente entre vehículos detenidos, invadiendo carriles, subiendo a veredas con total impunidad, ignorando los semáforos como si se tratara de simples adornos urbanos; sin respetar los límites de velocidad, ni las señalizaciones, ni el adecuado uso de luces, yendo muchas veces en sentido contrario. No es una exageración: es la cotidianidad. Una jungla sin reglas donde la motocicleta ya no es símbolo de eficiencia, sino de anarquía y peligro sobre ruedas.
Motorizados con maniobras temerarias bloquearon el tránsito en Miraflores.
Ante el creciente hartazgo ciudadano y la desesperación por el avance de la delincuencia motorizada, el Gobierno de Dina Boluarte —tras meses de silencio e inacción— emitió el Decreto Supremo N.º 046-2025-PCM. La norma, en efecto hasta el 16 de mayo del 2025 y con posibilidad de prórroga, prohíbe el traslado de acompañantes en motocicletas lineales en Lima y Callao, así como el uso de pasamontañas, y obliga a los repartidores a inscribirse en un registro oficial. Además, prohíbe el uso de cajuelas en la espalda, una medida orientada a identificar con mayor facilidad a los delincuentes que se escudan en el uniforme del delivery para delinquir.
Temporalmente se encuentra prohibido que una moto lineal se desplace con dos ocupantes.
¿La reacción? Predecible. Los gremios de moteros estallaron en redes sociales, en los micrófonos de los programas periodísticos y hasta en comunicados indignados. Se rasgan las vestiduras alegando su “clásico libreto” que tiene que ver con la violación de sus derechos fundamentales: el libre tránsito, el derecho al trabajo, la igualdad ante la ley. Todos tienen el mismo guion aprendido: que son padres de familia, estudiantes, trabajadores esforzados. Que llevan a sus esposas al trabajo, a sus hijos al colegio. Que no son delincuentes, sino ciudadanos de bien.
Nadie discute lo anteriormente mencionado. El punto no es ese. El problema es la masa crítica de motorizados que cree que las calles fueron construidas exclusivamente para ellos. Una tribu de anarquistas que actúa como si las reglas del tránsito no les aplicaran, y que, en la práctica, impone un modelo de movilidad basado en la ley del más vivo, el más fuerte y del más rápido.
Una epidemia en las calles llamada ‘motos’
La realidad es más cruda de lo que los defensores de las motos quieren aceptar: los motorizados, en muchos casos, son peores que los propios delincuentes que andan armados. Porque son más numerosos, más frecuentes, más visibles y más inacabables. Son los que invaden veredas a toda velocidad, los que no respetan semáforos, los que zigzaguean entre autos a centímetros de provocar una tragedia, los que se pasan en rojo sin mirar, sin frenar, sin pensar. Muchos no portan placas, no tienen licencia, no usan casco, no cuentan con SOAT y violan la ley con total desparpajo, seguros de que no serán sancionados.
En la práctica, han secuestrado el espacio urbano. Lima les pertenece. Las pistas son suyas. El caos que antes se atribuía exclusivamente a las combis piratas y a los taxistas informales ahora tiene un nuevo protagonista: el motociclista urbano, que ha hecho del desorden y el caos un estilo de vida; y del irrespeto una “ideología”. Es decir, se han convertido en toda una fauna de desadaptados que le hacen daño a la sociedad, porque tienen cero educación, cero conciencia, cero respeto y cero empatías.
Y si esto no fuera suficiente, está el rostro más oscuro del problema: el crimen organizado sobre dos ruedas. Sicarios, raqueteros y extorsionadores se mueven cómodamente en motocicletas, muchas veces sin placa o con una placa robada, y escapan por calles sin control. La moto se ha convertido en el vehículo predilecto de la delincuencia urbana, y sin embargo, los gremios y asociaciones de motociclistas lo minimizan y le dan la espalda al problema. Se victimizan, se defienden, y lanzan un argumento tan falaz como peligroso: “como nosotros no somos delincuentes, no deben restringirnos”.
Ese inmoral argumento olvida un detalle clave: vivimos una emergencia. Y cuando la inseguridad afecta la vida de miles de personas, se requieren medidas excepcionales. ¿Es una solución perfecta prohibir los acompañantes? No. ¿Es suficiente? Tampoco. Pero es un paso. Uno que apunta a cortar, aunque sea parcialmente, la facilidad con que se cometen delitos desde una moto lineal.
