Edición de dos tomos (no autorizados) de la obra poética de Eielson (Foto: facebook)
Hace poco leí en el muro del poeta y narrador Víctor Ruiz, Director de Lustra Editores, algo que me dejó completamente alucinado: en una de las librerías virtuales más importantes y dinámicas del circuito librero, “Rocinante” -propiedad del ya legendario Pedro Ponce- se estaba ofertando la “Obra Poética Completa de Jorge Eduardo Eielson, en dos tomos, en una edición de homenaje por los 90 años de su muerte” editada por Fabro Editores, de Italia, cuyo editor, Pierre Restany, lanzaba orgulloso al mercado peruano al módico precio de 25 soles.
Hasta ahí todo bien. Rocinante tiene una oferta libresca impresionante, esta vez repetía el plato y con uno de los autores más buscados y queridos por los amantes de la buena poesía, el precio era espectacular y había que hacerse de, al menos, un par de ejemplares para la posteridad. Pero había un pequeño, pequeñísimo, detalle: Pierre Restany falleció en 2003, Fabro Editores de Italia no existe en Italia, Ediciones Fabro de Argentina solo edita libros de emprendimiento empresarial, Eielson falleció en 2006 (y no hace 90 años), la obra completa en cuestión no estaba completa, y el dueño del permiso de edición de la obra de Eielson -el poeta Víctor Ruiz- no sabía nada del asunto. Los libros fueron distribuidos en varios lugares del circuito, desde Quilca hasta Amazonas. Todos se quedaron sorprendidos.
Jorge Eduardo Eielson (Lima, 13 de abril de 1924 – Milán, 8 de marzo de 2006).
Lustra editores es uno de los sellos de poesía más importante entre las editoriales independientes del Perú, y posee un catálogo envidiable del género, con poetas peruanos y extranjeros, ediciones de homenaje, antologías y reediciones de títulos ya descatalogados. En 2008, Víctor Ruiz compró el permiso de publicación de la obra completa de Eielson para Perú a Martha Canfield, poseedora legal de los mismos, amiga y promotora incansable del poeta peruano, fallecido en Milán, Italia, en 2006. Eielson, por si el lector no lo ubica, es uno de los poetas peruanos más notables del siglo pasado, y, con toda seguridad, uno de los artistas más completos de su generación. En palabras del escritor Guillermo Niño de Guzmán:
«Eielson, que este año habría cumplido 90, tenía una visión de la poesía que excedía la dimensión del lenguaje verbal. Para él, toda la realidad incluso la esfera de la ciencia era susceptible de ser aprehendida desde una perspectiva poética. Como el vidente de Rimbaud, podía captar el elemento maravilloso que se agazapa en la vida cotidiana y reconocer la belleza emboscada en los actos más simples y aparentemente irrelevantes. En buena cuenta, era un transfigurador que pretendía rehacer el mundo jugando con palabras, colores, formas, volúmenes y sonidos»
La sorpresa de esta edición fue un baldazo de agua fría para Ruiz, quien se comunicó con Rocinante y estos quedaron igual de perplejos, pues no se trataba de un libro “pirata” (fotocopiado, encolado a la guerra, con portada en plastificado brillante y en papel bond blanco de pobre gramaje donde a veces faltan páginas) sino una edición impresa, con portadas en plastificado mate con solapas, en las que destacan dos obras plásticas del autor. En la página de créditos figura el fantasma de Restany, el nombre de una editorial que no existe y, según quienes alcanzaron a comprar el libro, varios errores.
Pierre Restany (24 de junio de 1930 – 29 de mayo de 2003).
Sin embargo, lo más impresionante fue que Restany, quien al onceavo año resucitó entre los muertos, se abrió una cuenta de Facebook, nada menos, y posteó un comunicado donde explicaba lo que, a todas luces, ya se sospechaba entre los libreros. Pero además lanzó una amenaza editorial con “V” de vendetta lectora. Dice el comunicado:
Comunicado de Fabro Editores. (Foto: facebook Pierre Restany Fabro).
“Para los lectores de poesía la piratería es un acto deleznable. Un acto que tiene como único fin el saqueo sistemático y la cárcel. Tal como pasó en el 2008 con Vox Horrísona del poeta Luis Hernández, libro que se concibió como el primer volumen de sus obras completas. Versión pirata que infectó el texto original de horrores ortográficos. Saboteando la obra del poeta. Nuestra edición apócrifa (no autorizada) de la poesía completa de Eielson en 3 tomos, no tiene ningún error ortográfico, ningún espacio demás, coma o punto fuera de lugar. La curaduría y composición de las portadas es de nuestra completa autoría. Los dibujos de la portada corresponden a trabajos plásticos del poeta. La hoja de interiores y cartón de la tapa empleados en esta edición no tienen que envidiar al material empleado en otras ediciones. Y el costo por ejemplar no tendría por qué doblar del costo de su producción, 10 soles cada unidad, sino fuera por la especulación de nuestros libreros favoritos. Quiero dejar bien en claro que esto no se trata de un negocio redondo, sólo se editaron 100 colecciones, o un homenaje de la muerte de Eielson, ni siquiera se trata del mismo Eielson… esto se trata de Fabro. Fabro es el lector común que no puede acceder a gran parte de información escrita. Porque simplemente no se encuentra disponible para él. Por múltiples razones: económicas, políticas, culturales. Cuántos de nosotros poseemos el suficiente dinero como para pagar sobreprecio para leer lo que queremos y cuando lo queremos, cuántos de nosotros podemos esperar 40 años para leer la poesía completa del poeta que gustamos. Este sistema editorial perverso no beneficia al lector, al autor ni a su obra. A Fabro se le ocurrió que tú, otro Fabro con las mismas necesidades, con el cuidado debido y pulcritud adecuada desde tu ordenador y una imprenta casera, puedes reproducir hermosos libros de pequeños tirajes para tu consumo e intercambio. Si decides hacerlo, adelante. Utiliza el logo Fabro. Es un distintivo de que no eres pirata, ni mucho menos un delincuente y de que tu edición respeta la obra del autor, que tu edición es creación heroica, un acto de justicia y no una vil copia. De ti, Fabro, solo depende cuidar, multiplicar y fortalecer esta misión que nos han encomendado las circunstancias que nos ha tocado vivir”.
Al parecer por el comunicado, esto recién empieza; aunque no se trate, precisamente, de «justicia poética».