El verdadero problema es estructural: un Estado ausente. Durante años, las autoridades permitieron que las motocicletas invadan las calles sin ningún tipo de control, sin fiscalización, sin regulación. La informalidad se volvió norma, y hoy vemos las consecuencias. No existen operativos permanentes, no se exige el cumplimiento del Reglamento Nacional de Tránsito, y las sanciones no se aplican con rigor. ¿Cuántos motociclistas infractores han terminado con la moto en el depósito? ¿Cuántos han perdido la licencia —si la tenían— por infracciones reiteradas?
Los moteros han tomado las calles de la capital con total impunidad.
Perú tierra de nadie
El país se ha convertido en tierra de nadie. Y los motociclistas han encontrado en esta debilidad gubernamental e institucional el terreno fértil para expandirse. Como si no fuera suficiente con la impunidad del tránsito, ahora también gozan de impunidad mediática: cada vez que se intenta regularlos, inmediatamente se agrupan y realizan un espíritu de cuerpo ilegitimo, gritan censura, discriminación y abuso de autoridad; cuando en el fondo, el motociclismo en nuestro país es sinónimo de peligro común, perturbación, temeridad, incultura e impunidad. Gracias a estos anarquistas urbanos de dos ruedas el número de siniestros viales es alarmante.
La respuesta del gobierno es tardía e insuficiente. El decreto de restricción puede ayudar a mitigar temporalmente el caos, pero no sustituye una política integral. Se necesita una reforma seria: educación vial desde las escuelas, control estricto del parque automotor, policías capacitados y suficientes para realizar operativos en todas las zonas críticas, y una alianza con gobiernos locales para fiscalizar y controlar el espacio urbano.
Y, sobre todo, se necesita un cambio cultural. Un mensaje claro desde el Estado de que las calles no son territorio libre para tribus motorizadas sin ley. Que el respeto por el otro es mucho más importante que la velocidad y la adrenalina. Que el derecho a circular libremente no puede estar por encima del derecho a vivir con seguridad.
Hasta entonces, la ciudad seguirá siendo rehén de los anarquistas con motor y peor aún, será testigo de las incidencias de esta horda de motos lineales que actualmente ha convertido a las calles en una jungla de animales sin control.
Desde el pasado 23 de febrero, se inició en LR dominical, un pugilato periodístico con réplicas, dúplicas y demás yerbas, entre el periodismo de investigación de Paola Ugaz, Pedro Salinas y del otro lado, los representantes del disuelto Sodalicio de Vida Cristiana, SVC, representado por Percy García Cavero (Asociación Civil San Juan Bautista), el dimitente y expulsado ex obispo de Piura José Antonio Eguren Anselmi y el cura expulsado del SVC Jaime Bartle.
Han sido como 6 páginas completas, de cargos y descargos, en LR dominical, con dimes y diretes, que los sufridos lectores hemos leído, sin entender porqué la justicia ordinaria, no interviene cortando de raíz y sentenciando a quien haya delinquido, en contra de la buena fe de los católicos.
Lo cierto es que SS FRANCISCO, en su INFABILIDAD PAPAL, ante pruebas concluyentes, objetivas, fruto de la Misión pontificia Scicluna- Bartomeu, firmó el pasado 14 de abril la disolución total del SVC y de las congregaciones de monjas, adherentes a aquél.
Incluso ya desde tiempo atrás, de oficializar la disolución, monseñor Bartomeu ofició misa dominical en la parroquia Nuestra Señora de la Reconciliación, sede matriz del ex SVC, para que, como feligresía, entendamos la decisión infalible del extinto Francisco.
Al parecer las aguas dentro del ex SVC, no se calmaron y el pasado domingo en la misa de la parroquia, su párroco hasta ahora, el cura Juan Carlos Rivva, en insólita predica del evangelio, respirando por la herida del cierre, nos faltó el respeto a los feligreses o por lo menos a mí, con expresiones fuera de tono, en contra de la decisión ejecutiva papal del cierre del SVC, llegando al extremo temerario de señalar, “qué si el papa hubiera muerto una semana antes, tal vez el SVC no se hubiera disuelto” e incluso apostillando, que la muerte del Papa hay que tratarla “como un difunto más”.
Lamentable estos micro cismas en la iglesia católica, que a nada bueno conducen y que los pastores en lugar de guiar a la grey, hacen lo indecible por no saber acatar las decisiones pontificias, poniendo en tela de juicio la INFABILIDAD PAPAL (dogma en la Iglesia Católica desde 1870), y no haciendo mea culpa de sus actos indecentes e impropios.
Lo ocurrido estos últimos días con el cuerpo de nuestro cófrade, el Tío Factos, el poeta Guillermo Gutiérrez con orden de ser lanzado a la fosa común, despertó todo tipo de indignación en las redes sociales, los periódicos y la televisión. Y nos hizo recordar también el caso del vate Juan Ramírez Ruíz arrojado a un lugar similar o el caso del poeta chiclayano José Eufemio Lora y Lora en un osario en París. Y cómo no, a un grande de la cultura y la música clásica, Wolfgang Amadeus Mozart extraviado en el cementerio Biedermeier de Viena.
Lo cierto es que todo ser humano merece una despedida digna, hasta las guerras se detienen cuando hay que recoger a los caídos. El caso de Aquiles que arrastra por nueve días el cuerpo de Héctor y lo martiriza en La Iliada ha pasado a la historia como un acto de humanidad y conmiseración. Príamo, el padre de Héctor, le ruega a Aquiles que devuelva el cadáver y Aquiles a pesar de aceptar, quedan en que son enemigos y que muy posiblemente se acuchillen si se vuelven a ver, pero eso no quita de que son humanos y el respeto exánime.
Los neandertales convivían con sus muertos y las culturas preincaicas tenían un fervor particular con el mundo inanimado y el Hanan Pacha. Y ese respeto no ha cambiado. No importa la religión a la que pertenezcas, así seas católico, evangélico, musulmán o vedanta. No importa si eres ateo. El respeto a los muertos, al entierro digno pasa incluso con las leyes. Existe, como nos explicó un abogado, un posible “Hábeas corpus post mortem” para recuperar un cuerpo lanzado a la fosa común.
Y nos apena que un poeta, alguien dedicado a la cultura por más de cincuenta años, esté pasando por esto. Es terrible y doloroso que las autoridades no hayan sido lo suficientemente humanas y flexibles para entender que GG no estaba solo, que había una familia y contaba con sus amigos: Mary Soto, Edián Novoa, Frido Martin, Blásica, Cassamar y este servidor para evitar que está afrenta se consumara.
En estos días se espera la despedida final de Gutiérrez, el “Tío Factos” que tanto sintonizó con los jóvenes a quienes les entregó cultura a raudales y cuyo único gran tesoro fue su biblioteca y cuyo único mensaje sería: ¡Lean!
El habitante del mundo necesita mayor sensibilidad espiritual. La ‘conexión’ existe en la medida que decidamos seguirla a través del sentido de la intuición.
“La primera vez que visité Machupicchu, percibí una extraña presencia al ingresar a la ciudad inca y sentí un escalofrío. Era como si ya hubiera estado allí, con el mismo grupo de turistas y el mismo joven guía. Cerré los ojos y una visión me envolvió: la misma escena y el mismo aire fresco de la mañana. Mi mente y mi alma podían reconocerlos, y noté que aquello no era la primera vez”.
“En Lima, me tomé un café en una fuente de soda del recién inaugurado Centro Comercial Camino Real, y de pronto vi a una chica sentada en una mesa cercana, como si la hubiera visto antes, pero no la conocía. Se levantó y comenzó a bailar al ritmo de ‘Another One Bites the Dust’. Ese instante, lo sentí familiar. ¿Había estado en ese lugar antes? ¿Con la misma gente, mirando las mismas paredes de colomural y el poster de Farrah Fawcett?”
“En otro tiempo, cuando corría apurado para llegar a casa después de clases, escuché mi nombre, claro y nítido. Volteé, pero no había nadie. Solo el sonido del viento moviendo los arbustos. Era la misma experiencia… de haber vivido ese momento antes”.
El deja vú es esa sensación extraña de haber vivido previamente un momento presente, lo que desconcierta a nuestra racionalidad. Este fenómeno ha sido estudiado científicamente con diversas teorías. La “memoria dual” sugiere que el cerebro registra erróneamente una experiencia reciente como si fuera pasada. La “teoría del error” propone un desajuste temporal en la estructura cognitiva. La “teoría neurológica” lo vincula con disfunciones eléctricas en el hipocampo y la corteza temporal. Desde un enfoque psicológico, la “memoria implícita” apunta a que el subconsciente evoca fragmentos de experiencias previas.
Desde una visión espiritual y filosófica el deja vú trasciende a la perspectiva estructuralista y científica y se resume probablemente a vidas pasadas. Asimismo, podría ser un mensaje desde otra dimensión que nos advierte—qué camino seguir en ese preciso instante—.
El deja vú nos dota de extrañas emociones… fascinantes, tristes y alentadoras; pero también nos puede brindar una sensación de seguridad e intuición para lograr una conexión con “algo” quizá más trascendente.
Guillermo Gutiérrez, a quien las redes sociales bautizaron cariñosamente como el «Tío Factos», no fue solo ese anciano hosco y agudo que desnudaba, con ironía punzante, las miserias del país en un canal de YouTube. Mucho antes, Gutiérrez Lymha había sido una voz esencial en la contracultura peruana: fundador del Movimiento Kloaka, aquel grupo insurgente de poetas que en los años ochenta —junto a Roger Santiváñez, Mariela Dreyfus y otros— desafiaba el orden establecido con versos incendiarios.
El pasado 5 de abril, Gutiérrez murió en el más cruel de los anonimatos. Durante días, su cadáver permaneció abandonado en la Morgue Central de Lima. Se temió, y no sin razón, que terminara arrojado en una fosa común, como tantos otros a quienes la indiferencia nacional entierra dos veces: primero en vida, luego en la muerte.
La movilización para evitar ese destino infame fue espontánea y conmovedora. Desde las redes sociales saltó a la prensa, la radio, la televisión. Escritores, editores, libreros, vecinos de Villa El Salvador y hasta burócratas de última hora se unieron en una campaña urgente, casi desesperada. La fiscalía, inflexible en un principio, acabó cediendo ante la presión. Hoy, finalmente, su cuerpo será entregado a sus familiares.
Este acto de dignidad colectiva no habría sido posible sin la solidaridad de muchos: Mary Soto, Rodolfo Ybarra, Edián Novoa, Frido Martín, Miguel Blásica, Fernando Cassamar, Miguel Fegale, el Gremio de Escritores, el Movimiento Cultural Lima Norte, Cirko Terror, los libreros de Amazonas, de la avenida Uruguay, de Alfonso Ugarte, y tantos otros que se rehusaron a permitir que el olvido lo consumiera en silencio.
Guillermo Gutiérrez nos deja tres poemarios: Ulkadi (1987), La muerte de Raúl Romero (2007) e Infierno Iluminado (2022). Tres gritos contra la abulia de un país que a veces devora a sus mejores hijos.
Vivía en Villa El Salvador. Era un hombre solitario, herido por la muerte de su madre y la depresión. La última vez que lo vieron en las calles, fue una feria de libros frente al Congreso. Caminaba despacio, como si presintiera que su final estaba cerca. Hoy, al menos, sabemos que no murió del todo: su nombre, su obra y nuestra memoria se encargarán de mantenerlo vivo.
Esta semana, Tayabamba, capital de la provincia de Pataz, se viste de fiesta. Las calles, antes silenciosas bajo el peso de la rutina, hoy retumban con el eco de las bandas, el zapateo de los danzantes y el aroma de la comida que llena el aire. Es tiempo de celebrar a Santo Toribio Alfonso de Mogrovejo, ese arzobispo de Lima cuyo legado atraviesa los siglos y llega hasta estas tierras altas, donde la fe y la tradición se entrelazan como raíces en la tierra.
Pataz es un lugar de contrastes. Fuera, en las noticias, solo se habla de los problemas, de la violencia que a veces ensombrece su nombre. Pero dentro, en el corazón de su gente, hay otra historia. Una historia de resistencia, de orgullo que no se doblega. Aquí, las tradiciones no son solo recuerdos, son el combustible que mantiene viva la esperanza.
Las danzas no paran. Los coloridos trajes de los huaris, los monterillos y los diablos giran al compás de la música, contando historias antiguas, mezclando lo sagrado con lo pagano. Cada paso es un acto de memoria, un juramento silencioso de no olvidar quiénes somos. En las mesas, los platos típicos —el ceviche de gallina, el guiso de cuy, los tamales, el pan de fiesta no solo alimentan el cuerpo, sino también el espíritu de comunidad. Aquí se comparte, se ríe, se llora, se vive.
Y está la devoción, esa fuerza invisible que mueve multitudes. Santo Toribio no es solo un nombre en un altar; es un símbolo de fortaleza, un recordatorio de que, a pesar de todo, Pataz sigue en pie. Los fieles caminan kilómetros, desde Tayabamba hasta Pegoy, desde Pegoy a Collay, cargando sus promesas como ofrendas, porque en esta tierra la fe no se pregunta, se siente.
Sí, Pataz tiene sus luchas, sus heridas. Pero también tiene esto: un pueblo que, cuando la vida aprieta, responde con fiesta, con música, con tradición. Porque aquí saben que las costumbres no son solo rituales, son el alma de un pueblo que se niega a rendirse. Y mientras suenen los bombos, las quenas, mientras haya un plato que compartir y una danza que bailar, Tayabamba y todo Pataz seguirá adelante, marcado con fuego en el alma.